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28 julio 2017

KURDISTÁN: El mito de la excelencia moral del YPG kurdo (9)




Un breve prólogo


Lo hemos dicho antes, citando a Pepe Escobar, las valientes guerreras kurdas “corren un peligro mortal de ser, si no esclavizadas, cruelmente traicionadas”. La primera posibilidad no podrá ser, los yihadistas están siendo derrotados en todos los frentes de batalla. No obstante, la cruel traición sigue su curso, los líderes del PKK/YPG han desairado el honor de aquellas intrépidas mujeres, entregándose en alma, corazón y vida a los estadounidenses. Será otro ejemplo de la moderna esclavitud?. 

En esta oportunidad revisaremos lo que piensa un analista canadiense respecto a la guerra en el norte de Siria. Sus observaciones son valiosas ya que nos aclara de donde surgió ese ideal de “comunitarismo” que pregonan los kurdos y cuáles son las consecuencias de ese fraudulento intento de convertir una región tradicional y por excelencia árabe en un “protectorado” kurdo.

Los combatientes kurdos en el norte de Siria ofrecieron promesas a cambio del reconocimiento del gobierno de Estados Unidos, recibiendo el apoyo de algunos liberales / izquierdistas estadounidenses. Stephen Gowans explica que el antiguo PKK marxista ha cambiado su ideología al "federalismo democrático", influenciado por Murray Bookchin, de los Estados Unidos. Su perspectiva se asemeja al viejo movimiento del Bundist cuyos líderes establecieron Israel.

Este valioso ensayo escrito por Stephen Gowans hace una crítica no solamente a las pretensiones kurdas sino que es un llamado de atención a los movimientos que se califican de izquierda, concretamente se refiere a “The International Socialist Organization” (ISO) (Organización Internacional Socialista) y la orientación de la mayoría de la izquierda occidental en contra del gobierno nacionalista árabe de Damasco.

Ahora, es todavía muy temprano para saber cómo evolucionará este particular caso de los kurdos sirios tras la decisión del presidente Trump que ha rechazado la guerra terrorista para apuntalar la política exterior norteamericana, lo que implica dejar de financiar, entrenar y armar a los “opositores” democráticos al gobierno de Damasco. Trump lo está realizando! contra viento y marea de sus oponentes en casa y de sus aliados externos. Las preguntas son varias: Se extenderá la doctrina Trump a los kurdos del PKK/YPG?; desestimará el presidente la propuesta de fraccionar la República Árabe Siria?. Será posible que el Pentágono y, sobre todo, la CIA secunden las órdenes del mandatario?.

Esta investigación de Gowans refuerza con sobrado mérito nuestro duro trabajo de recopilación de datos y estudios sobre una región conocida como el Kurdistán, sintetizado desde la objetividad de los hechos, con los píes en la tierra y no desde el punto de vista personal de trasnochados "revolucionarios" con una romántica versión de una falsa ilusión. El lector sacará sus propias conclusiones. Por favor, si alguien va a comentar que lo haga luego de leer, no solo este reportaje sino los demás relacionados con el tema (o al menos den una “pasadita de reojo”). 

Me siento defraudado con mucha gente que se dice socialista, anarquista, utopista o no sé qué más cuentos, se que son apasionados pero sobrepasan la insensatez, convencidos que los “sionistas” y “agentes” del Mossad son contrarios a la creación del Kurdistán! 
Alguien me ha dicho “Estás en contra de un Estado Kurdo? Eres del Mossad?”

No me prolongaré más, lamento expresar que las mentes críticas escasean, precisamente en el sector que el autor de este ensayo (Stephan Gowans) califica de “izquierda” occidental (tipo Socialistas del PSOE español, no se diga de los “sociolistos” franceses y otros de Europa); y, de aquellos que se consideran Republicanos, anárquicos o que siguen creyendo en el cuento de hadas de la “utopía, paz y libertad”.

Un agradecimiento personal a Stephan Gowans por permitirme traducir y reproducir su investigación y gracias también a “San” Google Traslator que sin su ayuda me resultaría una tarea interminable traerles el siguiente texto.

Buena lectura al público reflexivo, que por suerte también me lee.

                                                                    t. andino



STEPHEN GOWANS, es autor del libro “Washington’s Long War On Syria” (La larga guerra de Washington sobre Siria), no traducido al castellano.

Stephen Gowans es un escritor y activista político canadiense, reside en Ottawa (Canadá). Escribía una columna regular para “Canadian Content” y es frecuente colaborador de “Media Monitors Network”. 

A menudo es entrevistado en el programa radial “The Taylor Report” (CIUT 89.5, Toronto). Gowans mantiene su propio sitio web, el popular y ampliamente leído "What's Left".


*****

El mito de la excelencia moral del
YPG kurdo




Al contrario de la propaganda del régimen de Lincoln lanzada por estalinistas como Karl Marx, el movimiento rebelde estadounidense también incluye capas sociales que se oponen a la esclavitud - simplemente no sabemos quiénes son, pero están ahí - detengan las bombas de los cañónes de Lincoln!
Si la ISO existía en 1865



By Stephen Gowans

Una crítica enérgica dirigida a la Organización Internacional Socialista, abarca una verdad sobre la orientación de grandes sectores de la izquierda occidental hacia el gobierno nacionalista árabe en Damasco. La verdad que se revela en el gráfico es que la ISO y sus cognados no dejarán de mover piedra alguna en la búsqueda de una fuerza nativa siria que apoye las armas contra Damasco, hasta el punto de insistir en que un grupo digno de apoyo debe seguramente existir, incluso si no puede ser identificado.

Washington presta una mano servicial denominando a sus protegidos en los términos más elogiosos. Los ”insurgentes” islámicos en Siria, principalmente Al Qaeda, no han sido desde hace muchos años ensalzados como un movimiento pro-democrático, y cuando ese engaño resultó ya no sostenible, se los denominó como “moderados”. Ahora que los llamados moderados han sido expuestos como lo opuesto, muchos izquierdistas se aferran a la esperanza de que en medio de los opositores islámicos del gobierno secular y socialista árabe de Siria se pueden encontrar votantes de los valores de la iluminación que Damasco ya abraza. 

Seguramente en algún lugar existen izquierdistas seculares anti-gubernamentales armados que se reúnan en retaguardia; parece que el objetivo es encontrar una razón, cualquier razón, por débil que sea, para crear un nimbo de excelencia moral en torno a algún grupo que se opone con las armas al gobierno en Damasco; algún grupo que pueda hacerse parecer no sectario, antiimperialista, socialista, comprometido con los derechos de las mujeres y las minorías, y pro-palestino; En otras palabras, un grupo como los socialistas árabes Ba'ath de Siria, excepto ellos.

El PKK es un grupo guerrillero anarquista demonizado como organización terrorista cuando opera en Turquía contra el aliado estadounidense, pero que lleva el nombre de YPG en Siria, donde es el componente principal de las "Fuerzas Democráticas de Siria". Tan atractivo es el YPG para muchos izquierdistas occidentales que algunos han ido tan lejos como para ser voluntarios y luchar en sus unidades. ¿Pero es el YPG la gran esperanza que se cree que es?

