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26 octubre 2017

Sudán, el fracaso del separatismo (1)


Soldados del ejército de Sudán del Sur leales al presidente Salva Kiir, en lucha contra otras facciones opuestas. (la fotografía corresponde a diciembre del 2013) Photo: Samir Bol/AFP




La cruda realidad detrás de una promesa de futuro


por: Tito Andino U. 
(Recopilación y resumen de textos de Daniel Estulin)


Con este artículo iniciamos una serie de ensayos dedicados al África y la existencia de un complejo entramado internacional para explotar los recursos del continente “pobre”. El lector podrá encontrar en el espacio virtual abundante material relacionado con los episodios bélicos, por lo que no vamos a detenernos en aquel aspecto. Este blog busca el origen “espontáneo” de esos estallidos sociales, aparentemente sin sentido, pero que ocultan una siniestra planificación de quienes manejan los destinos de la humanidad.

Por qué iniciamos la saga de artículos dedicados al África con SUDÁN?, la que fuera una de las naciones más grandes de África, cuya superficie casi equivalía a toda la de Europa Occidental, continúa en un proceso de desmembración. Un largo periodo de inestabilidad forjado desde Europa y los Estados Unidos culminó en un referéndum separatista de enero del 2011.

Lo hemos analizado en el post anterior, con el caso de la política  separatista de Cataluña y casos anteriores como la extinta Yugoeslavia, ejemplo vivo de los nacionalismos extremos, impulsados desde otros lados (el caso de Cataluña aparenta no tener intromisión extranjera -pero la tiene-, manejándose en las bases como una auténtica y fervorosa llamarada nacionalista, no por ello exenta de un falso referente histórico y jurídico). El caso del Kurdistán es otro laborioso esfuerzo internacional por dividir a las naciones por intereses meramente materiales.

Forjando un aparente marco de legalidad, los referéndums independentistas o separatistas –que es el término correcto – lo único que consiguen es destruir una nación. Yo pregunto, qué país que integraba Yugoslavia ha conseguido progresar o crecer económicamente? Ninguno será más grande, ni desarrollado como fueron dentro de aquella unidad llamada Yugoslavia; convirtiéndose en pequeños estados satélites, manipulables, sin agendas ni propósitos nacionales propios, dependientes de las grandes economías extranjeras, en títeres coloniales de la OTAN/UE y fieles cumplidores de los dictados emanados tanto de Washington como de Bruselas.

Ese es el camino que le depara a un supuesto Kurdistán y a todos aquellos que quieren desoír y cegar la realidad histórica. NADIE HA GANADO NADA DESPUÉS DE UNA DESINTEGRACIÓN TERRITORIAL, AL CONTRARIO, ES COMÚN QUE PIERDAN SU VERDADERA IDENTIDAD.


Entremos al caso de Sudán.



A la izquierda, Mapa de Sudán hasta el 2011. A la derecha, Sudán dividido en 2011. Al norte: La República de Sudán; al sur: Sudán del Sur. Los continuos conflictos internos en Sudán del Sur prevé una nueva división en la joven nación, así como en la República de Sudán con la guerra en la región de Darfur. Muchas voces, especialmente en Norteamérica claman por la independencia de Darfur. “Salvemos Darfur” es una popular campaña  emprendida utilizando a conocidos artistas desde hace muchos años. 


Sudán está dividido desde el 2011, por el momento en dos (República de Sudán y Sudán del Sur –ésta última flamante nación se bautizó al poco con una nueva guerra civil), grandes intereses corporativos internacionales manejan la estrategia de continuar dividiéndola, además del gran negocio con la venta de armas, lo consiguen provocando nuevos conflictos armados entre diversas tribus que terminan con la alarmante y recurrente “limpieza étnica”.

El “proyecto” original contempla dividir el otrora Sudán unitario en varios estados más, cuatro, para ser más precisos. Las forjadas crisis políticas internas, las rivalidades tribales garantizan la vigencia permanente de hostilidades por lo que debemos entender que el seccionamiento territorial todavía está operativo. Generalmente son proyectos a largo plazo, desmembrar una nación no se consigue de la noche a la mañana, es todo un proceso metódico.

Al parecer hay más que suficientes recursos naturales (petróleo, oro, diamantes, coltán y otros minerales) que las potencias occidentales pueden darse el lujo de crear otros estados en la ya dividida Sudán, tremendo botín!

No nos cansaremos recordar que tras las labores “humanitarias” patrocinadas por la ONU, los Estados Unidos o alguna otra potencia colonial, se esconde, entre bambalinas, tenebrosos poderes y ambiciones. Curiosamente las acciones “humanitarias” (sin desdeñar el trabajo fervoroso que hacen miles de voluntarios de buena fe) solo se presentan en países africanos con increíbles reservas estratégicas, pero pobres en estabilidad política (provocadas intencionalmente por los “humanitaristas”).


Estamos viviendo la Edad del Capitalismo Salvaje.

Las potencias occidentales únicamente miran donde explotar los recursos naturales en África. El ser humano que habita en esas regiones es un escollo – hay que eliminarlos – y la mejor forma de infiltrarse en esas sociedades tribales es aplicando el “humanitarismo”. La ética y la moral no cuentan, los modos de obtener los recursos materiales y financieros es lo de menos.

La única incertidumbre, dentro de este panorama, es saber cuál de estas grandes potencias – o sus transnacionales – se quedará con el control y explotación de los  vastos recursos. La historia lo dirá.

En febrero 2011 (días después del referéndum separatista del Sudán del Sur), nuestro amigo, el investigador Daniel Estulin, escribía un reportaje, cuyo título lo hemos reproducido aquí como subtítulo. Él nos informaba que la división de Sudán, por el momento, en dos estados: Sudán y Sudán del Sur es la aplicación de una vieja táctica muy conocida en África y el Medio Oriente, es la aplicación de la “superioridad” racial del hombre blanco empecinado no solo en explotar los recursos naturales sino por deshacerse de una raza “molesta” para las élites.


Campos de refugiados en Chad a pocos kilómetros de la frontera con Darfur, Sudán.



