Bienvenido a este Blog. Detectives de Guerra le brinda los mejores análisis de los conflictos internacionales de actualidad

27 marzo 2019

Ascenso y caída del imperio del Japón en mapas





Nick Ottens
Never Was Magazine 


Nota previa del editor  del blog.

El historiador estadounidense Nick Ottens tiene una gran particularidad, brindarnos un valioso conocimiento que, lejos de ser una larga investigación académica (usual en este blog), opta por una versión concreta y de fácil comprensión, siempre acompañados por magníficas gráficas y mapas. Los artículos del Never Was Magazine que publicamos (formato original en inglés) cuenta con la autorización exclusiva de Nick Ottens, un verdadero privilegio, las traducciones corresponden a este blog. Dejamos sentado nuestro especial agradecimiento por la deferencia del señor Ottens; en este sentido, las publicaciones del Never Was (traducidas) que usted desee compartir por otros medios (sin fines comerciales) debe contener igual mención de la autoría original. 

Hemos incluido un par de notas del editor del blog para aclarar algunos puntos históricos que menciona Nick Ottens y que son muy poco conocidos por los lectores y el público en general respecto a la guerra nipona-estadounidense.   


******

Vea cómo Japón invadió Manchuria, conquistó un imperio isleño en el Pacífico y fue desmembrado después de la Segunda Guerra Mundial.

Las ambiciones imperiales de Japón, como se muestra en la película de propaganda estadounidense de 1945 Why We Fight: War Comes to America (Por qué luchamos: la guerra llega a Estados Unidos)


Es discutible cuando comenzó la historia del Imperio japonés. Podemos retroceder  a la Restauración Meiji de 1868, pero ¿no fue la Guerra Sino-Japonesa de 1894-95, una lucha por la influencia en Corea, realmente el punto de partida del imperialismo japonés?

¿O la guerra ruso-japonesa 1904-05? una lucha por la influencia tanto en Corea como en Manchuria.

O 1910, cuando Japón se anexionó Corea?

Un momento decisivo llegó en 1931, cuando Japón ocupó Manchuria. No había duda en ese momento que la nación isleña se había convertido en una potencia colonial y en una potencia expansionista.

Estado títere


El ataque de Japón a Manchuria como se muestra en la película de propaganda estadounidense de 1945 Por qué luchamos: la guerra llega a Estados Unidos


En septiembre de 1931, las unidades del ejército japonés Kwantung, estacionadas en Manchuria desde la guerra ruso-japonesa, se valieron de un ataque chino organizado como pretexto para atacar. En pocos días, habían tomado un área 1.5 veces más grande que Texas.

Los líderes civiles en Tokio estaban horrorizados porque sus soldados habían actuado sin permiso, pero ¿qué podían hacer ellos? Ya no había vuelta atrás para el imperio.

Japón convirtió Manchuria en un estado títere, llamado Manchukuo, y puso al derrocado emperador Qing de China, Puyi, a la cabeza. (Estos eventos son retratados en la película de 1987 El último emperador.)

La patria ancestral de la dinastía Qing de Manchuria había gobernado China durante casi 300 años, la mayoría de la población del territorio ocupado era, sin embargo, china Han. Unos diez millones de ellos se vieron obligados a trabajar en industrias pesadas, que producían el acero y otras materias primas necesarias para alimentar la máquina de guerra japonesa.


Isla Imperial 


Mapa del Imperio japonés en 1936, de la revista Life, 16 de abril de 1945.

Japón ya presidía varias islas en el Pacífico como mandatos de la Liga de Naciones: las Carolinas, Palau, las Islas Marshall, que ahora son las Islas Marianas del Norte y los Estados Federados de Micronesia, todos los cuales Japón había heredado de Alemania después de la Primera Guerra Mundial. Aunque Japón se retiró de la Liga de Naciones en 1933 conservó las islas. Ellas convenientemente rodeaban a la isla de Guam, bajo mandato estadounidense.

Japón construyó aeródromos, fortificaciones y puertos en todo su imperio del Pacífico en la década de 1930 para defender las islas de origen japonesas contra una futura invasión y servir de base para la ofensiva de Japón en la Segunda Guerra Mundial.


Segunda Guerra con China


Mapa de Asia oriental en la década de 1930, como se muestra en la película de propaganda estadounidense de 1944 Por qué luchamos: la batalla de China


Después de la ocupación de Manchuria, China y Japón nunca estuvieron en paz. Se llevaron a cabo más batallas e "incidentes" cuyo resultado fue siempre empujar el control japonés más al sur.

A mediados de 1937, el ejército japonés había avanzado a las afueras de Pekín (Peiping) y Tianjin (Tientsin), las dos principales ciudades chinas del norte. La lucha se intensificó la noche del 7 de julio, cuando las tropas chinas y japonesas intercambiaron disparos cerca del puente Marco Polo, al suroeste del centro de Pekín. Esto desencadenó la Segunda Guerra Sino-Japonesa.


