Bienvenido a este Blog. Detectives de Guerra le brinda los mejores análisis de los conflictos internacionales de actualidad
Mostrando entradas con la etiqueta amigos de Siria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta amigos de Siria. Mostrar todas las entradas

27 septiembre 2018

¿Quién quiere reactivar la guerra en Siria? (2)




Nota de introducción del redactor del blog

Desde la intervención rusa en Siria gran parte de la población del país árabe y también gran parte de la Comunidad Internacional se sentían aliviados porque se prevía un pronto final al conflicto dentro de un entorno del Derecho Internacional, las negociaciones entre las grandes potencias hacían presumir el fin de las hostilidades, pero no todos están de acuerdo. Aunque parezca mentira, los Estados Unidos, al menos la administración Trump se ha fijado esa línea (en contra del Pentágono y los Halcones) y, en contra de sus aliados de la OTAN: Francia y el Reino Unido, principalmente. 

La crisis surgida por la provincia siria de Idlib, refugio de millares de terroristas y yihadistas desplazado de otros frentes es ahora la rueda de la discordia. Existen formaciones terroristas como al Qaeda (Frente al Nusra o el nombre que tienen actualmente, Jabhat Fatá al Sham o Hayat Tahrir al Sham), entre otras que se niegan a reconocer una Siria independiente y laica. 

Esas bandas terroristas están compuestas por yihadistas y mercenarios extranjeros, naturalmente, existen miles de sirios en esas filas, entrenados y armados fuera de Siria, pero la mayoría son gente ignorante que no tienen idea para quién combaten, no lo hacen para “liberar” Siria, ni siquiera lo hacen por un utópico estado islámico, se han convertido en peones de la peor calaña de una política imperialista.

Pese a nuestro optimismo, lamentablemente, el fin del conflicto no llegará mediatamente, la lucha seguirá, pero algo es ya seguro, Siria no podrá ser destruida como nación, salvo que las potencias occidentales se animen a una guerra mundial para salvar su ego. Se avecin otro tipo de guerra, el tiempo de las grandes ofensivas de mercenarios y yihadistas ya no es posible, es probable que pasemos a una siniestra etapa (que ya se ve en ocasiones): actos de sabotaje y terrorismo, asesinato puro de rehenes, atentando con coches bombas y suicidas en las ciudades sirias. Ante el fracaso, las potencias occidentales y sus aliados utilizarán, una vez más al extremismo como un último recurso desesperado, los retrógrados barbudos se ocultarán en sus madrigueras y emboscarán a traición. No obstante, a paso lento, pero firme las tropas del Ejército Árabe Sirio consolidan sus victorias en el campo de batalla, apoyadas por las milicias populares aliadas de Líbano e Irak, así como por los iraníes y la aviación rusa. 

Así hemos contemplado estas semanas los intentos de Londres y París por iniciar una nueva operación de falsa bandera en Idlib - la clásica "utilización de armas químicas del 'régimen' sirio contra la población civil", ante la inminencia de la ofensiva del ejército sirio, los turcos -otrora defensores de los yihadistas en el norte han acudido en su ayuda- aunque diplomáticamente acuerdan con los rusos posponer la batalla, creando una zona desmilitarizada para "separar" (otra vez!) a la oposición de los yihadistas. Desde Washingotn, Londres y París se amenaza al gobierno sirio y sus aliados con terribles repercusiones si se toca a sus "ahijados" yihadistas. Movilización en aguas internacionales del Mediterráneo de fuerzas navales de la OTAN y Rusia, ejercicios militares frente a las costas sirias, Israel que ataca periodicamente instalaciones sirias escudándose en la legítima defensa (o guerra preventiva) como el reciente caso del derribo del avión militar ruso y la respuesta del Kremlin: los S-300 para Siria. Qué implica eso? supuestamente, que los franceses, ingleses e israelíes -en teoría- ya no podrían siquiera sobrevolar territorio sirio... será de ver.

En la anterior entrega, "¿quién quiere reactivar la guerra en Siria? (1)", ponencia del magistral analista internacional, Thierry Meyssan, ya quedó sentado las responsabilidades, ahora, el maestro Meyssan nos trae cuáles son las pretensiones actuales del mundo occidental respecto a Siria y nos brinda un análisis de la nueva crisis ocasionada por la incursión israelí que ocasionó la muerte de la tripulación del avión ruso.

t. andino.

*****

   Foto de archivo, miembros de Al Nusra en Siria, estrenando flamantes uniformes y armas.


Las exigencias occidentales sobre Siria

por Thierry Meyssan

En el terreno, la guerra está llegando a su fin y sólo queda la región de Idlib por liberar del control de los terroristas. Sin embargo, los occidentales vuelven a la carga. Ahora acaban de presentar sus exigencias al enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura. Por supuesto, Estados Unidos rechaza el proceso de paz encabezado por Rusia, sólo porque los estadounidenses no han sido partícipes. Mientras tanto, el Reino Unido y Francia pretenden imponer en Siria instituciones que les permitirían controlar el país por debajo de la mesa.


Nombrado en 2014, antes de la intervención militar de Rusia contra los terroristas, Staffan de Mistura es un diplomático proestadounidense que supuestamente tendría que favorecer la paz en Siria en nombre de la ONU. Cuatro años después de su nominación, de Mistura sigue tratando de buscar subterfugios por cuenta de las potencias occidentales.


El enviado especial del secretario general de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, recibió en Ginebra una delegación del Grupo de Astaná (Irán, Rusia y Turquía). Después, el 14 de septiembre, de Mistura se reunió con una representación del Small Group (el “Pequeño Grupo”, o sea Arabia Saudita, Egipto, Estados Unidos, Francia, Jordania y Reino Unido).

Del lado de los occidentales, el embajador James Jeffrey y el coronel Joel Rayburn encabezaban la delegación estadounidense mientras que el embajador y ex director de la DGSE (la Dirección General de la Seguridad Exterior, o sea el servicio francés de inteligencia para el exterior) Francois Senemaud presidía la delegación de Francia.

Cada delegación del Pequeño Grupo entregó a la ONU un documento secreto con sus exigencias, con vistas a influir en las negociaciones entre los sirios. La televisión Russia Today reveló el contenido del documento occidental [1]. Anteriormente, hace dos semanas, el diario ruso Kommersant había revelado las directivas internas de la ONU [2].

- Primera observación, el punto 3 del documento del Pequeño Grupo retoma la directiva interna de la ONU:

«No habrá asistencia internacional para la reconstrucción en las zonas controladas por el gobierno sirio sin un proceso político creíble que conduzca inevitablemente a la reforma constitucional y a elecciones bajo la supervisión de la ONU, de manera satisfactoria para los potenciales donantes.» [3] 

Aunque ha participado en algunas reuniones del Pequeño Grupo, Alemania no parece haber estado representada en la reunión con de Mistura. El día anterior, el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, había emitido una declaración contraria al punto mencionado. Justo antes de reunirse con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, el jefe de la diplomacia alemana había anunciado en Twitter que Alemania está dispuesta a participar en la reconstrucción de Siria «si existe una solución política que lleve a elecciones libres» [4] [5]. O sea, para el Pequeño Grupo, y para la ONU, la reconstrucción no puede comenzar mientras los potenciales países donantes no hayan alcanzado sus objetivos de guerra, pero Alemania estima que la reconstrucción puede realizarse al mismo tiempo que el proceso de reconciliación política.

- Segunda observación: los diferentes interlocutores internacionales mencionan la resolución 2254 del 18 de diciembre de 2015 [6]. Pero el Pequeño Grupo extrapola el sentido de ese texto. La resolución del Consejo de Seguridad estipula que la redacción de una nueva Constitución siria es únicamente una cuestión de los sirios que debe discutirse entre los sirios mientras que el Pequeño Grupo afirma que la Constitución debe ser redactada única y exclusivamente por un comité controlado y supervisado por la ONU.

El objetivo es, evidentemente, echar abajo las decisiones adoptadas en Sochi, o sea destruir lo que se hizo durante los últimos meses y oponerse así al papel de Rusia en la solución de la crisis [7]. Estados Unidos quiere conservar su rango de potencia indispensable mientras que Reino Unido y Francia pretenden continuar su proyecto colonial.


Una fotografía captada el 12 de julio de 2018. Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de los países que conforman el "Small Group" (Pequeño Grupo) para "resolver" la crisis en Siria.


- Tercera observación: el Pequeño Grupo no sólo pretende transferir a Ginebra la responsabilidad de redactar la Constitución, hasta ahora en manos de Sochi, sino que ya anuncia su propia visión de cómo tendrá que ser la nueva Constitución: una copia de la Constitución que Washington impuso a Irak y que actualmente mantiene ese país inmerso en una crisis permanente, lo cual beneficia enormemente a las potencias occidentales. Según la Constitución que pretenden imponer a Siria, los poderes del presidente serían exclusivamente protocolares, los del primer ministro serían simplemente inexistentes a nivel regional y los del ejército serían limitados.