Para el blanco occidental las cosas ya no resultan tan fáciles, tiene una dura competencia, CHINA.

Si los lectores y analistas internacionales no se han percato, potencias occidentales como Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, básicamente, y otros países de la UE/OTAN están en GUERRA ECONÓMICA con China en ÁFRICA; y, todo indica que esa lucha por acaparar los mercados va volviéndose global. La presencia rusa también vuelve a sentirse, así como la aparición en estas regiones de los intereses iraníes, israelíes y otros actores.

No es que exista unanimidad entre los países europeos que conforman la Unión Europea y los Estados Unidos, cada potencia maneja sus propias estrategias por apoderarse de las riquezas africanas, compiten entre ellas, se espían, sabotean la infiltración en sus “dominios” económicos, sino pregúntenle a la señora Angela Merkel y a los franceses por qué los Estados Unidos los espían?. Por supuesto que es más fácil ocultar esa rivalidad y achacarle la guerra económica exclusivamente a los chinos.
  
“África es la frontera final de esa batalla de supervivencia. Estados Unidos, China y Francia están metidos hasta las cejas en operaciones secretas en el Sahara Occidental, Sudán, Ruanda, el Congo, Burundi, Angola, el Chad, Etiopía, Somalia y Eritrea”, afirmaba Estulin hace más de seis años.



















Si colocamos superpuestos los mapas de los conflictos bélicos con los mapas de las reservas naturales estratégicas del continente africano, se acoplan divinamente. Coincidencia?. Los países africanos son ricos en recursos naturales, Sudán posee las mayores reservas de recursos inexplotados. A nadie debe asombrarle por qué Sudán se transformó en el foco de atención de las ONG patrocinadas en los EEUU y se haya convertido “en el epicentro de la guerra sin cuartel en el continente oscuro”.

Sudán era antes del 2011 el mayor país de África, con  una superficie de 2,5 millones de kilómetros cuadrados, con una población estimada en ese tiempo de 35 millones de habitantes y una diversidad étnica asombrosa, alrededor de 400 grupos étnicos con sus dialectos, el idioma árabe era su vínculo (pretexto perfecto para dividirla). Su posicionamiento geo- estratégico junto al Mar Rojo, lo convirtió en una zona natural a ser desestabilizada, además de compartir fronteras con otros países –curiosamente con alto grado de inestabilidad política- Egipto, Libia, Etiopía, Eritrea, Uganda, Chad, República Democrática del Congo, República Centroafricana.

El Referéndum de enero 2011 fue el final de Sudán como entidad territorial unitaria, declarando la independencia en junio de ese mismo año. De que ha servido?, para nada, las guerras se perpetúan, transformándose en una amenaza global para toda África.



       Campos de refugiados en Chad a pocos kilómetros de la frontera con Darfur, Sudán.


La política de las potencias imperialistas ha sido siempre dividir países.
“La razón es fácil de entender – eliminar la soberanía nacional y la identidad nacional. «Divide y vencerás» es una de las estrategias de amplio alcance utilizada también por Israel, otro país con sumo interés en África. Israel adoptó hace mucho tiempo una estrategia que ellos llaman «tirar de las extremidades para después cortarlas». Esta política consiste en tender puentes a grupos minoritarios en varios países, sacarles del contexto nacionalista y «animarles» a independizarse”.

Y, es que los hechos son evidentes, tras el separatismo, Sudán del Sur, con el pretexto de otra guerra civil, empezó albergar “fuerzas de paz” de la ONU, pero también acoge, hoy, una base de misiles israelíes de largo alcance apuntando principalmente a Irán. Sudán del Sur, es aliado de Israel, efectúa las exportaciones de su petróleo, única fuente de ingresos de la nueva república, con la que paga las compras de armas israelíes… Irán, en contramedida apoya a Sudán y hace presencia en Port Sudan.

Otra “coincidencia” es que Sudán está en la “honrosa” lista de países que fomentan el “terrorismo internacional”.


       Campos de refugiados en Chad a pocos kilómetros de la frontera con Darfur, Sudán.


Veamos otro detalle de interés que nos narra Estulin.

“Las semillas del conflicto actual en Sudán se plantaron en el siglo XIX como consecuencia de la política colonial británica. Esa política se basaba en un país atacando otro país contra su propio interés. Un ejemplo perfecto de esa política es Darfur, donde estamos viendo como han dividido regiones en tribus de micro-identidad, basados en diferencias étnicas, religiones y geografías. Otros ejemplos de esa política genocida son Ruanda, Nigeria y Kenya.
El juego impuesto por los británicos es puramente psicológico: defender a todo coste su pseudo cultura basada en la supuesta etnicidad tribal. De esa forma, loa pueblos Africanos se auto-destruyen desde dentro. Cuando a una masa social se les trata como a unos animales, que es el caso de África Sub Sahariana, la gente lucha simplemente para sobrevivir en condiciones sub-humanas de un genocidio impuesto desde fuera, resulta mucho más fácil manipularles que reconocer la cara del verdadero enemigo. A eso juega el Imperio”.

 


       Campos de refugiados en Chad a pocos kilómetros de la frontera con Darfur, Sudán.


El Imperio Británico nunca ha respetado la soberanía de ningún país africano porque no ven a los africanos como seres humanos. El trato es básicamente igual al que se da a un animal en el zoológico; y, con la ayuda de los medios de embrutecimiento masivo (comunicación?), las campañas publicitarias de “Salvemos Darfur”, a través de la CNN, BBC, Fox, etc. son fáciles de digerir y promover, acota Daniel Estulin.

Casos como Sudán siguen un patrón común, muy visto.
 “¿Cómo se articula la campaña de propaganda en los medios de comunicación? Fácil: Saturación de reportajes desde una región en crisis; llamadas de emergencia para ayudar a la retransmisión en los medios de comunicación electrónicos; fotografías de refugiados mostradas en televisión; testimonios espeluznantes de violaciones “en masa”, que seguramente están pensados tanto para provocar como para generar ira; evocaciones de reproche del genocidio de Ruanda; exigencias de que deben tomarse medidas (“¿Cómo nos podemos quedar de brazos cruzados?”, etcétera); artículos en los principales medios de comunicación que exijan el retorno de la época del benévolo imperialismo, y finalmente, el anuncio de que se está planificando una intervención”.

