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17 septiembre 2023

Cuatro décadas de la masacre de Sabra y Shatila.



Otro pedazo negro de la historia perdido en el tiempo.

Breve introducción por el editor del blog

Notas, comentarios y gráficas por el editor del blog. Este artículo fue publicado por este blog en septiembre de 2018. Al conmemorar 41 años de aquel crimen ha sido reeditado, revisado y vuelto a compartir con nuestros estimados lectores. 

Las siguientes líneas explicativas deben ser valoradas dentro del contexto histórico y no político. 

Se cree que el principal antecedente para la masacre de Sabra y Shatila fue el asesinato del presidente electo del Líbano, Bashir Gemayel, perpetrado el 14 de septiembre de 1982. Gemayel fue un joven político católico maronita, que ejercía altas funciones en el partido 'Falange Libanesa' Comandante de la milicia 'Fuerzas Libanesas' durante la guerra civil, aliados de Israel y enemigos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). 

Bashir Gemayel fue electo presidente del Líbano en agosto de 1982, en plena guerra civil y ocupación del país por fuerzas israelíes y sirias. No obstante, Gemayel tenía antecedentes de graves violaciones al derecho humanitario, por ejemplo, se le responsabilizó en 1975 del 'Sábado Negro' (matanza de palestinos y libaneses musulmanes). El asesinato de Gemayel (14 de septiembre de 1982) se produjo mediante un atentado con bomba en la sede de la Falange en Beirut, acto que ocasionó la muerte de otros veinte y seis miembros de la Falange, el autor del atentado fue identificado como Habib Tanious Shartouni al que se le vinculó con Siria (más concretamente al partido del presidente sirio, Hafez al Assad, el Partido Social Nacionalista Sirio -no obstante existen otras teorías sobre el crimen-. La familia del presunto autor del crimen fue asesinada en venganza)​.


Bashir Gemayel, líder de la 'Falange Libanesa' y Comandante de la milicia 'Fuerzas Libanesas' durante la Guerra Civil Libanesa, electo presidente del Líbano el 23 agosto 82 y asesinado el 14 septiembre 82.


Es incuestionable que Bashir Gemayel resultó electo presidente del Líbano el 23 agosto de 1982 con apoyo israelí y de las fuerzas de Estados Unidos (tropas de mantenimiento de la paz, tras la expulsión de la OLP del Líbano en el mismo agosto de 1982), sin lugar a dudas esto irritó a un gran segmento de la población libanesa. Los primeros días de septiembre de 1982, Gemayel aceptó reunirse con Menachem Begin, primer ministro de Israel para acordar los términos del restablecimiento de relaciones entre los dos países (se dice que se retractó de esos acuerdos ya que debía contar con el apoyo de las comunidades árabes). Sin que haya sido posesionado aun en la presidencia, una bomba que explotó en el edificio de la Falange terminó con su vida el 14 de septiembre de 1982.

Muerto Bashir Gemayel, las milicias de las Fuerzas Libanesas al mando de Elie Hobeika tomaron venganza solo dos días después con la masacre de Sabra y Shatila bajo complicidad de Israel, las fuerzas de ocupación israelí rodearon los campamentos de refugiados palestinos y permitieron que los falangistas asesinaran a un número indeterminado de civiles palestinos (se habla hasta de 3.000 o más víctimas). 

Antes de iniciar la lectura de la ponencia de Mauricio Santecchia, debemos remarcar un pequeño homenaje en forma de material gráfico, un recopilación de varios años en actos que conmemoraron la masacre de Sabra y Shatila (Líbano, 16 septiembre 1982).

                                                                                            t. andino





    Referencia de este material gráfico:  Palestine poster proyect. www.palestineposterproject.org


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Autor: Mauricio Santecchia
septiembre de 2014
Mauricio Santecchia, argentino, analista de sistemas informáticos, especializado en consultoría en las áreas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones. Desde el año 2011 es parte del equipo de editores de SOTT.

Tenía apenas 10 u 11 años cuando mi padre me habló sobre el horror de esta masacre. En aquel entonces apenas comprendí la magnitud y el significado de semejante catástrofe humana. Hoy, casi cuatro décadas después, los nombres de Sabra y Shatila siguen resonando en mi mente como un eco infinito que emerge desde lo más profundo de la miseria humana. A todos aquellos que perecieron entonces y a mi padre que hoy ya no está aquí conmigo dedico el recuerdo de este pedazo siniestro de nuestra historia... 

El 16 de este mes se recuerda uno de los capítulos más sangrientos y horrorosos del holocausto palestino: la brutal matanza de miles de refugiados en los poblados libaneses de Sabra y Shatila. Sí, no se alarme, usamos el término "holocausto" sin acompañarlo de la palabra "judío". ¿Usted creía que el uso de este término es exclusividad del pueblo judío?... No. Sepa que la RAE define el vocablo como "gran matanza de seres humanos", así que no frunza el ceño con intriga y perplejidad, los palestinos son seres humanos, aunque se empeñen a diario en hacernos sentir y creer que no lo son.


Tres días de terror terminaron con la vida de miles de seres humanos en el Líbano

Esta página de la historia del horror humano es una mancha indeleble en la conciencia de nuestra sociedad moderna y superficial; no la única, claro está, pero una con características singulares, con rasgos tan oscuros y tenebrosos, que apenas posamos nuestra atención sobre ella, nos sentimos tan espantados que damos vuelta a la hoja con rapidez. 

Tan olvidado está aquel triste episodio de nuestra reciente historia que hoy ya nadie sabe qué demonios es Sabra y Shatila, ni qué ocurrió realmente durante esos tres días de espanto y horror.
 
El olvido es la cereza de este repugnante postre, una falta absoluta de humanidad por nuestra parte, y una muestra más del profundo sueño en el que estamos sumidos. 

