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04 febrero 2024

El cómo Canadá encubre a los nazis ucranianos en contra del Derecho Internacional

 

Portada modificada de The Grayzone, Max Blumenthal, "El homenaje de Canadá al veterano nazi" 

Recopilación y resumen de varios textos


Introducción 

Pese a que el tema ha sido estudiado y divulgado profusamente, no deja de aparecer en la prensa alternativa relevantes hechos para comprender que los herederos del nazismo están muy activos, algo que Occidente pretende ocultar o intenta minimizar su historia sangrienta y continuo accionar en el presente. Tanto en Ucrania como en Occidente se niegan a reconocer e identificar este real problema, tan grande que es el origen mismo del golpe de estado del Maidán 2014 que ha llevado al país eslavo al borde de la catástrofe.

Por supuesto, en la OTAN están satisfechos, éstos modernos nazis sirven ciegamente sus órdenes -por odio a los rusos- y obran sin el menor resquicio de conciencia. Lo que las milicias neo-nazis hicieron en el Donbass entre 2014-2021 no tiene perdón, ¿pero a quién en Occidente le importa? Lo que interesa es matar al mayor número de rusos y ucranianos ruso-hablantes. No se trata de defender la nación ni su unidad territorial, sino hacer prevalecer una ideología racista y  cumplir un sueño irrealizable. ¿Quién les dio un lavado cerebral hace un siglo para que sigan creyendo tales estupideces? Es algo que ya repasamos anteriormente, incluso muchos antes de la guerra ruso-ucraniana iniciada en 2022 (Ver notas a píe de página)

La estadounidense Alexandra Pénzina, desarrolló un amplio documento sobre los "Colaboradores nazis en Canadá", relata cómo la CIA y el Reino Unido evacuaron a miles de antiguos aliados ucranianos de Hitler dándoles un refugio tras la segunda guerra mundial, con la intención de usarlos en sus campañas antisoviéticas. 

Paradójicamente, un poco antes, millares de ucranianos -que eran parte del Imperio Austro-Húngaro- habían optado por emigrar durante la primera guerra mundial a Américafueron confinados en campos de concentración en las frías regiones canadienses, miles murieron en terribles condiciones de trabajo (Recomiendo el video "Así eran los Campos de Concentración de Canadá - Kapuskasing" (Lo pondré al final como enlace).

Por desgracia, la ideología neonazi tiene influencia en Canadá. Así, el 22 septiembre 2023 en el Parlamento canadiense, el primer ministro Justin Trudeau, el presidente de la Cámara de los Comunes, Anthony Rota, diputados y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, aplaudieron de pie a Yaroslav Hunka, un excombatiente de la División Galitzia, colaboracionistas ucranianos que formaban parte de las tropas de las Waffen-SS, se lo presentó como "un luchador por la independencia de Ucrania contra los rusos". Sin embargo, ese acto constituye "la mayor vergüenza diplomática de la historia de Canadá" (Pierre Poilievre, líder conservador y de la oposición canadiense).

Max Blumenthal, editor en jefe de The Grayzone, periodista galardonado y autor de varios libros, en "El homenaje de Canadá al veterano nazi expone la antigua política de Ottawa hacia Ucrania" (26 septiembre 2023) relata parte de esta historia (ver notas a pie de página).

Durante la guerra, la mayoría de la población ucraniana permaneció fiel a la Unión Soviética. Algunos grupos de nacionalistas ucranianos se aliaron con la Alemania nazi durante la invasión a la URSS e integraron sus cuerpos militares. La más conocida fue la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) con el conocido ideólogo radical Stépan Bandera y su propia rama militar, el Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), Bandera recibió el título póstumo de "Héroe de Ucrania" en 2010 y es fuente de "inspiración" de los grupos radicales ucranianos que combaten contra Rusia. Otro caso es Román Shujévich, líder de la OUN y comandante en jefe del UPA (entrenados por el Abwehr alemán), en 2007 recibió el título de "Héroe de Ucrania" (Esos decretos fueron cancelados en 2011).

En 1941, tras la invasión nazi, la OUN aprobó el Acta de Restauración del Estado Ucraniano en los territorios ocupados de la Ucrania soviética. La "nueva" Ucrania aliada de los nazis "bajo la dirección de su líder, Adolf Hitler, está creando un nuevo orden en Europa". El documento termina con el lema nacionalista "¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!", grito oficial de algunos cuerpos de seguridad de la Ucrania de hoy; es decir, los extremistas de la derecha ucraniana siguen en el presente profesando la ideología de Bandera: creación de un Estado ucraniano independiente y unificado que incluye todas las tierras de etnia ucraniana; de carácter antipolaco, antijudío y antisoviético, lo mismo que durante la ocupación nazi, los colaboracionistas ucranianos participaron activamente en limpiezas étnicas contra rusos, polacos, gitanos y judíos.

Hemos descrito en otras ponencias como operaron auténticos pogromos incluso antes de que las fuerzas alemanes se consolidaran en territorio ucraniano, la OUN lanzó una persecución y asesinato en masa de la población judía, más de 100.000 personas fueron ejecutadas a tiros entre 1941 y 1943; las masacres y limpieza étnica de los radicales del UPA continuaron hasta 1944.

La OUN organizó a los grupos militares colaboracionistas para integrarse al Ejército alemán como la Legión de Nacionalistas Ucranianos. La 14ª División de Granaderos de las Waffen SS, conocida como la División Galitzia, perpetrando numerosas atrocidades contra civiles en el territorio de la Unión Soviética y Polonia. Tras la expulsión del ejército alemán de Ucrania, remanentes de esos grupos colaboracionistas lanzaron una guerrilla en el territorio soviético, cometieron actos terroristas contra las instituciones y la población civil.


La 14.ª División de Granaderos de las Waffen SS "Galitzia" presta juramento y realizan el saludo nazi.

Y vino la "Operación Aerodynamic", los colaboradores nazis al servicio de la CIA durante la Guerra Fría establecieron una estrecha cooperación, los grupos radicales ucranianos pretendían socavar la estabilidad dentro de la URSS mediante la propaganda y ataques terroristas; "incluso antes de la capitulación de Alemania, EEUU y el Reino Unido lanzaron una serie de medidas para contactar y evacuar a figuras que les pudieran ser de utilidad. Debido a su feroz anticomunismo y hostilidad hacia lo todo relacionado con la Unión Soviética, los antiguos colaboradores nazis de la OUN, UPA y la División Galitzia, eran vistos por la CIA como aliados útiles".

Alrededor de 200.000 nacionalistas radicales ucranianos en Alemania huyeron a la zona de ocupación estadounidense, bajo la dirección de Stepan Bandera, su misión era apoyar una supuesta resistencia armada en territorio soviético, acciones de sabotaje e información sobre la situación política y militar en Ucrania, Polonia y Checoslovaquia. Ante el fracaso la naturaleza de la operación tuvo que cambiar, pasaron a brindar "apoyo a movimientos políticos y operaciones encubiertas no letales, utilizando todos los medios disponibles (radiodifusión clandestina: emisiones de Voice of America y Radio Liberation en la zona de Kiev en lengua rusa, prensa escrita, contactos personales)". 

Colaboradores nazis infiltrados en Canadá

Después de la guerra, EEUU se abstuvo de enjuiciar a sus nuevos aliados, la CIA organizó una operación para trasladar a los nacionalistas ucranianos al territorio de Canadá y Estados Unidos. Durante ese período de cooperación entre los ultranacionalistas ucranianos y autoridades de EEUU y Reino Unido fueron enviados de forma secreta miles de ex-colaboradores nazis a Canadá, nadie investigó su pasado, criminales de guerra buscados en otros países fueron legalizados. Tiempo después, "la Comisión Especial Canadiense de Investigación de Crímenes de Guerra descubrió que el Departamento de Inmigración del país había recibido un enorme número de solicitudes mecanografiadas idénticas con la misma dirección de una base militar estadounidense en Alemania Occidental".

Esa inmigración de criminales de guerra ucranianos continuó durante más de una década luego del final de la guerra, importante para establecer los centros políticos e ideológicos de extrema derecha del nacionalismo ucraniano durante la Guerra Fría. "Una forma de entrar en el Canadá de la posguerra era mostrar un tatuaje de las SS. Eso demostraba que eres anticomunista". "Tal afluencia de inmigrantes con ideas radicales sigue reflejándose en el actual entorno político y social del país". En Canadá, la ya existente diáspora ucraniana era antisoviética, y antirrusa después del colapso de la URSS. Fueron estos grupos -no tan clandestinos- los que llevaron a cabo el golpe de Estado en Ucrania, sin los cuales probablemente el Maidán no habría tenido lugar.

