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07 mayo 2024

Cinco mitos estadounidenses sobre la victoria contra el nazismo



Por: Tito Andino
Artículo publicado en 2016
y actualizado al 7 de mayo 2024


Parte I
Una introducción al nuevo “revisionismo” auspiciado por los Estados Unidos.
En estos días se conmemora un aniversario más del final de la guerra en Europa. Hemos dado algunas pistas en varias entradas del blog de que los Estados Unidos e incluso países europeos pretenden desconocer y borrar de los libros de historia el papel del Ejército Rojo en el triunfo sobre el nazismo. La premisa es esa, y no solo minimizar el papel de la URSS en la victoria de la Segunda Guerra Mundial. Tampoco es de extrañar que no se publicite estos días la celebración en Moscú del "Día de la Victoria" sobre el fascismo (en 2023 por motivos de seguridad no hubo desfile en la Plaza Roja).

Tampoco se puede ocultar el rol -tardío- de naciones europeas como la Gran Bretaña que finalmente reaccionaron ante la amenaza nazi, o la resistencia de los franceses y de otros países europeos que cayeron bajo la bota hitleriana, pagando una terrible contribución de sangre y padeciendo destrucción en sus naciones. Tampoco se puede olvidar el aporte estadounidense (interés político - económico) desde el inicio de la contienda con el suministro de logística militar tan necesaria para que los británicos resistan y su posterior participación en el teatro de operaciones bélicas en Europa. 

El papel de los Estados Unidos fue clave en el Pacífico, nadie puede olvidar ni desconocer el sacrificio de millares de vidas. En Europa, aunque demasiado tarde, la invasión de Italia con la dura resistencia alemana no culminaría hasta la misma rendición del nazismo en otros teatros de operaciones. El desembarco de tropas en Normandía junto a las fuerzas británicas abriendo en 1944 un nuevo frente son de vital valor estratégico; y sobre todo, sus inmensos recursos, su capacidad logística e industrial volcada al objetivo de derrotar al nazismo mantuvieron a raya a las potencias del Eje.

Sin embargo, ninguno de esos hechos puede ser invocado, abusivamente, en aras de intereses político-económicos de actualidad, ofendiendo la memoria de millones de combatientes soviéticos que derramaron su sangre, poniendo la mitad de muertos en el conflicto mundial. Resulta un irrespeto total, una burla a los caídos y a sus descendientes el pretender empequeñecer el sacrificio soviético.      

Hoy, la ‘guerra fría’ ha resurgido, y es imperativo - para los Estados Unidos y la OTAN- volver a satanizar a un “enemigo”. En el mundo actual, el único que reúne esos "requisitos" es la Federación Rusa, a la par de China, incluso en orden de prioridades Irán y Corea del Norte.

La estrategia de la nueva Guerra Fría está en marcha desde hace un buen tiempo, al mejor estilo nazi, es decir, incesante bombardeo -a través de los medios de embrutecimiento masivo- de la propaganda negra.

En pleno siglo XXI la difusión del legado del nazismo va adquiriendo nuevas dimensiones, es un arma silenciosa, psicológica, que va adoctrinando y no educando, principalmente a las juventudes de Hispanoamérica, con historias fraudulentas, partidos políticos españoles los secundan disimuladamente, pero la tarea principal 
ha sido encomendada para su recreación a organizaciones de ultraderecha quienes meten ruido pregonando el retorno del fascismo como solución a los problemas del mundo contemporáneo. Si repasamos la historia de la posguerra en Europa veremos que primero comenzó con la acusación, a diestra y siniestra, sobre una enorme conspiración judía para apoderarse del mundo, con la mirada complaciente del lobby judío en Estados Unidos, paradójico, pero cierto.

A Israel le resulta útil y gratificante una ola de "antisemitismo", siendo la mejor arma para recordar hechos del pasado y seguir obteniendo -hasta ahora!- compensaciones económicas y de otro tipo, a pesar de su cruel extremismo contra los palestinos. Entonces, la mejor tarea que hacen los movimientos de la extrema derecha, los “revisionistas” y otros exaltados, conscientes o no, es seguir el juego a ese pequeño estado  conocido como Israel (ni los líderes de estos grupos radicales conocen los objetivos, ni quienes los manejan, mientras una masa sucia de seguidores se tragan toda la inmundicia atiborrada en sus cerebros).

Volviendo al tema que nos ocupa, la mejor forma de desnaturalizar el aporte ruso y de la extinta Unión Soviética en la segunda guerra mundial es aplicando la misma retórica de la época del nazismo. Habíamos expresado en anteriores ensayos que nadie debe dudar, ni tomar a la ligera estos hechos. El gobierno estadounidense se pronunció por rescribir la historia de la segunda guerra mundial, su propósito, reitero, no es otro que minimizar el rol protagónico en la victoria contra el fascismo de la Rusia soviética. Ucrania es hoy el ejemplo más palpable, estamos ante el retorno de lo incomprensible, el nazismo en su esencia pura, allí se exalta, hasta el grado de erigirles héroes nacionales a los jefes del colaboracionismo con los nazis y la prensa comercial los aplaude, en las escuelas europeas obligan a incautos críos a solidarizarse con millares de extremistas neonazis que cometieron atrocidades en el este de Ucrania (Donbass). Así es como consiguen borrar la historia reciente en aras de perversos planes, es lo que muchos, erróneamente, llaman “revisionismo”.

La verdad, raramente analizada, es que una ola de narradores, autoproclamados “revisionistas” tienen vínculos personales con organizaciones políticas e ideológicas del fascismo puro y otros grupos de poder que poseen influencia en grandes esferas político-militar de los Estados Unidos, tan verídico que uno de los mejores investigadores sobre el tema, Daniel Estulin, afirmó que estas organizaciones tienen en sus filas a neoconservadores, republicanos del ala de ultraderecha, así como de la extrema derecha de Israel (Likud) y hasta descendientes étnicos pos-nazis. "Detrás de ellos, oculto del escrutinio público, se encuentra el Movimiento Sinárquico de los Imperios, el auténtico poder que los ingenuos califican como Fascismo”.

También se explicó en otro trabajo que hace algunas décadas era posible hacerse de la vista gorda ante una "milagrosa" difusión de textos con la trama de la clásica conspiración “judeo-masónica-comunista”. A los Estados Unidos eso le vino de maravilla al vilipendiarse grotescamente a sus rivales soviéticos. Al fin y al cabo la propaganda, aun la mentirosa extrema, da frutos, algo que copiaron de los propagandistas nazis. En aquellos días -incluso en la actualidad- no tenía importancia que se denigre a los judíos y otras razas “inferiores”. Todo esto fue y sigue siendo parte del circo mediático con lo cual están de acuerdo los sucesivos gobiernos de Israel ("el antisemitismo"). Un  fin mayor lo justifica.

Respecto a la amenaza de rescribir la historia de la segunda guerra mundial por parte de los Estados Unidos, será aprovechada para seguir difundiendo el sinarquismo y las ideas extremistas de derecha, la ideología fascista en su esencia, tal como se aprecia desde 2014 en Ucrania.

Estamos caminando a una nueva etapa pro “revisionista”, ya no al estilo de la conspiración “judeo - masónica - comunista”. Esa delirante "teoría" murió por su propia boca, al caer el Muro de Berlín y la desintegración de los regímenes totalitarios, lo cual no quiere decir que alguna vez haya sido cierto, sino que uno de sus pseudo argumentos quedó expuesto como el fraude que siempre fue, al igual que otros tantos timos históricos. Con la “pérdida” de su “enemigo” -el comunismo- los “revisionistas” quedaron huérfanos de ideas, a tal punto que, ya no hay producción de nueva literatura. Desde hace mucho solo les queda la herramienta de internet para copiar y reproducir a través de miles de páginas webs, los fraudulentos escritos de Borrego, Bochaca, “Romanescu” y un no tan corto etc., por citar autores de habla castellana.

