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22 enero 2023

Charlie Hebdo - Irán ¿Quién siembra odio?



por Tito Andino


Este artículo es una recopilación de una serie de tres artículos que pusimos a vuestra disposición en el ya lejano 2015, su título es elocuente: "De las viñetas de Mahoma 2005 a las viñetas de Charlie Hebdo 2015", el tema sigue siendo de actualidad. En recientes días el medio satírico "Charlie Hebdo" ha vuelto a dirigir sus polémicas caricaturas en contra de los fieles del Islam, en concreto, ahora la mira está puesta en el líder de la revolución iraní, "pura coincidencia" ya que EEUU/OTAN/Israel tienen mismo objetivo pero sin sátira, las armas apuntan a Irán si se opone con alguna represalia a la cacareada "libertad de expresión".

Los disturbios de organizaciones terroristas fuera de Irán son apoyados desde el exterior y tienen el propósito de derrocar a la República Islámica, el mundo entero sabe dónde se refugian los integrantes de esos grupos radicales y quienes los patrocinan, la tentativa fracasó. Por esta razón Estados Unidos, promotor del terrorismo que atribuye a Irán,  ahora vuelve a recurrir al campo de las sanciones e intenta con la Unión Europa declarar como organización terrorista al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán, el Parlamento Europeo se suma a ese esfuerzo acusándola de liderar la represión de las recientes protestas en Irán. 

Las potencias occidentales persisten en la ansiada búsqueda del “choque de civilizaciones”, una anterior fase del terrorismo islámico parece estar cediendo protagonismo al "terrorismo" iraní, con la diferencia que los iraníes son musulmanes chiíes y el resto sunníes (donde destacan los wahabíes sauditas, el salafismo y otros). Otra diferencia es que el terrorismo extremista sunní es controlado por los servicios secretos de Occidente.

El patrón o modus operandi de las conspiraciones criminales para socavar a las naciones soberanas en el mundo se rescriben con mucha frecuencia en el escenario internacional. Ese objetivo desde hace décadas permanece inalterable, incitar la violencia en las comunidades musulmanas diseminadas en Europa, dentro del gran escenario del proyecto “choque de civilizaciones”. Como consecuencia, hoy un nuevo "enemigo" islámico "amenaza" el mundo: Irán "desestabiliza" la región al oponerse a las imposiciones estadounidenses y de sus aliados, en especial Israel, por ello recurren a sutiles formas de manipulación y provocación armada. Burlándose de los líderes religiosos iraníes se intenta incitar una reacción violenta que será el ansiado pretexto para declarar una guerra a la República Islámica de Irán.



¿Recuerda a la revista satírica francesa "Charlie Hebdo"?... ¿No?. 

Aquí le refrescamos la memoria.

El trillado caso de las viñetas de Mahoma del año 2005 publicadas por el diario "Jyllands-Posten" de Dinamarca atrajo la atención mundial por unas caricaturas que buscaban provocar una gran campaña de incitación al odio contra los musulmanes y el anhelo de que éstos últimos reaccionen violentamente. 

En "Viñetas de Mahoma y Operación Gladio: Hermanos en Armas" (2007), Daniel Estulin, expresaba que "en septiembre del 2005, bajo apariencia de libertad de expresión, Jyllands-Posten, uno de los principales periódicos daneses publicó una docena de viñetas provocativas en contra de Islam hechas claramente para ofender a los musulmanes". Siempre los redactores detrás de las viñetas anteislámicas afirman ejercer su libertad de expresión. 

El creador de esas viñetas fue Flemming Rose, editor cultural de Jyllands-Posten, con lazos estrechos con los neoconservadores y la teoría del "choque de las civilizaciones" promovido por el Proyecto por el Nuevo Siglo Americano (PNAC), va de la mano con el concepto de “destrucción creativa”, también doctrina del movimiento neoconservador del filósofo Leo Strauss y sus adeptos discípulos como Donald Rumsfeld (anterior Secretario de Defensa), Dick Cheney (ex vicepresidente de EEUU), John Bolton (ex asesor de seguridad nacional), Richard Perle (ex subsecretario de defensa), Paul Wolfowitz (ex presidente del Banco Mundial), Benyamin Netanyahu (primer ministro israelí) y unos cuantos más. Son "la pandilla que clamó por un acontecimiento como Pearl Harbor para iniciar una guerra mundial contra el mundo musulmán".


Dinamarca 2005

Estulin recuerda que: "La famosa Estrategia de la Tensión tiene tres elementos integrantes, los grupos terroristas neo-fascistas, los servicios de inteligencia y la oligarquía financiera que, bajo condiciones necesarias de grave crisis económica, intenta establecer un permanente “estado de emergencia” administrado por un gobierno autoritario o, en el mejor de los casos, abiertamente fascista".  

Hay razones siniestras por las que el ex primer ministro danés, Anders Fogh Rasmuss y ex Secretario General de la OTAN, miembro del Club Bilderberg, rechazó disculparse según lo exigido por los gobiernos del mundo árabe y musulmán. 

¿Quién saca la máxima ventaja de los disturbios?, en América y Europa es norma periódica la necesidad de aplicar el "choque de civilizaciones" (Guerra Santa Cristiana) "aterrados" por la violencia que aumenta a lo largo del Oriente Medio convenciéndose que todos los musulmanes son fanáticos enloquecidos que solo entienden la ley de la fuerza militar aplastante de Occidente.

La incitación a la violencia, no se ha dado solo a través de horrorosas y obscenas viñetas. El cine también ha incursionado en el “choque de civilizaciones”, alimentando las brasas hirvientes, en septiembre del 2012 se desató otra oleada de protestas, está vez contra un video difundido en los Estados Unidos en que se denigra al Profeta Mahoma. La cólera fue sentida con fuerza en Pakistán y Afganistán. El film 'La inocencia de los musulmanes', fue un nuevo intento por prender fuego, el mismo título del film es ofensivo, no se diga el insulto y ridiculización del profeta, usando el término religioso, raya en la blasfemia (como comparación, en alguna ocasión Paquistán solicitó la misma pena por blasfemia que por negar el Holocausto).

Por favor, eso no es libertad de expresión! Eso no es otra cosa que provocación, incitación a la violencia, que es justamente el propósito oculto de quienes difunden esa propaganda.


Charlie Hebdo en acción 


Una mujer pasa junto a un cartel de Charlie Hebdo expuesto en un quiosco de Montpellier en enero de 2015, tras el ataque al semanario.

El 7 de febrero de 2007 comenzó en París el juicio contra el semanario satírico francés "Charlie Hebdo" por el llamado escándalo de las «caricaturas de Mahoma» (las caricaturas aparecen no solo en "Charlie Hebdo", pero este semanario satírico viene concentrándose, desde 2003 en la denuncia del "peligro" musulmán). Importantes personalidades comparecieron para ofrecer su testimonio a favor del laicismo y de la libertad de expresión. El “Charlie Hebdo” siguió obsesionado por una reacción más digna de ellos, también publicó "El manifiesto de los doce", denunciando el islamismo como el nuevo totalitarismo que se opone a la libertad de expresión. 

La provocación daría frutos... ¿Realmente esa provocación causó los acontecimientos de enero del 2015? Muchas hipótesis conducen a una manipulación de los servicios secretos. Las investigaciones “oficiales” nos han detallado como un  grupúsculo de fanáticos extremistas islámicos perpetraron la masacre en el semanario satírico. Pero, ¿realmente, actuaron por su propia iniciativa o fueron manipulados para tal cometido? ¿Por qué dibujos cuyo objetivo es ridiculizar una religión tratan de hacerlo vinculándola al terrorismo?

Francia enero 2015, la propaganda anti-musulmana desata una furia de protestas en Europa, la islamofobia vuelve a resurgir. El modus operandi es el mismo de las viñetas de Mahoma del 2005. Provocación pura!: “Je suis Charlie” corearon las masas histéricas, absortos por la repugnante desinformación de los medios e ignorando que son usados como cobayos humanos para provocar el conflicto




Una bloguera argentina, Ximena Krasnaya dijo sobre el caso del “Charlie Hebdo” que todo se trató de un grupo de idiotas -supuestos yihadistas adoctrinados- disparando a otros idiotas dibujantes de mal gusto del Charlie Hebdo.

 

Unos idiotas entran a la redacción de una revista y masacran a otros idiotas. Y el mundo entero los hace mártires y héroes. «Je suis Charlie» (Yo soy Charlie) se ve aquí y allá. En el mundo entero llevan flores y condolencias a la embajada de Francia. También en Buenos Aires. Pero yo, «Je ne suis pas Charlie» (Yo no soy Charlie)….”

Escribe Ximena, naturalmente rechazando todo tipo de terrorismo:

Intolerancia no hay solo de parte de los idiotas que realizaron la masacre. Intolerancia también hubo de parte de Charlie Hebdo.... Sería importante que las personas comprendieran que los periodistas de Charlie Hebdo no son mártires de la libertad de expresión, sino provocadores. Estadounidenses y europeos aplauden a Charlie Hebdo por tener el "valor" de ridiculizar al profeta Mahoma y a los musulmanes… Llamemos las cosas por su nombre, ninguno de nosotros practicamos esa clase de humor deliberadamente ofensivo en que se especializa Charlie. ¿Entonces por qué decir que todos somos Charlie?”. 