Dentro de 20 años usted seguirá escuchando hablar del "atentado" a las torres gemelas; se harán homenajes y tertulias donde miles aún llorarán aquel evidente ataque de falsa bandera. Se erigirán monumentos como el museo del 11-S que hoy ya existe en Nueva York. ¿Por qué está borrada de la memoria colectiva la masacre de Sabra y Shatila? ¿Por qué no se recuerda al menos cada año lo que fue una descarnada muestra de la brutalidad humana? ¿Por qué ni siquiera hemos aprendido algo útil de estos trágicos eventos? 

Es nuestra misión hoy reclamar un justo lugar para este oscuro suceso. Es nuestra intención hoy salpicarlo con la sangre de inocentes, que sienta las gotas calientes deslizándose por sus mejillas, goteando silenciosamente en un charco rojizo, y es nuestra esperanza hoy que usted despierte y vea que este horror no ha terminado, que este horror es nuestro pan de cada día, que esta tragedia es nuestra tragedia, y que pese a nuestros esfuerzos por condenar al olvido este acto atroz, nuestras manos están irremediablemente manchadas con la sangre de niños, mujeres, hombres y ancianos, que bien podrían ser nuestros hijos, padres, o abuelos. Déjenos contarle qué ocurrió aquel día... 


Crónica de una brutal matanza 




La mañana del 16 de septiembre de 1982 hubo una reunión en el cuartel de las Fuerzas Libanesas de la Falange (FLF) en la que participaron, entre otros, quien era en aquel momento el ministro de defensa israelí Ariel Sharon y varios miembros de la FLF. Como quien planifica un picnic, en ese fugaz encuentro, aquellos lobos sedientos de sangre acordaron llevar adelante una ofensiva sin precedentes y elaboraron un plan brutal y despiadado. Esa misma noche una horda de salvajes irrumpió en los poblados de Sabra y Shatila con armas dotadas de silenciadores, hachas, y cuchillos, que utilizaron para ensañarse con cientos de familias que creían estar a salvo. 

Las fuerzas israelíes tenían como misión facilitar el acceso, y una vez introducidos en el interior de los poblados, cerrar todas las salidas de socorro de los campamentos para impedir la salida a los habitantes bajo la amenaza de abrir fuego, y obligarles a retroceder para forzarlos a encontrarse con su destino. 

Como depredadores ávidos de caos y destrucción, las fuerzas falangistas comenzaron una descomunal cacería atacando sin piedad a palestinos y libaneses que dormían sin siquiera sospechar el trágico final que les aguardaba. Padres, madres, hermanos, niños, mujeres, maridos, viviendas... todo, absolutamente todo, fue devastado por esas bestias. El baño de sangre y horror cubrió la noche mientras sus socios israelíes iluminaban el cielo con bengalas para facilitar la feroz e inhumana barbarie perpetrada por esos auténticos psicópatas. 

El mundo despertó la mañana del 17 y vio el horror de lo ocurrido. Charcos de sangre, cuerpos descuartizados desperdigados por las calles, niños que apenas podían comprender qué o quién decidía su destino, habían sido masacrados sin clemencia... casi nada quedaba, casi nada se escuchaba aparte del jadeo salvaje de las bestias que habían cometido ese atroz y despiadado acto. Durante las horas siguientes al ataque, los falangistas continuaron masacrando y aniquilando todo lo que estaba a su paso. Un Informe publicado en la página web del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina de septiembre de 2002, lo relata de este modo:

... la matanza comenzó rápidamente y continuó sin interrupción durante cuarenta horas. Durante las primeras horas, las milicias falangistas masacraron a centenares de personas, disparaban contra todo lo que se movía en los callejones, matando a familias enteras mientras estaban cenando, otros muchos murieron en sus camas cuando dormían. Se encontró a muchos niños de entre tres y cuatro años con sus pijamas, en sus camas y las mantas cubiertas de sangre. En muchos casos mutilaban a las víctimas antes de asesinarlas, rompían los cráneos de algunos bebés, chocándolos contra las paredes y hubo mujeres que fueron violadas antes de matarlas, hombres arrastrados a las calles para ejecutarlos, donde las milicias del terror, utilizaban hachas y cuchillos para asesinar de forma indiscriminada, dirigiéndose sobre todo contra niños, mujeres y ancianos. La primera noche se aseguraron utilizar armas silenciosas, para que los habitantes de los campamentos no se enteraran de lo que estaba sucediendo, y trataran de huir. 

El relato es cuanto menos desolador; la barbarie vivida durante aquellas horas de horror es inexplicable, inconcebible, abrumadora... 

Para el sábado 18 de septiembre la masacre había terminado, 

"...cientos de cadáveres que abarrotaban las calles y los callejones, yacían bajo toneladas de moscas, niños tirados por los caminos, mujeres y jóvenes habían sido violadas, algunas, seguían con vida y otras permanecían desnudas y maniatadas a sus camas o a los postes de electricidad, hombres que habían sufrido la amputación de sus órganos genitales y que luego se los habían introducido en sus bocas, ancianos que no tuvieron la compasión de los criminales para dejarles marchar de este mundo en paz; [...] embarazadas que fueron rajadas y sus fetos asesinados" (extraído del mismo Informe). 


Nota y gráfica añadida por el editor del blog El ex primer ministro israelí Menachem Begin, fue responsable junto al entonces ministro de defensa de Israel, Ariel Sharon, de permitir la entrada de las milicias cristianas -Fuerzas Libanesas de la Falange- (aliados de Israel) para que perpetren la masacre en los campamentos de refugiados palestinos de Sabra y Shatila el 16 septiembre de 1982. Una caricatura de un periódico de aquella época (que me ha sido imposible encontrarla), según mi memoria es igual a esta foto recreada de Begin mirando el retrato de Hitler. Decía esa publicación refiriéndose al ya fallecido Begin: "Maestro genocida, ya nada tenemos que envidiarte".


Tras los fuertes ecos que provocó la matanza en el mundo, se constituyó una tímida comisión para investigar los hechos. La investigación culpó a la FLF de todo lo acontecido relegando la responsabilidad de Israel al difuso campo de la negligencia. 

