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20 septiembre 2022

Fidel Castro: De ídolo de New York (1959) a "demonio" comunista (1960)



 

por Tito Andino

Selección de textos y fotografías 


     New York, abril 1959


Nota: Este no es un post pro-castrista, ni mucho menos comunista, es un recuerdo histórico rico en anécdotas y excelente material fotográfico. Las fuentes de consulta en inglés son elocuentes ante cualquier crítica. ¿Qué la visita de Castro a EEUU fue aprovechado como propaganda? es algo que haría cualquier político en el mundo. La moraleja de esa visita es simple: Washington se equivocó. Fueron los estadounidenses quienes recibieron como héroe a Fidel Castro en 1959 y como no los complació, a los pocos meses, lo trataron con todo desprecio, condenando a Cuba al bloqueo económico más largo de la historia. Si el lector desea conocer el punto de vista del editor de este blog respecto a Cuba, la revolución y el presente, puede consultar el artículo: 8 de enero, tiempo para recordar a Cuba.



Fidel Castro en New York, 1959-1960

Revisaremos las visitas de trabajo del Comandante Fidel Castro Ruz, tras la reciente victoria de la Revolución Cubana. Aquella gira internacional en calidad de Primer Ministro del 15 al 29 de abril de 1959, que incluyó: Washington D.C., Princeton, Lawrenceville, Nueva York, Boston y Houston (en ese recorrido tuvo tiempo de hacer una parada en Montreal - Canadá. La gira se extendió por el Caribe y Sudamérica).


Fidel Castro comparece ante la prensa al arribar a Washington D.C., 15 de abril de 1959 (foto: Warren K. Leffler)

Washington, DC. Fidel Castro dirigiéndose a la Sociedad Estadounidense de Editores de Periódicos. ( Keystone Vía Getty Images)

El líder cubano aprovechó la popularidad del momento, apenas tres meses antes los "barbudos" revolucionarios derrocaban a la dictadura de Batista, conmocionado al mundo. Pese al carácter revolucionario y socialista del Movimiento Guerrillero 26 de Julio, Estados Unidos no se alarmó demasiado con el resultado y pensaba que una negociación evitaría la pérdida de su influencia sobre la isla y recuperar las ingentes inversiones económicas de empresarios y corporaciones estadounidenses. Es decir, antes de que el gobierno de los Estados Unidos lo demonizara en la década de 1960 por las reformas de estado que, de a poco, lo arrojaron en brazos de la Unión Soviética tras la invasión de Bahía de Cochinos (1961) y la casi inmediata Crisis de los Misiles (1962), un acto que condujo al mundo a una eventual aniquilación nuclear.


Arriba: Cientos de personas se apostan en las afueras del hotel The Statler de New York, 21 de abril de 1959, para mirar el arribo del Comandante Fidel Castro. (foto de  Alberto Korda. En el Centro: Debido a varias amenazas contra la vida de Castro, detectives de la policía de New York escoltan su automóvil al salir del Statler Hilton, 25 de abril de 1959, (Carl T. Gossett Jr.,The New York Times). Abajo: El New York Daily News afirmó que "Castro contrató a una empresa de relaciones públicas, comió perritos calientes, besó a mujeres como una estrella de rock y cargó a bebés como un político". (Carl Gossett, New York Times Co.)

En el "Overseas Press Club", Castro mostró una edición del New York Journal-American noticias sobre un complot para asesinarlo. 23 de abril de 1959 (Patrick A. Burns, The New York Times)

Fidel Castro había estado antes en New York, la primera vez en 1948 y regresó a Manhattan en 1955 cuando ya era conocido en los círculo de exiliados cubanos, lo tenían como un idealista atrevido por organizar un levantamiento contra el dictador Fulgencio Batista, su presencia se debía para recaudar fondos para la revolución (le fue bien en la colecta), incluso abrió una oficina para su organización, M-26-7 (Movimiento 26 de Julio, fecha del fracasado alzamiento). En esos tiempos no era ilegal que un grupo de cubanos aceptara dinero como aportaciones para la revolución. La anécdota es que no pocos estudiantes se ofrecieron como guerrilleros (solo para las vacaciones de verano).


Castro junto a un grupo de niños en una escuela de Queens, aparentemente el hijo del Comandante vivía en secreto en los EEUU mientras su padre dirigía la Revolución Cubana (George Mattson Archivo Diario de Nueva York). Las siguientes secuencias fotográficas corresponden a la visita de Castro al zoológico del Bronx (fotos vía Getty Images)

El día de Año Nuevo de 1959 el mundo conoció la inesperada victoria de "Los Barbudos" de Cuba que ofrecieron estabilidad y un futuro democrático a la isla. En Estados Unidos la juventud los idolatró "como libertadores jóvenes y sexys". La surrealista visita de Fidel Castro en abril de 1959 a Nueva York tenía todos los indicios de ser un rotundo éxito, y así fue, durante cinco largos días el Comandante Fidel Castro se convirtió en un héroe aclamado.


Arriba: Castro fue invitado al baile de Fotógrafos de la Prensa de Nueva York. (Archivo Hulton,  Via Getty Images) Abajo: firmando un autógrafo a Gladys Feijoo de 19 años (George Lockhart NY Daily News Vía Getty Images. Castro conoció a Gladys Feijoo, quien había ganado el concurso de belleza del periódico La Prensa, 22 de abril de 1959 (Robert Walker, The New York Times).

Castro habló ante una multitud de 16.000 personas desde el Naumburg Bandshell en Central Park, 24 de abril de 1959, (Neal Boenzi, The New York Times)


Un famoso artículo rememorando los 60 años de esa histórica visita señalaba que en esos momentos "Castro era ahora tan grande como Elvis, y los neoyorquinos lo acosaban desde el momento en que llegó a Penn Station. Los periodistas lo compararon con George Washington; las mujeres se desmayaron. (“Fidel es lo mejor que les ha pasado a las mujeres norteamericanas desde Rodolfo Valentino”, suspiró una)... (Castro) saltaba a través de las barreras policiales hacia la multitud para estrecharles la mano y decía: “¡Debo saludar a mi público!”). (Fidel Castro´s secret love affair with NYC El amor secreto de Fidel Castro con Nueva York).