Las potencias coloniales mantienen su poder en el Medio Oriente gracias a democracias de fachada. Siempre logran conformar gobiernos que no representan a los pueblos. Desde 1926 en el Líbano y desde 2005 en Irak, las instituciones han sido concebidas sobre todo para impedir que esos países vuelvan a convertirse en Estados-naciones. El Líbano fue dividido en comunidades religiosas. Irak fue dividido en regiones separadas donde predomina una comunidad religiosa. Israel, mientras tanto, tampoco tiene un gobierno representativo, pero no por causa de su Constitución –que no la tiene– sino debido a su sistema electoral.

- Cuarta observación: la resolución 2254 del Consejo de Seguridad estipula que las elecciones deben desarrollarse bajo la supervisión de la ONU. Pero el Pequeño Grupo considera que el órgano encargado de organizar elecciones tendrá que trabajar diariamente bajo las órdenes de la ONU, principalmente en lo tocante a eventuales denuncias de fraude.

Las potencias occidentales se reservarían así la posibilidad de anular los resultados de las elecciones si esos resultados no corresponden a lo que ellos quieren: bastaría con la presentación de una denuncia de fraude y con declararla inválida. El Pueblo sirio tendría derecho a votar… si acepta caer en la trampa que le tienden y, además, a condición de que luego vote por los individuos ya designados para gobernarlo.

En Europa, los europeos están en busca de su soberanía. En Siria, el Pueblo está luchando por su independencia.


ATAQUE CONTRA LATAKIA Y AVIÓN MILITAR RUSO DERRIBADO
¿Y ahora qué? ¿Sanciones de Moscú y Washington contra Londres, París y Tel Aviv?

El ataque de la semana pasada contra la ciudad siria de Latakia puede conducir a una completa redistribución de las cartas a nivel mundial. Así es por 2 razones, siendo la segunda de ellas algo que se sigue escondiendo a la opinión pública occidental. En primer lugar, el ataque contra Latakia costó la vida a 15 militares rusos. En segundo lugar, en esa agresión, además de Israel, también estuvieron implicados el Reino Unido y Francia. Esta es la crisis potencialmente más peligrosa de los últimos 60 años. La interrogante que ahora se plantea es saber si el presidente estadounidense Trump, en plena campaña electoral legislativa, está en condiciones de apoyar a el presidente ruso, de manera que Estados Unidos y Rusia adopten sanciones contra las potencias coloniales, como ya lo hicieron en 1956, ante la crisis de Suez.


El general Amikam Norkin, jefe del estado mayor de la fuerza aérea de Israel, llega a Moscú, el 20 de septiembre de 2018, en un viaje urgente, para explicar su versión de los acontecimientos alrededor del derribo de un avión militar de la Federación Rusa en Siria. La ulterior verificación de las “pruebas” israelíes y su comparación con otros registros demuestran que Israel miente descaradamente.


El 17 de septiembre de 2018, Francia, Israel y el Reino Unido realizaron una operación militar conjunta contra objetivos sirios. Como consecuencia del enfrentamiento provocado por esa operación, un avión ruso de reconocimiento fue derribado por fuego amigo sirio. El estudio de las grabaciones demuestra que un F-16 israelí “se escondió” tras el Il-20 para protegerse del fuego de la defensa antiaérea siria, que acabó derribando por error el avión militar ruso.

El derribo de un avión militar ruso por causa de Israel durante una operación conjunta israelo-franco-británica ha provocado estupor en todas las cancillerías. Si en los 7 años que han transcurrido desde el inicio del conflicto en Siria había existido una línea roja, era que los protagonistas nunca ponían en peligro fuerzas rusas, estadounidenses o israelíes.

Sobre lo sucedido sólo se sabe a ciencia cierta que: 
- Un avión de reconocimiento británico despegó de Chipre hacia Irak. En su trayectoria violó el espacio aéreo de Siria para “escanear” las defensas sirias y posibilitar el posterior ataque. 
- Menos de una hora después, 4 aviones israelíes F-16 y la fragata francesa Auvergne dispararon misiles contra objetivos en Siria –ubicados en la provincia de Latakia. La defensa antiaérea siria protegió su país disparando misiles tierra-aire S-200 contra los misiles franceses e israelíes. 
- Durante el enfrentamiento, uno de los aviones agresores israelíes se escudó tras un avión de reconocimiento Ilushin-20 ruso que concluía su misión de vigilancia en la zona y de localización de lugares de lanzamiento de drones de los yihadistas. La defensa antiaérea siria disparó un misil tierra-aire dirigido a la señal térmica del F-16 israelí y es teóricamente posible que haya derribado por error el avión ruso, cuya señal térmica, al ser más importante que la del avión israelí –más pequeño– que se escondía tras él, pudo haber atraído el misil antiaéreo.

Sin embargo, esta explicación parece fantasiosa ya que los misiles antiaéreos S-200 disponen de un sistema de reconocimiento que distingue los aviones amigos de los aviones enemigos, detalle que el ministerio ruso de Defensa confirmó y posteriormente desmintió. En todo caso, el avión ruso de reconocimiento fue derribado sin que pueda decirse con certeza cómo y por quién.

La cobardía de los dirigentes británicos y franceses los ha llevado a censurar toda información sobre su propia responsabilidad en la operación. Londres no ha hecho absolutamente ningún comentario y París negó los hechos. La BBC y los medios vinculados a France-Television no se han atrevido a mencionar lo sucedido. Para el Reino Unido y Francia, la realidad de la política exterior está más que nunca totalmente excluida del debate democrático.

Interpretación inmediata de los acontecimientos



No sabemos en realidad si el derribo del avión ruso, que provocó la muerte de los 15 militares que se hallaban a bordo, es imputable al piloto israelí –lo cual parece muy poco probable– a los militares israelíes o a los países implicados en el ataque a Siria.

De la respuesta a esa pregunta depende un posible conflicto entre 4 potencias nucleares. Esta situación es, por tanto, extremadamente grave. De hecho, no tiene precedente desde la creación de la Federación Rusa, a finales de 1991.
La agresión británico-franco-israelí es la respuesta de Londres, París y Tel Aviv al acuerdo ruso-turco firmado en Sochi sólo horas antes. Se produce después de la negativa estadounidense, a principios de septiembre, de bombardear nuevamente Siria con un pretexto falso y al envío de una delegación de la administración Trump al mundo árabe para dar a conocer el desacuerdo de la Casa Blanca con las iniciativas franco-británicas [8].

Turquía firmó los acuerdos de Sochi bajo una fuerte presión de Rusia. En Teherán, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan se había negado antes a firmar el Memorándum sobre el repliegue de las fuerzas yihadistas y las tropas turcas en Idlib y el presidente ruso le había respondido secamente, reafirmando la soberanía y la integridad territorial de Siria [9] y subrayando además –por primera vez– que a la luz del derecho internacional la presencia militar turca en Siria es ilegal. Muy inquieto, Erdogan aceptó una invitación a viajar a Rusia 10 días después.

El acuerdo ruso-turco de Sochi –además de alejar un poco más a Turquía de la OTAN con contratos vinculados al sector energético– de hecho obligaba a Ankara a retirarse de una parte del territorio que ocupa en Siria, supuestamente en aras de mejorar la protección que ofrece a los “rebeldes” reunidos en la provincia de Idlib [10]. Además, Turquía sólo dispone de un mes de plazo para confiscar el armamento pesado de sus compinches de al-Qaeda y Daesh (el Emirato Islámico) [11].

Por supuesto, para Londres, París y Tel Aviv, el acuerdo ruso-turco es inaceptable porque en definitiva implica: 

- el fin de los yihadistas como ejército que Londres ha organizado, dirigido y manipulado durante décadas [12]
- el fin del sueño de un mandato francés sobre Siria y de la creación de una nueva colonia de Francia en el norte de ese país árabe, creación colonial que se justificaría denominándola abusivamente “Kurdistán” (la creación de un Kurdistán sería legítima únicamente dentro de las fronteras reconocidas en 1920 por la Conferencia de Sevres, o sea no en Irán, ni en Irak o en Siria sino únicamente en la actual Turquía [13]); 
- el fin del dominio regional de Israel, que se vería ante una Siria estable bajo la protección de Rusia.

Interpretación a mediano plazo de los acontecimientos

La alianza militar Reino Unido-Francia-Israel no había entrado en acción desde la crisis del Canal de Suez, en 1956. En aquella época, Anthony Eden, Guy Mollet y David Ben Gurión habían implicado las fuerzas de esos tres países de forma conjunta para humillar a los nacionalistas árabes, principalmente al líder egipcio Gamal Abdel Nasser, y restaurar los imperios coloniales de Inglaterra y Francia mediante la «Operación Mosquetero» [14].

