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20 noviembre 2021

Meditaciones sobre la "verdad" del magnicidio de JFK


por Tito Andino

Resumen y recopilación de textos


"Conspiracy" es una destacable figura jurídica en el derecho anglosajón -common law-, por lo mismo, no se debe ridiculizar las hipótesis sobre conspiraciones planteadas por serias y experticias investigaciones. Las denominadas "teorías de la conspiración" no pueden confundirse con la difusión desinformativa llamada popularmente "conspiranoia", estimulada incluso por el Poder, cuyo obscuro propósito es evidente.
 

Sería absurdo intentar escribir un nuevo ensayo sobre el asesinato de John F. Kennedy, uno de los casos más polémicos de un largo dossier de crímenes en la nación estadounidense y del mundo. Revisarlo desde otra perspectiva es lo más recomendable a pesar de haber sido profusamente investigando. En apariencia el caso está "resuelto" y confirmado por la desclasificación de documentos que "prueban" la versión oficial. Entonces, ¿por qué deberíamos confiar en investigaciones independientes; y, sobre todo, en qué mismo debemos creer?


Lejos de la celebración de los poderosos medios de comunicación estadounidenses -"prensa libre"-por difundir la "verdad", el magnicidio de JFK sigue manteniendo el estatus de caso sin resolver, lo que comúnmente suele denominarse "teorías de la conspiración".  

En principio, dentro del aspecto puramente científico de la criminología y la ciencia forense se han ido descartando hipótesis e investigaciones de campo. Con el tiempo cada teoría se transformó en una pista aceptada, pero suelen estar basadas en pura especulación sin nada que la sustente. Así han surgido artículos de periodismo investigativo afirmando (de buena fe) poseer información privilegiada aún no verificada, mientras otras no tenían más respaldo que simple información falsa. 

Lastimosamente, el asesinato de un mandatario -en ejercicio de sus funciones- se transformará en un caso político sujeto a todo tipo de elucubraciones. De esa manera, la verdadera conspiración se transformó en una secuela inacabable de desinformación para todos los gustos: verdades oficiales a medias y las no tan oficiales, conspiranoia pura y chifladuras totales. Esto queda reflejado en decenas de libros, miles de artículos de prensa, documentales, películas, etc., que en muchos de los casos tienden a desinformar o distraer a la opinión pública

Así, resulta difícil recopilar todas las hipótesis planteadas (puede hacerse) desde los archivos del Gobierno Federal, Comisión Warren, las contradictorias historias sobre Lee Harvey Oswald (¿realmente el culpable, hubo más de un tirador?), la insatisfacción del "Estado Profundo", los servicios secretos, la Reserva Federal, Richard Nixon, la conexión texana (Lyndon B. Johnson-Billie Sol Estes), Lyndon B. Johnson y ex convictos francotiradores, la CIA, la CIA junto a exiliados cubanos, la CIA y el crimen organizado, la Mafia y el FBI  (J. Edgar Hoover), las aparentes alianzas o hasta rivalidades entre la mafia y anticastristas (tenemos hasta documentales extranjeros afirmando que Cuba estuvo detrás del asesinato, o que todo fue una conspiración mafiosa), la conspiración israelí, las organizaciones soviéticas, Fidel Castro, etc., etc. 

Las teorías de la conspiración -fundadas o infundadas- causaron revuelo en las últimas décadas. Serias páginas Web (no las mencionaré) recogen hechos legítimos relacionados con el delito y respaldan el caso de conspiración contra la víctima del atentado; aparentemente hasta las pruebas físicas de la muerte de JFK han sido manipuladas (básica evidencia de la autopsia y las heridas en el cráneo). En contrario, sobreabunda una preocupante cantidad de desinformación (¿expresamente orquestada?) con ridículas "teorías" que por respeto a la seriedad de este post tampoco serán recordadas (ejemplo: los Iluminati, los reptilianos...), solo con decir que el caso puede ser resuelto por psíquicos... si así requiriere la justicia. 

Viene siendo fácil para un desinformador inventar una rica historia que desorienta y prepara varias versiones diferentes de la "historia" con 'hechos' nuevos que le apoyen. Esos relatos suelen combinar datos verificables y mentiras inteligentemente diseñadas, de esa forma las personas que comprueban los 'hechos' tienden a creer las mentiras mezcladas.



Aquí no podemos resolver el crimen, ni creemos que nadie llegará a la historia final "definitiva". ¿Alguien podrá hacerlo? Si la justicia (un tribunal) no ha resuelto el caso procesalmente, ni las Comisiones Oficiales de Investigación (Comisión Warren y otras) más bien ocultan evidencia, no queda otro camino (para confrontar todas las teorías) que confiar en las hipótesis de serios, honrados y críticos investigadores independientes -por fortuna son una legión de experticias en diversas disciplinas- con acceso a recursos vedados al resto. 

Debido a que los archivos desclasificados (a cuenta gotas) en 2017 solo proporcionan documentos que respaldan la conclusión del asesino solitario (Oswald) de la Comisión Warren, y que se sigue negando el acceso a otra información clave (documentos bajo la etiqueta de secreto por razones de seguridad nacional), debemos plantearnos estudiar el caso bajo parámetros de la especulación lógica. Aquí cito al reconocido periodista francés Sylvain Laforest (en su análisis investigativo del enigmático caso Hess): 

"Tenemos que aceptar que solo una teoría es correcta, pero también que esta teoría no tendrá mucha evidencia sólida para respaldarla hasta que los documentos clasificados se publiquen al público. Por tanto, el objetivo es encontrar la más probable. Tenemos que confiar en el análisis lógico, pero sobre todo, la evidencia circunstancial puede arrojar un rayo de luz mágico y revelar la verdad... He llegado a una conclusión que nunca antes se había verbalizado. De hecho, nadie estaba ni siquiera cerca de la verdad. Pero es la única que resiste el escrutinio del contrainterrogatorio de las circunstancias..." 

Bien, tengamos en cuenta las circunstancias lógicas y la principal es que el establishment quería acabar con Kennedy. Que, ¿quién lo ordenó? independientemente de si tal o cual persona u organización, podría ser hasta relativo. Quién lo mató no es que sea irrelevante (es revelador), lo trascendental es encontrar el ¿qué causó su muerte? El qué podría ayudar a responder el quién. En el caso JFK, esas conclusiones planteadas como plausibles hipótesis serán abordadas en la segunda parte de este reportaje.


"Se busca por traición". Panfleto que circuló el 21 de noviembre de 1963. (Ponga atención en los "cargos" del texto en inglés).

Por el momento volvamos a nuestras especulaciones lógicas. Dentro del complejo tema de las conspiraciones reales y la metódica desinformación, el Dr. Gary G. Khols nos ayuda a visualizar los cuestionamientos planteados. 

El Dr. Khols (estadounidense), médico jubilado, ha estado bajo fuerte crítica de académicos y médicos, siendo un concurrente blanco de la propaganda de sectores oficiales del gobierno de los Estados Unidos. Sus publicaciones aparecen en la revista "Deluth READER", tanto el medio como el Dr. Khols son calificados por sus oponentes como charlatanes "antivacunas" y chiflados que difunden peligrosas desinformaciones (teorías conspiranoicas).

El Dr. Khols ha planteado preguntas legítimas sobre dudosas narrativas oficiales destinadas a desinformar a la opinión pública, afirma que "la ´teoría de la conspiración´ es un término que infunde miedo y ansiedad en los corazones de la mayoría de las figuras públicas, en particular de periodistas y académicos. Desde la década de 1960, la etiqueta se ha convertido en un dispositivo disciplinario que ha sido abrumadoramente efectivo para definir ciertos eventos como fuera de los límites de la investigación o el debate, especialmente en los Estados Unidos".


