Un breve prólogo
Lo hemos dicho antes, citando a Pepe Escobar, las valientes guerreras kurdas “corren un peligro mortal de ser, si no esclavizadas, cruelmente traicionadas”. La primera posibilidad no podrá ser, los yihadistas están siendo derrotados en todos los frentes de batalla. No obstante, la cruel traición sigue su curso, los líderes del PKK/YPG han desairado el honor de aquellas intrépidas mujeres, entregándose en alma, corazón y vida a los estadounidenses. Será otro ejemplo de la moderna esclavitud?.
Me siento defraudado con mucha gente que se dice socialista, anarquista, utopista o no sé qué más cuentos, se que son apasionados pero sobrepasan la insensatez, convencidos que los “sionistas” y “agentes” del Mossad son contrarios a la creación del Kurdistán! Alguien me ha dicho “Estás en contra de un Estado Kurdo? Eres del Mossad?”.
El mito de la excelencia moral del
YPG kurdo
Una crítica enérgica dirigida a la Organización Internacional Socialista, abarca una verdad sobre la orientación de grandes sectores de la izquierda occidental hacia el gobierno nacionalista árabe en Damasco. La verdad que se revela en el gráfico es que la ISO y sus cognados no dejarán de mover piedra alguna en la búsqueda de una fuerza nativa siria que apoye las armas contra Damasco, hasta el punto de insistir en que un grupo digno de apoyo debe seguramente existir, incluso si no puede ser identificado.
Washington presta una mano servicial denominando a sus protegidos en los términos más elogiosos. Los ”insurgentes” islámicos en Siria, principalmente Al Qaeda, no han sido desde hace muchos años ensalzados como un movimiento pro-democrático, y cuando ese engaño resultó ya no sostenible, se los denominó como “moderados”. Ahora que los llamados moderados han sido expuestos como lo opuesto, muchos izquierdistas se aferran a la esperanza de que en medio de los opositores islámicos del gobierno secular y socialista árabe de Siria se pueden encontrar votantes de los valores de la iluminación que Damasco ya abraza.
Seguramente en algún lugar existen izquierdistas seculares anti-gubernamentales armados que se reúnan en retaguardia; parece que el objetivo es encontrar una razón, cualquier razón, por débil que sea, para crear un nimbo de excelencia moral en torno a algún grupo que se opone con las armas al gobierno en Damasco; algún grupo que pueda hacerse parecer no sectario, antiimperialista, socialista, comprometido con los derechos de las mujeres y las minorías, y pro-palestino; En otras palabras, un grupo como los socialistas árabes Ba'ath de Siria, excepto ellos.
El PKK es un grupo guerrillero anarquista demonizado como organización terrorista cuando opera en Turquía contra el aliado estadounidense, pero que lleva el nombre de YPG en Siria, donde es el componente principal de las "Fuerzas Democráticas de Siria". Tan atractivo es el YPG para muchos izquierdistas occidentales que algunos han ido tan lejos como para ser voluntarios y luchar en sus unidades. ¿Pero es el YPG la gran esperanza que se cree que es?
Kurdos en Siria
Es difícil determinar con precisión cuántos kurdos existen en Siria, pero está claro que el grupo étnico sólo comprende un pequeño porcentaje de la población siria (menos del 10 por ciento según la CIA y el 8,5 por ciento de acuerdo con una estimación citada por Nikolaos Van Dam en su libro La lucha por el poder en Siria [1]. Las estimaciones de la proporción de la población total kurda que viven en Siria varían de dos a siete por ciento sobre la base de las cifras de población presentadas en ‘CIA World Factbook’. Mitad de la comunidad kurda vive en Turquía, el 28 por ciento en Irán y el 20 por ciento en Irak. Un informe desclasificado del Departamento de Estado de Estados Unidos de 1972 estimó que sólo entre el cuatro y el cinco por ciento de los kurdos del mundo vivían en Siria. [2] Aunque las estimaciones son aproximadas, está claro que los kurdos representan una proporción bastante pequeña de la población siria y el número de miembros del grupo que viven en Siria como proporción, en su conjunto es muy pequeño.