Kurdos en Siria 

Es difícil determinar con precisión cuántos kurdos existen en Siria, pero está claro que el grupo étnico sólo comprende un pequeño porcentaje de la población siria (menos del 10 por ciento según la CIA y el 8,5 por ciento de acuerdo con una estimación citada por Nikolaos Van Dam en su libro La lucha por el poder en Siria [1]. Las estimaciones de la proporción de la población total kurda que viven en Siria varían de dos a siete por ciento sobre la base de las cifras de población presentadas en ‘CIA World Factbook’. Mitad de la comunidad kurda vive en Turquía, el 28 por ciento en Irán y el 20 por ciento en Irak. Un informe desclasificado del Departamento de Estado de Estados Unidos de 1972 estimó que sólo entre el cuatro y el cinco por ciento de los kurdos del mundo vivían en Siria. [2] Aunque las estimaciones son aproximadas, está claro que los kurdos representan una proporción bastante pequeña de la población siria y el número de miembros del grupo que viven en Siria como proporción, en su conjunto es muy pequeño.


Mapa elaborado por la CIA en que se señala el “estado” de los kurdos y sus pretensiones territoriales en otras regiones.



Los combatientes kurdos en Siria operan bajo el nombre de YPG, que está "ligado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán o PKK, un movimiento guerrillero radical que combina [ideas anarquistas] con el nacionalismo kurdo. Los guerrilleros del PKK han luchado contra el Estado turco desde 1978 y el PKK es clasificado como organización terrorista por la Unión Europea, Turquía y los Estados Unidos "[3]



El PKK

Cemil Bayik es el principal comandante de campo tanto del PKK en Turquía como de su encarnación siria, el YPG. Bayik "encabeza la organización protectora del PKK, la KCK, que une a los afiliados del PKK en diferentes países. Todos siguen al mismo líder, Abdullah Ocalan, que ha estado en prisión en Turquía" [4] desde 1999, cuando fue detenido por las autoridades turcas con la ayuda de la CIA. 


Abdullha Ocalan - PKK


Ocalan "fue una vez un devoto del marxismo-leninismo", según Carne Ross, quien escribió un perfil del líder nacionalista kurdo en The Financial Times en 2015. Pero Ocalan "llegó a creer que, el capitalismo, el comunismo se basaba forzosamente en la coerción”. Encarcelado en una isla en el Mar de Mármara, Ocalan descubrió "la obra maestra de un pensador político de New York llamado Murray Bookchin. Bookchin "creía que la verdadera democracia sólo podía prosperar cuando la toma de decisiones pertenecía a la comunidad local y no fuera monopolizada por distantes e inexplicables elites". El gobierno era necesario, razonó Bookchin, pero la toma de decisiones necesitaba ser descentralizada e inclusiva. Mientras anarquista, Bookchin prefirió llamar su enfoque "comunalismo". Ocalan adaptó las ideas de Bookchin al nacionalismo kurdo, calificando la nueva filosofía de "confederalismo democrático". [5]

El Sionismo Laborista tiene ideas similares sobre un sistema político basado en comunas descentralizadas, pero es, en el fondo, un movimiento nacionalista. Del mismo modo, las opiniones de Ocalan no pueden entenderse fuera del marco del nacionalismo kurdo. El PKK puede abarcar hermosos objetivos utópicos del confederalismo democrático, es, en su corazón, una organización dedicada a establecer el autogobierno kurdo, pero resulta que no sólo en el territorio tradicionalmente kurdo, sino también en territorios árabes, haciendo más fuerte el paralelismo con el Sionismo Laborista. Tanto en Siria como en Irak, los combatientes kurdos han utilizado la campaña contra ISIS como una oportunidad para extender el Kurdistán a territorios tradicionalmente árabes en los que los kurdos nunca han sido mayoría. (Nota del redactor del blog: El autor se refiere al mencionar el “Sionismo Laborista” al Partido Laborista Israelí, de ideología socialdemócrata, supuestamente de “centroizquierda”, partidario de la solución de los dos Estados y afiliado a la “Internacional Socialista” y al “Partido Socialista Europeo”).

El objetivo del PKK, escribe Sam Dagher, del Wall Street Journal, "es una confederación con las mismas reglas autonómicas en los enclaves gobernados por los kurdos en Irán, Irak, Siria y Turquía" [6] países en que las poblaciones kurdas tienen una presencia, sin embargo, como hemos visto, es insignificante en Siria. En la búsqueda de este objetivo "hasta 5,000 kurdos sirios han muerto luchando junto al PKK desde mediados de los años 80, y casi todos los principales líderes de la YPG y combatientes endurecidos por la batalla son veteranos de la lucha de décadas contra Turquía" [7].

En Siria, el objetivo del PKK "es establecer una región autónoma en el norte de Siria" [8], un área con una población árabe significativa.

Cuando los combatientes del PKK cruzan la frontera dentro de Turquía, se convierten en "terroristas", según los Estados Unidos y la Unión Europea, pero cuando regresan a Siria se transforman milagrosamente en guerrilleros luchando por la democracia como principal componente de las “Fuerzas Democráticas de  Siria”. Sin
embargo, la realidad es que, tanto en el lado turco como sirio de la frontera, el PKK utiliza los mismos métodos, persigue los mismos objetivos y depende en gran medida del mismo personal. El YPG es el PKK.


Una oportunidad

Washington siempre ha querido derrocar a los nacionalistas árabes en Siria, considerándolos como "un foco de lucha nacionalista árabe contra la presencia e intereses regionales estadounidenses", como alguna vez dijo Amos Ma'oz. Los nacionalistas árabes, en particular el partido socialista árabe Ba'ath, en el poder desde 1963, representan demasiadas cosas que Washington deplora: socialismo, nacionalismo árabe, antiimperialismo y el antisionismo. Washington denunció a Hafez al-Assad, presidente de Siria de 1970 a 2000, como un comunista árabe, y considera a su hijo, Bashar, que le sucedió como presidente, muy diferente. El Departamento de Estado se queja de Bashar, que no permite a la economía siria -basada en modelos soviéticos, según sus investigadores- integrarse a la super controlada economía global de los Estados Unidos. Además, Washington alberga quejas sobre el apoyo de Damasco a Hezbollah y al movimiento de liberación nacional palestino.

Los planificadores estadounidenses decidieron eliminar a los nacionalistas árabes de Asia invadiendo sus países, primero Irak, en 2003, que, como Siria, fue dirigido por los socialistas árabes Ba'ath y luego sería el turno de  Siria. Sin embargo, el Pentágono pronto descubrió que sus recursos se tensaron por la resistencia a sus ocupaciones de Afganistán e Irak, y que una invasión de Siria estaba fuera de cuestión. 

Como alternativa, Washington inmediatamente inició una campaña de guerra económica contra Siria. Esa campaña, aún está en vigencia 14 años después, acabaría con la economía y evitaría que Damasco proporcionara educación, atención de salud y otros servicios esenciales en algunas partes del país. Al mismo tiempo, Washington tomó medidas para reavivar la larga guerra santa que los islamistas de Siria habían emprendido contra el estado secular, que data de los años sesenta y culminó en la sangrienta toma de Hama, la cuarta ciudad más grande de Siria, en 1982.