Es exactamente lo mismo que ha sucedido en el ataque contra Latakia: como ha confirmado el secretario general del Hezbollah libanés, Hassan Nasrallah, ninguno de los blancos del ataque tenía relación alguna con Irán ni con el Hezbollah. Esta acción militar británico-franco-israelí no tenía ninguna relación con la lucha internacional contra los yihadistas en general o contra Daesh en particular. Sólo estaba relacionada con el deseo de los participantes de propiciar el derrocamiento de la República Árabe Siria o de su presidente, Bachar al-Assad. Su principal objetivo era matar científicos militares, principalmente a los especialistas en cohetería del Instituto de Industrias Técnicas de Latakia.

El ataque contra Latakia es, por consiguiente, la continuación de la política de asesinatos selectivos que Israel ha venido aplicando durante una veintena de años, sucesivamente contra los científicos iraquíes e iraníes y ahora contra los científicos sirios. Este es uno de los pilares de la política colonial: impedir que los pueblos a los que se pretende someter sean capaces de lograr acceso a los mismos sectores del saber que las potencias coloniales. Antiguamente, las metrópolis occidentales prohibían bajo pena de muerte que sus esclavos aprendieran a leer. Hoy en día, asesinan a los científicos de los pueblos que quieren esclavizar.

La política de asesinatos de científicos se interrumpió con la firma del acuerdo 5+1 (JCPOA) con Irán, que de todas maneras impedía el acceso de ese país al saber ya que estipulaba el cierre de las facultades de física nuclear en las universidades iraníes. Pero ha sido reactivada a raíz de la retirada estadounidense de ese acuerdo –el 8 de mayo de 2018. En efecto, exactamente un mes después, el Reino Unido, Francia y Estados Unidos bombardeaban Siria –el 14 de abril de 2018– y el único blanco de ese bombardeo fue el centro de investigación científica ubicado en la localidad siria de Barzeh [15].

Se trata de una simple repartición del trabajo: los yihadistas destruyen el pasado, los occidentales se encargan de destruir el futuro.

Interpretación de los acontecimientos a más largo plazo

Desde que Rusia desplegó fuerzas en Siria –el 13 de septiembre de 2015– para ayudar a ese país en la lucha contra los terroristas, los aliados de Estados Unidos comprendieron que se hacía imposible concretar el plan estadounidense sin arriesgarse a desatar una guerra mundial. Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, esos aliados comenzaron a revisar sus objetivos de guerra, abandonaron los del grupo llamado «Amigos de Siria» y se replegaron hacia sus estrategias históricas respectivas [16].

Fue esta lógica lo que los ha llevado a volver a formar la alianza que dio lugar a la crisis de Suez. Y es también esta lógica lo que ha llevado a Alemania a mantenerse a distancia de esa alianza.

Al principio de la Primera Guerra Mundial, los imperios británico, francés y ruso habían decidido cómo iban a repartirse el mundo cuando ganaran la guerra. El británico Mark Sykes, el francés Georges Picot y el ruso Serguei Sazonov se encargaron de negociar esa repartición del mundo. Durante la guerra mundial, los bolcheviques derrocaron al zar en Rusia, así que las regiones asignadas al imperio ruso volvieron a quedar disponibles. En definitiva, al término de la Primera Guerra Mundial, la única parte del plan que llegó a aplicarse fue la que tenía que ver con el Medio Oriente, lo que aún llamamos los «Acuerdos Sykes-Picot».

El regreso de Rusia a la palestra internacional viene por tanto a cuestionar la repartición colonial del Medio Oriente pactada entre británicos y franceses. La posibilidad de un choque acaba de surgir, por accidente o por voluntad de alguien, con el derribo del Ilushin-20 ruso durante la operación militar conjunta del Reino Unido, Francia e Israel contra la ciudad siria de Latakia.

Cómo reaccionar

El estupor de la comunidad internacional ante el repentino resurgimiento de un conflicto que ya tiene un siglo de existencia es palpable en el silencio de la cuenta de Twitter de la Casa Blanca.

Durante la crisis de Suez, las tropas israelíes implicadas contaban el doble de efectivos que el conjunto de las tropas británicas y francesas. El total de aquella fuerza conjunta se elevaba a 250 000 hombres. Comparada con la operación contra Latakia, la de Suez era por tanto una operación de muy gran envergadura. Pero ambas responden a la misma lógica diplomática y pueden llevar a lo mismo.


(Nota del editor del blog) La guerra del Sinaí, también conocida com la "crisis de Suez" o "guerra de Suez", se libró en territorio egipcio, en la Península del Sinaí, en el Canal de Suez y en la Franja de Gaza, entre el 29 de octubre y el 7 de noviembre de 1956. Se conformó una alianza militar entre Francia, Reino Unido e Israel contra Egipto al haber nacionalizado la Compañía del Canal de Suez y bloqueado los estrechos de Tirán. Aunque fue aplastante la victoria militar de la coalición, Egipto pudo conservar la nacionalización del Canal y se puso fin al papel de Francia y Reino Unido como superpotencias mundiales. En la gráfica aparecen dos leyendas de la época, el General israelí Moshe Dayan, Comandante de las operaciones militares israelíes y el político egipcio Gamal Abdel Nasser, presidente de Egipto e impusor del panarabismo y el socialismo árabe.


Durante la crisis de Suez, en plena guerra fría, la Unión Soviética amenazó al Reino Unido, Francia e Israel con una respuesta nuclear si no se retiraban de Egipto. Al principio, la OTAN respaldó a los europeos amenazando a Moscú con una guerra mundial, pero luego… lo pensó mejor. En plena guerra fría, Estados Unidos apoyó temporalmente a la URSS para detener la locura europea.

Para Washington, permitir que los europeos siguieran adelante habría sido empujar a todos los países árabes en brazos de los soviéticos. Era además imposible aceptar la intervención franco-británica en Egipto precisamente en momentos en que denunciaban la intervención del Pacto de Varsovia contra la revuelta húngara.

El presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower y su vicepresidente Richard Nixon desataron un ataque monetario contra la libra esterlina, enviaron fuerzas navales y aéreas estadounidenses a interferir las acciones del dispositivo británico-franco-israelí y prohibieron el uso del material militar francés financiado con fondos de Estados Unidos.

Fue posible preservar la paz internacional gracias a personalidades de terceras partes, como el secretario general de la ONU Dag Hammarskjöld (asesinado 3 años después y laureado con el Premio Nobel de la Paz a título póstumo), el ministro canadiense de Exteriores Lester B. Pearson (también laureado con el Premio Nobel de la Paz) y el líder del Movimiento de Países No Alineados y primer ministro de la India Jawaharlal Nehru.

La crisis de Suez reorganizó profundamente no sólo la vida política internacional sino también la escena política nacional en Reino Unido, Francia e Israel. 

- Burlando el derecho de veto de los europeos en el Consejo de Seguridad, la Asamblea General de la ONU intimó los invasores a retirarse de Egipto y creó la primera fuerza de interposición de las Naciones Unidas. 
- En el Reino Unido, la Cámara de los Comunes exigió el fin de la política colonial para favorecer los intereses económicos de Londres sólo a través del Commonwealth. 
- En Francia, comunistas, gaullistas y poujadistas (entre ellos Jean-Marie Le Pen) se unieron contra los centristas y los socialistas, algo que nunca volvió a suceder desde entonces. Seis años después, el presidente De Gaulle consideró que, al reconocer la independencia de Argelia, ponía fin a la colaboración militar francesa con el Estado colonial de Israel y retomaba la política de amistad y cooperación con los pueblos árabes que siempre había caracterizado a Francia, exceptuando sólo el paréntesis colonial [17].

La posición de los occidentales sobre la agresión contra Latakia es especialmente difícil porque, en violación de lo que ellos mismos habían acordado con Rusia, los israelíes sólo informaron a Moscú mucho después del inicio de la operación y sólo un minuto antes de disparar sus misiles. El Pentágono afirma que nunca fue informado. Pero tenemos que recordar que el acuerdo de no agresión mutua entre Israel y Rusia existe únicamente porque Israel es el arsenal de Estados Unidos en el Medio Oriente –en Israel se encuentran todos los depósitos estadounidenses de municiones para el conjunto de la región. Si Israel no avisó por adelantado al Pentágono sobre la operación contra Latakia, Israel ya no puede gozar de la protección estadounidense y, por consiguiente, Rusia puede cuestionar su pacto de no agresión con Israel.

La respuesta rusa depende de la posición de la Casa Blanca, posición que hoy se desconoce. Esa respuesta estará guiada por la voluntad de reducir la tensión –si fuera posible– y de mantener a la vez su disuasión castigando al o a los culpables que el Kremlin señale. Ni siquiera será necesario que Rusia haga pública esa sanción, a condición de que sean informadas las cancillerías interesadas.