Los combatientes kurdos en Siria operan bajo el nombre de YPG, que está "ligado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán o PKK, un movimiento guerrillero radical que combina [ideas anarquistas] con el nacionalismo kurdo. Los guerrilleros del PKK han luchado contra el Estado turco desde 1978 y el PKK es clasificado como organización terrorista por la Unión Europea, Turquía y los Estados Unidos "[3]
Ocalan "fue una vez un devoto del marxismo-leninismo", según Carne Ross, quien escribió un perfil del líder nacionalista kurdo en The Financial Times en 2015. Pero Ocalan "llegó a creer que, el capitalismo, el comunismo se basaba forzosamente en la coerción”. Encarcelado en una isla en el Mar de Mármara, Ocalan descubrió "la obra maestra de un pensador político de New York llamado Murray Bookchin”. Bookchin "creía que la verdadera democracia sólo podía prosperar cuando la toma de decisiones pertenecía a la comunidad local y no fuera monopolizada por distantes e inexplicables elites". El gobierno era necesario, razonó Bookchin, pero la toma de decisiones necesitaba ser descentralizada e inclusiva. Mientras anarquista, Bookchin prefirió llamar su enfoque "comunalismo". Ocalan adaptó las ideas de Bookchin al nacionalismo kurdo, calificando la nueva filosofía de "confederalismo democrático". [5]
El objetivo del PKK, escribe Sam Dagher, del Wall Street Journal, "es una confederación con las mismas reglas autonómicas en los enclaves gobernados por los kurdos en Irán, Irak, Siria y Turquía" [6] países en que las poblaciones kurdas tienen una presencia, sin embargo, como hemos visto, es insignificante en Siria. En la búsqueda de este objetivo "hasta 5,000 kurdos sirios han muerto luchando junto al PKK desde mediados de los años 80, y casi todos los principales líderes de la YPG y combatientes endurecidos por la batalla son veteranos de la lucha de décadas contra Turquía" [7].
En Siria, el objetivo del PKK "es establecer una región autónoma en el norte de Siria" [8], un área con una población árabe significativa.
Cuando los combatientes del PKK cruzan la frontera dentro de Turquía, se convierten en "terroristas", según los Estados Unidos y la Unión Europea, pero cuando regresan a Siria se transforman milagrosamente en guerrilleros luchando por la democracia como principal componente de las “Fuerzas Democráticas de Siria”. Sin embargo, la realidad es que, tanto en el lado turco como sirio de la frontera, el PKK utiliza los mismos métodos, persigue los mismos objetivos y depende en gran medida del mismo personal. El YPG es el PKK.
Como alternativa, Washington inmediatamente inició una campaña de guerra económica contra Siria. Esa campaña, aún está en vigencia 14 años después, acabaría con la economía y evitaría que Damasco proporcionara educación, atención de salud y otros servicios esenciales en algunas partes del país. Al mismo tiempo, Washington tomó medidas para reavivar la larga guerra santa que los islamistas de Siria habían emprendido contra el estado secular, que data de los años sesenta y culminó en la sangrienta toma de Hama, la cuarta ciudad más grande de Siria, en 1982.
A partir del 2006, Washington trabajó con la ‘Hermandad Musulmana’ de Siria para reavivar la yihad de los ‘Hermanos’ contra el gobierno secular de Assad. Los ‘Hermanos’ mantuvieron dos reuniones en la Casa Blanca y se reunieron frecuentemente con el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional.
Damasco facilitó la toma del PKK retirando sus tropas de las áreas dominadas por los kurdos. Patrick Seale, especialista en Oriente Medio, escribió que los kurdos "aprovecharon la oportunidad" del caos engendrado por el levantamiento islamista "para impulsar su propia agenda política" [11], especularon que los objetivos del gobierno sirio al retirarse de la mayoría de las áreas kurdas era redirigir "tropas para la defensa de Damasco y Alepo", castigar a Turquía por su apoyo a los insurgentes islamistas; y "conciliar a los kurdos, para disuadirlos de unirse a los rebeldes". [12] El PKK, como resultado, no se unió a los insurgentes islámicos, como esperaba Damasco. Pero, sí se sumó a una parte muy significativa de la oposición a la Siria árabe nacionalista: los propios títeres de Estados Unidos.