 


       Campos de refugiados en Chad a pocos kilómetros de la frontera con Darfur, Sudán.


El escenario de la intervención se copia y pega fácilmente a partir de hechos históricos del pasado. Huelga decir que todo se hace de “buen espíritu”, gracias a ese gran y “bondadoso” corazón que tiene Estados Unidos.

1) Crear inestabilidad y caos, dando la impresión que los árabes se enfrentan a los africanos
2) Promover campañas desinformativas mediáticas enfatizando el incremento de la inestabilidad.

3) Incitar y desatar la ira en la opinión pública de la gente en Occidente, ya perversamente manipulada y que se cree todo.
4) Dogmatizar con el cuento que “el diablo aparece montado a caballo”, en el caso de Sudán, el diablo era la milicia Janjaweed. La clásica lucha entre el bien y el mal.

5) Transformar a ese demonio en el “enemigo” (en nuestro caso de investigación sobre Sudán, serían los árabes y sus socios: las empresas petroleras chinas y los servicios secretos rusos.
6) Movilizar a los ejércitos cristianos y sus servicios “humanitarios”.
7) Desgastar la credibilidad y poder del enemigo.
 8) Una vez ganado el apoyo moral de los preocupados ciudadanos occidentales, se procede a deponer  a las fuerzas del “mal”, instalando “un  gobierno benévolo, pacífico y a favor de la democracia”.
9) Conseguido el objetivo, se terminan las sanciones y se facilita el “desarrollo” del pueblo liberado.
Y ahí está: otra misión “civilizadora” para conquistar a esas hordas de árabes bárbaros y a esos africanos tribales, enfermos de SIDA, analfabetos e indefensos que se mueren de hambre.

 


       Campos de refugiados en Chad a pocos kilómetros de la frontera con Darfur, Sudán.


EPITAFIO

Daniel Estulin reflexiona sobre la realidad del conflicto de Sudán, se concibió hace un siglo, cuando los ingleses dictaron leyes segregacionistas entre 1922 y 1925, por ejemplo “Passport & Ordinance Act” que prohibía la integración entre el Norte y el Sur de Sudán, es decir, si alguien del norte de Sudán viajaba al sur del país, era considerado como un acto criminal.

La tácita formación de dos Sudanes, por los británicos, fue la razón directa del referéndum de enero del 2011. Una de las prioridades era apartar del gobierno sudanés al presidente Omar al-Bashir, además,
“las verdaderas intenciones de esa pandilla de degenerados es balcanizar el país, un Sudán con recursos naturales de gran valor como petróleo y coltán, en proceso creando cuatro países pequeños y absolutamente dependientes de las potencias externas como la ONU, EEUU, OTAN y los ONGs, todos controlados por naciones occidentales: Sudán del sur, Darfur independiente y dos estados lindando con Eritrea y Etiopia. Las consecuencias de la Balcanización de Sudán nos llevaría a una nueva guerra en el cuerno de África entre Sudán, Eritrea, Etiopía, Kenya, Uganda, Chad, Congo, Zaire”.

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*NOTA: El presente artículo está inspirado en una ponencia de Daniel Estulin “La cruda realidad detrás de una promesa de futuro”. (1 febrero 2011), de allí el subtítulo de la presente entrada. El artículo ha sido revisado y complementado con sucesos actuales por el redactor del blog. La página web de Daniel Estulin ya no está disponible en internet. Las fotografías de los campos de refugiados en el Chad corresponden a Daniel Estulin.

21 octubre 2017

Reflexiones sobre el independismo catalán




























por Tito Andino U.


Este ensayo es una apertura sobre el tema principal, un documento trascendental de la historia de España, que será abordado en los siguiente capítulos, “EL TRATADO DE CORBEIL Y LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA”.

Cataluña es noticia estos días, naturalmente que sus anhelos de independencia del poder central del Reino de España no pasan de ser meras aspiraciones, existe una profunda división social, económica, política, ideológica y hasta histórica, entre la comunidad catalana y el sistema de gobierno español.

La pregunta que debemos plantearnos es si esas divergencias tienen suficiente argumento en todos esos contextos señalados y en el ámbito jurídico para proclamar la independencia, creando su propio estado. De cierta forma, da la impresión que esa propensión secesionista en el seno de la UE (norte de Italia, Bélgica, España) continuará acrecentándose, sin embargo, a nadie parece preocuparle las inmensas repercusiones sociales y económicas que tales acciones desencadenarían.

Desde el punto de vista de un analista foráneo, como mi caso, puedo apreciar los hechos con más objetividad. La grandeza de España entraña por su diversidad, no solo étnica, lingüística y hasta algo fascinante, su gastronomía, tan distinta de un lugar a otro (y tan deliciosa de un rincón a otro), ese engramado cultural es lo que modernamente cautiva al extranjero, siendo España uno de los principales centros del turismo mundial.

Me atrevo a señalar que la marca España es resultado de sus múltiples nacionalidades. Debemos dejar en claro que las rivalidades, competencias, hasta desavenencias e incluso odios, rencores y envidias entre diferentes comunidades es un reflejo intrínseco en el ser humano. Lo que pueda pasar en España, en Cataluña, en Madrid, en Andalucía, en el País Vasco, en la tierra Gallega, etc, etc, de norte a sur, de este a oeste, es parte de la convivencia.

