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11 enero 2021

Planes británicos en la segunda guerra mundial



Never Was Magazine


Nota previa del editor del blog

Nick Ottens y su página web Never Was nos volverá, como siempre, a entretener con amenos temas reconstruyendo la historia de algunas máquinas que en su tiempo se transformaron en eficientes medios de guerra como el ferrocarril, del que daremos un corto repaso al final; así como un dispositivo que debería funcionar como complemento de los acorazados de guerra; y, en esta primera entrega un utópico proyecto que, sin embargo, quedó esbosado en la mesa de sus diseñadores, nunca tomó vida, al menos en el formato que se había planificado -el portaaviones sobre hielo-. Curiosamente estas tres "armas" fueron ingenio de mentes británicas, nos enfocamos en la segunda guerra mundial (excepto el ferrocarril). 

Estos cortos relatos son retro, el cómo se idearon para convertirles en artelugios de guerra, salvo el uso del ferrocarril, que ya existía, no llegaron a ser realidad. 

Algunos proyectos fueron demasiado fantasiosos para volverse realidad, hubiesen sido colosales máquinas sin sentido práctico desde su misma idealización, tal es el caso del dirigible que, ante la aparición y desarrollo del avión y su implementación en el área militar, no tenía razón de ser para dedicar ingentes recursos en la construcción de monstruosas y lentas máquinas voladoras (excepto su utilización como apoyo logístico). El tema del dirigible lo abordaremos en siguientes entregas.

No es necesario demostrar como han evolucionado en nuestros días los tanques de guerra ni los portaaviones de propulsión nuclear. Es lastimoso que el avance tecnológico y el desarrollo científico desde inicios del siglo XX haya priorizado el programa armamentístico de las grandes potencias coloniales y hoy mundiales. El avance en el campo militar, pese a las comodidas tecnológicas del presente, sigue relegando a segundo plano el progreso en beneficio de la humanidad. Es lo que somos y es lo que tenemos. 

La siguiente es una amena lectura, permanecen en el tiempo como anécdotas de la historia, atractivas para el género literario de la fantasía y ficción, salvo el ferrocarril utilizado en su tiempo como arma de guerra y transporte militar. Esta es una primera entrega de tres, Never Was Magazine -como siempre- es la fuente de las referidas consultas.

t. andino

 

Un insumergible portaaviones británico — ¡Sobre hielo!

 

El proyecto Habakkuk


En 1942, la Guerra en el Atlántico no iba bien para los Aliados. Los submarinos alemanes, que operaban en "manada de lobos" al margen de los aviones, destrozaban las estratégicas líneas de suministro aliadas. En la primera mitad del año, los Aliados lograron hundir solo un submarino por cada cuarenta barcos mercantes perdidos. A ese ritmo, Gran Bretaña pronto se quedaría sin material para sostener la guerra.


Mapa de la situación militar en el Atlántico a mediados de 1941, de la revista Life (21 de julio de 1941)

 

Lord Louis Mountbatten, como jefe de Operaciones Combinadas, fue responsable de llegar a una solución. Animó a su departamento a explorar todas las posibilidades, sin importar lo extravagante que fueran. Una de las ideas, se originó con el inventor Geoffrey Pyke, fue construir un portaaviones de hielo, lo que permitiría a los Aliados atacar submarinos alemanes sin importar lo lejos que navegaran de la costa. La razón por la que Pyke se fijó en el hielo fue que el aluminio y el acero eran tan escasos.

Mountbatten y el Primer Ministro Winston Churchill estaban entusiasmados. El proyecto se llamaba Habakkuk. Pidió la construcción de pistas de madera en icebergs huecos, alimentados por motores a ambos lados.


Ilustración del Proyecto Habakkuk, 


Un pequeño prototipo fue construido en Canadá, con un peso de 1.000 toneladas congelado y con un motor de un caballo de fuerza. Churchill ordenó la construcción de un barco completo, que los canadienses prometieron entregar en 1944.

Pero entonces varios problemas comenzaron a sumarse. El alcance esperado de la nave se amplió a 7.000 millas (11.000 kilómetros). El Almirantazgo exigió que la nave fuera a prueba de torpedos y capaz de soportar las olas más grandes registradas. Eso requería un casco más grueso. El Mando Aéreo decidió que los bombarderos pesados deberían poder despegar del portaaviones, lo que significaba que la cubierta tenía que ser extendida.


Proyecto Habakkuk (diseño)


A medida que el Habakkuk avanzaba, se analizó la posibilidad de que comenzara a derretirse. Para entonces, los portugueses habían permitido a los Aliados el uso de aeródromos en las Azores. Un nuevo bombardero estadounidense, el B-24 Liberator, era capaz de cerrar la brecha del Atlántico medio. Los tanques de combustible de mayor alcance también dieron a los aviones británicos tiempo adicional de patrulla sobre el Atlántico. En el Reino Unido se había roto el último código alemán Enigma, lo que significaba que sabían dónde encontrar a los submarinos enemigos. Y Mountbatten, el iniciador del proyecto, se trasladó al sudeste asiático. Habakkuk fue cancelado en 1943.

Algunos datos explicativos adicionales

El Habukkuk  no iba a ser un ON ice (sobre hielo), iba a ser construido en grandes bloques de un compuesto de hielo / fibra de madera llamado "Pykrete" un notable invento. El tema es tratado en una excelente biografía de 2015 "CHurchill´s Iceman: The true story og George Pike: Genius, fugitive, spy". El Habakkuk se habría enfrentado con aislamiento por dentro y por fuera y, por lo tanto, tan liso y con forma regular como cualquier barco de acero, como se muestra en las imágenes más pequeñas y antiguas.

Se puede decir que por otras imágenes que el plan no era construir una pista sobre un iceberg. La imagen de portada tiene algunas características que no formaban parte del diseño real de Habbakuk: cubierta de hangar, torretas de cañón grande, etc. la velocidad máxima del diseño original era de siete nudos. Podría ser que el artista (de la portada) se basó en una imagen del portaaviones USS Shangri-La, que tenía en el caso el número "38" en la parte delantera de la cubierta de vuelo. Algunas fotografías del Shangri-La, más o menos del mismo ángulo, coinciden en algunos detalles y otros no con el dibujo de portada. En fin, es probable que el artista escuchó: "portaaviones sobre hielo" y se le ocurrió hacer ese diseño que no es una representación exacta de Habbakuk.


¡Scatter! El arma secreta del tanque de Gran Bretaña

 

CDL (Canal Defense Light)


De una estrecha hendidura en la gruesa piel de acero del tanque británico estalló una luz. La luz cegadora de 13 millones de velas atravesó la oscuridad cuando, un momento después, el haz sólido de luz cambió con la orden de "Scatter!" (¡Dispersión!).

Alcanzando la oscuridad de la noche, el rayo de luz comenzó a parpadear. Deslumbró y desorientó al enemigo que imprudentemente intentó apuntar a su brillante rayo parpadeante. Con el adversario iluminado y confundido, el tanque rodó por el campo listo para acabar con su enemigo.


El CDL- una luz de defensa del canal Grant probando su rayo en el castillo de Lowther, Inglaterra (Enciclopedia de tanques)


Ese escenario fue lo que imaginaron los inventores del secreto Canal Defense Light (CDL) cuando montaron la lámpara de arco en el interior de un tanque Matilda en el verano de 1940.

Unas 300 torretas estaban equipadas con la unidad de lámparas que podían iluminar 350 yardas a una distancia tres veces mayor. Los tanques equipados con el CDL debían usarse junto con otros tanques y la infantería en primera línea, ya sea iluminando a los objetivos o deslumbrando (cegando) al enemigo que intentara atacar al vehículo blindado.

En una prueba del CDL, un tanque británico dejó el rayo constantemente encendido y parpadeando con filtros de diferentes colores mientras zigzagueaba bajo el fuego y la observación. Cuando el tanque se detuvo, se pidió a los observadores que informaran qué camino tomó el tanque. Para un hombre, su conclusión era la misma y errónea, una línea recta.