Para el año 2014, el PKK había "declarado tres gobiernos autónomos, o cantones como los llaman, en el norte de Siria: Afrin, en el noroeste, cerca de la ciudad de Alepo; Kobane; y Jazeera en el noreste, que abarca Ras al-Ain y la ciudad de Qamishli. Su meta era conectar los tres".[13] Esto significaría controlar los espacios intermedios ocupados por los árabes.
Un trato con Washington
En este punto, el PKK decidió que sus objetivos políticos podían ser mejor aprovechados al llegar a un acuerdo con Washington.
El Departamento de Estado había "permitido la posibilidad de una forma de descentralización en la que diferentes grupos -los kurdos, el gobierno secular y los insurgentes islámicos- recibieran cada uno una cierta autonomía dentro de Siria”. [14] Obsérvese la suposición implícita en este punto de vista, de que está dentro del alcance de Washington el otorgar autonomía dentro de Siria, mientras la cuestión de si el país debe descentralizarse, corresponde al ámbito interno y democrático de los sirios, negando ese derecho a las personas que viven y trabajan en Siria. Si tomamos en serio las ideas de Ocalan, inspiradas en Bookchin, sobre la inversión de la autoridad en la toma de decisiones por el pueblo, esta abominación antidemocrática difícilmente puede ser tolerada.
De todas maneras, el PKK estaba entusiasmado con la idea estadounidense de dividir "Siria en zonas que correspondían aproximadamente a las áreas que ahora tienen el gobierno, el Estado islámico, las milicias kurdas y otros insurgentes". Se establecería un "sistema federal", no sólo para las zonas de mayoría kurda, sino para toda Siria. "Se crearía una región federal kurda en todo el territorio que ahora ocupa el PKK". La zona se expandiría para incluir el territorio que los kurdos esperaban "capturar en la batalla, no sólo al Estado Islámico, sino también de otros grupos insurgentes árabes". [15]
El PKK "presionó a los funcionarios estadounidenses" para que actuaran sobre el plan, comprometiéndose, a cambio, actuar como una fuerza terrestre contra el ISIS. [16] El grupo expresó que estaba "ansioso por unirse a la coalición encabezada por Estados Unidos contra el Estado Islámico a cambio de reconocimiento y apoyo de Washington y sus aliados para las administraciones autónomas dominadas por los kurdos que habían establecido en el norte de Siria". [17]
Los únicos satisfechos con este plan fueron el PKK, los israelíes y los estadounidenses.
Por su parte, los turcos objetaron, percibiendo que Washington había acordado dar al PKK un estado en todo el norte de Siria. [20] Mientras tanto, Damasco se opuso al plan, "viéndolo como un paso hacia una división permanente de la nación". [21]
Siria, ya amputada por las maquinaciones imperialistas británicas y francesas después de la Primera Guerra Mundial "es demasiado pequeña para ser un estado federal", opina su presidente, Bashar al-Assad. Pero Assad añade rápidamente que su punto de vista personal es irrelevante. Una cuestión tan importante como si Siria debería convertirse en un estado federal o confederal o unitario, dice, es asunto a decidir por los sirios en un referéndum constitucional [23], una visión refrescantemente democrática en contraste con la posición occidental de Washington que pretende dictar cómo los sirios deben arreglar sus asuntos políticos (y económicos).