La respuesta rusa


(Nota del editor del blog): El sistema defensivo ruso tierra-aire, S-300 que Moscú asegura, ahora sí, entregar a los sirios en corto plazo. Cuál será la reacción de Israel?, intentará destruirlos como hace con todos los sistemas de misiles que Irán intenta asentar en suelo sirio para el Hezbolá y las tropas gubernamentales sirias?

Rusia puede elegir entre ver el derribo de su avión como una falta cometida por un piloto israelí, atribuirlo a las fuerzas armadas de Israel o responsabilizar a los 3 países implicados (Reino Unido, Francia e Israel).

El ministro de Defensa de la Federación Rusa, Serguei Choigu, telefoneó a su homólogo de Israel, Avigdor Lieberman y le informó que considera a Israel responsable del incidente y que se reserva el derecho de respuesta. Un poco después, el presidente ruso Vladimir Putin declaró que «se trata de una serie de acontecimientos trágicos ya que nuestro avión no fue derribado por un aparato israelí». Putin puso énfasis en diferenciar esta situación del incidente del Sukhoi 24-M derribado deliberadamente por la aviación turca en noviembre de 2015. Así que nos dirigimos hacia la designación pública de Israel como único responsable y la adopción de alguna sanción secreta contra los 3 países implicados.

El encargado de negocios de Israel en Moscú, Keren Cohen Gat, fue convocado por el ministerio ruso de Exteriores mientras que el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, seguía su primer reflejo tratando de culpar a Irán del incidente. Una delegación israelí, encabezada por el general Amikam Norkin, jefe del estado mayor de la fuerza aerea de Israel, corrió a Moscú con celeridad nunca vista. El general Norkin discutió las declaraciones del ministerio ruso de Defensa, clamó la inocencia de Israel y se esforzó por culpar a los sirios.

El presidente Donald Trump, gran admirador de la política exterior de Richard Nixon, tiene así en la mano la oportunidad que necesitaba para acabar con el apoyo del Reino Unido, Francia e Israel al Estado Profundo estadounidense. 

Pero, en plena campaña electoral legislativa, no puede dar la impresión de que apoya al rival ruso sancionando a los aliados de Estados Unidos. Trump está por lo tanto buscando cómo presentar a la opinión pública estadounidense ese importante cambio de posición. Es con esa perspectiva que ya condenó, en una entrevista concedida al sitio web Hill TV, la decisión de George Bush hijo de incrementar la implicación militar de Estados Unidos en el Medio Oriente a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

El domingo 23 de septiembre, el general Igor Konachenkov, vocero del ministerio ruso de Defensa, presentó una síntesis de las informaciones rusas y de los datos que Siria e Israel entregaron a Rusia. 

- El general Konachenkov señaló que –al no avisar con suficiente antelación a la parte rusa sobre su ataque y al mentir sobre la localización de los objetivos de la acción– Israel violó deliberadamente el acuerdo de no agresión mutua de 2015. 

- Señaló que Israel puso en peligro los vuelos civiles en esa zona del Mediterráneo y denunció además que Israel es «enteramente» responsable del derribo del Ilushin-20 ruso. 
- Denunció que Israel no prestó ayuda a los militares rusos al ser alcanzado el avión
- Acusó al general Amikam Norkin, jefe del estado mayor de la fuerza aérea de Israel, de haber mentido al afirmar que los F-16 israelíes ya habían regresado a Israel cuando el avión ruso fue alcanzado. 
- Finalmente, el vocero del ministerio de Defensa de Rusia descartó las acusaciones de amateurismo lanzadas contra la defensa antiaérea de la República Árabe Siria.

Sin embargo, el general Konachenkov se abstuvo de cuestionar públicamente al Reino Unido y Francia a pesar de que estas dos potencias occidentales están implicadas en sus señalamientos contra Israel.

Si la Casa Blanca halla una narración de los hechos aceptable para sus electores, Rusia podría prohibir al Reino Unido, Francia e Israel toda intrusión no autorizada por el gobierno de Damasco en el espacio aéreo, marítimo y terrestre de Siria. Londres y París tendrían entonces que poner fin a sus amenazas de bombardeo contra Siria, que hasta ahora habían justificado con pretextos como los incidentes químicos bajo falsa bandera, y se verían obligados a retirar de Siria sus fuerzas especiales. Esta última medida se aplicaría a todos los protagonistas en general, con excepción de Estados Unidos y, en Idlib, de Turquía.


Thierry Meyssan

Enlace a la primera entrega
¿Quién quiere reactivar la guerra en Siria? (1)

Artículo relacionado:
SIRIA: El ocaso de la guerra

ACLARACIÓN sobre este artículo: 
Todas las fotografías, notas del editor, subrayados, negrillas y cursivas corresponden al editor de este blog (excepto las dos fotografías de portada de la edición original que corresponde a la RED VOLTAIRE la cual puede ser consultada por el lector en los siguientes enlaces)
Fuente original


NOTAS
[1] “Declaración de Principios del Pequeño Grupo para Siria”, Red Voltaire, 18 de septiembre de 2018.
[2] «Parámetros y principios de la asistencia de la ONU en Siria», por Jeffrey D. Feltman, Red Voltaire, 3 de septiembre de 2018.
[3] “There will be no international reconstruction assistance in Syrian-governement-held areas absent a credible political process that leads unalterably to constitutional reform and UN-supervised elections, to the satisfaction of potential donor countries”.
[4] “Wenn es eine politische Lösung in #Syrien gibt, die zu freien Wahlen führt, sind wir bereit Verantwortung beim Wiederaufbau zu übernehmen”
[5] «Alemania toma posición contra la directiva Feltman», Red Voltaire, 14 de septiembre de 2018.
[6] «Resolución 2254 (Plan de Paz para Siria)», Red Voltaire, 18 de diciembre de 2015.
[7] «Consenso entre sirios en Sochi», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de febrero de 2018.
[8] «¿Quién quiere reactivar la guerra en Siria?», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 4 de septiembre de 2018.
[9] «Joint Statement by Irán, Russia and Turkey dealing with Syria», Voltaire Network, 7 de septiembre de 2018.
[10] «Se pospone la batalla de Idlib», Red Voltaire, 18 de septiembre de 2018.
[11] «Memorándum para la estabilización de la situación en la zona de desescalada de Idlib», Red Voltaire, 17 de septiembre de 2018.
[12] Ver la segunda parte del libro De la impostura del 11 de Septiembre a Donald Trump, Thierry Meyssan, Orfila Valentini, 2017.
[13] «Los proyectos (diferentes) de creación de un Kurdistán», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 5 de septiembre de 2016.
[14] La «Operación Mosquetero» (en francés «Opération Mousquetaire» y en inglés «Operation Musketeer») fue la operación militar conjunta franco-israelo-británica durante la cual tropas de esos países se apoderaron (en 1956) del Canal de Suez, nacionalizado por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser. Nota de la Red Voltaire.
[15] «El fiasco del bombardeo occidental contra Siria», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 24 de abril de 2018.
[16] «Salir de la guerra contra Siria», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 11 de septiembre de 2018.
[17] «Conferencia de prensa de Charles De Gaulle, fragmento sobre Israel», Re Voltaire, 27 de noviembre de 1967.

11 septiembre 2018

¿Quién quiere reactivar la guerra en Siria? (1)



Instalación de una base militar estadounidense en el norte de Siria


por Thierry Meyssan
Red Voltaire 
Damasco / 4 sep 2018

Siete años después del inicio de la guerra contra Siria, a través de grupos yihadistas, los partidarios de la destrucción de este país árabe pretenden reactivar el conflicto a pesar de la indiscutible derrota que ya han sufrido en el terreno, donde la población –después de un momento de vacilación– optó masivamente por respaldar la República Árabe Siria. Este intento de reanudar la guerra, como partiendo de cero, sólo tendría sentido si el objetivo ya no fuese el mismo.



Hala, una niña de 6 años, es la portavoz que el MI6 británico ha escogido para “denunciar” un futuro ataque químico contra la población de Idlib, atribuyéndolo al “régimen sirio”. Como en los casos anteriores, se trata de justificar una intervención militar extranjera contra Siria.

Creado en enero de 2018 en Washington, bajo la presidencia del estadounidense David Satterfield, el «Pequeño Grupo» (Small Group) buscaba reactivar el proyecto Rumsfeld-Cebrowski de destrucción de los Estados y sociedades en los países del Medio Oriente en general y, en particular, en Siria. El Pequeño Grupo se componía inicialmente de Arabia Saudita, Estados Unidos, Francia, Jordania y Reino Unido –dándose por sentado que los países árabes miembros no serían destruidos a corto plazo.