La vergüenza cubre como una espesa neblina las ridículas conclusiones de aquella comisión. Estimaron las víctimas en apenas 470, afirmando que la mayoría eran guerrilleros. Ni siquiera tuvieron la decencia de acordar la mentiras que publicarían. La CIA y el Mossad arrojaron sus números sobre la mesa: entre 800 y 1000 habían sido las víctimas de la masacre. 

Pero la verdad prevalece aún en las voces afónicas de los testigos presenciales; periodistas, trabajadores sanitarios, fotógrafos extranjeros y árabes, y los supervivientes a la matanza, coincidieron en calibrar el número de mártires entre 2000 y 3000. 

La negación de la realidad 

Mirar hacia otro lado no hace que los hechos desaparezcan ni que sean menos reales. La realidad está ahí, queramos verla o no. Estamos hasta la coronilla de que nuestra cultura occidental nos inunde con la sugerencia (que, por cierto, roza la imposición) de que debemos concentrarnos en la belleza del mundo, de que debemos ver el rostro sonriente de Dios, de que debemos ciegamente "perdonar a nuestros enemigos", de que forzosa y deliberadamente debemos poner la otra mejilla. Ese no es el consejo sabio y amable de un padre protector, esa es la directiva primaria de un tirano que no tiene entre sus principales intereses nuestro bienestar, que desea poder llevar adelante su agenda de horror, y dominar y controlar a sus víctimas con la mínima resistencia posible

"Si no lo veo no existe". Esa es la máxima con la que crecemos y nos desarrollamos en el seno de una cultura que nos enseña desde pequeños a "hacer lo políticamente correcto" y a no perturbar a "nuestros tutores" con preguntas incómodas. Ellos, los maestros del caos, son expertos en el arte de hacer invisible los "elefantes de realidad" que reposan ante nuestros ojos. Esta salvaje matanza no sólo está casi olvidada, sino que ha sido hasta cierto punto minimizada y denostada por las fuerzas propagandistas de sus autores. Si usted se toma el trabajo de hacer una búsqueda rápida por la Red de este suceso, se encontrará con un batallón de serviles lacayos dedicando "litros de tinta" a la causa.




Eche una mirada a las palabras de Cesar Vidal publicadas en Ilustración Liberal 14 años atrás: La breve historia del Israel moderno es una trayectoria pespunteada por las agresiones continuas de los vecinos islámicos y el flagelo terrorista desde su fundación en 1948. Tan sólo entre 1951 y 1957, en una época en que Israel no estaba en lo que ahora se denominan territorios ocupados, fueron asesinados 967 israelíes por terroristas árabes que actuaban en el interior de las fronteras de 1949. [...] Durante esos años, Ariel Sharon -que había sido uno de los militares preferidos de David Ben Gurión- no sólo dio muestras de una notable capacidad táctica sino que además desarrolló una visión política que mantendría sin fisuras durante años. 

¿Entiende cuál es la lógica detrás de estas palabras? Las víctimas son convertidas en victimarios y los villanos en héroes. La retórica de la autodefensa lleva más de medio siglo justificando los peores crímenes, y nosotros seguimos aquí sentados, leyendo sus mentiras, escuchando sus disertaciones, y creyendo que lo que resulta ser claramente la aniquilación sistemática del pueblo palestino a manos de sus verdugos israelíes, es simplemente un vulgar conflicto de intereses o una disputa territorial, poco más que una escaramuza aislada donde ambos lados están en igualdad de condiciones. 




Este supuesto "equilibrio de fuerzas", es lo que resulta en nuestras mentes como consecuencia de la falta de información y conocimiento sobre la realidad. Doug DiPasquale en el excelente artículo "La falacia del punto medio en Gaza" lo expone del siguiente modo:

Como seres humanos, observando las acciones de los otros supuestos seres humanos, uno naturalmente asume que existe algún tipo de lógica en sus acciones. La situación es "complicada" porque lo "correcto e incorrecto" es difícil de desentrañar. Y debido a que se asume que nuestros líderes son personas lógicas, hay una tendencia natural a creer que la verdad del conflicto Israel/Palestina se encuentra en algún lugar en el medio, todo el mundo tiene una perspectiva y todas las perspectivas deben ser consideradas y validadas en cierta medida. Ciertamente, no es razonable rechazar totalmente un punto de vista a favor de otro, porque eso es ser "sesgado". Un lado dice X, el otro lado dice Y, por lo que la verdad de la cuestión debe estar en algún lugar en el medio. Ambas posiciones se toman como extremos en un continuo, el sesgo natural de cada parte que tira en direcciones opuestas. 
Esto es lo que comúnmente se conoce como la "falacia del punto medio", donde se supone que la posición media entre dos extremos debe ser la correcta, simplemente porque es la posición media. 
[...] 
[Pero] hay una verdad fundamental en el conflicto de Gaza; la situación no es "complicada". Las aguas se enturbian aún más [...] cuando uno de los lados de la disputa es psicópata, es decir, carente por completo de la conciencia humana. En este caso, la falacia del punto medio sólo sirve para impulsar la agenda psicopática. Cada vez que un árbitro llama al termino medio, la agenda psicopática es puesta por delante y la verdad es puesta atrás.

Las fuerzas sionistas cuentan con las milicias mejor armadas (cortesía de su fiel eunuco EE.UU.) y los servicios de inteligencia más sofisticados del globo. Los palestinos no tienen fuerzas armadas ni posibilidad de conseguir armamento que les permita equipararse a la fuerza de su enemigo y defenderse; son un pueblo que sólo se resiste a ser exterminado, son las víctimas de un atropello sin precedentes, despojados de las tierras en las que vivieron durante miles de años, prisioneros en su hogar, y acarreando sobre sus espaldas una sentencia de muerte. 

¿De qué equilibrio se puede hablar aquí? Israel invadió y ocupó un territorio que no le pertenecía, asesinó y masacró (y aún hoy lo sigue haciendo) sistemáticamente al pueblo palestino sin piedad. 

El pueblo palestino sólo se ha resistido a su aniquilación. ¿En qué cabeza cabe que pueda encontrarse la verdad en algún lugar en el medio de la barbarie psicopática de Israel y la indefensión total de los palestinos? 