El documento de la CIA, 1035-960, jugó un papel definitivo al hacer del término 'teoría de la conspiración' un arma que se debe usar contra casi cualquier individuo o grupo que cuestione los programas y actividades cada vez más clandestinos del gobierno.

 

Respecto al tema central, el Dr. Khols escribió una pequeña crítica sobre el caso JFK, "The ‘Lone Gunman’, the Assassination of JFK and the ‘Vegas Massacre’" (2017) (traducción literal: "El 'pistolero solitario', el asesinato de JFK y la 'masacre de Las Vegas' "). Repasemos sus comentarios.


"Sabremos que nuestra campaña de desinformación está completa cuando todo lo que el pueblo estadounidense cree es falso". – William Casey, Director de la CIA bajo Ronald Reagan (1981)

 

Han pasado 58 años desde el 22 de noviembre de 1963, fecha del asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy en Dallas, Texas. Muchos testigos presenciales que estaban en la escena escucharon claramente disparos de rifle provenientes del "nudo cubierto de hierba" en Dealey Plaza.

Desde ese fatídico día, cada patriota estadounidense atento, alerta, no distraído y en busca de la verdad que quiere y necesita saber la verdad del asunto ha estado haciendo preguntas y haciendo investigaciones independientes porque no creen en la historia oficial y aprobada. Con cada respuesta engañosa, desdeñosa o falsa, estos patriotas saben que están siendo engañados por la increíble historia que se les está dando.

Ser tratados como ignorantes o "teóricos de la conspiración" tiene una forma de energizar a las personas inteligentes que han visto a través de los intentos oficiales de ofuscación, por lo que cada vez más personas inquisitivas están perdiendo la confianza en las élites demasiado privilegiadas y a menudo sociópatas, mentirosas en serie, políticas, corporativistas, multimillonarios, militaristas, cabezas parlantes, celebridades y otros supuestos líderes.

También me he animado a descubrir la verdad sobre qué conspiradores institucionales o individuales estaban detrás de los planes obvios y censurados para asesinar a JFK, MLK, RFK y las muchas operaciones de bandera falsa (que por definición son conspiraciones) que, por ejemplo, justificaron el bombardeo de Vietnam del Norte (incidente del Golfo de Tonkin) y la invasión de Afganistán e Irak (las demoliciones controladas del 9/11/01). Ser tratados con desdén por las élites que tienen mucho que perder (y sus trolls pagados), es la razón por la que los buscadores de la verdad del 9/11 son investigadores tan comprometidos.

Durante los más de 50 años transcurridos desde el asesinato de Kennedy (que podría considerarse legítimamente un golpe de Estado), muchos investigadores honorables, patrióticos e independientes han descubierto una gran cantidad de verdades documentadas que han puesto en duda o contradicho directamente las conclusiones de "no conspiración" sobre el "pistolero solitario Lee Harvey Oswald" o el "pistolero solitario James Earl Ray" (el asesino falsamente acusado de MLK), el "pistolero solitario Sirhan Sirhan" (uno de los asesinos de RFK) o, para el caso, James Holmes (el "tirador de Batman" de Aurora - Colorado, que sin duda no actuó solo) o Stephen Paddock (el "tirador de Las Vegas" que parece que era solo un patsy (chivo expiatorio) en lugar de ser uno de varios tiradores).

Cada intento de investigadores independientes de proporcionar pruebas documentales que contradigan las historias oficiales de las agencias gubernamentales, sobre la participación de la agencia o de que hubo más de un tirador- provoca indignación falsa e intentos vigorosos de desacreditar al denunciante o desacreditar cualquier información incriminatoria.

El mismo tipo de intentos de desacreditar ocurre todo el tiempo cuando se expone la corrupción en las grandes empresas. Todas las grandes empresas tienen cabilderos a tiempo completo que están bien ubicados en posiciones de poder. Se supone que estos cabilderos / trolls, como parte de su descripción de trabajo, ofuscan o contradicen cualquier información no deseada que debilite la rentabilidad de su corporación.

Tales "trolls" a menudo han desarrollado cuidadosamente relaciones acogedoras con políticos, agencias burocráticas y los principales medios de comunicación, lo que les da un poderoso control sobre cualquier mensaje que llegue al público. Lo mismo sucede en los consultorios médicos, cuando las grandes farmacéuticas "represen" el vino y nos cenan a los médicos para que escuchemos sus argumentos de venta. Esta técnica tradicional ha sido utilizada por los vendedores de aceite de serpiente desde tiempos inmemoriales y ayuda a explicar cómo es que la legislación pro-corporativa recibe un trato tan favorable en los cuerpos legislativos por parte de los políticos cuyos pagadores exigen sutilmente un retorno de su "inversión" (es decir, el pago de su soborno / donaciones de campaña). El que paga manda.

Los grupos activistas por la paz y la justicia también han aprendido lecciones similares, teniendo que soportar repetidamente a los "agentes provocadores" del FBI o del servicio secreto que se infiltran en sus grupos para espiarlos o para que participen en actividades dudosas que podrían conducir a cargos legales.


      La Plaza Dealey (fotografía de 2003, Wikipedia).

La administración Trump intentó aceptar la publicación legal de algunos de los documentos de la Comisión Warren previamente de alto secreto y censurados que fueron sellados del escrutinio público después de que se completaron sus infames audiencias. Se había legislado que la publicación de los documentos se produciría después de que hubieran pasado 25 años, pero todas las administraciones posteriores habían retrasado repetidamente desde el año 1980. Como se ha vuelto obvio, la CIA y el FBI han sido muy selectivos en los documentos que se publicaron. Conociendo la naturaleza del Estado Profundo que está en control de nuestra supuesta democracia, nunca sabremos todo lo que necesita ser conocido para dar sentido a nuestra historia.

Planificar y ejecutar conspiraciones secretas es lo que hacen todas las agencias de espionaje, y la CIA y el FBI no son una excepción; y como se niegan a hablar y revelar de qué se tratan esas conspiraciones, el deber de cualquiera que sea un buscador de justicia es investigar los secretos. Por lo tanto, ser un teórico de la conspiración es un esfuerzo honorable, especialmente cuando los conspiradores pueden estar realizando actividades poco éticas o encubrimientos de crímenes. (NdelE: Obviamente el Dr. Khols rechaza la conspiranoia. Y se debe recordar que "conspiracy" es una destacable figura jurídica en el derecho anglosajón -common law-)

La Comisión Warren fue encargada de investigar el asesinato de JFK, pero todos los nombramientos recayeron en rabiosos Guerreros Fríos. La decisión de considerar ciertos testimonios como un problema de seguridad nacional de alto secreto se produjo porque los miembros de la comisión sintieron que los contribuyentes ingenuos y de mente simple no podíamos manejar la verdad. En cambio, temerosos de incurrir en la ira de su propia CIA (¿o arriesgarse a asesinarse ellos mismos?) la comisión conspiró criminalmente para ocultar las horribles verdades sobre la participación de la CIA y el FBI en el asesinato de JFK.

Conociendo el historial de las muchas operaciones encubiertas que las agencias de inteligencia estadounidenses han orquestado en todo el mundo desde la Segunda Guerra Mundial, no hay políticos que se hayan opuesto al poder o las agendas de la CIA o el Pentágono (Paul Wellstone fue el último). JFK proclamó que iba a "aplastar a la CIA en un millón de pedazos y dispersarla al viento" y todos los políticos que de manera similar querían "drenar el pantano" en Langley o el Pentágono han aprendido la lección sobre quién está realmente a cargo en el DC.

Hasta aquí el Dr. Khols.


Miembros de la Comisión Warren el 23 de septiembre de 1964. © Bettmann / CORBIS. Gerald R. Ford (1913-2006) (Michigan); Hale Boggs (1914-1972) (Louisiana); Richard B. Russell (1897-1971) (Georgia); Earl Warren (1891-1974), Presidente del Tribunal Supremo de los Estados Unidos (1953 a 1969); John Sherman Cooper (1901-1991) (Kentucky); John J. McCloy (1895-1989), ex presidente del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y Alto Comisionado de los Estados Unidos para Alemania después de la IIGM; Allen W. Dulles (1893-1969), ex director de la CIA; J. Lee Rankin (1907-1996) Consejero general de la Comisión. 