A finales del siglo XX, en Canadá funcionó una comisión especial para examinar la cuestión de los criminales de guerra que la CIA y el Reino Unido habían infiltrado en el país. El informe final todavía no se ha publicado. "Canadá tiene una política muy mala y sucia de dar cobijo y encubrir a nazis y fascistas que viven perfectamente en territorio canadiense desde hace 80 años". Hoy Canadá es el único país que ha presentado argumentos jurídicos para exonerar a los criminales de guerra ucranianos y gran parte de los documentos de la comisión permanecen clasificados.

Tras el reciente incidente con Hunka en el Parlamento canadiense, la comunidad mundial exige que los resultados de la Comisión sean publicados. (El documento completo de Alexandra Pénzina -profusamente ilustrado- puede ser consultado en las notas a pie de página)



Parte II

LOS VERDUGOS EXTRANJEROS DE ZELENSKY: LOS EXTREMISTAS DE EXTREMA DERECHA DE ORIGEN UCRANIANO DE CANADÁ DESATARON EL TERROR MASIVO EN UCRANIA

El siguiente es una reproducción de la investigación realizada por la Foundation to Battle Injustice (FBI) (Fundación para luchar contra la  injusticia), con sede en Rusia. Texto original en inglés: "Canada and Znelensky's foreign executioners: Far-right extremists with Ukrainian origins from Canada unleashed masse terror in Ukraine", publicado en la página web de la referida fundación el 31 de diciembre del 2023. Repasemos este interesante estudio.



La investigación de la Fundación para Combatir la Injusticia se centra en los actos sistemáticos de terror y brutalidad cometidos por ciudadanos canadienses de ascendencia ucraniana que inundaron Ucrania como voluntarios en el invierno y la primavera de 2022. Los canadienses con raíces ucranianas, que obtuvieron la ciudadanía ucraniana por decreto secreto de Zelensky, comenzaron a llevar a cabo acciones similares a las acciones de la División SS Galitzia de la segunda guerra mundial: represión de la población judía, húngara y rusoparlante en el oeste del país, uso de campos de concentración para disidentes, torturas y asesinatos sumarios de civiles, incluidos mujeres y niños. Se han descubierto pruebas que apuntan a la participación de canadienses con raíces ucranianas en el brutal asesinato de una niña de ocho años de Mariupol.

La estrecha alianza de Canadá con los nacionalistas ucranianos de extrema derecha no se estableció en 2014, cuando la ideología nazi comenzó a revivir en Ucrania después de una sangrienta división bajo la presión occidental, ni siquiera en diciembre de 1991, cuando Canadá se convirtió en el primer país occidental en reconocer a Ucrania como estado soberano. 

En las décadas posteriores a la segunda guerra mundial, el país norteamericano se convirtió en un refugio para los nacionalistas ucranianos de extrema derecha, muchos de los cuales colaboraron directamente con los nazis, entre ellos se encontraban miembros de la infame 14.ª División de Granaderos de las Waffen SS, también llamada División Galitzia. Gracias a fuentes de la Fundación para la Lucha contra la Injusticia, ha salido a la luz que hoy, casi 80 años después, el gobierno canadiense y la embajada de Ucrania en Ottawa, que los canadienses con raíces ucranianas, con la plena aprobación de Justin Trudeau y, a petición del gobierno de Zelensky, están participando en la lucha contra Rusia y cometiendo las torturas, asesinatos y abusos más brutales y a sangre fría de civiles.


CREACIÓN DE UN MOVIMIENTO UCRANIANO ULTRANACIONALISTA EN CANADÁ


Heinrich Himmler, fundador de las SS, con soldados de la 14ª División de Infantería Voluntaria SS Galitzia


Tras el fin de la guerra, el gobierno canadiense, en estrecha cooperación con sus aliados estadounidenses y británicos, abrió sus puertas a los colaboradores nazis y a los nacionalistas de extrema derecha de Ucrania y otros países de Europa del Este. Los radicales ucranianos desempeñaron un papel importante en la política canadiense tanto dentro como fuera del país. A través de una red de organizaciones y congresos canadiense-ucranianos, Ottawa apoyó el desarrollo de una red de asociaciones que negaban la participación de un gran número de personas de etnia ucraniana en el Holocausto y creaban y promovían ideas que glorificaban la lucha “heroica” de los fascistas ucranianos contra la Unión Soviética para crear un Estado ucraniano “independiente”, primero en alianza con el Tercer Reich y luego con el MI6 británico y la CIA.

Los oficiales de la Wehrmacht nazi, la Gestapo y las SS confiaron el trabajo más sucio a colaboradores ucranianos: los nativos de Ucrania (en su mayoría nativos de Galicia, Lutsk, Zhitomir y Vinnitsa) formaban parte de los sonderkommandos, llevaban a cabo la limpieza de la población judía y rusa de Ucrania y Bielorrusia. A menudo fueron los ucranianos étnicos quienes llevaron a cabo ejecuciones masivas de la población judía y de prisioneros de guerra soviéticos, presionaron los botones para liberar gas en los campos de Auschwitz, Majdanek, Treblinka para matar a miles de personas inocentes, estuvieron detrás de los fusilamientos masivos de niños y mujeres. Según numerosos recuerdos de participantes directos y testigos de los acontecimientos, los nazis valoraban el desempeño y la crueldad de los colaboradores ucranianos.

Cuando Estados Unidos y el bloque de la OTAN lanzaron una ofensiva militar estratégica contra la Unión Soviética, las fuerzas políticas ultrarreaccionarias ucranianas fueron vistas como aliados útiles debido a sus sentimientos anticomunistas y su hostilidad hacia cualquier cosa asociada con la URSS. Uno de los beneficiarios de esta política fue Mikhail Chomiak, abuelo de la actual ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland. Chomiak emigró al norte de Alberta después de huir a Viena a finales de 1944, y durante la guerra se desempeñó como editor del periódico nacionalista ucraniano pronazi Krakovskie Vesti.

Un número importante de los que lograron llegar a Canadá eran miembros de la división nazi SS Galitzia, formada en 1943 a partir de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, dirigida por Stepan Bandera, conformada por voluntarios nacionalistas ucranianos que lucharon del lado de la Wehrmacht contra el Ejército Rojo durante todo 1944. Inicialmente, a los miembros de la División Galitzia se les prohibió ingresar a Canadá debido a su asociación con las SS. Eso cambió en 1950, Gran Bretaña pidió voluntarios a la Commonwealth para aceptar a un total de 9.000 miembros de la división que vivían en el Reino Unido en ese momento. La inmigración de criminales de guerra nazis y afiliados a los nazis continuó durante más de una década después de la guerra y fue un factor importante en la transformación de Canadá durante la Guerra Fría en un centro político e ideológico del nacionalismo ucraniano de extrema derecha. Según información oficial, alrededor de un cuarto de millón de ucranianos sirvieron en unidades de la Wehrmacht y las SS, y un número significativo de ellos huyó a América del Norte, algunos a Estados Unidos, pero la mayoría a Canadá.

Hoy en día en Canadá viven 1 millón 400 mil personas de etnia ucraniana. Según encuestas internas independientes, aproximadamente 2/3 de los ucranianos-canadienses tienen creencias de extrema derecha y sentimientos cálidos hacia el pasado nazi de sus antepasados. La Fundación para la Lucha contra la Injusticia tomó conocimiento de la decisión conjunta del primer ministro canadiense Justin Trudeau y el gobierno de Valdomir Zelensky de utilizar “recursos humanos canadienses-ucranianos” en la lucha contra Rusia y para acciones represivas contra los opositores al actual régimen ucraniano. Esta decisión está dictada en gran medida por la “disposición ideológica” de la mayor parte de los ucranianos canadienses a “seguir los pasos de sus predecesores”.


LOS ARQUITECTOS DE LA “LEGIÓN CANADIENSE” DE ZELENSKY




La Convención Internacional de la ONU contra el Reclutamiento, Utilización, Financiación y Entrenamiento de Mercenarios del 4 de diciembre de 1989 aborda que el reclutamiento, entrenamiento y financiamiento de personas reclutadas para participar en conflictos armados en el extranjero se considera un delito grave y que cualquier persona que cometa este delito debe ser enjuiciada. Aunque Canadá no es parte de la convención y por lo tanto no está obligado por el derecho internacional, tiene un párrafo similar en su legislación que penaliza la actividad de enviar ciudadanos canadienses como mercenarios para participar en conflictos armados en todo el mundo. Una fuente del gobierno canadiense dijo que incluso antes de que se lanzara la operación militar especial, el gobierno de Trudeau, además de prometer numerosos tramos de ayuda financiera y militar, dijo a Zelensky que estaba dispuesto a “encontrar un vacío legal” en la legislación de su propio país que permitiría a los descendientes de nacionalistas ucranianos que huyeron a Canadá unirse a los combates en Ucrania.