La historia se repite en tanto no aprendamos de ella 



Aun así, la fuerza de estos criminales no reside en su poder militar, sino en nuestro silencio, en nuestra falta de interés en saber y comprender qué diablos está ocurriendo en nuestro mundo, quiénes son los "malos de la película" y por qué están decididos a someternos a cualquier costo. 

Nos conformamos con las "flatulencias" intelectuales de unos supuestos "expertos" que nos dicen que "es la naturaleza humana", "el hombre en esencia es un animal salvaje moldeado por la civilización", "la moral es meramente un acuerdo entre poco más que monos que decidieron que era mejor pactar que morir". Pero la realidad es que ELLOS son los salvajes y esa es SU naturaleza, no la nuestra. Ellos son auténticos psicópatas y gobiernan el mundo porque cuentan con nuestro descrédito, con nuestra ignorancia respecto a su existencia, con nuestra ingenua aceptación de que ellos son seres humanos comunes y corrientes como nosotros, que todo lo que ocurre es el resultado de un mal entendido y más tarde o más temprano entenderán. 

¿Qué nos depara el futuro si no conocemos el pasado, si no comprendemos sus móviles, si no conectamos estos eventos con nuestro presente? El mundo está lleno hoy día de "sabras y shatilas" por doquier. La muerte, el horror y la miseria nos visitan constantemente, tocan a nuestras puertas, y nosotros hacemos oídos sordos, giramos la mirada y nos enfocamos en nuestra serie favorita de televisión o nos ofuscamos porque a nuestro equipo de fútbol favorito no le va muy bien esta temporada. 

Pero los "sabras y shatilas" actuales siguen ocurriendo. Gaza es su moderna encarnación, pero no la única. Millones de iraquíes fueron exterminados en la última década por una causa innoble, sólo para satisfacer la codicia de apenas un puñado de desquiciados que increíblemente, pese a su manifiesta inhumanidad, controlan nuestras vidas. Posiblemente muchos más morirán cuando EE.UU. ponga en marcha su nueva "cruzada salvadora" para exterminar a los "infieles" del Estado Islámico. Cientos de miles perecieron en Libia apenas hace unos pocos años, y otros tantos están muriendo ahora en Siria. Miles de inocentes fueron asesinados en Ucrania en los últimos meses... Muchos más pronto morirán. 

¿Qué está esperando? ¿Acaso espera a tener el cadáver tibio de su hijo en sus brazos para reaccionar?


  
ANEXO del editor del Blog

VIDEO



DE SABRA Y CHATILA
Recital de Alberto Cortéz
Autor: Alberto Cortez 
(canta/autor argentino)


¿A dónde estaba el sol cuando sonaron
los ecos desatados de la ira?
¿No será que las sombras lo apagaron
en Sabra y Chatila?

¿A dónde estaba Dios, cuando la gente
fue sometida a hielo en las pupilas?
¿No será que se ha vuelto indiferente
en Sabra y Chatila?

¿A dónde estaba yo, en qué galaxia,
insensible leyendo la noticia?
¿No seré uno más en la falacia
de Sabra y Chatila?

¿A dónde estabas tú, con tu arrogancia,
poderoso señor que en la mochila
llevas todo el cadáver de la infancia
de Sabra y Chatila?

¿A dónde está el orgullo de los hombres,
o acaso hay que decir ""hipocresía""?
¿Por qué tanto dolor no tiene nombre
en Sabra y Chatila?

¿A dónde estaba yo mi buen amigo?
Que tengo la consciencia tan tranquila
No habrá sido adulando al enemigo
de Sabra y Chatila?

¿O acaso estaba yo con los soldados
metido a la distancia, entre sus filas
aceptando los hechos consumados
de Sabra y Chatila?

Es tiempo de dictar comunicados

que limen lo espinoso de la espina.
¿Qué harán para ocultar lo que ha pasado
en Sabra y Chatila?

¿Qué harán para que amengüe la condena

histérica, total y colectiva?
¿Qué harán para que cese la gangrena
de Sabra y Chatila?

Aunque yo siga ausente en mi galaxia

comentando en canciones la noticia,
el ángel del horror sigue su marcha
en Sabra y Chatila.

Deambula por Beirut y en otras lunas,
reptando sin parar, como una anguila.
Insaciable y cegado por la gula
en Sabra y Chatila. 

Tal vez quiera llegar hasta mi puerta.

Tal vez ya esté a la vuelta de la esquina.
pero abierta la herida sigue abierta
en Sabra y Chatila.



Videos de consulta:

EL ACUSADO. SABRA Y CHATILA (BBC, 2001) SUBTITULADO
La verdadera historia sionista - Subtítulado en español

Otras lecturas recomendadas

Masacre de Sabra y Chatila
La masacre de Sabra y Chatila, el plan B de Israel
Las profundas raíces del terror que practica el Estado judío
Recuerdos de Sabra y Chatila, la mayor matanza de civiles palestinos
Los refugiados olvidados: supervivientes de la masacre de Sabra y Shatila
Ana Frank murió en Beirut

14 septiembre 2023

Cuando Gran Bretaña rechazó la "Paz Hitleriana"



Viene de la Parte I

Gran Bretaña: El desventurado amor de Adolf Hitler


Introducción por el editor del blog

Un resumen de varias investigaciones sobre el Duque de Windsor (ex Rey Eduardo VIII)

Un valioso documento histórico fue presentado por Columbia Broadcasting System -CBC- cadena de televisión abierta estadounidense en noviembre de 2022 y una sinopsis en su página web: "Los historiadores creen que el duque de Windsor colaboró ​​activamente con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial".

El duque de Windsor abdicó al trono en 1936 (para casarse con la estadounidense Wallis Simpson), no tenía un año de haber sido coronado Rey Eduardo VIII. El interesante documental "Edward VIII: Britain's Traitor King" presentó documentos sobre presuntos tratos del duque con los nazis durante la guerra y concluye que esas actividades fueron encubiertas por el gobierno británico después de la guerra hasta el presente.