Aquello sucede en cualquier lugar del mundo, en todo estado, lo vivimos en Europa con su larga historia de guerras imperiales. Como ejemplo, miremos a los Estados Unidos de América, fue forjándose a través de las rivalidades entre distintos sectores del país por cuestiones económicas, sociales y políticas, hasta religiosas (puritanismo), fueron por décadas el preludio que desembocó en la Guerra Civil estadounidense (guerra de secesión). Previamente, la colonización transportó a América la competencia de los imperios británico, francés, alemán, holandés, etc. y posteriores oleadas migratorias han moldeado un sistema de convivencia moderno sin resquebrajos, pese a la rivalidad y odios mutuos entre el norte y el sur. En mi propio país natal, existe no solo “pique” y lucha de poder entre los principales centros urbanos, predomina un odio regional entre costeños y serranos, pero aquello no ha dividido la nación (aunque alguna vez un político soltó un exabrupto “independentista” por simples rivalidades políticas con el gobierno)…     

Volvamos a España. No sé si me expreso correctamente, al hablar de diversas “nacionalidades”, probablemente se prefirió usar el término “Comunidades” en la Constituyente española de 1978 como modelo de convivencia que se aprecia está dando resultados (insistiendo en las normales y hasta naturales desavenencias sociales y de otra índole); y, también, para evitar una posible ruptura en el futuro.

Se dice que el término “nacionalidades” es una nueva noción de la historia española, creada por la Constitución de 1978 que sin duda pretendía garantizar la unidad e integrar a los nacionalistas vascos y catalanes después de duros tiempos del centralista franquismo y otro procesos históricos.

La Carta Constituyente española no precisa cuál Comunidad Autónoma puede ser considerada nacionalidad. Existe un gran vacío legal porque no señala, en su ámbito legislativo, que significa jurídicamente una nacionalidad. La historia nos ha demostrado que España ha sabido mantenerse unitaria, al mismo tiempo que mantuvo y mantiene la pluralidad de nacionalidades. 


Un Estado soberano plurinacional y pluricultural es algo común en el mundo.












El Artículo 2, de la norma suprema estipula:

“La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”.

Ahora, veamos una perspectiva internacional, desde otro enfoque, al característico modelo de las nacionalidades en Europa. A pesar que la Unión Europea tiene el objetivo velado suprimir las nación-estado como entes independientes (pretende crear la nación europea), sin que la ciudadanía se percate, es contraria a la desmembración de la unidad española. Recordemos que la UE se ha convertido en un instrumento más de los Estados Unidos y, probablemente, lo siga siendo debido a los presentes rumores de la “amenaza” rusa.

Los Estados Unidos parece decir a la UE, ustedes ni siquiera pueden preservar la unidad de Europa, como pretenden formar, además, un ejército único? que iría apartándose del control de los Estados Unidos, por cierto, el único que manda en la OTAN.

Debemos descartar la existencia de un programa de desestabilización de España orquestada en alguna parte del mundo. Estamos ante un típico caso de exacerbación política del núcleo fuerte de separatistas y/o de la gran burguesía catalana que rivaliza con Madrid, a quienes, inconscientemente, apoyan diversos grupos con pensamiento ideológico incompatibles.

Para nadie, incluso para extranjeros que no residimos en España, no pasa por desapercibido ese antagonismo descrito en los primeros párrafos de este ensayo. La rivalidad directa entre Madrid y Barcelona, principales centros urbanos y ejes de la economía española existe, por supuesto que no hablamos en general como una norma, sino de un elevado porcentaje poblacional. Se refleja hasta en el deporte, en el fútbol entre los grandes Barcelona y Real Madrid.

Volviendo a lo serio, Cataluña aspira constituirse en estado soberano, explicaciones sobre historia, geografía, sociedad, lingüística y economía sobran y son presentadas como argumentos de la necesidad de controlar su propio destino. La Comunidad de Cataluña sigue siendo la Autonomía que más aporta al Producto Interior Bruto (PIB) del conjunto de España. También es común escuchar las quejas de políticos catalanes impugnado el profundo estado de corrupción del estado central (el caso de la familia Puyol en Barcelona es solo un ejemplo que la corruptela está en todos lados, es un mal latente en Hispano-América). En Cataluña suele decirse que existe obstrucción a sus requerimientos financieros, aunque la burguesía catalana goza de prebendas proteccionistas a su producción, es asidua cliente del poder central para reclamar mayores aranceles, de esa forma controlan casi monopólicamente ciertos mercados españoles.

No quiero ser parcial en este caso. Solamente plantear reflexiones al lector.

Por un lado, se puede comprender el anhelo y la voluntad de la mayoría catalana para formar su propio estado, regidos por sus propias reglas y leyes; pero, desde otras perspectiva, pienso que están cometiendo un grave error. Un lacerante y mal llamado “nacionalismo’ brota rabiosamente en ciertos círculos de Cataluña, con un ego demasiado inflamado, constituyendo el eje del proyecto secesionista.



Aquí otro paréntesis. Existe numerosas citas célebres sobre el denominado “nacionalismo”, cada cual ensaya una definición desde un particular punto de vista. Veamos algunos ejemplos:

-"El nacionalismo no es el despertar de las naciones hacia su conciencia propia: inventa naciones donde no las hay" Ernest Gellner
 -"Los nacionalismos surgen del resentimiento".    Gustavo Bueno
 -El nacionalismo es una ideología antidemocrática, no existe el nacionalismo democrático"."El nacionalismo está basado en una idea simple: yo llegué antes que tú y, por tanto, tengo más derechos que tú".    Arcadi Espada
 -"El nacionalismo es el hambre de poder templada por el autoengaño".  José Ortega y Gasset
 -"Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás pueblos es lo primero."            Charles de Gaulle 
-"El nacionalismo es un invento de la burguesía para dividir al proletariado"     Karl Marx 
-"El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad."    Albert Einstein  
 -"El nacionalista cree que el lugar donde nació es el mejor lugar del mundo; y eso no es cierto. El patriota cree que el lugar donde nació se merece todo el amor del mundo; y eso sí es cierto."    Camilo José Cela 
-"Amo demasiado a mi país para ser nacionalista"     Albert Camus


Volvamos al tema central. Es bueno escuchar y recordar la historia, las experiencias reales vividas por quienes sufrieron, por ejemplo, la “balcanización” de la extinta Yugoeslavia.

El caso del separatismo en Yugoeslavia es un ejemplo vivo de los nacionalismos extremos, impulsados desde el extranjero, los países que conformaban la extinta república balcánica no han conseguido crecer, ni serán más grandes, ni desarrollados como fueron en una unidad llamada República Federal Socialista de Yugoslavia (su nombre oficial). Hoy, la extinta república federada se ha transformado en pequeños estados manipulables, sin agendas ni propósitos nacionales propios, dependientes de las grandes economías extranjeras, en títeres coloniales de la OTAN/UE y fieles cumplidores de los dictados emanados tanto de Washington como de Bruselas.