A partir del 2006, Washington trabajó con la ‘Hermandad Musulmana’ de Siria para reavivar la yihad de los ‘Hermanos’ contra el gobierno secular de Assad. Los ‘Hermanos’ mantuvieron dos reuniones en la Casa Blanca y se reunieron frecuentemente con el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional.

El estallido de violencia islamista en marzo de 2011 fue saludado por el PKK como una oportunidad. Yaroslav Trofimov, del The Wall Street Journal, relata: "El PKK, una vez aliado de ... Damasco ... estuvo presente durante mucho tiempo entre las comunidades kurdas en el norte de Siria. Cuando la marea revolucionaria llegó a Siria, la filial siria del grupo tomó rápidamente el control de tres regiones de mayoría kurda a lo largo de la frontera turca. Los combatientes del PKK y las armas fluían allí desde otras partes del Kurdistán". [9] Los colegas de Trofimov, Joe Parkinson y Ayla Albayrak, escribieron que  los “kurdos sirios" consideraban "la guerra civil como una oportunidad para construir un enclave autogobernado similar al de sus vecinos étnicos en el vecino Iraq". [10] Ese enclave, respaldado por Estados Unidos e Israel, fue visto como un medio para debilitar al estado iraquí.

Damasco facilitó la toma del PKK retirando sus tropas de las áreas dominadas por los kurdos. Patrick Seale, especialista en Oriente Medio, escribió que los kurdos "aprovecharon la oportunidad" del caos engendrado por el levantamiento islamista "para impulsar su propia agenda política" [11], especularon que los objetivos del gobierno sirio al retirarse de la mayoría de las áreas kurdas era redirigir "tropas para la defensa de Damasco y Alepo", castigar a Turquía por su apoyo a los insurgentes islamistas; y "conciliar a los kurdos, para disuadirlos de unirse a los rebeldes". [12] El PKK, como resultado, no se unió a los insurgentes islámicos, como esperaba Damasco. Pero, sí se sumó a una parte muy significativa de la oposición a la Siria árabe nacionalista: los propios títeres de Estados Unidos. 

Para el año 2014, el PKK había "declarado tres gobiernos autónomos, o cantones como los llaman, en el norte de Siria: Afrin, en el noroeste, cerca de la ciudad de Alepo; Kobane; y Jazeera en el noreste, que abarca Ras al-Ain y la ciudad de Qamishli. Su meta era conectar los tres".[13] Esto significaría controlar los espacios intermedios ocupados por los árabes.

Un trato con Washington 

En este punto, el PKK decidió que sus objetivos políticos podían ser mejor aprovechados al llegar a un acuerdo con Washington. 

El Departamento de Estado había "permitido la posibilidad de una forma de descentralización en la que diferentes grupos -los kurdos, el gobierno secular y los insurgentes islámicos- recibieran cada uno una cierta autonomía dentro de Siria”. [14] Obsérvese la suposición implícita en este punto de vista, de que está dentro del alcance de Washington el otorgar autonomía dentro de Siria, mientras la cuestión de si el país debe descentralizarse, corresponde al ámbito interno y democrático de los sirios, negando ese derecho a las personas que viven y trabajan en Siria. Si tomamos en serio las ideas de Ocalan, inspiradas en Bookchin, sobre la inversión de la autoridad en la toma de decisiones por el pueblo, esta abominación antidemocrática difícilmente puede ser tolerada. 

De todas maneras, el PKK estaba entusiasmado con la idea estadounidense de dividir "Siria en zonas que correspondían aproximadamente a las áreas que ahora tienen el gobierno, el Estado islámico, las milicias kurdas y otros insurgentes". Se establecería un "sistema federal", no sólo para las zonas de mayoría kurda, sino para toda Siria. "Se crearía una región federal kurda en todo el territorio que ahora ocupa el PKK". La zona se expandiría para incluir el territorio que los kurdos esperaban "capturar en la batalla, no sólo al Estado Islámico, sino también de otros grupos insurgentes árabes". [15]

El PKK "presionó a los funcionarios estadounidenses" para que actuaran sobre el plan, comprometiéndose, a cambio, actuar como una fuerza terrestre contra el ISIS. [16] El grupo expresó que estaba "ansioso por unirse a la coalición encabezada por Estados Unidos contra el Estado Islámico a cambio de reconocimiento y apoyo de Washington y sus aliados para las administraciones autónomas dominadas por los kurdos que habían establecido en el norte de Siria". [17]

Los únicos satisfechos con este plan fueron el PKK, los israelíes y los estadounidenses.

"El apoyo estadounidense a estos grupos kurdos" no sólo en Siria, sino también en Irak, donde los kurdos también estaban explotando la batalla con ISIS para expandir su dominio en áreas tradicionalmente árabes, ayudó a “dividir Siria y dividir Irak", escribió el veterano corresponsal de Oriente Medio, Robert Fisk. [18] Esa división redundó en beneficio de los Estados Unidos e Israel, los cuales tienen el interés de perseguir la política de dividir y gobernar para ejercer una hegemonía conjunta sobre el mundo árabe. Patrick Seale señaló que el plan de los kurdos para el gobierno kurdo en el norte de Siria había sido satisfecho por "un júbilo silencioso en Israel, que ha mantenido una relación semi-clandestina con los kurdos, y da la bienvenida a cualquier desarrollo que pueda debilitar o desmembrar a Siria". [19]

Por su parte, los turcos objetaron, percibiendo que Washington había acordado dar al PKK un estado en todo el norte de Siria. [20] Mientras tanto, Damasco se opuso al plan, "viéndolo como un paso hacia una división permanente de la nación". [21]


Durante el Imperio Otomano la División Administrativa del Territorio se denominaba Eyalatos, uno de ellos fue el Eyalato de Damasco (1549 – 1586). Para  1874 Jerusalén se transformó en un distrito de administración general (Mutesarriyyet) bajo órdenes de las autoridades de Siria, comprendía además los distritos (Sanjak) de Nablus y de Acre. La disolución de la Gran Siria fue un plan de las potencias coloniales  a través del Acuerdo  Sykes – Picot (1916) que se implantaría una vez que el Imperio Otomano sea derrotado. Nuevas fronteras fueron impuestas y aparecieron nuevos Estados como Iraq, Siria, Líbano, Palestina. Palestina sería posteriormente dividida en Transjordania (Jordania) y Palestina. En otra futura división Palestina se dividió en dos territorios: la zona árabe y la zona judía.


La moderna Siria, debe recordarse, es producto de la división de la “Gran Siria” a manos de los británicos y franceses, quienes dividieron el país en Líbano, Palestina, Transjordania y lo que ahora es Siria. En marzo de 1920, el segundo Congreso General Sirio proclamó que "Siria era completamente independiente dentro de sus fronteras naturales, incluyendo el Líbano y Palestina". Concomitantemente "una delegación árabe en Palestina confrontó al gobernador militar británico con una resolución que se oponía al sionismo y peticionaba  convertirse en parte de una Siria independiente”. [22] Francia envió a su Ejército del Levante, principalmente las tropas reclutadas de su colonia senegalesa, para anular por la fuerza los esfuerzos de los árabes levantinos para establecer el autogobierno. 

