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26 abril 2024

Historia de las relaciones franco-israelíes


 

Reseña de las relaciones entre Francia y el ente ocupante desde la fundación de la Agencia Judía hasta las más recientes posturas sobre la guerra en Gaza.


Jean-Pierre Legrand 

Especialista de asuntos históricos 

Fuente: Al Mayadeen / diciembre 2023


Las relaciones franco-israelíes difieren de otras relaciones entre un estado independiente y la ocupación. Francia ha sido considerada durante mucho tiempo como la protectora de los cristianos católicos de Oriente y, de hecho, de todo el mundo, mientras "Israel" pretende representar a los judíos del mundo, llamándoles a emigrar a Palestina e instalarse allí con el pleno apoyo de la Agencia Judía. Por otro lado, los judíos de Francia se consideran franceses incluso antes de que se formara Francia, además de ser la mayor comunidad judía de Europa.


El número de judíos en Francia ronda los 500 mil ciudadanos y ocupan posiciones financieras muy avanzadas. Por ello, están presentes en los medios de comunicación, el mundo académico y la política. Además, un número relativamente importante de ellos emigró a Palestina en respuesta al llamado de la Agencia Judía. Hoy en día unos 100 mil ciudadanos israelíes conservan su nacionalidad francesa de origen, además 700 mil israelíes hablan francés.

Todo ello hace que la relación entre ambos "países" sea inevitable, íntima y crucial. Los judíos franceses que emigraron a "Israel" ocuparon puestos de responsabilidad que contribuyeron a estrechar los lazos entre "Israel" y Francia, como David Ben-Gurión y varios ministros en la historia del ente ocupante. 


Francia y la Agencia Judía

La historia comenzó con la creación de la Agencia Judía y la celebración de su primera, segunda y tercera conferencia en Basilea, Suiza, en 1897, 1898 y 1899, presididas por Theodore Herzl. Herzl había adquirido gran notoriedad con su libro "El Estado judío", en el que abordaba el caso del capitán judío francés Alfred Dreyfus, que había despertado la atención y dividido a la opinión pública francesa. Los judíos simpatizaron con él porque fue acusado de traición a Francia por Alemania en 1894, pero su inocencia se demostró en 1906, como relata en su libro, y regresó del exilio. Este asunto tuvo repercusiones para los judíos de Francia.


El capitán judío del ejército francés Alfred Dreyfus

Comenzaron los esfuerzos de la Agencia Judía para atraer el apoyo de los países europeos a su plan de establecer una patria para los judíos en Palestina. La Agencia consideraba que Francia no estaba entusiasmada con la idea de un Estado judío porque contradecía los principios del laicismo francés, por un lado, y los intereses franceses en los países árabes, por otro, especialmente en Argelia, donde tenía un ejército compuesto o formado por musulmanes. En consecuencia, dudó en manifestar su apoyo.

Theodore Herzl encontró apoyo inestimable en Gran Bretaña, oponente histórico de Francia. Así fue como se lanzó la idea sionista, según ciertas facciones protestantes extremistas que reivindicaban la doctrina del retorno, es decir, la necesidad de que los judíos volvieran a Palestina para lograr la redención y el regreso del Mesías. Sin embargo, lo que ocurrió fue que los círculos coloniales laicos de Inglaterra adoptaron estas tesis y las secularizaron, para luego ser formuladas plenamente a mediados del siglo XIX por pensadores no judíos. También es importante señalar que el sionismo nació como reacción a lo que los judíos llamaban antisemitismo, y la misión del movimiento sionista era cambiar la realidad de los judíos en el continente europeo por una nación que reuniera a judíos de todo el mundo.

La sede de la Agencia estaba en Gran Bretaña, y la cuarta conferencia se celebró allí, en Londres, en el año 1900. El discurso sobre la hostilidad hacia los judíos y la necesidad de establecer un Estado judío en Palestina comenzó en Europa. El hecho de que la conferencia se celebrara en Gran Bretaña se debió al respaldo de ese país a la idea, así como a su presencia en Egipto y Alemania, que también estaban entusiasmados con la idea de un Estado judío en Palestina por sus propias razones. Francia, por el contrario, no estaba emocionada con la idea, y el sultán del Imperio Otomano Abdul Hamid también se oponía. Sin embargo, esto no impidió que la inmigración judía creciera con la financiación de la Agencia Judía, que había comenzado antes de la creación de la Agencia, ya que la inmigración judía a Palestina estaba en marcha desde principios del siglo XIX.

Lo que reforzó la profundidad y solidez de la relación entre la Agencia, que se convirtió en un actor importante, y Gran Bretaña, fue la Declaración Balfour del 2 de noviembre de 1917, que pedía el establecimiento de una patria nacional para los judíos en Palestina. Esta declaración fue el motivo de la elección de Jaim Weizmann como presidente de la Agencia Judía hasta 1948, cuando se convirtió en el primer presidente del "Estado judío".


Jaim Weizmann presidente de la Agencia Judía hasta 1948, cuando el primer presidente de Israel.

Después de la guerra y como parte de los esfuerzos de la Agencia Judía por alcanzar su objetivo, se presionó a Gran Bretaña para que obtuviera un mandato sobre Palestina con la esperanza de llevar a buen término el proyecto de Estado. Esto no fue fácil en lo que respecta a Francia, que, como hemos mencionado anteriormente, se había considerado durante mucho tiempo el protector de Jerusalén y de los cristianos, desde la época de Harún al-Rashid en el siglo IX, pasando por las Cruzadas en el siglo XII y hasta un acuerdo con el sultán otomano en el siglo XVI que le autorizaba a proteger los lugares santos cristianos y los enclaves cristianos circundantes.

Tras la Primera Guerra Mundial, se inició la presencia francesa en Líbano y la británica en Palestina. La enfermiza relación entre ambos países, Gran Bretaña y Francia, se reflejó en las tensiones en sus posiciones y en los movimientos del Alto Comisario, el general Catroux, preocupado por la fuerza de su ejército compuesto por musulmanes y que no deseaba dañar su relación con los árabes, mientras Gran Bretaña se ponía del lado de los judíos.

Tras la llegada al poder del Frente Popular en Francia en 1936, una alianza de partidos de izquierdas que incluía simpatizantes y aliados del movimiento judío por diversas razones, entre otras porque algunos miembros de los partidos afiliados al Frente eran judíos, se abrió el camino para que la Agencia Judía entablara un diálogo con la administración francesa, sobre todo porque Léon Blum, miembro del Frente Nacional, se convirtió en primer ministro de Francia y era judío, y también surgieron líderes judíos dentro de los partidos comunista y socialista franceses.

El auge de los partidos racistas en Europa influyó en el creciente apoyo a la Agencia Judía, sobre todo después de que los judíos fueran expulsados de Alemania y empezara a crecer la simpatía de los franceses por ellos al ser perseguidos, y aumentaran las campañas de inmigración a Palestina como parte de un plan que debería haber terminado en 1944 pero no lo hizo como veremos más adelante.


En su lugar, en 1936 estalló una revolución árabe que exigía la independencia, lo que llevó a los árabes a enfrentarse a Francia y Gran Bretaña, mientras los judíos permanecieron bajo la protección de ambos países y gozaron de su apoyo.


Tras la Primera Guerra Mundial, Charles de Gaulle inició sus funciones como jefe de las oficinas dos y tres en Medio Oriente entre 1929 y 1931, y comenzó a establecer contactos con el movimiento sionista, que posteriormente desempeñó un papel importante.


General Charles De Gaulle

Las relaciones empezaron a surgir ya que Charles De Gaulle y el entorno en el que creció no propiciaban un conocimiento general de los judíos ni del movimiento sionista judío en particular. Sobre todo, porque la postura del padre de Charles, Henri de Gaulle, tal y como relató más tarde su hijo en el famoso asunto Dreyfus, era cuestionar la culpabilidad del oficial Alfred Dreyfus, pero esta postura mantuvo a la familia a cierta distancia de los judíos.

El movimiento sionista aprovechó la revolución árabe de 1936 para unirse a las fuerzas francesas y británicas, lo que rompió la barrera entre de Gaulle y la Agencia. A pesar de todo lo sucedido y de su continua relación con Léon Blum, el líder de izquierdas, Gaulle no se pronunció entonces sobre la cuestión judía en Francia, pero sabemos que ya tenía una idea fundamental, a saber, la continuidad de la historia francesa y "un nacionalismo integrador de clases y épocas".

Los judíos, liberados por la Revolución de 1791, eran parte integrante de una "idea específica" unificada de la nación francesa, que ya era su idea. Así pues, la relación entre los judíos franceses y el Estado francés como ciudadanos de pleno derecho no se vio arrastrada a posiciones extremas por la cuestión de la hostilidad hacia los judíos.

Estalló la Segunda Guerra Mundial, el ejército alemán entró en París y se formó la Resistencia francesa. El general Charles de Gaulle se unió a la resistencia contra la ocupación alemana, mientras que el gobierno de Vichy colaboró con los alemanes. Esto tuvo dos consecuencias: en primer lugar, comenzó en Francia la campaña de detención de judíos entregados a los alemanes, lo que provocó la reacción de la Agencia Judía y reforzó el papel de Gran Bretaña después de que Francia perdiera su libertad de decisión y el líder de la Francia Libre estableciera su cuartel general en Gran Bretaña. En segundo lugar, en Medio Oriente los árabes vieron la oportunidad de cooperar con el gobierno de Vichy para liberarse del colonialismo, mientras la Agencia Judía reforzó su alianza con los británicos y las fuerzas de la Francia Libre dirigidas por el general De Gaulle.


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La Agencia Judía no se detuvo ahí, encargó al escritor Pierre Cohn, que colaboraba con la Agencia desde 1921 tras conocer a Jaim Weizmann quien más tarde se convertiría en jefe del departamento político de la Agencia, que se pusiera en contacto con los dirigentes de la Francia Libre y creara una opinión pública francesa favorable al apoyo al general De Gaulle. Más importante aún, el objetivo era crear una fuerza militar judía en Palestina para apoyar a las fuerzas aliadas. Cohn se reunió con el general de Gaulle el 9 de agosto de 1940 y trataron estos temas. La sorpresa fue que más tarde Jaim Weizmann hizo público el contenido de la reunión, sugiriendo que había obtenido la aprobación de la Francia Libre para la formación de esta fuerza. Pero el general De Gaulle negó posteriormente que Weizmann hubiera llegado a conclusiones tan precipitadas.

La relación entre la Agencia Judía, cuyo presidente era Jaim Weizmann, que más tarde se convertiría en presidente del Estado de "Israel", y el movimiento gaullista liderado por De Gaulle, que gobernaría Francia durante un tiempo, ha sido objeto de debate entre los historiadores. Pero más tarde se supo que el movimiento gaullista aún no había aceptado definitivamente la idea de un Estado judío en Palestina, sino que seguía siendo partidario de mantener durante más tiempo la presencia francesa en Siria, a lo que se negaban Gran Bretaña y la Agencia Judía, quienes tenían en sus manos la Declaración Balfour.