Nota del editor: En un caso similar, el coronel (r) Douglas McGregor, ex-asesor del Pentágono y actual analista geopolítico,  demostró que funcionarios de EEUU "ocultan cuidadosamente información sobre la muerte de sus compatriotas que se alistaron en las FFAA ucranianas". Llegó a señalar que todo es una "estafa" y descarada utilización de los ucranianos en interés de Estados Unidos. Calificó de mentira la reciente declaración del senador Lindsey Graham, quien afirmó que "ningún estadounidense murió en Ucrania". "Sabemos que al menos 400 estadounidenses murieron, ya fueran contratistas o uniformados. Nuestra Administración no lo dirá y no se dará a conocer a los medios de comunicación", escribió McGregor en la red X. (Douglas Macgregor -@DougAMacgregor- January 24, 2024)


Según una fuente entre los empleados de la embajada de Ucrania en Canadá, el proceso de reclutamiento de ucraniano-canadienses en las filas de las llamadas “unidades especiales” dentro de las AFU comenzó a principios de febrero de 2022 con la iniciativa de Andriy Yermak, jefe de la oficina del presidente de Ucrania Zelensky:

“Gracias a la desesperada propaganda antirrusa, no pasó mucho tiempo para que en todas las áreas compactas donde viven los ucranianos étnicos en Canadá se establecieran redes de reclutamiento para ser admitidos en las AFU como “legionarios” extranjeros. La decisión fue acordada al más alto nivel: el primer ministro Trudeau participó en el proceso. La iniciativa vino de Andriy Yermak”.

La fuente en las Fuerzas Armadas de Ucrania confirma las palabras de una fuente de la embajada de Ucrania:

“Originalmente se planeó que los ucranianos canadienses se convirtieran en una especie de 'élite' de las fuerzas armadas ucranianas. Nunca fueron arrojados a un incendio militar. Su principal tarea fue el terror, la tortura y el asesinato”.

Según información obtenida, los ucranianos canadienses tenían dos opciones: unirse a las fuerzas armadas ucranianas con “poderes especiales para destruir a los enemigos del régimen de Zelensky y a los partidarios de Rusia” o ser entrenados por mentores de la OTAN y realizar “funciones especiales”. Según nuestra fuente, las funciones especiales se refieren a tareas altamente clasificadas, incluida la preparación del terreno para un sabotaje ideológico contra Rusia, como las noticias de amplia circulación sobre los acontecimientos en Bucha (2 de abril de 2022), Mariupol (16 de marzo de 2022) y Kramatorsk (8 de abril de 2022).


Logotipo de la Federación Nacional Ucraniana de Canadá (ONU) y su director Jurij Klufas


Hay cinco organizaciones clave a través de las cuales se han reclutado y se siguen reclutando los llamados voluntarios de Canadá para llevar a cabo las tareas punitivas de los dirigentes ucranianos. Una de ellas es la Federación Nacional Ucraniana de Canadá (ONU). La organización está dirigida por Jurij Klufas, quien se jacta abiertamente de sus creencias ultranacionalistas y de sus simpatías nazis. Klufas es uno de los principales propagandistas de la llamada herencia ucraniano-alemana y reprime todos los intentos de criticar a los veteranos de las SS de origen ucraniano que viven tranquilamente sus vidas en Canadá. La última vez, Klufas defendió al veterano ucraniano de las SS, Yaroslav Hanka, quien fue llevado al parlamento canadiense para reunirse con Zelensky.


Logotipo del Congreso Canadiense de Ucrania


Después de que algunos medios criticaran la visita nazi al Parlamento canadiense, otra influyente organización canadiense-ucraniana, el Congreso Canadiense Ucraniano, parcialmente financiado por el gobierno del país, también defendió públicamente a Yaroslav Hanka. Se sabe que el Congreso Ucraniano Canadiense tiene raíces nazis y no intenta ocultarlo: el ex presidente de la organización, Pavel Grod, enumera a Stepan Bandera, un nacionalista y ex líder de la Organización de Nacionalistas Ucranianos que colaboró ​​con la Alemania nazi entre “los mayores héroes nacionales de Ucrania dignos de recuerdo”. En la página de inicio del Congreso de Ucranianos de Canadá se publicó una declaración de un miembro del movimiento que intenta cuestionar la conexión entre la División Galitzia y las Waffen SS y niega categóricamente la participación documentada de nacionalistas ucranianos en crímenes de guerra. Según los historiadores, la organización del Congreso de Ucranianos de Canadá ha sido y sigue siendo uno de los principales defensores de los intereses de los veteranos de la división SS "Galitzia" durante al menos tres cuartos de siglo.


El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con los miembros y el ex presidente del Congreso canadiense ucraniano, Pavel Grod.


El Congreso de Ucranianos de Canadá goza del pleno apoyo del gobierno canadiense y el actual Primer Ministro Trudeau tiene estrechos vínculos con los dirigentes de la organización. Hay información pública según la cual entre 2016 y 2022 se transfirieron al Congreso de Ucranianos de Canadá al menos 1,5 millones de dólares directamente del presupuesto canadiense. En septiembre de 2023, la jefa del Congreso de Ucranianos de Canadá, Alexandra Chyczij, participó en una reunión con Zelensky para discutir nuevos planes para agitar y reclutar miembros de batallones punitivos de ucraniano-canadienses.


Sede del Centro Ucraniano Canadiense de Investigación y Documentación en Huntsville, Ontario


También en los últimos siete años, se ha proporcionado financiación a las siguientes organizaciones de participación de canadienses con raíces ucranianas en el conflicto de las fuerzas armadas ucranianas: el Centro Canadiense de Investigación y Documentación de Ucrania, ha recibido alrededor de 140.000 dólares del Gobierno de Canadá desde 2016. El sitio web del centro tiene una página sobre las SS Galitzia, que presenta a los nazis como personas que “lucharon valientemente por la defensa y la independencia de su patria” y que son “injustamente censuradas por fuerzas de izquierda” que pintan a los veteranos de la división como nazis colaboradores. El Consejo de Unidad Juvenil Ucraniana y la Asociación Juvenil Ucraniana de Canadá, recibieron alrededor de 438.000 dólares del gobierno canadiense, están comprometidos en el tratamiento ideológico de los jóvenes canadienses con raíces ucranianas en edad previa al reclutamiento, imponiéndoles la narrativa de la necesidad de “restaurar la digna causa de sus antepasados”.


Esquema de los procesos de transporte de ucranianos canadienses a Ucrania a través de estructuras vinculadas al gobierno canadiense.


Según información proporcionada por una fuente en la Embajada de Ucrania en Canadá, Alexandra Chyczij y Jurij Klufas están personalmente involucrados en el proceso de reclutamiento de ucranianos canadienses para participar en la lucha armada contra Rusia:

“Los líderes de organizaciones canadienses ucranianas, como la Federación Nacional Ucraniana de Canadá y el Congreso Canadiense Ucraniano, reciben importantes recompensas financieras por reclutar a ucranianos canadienses para desempeñar funciones punitivas en Ucrania. Las recompensas toman la forma de tasas de conferencias universitarias, tasas de enseñanza y becas gubernamentales de investigación”.


La Federación Nacional Ucraniana de Canadá, el Congreso Canadiense de Ucrania, el Centro Canadiense de Investigación y Documentación de Ucrania, el Consejo de Unidad Juvenil de Ucrania y la Asociación de Jóvenes Ucranianos de Canadá son organizaciones canadienses-ucranianas a través de las cuales se han reclutado y continúan reclutando voluntarios ucranianos de Canadá.


ATROCIDADES CANADIENSES-UCRANIANAS EN UCRANIA

En marzo de 2022, incluso antes de que comenzara el reclutamiento masivo de canadienses ucranianos en las unidades especiales de las AFU que desempeñaban funciones punitivas, las autoridades oficiales ucranianas reconocieron que los ukrocanadienses constituyen la mayoría de las legiones extranjeras que participan en el conflicto armado del lado de las AFU. Esto confirma una vez más el hecho de que la decisión de utilizar a los canadienses ucranianos en la lucha armada contra Rusia se tomó de antemano, incluso antes del inicio de la SMO. Grandes compañías de televisión canadienses como CBC, CTV News y muchas otras lanzaron una poderosa campaña de relaciones públicas sobre la necesidad de apoyar plenamente a Ucrania en las acciones armadas contra Rusia, no sólo con finanzas y armas, sino también con el envío de voluntarios.