Se creía que si el rayo brillante oscilaba a la frecuencia correcta, abrumaría el ojo de los observadores causando ceguera temporal. Este parpadeo también confundió a los observadores a la hora de estimar el alcance o si el tanque se estaba moviendo. La prueba lo demostró.


Una torreta con el CDL (Canal Defense Light) instalado en un tanque M3 Grant (IWM)


Envuelto en secreto y considerado tan valioso, el CDL fue retenido por los británicos para una operación de mayor impacto. Aunque estaban reservados para el norte de África nunca se usaron. Los tanques equipados con el CDL tampoco se emplearon para el Día D, su propio secreto fue en contra de su adecuado uso. Como era poco conocido fuera de los selectos círculos británicos, los planificadores aliados no incluyeron el CDL en sus planes de batalla.

Estados Unidos quedó prendado de la tecnología CDL, la montó en 355 tanques obsoletos; sin embargo, sus capacidades únicas se utilizaron nada más como un foco de alta potencia durante las operaciones nocturnas.

El único uso registrado del CDL contra las tropas alemanas se produjo cuando las fuerzas aliadas cruzaron el Rin. Una noche, mientras en el río se juntaban tanques, camiones y tropas para cruzarlo, tres nadadores de combate alemanes quedaron atrapados en el rayo cegador de un tanque equipado con el CDL. Según los informes, la luz intensa congeló a los nadadores, deteniendo su intento de sabotear el avance aliado.


Los ferrocarriles y la guerra


Tren acorazado del imperio austro-húngaro


Nota del editor: Aclarando que  el título de esta entrada habla sobre proyectos británicos que no fueron realidad durante la segunda guerra mundial, como apéndice y curiosidad histórica hemos incluido al ferrocarril, un invento británico que en sus primeros años fue transformado -según las necesidades- en un eficiente medio de guerra. Lo hemos incluido aquí por ser un ingenio que nació en Inglaterra y muy popular en el subgénero literario del steampunk que en principio vio luz en la ciencia ficción especulativa aparecida en la década de 1980 al poseer una estética retrofuturista, volviendo a la época victoriana (siglo XIX), en la cual la tecnología no evoluciona por el desarrollo de la ingeniería eléctrica sino a través de la máquina de vapor, dando lugar a toda clase de artilugios e inventos fantásticos y utópicos, como analizaremos en siguientes entradas sobre la temática. El género steampunk está influenciado por el romanticismo, el positivismo y el modernismo. Se inspira básicamente en las cosas imaginarias que hallamos en los libros de Julio Verne y H. G. Wells.

***

Probablemente no hay nada más steampunk que la locomotora, además de la aeronave, por supuesto. Los ferrocarriles siempre han representado el movimiento, la libertad, el genio humano, pero después de su introducción pronto se infectaron por el germen de la guerra y comenzaron a servir a propósitos destructivos.


Este parece ser el triste destino de todos los inventos humanos, desde los antiguos carros hasta los aviones modernos. 


Reemplazando a los animales

1825, generalmente se considera el comienzo de la era del ferrocarril  cuando se abrió la línea entre Stockton y Darlington (Inglaterra). En décadas, todas las grandes potencias tenían ferrocarriles funcionando para servir a sus florecientes bases industriales. Solo tomó unos pocos años más antes de que las naciones reconocieran las posibilidades estratégicas del tren.

Desde los albores del hombre, los animales llevaban armas y alimentos al campo de batalla, pero los animales también tenían que comer. Se ha calculado que la comida necesaria para los animales en un ejército podría representar más de la mitad de la comida total transportada.

Además, todas las estrategias de guerra dependían de la velocidad de movimiento de las tropas. Los ferrocarriles cambiaron el patrón antiguo. Las tropas y los suministros se podían entregar en poco tiempo y en mayor cantidad cuando fuera necesario, proporcionando una ventaja sobre el enemigo, que tenía que depender de sus animales.

Además, si eran derrotados tenían mejores oportunidades de abandonar el campo de batalla y reorganizarse en otro lugar.


Plan alemán


Helmuth von Moltke


Alemania fue la primera nación que planificó un extenso y estratégico sistema de transporte ferroviario diseñado para mover tropas desde los centros militares hacia las fronteras. El plan, propuesto en 1842 por el general Helmuth von Moltke, cubría todo el territorio alemán y prusiano, con ramificaciones que llegaban a Turquía y al suroeste de África, los próximos objetivos planificados del colonialismo alemán.

En los siguientes años, en el lado europeo el sistema ferroviario se modernizó con alojamientos, depósitos y otras infraestructuras necesarias para apoyar a un ejército en movimiento, sin embargo, Alemania había perdido las ramas asiática y africana en las guerras coloniales.

El sistema ferroviario alemán ayudó a Prusia a ganar dos guerras en el siglo XIX: la Guerra Austro-Prusiana (1866) y la Guerra Franco-Prusiana (1870-71). Ni Francia ni Austria estaban preparadas para mover muchas tropas y suministros a lo largo de sus sistemas ferroviarios: las tropas se acumulaban en la cabeza de los ferrocarriles, se reunían sin suministros ni alimentos, además de otros problemas similares derivados de la escasa coordinación entre las compañías ferroviarias y los ejércitos, hizo que ambas naciones no estuvieran listas cuando comenzaron las guerras.


Guerra civil americana


Tren de vapor Firefly o locomotora Firefly cruza sobre un caballete del Ferrocarril de Orange y Alexandria, 1 de enero de 1863 (NARA)


Sin embargo, la primera guerra en la que el ferrocarril tuvo un papel decisivo fue en la Guerra Civil estadounidense (1861-65).

De hecho, se considera la primera guerra moderna por el nivel de tecnología utilizada tanto en armamento (artillería mejorada, barcos de hierro, submarinos) como en logística (incluido el uso táctico de ferrocarriles).

En 1860, había vías férreas de 30.000 millas, dos tercios de las cuales en los estados del norte. El sur tenía un sistema ferroviario mal conectado y no podía reparar o reconstruir vías o locomotoras dañadas con tanta eficiencia como el norte. El poder industrial de los estados de la Unión, de los cuales los ferrocarriles fueron probablemente el signo más notable, es generalmente aceptado como un factor importante de su victoria.


Primera Guerra Mundial


Arriba: Tropas checas en un tren blindado en Irkutsk - Siberia (Rusia) 1918. Abajo: Un tren alemán transporta tanques británicos capturados lejos del frente occidental, 1917 (Bundesarchiv)


Durante la Primera Guerra Mundial, los trenes se utilizaron regularmente para transportar hombres y suministros al campo de batalla, pero hubo paridad por primera vez entre las partes combatientes. Cuando comenzó la guerra, todas las tropas estaban en posiciones, listas para la masacre.

La guerra de trincheras fue una guerra estática que consumió grandes cantidades de recursos. Para abastecer el frente, se desarrollaron ferrocarriles de trinchera, fáciles de construir y fáciles de operar. Las vías fueron prefabricadas y ensambladas en el sitio. Las locomotoras eran ligeras y de vapor, aunque se utilizaron locomotoras de gasolina en el rango visual del frente, ya que el vapor y el humo las convertían en objetivos visibles para la artillería enemiga.

Al ser relevantes para las operaciones militares, los ferrocarriles se convirtieron naturalmente en objeto de ataques durante las guerras.

Esta estrategia fue utilizada por primera vez durante la Guerra Civil estadounidense por ambos lados, pero probablemente durante la Primera Guerra Mundial podamos encontrar el ejemplo más interesante en Lawrence de Arabia impulsando a las tribus árabes a una guerra contra los turcos en el Levante. Como las tribus seguramente habrían perdido una batalla real, Lawrence planificó atacar el Ferrocarril de Hejaz, la única línea que conectaba Arabia y Turquía.

Atacando estaciones de ferrocarril y dañando las vías en lugares críticos como los puentes, limitaron los movimientos de tropas turcas, impidiéndoles, por ejemplo, reunir tropas contra el ejército británico en Egipto o abastecer puestos de avanzada sitiados que terminaban rindiéndose a los árabes.