La rápida muerte de los presuntos atacantes del “Charlie Hebdo” garantizó el silencio definitivo de los actores, más el método utilizado para los atentados demuestra un viejo patrón de procedimiento.

¿Alguna vez han reflexionado que muchos de esos extremistas wahabíes / takfiris / salafistas, "por casualidad" suelen tener contactos con todo tipo de servicios de seguridad occidentales? 


"Es como el Congreso del Ku Klux Klan en los EE.UU, de diez participantes, dos son idiotas y ocho son agentes federales de trabajo encubierto. Lo mismo se aplica a los grupos takfiris. Así que cuando los dos imbéciles hacen algo realmente malo, los ocho agentes federales se desvanecen "sin dejar rastro". ¿Y esto no tiene nada que ver con el Islam?. Por supuesto que no, solo tiene que ver con el estado profundo y la manipulación por parte de los agentes encubiertos, probablemente en todos los grupos terroristas en acción en el planeta.

La pregunta que realmente tiene más sentido es: ¿debe uno  temer a la mayoría de los musulmanes o debería temer a la mayoría de los servicios de seguridad occidentales que manipulan con cuidado al “loco” takfir? La verdad es que las mismas agencias de seguridad occidentales que controlan al takfir loco consiguen que todos nosotros odiemos a los musulmanes. ¿Cómo? Con el simple hecho de crear una atmósfera de caos social, el enfrentamiento entre civiles y hasta la guerra civil. Así, mientras que todos se ocupan en la búsqueda de "musulmanes malvados", las mismas agencias de seguridad occidentales pueden continuar su  obra...” (“Que desfilem. Zumbis decérebros esvaziados e hipócritas”.- Marcha Verde, 13 enero 2015).

 




Lo que nos lleve a otra pregunta: ¿Fue la masacre de París de enero del 2015 otro ataque de falsa bandera? Algo que comenté en mi artículo: "Masacre en París. Cosas “raras” de los justicieros yihadistas". Lo más intrigante es la velocidad de identificar a los presuntos autores materiales de la matanza. Y, es que, ya es el colmo, una y otra vez, reiteradamente, los fanáticos terroristas siempre, por una maldita coincidencia o, quizá no, tienen la “costumbre”  de “olvidar” sus pasaportes u otro documento de identidad en el lugar de los hechos o en los sitios a los que escapan. De allí a ser eliminados es juego de niños.

El diario estadounidense ‘McClatchy’ asegura que los atacantes del "Charlie Hebdo" fueron reclutados por el francés David Drugeon, que según el Pentágono era miembro de “Khorasan”, una presunta rama de al-Qaeda. La publicación americana va más allá, afirma que ese individuo fue integrante de los servicios secretos franceses. En ese mismo sentido, la cadena ‘Fox News’, el 6 de noviembre del 2015 lo reconfirma, pero siempre fue negado por las autoridades francesas. Manlio Dinucci, en el diario italiano ‘Il Manifesto’ ve los atentados de París como una manipulación orquestada por los servicios secretos occidentales.


Algo más sobre el semanario Charlie Hebdo




"Je suis Charlie" ("Yo soy Charlie") fue el eslogan de moda en 2015 para "defender" la libertad de expresión. Pero, ¿quién sabe qué es o a quién representa el semanario “Charlie Hebdo?. 

Red Voltaire nos aclara (enero 2015): 

“Oficialmente, el semanario francés Charlie Hebdo fue creado en 1992 por el periodista Philippe Val, los dibujantes Gébé y Cabu y el cantante Renaud. Lo que nunca se dice es que fue financiado en secreto por el entonces presidente de Francia Francois Mitterrand con sumas provenientes de los fondos secretos de la presidencia de la República.

Charlie Hebdo fue administrador de la Red Voltaire, de la que se retiró en 1997 por estar en desacuerdo con la asociación. El semanario satírico militaba entonces por la ilegalización del partido de extrema derecha Frente Nacional (FN) mientras que la Red Voltaire defendía el derecho de asociación del FN pero reclamaba la prohibición de su rama armada, conocida bajo las siglas DPS. Las relaciones empeoraron posteriormente cuando Charlie Hebdo atribuyó los atentados del 11 de septiembre de 2001 a al-Qaeda mientras que la Red Voltaire demostraba la inconsistencia de la versión oficial sobre esos hechos y acusaba a una facción del grupo de presión militar-industrial de Estados Unidos. Finalmente, en 2007, el director de Charlie Hebdo se acercaba al entonces presidente de Francia Nicolas Sarkozy mientras este último ordenaba la eliminación del presidente de la Red Voltaire (Thierry Meyssan), quien se vio obligado a exilarse”.


Es un acto hipócrita y cínico que con apoyo de la prensa comercial se considere a las personas sacrificadas en el "Charlie Hebdo" como emblemas combativos que defendían la libertad de prensa, es decir, intentando avalar el “derecho” a ofender a cualquier persona o creencia como lo hace el semanario.


Foto de archivo, Bagdad, abril 2007 

El director de "Charlie Hebdo", Philippe Val, en 1999 apoyó con una serie de editoriales y caricaturas la guerra de la OTAN contra Yugoslavia, comparó a Milosevic con Hitler. En 2011, se impuso la misma línea editorial cuando "Charlie Hebdo" –a pesar de que Philippe Val ya no estaba en la dirección– contribuyó a justificar la guerra de la OTAN contra Libia dibujando a Kadhafi como un feroz dictador que aplasta a su pueblo bajo su bota y que se baña en una tina llena de sangre. Misma línea editorial en 2012, sobre Siria cuando representó al presidente Assad como un cínico dictador que aplasta mujeres y niños bajo las esteras de sus tanques, "Charlie Hebdo" justifica la operación militar de Estados Unidos y la OTAN contra la República Árabe Siria.

Es falso que otros medios noticiosos franceses, en solidaridad con el semanario, hayan apoyado y financiado nuevas publicaciones después de los atentados de 2015, fue el gobierno francés quien inyectó los fondos para seguir echando leña al fuego, con la escalofriante cifra de siete millones de ejemplares ante la normal tirada de sesenta mil, el "Charlie Hebdo" volvió a elegir a Mahoma para su portada. 


Esto no tiene otra explicación, estamos ante la propaganda e incitación al odio, la prensa occidental está allanando el camino para convencer a la población que la guerra es la única solución. El “choque de civilizaciones” sigue siendo inevitable.




Y "Charlie" lo volvió a hacer en días recientes. La revista “satírica” francesa publicó unas caricaturas del Líder de la Revolución Islámica Iraní, ayatolá Seyed Ali Jamenei, ofensivas para los iraníes. Objetivo cumplido: Las caricaturas desataron una nueva crisis diplomática y manifestaciones en Irán frente a la embajada de Francia en Teherán.

Ya vimos que los editores de "Charlie Hebdo" fueron sacrificados en un brutal ataque terrorista, pero no se puede ocultar que esos mismos editores formaron y continúan siendo parte del discurso de odio. La antropóloga, Mayanthi L. Fernando, en su libro “The Republic Unsettled: Muslim French and the Contradictions of Secularism”, “asimetrías de la tolerancia”, señala que "el liberalismo puede rechazar prácticas consideradas como ajenas en base a una supuesta comunidad que comparte ciertos valores morales"; por otro lado, si los musulmanes rechazan las caricaturas de "Charlie Hebdo", son acusados de falta de objetividad, y reconstruidos como sujetos aún por civilizar o no suficientemente civilizados. Si el sujeto musulmán insiste en continuar criticando las caricaturas, se le construye como “extremista”, “violento” o con “simpatías terroristas”. Estos elementos discursivos disciplinarios no se quedan en puro lenguaje. Este lenguaje sirve para desatar procesos de racialización mediante los cuales esos musulmanes considerados como “extremistas” son identificados y castigados -desde el “simple” control y monitorización de lugares de culto, al encarcelamiento, la tortura y la muerte-".

Por otro lado, el periodista Xavier Villar (Hispantv) concuerda que "Charlie Hebdo" es parte de un entramado político conocido como islamofobia. "Charlie Hebdo mantiene, mediante su supuesta sátira, el modelo hegemónico social. Para que fuese una auténtica sátira, el humor debería ir de abajo-arriba y no de arriba-abajo. Este último -los chistes y caricaturas sobre negros, musulmanes y otras minorías-, solo hace gracia a quienes se encuentran en situación de privilegio. Charlie Hebdo mantiene todo el sistema de opresión racial contra los musulmanes porque es parte del mismo sistema discursivo".

Respetar a "Charlie Hebdo" en nombre del valor supremo de la “libertad de expresión” debe ser entendido desde ese discurso que identifica a los musulmanes como intolerantes y los construye como población desechable, concluye Villar.