El nuevo impulso “revisionista” necesariamente tendrá que ser pro-americano, pro-OTAN y contra los “perversos” rusos, la nueva “amenaza” de la humanidad.

Así las cosas, reinterpretar la historia de la segunda guerra mundial de forma unilateral por los Estados Unidos, alejados de fuentes historiográficas y académicas, ocultando decenas de miles de documentos que aun permanecen inéditos o clasificados como secretos conllevará, de hecho ya están ampliamente divulgados, hechos como los siguientes. 

Repasemos algunos de estos falsos mitos en datos concretos.


Parte II
I. El mito del desembarco en Normandía como la batalla decisiva de la segunda guerra mundial.



Este es un tergiversado enfoque. La realidad es otra. "La liberación norteamericana de Europa es otro fraude hipócrita" y mucho menos fue desinteresada, expresó Alfredo Embid.

La historia nos enseña que el inicio de la contienda fue a raíz del ataque alemán a territorio polaco, 1 de septiembre de 1939. Francia e Inglaterra declaran las hostilidades a los pocos días. La URSS fue invadida por los nazis el 22 junio de 1941 y al no caer derrotada ese verano, el punto de inflexión comienza a dar marcha. Luego de varios meses, producto del ataque japonés a Pearl Harbor, Estados Unidos entra oficialmente en guerra contra el Eje en diciembre de 1941.

La batalla de Stalingrado, muy a pesar de los estadounidenses, fue un episodio trascendental, tras meses de duros combates, en febrero de 1943 el Ejército Rojo derrota nuevamente al poderoso Ejército alemán. Si Moscú fue el comienzo, Stalingrado es el hito, es el fin del milenario “Reich de los Mil Años”. Alemania ya no será capaz de hacer frente a las contraofensivas soviéticas, a pesar de su tenaz resistencia.

En Stalingrado cayeron en la lucha más soldados rusos –se estima que casi medio millón-  que tropas estadounidenses en toda la guerra. Si bien es cierto que la URSS recibió ayuda estadounidense dentro de la Ley “Préstamos y Arriendos” no tuvo ningún peso de trascendencia, ni influyó sobre la capacidad industrial soviética.

Se ha intentado menospreciar (minimizar) la resistencia rusa en las afueras de Moscú en 1941, cuando los alemanes eran una verdadera aplanadora con su ‘Bllitzkrieg’ imparable en toda Europa. Esa resistencia menguó ostensiblemente la moral de los industriales y junkers prusianos aliados del cabo bohemio (Hitler), esa alianza de conveniencia, desde aquel momento empezó a tambalear.

Si Moscú fue la resistencia a la embestida nazi. Stalingrado fue el inició del contraataque y la batalla de Kursk –la más grande contienda de tanques de la historia, con 6.000 blindados implicados-, fue la sepultura de la otrora invencible Wehrmacht.

Son estas batallas en el Frente del Este y no la invasión de Normandía las que vencieron a los nazis. Moscú, Stalingrado y Kursk aplastaron la maquinaria alemana que movilizó inmensos ejércitos y la mayor parte de sus divisiones blindadas. Cualquier historiador acertará en decir que Hitler fue vencido en Rusia, allí quedaron sepultados el 90% de soldados y tanques alemanes, las mejores tropas fueron consumidas y la capacidad industrial de guerra alemana nunca más pudo hacer frente al poder de movilización de los soviéticos.

 


La historia irrefutable también nos enseña que las tropas anglo-americanas abrieron un nuevo frente "de apoyo" a los rusos (es indiscutible que Moscú clamaba por la apertura de un Frente Occidental), esta ayuda solamente se hizo efectiva tras los decisivos y demoledores golpes soviéticos en Stalingrado y Kursk -y tuvo que pasar un año más-. El desembarco en Normandía llegó el 6 de junio de 1944.

Pero, la mayoría de historiadores estadounidenses "desconocen" la Operación soviética "Bagration", que, a su vez, fue un clamor de los Aliados occidentales a Stalin para que la invasión de Francia tuviera éxito, evitándose el envío de grandes fuerzas alemanas de refuerzo. Esto traducido significa que la Alemania nazi tuvo que luchar en dos frentes al mismo tiempo. "Operación Bagration" inició el 22 de junio (algo más de dos semanas del inicio de "Operación Overlord") y duró hasta el 19 de agosto de 1944, una ofensiva estratégica en Bielorrusia que desvió las reservas móviles alemanas a los sectores centrales del frente Oriental. "Bagration" es la mayor derrota en la historia militar alemana, destrozó por completo la línea alemana del frente, con alrededor de 450.000 bajas germanas, la destrucción de 28 de las 34 divisiones del Grupo de Ejércitos Centro, más de 20 generales capturados. Bielorrusia fue liberada y permitió nuevas ofensivas soviéticas hacia Lituania, Polonia y Rumania a lo largo de julio y agosto. Otros 300.000 soldados alemanes quedaron aislados en la Bolsa de Curlandia...

La toma de Berlín fue producto del sacrificio de decenas de miles de combatientes del ejército rojo dirigidos por Zhukov.















 

II. El mito de la lucha de los Estados Unidos contra el nazismo.

Estados Unidos se benefició de la guerra. Hoy en día es lo que es, un poderoso Imperio, la primera potencia mundial y eso debe agradecerlo a la guerra y a los nazis.

No hace falta destacar que los americanos se involucraron en el conflicto con la consigna de salvaguardar sus intereses coloniales en Asia y, aun más, cuando el Ejército Rojo apabulló a Hitler. No había otra opción, sino intervenir para ganar algo y evitar que la URSS no ostente el privilegio de haber liberado Europa. La alianza conocida como “Los Aliados” fue una bendición política para los estadounidenses, de esa forma consiguieron detener el imparable avance soviético en Europa, victoria tras victoria, derrotando al nazismo.

Dada la complejidad del tema y la clasificación reservada de miles de documentos que demuestran que magnates de la industria y políticos de los Estados Unidos promovieron la guerra, se torna imprescindible buscar fuentes que confirman este aserto.  Aquí algunas citas:

Henry Ford:
"Ni los Aliados, ni el Eje deberían ganar la guerra. Los Estados Unidos deberían proporcionar a ambos campos los medios para continuar combatiendo hasta que ambos se hundiesen".

El futuro presidente de los Estados Unidos, Harry Truman, afirmaba en 1941:
"Si Alemania gana, debemos ayudar a Rusia y si Rusia gana, debemos ayudar a Alemania, a fin de que mueran el máximo de personas de cada lado. Esperamos que no gane ninguno, que se maten mutuamente".

Este es solo un modesto ensayo, no una obra de historia de la guerra mundial, estos simples ejemplos y otros elementos permiten confirmar que los Estados Unidos siempre persiguieron un objetivo de carácter canallesco, impulsar al máximo un exterminio de otros estados entre si y solamente intervenir cuando no haya otra opción.


III. El mito de que la ayuda de los Estados Unidos a los Aliados contra el nazismo, llevó a la victoria final.

Justamente hicieron lo contrario. Las multinacionales y los banqueros de Norteamérica ayudaron al desarrollo del nazismo. No fueron los únicos, Francia también le proporcionó suministros industriales (4). ¡Los negocios son los negocios!.