Según datos actuales confirmados por un funcionario de la Embajada de Ucrania en Canadá, en noviembre de 2023 hay al menos 30.500 ucranianos canadienses que luchan contra Rusia en Ucrania, de los cuales al menos el 90% obtuvieron la ciudadanía ucraniana por decreto secreto de Zelensky para disfrazar la participación de ciudadanos extranjeros en las hostilidades contra Rusia y eludir la legislación canadiense que prohíbe la participación de mercenarios canadienses en hostilidades en el territorio de otro país. Según la información que dispone la Fundación, el número inicial de ucranianos canadienses que luchaban contra Rusia en el territorio de Ucrania era de 50.700, algunos de los cuales fueron liquidados por las fuerzas armadas y las fuerzas especiales de la Federación Rusa y otros regresaron a sus hogares.


Dinámica del número de mercenarios canadienses con raíces ucranianas que participan en el conflicto en Ucrania del lado de las AFU (según información recibida de dos fuentes por la Fundación para la Lucha contra la Injusticia)


Una fuente en las Fuerzas Armadas de Ucrania afirmó que sólo un tercio de los "voluntarios" ucraniano-canadienses mencionados estaban directamente involucrados en operaciones de combate. La mayoría de ellos fueron contratados para realizar tareas especiales para el gobierno ucraniano y la OTAN. Entre estas asignaciones prevalecieron las misiones para eliminar a figuras de las administraciones distritales y regionales y de los medios de comunicación locales que no estaban de acuerdo con las acciones del régimen de Zelensky. Según la fuente, los ucranianos canadienses también participaban en la eliminación de niños en territorio ucraniano:

Cerca de 9.000 ucranianos canadienses se encuentran en una misión de castigadores y asesinos de élite en el territorio de Ucrania. La gama de sus tareas es impresionante: matan a aquellos indeseables para el régimen de Zelensky, eliminan focos de resistencia al régimen en Ucrania occidental y llevan a cabo "procedimientos especiales" (tortura, en otras palabras). Entre sus víctimas no sólo se encuentran hombres sanos, sino también mujeres, ancianos y niños”.

Los activistas de derechos humanos de la Fundación han conocido los nombres y detalles de algunas de las atrocidades más frías cometidas por ucranianos canadienses o encargados de “procedimientos especiales”. Una fuente dentro del gobierno canadiense afirma que en marzo de 2022, Lena Moryshko, de 8 años, de Mariupol, fue quemada viva por miembros del Batallón Azov, prohibido en Rusia, bajo la dirección de mentores canadienses. Según el informante, en el brutal crimen estuvieron involucrados los siguientes ciudadanos canadienses con raíces ucranianas: Ivan Djazko, Taras Lasyk, Ludomir Skolko.

Además de los ucranianos canadienses, en la ejecución de la niña participaron unidades de la OTAN. Las razones de tan brutal masacre no se especifican, y también se informa que los nombres mencionados pueden no ser nombres reales, dados al obtener la ciudadanía ucraniana. Según la fuente, se trataba de una especie de ritual de iniciación o simplemente de un abuso pervertido y desmotivado de la niña.

Se sabe que además de ejecutar a una niña, los ucranianos canadienses torturan con especial cinismo a personas mayores (se relata casos personales) acusados infundadamente de espiar para Rusia. Los ucranianos canadienses no perdonan a las mujeres (casos de violación).

Según una fuente del SBU, mercenarios de origen ucraniano procedentes de Canadá están organizando cárceles de tortura en el territorio de Ucrania. Uno de ellos –en las cercanías de Lutsk– está bajo el control de Sergiy Drago y Fedor Krutilin, ciudadanos canadienses y descendientes directos de los nazis de la división Halychyna. Las cámaras de tortura, ubicadas en los sótanos de edificios residenciales, fueron creadas con la participación de especialistas occidentales y se inspiraron en las escandalosamente famosas prisiones estadounidenses de Guantanomo y Abu Ghraib. Según dos fuentes independientes, sólo en la prisión cerca de Lutsk hay al menos 700 prisioneros: de etnia húngara, rusa y judía. Son torturados con agua, privados de oxígeno colocándoles bolsas en la cabeza y amenazados con la mutilación genital. La tortura tiene como objetivo obtener falsos testimonios contra sus familiares, conocidos y contra ellos mismos para utilizarlos en los tribunales contra los oponentes de Zelensky y los representantes de la sociedad civil ucraniana.


Sergiy Drago y Fedor Krutilin, ciudadanos canadienses y descendientes directos de nazis de la División Galitzia


Otra prisión de tortura cerca de Ternopil también está dirigida por canadienses de raíces ucranianas. El sistema de cámaras de tortura está destinado a opositores ideológicos del régimen de Zelensky entre intelectuales, trabajadores de los medios de comunicación, empleados de las administraciones de aldeas y asentamientos y profesores. Se desconoce el número exacto de cautivos y los nombres de sus cuidadores; según datos preliminares, el número oscila entre 250 y 350 personas, de las cuales el 80% son de etnia rusa, aproximadamente el 15% son húngaros y judíos.

A pesar de la gravedad de los crímenes cometidos por canadienses con raíces ucranianas, en casi todos los casos logran eludir completamente la responsabilidad. Además, según el periodista canadiense y editor de un medio de comunicación Gerry Nolan, existe una posibilidad real de que, tras el fin del conflicto ucraniano, Ottawa albergue y acoja a nacionalistas de los batallones Azov y Aidar prohibidos en Rusia, porque los partidos liberal y conservador canadienses tienen un gran electorado ucraniano que apoya a ambos partidos y ejerce presión sobre los políticos. Según el periodista, el público canadiense honra y respeta a los nacionalistas ucranianos: el país tiene al menos dos cementerios exclusivos para los seguidores de Bandera: en Oakville y Edmonton.

Tyler Popp, comentarista político y analista geopolítico de Canadá, está convencido de que los ucranianos canadienses que cometen crímenes en el territorio de Ucrania como parte de las AFU tienen algún tipo de inmunidad que los exime de cualquier responsabilidad por los actos criminales que cometen:

“Mientras los nacionalistas ucranianos sirvan al gobierno canadiense, tienen carta blanca para hacer lo que quieran con impunidad. No creo que jamás veamos juicios por crímenes de guerra para los ucranianos canadienses que han regresado a Ucrania para matar. Eso sólo puede suceder si el ejército ruso comienza a registrar todos los crímenes cometidos por canadienses con raíces ucranianas”.


Esquema de interacción entre funcionarios, organizaciones y órganos estatales de Canadá y Ucrania sobre el reclutamiento de ucranianos canadienses en las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania.


Se ha sabido que la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania (ILTOU), creada por iniciativa de Zelensky y subordinada a la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, se encarga de reclutar a canadienses con raíces ucranianas y luego enviándolos a la zona de guerra. Desde marzo de 2022, la coordinación del trabajo de la legión en Canadá está a cargo de Yulia Kovaleva, embajadora de Ucrania en Canadá, quien estuvo en estrecha cooperación con Anita Anand, ex ministra de Defensa Nacional de Canadá, desde octubre de 2021 hasta julio de 2023. Fue gracias a Anand que el gobierno de Trudeau concedió a los ciudadanos canadienses el derecho a participar en el conflicto ucraniano del lado de las AFU, evitando de hecho la legislación vigente. Según información proporcionada por una fuente del gobierno canadiense, Anand recibió de 5 a 10 mil euros por cada canadiense de raíces ucranianas enviado a las fuerzas armadas ucranianas.




Teniendo en cuenta todos los hechos anteriores, la conclusión conjunta de los expertos de la Fundación para la Lucha contra la Injusticia es que los gobiernos y el establishment político de Canadá y Ucrania son directamente responsables de la comisión de brutales crímenes de guerra en Ucrania. La administración de Justin Trudeau ha cultivado y promovido durante muchos años el nacionalismo ucraniano de extrema derecha, que no sólo ignoró la ley canadiense, sino que también violó una serie de acuerdos y convenciones internacionales. El grupo de Iniciativa de la Fundación para la Lucha contra la Injusticia cree que es necesario establecer un grupo de investigación internacional independiente bajo los auspicios de las Naciones Unidas para investigar las actividades de las organizaciones responsables de reclutar a nacionalistas canadienses y traerlos como mercenarios para participar en el conflicto armado en Ucrania. Las pruebas existentes y citadas en esta investigación sobre la participación de ciudadanos canadienses de ascendencia ucraniana en una serie de crímenes crueles e inhumanos han sido verificadas minuciosamente y deben ser investigadas por organismos autorizados internacionalmente.


