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09 mayo 2020

Mayo de 1945: la Alemania nazi se rinde, pero ... ¿el 7, 8 o 9 de mayo?




Dr. Jacques R. Pauwels


Introducción del editor del blog

El Dr. Jacques R. Pauwels, sin duda, es de los mejores historiadores en la actualidad, autor del conocido libro "The Myth of the Good War: America in the Second War World", repasa en esta ocasión una variedad de fechas que conmemoran la rendición de la Alemania nazi. Algunos medios en estos días se preguntan por qué Alemania se rindió dos veces, el 7 de mayo en Reims y el 8 en Berlín. En realidad hubo más de dos ceremonias de rendición... Otros prefieren la polémica, si fue realmente el día de la "Liberación de Europa" o si debe festejarse el "Día de la Victoria", la temprana "Guerra Fría" había dado inició aún antes de derrotar al nazismo. 

El 7 y 9 de mayo de 1945, marcan la rendición incondicional de Alemania ante los aliados en Reims, Francia y en Berlín, respectivamente. La "Temprana Guerra Fría" estaba ya presente, nadie, fuera de los grandes protagonistas lo sabían, la mano ideológica en la cuestión era evidente. Es innegable que los Aliados discutieron el asunto en varias reuniones previas al descalabro alemán, al menos del lado occidental lo hicieron "atormentados por los fantasmas de la Primera Guerra Mundial y un futuro comunista incierto, los aliados decidieron cubrir todas las posibilidades" (cita de un artículo de National Geographic).

El 14 de enero de 1944 los Aliados a través de una Comisión de Asesoría Europea proponen que la capitulación alemana debe constar en un único documento de rendición incondicional.​ En otras conversaciones se acordó que el texto de rendición deberá estar rubricado por representantes del Alto Mando alemán, ya que se temía que se repita el armisticio de la Primera Guerra Mundial, firmado por delegados civiles del Imperio Alemán, que desató el mito del "victimismo alemán" (en 1918, el Imperio se derrumba y es remplazado por una república parlamentaria. Matthias Erzberger, nombrado secretario de Estado, concurrió a la firma del armisticio de Compiègne, Alemania acepta la rendición incondicional).

El 28 de julio 1944 los Aliados (EEUU, Gran Bretaña, URSS) se ponen de acuerdo que habrá un texto definitivo. En agosto de 1944, los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Aliadas también abordan el tema de las rendiciones a nivel local (debido a que Europa seguía ocupada en buena parte por las fuerzas alemanas), en todos los casos debería concluir con un acto de capitulación definitiva e incondicional de Alemania.

Por el lado alemán, tras el suicidió de Hitler y nombrado vía testamento su sucesor, el Almirante Karl Dönitz transmitió la orden al General Alfred Jodl para que "negocie" una rendición ante el General Dwight D. Eisenhower, sin que sea aceptado. Los Aliados exigen "Rendición Incondicional". En la práctica, la "herencia" de Hitler al Almirante Dönitz, no está destinada a dirigir una "Nueva Alemania" sino a sepultar el sistema nazi.


Esta es una copia auntenticada por el almirante Karl Dönitz de la ley de capitulación incondicional firmada en Reims, Francia, la copia permaneció en su poder, la nota a pie fue escrita y firmada el 15 de abril de 1977, afirmando: "Este documento fue firmado por mi orden por el general Jodl". Se conserva en el Musée de la Reddition (Museo de la Rendición) en Reims, Francia.

A punto de terminar el conflicto, los Acuerdos entre Aliados no se cumplen, hasta "cuestiones ideológicas" entran en escena. El 7 de mayo 1945, en Reims (Francia), Alfred Jodl junto a representantes del Alto Mando Alemán firman el acta de capitulación militar incondicional y alto el fuego que deberá entrar en vigor el 8 de mayo.


Reims, 7 mayo 1945, El General Alfred Jodl suscribe el acta de rendición incondicional de Alemania.

Ese acto recibió la protesta inmediata de Stalin, la Unión Soviética apenas participa simbólicamente en Reims, con la presencia de un desconocido oficial soviético. Las objeciones de Stalin son claras: Incumplimiento de lo pactado, Berlín debe ser el lugar donde se firme la capitulación; la URSS tiene que estar representada por su Comandante militar más importante y no por un oficial "invitado" (Reims); Stalin argumenta que Jodl no es el oficial militar de mayor rango de Alemania, por tanto, la rendición es ilegítima. Stalin exige reorganizar una nueva ceremonia de capitulación, los aliados occidentales aceptan para que el mariscal de campo Wilhelm Keitel, comandante supremo de las fuerzas alemanas comparezca en persona y ponga su firma en el documento de rendición incondicional. 

El 8 de mayo Eisenhower tuvo que dirigirse a Berlín para reunirse con la delegación Aliada, tal como exigían los soviéticos, a la vez que Keitel acudía a Karlshorst (Berlín), sede de la Administración Soviética para rubricar el documento de capitulación ante el mariscal soviético Georgy Zhukov y la delegación aliada, hecho que sucede a la medianoche de ese día, haciéndose efectiva a las pocas horas, ya entrado el 9 de mayo. 



El mariscal de campo Wilhelm Keitel en la firma de la rendición incondicional ante el mariscal Zhukov, en Karlshorst - Berlín, 8 de mayo 1945.


Al acto en Karlshorst concurren los miembros del Alto Mando Alemán (OKW - Oberkommando der Wehrmacht): Mariscal de campo Wilhelm Keitel, Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas alemanas (Wehrmacht) y representante del Ejército alemán; General-Almirante Hans-Georg von Friedeburg, Comandante en Jefe de la Armada Alemana; y, Coronel general Hans-Jürgen Stumpff, representante de la fuerza aérea alemana. Por el otro lado: El Comandante de las Fuerzas Aliadas Soviéticas, Mariscal Georgy Zhukov en nombre del Alto Mando Supremo del Ejército Rojo y de la URSS; y, los representantes de los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña que actúan como testigos de la firma: Mariscal del Aire Sir Arthur William Tedder, como Comandante Supremo Adjunto de la Fuerza Expedicionaria Aliada; General Carl Spaatz, Comandante de las fuerzas aéreas estratégicas de los Estados Unidos, como testigo; General Jean de Lattre de Tassigny, comandante del primer ejército francés, como testigo.

Por razones, que incluye la propaganda, en Rusia se celebra el "Día de la Victoria" el 9 de mayo, mientras en otros lugares, como Europa y Estados Unidos se conmemora el 8 de mayo, ya que ese día -oficialmente- entraría en rigor el alto al fuego (en realidad los combates se mantuvieron en el este de Europa aún entrado el 11 de mayo, los alemanes seguían oponiendo resistencia armada a los soviéticos, quienes respondían, no hubo un alto el fuego efectivo).