Odio sembrado



El caso del “Charlie Hebdo” 2015 logró cultivar parte de la siembra de odio en la población de Occidente, la gente expresó su rechazo a todos los males que se achaca al Islam. Las potencias imperialistas justificaron ante sus ciudadanos las razones para sus proyectadas guerras. El pueblo está literalmente lavado el cerebro para que las guerras de aniquilación cultural que se siguen dando sean aceptadas como un mal menor en defensa de la “civilización”

Luego de los trágicos acontecimientos de París (enero 2015) la población gala se movilizó espontáneamente ante el llamamiento a protestar contra los asesinatos, dicha convocatoria vino como anillo al dedo a la ya delicada política exterior francesa y del mundo occidental alineado en la OTAN-Israel. Dadas las circunstancias, sería digno señalar que una actitud de ese tipo es loable y deseable para los estamentos sociales cansados de la violencia y radicalización extremista, sea de izquierda o de derecha, sea de corte religioso fundamentalista o simplemente por intereses político económicos.

Lamentablemente la realidad es otra, la marcha de millares de ciudadanos franceses fue aprovechada para continuar con el programa de la élite globalizadora. Que gran oportunidad para resaltar los valores de la democracia, la libertad de expresión, la libertad de culto, la  igualdad y la fraternidad ¡ Nada más lejos de la verdad. En nombre de esos principios se dio un paso adelante para la consolidación de sus planes de dominio global económico mediante el sometimiento de las naciones que se oponen a su política. Por ejemplo: Nicolás Sarkozy, ex presidente de Francia, fue uno de los promotores de utilizar a las organizaciones yihadistas para destruir Libia. Posteriormente éste caballero describió el atentado en París como "guerra declarada contra la civilización, cuya responsabilidad es defender". 

En aras de la “libertad de expresión” nos acostumbramos a nuevas intervenciones bélicas en Medio Oriente para combatir el "terrorismo" (auspiciado por los mismos líderes de Occidente). Miles de millones de dólares siguen fluyendo a manos de grupos fundamentalistas como Daesh y todas las organizaciones que asolan Siria e Irak, miles de toneladas de armas de todo tipo han llegado a los yihadistas provenientes de los países representados en la OTAN. ¿Quién recordó en esa marcha por la libertad  los millones de victimas en el desangrado continente africano en secreto beneficio del mundo occidental y sus transnacionales? Nadie se acordó de Afganistán, Pakistán, Libia, Líbano, Siria, Irak, Yemen, Palestina...


¿Blasfemia o incitación al odio?

En "La historia oculta de las «caricaturas de Mahoma»", el politólogo francés Thierry Meyssan afirma que la gente ignora la realidad sobre esa operación de propaganda que promueve la "guerra de civilizaciones". De hecho, ninguna de esas caricaturas representa a Mahoma. Una incoherencia que señala Meyssan es que al ser las caricaturas tan espantosamente mediocres, al principio, suscitaron más desprecio que cólera. Entonces, ¿cómo es posible que las caricaturas provocaran en el mundo musulmán más cólera que la ocupación de Palestina, la invasión de Afganistán y los bombardeos contra el Líbano?


A la izquierda una caricatura polémica. En ella aparece un hombre que lleva un turbante que en realidad es una bomba. Según el Jyllands-Posten, el personaje es Mahoma y la caricatura ridiculiza a los extremistas que invocan al Profeta en la práctica del terrorismo. Sin embargo, el turbante del personaje lleva inscrita la profesión de fe de los musulmanes: «Dios es grande y Mahoma es su profeta». Por consiguiente, el personaje no es Mahoma sino un musulmán emblemático. El objetivo del turbante-bomba es asociar su imagen con la de un terrorista. Este mensaje estigmatiza a los musulmanes en su conjunto y constituye una instigación al odio castigada por la ley en cualquier sociedad democrática (se habla indebidamente de las «caricaturas de Mahoma» cuando en realidad se trata de caricaturas sobre los musulmanes).


El mismo representante de la iglesia católica, el Papa Francisco, en esos días condenó cualquier crimen cometido en el nombre de Dios, nada lo justifica, "no hay que mofarse o insultar las creencias de otras personas". Afirmó que asesinar en nombre de Dios es una "aberración" y que "la libertad de expresión" no da derecho a "insultar" la religión del prójimo "todas las religiones tienen su dignidad" y "hay límites". "No se puede provocar, no se puede insultar la fe de la gente, reírse de ella… la libertad de expresión es un derecho y una obligación que debe utilizarse sin ofender", resaltó.

¿Qué tipo de sátira realiza el Charlie Hebdo “amparado” en la libertad de prensa y expresión? El analista Adrian Salbuche  dice:

 

“Miremos más de cerca algunas de esas caricaturas que aparecieron en las portadas de Charlie Hebdo: un clérigo musulmán muerto por balas que atraviesan un Corán (que es descrito como “Merde”); una caricatura de Mahoma desde atrás con sus genitales al aire portando una estrella en el trasero (diciendo “nace una estrella”); un dibujo de Stephan Charbonnier (“Charbo”) el caricaturista estrella de Charlie Hebdo dándole un beso baboso gay a un clérigo musulmán… ¿Se supone que esto ha de parecerle gracioso a los millones de musulmanes franceses? ¿Ha caído tanto Francia que su pueblo considera estos groseros insultos religiosos y burda discriminación como ejemplos de “humor”?. ¿Cómo puede esta mugre nacida de la cloaca de mentes enfermas considerarse como “sentido del humor”?. Seguramente, muchos lectores creerán que esto está bien y dirán que aún semejantes caricaturas burdas deben ser toleradas en nombre de la “libertad de prensa”...


Esas "bromas" de un comediante, para muchos de mal gusto como las sátiras del "Charles Hebdo" son consideradas por las autoridades francesas "humor".

Proteger la libertad de expresión es "característica" de los mandos militares y políticos occidentales al destruir las estaciones de televisión en Serbia, "no hubo manifestaciones o gritos de indignación, no hubo gritos de 'Somos RTV', no hubo investigaciones sobre las raíces del ataque contra la cultura y la historia cristiana. Por el contrario, el ataque fue alabado por la prensa"  (Noam Chomsky)

La OTAN utilizó esa misma táctica terrorista contra la libertad de prensa en su guerra contra Libia atacando a la radiotelevisión en Trípoli en el 2011. Siria pasó por la misma desgracia en el 2012, terroristas entrenados por la CIA asesinaron a personal técnico y comunicadores sociales en Damasco y Alepo que laboraban en sus redacciones. No hubo marchas, no hubo lamento por los asesinados, la prensa mundial no rechazó esos ataques a la libertad de expresión y de prensa, la gente apenas habrá escuchado de esos alevosos atentados. 

Repetimos, no es precisamente el semanario atacado quien provoca la ira musulmana, el "Charlie Hebdo" es solo un instrumento de las “democracias” occidentales en permanente “guerra de civilizaciones” contra los pueblos árabes y sus riquezas. Una primera fase de esa lucha excluye, por el momento, a sus socios de las monarquías wahabitas - takfires del Medio Oriente (básicamente Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos). Las verdaderas victimas: las naciones árabes de tendencia laica: Siria, Irak, Líbano, Libia, que luchan contra invasiones patrocinadas por las poderosas billeteras de los reinos intolerantes de Medio Oriente cumpliendo las órdenes de sus socios occidentales: Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Israel, la OTAN en general.




El mundo “conoce” la verdad gracias a la libertad de expresión y de prensa del mundo civilizado occidental, los defensores de la democracia en el mundo tienen el derecho a intervenir; sin embargo, NO tienen problema en reclutar, entrenar y armar a millares de yihadistas, fundamentalistas, terroristas, asesinos, mercenarios extranjeros, psicópatas, etc., todos son bienvenidos, como en Francia invitados para que ataquen el "Charlie Hebdo", de ese modo se abre las puertas para que los libertadores occidentales lleven la “democracia” al mundo árabe.

El mundo civilizado de Occidente debe dar las gracias a los cretinos yihadistas que “inconscientemente” provocaron, tras el  11-S, se declare la guerra al terrorismo y se invada Afganistán e Irak. Libia fue considerado un país auspiciante del terrorismo y de nada le sirvió a Gadafi ir besando las mejillas de los líderes occidentales y ofrecer su petróleo, tenía que desaparecer, su ejecución fue llevada a cabo por los mismos valerosos “revolucionarios” que hoy siguen combatiendo a otro “líder terrorista”, el Presidente sirio Bashar el Assad. Todo nos indica que Irán será el próximo “estado terrorista” en la lista de objetivos, y "Charlie Hebdo" tiene la tarea de alterar a los ayatollás iraníes.

En resumen, EEUU/OTAN en "defensa" de la "libertad de expresión" utilizan a fanáticos religiosos para sembrar el pánico en el mundo con atentados, coches bomba, suicidas, protestas radicales, ingobernabilidad, caos total. Esos radicales constituyen la infantería del Imperio, la punta de lanza del proyecto americano del rediseño del “Medio Oriente Ampliado”, división de las nacionalidades, surgimiento de otros estados según obra y gracia de los Estados Unidos, atacando a las naciones musulmanes que se oponen al  establecimiento de su concepción del mundo. Las organizaciones terroristas cumplen su tarea al impulsar la decadente economía occidental fomentando conflictos bélicos  e inseguridad, las naciones involucradas en la trama se ven obligadas a incrementar sus presupuestos para gastos militares en beneficio del complejo industrial.