Siria, ya amputada por las maquinaciones imperialistas británicas y francesas después de la Primera Guerra Mundial "es demasiado pequeña para ser un estado federal", opina su presidente, Bashar al-Assad. Pero Assad añade rápidamente que su punto de vista personal es irrelevante. Una cuestión tan importante como si Siria debería convertirse en un estado federal o confederal o unitario, dice, es asunto a decidir por los sirios en un referéndum constitucional [23], una visión refrescantemente democrática en contraste con la posición occidental de Washington que pretende dictar cómo los sirios deben arreglar sus asuntos políticos (y económicos).


Punta de lanza de los Estados Unidos 


Para Washington, el PKK ofrece un beneficio adicional a su utilidad como grupo guerrillero kurdo para avanzar en el objetivo estadounidense de debilitar a Siria fracturándola, es decir, el PKK puede ser impuesto como sustituto del ejército estadounidense, evitando la necesidad de desplegar decenas de miles de tropas estadounidenses en Siria, permitiendo así a la Casa Blanca y al Pentágono dar un paso adelante en varios dilemas legales, presupuestarios y de relaciones públicas. "La situación pone de relieve un desafío crítico que enfrenta el Pentágono", escribió Paul Sonne, de The Wall Street Journal; a saber, "apoyar las fuerzas locales ... en lugar de poner a las tropas estadounidenses en la punta de la lanza". [24]

Después de haber prometido apoyo para el gobierno kurdo del norte de Siria a cambio de que el PKK se convierta en la punta de la lanza estadounidense, Estados Unidos está "proporcionando armas pequeñas, municiones y ametralladoras y posiblemente alguna asistencia no letal, como camiones ligeros a las fuerzas kurdas". [25]

Las armas son repartidas en el denominado “arrojar y evaluar”. Con esa visión, los envíos se "dejan caer, se realiza una operación y los Estados Unidos evalúan el éxito de esa misión antes de proporcionar más armas", dijo un funcionario estadounidense, "les suministraremos sólo con las suficientes armas y munición para lograr cada objetivo interino". [26] 

Los soldados de infantería del PKK están respaldados por "más de 750 marines estadounidenses", los "Army Rangers" y las fuerzas especiales estadounidenses, francesas y alemanas, "usando helicópteros, artillería y ataques aéreos", en contravención de la ley internacional. [27]


Limpieza étnica

“Un gran número de residentes árabes pueblan las regiones que los kurdos designan como suyos”. [28] El PKK ha tomado "una gran franja de territorio a través del norte de Siria incluyendo ciudades y pueblos predominantemente árabes". [29]  Raqqa y las partes circundantes del valle del Eufrates, sobre las cuales el PKK ha fijado su mira, están principalmente pobladas por los árabes, observa el veterano corresponsal extranjero de The Independent, Patrick Cockburn, y los árabes se oponen a la ocupación kurda. [30]


Milicianos kurdos resguardando la prisión de la ciudad de Hasaka, noroeste de Siria. AFP


Las fuerzas kurdas no sólo están "retomando" las ciudades árabes cristianas y musulmanas en Siria, sino que están haciendo lo mismo en áreas de la provincia de Nínive en Irak "que en primer lugar nunca fueron kurdas. Los kurdos ahora consideran a Qamishleh y la provincia de Hasaka en Siria como parte del "Kurdistán", aunque representan una minoría en muchas de estas áreas". [31]

El PKK controla actualmente 20.000 millas cuadradas de territorio sirio [32], o aproximadamente el 17% del país, mientras que los kurdos representan menos del ocho por ciento de la población.

En sus esfuerzos por crear una región kurda dentro de Siria, el PKK "ha sido acusado de abusos cometidos a civiles árabes en todo el norte de Siria, incluyendo detenciones arbitrarias y desplazamiento de poblaciones árabes de los poblados en que el Estado Islámico retrocede" [33]. El PKK “expulsó árabes y turcomanos étnicos de grandes partes del norte de Siria", informa The Wall Street Journal. [34] Además, el diario señala que los grupos de derechos humanos han acusado a los combatientes [kurdos sirios e iraquíes] de impedir que los árabes regresen a las zonas liberadas [35]. 

Ni Sirio ni Democrático

El PKK domina a las “Fuerzas Democráticas Sirias”, un nombre equivocado conferido a un grupo de combatientes principalmente kurdos por su patrón Estados Unidos. El grupo no es sirio, ya que muchos de sus miembros no son sirios, se identifican como kurdos que inundaron la frontera de Turquía para aprovechar el caos producido por la insurgencia islámica en Siria y construir una zona de control kurdo. Tampoco es un grupo particularmente democrático, ya que pretende imponer el gobierno kurdo a las poblaciones árabes. Robert Fisk descarta que sean "Fuerzas Democráticas Sirias", son el "nombre de fachada para un gran número de kurdos y algunos combatientes árabes". [36]

El PKK se presenta como una Fuerza Democrática Siria y trabaja con un grupo simbólico de combatientes árabes sirios para disfrazar la realidad de las áreas árabes pobladas que controla y las que todavía tienen que capturar, las que terminarán bajo ocupación kurda.

De Facto (e ilegal) Sin Zona de vuelo (No Fly Zone) 

En agosto de 2016, después que "los bombarderos del gobierno sirio hubieran estado golpeando posiciones kurdas cerca de la ciudad de Hasaka, donde los Estados Unidos habían estado apoyando a las fuerzas kurdas" el Pentágono despachó "los cazas para protegerlos. Los aviones estadounidenses llegaron justo cuando salían los dos bombarderos Su-24 del gobierno sirio”.  Esto  "llevó a que la coalición dirigida por Estados Unidos comenzara a patrullar el espacio aéreo sobre Hasaka, y condujo a otro incidente ... en el que dos bombarderos Su-24 sirios intentaron volar a través de la zona, pero fueron interceptados por los aviones de combate de la coalición ". [37]

El Pentágono "advirtió a los sirios que se mantuvieran alejados. Los aviones de combate estadounidenses F-22 llevaron el mensaje al patrullar la zona”. [38
]

El New York Times observó que al usar "el poderío aéreo para salvaguardar áreas del norte de Siria donde los asesores americanos dirigen a los combatientes del PKK, los Estados Unidos habían establecido efectivamente una zona de exclusión aérea sobre el área”, pero señalaron que "el Pentágono se ha negado firmemente a utilizar el término”. [39]  Aun así, la realidad es que el Pentágono ha establecido ilegalmente una zona de exclusión aérea de facto sobre el norte de Siria para proteger a las guerrillas del PKK, la punta de lanza norteamericana que participan en una campaña de partición de Siria, incluyendo la limpieza étnica de la población árabe, para el deleite de Israel y de acuerdo con los designios de Estados Unidos de debilitar el nacionalismo árabe en Damasco.


Una analogía astigmática


Algunos encuentran un paralelo en la alianza de la YPG con los Estados Unidos con Lenin aceptando la ayuda alemana para regresar a Rusia del exilio en Suiza después de la Revolución de marzo de 1917. La analogía es inadecuada. Lenin estaba jugando a un poder imperialista contra otro. Siria no es un caso análogo de la Rusia imperial, que, hace cien años, estaba encerrada en una lucha por los mercados, los recursos y las esferas de influencia de los imperios rivales. Por el contrario, Siria es y siempre ha sido un país dividido, dominado, explotado y amenazado por imperios. Ha sido emancipada del colonialismo, y está llevando a cabo una lucha - ahora contra los esfuerzos contrarios del PKK - para resistir su recolonización.