Secreto en el momento de su creación, el Pequeño Grupo se ha convertido poco a poco en una entidad pública a la que se integraron Alemania y Egipto. Al parecer se hizo también más razonable y ahora da la impresión de estar buscando una salida honorable a la crisis. Incluso ha entrado en contacto con el Grupo de Astaná (Irán, Rusia y Turquía).

Pero el Reino Unido ha reactivado el proyecto contra Siria con la preparación de una operación bajo bandera falsa en la zona de Kfar Zita. Para realizar esa nueva provocación, varios especialistas de la firma Olive han sido enviados al terreno y cierta cantidad de armas químicas han llegado a la provincia siria de Idlib mientras que los White Helmets (Cascos Blancos) secuestraban 44 niños, que el MI6 británico piensa sacrificar para atribuir sus muertes a un «ataque químico» del Ejército Árabe Sirio contra los «rebeldes».

El MI6 ya tenía organizada la divulgación de esta nueva intoxicación mediante el «testimonio» que ofrecería Hala [la niña de 6 años cuya foto acompaña este trabajo]. Para eso creó, el 29 de julio, una cuenta en Twitter a nombre de Hala, cuenta a la que se suscribieron de inmediato unos 30 medios de prensa, en espera de la señal de inicio de la Operación «Eyes on Idlib». Entre esos medios de propaganda aparecen la BBC [1], Radio Free Europe/Radio Liberty [2], BuzzFeed y The Huffington Post [3], que participan todos, de manera activa y consciente, en la propaganda de guerra británica.

Simultáneamente, el Pentágono ha desplegado en el Golfo Pérsico el destructor USS The Sullivans (DDG-68), con 56 misiles crucero a bordo, y ha enviado a la base aérea de Al-Udeid, en Qatar, un bombardero estratégico B1-B, armado con 24 misiles crucero aire-tierra AGM-158 JASSM.

Está demostrada la responsabilidad de la primer ministro británica Theresa May en las acciones del MI6. Pero no se sabe quién ordenó el despliegue militar estadounidense.

Marchando –como siempre– tras los pasos de Londres, el presidente francés Emmanuel Macron teorizó la semana pasada sobre la reanudación de la guerra contra Siria ante los embajadores franceses reunidos en su encuentro anual en París. Ignorando la decisión del pueblo sirio, que eligió a su actual presidente acudiendo masivamente a las urnas en 2014, el presidente francés Macron hizo una declaración especialmente hipócrita en la que en realidad propone decidir en lugar de los sirios: «Respetemos la soberanía de Siria. Pero respetémosla verdaderamente, permitiendo al pueblo expresarse y encarnarla.» [4]

Los autores del plan destinado a justificar una nueva agresión occidental contra Siria saben perfectamente que, ante el pueblo sirio, ya perdieron la guerra. Lo que quieren ahora es provocar un enfrentamiento con Rusia, que se convertiría rápidamente en una guerra mundial.

Siria y Rusia reaccionaron sin demora, denunciando los hechos, o sea todos los preparativos de la provocación. Rusia ha enviado además importantes cantidades de material militar al puerto sirio de Tartús, en el portacontenedores Sparta-3. Moscú ha reforzado también su presencia naval frente a la costa de Siria –10 navíos de guerra y 2 submarinos rusos– y ha iniciado en la zona una gran maniobra aeronaval en la que participan 25 barcos de guerra y unos 30 aviones.

Extremadamente inquieto, el Departamento de Estado estadounidense acaba de enviar el embajador James Jeffrey a calmar los ánimos en los países de la región. Jeffrey visitará Israel, Jordania y Turquía en compañía del coronel de la inteligencia militar Joel Rayburn, adjunto del asistente del secretario de Estado a cargo del Medio Oriente, David Satterfield. Los dos enviados estadounidenses deben asegurar a sus interlocutores que Washington no se prepara para bombardear Siria bajo un nuevo pretexto fabricado.

Pero si los interlocutores regionales de la delegación estadounidense reúnen el coraje necesario, tendrán que solicitar algunas precisiones. Por ejemplo, ¿el asistente del secretario de Estado a cargo del Medio Oriente –David Satterfield– está aplicando la nueva política del presidente Donald Trump o en realidad prosigue la política de George Bush hijo y de Barack Obama?

Y tendrían que hacer también una pregunta que puede parecer todavía más extraña. La posición de Londres es claramente anti-rusa y la de la Casa Blanca evidentemente proestadounidense. Pero, ¿cuál es exactamente la línea del Pentágono? [5]

* Nota del editor del blog: Tampoco debemos pasar por alto el llamado que hizo los Estados Unidos a Alemania para que se prepare para atacar Siria. El reconocimiento del gobierno de Israel sobre sus implicaciones en la guerra y aceptar haber efectuado más de 200 ataques contra Siria en menos de 2 años. Incluso, debemos recordar el papel de los turcos y otras naciones árabes, sobre todo tengamos muy en cuenta que la propia oposición armada siria exhortó a Rusia y Turquía a bombardear Idlib en un nuevo y claro posicionamiento tras su fracaso contra el gobierno.


Salir de la guerra contra Siria

La Casa Blanca no logra salir de la guerra contra Siria. El presidente Trump enfrenta simultáneamente la oposición del autoproclamado «Estado estable» (según el editorial anónimo del New York Times), que sigue adelante con la estrategia Rumsfeld-Cebrowski, y las reactivadas ambiciones de sus aliados israelíes, franceses, británicos y turcos. La lógica de esos intereses podría acabar desplazando la guerra, en vez de ponerle fin.



Powerpoint presentado en una conferencia que el almirante Cebrowski impartió en el Pentágono, el 23 de julio de 2003. A la izquierda puede verse, en color malva, la zona designada como “Mostly Non-Integrating Gap”. La estrategia del almirante Cebrowski estipula la destrucción de los Estados y sociedades en los países de esa zona.


La Casa Blanca y Rusia llegaron a un acuerdo para poner fin a la guerra impuesta a Siria, guerra desatada mediante el uso de yihadistas. A pesar de ese acuerdo, la paz se hace esperar. ¿Por qué?


El por qué de la guerra contra Siria

Contrariamente a la idea inculcada a la opinión pública occidental en siete años de propaganda, la guerra contra Siria no es una «revolución que perdió su rumbo». La guerra contra Siria es fruto de una decisión tomada en el Pentágono, en septiembre de 2001, y de una larga preparación ulterior que encontró varias dificultades.

Una guerra preparada durante toda una década

La preparación de la guerra se describe detalladamente en el más reciente libro de Thierry Meyssan –ya publicado en francés, en español, en ruso y en turco. En septiembre de 2018 aparecerá también en inglés, árabe e italiano.

Es necesario recordar rápidamente las principales etapas de esa planificación:
- En septiembre de 2001, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, adopta la estrategia del almirante Arthur Cebrowski. Habrá que destruir los Estados en los países de la mitad del mundo. Estados Unidos controlará el acceso de los demás Estados –los Estados de los países con economías globalizadas– a los recursos naturales de las regiones no conectadas a la economía globalizada. El Pentágono comenzará “remodelando” el «Medio Oriente ampliado» o «Gran Medio Oriente» [6]
- El 12 de diciembre de 2003, George Bush hijo firma la Syria Accountability and Lebanese Sovereignty Restoration Act (Ley sobre la Restauración de la Soberanía Libanesa y para Exigir Cuentas a Siria). Esa ley abre al presidente de Estados Unidos la posibilidad de entrar en guerra contra Siria sin consultar su decisión con el Congreso [7]
- En 2004, durante la Cumbre de la Liga Árabe en Túnez, el presidente tunecino Ben Alí trata de obtener la adopción de una moción que autorizaría la Liga Árabe a legitimar el uso de la fuerza contra los países miembros que no respeten la Carta de Derechos Humanos de la Liga, de reciente adopción. 
- En 2005, la CIA organiza en Líbano una revolución de color: la «revolución del Cedro». La operación comienza con el asesinato del líder sunnita y ex primer ministro libanés Rafic Hariri, para provocar una revuelta sunnita contra la Fuerza Siria de Mantenimiento de la Paz [8]. Estados Unidos está listo para intervenir militarmente con un desembarco de marines en Beirut. Pero Siria retira su fuerza de paz. La retirada siria elimina el pretexto que Estados Unidos necesitaba para justificar su intervención militar [9]
- En 2006, Dick Cheney pone en manos de su hija Liz la tarea de crear el Irán Syria Policy and Operations Group (Grupo para la Política y las Operaciones en Irán y en Siria). Liz Cheney organiza el ataque israelí contra el Hezbollah libanés. Creyendo que el Hezbollah no podrá resistir por mucho tiempo ante la invasión israelí, Liz Cheney prepara un desembarco estadounidense en Beirut. O sea, Israel se encargará de invadir Líbano y aplastar el Hezbollah, los marines estadounidenses desembarcarán en Beirut y, desde allí, continuarán su avance “liberador” hacia Damasco, la capital siria. Toda la operación fracasa porque el Hezbollah resiste la invasión israelí. Al cabo de 33 días de combates en suelo libanés, las tropas israelíes se ven obligadas a batirse en retirada [10]
- En 2008, Washington trata nuevamente de provocar un conflicto desde Líbano. El primer ministro libanés Fouad Siniora intenta cortar las comunicaciones internas de la Resistencia libanesa e interrumpir los vuelos hacia Teherán. El Hezbollah desbarata en pocas horas el dispositivo militar occidental y toda la maniobra y recupera su infraestructura. 
- En 2010, Washington adopta el llamado «liderazgo desde atrás» (leading from behind). La administración Obama confía el ataque contra Libia y Siria al Reino Unido y a Francia, lo cual conduce a la firma de los acuerdos de Lancaster House entre Londres y París. 
- En 2011, comienzan las operaciones militares en Siria.