Esta claro que nosotros -los occidentales “civilizados”- debemos prepararnos ante el peligro representado por aquellos que quieren destruir la “civilización”, ante ese acoso hay que defenderse enviando ejércitos contra las fuerzas obscurantistas de corte medieval cuya “amenaza” es tan grande que pone en riego toda nuestra evolución y cultura.

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18 noviembre 2015

Y siguen apareciendo pasaportes


ATENTADOS EN PARIS


por Jean-Claude Paye
16 noviembre 2015


Por el momento hacemos un paréntesis con la “ruta de la seda”, los acontecimientos en París el último fin de semana son sumamente graves para no mencionarlos urgentemente.

La mayoría de lectores ya estarán bien informados de todo lo sucedido, han leído hasta la saciedad, han mirado videos y escuchando toda clase de rumores. Nuevamente todos los caminos conducen hacia el fundamentalismo yihadista como los actores de los atentados.

Así que sería innecesario comentar sobre los ataques en si. Lo que debe preocupar a la opinión pública es saber quién es el verdadero responsable de los hechos o, quizá hay complicidad o un encubrimiento pernicioso para que radicales puedan actuar impunemente. Se repitió la parodia del “Charlie Hebdo” en la misma capital francesa en el mes de enero?, O, estamos ante un nuevo y estremecedor caso que escapó del control de los todo poderosos servicios de inteligencia franceses, de la OTAN y de los Estados Unidos?

Lo que si no podemos dudar un solo instante es una cosa: Francia –mejor dicho el gobierno francés- está embarrado de estiércol hasta los codos. El democrático gobierno de Hollande y su Ministro de Relaciones Exteriores Fabius han alabado siempre las acciones de los terroristas en Siria, recordemos que según Fabius: “Los chicos de al-Nusra están haciendo muy bien su trabajo”, o al señor  presidente de Francia reconociendo que su gobierno ha suministrado armas letales y de alta tecnología a los “chicos” buenos de Fabius, o recordemos el triste episodio de intervención directa de los servicios secretos franceses en territorio sirio combatiendo junto a los yihadistas, disfrazados de periodistas, entre otras hazañas con el fin de volver a cumplir su sueño de restablecer sus antiguas colonias. (Ver mi artículo: Secretos de la guerra mediática en Siria. )

Tampoco deberíamos quitar crédito a las acciones de los extremistas, éstos son plenamente capaces de actuar con total independencia en cualquier parte, lo han demostrado.

En todo caso, las investigaciones van saliendo a flote, no hay que ser irresponsables y divulgar hipótesis a diestra y siniestra, todavía es muy pronto para saber la verdad… si es que algún momento se nos permitirá conocerla. Las víctimas son reales, una vez más seres inocentes tienen que pagar culpas ajenas y la irresponsabilidad de sus gobernantes. Los simples ciudadanos merecemos ser tratados con respeto, tenemos derechos, no somos instrumento de una política internacional que pregona la codicia por los recursos de otras naciones aun a costa de llevar al sacrificio a su propia gente.

Solidaridad sincera con las víctimas SI, pero nunca solidaridad con un gobierno que está manchado de sangre, la gente de El Elíseo ha buscado infinitas posibilidades para desatar una guerra. Aquí tienen ya la justificación, buena carnicería en Siria señor Holland.

Lo que preocupa y deja dudas, es lo que leerán a continuación. Pasaportes u otros documentos siempre aparecen en la escena del crimen cuando son obra de los yihadistas. Igual que el “Charlie Hebdo” y otros casos análogos.

Las siguientes reflexiones tienen un paralelismo parecido al enfoque que di en el mes de enero con el atentado al diario satírico parisiense.  Masacre en París. Cosas “raras” de los justicieros yihadistas
                                           
  
                                                                                                             T. Andino



                                                  *****

Uno no sabe si reírse o llorar. Desde los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, no hay un atentado terrorista cuyos presuntos culpables no se las arreglen para dejar sus papeles de identidad al alcance de los investigadores. Para el sociólogo Jean-Claude Paye, la aparente estupidez crónica y repetitiva de los terroristas no es otra cosa que un truco del Poder para asustar a la ciudadanía. ¿Cuál es la lógica? La versión oficial es tan absurda que no podemos, ni debemos dudar de ella.





Durante la investigación de las masacres de París, se encontró un pasaporte sirio cerca de los restos de uno de los kamikazes del Stade de France. Ya designado por el presidente Hollande como responsable de los atentados, el «Estado Islámico» reconoció ser responsable de esos actos. Para el gobierno francés, que había declarado querer intervenir en Siria contra el «Estado Islámico» –cuando en realidad quiere hacerlo contra la República Árabe Siria y contra su presidente constitucional Bachar al-Assad, de quien sigue diciendo que «tiene que irse»– se trata de un indicio importante destinado a justificar una operación militar.

Pero no es el gobierno francés el único que recurre al procedimiento del doble discurso apoyando una organización a la que se designa como enemigo y nombrando terroristas a individuos a los que anteriormente se designaba como «luchadores de la libertad». La fabricación de su propio enemigo se ha convertido en el eje de la estrategia occidental, lo cual nos confirma que en la estructura imperial no hay separación entre el interior y el exterior, entre el derecho y la violencia pura, entre la ciudadanía y el enemigo.

En Bélgica, el predicador musulmán Jean-Louis Deni está enfrentando acciones legales «por haber incitado jóvenes a irse a la yihad armada en Siria», ya que se sospecha que tuvo contactos con Sharia4Belgium, grupo calificado como «terrorista», contactos que niega el acusado. Su abogado destacó el doblepensar de la acusación cuando señaló en su alegato ante el tribunal correccional de Bruselas: «Se ha empujado a niños hacia los brazos del Estado Islámico en Siria y son los servicios [de inteligencia] de ustedes quienes lo han hecho» [1]. El abogado defensor apoyó sus acusaciones resaltando el papel que ha desempeñado en el caso un agente infiltrado de la policía federal.


El regreso del significante

En cuanto a las masacres perpetradas en París, parecería que una de las primeras preocupaciones de los terroristas es hacerse identificar lo más rápidamente posible. Pero esa paradoja a penas nos sorprende. El documento de identidad, hallado milagrosamente, que designa claramente al autor de los atentados que acaban de cometerse, se ha convertido en un clásico. Se ha hecho incluso repetitivo, repetición que siempre designa a un culpable perteneciente a un «movimiento yihadista».

En la versión oficial del 11 de septiembre, el FBI afirmaba haber hallado el pasaporte intacto de uno de los kamikazes cerca de una de las dos torres pulverizadas por explosiones que desprendieron una temperatura capaz de derretir el acero de las estructuras metálicas de aquellos inmuebles pero que dejaron intacto un documento de papel. La caída del cuarto avión, que se estrelló a campo abierto en Shanksville, también permitió a la policía federal encontrar el pasaporte de uno de los presuntos terroristas. Ese documento, parcialmente quemado, permite sin embargo identificar a su titular porque podían verse su nombre, su apellido y su foto. Pero del avión no quedaba más que un cráter de impacto, ni siquiera un pedazo de fuselaje, sólo este pasaporte parcialmente quemado.


Lo increíble como demostración de la verdad

En el caso de la masacre de Charlie Hebdo, los investigadores encontraron el documento de identidad del mayor de los hermanos Kouachi en el automóvil abandonado en el noreste de París. A partir de ese documento, la policía se da cuenta de que se trata de individuos ya conocidos en los servicios antiterroristas, son los «pioneros del yihadismo francés». Ya se puede iniciar la «persecución». ¿Cómo es posible que asesinos capaces de cometer un atentado con una sangre fría y un control de sí mismos calificados como dignos de profesionales cometan un error tan grande? No “trabajar” con sus papeles de identidad a cuestas es una regla elemental para el más simple ladronzuelo.

Desde el 11 de septiembre de 2001, lo increíble se ha convertido en parte de nuestra cotidianidad. Se ha transformado en la base de la verdad. La Razón ha sido expulsada de nuestro entorno. No se trata de creer lo que se dice sino más bien de aceptar lo que dice la voz que habla, sea cual sea el sin sentido que se enuncie. Mientras más evidente sea ese sin sentido, más ciega tiene que ser la creencia en lo que se afirma. Lo increíble se convierte así en medida y garantía de la verdad.

Prueba del ello es el discurso sobre los casos de Mohamed Merah o de Nemouche. Cercado por decenas de policías, Merah supuestamente logró, burlar la vigilancia de las fuerzas especiales, salir de su domicilio y regresar después a ese lugar para que allí lo abatiera un «francotirador» que supuestamente le disparó en «defensa propia» y con «armas no letales». Merah supuestamente salió de su casa para llamar desde un teléfono público, con intenciones de «esconder su identidad», cuando reconoció su culpabilidad telefoneando a una periodista de France24 [2].