La Segunda Guerra Mundial terminó y el General de Gaulle volvió como vencedor y primer ministro de 1944 a 1946, cuando dimitió tras una disputa con la izquierda francesa y más concretamente con los comunistas. Fue sustituido por Félix Gouin y después por Georges Bidault.

Vincent Auriol, socialista, se convirtió en presidente de la República de 1947 a 1954, marcando el comienzo de la edad de oro de las relaciones franco-israelíes.


Francia y el Estado de "Israel": estrechas relaciones de 1948 a 1958.

Comenzamos recordando las etapas del reconocimiento de "Israel" por Francia en 1947, cuando votó a favor de la Resolución 181 de las Naciones Unidas que preveía la partición de Palestina en dos Estados, uno de los cuales sería judío. Tras la creación de "Israel" en 1948 y la guerra entre "Israel" y los árabes, Francia reconoció oficialmente a "Israel" en enero de 1949, y el 20 de mayo de 1949 se establecieron relaciones diplomáticas oficiales entre ambos países.


Votación por la Resolución 181 de las Naciones Unidas (29 noviembre 1947), partición de Palestina en dos estados. 

Parece que 1953 fue un año decisivo en la preparación de una futura alianza a nivel de individuos antes de que la formalizaran gobiernos y estados. En abril, Pierre-Eugène Gilbert fue nombrado oficialmente nuevo embajador de Francia en "Israel". Era un antiguo oficial de la Francia Libre y partidario de "Israel". En diciembre de 1953, Shimon Peres fue nombrado director general del Ministerio de Defensa. Esta alianza allanó el camino para que "Israel" cooperara con una gran potencia a varios niveles, ofreciendo una oportunidad de oro que no se había logrado con otros países, ni siquiera con el Reino Unido, que había estado detrás de la Declaración Balfour. Los antecedentes militares de Gilbert y la posición de Peres en el Ministerio de Defensa permitieron la cooperación militar entre ambos países sin pasar por el Ministerio de Asuntos Exteriores francés, lo que da fe de la cercanía de las relaciones entre ambos países en aquella época.

La cooperación franco-israelí movilizó todos los recursos disponibles, desde la cooperación técnica y cultural hasta la investigación científica y el apoyo militar, culminando en un contrato para construir un reactor nuclear en Dimona, en el desierto del Negev.


Reactor nuclear en Dimona, desierto del Negev.

Las crisis surgidas entre Francia y los países árabes reforzaron considerablemente la alianza entre ambos países. Primero fue la llegada al poder de Gamal Abdel Nasser en Egipto y su apoyo a la independencia de Argelia de Francia. En 1956, Nasser nacionalizó el Canal de Suez, convirtiéndolo en una empresa egipcia y expulsando a la compañía francesa que lo explotaba, acabando así con la influencia militar y política británica en Egipto y cerrando el estrecho de Bab-el-Mandeb a los barcos israelíes. Todo esto creó un entendimiento militar entre Francia, Gran Bretaña e "Israel", que lanzaron un ataque contra Egipto y ocuparon vastos territorios. Esto llevó al presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower a ordenar a Ben-Gurión, al final de la campaña del Sinaí en 1956, que pusiera fin a la guerra rápidamente y se retirara de los territorios ocupados.


También es importante señalar que esta guerra puso fin a los dos imperios coloniales de Francia y Gran Bretaña al este del Mediterráneo, lo que explica la posición común de la URSS y Estados Unidos ante esta guerra.


Los pilares de la edad de oro entre Francia e "Israel"

Son varios los ejemplos de las relaciones personales, familiares y políticas entre grandes líderes y figuras públicas israelíes y francesas. David Ben-Gurion, que fue primer ministro israelí y ministro de Defensa, era de origen francés y había vivido en Francia desde su infancia. En Francia, René Coty, presidente de la república de 1954 a 1955, contó con el apoyo del Partido Campesino y de la izquierda, sucediendo a Vincent Auriol, presidente de la república (1947-1954) por la izquierda. Pierre Mendès France fue primer ministro en París en 1954 y 1955. De febrero de 1956 a junio de 1957, el socialista Guy Mollet presidió el gobierno. No debemos olvidar el papel clave desempeñado por Pierre-Eugène Gilbert y Shimon Peres en el establecimiento de esta cooperación. Gilbert permaneció como embajador en "Israel" hasta 1959, marcando el final del período dorado de las relaciones entre los dos países, y fue honrado por las autoridades israelíes a su partida.


Ámbitos de cooperación entre ambos países

La alianza entre "Israel" y Francia incluye un componente lingüístico y cultural, que fue una forma de poder blando francés. "Tel Aviv" vivía culturalmente al ritmo de París. Además de proyectar películas de la "Nouvelle Vague" y de la "Qualité française", se producían películas franco-israelíes originales. Posteriormente, varios directores de teatro (como Jean-Louis Barrault y André Barsacq) realizaron giras con sus compañías o representaron obras de los archivos franceses con compañías locales. También cantantes israelíes adaptaron al hebreo letras y música de Brassens, Brel, los hermanos Jacques y otros.

Sociólogos del desarrollo y del trabajo (René Dumont, Georges Friedmann y Henri Desroche) fueron allí para informar sobre la experiencia israelí. A cambio de esta alianza, el Ministerio de Educación israelí introdujo la enseñanza obligatoria del francés en las escuelas. Aunque la sociedad israelí no ha adoptado la lengua francesa, al menos se ha hecho francófila.


La Colina Francesa, conocida como French Hill en inglés, es un barrio ubicado en la parte noreste de la ciudad de Jerusalén, creado en 1969 en territorio ocupado durante la Guerra de los Seis Días en 1967.

Aunque la operación de Suez en 1956 fue un fracaso total para Francia y el Reino Unido, que se enfrentaron a un desafío diplomático sin precedentes y a presiones para retirarse inmediatamente del territorio ocupado, esto no afectó las relaciones entre Francia e "Israel". Este acercamiento, reforzado por la inusual cercanía entre los funcionarios de ambos países alentada por David Ben Gurión y Shimon Peres, desembocó en una cooperación nuclear, especialmente con la construcción de un reactor y una planta de extracción de plutonio. Esta cooperación se inició a iniciativa de "Israel", reuniendo a científicos franceses e israelíes de la energía atómica en los primeros años posteriores a 1950, pero sin revelar explícitamente que el objetivo era dotar a "Israel" de armas nucleares.

La relación entre "Israel" y su primer aliado, Francia, durante la era De Gaulle (1958-1981) fue oficial. Cuando el general Charles de Gaulle volvió al poder en Francia como presidente de la República y líder de Francia en 1958 oficializó inmediatamente la relación entre los Ministerios de Defensa francés e israelí, separándola de los vínculos personales e integrándola en los protocolos administrativos, políticos y diplomáticos entre los países, con el fin de preservar la soberanía estatal. La relación empezó a tomar un cariz más serio y racional.

Aunque la cooperación no se puso en tela de juicio en esta época, a excepción de la cooperación nuclear, que llegó a su fin en 1960, el papel político de Francia en esta alianza cambió y ya no se centró en la cuestión israelí como antes.

Esta relación duró hasta el final de la cuestión argelina y la independencia de Argelia en 1962, que acercó a Francia a los países árabes. Además de su deseo de mantener las relaciones con su aliado, Francia trató de consolidar sus relaciones con los países árabes, pero no se dio cuenta de que no era el único actor capaz de controlar los acontecimientos y de que "Israel" tenía sus propias ambiciones y objetivos.

Cabe señalar que Francia abandonó el mando militar integrado de la OTAN en 1966, bajo la presidencia del general Charles de Gaulle. Sin embargo, siguió siendo miembro de la OTAN.

Antes de la guerra de junio de 1967, Abba Eban realizó una gira diplomática y se reunió con el General de Gaulle en París el 24 de mayo. De Gaulle le dejó claro: "Francia no estará del lado del agresor, aunque sea Israel".

Así comenzó una nueva etapa que puso fin a la alianza oficial entre Francia e "Israel", y De Gaulle empezó a establecer un bloqueo internacional para impedir el suministro de armas a los países de Medio Oriente, incluido "Israel", incluso antes del estallido de la guerra en junio de 1967. Esto llevó a "Israel" a seguir dos caminos: reforzar su industria militar para producir sus propias armas y buscar otro aliado, que encontró en Estados Unidos, que desde entonces se convirtió en su segundo socio estratégico.

Aunque "Israel" se molestó por el giro de Francia se alegró de iniciar una nueva etapa, ya que Estados Unidos llenó inmediatamente el vacío. En efecto, en vísperas de la Guerra de los Seis Días, el 5 de junio de 1967, el presidente estadounidense dio luz verde al ataque militar de "Israel", y Lyndon Johnson se comprometió a no pedir a "Israel" que se retirara inmediatamente de los territorios que podía tomar si ganaba. Este apoyo ofrecido por el presidente demócrata fue reforzado y amplificado por su sucesor, Richard Nixon, del partido republicano, y así comenzó la relación especial entre los dos países, con una convergencia entre los dos partidos estadounidenses (demócrata y republicano), por una parte, e "Israel" por otra.


La Primera Ministra israelí, Golda Meir junto al presidente Richard Nixon en Washington, 1974

La división entre "Israel" y Francia fue en aumento hasta que el presidente Charles de Gaulle declaró en una conferencia de prensa: "El pueblo distinguido, seguro de sí mismo y dominante". Las interpretaciones de sus palabras se consideraron una burla a los judíos, aunque él aclaró que se trataba de un elogio y no de una burla. Sin embargo, los medios de comunicación convirtieron la declaración en un asunto, y este asunto, combinado con otros, condujo a la dimisión de Gaulle tras comprobar que el pueblo se oponía mayoritariamente a su proyecto en un referéndum. Así pues, dimitió en 1968 y fue sustituido por Georges Pompidou.

La guerra de junio entre "Israel" y los árabes acabó con la separación de los dos países. Francia impidió la entrega de buques de guerra a "Israel", construidos en Cherburgo en virtud de un contrato anterior, hasta que "Israel" decidió robar los dos buques restantes en una gran operación de inteligencia llevada a cabo los días 24 y 25 de diciembre de 1969, en la que participaron 150 marineros israelíes que trabajaban oficialmente en los buques que habían sido entregados a "Israel" antes del bloqueo. El precio de esta operación fue la expulsión del agregado militar israelí en Francia, el almirante Mordechai Limon, así como el despido de los mandos navales y de inteligencia. Esto se conoció como el asunto de Cherburgo.