NADIE HA GANADO NADA DESPUÉS DE UNA DESINTEGRACIÓN TERRITORIAL, AL CONTRARIO, HAN PERDIDO.

No seré yo quien diga lo que se debe hacer, claro que no. No obstante, los políticos españoles, catalanes incluidos, deberían tomarse en serio, en primer lugar, buscar consensos, basados en la Constitución, para convocar un referéndum a nivel nacional en que se decida preguntar a los más de 46 millones de españoles si desean mantenerse como Monarquía Parlamentaria o constituirse en una República (parlamentaria o presidencial).  Eso sí sería verdadera democracia.

Sin embargo, esa figurada propuesta choca ante la realidad política. Existe en la Carta Magna española una figura jurídica que contemple tal posibilidad?. La derecha política (y la extrema derecha que se oculta en ciertos partidos) estarían dispuestos a mantener conversaciones para una hipotética consulta popular en ese sentido? El actual gobierno de España, se ampara en la Ley, por supuesto, su argumento es irrebatible desde el riguroso punto de vista jurídico, ellos nos recitan reiteradamente a Cicerón: “Hay que ser esclavos de la ley para ser libres”.

La Ley está diseñada precisamente para impedir estos eventuales casos, no puede hacerse sin reformar la Constitución y el Estatuto de Autonomías, el estado de Derecho prima sobre todo. La única forma de modificar la norma Suprema es logrando que un grupo político (o mediante alianzas) obtenga la abrumadora mayoría en el Congreso de los Diputados y que asuma como objetivo político la reforma de la estructura del estado. Por el momento, las elecciones generales han determinado que la mayoría de españoles se  decantan por el actual sistema vigente y por el partido que les gobierna, votando por la continuidad de la derecha política en el gobierno. Pienso que eso es democracia, aunque no guste a muchos.

El actual poder político que maneja la administración del estado español no permitirá cambios en el statu quo, el Partido Popular es el heredero del franquismo, que impuso las normas para permitir la transición a la democracia de la denominada ‘Monarquía Parlamentaria’. No cabe duda que desde Moncloa se invocará (de alguna forma) la consigna de los golpistas del 21-F: “Por España y en nombre del Rey”, para evitar cualquier tipo de los escenarios descritos en este ensayo.

Por otro lado, el principio básico del Derecho Internacional sobre la “libre determinación de los pueblos” (que debe cumplir requisitos fundamentales) no avala, no garantiza, no permite
“… quebrantar o menospreciar, total o parcialmente, la integridad territorial de Estados soberanos e independientes que se conduzcan de conformidad con el principio de la igualdad de derechos y de la libre determinación de los pueblos antes descritos y estén, por tanto dotados de un gobierno que represente a la totalidad del pueblo perteneciente al territorio, sin distinción por motivo de raza, credo o color”. (RESOLUCIÓN 2625 (XXV) de la Asamblea General de Naciones Unidas, de 24 de octubre de 1970)

Siendo ecuánimes, este principio ha quedado caduco, su uso tiene fundamento para los procesos políticos de descolonización. Como parte adherente a ese principio tenemos el principio de integridad territorial de los pueblos.

Se puede leer en el preámbulo de la “Llei del Referèndum d’autodeterminació”, promulgado por el Parlament de Catalunya y proclamado por el President de la Generalitat de Catalunya, que se basa en la invocación de la Carta de Naciones Unidas (artículo 2); el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (art. 1); Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art. 1); y, en la Resolución 2625 de la ONU, 24 de octubre 1970.
















En el caso estrictamente jurídico español (según su ordenamiento legal vigente) no cabe la posibilidad que tal derecho sea alegado por los políticos catalanes que quieren refrendar el referéndum. El único camino, como hemos señalado, es la REFORMA CONSTITUCIONAL que otorgaría legalidad y legitimidad a las reivindicaciones políticas de Cataluña. La normatividad vigente estipula incluso la coerción (Art. 155) como instrumento que garantiza fidelidad de las Comunidades Autonómicas al ordenamiento constitucional.

Es imposible que un ordenamiento jurídico nacional contemple el derecho de secesión de una parte de su territorio (existen casos excepcionalísimos en el mundo, contados con los dedos de una mano, y sobran dedos), España no es la excepción. El modelo español opera a través de la descentralización política, es decir, AUTONOMÍAS.  

No quiero prolongarme más, ni escribir la historia de España… (que mataría de aburrimiento a todos). 

He leído un valioso artículo, de lo más centrado, preciso y justo sobre este lamentable episodio que acrecentará los odios internos después de una dura represión contra los ciudadanos durante la jornada del 1 de octubre en Barcelona. “¡Si hasta yo mismo me iría si pudiera! ¿Cómo no van a correr espantados los catalanes?" es un interesante punto de vista de la realidad social, política y económica de la España del presente. El artículo no les dejará indiferentes, tiene el mérito de conseguir unos segundos de reflexión, suficientes para que en la mente de los españoles y del lector foráneo opere la meditación y no la irracionalidad. Por lo mismo, recomiendo su lectura.



Lectura Recomendada:

Cataluña y los 'Länder' alemanes



16 octubre 2017

Corea del Norte, evolución nuclear


Una corta reseña histórica del conflicto en la Península Coreana como introducción al candente tema de actualidad.


La Guerra de Corea (1950-1953) fue el primer conflicto relevante durante la denominada Guerra Fría. Sobre ella se han escrito importantes obras que narran su desarrollo, por lo que priorizamos entender el origen de la misma, algo que ha descuidado la historiografía occidental. 

Para los norcoreanos, la guerra fue provocada por Corea del Sur en connivencia con sus aliados norteamericanos. Esta postura se mantuvo en el resto del mundo socialista hasta la Perestroika (1985), cuando el líder soviético Mijail Gorbachov afirmó públicamente que el conflicto había sido iniciado por Corea del Norte.