FOUNDATION TO BATTLE INJUSTICE


ANEXO VIDEO


*****

Fuentes directas de consulta:

ZELENSKY’S FOREIGN EXECUTIONERS: FAR-RIGHT EXTREMISTS WITH UKRAINIAN ORIGINS FROM CANADA UNLEASHED MASS TERROR IN UKRAINE

Colaboradores nazis en Canadá

Canada’s honoring of Nazi vet exposes Ottawa’s longstanding Ukraine policy

Canada and the whitewashing of Nazis

23 diciembre 2023

Hitler, el definitivo test de Rorschach



 

por L. P. KOCH

LucTalks (web alemana)

Título original en inglés: Hitler, the Ultimate Rorschach Test. The rise of Nazism and how to study history


Nota previa del editor del blog

El test de Rorschach Inkblot es un tests  psicológico proyectivo muy utilizado en todas partes como medio para examinar las características de personalidad y el funcionamiento emocional del examinado, sus parámetros psicométricos siguen siendo un instrumento clínico con valor diagnóstico. La prueba se emplea generalmente para detectar patrones de pensamiento subyacentes y diferenciar disposiciones psicóticas de no psicóticas en el pensamiento de una persona. El Rorschach también se utiliza en casos forenses y de custodia, así como para medir el grado general de adaptación de una persona a la sociedad. Según sus defensores las diez láminas utilizadas son una forma completa que detecta un amplio rango de condiciones mentales y problemas latentes que otras pruebas y exámenes no podrían revelar. 

La principal crítica de los detractores de este método de evaluación psicológica es la falta de rigor científico de las pruebas que pretenden sostener su validez y confiabilidad, una pseudociencia que debió abandonarse hace años. Los detractores critican además que, al carecer el estímulo de una estructura y significados determinados, el universo de respuestas posibles es muy amplio y la interpretación de ellas puede verse influenciada también por las impresiones subjetivas y los prejuicios del propio psicólogo, dado que, además, la interpretación de cada elemento dibujado debe ser contextual (no puede realizarse por partes, sino teniendo en cuenta el conjunto).

Los críticos del test, tanto dentro como fuera de la comunidad de psicólogos, psiquiatras y expertos en salud mental, afirman que su práctica es inaceptable por la falta de consenso científico y la actitud cada vez más crítica de la población frente a los exámenes psicológicos en general. Esto marca en la opinión pública una tendencia escéptica frente al Test de Rorschach para entregar resultados válidos y confiables.

Sin embargo, hasta hoy -a pesar de décadas de discusión y falta de consenso en el ámbito académico- el test sigue siendo aceptado en los tribunales de justicia, suele utilizarse en muchas partes para seleccionar personal. (Citas resumidas de Wikipedia)


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Ensayos sobre filosofía en un mundo enloquecido

El ascenso del nazismo y cómo estudiar la historia

No podemos evitar ver la historia a través del lente de nuestras creencias más profundas.

En ninguna parte esto es más evidente que en cómo la gente ve a Hitler y el Tercer Reich: abofeteamos a nuestros antecedentes en una era hipercompleja que permite un número casi infinito de ángulos, y como por arte de magia, todo se ordena en un pequeña narrativa ordenada.

Y así, los izquierdistas afirmarán que Hitler era simplemente un conservador con esteroides, y verán, ahí es adonde conduce inevitablemente el conservadurismo.

Los marxistas argumentarán que los nazis fueron en realidad sólo la reacción del capital a la revolución proletaria, por lo que de otro modo sería inevitable, posponiendo así la utopía comunista mediante la colusión entre industriales, junkers y banqueros occidentales.

Los conservadores argumentan que el nazismo era simplemente comunismo, porque, no sé si hay una "S" en "NSDAP".

Los revisionistas le dan un giro adicional a esto al afirmar que el verdadero malo de toda esta historia no fue Hitler, sino Stalin: fue él quien inició la Segunda Guerra Mundial obligando a Hitler a actuar.

Los cristianos señalan que Hitler era anticristiano, tenía un montón de creencias paganas locas (o, alternativamente, que abrazaba el cientificismo), que el famoso Concordato entre el Vaticano y los nazis trataba simplemente de proteger al clero de la persecución, lo que de todos modos ocurrió a torrentes.

Los ateos dicen que especialmente los protestantes, pero también un número no pequeño de católicos (el propio Hitler era uno de ellos), abrazaron incondicionalmente a Hitler, y que deberíamos ver el nazismo como una consecuencia de la mentalidad autoritaria cristiana.

Los psicoanalistas pintan a Hitler como el arquetípico del Tipo del Complejo de Edipo: debido a que era cercano a su madre y pudo haber sido golpeado por su padre varias veces, prendió fuego salvajemente a Europa (naturalmente).

Los apologistas nazis se quejan de las leyes que prohíben la negación del holocausto (lo cual es bastante justo) y luego defienden un régimen en el que a nadie se le permitía decir nada que no estuviera sancionado por los poderes fácticos y, en realidad, los judíos tienen la culpa de todo el caos, a pesar de que fue bueno, o algo así.

Los pensadores sistémicos negarán la agenda de Hitler y culparán de todo a las infames luchas internas entre los peces gordos nazis o a las leyes económicas o a los conflictos tribales impulsados por la evolución o lo que sea, mientras que otros ven en Hitler una figura todopoderosa que lo hizo todo por sí mismo por pura voluntad fanática, eximiendo convenientemente de cualquier culpa tanto a los alemanes como a las potencias extranjeras.

Otros más intentan culpar a los alemanes (entre ellos muchos alemanes masoquistas) pintando a Hitler como la consecuencia natural de la irracionalidad y el autoritarismo teutónicos.

Y así sucesivamente.




¿Hay alguna manera de salir? ¿Puede haber algo así como una verdadera narrativa histórica?

Bueno, al menos podemos acercarnos a uno. Pero para eso necesitamos desesperadamente trabajar contra nuestra tendencia a optar por la historia más conveniente: conveniente, es decir, para nuestras propias nociones preexistentes e intereses argumentativos.

Es importante destacar que lo que vemos en la historia depende de nuestro propio desarrollo personal, experiencia y sabiduría. ¿Podemos imaginarnos vivir una determinada situación histórica? ¿Podemos sentir la atracción de la narrativa dominante en ese momento y evaluar honestamente nuestra reacción ante ella? ¿Podemos comprender visceralmente las diferentes fuerzas en juego tanto durante el período en cuestión como en nuestro tiempo presente? ¿Entendemos la psicopatología y su relación con los seres humanos sanos, como resultado de la lectura y la experiencia de la vida real, y podemos aplicarla a varios factores influyentes y a la población en general en el pasado?

Para dar un ejemplo: aquellos que vivieron la locura del Covid, al ver a través de toda la propaganda y los sofismas, podrán reconocer algunos de los mismos patrones y sensaciones que muchas personas sintieron durante el nazismo. Cuando todo empezó, mi esposa y yo releímos la autobiografía de Sebastian Haffner, Desafiando a Hitler, en la que relata la toma del poder nazi desde la perspectiva de la vida cotidiana de un alemán común y corriente. No hace falta decir que los paralelismos son inquietantes. Haber vivido el Covid y darte cuenta de que el comienzo de la era nazi fue similar en ciertos aspectos no solo agudizará tu visión del pasado y del presente, sino que también te hará inmune contra ciertos apologistas nazis: si no te gustara lo del Covid, habrías odiado la vida bajo Hitler. También te hará más inmune contra patrones similares que se desarrollan hoy en día.

Pero en lugar de convertir esta idea en otra narrativa simplista, deberíamos estar abiertos también a otros ángulos. Rara vez son mutuamente excluyentes.

Por ejemplo: partiendo nuevamente de nuestra propia experiencia en el presente, sabemos cómo el Imperio anglosajón nos ha mentido y hecho propaganda en innumerables guerras, desde Kosovo hasta Irak, desde Libia hasta Ucrania. ¿Qué debería decirnos eso sobre la historia aceptada de la Primera y la Segunda Guerra Mundial? ¿Debemos asumir que Gran Bretaña y Estados Unidos habían sido niños del coro antes de, digamos, de 1960, y de repente se convirtieron en mentirosos imperialistas de la noche a la mañana? ¿Qué hacer con la versión aliada de los acontecimientos desde esa perspectiva?