La invasión japonesa de China como se muestra en la película de propaganda estadounidense de 1944 Por qué luchamos: La batalla de China


Los japoneses conquistaron rápidamente Beijing y Tianjin. En agosto atacaron Shanghai. Comenzó un sangriento asedio que los historiadores denominan ahora como el "Stalingrado de Yangtze". Los japoneses tardaron tres meses en romper la resistencia china.

Para finales de año, también se habían apoderado de Nanjing, entonces la capital del gobierno del Kuomintang de Chiang Kai-shek. Hasta 300.000 civiles y tropas chinas fueron asesinadas en lo que se conoció como la Masacre de Nanjing.

Los nacionalistas fueron evacuados a Chongqing, en el interior de la China continental, donde se refugiaron hasta el final de la guerra.

Los guerrilleros comunistas, liderados por Mao Zedong fuera de Shaanxi, se mantuvieron igualmente invictos. Aunque los japoneses usarían tácticas cada vez más brutales, incluyendo ataques aéreos masivos en áreas pobladas, los chinos nunca abandonaron la pelea.


Ataque a Pearl Harbor


Mapa de la ruta utilizada por la flota japonesa para atacar Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941


El siguiente paso en la expansión japonesa sería finalmente la demostración de su ruina.

Japón esperaba que al inhabilitar la flota estadounidense en Pearl Harbor, podría mantener a Estados Unidos fuera de la guerra y así poder derrotar a los británicos y holandeses en el sudeste asiático.

El ataque sorpresa tuvo el efecto contrario: los Estados Unidos no solo declararon la guerra a Japón; los aliados europeos de Japón declararon la guerra a los Estados Unidos, convirtiendo esta guerra en una guerra mundial que acabaría con las potencias del Eje.


No existió un plan para invadir los Estados Unidos.


El plan de Japón para conquistar el Lejano Oriente según lo informado por la revista Life, 9 de diciembre de 1946

Life reveló ya en diciembre de 1946 que los japoneses nunca tuvieron ninguna intención de invadir el territorio continental de los Estados Unidos. 

Basándose en los "documentos capturados" y en las entrevistas que los oficiales estadounidenses habían realizado con sus homólogos japoneses, la revista informó que el objetivo del imperio fue siempre una paz negociada.

El ataque a Pearl Harbor solo pretendía inmovilizar la flota estadounidense para que los japoneses pudieran tomar Filipinas, Guam, Singapur, las Indias Orientales y la Isla Wake.

Entonces, los japoneses pensaron que tendrían tiempo, detrás de sus defensas externas, para explotar su nueva "zona de recursos del sur", de esa manera obtener las materias primas que necesitaban para completar su guerra en China.


En la cima de su expansión


Mapa del Imperio japonés en la cima de su expansión en 1942, de la revista Life, 16 de abril de 1945


Cuando la guerra iba mejor de lo esperado, los líderes de Japón se conmocionaron por el ataque aéreo "Doolittle Raid" a Tokio en 1942, calcularon mal: extendieron su perímetro defensivo para incluir a Kiska, Midway, Nueva Caledonia y toda Nueva Guinea.

Fue una decisión precipitada que les costó la pérdida de muchas formaciones de batalla navales, medios de transporte y aviones, dejando a Japón vulnerable una vez que Estados Unidos se movilizó por completo.


Guerra en tres frentes.


Mapa de la Guerra del Pacífico, publicado en la revista Time, 4 de octubre de 1943 (Robert M. Chapin Jr.)


A fines de 1943, los Aliados habían tomado ya la iniciativa, la revista Time especulaba sobre a dónde irían en la ofensiva.

Desde la India, sugirió, Lord Louis Mountbatten podría dirigirse una campaña contra Birmania. Desde Honolulu, el almirante Chester Nimitz podría atacar con formaciones navales (grupos de batalla) y tropas anfibias en todo el Pacífico. Entre ellos, el general Douglas MacArthur avanzaría a lo largo de Nueva Guinea a una posición que podría amenazar a las Indias Orientales.

Este rol más o menos complementario no fue idea de MacArthur, Time lo sabía. Su deseo era dirigirse hacia Filipinas, donde había servido como consejero militar antes de la guerra, eliminando las bases de las islas japonesas en el camino.


Saltándose al enemigo


Mapa de la situación militar en el Pacífico cerca del final de la Segunda Guerra Mundial, de la revista Life, 11 de junio de 1945


La liberación de Filipinas tendría que esperar. Las victorias aliadas en Midway y en Guadalcanal llevaron a una estrategia de asalto de isla o de isla en isla: las posiciones japonesas fuertemente fortificadas fueron eludidas en favor de las islas ligeramente defendidas que sin embargo podrían apoyar el avance en las islas de origen japonesas.

Los aliados deliberadamente evitaron una batalla naval decisiva, emprendiendo una guerra submarina y privando a los japoneses de suministros de petróleo críticos.

Una condenada invasión de la India en 1944 debilitó aún más el imperio japonés, permitiendo a Mountbatten recuperar a Birmania.