Fidel Castro en el "Empire State Building", 23 de abril de 1959 (Patrick A. Burns, The New York Times)


Fidel Castro toda una celebridad en New York y en los Estados Unidos en abril de 1959. Arriba: Visitando el Capitolio y el Lincoln Memorial en Washington D.C.  Medio: Castro saliendo del Statler Hilton (ahora Hotel Pennsylvania) donde se hospedaba durante su visita, 21 de abril de 1959 (Patrick A. Burns, The New York Times); y, una impresionante fotografía en "Cotton and Sugar Exchange", de la 79 Pine Street, allí golpeó el mazo para comenzar el comercio del día, 24 de abril de 1959 (Meyer Liebowitz, New York Times). Abajo: Castro estrecha la mano del vicepresidente estadounidense Richard Nixon en Washington, 19 de Abril de 1959; y visitando la sede de las Naciones Unidas en New York junto a la delegación cubana (Universal History Archive, UIG / Bridgeman Images) 

1960

La loca historia de amor de New York con el Comandante Fidel Castro fue efímera. En septiembre de 1960, como jefe de la delegación cubana ante las Naciones Unidas, retornó a la metrópoli para dirigirse a la Asamblea General de la ONU. Pero esta vez la prensa neoyorquina se mofó de él como “el tipo barbudo”, despertó indignación en muchos círculos, gran parte de sus seguidores del año pasado lo abuchearon, no obstante, ciertos sectores aún guardaban admiración para él. 


Fidel Castro arribando al Statler Hotel en New York, septiembre 1960, no duraría mucho en tal lugar. La visita oficial se debió a su participación en la Asamblea Anual de la Organización de las Naciones Unidas, 18-26 septiembre de 1960.

Los desacuerdos entre Estados Unidos y Cuba ya se sentían debido a las medidas económicas que entraban en vigencia en la isla enfurecido a la Casa Blanca por las políticas de nacionalización de empresas e inversiones estadounidenses en Cuba. Richard Nixon (vicepresidente) decía ya que Castro se estaba inclinando peligrosamente hacia el comunismo. En marzo de 1960, el presidente Eisenhower ordenó a la CIA el entrenamiento de los exiliados cubanos para derrocar a Castro; luego, EEUU suspende la importación de azúcar cubana. En octubre (1960) Eisenhower sanciona el embargo económico contra Cuba, que dura hasta nuestros días; se dictan otras directrices que autorizan a los servicios de inteligencia derrocar y eliminar (asesinar) al Comandante cubano. En enero de 1961, Eisenhower rompe relaciones diplomáticas con Cuba; en abril, el nuevo presidente John F. Kennedy ordena la invasión de Bahía de Cochinos, la fuerza del exilio cubano, auspiciado por la CIA, desembarcó en Cuba, fracaso total. Castro termina alineándose con la Unión Soviética y el modelo socialista a finales de 1961 en busca de ayuda económica, al declararse un "marxista-leninista".

 

Una icónica fotografía de Fidel Castro, su intervención en la Asamblea de la ONU el 26 de septiembre de 1960. (Bettmann/Getty Images) 

En el largo discurso de Castro en 1960 ante la ONU (más de cuatro horas) denunció la agresión del imperialismo estadounidense contra Cuba y otras naciones de América Latina, Asia y África. Declaró que EEUU había "decretado la destrucción" de su gobierno revolucionario. 

Durante la visita de 1960, Estados Unidos prohibió a la delegación cubana salir de Manhattan, el hotel se negó enarbolar la bandera de Cuba y hasta concurrir al comedor del hotel. La reacción cubana fue lógica, amenazaron con dormir en los sofás y en el césped del complejo de la ONU. La delegación decidió mudarse al Hotel Theresa en Harlem "que durante mucho tiempo había sido considerada la capital de la América negra. Fue el primer líder extranjero en permanecer en el barrio, y muchos afroamericanos, que admiraban que hubiera declarado el fin de la discriminación racial en Cuba poco después de asumir el poder, lo recibieron con los brazos abiertos".


Simpatizantes de Fidel Castro se reúnen frente al Hotel Theresa en Harlem (Foto Getty Images)

En "Fidel Castro’s Fateful Visit to New York, 60 Years On" se señala que "fue un brillante golpe publicitario. La ubicación, una bofetada en el corazón desde uno de los barrios más famosos de la América negra, le permitió destacar globalmente los problemas raciales de los Estados Unidos. Al insistir en las desigualdades evidentes en Harlem y sus alrededores, Castro pudo retratarse a sí mismo como la voz de los oprimidos y los desfavorecidos, un mensaje que fue particularmente resonante en África, donde los movimientos de independencia antiimperialistas estaban en pleno apogeo. Casi de la noche a la mañana, el líder poco conocido se convirtió en un importante punto de referencia para otras naciones no alineadas".


Castro y su delegación cenando en el hotel Theresa en Harlem, junto a los empleados del hotel. (Archivo Hulton Via Getty Images)

Eisenhower se negó a invitar a Castro al almuerzo para los jefes de estado latinoamericanos, Castro organizó su propia gran fiesta e invitó bistecs al personal afroamericano del hotel Theresa. Varios líderes mundiales se dirigieron a Harlem para charlar con Castro en el hotel Theresa, se reunió con personalidades del momento, destacando: el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, el líder indio Jawaharlal Nehru, el soviético Nikita Khrushchev, Allen Ginsberg, Malcolm X (y miembros de la Nación del Islam), entre otros. 