Una gran parte de las grandes empresas y sociedades estadounidenses colaboraron con Hitler, antes y durante la guerra: Esso (que era en la época la Standard Oil), Ford y General Motors, Du Pont, Union Carbide, Westinghouse, General Electric, Goodrich, Singer, Kodak, ITT, IBM, JP Morgan, etc.(5)

Por ejemplo, Esso proporcionaba la gasolina, Ford y General Motors los camiones militares (6). IBM proporcionaba los elementos materiales para el fichaje de los judíos en los campos de exterminio. Los tribunales suizos dictaminaron que IBM no puede responder a las acusaciones de haber ayudado a los nazis en el exterminio de personas en los campos de concentración, no porque las acusaciones sean falsas, si no porque son antiguas. La asociación The Gypsy International Recognition and Compensation Action (GIRCA) apeló en Ginebra la decisión de la corte suiza(7).

El capitalismo estadounidense también invirtió dinero en la industria de armamento de la Alemania nazi y siguieron recibiendo sus beneficios durante la guerra. Todos ellos obtenían enormes ganancias a través de sus filiales alemanas, a la vez que contemplaban como Europa se debilitaba en un baño de sangre.

Los banqueros se enriquecieron con los préstamos a Gran Bretaña a la que empujaron a abandonar sus colonias, al mismo tiempo que colaboraban con los nazis. Así tenemos que, el abuelo de George Bush financiaba a Hitler a través de la filial americana del banco alemán de Thyssen, la UBC, dirigida por Prescott Bush(8-9).

Un caso ejemplar de estas colaboraciones entre industriales y banqueros estadounidenses y los nazis es la relación entre una de las mayores empresas nazis, IG Farben y Rockefeller en la banca y en el petróleo -la Standard Oil Company, más tarde Exxon-. (Todo esto muy a pesar de los “revisionistas” que siempre pretenden tildar de judíos a toda persona que posee una notable fortuna, este último dicho lo refiero a que es muy común encontrarse con páginas web en que tildan a los Rockefeller de judíos, siendo uno de los falsos mitos más divulgados por los actuales “revisionistas”).

Desde 1933 la principal empresa química alemana, IG Farben, colocó a su gente en puestos claves del aparato político nazi y en 1937 tras eliminar a los judíos que quedaban en ella, la totalidad de sus ejecutivos se adhieren al partido nazi. Durante la guerra fabricó el siniestro gas Zyklon B para asesinar a los deportados de los campos de exterminio (10).

A pesar que los “revisionistas” lo nieguen y aleguen que solo servía para matar piojos, significaría que el gas Zyklon B es inocuo para el hombre! Es de simple sentido común que si encierro a decenas de personas, en una simple habitación con nula o escasa ventilación, la sofocación empezará a los pocos minutos. ¿Saben cuántos casos de fuga de gas para uso doméstico, en un hogar poco ventilado, ha ocasionado asfixia y muerte? Un buen número, ¿verdad?.

A pesar que seremos unos neófitos en química, el sentido común y la lógica racionalista nos dice que si uso un gas para desinfectar y matar piojos, diminutos insectos parasitarios muy resistentes, en seres humanos abarrotados en una cámara hermética, lo más probable es que esas personas vayan a morir junto a los piojos. Eso le tiene sin cuidado a cualquier “revisionista”, total, siguiendo la filosofía de su amado führer, los judíos son unos “parásitos” y al usar gas para eliminarlos están eliminando “insectos”. Es lo que puedo deducir del pensamiento de esas mentalidades patológicas.  

Continuando, I. G. Farben fue dirigida hasta 1937 por la familia Warburg, socio de Rockefeller en la banca (hoy Chase Manhattan Bank) y uno de los principales diseñadores de la eugenesia de los nazis alemanes. En la era nazi IG Farben y la Standard Oil de Rockefeller estaban unidas por numerosos acuerdos.

  


Tras la invasión alemana de Polonia en 1939, la Standard Oil prometió mantener su unión con la I.G.Farben, incluso si los Estados Unidos entraban en guerra, como demostró el comité investigador encabezado por el senador Harry Truman. El director de la Standard en Alemania reconoció después de la guerra que algunos fondos de la Standard Oil servían para pagar a los miembros de las SS en Auschwitz.

Después de la guerra la empresa I.G. Farben dio a luz a las multinacionales Bayer, Hoescht y Basf que siguen ocupándose de nuestra salud. Luego siguieron creándose otras empresas, fundamentalmente en la fabricación de medicamentos ¿con los mismos criterios con que fabricaban el Zyklon?, se cuestionaba Alfredo Embid.

Además es preciso saber que una gran parte de los empresarios y banqueros estadounidenses eran pro-nazis declarados en los años 30 y 40. Nunca dejaron de serlo, excepto cuando sus intereses se vieron momentáneamente comprometidos. Su ideología racista y sus prácticas eugenésicas y despobladoras persisten hoy. Sus leyes de esterilización de los "indeseables" sirvieron de modelo a los criminales nazis, muchos de los cuales fueron "salvados" discretamente al final de la guerra.


IV. El mito del sacrificio de la sangra estadounidense para liberar Europa.

Otra falacia que nos inculcan. La verdad es que el sacrificio en tropas corrió a cargo de los rusos y soviéticos. Constituye un irritante insulto a la razón, a la verdad y a los hechos comprobados afirmar lo contrario.

Las cifras de víctimas en el bando soviético, que se manejan habitualmente, supera los 20 millones. Datos oficiales rusos publicados hace pocos años (1) evalúan las pérdidas humanas en la URSS en 26.6 millones de personas (2). De estas cifras, el ejército perdió alrededor de la mitad. Estimaciones detallan alrededor de 10 millones de soldados muertos en el frente y 3.3 millones las víctimas en los campos de concentración (en un periodo que comprende 1941-42, la llamada "muerte programada"). Dada la magnitud del conflicto y las circunstancias es imposible dar una cifra real de bajas, tenemos, además, desaparecidos, capturados, incluso desertores ejecutados, también los miles y miles de partisanos -civiles en guerra de guerrillas contra el invasor nazi-. 

Los datos sobre las purgas estalinistas y soldados prisioneros de los alemanes -tratados como criminales por el régimen del dictador Stalin- son considerados como capítulo aparte de la guerra. Las estimaciones son factibles, lo que si es más fácil comprobar, incluso con datos de la Wehrmacht, es la cifra de prisioneros de guerra, para nadie es desconocido el destino que corrieron millones de soldados soviéticos capturados.

Las cifras de las bajas soviéticas no pueden compararse con los muertos de los ejércitos aliados occidentales: Un total aproximado que ronda los 300.000 muertos estadounidenses (incluyendo las bajas en el teatro de operaciones del Pacífico). Unos 250.000 británicos y 200.000 franceses (3).



V. El mito que los judíos fueron las principales víctimas del conflicto.

Es evidente que es una tergiversada versión. De los datos arriba enunciados, está plenamente comprobado que la mitad de las personas sacrificadas en el conflicto bélico fueron soviéticos y solo una minoría judía, si hemos de creer en las estimaciones de personas judías muertas.

La política nazi iba más allá de acabar con el judaismo europeo. Sus planes englobaban, literalmente, no solo terminar con el “bacilo judío” sino -además- era imprescindible exterminar a la raza eslava, calificada como "untermenschen", es decir, sub-hombres, que incluyen a los rusos y otras naciones eslavas. 