En lo concerniente a Nemmouche, el autor de la matanza del Museo Judío de Bruselas, este personaje no se deshizo de su armamento porque… lo importante para él era revenderlo. Y no se le ocurrió nada mejor que recurrir al medio de transporte internacional más vigilado, transportando las armas que ya había utilizado en un autobús de la línea Ámsterdam-Bruselas-Marsella. Lo que supuestamente permitió su arresto fue un «control de aduana inesperado».


El choque emocional como recurso para construir «la unidad nacional»

En todos los casos, el carácter totalmente increíble de lo que nos presentan nos hace incapaces de reaccionar, nos petrifica, como la mirada de la Gorgona. Nos muestra que hay algo que no funciona en el discurso. Exhibe una falla cuyo efecto no es engañarnos sino fragmentarnos. El relato del desarrollo de los atentados es una exhibición impuesta al espectador. Escapa a toda representación y tiene un afecto paralizante. Esta última resulta no tanto del carácter dramático de los hechos como de la imposibilidad de descifrar lo real. El espectador sólo puede entonces hallar una apariencia de unidad acentuando su propia credulidad ante lo que se le dice. Se produce entonces una fusión entre el espectador y quien dice lo enunciado. Se hace conveniente renunciar a distanciarse de lo que se dice y se muestra, hay que renunciar a preguntar o a recobrar la palabra. La unidad nacional, la fusión entre vigilantes y vigilados, puede entonces instalarse.

La exhibición de las fallas del discurso sobre todos estos atentados tiene como efecto el surgimiento y propagación de una sicosis y la supresión de todo mecanismo de defensa, no sólo ante determinados actos o declaraciones sino ante cualquier acción o declaración del poder, por ejemplo ante leyes como la ley sobre la información de inteligencia, que saca la vida privada de las libertades fundamentales.


Un acto de guerra contra los pueblos

La ley [francesa] sobre la información de inteligencia, votada en junio de 2015, proyecto que ya tenía más de un año, nos fue presentada como una respuesta a los atentados perpetrados contra el semanario humorístico Charlie Hebdo. Esa ley autoriza sobre todo la instalación de «cajas negras» en los proveedores de acceso a internet para capturar en tiempo real los metadatos de los usuarios. También permite la instalación de micrófonos, de dispositivos de localización, de cámaras y de programas informáticos espías.

Quienes se verán sometidos a esas técnicas especiales de investigación no son los agentes de una potencia extranjera sino la población francesa. Así pasa esta a ser tratada como enemiga de un Poder Ejecutivo, que tiene en sus manos el poder de decisión y el «control» de esos dispositivos secretos. Utilizando como pretexto la lucha contra el terrorismo, esta ley legaliza una serie de medidas que ya venían aplicándose, poniendo así a la disposición del Ejecutivo un dispositivo permanente, clandestino y prácticamente ilimitado de vigilancia sobre la ciudadanía.

La ausencia total de eficacia en la prevención de los atentados nos confirma que no eran los terroristas sino, efectivamente, los pobladores de Francia quienes estaban en la mirilla de esa ley. Al modificar la naturaleza de los servicios de inteligencia, pasando del contraespionaje a la vigilancia sobre la ciudadanía, esta ley es un acto de guerra contra la población de Francia. Las masacres que acabamos de ver en París son la parte real de esa guerra.


                                                                                     Jean-Claude Paye


Fuente de consulta: 
Y siguen apareciendo pasaportes
Red Voltaire
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Notas:
[1] Julien Balboni, «Procès de Jean-Louis Denis : ’’Le parquet fédéral a envoyé des jeunes en Syrie"» , DH.be, 12 de noviembre de 2015.

[2] Ver, de Jean-Claude Paye y Tülay Umay, «L’affaire Merah (4/4): Le changement en se taisant: la parole confisquée», Réseau Voltaire, 30 de octubre de 2012.

12 junio 2015

De las viñetas de Mahoma 2005 a las viñetas de Charlie Hebdo 2015 (2)


LA ANSIOSA BUSQUEDA DEL “CHOQUE DE CIVILIZACIONES”




Nota de introducción por el redactor del blog


En esta segunda entrega un análisis pormenorizado del intelectual francés Thierry Meyssan, elaborado en febrero del 2007. Como es habitual en las operaciones encubiertas la misma analogía histórica se repite en el presente.

Luego de sus implicaciones judiciales en el 2007 por la reproducción de las viñetas de Mahoma aparecidas en la prensa danesa, el “Charlie Hebdo” siguió obsesionado por una reacción más digna de ellos. La provocación daría frutos después de largos años de espera.

Pero, realmente la provocación causó los acontecimientos de enero del 2015? Muchas hipótesis conducen a una manipulación de los servicios secretos. Las investigaciones “oficiales” nos han detallado como un  grupúsculo de fanáticos extremistas islámicos han perpetrado la masacre. Pero, realmente, actuaron por su propia iniciativa o fueron manipulados para tal cometido?

La rápida muerte de los presuntos atacantes del “Charlie Hebdo” garantiza el silencio definitivo de los actores, más el método utilizado para los atentados demuestran un viejo patrón de procedimiento.

Fue la masacre de París de enero del 2015 otro ataque de falsa bandera? Algo que comenté en mi artículo: Masacre en París. Cosas “raras” de los justicieros yihadistas. Lo más intrigante es la velocidad de identificar a los presuntos autores materiales de la matanza. Y, es que, ya es el colmo, una y otra vez, reiteradamente, los fanáticos terroristas siempre, por una maldita coincidencia o, quizá no, tienen la “costumbre”  de “olvidar” uno o más documentos de identidad en el lugar de los hechos o en los sitios a los que escapan. De allí a ser eliminados es juego de niños.

Lo analizaremos en la tercera entrega de este interesante tema.

Mas, la incitación a la violencia, no se ha dado solo  a través de horrorosas y obscenas viñetas. El cine también ha incursionado en la “guerra de civilizaciones”, alimentando las brasas hirvientes, en septiembre del 2012 se desató una nueva oleada de protestas, está vez contra un video difundido en los Estados Unidos en que se denigra al Profeta Mahoma. La cólera fue sentida con fuerza en Pakistán y Afganistán.

La difusión del film 'La inocencia de los musulmanes', fue claramente un nuevo intento por prender fuego, es que, el mismo título del film es por si ofensivo, no se diga el insulto y ridiculización del profeta, usando el término religioso, raya en la blasfemia. Por favor, eso no es libertad de expresión! Eso no es otra cosa que provocación, incitación a la violencia, que es justamente el propósito oculto de quienes difunden esa propaganda.

Para los intereses tras las sombras, no afecta los “daños colaterales” que una acción de esa índole pueda causar, los ataques más graves se produjeron en Libia, donde el embajador de Estados Unidos, Chris Stevens, fue sacrificado en nombre del “choque de civilizaciones” junto a varios funcionarios en el asalto al consulado norteamericano en Bengasi.

Pero el auténtico mundo musulmán – no el wahabita de ciertos reinos intolerantes de Medio Oriente - no ha caído en la trampa.

El caso del “Charlie Hebdo” en el 2015 no fue más que el reiterado intento de provocar, no solo a los musulmanes sino seguir sembrando las raíces del odio en la población de occidente. Es imprescindible conseguir que la gente exprese su rechazo a todos los males que se achaca al Islam. Las potencias imperialistas necesitan justificarse ante sus ciudadanos para sus proyectadas guerras, ya diseñadas por los estrategas del Pentágono y sus socios europeos. El pueblo llano debe ser cerebralmente lavado para que las guerras de aniquilación cultural que se avecinan sean aceptadas como un mal menor en defensa de la “civilización”.  

Finalmente, la tercera entrega es un ensayo por mi elaborado: El desfile por la ‘libertad de expresión’ en París, una sucinta revista de las consecuencias del multitudinario desfile del 11 de enero del 2015 contra el “terrorismo” y por la “libertad de expresión”. Aclarando que ese artículo ya fue publicado por mí en el blog a finales de enero.


                                                                                            T. Andino 



*****

La historia oculta de las «caricaturas de Mahoma»


por Thierry Meyssan

Usted cree conocer a fondo el escándalo de las «caricaturas de Mahoma» y piensa haber formado su propia opinión con pleno conocimiento del asunto. El hecho es que usted ignora la realidad sobre esa importante operación de propaganda tendiente a promover la «guerra de civilizaciones», empezando por el hecho que ninguna de esas caricaturas representa a Mahoma. Thierry Meyssan analiza aquí los lazos que vinculan a los diferentes protagonistas con la administración Bush y el método utilizado para envenenar el debate público, tanto en Oriente como en Occidente.

En la foto arriba, Philippe Val, jefe de redacción de la controvertida revista satírica francesa Charlie Hebdo, que durante mucho tiempo ha logrado fabricarse una imagen de publicación progresista y de izquierda. Pero, según serias investigaciones, resulta más bien lo contrario. Para algunos esta publicación es un aliado estratégico a la prensa oficialista y neoliberal, para otros un aliado de los círculos de poder atlantistas.