Punta de lanza de los Estados Unidos
Para Washington, el PKK ofrece un beneficio adicional a su utilidad como grupo guerrillero kurdo para avanzar en el objetivo estadounidense de debilitar a Siria fracturándola, es decir, el PKK puede ser impuesto como sustituto del ejército estadounidense, evitando la necesidad de desplegar decenas de miles de tropas estadounidenses en Siria, permitiendo así a la Casa Blanca y al Pentágono dar un paso adelante en varios dilemas legales, presupuestarios y de relaciones públicas. "La situación pone de relieve un desafío crítico que enfrenta el Pentágono", escribió Paul Sonne, de The Wall Street Journal; a saber, "apoyar las fuerzas locales ... en lugar de poner a las tropas estadounidenses en la punta de la lanza". [24]
Después de haber prometido apoyo para el gobierno kurdo del norte de Siria a cambio de que el PKK se convierta en la punta de la lanza estadounidense, Estados Unidos está "proporcionando armas pequeñas, municiones y ametralladoras y posiblemente alguna asistencia no letal, como camiones ligeros a las fuerzas kurdas". [25]
Las armas son repartidas en el denominado “arrojar y evaluar”. Con esa visión, los envíos se "dejan caer, se realiza una operación y los Estados Unidos evalúan el éxito de esa misión antes de proporcionar más armas", dijo un funcionario estadounidense, "les suministraremos sólo con las suficientes armas y munición para lograr cada objetivo interino". [26]
Los soldados de infantería del PKK están respaldados por "más de 750 marines estadounidenses", los "Army Rangers" y las fuerzas especiales estadounidenses, francesas y alemanas, "usando helicópteros, artillería y ataques aéreos", en contravención de la ley internacional. [27]
El PKK controla actualmente 20.000 millas cuadradas de territorio sirio [32], o aproximadamente el 17% del país, mientras que los kurdos representan menos del ocho por ciento de la población.
En sus esfuerzos por crear una región kurda dentro de Siria, el PKK "ha sido acusado de abusos cometidos a civiles árabes en todo el norte de Siria, incluyendo detenciones arbitrarias y desplazamiento de poblaciones árabes de los poblados en que el Estado Islámico retrocede" [33]. El PKK “expulsó árabes y turcomanos étnicos de grandes partes del norte de Siria", informa The Wall Street Journal. [34] Además, el diario señala que los grupos de derechos humanos han acusado a los combatientes [kurdos sirios e iraquíes] de impedir que los árabes regresen a las zonas liberadas [35].
Ni Sirio ni Democrático
El PKK domina a las “Fuerzas Democráticas Sirias”, un nombre equivocado conferido a un grupo de combatientes principalmente kurdos por su patrón Estados Unidos. El grupo no es sirio, ya que muchos de sus miembros no son sirios, se identifican como kurdos que inundaron la frontera de Turquía para aprovechar el caos producido por la insurgencia islámica en Siria y construir una zona de control kurdo. Tampoco es un grupo particularmente democrático, ya que pretende imponer el gobierno kurdo a las poblaciones árabes. Robert Fisk descarta que sean "Fuerzas Democráticas Sirias", son el "nombre de fachada para un gran número de kurdos y algunos combatientes árabes". [36]
El PKK se presenta como una Fuerza Democrática Siria y trabaja con un grupo simbólico de combatientes árabes sirios para disfrazar la realidad de las áreas árabes pobladas que controla y las que todavía tienen que capturar, las que terminarán bajo ocupación kurda.
De Facto (e ilegal) Sin Zona de vuelo (No Fly Zone)
En agosto de 2016, después que "los bombarderos del gobierno sirio hubieran estado golpeando posiciones kurdas cerca de la ciudad de Hasaka, donde los Estados Unidos habían estado apoyando a las fuerzas kurdas" el Pentágono despachó "los cazas para protegerlos. Los aviones estadounidenses llegaron justo cuando salían los dos bombarderos Su-24 del gobierno sirio”. Esto "llevó a que la coalición dirigida por Estados Unidos comenzara a patrullar el espacio aéreo sobre Hasaka, y condujo a otro incidente ... en el que dos bombarderos Su-24 sirios intentaron volar a través de la zona, pero fueron interceptados por los aviones de combate de la coalición ". [37]
El Pentágono "advirtió a los sirios que se mantuvieran alejados. Los aviones de combate estadounidenses F-22 llevaron el mensaje al patrullar la zona”. [38]
El New York Times observó que al usar "el poderío aéreo para salvaguardar áreas del norte de Siria donde los asesores americanos dirigen a los combatientes del PKK, los Estados Unidos habían establecido efectivamente una zona de exclusión aérea sobre el área”, pero señalaron que "el Pentágono se ha negado firmemente a utilizar el término”. [39] Aun así, la realidad es que el Pentágono ha establecido ilegalmente una zona de exclusión aérea de facto sobre el norte de Siria para proteger a las guerrillas del PKK, la punta de lanza norteamericana que participan en una campaña de partición de Siria, incluyendo la limpieza étnica de la población árabe, para el deleite de Israel y de acuerdo con los designios de Estados Unidos de debilitar el nacionalismo árabe en Damasco.