En el Pacífico, los estadounidenses tomaron Saipan en las Islas Marianas del Norte y Guam, poniendo sus bombarderos B-29 al alcance de la patria japonesa. La Armada Imperial Japonesa perdió la mayor parte de sus restantes y capitales buques en la Batalla del Golfo de Leyte, lo que abrió el camino para que MacArthur regresara a Filipinas en octubre de 1944.

Los últimos episodios importantes de la guerra también fueron algunos de los más sangrientos: las batallas de Iwo Jima y Okinawa y la liberación de Borneo liderada por Australia.

En Okinawa, el 94% de las 117.000 tropas japonesas que defendían la isla lucharon hasta la muerte. Los ataques de Kamikazes contra barcos aliados se había convertido en algo común. Casi la mitad de las áreas edificadas de las principales ciudades de Japón fueron destruidas en los raids de los bombarderos B-29. Solo del 9 al 10 de marzo, unos 100.000 civiles japoneses murieron en el Bombardeo de Tokio.


Bombardeos atómicos


Mapa de 1946 sobre la extensión del incendio y los límites del daño causado por el bombardeo atómico de Hiroshima, Japón (Wikimedia Commons)


Para el verano de 1945, Japón todavía controlaba un vasto imperio en Asia, que se extendía desde Manchuria en el norte hasta Java en el sur. Las tropas aliadas estaban al alcance de las islas japonesas de origen, pero se estimó que una invasión, con el nombre en código Operación Downfall (Caída), costaría cientos de miles, posiblemente millones, de vidas y prolongaría la guerra por dos años.

El bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki, y la invasión simultánea de Manchuria por más de un millón de tropas soviéticas, hicieron innecesaria la invasión. Japón anunció su rendición seis días después. 

Entre 90,000 y 146,000 personas murieron en el bombardeo de Hiroshima. Entre 39,000 y 80,000 fallecieron en Nagasaki. Muchos más murieron a consecuencia de quemaduras, envenenamiento por radiación y otras enfermedades.

(Nota del editor del blog: La Operación Downfall fue un plan conjunto Aliado para invadir Japón, tenía dos fases: La Operación Olympic (invasión de Kyushu, noviembre de 1945) y la Operación Coronet (invasión de Honshu, cerca de Tokio, en la primavera de 1946). El plan fue diseñado por el almirante Chester Nimitz, el general Douglas MacArthur y los jefes del Estado Mayor: almirante Ernest King, almirante William D. Leahy y los generales George Marshall y Hap Arnold.  

El desarrollo de la bomba atómica era alto secreto solo conocido por pocos científicos del Proyecto Manhattan, por lo mismo, la planificación de la invasión al Japón no tenía prevista la existencia del proyecto Manhattan).


Planes de desmembramiento


Mapa de los planes de guerra aliados para el desmembramiento del imperio de Japón en el Pacífico, de la revista Life, 13 de diciembre de 1943

El presidente estadounidense Franklin Roosevelt, el primer ministro británico Winston Churchill y el generalísimo chino Chiang Kai-shek acordaron en El Cairo en 1943 que Japón se vería obligado a entregar todos los territorios que había ganado durante la guerra.

Pero eso dejó las mismas preguntas. ¿Qué pasaría con las islas que Japón había gobernado como mandato de la Liga de las Naciones? ¿Qué hay de Sakhalin y las islas del sur de Kuril, que Japón y Rusia han disputado durante décadas? ¿Y qué pasaría con las antiguas colonias europeas en Asia? La preferencia estadounidense era la independencia, pero Roosevelt había evitado abordar el tema por temor a contrariar a los británicos, holandeses y franceses.


Consecuencias duraderas


Mapa de una propuesta de desmembramiento del Imperio japonés publicada en la revista Life, 16 de abril de 1945

La mayoría de los territorios liberados fueron devueltos a los poderes que los habían controlado antes de la guerra: Manchuria y Taiwán a China; Indochina a Francia; las Indias Orientales Holandesas a los Países Bajos; Birmania, Malaya y Singapur al Reino Unido; Guam y Filipinas a los Estados Unidos.

Los Estados Unidos también tomaron el control de las Islas Ryukyu, incluida Okinawa, así como las islas restantes de Micronesia hasta 1972 y 1986, respectivamente. Estos últimos se organizaron en la República de las Islas Marshall, los Estados Federados de Micronesia, la República de Palaos (Palau) y el Commonwealth de las Islas Marianas del Norte.

Dos de las decisiones territoriales tomadas después de la Segunda Guerra Mundial tendrían consecuencias duraderas:

1. Aconteció que, en Yalta, Roosevelt había intercambiado en secreto Sakhalin y las Islas Kuriles a los soviéticos a cambio de su entrada en la Guerra del Pacífico. Japón todavía se niega a reconocer las reclamaciones de Rusia.

2. Corea fue dividida en zonas de ocupación estadounidenses y soviéticas. Cuando el Norte intentó reunificar la península en sus términos, los Estados Unidos y otras veinte naciones apoyaron al Sur en 1950. Ninguna de las partes prevaleció en la Guerra de Corea. La península permanece dividida hasta nuestros días.


The Rise and Fall of Japan’s Empire in Maps

AddToAny