Un hecho a destacar es que los Aliados en ningún momento reconocieron la existencia de un gobierno "civil" conforme el testamento de Hitler, es decir el encabezado por el Almirante Dönitz cuya sede se instaló al norte de Alemania en Flensburg, considerando que ese gobierno en funciones era ilegítimo; por tanto, se dejó bien en claro que no negociaron con ese gobierno sino con el Alto Mando Militar Alemán, aunque los jefes militares alemanes si actuaron bajo instrucciones de Dönitz para la rendición de mayo de 1945. Por esa razón, el Alto Mando de las Fuerzas Armadas Alemanas (Wehrmacht) suscribe el acta de capitulación incondicional. Un par de semanas más tarde (23 de mayo), fuerzas aliadas irrumpieron en Flensburg, Dönitz y otros serán detenidos en calidad de prisioneros de guerra, la mayoría de ellos comparecerán en Nurenberg acusados bajo cargos de conspiración, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. 


Berlín, 5 de junio de 1945: Los comandantes en Jefe de las cuatro potencias ocupantes de Alemania durante la ceremonia de la toma del poder del Gobierno de Control Aliado Occidentales, en sus sectores; De izquierda a derecha: el mariscal de campo británico Bernard Montgomery, el comandante en jefe de las fuerzas aliadas en Europa, el general estadounidense Dwight D. Eisenhower, el jefe de personal del Ejército Rojo y el mariscal de la Unión Soviética Georgy Shukov y el comandante en jefe del primer ejército francés, general Jean de Lattre de Tassigny.

A continuación el Dr. Jacques R. Pauwels profundiza el tema (Las fotografías y notas a pie de foto, adjuntas al texto original, corresponden al editor del blog).

*****

En 1943, los estadounidenses, los británicos y los soviéticos acordaron que no habría negociaciones separadas con la Alemania nazi con respecto a su capitulación, y que la rendición alemana tendría que ser incondicional. A principios de la primavera de 1945, Alemania estaba derrotada y los Aliados se preparaban para recibir colectivamente su rendición incondicional. Pero, ¿dónde se llevaría a cabo esa ceremonia de capitulación, en el frente oriental o en el frente occidental?

Aunque solo fuera por razones de prestigio, los aliados occidentales preferían que la Alemania nazi reconociera la derrota en algún lugar del frente occidental. Las conversaciones secretas con los alemanes, que los británicos y los estadounidenses ya mantenían en ese momento (es decir, en marzo de 1945) en la neutral Suiza en violación flagrante de los acuerdos entre aliados, bajo el nombre en clave de Operación Sunrise, prometieron ser útiles en ese contexto. Podrían producir una rendición alemana en Italia, que en realidad había sido el objetivo original de las conversaciones, pero también podrían dar un acuerdo con respecto a la capitulación alemana general y supuestamente incondicional venidera. Detalles intrigantes, como el lugar de celebración de la ceremonia, posiblemente se puedan determinar de antemano y sin aportes de los soviéticos. En realidad, existían muchas posibilidades a este respecto.

La Operación Sunrise fue una serie de negociaciones secretas organizadas a través de intermediarios y facilitadas por la inteligencia del ejército suizo. Se celebraron en marzo de 1945 en Suiza entre representantes de los aliados occidentales y Alemania. Arriba (izq) Allen Dulles, luego Director de la CIA y el General de Waffen-SS Karl Wolff (arriba derecha), conocido como los "ojos y oídos de Heinrich Himmler" fueron las principales figuras involucradas. La reunión principal fue el 19 de marzo de 1945 en una finca aislada en Ascona (cerca de la frontera italiana al norte de Milán), el objetivo inicial era acordar los términos para una rendición alemana de sus fuerzas en Italia.


La Gran Guerra de 1914-1918 había terminado con un armisticio claro e inequívoco, es decir, en forma de una rendición incondicional alemana. La capitulación se firmó en la sede del mariscal Foch en el pueblo de Rethondes, cerca de Compiègne, el 11 de noviembre, poco después de las 5 de la mañana, y las armas se callaron esa misma mañana a las 11. Los negociadores alemanes habían pedido un cese el fuego inmediato, pero esa solicitud había sido rechazada. 


La Segunda Guerra Mundial, por otro lado, debía detenerse, al menos en Europa, en medio de la intriga y la confusión, de modo que incluso hoy en día hay muchos conceptos erróneos sobre el tiempo y lugar de la capitulación alemana. La Segunda Guerra Mundial iba a terminar en el teatro europeo no con uno, sino con toda una serie de capitulaciones alemanas, con una verdadera orgía de rendiciones.

Comenzó en Italia el 29 de abril de 1945, con la capitulación de los ejércitos alemanes combinados en el suroeste de Europa ante las fuerzas aliadas dirigidas por el mariscal de campo británico Alexander. La ceremonia tuvo lugar en la ciudad de Caserta, cerca de Nápoles. Los firmantes en el lado alemán incluyeron al general de las SS Karl Wolff, quien había llevado a cabo negociaciones con agentes secretos estadounidenses en Suiza sobre temas delicados, como la neutralización del tipo de antifascistas italianos para los que no había lugar en los planes de posguerra estadounidense-británico.


Capitulación en Italia. El SS-Sturmbannfuhrer Wenner firma el Instrumento de Rendición mientras el Teniente Coronel von Schweinitz observa. Como resultado de las complejas negociaciones (operación sunrise), el 28 de abril de 1945 en el Palacio Real de Caserta, von Schweinitz y Wenner, en representación del general von Vietinghoff y el general SS Wolff, recibieron el documento de parte del general W.D. Morgan para estudiarlo. Al siguiente día, los oficiales alemanes aceptaron los términos del "Instrumento de rendición", firmándose el 29 de abril de 1945. Los oficiales alemanes estaban vestidos de civil, los términos de la rendición entraron en vigor el 2 de mayo de 1945. En el grupo había un observador ruso.

Stalin se enteró de la "Operación Sunrise" y expresó sus dudas sobre el acuerdo que se estaba desarrollando entre los Aliados Occidentales y los alemanes en Italia, pero al final dio su bendición a esta capitulación. El armisticio se firmó el 29 de abril de pero preveía un alto el fuego solo el 2 de mayo. Esto pretendía dar tiempo suficiente para que las tropas estadounidenses o británicas se apresuraran hasta Trieste, donde las tropas alemanas luchaban contra los partisanos yugoslavos de Tito; este último tenía buenas razones para creer que esta ciudad podría convertirse en parte de Yugoslavia después de la guerra y, sin duda, tenía en mente el dictamen de que la posesión es el noventa por ciento de la ley. Pero los estadounidenses y los británicos querían evitar este escenario. Una unidad de Nueva Zelanda llegó a Trieste "después de una agitada carrera desde Venecia" el 2 de mayo y ayudó a obligar a los alemanes en la ciudad a rendirse al día siguiente, por la noche. Una crónica de Kiwi de este evento relata eufemísticamente que sus hombres "llegaron justo a tiempo para liberar la ciudad junto con unidades del ejército de Tito.