Todo lo anterior demuestra que es absurdo ver la guerra contra Siria como un hecho espontáneo y sui generis [11].


Una guerra indirecta

La originalidad de la guerra contra Siria está en que fue declarada por países que se hacen llamar «Amigos de Siria» pero sobre todo en que se ha desarrollado casi exclusivamente a través de ejércitos no estatales, o sea de los yihadistas.

Durante los 7 últimos años de esta guerra más de 250 000 individuos llegaron a Siria desde el extranjero para luchar contra la República Árabe Siria. Eran carne de cañón con poco entrenamiento, pero en los 4 últimos años ya tenían mejor armamento que las tropas regulares sirias. De hecho, el tráfico de armas más importante de toda la historia se organizó para garantizar el equipamiento militar de los yihadistas que debían destruir el Estado sirio [12].

Desde el Renacimiento europeo, los occidentales nunca habían utilizado tanto mercenarios a la vez [13].

Es por lo tanto absurdo hablar en Siria de «revolución que perdió su rumbo».


Ilustración del desmantelamiento del Medio Oriente, planificado por el Pentágono como parte de la estrategia del almirante Cebrowski. Este mapa fue publicado en 2006 por el coronel estadounidense Peters, pero este mismo militar ya lo había comentado anteriormente, justo antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001.


Une guerra supervisada por aliados que tienen cada uno sus objetivos propios

Al recurrir a Israel para atacar el Líbano y al poner después las guerras contra Libia y Siria en manos del Reino Unido y de Francia, y finalmente, al utilizar en esas guerras las instalaciones de la OTAN en Turquía, el Pentágono dio pie a que esos aliados desordenaran sus planes.

Como en todas las guerras, el país líder se ve obligado a prometer a sus aliados que van a obtener algún tipo de beneficio. Pero la entrada de Rusia en la guerra hizo imposible la victoria que esperaba Occidente. Cada uno de los aliados de Estados Unidos volvió entonces paulatinamente a su propia estrategia en esta región. Con el paso del tiempo, los objetivos particulares de cada uno de esos aliados acabaron haciéndose más importantes que el de Estados Unidos, que a su vez se negaba a implicarse militarmente tanto como querían sus aliados.

Israel

Siguiendo la ideología colonialista de varios de sus fundadores, Israel aplica una política tendiente a dividir los países vecinos –de grandes dimensiones territoriales– en pequeños países mucho menos extensos, explotando para ello las diferencias étnicas o confesionales de las poblaciones de los países actuales. Israel apoyó infructuosamente la división del Líbano en un Estado musulmán y otro Estado cristiano. Más recientemente, Israel apoyó la independencia del Kurdistán iraquí y la creación de un Kurdistán en Siria. No disponemos de documentos estratégicos israelíes pero el análisis retrospectivo permite ver que la línea política que Israel ha seguido corresponde a lo planteado en el «Plan Yinon» de 1982 [14] o a la estrategia del Institute for Advanced Strategic and Political Studies, de 1996 [15].

La estrategia israelí corresponde, en sus aspectos esenciales, al «rediseño del Medio Oriente ampliado» de Rumsfeld y Cebrowski. Pero su objetivo es totalmente distinto: el Pentágono quiere controlar el acceso de los países desarrollados a las riquezas de la región mientras que Israel pretende garantizar que ninguno de sus vecinos sea lo bastante fuerte como para levantarse contra el Estado hebreo.


El Reino Unido y Francia

El Reino Unido y Francia vuelven a sus políticas coloniales, como la que caracterizó el momento de la caída del imperio otomano y la división del Medio Oriente –los acuerdos Sykes-Picot.

Los británicos reeditan la «Gran Revuelta Árabe de 1915», orquestada por Lawrence de Arabia en contra de los otomanos. En aquella época los británicos prometieron a todos los árabes que serían libres si acababan con el yugo otomano y ponían a los wahabitas en el poder. Ahora les prometen la libertad si derrocan todos los gobiernos nacionales y los sustituyen por la Hermandad Musulmana. Lo cierto es que en 1915 el imperio británico tomó el lugar del imperio otomano y los árabes siguieron sin ser libres. En 2011 tampoco fueron libres. Ese es el plan de la «primavera árabe de 2011» [16].

Mientras tanto, los franceses tratan de restablecer el mandato que la Sociedad de las Naciones había otorgado a Francia en Siria. Así lo explica el ex presidente francés Giscard d’Estaing, descendiente de Picot (el de los acuerdos Sykes-Picot) [17]. Y eso es lo que reclama, en septiembre de 2015, el presidente francés Hollande cuando viaja a la sede de la ONU. Como en 1921, Francia defiende la separación étnica entre kurdos y árabes. Defiende así la creación de un Kurdistán, pero no en el territorio histórico de los kurdos –que es Turquía– sino en cualquier lugar, en tierras árabes de Siria.

Turquía

Turquía, por su parte, sueña con concretar la promesa de su fundador, Mustafá Kemal Ataturk, el «Juramento Nacional» (Misak-i Milli) [18], adoptado por el Parlamento otomano el 12 de febrero de 1920. O sea, Turquía pretende anexar el norte de Siria, incluyendo Alepo, y eliminar a los cristianos, incluyendo a los católicos de Maalula y los armenios de Kessab.

Turquía entra así en conflicto con los demás países coaligados contra Siria
- con Israel porque Ankara pretende anexar el norte de Siria en vez de convertirlo en un territorio autónomo;
- con el Reino Unido porque Ankara pretende restablecer el Califato otomano; 
- y con Francia porque Ankara rechaza la creación de un Kurdistán independiente en suelo sirio.

Lo más importante es que Turquía entra en conflicto incluso con Estados Unidos, que no oculta su intención de destruirla cuando haya desmantelado Siria [19].


¿Cómo salir de esta guerra?

     foto Reuters

Al cabo de siete años de combate, el Estado sirio sigue en pie. La República Árabe Siria y sus aliados (Rusia, Irán y el Hezbollah) han resultado victoriosos. Las fuerzas extranjeras (los yihadistas) han sufrido una durísima derrota… pero no han sido derrotados quienes dan las órdenes (Estados Unidos, Israel, el dúo Reino Unido-Francia, y Turquía).

La guerra no sólo ha despertado ambiciones que datan del inicio del siglo XX sino que los protagonistas que no han sufrido la derrota en carne propia no están dispuestos a abandonar la lucha.

Parece estúpido reiniciar a partir de cero una guerra ya perdida por los yihadistas. La presencia rusa en el terreno hace ahora imposible la confrontación directa. Siria no ha podido ser barrida, su población es ahora más aguerrida y está más dispuesta a continuar la resistencia frente a la agresión exterior, además los sirios están ahora mucho mejor armados que antes. Pero lo fundamental es que la población siria ha reflexionado mucho y es ahora mucho menos manipulable que en 2011. Sin embargo, la retórica política occidental ha vuelto nuevamente a su antiguo mantra de «Bachar tiene que irse».

Lo lógico sería que el conflicto pase ahora a otro terreno. El almirante Cebrowski planeaba llevar la guerra, en una segunda fase, al Asia Central y el sudeste asiático. Pero sus sucesores tienen que acabar antes con el Medio Oriente ampliado. En este momento están tratando de reavivar el incendio iraquí, como puede verse con el espectacular cambio de posición del gobierno del presidente iraní Hassan Rohani [20] y los motines registrados en Basora.




ANEXOS


De qué manera la administración de la ONU organiza la guerra
DOCUMENTO INTERNO DE LA ONU

El documento interno de la ONU demuestra que la administración de las Naciones Unidas actúa en contra de los objetivos de la organización internacional. La situación es tan grave que se impone una explicación del secretario general, Antonio Guterres, explicación ya exigida en estos días por el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov. A falta de esa explicación, los Estados miembros podrían poner en tela de juicio la viabilidad de la ONU.

El ex asistente de la secretaria de Estado Hillary Clinton, Jeffrey Feltman, presta juramento, el 2 de julio de 2012, sobre la Carta de las Naciones Unidas y ante el corrupto Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.