Anna Pasternak, autora de "The American Duchess: The Real Wallis Simpson", señala: "Aquí hay un ex rey que fue exiliado de Gran Bretaña. Hubo mucho dolor, rabia, malentendidos. Eso influyó mucho en por qué y cómo se comportó. Era completamente egoísta... Como podrían sugerir muchos de los documentos, el duque estaba terriblemente abierto a Alemania y a lo que sentía que los alemanes podían ofrecerle".



En la gira de 1937 por Alemania el duque y la duquesa de Windsor culminó con una cobertura mundial de fotografías de ellos con Hitler, acto sumamente vergonzoso e inaceptable para la familia real. En octubre de 1937 el duque escribió una carta en alemán, agradece a su anfitrión Hitler: " Al Führer y (canciller), la duquesa de Windsor y yo queremos agradecerles sinceramente. Nuestro viaje por Alemania nos ha causado una gran impresión. Muchas gracias a ustedes por el tiempo maravilloso que pasamos contigo en el Obersalzberg", (Andrew Lownie, "Traitor King: The Scandalous Exile of the Duke & Duchess of Windsor". 

Mayo 1939, Gran Bretaña está al borde de la guerra, el duque grabó un mensaje para el público británico desde su oficina en Francia. La BBC se negó a transmitirla y archivó la cinta con una tarjeta de referencia que decía: "IMPORTANTE: No se transmitirá". Decía en lo primordial: "Gran Bretaña debería hacer todo lo posible para llegar a un acuerdo con la Alemania nazi". Por su lado, los nazis usaban al duque de Windsor para su propia propaganda. Cuatro meses después estalló la guerra. Se asegura que Hitler había arreglado que el duque se traslade seguro desde su residencia en Francia a través de España rumbo a Portugal.

En los últimos días de la guerra, los aliados capturaron millares de archivos alemanes enterrados en los bosques de Alemania, un lote de esos conocido como "los archivos de Marburg" contiene correspondencia entre agentes del entorno del duque de Windsor y la Alemania nazi, se trataba de comunicaciones entre el Ministerio de Asuntos Exteriores en Berlín y los agentes del servicio secreto alemán, refieren a la participación del duque con el régimen nazi (se suponía que esos documentos debían ser destruidos al final de la guerra). 

En los archivos de Marburg, un cable de alto secreto del embajador alemán en Lisboa a Berlín decía: 


"(El duque de Windsor) está convencido de que si hubiera permanecido en el trono se habría evitado la guerra, y se caracteriza por ser un firme partidario de un arreglo pacífico con Alemania. El duque definitivamente cree que los bombardeos severos continuos prepararían a Inglaterra para la paz".


Andrew Lownie, autor de "Traitor King: The Scandalous Exile of the Duke & Duchess of Windsor" dice al respecto: "Aquí está el ex rey de Gran Bretaña diciendo que si bombardeas Gran Bretaña, bombardeas a su familia, bombardeas a su país, esa es la mejor manera de llevarlos a pedir la paz. Está bastante preparado para llegar a esos extremos con el fin de lograr su objetivo... Es escalofriante y siniestro, francamente, es muy impactante". 



Cuando se publicaron en 1957, la Oficina de Su Majestad emitió un comunicado. Decía: "El duque fue sometido a fuertes presiones de muchos sectores para que permaneciera en Europa, donde los alemanes esperaban que ejerciera influencia contra la política del gobierno de Su Majestad. Su Alteza Real nunca vaciló en su lealtad a la causa británica... Los registros alemanes son necesariamente una fuente muy contaminada. La única evidencia firme que proporcionan es lo que los alemanes estaban tratando de hacer en el asunto y cuán completamente fracasaron en hacerlo". 

Según Lowie, posteriormente Winston Churchill, el duque de Windsor y otros pactaron acabar con esta historia. "Todo este episodio está completamente extinguido del registro. Este es solo otro ejemplo clásico de nuestra historia siendo censurada". El duque de Windsor pasó 35 años en el exilio. Nunca más vivió en Gran Bretaña. "Él nunca volvió a este país", dice Sara Morrison, una amiga de la familia del duque. "Y ahí tal vez radica toda la verdad". 

A pesar de las evidencias, seguimos cuestionándonos con la pregunta: ¿Era Eduardo VIII un simpatizante nazi? Lamentablemente sigue siendo una importante hipótesis ya que la Casa Real Británica mantiene su negativa a desclasificar los Archivos Reales, sobre todo la correspondencia con sus familiares y parientes alemanes vinculados al nazismo; no obstante, historiadores e investigadores independientes van atando cabos con la revisión de muchos archivos abiertos en todo el mundo. No es de extrañar que reportes de inteligencia alemanes, rusos, españoles y otros confirman que miembros de la familia real británica estaban mucho más cerca de la Alemania nazi de lo que se ha querido reconocer.


Fuentes de inteligencia, en 1940, informaron sobre negociaciones con Hitler para formar un nuevo gobierno inglés y concluir una paz con Alemania, que debía avalar una alianza militar contra la URSS.


No hace mucho se descubrió una carta mecanografiada de Joachim von Ribbentrop, escrita en enero de 1946, pidiendo ayuda al ex rey Eduardo VIII para que testifique a su favor en los juicios de guerra de Nuremberg (la carta es de cinco páginas y salió a subasta).

Eduardo VIII o, posteriormente, Duque de Windsor, tenía vínculo sanguíneo con el duque alemán, Carl Eduard Herzog von Sachsen-Coburg und Ghotamuy cercano al poder nazi. El duque Carl Eduard fue el anfitrión del Duque de Windsor en su gira alemana de 1937. Carl Eduard fue encarcelado y juzgado tras la guerra, nunca volvió a ver a su pariente el duque de Windsor, falleció en Alemania en 1954. El duque von Sachsen-Coburg und Ghota al parecer nunca supo que su adorado Führer lo quería muerto al final de la guerra. "En abril de 1945, los descifradores de códigos en Bletchley Park se encontraron con un telegrama de Hitler, que decía: "El Führer concede importancia al duque de Coburg, sin que en ningún caso caiga en manos enemigas". Esta fue una de las famosas "órdenes Nerón" de Hitler, una sentencia indirecta de muerte". Los secretos que Hitler y Coburg compartían parecían ser tan importantes que necesitaban ser ocultados a la vista del público, afirma Karina Urbach en su libro "Go-Betweens for Hitler", publicado por Oxford University Press (2015).