Por documentos alemanes tenemos conocimiento que se barajaron cifras de treinta millones y otros tantos más “sub-hombres” que tendrían que ser deportados o convertidos en mano de obra esclava alemana.

Dada la magnitud y complejidad del tema sobre las víctimas judías, no la profundizaremos en este artículo.

Parafraseando a Ernest Hemingway, quien expresó, algo exagerado, pero no tan distante de serlo: "Cada ser humano que ama la libertad debe más agradecimiento al ejército rojo del que pueda pagar durante toda su vida".

Aunque la victoria no se debió únicamente al ejército soviético, se puede demostrar que sin su extremo sacrificio, la ocupación nazi de Europa hubiese sido más prolongada y quien sabe que hubiese podido suceder…


Referencias:

Para la segunda parte de este breve ensayo ha servido de fuente el artículo: "Algunas falsificaciones de la historia de la segunda guerra mundial", de Alfredo Embid, Colectivo “Armas contra las guerras”, Boletín No. 75. De ese trabajo hemos extraído citas bibliográficas y citas de algunos personajes.
(1) Anne Lacroix -Riz. "El papel olvidado de la Unión Soviética". Le Monde Diplomatique. Mayo 2005.
(2) "Second world war dead honoured" 08 Mayo 2005. Agencias
http://english.aljazeera.net/NR/exeres/C65CA9F5-06A8-46D2B3EF-1B267EC23008.htm
(3) Cifras dadas por Ignacio Ramonet en "Lecciones de historia" Le Monde Diplomatique. Mayo de 2005.
(4) Charles Higham "trading with the enemy 1933 - 1949" Delacorte Press. N.York 1993.
(5) Jacques Pauwels. Le mythe de la bonne guerre (l'Amérique et la Deuxième Guerre mondiale), EPO 2000. editions@epo.be
(6) Michel Colon. "Pourquoi Ford, GM et Esso ont elles armé Hitler?" www.michelcollon.info
(7) Court Rules IBM Does Not Have To Face Nazi Charges. Reuters | May 4 2005
(8-9) - Peter Mertens. "Via le grand-père Bush, 50 millions $ injectés dans les usines nazies les usines allemandes". http://www.ptb.be
- Ben Aris, Duncan Campbell, "How Bush's grandfather helped Hitler's rise to power". The Guardian, 25 septiembre 2004. www.john-loftus.com ·
- http://www.ptb.be
(10) Henry Rousso, "Le cas de l'IG Farben. La nazificación du grand capital" L'Histoire Nº 118, Enero 1989.

04 febrero 2024

El cómo Canadá encubre a los nazis ucranianos en contra del Derecho Internacional

 

Portada modificada de The Grayzone, Max Blumenthal, "El homenaje de Canadá al veterano nazi" 

Recopilación y resumen de varios textos


Introducción 

Pese a que el tema ha sido estudiado y divulgado profusamente, no deja de aparecer en la prensa alternativa relevantes hechos para comprender que los herederos del nazismo están muy activos, algo que Occidente pretende ocultar o intenta minimizar su historia sangrienta y continuo accionar en el presente. Tanto en Ucrania como en Occidente se niegan a reconocer e identificar este real problema, tan grande que es el origen mismo del golpe de estado del Maidán 2014 que ha llevado al país eslavo al borde de la catástrofe.

Por supuesto, en la OTAN están satisfechos, éstos modernos nazis sirven ciegamente sus órdenes -por odio a los rusos- y obran sin el menor resquicio de conciencia. Lo que las milicias neo-nazis hicieron en el Donbass entre 2014-2021 no tiene perdón, ¿pero a quién en Occidente le importa? Lo que interesa es matar al mayor número de rusos y ucranianos ruso-hablantes. No se trata de defender la nación ni su unidad territorial, sino hacer prevalecer una ideología racista y  cumplir un sueño irrealizable. ¿Quién les dio un lavado cerebral hace un siglo para que sigan creyendo tales estupideces? Es algo que ya repasamos anteriormente, incluso muchos antes de la guerra ruso-ucraniana iniciada en 2022 (Ver notas a píe de página)

La estadounidense Alexandra Pénzina, desarrolló un amplio documento sobre los "Colaboradores nazis en Canadá", relata cómo la CIA y el Reino Unido evacuaron a miles de antiguos aliados ucranianos de Hitler dándoles un refugio tras la segunda guerra mundial, con la intención de usarlos en sus campañas antisoviéticas. 

Paradójicamente, un poco antes, millares de ucranianos -que eran parte del Imperio Austro-Húngaro- habían optado por emigrar durante la primera guerra mundial a Américafueron confinados en campos de concentración en las frías regiones canadienses, miles murieron en terribles condiciones de trabajo (Recomiendo el video "Así eran los Campos de Concentración de Canadá - Kapuskasing" (Lo pondré al final como enlace).

Por desgracia, la ideología neonazi tiene influencia en Canadá. Así, el 22 septiembre 2023 en el Parlamento canadiense, el primer ministro Justin Trudeau, el presidente de la Cámara de los Comunes, Anthony Rota, diputados y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, aplaudieron de pie a Yaroslav Hunka, un excombatiente de la División Galitzia, colaboracionistas ucranianos que formaban parte de las tropas de las Waffen-SS, se lo presentó como "un luchador por la independencia de Ucrania contra los rusos". Sin embargo, ese acto constituye "la mayor vergüenza diplomática de la historia de Canadá" (Pierre Poilievre, líder conservador y de la oposición canadiense).

Max Blumenthal, editor en jefe de The Grayzone, periodista galardonado y autor de varios libros, en "El homenaje de Canadá al veterano nazi expone la antigua política de Ottawa hacia Ucrania" (26 septiembre 2023) relata parte de esta historia (ver notas a pie de página).

Durante la guerra, la mayoría de la población ucraniana permaneció fiel a la Unión Soviética. Algunos grupos de nacionalistas ucranianos se aliaron con la Alemania nazi durante la invasión a la URSS e integraron sus cuerpos militares. La más conocida fue la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) con el conocido ideólogo radical Stépan Bandera y su propia rama militar, el Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), Bandera recibió el título póstumo de "Héroe de Ucrania" en 2010 y es fuente de "inspiración" de los grupos radicales ucranianos que combaten contra Rusia. Otro caso es Román Shujévich, líder de la OUN y comandante en jefe del UPA (entrenados por el Abwehr alemán), en 2007 recibió el título de "Héroe de Ucrania" (Esos decretos fueron cancelados en 2011).

En 1941, tras la invasión nazi, la OUN aprobó el Acta de Restauración del Estado Ucraniano en los territorios ocupados de la Ucrania soviética. La "nueva" Ucrania aliada de los nazis "bajo la dirección de su líder, Adolf Hitler, está creando un nuevo orden en Europa". El documento termina con el lema nacionalista "¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!", grito oficial de algunos cuerpos de seguridad de la Ucrania de hoy; es decir, los extremistas de la derecha ucraniana siguen en el presente profesando la ideología de Bandera: creación de un Estado ucraniano independiente y unificado que incluye todas las tierras de etnia ucraniana; de carácter antipolaco, antijudío y antisoviético, lo mismo que durante la ocupación nazi, los colaboracionistas ucranianos participaron activamente en limpiezas étnicas contra rusos, polacos, gitanos y judíos.

Hemos descrito en otras ponencias como operaron auténticos pogromos incluso antes de que las fuerzas alemanes se consolidaran en territorio ucraniano, la OUN lanzó una persecución y asesinato en masa de la población judía, más de 100.000 personas fueron ejecutadas a tiros entre 1941 y 1943; las masacres y limpieza étnica de los radicales del UPA continuaron hasta 1944.