Milicianos kurdos brindan resguardo a vehículos blindados estadounidenses en territorio sirio (Ghanamya) cerca de la frontera turca, la foto es de abril 2017. (EFE)


El PKK ha llegado a un acuerdo con Estados Unidos para lograr su objetivo de establecer un estado nacional kurdo, pero a expensas de los esfuerzos de Siria para salvaguardar su independencia de un esfuerzo estadounidense de décadas para negarlo. La partición de Siria a lo largo de líneas etno-sectarias, deseada tanto por el PKK como por Washington y Tel Aviv, sirve tanto a los objetivos estadounidenses como israelíes de debilitar un foco de oposición al proyecto sionista y la dominación estadounidense en Asia Occidental.

Una analogía más apropiada, equipara al PKK en Siria con el sionismo obrero (laborista), la fuerza sionista dominante en la Palestina ocupada hasta finales de los años setenta.  Al igual que Ocalan, el temprano sionismo enfatizó en las comunas descentralizadas.

Los kibutz eran comunidades utópicas, cuyas raíces estaban en el socialismo. Al igual que la encarnación siria del PKK, el Sionismo Laborista confió en el patrocinio de las potencias imperialistas, garantizada su protección se ofrecieron actuar como puntas de lanza de los imperialistas en el mundo árabe. Los sionistas emplearon la conquista armada del territorio árabe, junto con la limpieza étnica y la negación de la repatriación, para establecer un estado étnico, anticipándose a la futura extensión del PKK, quien por el uso de la fuerza, ejerce el dominio de un estado kurdo en territorio mayoritario árabe en Siria. Lo mismo en Irak.

Los anarquistas y otros izquierdistas pueden haber sido inspirados por las comunidades agrícolas colectivas judías en Palestina, pero eso apenas hizo progresista o emancipador al proyecto sionista, ya que sus elementos progresistas y emancipadores fueron negados por su opresión regresiva y el despojo de la población árabe indígena, a más de su colusión con el imperialismo occidental contra el mundo árabe. 


Conclusión

Representando a una comunidad étnica que comprende menos del 10 por ciento de la población siria, el PKK, un grupo guerrillero anarquista kurdo que opera en Turquía y Siria, está utilizando a los Estados Unidos, su Fuerza Aérea, el Cuerpo de Marines, como un multiplicador de su fuerza, en un esfuerzo para imponer una división de Siria, en la cual la población kurda numéricamente insignificante controla una parte significativa del territorio de Siria, incluyendo áreas habitada por árabes y en la cual los kurdos nunca han estado en mayoría.

Para lograr sus objetivos, el PKK no sólo ha llegado a un acuerdo con un régimen despótico en Washington que busca recolonizar el mundo árabe, sino que confía en la limpieza étnica y la negación de la repatriación de los árabes de las regiones que han huido o que se han visto obligados a aceptar el control kurdo del norte de Siria, tácticas que se asemejan a las utilizadas por las fuerzas sionistas en 1948 para crear un estado judío en la mayoría árabe palestina.

W
ashington e Israel (este último manteniendo desde hace tiempo una relación semi-clandestina con los kurdos) valoran un sistema confederal para Siria como un medio para debilitar la influencia nacionalista árabe en el Asia árabe, socavando un polo de oposición al sionismo, al colonialismo y a la dictadura internacional de los Estados Unidos. 


Las fuerzas que resisten la dictadura, la más odiosa de todas, los Estados Unidos, en gran parte del mundo, son las verdaderos campeones de la democracia, categoría a la que no pertenece el PKK, como lo demuestran sus acciones en Siria.



TEXTO ORIGINAL EN INGLÉS
By Stephen Gowans /  What's left


NOTA:  Las fuentes de consulta del original, dado su volumen, no las hemos incorporado en esta traducción. Las notas a pie de página se encuentran detalladas en el enlace al artículo en inglés de Stephen Gowans, a las que el lector podrá remitirse.

07 febrero 2017

Israel: Críticas y argumentos de un perpetuo conflicto






Prólogo del redactor del blog


Enfocar analítica y objetivamente la cuestión israelí en la problemática del Medio Oriente es sumamente complejo. Quien se entregue a este cometido no debe caer en la tentación de encaminar sus hipótesis a un personal punto de vista, ese es el primer error de muchos investigadores y de demasiados pseudo-historiadores. Algo que debe practicar un verdadero analista de la compleja ecuación geográfica y política de esa región es basarse en un simple principio o fuente: la historiografía.

Hablar de Israel y su historia es algo que no vamos a realizar, por lógicas razones, el tema da no solo para un libro sino para una gran enciclopedia, que de paso está ya muy bien ilustrada. Aquí nos vamos a enfocar en un tema polémico, candente, causa de mucha irritación y odio –muchas veces infundado-, que ha originado una infinidad de “teorías de la conspiración”  que motivan el resurgir de agrupaciones extremistas a lo largo de la vieja Europa. Y, lo peor de todo, la aparición gratuita de miles de neonazis de internet seducidos por una rabiosa propaganda antisemita sin fundamento alguno, divulgaciones, por cierto, orquestadas desde la misma Alemania nazi y que es el legado de Goebbels y su camarilla para sus actuales y delirantes partidarios.

Sin duda, imperiosamente debo desviarme del tema principal de esta ponencia, que básicamente es descubrir o recordar al lector cual es el verdadero rol de Israel en su agresiva política contra toda nación que considera su enemiga. El estado de Israel –me referiré siempre de esa forma- y no con términos, aunque válidos, no siempre utilizados de manera adecuada en el contexto de una deliberación, es decir, en mi personal punto de vista, decir estado sionista, entidad o ente sionista –reitero, no obstante que es una forma admitida de identificar a un estado (como decir en Latinoamérica gringos a los estadounidenses), se ha prestado siempre a un despropósito que queremos evitar, difundir la xenofobia.

Hay un afamado investigador estadounidense, politólogo y crítico de origen judío a quien me gusta siempre citar en esas acaloradas discusiones con enfermizos antijudíos que se disfrazan de “solo antisionistas” (elegante forma de ocultar su odio irascible e infundado).


El Dr. Norman Finkelstein, es un notable académico, experto en ciencia política, su vasto conocimiento en temas relacionados con Israel, el sionismo y el judaísmo en general; y, sobre todo, con el conflicto palestino- israelí. Demuestra que el haber nacido dentro de una fe no es sinónimo de “maldad”, como predicaron los nazis y han adoptado los modernos neo-nazis. Finkelstein ha sido duramente criticado por el segmento más conservador del judaísmo e incluso privado de su catedra universitaria por denunciar públicamente las prácticas crueles del gobierno israelí en contra de los palestinos y árabes que habitan Israel y los territorios ocupados.



A parte de sus innumerables artículos, existe un libro del Dr. Finkelstein que debería ser leído para profundizar el conocimiento: “La industria del Holocausto", texto que denuncia no solo el tratamiento de Israel contra los Palestinos, sino la utilización política del genocidio en beneficio de su causa. 