El 7 de febrero de 2007 comenzó en París el juicio contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo por el llamado escándalo de las «caricaturas de Mahoma». En plena campaña electoral presidencial, importantes personalidades comparecieron para ofrecer su testimonio a favor «del laicismo y de la libertad de expresión».

La prensa y los dirigentes políticos son casi unánimes. Marcando la pauta en su editorial, el diario atlantista Le Monde escribe: «El juicio contra Charlie Hebdo pertenece a otra era, a otra época. Aunque no fue este el argumento presentado por la parte acusadora, hay que recordar que lo que desencadenó la polémica fue la representación [gráfica] del profeta Mahoma, que, para el Islam, constituye una blasfemia. Estamos por tanto ante una querella oscurantista» [1].

Sin prestar oídos a la queja de los reclamantes, y sin esperar por el veredicto del tribunal, la palabra pública equipara las asociaciones de musulmanes con grupos oscurantistas, incompatibles con la República laica y moderna. En nombre del laicismo se estigmatiza a los fieles de una gran religión. Esta paradoja debe ser para nosotros una señal de alerta: en nombre del laicismo, se nos empuja a perder el sentido de la tolerancia. Tenemos que razonar antes de dejar que nos empujen a la «guerra de civilizaciones» [2].

El laicismo, cuando es verdadero, es hijo de la Razón. Dediquemos un poco de tiempo al análisis del origen y de las consecuencias de este conflicto. Veremos entonces que todo fue cuidadosamente organizado. A pesar de las apariencias, quienes publicaron las caricaturas y quienes organizaron las manifestaciones en el mundo musulmán en realidad no son adversarios. Todos actúan de forma organizada y con el objetivo de enemistarnos.


Las apariencias

En septiembre del año 2005, la prensa danesa reporta que un autor de literatura para niños trata infructuosamente de encontrar un ilustrador para un volumen sobre Mahoma ya que los ilustradores tienen miedo de criticar el Islam. En reacción, el redactor jefe del más importante diario danés lanza un concurso de ilustradores dentro de su publicación. Muy pronto, se publican 12 caricaturas.

En noviembre, la Sociedad Islámica de Dinamarca, estimándose insultada, exige excusas y organiza una manifestación ante las oficinas del diario. Las partes endurecen sus posiciones y varios periodistas declaran haber recibido amenazas de muerte. Una delegación de la Sociedad Islámica de Dinamarca redacta un informe sobre el caso y lanza un llamado de alerta a la Liga Árabe y a la Organización de la Conferencia Islámica. Once embajadores acreditados en Copenhague piden una reunión con el primer ministro danés con vistas a resolver la naciente crisis, pero el primer ministro argumenta que él no tiene autoridad sobre la prensa y no acepta el encuentro.

La prensa reporta en noviembre que un partido político paquistaní ofrece una recompensa a quien asesine a uno de los dibujantes. El primer ministro danés condena la iniciativa pero pronto se sabe que la noticia era falsa.

En diciembre, la reunión cumbre de la Conferencia Islámica, y más tarde la reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la Liga Árabe, aborda el asunto. La Alta Comisionada de las Naciones Unidas abre una investigación sobre el racismo en la prensa danesa. El consejo de ministros del Consejo de Europa toma nota de la actitud dilatoria del gobierno danés sobre el asunto señalando que no se trata de una cuestión ligada a la libertad de prensa sino de un problema de racismo.

En enero de 2006, el primer ministro danés insiste, en su mensaje de año nuevo, en su preocupación por la libertad de expresión. El fiscal de Viborg anuncia el sobreseimiento de la denuncia por blasfemia e incitación al odio presentada por las organizaciones musulmanas.

En febrero, numerosas manifestaciones contra las representaciones y los intereses daneses tienen lugar a través del mundo. Se producen quemas de banderas y embajadas así como un boicot contra productos daneses. La condena del mundo musulmán se extiende a Francia, donde un diario publicó las caricaturas, y más tarde a toda Europa, que parece ser cómplice.

En París, las caricaturas aparecen publicadas en France Soir y, más tarde, en Charlie Hebdo lo cual da lugar a una denuncia penal por parte de la Gran Mezquita de París (GMP) y de la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF). Mientras que la clase dirigente cierra filas con estas publicaciones, el presidente francés Jacques Chirac recibe a los denunciantes en el palacio del Elíseo y recuerda que la libertad de expresión constituye una responsabilidad.


Las contradicciones

Hasta aquí parece tratarse de una historia simple en la que la sucesión de hechos parece coherente. Hay, sin embargo, una serie de detalles que suenan falso.

Si el redactor jefe de un importante diario danés estaba tan preocupado por la imposibilidad de encontrar un ilustrador para un libro destinado a los niños, ¿cómo fue que acabó publicando una serie de caricaturas que no tienen nada que ver con ningún tipo de literatura infantil?

El Jyllands-Posten es el diario de más amplia difusión en Dinamarca. Posicionado a la derecha, el diario realiza desde hace 3 años una violenta campaña contra los inmigrantes. En el marco de esta campaña ha publicado constantemente artículos y editoriales en los que insinúa que el Islam es incompatible con la democracia y que es imposible que los musulmanes se integren a la sociedad danesa. El objetivo de esa intensa campaña es apoyar la reelección de la coalición gubernamental de Anders Fogh Rasmussen. En 3 años, el Jyllands-Posten inundó Dinamarca con su retórica islamófoba, de la que el propio primer ministro se ha convertido en vocero.

La coalición liberal conservadora sacó del poder a los socialdemócratas, quienes habían dominado el escenario político durante 80 años. También llevó al país a cuestionar el Estado-providencia y a lanzarse en una desenfrenada política de privatizaciones y de desregulación. Siguiendo una técnica electoral clásica, ante una población que acepta difícilmente estos bruscos cambios, Anders Fogh Rasmussen ha tratado de evitar el debate sobre las cuestiones sociales mediante la búsqueda de chivos expiatorios: los extranjeros.


                          El local de la revista Charlie Hebdo en París protegido por la policía.


El Consejo de la Prensa de Dinamarca ya había amonestado al Jyllands-Posten, en marzo de 2002, por violación de la deontología periodística cuando el diario subrayó de forma injustificada el origen étnico de personas implicadas en un caso criminal. En aquel entonces, el primer ministro no vaciló en aprovechar la ocasión para apoyar a este diario afirmando que el sector periodístico cedía a la corriente de lo políticamente correcto.

La violencia del Jyllands-Posten también había sido señalada en el informe sobre el caso de Dinamarca que presentara el European Network Against Racism, la federación de asociaciones antirracistas europeas [3]. El informe describía al Jyllands-Posten como una publicación de extrema derecha. Este observatorio antirracista de la prensa europea realizó un análisis del contenido de los materiales publicados en ese periódico en el transcurso de 3 meses. Señaló que el 53% de las crónicas, el 55% de los artículos, el 70% de las noticias cortas, el 73% de las tribunas libres, el 79% de los editoriales y el 81% de las cartas de los lectores sobre las minorías extranjeras presentan a estas últimas de forma negativa.

En otras palabras, el Jyllands-Posten no publicó las caricaturas para liberar a los ilustradores daneses de una autocensura sino en el marco de una gran campaña de incitación al odio.


Segunda incoherencia:
¿Por qué dibujos cuyo objetivo es ridiculizar una religión tratan de hacerlo vinculándola al terrorismo?

El concurso de caricaturas fue iniciativa del responsable del suplemento cultural dominical del diario, Fleming Rose. Este último se define a sí mismo como «judío sionista» y no se inmuta en lo más mínimo cuando se le señala que durante los años 1930-40 el Jyllands-Posten fue partidario del fascismo y del nazismo. Al recibir amenazas de muerte, luego de la publicación de las caricaturas, Fleming Rose prefirió buscar refugio en Estados Unidos, a pesar de la protección de la policía danesa.

Fleming Rose es amigo del teórico de la islamofobia Daniel Pipes [4]. En un artículo fechado el 29 de octubre de 2004, Rose cuenta sus conversaciones con Pipes y apoya las tesis de este último. «Pipes está sorprendido de que no haya en Europa una alarma más acentuada ante el desafío que representa el Islam en el contexto de la caída del índice de fecundidad y del debilitamiento de la identidad histórica y cultural», escribe Rose en ese artículo.

Daniel Pipes es el autor de esta célebre fórmula: «Todos los musulmanes no son terroristas, pero todos los terroristas son musulmanes». Partiendo de esa base, Pipes aconseja una vigilancia policíaca sistemática sobre todos los musulmanes en Estados Unidos y en Europa. Los dibujos publicados por Fleming Rose van más lejos aún: insinúan que todos los musulmanes son potencialmente terroristas.

La directora del Jyllands-Posten, Merete Eldrup, está casada con Anders Eldrup, director de la compañía nacional de hidrocarburos, la Danish Oil and Natural Gas (DONG). Desde hace 5 años, o sea desde la llegada de la coalición liberal conservadora al poder, Anders Eldrup y el primer ministro participan en las reuniones anuales del Grupo de Bilderberg. Este club, extremadamente cerrado, es una emanación de la OTAN y es esta última quien se encarga de invitar, poner a prueba y aprobar a los mensajeros de Estados Unidos en Europa.