Por otro lado, en un artículo sobre el asesinato de JFK escrito por Paul Craig Roberts (2017) "The Kennedy Assassination" (El asesinato de Kennedy) el autor se dirige a sus lectores, leamos:

"Estimados lectores, algunos de ustedes me están presionando para que continúe con la historia del tiroteo de Las Vegas (evidencia balística que demuestra que múltiples tiradores usan diferentes armas en diferentes lugares – Nota GGK) mientras que otros están pidiendo saber qué hacer con la publicación de archivos relacionados con el asesinato del presidente Kennedy. Agradezco que esté interesado y no esté satisfecho con las explicaciones oficiales.

Mi respuesta es que ya sabemos, gracias a libros exhaustivamente investigados como "JFK and the Unspeakable" -JFK y lo indecible- (Simon & Schuster, 2008) de James W. Douglass, mucho más de lo que está en los archivos publicados.

Mi respuesta también es que no importa lo que sepamos o cuáles sean los hechos, la historia oficial nunca se cambiará. Mi respuesta también es que es mejor dedicar tiempo a tratar de evitar conspiraciones en ciernes, como el flujo interminable de mentiras y acusaciones contra Rusia que están convirtiendo a un país amigo en un enemigo y renovando el riesgo de armagedón nuclear. De hecho, la mayor teoría de la conspiración de la actualidad es la que emana del complejo militar / de seguridad, el Comité Nacional Demócrata y los medios de prensa que Rusia, en connivencia con Donald Trump, hackeó las elecciones presidenciales de los Estados Unidos.

El gobierno ruso sabe que esto es una mentira, y cuando ven una mentira repetida sin cesar durante un año sin una pizca de evidencia que la respalde, el gobierno ruso naturalmente concluye que Washington está preparando al pueblo estadounidense para la guerra. No puedo imaginar una política más imprudente e irresponsable que destruir la confianza de Rusia en las intenciones de Washington. Como dijo Putin, la principal lección que la vida le ha enseñado es que "si una pelea es inevitable, golpea primero".

 

Si realmente quiere saber quién mató al presidente Kennedy y por qué, lea "JFK and the Unspeakable". Sí, hay otros libros cuidadosamente investigados que puede leer.


Douglass concluye que Kennedy fue asesinado porque se volvió hacia la paz. Iba a trabajar con Jruschov para poner fin a la Guerra Fría. Rechazó la cobertura aérea estadounidense de la CIA para la invasión de Bahía de Cochinos. Rechazó la Operación Northwoods del Estado Mayor Conjunto, un plan para llevar a cabo ataques de bandera falsa contra los estadounidenses que se culparía a Castro para justificar el cambio de régimen. Se negó a volver a nombrar al general Lyman Lemnitzer como presidente del Estado Mayor Conjunto. Le dijo al comandante de la Marina de los Estados Unidos, el general David Shoup, que estaba sacando a los Estados Unidos de Vietnam. Dijo que después de su reelección iba a "romper la CIA en mil pedazos". Todo esto amenazaba el poder y las ganancias del complejo militar / de seguridad y convenció a los elementos militares / de seguridad de que era blando con el comunismo y una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos.

La película de la caravana tomada por Zapruder muestra que la bala que mató a Kennedy lo golpeó desde el frente, volando la parte posterior de su cabeza. Se puede ver a la esposa de Kennedy, Jackie, alcanzando desde el asiento trasero el maletero de la limusina para recuperar la parte posterior de su cabeza. Otras películas turísticas muestran momentos antes del disparo a los agentes del Servicio Secreto siendo ordenados fuera de la limusina presidencial para que sea posible un tiro claro contra Kennedy. La película muestra a un agente del Servicio Secreto protestando por la orden.

La "evidencia" médica de que Kennedy fue golpeado por la espalda fue falsificada por médicos bajo órdenes. Los miembros del cuerpo médico de la Marina que ayudaron a los médicos de la Marina con la autopsia testificaron que estaban consternados por las órdenes del almirante Calvin Galloway de ignorar las heridas de entrada desde el frente. Uno de los miembros del cuerpo testificó que "de repente entendí que mi país no era mucho mejor que un país del tercer mundo. Desde ese momento, no he tenido confianza, ni respeto por el gobierno".

El Dr. Charles Crenshaw, uno de los médicos obligados a mentir, más tarde rompió su silencio con un libro y fue recompensado con una feroz campaña mediática para desacreditarlo.

El teniente comandante William Pitzer, director del Departamento Audiovisual del Hospital Naval de Bethesda, filmó la autopsia. La película mostraba claramente la herida de entrada desde el frente. Pitzer fue encontrado muerto a tiros en el piso del estudio de producción del Centro Médico Naval Nacional. Se dictaminó un suicidio, como siempre.


Fotografía de la cabeza de JFK después de la autopsia.

J. Edgar Hoover y el FBI sabían que Oswald, quien Douglas cree que estaba en la nómina tanto de la CIA como del FBI, fue enviado a Cuba por la CIA con el fin de establecer la historia para el papel que Oswald no sabía que se estaba preparando para él. Sin embargo, Hoover, junto con LBJ, Earl Warren y los miembros de la Comisión Warren entendieron que era imposible decirle al pueblo estadounidense que su presidente había sido asesinado por el ejército de los Estados Unidos y las agencias de seguridad de los Estados Unidos. En un momento arriesgado de la Guerra Fría, claramente habría sido imprudente destruir la confianza de los estadounidenses en su propio gobierno.

No soy un experto. No he pasado 30 años o más, como lo ha hecho Douglass, investigando, entrevistando a testigos, rastreando muertes inexplicables de testigos y reuniendo la voluminosa información disponible. Si desea saber qué sucedió, deje sus teléfonos inteligentes, cierre sus pantallas de video y lea el libro de Douglass o uno similar".

Hasta aquí Paul Craig Roberts. 


* Como documento anexo revisaremos en el post a continuación (publicado simultáneamente) un magistral resumen de Finian Cunningham (citado por Craig Roberts) del libro "JFK and the Unspeakable" (JFK y lo indecible)- de James W. Douglass. Cunningham detalla buena parte de la evidencia acumulada. Concuerda con todos los expertos que desde hace mucho señalaron que el informe de la Comisión Warren es un encubrimiento

Aquí encontrará que pudo haber sucedido...

Haga click AQUÍ para continuar la lectura.


Fuente de consulta:

The ‘Lone Gunman’, the Assassination of JFK and the ‘Vegas Massacre’

10 septiembre 2021

Criminales de guerra y nazis en la República Federal de Alemania




por Tito Andino

EL LIBRO MARRÔN

Criminales de guerra y nazis en la República Federal de Alemania 


No se está cargando contra todo el aparato estatal de la era nazi, millares de burócratas trabajaron como es habitual en cualquier parte, fueron funcionarios en la administración pública. Este artículo no puede referirse a otra cuestión que no sea sobre aquellos individuos que cobijaron el nazismo, vistieron su uniforme y debido a sus cargos (medios y altos) desarrollaron políticas de índole criminal, se adhirieron gustosos al programa nazi y cumplieron fielmente mandatos implícitamente ilegales; pese a ello, éstos "tecnócratas" fueron asimilados en la naciente RFA.


Curiosamente, a pesar de la amplia difusión de material documental sobre los criminales de guerra nazis y los denominados "asesinos de despacho", generalmente burócratas, políticos e industriales, sigue siendo desconocido para gran parte de la población en el mundo que un considerable número de funcionarios nazis de nivel medio y alto jamás fueron perturbados por sus acciones pasadas. No necesitaron huir de Alemania, vivieron con las garantías de seguridad que ofrece el estado y cobraron sus pensiones.