 

Fuente original en inglés:

Railways and War

Scatter! Britain’s Secret Tank Weapon

Unsinkable British Aircraft Carrier — On Ice!

08 enero 2021

8 de enero, tiempo para recordar a Cuba



por Tito Andino U.

Es imposible disociar a la revolución cubana del contexto de la Guerra Fría, por lo mismo no es posible separarla de la geopolítica internacional. Lo que si podemos hacer es disociar el proselitismo político sin apasionamiento ni favoritismos, algo difícil de conseguir ya que aun enciende la sangre de la juventud rebelde por naturaleza ante un hecho histórico trascendental y de enorme significado mundial. Se intenta evitar los antagonismos, compleja tarea, así que armonizar la historia con experiencias personales inolvidables es el cometido de esta entrada.

  

Al igual que millones de personas por el mundo, sin necesidad de ser "comunista", simpatizamos y admiramos el proceso revolucionario de la isla caribeña; y, si, es necesario aclarar que a la larga, el comunismo resultó ser un rotundo fracaso social, la gente no vive de doctrinas...

La revolución cubana tuvo el privilegio de contar con mentes brillantes como Camilo Cienfuegos, Fidel Castro y el símbolo de rebeldía en el mundo, Ernesto Guevara; personajes polémicos eso sí, amados, criticados y odiados por millones. Salvo Cienfuegos (quien murió repentinamente el mismo año del triunfo de la revolución), los otros pasaron a la historia ya sea como héroes o villanos, según el punto de vista ideológico de quien los mire. (Juan Almeida Bosque, otro de los líderes de la revolución cubana es un perfecto desconocido fuera de Cuba, a pesar de los altos cargos que ocupó hasta su deceso. Mientras el Comandante Huber Matos Benítez, un maestro de escuela y miembro inicial del proceso revolucionario, se apartó muy pronto renegando del rumbo que tomaba la revolución en 1959).


Fidel Castro en Washington D.C., 15 abril de 1959

Carismático e inteligente como él, no cabe duda que Fidel fue amado por su pueblo, tuvo que hacer "magia" para afrontar la tormenta mundial desatada por atreverse a rebelarse, literalmente, en el patio trasero estadounidense, aliarse con el "diablo" (URSS) para sobrevivir en el concierto de la política mundial fue el camino tomado. Guevara, apreciado en la actualidad por jóvenes "rebeldes" se ha vuelto más un ícono de venta de suvenires a la vez que se olvida su historia. El "Che", la persona y no el mito, es un personaje de análisis más profundo hasta en su psiquis, nunca dudó en recurrir a la pistola cuando de eliminar a los enemigos se trataba, lo que denota una bipolar personalidad.


El trío más famoso del mundo revolucionario; Ernesto Che Guevara, Fidel Castro y Camilo Cienfuegos.

Camilo Cienfuegos, como muchos héroes anónimos de la revolución, era excepcional, quedando relegado en la historia por la fama de sus míticos compañeros de armas. En su tiempo su popularidad era tal que incluso llegó en algún momento a sobrepasar la de Fidel Castro. Conocido como "El Comandante del Pueblo" y "El Señor de la Vanguardia", el instinto nos lleva a decir que Cienfuegos fue la verdadera alma de la revolución. Descendiente de humildes emigrantes españoles (al contrario que Castro), su carácter era el típico y popular del cubano, sonrisa franca: "carácter jovial y natural desprendimiento", muy querido por su sencillez y humildad. Decía, riéndose, que estaba viviendo la vida como si fuera un sueño. "No sé si esto es un sueño o realidad" decía cuando la gente lo abrazaba o lo tocaba por un instante. 

Como otros, Camilo Cienfuegos es un héroe nacional, en 1957 ya era uno de los Comandantes del Ejército Rebelde, cargo consolidado tras la victoria de la revolución en que fue elevado al rango de jefe del estado mayor del Ejército Revolucionario con apenas 27 años de edad. Desde esa posición Cienfuegos encabezó la lucha ante los levantamientos contra-revolucionarios. El trágico y fatal destino cegó la vida del Comandante (accidente de aviación el 28 de octubre de 1959), días previos había recibido la orden de Fidel Castro para detener a Huber Matos en Camagüey (21 de octubre). Se recuerda el discurso de Fidel Castro (1 noviembre 1959) en que anunciaba a los cubanos la muerte de Camilo Cienfuegos: “¡Hay muchos Camilos entre nuestro pueblo!”.


El Comandante Camilo Cienfuegos

Como curiosidad histórica, apenas en 2009 el rostro de Camilo Cienfuegos fue colocado en la Plaza de la Revolución junto a su conocida frase "Vas bien, Fidel". Hay quienes dicen -como teoría de la conspiración- que Fidel Castro se sintió aliviado con el deceso de Camilo y que más tarde enviaría a Guevara a continuar con la revolución lejos de Cuba más que todo para librarse de él (nada es improbable). Fue Huber Matos quien divulgó la historia de que fue Castro quien mandó a eliminar a Camilo por celos, en repetidas entrevistas a lo largo de su exilio Matos afirmó que él advirtió a Camilo de que se cuidara de Fidel...

Como podrán apreciar aquí no ocultamos nada (ni las afirmaciones del disidente Matos), este no es un libro de historia pero damos oportunidad para escuchar la otra cara de la moneda.


Históricas fotos. Arriba: Camilo Cienfuegos, Fidel Castro y  Huber Matos (de perfil) entrando triunfalmente a la Habana el 8 de enero de 1959. Foto del medio: Huber Matos da un discurso en que ratifica la renuncia a sus cargos y se entrega en calidad de detenido ante Camilo Cienfuegos, quien le escucha atentamente (21 octubre 1959). En la foto de abajo a la derecha observamos a Matos detenido dentro de un autobus. Matos había renunciado previamente por carta, en ella expresaba que aún había posibilidad de salvar al pueblo de la tragedia vivida, apeló a Fidel Castro para que cumpla la promesa de una revolución democrática: “¡Salvemos la Revolución, Fidel!”, Matos decía denunciar la deriva comunista del alzamiento, cumplió veinte años de prisión, cuando recuperó su libertad fue un declarado 'anticastrista', formó parte de la disidencia desde el exilio. Tras aquel episodio de 1959, a los pocos días Camilo Cienfuegos desaparecía en el mar en un fatal accidente de avioneta.


Bien, enfoquémonos en el presente

Es lógico considerar que con el paso de las décadas el sistema político cubano gobernante a través del Partido Comunista haya devenido en forma de dictadura del partido único, lo cual no está en discusión, por algo proclamaban en aquellos lejanos años de la era soviética "la dictadura del proletariado", lo que tampoco era tan cierto. También es verdad que durante largo tiempo se observó una especie de culto a la personalidad de Fidel Castro, lo de Cuba distaba de parecerse a esas cerradas dictaduras político-militares que conformaban la otrora alianza europea del este conocida como Pacto de Varsovia. Sin duda Cuba fue inicialmente (no lo es más) una dictadura popular, fue querida por el pueblo (en las primeras décadas) y con líderes carismáticos amados hasta las entrañas por su gente, pero todo pasa factura con el tiempo. 

Hoy, más de 60 años después existe dos generaciones que han vivido bajo el sistema imperante y nadie puede discutir la profunda soledad del alma colectiva cubana. Existen dos Cubas, la del turismo, la de las sonrisas y el buen ron; y, la Cuba real, que se cae en pedazos, fruto de los decenios de brutal bloqueo económico que arruinó a la isla, ese es el mensaje que envía Estados Unidos a quienes osen rebelarse en su contra.

He estado en Cuba, se percibe pobreza, indescriptible, en el país ya no es raro apreciar el rostro de tristeza dentro de la jovialidad que todavía conserva el pueblo. Sigue siendo discutible (puedo estar equivocado) el decir que la revolución no fracasó en su esencia, fue y es la imposición draconiana extranjera con un estado de guerra económico perpetuo lo que lentamente mató el intento de desarrollo del país; a eso añadiremos la terquedad del régimen por contener la apertura socio económica -en defensa de la revolución, dicen-. 