La crisis no se limitó a la dolorosa terminación de la cooperación militar anterior. Un contrato para la venta de grandes aviones militares Mirage, firmado con la Libia del coronel Gadafi, también provocó tensiones en las relaciones franco-israelíes. Lo que exacerbó aún más el enfado de "Israel" fue el contrato firmado entre Francia e Irak para construir una central nuclear con fines pacíficos. A ello siguió, entre otras cosas, la movilización de activistas de la comunidad judía estadounidense para obstaculizar la visita oficial del presidente Pompidou a Estados Unidos en febrero de 1970.

Durante la guerra de 1973, cuando las fuerzas egipcias invadieron la línea de Bar Lev, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Michel Jobert, declaró: "El regreso a la patria no es necesariamente una agresión inesperada".


A continuación, un resumen de las posiciones adoptadas por Francia tras la guerra de 1967 y durante los mandatos de Georges Pompidou, Valéry Giscard d'Estaing y lo que restó del mandato de Charles de Gaulle:


1- El primer encuentro público entre un miembro del gobierno francés, Jean Sauvagnargues, ministro de Asuntos Exteriores durante la presidencia de Giscard d'Estaing, y el líder de la Organización para la Liberación de Palestina, Yasser Arafat.

2- La apertura de una oficina de la Organización para la Liberación de Palestina en París en 1975, y la firma de un acuerdo para la entrega de una central nuclear de uso civil al Irak de Sadam Hussein, aunque podría utilizarse con fines militares según "Israel".

3- La deportación de Abu Daoud, sospechoso del secuestro de los atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich, que fue detenido en París para que no pudiera ser entregado a "Israel".

4- En pleno apogeo de la diplomacia de Giscard d'Estaing, que fue la más activa en este tema, en lugar de felicitar a Menachem Begin y Anwar el-Sadat por la firma del tratado de paz en 1979, los países de la Unión Europea adoptaron en junio de 1980 la Declaración de Venecia, en la que se reconocían por primera vez los "derechos legítimos del pueblo palestino" en lugar de referirse tradicionalmente a la "cuestión de los refugiados árabes" únicamente desde un punto de vista humanitario.

5- Por último, Valéry Giscard d'Estaing visitó varios países de la región en marzo de 1980, concluyendo su gira con una visita a Jordania, evitando así "Israel".


Relaciones positivas entre "Israel" y Francia - El centrismo de François Mitterrand en 1981

François Mitterrand, líder del Partido Socialista, se convirtió en presidente de la República y consiguió llevar la batuta del centro, a diferencia del presidente de Gaulle. Mitterrand, socialista, estableció relaciones con los países árabes que buscaban su propia vía hacia el socialismo. En cuanto a "Israel", renovó los vínculos entre el Partido Socialista e "Israel", en particular con el Partido Laborista, afiliado al Partido Socialista en la Internacional Socialista.


Acuerdos de Camp David firmados en 1978 entre Egipto e Israel 

Su primer paso fue anunciar su beneplácito a los Acuerdos de Camp David firmados en 1978 entre Egipto e "Israel", que su predecesor no había suscrito, y anunció su intención de visitar "Israel", con lo que cumpliera en marzo de 1982, convirtiéndose en el primer presidente francés en hacerlo tras 34 años de la creación del Estado y después de haberlo hecho como líder del Partido Socialista. Mitterrand convirtió en tradición que todos los presidentes franceses visitaran "Israel". Claude Cheysson fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores para calmar a los países árabes sobre el giro diplomático que pensaba dar durante su presidencia.

Estas relaciones y posiciones previas no impidieron que el presidente Mitterrand, desde su posición neutral, criticara la invasión israelí a Líbano en 1982 y las subsiguientes masacres de Sabra y Shatila, utilizando un lenguaje muy duro. En julio de 1982, declaró: "No acepté los horrores resultantes de la ocupación alemana en Francia, y no acepto los horrores, incluso en Beirut". Como de costumbre, "Israel" protestó contra esta comparación y la calificó de nazi y pronto se produjo un atentado terrorista en París, que "Israel" atribuyó a las declaraciones de Mitterrand.


"Israel" consideraba a Yaser Arafat su enemigo declarado número uno, mientras Francia estaba decidida a protegerle y lo evacuó a él y a sus fuerzas de Beirut a Túnez en 1982.


Durante su presidencia, Mitterrand siguió siendo amigo de "Israel" y partidario de la resistencia palestina durante sus dos Intifadas, la primera en 1987 y la segunda en el 2000, especialmente cuando Yasser Arafat respondió a los deseos de Mitterrand unos meses más tarde obteniendo la aprobación del Parlamento palestino reunido en Argelia en noviembre de 1988 para la resolución número 181 de las Naciones Unidas. Estados Unidos reconoció a la Organización para la Liberación de Palestina como única representante del pueblo palestino, y el presidente francés concedió a la oficina de la OLP en París un estatus diplomático especial con el nombre de "Délégation générale".

Y lo que es más importante, Yasser Arafat fue invitado oficialmente a Francia por primera vez los días 2 y 3 de mayo de 1989 y el presidente francés obtuvo su compromiso de que el pacto de la OLP en el que se pedía la destrucción del Estado de "Israel" quedaba "cancelado".


Yasser Arafat, presidente de la OLP junto a  Francois Mitterrand, presidente de Francia (1981-1995)

Por otra parte, en 1992, Isaac Rabin, líder del Partido Laborista, designado para formar gobierno tras su victoria en las elecciones legislativas, se comprometió a relanzar el proceso de negociación que había avanzado poco desde la apertura oficial de la conferencia de Madrid, en octubre de 1991, bajo los auspicios de Estados Unidos y la Unión Soviética. Durante un breve periodo de dos años, las relaciones franco-israelíes gozaron de un raro consenso.

Rabin fue invitado al Elíseo cuatro veces entre 1993 y 1994, pero fue asesinado en noviembre de 1995. Le sustituyó Benjamín Netanyahu, que venció por escaso margen a Shimon Peres en las elecciones de 1996. Jacques Chirac fue así el primer presidente francés que se reunió con el nuevo líder de la derecha israelí surgido tras Menachem Begin y Yitzhak Shamir.

Con la llegada de Jacques Chirac a la presidencia de Francia como auténtico gaullista de la escuela derechista francesa, no pudo seguir el camino de Mitterrand en su relación con "Israel". Durante sus mandatos, se produjo una diversificación, ya que, durante su primera vuelta en 1996 adoptó una postura a favor de los árabes que se manifestó durante su primera visita a "Israel" ese año. Mientras paseaba por Jerusalén, tuvo un altercado con las fuerzas de seguridad israelíes que intentaban impedirle hablar con la gente. Al hacerlo, dio a entender que los soldados presentes eran fuerzas de ocupación y estaban imponiendo su voluntad “en presencia del presidente de Francia”.

Entre Francia e "Israel" estalló una crisis de confianza, sobre todo cuando Ehud Barak acusó al presidente Chirac de incitar a Yasser Arafat a no firmar un acuerdo que pusiera fin a la segunda Intifada que estalló después de que el líder de la oposición Ariel Sharon entrara en la Explanada de las Mezquitas. En aquel momento, Shimon Peres y Barak pidieron a Chirac que interviniera para poner fin a la Intifada debido a su buena relación con la Organización para la Liberación de Palestina.

Durante su segundo mandato, que comenzó en 2002, se produjo un notable cambio de postura y una voluntad francesa de resolver las diferencias tras el deterioro de las relaciones y los intercambios mediáticos entre ambas partes. El ministro de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, acusado de ser pro árabe por su infancia y juventud transcurridas en Marruecos y su oposición a la invasión de Irak por George W. Bush, lideró el proceso de cambio y propuso una iniciativa de buena voluntad para formar una comisión bilateral de cooperación entre ambos países con el objetivo de rememorar el periodo de “luna de miel” de los años cincuenta cuando la cooperación era intensa en diversos campos.

La misión de la comisión era crear un centro cultural en Jerusalén, sobre todo teniendo en cuenta que en "Israel" había entre 700 mil y 800 mil francófonos. Las relaciones mejoraron entre ambas partes, sobre todo tras la Intifada de Gaza y la decisión de Sharon de retirarse y desmantelar los asentamientos de la zona.


Francia e "Israel" tras la era de los grandes (2007-2023).


Tras el mandato de Jacques Chirac, Francia pasó de una fase caracterizada por De Gaulle, Mitterrand, Balladur, Chirac y Pompidou a otra en la que el papel francés en los asuntos internacionales disminuyó, a pesar de algunas decisiones audaces tomadas en relación con el conflicto árabe-israelí:

- En 2009 el presidente Nicolas Sarkozy devolvió a Francia al mando militar integrado de la OTAN.

- En octubre de 2011 Francia votó a favor del ingreso de Palestina en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

- En noviembre de 2012 Francia votó a favor de que Palestina fuera Estado observador en las Naciones Unidas.

- A finales de 2016 la Asamblea General de ONU recomendó al Gobierno francés que reconociera al Estado palestino junto a "Israel".

- En abril de 2016, Francia votó a favor de la resolución de la UNESCO que condenaba la política israelí en Jerusalén Este, lo que causó especial indignación en "Israel" debido a que la resolución ignoraba históricamente la conexión del pueblo judío con la ciudad santa, según afirmaciones israelíes.

- A principios de 2017, pocos meses antes del final de su mandato, François Hollande organizó una conferencia que reunió a unos 70 países para renovar el compromiso de la comunidad internacional con la solución de los dos Estados.

- Francia condena la construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania y apoya la idea de una solución de dos Estados al conflicto.

- Francia desaprueba la decisión de Estados Unidos de trasladar su embajada a Jerusalén y de reconocerla como capital de "Israel".

La iniciativa a favor de una solución de dos Estados con garantías internacionales fue tomada por Laurent Fabius, apoyado después por su sucesor Jean-Marc Ayrault. François Hollande envió a Manuel Valls para obtener la aprobación del primer ministro israelí, pero sin éxito.


Durante este periodo, la presidencia francesa fue ocupada sucesivamente por los presidentes Nicolas Sarkozy (2007-2012), François Hollande (2012-2017) y Emmanuel Macron (2017).

Durante este tiempo, "Israel" sólo ha tenido dos primeros ministros, Ehud Olmert y Benjamín Netanyahu, quien dio paso brevemente a Yair Lapid antes de volver al poder. Los tres presidentes franceses mostraron una notable simpatía por Netanyahu y expresaron admiración por sus capacidades, aunque Sarkozy le llamó mentiroso en una conversación privada con Barack Obama y aseguró no se fiaba de él; a menos que la filtración de esta información tuviera algún otro propósito.

La distinción de los tres presidentes franceses radica en el gran número de visitas oficiales mutuas entre ambas partes.

Si tomamos el período reciente desde 2017 hasta la actualidad, hemos visto más de 15 visitas de israelíes a Francia, incluidos ministros, primeros ministros y presidentes, así como casi nueve visitas francesas a "Israel", desde ministro de la República hasta presidente.