La siempre polémica "obediencia debida" fue su mejor defensa; a propósito la "ley" de obediencia debida es el mejor descargo invocado por los criminales de despacho en cualquier parte del mundo, en cualquier sistema, dictadura o ideología. (La "Obediencia Debida" como "justificante" de los crímenes de guerra fue una de las ponencias presentadas por el editor de este blog para la obtención del título de Doctor en Jurisprudencia). Hecha la aclaración, continuemos con los "queridos" nazis de despacho. 



Hablaremos de un libro -olvidado por los años-, en su tiempo se lo calificó como propaganda comunista al haber sido publicado en la otrora República Democrática de Alemania (RDA), investigación dirigida por Albert Norden: "Braunbuch - Kriegs- und Naziverbrecher in der Bundesrepublik: Staat - Wirtschaft - Verwaltung - Armee - Justiz - Wissenschaft" (título en inglés: Brown Book - War and Nazi Criminals in the Federal Republic: State, Economy, Administration, Army, Justice, Science); en castellano "LIBRO MARRÓN. Criminales de guerra y nazis en la República Federal: estado, economía, administración, ejército, justicia, ciencia" (editorial estatal de la RDA, 2 de julio de 1965). Norden argumenta una directa continuidad entre los gobiernos de Hitler y Adenauer, acusando a más de 2.000 políticos, funcionarios estatales y otras personas prominentes de la Alemania Federal de haber trabajado para el régimen nazi, no solo proporciona nombres y apellidos, rangos en las SS y otros organismos nazis, viene respaldado con documentación oficial. El libro tuvo varias ediciones en alemán y fue traducido a diez idiomas.


Albert Norden fue un comunista alemán, desde su juventud trabajó en ese sentido. Entre 1931 y 1933, fue editor de Rote Fahne (Bandera roja). Exiliado durante el nazismo y la guerra, regresó a Alemania en 1946, donde laboró para el gobierno de la RDA como periodista y profesor de Historia Moderna en la Universidad Humboldt. Integró el equipo de investigación sobre la guerra y los crímenes nazis, en la posguerra colaboró con el abogado de Berlín Oriental Friedrich Karl Kaul, en numerosos procedimientos antinazis en Alemania Occidental (juicio de Auschwitz, Dora, Treblinka). Pero también fue político, en 1955 era miembro del Comité Central del Partido de Unidad Socialista de Alemania (SED) y miembro del Politburó del partido (1958) con diversas responsabilidades de importancia en el gobierno.
 

Previo a su afamado libro que causó estragos en Alemania y Europa, con la ascensión al poder de los nazis, Norden fue parte de la investigación sobre los vínculos del NSDAP en el incendio del Reichstag (parlamento) en 1933, ese trabajo fue ampliamente leído en Europa "Braunbuch über Reichstagsbrand und Hitlerterror", 1933 (Libro marrón sobre el fuego del Reichstag y el terror de Hitler').


"El Libro marrón, el fuego del Reichstag y el terror de Hitler" es un libro publicado en París en agosto de 1933, escrito por Otto Katz (conocido como Andre Simone; Albert Norden colaboró en el trabajo). Expuso la tesis que los nazis habían provocado el incendio del Reichstag, 27 de febrero de 1933. Detrás del libro estaba el comunista alemán Willi Munzenberg. La portada fue diseñada por John Heartfield. Fue publicado en inglés en Gran Bretaña, septiembre de 1933, con prólogo de Dudley Leigh Aman, primer barón de Marley. En general, este Libro Marrón detalla los eventos que estaban ocurriendo en la Alemania de 1933 con respaldado documental: la quema de libros, la destrucción de universidades, los campos de concentración, el trabajo forzado, el uso de la excusa de "disparar mientras intenta escapar" para el asesinato político. Tales eventos llegaban por primera vez a la conciencia pública. En la versión inglesa Lord Marley describió el libro como "una contribución a la lucha contra el fascismo de Hitler. Esta lucha no está dirigida contra Alemania; es una lucha en nombre de la verdadera Alemania". En cuanto a la edición francesa, Ediciones Carrefour, París 1933, era una editorial de Willi Münzenberg militante del Partido Comunista de Alemania. El libro apareció poco antes del inicio del Reichstagsbrandprozess, en el que los nazis querían probar la causa del incendio a través de miembros de partidos de izquierda, en especial del Partido Comunista Alemán. El incendio del Reichstag fue muy conveniente, después del suceso se suspendieron las libertades civiles y se instaló la dictadura nazi. (El lector puede apreciar AQUÍ la obra del artista gráfico John Heartfield, autor de la portada del libro).


Hasta se puede señalar que el libro fue utilizado como medio de propaganda del gobierno de la RDA contra la RFA, pero las evidencias de Norden en el "Libro Marrón" (1965) no pudieron ser contradichas ni rebatidas, el documento no contiene calumnias ni mentiras, unos pocos errores en la lista de altos cargos nazis al servicio de Bonn se debieron a homónimos (sin ser la misma persona). En 2011 el Parlamento Alemán confirmó esos nombres y hasta agregó nuevos nombres de nazis reciclados que sirvieron al gobierno federal. Se debe destacar que gran parte de la investigación para el "Libro Marrón" fue llevada a cabo por Norbert Podewin, estudiante de historia en la Universidad Humboldt. En 2002, Podewin publicó la edición extendida de 1968 del "Libro Marrón".


Braunbuch. 1 febrero 2002, Edición ampliada en alemán de Norbert Podewin y Gerhard Dengler


En su tiempo, el libro de Norden provocó una crisis política y duras críticas a los diferentes gobiernos de la Alemania Federal de los años 60, se convirtió en referencia de la nueva izquierda alemana occidental que cuestionó la historiografía oficial sobre el período nazi. Movimientos políticos y sociales, así como los medios de comunicación, reaccionaron alterados, hubo una profunda conmoción social, ocasionando la renuncia de un gran número de funcionarios y ministros de la república federal

Nadie supuso que la segunda edición del "Libro Marrón" apareciese en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt de 1967, trastornando nuevamente la vida política y social. Un juez del distrito ordenó a la policía la confiscación del libro antes que culminara la exposición aduciendo tratarse de propaganda comunista (como afirmó el afectado canciller Kurt Georg Kiesinger); una espectacular operación de las fuerzas del orden tuvo lugar. Entre otras reacciones, para mitigar el efecto se editó -muy posteriormente-  un libro similar en Alemania Occidental del mismo nombre, pero destacaba el resurgimiento de los nazis en puestos de alto nivel en la RDA.


"Braunbuch DDR", de Olaf Kappelt 2009

Norden expuso su trabajo en 402 páginas (incluye anexos y documentos) con más de dos mil nombres de funcionarios nazis de nivel medio y alto que ostentaron cargos de importancia tanto en el régimen hitleriano como en la posguerra (años 50 y 60) en la República Federal Alemana. La lista comprende al menos 15 ministros y secretarios de estado; casi 900 funcionarios judiciales (fiscales, jueces y autoridades administrativas); 245 destacados miembros del Ministerio de Relaciones Exteriores; casi 300 altos mandos de la Policía y Servicio de Inteligencia, a más de 100 generales y almirantes de las Fuerzas Armadas. Insistimos que la veracidad de la información incriminatoria se respaldó en detalle con documentos de archivos oficiales, militares y de la Gestapo.

Ejemplos de conocidos personajes de la época: 


Heinrich Lübke, Presidente de la RFA (13 de septiembre de 1959 - 30 de junio de 1969) renunció unos meses antes del final de su mandato debido a las revelaciones sobre su pasado bajo el régimen nazi, él había jurado desde 1945 que había sido un miembro de la resistencia. El "Libro Marrón" destapó su pasado como arquitecto de campos de concentración y gerente de construcción en el centro de investigación del ejército en Peenemünde, y confidente de la Gestapo. 