20 septiembre 1960, Nikita Khrushchev, Primer Ministro y Presidente del Consejo de Ministros de la URSS junto al Primer Ministro de Cuba Fidel Castro  rodeados por la policía y la multitud frente al Hotel Theresa en Harlem durante su visita a Nueva York


A pesar del giro anti-Castro, los titulares de la prensa estadounidense dedicaron largas jornadas al líder cubano. En el ocaso de su vida, el Comandante Fidel Castro dio un discurso en la iglesia de Riverside (año 2000) expresando que “en Harlem es donde tengo a mis mejores amigos”. (Castro regresaría a Nueva York por visitas oficiales a la sede de las Naciones Unidas  en 1979, 1995 y 2000).


Septiembre 1960. Arriba: Fidel Castro saludando al presidente egipcio Gamal Abdul Nasser y el primer ministro de la India Nehru, en las afueras del hotel Teresa en Harlem, New York. Abajo: Castro y Malcon X en el hotel Theresa. 

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Fuentes de consulta

Fidel Castro´s secret love affair with NYC  BBC

Fidel Castro arrives in New York  History

Castro Takes Manhattan: Vintage Pictures of El Comandante as Tourist  New York Times

Fidel Castro in the US: cars, cigars and a meeting with Malcolm X  The Guardian (Londres)

Fidel Castro’s Fateful Visit to New York, 60 Years On  Americas Quarterly

Fidel Castro Stayed in Harlem 60 Years Ago to Highlight Racial Injustice in the U.S. Smithsonian Magazine

60 Years Ago, 'Fidelmania' Took New York City By Storm  NPR Breaking News

Here's A Bunch Of Pictures Of Fidel Castro Chilling In New York City  BuzzFeed.News

15 septiembre 2022

Rehaciendo el mundo

 


Nick Ottens

Never Was Magazine

Título original en inglés: Remaking the World 


No fue sino hasta la era moderna que los aspirantes a conquistadores y bienhechores pudieron pensar a escala global. El descubrimiento del Nuevo Mundo y la invención de los barcos de vapor, el telégrafo, los aviones, la televisión y los misiles balísticos intercontinentales hicieron que el mundo se sintiera más pequeño. Los faraones egipcios y los emperadores chinos pueden haber pretendido gobernar todo lo que hay bajo el sol y los cielos; No fue hasta el siglo XIX que una nación insular en el borde occidental de Eurasia pudo adquirir un imperio en el que el sol nunca se ponía.

 

Ilustración sobre la Conferencia de Berlín. La Conferencia de Berlín (también denominada la "Conferencia del Congo" o "Conferencia de África Occidental" se celebró entre el 15 de noviembre de 1884 al 26 de febrero de 1885, fue convocada por Francia y el Reino Unido​ y organizada por el canciller de Alemania, Otto von Bismarck, tuvo lugar en Berlín (Imperio alemán) para solucionar los problemas surgidos de la expansión colonial en África y resolver su repartición entre las potencias coloniales europeas. (NdelE)

El potencial de conquista mundial infló las ambiciones de los movimientos políticos. Los marxistas llamaron a una revolución mundial del proletariado. La Alemania fascista y Japón planearon dividir el mundo entre ellos. Estados Unidos buscó hacer del mundo un lugar seguro para la democracia.

Si la guerra mundial y la conquista mundial fueron posibles, ¿entonces seguramente también lo fueron la paz y la unidad mundiales? El paneuropeísmo y el internacionalismo florecieron en el siglo XX, dando vida a la Liga de las Naciones, las Naciones Unidas y lo que sería la Unión Europea.


Desde el Tratado de Tordesillas de 1494 hasta los aspirantes a UE de la actualidad, aquí hay una historia de intentos, pocos de ellos exitosos, para rehacer el mundo.


Tratado de Tordesillas


Mapa de las reivindicaciones territoriales portuguesas y españolas en el mundo colonial, 1479-1790 (Wikimedia Commons)


El Tratado de Tordesillas de 1494, que dividió el mundo fuera de Europa entre Portugal y España, fue el primer intento de dos naciones de reordenar el mundo entero sin recurrir a la guerra entre ellos.

La monarquía española había financiado el viaje de Cristóbal Colón a lo que se conocería como las Américas, sin embargo, Portugal tenía un reclamo sobre todas las tierras al sur de las Islas Canarias ratificado por el Papa. El rey Juan II de Portugal tenía la intención de cumplir con ese reclamo. Sus homólogos españoles, el rey Fernando de Aragón y la reina Isabel de Castilla, no tenían los medios militares para desafiarlo. Así que buscaron una solución diplomática, apelando al Papa de origen español Alejandro VI, quien decretó en 1493 que todas las tierras al oeste de las Azores y Cabo Verde debían pertenecer a España.


Juan II de Portugal - Isabel I de Castilla - Fernando II de Aragón


Juan estuvo medio de acuerdo. Insistió en que a Portugal se le debería dar explícitamente mano libre al este de la línea. De ahí el Tratado de Tordesillas, que le dio a Portugal África e India y, resultó, una porción de Brasil. Así fue como Brasil se convirtió en una colonia portuguesa y de habla portuguesa, mientras que el resto de América Latina cayó bajo el dominio español.

Otras potencias europeas, que colonizaron América del Norte, ignoraron el tratado. Las poblaciones nativas americanas no fueron consultadas. Los líderes portugueses y españoles apenas conocían a la gente del Nuevo Mundo cuando lo dividieron.

El Tratado de Zaragoza de 1529 trazó una línea similar en el otro lado del mundo, lo que le habría dado a España una porción de Australia, que nunca colonizó, pero no Filipinas, que sí lo hizo.


Conferencia de Berlín


Caricatura de Otto von Bismarck presidiendo la Conferencia de Berlín de 1885 (Journal L'Illustration)


En el apogeo de la era imperial, Otto von Bismarck, el primer canciller de la Alemania unida, invitó a sus homólogos europeos a Berlín para resolver una disputa entre Bélgica, Gran Bretaña, Francia y Portugal por el control del Congo. Otras disputas territoriales se resolvieron en la misma conferencia, por lo que se formalizó efectivamente la lucha por África.


    África1884                             1898                             1950


En los años posteriores a la Conferencia, las potencias europeas consolidaron su dominio sobre el continente africano, en gran medida sin luchar entre sí. Solo el 10% de África había sido colonizado en 1870. Para 1914, los europeos reclamaban el 90% de África, y solo Etiopía y Liberia permanecían independientes.