En resumen, el Dr. Finkelstein es contundente al afirmar que lo que haya podido sufrir el pueblo judío en el holocausto no justifica, en lo más mínimo, la política represiva del estado de Israel hacia el pueblo palestino. Justamente, es ese desacierto autoritario israelí en los territorios ocupados lo que da argumentos a los “negacionistas”. El profesor resalta que el holocausto es explotado para fines políticos pro-israelíes y la financiación de políticos en menoscabo de una realidad social, los verdaderos sobrevivientes.


Veamos el siguiente e  interesante  video,  un segmento de  una  Conferencia en la Universidad de Waterloo (Canadá) en 2010, el Dr. Norman Finkelstein, responde a una joven judía. Una de las conclusiones del video es la demostración de cómo unas declaraciones pueden ser sacadas totalmente de contexto, tomando solo datos parciales.


Dr.Norman Finkelstein rechaza las lágrimas de cocodrilo


Bien, dejemos a un lado al destacado Dr. Finkelstein. Viene a la mente el recordado George Orwell, un cabal crítico de los totalitarismos, a quien deberíamos leer con más frecuencia, él solía expresar que "Toda la propaganda de guerra, todos los gritos y mentiras y odio, provienen invariablemente de gente que no está peleando”.

En nuestros días, lamentablemente, se detecta un gran número de exaltados partidarios del nazismo que intentan imponer –incluso de forma agresiva- la versión nazi de la historia, en desmedro del sufrimiento de millones de víctimas. Dar un punto de vista desde la posición del nazismo en si no es cuestionable, pero se rechaza o, lo mejor, es ser indiferente ante tanta ignorancia de la historia “divulgada” por pseudo-historiadores apologistas de la supremacía nazi. Los neo-nazis (en especial en Latinoamérica) deberían empezar sus grotescos aprendizajes de “historia” de la segunda guerra mundial con un simple ejercicio mental: de verdad piensan que el judaísmo es una raza?, tal como vociferan los “revisionistas”.

He dicho en varias ocasiones (que comparto con muchos investigadores) que una cosa es plantear la doctrina nazi como debate, como tema de nuestra historia contemporánea y, otra muy diferente, hacer un ensalzamiento sectario de los crímenes perpetrados por esa fanática ideología. Una cosa es negar los hechos históricos por puro odio xenófobo y otra es hacer un estudio exhaustivo de la historia.

Los neonazis de internet constituyen ahora una molestia real, la cantidad de "intelectuales" y “críticos” que copian y pegan links de páginas de fanáticos que exaltan el crimen y el extremismo es un verdadero dolor de cabeza, éstos falsos “historiadores” en su vida han visitado una biblioteca o, peor aún, han leído un libro de investigación (salvo alguna que otra  versión neo-nazi escaneada y colgada en internet –y ni siquiera dedican una lectura completa-).

Amable lector, no se necesita ser judío, sionista o pro-sionista para rechazar el nazismo, como tampoco tenemos que ser, obligadamente, neonazis para combatir la doctrina sionista; solo hace falta sentido común y leer (mucho -en calidad y no cantidad-); y, sobre todo, dejar de mirar videos de YouTube creados por chavales de 18 años (o menos).

También es aconsejable poner en cuarentena las versiones literarias de Bochaca, Borrego y otras en lengua castellana, que no son otra cosa que la versión nazi de la historia. Esos personajes desde su juventud mantienen compromisos políticos e ideológicos con un programa que los ata irreversiblemente (falangismo y sinarquismo -la quinta columna nazi en México-, respectivamente). Bochaca y Borrego NUNCA HAN EDUCADO, pero si ADOCTRINADO a más de una generación de jóvenes en una ideología falsa y criminal. Quién ha dicho que estos señores (por solo dar los dos ejemplos) no hicieron un daño terrible a la juventud de Hispanoamérica?. Quién dijo que el crimen no paga?

Inclusive podríamos aceptar leer a ciertos “revisionistas”, siempre que respetaran la dignidad de las personas, de las víctimas, de sus creencias, de la cultura en general; sin distorsionar la historiografía, sin sesgar de forma arbitraria un documento alterando su contenido o tomando solamente una parte conveniente de una investigación, tal como lo hacen los señores nombrados.

En una frase: Los nazis, a quienes idolatran los pseudo-revisionistas enunciados y los negacionistas en general, fueron IMPERIALISTAS, su Tercer Reich, es decir, su TERCER IMPERIO se concibió con una única meta, erigirse mediante la guerra y solo por la guerra en el amo de Europa; a ello debemos sumar la política real y sistemática de eliminación física de las "razas inferiores", aquí debemos incluir no solo a los judíos, sino gitanos, eslavos y otros untermensch (sub-hombres/sub-humanos). Aquellos pueblos que se librarían de esa limpieza, se convertirían en sus sirvientes previa eliminación de la clase pensante de una nación.

Estudiar, investigar la historia requiere un monumental esfuerzo psíquico que consume un valioso tiempo de nuestras vidas. Con sacrificio y dedicación profunda los historiadores y académicos nos presentan sus años de investigación manifestados en sus libros. Eso es hacer historia. Histeria es lo que reflejan los “negacionistas” y sus amargados, xenófobos e ignorantes partidarios.

Con esta explicación de mi punto de vista sobre los denominados “antisionistas” del presente y su intrínseca relación con corrientes neonazis (en su mayoría) pasaremos revista a la intolerable política del estado de Israel.

Vamos a tratar a continuación un caso singular. Los victimarios de hoy -descendientes de las víctimas de ayer (judíos europeos)- amparados en el derecho a no olvidar a sus antepasados asesinados, se dedican a cometer parecidos atropellos ante una población palestina indefensa. Es que los palestinos no tienen derecho a oponer resistencia ante la injusticia e ilegalidad?. El derecho a defenderse no está reflejado solo en la ley, es un derecho natural, intrínseco del ser humano.

Demos paso a un valioso análisis que refleja la política actual del estado de Israel y sus repercusiones en el mundo y en el Derecho Internacional.

Las siguiente líneas corresponden a Carlos Aznárez, un especialista en política internacional y director del periódico “Resumen Latinoamericano”. A continuación, sus reflexiones sobre el tema.


Tito Andino U.


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¿Qué se puede hacer con Israel? (1)

La actitud del gobierno sionista israelí supera todos los límites de un comportamiento impune. No sólo no ha respetado ni cumplido ninguna de las resoluciones de la ONU a lo largo de los años, sino que ahora se atreve, con total impudicia, a levantar la apuesta y amenazar y sancionar a cada uno de los países que votaron en su contra al referirse a seguir construyendo más viviendas para los colonos en tierra palestina ocupada.



Con un Netanyahu indignado e histérico porque su amanuense Barack Obama le pasó factura por el maltrato recibido en marzo de 2015, cuando el jefe sionista visitó y habló en el Parlamento estadounidense, el escenario de la prepotencia israelí se ha convertido en un compendio de amenazas a diestra y siniestra. A pesar de que el propio Obama fue uno de los grandes aliados de Israel en todos los aspectos, y sobre todo en el militar. Sólo basta recordar su comportamiento de adhesión indisimulada cuando miles de toneladas de bombas israelíes caían sobre Gaza o cuando usó el poder del veto en el Consejo de Seguridad para no condenar asentamientos ilegales en dos ocasiones distintas. 