Kurt Georg Kiesinger, Canciller de Alemania Federal (entre 1966 y 1969), afiliado al partido nazi desde 1933, confidente de Ribbentrop y Goebbels, estuvo a cargo de la propaganda extranjera en los territorios ocupados hasta 1945 desde el departamento de Radiodifusión del Ministerio de Asuntos Exteriores. Entre 1945 y 1946 internado en un campo de prisioneros y liberado por las autoridades aliadas. 


Hans Filbingeren, Ministro Presidente de Baden-Württemberg, (desde 1966 hasta 1978), vinculado al nazismo sirvió como juez naval hasta los últimos días de la guerra, dictando sentencias de muerte que solo se revelaron en 1978. Así como el Fiscal General Wolfgang Fraenkel, responsable de 50 sentencias de muerte dictadas por el tribunal nazi en Leipzig.


Hans Globke, jefe de la cancillería federal de Adenauer, renunció en 1963, antes de la publicación del "Libro Marrón", después de haber sido acusado por las autoridades de Alemania Oriental de participar en la redacción de las leyes raciales de Nuremberg. 

Sonados casos de "compatibilidad" de funciones fueron los del Dr. Theodor Oberländer (afiliado al NSDAP desde 1933)  No obstante su "rico" pasado, Oberländer, ex Gauleiter de Prusia Oriental que fundó el batallón de milicias "Nightingale" (ucranianos que masacraron a miles de civiles en Lviv y otras ciudades de Europa del Este y la URSS) y otros cargos relacionados, sirvió como oficial de inteligencia en el ejército de la RFA, y lo más asombroso es el cargo político que asumió en la posguerra, Ministro Federal para Personas Desplazadas, Refugiados y Víctimas de la Guerra (Segundo y Tercer Gabinete del Canciller Konrad Adenauer de 1953 a 1960 y miembro del Bundestag de 1953 a 1961). Fue despedido de su puesto en 1960, el "Libro Marrón" era contunde. 

Un colega en el mencionado cargo ministerial fue el ex juez de las SS en Polonia, Dr. Hans Krüger, nombrado Ministro Federal para Personas Desplazadas, Refugiados y Víctimas de la Guerra (desde el 17 de octubre de 1963 al 7 de febrero de 1964, Primer Gabinete del Canciller Ludwig Erhard y miembro del Parlamento de 1957 a 1965).


Hanns Martin Schleyer, presidente de la asociación alemana de empresarios, fue miembro de las SS desde 1933 hasta 1945 (SD-Servicio de Seguridad), involucrado en la persecución de líderes estudiantiles de izquierda, desde 1943 prestó servicio en el Protectorado de Bohemia y Moravia como responsable del control y saqueo de la industria en favor de la Alemania nazi. 

El Ministerio de Asuntos Exteriores de posguerra fue prolífero en reciclar a cultos funcionarios nazis de alto nivel, en ese ministerio se discutían los planes de dominación mundial, afloraron proyectos para apoderarse de países de Asia y África bajo control colonial de Inglaterra y Francia. Muchos de esos intelectuales no fueron perturbados y conservaron sus cargos o adjuntos a las misiones diplomáticas en la posguerra. Es curioso que el "Libro Marrón" confirma los parecidos y agresivos objetivos del Tercer Reich y los de Alemania de posguerra para asumir una mayor responsabilidad militar en el mundo, ese tono siguió conservando el viejo discurso de la Realpolitik del Imperio Alemán desde fines del siglo XIX hasta 1945. 

El capítulo del Libro sobre "Los diplomáticos de Ribbentrop en el servicio exterior del gobierno de Bonn" fue incorporado a una investigación en 2010, "La Oficina y el Pasado", de la comisión histórica creada por el Ministerio de Relaciones Exteriores. Los datos fueron confirmados y ampliados. En 1965, no menos de 520 diplomáticos nazis trabajaban para la República Federal Alemana, más de 30 en altos cargos y ex miembros de la Gestapo estaban preferentemente a cargo del departamento de asuntos orientales.

Un caso citado en el "Libro Marrón" es el Dr. Wilhelm Grewe, profesor de derecho nazi que en numerosas revistas políticas clamó por la hegemonía alemana, no solo en Europa sino en todo el mundo: "La lucha es ahora sólo una cuestión de si estamos entrando en un ´siglo americano´, donde la gobernanza del mundo recae en los Estados Unidos, o si prevalece el nuevo orden mundial representado por los poderes del pacto tripartito... Después de 1945, Grewe dirigió el departamento legal y luego el departamento de asuntos políticos del Ministerio de Relaciones Exteriores en Bonn, después de lo cual se convirtió en embajador de Alemania Occidental en los Estados Unidos y más tarde en representante de la OTAN en París".


Ulrich de Maizière, es un renombrado caso, disfrutó de la confianza especial de Hitler y el liderazgo de la Wehrmacht. Sirvió en el führerbunker como oficial de estado mayor del departamento de operaciones, informaba regularmente a Hitler sobre el deterioro de la situación, organizó la administración efectiva del asediado "puesto de mando" de Hitler. Después de 1945 formó parte de la "Office Blank", predecesora encubierta del Ministerio de Defensa federal, desde la Office Blank se impulsó el renacimiento y rearme del nuevo ejército alemán. Ulrich de Maizière se esforzó por asegurar la participación de generales como Adolf Heusinger y Hans Speidel (que llegaría a ser jefe de las fuerzas terrestres de la OTAN 1957-1963). Ulrich de Maizière es el padre del ex ministro del Interior, Thomas de Maizière (diciembre de 2013 a marzo de 2018, tercer gabinete de Angela Merkel y ocupó cargos ministeriales en el primer y segundo gabinete de Merkel).


Dos caricaturas de los geniales artistas soviéticos Kukryniksy en la posguerra, la Guerra Fría en pleno auge. A la izquierda una postal anti OTAN de 1958, el regreso del general alemán Hans Speidel. A la derecha, la adhesión a la OTAN de la República Federal de Alemania (30 de mayo de 1955)

 

"Todo el sistema está infestado de nazis", afirmó Norden en una conferencia de prensa internacional.


El criticado proceso de "desnazificación" impuesto por los Aliados resultó ser una estafa ya que los criminales de despacho (o de cuello blanco) del nazismo que tuvieron la mala fortuna de ser encarcelados tras el fin de las hostilidades fueron indultados a más tardar en 1951. Los cargos clave del gobierno, la administración del estado, el gobierno y diplomáticos serían ocupados básicamente por ex nazis en contra de lo señalado en la nueva Constitución alemana


Caricaturas soviéticas de la década de 1950. "El Ejército europeo de hoy" (izq) representación de Yuliy Ganf


En general, el "perdón" de los nazis de cuello blanco encarcelados lo otorgó el Alto Comisionado de los Estados Unidos para Alemania, John McCloy y su 'Justicia Aliada' de preferencia para industriales y banqueros nazis que obtuvieron la amnistía general, una vez rehabilitados se les reintegró sus bienes. El indulto incluyó a políticos, militares, profesionales y otros criminales que pudieran ser útiles para la lucha contra el comunismo.  1951 fue el año clave en que todos los criminales de despacho, que todavía estaban encarcelados, recobraron su libertad (si no la habían recuperado antes o si nunca pisaron una prisión).

Tras la fundación de la República Federal, el gobierno de Adenauer comenzó a poner fin al proceso de desnazificación en 1949 sobre la base de que era necesario trazar una línea bajo el pasado nazi (su abolición oficial se dio en 1951). No olvidemos que hasta 1949 Alemania era un país ocupado por las potencias Aliadas y lo seguiría siendo tras el nacimiento de la OTAN.