El 4 de mayo de 1945, en Lüneburg (este de Hamburgo), el mariscal de campo Bernard Montgomery acepta la rendición incondicional de las fuerzas alemanas en los Países Bajos, el noroeste de Alemania, incluyendo todas las islas en Dinamarca y todos los buques de guerra en esas áreas. El acto fue firmado en una tienda de campaña e la sede de Montgomery en la colina Timeloberg. La delegación alemana estaba compuesta por el almirante von Friedeburg, general Kinzel y el contralmirante Wagner. 

Muchas personas en Gran Bretaña creen firmemente incluso hoy que la guerra contra Alemania terminó con una rendición alemana en la sede de otro mariscal de campo británico, a saber, Montgomery, en el Luneburg Heath en el norte de Alemania. Sin embargo, esta ceremonia tuvo lugar el 4 de mayo de 1945, es decir, al menos cinco días antes de que las armas finalmente se callaran en Europa, y esta capitulación se aplicaba solo a las tropas alemanas que hasta ahora habían estado luchando contra el 21º Grupo de Ejércitos Británico-Canadiense de Montgomery en los Países Bajos. y en el noroeste de Alemania. Para estar seguros, los canadienses aceptaron la capitulación de todas las tropas alemanas en Holanda al día siguiente, 5 de mayo, durante una ceremonia en Wageningen, una ciudad en la provincia de Gelderland, en el este de Holanda. A los británicos, por supuesto, es importante y gratificante creer que los alemanes tuvieron que suplicar un alto el fuego en la sede de su "Monty"; para este último, el prestigio asociado con el evento proporcionó cierta compensación por el hecho de que su reputación había sufrido considerablemente por el fiasco de la Operación Market Garden, el intento de septiembre de 1944 de cruzar el Rin en la ciudad holandesa de Arnhem, una empresa de la cual había sido el padrino. En los Estados Unidos y también en Europa occidental, el evento en el Luneburg Heath se ve con razón como una capitulación estrictamente local, a pesar de que se reconoce que sirvió como un preludio a la capitulación alemana definitiva y el alto el fuego resultante.



El Teniente General Charles Foulkes (centro izquierda) del I Cuerpo Canadiense (GOC) acepta la rendición de las fuerzas alemanas del general Johannes Blaskowitz (centro derecha) en los Países Bajos, el 5 de mayo de 1945. Lugar: Wageningen, provincia de Gelderland - Países Bajos. El caballero sentado en el extremo izquierdo de la foto (de espaldas) es  el Príncipe Bernhard van Lippe-Biesterfeld que sería el marido de la reina Juliana de los Países Bajos. El príncipe fue el representante holandés en la ceremoniasde rendición.


En lo que respecta a los estadounidenses, franceses, belgas y otros, esta rendición alemana definitiva tuvo lugar en la sede del general Eisenhower, el comandante supremo de todas las fuerzas aliadas en el frente occidental, en un destartalado edificio escolar en la ciudad de Reims, el 7 de mayo de 1945, temprano en la mañana. Pero este armisticio debía entrar en vigencia solo al día siguiente, 8 de mayo, y solo a las 11:01 p.m. Es por esta razón que incluso ahora, las ceremonias de conmemoración en los Estados Unidos y en Europa occidental tienen lugar el 8 de mayo.



El general Alfred Jodl acompañado por la delegación alemana suscribe el acta de rendición incondicional de Alemania, Reims 7 de mayo 1945. En la fotografía inferior los generales Ivan Susloparov, Morgan, Smith, Eisenhower, el mariscal Tedder, brindan después de firmar los documentos de rendición alemanes.

Sin embargo, incluso el evento importante en Reims no fue la ceremonia final de rendición. Con el permiso del sucesor de Hitler, el almirante Dönitz, portavoces alemanes llamaron a la puerta de Eisenhower para intentar una vez más concluir un armisticio solo con los aliados occidentales o, en su defecto, tratar de rescatar a más unidades de la Wehrmacht de las garras de los soviéticos. Eisenhower no estaba personalmente dispuesto a dar su consentimiento para más entregas locales, y mucho menos una capitulación general alemana solo a los Aliados occidentales. Pero apreció las ventajas potenciales que se acumularían en el lado occidental si de alguna manera la mayor parte de la Wehrmacht terminaría en el cautiverio británico-estadounidense en lugar de soviético. Y también se dio cuenta de que esta era una oportunidad única para inducir a los alemanes desesperados a firmar en su cuartel general la capitulación general e incondicional en forma de un documento que se conformaría a los acuerdos inter aliados; este detalle obviamente haría mucho para mejorar el prestigio de los Estados Unidos.

En Reims llegó así a un escenario bizantino. Primero, desde París se trajo a un oscuro oficial de enlace soviético, el mayor general Ivan Susloparov, para salvar la apariencia de la colegialidad aliada requerida. En segundo lugar, si bien los alemanes dejaron en claro que no podía tratarse de una capitulación por separado en el frente occidental, se les hizo una concesión en forma de acuerdo de que el armisticio solo entraría en vigor después de un retraso de cuarenta y cinco horas. Esto se hizo para acomodar el deseo de los nuevos líderes alemanes para brindar a la mayor cantidad posible de unidades de la Wehrmacht una última oportunidad de rendirse a los estadounidenses o los británicos. Este intervalo les dio a los alemanes la oportunidad de transferir tropas del Este, donde los intensos combates continuaron sin cesar, hacia el Oeste, donde después de los rituales de firma en Luneburg y luego Reims ya casi no se disparaba. Los alemanes, cuya delegación estaba encabezada por el general Jodl, firmaron el documento de capitulación en la sede de Eisenhower el 7 de mayo a las 2:41 am; pero las armas debían permanecer en silencio solo desde el 8 de mayo a las 11:01 pm. Los comandantes locales estadounidenses dejarían de permitir que los alemanes escapen detrás de sus líneas solo después de que la capitulación alemana realmente entrara en vigor. Se puede argumentar, entonces, que el acuerdo concluido en la ciudad de Champagne no constituyó una capitulación totalmente incondicional


Reims, 7 mayo 1945, Jodl firma la rendición alemana.