¡Morgen die Ganze Welt!


Lo que Alemania quiere. Mapa de 1917 del Establecimiento Geográfico de Stanford de los supuestos objetivos de guerra de Alemania (Biblioteca de la Universidad de Cornell)


No fue hasta la Primera Guerra Mundial que los occidentales temieron que una sola potencia pudiera conquistar el mundo. La propaganda aliada, como este mapa de 1917, exageraba los objetivos de guerra de Alemania. Pero en un presentimiento sobre la búsqueda de Hitler de Lebensraum en el Este, el emperador Wilhelm II y sus generales buscaron la expansión territorial en Europa del Este, así como un "lugar bajo el sol" para Alemania en los trópicos.


Mapa de 1916 de Wilhelm Greve que muestra toda Europa Central bajo control del Imperio Alemán (Biblioteca de la Universidad de Cornell)


Wilhelm Greve, un litógrafo alemán, estuvo más cerca de cartografiar las verdaderas aspiraciones de la Alemania imperial. En este mapa de 1916, Alsacia se ha incorporado al Imperio Alemán. Albania, Bélgica, Polonia, Rumania y Serbia pueden ser nominalmente independientes, pero en realidad están subordinados a Berlín y Viena.

(Haga clic AQUÍ para ver más mapas de una victoria alemana en la Primera Guerra Mundial).


Liga de las Naciones


Mapa de 1927 de la Sociedad de Naciones (Boston Rare Maps)


El horror de la Primera Guerra Mundial —40 millones de personas murieron en cuatro años— dio lugar al intento más serio de gobernanza global hasta entonces: la Liga de Naciones.

El organismo está asociado con el presidente estadounidense en tiempos de guerra Woodrow Wilson, pero uno de sus predecesores, Theodore Roosevelt, había pedido años antes una “Liga de la Paz” internacional; El embajador de Gran Bretaña en los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial, Lord Bryce, popularizó la idea en Estados Unidos; y el británico Robert Cecil y el sudafricano Jan Smuts redactaron el Pacto de la Sociedad de Naciones, que creó las instituciones de la liga, así como los mandatos en las antiguas colonias de las potencias centrales derrotadas.


          Woodrow Wilson           Robert Cecil                 Jan Smuts


42 naciones iniciaron la Liga. Seis más se unieron durante su primer año. Argentina fue la primera nación en retirarse en 1921, cuando su propuesta de admitir a todas las naciones soberanas fue rechazada. Alemania se unió en 1926 y se retiró en 1933. La Unión Soviética fue admitida en 1934 pero expulsada en 1939 por invadir Finlandia. Estados Unidos nunca se unió.

En su apogeo, en 1934-35, la Liga tenía 58 miembros. Egipto fue la última nación en unirse en 1937, pero para entonces la organización se había vuelto irrelevante. No logró evitar la apropiación de tierras por parte de Hitler en Europa, la guerra de Japón contra China, la invasión de Abisinia (Etiopía) por parte de Italia y la interferencia extranjera en la Guerra Civil española.


Repúblicas Soviéticas


Estados efímeros de la Guerra Civil Rusa (PisseGuri82)


En los disturbios y la Guerra Civil que siguió a la Revolución Rusa de 1917, se proclamaron muchos estados en el territorio del antiguo Imperio Ruso. Algunos eran minorías étnicas que buscaban autonomía. Otros eran señores de la guerra que reclamaban legitimidad a través de la fachada de un estado. Otras, sin embargo, fueron repúblicas proto-soviéticas que luego se incorporaron a la URSS. El mapa de arriba muestra la mayoría de estos “estados efímeros” (que no existieron todos al mismo tiempo).

(Haga click AQUÍ para leer más sobre esos "estados efimeros").


Mapa de 1936 de las repúblicas de la Unión Soviética (Wikimedia Commons)


La URSS se formó en 1922 como una unión de las repúblicas de Rusia, Transcaucasia, Ucrania y Bielorrusia. Los tres primeros, a su vez, contenían repúblicas socialistas autónomas, que a menudo se centraban en etnias no rusas. Las repúblicas de la unión eran teóricamente soberanas y se les permitía separarse. En realidad, todas las repúblicas estaban subordinadas a Moscú.

Al comienzo de la Unión Soviética, hubo esfuerzos genuinos para extender los derechos y la autonomía a los pueblos no rusos, que habían sido clasificados como "extranjeros" bajo el zar. Las etnias oficialmente reconocidas recibieron sus propias instituciones culturales, medios de comunicación y escuelas.


Joseph Stalin

Esto cambió bajo Joseph Stalin, quien trazó fronteras artificiales para dividir etnias y trasladó a pueblos enteros alrededor de la Unión Soviética en nombre de la rusificación. Millones perecieron en los traslados de población a Asia Central y el Lejano Oriente.

Las repúblicas de Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán se crearon en la década de 1920 a partir del territorio de las Repúblicas Populares Soviéticas de Bujaran y Khorezm. La República Soviética Federativa Socialista de Transcaucasia se disolvió en 1936, y Armenia, Azerbaiyán y Georgia pasaron de ser repúblicas autónomas a parte de la unión.

Ese mismo año, Stalin creó dos repúblicas más en Asia Central que hasta entonces habían pertenecido a la República Socialista Federativa Soviética de Rusia: Kazajstán y Kirghizia. Estonia, Letonia, Lituania y Moldavia fueron conquistadas en 1940 e incorporadas a la Unión Soviética como repúblicas. Ese mismo año se creó una República Socialista Soviética Karelo-Finlandesa, incluido el territorio tomado de Finlandia en la Guerra de Invierno, pero se abolió nuevamente en 1956.