El gobierno federal dictó leyes de amnistía en 1949 y 1954 que favorecieron sobre todo a cientos de miles de simples militantes del partido nazi (recordemos que hasta se obligaba a los servidores públicos a  afiliarse al NSDAP), el parlamento legisló el denominado Reglamento 131, es decir, "derecho al empleo en el sector público a cualquier persona que afirmara durante los procedimientos de desnazificación haber sido simplemente un compañero de viaje nazi".


Dos  sátiras de los Kukryniksy durante la Guerra Fría. Izq.: "Para el eje de la "hermandad". ¿El visible revanchismo de Bonn aprueba esta alianza?. Exposición Internacional "La lucha de la sátira por la paz". 1969. Derecha: Sobre el rearme de Alemania Occidental (Unión Soviética, 1955)


Hecha la ley, hecha la trampa, esas amnistías hicieron posible el indulto de miles de auténticos criminales nazis de rango medio y alto. Para la redacción de estas leyes, preferentemente fueron convocados ex integrantes del Ministerio de Justicia del Reich al servicio de la ideología nazi, ni que decir de la presencia de varios jueces de guerra y tribunales especiales, justicieros del nazismo. 

Más de medio siglo después de la publicación del "Libro Marrón", los rangos superiores militares y los miembros del establecimiento político alemán aún están controlados por una casta cuyos antepasados estuvieron profundamente involucrados en los peores crímenes conocidos por la humanidad, concluye la investigadora Verena Nees, quien acota: "Estas fuerzas tienen la intención de seguir los pasos de sus antepasados".


La política alemana de posguerra. Arriba: "Licitación en subasta" (1983); y,  abajo: "La gallina y el huevo", póster de 1968. Las dos caricaturas son autoría de los Kukryniksy



DOCUMENTO EN PDF

Haga click AQUÍ para acceder a la versión inglesa del "Libro Marrón" 

Fuente de consulta:


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16 julio 2021

Darwinismo social



por Richard Weikart 


El darwinismo social es una doctrina que surgió en el siglo XIX, un intento de aplicar la teoría darwiniana para comprender las sociedades humanas, afirmando que la sociedad progresa ("evoluciona") a medida que los individuos más adaptados y capacitados sobreviven socialmente, la "supervivencia del más apto". Difundió la idea de progreso y superioridad de la civilización. El darwinismo social intentó formular una visión muy particular de las teorías de Darwin pero que suele contradecirse con el darwinismo original.

 

El artista estadounidense Udo Keppler y su obra de 1902 titulada “Desde el Cabo hasta El Cairo. Aunque el proceso sea costoso, el camino del progreso debe cortarse". (Revista Puck, 10 de diciembre de 1902). Fuente: Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.


El historiador Richard Weikart, profesor de Historia en la Universidad Estatal de California, Stanislaus, analiza en este reportaje un nuevo libro de Jeffrey O'Connell y Michael Ruse: "Social Darwinism" (darwinismo social), Cambridge University Press, abril 2021. Weikart es autor de  Hitler's Ethic: The Nazi Pursuit of Evolutionary Progress; From Darwin to Hitler; Hitler's Religion: The Twisted Ideas that Drove the Third Reich y The Death of Humanity: And the Case for LifeWeikart expresa que una de las principales deficiencias de este nuevo libro es el intento de los autores de poner la mayor distancia posible entre Darwin y el pensamiento eugenésico, y entre Darwin y Hitler.

El mencionado libro describe al seguidor de Darwin, Herbert Spencer como el chico malo defensor de la eugenesia que postula que Darwin y el darwinismo tuvieron poca o ninguna influencia en la retorcida ética de la raza superior de Hitler. Weikart destaca pacientemente algunas pruebas clave de lo contrario, declaraciones al frente y al centro de los escritos de Hitler. ¿Darwin causó a Hitler? No. ¿Darwin habría aprobado a Hitler? Es casi seguro que no. Pero, según Weikart, el propio pensamiento racista y pro-eugenesia de Darwin, combinado con algunas implicaciones de su teoría que él mismo reconoció explícitamente, evidentemente sentó las bases para la perspectiva diabólica de Hitler sobre "la raza superior", "la lucha por la vida", la guerra y la eugenesia.

Richard Weikart presentó sus comentarios sobre el citado libro en tres artículos del 21 al 26 abril del presente año (aquí unificados en uno) bajo el título genérico "New Book: Social Darwinism" (Nuevo libro: Darwinismo social) en el sitio web Evolution News


*****

I

Darwin y Herbert Spencer


Herbert Spencer (Wikimedia Commons)


Cambridge University Press ha publicado un corto nuevo libro de Jeffrey O'Connell y Michael Ruse sobre el darwinismo social que probablemente enfurezca a bastantes personas de diferentes convicciones. Los autores admiten que Darwin fue un racista que promovió la lucha racial, incluso en su libro científico, The Descent of Man, donde Darwin se regocijó de que “las razas civilizadas han extendido, y ahora están extendiendo por todas partes, su rango, para ocupar el lugar de las razas inferiores". (citado en la p. 24) También admiten que Darwin vivía de la riqueza capitalista y se opuso a los sindicatos y las cooperativas porque reducen la competencia humana.

Después de exponer las despiadadas opiniones sociales darwinistas de Andrew Carnegie y Teddy Roosevelt, los autores afirman más tarde que las ideas de estos hombres eran "más complejas". Carnegie no era del todo malo, después de todo, porque usó su riqueza para beneficiar a la gente mediante la fundación de bibliotecas y demás, mientras que Roosevelt "no parece del todo el matón anglosajón que uno podría inferir en una lectura rápida". (p. 30) Estas no son exactamente observaciones "políticamente correctas". También sospecho que E.O. Wilson, el biólogo de Harvard ganador del premio Pulitzer que fundó la sociobiología, no estaría contento de ser llamado un "spenceriano no reconstruido", en contraste con Ruse, uno de los autores de este libro, que trata de tomar el terreno alto al afirmar llevar el manto del verdadero darwinismo.


Cuatro cuestiones clave

Sin embargo, como historiador, lo que más me preocupa de este libro son cuatro cuestiones clave: 

1) Los autores distancian a Darwin y Herbert Spencer (y Ruse y Wilson) un poco más de lo que parece justificado. 

2) El deseo de los autores de sacar a Hitler de las filas de los darwinistas sociales está completamente equivocado. 

3) A excepción de Darwin, los autores nunca discuten los puntos de vista social darwinistas de los biólogos, centrándose en cambio en los industriales, militares y políticos. 

4) La interpretación de los autores de Nietzsche es idiosincrásica y bastante extraña. Abordaré el primer tema, luego discutiré el darwinismo social de Hitler y finalmente discutiré el darwinismo social entre científicos.


Sin embargo, me abstendré de discutir su extraña interpretación de Nietzsche, porque los autores no lo consideran un darwinista social, yo no lo considero un darwinista social, y no conozco a nadie que lo considere un darwinista social (y he leído bastante la literatura sobre el darwinismo social y la literatura sobre la influencia del darwinismo en Nietzsche). Después de leer este libro, estaba completamente desconcertado acerca de por qué se incluyó a Nietzsche (y el capítulo sobre Nietzsche es mucho más largo que la mayoría de los otros capítulos), hasta que descubrí más tarde que la disertación de O'Connell estaba sobre Nietzsche. Está bien, no encaja con el tema, pero es un caballo de batalla. Ahora lo entiendo.