Naturalmente que existen varios antecedentes. La ocupación del Imperio japonés de la Península de Corea antes y durante la segunda guerra mundial, muchas facciones coreanas de la resistencia anti-nipona fueron entrenadas y armadas por la Unión Soviética, su teatro de operaciones fue prioritariamente la región de Manchuria en donde surgió el mítico Kim Il Sung, quien constituirá posteriormente la República Popular Democrática de Corea.

Como sabemos, la guerra del Pacífico de los estadounidenses contra Japón terminó con la rendición del Imperio del Sol Naciente. Las fuerzas de Estados Unidos ocuparon el sur de la península de Corea, la parte norte se mantuvo todavía un tiempo bajo ocupación japonesa que fue cediendo su presencia a las tropas de la Unión Soviética. El paralelo 38 fue establecido por los EEUU. Kim Il Sung rechazó esa tácita división de la península, él manifestó: “Los imperialistas estadounidenses están maniobrando para convertir el paralelo 38 en una frontera permanente que divide nuestro territorio en dos partes y así, dividir nuestra nación”. 




El llamado a elecciones generales organizado por el Comité Popular Provisional determinó que Kim II Sung, del Partido del Trabajo de Corea (PTC), sea elegido presidente (20 octubre 1945, las elecciones fueron solo en el Norte) sin que estuviere prevista la posibilidad de establecer un estado independiente en el sur. A su vez, los Estados Unidos apoyaron en el sur a Syngman Rhee, un político exiliado que estableció un gobierno militar represivo contra las organizaciones que clamaban la unidad de toda Corea.

Harry S. Truman instaura la “Doctrina Truman” (1947) con la finalidad de “redimir” al mundo de la “amenaza comunista”. Desde entonces, Corea es vital geopolíticamente para los Estados Unidos, ya que le puso a las puertas de China y de la extinta Unión Soviética (hoy frontera rusa). Oficialmente, el 17 de julio de 1948, se crea la República de Corea (Sur), contando con el apoyo de fuerzas militares japonesas, los norteamericanos forman el Ejército de Corea del Sur (ROK Army). En contramedida, el 9 de septiembre de 1948, se erige la República Popular Democrática de Corea (Norte).

Es difícil encontrar material historiográfico que no sea pro norteamericano, normalmente se acepta que los norcoreanos se hallaban motivados por el triunfo comunista en China (1949) y la fortaleza de la URSS con la bomba atómica, razón que, presuntamente, estimuló que el 25 de junio de 1950 cruzaran el paralelo 38 rumbo a Seúl. Corea del Norte siempre ha argumentado que en el sur, gobernado por Syngman Rhee, se reprimía duramente a los coreanos que en un gran porcentaje apoyaban al Norte, también el Norte era sometido a periódicos ataques de bandas paramilitares auspiciados por los EEUU y sudcoreanos.

Se discute también el papel de la URSS, a pesar de su apoyo militar al Norte, muchos expertos en la materia afirman que el líder soviético (Stalin) no tenía intenciones que se desatará una guerra entre las Coreas. El papel chino también es fundamental, una vez que los EEUU cruzaron el paralelo 38, Mao Tsé Tung envió tropas en apoyo del Norte.

El rol de los surcoreanos, apoyados por los estadounidenses, también fue una política agresiva de sus dirigentes, Syngman Rhee anhelaba atacar, estaban convencidos que podrían tomar Pyongyang en un solo día, además, como hemos dicho, las provocaciones abiertas de grupos paramilitares surcoreanos en territorio del norte estaban a la orden del día, mucho antes del estallido del conflicto abierto.

Kim Il Sung era consiente que su inferioridad en material y en hombres, ante ese hecho recurrió a la URSS y a China para salvar estas carencias.

El 25 de junio de 1950, las tropas norcoreanas intervienen en Corea del Sur y rápidamente llegan a Seúl, los EEUU convocan al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, responsabiliza a Norcorea del estallido de la guerra y solicita el cese la agresión. A los pocos días se aprueba la Resolución que condena el ataque y que aprueba defender Corea del Sur.

Este último acto político de la ONU solo pudo ser realizable a través de una hábil maniobra diplomática. China no estaba representada por el embajador de la República Popular China de Mao Tsé Tung, sino por un delegado chino exiliado en Taiwán, la URSS protestó y se retiró de la deliberación. No había más que discutir, las puertas de la intervención armada de los Estados Unidos y de algunos países, en nombre de la Naciones Unidas se hacía efectiva, desatándose una cruenta guerra.

Preguntas: 

Qué hubiese pasado si el delegado de Stalin se mantenía presente en el Consejo de Seguridad, los soviéticos tenían derecho al veto e impedido, al menos, que se utilice el nombre de las Naciones Unidas para desencadenar el conflicto. Fue intencional esa reacción de Stalin? Temía que la vigente Guerra Fría enfrentara directamente en territorio coreano a las grandes potencias nucleares?.

El resto es ya historia documentada…

Algo que si debe quedar puntualizado es que los Estados Unidos han pretendido, siempre, instalarse en la frontera china. La guerra económica de los Estados contra China está ya vigente, en todo el Lejano Oriente y en el Próximo Oriente el objetivo es destruir los intereses económicos chinos. Es cuestión de tiempo para una gran confrontación armada entre estos dos grandes colosos.



                                                                                            t. andino
                                                                                       (editor del blog)



A continuación ponemos a su disposición las siempre interesantes ponencias de actualidad del politólogo italiano Manlio Dinucci, los artículos originales corresponden al diario “Il Manifesto” (Italia), reproducidos y traducidos por Red Voltaire.



*****


Tecnología estadounidense en la bomba norcoreana



Por Manlio Dinucci



Mientras el mundo se inquieta por los ensayos nucleares de Corea del Norte, Manlio Dinucci nos recuerda que la tecnología que posee Pyongyang proviene en parte de Estados Unidos. Se la vendió, como hombre de negocios, el ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld, especializado –como político– en atacar países a los que acusa de haber comprado armamento sensible.