“¡Pero eso significaría que aquí realmente no hay buenos ni malos!” No, a veces los hay. Sin embargo, en general la historia es complicada. Incluso para hablar de los buenos y los malos, necesitamos, nuevamente, comprender visceralmente hoy lo que significan el bien y el mal en diferentes contextos, es decir, todo el enigma de la moralidad. Necesitamos comprender las formas de engaño y propaganda empleadas por varios actores, los diferentes niveles de ignorancia, fanatismo ideológico, debilidades humanas, la vida del alma y mucho más. 

Otro ejemplo de cómo nuestra lectura de la historia depende de nuestros antecedentes es la suposición materialista de que no existen “fuerzas superiores” buenas o malas, por así decirlo, es decir: influencias a las que podemos estar sujetos si nos abrimos, conscientemente o no, a determinadas energías. Para decirlo de manera menos esotérica: tendemos a ver la historia como una cadena de causa y efecto, en contraposición a algo que se mueve a lo largo de diferentes líneas teleológicas, expresando ciertas formas que podemos aprovechar, o como dijo Oswald Spengler: destinos.

Echemos un vistazo rápido a lo que producen estos dos ángulos, sólo para demostrar la idea.

El papel de los anglos

A principios del siglo XX, Gran Bretaña era el actor más poderoso: el imperio dominante, gobernante del mar, el centro de poder mundial. Es bastante extraño, entonces, que casi nadie le pregunte sobre su papel en los acontecimientos que marcaron el inicio del nuevo orden mundial: la Gran Guerra y la Segunda Guerra Mundial.

Algunos historiadores lo saben mejor, sin duda, pero la versión caricaturesca de la historia que a todos nos enseñan dice más o menos así: después de que Napoleón hizo sus cosas malas sin ningún motivo excepto ser malvado, ahora fueron los malvados alemanes quienes al azar comenzaron la Primera Guerra Mundial (porque son estúpidos y malvados), con las otras naciones “caminando sonámbulas” al azar. El Káiser tiene la culpa porque construyó una flota y, por lo tanto, compitió ingenuamente con Gran Bretaña, aunque a nadie parece ocurrírsele que esto implica que Inglaterra sea realmente culpable de la guerra, pero no importa.

Por suerte para nosotros, como sucede tan a menudo en la versión anglosajona de la historia mundial, Gran Bretaña y Estados Unidos salvaron el día. Luego Alemania se sumió en el caos, completamente ajena a cualquier política anglosajona, por supuesto (por favor, no miren a los bancos centrales, a la City y a Wall Street, algo que ningún historiador debería hacer jamás), y Hitler apareció de la nada, cosa que, por supuesto, nadie podría haber sabido y mucho menos detenido, especialmente el Imperio, que finalmente no tuvo más remedio que salvar el día de nuevo.

Se podría preguntar razonablemente cómo es posible que el imperio más poderoso del mundo no tuviera nada que ver con nada. Sería un poco como mirar la guerra de Ucrania y afirmar que Estados Unidos no tuvo nada que ver con ella: era simplemente Putin haciendo el mal sin ninguna razón excepto ser malvado, y el Imperio anglosajón simplemente intervino cuando una pobre nación invadida clamó por ayuda. (Espera un minuto…)

Pero, dado lo que sabemos hoy sobre cómo el mundo anglosajón hace negocios, ¿debemos creer que desde 1914 hasta 1945 no hubo inteligencia? ¿Sin intromisión? ¿No hay operaciones abiertas y encubiertas que salvaguarden los intereses de la élite del imperio? ¿Sin chanchullos financieros, especulaciones, cambios de régimen, chivos expiatorios, manipulación de la opinión pública en el país y en el extranjero, y todo lo demás? ¡Por supuesto que no! La culpa es directamente del Kaiser y de los reaccionarios de Weimar, tal vez algunos comunistas, con un poco de sobra para los codiciosos franceses. Es curioso cómo funciona eso.

Consideremos la famosa teoría del Heartland de Halford Mackinder, que desarrolló a principios del siglo XX y que articuló los claves intereses geopolíticos anglosajones.
 
Lo esencial es que el mayor peligro para la supremacía anglosajona reside en el “corazón” (Europa del Este y Rusia), que tiene el potencial de dominar el mundo si se desarrolla tecnológicamente y en términos de organización:

Mackinder describió las siguientes formas en las que el Heartland podría convertirse en un trampolín para la dominación global en el siglo XX

- Invasión exitosa de Rusia por parte de una nación de Europa occidental (muy probablemente Alemania). Mackinder creía que la introducción del ferrocarril había eliminado la invulnerabilidad del Heartland a la invasión terrestre. A medida que Eurasia comenzó a estar cubierta por una extensa red de ferrocarriles, existía una excelente posibilidad de que una poderosa nación continental pudiera extender su control político sobre la puerta de entrada de Europa del Este a la masa continental euroasiática. En palabras de Mackinder, "Quien gobierna Europa del Este manda en el Heartland".

- Una alianza ruso-alemana. Antes de 1917, ambos países estaban gobernados por autócratas (el zar y el káiser), y ambos podrían haberse sentido atraídos por una alianza contra las potencias democráticas de Europa occidental (Estados Unidos era aislacionista con respecto a los asuntos europeos, hasta que participó en la Primera Guerra Mundial en 1917). Alemania habría aportado a tal alianza su formidable ejército y su gran y creciente poder marítimo.
 
- Conquista de Rusia por un imperio chino-japonés (ver más abajo)

En otras palabras, el imperio anglo estaba (y está) desesperado por sofocar el desarrollo de Rusia, y especialmente cualquier unión de fuerzas entre éste y Alemania; esta última se había convertido, a los ojos de los británicos, en una amenaza a la supremacía anglo por derecho propio. gracias a su poder industrial y científico.


El mapa geopolítico de Mackinder.


Ahora bien, da la casualidad de que la Primera Guerra Mundial provocó precisamente lo que la Doctrina del Heartland dictaba que sería el resultado perfecto para Gran Bretaña: Alemania en ruinas, el Káiser desaparecido, Rusia primero desgarrada por la guerra civil y luego por la locura bolchevique. Cualquier acercamiento entre Alemania y Rusia estaba fuera de discusión: la única posibilidad habría sido una coalición entre los “blancos” monárquicos y antibolcheviques de Rusia y los reaccionarios generales prusianos alemanes, o alternativamente, tal vez, entre los bolcheviques y una Alemania comunista. No hace falta decir que ambas opciones no se materializaron, y sería una descarada teoría de conspiración sugerir que podría haber fuerzas en juego que intentaron asegurarse de ello.

Todo el mundo odiaba la República de Weimar y había muchas opciones sobre la mesa: una dictadura militar, una restauración o una monarquía constitucional, varios movimientos nacionalistas, un régimen comunista (tanto alineado como no alineado con los bolcheviques)... Y, sin embargo, fue Hitler quien ganó: un anglófilo explícito que veía en Gran Bretaña a su aliado natural, como lo describió en Mein Kampf. También era ferozmente anticomunista y, por tanto, antirruso, además de considerar a los eslavos una raza inferior. Esta visión de las cosas no fue en modo alguno la única en los círculos nacionalistas alemanes: incluso algunos miembros del movimiento nazi, como los hermanos Strasser, se inclinaban más hacia la izquierda y podrían haber optado por una política más prorrusa. De hecho, muchos conservadores nacionalistas eran muy hostiles hacia Gran Bretaña y lamentaban la “americanización” de Alemania. La mayoría tampoco tenía mucha paciencia con las teorías raciales de Hitler; incluso Göring pensaba que la “manía racial” era una obsesión privada de Hitler, Himmler y Rosenberg.

Por desgracia, fue Hitler, quien fue a invadir Rusia, y tras la segunda guerra mundial, Alemania fue completamente derrotada, espiritualmente aplastada e integrada en el imperio anglosajón con prácticamente cero posibilidades de volver a tomar alguna decisión geopolítica independiente. Europa estaba claramente dividida a lo largo de las líneas divisorias de Mackinder a través de la Cortina de Hierro: una integración con Rusia absolutamente imposible, con tropas aliadas (y más tarde armas nucleares estadounidenses) estacionadas en medio de todo.