Es muy cierto que Estados Unidos tiene el poder de sancionar incluso a sus aliados de la OTAN y a cualquier país del mundo cuando esos estados quieren establecer acuerdos económicos y comerciales con Cuba. ¿Qué haría usted como empresario si le plantearan una buena oportunidad para realizar actividades comerciales con alguna institución del gobierno cubano?, ¿cómo evitaría caer en la lista negra del Departamento de Estado? Tal posibilidad es un suicidio. Si alguna gran corporación internacional europea o de otro continente desea comerciar con Cuba será sancionada por Washington, no es mera retórica! la sanción se cumple!. Las advertencias están presentes de antemano, se hacen efectivas causando pérdidas millonarias a las empresas. Peor aun si las relaciones de amistad y comercio son de carácter interestatal, vaya usted recordando, como ejemplo, lo que pasa con Venezuela e Irán por atreverse enviar petróleo a Cuba.


El Capitolio Nacional de la Habana fue construido en 1929 para que allí funcionara la sede de las Cámaras del Congreso de la República de Cuba, el Congreso fue disuelto tras el ascenso de la Revolución. Se asemeja bastante al Capitolio de los Estados Unidos, pero también fue inspirado en el Panteón de París y la Catedral de San Pablo de Londres. En la actualidad, tras una larga restauración, es nuevamente sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. 

No estamos para defender el "comunismo", sistema que nunca ha llegado a establecerse en ninguna parte del mundo, aunque hayan sido gobernados por partidos comunistas. Es un hecho histórico que la revolución cubana para sobrevivir a los embates estadounidenses recurrió en la época más confusa de la Guerra Fría a la Unión Soviética. Tampoco vamos a negar que Cuba se armó con arsenales soviéticos y apoyó las revoluciones en Latinoamérica, llegando incluso a intervenir en conflictos civiles africanos (como Angola) y hasta hizo presencia en la guerra del Yom Kippur (1973, Siria, Egipto y otros contra Israel). 

Tras el colapso de la URSS, Cuba quedó sola, intentó adaptarse, cambiar de estrategia, mutar. Ya no eran fuerzas expedicionarias militares sino ejércitos de médicos que empezaron a recorrer los países emergentes. A decir de otros, ese acto oculta intenciones políticas "intervencionistas" que no dejan de ser rumores. Desde que Cuba dejó de apoyar a las guerrillas pro-castristas, las misiones de los médicos ha cumplido una función social a la vez que permite que millares de profesionales de la salud tengan una ocupación digna fuera de su país y ayuden a sus familias y al estado. Curiosamente es muy raro escuchar sobre "deserciones" de médicos cubanos. 

También es cierto que desde hace un buen tiempo Washington decidió poner punto final a la tentativa de derrocar el sistema cubano, ya sea intentado asesinar a su líder, por medio de fallidas invasiones con exiliados y mercenarios extranjeros o pretendiendo sembrar la subversión interna. Probablemente, también los Castro pudieron dormir tranquilos (al menos sabiendo que ya no serían asesinados). No obstante, algo peor que el magnicidio les esperaba, no a los Castro, sino a la población: la creciente necesidad de obtener suficientes productos industrializados y alimenticios al impedirse el comercio exterior con otras naciones y la imposibilidad de resurgir la industria, es decir, desarrollo industrial cero son las más visibles consecuencias del embargo comercial y económico que sigue imponiéndose a la isla pese a los cada vez más frecuentes reclamos de los socios europeos de los Estados Unidos y las resoluciones emanadas de las Naciones Unidas, siempre vetadas por la primera potencia mundial. 

¿Y por qué los Estados Unidos adoptaron esa estrategia? En principio un bloqueo de tipo militar pasó a convertirse en algo peor, negación absoluta de comerciar, invertir y producir. Muerte lenta, agónica de la sociedad cubana. No es que el cubano vaya a morir de hambre, sin embargo, existe carencia de productos básicos para que la gente pueda alimentarse y lo que proporciona la naturaleza es insuficiente ante políticas estatales de control absurdas, las imposiciones de sanciones desde el exterior ahonda la crisis alimentaria. La carencia de fertilizantes puede explicar, en parte, la falta de productividad agrícola. Un ejemplo claro del fracaso cubano en la agricultura (aparte de las erradas políticas del régimen) es el nulo acceso a fertilizantes claves como los fosfatos, sin fertilizantes a base de fósforo no se puede producir alimentos, todas las plantas y animales lo necesitan para crecer, en pocas palabras: si no hay fosfatos, no hay vida, y esto si es responsabilidad de políticas genocidas contra la isla. No obstante, hay que dejar sentado que la crisis alimentaria va transformándose en un fenómeno global y no es exclusividad cubana.

Esto ha llevado al desagradable tema de la búsqueda diaria de alimentos, la vida cotidiana del cubano se refleja en el que se comerá hoy tras largas colas en los centros de abastecimiento, no hay otra perspectiva de futuro.  Al cubano lo mata la inercia y la frustración de no poder hacer nada más. 

La casi inexistente producción industrial trae como consecuencia la imposibilidad de conseguir empleo; es cierto que el cubano prefiere ser "independiente" al momento de trabajar porque sabe que puede ganar más que siendo un empleado del gobierno con un salario de miseria. A pesar de ello, no hay otra alternativa que la extensa burocracia como un "alivio" para miles de familias, pero la burocracia no produce bienes de consumo, ni genera una economía de mercado... 

Es la estrategia que Washington optó preferentemente al uso de las armas: el sistema político cubano deberá derrumbarse solo. Los gobiernos de turno en la Casa Blanca mantienen una política similar (en algo pretendió cambiar Barak Obama). Debe tenerse en cuenta el verdadero mensaje: CUBA es el ejemplo que Estados Unidos restriega en los ojos de cualquier "aventurero" que intenta desafiarle. Cuba no será destruida por la fuerza de las armas, sino por la agonía económica, el hambre y la pobreza en la sociedad civil. Ese es el verdadero propósito de las sanciones y bloqueos económicos. Carece de importancia para el Poder Mundial que dicho proceso requiera de varias generaciones, los presidentes cambian, la gente nace y muere, pero la advertencia debe perdurar. Llegará el día, dicen los políticos en Washington, que Cuba y su sistema político caerá como un castillo de naipes y volverán a recuperar "sus" bienes nacionalizados por el régimen castrista.

Hasta aquí la política.


Sellos postales conmemorativos del Comandante Camilo Cienfuegos

Decía más arriba que visité Cuba hace varios años, mis apreciaciones están dichas, no hay necesidad de insistir en aquello que es evidente. 

A manera de anécdota personal compartiré algunas vivencias inolvidables de mi corta estancia por tierras cubanas. La experiencia con el deporte de los puños, el boxeo fue lo que me llevó por esas tierras... no, no, no! yo de boxeador ni para sparring mi amigo, que va! Conocía previamente por el año 1998-99 a los deportistas cubanos que solían ir a entrenar en Ecuador para rendimiento en altura, figuras importantes del boxeo, como el entrenador Dr. Aquiles Sagarra o íconos mundiales como Félix Savón (a quien estreché la mano un par de ocasiones). Un grupo de éstos fabulosos deportistas visitaron mi oficina jurídica y brindamos por la vida. En una ocasión, otro prestigioso entrenador cubano, el Dr. Pedro Luis Díaz, me presentó a un personaje menudito (igual que yo), Maikro Romero Esquirol, quien me invitara a su país en el año 2000, "si va pa´La Habana chico, bienvenido". Yo, ni corto ni perezoso llegué a su humilde hogar en el Reparto Güiteras en La Habana un mes antes de las Olimpiadas de Sidney. 