El documento firmado en Reims dio a los estadounidenses exactamente lo que querían, a saber, el prestigio de una rendición general alemana en el Frente Occidental en la sede de Eisenhower. Los alemanes también lograron lo mejor que podían esperar, ya que su sueño de una capitulación ante los aliados occidentales parecía estar fuera de discusión: un "aplazamiento de ejecución", por así decirlo, de casi dos días. Durante este tiempo, la lucha continuó prácticamente en el Frente Oriental, e innumerables soldados alemanes aprovecharon esta oportunidad para desaparecer detrás de las líneas británico-estadounidenses. Sin embargo, el texto de la rendición en Reims no se ajustaba por completo a la redacción de una capitulación general alemana acordada previamente por los estadounidenses y los británicos, así como los soviéticos. También era cuestionable si el representante de la URSS, Susloparov estaba realmente calificado para firmar conjuntamente el documento. Además, es comprensible que los soviéticos estaban lejos de estar contentos de que los alemanes tuvieron la posibilidad de continuar luchando contra el Ejército Rojo durante casi dos días más, mientras que en el Frente Occidental la lucha prácticamente había llegado a su fin. 

Se creó así la impresión de que lo que se había firmado en Reims era, de hecho, una rendición alemana solo en el Frente Occidental, un acuerdo que violaba los acuerdos entre aliados. Para despejar el aire, se decidió organizar una ceremonia de capitulación definitiva, de modo que la rendición alemana en Reims se revelara retroactivamente como una especie de preludio a la rendición final y/o como una rendición puramente militar, a pesar de que los estadounidenses y los europeos occidentales continuarían conmemorándolo como el verdadero fin de la guerra en Europa. 


El mariscal Wilhelm Keitel firma la rendición incondicional de Alemania en Berlín, 8 de mayo de 1945

Fue en Berlín, en la sede del mariscal Zhukov, donde se firmó la capitulación alemana final y general, tanto política como militar, el 8 de mayo de 1945 o, dicho de otra manera, la capitulación alemana del día anterior en Reims fue ratificada por todos los aliados. Los signatarios de Alemania, siguiendo las instrucciones del almirante Dönitz, fueron los generales Keitel, von Friedeburg (que también había estado presente en Reims y en Luneburg Heath) y Stumpf. Dado que Zhukov tenía un rango militar más bajo que Eisenhower, este último tenía una excusa perfecta para no asistir a la ceremonia bajo los escombros de la capital alemana. Envió a su adjunto británico de bajo perfil, el mariscal Tedder, para firmar, y esto, por supuesto, le quitó un poco de brillo a la ceremonia en Berlín en favor de la de Reims.

En lo que respecta a los soviéticos y la mayoría de los europeos orientales, la Segunda Guerra Mundial en Europa terminó con la ceremonia en Berlín el 8 de mayo de 1945, que resultó en la entrega de las armas al día siguiente, el 9 de mayo. Los estadounidenses, y para la mayoría de los europeos occidentales, "lo real" fue y sigue siendo la rendición en Reims, firmada el 7 de mayo y efectiva el 8 de mayo. Mientras que los primeros siempre conmemoran el final de la guerra el 9 de mayo, los segundos siempre lo hace el 8 de mayo. Pero, los holandeses celebran el 5 de mayo, fecha de la ceremonia en la sede canadiense en Wageningen. 



El mariscal Wilhelm Keitel estampa su firma ante la atenta mirada de los presentes. Berlín 8 de mayo 1945


Que uno de los dramas más grandes de la historia mundial podría tener un final tan confuso e indigno en Europa fue una consecuencia, como escribe Gabriel Kolko:

La Primera Guerra Mundial había terminado de facto con el armisticio del 11 de noviembre de 1918 y de jure con la firma del Tratado de Versalles el 28 de junio de 1919. La Segunda Guerra Mundial llegó a su fin con toda una serie de rendiciones, pero nunca llegó a un tratado de paz à la versaillaise, al menos no con respecto a Alemania. (Los tratados de paz se concluyeron a su debido tiempo con Japón, Italia, etc.). 

El 10 de febrero de 1947, todas las potencias victoriosas se reconciliaron oficialmente en París con los países que habían sido aliados de la Alemania nazi, a saber, Italia, Rumania, Bulgaria y Finlandia. Y los Estados Unidos y casi otros cincuenta países concluyeron un tratado de paz con Japón, pero no la Unión Soviética y la República Popular de China, en San Francisco el 8 de septiembre de 1951; ese tratado entró en vigencia el 28 de abril de ese mismo año.

La razón por la que nunca se firmó un tratado de paz real con Alemania es que los vencedores, los aliados occidentales por un lado y los soviéticos por el otro lado, no pudieron llegar a un acuerdo sobre el destino de Alemania. En consecuencia, unos años después de la guerra, surgieron dos estados alemanes, que prácticamente excluyeron la posibilidad de un tratado de paz que reflejara un acuerdo aceptable para todas las partes involucradas. 

Y así, un tratado de paz con Alemania, es decir, una solución final de todos los problemas que quedaron sin resolver después de la guerra, como la cuestión de la frontera oriental de Alemania, se hizo factible solo cuando la reunificación de las dos Alemanias se convirtió en una propuesta realista, a saber, después de la caída del muro de Berlín. Eso hizo posible las negociaciones "Dos más cuatro" del verano y el otoño de 1990, negociaciones por las cuales, por un lado, los dos estados alemanes encontraron formas de reunificar a Alemania, y por otro lado, los cuatro grandes vencedores de la Segunda Guerra Mundial - Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética - impusieron sus condiciones y aclaraciones a la reunificación alemana, teniendo en cuenta no solo sus propios intereses sino también los intereses de otros estados europeos ​​como Polonia. 

El resultado de estas negociaciones fue una convención que se firmó en Moscú el 12 de septiembre de 1990 y que, faute de mieux (a falta de algo mejor o por no tener nada mejor), puede verse como el tratado de paz que puso fin oficial a la Segunda Guerra Mundial, al menos con respecto a Alemania.



ANEXO DOCUMENTAL
del Editor del Blog

Firmas del Acta de rendición en Reims
7 de mayo 1945



Firmas del Acta de rendición en Berlín8 mayo 1945
Texto en inglés


Texto en alemán


Texto en ruso


Berlín, 8 de mayo de 1945. Acta de rendición militar (Kapitulationserklaerung. Al final del texto las firmas: en nombre del Alto Mando alemán: Friedeburg, Keitel, Stumpf. En presencia de: Bajo la autoridad del Alto Mando Supremo del Ejército Rojo, Mariscal de la Unión Soviética, G. Zhukov. Bajo la autoridad del Comandante Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliados, Mariscal de Aviación, Tedder. A la firma también asistieron como testigos: Comandante de la Fuerza Aérea Estratégica de Estados Unidos, General Spaats. Comandante en jefe del ejército francés, general Delatre de Tassigny.- Textos en inglés, alemán y ruso.- Texto escrito a máquina.


Dr. Jacques R. Pauwels
Artículo actualizado cuya fuente original es Global Research
Copyright © Dr. Jacques R. Pauwels , Investigación Global, 2020

02 mayo 2020

IIGM: "Alianzas diabólicas" y rusofobía


    Caricatura original de Sputnik


por Tito Andino U.