Después de que Pyongyang anunciara haber realizado una explosión subterránea de ensayo de una bomba de hidrógeno, el presidente estadounidense Barack Obama, aunque poniendo en duda que en verdad se trate de una bomba de hidrógeno, pide «una respuesta internacional fuerte y unida ante el comportamiento inconsciente de Corea del Norte».

Pero “olvida” que fue precisamente Estados Unidos quien proporcionó a Corea del Norte las tecnologías más importantes para la producción de armas nucleares. Nosotros mismos documentamos esto hace 13 años [1].

La historia comienza cuando, después de haber sido secretario de Defensa de la administración Ford en los años 1970 y –en los años 1980– consejero del presidente Reagan para los sistemas estratégicos nucleares, Donald Rumsfeld entra, en 1996, en el consejo de administración de la firma ABB (Asea Brown Boveri), grupo líder en tecnologías para la generación de energía. Rumsfeld recurre de inmediato a su influencia para lograr que Washington autorice esa empresa a proporcionar tecnología nuclear a Corea del Norte, a pesar de que ya se sabía que ese país tenía un programa nuclear de carácter militar.

Menos de 3 meses más tarde, el 16 de mayo de 1996, el Departamento de Energía de Estados Unidos anuncia haber «autorizado ABB Combustion Engineering Nuclear Systems, empresa enteramente controlada por ABB, a proporcionar una vasta gama de tecnologías, equipos y servicios para la proyección, construcción, manejo operativo y mantenimiento de dos reactores en Corea del Norte». El Departamento de Energía de Estados Unidos –responsable no sólo de la industria nuclear civil sino también de la producción de armamento nuclear– sabía que aquellos reactores podían ser utilizados con fines militares y que los conocimientos y tecnologías entregados también podían ser utilizados para el desarrollo de un programa nuclear de carácter militar.

Así pudo ABB firmar con Corea del Norte, en el año 2000, dos grandes contratos para la «entrega de componentes nucleares». En aquel momento, Donald Rumsfeld todavía era miembro del consejo de administración de ABB, del que siguió siendo miembro hasta enero de 2001, cuando se convirtió en secretario de Defensa de la administración Bush.

En 2003, Corea del Norte anuncia que se retira del Tratado de No Proliferación (TPN), al que había entrado en 1985. Se iniciaron entonces las «conversaciones entre Seis» (Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Corea del Norte y Corea del Sur), que se interrumpieron en 2006, cuando Corea del Norte realiza el primero de sus 4 ensayos nucleares. Las conversaciones fueron retomadas después, pero se interrumpieron nuevamente en 2009. Pero Pyongyang no fue el único responsable de esa interrupción. Ante el hecho que Estados Unidos sigue violando el Tratado de No Proliferación, a pesar de ser su primer firmante, en Pyongyang llegaron simplemente a la conclusión de que más vale tener armas nucleares que no tenerlas.

























El Tratado de No Proliferación obliga a los Estados dotados de armas nucleares a no transferirlas a otros Estados (Artículo 1) y también obliga a los Estados no poseedores de armas nucleares a no recibirlas (Artículo 2). Al mismo tiempo, también obliga a todos los Estados firmantes, comenzando con los poseedores de armas nucleares, a adoptar «medidas eficaces a favor del cese de la carrera armamentista nuclear y del desarme nuclear» hasta que exista «un Tratado que establezca el desarme general y completo» (Artículo 6). Y también obliga a todos los Estados firmantes a «renunciar, en sus relaciones internacionales, al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier otro Estado» (Preámbulo del TPN).

¿Es Estados Unidos un ejemplo sobre cómo operar en materia de desarme nuclear? A un costo de 1 000 millones de dólares, Estados Unidos ha iniciado un plan para reforzar sus fuerzas nucleares con otros nuevos 12 submarinos de ataque –armados cada uno con 200 ojivas nucleares– y 100 bombarderos estratégicos más –con más de 20 ojivas nucleares cada uno. Simultáneamente, violando el Tratado de No Proliferación, Estados Unidos está a punto de almacenar en 5 países de la OTAN –cuatro Estados europeos y Turquía, que por consiguiente también violan así el Tratado de No Proliferación– unas 200 nuevas bombas nucleares del tipo B61-12. Setenta de esas bombas nucleares estadounidenses, con una potencia equivalente a 300 bombas como la de Hiroshima, irán a Italia. Mientras tanto, las fuerzas nucleares de Estados Unidos y la OTAN, incluyendo las de Francia y Reino Unido, disponen en total de unas 8 000 ojivas nucleares, de las cuales 2 370 están listas para ser utilizadas en cualquier momento. Si sumamos las que poseen China, Pakistán, la India, Israel y Corea del Norte, resulta un estimado total de 16 300 ojivas nucleares, 4 350 de las cuales están listas para ser utilizadas. Pero la carrera armamentista sigue adelante, sobre todo con la modernización de los arsenales.

Con la primera guerra contra Irak, en 1991; la guerra contra Yugoslavia, en 1999, la invasión de Afganistán, en 2001; la invasión de Irak, en 2003; la guerra contra Libia, en 2011 y la guerra desatada contra Siria desde 2013, Estados Unidos y la OTAN nos ofrecen probablemente más “ejemplos” de cómo «renunciar al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia de todo Estado». Como también lo hicieron seguramente con el golpe de Estado de Ucrania, que forma parte de la nueva guerra fría y de la reactivación de la carrera armamentista nuclear.

Es así como la aguja del llamado «Reloj del Apocalipsis», el índice simbólico del Bulletin of the Atomics Scientists que indica a cuántos minutos nos encontramos actualmente de la funesta medianoche de la guerra nuclear, se desplazó de las 12 menos 5 minutos, en 2012, a las 12 menos 3 minutos, en 2015 [2].

Pero la razón de ello no es tanto el «comportamiento inconsciente» de Pyongyang como el «comportamiento consciente» de Washington.


Corea del Norte en el gran juego nuclear




   Imagen del film “Dr. Insólito o cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba”.