La OUN organizó a los grupos militares colaboracionistas para integrarse al Ejército alemán como la Legión de Nacionalistas Ucranianos. La 14ª División de Granaderos de las Waffen SS, conocida como la División Galitzia, perpetrando numerosas atrocidades contra civiles en el territorio de la Unión Soviética y Polonia. Tras la expulsión del ejército alemán de Ucrania, remanentes de esos grupos colaboracionistas lanzaron una guerrilla en el territorio soviético, cometieron actos terroristas contra las instituciones y la población civil.


La 14.ª División de Granaderos de las Waffen SS "Galitzia" presta juramento y realizan el saludo nazi.

Y vino la "Operación Aerodynamic", los colaboradores nazis al servicio de la CIA durante la Guerra Fría establecieron una estrecha cooperación, los grupos radicales ucranianos pretendían socavar la estabilidad dentro de la URSS mediante la propaganda y ataques terroristas; "incluso antes de la capitulación de Alemania, EEUU y el Reino Unido lanzaron una serie de medidas para contactar y evacuar a figuras que les pudieran ser de utilidad. Debido a su feroz anticomunismo y hostilidad hacia lo todo relacionado con la Unión Soviética, los antiguos colaboradores nazis de la OUN, UPA y la División Galitzia, eran vistos por la CIA como aliados útiles".

Alrededor de 200.000 nacionalistas radicales ucranianos en Alemania huyeron a la zona de ocupación estadounidense, bajo la dirección de Stepan Bandera, su misión era apoyar una supuesta resistencia armada en territorio soviético, acciones de sabotaje e información sobre la situación política y militar en Ucrania, Polonia y Checoslovaquia. Ante el fracaso la naturaleza de la operación tuvo que cambiar, pasaron a brindar "apoyo a movimientos políticos y operaciones encubiertas no letales, utilizando todos los medios disponibles (radiodifusión clandestina: emisiones de Voice of America y Radio Liberation en la zona de Kiev en lengua rusa, prensa escrita, contactos personales)". 

Colaboradores nazis infiltrados en Canadá

Después de la guerra, EEUU se abstuvo de enjuiciar a sus nuevos aliados, la CIA organizó una operación para trasladar a los nacionalistas ucranianos al territorio de Canadá y Estados Unidos. Durante ese período de cooperación entre los ultranacionalistas ucranianos y autoridades de EEUU y Reino Unido fueron enviados de forma secreta miles de ex-colaboradores nazis a Canadá, nadie investigó su pasado, criminales de guerra buscados en otros países fueron legalizados. Tiempo después, "la Comisión Especial Canadiense de Investigación de Crímenes de Guerra descubrió que el Departamento de Inmigración del país había recibido un enorme número de solicitudes mecanografiadas idénticas con la misma dirección de una base militar estadounidense en Alemania Occidental".

Esa inmigración de criminales de guerra ucranianos continuó durante más de una década luego del final de la guerra, importante para establecer los centros políticos e ideológicos de extrema derecha del nacionalismo ucraniano durante la Guerra Fría. "Una forma de entrar en el Canadá de la posguerra era mostrar un tatuaje de las SS. Eso demostraba que eres anticomunista". "Tal afluencia de inmigrantes con ideas radicales sigue reflejándose en el actual entorno político y social del país". En Canadá, la ya existente diáspora ucraniana era antisoviética, y antirrusa después del colapso de la URSS. Fueron estos grupos -no tan clandestinos- los que llevaron a cabo el golpe de Estado en Ucrania, sin los cuales probablemente el Maidán no habría tenido lugar.

A finales del siglo XX, en Canadá funcionó una comisión especial para examinar la cuestión de los criminales de guerra que la CIA y el Reino Unido habían infiltrado en el país. El informe final todavía no se ha publicado. "Canadá tiene una política muy mala y sucia de dar cobijo y encubrir a nazis y fascistas que viven perfectamente en territorio canadiense desde hace 80 años". Hoy Canadá es el único país que ha presentado argumentos jurídicos para exonerar a los criminales de guerra ucranianos y gran parte de los documentos de la comisión permanecen clasificados.

Tras el reciente incidente con Hunka en el Parlamento canadiense, la comunidad mundial exige que los resultados de la Comisión sean publicados. (El documento completo de Alexandra Pénzina -profusamente ilustrado- puede ser consultado en las notas a pie de página)



Parte II

LOS VERDUGOS EXTRANJEROS DE ZELENSKY: LOS EXTREMISTAS DE EXTREMA DERECHA DE ORIGEN UCRANIANO DE CANADÁ DESATARON EL TERROR MASIVO EN UCRANIA

El siguiente es una reproducción de la investigación realizada por la Foundation to Battle Injustice (FBI) (Fundación para luchar contra la  injusticia), con sede en Rusia. Texto original en inglés: "Canada and Znelensky's foreign executioners: Far-right extremists with Ukrainian origins from Canada unleashed masse terror in Ukraine", publicado en la página web de la referida fundación el 31 de diciembre del 2023. Repasemos este interesante estudio.



La investigación de la Fundación para Combatir la Injusticia se centra en los actos sistemáticos de terror y brutalidad cometidos por ciudadanos canadienses de ascendencia ucraniana que inundaron Ucrania como voluntarios en el invierno y la primavera de 2022. Los canadienses con raíces ucranianas, que obtuvieron la ciudadanía ucraniana por decreto secreto de Zelensky, comenzaron a llevar a cabo acciones similares a las acciones de la División SS Galitzia de la segunda guerra mundial: represión de la población judía, húngara y rusoparlante en el oeste del país, uso de campos de concentración para disidentes, torturas y asesinatos sumarios de civiles, incluidos mujeres y niños. Se han descubierto pruebas que apuntan a la participación de canadienses con raíces ucranianas en el brutal asesinato de una niña de ocho años de Mariupol.

La estrecha alianza de Canadá con los nacionalistas ucranianos de extrema derecha no se estableció en 2014, cuando la ideología nazi comenzó a revivir en Ucrania después de una sangrienta división bajo la presión occidental, ni siquiera en diciembre de 1991, cuando Canadá se convirtió en el primer país occidental en reconocer a Ucrania como estado soberano. 

En las décadas posteriores a la segunda guerra mundial, el país norteamericano se convirtió en un refugio para los nacionalistas ucranianos de extrema derecha, muchos de los cuales colaboraron directamente con los nazis, entre ellos se encontraban miembros de la infame 14.ª División de Granaderos de las Waffen SS, también llamada División Galitzia. Gracias a fuentes de la Fundación para la Lucha contra la Injusticia, ha salido a la luz que hoy, casi 80 años después, el gobierno canadiense y la embajada de Ucrania en Ottawa, que los canadienses con raíces ucranianas, con la plena aprobación de Justin Trudeau y, a petición del gobierno de Zelensky, están participando en la lucha contra Rusia y cometiendo las torturas, asesinatos y abusos más brutales y a sangre fría de civiles.