Introducción

Estamos celebrando 75 años de la derrota del nazi-fascismo y eso es lo que importa a pesar de las controversias del presente.

La historia de la guerra no es tan simple como pretender calificar a unos de "buenos" y a otros de "malos", pero en ocasiones si que existieron causas justas para detener la maldad humana, en ese sentido el nazismo fue intrínsecamente malvado ya que pretendió crear un nuevo orden basado en la supremacía racial y a costa de los "subhombres" (untermensch); y, en eso se diferencia con el totalitarismo soviético de Stalin, al que se denomina estalinismo, cuya ideología política también pretendió, a sangre y fuego, imponer una supuesta igualdad social, cosa que nunca se consiguió. El comunismo, en ese sentido, fue un rotundo fracaso social.

Pero, no estamos aquí para hablar de ideologías, sino de las consecuencias de la política europea en los albores de la segunda guerra mundial. Hablar de "buenos" y de "malos" sigue siendo relativo, ya que tal calificativo proviene de la propaganda de los bandos en disputa. 

La única verdad es que la segunda guerra mundial fue la continuación de la Gran Guerra Imperialista de 1914-1918, en una tregua que forjó el surgimiento de terribles corrientes ideológicas (fascismo y comunismo).  Tomando en cuenta que las guerras son un gran negocio, desagradable eso sí, que deja mucho, mucho dinero, lo mismo podemos decir de la política.

La función del historiador es simple, no está para realizar proselitismo, a ningún bando, se basa en la ciencia de la historia, a través de sus innumerables recursos como la historiografía, única que permite desvelar la verdad, o al menos parte de ella.

En el presente, por cuestiones de pura estretegia, se implementan aspectos ideológicos del pasado. La globalización es meramente un aspecto económico, bajo cobijo ideológico, claro está. Hoy vivimos un "estado de guerra económico" entre grandes superpotencias: Estados Unidos, China y Rusia. 

En esas circunstancias, para la mentalidad de Occidente, dominada por los Estados Unidos y la OTAN, hoy tenemos al gran "enemigo" reencarnado en Rusia, para desgracia de quienes siguen viendo comunistas hasta en la sopa, no lo es; al contrario la Rusia moderna de Putin es tan capitalista que se enfrenta en esa "guerra" económica con los Estados Unidos por abrirse camino en los mercados internacionales, lo mismo sucede con el, "formalmente" estado comunista de la República Popular de China, que de "comunista" solo tiene al Partido (que controla el estado), siendo quizá en este preciso momento la mayor potencia económica capitalista, industrial y financiera del mundo, con el perdón de sus detractores estadounidenses.


Dos caricaturas. la primera, propaganda alemana en la IIGM con el clásico tema del bolchevismo acechando el mundo. La segunda data de 2019, es un intento de copia de la anterior, fue publicada por el medio británico The Guardian, como se aprecia es una caricatura en contra de Putin y de Rusia.


Hasta hace no mucho era muy popular el "revisionismo", supuestamente "histórico" de la segunda guerra mundial,  demostrado quedó que esa "revisión" no era más que propaganda del neonazismo y de círculos de la extrema derecha mundial. Ahora tenemos un nuevo tipo de "revisionismo" al frente del gobierno de los Estados Unidos, que intenta reescribir la historia de la contienda con una nueva versión 'oficial' para la población occidental. Una reciente demostración de hipocresía política ha sido, bajo influencia de la OTAN, la declaración del Parlamento Europeo (septiembre 2019) calificando el Pacto de No Agresión germano- soviético de 1939 como el camino que allanó el estallido de la guerra. En otras palabras, la tácita acusación de que la Alemania Nazi se alió a la Unión Soviética  para provocarla. 

Esto no tiene nada que ver con la historia, sino con la política internacional superditada a los mercados de dominación económica. Es decir, cuestiones para nada fundamentadas bajo parámetros históricos. 

Esta investigación no es apología soviética, ni rusa, ni es una posición anti-estadounidense, es historia documentada y objetiva. Algunos siguen calificando de "idiotas útiles", por intentar "blanquear" a Stalin, a quienes se basan en la ciencia de la historia para refutar tesis de reciente aparición. Me parece que "tontos útiles" han sido siempre aquellos que, sin tener donde caerse muertos (literalmente), aplauden el totalitarismo de ultraderecha, inclinándose ante quienes les roban y explotan en su cara.  

Por sentado, los soviéticos tampoco fueron los "buenos" de la película. Claro que no, en aquellos tiempos rondaba el espectro de la política internacionalista de Lenin, "La Revolución Bolchevique" o una "revolución mundial" que, en teoría, debía llevarse a toda Europa, conforme la doctrina de la Internacional Comunista o Komintern (El 4 de marzo de 1919 se fundó la Tercera Internacional para propiciar la "revolución mundial"). Sin embargo, Stalin suprimió esa doctrina cuando la URSS fue invadida por los nazis, el Komintern fue abolido, el dictador declaró abiertamente que se renunciaba a cualquier intento de socavar el orden de las democracias occidentales, a partir de ese momento los obreros y partidos comunistas en Europa debían valerse por sí mismos y mediante el sistema de la democracia participativa para acceder al poder. 


Pacto de no Agresión Germano-Soviético (1939)




El daño histórico de la URSS quedará marcado por siempre, a pesar de las explicaciones y los motivos que le llevaron a pactar con Hitler. No se puede desconocer que la URSS ocupó una parte de Polonia tras la invasión alemana, encontrándose en la famosa línea Brest-Litovsk. Tampoco hay razones para "ocultar" que los soviéticos invadieron Finlandia y se anexaron los estados bálticos a partir del pacto con los nazis. 

No obstante, conociendo la mentalidad del dictador Stalin, no cabe duda que esa era su intención mucho antes de pactar con Alemania, al fin y al cabo aquellos territorios habían sido parte del Imperio Ruso en continua disputa y/o compartidos con el Imperio Alemán. Los planes soviéticos comtemplarían esa expansión, incluso, sin que mediara alguna alianza o pacto de seguridad con Occidente. Tanto Lenin como Stalin demostrarían que no estaban para políticas de apaciguamiento en los territorios que históricamente consideraban parte de Rusia y del naciente imperio soviético

Stalin no era solo un dictador, era sanguinario, calificado de monstruo mucho antes de que Hitler irrumpiera en la escena política de Europa advirtiendo que llevaría a cabo el "Lebensraum". Hitler quería la guerra y su objetivo eran los territorios del Este y la única forma de lograrlo era contando con la pasividad o neutralidad de Occidente. 