Manlio Dinucci señala que la crisis alrededor de Corea del Norte nos hace perder de vista el verdadero problema. El problema no es que Pyongyang tenga la bomba atómica sino las increíbles proporciones de los arsenales nucleares que poseen las grandes potencias, que otros 35 países estén a punto de adquirir armas atómicas y el hecho innegable que, ante la estrategia de Estados Unidos, los poseedores de armamento nuclear están realmente más protegidos que los demás.


Los proyectores político-mediáticos, enfocados en los ensayos nucleares y balísticos norcoreanos, dejan –como siempre– en la sombra el contexto general que rodea esos ensayos: el de una creciente carrera armamentística que, mientras que mantiene un arsenal nuclear capaz de borrar la especie humana de la faz del planeta, apuesta por el uso de ojivas y de vectores de alta tecnología cada vez más avanzados.

La Federación de Científicos Estadounidenses estima que Corea del Norte ya tiene «materia fisible suficiente para producir 10 o 20 ojivas nucleares, pero no hay pruebas disponibles de que haya puesto en disposición operativa ojivas nucleares susceptibles de ser transportadas mediante misiles balísticos».

También según la Federación de Científicos Estadounidenses, Estados Unidos posee 6 800 ojivas entre las que se cuentan 1 650 ojivas estratégicas y 150 no estratégicas ya listas para ser utilizadas en cualquier momento.

Agregando las 300 de Francia y las 215 del Reino Unido, las fuerzas nucleares de la OTAN disponen de 7 315 ojivas nucleares –entre ellas 2 200 ojivas listas para su lanzamiento– ante las 7 000 de Rusia, de las que 1 950 están listas para el lanzamiento.

Según la Federación de Científicos Estadounidenses, hay alrededor de 550 ojivas nucleares estadounidenses, francesas y británicas desplegadas en Europa, próximas al territorio de Rusia. Para ser más claros, es como si Rusia hubiese desplegado en México cientos ojivas nucleares apuntando hacia Estados Unidos.

Agregando las ojivas nucleares de China (270), Pakistán (entre 120 y 130), la India (entre 110 y 120) e Israel (80) el total de ojivas nucleares puede estimarse en alrededor de 15 000. Pero esos estimados son aproximativos, casi seguramente por defecto, y la carrera armamentista prosigue con la constante modernización de ojivas y vectores.

A la cabeza de esa carrera está… Estados Unidos, país que efectúa constantemente ensayos con los cohetes balísticos intercontinentales Minuteman III y se dispone a reemplazar estos últimos por otros más modernos, con un costo aproximado de 85 000 millones de dólares. El Congreso estadounidense aprobó en 2015 un plan –con un costo aproximado de 1 000 millones– destinado a potenciar las fuerzas nucleares con 12 nuevos submarinos de ataque –a un costo de 7 000 millones cada uno– que llevarán cada uno 20 cabezas nucleares. En ese mismo marco entra el reemplazo de las bombas atómicas estadounidenses B61, almacenadas en Italia y en otros países de Europa, por las nuevas B61-12, que son armas destinadas a asestar un primer golpe. La modernización de las fuerzas nucleares estadounidenses incluye además el supuesto «escudo antimisiles» que neutralizaría la respuesta del enemigo ante un primer golpe nuclear, como el que Estados Unidos ha instalado en Europa contra Rusia y en Corea del Sur, no contra Corea del Norte sino en realidad contra China.

Rusia y China están acelerando la modernización de sus fuerzas nucleares, para impedir que el otro bando tome ventaja. En 2018, Rusia desplegará un nuevo misil balístico intercontinental, el Sarmat, con un alcance de 18 000 kilómetros, capaz de transportar entre 10 y 15 ojivas nucleares y que, en el momento de su reentrada en la atmósfera –a velocidad hipersónica (más de 10 veces la velocidad del sonido)– puede incluso realizar maniobras evasivas para escapar a los misiles interceptores y penetrar así el «escudo».







En esa situación, en que un círculo restringido de Estados monopoliza las armas nucleares y en que quien posee ese tipo de armamento amenaza al que no lo posee, es cada vez más probable que otros Estados traten de obtener armamento nuclear y que lo logren. Además de los 9 países que ya disponen de armas atómicas, hay alrededor de 35 más capaces de construirlas.

Pero los periódicos y la televisión no hablan de eso, mientras que se dedican a sembrar la alarma sobre Corea del Norte, país al que se denuncia como única fuente de una amenaza nuclear. Y tampoco se habla de una lección que Pyongyang dice haber aprendido cuando recuerda que Kadhafi renunció totalmente a cualquier forma de programa nuclear y autorizó inspecciones de la CIA en territorio libio. Pero eso no salvó a Libia cuando Estados Unidos y la OTAN decidieron destruirla. En Pyongyang estiman que si Libia hubiese tenido armas nucleares, nadie se habría atrevido a atacarla. Y otros pueden hacer ese mismo razonamiento y llegar a la conclusión de que, en la actual situación mundial, más vale tener armas nucleares que no tenerlas.

Mientras que esa lógica peligrosa hace crecer las probabilidades de proliferación nuclear, el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares que la gran mayoría de los países miembros de la ONU adoptó en julio pasado está siendo ignorado por las potencias nucleares, por los miembros de la OTAN y por los principales socios de ese bloque militar (Arabia Saudita, Ucrania, Japón y Australia). Es necesaria una gran movilización para que nuestro país [Italia] también se sume al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y ordene, por consiguiente, que las armas nucleares estadounidenses sean retiradas del suelo italiano, donde su despliegue constituye de hecho una violación del Tratado de No Proliferación Nuclear, ya ratificado por Italia.

A falta de conciencia política, deberíamos confiar al menos en el instinto de conservación.


                                                                           Manlio Dinucci
                                                               Il Manifesto (Italia) / Red Voltaire
NOTAS: 
[1] «Donald Rumsfeld a fourni de la technologie nucléaire à la Corée du Nord », por Manlio Dinucci, Il Manifesto (Italia), Réseau Voltaire, 5 de febrero de 2003.
[2] «A sólo 3 minutos de la medianoche», por Manlio Dinucci, Il Manifesto (Italia) , Red Voltaire, 28 de enero de 2015.

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