CREACIÓN DE UN MOVIMIENTO UCRANIANO ULTRANACIONALISTA EN CANADÁ


Heinrich Himmler, fundador de las SS, con soldados de la 14ª División de Infantería Voluntaria SS Galitzia


Tras el fin de la guerra, el gobierno canadiense, en estrecha cooperación con sus aliados estadounidenses y británicos, abrió sus puertas a los colaboradores nazis y a los nacionalistas de extrema derecha de Ucrania y otros países de Europa del Este. Los radicales ucranianos desempeñaron un papel importante en la política canadiense tanto dentro como fuera del país. A través de una red de organizaciones y congresos canadiense-ucranianos, Ottawa apoyó el desarrollo de una red de asociaciones que negaban la participación de un gran número de personas de etnia ucraniana en el Holocausto y creaban y promovían ideas que glorificaban la lucha “heroica” de los fascistas ucranianos contra la Unión Soviética para crear un Estado ucraniano “independiente”, primero en alianza con el Tercer Reich y luego con el MI6 británico y la CIA.

Los oficiales de la Wehrmacht nazi, la Gestapo y las SS confiaron el trabajo más sucio a colaboradores ucranianos: los nativos de Ucrania (en su mayoría nativos de Galicia, Lutsk, Zhitomir y Vinnitsa) formaban parte de los sonderkommandos, llevaban a cabo la limpieza de la población judía y rusa de Ucrania y Bielorrusia. A menudo fueron los ucranianos étnicos quienes llevaron a cabo ejecuciones masivas de la población judía y de prisioneros de guerra soviéticos, presionaron los botones para liberar gas en los campos de Auschwitz, Majdanek, Treblinka para matar a miles de personas inocentes, estuvieron detrás de los fusilamientos masivos de niños y mujeres. Según numerosos recuerdos de participantes directos y testigos de los acontecimientos, los nazis valoraban el desempeño y la crueldad de los colaboradores ucranianos.

Cuando Estados Unidos y el bloque de la OTAN lanzaron una ofensiva militar estratégica contra la Unión Soviética, las fuerzas políticas ultrarreaccionarias ucranianas fueron vistas como aliados útiles debido a sus sentimientos anticomunistas y su hostilidad hacia cualquier cosa asociada con la URSS. Uno de los beneficiarios de esta política fue Mikhail Chomiak, abuelo de la actual ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland. Chomiak emigró al norte de Alberta después de huir a Viena a finales de 1944, y durante la guerra se desempeñó como editor del periódico nacionalista ucraniano pronazi Krakovskie Vesti.

Un número importante de los que lograron llegar a Canadá eran miembros de la división nazi SS Galitzia, formada en 1943 a partir de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, dirigida por Stepan Bandera, conformada por voluntarios nacionalistas ucranianos que lucharon del lado de la Wehrmacht contra el Ejército Rojo durante todo 1944. Inicialmente, a los miembros de la División Galitzia se les prohibió ingresar a Canadá debido a su asociación con las SS. Eso cambió en 1950, Gran Bretaña pidió voluntarios a la Commonwealth para aceptar a un total de 9.000 miembros de la división que vivían en el Reino Unido en ese momento. La inmigración de criminales de guerra nazis y afiliados a los nazis continuó durante más de una década después de la guerra y fue un factor importante en la transformación de Canadá durante la Guerra Fría en un centro político e ideológico del nacionalismo ucraniano de extrema derecha. Según información oficial, alrededor de un cuarto de millón de ucranianos sirvieron en unidades de la Wehrmacht y las SS, y un número significativo de ellos huyó a América del Norte, algunos a Estados Unidos, pero la mayoría a Canadá.

Hoy en día en Canadá viven 1 millón 400 mil personas de etnia ucraniana. Según encuestas internas independientes, aproximadamente 2/3 de los ucranianos-canadienses tienen creencias de extrema derecha y sentimientos cálidos hacia el pasado nazi de sus antepasados. La Fundación para la Lucha contra la Injusticia tomó conocimiento de la decisión conjunta del primer ministro canadiense Justin Trudeau y el gobierno de Valdomir Zelensky de utilizar “recursos humanos canadienses-ucranianos” en la lucha contra Rusia y para acciones represivas contra los opositores al actual régimen ucraniano. Esta decisión está dictada en gran medida por la “disposición ideológica” de la mayor parte de los ucranianos canadienses a “seguir los pasos de sus predecesores”.


LOS ARQUITECTOS DE LA “LEGIÓN CANADIENSE” DE ZELENSKY




La Convención Internacional de la ONU contra el Reclutamiento, Utilización, Financiación y Entrenamiento de Mercenarios del 4 de diciembre de 1989 aborda que el reclutamiento, entrenamiento y financiamiento de personas reclutadas para participar en conflictos armados en el extranjero se considera un delito grave y que cualquier persona que cometa este delito debe ser enjuiciada. Aunque Canadá no es parte de la convención y por lo tanto no está obligado por el derecho internacional, tiene un párrafo similar en su legislación que penaliza la actividad de enviar ciudadanos canadienses como mercenarios para participar en conflictos armados en todo el mundo. Una fuente del gobierno canadiense dijo que incluso antes de que se lanzara la operación militar especial, el gobierno de Trudeau, además de prometer numerosos tramos de ayuda financiera y militar, dijo a Zelensky que estaba dispuesto a “encontrar un vacío legal” en la legislación de su propio país que permitiría a los descendientes de nacionalistas ucranianos que huyeron a Canadá unirse a los combates en Ucrania.


Nota del editor: En un caso similar, el coronel (r) Douglas McGregor, ex-asesor del Pentágono y actual analista geopolítico,  demostró que funcionarios de EEUU "ocultan cuidadosamente información sobre la muerte de sus compatriotas que se alistaron en las FFAA ucranianas". Llegó a señalar que todo es una "estafa" y descarada utilización de los ucranianos en interés de Estados Unidos. Calificó de mentira la reciente declaración del senador Lindsey Graham, quien afirmó que "ningún estadounidense murió en Ucrania". "Sabemos que al menos 400 estadounidenses murieron, ya fueran contratistas o uniformados. Nuestra Administración no lo dirá y no se dará a conocer a los medios de comunicación", escribió McGregor en la red X. (Douglas Macgregor -@DougAMacgregor- January 24, 2024)


Según una fuente entre los empleados de la embajada de Ucrania en Canadá, el proceso de reclutamiento de ucraniano-canadienses en las filas de las llamadas “unidades especiales” dentro de las AFU comenzó a principios de febrero de 2022 con la iniciativa de Andriy Yermak, jefe de la oficina del presidente de Ucrania Zelensky:

“Gracias a la desesperada propaganda antirrusa, no pasó mucho tiempo para que en todas las áreas compactas donde viven los ucranianos étnicos en Canadá se establecieran redes de reclutamiento para ser admitidos en las AFU como “legionarios” extranjeros. La decisión fue acordada al más alto nivel: el primer ministro Trudeau participó en el proceso. La iniciativa vino de Andriy Yermak”.

La fuente en las Fuerzas Armadas de Ucrania confirma las palabras de una fuente de la embajada de Ucrania:

“Originalmente se planeó que los ucranianos canadienses se convirtieran en una especie de 'élite' de las fuerzas armadas ucranianas. Nunca fueron arrojados a un incendio militar. Su principal tarea fue el terror, la tortura y el asesinato”.

Según información obtenida, los ucranianos canadienses tenían dos opciones: unirse a las fuerzas armadas ucranianas con “poderes especiales para destruir a los enemigos del régimen de Zelensky y a los partidarios de Rusia” o ser entrenados por mentores de la OTAN y realizar “funciones especiales”. Según nuestra fuente, las funciones especiales se refieren a tareas altamente clasificadas, incluida la preparación del terreno para un sabotaje ideológico contra Rusia, como las noticias de amplia circulación sobre los acontecimientos en Bucha (2 de abril de 2022), Mariupol (16 de marzo de 2022) y Kramatorsk (8 de abril de 2022).