Y ¿quién demonios es Maikro Romero para que aquí se lo mencione? Maikro ni más ni menos ostenta un récord singular en el deporte del boxeo: Campeón Panamericano, Campeón Mundial y Campeón Olímpico, entre muchos otros títulos internacionales, en su categoría. 

Lo primero que me llamó la atención al llegar al aeropuerto José Martí de la capital cubana fue en la ventanilla de visados. Me preguntaron: ¿dónde va a hospedarse, en qué hotel?... en la casa de Maikro Romero, respondí... nervioso, silencio y cruce de miradas entre los funcionarios... "!Oyé que va a la casa de Maikro Romero..."; y otro y otra que repiten lo mismo en cadena: "! que va a la casa de Maikro Romero"... segundos de tensión... ¿había "firmado" mi sentencia de muerte?... "Bienvenido a Cuba chico!", me dijo una dama mientras separaba el tickete desprendible del visado (que nunca es sellado en el pasaporte). Esto solo sucede en Cuba, donde ser un deportista olímpico equivale a ser una estrella de Hollywood (guardando las grandes distancias) y donde estaba prohibido recibir visitas extranjeras en sus hogares (a menos que sea familia, esa política ya ha cambiado en el presente). 

El boxeo llegó a ser el deporte nacional por excelencia (relegando al beisbol y otras disciplinas). El deporte es una forma en que Cuba pudo hacer acto de presencia en el concierto internacional, una manera de decir: Cuba existe y aquí estamos a pesar de la calamidad en que nos ha sumido el país más poderoso del mundo por habernos opuesto a su reinado global. 

No cabe duda que la noticia se regó, la presencia de un extranjero en la casita de Maikro Romero no pasó desapercibida para las autoridades. Pronto Maikro tuvo que ir a su base de entrenamiento en Guantánamo y antes de partir me presentó a un chico alto, deportista como él (basquetbolista), a la vez jefe del partido en el sector. Nada de política ni cosas por el estilo, es que solemos pensar erradamente que todo en Cuba va de política, pues no, solo amistad y unas buenas cervezas heladas, me invitó a su apartamento donde vivía con sus hermanos y hablamos de cualquier tópico, risas y alegrías para todo. Hasta el momento no han podido quitar al cubano su carácter alegre, aunque la chispa de sus ojos haya disminuido. 

La presencia foránea en casa de un famoso habanero llegó hasta las máximas instancias del poder. Nada menos que un tal Fidel Castro Ruz le preguntó a Maikro -durante la ceremonia de abanderamiento de los deportistas que viajarían a las Olimpiadas de Sidney- "¿Cómo está el amigo que está en tu casa?, ¿Cómo se llama?... Me saludas al muchacho". La historia se saldó con un libro-biografía de Camilo Cienfuegos, dedicado y firmado por el Comandante Fidel Castro. Esa noche, mientras dormía, eran como las dos y media de la madrugada se armó el zafarrancho, llegaba Maikro, Jorge Gutiérrez (boxeador) y una chica ecuatoriana que luego se casaría con Gutiérrez, con una botella de "Trópico" (aguardiente ecuatoriano de moda en esos años). Maikro entró gritando a la habitación "Tito, Tito, Fidel te envía saludos!"...  ah, ah, bueno.... (yo aun somnoliento); "en serio, Fidel me preguntó como te llamas, dijo que te salude", pensé que bromeaba pero luego me di cuenta que era cierto. La "ceremonia" se alargó hasta muy entrado el día, un grupo feliz alzando la copa. Al siguiente día llegó Pedro Luis Díaz, con una mirada resignada de reproche se llevó a Maikro, tenía que ir a entrenar... 

Aquella gesta en honor a Baco se saldó un mes después en Sidney: Un título de campeón olímpico y medalla de oro para Jorge Gutiérrez y una nada despreciable medalla de bronce para Maikro Romero (no pudo validar su título de campeón olímpico y medalla de oro en Atlanta 1996)... espero no haya sido por las copas demás. Historias como esas, para un libro. Al día de hoy Maikro es entrenador de boxeo juvenil en su tierra.

Nunca conocí a Fidel Castro pero esta historia es para contarla. A estas alturas quizá ya han intuido que mi favorito no era Fidel, ni el "Che", sino el joven Camilo Cienfuegos a pesar de su rápida partida.


Arriba a la izq. el de casco y barba es Camilo Cienfuegos atrás de Fidel Castro junto a Raúl Castro; Arriba a la derecha, los Comandantes Camilo y el Che en La Habana, agosto de 1959. Abajo izq. Cienfuegos junto a sus compañeros de armas; a la derecha, Camilo Cienfuegos y Fidel Castro en el arribo triunfal a La Habana, 8 enero 1959.

Para finalizar es necesario topar brevemente un tema relacionado con el deporte cubano, algo más serio. No es para nada sorprendente escuchar en las noticias que -en ocasiones- se produce la deserción de deportistas. Esto lo atribuyó a esa desesperación que va enquistándose a paso lento en una buena parte de los cubanos y eso no es exclusividad de la isla, la pobreza. Como no compartir ese destino trágico, mayormente forzado por la maldad de una super nación rica, dueña del Poder y que añora dominar hasta los elementos. 

Muchos han deseado probar suerte, partir a otros destinos y no estamos aquí para criticarlos; sin embargo, la inmensa mayoría de deportistas permanecen en Cuba a pesar de haber sido tentados con fama y fortuna. Estos chicos cubanos crecieron forjados en otros valores, algo que difícilmente podremos emular en nuestro mundo mercantilista.

Las deserciones son un duro golpe para el gobierno cubano. Tampoco ocultaré que la gente suele callar, quien sabe por miedo o instinto de conservación, ni una palabra a nadie se impone rigurosamente en los círculos cercanos al "traidor"; afuera es otra cosa, los medios corporativos de información la transmiten como un espectáculo. Es indudable que aquellos que han pasado por esa experiencia y que fracasaron en el intento han sido tratados como escoria y "criminalizados", rechazados -quizá por miedo- por la gente y condenados al anonimato, sus vidas no serán las mismas a pesar de que se les haya rehabilitado.  

Hace pocos días leí un artículo de un periodista deportivo cubano, que abandonó hace una década su delegación en una de las citas deportivas internacionales, Damian Delgado Averhoff, sus reflexiones son esclarecedoras, cita a un Fidel Castro ya convaleciente por su avanzada edad y la enfermedad:


"El atleta que abandona su delegación es como el soldado que abandona a sus compañeros en medio del combate... llegaron a un punto sin retorno como parte de una delegación cubana en ese deporte".

 

Epílogo


 Esta obra es un mural ubicado en el edificio del Comité Municipal Habana Vieja, representa a los líderes de la revolución que derrocó a Batista el 1 de enero de 1959. En este mural se aprecia a Ernesto Guevara, Camilo Cienfuegos y Julio Antonio Mella, fundador del Partido Comunista de Cuba (asesinado en 1929). la foto del mural ha sido modificada (hemos añadido el brazo que porta la bandera de Cuba).

Este artículo es una particular "visión cubana" del redactor del blog. Pienso que los valores que originaron la Revolución en Cuba siguen siendo válidos en el mundo, como principios de dignidad humana. No se pretende hacer propaganda "comunista" ni nada por el estilo, jamás he tenido interés por la izquierda política. Lo repito en interminables ocasiones -y lo vuelvo hacer- estas líneas tiene tintes de carácter histórico exclusivamente. Es lógico, evidente y natural que, al ser los Estados Unidos la potencia mundial predominante, por lo mismo, la que impone "su" "Nuevo Orden Mundial", sea materia preferente de crítica, análisis político, económico, militar y social a nivel internacional. Los cuestionamientos para nada van dirigidos a los simples ciudadanos y trabajadores estadounidenses, gente sencilla y normal como cualquier ciudadano del mundo. Alrededor del planeta se plantean estudios sobre aquellos que detentan el Poder, un poder que sobrepasa fronteras hasta convertirse en una real amenaza global. Es "natural" que se escriba sobre el intervencionismo de los Estados Unidos a lo largo de las décadas posteriores a la posguerra mundial. Un ejemplo, si la potencia antagónica de los EEUU -la actual Rusia o la China- ejerciera el papel de primera potencia mundial no cabe duda que las páginas de los medios dedicarían todos los días críticas a ese sistema. No hay otro camino que recordar la historia con la innegable e inseparable presencia del matiz político que produjo tal o cual hecho histórico.  