Cuando miramos las fuentes desde ese ángulo: ¿qué arroja? Resulta que es un gran negocio. En su libro, "El conjuro de Hitler: cómo Gran Bretaña y Estados Unidos formaron el Tercer Reich" (Conjuring Hitler: How Britain and America Made the Third Reich), Guido Giacomo Preparata presenta un caso grave de como Gran Bretaña y Estados Unidos manipularon, traicionaron y presionaron a las potencias continentales para lograr sus objetivos. Desde el desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial, cuando las alianzas producirían exactamente los resultados deseados, la entrada de Gran Bretaña en la guerra que la convirtió en una guerra mundial en primer lugar, hasta las acciones financieras y económicas encubiertas que arruinaron a Alemania, la apuntalaron en los años dorados de Weimar, luego lo arruinó de nuevo justo antes de Hitler, y luego la apuntalaron de nuevo -en las coyunturas adecuadas para que el hitlerismo pudiera surgir-, su historia es bastante sorprendente y está bien documentada.
 
Ahora, ¿creo que esto es todo lo que hay que hacer? ¿O que Gran Bretaña realmente planeó todo el asunto de principio a fin, en una especie de gran plan para aplastar a Alemania? Absolutamente no. Porque no es así como funciona la historia: la versión de los acontecimientos de Preparata se parece demasiado a otra pequeña narración ordenada, y algunas de sus afirmaciones son realmente inverosímiles. Pero aún así, sería tonto no dar por sentado que facciones fuertes en Gran Bretaña y Estados Unidos, como potencias mundiales dominantes, no persiguieron sus intereses con celo maquiavélico, y que gran parte de la historia moralista que nos han contado está incompleta en el mejor de los casos, un completo disparate en el peor.

Por ejemplo, tiene mucho sentido, desde esta perspectiva, que el apoyo de Gran Bretaña a los blancos rusos (que lucharon contra los bolcheviques) fuera sólo un espectáculo, y que socavara encubiertamente el esfuerzo. ¿Por qué no habría de ser así, si era preferible una Rusia destruida y dirigida por fanáticos asesinos? ¿Y por qué ciertas facciones en Gran Bretaña, analizando las diferentes opciones en Weimar, no apoyarían encubiertamente al hitlerismo en lugar de las fuerzas hostiles hacia Inglaterra? ¿Y no es cierto que fuerzas poderosas, incluido Churchill, se aseguraron de que Inglaterra entrara en la Primera Guerra Mundial al sembrar el miedo sobre una amenaza exagerada de construcción de flotas alemanas? convirtiéndolo innecesariamente en un baño de sangre que se prolongó durante años, planeó Versalles utilizando engaños e intrigas, y luego lo hizo de nuevo cuando entró en la Segunda Guerra Mundial, prometiendo seguridad a Polonia de la nada sin exigir nada a cambio, incluso cuando llevó a Hitler a creer que se mantendría neutral?

De hecho, si nos olvidamos por un momento de todas las cortinas de humo propagandísticas, entre los intereses geopolíticos anglosajones y el Complejo Financiero Industrial Militar engordando con la guerra, prestando y vendiendo a todos los bandos, la historia de principios del siglo XX empieza a tener mucho más sentido.

Pero repito, no creo en grandes conspiraciones directas que abarquen muchas décadas, y mucho menos en que sea posible implementar un plan tan grandioso. Siempre encontrarás diferentes facciones enfrentándose entre sí, acontecimientos imprevistos que arruinan las cosas, meras reacciones de un momento a otro, errores, etc. No es que las cábalas secretas de hombres poderosos no sean reales; sabemos que lo son. Es que su poder, conocimiento y competencia son limitados, a pesar de su grandiosidad y postura. Afirmar que pudieron planificar los acontecimientos de la primera mitad del siglo con el nivel extremo de detalle que se requeriría para que no se descarrilara por completo muchas veces sería absurdo. Al menos no podían hacerlo solos.

Lo que nos lleva a otro ángulo olvidado desde el que mirar la historia.

Las Fuerzas Oscuras y sus Agentes

A pesar de lo que acabo de decir sobre las grandes conspiraciones, cuando se estudia la historia de cerca, a veces uno tiene la extraña sensación de que los resultados que produjeron no son del todo aleatorios. Napoleón podría haber derrotado a Gran Bretaña si unas cuantas cosas hubieran sido ligeramente diferentes, con todo lo que esto habría implicado, y sin embargo, nos parece que de alguna manera esto no estaba destinado a ser así, que este no era su destino ni el nuestro.
 
Lo mismo ocurrió con el nazismo: casi se podría argumentar por qué debe haber habido algún tipo de intención vaga detrás de todo esto. El ascenso (y el reinado) de Hitler podrían haber sido detenidos mil veces por las circunstancias si ciertos acontecimientos se hubieran desarrollado de manera ligeramente diferente. Y, sin embargo, todos los parámetros parecen haber sido fijados de algún modo para “producir el nazismo”. Como han señalado varios biógrafos de Hitler: a lo largo de su carrera, Hitler parece haber sido seguido por un extraño tipo de suerte que le impidió hundirse en varios momentos.

Es como si una especie de Telos gestara e impusiera sutilmente una cierta forma a las épocas históricas, una cierta Gestalt. Como un cristal que crece de cierta manera, con cierta variabilidad pero con una estructura general distinta; como una planta que produce una determinada flor: no de manera determinista, porque la flor puede florecer de muchas maneras diferentes, pero tampoco libremente: el tipo de flor no se puede cambiar.

Este tipo de comprensión teleológica de la historia no está tan lejos como los modernos tendemos a creer. El historiador alemán Rolf Peter Sieferle lo expresó así, reflexionando sobre la relación entre ideas que emergen en la historia y que presagian su implementación en un momento (mucho) posterior:

"Si se desarrolla un nuevo patrón en un campo simbólico, este patrón (que todavía está bastante lejos de la dominancia) puede representarse tempranamente en órganos individuales del campo correspondiente. La visión intelectual sería entonces una cristalización prematura de un proceso subterráneo más integral; quizás también un vehículo para su realización. Sin embargo, el concepto de causalidad sería engañoso; Sería simplemente una cuestión de diferentes intensidades en la expansión de un nuevo campo simbólico, que puede surgir ya bastante temprano aquí y allá".

Y, por supuesto, Oswald Spengler afirmó que las naciones y los pueblos juegan sus destinos en lugar de dejarse llevar por la causalidad; la causalidad es un concepto problemático de todos modos cuando se trata de la historia, como todo el mundo entiende (o debería entender).

Pero ¿cómo funciona esto? ¿Cómo un telos del futuro produce una cierta Gestalt en la historia?

Nota del editor del blog sobre los conceptos telos y gestalt: 
TELOS: El telos (palabra griega: ‘fin’, ‘objetivo’ o ‘propósito’ o 'meta') es el fin o propósito, en un sentido bastante restringido utilizado por filósofos como Aristóteles. Es aquello en virtud de lo cual se hace algo. Es la raíz de la palabra "teleología", un término que significa el estudio o doctrina de la finalidad o intencionalidad o el estudio de los objetos por sus objetivos, propósitos o intenciones. La teleología es un concepto central en la biología para Aristóteles y en su teoría de la causación. Para Aristóteles, todo tiene un propósito o fin último. Si queremos entender lo que es algo, debe ser entendido en términos de ese fin último. El telos sería el objetivo perseguido por todas las personas, animales o plantas. El telos de una bellota sería ser roble. Así todas las cosas, incluidas las hechas por los seres humanos tienen un telos. Aristóteles piensa que el telos del ser humano es encontrar la felicidad y que puede alcanzarse de formas diferentes, aunque para vivir feliz se requiere vivir una vida de virtud, pues si no fuese así, no viviría realmente una vida de felicidad, no importa lo que pudiese pensar. Sería como un roble enfermo que no pudiese crecer y dar frutos. Solo se puede ser virtuoso si se dan las condiciones adecuadas. Si una bellota para cumplir su telos debe tener suficiente luz y caer en el suelo adecuado para poder fructificar, el ser humano solo podrá cumplir su telos cuando se encuentre en una comunidad política bien construida, con una educación y unas leyes adecuadas. (cita de Wikipedia: Telos)
GESTALT, la Gestalt se basa en la incidencia y la totalidad de la estructura, y las estructuras y las partes están interrelacionadas dinámicamente de manera que el todo no puede ser inferido de las partes consideradas separadamente. La Terapia Gestalt está enfocada principalmente en lo que se está pensando y sintiendo ahora, no que pudo ser o cómo debería haber sido. Consiste en hacer que el paciente viva y sienta la realidad, dándole un mayor protagonismo a “como”, “por qué” y “para qué” .