Muchos habrán de preguntarse: ¿qué se puede hacer con un gobierno como el de la ultraderecha israelí que anuncia suspensión de relaciones con varios países europeos porque no quisieron convalidar (como hasta el presente) el hecho de seguir inundando de agresivos colonos el territorio custodiado por su ejércitos de ocupación? ¿Qué se puede hacer con quienes buscan la guerra de expansión, planteando el etnocidio, y lo hace con la desfachatez de considerar enemigos a la casi totalidad del Consejo de Seguridad, que frente a su impostura nunca procede de la misma manera que lo haría si el gobierno amonestado (solo verbalmente) no fuera el sionista. 

Haciendo memoria se verá que toda la oleada de dictámenes de la ONU comenzó  con la resolución 194 del 11 de diciembre de 1948 cuando la Asamblea decidió, a consecuencia de la expulsión forzada de centenares de miles de árabes provocada por la invasión israelí "que hay lugar para permitir a los refugiados que lo deseen, regresar a sus hogares lo más pronto posible y vivir en paz con sus vecinos, y que se deben pagar indemnizaciones a título de compensación por los bienes de aquellos que decidan no regresar a sus hogares y por todos los bienes que hayan sido perdidos o dañado, en virtud de los principios del derecho internacional o en equidad, esta pérdida o este daño debe ser reparado por los gobiernos o autoridades responsables”. La entidad sionista no solo desatendió esta recomendación sino que continuó expulsando, masacrando y tratando de humillar aún más al pueblo palestino. Eran los tiempos de la Nakba o Catástrofe, como se la conoció a nivel mundial y que dejó las marcas en la piel de hombres, mujeres, niños y niñas palestinas que sufrieron el inicio de un gigantesco genocidio. 

Luego, el 22 de noviembre de 1967, llegó otra resolución adoptada por unanimidad en el Consejo de Seguridad, seis meses después de la Guerra de los Seis Días. La medida exigía "la instauración de una paz justa y perdurable en Oriente Medio”, que pasaba por “la retirada del ejército israelí de territorios ocupados durante el conflicto” y el “respeto y reconocimiento de la soberanía y la integridad territorial y la independencia política de cada Estado de la región, y su derecho a vivir en paz en el interior de fronteras reconocidas y seguras, al abrigo de amenazas y actos de fuerza”. Esta resolución, permanece en todas las negociaciones posteriores, sentando bases para una paz que jamás llegó en el Oriente Medio: la evacuación de Israel de los territorios ocupados y el reconocimiento por los Estados árabes del derecho de Israel a la paz dentro de unas fronteras estables.

Con su habitual recurso de la victimización Israel no cumplió ninguno de estos puntos, y además, optó por generar lazos de cooptación y complicidad con algunos gobiernos árabes cuyos mandatarios, lejos de apoyar las justas demandas del pueblo palestino (como lo exigían sus propios pueblos) se convirtieron en verdugos y colaboraron con el gobierno sionista comercial y hasta militarmente. 

Desde ya que a cada recomendación de la ONU le sucedía otra y otra, que en sus textos eran contundentes, pero que en la práctica, al no ser ninguna de ellas vinculante, quedaban convertidas en papel mojado.

Pero en ese camino de por lo menos dejar en claro ante el mundo que Israel se burla de todo y de todos, vale la pena destacar la Resolución 3379, dictada en 1975, cuando la Asamblea de la ONU adoptó, por impulso de los países árabes, y con el apoyo del bloque soviético y de los No alineados, una contundente declaración que asociaba al sionismo con el racismo y con el apartheid sudafricano en particular (“la paz y la cooperación internacionales exigen el logro de la liberación nacional y la independencia, la eliminación del colonialismo y del neocolonialismo, de la ocupación extranjera, del sionismo, del apartheid y de la discriminación racial en todas sus formas, así como el reconocimiento de la dignidad de los pueblos y su derecho a la libre determinación”), llamando a su eliminación, entendiéndola como una forma de discriminación racial. (72 votos a favor, 35 en contra y 32 abstenciones).



Chaim Herzog


Como Netanyahu en el presente, el entonces embajador israelí y futuro Presidente de Israel, Chaim Herzog, montó en cólera y con total desparpajo rompió el documento en pedazos delante de la Asamblea. En 1991 Israel puso la anulación de la resolución 3379 como condición para su participación en la Conferencia de Madrid, lo que llevó a que fuera derogada al aprobarse la resolución 4686 (111 a favor, 25 en contra y 11 abstenciones) del 16 de diciembre de 1991, una de las más cortas de la historia de la Asamblea General de las Naciones Unidas. De rodillas, incluso algunos delegados posando con sus colegas israelíes, fue el final de algo que había comenzado con cierta muestra de dignidad. 

Luego, para mayor escarnio, vinieron otras tantas resoluciones no cumplidas, como la 3236 de noviembre de 1974 que reafirmaba el “derecho inalienable de los palestinos a regresar a sus hogares y recuperar sus bienes desde donde quiera que se encuentren desplazados y desarraigados y pide su retorno” y “el derecho de la autodeterminación del pueblo palestino”. O la 1322, del 7 de octubre de 2000, aprobada por 14 votos a favor y 1 abstención (Estados Unidos), “condenando los actos de violencia, particularmente el recurso al uso excesivo de la fuerza contra los palestinos, que han provocado heridos y la pérdida de vidas humanas”

Así están las cosas en el damero internacional. Al parecer Israel no entiende razones diplomáticas ni tibios regaños de quienes generalmente son sus aliados. Por eso los amenaza e insulta, pero también por eso mismo desea apurar el tiempo para que asuma el gobierno Donald Trump, quien ya ha confesado su lealtad incondicional al guerrerismo sionista. 

A los palestinos, frente a este panorama, no les quedará otra que seguir apretando los puños y resistir por todas las vías posibles, confiados que lo que no hagan por ellos mismos nadie en ese contorno de gobiernos agresivos, cómplices o eunucos, habrá de hacerlo.


       Donald Trump ya ha confesado su lealtad incondicional al guerrerismo sionista


Hasta aquí el brillante análisis de  Carlos Aznárez. Se puede profundizar más en el tema, pero ese no es el cometido de este artículo. La intención es dar una guía básica de entendimiento para el lector no versado en el tema y sobre todo para que se entienda lo que constituye el sionismo político.
*****

Para ello, invocamos la presencia de un joven y brillante investigador, ya muy conocido en diferentes medios por sus artículos y entrevistas sobre temáticas internacionales. Koldo Salazar López, periodista de investigación español, a él corresponde las siguientes líneas explicativas sobre el papel que juega Israel en las crisis regionales del Medio Oriente. Veamos.


ISRAEL Y EL SIONISMO POLÍTICO (2)




Fue Teodoro Herzl quien, en el siglo XIX, como corresponsal periodista en Francia, tras vivir el proceso de Alfred Dreyfuss decidió cambiar radicalmente su forma de pensar. Durante su juventud fue un entusiasta austro húngaro a favor de la asimilación cultural. Curiosamente el gran enemigo de las comunidades sionistas es la asimilación y la integración en las sociedades en las que viven. 