Mapa de la Unión Soviética y su esfera de influencia (1Blomma)


Si Stalin hubiera abierto un frente contra los nazis en Noruega y se hubiera unido a la guerra contra Japón antes de derrotar a Hitler; si el Ejército Rojo hubiera avanzado más en Alemania y Tito no hubiera roto con Moscú, es posible que Finlandia y Polonia se hubieran incorporado al imperio soviético como repúblicas unidas y Manchuria, Mongolia, Corea del Norte, Noruega, Suecia y Yugoslavia se hubieran incorporado a la órbita soviética como estados satélite.


Intermarium


Mapa de la Intermarium propuesta, una federación de Europa Central y Oriental


El Intermarium ("entre mares") fue una propuesta polaca para la federalización de Europa Central y Oriental.


                                                Józef Piłsudski

El líder de Polonia posterior a la Primera Guerra Mundial, Józef Piłsudski, fue el defensor más destacado del esquema, pero se remonta a principios del siglo XIX. Adam Jerzy Czartoryski, líder de la revuelta polaca de 1831 contra Rusia, también la apoyó.

Fuera de Polonia, el plan encontró poca simpatía.

Los soviéticos se opusieron porque querían los estados bálticos, Bielorrusia y Ucrania para ellos. Los aliados occidentales estaban en contra, porque asumieron que el bolchevismo eventualmente colapsaría y todavía pensaban en Rusia como un contrapeso a Alemania. Muchos de los posibles miembros de la federación lo vieron como un intento apenas disimulado de resucitar la Commonwealth polaco-lituana.

La Polonia del siglo XXI ha revivido la idea de una Europa Central fuerte que pueda contrarrestar tanto a Europa Occidental como a Rusia en la forma de la Iniciativa de los Tres Mares.


Unión de Europa Central


Mapa de la sindicalización de la Unión Europa Central propuesto por P.A. Maas (1920)


La Paz de Versalles había puesto fin a la Primera Guerra Mundial, pero difícilmente resolvió las tensiones étnicas y las disputas territoriales que la provocaron.

P.A. Maas, probablemente el hijo de un impresor con sede en Viena llamado Otto Maas, predijo en 1920 que la paz colapsaría y lo propuso en Das Neue Europa Mit Dem Dauernden Frieden. Die Unionisierung Mitteleuropas que la “paz duradera” podría lograrse a través de la “sindicalización de Europa Central”.

Su Einheitsstaates europeo (Estados Unidos) constaba de 24 cantones al estilo suizo, cada uno de ellos una porción larga y estrecha que irradiaba desde la capital de la Unión, Viena. Cada cantón lleva el nombre de una ciudad importante.

La Unión reconocería solo cuatro naciones: romanos, germanos, magiares y eslavos. Los romanos se podían encontrar en Francia, Italia y Rumania; alemanes en Austria, Baviera, Prusia, los Países Bajos, Sajonia y Tirol; magiares en Hungría; y eslavos en Croacia, Checoslovaquia, Moravia, Polonia, Rutenia y Serbia. Una presidencia electa rotaría entre las cuatro naciones. El idioma oficial del sindicato sería el esperanto.


Paneuropa


Mapa mundial de cinco superestados de Richard von Coudenhove-Kalergi


Richard von Coudenhove-Kalergi

Richard von Coudenhove-Kalergi, un noble bohemio, tenía una visión más realista de la unión en Europa. Junto con Otto von Habsburg, el último príncipe heredero de Austria, fundó la Unión Paneuropea en 1922, que pedía la unificación de Europa, en parte para resistir la amenaza del comunismo soviético. Muchas de sus propuestas, incluida la utilización de la “Oda a la alegría” de Ludwig von Beethoven como himno europeo, fueron retomadas después de la Segunda Guerra Mundial.

Las ideas de Coudenhove-Kalergi para el resto del mundo no vieron la luz del día. Esperaba que las colonias europeas en África y Asia se incorporaran a una Unión Europea; que Estados Unidos y América Latina se fusionarían en una Panamérica; y que China, Japón, Mongolia, Corea y el Tíbet se unirían en un solo estado de Asia oriental. Solo Afganistán, Etiopía (antes de que fuera invadida por los italianos), Irán, Liberia y Turquía permanecerían independientes.


Tecnocracia


Mapa del Technate of America propuesto (Technocracy Inc.)


La Gran Depresión dio vida a varias filosofías políticas nuevas. Chile se tambaleó hacia la extrema izquierda. Brasil y Portugal giraron hacia la derecha corporativista. Alemania eligió a los nazis. En Canadá y Estados Unidos surgió el movimiento de la tecnocracia. Propuso reemplazar a todos los políticos por economistas, ingenieros, científicos y empresarios.


                                                  Howard Scott

El New Deal de Franklin Delano Roosevelt, que también se basaba en el control experto de la economía, quitó el aliento a los tecnócratas. En Canadá, el movimiento incluso fue ilegalizado.

El grupo de defensa más destacado fue Technocracy Incorporated, fundado por Howard Scott. No era muy popular y, en lo que ciertamente no era un buen augurio para su capacidad de gobernar, estaba dominado por el faccionalismo.

Su propuesta de mayor alcance fue unir América Central y del Norte en un "technate", siendo su argumento que los límites naturales y los recursos del área que se extiende desde el Ártico hasta Panamá la convertían en "una unidad geográfica independiente y autosuficiente".


Unión de habla inglesa


Mapa de la Unión de Habla Inglesa de la revista Life (7 de octubre de 1940)


Para los conservadores británicos de cierta persuasión, la idea de unir su país con sus antiguos dominios blancos y Estados Unidos ha tenido un atractivo especial durante mucho tiempo. Fuera de Gran Bretaña, no tanto. Pocos estadounidenses, australianos o canadienses, y mucho menos los irlandeses y sudafricanos, han disfrutado la perspectiva de una unión de habla inglesa.


Roberto E. Sherwood

Una excepción fue Robert E. Sherwood, un dramaturgo estadounidense que escribiría discursos para el presidente Franklin Delano Roosevelt durante la Segunda Guerra Mundial. 