Para quien tenga interés, un valioso análisis de Cuba, la revolución y el presente fue realizado por el prestigioso investigador y filósofo de la Universidad de Ottawa, Dr. Birsen Filip: El 62 aniversario de la Revolución Cubana: un capítulo sin precedentes en la historia mundial (el texto está en inglés) puede complementar el tema.

27 diciembre 2020

Primera Guerra Mundial: La tregua navideña de 1914




por  Dr. Jacques R. Pauwels

Extracto de su libro "La gran guerra de clases, 1914-1918"


La situación en el otoño de 1914, después de la "guerra de movimiento" ha dado paso a la infame "guerra de trincheras" estacionaria:

 

Los soldados corrientes desarrollaron cada vez más antipatía e incluso odio hacia sus propios oficiales. Simultáneamente, empezaron a sentir empatía e incluso simpatizar por los hombres que se enfrentaban a ellos en el otro lado de la tierra de nadie. El enemigo oficial, alemanes, rusos, franceses, lo que sea, fue demonizado por las autoridades, pero los soldados tenían poco o nada contra ellos. En muchos casos, apenas conocían a las personas a las que se suponía que debían odiar y matar. Además, pronto descubrieron que tenían mucho en común con “el enemigo”, primero y sobre todo un trasfondo social de clase baja, y segundo, la misma exposición al peligro y la miseria.


Los hombres aprendieron de muchas maneras que el enemigo oficial de hecho no era el enemigo real, que los soldados del otro lado eran seres humanos como ellos. Esta lección podría aprenderse, por ejemplo, leyendo cartas y mirando fotografías que se encuentran tomadas de prisioneros. El desprecio por el "otro", deliberadamente fabricado por los superiores militares y políticos, pronto dio paso al respeto mutuo y al sentimiento de "que todos somos iguales", a un "respeto recíproco e incluso simpatía". En enero de 1915, un poilu francés comentó lo siguiente sobre las cartas que había encontrado sobre un prisionero:


“Lo mismo que de nuestro lado. La miseria, la desesperación, el anhelo de paz, la monstruosa estupidez de todo esto. Los alemanes están tan descontentos como nosotros. Son tan miserables como nosotros".

 

Soldados británicos y alemanes intercambian una alegre conversación - impresión artística de The Illustrated London News del 9 de enero de 1915- Tregua de Navidad en las trincheras opuestas. El subtítulo dice "Sajones y anglosajones confraternizando en el campo de batalla en la temporada de paz y buena voluntad: oficiales y hombres de las trincheras alemana y británica se encuentran y se saludan: un oficial alemán fotografiando a un grupo de enemigos y amigos" Archivo: Illustrated London News - Tregua de Navidad 1914.


Este tipo de lección también se aprendió mediante reuniones físicas con el enemigo. Evidentemente, no se trata de un combate cuerpo a cuerpo, que en realidad era mucho menos frecuente de lo que solíamos creer, sino de encuentros con prisioneros de guerra. Sobre los cautivos alemanes, un oficial británico informó que "eran tipos agradables, que generalmente se comportaban como caballeros". Y en 1916, un soldado escocés, Joseph Lee, expresó su lástima y simpatía por los prisioneros alemanes de la siguiente manera:


Cuando te vi por primera vez en la calle curiosa

Como un pelotón de soldados fantasmas en gris

Mi loco impulso fue todo para golpear y matar,

Para escupirte, hollarte bajo mis pies.

Pero cuando vi como cada alma triste saludaba

Mi mirada sin signo de expresión desafiante

(…)

Sabía que nos habíamos sufrido el uno como el otro,

Y podría haber agarrado tu mano y gritar: "¡Mi hermano!"


La simpatía por los prisioneros alemanes también se reflejó en el poema "Liedholz", escrito por el oficial británico Herbert Read. Pudo haber sido un oficial, pero resultó ser un anarquista convencido. Read capturó a un alemán llamado Liedholz, y ya antes de llegar a las trincheras británicas, "werden de versperringen van formele vijandschap weggenomen", para usar las palabras de un comentarista literario: (Nota del editor. La frase está escrita en neerlandés y significa: "se eliminaron las barreras de la enemistad formal").


Antes de llegar a nuestro alambrado

Me dijo que tenía esposa y tres hijos.

En el refugio le dimos un whisky.

(…)

En francés roto discutimos

Beethoven, Nietzsche y la Internacional.


En "Memorias de un oficial de infantería", publicado en 1930, Siegfried Sassoon debía escribir que, durante la guerra, los ciudadanos británicos generalmente odiaban a los alemanes, pero no, o ciertamente mucho menos, a los soldados británicos. Él mismo, agregó, "no tenía nada en contra de ellos". Innumerables soldados franceses tampoco desarrollaron sentimientos de odio con respecto a sus "vecinos alemanes del otro lado". “No odiamos a los alemanes”, escribió un poilu en una carta que fue interceptada por los censores.


El sencillo soldado del pueblo, británicos rumbo al matadero en la Primera Guerra Mundial.

El soldado francés Barthas pronto sintió simpatía por los prisioneros alemanes que escoltaba en un tren que viajaba desde el frente hasta un campo en algún lugar del sur de Francia, y que fueron abusados ​​verbalmente por civiles en las estaciones de tren. Él y sus compañeros compartieron el vino y las uvas, que esos mismos civiles les habían ofrecido, con sus prisioneros en un gesto de camaradería. "Aquellos que han visto las terribles realidades de la guerra", observa Max Hastings, "retrocedieron ante las demostraciones de chovinismo". 

Los soldados detestaban a los civiles, periodistas y políticos que podían o no entender su miserable destino. Por el contrario, les resultó imposible odiar a un supuesto enemigo que compartía su miseria. “Los soldados de los ejércitos rivales sentían un sentido de comunidad mucho más fuerte entre ellos que con sus pueblos en casa”, escribe Hastings.

La “tierra de nadie” que separaba a los ejércitos se reveló menos ancha que la brecha que separaba a los soldados de los oficiales de estos ejércitos. A finales del verano y el otoño de 1914, dos guerras diferentes habían comenzado a devastar Europa. Primero, una guerra “vertical” muy visible, un conflicto entre grupos de países, en el que todos los uniformados de un lado eran enemigos de todos los uniformados del otro lado. Segundo, bajo la superficie, por así decirlo: una guerra "horizontal", una explosión de conflicto de clases, un conflicto en el que los oficiales de cada ejército eran enemigos de sus propios subordinados, mientras que un alto grado de solidaridad unía a los soldados ordinarios de ambos lados. En la primera guerra, un frente geográfico (o topográfico) separó a amigos y enemigos, en la segunda guerra, una brecha social separó a los antagonistas.


Los verdaderos señores de la guerra, contemplado el armamento que construyen para que otros mueran en su nombre.

En el otoño de 1914, cuando en el frente occidental la "guerra de movimiento" se agotó y dio paso a una "guerra estacionaria", los soldados descubrieron que sus enemigos eran seres humanos como ellos, con los que casualmente tenían mucho en común. Eran abrumadoramente de origen de clase baja y todos experimentaban una necesidad urgente de frenar la masacre mutua tanto como fuera posible. Surgieron prácticas que se han descrito como "vive y deja vivir". Por ejemplo, los soldados a menudo se abstuvieron deliberadamente de disparar sus armas, especialmente durante las comidas, con la esperanza de que el enemigo hiciera lo mismo, como solía ocurrir. Cuando, durante esa pausa, de repente se disparó un mortero, una voz alemana ofreció en voz alta disculpas a los “Tommies” británicos, lo que evitó una escalada de los disparos. Cuando llegaron órdenes específicas de "arriba" para abrir fuego, los hombres deliberadamente apuntaron demasiado alto y el enemigo hizo lo mismo. Los artilleros también abrían fuego a menudo a la misma hora del día, apuntando al mismo objetivo, esto para dar al enemigo la oportunidad de retirarse a un área segura.