El duque alemán Karl Eduard Herzog von Sachsen-Coburg und GothaObergruppenführer de las SA y la NSFK, fue el cuarto y último duque de Sajonia-Coburgo y Gotha, dos ducados alemanes. También era nieto de la reina Victoria y del príncipe Alberto en línea paterna, por lo que también fue príncipe del Reino Unido y ostentaba el título de duque de Albany (su padre fue Leopoldo de Albany). Fue el mayor de los sobrevivientes varones de la reina Victoria. Karl Eduard (o Carlos Eduardo) de Sajonia-Coburgo-Gotha contrajo matrimonio (convenido con su tío el Kaiser Guillermo II) con la nieta del Kaiser, la princesa Victoria Adelaida de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg. Se afilió al partido nazi en 1935, con el rango de Obergruppenführer de las SA, miembro del Reichstag (1937-1945), presidente de la Cruz Roja Alemana (1933-1945). Por orden de Hitler fue presidente de la Sociedad de Amistad Anglo-Germana en 1936. Anfitrión de Eduardo VIII (duque de Windsor) durante su visita a Alemania en 1937. Al finalizar la guerra el duque Karl Eduard fue arrestado y encarcelado. En 1946 fue sentenciado por un tribunal de desnazificación. Los soviéticos confiscaron gran parte de sus propiedades en su zona de ocupación. Murió en 1954. 

T. Andino



*****

Gran Bretaña rechaza la"Paz Hitleriana"

por Nikolay Starikov 

Adaptación de Oriental Review


Dos semanas después del traicionero ataque de Gran Bretaña contra la marina francesa, el mundo ya estaba discutiendo un evento muy diferente. El 19 de julio de 1940, Adolf Hitler subió al podio del Reichstag alemán. En esa sala se sentaron no solo los miembros del parlamento alemán, sino también los generales, los líderes de las SS y los diplomáticos, la crema del Tercer Reich. Todos escucharon ansiosamente a su Führer. ¿Y de qué estaba hablando? Sobre el brillante éxito del ejército alemán que había aplastado a Francia con una velocidad tan increíble. 

Pero entonces Hitler volvió a hablar... sobre la paz. No sobre la idea abstracta de "paz mundial", sino sobre un tipo muy particular de paz con el poder mundial que encarnaba ese ideal. Hitler, un anglófilo, estaba en la cima de su celebridad cuando hizo su obertura de paz a Gran Bretaña. El vencedor estaba ofreciendo paz a los vencidos. El discurso de Hitler, que estaba siendo traducido al inglés por un intérprete mientras hablaba, dio la vuelta al mundo.


Berlín, 19 de julio 1940, Hitler pronuncia el discurso ante el Reichstag

 

"Desde Gran Bretaña escucho ahora un solo grito, no del pueblo sino de los políticos, ¡de que la guerra debe continuar! No sé si estos políticos ya tienen una idea correcta de cómo será la continuación de esta lucha. Es cierto que continúan con la guerra y que, incluso si Gran Bretaña pereciera, continuarían desde Canadá. Apenas puedo creer que quieran decir con esto que el pueblo de Gran Bretaña debe ir a Canadá. Presumiblemente sólo aquellos caballeros interesados en la continuación de su guerra irán allí. La gente, me temo, tendrá que permanecer en Gran Bretaña y... ciertamente mirarán la guerra con otros ojos que sus supuestos líderes en Canadá.

Créanme, caballeros, siento un profundo disgusto por este tipo de político sin escrúpulos que destruye naciones enteras. Casi me duele pensar que debería haber sido seleccionado por el destino para asestar el golpe final a la estructura que estos hombres ya han tambaleado... Señor Churchill... sin duda ya estará en Canadá, donde ya se han enviado el dinero y los hijos de aquellos principalmente interesados en la guerra. Para millones de otras personas, sin embargo, comenzará un gran sufrimiento. El señor Churchill tal vez, por una vez, debería creerme cuando profetizo que un gran Imperio será destruido, un Imperio que nunca fue mi intención destruir o incluso dañar ...

En esta hora siento que es mi deber ante mi propia conciencia apelar una vez más a la razón y al sentido común en Gran Bretaña tanto como en otros lugares. Me considero en posición de hacer este llamamiento, ya que no soy el vencido que pide favores, sino el vencedor que habla en nombre de la razón.

No veo ninguna razón por la que esta guerra deba continuar".

(William Shirer, The Rise and Fall of the Third Reich, p.677)

VER: Discurso completo de Adolf Hitler ante el Reichstag - 19 julio 1940 -


El 22 de julio de 1940, el secretario de Asuntos Exteriores británico, Lord Halifax, pronunció un discurso rechazando el llamado de Hitler a la paz. Este país tan idolatrado por Adolf Hitler, esta potencia mundial, esta alianza que consideraba excepcionalmente prometedora y útil para Alemania, había rechazado una vez más su mano extendida. Era un callejón sin salida. No para el Estado alemán, que había pagado un precio tan pequeño para llegar a ser tan poderoso. Fue un callejón sin salida para el político Adolf Hitler, que anhelaba apasionadamente destruir el comunismo y construir una nueva potencia mundial, pero que en cambio había firmado un tratado de paz con los bolcheviques y estaba luchando contra aquellos que habían construido un imperio ejemplar mucho antes de que él naciera. Un imperio que el propio Hitler siempre había idealizado. "Admiro a los ingleses. Como colonizadores, lo que han logrado no tiene precedentes", señaló el führer en una de sus muchas declaraciones sobre las virtudes del colonialismo británico.