Es difícil saberlo, pero parte de la respuesta parece ser sencilla: a través de los seres humanos. Como insinuó Sieferle, a veces somos capaces de aprovechar el Urgrund, algo conectado con el futuro, lo que Ernst Jünger llamó las “corrientes subterráneas” que fluyen a través de las civilizaciones y de las que puede surgir su belleza única. Pero no hay un solo futuro posible, o, así como los reinos superiores no se tratan solo de verdad, belleza y amor. Como si hubiera fealdad, caos, entropía, maldad, mentiras y crueldad ególatra aquí en la tierra, más arriba (o más allá) en el mundo invisible.

Así como los verdaderos artistas aprovechan ese reino para canalizar su musa, como Steven Pressfield describe tan vívidamente en su War of Art, la gente común puede obtener apoyo e inspiración desde allí, siempre que tenga intenciones puras y sepan escuchar en lugar de exigir. Sin embargo, las personas también pueden abrirse a energías manipuladoras y así convertirse en parte activa de una Gestalt menos que deseable que está llegando a buen término en la historia.

Nuestro hombre Adolf “Addi” Hiedler podría haber sido uno de ellos. (Sí, el apellido original era Hiedler (pronunciado “Heedlaer”). No suena igual, ¿verdad? Una extraña peculiaridad histórica y quizás una primera pista. Hitler, en cierto sentido, aprovechó el proceso subterráneo, instanciando una cierta forma que estaba destinada a ser por cualquier razón. 

Esto encaja con el hecho de que Max Planck se dio cuenta, después de conocer a Hitler por primera vez, de que estaba “poseído” e “impulsado” en lugar de tener el control.

¿Cómo llegó a ser “poseído” y “impulsado”? Hitler no era tan tonto como algunos afirman; sus profesores de escuela realmente pensaban que era lo suficientemente inteligente, si no exactamente sobresaliente. Pero era un soñador y extremadamente perezoso desde una edad temprana; incluso en el apogeo de su poder, desperdiciaba la mayor parte de su día, que comenzaba tarde a las 11, con charlas triviales y viendo películas. Parecería que ser un soñador perezoso puede volverte susceptible a influencias nefastas. 

Consideremos este episodio de la vida del joven Hitler. Durante su estancia en Linz. 

"Después de una representación de la ópera Rienzi de Wagner, Hitler cayó en una especie de trance. Convenció a (su amigo) Gustl para que lo acompañara a caminar hasta una colina que dominaba Linz y le dijo con voz ronca y excitada que recibiría una misión de su pueblo para conducirlo a la libertad. Treinta y tres años después le confirmó a Kubizek: "Todo empezó a esa hora". Más tarde abriría el Reichspartei en Nuremberg con la obertura de esa misma ópera de Wagner.

Poco después de este “trance”, viviendo en Viena en 1908, rompió el contacto con su familia y su mejor amigo Gustl. Después de eso, “se volvió duro”, como escribió más tarde, y desarrolló algunas de sus ideas centrales. Se retiró cada vez más, y “su propensión a no mostrar su verdadero rostro y ocultar sus verdaderas intenciones se convirtió en una segunda naturaleza para él”.

¿Aprovechó el “campo simbólico” de Sieferle, del cual obtuvo su “misión”? ¿Convocó a Mephisto? A lo largo de su carrera, hay más pistas: después de que Hitler salió de prisión en la década de 1920, Goebbels habló en su diario de que Hitler estaba impulsado por una especie de “fiebre”, un “demonio”. Incluso a principios de la década de 1920, identificaba completamente el destino de Alemania con el suyo propio, y estaba convencido de que la Providencia le había salvado la vida en el transcurso de la guerra o en el golpe de estado de la cervecería. Durante el siguiente juicio, oscilaba entre lo sentimental y lo brutal. Períodos de depresión, intercalados con rabia.

En general, la imagen que veo surgir aquí es la del arquetipo de Saruman o Anakin Skywalker (excepto que no era tan brillante como ellos). Hitler no nació como un maníaco malvado; más bien, con el tiempo se dejó consumir por la oscuridad, a cambio de la visión engañosa y el poder para salvar a Alemania, en el que podría haber creído sinceramente. Lo que me viene a la mente es el momento en "El señor de los anillos" donde Saruman completa su transformación y declara: "Tenemos trabajo que hacer". Hitler también estaba fanáticamente impulsado a completar su trabajo pase lo que pase, y a principios de la década de 1930 insinuó que si su movimiento fracasaba, se volaría los sesos.




Otra cosa que concuerda con el arquetipo de Saruman es que Hitler afirmó haber aprendido mucho de Lenin y Trotsky, de los masones, de los Protocolos de los Sabios de Sión, y que entendía que “uno debe vencer al enemigo con sus propias armas". Sin embargo, como sabemos por el arco argumental de Saruman, si intentas luchar contra el mal con el poder supremo, es decir, con sus propias armas y métodos, eres consumido por él: te conviertes en él. Te conviertes en un embaucador de sus esquemas.
 
Hitler podría haber sido el último incauto.

Así como Saruman ganó poder a través de su pacto con la oscuridad, aparentemente también lo hizo Hitler. Una pista son las cualidades hipnóticas de Hitler como orador, sobre las cuales muchos testigos han comentado. Si hemos de creer a Albert Speer (más tarde arquitecto de Hitler), él también quedó instantáneamente cautivado por Hitler cuando lo escuchó por primera vez, a pesar de que Speer provenía de un entorno granburgués no necesariamente predispuesto al nazismo. (Su padre era fanático de Kalergi). Varias personas han comentado que sus ojos y su voz, en particular, tenían un efecto magnético en ellos.

Es revelador que Otto Strasser, el campeón izquierdista del NSDAP y viejo camarada de Hitler que fue exiliado cuando dejó de ser útil, dijera lo siguiente sobre Hitler:

"Un sonámbulo, verdaderamente un médium... Surge de la penumbra, entre el día y la noche... Cuando intenta sustentar sus discursos con teorías eruditas extraídas de obras ajenas a medias comprendidas de otros, apenas se eleva por encima de una patética mediocridad. Pero cuando se deshace de todas las muletas, cuando se lanza hacia adelante y pronuncia lo que su espíritu le impulsa a decir, inmediatamente se transforma en uno de los más grandes oradores del siglo".

Pero así como el bastón de Saruman se rompió al final, y con él sus poderes mágicos, los poderes de Hitler se desvanecieron. Hoy en día, al ver sus discursos, muchos no pueden evitar preguntarse cómo es posible que la gente se haya dejado cautivar tanto por él: el hechizo se ha roto.

Ahora bien, Hitler no fue el único incauto en todo esto. Muchos de los que buscan el poder como un fin en sí mismo, o sobreestiman sus capacidades y discernimiento, son absorbidos por la oscuridad, y voluntaria o no, consciente o no, pasan a formar parte de complots mefistofélicos, de pactos fáusticos, de las partes oscuras del Campo Simbólico de Sieferle. Esto no es algo que podamos probar; nuestro caso se basa en pistas sutiles, dispersas en las fuentes. Pero podrían ser fuerzas como ésta, personas que caen bajo el hechizo de cierto telos productor de la Gestalt, las que explican parte de la aparente no aleatoriedad, el ajuste fino, la pura “suerte” en la forma en que cómo ciertos eventos (y no-eventos) parecen conspirar para generar ciertos resultados.

¿Es así como deberíamos mirar la historia exclusivamente? Obviamente no. Cualquier esperanza de comprender mejor lo que sucedió en el pasado depende de que demos todo lo que tenemos: usando todos los ángulos sensatos, destilando una variedad de narrativas, usándolas como piezas de un rompecabezas, dejándolas reposar por un tiempo, pensando e investigando: enjuagando y repitiendo. 

Lo más importante es que nunca me canso de repetir que nuestra visión de la historia depende de nuestra propia estructura interna, de nuestro propio desarrollo y experiencia. No es un asunto árido y abstracto; la historia está profundamente conectada con nuestras mentes y es inteligible sólo desde la perspectiva de un ser humano que conoce visceralmente los patrones que definen la condición humana y que luego puede discernir. Esto también funciona en la otra dirección: cuanto más aprendemos sobre la historia, mejor se vuelve nuestra mente: una mente que sólo puede entenderse en la historia, como parte de la historia, como la historia misma. RG Collingwood se había dado cuenta de esto y los invito a leer su trabajo.
 
Y así, la verdad nos hará libres, sobre todo, quizás, la verdad histórica: si ganamos la madurez para abordarla desde múltiples ángulos a la vez, superándonos a nosotros mismos.


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