Por lo tanto, los sectores tranquilos se originaron a lo largo del frente, áreas donde la tasa de víctimas fue notablemente más baja que en otros lugares. En las cercanías de Ypres, los británicos y los alemanes acordaron dejar que los hombres de ambos lados se sentaran en el parapeto de sus trincheras embarradas y frecuentemente inundadas, a la vista el uno del otro, para mantenerse secos. Otra forma más de “vivir y dejar vivir” consistió en la conclusión de altos el fuego no oficiales, no autorizados por los superiores, después de intensos combates, que permitieron a ambas partes recuperar a los heridos y enterrar a los muertos. Esas oportunidades se aprovechaban a menudo para iniciar una conversación con el enemigo e intercambiar pequeños obsequios como tabaco e insignias, es decir, para "confraternizar". ¡Ocasionalmente, esto incluso involucraba visitas a las trincheras al otro lado de la tierra de nadie! Un soldado alemán recordó más tarde una pausa en los combates en Francia hacia fines de noviembre de 1914: “Los soldados franceses y alemanes caminaban, completamente visibles a la luz del día. Nadie disparó sus armas. Se dijo que algunos hombres valientes incluso visitaron las trincheras enemigas”. El mismo soldado relató cómo incluso más tarde, por ejemplo en febrero de 1915, “se acordó en silencio dejarse en paz lo más posible”. Y un poilu francés,Gervais Morillon, describió en una carta cómo el 12 de diciembre de 1914.

Franceses y alemanes se dieron la mano después de que alemanes desarmados salieran de sus trincheras, ondeando una bandera blanca... Nosotros correspondimos, y visitamos las trincheras de los demás e intercambiamos puros y cigarrillos, mientras unos cientos de metros más allá se disparaban.

En algunos sectores, estas confraternizaciones se convirtieron en una rutina casi diaria. En el área de la ciudad de Pont-à-Mousson, soldados franceses y alemanes comenzaron en noviembre de 1914 a buscar agua diariamente en la Fuente del Padre Hilarion (Fontaine du Père Hilarion), un manantial situado en un barranco en medio de la tierra de nadie. Normalmente, se turnaban para ir allí y no se disparaban mientras se recogía el agua, se llegó con frecuencia a reuniones y conversaciones. Según un informe que parece referirse a ese sitio, franceses y alemanes intercambiaban “pan, queso y vino”, comían juntos, se mostraban fotos de esposa e hijos, se divertían juntos, cantaban canciones, tocaban el acordeón. Esa sociabilidad terminó abruptamente cuando, el 7 de diciembre, estallaron fuertes enfrentamientos en la zona.



Se suponía que los soldados se odiaban entre sí, pero en realidad sucedió algo muy diferente: en ambos lados muchos hombres, aunque hay que reconocer que no todos, desarrollaron una considerable empatía y solidaridad con sus contrapartes del otro lado de la tierra de "nadie"El estallido de la guerra produjo una explosión de nacionalismo y asestó un duro golpe al ideal de solidaridad internacionalista entre los proletarios, exactamente como esperaba la élite. Pero ahora parecía que los caprichos de la guerra hicieron que los proletarios uniformados redescubrieran y apreciaran la solidaridad internacionalista. 


La élite militar no lo aprobó. De la guerra se esperaba que enterrara el internacionalismo de una vez por todas en lugar de resucitarlo. Según Adam Hochschild, un "estallido de solidaridad espontánea entre los soldados ordinarios de la clase trabajadora ... indignó a los superiores y militaristas de ambos lados".


Los soldados ordinarios eran muy conscientes de que sus superiores tenían sus razones para repudiar todas las formas de 'vivir y dejar vivir', aunque a veces resultó posible persuadirlos o incluso obligarlos a participar, como veremos más adelante. Por tanto, es comprensible que estas actividades ocurrieran a menudo cuando los oficiales no estaban presentes, lo que a menudo era el caso en las peligrosas primeras líneas. Las confraternizaciones fueron inmediatamente abortadas cada vez que se señaló que los oficiales estaban en camino. Barthas describe un hecho de este tipo que tuvo lugar en la región de Champagne en el verano de 1916. Los franceses tuvieron que informar a los soldados alemanes con los que estaban socializando que sus oficiales habían comenzado a sospechar, por lo que tuvieron que suspender las reuniones. “Los alemanes estaban profundamente conmovidos y nos agradecieron cordialmente. Antes de que desaparecieran detrás de sus sacos de arena, uno de ellos levantó la mano y gritó: "¡Franceses, alemanes, soldados, todos somos camaradas!" Luego hizo un puño: 'Pero los oficiales, NO'. "Bartha comentó lo siguiente:

¡Dios! Ese alemán tenía razón. No hay que generalizar, pero la mayoría de los oficiales estaban moralmente más alejados de nosotros que esos pobres diablos de los soldados alemanes que están siendo arrastrados contra su voluntad al mismo matadero.




De hecho, los oficiales aborrecieron cualquier arreglo que reflejara la solidaridad entre sus propios subordinados y el "enemigo". Charles De Gaulle, por ejemplo, descendiente de una familia burguesa católica en Lille, un joven oficial durante la Primera Guerra Mundial, condenó cada forma de "vivir y dejar vivir" como "lamentable". Pero también había muchos soldados ordinarios que no aprobaban tales reuniones, ya que habían interiorizado el espíritu nacionalista y militarista de la élite y, por lo tanto, odiaban genuinamente al enemigo. Hitler fue uno de ellos.

Las autoridades condenaron y prohibieron toda forma de confraternización y de “vivir y dejar vivir” en general. Los oficiales a veces ponen a trabajar a francotiradores cuando sospechan que las confraternizaciones "amenazan" con producirse. Sin embargo, las treguas y fraternizaciones espontáneas también reflejaron la necesidad de todos los guerreros de mantener y mostrar una apariencia de humanidad incluso en medio de una guerra bestial sin precedentes. Esto explica por qué los oficiales también a veces optan por participar. El soldado francés Gervais Morillon describió cómo un oficial caminaba a la cabeza de un grupo de alemanes que salían de sus trincheras. A veces participaban superiores con un rango tan alto como el de coronel.

El hecho de que las confraternizaciones estuvieran estrictamente prohibidas, aparentemente las hacía aún más fascinantes y atractivas para los soldados. Probablemente sea así que podamos interpretar un mito que disfrutó de un éxito desmesurado entre los soldados de ambos bandos durante la guerra. Innumerables soldados estaban convencidos de que, en algún lugar de la tierra de nadie, en trincheras abandonadas y preferiblemente en las profundidades del suelo, y por tanto fuera del alcance de los proyectiles y de los oficiales, los desertores bestiales de todos los ejércitos vivían juntos en una especie de estado permanente de confraternización. Por la noche robaban a los muertos y heridos, buscaban comida, etc. Se convirtieron en una amenaza tal para las tropas que finalmente los jefes militares ordenaron que fueran exterminados con gas. Este mito fue un cóctel de muchos ingredientes. Ascendió a una versión moderna del tema medieval del "hombre salvaje" simultáneamente temido y admirado. Pero también fue un comentario de los soldados sobre su propia existencia bestial en las trincheras y una fantasía sobre la desobediencia. Por último, pero no menos importante, reflejaba vagamente la solidaridad de los soldados con los hombres del otro lado de la tierra de nadie, combinada con el ardiente deseo de despedirse de sus propios superiores y de la miserable guerra.




"Un olor anti-establecimiento se adhirió a este mito", escribe Tim Cook, era "una forma de desobediencia". De hecho, los generales podían prohibir las confraternizaciones en el mundo real, pero demostraron su impotencia frente a tal confraternización mítica, esto claramente para satisfacción de los soldados que deseaban creer en este mito. 