En octubre de 2017, el subsecretario general de la ONU a cargo de los Asuntos Políticos, el estadounidense Jeffrey Feltman, redactaba en secreto una serie de instrucciones dirigidas a todos los órganos de la ONU sobre la actitud que debían adoptar en relación con el conflicto en Siria.

Los Estados miembros de la ONU, ni siquiera los miembros del Consejo de Seguridad, nunca fueron informados de la existencia de esas instrucciones, hasta que el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, las reveló, el pasado 20 de agosto [21].

La Red Voltaire obtuvo una copia de esas instrucciones [22].

El contenido de ese documento está en contradicción flagrante con los principios recogidos en la Carta de las Naciones Unidas [23], cuyas prioridades invierte. Mientras que la Carta de las Naciones Unidas estipula que el principal objetivo de la ONU es «mantener la paz y la seguridad internacionales», las instrucciones de Feltman anteponen a ese objetivo el «respeto de los derechos humanos». En resumen, esos derechos se utilizan como instrumento contra la paz.

La expresión «derechos humanos» ya existía antes de que se le hallara un sentido jurídico –o sea antes de que se pudiera utilizar en un tribunal. El ministerio británico de Exteriores la utilizó frecuentemente, en el siglo XIX, para justificar algunas de sus guerras. Por ejemplo, asegurando que era por los derechos humanos que el Reino Unido estaba dispuesto a luchar contra el imperio otomano. En realidad, se trataba de un enfrentamiento entre dos imperios con intereses opuestos. Los pueblos supuestamente «liberados» por Londres no fueron nunca más felices bajo el imperio británico que bajo el otro imperio. En el siglo XX, los «derechos humanos» fueron inicialmente la marca de fábrica de las ONGs «sin fronteras», antes de convertirse en el eslogan de los trotskistas que habían acabado poniéndose del lado de la CIA: los neoconservadores.

La Carta de las Naciones Unidas menciona 6 veces la expresión «derechos humanos», pero no la convierte en un ideal en sí. Sólo la paz puede garantizar el respeto de los derechos humanos. La guerra –¿acaso hace falta recordarlo?– es un periodo caótico que anula los derechos individuales. Es una situación terrible en la que hay que aceptar el sacrificio de muchos para salvar todo un pueblo.

Es precisamente por eso que existe una diferencia entre la policía y el ejército. La policía protege los derechos individuales mientras que el ejército protege los derechos colectivos. La policía tiene que respetar los «derechos humanos» mientras que el ejército puede verse obligado a ignorarlos. Parece que nuestros contemporáneos, postrados en su propio confort, han olvidado el sentido de esas diferencias elementales.

La evocación abusiva de los «derechos humanos» sirvió inicialmente de disfraz a las conquistas territoriales. Pero, hoy en día, su interpretación extremista se ha convertido en la ideología que justifica la destrucción de las estructuras mismas del Estado-nación. Tratan de convencernos de que, para que nuestros derechos sean respetados, tenemos que ser «ciudadanos del mundo» y aceptar una «sociedad abierta», «sin fronteras», bajo la administración de un «gobierno mundial».

Eso es ignorar la historia y la cultura de cada uno de esos «ciudadanos del mundo», imponerles lo que a nosotros nos parece mejor… para ellos.

En este nuevo documento de Jeffrey Feltman, los «derechos humanos» aparecen otra vez como pretexto. Este personaje fue miembro de la «Autoridad Provisional de la Coalición» –la denominación abusiva de una entidad que gobernó Irak siendo en realidad una empresa privada concebida según el modelo de la Compañía de Indias [24]–, mostrando así el poco respeto que sentía por los derechos de los iraquíes.

En el caso de Siria, Feltman expresó su verdadero objetivo en una serie de documentos conocidos como el «Plan Feltman» [25]. En ese «Plan», Feltman se plantea abrogar la soberanía del pueblo sirio e instaurar en Siria, como se hizo en Irak, una administración extranjera.

Ahora, Feltman escribe con la mayor tranquilidad:

«El Plan de Acción Humanitaria debe seguir siendo humanitario para garantizar que la ONU pueda llevar a cabo las actividades humanitarias esenciales para salvar vidas y garantizar las necesidades esenciales de los pobladores. Las actividades de desarrollo o de reconstrucción fuera de ellas deberán ser reflejadas en otros marcos que, por naturaleza, serán negociaciones más largas con los gobiernos. Eso es esencial habida cuenta de las cuestiones jurídicas y políticas complejas en juego.»

En otras palabras, “denle de comer a los refugiados pero no luchen contra el hambre que los atenaza, para que el hambre siga siendo para nosotros un argumento en las negociaciones con el Estado sirio”.

Jordanos, libaneses, turcos y europeos se sorprendarán al leer:

«La ONU no favorecerá el regreso de los refugiados y personas desplazadas pero apoyará a los repatriados para garantizar el carácter seguro, digno, informado, voluntario y duradero del regreso y de la reintegración, así como el derecho de los sirios a buscar asilo.»

O sea, retomando la teoría del profesor Kelly Greenhill [26], Feltman no desea ayudar a los exilados a regresar a su Patria sino que pretende utilizar el éxodo para debilitarla.

«La asistencia de las Naciones Unidas no debe beneficiar a las partes acusadas de haber cometido crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad», agrega Feltman, con lo cual prohíbe y condiciona toda ayuda a cualquier poder.

Y también plantea que «sólo cuando una transición política verdadera e inclusiva haya sido negociada por las partes estará la ONU dispuesta a facilitar la reconstrucción». Eso está muy lejos del ideal expresado en la Carta de las Naciones Unidas.

Thierry Meyssan


ANEXO
 Publicado por la Red Voltaire el  3 de septiembre de 2018

DOCUMENTO INTERNO DE LA ONU 

Parámetros y principios de la asistencia de la ONU en Siria
 por Jeffrey D. Feltman





La existencia de este documento interno de la ONU, redactado en inglés en octubre de 2017 por el subsecretario general de la ONU a cargo de los Asuntos Políticos, el estadounidense Jeffrey Feltman, fue revelada por el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, el 20 de agosto de 2018. La Red Voltaire ha logrado obtener una copia y ofrece su traducción íntegra.

Los parámetros y principios iniciales siguientes se aplicarán a todos los actores de las Naciones Unidas que operan en Siria para garantizar apoyo y asistencia a las personas necesitadas en todas las regiones de Siria. Obsérvese que estos parámetros y principios deben ser desarrollados aún más y exigirían igualmente la instauración de un proceso de diligencia razonable para garantizar su aplicación. Los principios y parámetros, incluyendo toda revisión ulterior, deben también ser conformes a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad.

Parámetros

• Las necesidades humanitarias que salvan vidas siguen siendo enormes en Siria y el aporte de asistencia por las vías más directas es aún crítico. Los principios humanitarios de neutralidad, imparcialidad e independencia se aplican a la ayuda humanitaria vital así como a las actividades de recuperación rápida y de resistencia con objetivos humanitarios. La ONU, con el compromiso activo del Secretario General, se esforzará por garantizar el máximo de ayuda humanitaria en Siria, incluso por la vía más directa, asegurando la no injerencia en sus operaciones, para apoyar las operaciones planteadas en el Plan de Respuesta Humanitaria (HRP).
• El HRP debe seguir siendo humanitario para garantizar que la ONU pueda cumplir las actividades humanitarias esenciales para salvar vidas y garantizar las necesidades esenciales de los pobladores. Las actividades de desarrollo o de reconstrucción fuera de ello tendrán que ser reflejadas en otros marcos que, por naturaleza, serán negociaciones más largas con los gobiernos. Eso es esencial habida cuenta de las complejas cuestiones jurídicas y políticas en juego.
• Las actividades de recuperación rápida y de resistencia en Siria, tal y como se hallan actualmente definidas en el HRP, ofrecen la posibilidad de ir más allá de la ayuda vital inmediata y de ofrecer condiciones de vida mínimas a las comunidades locales afectadas.
• La ONU se expresará a favor de una gama completa de soluciones duraderas para las personas desplazadas y los refugiados en toda Siria, apoyará a las comunidades que los acogen y estimulará enfoques basados en los derechos, conforme al derecho y las normas internacionales. La ONU no favorecerá el regreso de los refugiados y de las personas desplazadas pero respaldará a los repatriados con vista a garantizar el carácter seguro, digno, informado, voluntario y duradero del regreso y de la reintegración, así como el derecho de los sirios a buscar asilo.
Sólo cuando una transición política verdadera e inclusiva se haya negociado entre las partes, la ONU estará dispuesta a facilitar la reconstrucción.