Técnicamente, iniciada la guerra en 1939, británicos y franceses bien pudieron haber fulminado a Alemania sin necesidad de abrir un frente oriental. Y, existe otro razonamiento, ya abordado en otras ponencias. ¿Recuerdan quiénes financiaron a Hitler para la toma del poder en Alemania o les viene a la memoria quiénes financiaron la guerra de Hitler

Aún explicado el caso (por ejemplo, en 80 años atrás ... Mito y realidad del pacto Hitler-Stalin), el hermetismo característico de la era del comunismo soviético no ayudó en nada. Tuvimos que esperar el año 1989 para que la actual Federación Rusa reconociera la existencia del protocolo secreto firmado con los nazis sobre las zonas de influencia en Europa Oriental, es decir, un acto por el cual quedó marcado el destino de Polonia, Lituania, Letonia, Estonia y Finlandia.




En la foto de arriba, los tanques soviéticos llegan al punto convenido que ya ha sido tomado por los alemanes (Brest Litovsk); abajo, las tropas de los dos ejércitos intercambian saludos (22 sep. 1939)

La ocupación soviética de Polonia tuvo lugar desde el 17 de septiembre de 1939, (y hablamos de ocupación porque una invasión propiamente no tuvo lugar, dada la escasa resistencia polaca). El 22 de septiembre, alemanes y soviéticos coincidieron en la famosa línea Brest-Litovsk, en ese tiempo territorio polaco denominado Brześć Litewski (actual Bielorrusia). Es altamente recomendable que el lector repasara el Tratado de Brest-Litovsk (oficialmente Paz de Brest-Litovsk), del 3 de marzo de 1918, entre el Imperio alemán, Bulgaria, el Imperio Austro-Húngaro, el Imperio Otomano y la Rusia soviética. Por el Tratado Rusia renunciaba a su soberanía territorial en suelos que luego serían parte de Finlandia, Polonia, Estonia, Letonia, Curlandia, Lituania, Ucrania y Besarabia, tras su firma pasaron a ser controlados y explotados económicamente por los Imperios Centrales. La Gran Guerra continuaba en ese momento en el Frente Occidental​.

¿Puede existir un argumento jurídico internacional para que el Tratado de Brest-Litovsk quedara anulado tras la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial? Legalmente es factible, toda anexión territorial mediante el uso de la fuerza o guerra de agresión, al menos en teoría, está sancionada (prohibida) por el Derecho Internacional. Brest-Litovsk fue producto de la imposición de la fuerza militar alemana que ocupaba esas regiones y que en el fondo pretendía establecer un estado amortiguador (colchón) entre Alemania y Rusia. Esa presunta legalidad dejó de tener vigencia legal al finalizar la contienda con la derrota y abdicación del Kaiser alemán. Citemos un ejemplo, Bielorussia fue ocupada por el Imperio Alemán por las armas entre 1917 y 1918, como efecto de la rendición germana se proclamó la República Popular Bielorrusa, al poco llegarían los soviets... y los polacos... En el caso de Bielorussia, en 1939 fue integramente ocupada por la URSS tras su entrada en Polonia (septiembre 1939) y la expulsión de las fuerzas polacas de esos territorios. 

Sería interminable hablar de todas las repúblicas bálticas, de Finlandia, etc,. La derrota alemana de 1918 dejó sin efecto el Tratado de Brest-Litovsk, dando paso al Tratado de Versalles de 1919. Todas las pérdidas territoriales de Rusia en la Gran Guerra serían recuperadas en 1940, a excepción de los territorios que conservaron Finlandia y la sucesora del Imperio Otomano, Turquía. Polonia no existía como estado independiente hasta luego del proceso de paz (Tratado de Versalles) que puso fin a la primera guerra mundial y "reordenó" el territorio de Europa. Durante la Gran Guerra, el territorio polaco estaba dividido entre las potencias imperiales de la época: Imperio Austro-Húngaro, Imperio Alemán e Imperio Ruso.


 



El general alemán Heinz Guderian y el general ruso Semyon Krivoshein observan el desfile en Brest-Litovsk 

Volvamos a lo principal. El Pacto de No Agresión Germano-Soviético, Molotov-Ribbentrop, Pacto Stalin-Hitler o nazi-soviético, de agosto de 1939, como gusten denominarlo, se cumplió, los actores se pusieron en marcha con la invasión de Polonia, facilitó que alemanes y soviéticos se encontraran en la línea Brest-Litovsk, el 22 de septiembre de 1939. El general Heinz Guderian y el general ruso Semyon Krivoshein brindaron juntos, el ruso invitó a los alemanes a visitar Moscú, les deseó una rápida victoria sobre la Inglaterra capitalista, incluso alemanes y soviéticos realizaron un desfile en Brest celebrando el acontecimiento. Salvo algún "comunista" moderno, nadie niega aquello.

Pero, ¿fue una celebración de la victoria sobre los polacos?, el asunto es discutible. Más que evidente, se cumplió el pacto con la demarcación de la zona de influencia de esas potencias, con desfile incluido, organizado por los alemanes y presidido por Guderian, observándose la participación de  tropas soviéticas junto a los alemanes. Utilizar el término "complicidad" entre las dos potencias totalitaristas de la época es discutible al momento de analizar las circunstancias históricas y legales de los tratados, como el de Brest-Litovsk, en que Rusia hizo concesiones territoriales a las Potencias Centrales para retirarse del conflicto, un tiempo en que, recalcamos, Polonia no existía como entidad soberana y territorial. 

La historia nos demuestra que la "complicidad" no fue exclusiva de soviéticos y nazis. Existen probados antecedentes del por qué se llegó a esa aberración ideológica entre nazis (ultraderechistas y anti-soviéticos) y los odiados bolcheviques que tanto aterraba a las potencias occidentales (británicos, franceses y al lejano Estados Unidos). 

Las potencias occidentales anhelaban (y apoyaban secretamente) que los alemanes destruyeran a los soviéticos militarmente y éstos últimos consiguieron ganar tiempo para prepararse del inminente ataque. Desde esta perspectiva -con irrefutables e innumerables recursos historiográficos- debemos analizar, con sana crítica y sin apasionamientos el tristemente célebre pacto. Eso es, "Pacto", no significó una alianza militar, ni un tratado de paz entre nazis y comunistas, era lo que dice su título "Pacto de No Agresión", como quedó explicado en anteriores ponencias (referencias a pie de página).