En cualquier caso, volvamos a Darwin y Spencer. O'Connell y Ruse seguramente tienen razón al señalar las diferencias entre Darwin y Spencer. La diferencia más importante, explican, fue su punto de vista sobre la ética. O'Connell y Ruse afirman que “Darwin era un no realista moral. Creía en la ética sustantiva, pero no creía que tuviera ninguna justificación externa". (p. 11) Spencer, por su parte, adoptó la siguiente posición, según los autores: "Es la perspectiva del progreso lo que justifica la lucha por la existencia en el mundo social, permitiendo una sociedad de laissez-faire del tipo más duro". (p. 14) Hacia el final de este libro, los autores afirman: “Para Spencer, el progreso, el holismo y el realismo moral eran todos importantes. Para Darwin, el progreso era secundario y derivado, y tanto el individualismo como el no realismo moral eran importantes". (p. 62)

Admito que esto es en gran parte correcto, pero me pregunto cuánta diferencia hizo esto en sus puntos de vista sociales y políticos (el tema que nos ocupa aquí es, después de todo, el darwinismo social). En un momento, los autores admiten que las "creencias y prescripciones sociales de Darwin no eran muy diferentes de las de Spencer". (p. 23) Además, aunque la visión de Darwin del progreso puede haber sido "secundaria y derivada", a diferencia de la de Spencer, donde era central, no obstante, el deseo de Darwin de fomentar un mayor progreso evolutivo influyó en su perspectiva sociopolítica.


Empapado de nociones de progreso

Las últimas páginas de The Descent of Man, donde Darwin analiza las perspectivas futuras de la humanidad, están empapadas de nociones de progreso. Por ejemplo, Darwin declaró:

"El hombre, como cualquier otro animal, sin duda ha avanzado a su actual condición elevada mediante una lucha por la existencia como consecuencia de su rápida multiplicación; y si ha de avanzar aún más, debe permanecer sujeto a una dura lucha. De lo contrario, pronto se hundiría en la indolencia, y los hombres más dotados no tendrían más éxito en la batalla de la vida que los menos dotados. Por lo tanto, nuestra tasa natural de aumento, aunque conduce a muchos males obvios, no debe reducirse en gran medida de ninguna manera. Debería haber una competencia abierta para todos los hombres; y las leyes o costumbres no deberían impedir que los más capaces tengan el mejor éxito y críen el mayor número de descendientes". 

(DARWIN,  THE DESCENT OF MAN  [PRINCETON: PRINCETON UNIVERSITY PRESS, 1981], 2: 403)


Eso me suena mucho al progreso de Spencer. 

De hecho, la posición de Darwin en este pasaje enfatiza la naturaleza ineludible de la lucha por la existencia incluso más que Spencer. Spencer pensó que a medida que los humanos progresaran, la reproducción humana disminuiría hasta el punto de que la lucha ya no sería aplicable en el futuro. Darwin en este pasaje afirmó que la reproducción "no debe verse disminuida en gran medida de ninguna manera" y que los humanos "deben permanecer sujetos a una lucha severa". Por lo tanto, Darwin enfatizó la beneficencia de la lucha humana por la existencia incluso más que Spencer. (Para más información sobre este tema, consulte mi ensayo "¿Fue Darwin o Spencer el padre del darwinismo social del Laissez-Faire?"  Journal of Economic Behavior and Organisation  71 [2009]: 20-28.)

Su presentación de Darwin y Spencer, sin embargo, es un punto bastante menor en comparación con el capítulo completamente equivocado sobre "El problema de Hitler".


II

"El problema de Hitler"



En el libro Social Darwinism de Cambridge University Press, Jeffrey O'Connell y Michael Ruse abordan un tema sobre el que he escrito extensamente: las conexiones entre el darwinismo y la ideología nazi. Desafortunadamente, sin embargo, hasta donde yo sé, ignoran casi todo lo que he escrito (tengo que decir "casi" porque citan una publicación de blog que escribí). Sin duda, citan mi libro, De Darwin a Hitler: Ética evolutiva, eugenesia y racismo en Alemania, aunque no puedo decir si leyeron una línea, porque nunca discuten ningún material específico del libro. Peor aún, ni siquiera citan mis últimos libros,  La  Ética de Hitler: La búsqueda nazi del progreso evolutivo (2009) o La religión de Hitler: las ideas retorcidas que impulsaron el Tercer Reich  (2016), aunque estos son los libros académicos más completos e importantes que tratan el tema del darwinismo social de Hitler.

En su capítulo sobre "El problema de Hitler", hacen la afirmación completamente insostenible de que Hitler no creía en la evolución en absoluto. Como es obvio por sus citas, la forma en que llegaron a esta conclusión fue leyendo las obras de Robert Richards, especialmente ¿Hitler era un darwiniano? (Richards responde a su pregunta con un rotundo, ¡No!).


Una avalancha de pruebas

Mi libro, La ética de Hitler, contiene una avalancha de pruebas de que Hitler creía en la evolución, incluida la evolución humana. Mi último libro, La religión de Hitler, contiene un capítulo, "¿Fue Hitler un creacionista?" que refuta directamente los falsos argumentos de Richards. Aquí solo puedo proporcionar algunas cositas, pero si alguien quiere más evidencia, incluidas refutaciones explícitas de las afirmaciones de Richards, consulte estos trabajos.

Permítanme dar algunos ejemplos de la creencia de Hitler en la evolución y el darwinismo social de una variedad de fuentes:  Mein Kampf de Hitler (Segundo Libro), sus discursos, sus monólogos y el testimonio de sus asociados.

En  Mein Kampf  (segundo libro), Hitler no solo usa términos darwinianos constantemente, como evolución, lucha por la existencia y lucha por la vida, sino que varias veces describe explícitamente la lucha por la existencia como una ley natural que los humanos deben tener cuidado de no contravenir. En un pasaje mencionó que la lucha en la naturaleza vence a los débiles y enfermos, y luego declaró:

La lucha siempre es un medio para mejorar la salud y la resistencia de la especie y, por lo tanto, una causa de su evolución. Por cualquier otro proceso cesaría todo desarrollo y evolución, y sucedería exactamente lo contrario.

(HITLER,  MEIN KAMPF , TRADUCCIÓN DE BARROWS MUSSEY [NUEVA YORK: STACKPOLE SONS, 1939], 278)


En el segundo libro de Hitler, el darwinismo social es aún más obvio, ya que Hitler abre el libro con un capítulo sobre “La lucha por la vida” (que dicho sea de paso, es un término que el propio Darwin utilizó como sinónimo de la lucha por la existencia). En este capítulo, Hitler explica en detalle su opinión de que los organismos, incluidos los humanos, se reproducen más rápido que los recursos disponibles y el espacio vital, por lo que la lucha por la existencia es inevitable. "En la limitación de este espacio vital", afirmó Hitler, "reside la compulsión por la lucha por la supervivencia y, la lucha por la supervivencia, a su vez, contiene la condición previa para la evolución". (Adolf Hitler, Segundo libro de Hitler: La secuela inédita de  Mein Kampf, ed. Gerhard L. Weinberg [Nueva York: Enigma Books, 2003], 8)


Un tema frecuente para Hitler

La lucha por la existencia también fue un tema frecuente en los discursos de Hitler, y en un discurso de 1927 aclaró su importancia en la evolución humana, afirmando:

"Eres el producto de esta lucha. Si tus antepasados ​​no hubieran luchado, hoy serías un animal. No ganaron sus derechos a través de debates pacíficos con los animales salvajes, y más tarde quizás también con los humanos, a través del ajuste comparativo de relaciones por un tribunal pacifista de arbitraje, sino que la tierra se ha adquirido sobre la base del derecho de los más fuertes.


En un discurso de 1942, Hitler explicó que Alemania necesitaba librar guerras para cumplir con las leyes de la naturaleza. Luego explicó: “Esta lucha conduce en efecto a una selección inquebrantable y eterna, a la selección  de los mejores y más duros. Vemos, pues, en esta lucha un elemento de la edificación de todos los seres vivos”. Luego reiteró que la lucha es una ley de la naturaleza que produce una "evolución progresiva". (Hitler, "War der Zweite Weltkrieg für Deutschland vermeidbar?" 30 de mayo de 1942, en  Hitlers Tischgespräche, 492) 

En los monólogos de Hitler, a menudo abordó el tema de la evolución y la lucha por la existencia. Por ejemplo, en un largo monólogo sobre la evolución, la ciencia y la religión el 24 de octubre de 1941, despreció el cristianismo y expresó claramente su apoyo a la evolución. Al final del monólogo, declaró:

Ha habido humanos en el rango al menos de un babuino en cualquier caso durante al menos 300.000 años. El simio se distingue menos del humano más bajo que un humano así de un pensador como, por ejemplo, Schopenhauer.