En cualquier caso, las autoridades tampoco pudieron evitar la ola de confraternizaciones que se produjo el día de Navidad de 1914. En las inmediaciones de Ypres, el sector del frente occidental que se celebró desde septiembre-octubre de ese año por los británicos y se les conoció como “Flanders 'Fields”, ya comenzó en la víspera de Navidad. Los alemanes decoraron árboles cerca de sus trincheras con velas encendidas y comenzaron a cantar canciones navideñas como Stille Nacht, "Silent Night". Los británicos reaccionaron encendiendo hogueras y cantando villancicos ingleses. Luego, los soldados de ambos lados comenzaron a gritar en voz alta los deseos de Navidad. Los alemanes acordaron entregar una tarta de chocolate a los británicos, acompañada de una invitación para concluir una tregua. Poco después, los soldados salieron arrastrándose de sus trincheras para fraternizar en tierra de nadie y en las trincheras de los demás. Ese tipo de cosas continuó el mismo día de Navidad, y en algunos sectores incluso en el Boxing Day. Se intercambiaron regalos como tabaco, whisky y puros, y los dos lados se ayudaron mutuamente para enterrar a los muertos. En la tierra de nadie también se jugó un partido de fútbol, ​​que los británicos afirmaron haber ganado. Un soldado inglés escribió en una carta que esta era "la Navidad más notable" que jamás había vivido y que "había tenido el placer de estrechar la mano de numerosos alemanes, ... fumar juntos y disfrutar de una charla amistosa". Un tema de conversación favorito era la locura de una guerra de la que ambos bandos habían tenido más que suficiente. 

Entre británicos y alemanes, la tregua extraoficial de Navidad afectó prácticamente a todo el frente de aproximadamente cuarenta kilómetros por los que se enfrentaron. En algunos sectores de ese frente la tregua se prolongó hasta el día de Año Nuevo. Algunos historiadores afirman que las confraternizaciones anglo-alemanas de finales de diciembre de 1914 fueron nada menos que "masivas". Pero el día de Navidad también se produjeron treguas y confraternizaciones similares entre alemanes y franceses. Barthas confió a su diario que, en su sector, la mañana de Navidad fue testigo de “cantos y gritos y el disparo de bengalas” y que no se hicieron disparos. Y se sabe que poilus se reunía con boches para cantar e intercambiar tabaco, coñac, postales, periódicos y otros obsequios en las cercanías de Soissons y en pueblos de Picardía como Cappy y Foucaucourt.

Los boches nos hicieron señas e indicaron que querían hablar con nosotros. Me acerqué a tres o cuatro metros de su trinchera para hablar con tres de ellos que habían salido a la superficie… Me pidieron que nos abstengamos todo el día y la noche de disparar y dijeron que ellos mismos no dispararían un solo tiro. Ya estaban hartos de la guerra, decían, estaban casados ​​y no tenían nada contra los franceses, solo contra los ingleses. Me dieron una caja de puros y un paquete de sigarets, y yo les di un ejemplar de la revista Le Petit Parisien a cambio de un periódico alemán. Luego me retiré a la trinchera francesa, donde muchos hombres estaban ansiosos por probar mi tabaco alemán. Nuestros vecinos del otro lado cumplieron su palabra, incluso mejor que nosotros. No se disparó ni un solo disparo de rifle.




Había muchos otros sitios a lo largo del frente donde grupos de soldados franceses visitaban las trincheras alemanas para disfrutar de una bebida, o donde los alemanes iban a ofrecer puros a los Franzosen. Los villancicos se interpretaron en ambos idiomas, por ejemplo, Minuit chrétien y O Tannenbaum. Belgas y alemanes, que se enfrentaron en las tierras bajas del estuario del río Yser, supuestamente también fraternizaron en la Navidad de 1914. Los alemanes acordaron enviar cartas de soldados belgas a familiares en la Bélgica ocupada. En el frente oriental también llegó a las confraternizaciones. Los rusos se encontraron con sus enemigos austro-húngaros en la tierra de nadie en Galicia e intercambiaron el tabaco habitual, pero también aguardiente, pan y carne.

Los superiores estaban lejos de cambiar las treguas navideñas, pero no pudieron evitarlas. En el lado británico, un oficial se apresuró al lugar con esta intención, aparentemente desde la seguridad de la retaguardia, pero llegó demasiado tarde. Sus hombres ya habían comenzado a socializar con los alemanes en la tierra de nadie. Solo podía resignarse al hecho consumado. Él mismo y un puñado de otros oficiales terminaron uniéndose a sus subordinados y fueron a saludar a los oficiales alemanes. Uno de los últimos ordenó que trajeran cerveza para todos, y los oficiales bebieron cortésmente por la salud de los demás. Un oficial británico correspondió al tratar a los presentes con trozos de un budín de ciruela tradicional inglés. Finalmente se acordó que la tregua no oficial duraría hasta la medianoche, de modo que todos tendrían que estar de regreso en sus propias trincheras a la medianoche.




Cuanto más alto era el rango de los superiores, menos les gustaba este extraño idilio navideño. El comandante en jefe británico, General French, que el día de Navidad disfrutó de una cena gourmet, con sopa de tortuga, con un aguardiente de 1820 ofrecido por los Rothschild como digestivo, emitió una orden específica para cortar de raíz cualquier futuro intento de fraternización. Un año después, se haría que la artillería disparara en tierra de nadie todo el día, comenzando en Nochebuena, para evitar reuniones allí. Sin embargo, resultó imposible evitar que ocurrieran confraternizaciones aquí y allá y de vez en cuando.

En la década de 1980, los extraños acontecimientos de la Navidad de 1914 inspiraron la canción Christmas in the Trenches 1914, escrita y musicalizada por el cantante folclórico estadounidense John McCutcheon. Cuenta con las siguientes líneas:


Era Navidad en las trincheras donde colgaba la helada tan amarga,

Los campos helados de Francia estaban quietos, no se cantó ninguna canción de Navidad,

Nuestras familias en Inglaterra estaban brindando por nosotros ese día,

Sus valientes y gloriosos muchachos tan lejos.

(…)

¡Alguien viene hacia nosotros! gritó el centinela de primera línea

Todas las miras estaban fijadas en una figura solitaria que venía de su lado.

Su bandera de tregua, como una estrella de Navidad, brilló en esa llanura tan brillante

Mientras caminaba valientemente desarmado hacia la noche.

Pronto uno por uno a cada lado entró en la tierra de nadie

Sin arma ni bayoneta nos encontramos mano a mano

Compartimos brandy secreto y nos deseamos lo mejor

Y en un partido de fútbol con bengalas les dimos un infierno.

Intercambiamos chocolates, cigarrillos y fotografías de casa.

Estos hijos y padres lejos de sus propias familias

El joven Sanders tocó su acordeón y tenía un violín

Esta curiosa e improbable banda de hombres.

(…)

Era Navidad en las trincheras, donde la escarcha tan amarga colgaba

Los campos helados de Francia se calentaron mientras se cantaban canciones de paz

Por las paredes que habían mantenido entre nosotros para exigir el trabajo de la guerra

Se había derrumbado y se había ido para siempre.

Mi nombre es Francis Tolliver, en Liverpool habito

Cada Navidad que viene desde la Primera Guerra Mundial he aprendido bien sus lecciones.

Que los que toman las decisiones no estarán entre los muertos y los cojos

Y en cada extremo del rifle somos iguales.


Una cruz, dejada en Saint-Yves (Saint-Yvon - Ploegsteert; Comines-Warneton en Bélgica) en 1999, para conmemorar el lugar de la Tregua de Navidad. El texto dice: "1914 - La tregua navideña de Khaki Chums - 1999 - 85 años - No olvidemos"

Dr. Jacques R. Pauwels

Copyright ©

Fuente original: Global Research 2020

Todas las fotografías, excepto la nota de prensa del "Daily Express" del 28 de abril de 2009 son interpuestas por el editor de este blog.

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