Es tiempo que apreciemos la otra cara de la moneda. Ya que el mundo está "horrorizado" con el pacto Molotov-Ribbentrop de 1939 (y en cierto sentido es entendible); ¿qué pasa con los Acuerdos entre Aliados, es decir, de los Estados Unidos y Reino Unido con la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial y mediata postguerra? Citemos ejemplos: La Conferencia de Moscú 1942, Conferencia de Casablanca enero 1943 (los soviéticos fueron invitados pero no asistieron), Conferencia de Teherán 1943, la Conferencia de Yalta (febrero 1945) que entre otras cosas divide y cede el control de la tercera parte de Alemania a la URSS; y, la Conferencia de Potsdam en julio-agosto 1945. Todas esenciales para acabar con el nazismo. ¿Deberían ser contempladas como complicidad con el "enemigo"? Si nos ceñimos a la "lógica política" actual de Occidente, haberse aliado con los soviéticos debe ser considerado una aberración mayúscula

La Conferencia de Potsdam, firmado en la inmediata posguerra, 3 de agosto de 1945  entre Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética, ratificó el reparto de Alemania, la ocupación militar, nuevas fronteras en territorios alemanes del este, desmilitarización de Alemania, reparaciones de guerra, juzgamiento a los criminales de guerra. Ese Acuerdo no fue un Tratado de Paz, conforme el Derecho internacional y curiosamente Francia fue marginada de Potsdam.​







Previamente, el 25 de abril de 1945 en el Río Elba, fuerzas estadounidenses se dieron la mano, se abrazaron, festejaron, desfilaron, bebieron junto a sus "camaradas" soviéticos en las cercanías de Torgau (Alemania). Ese episodio histórico es conocido como el "Día del Elba". El encuentro no fue casual, en las últimas ofensivas del frente occidental hacia las orillas del río Elba estaba previsto el encuentro con el Ejército Rojo. Eso nos recordará que también, conforme otro pacto, nazis y soviéticos se encontraron en la antigua línea Brest Litovsk. No es lo mismo, ya que una supuestamente era para desatar la guerra y la otra para poner fin a la guerra, las actitudes son las mismas. Todas esas operaciones de los Aliados en los dos frentes fueron coordinadas conforme las Conferencias previas entre Roosevelt, Churchill y Stalin y se denominó Liberación de Europa.

Las famosas fotos fueron publicadas y recorrieron el mundo. En Moscú se celebró como un fatídico día para la Alemania nazi, hasta hubo salvas de artillería, en New York las celebraciones se realizaron en Times Square con motivos oficiales, ya que las fuerzas nazis dejaron de ser operativas, "Estados Unidos y la Unión Soviética juntos pusieron el último clavo en el ataúd del Tercer Reich". El llamado "espíritu del Elba" es recordado siempre en Rusia cada 25 de abril como símbolo de cooperación entre Estados Unidos y la URSS

En el conocido Cementerio Nacional de Arlington, alrededor de Washington D.C. podemos encontrar el monumento denominado "El espíritu del Elba", cada año hay ceremonias conmemorativas, participan veteranos de EEUU y de la extinta URSS (incluso solían asistir diplomáticos de Rusia). Esos actos deberían llamar a la reflexión, hubo un tiempo en que los dos países fueron aliados y que las "lágrima de cocodrilo" actuales no son otra cosa que hipócritas cuestionamientos político-ideológicos de los Estados Unidos y sus aliados (OTAN) por tratar de imponer su predominio económico.


CRONOLOGÍA

Si el lector mantiene dudas, presentamos una cronología de hechos que concluyeron con el "Pacto Germano Soviético de No Agresión" de 1939.

- Los nazis asumen el poder (1933) e inician la violación del Tratado de Rapallo en 1922 suscrito por Alemania y la Rusia Soviética, se desata una campaña contra los representantes diplomáticos de la URSS y periódicos ataques a legaciones soviéticas en Alemania.
- Previamente, Hitler "avisó" desde 1925 (Mein Kampf) a los diplomáticos de Moscú el destino que les espera a los eslavos "untermenschen" (sub-humanos): esclavitud o muerte. Las tierras del Este hasta los Montes Urales deben ser tierras alemanas (Lebensraum).


- En 1933, la URSS plantea en secreto a las potencias occidentales la posibilidad de restablecer la entente antialemana de la Primera Guerra Mundial, así  da inicio la famosa política de contención e incluso de preparación para la nueva guerra (de fracasar la primera opción).
- A fines de 1933, la URSS anuncia oficialmente la nueva política de seguridad colectiva y asistencia mutua contra la Alemania nazi. Ese mismo año  Maxim Litvinov, Comisario del Pueblo para Asuntos Exteriores de la Unión Soviética, visita Estados Unidos para el reconocimiento diplomático de su estado, se reúne con Franklin D. Roosevelt, se plantea el tema de la seguridad colectiva contra los nazis y el Imperio japonés, en 1934 las conversaciones se enfrian.
- La diplomacia soviética en París, plantea la seguridad colectiva ante los ministros de Asuntos Exteriores francés, Joseph Paul-Boncour y Louis Barthou. Las relaciones con la URSS se normalizaron ya que ambas naciones sentían la amenaza del nazismo. Pero, al igual que en los EEUU fueron saboteadas por el sucesor del asesinado Barthou, Pierre Laval
- Pierre Laval, anticomunista extremo prefería el acercamiento a la Alemania nazi en lugar de la seguridad colectiva propuesta por la URSS. No obstante el Tratado de Asistencia Mutua Franco-Soviético se firma en mayo de 1935. Tras la caída de Francia en 1940, Laval se convierte en colaboracionista de la potencia ocupante alemana, sería pasado por las armas por alta traición tras la liberación en 1945.
- Gran Bretaña tampoco es ajena a la diplomacia soviética, seguridad colectiva contra la Alemania nazi, pero el Acuerdo Naval anglo-alemán de 1935, es decir, el rearme de la armada alemana obstaculiza las conversaciones con los soviets. Los franceses consideran ese acuerdo con los alemanes como traición. En 1936, Anthony Eden, nombrado Secretario de Asuntos Exteriores británico cancela las conversaciones con la URSS.
- Los grandes Imperios coloniales del mundo en esa momento, Francia y la Gran Bretaña, a la que se suma Estados Unidos, deciden terminar unilaterlamente las conversaciones de seguridad colectiva y asistencia mutua con la URSS. El anticomunismo latente en las élites aristocráticas y financieras temen más a la fuerza de los trabajadores que a los radicales nazis, los alemanes son más útiles para sus planes.
- Nadie desconoce que las élites financieras, industriales y políticas simpatizan con Hitler. Por algo se había montado el show en defensa del capitalismo. El fascismo deberá hacer frente a la expansión de los movimientos obreros comunistas en Europa (respaldados por la URSS).

El embajador alemán en Londres, Joachim von Ribbentrop, durante las negociaciones de 1935 para el Acuerdo Naval Anglo-alemán. En la práctica, a pesar que la Kriegsmarine será más pequeña que la flota británica, lo que resalta del acuerdo es que se permite el rearme de la marina de guerra alemana.