Pero, ¿qué pasa con la Operación León Marino? ¿Qué hay del despiadado bombardeo de Londres? ¿Qué hay de la Batalla de Gran Bretaña que se libró en los cielos? ¿No puede todo eso ser visto como una prueba de la lucha inglesa contra los nazis y del deseo de Hitler de conquistar las Islas Británicas?


No, no puede. Toda esa "pelea" fue simplemente un pequeño episodio en comparación con el drama sangriento posterior en el Este.


         Hitler y Himmler en Nuremberg (foto archivo / Hugo Jaeger)

Empecemos por el principio. 

El 13 de julio de 1940, seis días antes de su discurso de "Paz" en el Reichstag, el Führer emitió la Directiva No. 16: "desarrollar planes contra los británicos". Esta directiva comenzó con la declaración: "Inglaterra, a pesar de la desesperanza de su posición militar, hasta ahora se ha mostrado poco dispuesta a llegar a ningún compromiso". Conscientes de la actitud deferente de Hitler hacia los británicos y su extrema renuencia a luchar contra ellos, los generales alemanes no pusieron mucho esfuerzo en la redacción de la Operación León Marino. Confiaban en que ninguna tropa alemana desembarcaría en Inglaterra. (Peter Fleming. Operación León Marino: El complot de Hitler para invadir Inglaterra. Pág. 15)

El General Gerd von Rundstedt dijo a los investigadores aliados en 1945 que "la invasión propuesta de Inglaterra era una tontería, porque no había barcos adecuados disponibles... Consideramos todo el asunto como una especie de juego... Tengo la sensación de que el Führer nunca quiso invadir Inglaterra"Su colega, el general Günther Blumentritt, también afirmó que entre ellos, los generales alemanes consideraban que la Operación León Marino era un farol. Prueba de ello fue la decisión de Hitler de disolver 50 divisiones y transferir otras 25 al cuerpo en tiempos de paz.

En agosto de 1940, el periodista estadounidense William Shirer llegó a las orillas del Canal y no encontró signos de preparación allí para ninguna invasión de las Islas Británicas. Incluso los plazos de Hitler para preparar al ejército alemán para un ataque contra Inglaterra se retrasaron del 15 al 21 de septiembre, luego al 24 y finalmente al 12 de octubre. Pero en lugar de una orden de desembarco, un documento muy diferente se materializó ese mismo día: "El Führer ha decidido que desde ahora hasta la primavera, los preparativos para el 'León Marino' continuarán únicamente con el propósito de mantener la presión política y militar sobre Inglaterra". (William Shirer)



Nota del editor del blog: Sobre "Unternehmen Seelöwe", "Sea Lion" o "León Marino". Era lógico que Alemania, como cualquier país del mundo, llevara a cabo un plan de guerra contra un potencial enemigo y los británicos lo eran, son ejercicios de guerra para caso de un conflicto armado y están previstos siempre como planificación estratégica a largo plazo. Desde esa perspectiva podemos comprender la hipótesis planteada por el autor de esta investigación documental, el libro de Nikolay Starikov "Who Made Hitler Attack Stalin" (San Petersburgo, 2008), adaptado y traducido en forma de artículos como "Britain – Adolf Hitler’s star-crossed love" (2015). Leon Marino fue presentado oficialmente a Hitler. Incluso se elaboraron listas de personalidades británicas que debían ser detenidas tras la invasión por las temibles SS y sus aparatos de seguridad, se designaron los mandos SS que debían imponer el orden en suelo británico ocupado... de llegar a darse la hipotética invasión. Una buena referencia a estos planes puede ser consultado aquí: Operación "León Marino", lo que nunca fue)


Entonces, ¿bajo qué luz debemos ver la famosa Batalla de Gran Bretaña? ¿Por qué Hitler dio la orden de comenzar a bombardear activamente las islas? Para comprender adecuadamente la estrategia de Hitler, primero hay que entender sus objetivos. No tiene ningún deseo de luchar contra Inglaterra, pero el Imperio Británico se niega a firmar un tratado de paz. ¿Qué debe hacer el líder de Alemania en tal situación? O acepte las condiciones inglesas (lo que sería una concesión estúpida y totalmente inaceptable para cualquier vencedor) o trate de persuadirlos para que hagan la paz. Pero sólo quería persuadirlos, no aplastarlos o destruirlos. Porque incluso si las tropas alemanas desembarcaran con éxito en las costas inglesas, esto sería de poca utilidad para Hitler. Si las islas fueran ocupadas, la familia real y los aristócratas británicos simplemente se subirían a los buques de guerra y se dirigirían a Canadá, sin rendirse ni firmar un tratado de paz. ¿Y entonces qué? La guerra que se avecinaba parecía interminable para Alemania, porque, como hemos dicho, los alemanes prácticamente no tenían armada. ¿De qué les serviría ocupar Inglaterra? Nada bueno en absoluto. Pero Hitler se aferró a sus jirones de esperanza de que haciendo un gran espectáculo de preparación para asaltar las costas británicas y jugando con los horrores de una guerra en suelo inglés, podría inducir a los líderes británicos a aceptar un compromiso pacífico. ¡Si tan solo pudiera usar bombas y faroles para hacer ver a los británicos que su torpeza tendría graves consecuencias! Para lograr esto, comenzaría la Operación León Marino con un ataque aéreo sobre las Islas: lanzaría la Batalla de Inglaterra.


Consecuencias del Bombardeo sobre el centro de Londres

Siempre estamos cautivados por mitos y estereotipos. Pregúntele a cualquiera: ¿quién fue el primero en bombardear ciudades civiles? Y oirás: "los nazis". Pero, de hecho, las primeras bombas, que aterrizaron en objetivos civiles, no enemigos, no fueron lanzadas por aviones alemanes sino por británicos. El 11 de mayo de 1940, justo después de convertirse en primer ministro, Winston Churchill ordenó el bombardeo de la ciudad alemana de Friburgo (en la provincia de Baden). No fue hasta el 10 de julio de 1940 que los aviones alemanes llevaron a cabo su primera incursión sobre suelo británico. Esa fecha marcó el inicio de la Batalla de Inglaterra.