- Benjamín Netanyahu visitó Francia el 16 de julio y el 10 de diciembre de 2017, así como el 11 de noviembre y el 5 de junio de 2018, y el 2 de febrero de 2023.

- Yair Lapid el 30 de junio de 2021 y el 5 de julio de 2022.

- El presidente israelí Isaac Herzog en marzo de 2022.

- Reuven Rivlin, presidente de "Israel", los días 16 y 17 de marzo de 2017, y del 22 al 25 de febrero de 2019.

- Eli Cohen, ministro de Economía, el 14 de febrero de 2018.

- Miri Regev, ministra de Cultura y Deporte, del 14 al 21 de mayo de 2017.

- Aryeh Deri, ministro del Interior, el 10 de febrero de 2018.

- Yisrael Katz, ministro de Transporte y Seguridad Vial, ministro responsable de Inteligencia y del Comité de Energía Atómica, del 26 al 30 de enero de 2017.


Las visitas de funcionarios franceses a "Israel" después de 2017 fueron las siguientes:


- Emmanuel Macron, presidente de la República, los días 22 y 23 de enero de 2020, a "Israel" y los territorios palestinos.

- Franck Riester, ministro de Cultura, los días 29 y 30 de noviembre de 2018, a "Israel".

- Jean-Yves Le Drian, ministro de Europa y Asuntos Exteriores, los días 25 y 26 de marzo de 2018, en "Israel" y los territorios palestinos.

- Bruno Le Maire, ministro de Economía y Finanzas, del 4 al 6 de septiembre de 2017, en "Israel" y los Territorios Palestinos.

- Mounir Mahjoubi, secretario de Estado de Economía Digital, del 5 al 7 de septiembre de 2017, en "Israel" y los territorios palestinos.

- Juliette Méadel, secretaria de Estado del primer ministro, responsable de Apoyo a las Víctimas, los días 2 y 3 de marzo de 2017, en "Israel" y los territorios palestinos.

- Gérard Larcher, presidente del Senado francés, del 2 al 5 de enero de 2017, en "Israel" y los territorios palestinos.

- François Hollande, presidente de la República Francesa, del 29 al 30 de septiembre de 2016, en el funeral de Shimon Peres.


Francia e "Israel" - Relaciones económicas, culturales y científicas 

Las exportaciones francesas a "Israel" alcanzaron los mil 660 millones de euros en 2021, un aumento del 18% en comparación con 2020 (excluyendo diamantes, automóviles, cosméticos, productos químicos e industriales), mientras que Francia importó mil 230 millones de euros de productos israelíes en 2021. Se esperaba que 100 empresas francesas se establezcan en "Israel" en 2021, proporcionando cinco mil 600 puestos de trabajo y generando un volumen de negocios de mil millones de euros. Francia sigue siendo el quinto destino turístico favorito de "Israel".

La cooperación en el área de la cultura y la ciencia se basa en el Tratado de Amistad Dorada, firmado en los años 50, y en un acuerdo bilateral firmado en 1959. La Embajada de Francia en "Israel" cuenta con institutos de investigación en Tel Aviv, Haifa y Nazaret, así como con un centro científico de antigüedades y cinco centros franceses de enseñanza superior. Existe una colaboración en materia de investigación entre universidades francesas e israelíes que ha dado lugar a trabajos en diversos campos científicos.


El lobby israelí en Francia

Después de todo lo anterior y el apoyo y simpatía mostrado por "Israel" en varias ocasiones, incluyendo François Hollande en 2014, que llegó a justificar el uso excesivo de la fuerza por parte de "Israel" en Gaza y su derecho a defenderse en la primera fase; y más recientemente, la postura de Macron a favor de "Israel" durante la guerra de Gaza en octubre de 2023 y su negativa a cesar las hostilidades; en Francia han llegado a tomar decisiones sin precedentes en la política, prohibiendo manifestaciones a favor del alto al fuego y de la agresión contra Gaza, e incluso organizando una manifestación a favor de "Israel" con el pretexto de rechazar el antisemitismo, argumento a menudo utilizado por los aliados del sionismo durante cada crisis política.

Macron no participó personalmente en la manifestación, lo que le valió las críticas de los aliados de "Israel" a pesar de todas sus posiciones proisraelíes. Por no hablar de los medios de comunicación, que ahora están bajo la influencia del lobby israelí, en particular los canales de televisión.

Las asociaciones que luchan contra el antisemitismo, como el Conseil représentatif des institutions juives de France (CRIF), el American Jewish Committee (AJC), Binai Barth y la Association France-Israël, expresan su apoyo a través de medios de acción tradicionales como comunicados de prensa, intentos de influir en la opinión pública, organización de delegaciones de parlamentarios, periodistas y actividades económicas en "Israel", así como la publicación de libros, folletos, conferencias y seminarios.

Hay otras organizaciones más activas como la Union des patrons et professionnels juifs de France (UPJF) y la Ligue de défense juive (LDJ), así como sitios web de noticias en francés, que expresan su apoyo incondicional al gobierno israelí y cuestionan la política francesa en Medio Oriente.

En cambio, la defensa de la causa del pueblo palestino, sin duda más numerosa y presente sobre el terreno, se organiza a través de la participación en los municipios y en las calles, para movilizar a la opinión pública en favor de la causa palestina y de su lucha. Es el caso de la Association France-Palestine Solidarité (AFPS), de la Unión de Judíos por la Paz (UJPF), del Comité́ de bienfaisance et de secours aux Palestiniens, la rama francesa de la campaña Boicot, Desinversión, Sanciones (BDS), que llama al boicot de los productos israelíes y a convencer a investigadores y artistas de que no vayan al ente colonial y usurpador.


*****

Nota del editor del blog: Una breve aclaración. No comparto con el autor de este estudio histórico, ni con otros autores y páginas web anti-israelíes el poner entre comillas "Israel", que denota ironía contra un estado que, nos guste o no, existe y está reconocido legalmente por la mayoría de la comunidad internacional. Lo que tampoco significa defender las acciones genocidas de ese estado contra la población de Palestina.

Referencias:

- Annuaire Français de relations internationales, 2019, volumen XX. Publicación coronada por la Academia de Ciencias Morales y Políticas (Premio de la Fundación Edouard Bonnefous, 2008).

- La France et le sionisme (1897-1948), Nicault Catherine, París, 1992, página 319.

- Francia-"Israel": 70 años de relaciones entre afinidades y golpes fríos, Romain Davis, 10 octubre 2023.

- De Gaulle y la Agencia Judía para Palestina durante la Segunda Guerra Mundial, Catherine Nicault, 8 noviembre 2021.

20 abril 2024

Mitos y verdades de la revolución rusa


    Ilustración original de Kira Lisitskaya modificada por el editor de este blog

Esto provocará un dolor de cabeza, un tema altamente polémico, ni las fuentes historiográficas, ni connotados historiadores, mucho menos teorías de la conspiración han logrado llegar a un consenso definitivo. La verdadera historia de la Revolución Rusa de 1917 sigue teniendo muchos cabos sueltos por atar. 


Este post no tiene por objetivo atar esos cabos, mucho menos llegar a la "verdad" absoluta que no estamos seguros pueda ser definitivamente esclarecida ni siquiera por las fuentes de primera mano que se conservan en los archivos rusos de la época soviética debido a que la dictadura estalinista se encargó de suprimir (eliminar) de la historia mucha información trascendental. 

También se debe analizar con lupa y clara objetividad las acciones de Occidente en el ascenso de los bolcheviques al poder. Tómese en cuenta que esto ocurrió en pleno transcurso de la Gran Guerra donde se jugaban los intereses imperiales de los bandos en conflicto. ¿A quién benefició la revolución rusa, al imperio alemán y sus socios imperiales austro-húngaros y otomanos; o, a las mayores potencias coloniales de la época, los imperios británico y francés y el naciente imperialismo estadounidense?, sin olvidarnos del Imperio japonés...

Sería terriblemente cansino detallar esos episodios, por fortuna, el lector puede recurrir a la información necesaria en nuestros archivos: Tratado Brest-Litovskla dictadura de Ludendorff en Europa, Colonialismo alemán en Europa central y oriental, "desmembración" del Imperio Ruso tras la revolución de 1917La Guerra Civil Rusa terminó hace 100 años, Wall Street, etc., siendo de un inmenso valor los libros del Dr. Anthony Sutton en especial "Wall Street y la revolución bolchevique"; o, usted puede buscar sus fuentes de preferencia.

Entremos en los temas de debate.


Parte I

Lenin o Trotsky, ¿quién dirigió realmente la Revolución Rusa?

Si "La Revolución Rusa no fue realmente dirigida por Lenin. ¿Pero entonces, por quién?" es un tema que analiza (simplificado) Sofía Polyakova de la red "Russia Beyond" (diciembre de 2022). Señala la autora que "gracias a esta persona, los bolcheviques no sólo tomaron el poder en Rusia, sino que también ganaron la guerra civil. Y, sin embargo, no hay casi nada sobre León Trotsky en los libros de historia soviéticos. ¿Por qué?"


LEON TROTSKY o LEV DAVIDOVICH BRONSTEIN. A la izquierda, un retrato del joven Trotsky en 1898; derecha, enero de 1918 Trotsky líder comunista ruso como Comisario del Pueblo para la Guerra.


En el artículo de Polyakova se señala que "León Trotsky fue uno de los defensores más dedicados de la Revolución Rusa. Tuvo que pasar por muchas cosas: exilios y detenciones, una dura competencia dentro de las filas del partido y altos cargos, pero, al final, también expulsión, muerte y olvido". Participó en actividades revolucionarias desde temprana edad. En 1902 Trotsky se reunió con Lenin y otros revolucionarios en Londres, impresionando con su elocuencia y educación para un hombre joven. Orador y redactor para periódicos revolucionarios como "Iskra" y "Pravda". Durante la revolución consiguió reclutar al bando bolchevique a diversas unidades militares. "Solo la influencia y la autoridad de Lenin impidieron el crecimiento de la popularidad de Trotsky", "fue apodado el "bastón" de Lenin, insinuando el hecho de que el primero solo estaba haciendo lo que Lenin quería"; con el paso del tiempo, comenzó a criticar a Lenin.

"Debido a los mitos creados por las autoridades soviéticas, la mención de la Revolución de Octubre suele invocar la imagen de Lenin en un vehículo blindado. Sin embargo, en el momento en que sucedió, Lenin estaba lejos de Rusia. Se encontraba en el extranjero y participaba en la toma de decisiones desde allí, aunque en realidad no la dirigía en el sentido propio de la palabra. Fue Trotsky quien lo hizo. El 9 de octubre de 1917 (según el calendario juliano), inició la creación del Comité Militar Revolucionario, que se convirtió en la fuerza impulsora del golpe". Es decir, Trotsky fue el líder del golpe de estado armado, convenció a los militares para dirigir la toma del poder y el 25 de octubre (7 de noviembre, calendario gregoriano) el gobierno provisional (dirigido por Alexander Kerensky) cayó. 