(HITLER,  HITLERS TISCHGESPRÄCHE IM FÜHRERHAUPTQUARTIER , ED. HENRY PICKER [FRANKFURT, 1989], 75)


Otto Dietrich, el publicista de Hitler, afirmó que Hitler consideraba a la naturaleza como la fuente de “la verdad final sobre la vida. Tomó principios tales como la lucha por la existencia, la supervivencia de los más aptos y más fuertes, por la ley de la naturaleza y los consideró un 'imperativo superior' que también debería regir en la vida comunitaria de los hombres". Dietrich también afirmó que los "puntos de vista evolutivos de Hitler sobre la selección natural y la supervivencia del más apto coincidían con las ideas de Darwin y Haeckel". (Otto Dietrich,  The Hitler I Knew, traducción de Richard y Clara Winston [Londres, 1957], 19, 153) 

La secretaria personal de Hitler, Christa Schroeder, estuvo de acuerdo, afirmando que Hitler creía: "La ciencia aún no sabe claramente de qué raíz han surgido los seres humanos. Sin duda, somos la etapa más alta de evolución de cualquier mamífero, que evolucionó de reptiles a mamíferos, quizás a través de simios, a humanos. Somos miembros de la creación e hijos de la naturaleza, y se nos aplican las mismas leyes que a todos los organismos vivos. Y en la naturaleza, la ley de la lucha gobierna desde el principio. Todo lo que sea incapaz de vivir y todo lo débil será eliminado"(Christa Schroeder, Er war mein chef: Aus dem nachlass der sekretÄrin von Adolf Hitler, Ed. Anton Joachimsthaler, 2ª ed. [Munich: Langen MÜller, 1985], 68)


Darwinismo y antisemitismo

O'Connell y Ruse ignoran toda esta evidencia (y mucho, mucho más) que he presentado en mis escritos. En cambio, enfatizan el punto válido de que el antisemitismo fue crucial en la ideología de Hitler, pero Darwin nunca promovió el antisemitismo. Es cierto, pero pasa por alto el punto importante de que nadie, y ciertamente yo no, ha argumentado nunca que el darwinismo contribuyó al antisemitismo o que Hitler derivó todo en su cosmovisión del darwinismo. Por el contrario, he argumentado claramente en todos mis trabajos que Hitler fue un pensador ecléctico que se inspiró en muchas influencias intelectuales diferentes, algunas de ellas contradictorias. Fue influenciado por las ideas de Schopenhauer, Nietzsche, Wagner y muchos otros pensadores, tanto conocidos como oscuros. (Examino muchos de estos extensamente en  Hitler's Religion).

Sin embargo, la influencia del darwinismo social en Hitler no fue mínima, porque fue un ingrediente clave de muchas doctrinas nazis importantes, como la lucha racial, el espacio vital, el militarismo, la eugenesia, la eutanasia y más. No solo eso, sino que, como veremos, estas ideas de Hitler no eran solo ideas marginales de personas que tenían poca comprensión de la biología darwiniana. Muchos biólogos y antropólogos darwinianos también promovieron estas ideas.


III

El darwinismo social entre los biólogos


Ernst Haeckel (Wikimedia Commons)


Uno de los problemas clave del nuevo libro de Jeffrey O'Connell y Michael Ruse sobre el darwinismo social  es que omite: una discusión sustantiva del darwinismo social entre los biólogos darwinianos, especialmente el tipo de darwinismo social que justificaba el militarismo, el racismo e incluso el exterminio racial. Sin duda, discuten sobre el propio Darwin, realmente no pudieron evitar eso. Sin embargo, desde la época de Darwin hasta Julian Huxley a mediados del siglo XX, los únicos biólogos mencionados son aquellos que se oponían al darwinismo social, por ejemplo, Thomas Henry Huxley. (Debo señalar que a pesar de su rechazo de la ética evolutiva, Huxley no estaba completamente libre del darwinismo social).

Las figuras durante este período que sí discuten son industriales, militares y políticos. ¿Por qué es esto? No es por falta de ejemplos, porque muchos biólogos darwinianos de finales del siglo XIX y principios del XX eran darwinistas sociales que promovían el capitalismo del laissez-faire y / o el militarismo y / o el racismo y / o el exterminio racial.


Omitiendo a Haeckel

La omisión más notoria es la de Ernst Haeckel, el principal biólogo darwiniano de Alemania. En realidad, los autores discuten brevemente a Haeckel, pero sus comentarios implican engañosamente que no era un darwinista social. Por ejemplo, mencionan que se opuso a la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, convenientemente no explican que la razón por la que se opuso a que los países europeos luchen entre sí fue porque pensó que las guerras europeas mataron a las personas equivocadas: los mejores y más brillantes, los llamados "Más aptos". Por lo tanto, pensó que los europeos deberían centrar sus actividades militares en el exterminio de razas "inferiores" en las guerras coloniales. Los autores también olvidan mencionar que durante la Primera Guerra Mundial Haeckel cambió de opinión y escribió un libro completo justificando el esfuerzo bélico alemán y promoviendo el expansionismo alemán.

Haeckel no fue de ninguna manera un caso atípico. Como he demostrado en  De Darwin a Hitler, muchos biólogos alemanes abrazaron el militarismo social darwinista y el exterminio racial. Muchos biólogos estadounidenses también promovieron posiciones sociales darwinistas. Henry Fairfield Osborn, profesor de zoología en la Universidad de Columbia a principios del siglo XX, escribió un prólogo de la frase racista de Madison Grant, El paso de la gran carrera. Charles Davenport, un profesor de Harvard que fundó la Oficina de Registro de Eugenesia, promovió restricciones de inmigración contra las facciones supuestamente inferiores que estaban llegando a los Estados Unidos a principios del siglo XX. El racismo social darwinista era tan común en los Estados Unidos de principios del siglo XX que apareció en los libros de texto de biología estándar.


Huxley y Wilson

A pesar de ignorar a todos estos científicos que promovieron posiciones sociales darwinistas, los autores luego discuten sobre Julian Huxley, un biólogo políticamente progresista que promovió la ética evolutiva, y E.O. Wilson, el fundador de la sociobiología. Sin embargo, en realidad no aclaran si creen que Huxley era un darwinista social o no. Tampoco dicen explícitamente que Wilson es un darwinista social, pero parecen insinuarlo al etiquetarlo como spenceriano (ver más arriba Darwin y Spencer).

¿Por qué esta omisión es tan problemática? Después de todo, este es un libro corto y no pueden discutir todo. La razón es porque implica que el darwinismo social fue una posición adoptada por no científicos que simplemente no entendían la ciencia cuando aplicaron el darwinismo al pensamiento político y social. Una faceta importante de la historia descuidada: muchos biólogos y antropólogos darwinianos de finales del siglo XIX y principios del XX sostenían que la desigualdad biológica, el racismo y el militarismo se basaban en principios científicos sólidos (es decir, darwinianos). Haeckel, por ejemplo, despreció a los socialistas por su igualitarismo no darwiniano. No lo descubrirás en este libro, pero en su apogeo social el racismo darwinista y el militarismo fueron considerados científicos.


Richard Weikart

Artículo referencial:

Following the Science, Doctors Joined the Nazis “In Droves”

(Siguiendo la ciencia, los médicos se unieron a los nazis "en masa")

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