Escribiendo antes de que los rusos entraran en la guerra del lado de los Aliados en 1941, Sherwood temía un estancamiento prolongado entre la Europa controlada por los nazis y el mundo libre de habla inglesa. Aislado en un mundo mayoritariamente totalitario, “un mundo en el que el término 'competencia despiadada' significaría exactamente eso”, el nivel de vida de Estados Unidos se reduciría, advirtió a los lectores de  la revista Life. Una unión de los pueblos de habla inglesa prometía un respiro.

 

Portada de New Statesman (del 6 al 12 de febrero de 2015)

La salida de Gran Bretaña de la UE ha reavivado las esperanzas de unir a la angloesfera.

CANZUK, una unión política y económica propuesta de Canadá, Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido, cuenta con el apoyo de políticos de derecha y grupos de expertos en los cuatro países. Contaría con unas 135 millones de personas y tendría una producción económica combinada de 6,5 billones de dólares. Los escépticos lo ven como una resurrección de la “Commonwealth Blanca”.


Aliados contra el Eje


Mapa del mundo en guerra de Richard Edes Harrison, publicado en la revista Fortune (marzo de 1942)


La Gran Guerra de 1914-18 fue mundial, con batallas en África y Asia, pero la mayor parte de los combates tuvo lugar en Europa. La Segunda Guerra Mundial realmente se libró en todos los continentes. Los británicos y los alemanes enviaron tropas a la Antártida; la Batalla del Río de la Plata tuvo lugar en América del Sur.

Este mapa de Richard Eden Harrison, publicado en la revista Fortune en el apogeo de la expansión del Eje en 1942, muestra casi todo el mundo en guerra. Los únicos verdaderos neutrales son Argentina, Irlanda, Portugal y sus colonias, Suecia, Suiza, Tíbet, Turquía y Arabia Saudita. Argentina y Arabia Saudita finalmente se unieron a los Aliados.


Imperio hitleriano


Mapa del Gran Reich Alemán (1Blomma)


Adolf Hitler soñaba con un imperio alemán que se extendiera desde el océano Atlántico hasta los montes Urales. Los japoneses imaginaron una Gran Esfera de Co-Prosperidad de Asia Oriental. Los aliados occidentales planearon las Naciones Unidas. Los soviéticos tenían la intención de empujar sus fronteras lo más al oeste posible. Todos los bandos imaginaron que el mundo después de la guerra sería diferente.


Adolf Hitler

Los historiadores todavía debaten si Hitler hablaba en serio sobre la dominación mundial, pero no hay duda de que quería retirar el mapa de Europa. Un Großgermanisches Reich (Gran Imperio Germánico) habría cubierto el norte de Europa y albergado razas consideradas dignas por los nazis, incluidos los holandeses, los checos y los nórdicos. Los judíos, polacos y eslavos debían ser erradicados o expulsados. Los Reichskommissariaten habrían reemplazado a los países.

Los planes de Hitler para Europa al sur del Danubio se articularon con menos claridad, aunque el río mismo habría desempeñado un papel importante en la conexión de la Alemania histórica con sus nuevas colonias en el Este. Albania, Croacia, Grecia y Montenegro pueden haber quedado en manos de Italia. Bulgaria, Hungría, Rumania, Serbia y Eslovaquia serían gobernadas por aliados nazis o marionetas.


Mapa de una temida invasión alemana de Oriente Medio, de la revista Life (28 de abril de 1941)


Hitler simpatizaba con los árabes, que veían en la Alemania nazi un aliado potencial contra la Gran Bretaña y Francia coloniales. Sin embargo, la colaboración práctica fue limitada. La neutralidad turca bloqueó una invasión alemana del Medio Oriente. El Eje alentó un golpe contra la monarquía probritánica en Irak, pero poco pudo hacer cuando los británicos enviaron tropas. Hitler tampoco pudo impedir que Gran Bretaña y la Unión Soviética depusieran al gobernante neutral de Irán, Reza Shah, en favor de su hijo más flexible, Mohammad Reza Pahlavi, a pesar de que los iraníes eran considerados arios puros en la jerarquía racial nazi.


Mapa de África del Reich - Mapa del Plan de Madagascar (2015)


África era una prioridad menor para los nazis que Europa del Este, pero también esperaban construir un imperio allí. El norte quedaría en manos de Italia, para que Benito Mussolini pudiera tener su Nuevo Imperio Romano. Los afrikaners blancos gobernarían Rhodesia y Sudáfrica. En el medio, Alemania se enseñorearía de Mittelafrika.


Mapa del mundo en The Man in the High Castle de Amazon (2016)


The Man in the High Castle de Amazon, basada en la novela homónima de Philip K. Dick de 1962, nos da una idea de un mundo en el que el Eje obtuvo la victoria.

Alemania (presumiblemente con Italia) controla el área atlántica, incluida toda África, Europa y Oriente Medio, así como la mayor parte de América del Norte y la mitad oriental de América del Sur. Japón tiene la Cuenca del Pacífico, incluida lo que solía ser la costa oeste de Estados Unidos, partes de América Central, Chile y Perú.

Separando a los imperios, que son formalmente aliados pero realmente atrapados en una guerra fría, están los restos de la Unión Soviética en Eurasia, una zona neutral rebelde en América del Norte, México y la "Amazonia" en el centro de América del Sur.


Las ambiciones de Japón


Mapa de planes de guerra japoneses para conquistar el Lejano Oriente según detalló la revista Life (9 de diciembre de 1946)


Las ambiciones de Japón nunca se extendieron más allá de Asia. Life  reveló ya en diciembre de 1946 que los japoneses no tenían ningún plan para invadir los Estados Unidos continentales. El ataque a Pearl Harbor solo tenía como objetivo inmovilizar la flota estadounidense para que los japoneses pudieran tomar Filipinas, Guam, Singapur, las Indias Orientales y la isla Wake.

Luego, los japoneses pensaron que tendrían tiempo, detrás de sus defensas exteriores, para explotar su nueva "zona de recursos del sur" en busca de materias primas que necesitaban para completar su guerra desesperadamente estancada en China.