“Ergo ya desde antiguo vemos que la integración de minorías ajenas a la concepción mayoritaria de los países no es posible, es una auténtica quimera, debido a las diferencias religiosas, culturales, teológicas y filosóficas entre comunidades. No se pueden integrar dos cosmovisiones diferentes en un mismo territorio ya que vivirán de forma paralela y, como mucho, se tolerarán pero siempre de forma cercana al conflicto social”.


En pleno siglo XIX Europa estaba sumida en las revoluciones nacionalistas románticas que acabarían siendo el germen de movimientos políticos e, incluso, del comunismo. Los judíos, sin embargo, formaban parte de las naciones y tenían dos opciones, encerrarse en sus barrios, desconectándose de la vida social o integrarse en los nacionalismos generales. 

Herzl supo calcular lo que el judío necesitaba y comenzó a teorizar sobre el sionismo en base a tres grandes premisas: 

a) La nación judía no puede integrarse en los estados de los que forman parte;

b) La nación judía para su supervivencia necesita instalarse en un teatro geográfico e instalar un estado judío y la única zona válida para este pretexto es la palestina otomana (hablamos del siglo XIX); 

c) La religión judía y la raza son básicas, de tal forma que el eje debe de ser la nación-sangre judía. 

SIONISMO 

Esta idea básica, desarrollada en el “Judenstaat” (El Estado Judío) de Herzl permitió el inicio del movimiento sionista político, muy alejado del sionismo místico y religioso que pregona la vuelta a Israel y Jerusalén exclusivamente tras la aparición del Mesías judío. 

Al contrario de lo que muchos piensan el sionismo dista mucho de ser una ideología política. Llamar fascista, nazi o comunista a un sionista por el mero hecho de serlo es un grave error conceptual debido a una simple razón, el sionismo es un sistema nacionalista desculturizador y aglutinador. 

1- Es aglutinador porque pretende la unión de todos los judíos en un sólo punto geográfico, obligando a la convivencia; 

2- Es un elemento desculturizador porque no se pueden permitir la creación de estados paralelos judíos dentro de Israel, de ahí la homogeneización lingüística resucitando el hebreo y relegando idiomas como el Yiddish, Ladino, Judesmo o Haketía a meras expresiones religiosas o culturales minoritarias y anecdóticas. 

3- Es un sistema nacionalista porque promulga una ideología de estado como ente filosófico, instalado de forma fáctica en una región geográfica concreta, dejando a la ideología política la gestión de este estado:

3-a) DE AHÍ LA EXISTENCIA DE SIONISMOS FASCISTAS, SOCIALISTAS, LIBERALES, CONSERVADORES, DEMOCRÁTICOS, INTEGRADORES, COMUNISTAS… 

Podemos concluir someramente que el sionismo es un sistema nacionalista no cuestionado ni cuestionable por las élites de este movimiento, pero abierto a todas las ideologías que hagan viable la gestión y el desarrollo del estado. De ahí la evolución israelí de socialistas convencidos como David Ben Gurión a sujetos pertenecientes al fascismo sionista como Avigdor Liebermann en apenas setenta años. 

SIONISMO INTERNACIONALISTA




Curiosamente existe una creciente oposición dentro de las comunidades judías, sobre todo de las ortodoxas y ultra ortodoxas, que se oponen al sionismo y lo consideran una herejía o una rebelión contra Dios debido al castigo impuesto sobre ellos (teológicamente hablando), los judíos hablan de tres exilios: 

a) Exilio Egipcio: Los famosos cuatrocientos años como esclavos y su liberación por Moisés

b) Exilio Babilónico: Después de la destrucción de los reinos de Israel y Judá por Asirios y Babilonios y el exilio en estas tierras que acaba ochenta años después con el Edicto de Ciro II y que llevan a cabo los profetas Esdras, Nehemías, Jeremías y Ezequiel 

c) Exilio Romano: El producido con la destrucción del templo de Jerusalén por los romanos y la diáspora judía por todo el mundo y que acabará con la vuelta del Mesías. 

Por lo tanto la concepción religiosa pregona seguir esperando, mientras que Teodoro Herzl y León Pinsker decidieron remediar esta situación instalando un estado-nación en la antigua Israel bíblica a costa de los territorios del Imperio Otomano, y luego de la Palestina británica

Por lo tanto se está produciendo un curioso fenómeno psico-político que es el progresivo avance del laicismo en la sociedad israelí por un curioso hecho, para continuar con la memoria de la identidad propia judía hacía falta mantener viva la llama religiosa y continuar alimentando la cuestión teológica contenida en el Tanaj, así como la interpretación religiosa y la filosofía judía del Talmud. Eso era el centro de la cultura judía del exilio. 

Estos elementos abstractos creaban lo que podríamos llamar un “recuerdo de la patria“, pero cuando el judío abandona el exilio a partir de “La Declaración Balfour” y abraza el sionismo ocupando la tierra de los palestinos, las ideas abstractas pierden su función de recordatorio porque ya no se necesita de ellas. Podríamos resumir que “El sueño de la patria” del exilio se desvanece frente a la contundencia de un estado de Israel real y en funcionamiento.

El sionismo, curiosamente, se está reforzando de manera constante en las comunidades cristianas de tendencia evangélica, testigos de jehová etc… debido al gran esfuerzo que desde el estado de Israel se hace para captar a estos grupos y convertirlos en elementos lobbistas, todo debido a la interpretación literal de la biblia.

Porque el sionismo necesita justificar su ocupación en base a la promesa a Abraham, contenida en la Torah, que son los primeros cinco libros del Antiguo Testamento cristiano. El conocimiento de estos grupos cristianos de estos antiguos textos ha permitido una facilísima propagación del sionismo cristiano, aderezado con un fuerte sentimiento anti islámico (también explotado desde los Think-Tank israelíes y estadounidenses), han logrado generar fanáticos sionistas cristianos anti palestinos.


Obviando, eso sí, las constantes injerencias israelíes en los asuntos internos de los estados alrededor suya que tienen dos opciones: 

a) Unirse al sionismo directa o indirectamente a través de Estados Unidos, países como Jordania, Arabia Saudí, Emiratos etc…se han unido a esta tendencia. 

b) Oponerse al sionismo y sufrir constantes ataques militares, guerras, desestabilización y propaganda. Países como Irán, Iraq, Siria o Líbano no se han unido al bloque sionista.


Esto se debe a la propia debilidad del estado de Israel, que necesita tener vecinos débiles para sobrevivir. De ahí las buenas relaciones con los Estados Unidos ya que Israel muchas veces actúa como garante de los intereses estadounidenses en la región y Tel Aviv se beneficia de ello. Por ejemplo, en 2003 Saddam Husein, uno de los grandes enemigos de Israel, fue derrocado y ahorcado en 2006, la Siria de Bashar al Asad está siendo destruida por grupos terroristas yihadistas pagados por Arabia Saudí, Estados Unidos, Israel, Turquía, Qatar y la Unión Europea. 

Por lo tanto el intervencionismo israelí constante en Oriente Medio se debe a ello. A generar aliados acérrimos, como los países del Golfo y Arabia Saudí, o a destruir a aquellos que no son aliados, como Iraq, Siria o Yemen y los constantes ataques a Irán.

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