(Entre octubre y noviembre de 1917 en Petrogrado, luego Leningrado, hoy San Petersburgo, había dos poderes: el Gobierno Provisional de Alexander Kerensky con sede en el Palacio de Invierno, y el Comité Militar-Revolucionario de Petrogrado dirigido por León Trotsky, con sede en el Instituto Smolny. El Comité Militar Revolucionario denunció al Gobierno Provisional, los bolcheviques tomaron el control el 8 de noviembre de 1917 arrestando al Gobierno Provisional). 


León Trotsky de pie sobre la tumba de la contrarrevolución.(Dominio público)


Trotsky posteriormente dijo:

"Si no hubiera estado en Petrogrado en 1917, la Revolución de Octubre habría tenido lugar de todos modos, siempre que hubiera estado Lenin y su dirección. Pero, si ni yo ni Lenin hubiéramos estado en Petrogrado en ese momento, la Revolución de Octubre nunca habría ocurrido". (Lenin arribó la noche del 25 de octubre cuando el Palacio de Invierno, sede del ya destituido gobierno provisional había sido tomada).

El congreso de los Soviets resolvió cuestiones de importancia para la creación del nuevo estado. "Lenin sugirió que Trotsky encabezara el nuevo cuerpo ejecutivo, el Consejo de Comisarios del Pueblo, pero este último se negó, cediendo la dirección a Lenin, mientras que él mismo asumió el cargo de Comisario de Relaciones Internacionales", puesto que él mismo abandonó por las siguientes razones:

- No pudo conseguir que los imperios occidentales (incluido EEUU) garantizaran unos términos paz que beneficie a Rusia. 

- No logró que esos mismos estados reconocieran al nuevo estado ruso. 

- La orden de Lenin para aceptar las condiciones del Tratado de Brest-Litovsk concluido con Alemania para que Rusia se retirara de la guerra no fue aceptada por Trotsky.


El primer Consejo de Comisarios del Pueblo. (Dominio público)


Sin embargo, Trotsky fue nombrado Comisario Militar y de Marina. "Bajo su liderazgo, el entonces desorganizado Ejército Rojo se convirtió en una eficaz maquinaria militar y cambió el curso de la Guerra Civil". Muchos biógrafos resaltan la rudeza y hasta inhumana actitud de Trotsky hacia las tropas, las represalias por abandono eran cruentas, "no se puede construir un ejército sin represiones", expresaba Trotsky. 

La enfermedad de Lenin se reflejó en las filas del partido, la rivalidad por el poder entre Trotsky y Stalin (entonces secretario general del Partido) era evidente, Stalin triunfó con las componendas que apoyaron sus decisiones, los trotskistas fueron marginados, Trotsky y los suyos fueron desacreditados y responsabilizados de todos los errores pasados. En 1927, el líder  de la Revolución de Octubre, el colaborador más cercano de Lenin fue expulsado del Partido, en 1929 fue enviado al exilio como "enemigo del pueblo". En 1940 Trotsky fue asesinado por orden de Stalin en México. 


Reproducción de un retrato de León Trosky durante un discurso en su sala de estudio, en Ciudad de México. Susana González /Global Look Press

Ahora bien, ¿Si no fue Lenin quién gobernó formalmente la Rusia soviética, quién lo hizo?

Georgy Manaev, en mayo de 2023 para Russia Beyond, escribió el artículo "Lenin no gobernó formalmente la Rusia soviética". Explica el autor: "Cuando los bolcheviques llegaron al poder en Rusia en 1917, Vladimir Lenin no se convirtió en el líder de pleno derecho del nuevo estado soviético. En su lugar, eligió una posición menos conspicua. Como líder experimentado y revolucionario clandestino, Lenin dejó cuidadosamente el lugar de líder formal del estado soviético a otros. ¿Entonces, qué cargo ocupaba? Para entender este tema, es importante observar cómo la Revolución de Octubre cambió radicalmente el sistema estatal de Rusia".

Tras la detención del Gobierno Provisional, "Lenin propuso que el Congreso eligiera el Comité Ejecutivo Central de toda Rusia, el órgano gubernamental supremo del país, y también formara un gobierno provisional de obreros y campesinos, el Consejo de Comisarios del Pueblo".

Surgió un nuevo estado que remplazaba al Imperio Ruso, la Rusia Soviética que entre 1917 a 1922 se denominó República Socialista Federativa Soviética de Rusia. "El II Congreso Panruso de los Soviets de Diputados Obreros y Soldados fue su primer órgano representativo que eligió a los miembros de los dos principales órganos del Estado. El Comité Ejecutivo Central de toda Rusia era el órgano supremo del nuevo Estado. Se le asignaron funciones legislativas y administrativas, y al principio fue dirigido por Lev Kamenev, luego por Yakov Sverdlov (1917-1919) y, a partir del 30 de marzo de 1919, Mikhail Kalinin. Hasta su muerte en 1946, Kalinin fue formalmente el jefe de Estado".

 

Ante la pregunta de ¿quién era el jefe formal de la nueva Rusia soviética?, la respuesta es Mikhail Kalinin. Fotos: Izquierda, Mijaíl Ivánovich Kalinin (fotografía de 1920), revolucionario bolchevique y político soviético, fundador de la Unión Soviética en representación de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia. Se desempeñó como presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS desde 1938 hasta 1946. Derecha, Vladímir Lenin y Mijaíl Kalinin, en Moscú, marzo de 1920. (Photo by: Universal History Archive/dominio público)


"El Consejo de Comisarios del Pueblo (Sovet Narodnykh Komissarov, abreviado SNK) era el segundo órgano estatal más importante que ostentaba el poder ejecutivo. Era efectivamente el gobierno de la Rusia soviética, y Vladimir Lenin era el presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, lo que significaba que ocupó el cargo de primer ministro en la Rusia soviética y la URSS hasta su muerte el 21 de enero de 1924".

En definitiva, el artículo de Georgy Manaev aclara esta ambigüedad del naciente imperio soviético que perduró tres cuartos de siglo:

"En sentido estricto, Lenin nunca fue jefe de Estado en la Rusia soviética y en la URSS ocupaba el cargo menor de "primer ministro" que le permitía saltarse todas las funciones representativas y administrativas que el jefe de Estado estaba obligado a realizar... En cambio, Lenin podía dedicar su tiempo a desempeñar importantes funciones de toma de decisiones como jefe del poder ejecutivo del Estado soviético". 

"Esta tendencia continuó en la URSS. Iósif Stalin y Nikita Jruschov nunca ocuparon los dos cargos de jefe formal del Estado soviético: presidente del Comité Ejecutivo Central de toda Rusia (antes de 1938) y presidente del Presidium del Soviet Supremo (1938-1989). Leonid Brezhnev fue el primer jefe formal y fáctico de la URSS, ya que era simultáneamente el líder del Partido Comunista de la Unión Soviética y el presidente del Presidium del Soviet Supremo". (Manaev).


Sesión del Consejo de Comisarios del Pueblo, presidida por Lenin, obra de Dmitriy Kardovskyi (1927)

Seguramente existen buenos estudios sobre esta compleja y confusa división administrativa de los soviets.

Hasta aquí el interesante aporte histórico de un moderno medio ruso (Russia Beyond) ya muy alejado de los tiempos soviéticos y defensor de los valores que promulga la actual Federación Rusa como ente soberano. (Los textos originales de Russia Beyond pueden ser revisados en los vínculos constantes a pie de página)


II parte

La revolución bolchevique de color de 1917. Trotsky, Russell y la guerra contra la civilización

 

Si la primera parte os resultó hilarante en algún sentido, esta segunda parte puede resultar no solo confusa sino ridícula para muchos (según algunos comentarios a la versión original que es la que se reproduce en las siguientes líneas). Desde ya aclaramos que el autor brinda información sobre Trotsky muy útil para sus detractores. Básicamente la investigación destaca el valor histórico y no político, incluso cuando refiere que Stalin "afortunadamente derrocó a Trotsky con fuerzas más sensatas que lo rodeaban". Como redactor y editor de este blog, también he mantenido una posición objetiva respecto a la historia; y, sí, he expresado anteriormente que no me agrada Stalin, pero que es imposible poder disociar a Stalin de la historia de Rusia, mucho menos de su liderazgo en la segunda guerra mundial.

Matthew Ehret, periodista canadiense, conferenciante y fundador de Canadian Patriot Review, miembro principal de la Universidad Americana de Moscú y director de "Rising Tide Foundation" Montreal, Quebec; autor  de la serie de tres volúmenes "Historia no contada de Canadá" (2019) y del segundo volumen "Choque de las dos Américas" (2021); presentador del programa semanal "Great Game" en Rogue News y articulista para Strategic Culture, Washington Times y The Cradle

Ehret sorprendió a muchos con el artículo publicado originalmente en el sitio web "The Last American Vagabond" bajo el título "The Bolshevik Color Revolution Of 1917 And Prighozin’s 2023 Gambit: Trotsky, Russell, And The War On Civilization", en junio del 2023 (La Revolución Bolchevique de Color de 1917 y el Gambito de Prighozin en 2023: Trotsky, Russell y la Guerra Contra La Civilización). Nótese con atención el hecho de que, interpretando unas declaraciones del presidente Vladimir Putin, Ehret califica a la revolución rusa como equivalente a las "revoluciones de color" de fines del siglo XX e inicios del XXI mismas que deben ser señaladas como guerras contra la civilización.


      Portada del artículo de Matthew Ehret


Matthew Ehret inicia su ponencia con el supuesto intento golpista del líder del Grupo Wagner de Rusia, Yevgeny Prigozhin, una operación insurgente dirigida desde el extranjero "con paralelismos trazados con la caótica revolución de 1917", conforme declaró con firmeza Putin. En 1917, "la nación estaba en guerra con un enemigo al borde de la derrota, y al igual que en 1917, las manipulaciones extranjeras utilizando quintacolumnistas dieron como resultado que la nación entrara en una guerra civil". "Exactamente este golpe se dio en 1917 cuando el país estaba en la Primera Guerra Mundial, pero su victoria fue robada. Las intrigas y discusiones a espaldas del ejército resultaron ser la mayor catástrofe, destrucción del ejército y del Estado, pérdida de enormes territorios, lo que resultó en una tragedia y una guerra civil... Los rusos mataban a los rusos, los hermanos mataban a los hermanos. Pero los beneficiarios fueron varios caballeros políticos de fortuna y potencias extranjeras que dividieron el país y lo rompieron en partes. No permitiremos que esto suceda".