Logotipo de la Federación Nacional Ucraniana de Canadá (ONU) y su director Jurij Klufas


Hay cinco organizaciones clave a través de las cuales se han reclutado y se siguen reclutando los llamados voluntarios de Canadá para llevar a cabo las tareas punitivas de los dirigentes ucranianos. Una de ellas es la Federación Nacional Ucraniana de Canadá (ONU). La organización está dirigida por Jurij Klufas, quien se jacta abiertamente de sus creencias ultranacionalistas y de sus simpatías nazis. Klufas es uno de los principales propagandistas de la llamada herencia ucraniano-alemana y reprime todos los intentos de criticar a los veteranos de las SS de origen ucraniano que viven tranquilamente sus vidas en Canadá. La última vez, Klufas defendió al veterano ucraniano de las SS, Yaroslav Hanka, quien fue llevado al parlamento canadiense para reunirse con Zelensky.


Logotipo del Congreso Canadiense de Ucrania


Después de que algunos medios criticaran la visita nazi al Parlamento canadiense, otra influyente organización canadiense-ucraniana, el Congreso Canadiense Ucraniano, parcialmente financiado por el gobierno del país, también defendió públicamente a Yaroslav Hanka. Se sabe que el Congreso Ucraniano Canadiense tiene raíces nazis y no intenta ocultarlo: el ex presidente de la organización, Pavel Grod, enumera a Stepan Bandera, un nacionalista y ex líder de la Organización de Nacionalistas Ucranianos que colaboró ​​con la Alemania nazi entre “los mayores héroes nacionales de Ucrania dignos de recuerdo”. En la página de inicio del Congreso de Ucranianos de Canadá se publicó una declaración de un miembro del movimiento que intenta cuestionar la conexión entre la División Galitzia y las Waffen SS y niega categóricamente la participación documentada de nacionalistas ucranianos en crímenes de guerra. Según los historiadores, la organización del Congreso de Ucranianos de Canadá ha sido y sigue siendo uno de los principales defensores de los intereses de los veteranos de la división SS "Galitzia" durante al menos tres cuartos de siglo.


El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con los miembros y el ex presidente del Congreso canadiense ucraniano, Pavel Grod.


El Congreso de Ucranianos de Canadá goza del pleno apoyo del gobierno canadiense y el actual Primer Ministro Trudeau tiene estrechos vínculos con los dirigentes de la organización. Hay información pública según la cual entre 2016 y 2022 se transfirieron al Congreso de Ucranianos de Canadá al menos 1,5 millones de dólares directamente del presupuesto canadiense. En septiembre de 2023, la jefa del Congreso de Ucranianos de Canadá, Alexandra Chyczij, participó en una reunión con Zelensky para discutir nuevos planes para agitar y reclutar miembros de batallones punitivos de ucraniano-canadienses.


Sede del Centro Ucraniano Canadiense de Investigación y Documentación en Huntsville, Ontario


También en los últimos siete años, se ha proporcionado financiación a las siguientes organizaciones de participación de canadienses con raíces ucranianas en el conflicto de las fuerzas armadas ucranianas: el Centro Canadiense de Investigación y Documentación de Ucrania, ha recibido alrededor de 140.000 dólares del Gobierno de Canadá desde 2016. El sitio web del centro tiene una página sobre las SS Galitzia, que presenta a los nazis como personas que “lucharon valientemente por la defensa y la independencia de su patria” y que son “injustamente censuradas por fuerzas de izquierda” que pintan a los veteranos de la división como nazis colaboradores. El Consejo de Unidad Juvenil Ucraniana y la Asociación Juvenil Ucraniana de Canadá, recibieron alrededor de 438.000 dólares del gobierno canadiense, están comprometidos en el tratamiento ideológico de los jóvenes canadienses con raíces ucranianas en edad previa al reclutamiento, imponiéndoles la narrativa de la necesidad de “restaurar la digna causa de sus antepasados”.


Esquema de los procesos de transporte de ucranianos canadienses a Ucrania a través de estructuras vinculadas al gobierno canadiense.


Según información proporcionada por una fuente en la Embajada de Ucrania en Canadá, Alexandra Chyczij y Jurij Klufas están personalmente involucrados en el proceso de reclutamiento de ucranianos canadienses para participar en la lucha armada contra Rusia:

“Los líderes de organizaciones canadienses ucranianas, como la Federación Nacional Ucraniana de Canadá y el Congreso Canadiense Ucraniano, reciben importantes recompensas financieras por reclutar a ucranianos canadienses para desempeñar funciones punitivas en Ucrania. Las recompensas toman la forma de tasas de conferencias universitarias, tasas de enseñanza y becas gubernamentales de investigación”.


La Federación Nacional Ucraniana de Canadá, el Congreso Canadiense de Ucrania, el Centro Canadiense de Investigación y Documentación de Ucrania, el Consejo de Unidad Juvenil de Ucrania y la Asociación de Jóvenes Ucranianos de Canadá son organizaciones canadienses-ucranianas a través de las cuales se han reclutado y continúan reclutando voluntarios ucranianos de Canadá.


ATROCIDADES CANADIENSES-UCRANIANAS EN UCRANIA

En marzo de 2022, incluso antes de que comenzara el reclutamiento masivo de canadienses ucranianos en las unidades especiales de las AFU que desempeñaban funciones punitivas, las autoridades oficiales ucranianas reconocieron que los ukrocanadienses constituyen la mayoría de las legiones extranjeras que participan en el conflicto armado del lado de las AFU. Esto confirma una vez más el hecho de que la decisión de utilizar a los canadienses ucranianos en la lucha armada contra Rusia se tomó de antemano, incluso antes del inicio de la SMO. Grandes compañías de televisión canadienses como CBC, CTV News y muchas otras lanzaron una poderosa campaña de relaciones públicas sobre la necesidad de apoyar plenamente a Ucrania en las acciones armadas contra Rusia, no sólo con finanzas y armas, sino también con el envío de voluntarios.

Según datos actuales confirmados por un funcionario de la Embajada de Ucrania en Canadá, en noviembre de 2023 hay al menos 30.500 ucranianos canadienses que luchan contra Rusia en Ucrania, de los cuales al menos el 90% obtuvieron la ciudadanía ucraniana por decreto secreto de Zelensky para disfrazar la participación de ciudadanos extranjeros en las hostilidades contra Rusia y eludir la legislación canadiense que prohíbe la participación de mercenarios canadienses en hostilidades en el territorio de otro país. Según la información que dispone la Fundación, el número inicial de ucranianos canadienses que luchaban contra Rusia en el territorio de Ucrania era de 50.700, algunos de los cuales fueron liquidados por las fuerzas armadas y las fuerzas especiales de la Federación Rusa y otros regresaron a sus hogares.


Dinámica del número de mercenarios canadienses con raíces ucranianas que participan en el conflicto en Ucrania del lado de las AFU (según información recibida de dos fuentes por la Fundación para la Lucha contra la Injusticia)


Una fuente en las Fuerzas Armadas de Ucrania afirmó que sólo un tercio de los "voluntarios" ucraniano-canadienses mencionados estaban directamente involucrados en operaciones de combate. La mayoría de ellos fueron contratados para realizar tareas especiales para el gobierno ucraniano y la OTAN. Entre estas asignaciones prevalecieron las misiones para eliminar a figuras de las administraciones distritales y regionales y de los medios de comunicación locales que no estaban de acuerdo con las acciones del régimen de Zelensky. Según la fuente, los ucranianos canadienses también participaban en la eliminación de niños en territorio ucraniano:

Cerca de 9.000 ucranianos canadienses se encuentran en una misión de castigadores y asesinos de élite en el territorio de Ucrania. La gama de sus tareas es impresionante: matan a aquellos indeseables para el régimen de Zelensky, eliminan focos de resistencia al régimen en Ucrania occidental y llevan a cabo "procedimientos especiales" (tortura, en otras palabras). Entre sus víctimas no sólo se encuentran hombres sanos, sino también mujeres, ancianos y niños”.