El objetivo a largo plazo de Japón era establecer una “Esfera de Co-Prosperidad de la Gran Asia Oriental”. Para algunos, esto fue una expresión de ideales anticoloniales y panasiáticos. En realidad, fue un vehículo para la dominación japonesa del este de Asia, incluida toda China, India y lo que se convertiría en Indonesia.

(Haga clic AQUÍ para ver el auge y la caída del imperio de Japón en mapas).


Nuevo mundo de posguerra


Maurice Gomberg de Filadelfia publicó por su cuenta este mapa-esquema del Nuevo Mundo de la posguerra en febrero de 1942. Predijo un mundo de bloques: los Estados Unidos se expandirían para cubrir toda América del Norte, la Unión Soviética dominando Eurasia. África, Europa y América del Sur formando sus propias federaciones.


India, en ese momento bajo el dominio británico, se independizaría, pero Gomberg por alguna razón entregó Indonesia, que los japoneses habían tomado de los holandeses, a la Commonwealth.

Albania, Grecia, “Tierra Hebrea” (un estado judío en Palestina y Transjordania), Irlanda, Japón y Turquía son las únicas naciones a las que se les permite la independencia.

Se sabe poco sobre Gomberg, pero eso no ha impedido que los teóricos de la conspiración imaginen que su mapa fue el gran diseño de Estados Unidos para rehacer el mundo. ¡Incluso insinúa un “Nuevo Orden Mundial” en el título!

(Haga clic AQUÍ para ver más información sobre este mapa de un "Nuevo Orden Mundial"). 


1984


Mapa del mundo en Mil novecientos ochenta y cuatro de George Orwell


Las pequeñas naciones que son absorbidas por los superestados podrían terminar en una guerra permanente en lugar de una paz permanente.


George Orwell

En "Mil novecientos ochenta y cuatro" (1949) de George Orwell, tres super-estados totalitarios compiten por la dominación mundial. Oceanía, gobernada por el partido Ingsoc, está formada por las Américas, Australia, las Islas Británicas y Sudáfrica. Eurasia, gobernada por neo-bolcheviques, tiene Europa continental y el territorio de la antigua Unión Soviética. Asia Oriental, donde la ideología estatal es la destrucción del yo, incluye partes de Asia Central, China, Japón, Manchuria y Corea.

Los tres estados luchan por la supremacía en dos frentes: un Frente Polar, que incluye Groenlandia y el norte de Canadá y Siberia; y un Frente Ecuatorial, que se extiende desde el norte de África en el oeste hasta Indonesia en el este.

Ningún estado es lo suficientemente fuerte como para prevalecer por sí solo, pero ninguno es lo suficientemente débil como para perder contra una combinación de los otros dos. Las alianzas cambian constantemente. Cada vez que Oceanía cambia de bando, los censores de Ingsoc deben actualizar rápidamente todas las referencias al “antiguo enemigo” de ayer al “glorioso aliado” de hoy. El mapa de arriba lo hace fácil. Simplemente inclínelo 90° cuando Oceanía cambie de lado.


Yalta


Winston Churchill, Franklin Roosevelt y Joseph Stalin en Yalta, 9 de febrero de 1945 (Archivos Nacionales)


La realidad de la división de Europa posterior a la Segunda Guerra Mundial estaba más cerca de la visión de Gomberg que de la de Orwell. Stalin empujó las fronteras de la Unión Soviética lo más al oeste que pudo. Las naciones restantes del continente se unieron bajo el liderazgo estadounidense.


"Problemas con algunas de las piezas". Caricatura de la revista Punch sobre la Conferencia de Yalta

La división este-oeste, que condenaría a las naciones de Europa Central y Oriental a casi medio siglo de autoritarismo, se formalizó en la Conferencia de Yalta de las tres principales potencias aliadas en febrero de 1945, tres meses antes de la victoria en Europa. Winston Churchill y Joseph Stalin ya habían acordado que Rusia podría mantener su posición en Europa del Este mientras se dividiría la influencia en Hungría y Yugoslavia. El destino de Polonia y Alemania tuvo que decidirse en Yalta.

Stalin, habiéndose asegurado de que el Levantamiento de Varsovia fuera aplastado por los nazis antes de que el Ejército Rojo liberara Polonia, insistió en el reconocimiento del Gobierno Provisional dominado por los comunistas en lugar del gobierno polaco democrático en el exilio. Stalin prometió elecciones libres y justas en Polonia; eso no sucedió hasta 1991. El país se desplazó hacia el oeste en el mapa: sus llamadas fronteras orientales se transfirieron a Rusia, mientras que gran parte de la antigua Prusia se entregó a Polonia. Rusia se apropió de Prusia Oriental y la rebautizó como Kaliningrado.

Se consideraron varias particiones posibles de Alemania, incluida una división en tres partes, antes de acordar la ahora familiar división este-oeste. (Haga clic AQUÍ para obtener más información).


Izq. Mapa de la revista Life (29 de diciembre de 1947). Der. Caricatura de 1947 que muestra a Stalin tomando el control de Europa del Este (Stephen Illingsworth)


Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Rumania y más tarde Alemania Oriental fueron tomadas por los comunistas. Los comunistas intentaron, sin éxito, tomar Grecia también, pero los monárquicos respaldados por Estados Unidos y Gran Bretaña ganaron la Guerra Civil. Yugoslavia, bajo Tito, se volvió comunista pero se separó de Stalin. Después de que muchas de las naciones europeas restantes se unieron a Canadá y Estados Unidos en la Organización del Tratado del Atlántico Norte en 1949, los soviéticos crearon una organización equivalente, el Pacto de Varsovia. El escenario para la Guerra Fría estaba listo.


Organización de las Naciones Unidas


Mapa. Miembros de las Naciones Unidas, sus dependencias y territorios en fideicomiso en 1948 (ONU)


Un intento más positivo de rehacer el mundo vino en la forma de las Naciones Unidas; un relanzamiento de la Sociedad de Naciones de entreguerras, que tan miserablemente había fracasado en evitar otra guerra mundial.