Desde la primera guerra del Golfo, en 1991, y más aún desde los atentados de septiembre de 2001, los servicios de la OTAN desarrollan estudios sobre el tema del enemigo interno. Los suburbios islamizados de Europa son considerados madrigueras de terroristas. Inmersos en esa atmósfera, Fleming Rose y Merete Eldrup sólo ven a los musulmanes como potenciales terroristas.


Tercera incoherencia:
¿Por qué el primer ministro danés desechó la mediación cuando esta aún era posible?

Anders Fogh Rasmussen no sólo es el autor de Fra socialstat til minimalstat (Del Estado socialista al Estado mínimo). Es también el hijo espiritual de Uffe Ellemann-Jensen, ex presidente de su partido. Este último fue durante mucho tiempo el hombre de Washington en Dinamarca. Ministro de Relaciones Exteriores y viceprimer ministro desde 1982 hasta 1993, elaboró la doctrina que lleva su nombre y según la cual un pequeño Estado como Dinamarca puede desempeñar un papel importante en el escenario internacional, abriéndole la puerta a Estados Unidos. En 1991, logró convencer a la muy reticente opinión pública danesa de participar en la guerra del Golfo.

También reconoció, antes que cualquier otro país, la independencia de los Estados del Báltico, provocando así el desmembramiento de la Unión Soviética ante la onda expansiva de la explosión del bloque del este. En 1995, se postuló para el puesto de secretario general de la OTAN pero encontró la rotunda oposición del presidente francés Jacques Chirac, quien señaló el total alineamiento de Ellemann-Jensen con la política de Washington. Uffe Ellemann-Jensen, quien ya no está oficialmente vinculado al gobierno, se pronunció contra las caricaturas.

Anders Fogh Rasmussen aplica la «doctrina Ellemann-Jensen», tendiente a servir de caballo de Troya de Estados Unidos en Europa. Así que, cuando ejerció la presidencia rotativa de la Unión Europea durante el segundo semestre del año 2002, fue él quien preparó les acuerdos secretos entre la Unión Europea y Estados Unidos en el marco de la Nueva Agenda Transatlántica, acuerdos que fueron firmados el 22 de enero de 2003 y que autorizaron el secuestro, la detención y la tortura por la CIA y el MI6 de sospechosos en cualquier lugar de la Unión Europea [5].

Según un informe del Consejo de Europa, la práctica de secuestros, detenciones y torturas se ha desarrollado considerablemente. Más de un centenar de víctimas han sido identificadas. Se trata exclusivamente de musulmanes.

Mientras tanto, Rasmussen publica en el diario londinense The Times una tribuna libre que firma junto a otros 7 jefes de gobiernos europeos para tratar de enrolar a la Unión Europea en la guerra de Irak [6]. En definitiva, Rasmussen acabará enviando a Irak más de 500 hombres, estacionados en Camp Denevang, cerca de Basora. Al confirmarse que Irak no disponía de armas de destrucción masiva, una comisión investigadora del parlamento danés comprueba que –al igual que George W. Bush y Tony Blair– Anders Fogh Rasmussen mintió de forma intencional a sus conciudadanos para empujarlos a entrar en la guerra.

No sólo el primer ministro danés no tenía la más mínimas ganas de aplacar la crisis de las caricaturas sino que esta última sirve a sus objetivos políticos en la medida en que profundiza la separación entre las civilizaciones. La tensión fortalece su posición en el ámbito nacional y favorece la estrategia internacional de sus aliados. Es verdad que el boicot le costó a Dinamarca pérdidas ascendentes a mil millones de coronas (134 millones de euros), pero Estados Unidos sabrá seguramente cómo resarcirla.

Un libro publicado por el periodista Toger Seidenfaden (también miembro del Grupo de Bilderberg) y el historiador Rune Engelbreth Larsen demuestra efectivamente, basándose en 4 000 documentos oficiales, que el primer ministro danés hizo todo lo posible por provocar la crisis. Para ello le mintió deliberadamente a la opinión pública haciéndole creer que los embajadores de la Liga Árabe exigían una censura religiosa cuando en realidad pedían un diálogo tendiente a limitar la propagación del racismo [7].

En su informe anual sobre Dinamarca, el Comité Europeo Contra el Racismo y el Antisemitismo (que no depende de la Unión Europea sino del Consejo de Europa) expresa su «gran preocupación» ante el desarrollo de un «clima de intolerancia y de xenofobia hacia los refugiados y los solicitantes de asilo así como hacia los grupos minoritarios en general, y los musulmanes en particular». Menciona al primer ministro danés y al Partido Popular, miembro de la coalición gubernamental, como responsables directos de ese fenómeno. Denuncia además la no aplicación sistemática de la ley de represión contra el racismo [8].


Cuarta incoherencia:
Las caricaturas son tan espantosamente mediocres que, al principio, suscitaron más desprecio que cólera. Entonces, ¿cómo es posible que las caricaturas provocaran en el mundo musulmán más cólera que la ocupación de Palestina, la invasión de Afganistán y los bombardeos contra el Líbano?

Ante la publicación de las caricaturas, varias organizaciones musulmanas danesas se reunieron para definir una estrategia común. Presentaron entonces una denuncia por blasfemia (artículo 140 del Código Penal danés) e instigación al odio y la discriminación contra un grupo de personas por causa de su creencia religiosa (artículo 266b). Paralelamente a esa acción colectiva, ciertos participantes de esa asamblea organizaron manifestaciones y una acción de cabildeo dirigido a los embajadores de Estados musulmanes acreditados en Copenhague, acción nucleada alrededor de Ahmad Abu Laban [9], imam de la grupuscular Sociedad Islámica de Dinamarca (Islamik Trossamfund) y de su amigo Ahmed Akkari, autodesignado vocero de un Comité Europeo de Defensa del Profeta creado a raíz de todo este asunto. Según ellos el objetivo era ampliar el debate a la cuestión general de las muestras de discriminación de las que son víctimas los musulmanes en Dinamarca. Para ello montaron un expediente de 43 páginas, expediente que ilustraron con caricaturas, entre las que se encontraban las del Jyllands-Posten.

Pero el llamado «Expediente Akkari» también contiene dibujos mucho más insultantes que los del Jylands-Posten, como por ejemplo uno en el que se ve un musulmán arrodillado en posición de orar mientras que es sodomizado por un perro. Fue la lectura de ese documento lo que dio lugar a la movilización de numerosas autoridades árabes y musulmanas, civiles y religiosas. Así que fue aquel expediente lo que convenció a los representantes de la opinión del mundo musulmán de que las caricaturas eran sobre Mahoma y el Islam.

Abu Laban y Ahmed Akkari emprendieron una gira internacional durante la cual se reunieron con el secretario general de la Liga Árabe, con el gran mufti del Cairo, con el director de la universidad Al-Azhar, con el gran mufti de Beirut, con el jeque Faldlalah del Hezbollah, con el cardenal Sfeir y el gran mufti de Damasco.

Esa gira resulta tanto más sorprendente cuanto que Abu Laban no debiera haber podido visitar Egipto, país que anteriormente le había prohibido la entrada a su territorio, al igual que los Emiratos Árabes Unidos. Laban es, en efecto comandante de un movimiento parcialmente clandestino, el Hizb ut-Tahrir (Partido de la Liberación), organización que los nacionalistas árabes no tienen en gran estima.

Creado por el jurista Taqiuddin al-Nabhani en 1953, el Hizb ut-Tahrir afirma querer restablecer el califato otomano que dominó y oprimió al mundo árabe. Este movimiento tiene muy mala reputación en los Estados árabes, que lo consideran, con razón o sin ella, como un grupo de locos manipulados por la inteligencia británica para mantener su influencia en la región. Su fundador murió en Beirut, en 1977. Aunque este partido se presenta como una organización no violenta, su programa no deja lugar a dudas sobre las intenciones que abriga. Prevé la creación de un Estado islámico único bajo el mando dictatorial de un califa y la aplicación de una interpretación severa de la shariah. El califa gobernaría con ayuda de un emir de la Jihad encargado de movilizar a todos los hombres de más de 15 años para hacerle la guerra a todos los no musulmanes.

Contrariamente a lo que usted pudiera creer, el cuartel general del Hizb ut-Tahrir no está en Estambul sino en Londres, donde goza de una fuerte protección policial, a pesar de que el primer ministro Tony Blair lo ha calificado de organización terrorista. Los principales dirigentes londinenses del movimiento reciben remuneraciones similares a las de altos responsables de multinacionales anglosajonas de la informática, a pesar de que ese tipo de empleo exige una acreditación clasificada como secreto militar.

A falta de ser populares en el mundo árabe, los partidarios del restablecimiento del califato otomano sí lo son en el seno de ciertas poblaciones de lengua turca de Asia central. El Hizb ut-Tahrir fomenta el desorden por toda esa región, incluyendo la zona china de Xin Kiang, sin distinción de los regímenes en el poder. La compasión se impone cuando sus miembros son arrestados y torturados por el régimen de Karimov, en Uzbekistán, pero nada indica que ellos mismos serían más compasivos que sus torturadores si lograran llegar al poder.