- Un posible acuerdo de seguridad colectiva llega a su final, volviéndose más imposible con el inicio de la guerra civil española en 1936, las potencias coloniales se ven obligadas a elegir: derecha o izquierda.
- Otros países europeos afrontan igual dilema. Rumania y Checoslovaquia, como ejemplo, desean un acuerdo de seguridad colectiva contra la amenaza nazi. El presidente checoslovaco, Benes, en 1935, firma un Pacto de Asistencia Mutua con la URSS; igual que en Francia, es desconocido por los políticos checos que confían más en Gran Bretaña y Francia que en la URSS. A pesar de ello, los checos mantienen buenas relaciones con los soviéticos.
- Polonia. La URSS intenta armonizar con los polacos quienes se decatan por los nazis. "Los rusos son bárbaros", dicen, "los alemanes, un pueblo civilizado". Polonia firma un Pacto de no Agresión con la Alemania nazi en enero de 1934. En 1938 los polacos serán cómplices del desmembramiento de Checoslovaquia, craso error, serán los siguientes conforme la hoja de ruta nazi.
La seguridad colectiva y asistencia mutua propuesta por la URSS contra la Alemania nazi no prospera, para 1936 los soviets están casi aislados. Sus propuestas, al inicio escuchadas son luego rechazadas. Nadie quiere escuchar las advertencias del peligro nazi y prefieren negociar con mister Hitler, solo desean alejar al lobo lejos de sus puertas. Todos, incluso la luego traicionada Checoslovaquia, tienen una falsa visión, "la idea, tanto declarada como no declarada, es cambiar las ambiciones de Hitler hacia el este contra la URSS", como lo ha escrito el líder nazi desde la década de 1920.

Conferencia de Munich, 1938 


- La URSS insiste en un acuerdo de seguridad colectiva. En abril de 1939 se da otro impulso formal para intentar el pacto anglo-franco-soviético de asistencia mutua contra la Alemania nazi, las conversaciones se prolongan hasta el verano de 1939. En Gran Bretaña y Francia la opinión pública es favorable a un acuerdo con la URSS, tras la ocupación de toda Checoslovaquia (1939). Hitler reclama Memel (en Lituania), Danzig (Polonia). Pero el diálogo no prospera.
- Molotov reemplaza a Litvinov en Asuntos Exteriores en mayo de 1939 e intenta una vez más con Varsovia, los soviéticos garantizan el apoyo militar a Polonia si son agredidos por los nazis, los polacos con desdén no demoran en rechazar la propuesta.
- La URSS, intenta hasta el final buscar el acuerdo anglo-franco-soviético. En pleno verano de 1939, las partes mantienen el diálogo. Sin embargo, los británicos negocian en secreto con Hitler, mientras se envían delegaciones militares británicas y franceses hacía Moscú para finiquitar la alianza, la noticia se filtra a fines de julio, a través de la prensa se desata el escándalo.
- La mencionada misión militar franco-británica viaja en un fletado y lento barco comercial, (¿por qué no en una rápida nave de guerra?) rumbo a la URSS. La misión demora cinco días en llegar a la cita, lo que suscita la duda soviética. Es evidente que las negociaciones buscan ser retardadas y entorpecidas.
- El principal negociador británico, almirante Sir Reginald Drax, no tiene poderes escritos para firmar un acuerdo con la parte soviética. El general francés, Joseph Doumenc, lleva una vaga carta de autoridad del presidente del consejo de Francia, puede negociar pero no firmar un acuerdo... Nada tienen que ofrecer, mientras el Comisario de Guerra soviético, tiene plenos poderes plenipotenciarios.
- ¿Qué demonios? "No son serios", concluyó Stalin. Los gobiernos francés y británico pensaron que podían jugar con él. 
- Los soviéticos comprenden que no habrá un acuerdo de seguridad colectiva... Entonces, fue cuando Molotov se anima a escuchar las propuestas alemanas... (son los alemanes quienes inician el acercamiento).
- La pregunta del millón, ¿Occidente conspiró contra la URSS por temor al comunismo o porque eran simplemente rusos?
- La dirigencia soviética calcula que los occidentales van a dejarla sola en caso de guerra con Alemania, mientras que franceses y británicos se sentarán a contemplar el conflicto. Eso es exactamente lo que hicieron cuando Alemania invadió Polonia, pura retórica: "declaración de guerra". Si no ayudaron a Polonia abriendo el frente occidental, cómo ayudarían a la URSS?
- Los británicos podían enviar varias divisiones a Francia al comienzo de la invasión a Polonia, el Ejército Rojo pudo movilizar de inmediato cien divisiones; las fuerzas soviéticas venían de golpear a los japoneses en la frontera de Manchuria.
- El pacto Molotov-Ribbentrop es el resultado de largos años de fracasado intento soviético por concretar un tratado de seguridad colectiva, en forma de una alianza antinazi con las potencias occidentales. Aceptar las propuestas de los nazis sorprende al mundo, Stalin accede a la oferta que marcará de polémica la historia de la segunda guerra mundial.
- El pacto gemano-soviético establece cláusulas secretas sobre las "zonas de influencia" en Europa del Este en caso de guerra (como era lo previsible). Es un acto reprochable pero no dista mucho de otra aberración firmada en Munich por las mayores potencias coloniales de la época, el sacrificio de Checoslovaquia por parte de británicos y franceses en aras de la seguridad colectiva, sin pedir la opinión de la URSS... ni de los checoeslovacos.

El primer ministro británico Neville Chamberlain en una de sus varias vistas a Alemania para dialogar con el líder nazi. 

- Gran Bretaña y Francia se ponen en pie de guerra solo cuando sus cálculos no resultan, es decir, esperan que Alemania lleve la guerra lejos de Occidente. Los nazis les deparan una sorpresa seduciendo a Stalin.
- Stalin es un verdadero rufián, políticamente habilidoso, al aceptar el pacto gana tiempo y evita una guerra inmediata con Alemania, pero cometerá el gran error de no aceptar las advertencias de sus mandos militares. Hitler continúa con su plan de invadir la URSS, Stalin duda que Hitler vaya a emprender una campaña en su contra al estar enfrascado en una guerra en el frente occidental. 

Finalmente, Gran Bretaña y Estados Unidos se unen a la URSS contra el nazismo, en una calculada alianza. No se debe olvidar que los ingleses luchan con valentía por defender Francia y su propia isla, pero la URSS se enfrentará sola a los nazis en Europa hasta septiembre de 1943 cuando los Estados Unidos ponen pie en Italia, donde quedarán estancados (a pesar de los avances) hasta el final de la guerra. Solo a mediados de 1944 los Aliados occidentales entran en acción en Europa continental propiamente dicha. Para ese momento la Wehrmacht ya no es una gran armada, ha quedado severamente golpeada y debilitada ante el embate soviético en el frente oriental. 


La seguridad colectiva y asistencia mutua con la URSS no prosperó porque todos los países europeos confiaban en la Gran Bretaña, si ellos decían que sí a los soviéticos todos los demás se alinearían, pero eso no sucedió.



Referencias en este blog:





Nota: La cronología se basa en un reportaje del profesor Michael Jabara Carley, de la Universidad de Montreal.  

A History Lesson For Westerners Parrotting The Lie That Stalin 'Colluded With Hitler to Start WW2'

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