Arraigada en la alianza anti-Eje de tiempos de guerra, las Naciones Unidas serían más efectivas que la Liga. Podría tomar decisiones por mayoría de votos, en lugar de por unanimidad, y sus cinco miembros más poderosos (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos) vigilarían al resto.

Eso no sucedió. Las expectativas de que los cinco miembros con poder de veto antepusieran el bien común resultaron poco realistas. Después de un comienzo prometedor en los primeros años de la Guerra Fría, con misiones internacionales de mantenimiento de la paz en Corea, Suez y Congo, los vetos comunistas (la China Roja ocupó el puesto de Taiwán en 1971) impidieron que la ONU interviniera en Oriente Medio, Vietnam y Cachemira. La organización se centró cada vez más en sus objetivos aparentemente secundarios de intercambio cultural, desarrollo económico y ayuda humanitaria.


Guerra Fría


Mapa de la Guerra Fría de Robert M. Chapin Jr., publicado en la revista Time (2 de enero de 1950)


Si la Segunda Guerra Mundial fue la primera guerra verdaderamente global, la Guerra Fría que la siguió fue la primera competencia verdaderamente global entre dos estados. Hitler puede haber soñado con dominar el mundo; Estados Unidos y la Unión Soviética tenían los medios para hacerlo. Si no a través de la conquista directa, entonces por influencia económica y política.


Mapa de objetivos potenciales de una presunta agresión soviética, de ACME Newspictures (12 de julio de 1950)


Occidente realmente temía que los soviéticos pudieran comenzar otra guerra a fines de la década de 1940 y principios de la de 1950. Stalin, después de todo, había conquistado los estados bálticos y Moldavia en 1940 y se negó a abandonar Europa del Este después de liberarla de los nazis. Las tropas del Ejército Rojo también permanecieron en Irán. La Unión Soviética financió partidos comunistas en Francia e Italia, y armó a comunistas en la Guerra Civil Griega y la Guerra de Corea.

Lo que Occidente no sabía era cuán vulnerables se sentían los soviéticos; ellos también pensaron que la Tercera Guerra Mundial era probable, ¡excepto que la OTAN la comenzaría!


Mapa de la Guerra Fría, de John K. Jessup, Communism: The Nature of Your Enemy (1962)


Las tensiones casi llegaron al punto de ebullición en 1962, cuando los soviéticos, creyendo que estaban actuando a la defensiva contra los misiles estadounidenses en Europa y Turquía, desplegaron misiles con armas nucleares en Cuba, lo que los estadounidenses interpretaron como una acción ofensiva. La subsiguiente Crisis de los Misiles en Cuba fue realmente el apogeo de la Guerra Fría en el sentido de que la amenaza de una guerra nuclear nunca sería más inminente. Los misiles balísticos intercontinentales y los gigantescos arsenales nucleares les habían dado a ambos bandos la capacidad de atacar cualquier parte de la Tierra y destruirse mutuamente muchas veces. Comenzar la Tercera Guerra Mundial sería un suicidio. El acrónimo de este equilibrio de poder (destrucción mutua asegurada) no era casualmente "MAD".

Las superpotencias se asentaron en la “coexistencia pacífica”, aunque el pragmatismo soviético provocó una escisión en el campo comunista con China insistiendo en continuar la revolución mundial. Pero esto también le dio a Estados Unidos la oportunidad de restablecer las relaciones con la China Roja, que ahora consideraba a la vecina Unión Soviética como un rival.

Mientras tanto, en el antiguo mundo colonial, India e Indonesia lideraron un bloque de países que se negaron a alinearse con ninguno de los bandos en la Guerra Fría. Donde había habido "dos mundos" en la década de 1950, en la década de 1970 había al menos tres, y cualquier poder que controlara todo el planeta se convirtió nuevamente en una fantasía.


Hiperpotencia


El mundo con las áreas de responsabilidad de los comandantes: mapa de los comandos combatientes unificados (DoD) de Estados Unidos


Otras dos décadas más tarde, el control del mundo por una sola potencia parecía posible una vez más. La Unión Soviética había implosionado, Rusia estaba de espaldas y pocos imaginaban que China rivalizaría económicamente con Estados Unidos en otros veinte años. Un periodista británico acuñó el término “hiperpotencia” para describir la (potencial) dominación mundial por parte de los estadounidenses.


Mapa francés de la influencia estadounidense en el mundo (Histoire Géographie)


El término resonó en Francia, donde el poder estadounidense había sido mirado con cautela durante mucho tiempo. "Hiperpotencia" no era un cumplido.


Mapa de la talasocracia estadounidense, de Pierre Royer, Géopolitique des mers et des océans (2012)


Pero el concepto fue adoptado por los halcones estadounidenses, quienes argumentaron que su país debería aprovechar la oportunidad de rehacer el mundo. El colmo de esta arrogancia fue el Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, que pedía un aumento del gasto en defensa durante la época de paz de la década de 1990 para promover la democracia y el capitalismo en el exterior, incluso mediante el derrocamiento de regímenes hostiles a los “intereses y valores” estadounidenses. Algunas de las luminarias del proyecto — Elliott Abrams, Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz — tuvieron la oportunidad de poner las palabras en acción durante la administración de George W. Bush. Sus grandes diseños no solo fallaron la primera vez que se pusieron a prueba; la catástrofe de la guerra de Irak aceleró la desaparición de la hiperpotencia estadounidense.


Mundo de Bloques


Mapa de bloques comerciales regionales (G20 Insights)


La historia anterior debería advertirnos contra la predicción del futuro demasiado lejana, pero si tuviera que aventurarme a adivinar, sería que nos estamos moviendo hacia un mundo de bloques. El éxito de la Unión Europea ha inspirado la integración económica en todos los continentes, desde Mercosur en América del Sur hasta la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.


Mapa de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China (Fundación Bertelsmann)


Los comienzos de un bloque chino se pueden ver en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, así como en la Asociación Económica Integral Regional, la alternativa de China a la Asociación Transpacífica. 

Gomberg pudo salirse con la suya después de todo.


Nick Ottens

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