Al parecer "hay procesos históricos en juego que muy pocos reconocen y que el presidente Putin entiende muy bien", señala Ehret. "Algunos podrían pensar que la comparación de Putin con la revolución de 1917 es una hipérbole o una falta de respeto por la gloriosa revolución soviética. Se equivocan".

No es la primera vez que Vladimir Putin expuso un ataque completo a la Revolución Bolchevique de 1917 como una revolución de color dirigida desde el extranjero, lo hizo en 2021 durante la reunión del Club Valdai (foro de debate de un grupo de expertos con sede en Moscú, creado en 2011 por el Consejo de Política Exterior y de Defensa, el Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, el Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú y la Escuela Superior de Economía). En el discurso de apertura (2021), Putin "denunció a los ingenieros sociales disfrazados de revolucionarios y reformadores sociales que hoy impulsan un paralelismo con la ideología destructiva de los bolcheviques de 1917".

Putin dijo (textual):

 

"Los defensores del llamado 'progreso social' creen que están introduciendo a la humanidad a algún tipo de conciencia nueva y mejor. Buena suerte, iza las banderas como decimos, adelante. Lo único que quiero decir ahora es que sus recetas no son nuevas en absoluto. Puede ser una sorpresa para algunas personas, pero Rusia ya ha estado allí. Después de la revolución de 1917, los bolcheviques, apoyándose en los dogmas de Marx y Engels, también dijeron que cambiarían las formas y costumbres existentes y no solo las políticas y económicas, sino la noción misma de la moralidad humana y los fundamentos de una sociedad sana. La destrucción de los valores ancestrales, de la religión y de las relaciones entre las personas, hasta el rechazo total de la familia (eso también lo teníamos), el estímulo a informar sobre los seres queridos, todo esto fue un progreso proclamado y, por cierto, fue ampliamente apoyado en todo el mundo en ese entonces y estaba bastante de moda, al igual que hoy. Por cierto, los bolcheviques eran absolutamente intolerantes con otras opiniones que no fueran las suyas".


Después de esto, ¿la extrema derecha seguirá calificando de "comunista" al presidente de Rusia y a la Federación Rusa?

Demos lectura al resto del referido artículo de Matthew Ehret.


Abortar un sistema de cooperación beneficiosa para todos

La triste realidad es que ni los bolcheviques ni los mencheviques, que aparecieron en el escenario de la historia a principios del siglo XX, fueron "movimientos populares" que surgieron orgánicamente.

Tras un análisis más profundo realizado por historiadores como Anthony Sutton, Kerry Bolton y Robert Cowley, ambas organizaciones que finalmente se fusionaron en una fuerza singular, disfrutaron de un vasto patrocinio financiero de potencias imperiales occidentales como Paul Warburg, Jacob Schiff (jefe de Kuhn, Loeb y compañía) e incluso Lord Alfred Milner, jefe del recién formado Movimiento de la Mesa Redonda.

Estos personajes financiaron gran parte del movimiento bolchevique ya en 1905 con el fin de destruir un proceso verdaderamente revolucionario que se estaba extendiendo por gran parte del mundo a raíz de la Guerra Civil.

Uno de los principales defensores de este proceso revolucionario fue el gobernador de Colorado, William Gilpin (designado por Abraham Lincoln) que imaginó un mundo de estados nacionales soberanos unidos por líneas ferroviarias que se extendieran a través del estrecho de Bering y llevaran a todos los continentes y culturas a una coexistencia armoniosa. ('Ferrocarril Cosmopolita', 1890). Gilpin describió la obvia hermandad de Rusia y los Estados Unidos al encabezar este proyecto, Gilpin escribió: "...Las naciones que pueden gastar en la guerra sus miles de vidas, las vidas de los mejores y más valientes de sus hijos y ciudadanos, seguramente pueden permitirse un poco de su riqueza y energía excedentes para una obra como esta". 


El mapa de el mundo de Gilpin describe la hermandad de Rusia y los EE.UU. en esos momentos.


Gilpin representó a una red de estadistas repartidos por todo el mundo que reconocían que la única manera de romper el ciclo interminable de guerras, usura y corrupción, que las estructuras hobbesianas del Imperio Británico mantenían a nivel mundial, era a través de la adopción de un sistema anti-libre comercio conocido como "El Sistema Americano de Economía Política". Este era un concepto muy diferente de "América" que la "Pax Americana" que ha sido pisoteada en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial.

En Rusia encontró su paladín en la figura de Sergei Witte (ministro de Finanzas y ministro de Transportes de 1892 a 1903), quien encabezó una facción de la intelectualidad rusa en una lucha por el progreso y la cooperación tanto interna como con las naciones aliadas contra poderosas fuerzas comprometidas con el feudalismo tanto dentro de la oligarquía rusa como externamente. Las fuerzas regresivas con las que Witte tuvo que lidiar incluían poderosas fuerzas tradicionalistas reaccionarias que añoraban los buenos viejos tiempos antes de que el zar Alejandro II liberara a los siervos y, en el otro extremo, el surgimiento de vastos grupos de movimientos anarquistas que amenazaban con incendiar el estado en una réplica del frenesí jacobino de la Revolución Francesa.

Como Martin Sieff ha demostrado a través de sus muchos escritos sobre el príncipe Kropotkin, muchas de estas redes anarquistas disfrutaban del patrocinio de fuerzas poderosas a las que les importaba poco la difícil situación de la clase trabajadora.

La expansión internacional del Sistema Americano entre 1876 y 1905 tomó la forma de industrialización a gran escala y ferrocarriles. El mecanismo de financiación se ubicó en una práctica que ha caído en desgracia en Occidente (aunque ha regresado con fuerza en China en los últimos años) llamada "dirigismo", la emisión de crédito productivo de los bancos estatales.

Fue Witte quien encabezó la construcción del Ferrocarril Transiberiano entre 1890 y 1905, con planes para extender las líneas ferroviarias a China y más allá, utilizando capital dirigido por el Estado y una mezcla de empresas privadas.




Al Imperio Británico, que siempre se apoyó en mantener a las naciones divididas, subdesarrolladas y dependientes del uso de la navegación marítima, no le hizo ninguna gracia.

Al controlar los cuellos de botella marítimos internacionales, la pequeña isla pudo ejercer su influencia en todo el mundo. A través de la vigorosa aplicación de las doctrinas del laissez-faire del libre comercio, las naciones se vieron impedidas de protegerse de la guerra financiera lanzada por la ciudad de Londres contra los estados víctimas (volatilidad especulativa, usura, dumping barato, cultivos comerciales y tráfico de drogas). Cualquiera que desee participar en la planificación a largo plazo en la construcción de corredores de transporte terrestre a través del ferrocarril, las carreteras y la industria sería fácilmente saboteado si el sistema británico estuviera dando forma a su mundo.

El movimiento internacional para romper este sistema del mal fue el único proceso revolucionario real que animó al mundo durante este tiempo.


La contrarrevolución bolchevique: un fraude angloamericano

En 1905, el financiero de Wall Street Jacob Schiff había dado 200 millones de dólares a los japoneses para ayudarlos en su victoria contra los rusos durante la guerra ruso-japonesa de 1904-1905. Esta generosidad le valió al banquero la Medalla del Sol Naciente en el Palacio Meiji en 1907.

Después de paralizar el estado y el ejército rusos (su armada fue aniquilada durante la guerra), Schiff centró su atención en la financiación de actividades revolucionarias dentro de la propia Rusia. Cómo gastó el dinero Schiff fue difícil de decir hasta 1949, cuando el nieto de Schiff, John Schiff, se jactó ante el New York Journal de que su abuelo había dado 20 millones de dólares "por el triunfo del comunismo en Rusia".

El periodista estadounidense George Kennan, activo de Schiff, desempeñó un papel fundamental como gestor de la percepción de la revolución y se jactó de haber convertido a 52.000 soldados rusos encarcelados en Japón en revolucionarios bolcheviques. Una entrevista del 24 de marzo de 1917 publicada en The New York Times celebrando la revolución, decía:

"El señor Kennan habló de la labor de los Amigos de la Libertad Rusa en la revolución. Dijo que durante la guerra ruso-japonesa estuvo en Tokio, y que se le permitió hacer visitas entre los 12.000 prisioneros rusos en manos japonesas al final del primer año de la guerra. Había concebido la idea de poner la propaganda revolucionaria en manos del ejército ruso.

Las autoridades japonesas lo favorecieron y le dieron permiso. Después de lo cual envió a América a buscar toda la literatura revolucionaria rusa... 

"El movimiento fue financiado por un banquero neoyorquino que todos ustedes conocen y aman", dijo, refiriéndose al Sr. Schiff, "y pronto recibimos una tonelada y media de propaganda revolucionaria rusa. Al final de la guerra, 50.000 oficiales y soldados rusos regresaron a su país como ardientes revolucionarios. Los Amigos de la Libertad Rusa habían sembrado 50.000 semillas de libertad en 100 regimientos rusos. No sé cuántos de estos oficiales y soldados estaban en la fortaleza de Petrogrado la semana pasada, pero sí sabemos qué parte del ejército tomó la revolución".

El propio Schiff declaró jubilosamente al New York Times, el 18 de marzo de 1917:

"Permítanme, a través de sus columnas, expresar mi alegría de que la nación rusa, un pueblo grande y bueno, haya logrado por fin su liberación de siglos de opresión autocrática y, a través de una revolución casi incruenta, haya llegado a ser la suya. ¡Alabado sea Dios en las alturas!"

El historiador Kerry Bolton escribió sobre el director de la Reserva Federal de Nueva York, William Boyce Thompson, quien había sido instalado como jefe de la Cruz Roja Americana durante la revolución de 1917 y fue ampliamente reconocido como el verdadero embajador de Estados Unidos ante el gobierno, diciendo:

"Thompson se estableció a la manera real en Petrogrado, reportando directamente al presidente Wilson y pasando por alto al embajador Francis de los Estados Unidos. Thompson proporcionó fondos de su propio dinero, primero a los socialrevolucionarios, a los que dio un millón de rublos, y poco después 1.000.000 de dólares a los bolcheviques para difundir su propaganda en Alemania y Austria".

En 1962, el historiador Arsene de Goulevitch, que vivió de primera mano los acontecimientos de 1917, escribió:

"En entrevistas privadas, me han dicho que Lord Alfred Milner gastó más de 21 millones de rublos en financiar la Revolución Rusa... El financiero que acabamos de mencionar no era el único entre los británicos que apoyaba la revolución rusa con grandes donaciones financieras (Zarismo y revolución, publicado por Omni Publications en Hawthorne, edición francesa de 1962, pp. 224, 230)

Según sus propios relatos, durante los cuatro meses que León Trotsky pasó en Nueva York en 1917, gran parte del tiempo lo pasó codeándose con la clase alta de Wall Street y siendo conducido en limusinas (León Trotsky: Mi vida, editorial de Nueva York: Scribner's, 1930, p. 277)

También es digno de mención que después de que Trotsky fuera arrestado por las autoridades canadienses mientras se dirigía de regreso a Rusia con decenas de miles de dólares de dinero de Wall Street, no era otro que Claude Dansey (¡discípulo de Cecil Rhodes, subjefe del nuevo MI6 y fundador de la inteligencia militar estadounidense en 1917!) que intervino directamente para liberar a Trotsky y compañía.