Una analogía astigmática
Algunos encuentran un paralelo en la alianza de la YPG con los Estados Unidos con Lenin aceptando la ayuda alemana para regresar a Rusia del exilio en Suiza después de la Revolución de marzo de 1917. La analogía es inadecuada. Lenin estaba jugando a un poder imperialista contra otro. Siria no es un caso análogo de la Rusia imperial, que, hace cien años, estaba encerrada en una lucha por los mercados, los recursos y las esferas de influencia de los imperios rivales. Por el contrario, Siria es y siempre ha sido un país dividido, dominado, explotado y amenazado por imperios. Ha sido emancipada del colonialismo, y está llevando a cabo una lucha - ahora contra los esfuerzos contrarios del PKK - para resistir su recolonización.
Una analogía más apropiada, equipara al PKK en Siria con el sionismo obrero (laborista), la fuerza sionista dominante en la Palestina ocupada hasta finales de los años setenta. Al igual que Ocalan, el temprano sionismo enfatizó en las comunas descentralizadas.
Los kibutz eran comunidades utópicas, cuyas raíces estaban en el socialismo. Al igual que la encarnación siria del PKK, el Sionismo Laborista confió en el patrocinio de las potencias imperialistas, garantizada su protección se ofrecieron actuar como puntas de lanza de los imperialistas en el mundo árabe. Los sionistas emplearon la conquista armada del territorio árabe, junto con la limpieza étnica y la negación de la repatriación, para establecer un estado étnico, anticipándose a la futura extensión del PKK, quien por el uso de la fuerza, ejerce el dominio de un estado kurdo en territorio mayoritario árabe en Siria. Lo mismo en Irak.
Los anarquistas y otros izquierdistas pueden haber sido inspirados por las comunidades agrícolas colectivas judías en Palestina, pero eso apenas hizo progresista o emancipador al proyecto sionista, ya que sus elementos progresistas y emancipadores fueron negados por su opresión regresiva y el despojo de la población árabe indígena, a más de su colusión con el imperialismo occidental contra el mundo árabe.
Conclusión
Representando a una comunidad étnica que comprende menos del 10 por ciento de la población siria, el PKK, un grupo guerrillero anarquista kurdo que opera en Turquía y Siria, está utilizando a los Estados Unidos, su Fuerza Aérea, el Cuerpo de Marines, como un multiplicador de su fuerza, en un esfuerzo para imponer una división de Siria, en la cual la población kurda numéricamente insignificante controla una parte significativa del territorio de Siria, incluyendo áreas habitada por árabes y en la cual los kurdos nunca han estado en mayoría.
Para lograr sus objetivos, el PKK no sólo ha llegado a un acuerdo con un régimen despótico en Washington que busca recolonizar el mundo árabe, sino que confía en la limpieza étnica y la negación de la repatriación de los árabes de las regiones que han huido o que se han visto obligados a aceptar el control kurdo del norte de Siria, tácticas que se asemejan a las utilizadas por las fuerzas sionistas en 1948 para crear un estado judío en la mayoría árabe palestina.
Washington e Israel (este último manteniendo desde hace tiempo una relación semi-clandestina con los kurdos) valoran un sistema confederal para Siria como un medio para debilitar la influencia nacionalista árabe en el Asia árabe, socavando un polo de oposición al sionismo, al colonialismo y a la dictadura internacional de los Estados Unidos.
Las fuerzas que resisten la dictadura, la más odiosa de todas, los Estados Unidos, en gran parte del mundo, son las verdaderos campeones de la democracia, categoría a la que no pertenece el PKK, como lo demuestran sus acciones en Siria.