Los Estados de la región no tardaron en comprender el peligro que representa el Hizb ut-Tahrir. De hecho lo consideran un instrumento de la CIA y del MI6, como antes lo fueron los muyahidines contra la URSS [10] y se han unido para combatirlo, siendo este uno de los objetivos de la Organización de Cooperación de Shangai, la nueva alianza ruso-china.




Incitaciones al odio
El personaje de la caricatura de arriba (Centro de Estudios del Problema Judío de Boloña, 1943) no es Moisés sino una personificación de los judíos en general, a quienes se atribuye la responsabilidad de la Segunda Guerra Mundial. El personaje de la caricatura de abajo (publicada por le diario danés Jylland-Posten, 2005) no es Mahoma sino una personificación de los musulmanes en general, a los que se atribuye la responsabilidad por el terrorismo, que el presidente Bush califica de «Nueva Guerra Mundial». Estos dos dibujos no tienen nada que ver con una supuesta crítica hacia una religión. Son dos caricaturas de propaganda tendientes a estigmatizar a grupos de creyentes. La primera fue utilizada para justificar un genocidio. ¿Cuál es el objetivo de la segunda?

 


La manipulación en Francia

France Soir fue la primera publicación que reprodujo las caricaturas en Francia. Este diario, que en aquel momento se encontraba en quiebra, era entonces objeto de feroces luchas de influencia entre los financistas que aspiraban a apoderarse de su control. El personal encargado de tomar las decisiones editoriales en el seno de la publicación está ligado en aquel entonces a un misterioso posible comprador del diario cuyo nombre sólo saldrá a relucir varios meses más tarde. Se trata del comerciante de armas Arcadi Gaydamak, presidente de Betar (la milicia del Likud) y del club de fútbol que también lleva ese nombre y candidato a la alcaldía de Jerusalén. Su identidad se mantuvo en secreto durante el mayor tiempo posible debido a la existencia de una orden internacional de arresto por fraude fiscal contra este personaje.

Una semana más tarde, las caricaturas aparecen de nuevo, en Charlie Hebdo. Como ya demostrara anteriormente en nuestro sitio web Cedric Housez, el semanario satírico viene concentrándose, desde finales del año 2003, en la denuncia del peligro musulmán tomando posición contra la participación de Tariq Ramadan en el Forum Social Europeo, por la prohibición del velo, contra la política de Francia hacia el mundo árabe, a favor de la política de Israel, etc. [11]

Tanto en el caso de France Soir, como en el de Charlie Hebdo, la publicación de las caricaturas es la prolongación de ya viejas campañas de prensa al servicio de la ideología neoconservadora de la «guerra de civilizaciones». Y resulta eficaz ya que la clase dirigente francesa finge, de forma casi unánime, no ver el aspecto antimusulmán del asunto y expresa su apoyo a tan “bella” manifestación de la libertad de expresión. La única voz discordante será la de Jacques Chirac, quien subraya que «Francia, país laico, respeta todas las religiones y todas las creencias».

Yendo un poco más lejos aún en el campo de la hipocresía, Charlie Hebdo publica "El mafiesto de los doce". Este documento denuncia el islamismo como el nuevo totalitarismo [12] que se opone a la libertad de expresión. Entre sus firmantes se encuentran, además del propio director de Charlie Hebdo, Philippe Val, la diputada mitómana holandesa Ayaan Hirsi Ali, los periodistas Carolina Fourest y Antoine Sfeir y el ensayista Bernard Henry-Levy.

La Gran Mezquita de París y la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF) presentaron ante la justicia una denuncia contra Charlie Hebdo. Varios candidatos a la presidencia de Francia expresaron su apoyo al semanario satírico, en nombre de la «libertad de expresión». Primero fueron Corinne Lepage (Cap 21) y Dominique Voynet (de los Verdes), mediante una petición. Más tarde lo hicieron François Bayrou (UDF) y François Hollande (representante de Segolene Royal, Partido Socialista), al comparecer como testigos durante la vista de la causa. Y finalmente, también lo hizo Nicolas Sarkozy (UMP) en carta dirigida al tribunal. Jacques Chirac, cuya intervención había tenido lugar al principio de la polémica, no se expresó de nuevo, pero ofreció su abogado a la GMP y a la UOIF. La justicia dará su veredicto el 15 de marzo de 2007.

Nicolas Sarkozy (candidato presidencial francés por la derecha en las elecciones de 2007) desempeñó un papel sui generis. En el momento de la publicación de las caricaturas, en su calidad de ministro del Interior y de Cultos, se negó a tomar medidas de carácter jurídico y aconsejó a las asociaciones que forman parte del Consejo de los Musulmanes de Francia que se encargaran de hacerlo. Posteriormente, para sorpresa de estas asociaciones, envió en el último minuto a los abogados de Charlie Hebdo una carta de apoyo a la publicación. Lo cual explica las dudas del Consejo de los Musulmanes de Francia ante la posibilidad de renunciar en masa.


¿Blasfemia o incitación al odio?

Reproducimos aquí la caricatura más polémica. En ella aparece un hombre que lleva un turbante que en realidad es una bomba. Según el Jyllands-Posten, el personaje es Mahoma y la caricatura ridiculiza a los extremistas que invocan al Profeta en la práctica del terrorismo. Sin embargo, el turbante del personaje lleva inscrita la profesión de fe de los musulmanes: «Dios es grande y Mahoma es su profeta». Por consiguiente, el personaje no es Mahoma sino un musulmán emblemático. El objetivo del turbante-bomba es asociar su imagen con la de un terrorista. Este mensaje estigmatiza a los musulmanes en su conjunto y constituye una instigación al odio castigada por la ley en cualquier sociedad democrática.

O sea, se habla indebidamente de las «caricaturas de Mahoma» cuando en realidad se trata de caricaturas sobre los musulmanes [13].

En un primer momento, parecía indudable para el tribunal que no se trataba de una crítica hacia una religión sino de una injuria y/ó difamación contra un grupo de personas por causa de la supuesta pertenencia de estas últimas a una religión. En efecto, el tribunal no aceptó una denuncia de una asociación religiosa que quería defender a las personas que creen en el Islam, pero si aceptó las de la GMP y la UOIF ya que los estatutos de esas dos asociaciones incluyen la defensa de los derechos de sus miembros como miembros de la sociedad y no como creyentes. Sin embargo, en un segundo tiempo, el presidente del tribunal dejó que la vista se desarrollara como si se tratara de un juicio sobre el derecho a criticar el Islam.

En este caso, ya se sabe, en este momento, que los principales protagonistas mintieron (el Jyllands-Posten en cuanto a sus objetivos, el primer ministro danés en lo tocante a los reclamos de los embajadores árabes, la Sociedad Islámica de Dinamarca sobre el carácter de las caricaturas y Abu Laban sobre su propio compromiso político). También se sabe que todos estos protagonistas están vinculados a la administración de Estados Unidos, que se dedica a promover la «guerra de civilizaciones».



Thierry Meyssan
Red Voltaire
febrero 2007
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NOTAS:
[1] «Procès d’un autre âge», editorial, Le Monde, 7 de febrero de 2007.
[2] «La "guerra de civilizaciones"» por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 7 de diciembre de 2004.
[3] ENAR Sshadow report 2004 Danemark, ENAR, pp. 40-43.
[4] «Daniel Pipes, experto del odio», Red Voltaire, 12 de julio de 2005.
[5] «La Unión Europea autorizó por escrito las prisiones secretas de la CIA desde enero de 2003», Red Voltaire, 15 de diciembre de 2005.
[6] «Europe and America must stand united», The Times, 29 de enero de 2003. Ver análisis en «La crise irakienne divise l’Europe entre atlantistes et indépendantistes», Voltaire, 30 de enero de 2003.
[7] Karikaturkrisen. En undersøgelse af baggrund og ansvar por Toger Seidenfaden y Rune Engelbreth Larsen, Gyldendal, København 2006.
[8] Tercer informe sobre Dinamarca, aprobado el 16 de diciembre de 2005 y dado a conocer el 16 de mayo de 2006, ECRI, Consejo de Europa.
[9] Ahmad Abu Laban murió de cáncer el 1º de febrero de 2007.
[10] «Enemies bought, friends sold: John Laughland The Uzbek upheaval is seen as a ’people power’ movement but is likely to cement US control of the region», The Guardian, 19 de mayo de 2005
[11] «Venderle a la izquierda el “choque de civilizaciones”» por Cédric Housez, Red Voltaire, 5 de septiembre de 2005.
[12] «Choque de civilizaciones: el viejo cuento del “nuevo totalitarismo”» por Cédric Housez, Red Voltaire, 25 de septiembre de 2006.
[13] Sólo uno de los dibujos del Jyllands-Posten representa a Mahoma. Pero no se trata de una caricatura. Es el único dibujo destinado a ilustrar un libro para niños.

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