     Financieros del bolchevismo

La traición inmortal de León Trotsky

León Trotsky, a quien Lord Milner, Schiff, Paul Warburg, etc., siempre pretendieron ver como el líder del movimiento que tomaría el control de los cadáveres de los Romanov, fue afortunadamente derrocado por las fuerzas más sensatas que rodeaban a Iósif Stalin en 1927.

Como documenta magistralmente el historiador Grover Furr utilizando material recientemente desclasificado, testimonios y otras pruebas de archivos de Estados Unidos y Rusia, León Trotsky hizo varios intentos de volver al poder en Rusia después de su expulsión. Sin embargo, no lo hizo solo, sino en gran medida con la ayuda de las fuerzas fascistas en Gran Bretaña, Japón, Ucrania y Alemania hasta el momento en que encontró su prematuro final en 1940. (Uno de los mejores y más recientes escritos pioneros de Furr sobre este tema se puede encontrar en su New Evidence of Trotsky's Conspiracy, Erythos Press, 2020. El sitio web de Furr también es un recurso invaluable).

A pesar de todos los muchos problemas de Lenin, difería de Trotsky en dos puntos interconectados: 1) una creencia general en el voluntarismo y, 2) un rechazo de la teoría de la revolución permanente.

Mientras que Lenin creía que el trabajo productivo podía ser canalizado hacia el mejoramiento de las fuerzas productivas de la sociedad, Trotsky creía que cualquier esfuerzo de mejora productiva pacífica sólo conduciría a la decadencia. Por lo tanto, se necesitaba una revolución permanente para evitar que los trabajadores cayeran en la pereza en medio de la eterna lucha global de clases. En 1914, un frustrado Lenin habló del fetiche de Trotsky diciendo: "él (Trotsky) abandonó a los mencheviques y ocupó una posición vacilante, ora cooperando con Martynov (el economista), ora proclamando su absurdamente izquierdista teoría de la 'revolución permanente' ".

Otro punto de conflicto entre Lenin, por un lado, y Trotsky, por el otro, se centraba en si Rusia debía o no seguir participando en la Primera Guerra Mundial.


Una simplificación excesiva de la historia rusa ha destruido la capacidad de innumerables historiadores para reconocer la razón de las batallas a vida o muerte que tuvieron lugar entre Trotsky y Stalin durante los primeros 20 años posrevolucionarios (en la foto: Stalin, Lenin y Trotsky)


Mientras que Lenin quería sacar a Rusia del conflicto demencial en los primeros momentos de su golpe de estado en 1917, Trotsky y su estrecho aliado Bujarin exigieron que Rusia permaneciera en la guerra con el objetivo de convertirla en una revolución paneuropea total (y en última instancia global). El compromiso de Trotsky con la revolución socialista global frente al compromiso de Stalin con el "socialismo en un solo país" estuvo en el centro de una división insalvable entre los dos revolucionarios a lo largo de los años.

Al hacerse cargo de la economía rusa, Trotsky y Lenin desataron una ola destructiva de reformas económicas titulada "La Nueva Política Económica" (NEP) que vio una vasta liberalización de todo el estado con poderes corporativos occidentales que irrumpieron para comprar los antiguos servicios públicos nacionales por centavos de dólar. La figura más poderosa de los magnates occidentales a los que se les concedió pleno acceso para comprar Rusia bajo esta nueva política fue Armand Hammer (1898-1990), de Occidental Petroleum, que sólo se vio obligado a abandonar Rusia en el momento en que Trotsky fue expulsado (y volvió a dominar en las semanas posteriores a la muerte de Stalin en 1953).


Nota del editor del blog: Curiosamente parecida historia tuvo lugar en Rusia en los primeros años de la década de 1990. En "Rusia, el caos poscomunista", mencionamos que tras la caída del totalitarismo soviético, en diciembre de 1991, las instituciones económicas más poderosas trabajando de la mano con elementos criminales, la mafia, organizaciones filantrópicas, comités de expertos de prestigio internacional, organizaciones no gubernamentales, servicios de inteligencia y las principales entidades bancarias occidentales, juntas iniciaron la empresa de destruir Rusia. Los nuevos “amigos” de Rusia (EEUU) emprendieron la "tarea" de llevarle a una transición democrática y rumbo al capitalismo. Rusia dejó de ser un rival o una amenaza a los intereses de Estados Unidos que logró el control del petróleo y gas del Asia Central.

De forma brillante, silenciosa, destruyeron la base económica de Rusia, se pretendía regresar a Rusia a los tiempos de un país tercermundista. Según el presidente Yeltsin, que se negó a tomar medidas, Rusia se convirtió  en una “superpotencia del crimen, en una mafiocracia” (la Rusia de Yeltsin). Se inició el mayor saqueo de los recursos de una nación con la manipulación de los mercados. La extinta URSS manejaba, sin duda, la mayor riqueza mineral del mundo, petróleo, níquel, platino, oro y otros minerales valiosos, incluso su material bélico. Todo iba a ser desmantelado en una operación combinada, pero clandestina, codo a codo entre los servicios de inteligencia occidentales, especuladores financieros e importantes bancos, la Mafia de Estados Unidos y la italiana (Cosa Nostra), más el aporte de los Criminales rusos surgidos con el fin de la URSS, es decir, la mafia rusa “Vorovskoi Mir” (Mundo de Ladrones) en alianza con viejos oficiales del KGB, ex veteranos de Afganistán y oficiales del ejército retirados y hasta el Partido Comunista: robo masivo de propiedades y recursos naturales del Estado, inundar el mercado extranjero de rublos, vender ilegalmente materias primas y blanquear las ganancias en Occidente. 

El siguiente paso, con la venia de Yeltsin, fue crear reformas democráticas y un ligero impulso económico, evitando que Rusia resurja como competencia a nivel mundial contra los Estados Unidos. Empezó la tarea del FMI y la era Clinton para “apoyar’ a la nueva economía y democrática Rusia... La historia de esa negra etapa de la historia rusa se vuelve interminable, con todos estos episodios que más asemejan al guión de una obra cinematográfica, pero que fue real, tan real que parece ficción.


Más adelante en su vida, Hammer describió cómo Lenin le dijo: "No necesitamos médicos, necesitamos hombres de negocios... el comunismo no está funcionando y debemos cambiar a una Nueva Política Económica".

Trabajando en estrecha colaboración con Lenin y especialmente con Trotsky, Hammer se convirtió en el principal moderador de casi todos los acuerdos comerciales realizados entre el gobierno soviético y las corporaciones occidentales durante la década de 1920, que vieron a Rusia hundirse en una brutal esclavitud económica a las potencias extranjeras a un ritmo que no se volvería a ver durante más de 60 años.

La vasta liberalización de la economía rusa durante la oscura década de 1920 fue muy paralela al programa de libre comercio/privatización de la Perestroika de la década de 1990 y no es coincidencia que George Bush padre llamara a este programa de saqueo balcanizado de Rusia "Operación Martillo".

Si uno viera a un proto-George Soros en la figura de Armand Hammer, no estaría muy lejos.


Parvus y la Unión Paneuropea

La estrecha asociación de Trotsky con Alexander Israel Helphand (alias Parvus) a lo largo de la revolución de 1905 y más allá también es sospechosa y debe considerarse en el contexto de una estrategia geopolítica imperial mucho más amplia.




La asociación de Parvus con la Unión Paneuropea, fundada por el conde Richard von Coudenhove-Kalergi en 1923, es otra anomalía relevante que nos adentra en las estructuras de poder más profundas que acechan bajo las ondas superficiales de la historia (La asociación de Parvus con la Unión Paneuropea y las operaciones fascistas más amplias en Turquía y Oriente Medio se expone en el informe de Jeffrey Steinberg de 2005 "Cheney revive la locura de guerra permanente de Parvus").

Otros miembros de la institución de Coudenhove-Kalergi incluían a Benito Mussolini, Walter Lippman, el ministro de finanzas nazi Hjalmar Schacht y el geopolítico nazi Karl Haushofer, mientras que los financieros Max Warburg y Louis de Rothschild financiaban abiertamente la organización.

En 1932, Kalergi pronunció un discurso celebrando la gran restauración del orden que surgiría en el esfuerzo paneuropeo unificado para acabar con el anarquismo bolchevique, diciendo: "Esta guerra eterna sólo puede terminar con la constitución de una república mundial... El único camino que queda para salvar la paz parece ser una política de fuerza pacífica, según el modelo del Imperio Romano, que logró tener el período de paz más largo de Occidente gracias a la supremacía de sus legiones".

Este grupo desempeñó un papel mucho más importante en la historia de lo que muchos creen y sentó las bases para la Unión Europea. La estrecha asociación de Parvus y Trotsky con Vladimir Jabotinsky (ucraniano) preparó el escenario para que surgieran los elementos más fascistas del sionismo a raíz de la Segunda Guerra Mundial, y el trabajo de Parvus como propagandista y traficante de armas para el liderazgo del movimiento de los Jóvenes Turcos (desplegado para incendiar un debilitado Imperio Otomano y provocar lo que se convirtió en las Guerras de los Balcanes de 1912-13) todavía se puede sentir en todo el mundo turco hasta el día de hoy. (Nota del editor del blog: Jabotinsky nació en Odesa, Imperio ruso (actual Ucrania), fue un líder sionista fundador de la Legión Judía durante la Primera Guerra Mundial y del movimiento juvenil sionista Betar. Fue el principal ideólogo de la corriente sionista revisionista muy de moda en los grupos radicales del actual gobierno de Israel y admirado en Ucrania).




También es digno de mención que nada menos que el propio Otto von Habsburg había dirigido esta organización durante más de 30 años y también creó una organización hermana llamada Dignitae Humanae Institute para "unir el derecho del mundo" bajo un barniz católico gnóstico con un cambio de nombre de "Choque de Civilizaciones" para la derecha alternativa. A medida que la disolución ultraliberalizada de la sociedad avanza a buen ritmo bajo la papilla moral de la palabrería LBGT, el culto pagano a Gaia y la teoría crítica de la raza, es obvio que se acelerará un salto instintivo hacia el conservadurismo radical. Por lo tanto, se ha lanzado una red para capturar peces conservadores.