Principios

Las actividades anteriormente mencionadas se realizarán según los siguientes principios:

• Teniendo en mente principios de neutralidad, imparcialidad e independencia y respetando principios básicos de un enfoque basado en los derechos humanos para su programación, incluyendo participación, empoderamiento, apropiación local y sostenibilidad.
• La asistencia debe priorizarse en función de las necesidades de la población (por encima de lo que oriente el gobierno), poniendo particular énfasis en las necesidades de los grupos e individuos vulnerables, de forma tal que se protejan los derechos humanos.
• Debe entregarse de manera justa, equitativa, no discriminatoria y no polítizada.
• La ONU debe trabajar directamente con las comunidades y familias de manera tal que la asistencia de las Naciones Unidas se entregue uniformemente en toda Siria, independientemente de las zonas de influencia.
• La ONU debe examinar cuidadosamente las implicaciones en materia de derechos humanos y de protección, especialmente en cuanto a dónde y cómo se otorga asistencia. La ayuda de la ONU no debe beneficiar a partes acusadas de haber cometido crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad.
• La asistencia de las Naciones Unidas debe determinarse consciente y explícitamente, sin que perjudique los objetivos de responsabilización por serias violaciones de los derechos humanos ni los objetivos tendientes a un arreglo legítimo, equitativo y sustentable.
• Las necesidades específicas y vulnerabilidades de las mujeres deben estar en primera línea de la planificación e implementación de la respuesta de la ONU.

Implementación de los próximos pasos

• Un grupo de trabajo multidisciplinario bajo los auspicios del Grupo de Trabajo Inter-Agencias de la ONU en Siria (IATF) se encargará de monitorear la observancia de los principios y parámetros adoptados por el sistema de las Naciones Unidas en esta estrategia, incluyendo los derechos políticos, legales y humanos, así como los aspectos humanitarios y en materia de desarrollo, y rendirá cuenta sobre ello al Secretario General.
• Las agencias, fondos y programas de la ONU tendrán que reforzar el control interno, la observación y seguimiento sobre la implementación de los programas de la ONU y de sus asociados en Siria con vista a adoptar todas las medidas razonables para evitar que la asistencia se desvíe o que se obstaculice.
• Será necesaria una consulta que evalúe las necesidades para tener en cuenta necesidades y principios fundamentales, incluyendo futuras expectativas. Habrá que aplicar normas rigurosas de diligencia razonable, basadas en los principios de la Política de Debida Diligencia en Derechos Humanos.
• La ONU aplicará los Principios Directivos de las Naciones Unidas para Negocios y Derechos Humanos en todos los aspectos de su trabajo en Siria, incluyendo la planificación post-acuerdo.
• Las modalidades de financiamiento de la ONU tendrán que ser independientes del gobierno y de los donantes, en la medida de lo posible. En ese contexto, la ONU, con el compromiso activo y la argumentación del Secretario General, se esforzará en garantizar un apoyo adecuado de los donantes.

Estos parámetros aceptados servirán de base a posiciones comunes y a una argumentación coordinada con los principales Estados miembros y donantes.

Jeffrey D. Feltman


Documentos adjuntos


 
 Haga click en el siguiente enlace:
Parameters and Principles of UN assistance in Syria (Octubre de 2017)

Original versión.

¿Quién quiere reactivar la guerra en Siria?
Salir de la guerra contra Siria
De qué manera la administración de la ONU organiza la guerra


NOTAS:

[1] La BBC es el órgano público de difusión del Reino Unido.
[2] Radio Free Europe/Radio Liberty es una radio pública creada por la CIA en tiempos de la guerra fría y financiada por el Congreso de Estados Unidos.
[3] Tanto BuzzFeed como el Huffington Post fueron creados por el empresario estadounidense Jonah Peretti. Ambos medios siguen actualmente una misma línea editorial violentamente anti-Trump y anti-rusa.
[4] «Discours d’Emmanuel Macron à la Conference del ambassadeurs et des ambassadrices», Réseau Voltaire, 27 de agosto de 2018.
[5] El presidente Trump está tratando de adaptar la política estadounidense a los intereses de su país. Sus predecesores –George W. Bush y Barack Obama– estaban en realidad al servicio de la finanza transnacional y destruyeron conscientemente la economía de su propio país. Nota del Autor.
[6] «El proyecto militar de Estados Unidos para el mundo», por Thierry Meyssan, Haïti Liberté (Haití), Red Voltaire, 22 de agosto de 2017.
[7] “Syria Accountability and Lebanese Sovereignty Restoration Act”, Voltaire Network, 12 de diciembre de 2003.
[8] La guerra civil libanesa (1978-1990) se había terminado con la firma de los Acuerdos de Taif. A pedido de la Liga Árabe y con la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, el Ejército Árabe Sirio acudía entonces en auxilio del Ejército libanés, para ayudarlo a desarmar las milicias surgidas durante la guerra civil, y posteriormente estabiliza el país actuando como Fuerza de Mantenimiento de la Paz. Pero más tarde, Israel acusará a Siria de haber ocupado el Líbano, lo cual es una falsedad. Nota del Autor.
[9] «Revelaciones sobre el asesinato de Rafic Hariri», por Thierry Meyssan, Оdnako (Rusia), Red Voltaire, 29 de noviembre de 2010.
[10] L’Effroyable Imposture, Tome 2, Thierry Meyssan, éditions Alphée, 2007. Existe una edición en español de este libro, el mejor y más documentado sobre la invasión israelí de 2006 contra el Líbano. Una reedición actualizada se publicará próximamente en francés. El autor no aconseja la lectura de la edicion en árabe, que adolece de graves problemas de traducción. Nota de la Red Voltaire.
[11] Es importante recordar que la expresión latina sui generis significa algo así como sin igual, único, inclasificable o incomparable con otra cosa. Nota del Autor.
[12] «Armamento por miles de millones de dólares utilizado contra Siria», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 18 de julio de 2017.
[13] Según un testigo presente en el lugar, ese es el verdadero sentido de la declaración de Laurent Fabius, entonces ministro de Exteriores de Francia, en la conferencia de los «Amigos de Siria», realizada en Marrakech. Fabius declaró el 13 de diciembre de 2012 que «al-Nusra está haciendo un buen trabajo», en otras palabras “nuestros mercenarios de al-Qaeda están prestándonos –a Francia y al Consejo de Cooperación del Golfo– el servicio que nosotros estamos pagándoles”. Nota del Autor.
[14] “A Strategy for Israel in the Nineteen Eighties (The “Yinon Plan”)”, por Oded Yinon, Kivunim (Israel), Voltaire Network, 1º de febrero de 1982.
[15] «A Clean Break, a New Strategy for Securing the Realm», Institute of Advanced Strategic and Political Studies, Jerusalén-Washington.
[16] Ver los emails del ministerio británico de Exteriores revelados en 2005 por Derek Pasquill.
[17] «Il faut envoyer l’ONU pour pacifier la Syrie», Declaraciones de Giscard d’Estaing a Henri Vernet y Jannick Alimi, Le Parisien, 27 de septiembre de 2015.
[18] «Serment national turc», Réseau Voltaire, 28 de enero de 1920.
[19] “Stability, America’s Ennemy”, Ralph Peters, Parameters, invierno de 2001-02, de la página 5 a la 20. «Blood borders: How a better Middle East would look», Ralph Peters, Armed Forces Journal, junio de 2006.
[20] «Espectacular giro del presidente-jeque Hassan Rohani», Red Voltaire, 9 de septiembre de 2018. 
[21] “Sergey Lavrov news conference with Gebran Bassil”, por Sergey Lavrov, Voltaire Network, 20 de agosto de 2018; «Lavrov revela que Guterres es un títere al frente de la ONU», Red Voltaire, 22 de agosto de 2018.
[22] «Parámetros y principios de la asistencia de la ONU en Siria», por Jeffrey D. Feltman, Red Voltaire, 3 de septiembre de 2018.
[23] «Charte des Nations unies», Réseau Voltaire, 26 de junio de 1945.
[24] «¿Quién gobierna en Irak?», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 31 de mayo de 2005.
[25] “Draft Geneva Communique Implementation Framework”, “Confidence Building Measures”, “Essential Principles”, “Representativeness and Inclusivity”, “The Preparatory Phase”, “The Transitional Governing Body”, “The Joint Military Council and Ceasefire Bodies”, “The Invitation to the International Community to Help Combat Terrorist Organizations”, “The Syrian National Council and Legislative Powers during the Transition”, “Transitional Justice”, “Local Governance”, “Preservation and Reform of State Institutions”, “Explanatory Memorandum”, “Key Principles revealed during Consultations with Syrian Stake-holders”, “Thematic Groups” (documentos no publicados). «Alemania y la ONU contra Siria», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 28 de enero de 2016.
[26] “Strategic Engineered Migration as a Weapon of War”, Kelly M. Greenhill, Civil War Journal, Volume 10, Issue 1, julio de 2008.

AddToAny