En su mayor parte durante la Batalla de Inglaterra, los ases voladores alemanes atacaron objetivos militares enemigos. Pero los británicos alternaron incursiones contra objetivos militares con ataques aéreos contra ciudades alemanas. El 4 de septiembre de 1940, Adolf Hitler expresó específicamente sobre esta campaña aérea, "... Cada vez que el inglés ve una luz, deja caer una bomba... en distritos residenciales, granjas y pueblos. Durante tres meses no respondí porque creía que tal locura se detendría. El señor Churchill tomó esto como un signo de debilidad. Ahora estamos respondiendo noche por noche".

Solo el 7 de septiembre los aviones alemanes comenzaron las incursiones regulares en Londres. Esto, por cierto, es una evidencia aún más clara de que Hitler no estaba planeando una invasión de las Islas Británicas. De lo contrario, desviar su atención de neutralizar el poder aéreo británico y, en cambio, comenzar incursiones de represalia contra objetivos civiles parece una completa idiotez. Si los líderes alemanes se estuvieran preparando para ocupar Inglaterra, no habrían estado bombardeando la capital británica, sino que estarían destruyendo los aeródromos y las instalaciones militares que obstaculizarían cualquier invasión del ejército alemán.

Nos enfrentamos constantemente a un hecho ineludible: el líder de Alemania está librando solo una guerra poco entusiasta contra Gran Bretaña, simplemente correspondiendo con contraataques. Así no es como se gana una guerra. Pero Hitler no estaba planeando ganar esa guerra, ¡estaba planeando terminarla!

¿Qué tan mortales y aterradores fueron esos ataques aéreos alemanes? Según las cifras oficiales, durante la Batalla Inglaterra 842 personas murieron en Londres y 2.347 resultaron heridas. El ataque aéreo alemán más duro fue en la ciudad inglesa de Coventry (14 de noviembre de 1940) mató a 568 personas. Obviamente, la muerte de cualquier ser humano es una tragedia, pero estos números parecen disminuir en comparación con los millones de víctimas rusas, chinas, yugoslavas y polacas de la segunda guerra mundial. Algo similar sucede cuando uno mira la contribución británica total a la derrota de la Alemania nazi. En el transcurso de toda la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra perdió 388.000 personas, incluidos 62.000 civiles. Entonces, ¿es mucho o poco? Todo es relativo. El territorio francés ocupado por los alemanes no era el objetivo principal de los aviones aliados. Por esa razón, las bombas británicas y estadounidenses mataron solo a 30.000 personas allí, en el transcurso de cuatro años (desde el verano de 1940 hasta el verano de 1944). Pero después de la invasión de Normandía, los aviones británicos y estadounidenses comenzaron a golpear ciudades y pueblos franceses con mucha más frecuencia, con el fin de derrotar a las fuerzas alemanas. Como resultado, durante los tres meses de verano de 1944, mientras los alemanes eran expulsados de Francia, otros 20.000 franceses murieron por bombas lanzadas por sus "libertadores".


Arriba: Bombarderos Heinkel He-177, entre otros participaron en los bombardeos sobre Inglaterra; abajo: cazas Spitfire defendieron los cielos de Inglaterra.

Pero el número de civiles alemanes que murieron en bombardeos todavía está envuelto en misterio. Nadie puede dar una cifra final. Porque es demasiado horrible. Si Alemania hubiera ganado la Segunda Guerra Mundial, entonces Churchill, Roosevelt y los jefes de las fuerzas aéreas aliadas habrían tenido garantizado no solo un asiento en el banquillo, sino también una sentencia de muerte para sus cientos de miles de víctimas. Pero la historia la escriben los vencedores. Por lo tanto, otros criminales fueron juzgados por otros crímenes en Nuremberg, mientras que aquellos que aniquilaron ciudades alemanas enteras junto con todos sus habitantes pudieron retirarse en paz ...

Por ejemplo tomó años reconstruir Hamburgo, Berlín y otras ciudades alemanas devastadas por los bombardeos aliados durante la segunda guerra mundial. Los británicos habían lanzado ataques previos contra ciudades alemanas pero Hamburgo fue la primera víctima de la nueva estrategia de guerra aérea de Gran Bretaña (Operación Gomorra, 24 de julio de 1943): Gran número de bombarderos (700), miles de bombas incendiarias, bombas de fósforo, una tormenta de fuego. Los residentes de la ciudad fueron quemados vivos y no había forma de ayudarlos. En una semana, 55.000 residentes de Hamburgo murieron en ataques aéreos, que es casi el mismo número que murieron en Inglaterra durante toda la guerra.

Pero eso fue solo el comienzo. Tormentas de fuego en la historia de la humanidad fueron creadas en ciudades como Kassel, Nuremberg, Leipzig y muchas otras ciudades. Sesenta y una ciudades alemanas con una población total de 25 millones sufrieron daños colosales, ocho millones quedaron sin hogar y alrededor de 600.000 murieron. La peor tormenta de fuego fue infligida en Dresde por bombarderos aéreos británicos y estadounidenses, desde la noche del 13 de febrero de 1945 a la mañana siguiente. Un total de 1.300 bombarderos desataron una tormenta de fuego de magnitud sin precedentes. Dresde fue borrada del mapa. Nunca ha sido posible establecer definitivamente el número de víctimas que murieron, según diversas estimaciones, entre 60.000 y 100.000 personas perecieron en un infierno ardiente. Mire la fecha de la incursión y pregúntese, ¿por qué, dos meses antes del final de la guerra, cuando el final ya estaba claro, fue necesario desencadenar tal masacre en una ciudad sin objetivos militares ni fábricas de armas? ¿Fue esto un accidente? ¿Un error? Recuerde quién fue quien lanzó bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial. Esos criminales tampoco fueron castigados.


Diluvio de fuego sobre la ciudad de Dresde, decenas de miles de víctimas, febrero 1945

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El desventurado amor de Adolf Hitler por Gran Bretaña CONTINUARÁ con una tercera parte: La falsa "neutralidad" del Reino Unido en relación con la "Operación Barbarroja" de la Alemania nazi contra la URSS.

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