Ubicada en un monasterio de 800 años de antigüedad en Trisulti, la organización de Otto Habsburg ha encontrado un testaferro útil en la forma de un sacerdote jesuítico fascista de derecha, de la derecha alternativa estadounidense con el nombre de... Steve Bannon. (Este hecho da un nuevo significado a la autocaracterización de Bannon como leninista. En un artículo del Daily Beast del 22 de agosto de 2016, el periodista Ronald Radosh describió una conversación que tuvo con Bannon dos años antes, diciendo que "tuvimos una larga charla sobre su enfoque de la política. Nunca se llamó a sí mismo un "populista" o un "nacionalista estadounidense", como muchos piensan hoy de él. "Soy leninista", proclamó Bannon con orgullo. Sorprendido, le pregunté a qué se refería. "Lenin", respondió, "quería destruir el Estado, y ese es también mi objetivo. Quiero que todo se derrumbe y destruya todo el establishment actual").


Los trotskistas mutan en neoconservadores

Digo esto aquí y ahora sólo para trazar un paralelo en la mente del lector con la extraña transfiguración que los líderes trotskistas tomaron en los EE.UU. una vez que la vida de su líder se extinguió en 1940. El cuerpo de Trotsky ni siquiera estaba frío antes de que devotos como James Burnham, Sidney Hook, Max Schachtman, Albert Wohlsetter e Irving Kristol abandonaran el socialismo trotskista y adoptaran un nuevo paradigma rabiosamente derechista, que llegó a conocerse como "neoconservadurismo".

Este movimiento venenoso creció rápidamente a lo largo de la Guerra Fría y se apoderó de los EE.UU. sobre los cadáveres de JFK y su hermano, al tiempo que desató una nueva lógica de desorden global de "choque de civilizaciones" entre todos en el mundo bajo la vigilancia de la Comisión Trilateral de Kissinger, Brzezinski y David Rockefeller.

Creo que podemos insinuar lo que Trotsky vio en última instancia como el destino final de sus objetivos de una revolución global de las masas, y la voluntad de colaborar con los nazis para lograr sus fines, considerando los escritos del ex trotskista James Burnham.


      Los trotskistas neoconservadores

Como señaló Cynthia Chung en su reciente artículo sobre el tema, Burnham, (el ex asistente personal de Trotsky y un hombre conocido por muchos como el padre de los neoconservadores), vio la resolución del problema maniqueo de la lucha de clases y la Guerra Fría en un gobierno fascista mundial. Justo antes de la muerte de Trotsky en 1940, Burnham escribió un ensayo renunciando al materialismo dialéctico en favor de la filosofía superior de Bertrand Russell como se describe en los Principia Scientifica de 1913, y por lo tanto su renacimiento como neoconservador estaba asegurado (En su "Ciencia y estilo" de febrero de 1940, Burnham escribió: "¿Desea usted que prepare una lista de lecturas, camarada Trotsky? Sería largo, desde el trabajo de los brillantes matemáticos y lógicos de mediados del siglo pasado hasta un clímax en los monumentales Principia Mathematica de Russell y Whitehead (el punto de inflexión histórico en la lógica moderna), y luego extenderse en muchas direcciones, una de las más fructíferas representadas por los científicos, matemáticos y lógicos que ahora cooperan en la nueva Enciclopedia de la Ciencia Unificada").


Los tres volúmenes de Bertrand Russell y Alfred Whitehead, Principia Mathematica, publicados entre 1910 y 1913, sentaron las bases para el posterior desarrollo de la cibernética y la teoría de la información por parte del alumno de Russell, Norbert Wiener.


La pregunta ahora se encuentra ante nosotros: ¿Fue la conversión de Burnham a la visión del mundo de Russell inconsistente con los objetivos reales y la misión de León Trotsky?

Con demasiada frecuencia se olvida que León Trotsky, actuando como presidente del consejo técnico y científico de la industria, controló literalmente toda la política científica de Rusia desde 1924-25. Durante este tiempo, escribió un panfleto en 1924 en el que esbozaba su visión pro-eugenésica del futuro orden global que nacería a través de las fuerzas de la selección natural darwiniana, diciendo:

"La especie humana entrará una vez más en un estado de transformación radical y, en sus propias manos, se convertirá en objeto de los métodos más complicados de selección artificial y entrenamiento psicofísico de masas. Esto está totalmente de acuerdo con la evolución... El hombre se propondrá dominar sus propios sentimientos, elevar sus instintos a una conciencia superior... para crear un tipo biológico social superior, o si se quiere, un superhombre".

Ya sea que consideremos los incansables esfuerzos de Trotsky para integrar el darwinismo con el materialismo dialéctico marxista o el compromiso neoconservador con una ética darwiniana de supervivencia del más apto fusionada con una doctrina cristiana gnóstica del fin de los tiempos, los efectos son en gran medida idénticos: caos global con un supuesto punto de éxtasis/síntesis para resolver el caos del mundo material. Llegar a este destino, en el que iba a surgir un nuevo orden y un nuevo ser humano nietzscheano, requería simplemente una experiencia de limpieza.

En este sentido, Trotsky podría compararse con una versión rusa de su contemporáneo jesuita Pierre Teilhard de Chardin.

Mientras que a Chardin se le encomendó la tarea de fusionar la teoría de la selección natural de Darwin con el cristianismo, a Trotsky se le encomendó la tarea de fusionar la teoría de Darwin con la religión estatal del materialismo dialéctico marxista en Rusia. El resultado final en ambos casos fue idéntico.


Wohlstetter y RAND Corporation

Albert Wohlstetter es otro trotskista devoto que se convirtió en un líder neoconservador y controlador detrás de RAND Corporation. Fue bajo la influencia de Wohlstetter que RAND Corp se convirtió en el principal conducto para la toma intelectual de todas las ramas de la política estadounidense a nivel militar, económico y cultural.

¿Cómo ocurrió esto? A través de un proceso conocido como Cibernética.

Creada por Norbert Wiener como la "aplicación práctica" de los "teóricos" Principia Mathematica de Lord Bertrand Russell de 1910-1913, la cibernética fue esencialmente una "ciencia de control" que se convirtió en el conducto utilizado para cambiar la marca de la eugenesia en ropa nueva después de la segunda guerra mundial.

Como describí en mi reciente ensayo "La venganza de los maltusianos y la ciencia de los límites", el lenguaje de la cibernética se llamaba "análisis de sistemas" y suponía que todos los sistemas podían describirse como unidades cerradas susceptibles de descripción matemática pura y, lo que es más importante... manipulación de una élite científica.



El autor Alex Abella describió el análisis de sistemas de RAND del Materialismo Dialéctico en los siguientes términos en su "Soldados de la Razón":

"El análisis de sistemas de RAND... se negó a ser constreñido por la realidad existente... El análisis de sistemas era la libertad de soñar y soñar en grande, de alejarse de la idea de que la realidad es un conjunto limitado de opciones, de esforzarse por doblegar el mundo a la voluntad de uno... El quid del análisis de sistemas radica en un examen cuidadoso de los supuestos que ciñen la llamada pregunta correcta, ya que el momento de mayor peligro en un proyecto es cuando los criterios no examinados definen las respuestas que queremos extraer. Lamentablemente, la mayoría de los analistas de RAND no percibieron este defecto inherente en su maravillosa construcción. No solo eso, la metodología del análisis de sistemas requería que todos los aspectos de un problema en particular se descompusieran en cantidades. Esas cosas que no se podían convertir en una fórmula matemática... quedaron fuera del análisis... Por extensión, si un tema no podía ser medido y clasificado, era de poca importancia en el análisis de sistemas, ya que no era racional. Los números lo eran todo: el factor humano era un mero complemento de lo empírico".

La clave que le da al Materialismo Dialéctico el mismo poder del mal que la herramienta mejorada de los Principia Scientifica de Bertrand Russell ensalzada por Burnham o el análisis de sistemas cibernéticos de Norbert Wiener se encuentra en el siguiente axioma:

"La cantidad debe gobernar siempre a la calidad".

Bajo la influencia de la RAND Corporation de Wohlsetter, los EE.UU. fueron conducidos a la locura a gran escala con una perspectiva militar impulsada por modelos informáticos que suponían que la guerra nuclear era un esfuerzo ganable que acercaba al mundo a un holocausto nuclear a gran escala. La fusión del darwinismo con las ciencias sociales creó la "eugenesia" que suponía que las propiedades cuantitativas como los códigos genéticos y el ADN daban lugar a atributos cualitativos como la "moralidad", la "sabiduría" o la "aptitud para gobernar o vivir".


Para que la sociedad acepte este nuevo paradigma de existencia sin alma, con una clase dominante invisible que gobierna a los esclavos despoblados desde arriba, se necesitaría una vasta terapia de choque.


La revolución global de la Escuela de Frankfurt

Esa experiencia purificadora tomaría la forma de un clímax ritual de violencia purgativa que marcaría el comienzo de un estado de desesperación total y, por lo tanto, un nuevo sacerdocio científico que administraría a los esclavos del otro bajo una forma renovada de feudalismo tecnocrático. Pero, ¿cómo se llevaría a la sociedad a tal estado de desesperación que las masas clamarían para que se les impusiera una nueva era en la forma de un gobierno tecnocrático mundial?

Cuando el cristianismo, el nacionalismo y el respeto por los valores familiares todavía gobernaban la sociedad, tal estado de desesperación nihilista requerido para alcanzar este punto de ruptura era más que un poco difícil de lograr.

Aquí el papel de los socios de Trotsky, Georg Lukacs y Willi Munzenberg, juega un papel importante.

Ambos hombres no solo eran bolcheviques radicales, sino también fundadores de una nueva organización creada en 1923 conocida como el Instituto de Investigación Social fundado en Frankfurt, Alemania, también conocido como "La Escuela de Frankfurt".

La Escuela de Frankfurt establecería un marco intelectual integral para una nueva revolución estética y científica global basada en el culto a la decadencia, la fealdad y la muerte dentro de una síntesis weberiana-freudiana-marxista. El sistema desarrollado por estos misántropos sacerdotes líderes del nuevo culto a la muerte justificaría la financiación por parte de la CIA del arte abstracto, la literatura posmodernista, la música atonal y otras basuras modernistas a lo largo de la Guerra Fría. El lanzamiento de este proyecto con toda su fuerza tomó la forma de una operación financiada por la CIA-MI6 en 1949 denominada "El Congreso por la Libertad Cultural". Entre los principales organizadores de este congreso se encontraban Lord Bertrand Russell y dos ex trotskistas: Sidney Hook y James Burnham.

Este grupo y su papel en la dirección de la educación y la cultura de masas durante el siglo siguiente será tema de un futuro informe.

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Notas de referencia:

The Russian Revolution was not actually led by Lenin. But by whom then? 

Lenin didn’t formally rule Soviet Russia

The Bolshevik Color Revolution Of 1917 And Prighozin’s 2023 Gambit: Trotsky, Russell, And The War On Civilization

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