Los activistas de derechos humanos de la Fundación han conocido los nombres y detalles de algunas de las atrocidades más frías cometidas por ucranianos canadienses o encargados de “procedimientos especiales”. Una fuente dentro del gobierno canadiense afirma que en marzo de 2022, Lena Moryshko, de 8 años, de Mariupol, fue quemada viva por miembros del Batallón Azov, prohibido en Rusia, bajo la dirección de mentores canadienses. Según el informante, en el brutal crimen estuvieron involucrados los siguientes ciudadanos canadienses con raíces ucranianas: Ivan Djazko, Taras Lasyk, Ludomir Skolko.

Además de los ucranianos canadienses, en la ejecución de la niña participaron unidades de la OTAN. Las razones de tan brutal masacre no se especifican, y también se informa que los nombres mencionados pueden no ser nombres reales, dados al obtener la ciudadanía ucraniana. Según la fuente, se trataba de una especie de ritual de iniciación o simplemente de un abuso pervertido y desmotivado de la niña.

Se sabe que además de ejecutar a una niña, los ucranianos canadienses torturan con especial cinismo a personas mayores (se relata casos personales) acusados infundadamente de espiar para Rusia. Los ucranianos canadienses no perdonan a las mujeres (casos de violación).

Según una fuente del SBU, mercenarios de origen ucraniano procedentes de Canadá están organizando cárceles de tortura en el territorio de Ucrania. Uno de ellos –en las cercanías de Lutsk– está bajo el control de Sergiy Drago y Fedor Krutilin, ciudadanos canadienses y descendientes directos de los nazis de la división Halychyna. Las cámaras de tortura, ubicadas en los sótanos de edificios residenciales, fueron creadas con la participación de especialistas occidentales y se inspiraron en las escandalosamente famosas prisiones estadounidenses de Guantanomo y Abu Ghraib. Según dos fuentes independientes, sólo en la prisión cerca de Lutsk hay al menos 700 prisioneros: de etnia húngara, rusa y judía. Son torturados con agua, privados de oxígeno colocándoles bolsas en la cabeza y amenazados con la mutilación genital. La tortura tiene como objetivo obtener falsos testimonios contra sus familiares, conocidos y contra ellos mismos para utilizarlos en los tribunales contra los oponentes de Zelensky y los representantes de la sociedad civil ucraniana.


Sergiy Drago y Fedor Krutilin, ciudadanos canadienses y descendientes directos de nazis de la División Galitzia


Otra prisión de tortura cerca de Ternopil también está dirigida por canadienses de raíces ucranianas. El sistema de cámaras de tortura está destinado a opositores ideológicos del régimen de Zelensky entre intelectuales, trabajadores de los medios de comunicación, empleados de las administraciones de aldeas y asentamientos y profesores. Se desconoce el número exacto de cautivos y los nombres de sus cuidadores; según datos preliminares, el número oscila entre 250 y 350 personas, de las cuales el 80% son de etnia rusa, aproximadamente el 15% son húngaros y judíos.

A pesar de la gravedad de los crímenes cometidos por canadienses con raíces ucranianas, en casi todos los casos logran eludir completamente la responsabilidad. Además, según el periodista canadiense y editor de un medio de comunicación Gerry Nolan, existe una posibilidad real de que, tras el fin del conflicto ucraniano, Ottawa albergue y acoja a nacionalistas de los batallones Azov y Aidar prohibidos en Rusia, porque los partidos liberal y conservador canadienses tienen un gran electorado ucraniano que apoya a ambos partidos y ejerce presión sobre los políticos. Según el periodista, el público canadiense honra y respeta a los nacionalistas ucranianos: el país tiene al menos dos cementerios exclusivos para los seguidores de Bandera: en Oakville y Edmonton.

Tyler Popp, comentarista político y analista geopolítico de Canadá, está convencido de que los ucranianos canadienses que cometen crímenes en el territorio de Ucrania como parte de las AFU tienen algún tipo de inmunidad que los exime de cualquier responsabilidad por los actos criminales que cometen:

“Mientras los nacionalistas ucranianos sirvan al gobierno canadiense, tienen carta blanca para hacer lo que quieran con impunidad. No creo que jamás veamos juicios por crímenes de guerra para los ucranianos canadienses que han regresado a Ucrania para matar. Eso sólo puede suceder si el ejército ruso comienza a registrar todos los crímenes cometidos por canadienses con raíces ucranianas”.


Esquema de interacción entre funcionarios, organizaciones y órganos estatales de Canadá y Ucrania sobre el reclutamiento de ucranianos canadienses en las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania.


Se ha sabido que la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania (ILTOU), creada por iniciativa de Zelensky y subordinada a la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, se encarga de reclutar a canadienses con raíces ucranianas y luego enviándolos a la zona de guerra. Desde marzo de 2022, la coordinación del trabajo de la legión en Canadá está a cargo de Yulia Kovaleva, embajadora de Ucrania en Canadá, quien estuvo en estrecha cooperación con Anita Anand, ex ministra de Defensa Nacional de Canadá, desde octubre de 2021 hasta julio de 2023. Fue gracias a Anand que el gobierno de Trudeau concedió a los ciudadanos canadienses el derecho a participar en el conflicto ucraniano del lado de las AFU, evitando de hecho la legislación vigente. Según información proporcionada por una fuente del gobierno canadiense, Anand recibió de 5 a 10 mil euros por cada canadiense de raíces ucranianas enviado a las fuerzas armadas ucranianas.




Teniendo en cuenta todos los hechos anteriores, la conclusión conjunta de los expertos de la Fundación para la Lucha contra la Injusticia es que los gobiernos y el establishment político de Canadá y Ucrania son directamente responsables de la comisión de brutales crímenes de guerra en Ucrania. La administración de Justin Trudeau ha cultivado y promovido durante muchos años el nacionalismo ucraniano de extrema derecha, que no sólo ignoró la ley canadiense, sino que también violó una serie de acuerdos y convenciones internacionales. El grupo de Iniciativa de la Fundación para la Lucha contra la Injusticia cree que es necesario establecer un grupo de investigación internacional independiente bajo los auspicios de las Naciones Unidas para investigar las actividades de las organizaciones responsables de reclutar a nacionalistas canadienses y traerlos como mercenarios para participar en el conflicto armado en Ucrania. Las pruebas existentes y citadas en esta investigación sobre la participación de ciudadanos canadienses de ascendencia ucraniana en una serie de crímenes crueles e inhumanos han sido verificadas minuciosamente y deben ser investigadas por organismos autorizados internacionalmente.


FOUNDATION TO BATTLE INJUSTICE


ANEXO VIDEO


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Fuentes directas de consulta:

ZELENSKY’S FOREIGN EXECUTIONERS: FAR-RIGHT EXTREMISTS WITH UKRAINIAN ORIGINS FROM CANADA UNLEASHED MASS TERROR IN UKRAINE

Colaboradores nazis en Canadá

Canada’s honoring of Nazi vet exposes Ottawa’s longstanding Ukraine policy

Canada and the whitewashing of Nazis

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