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25 febrero 2019

GEORGE SOROS: El "Mago" (4)




Un repaso a diversas publicaciones


por Tito Andino U.

Se ha dicho las cosas más importantes sobre George Soros, los datos compartidos son de dominio público, este blog se caracteriza por la seriedad de sus exposiciones dejando a un lado el sensacionalismo y engaño al lector con relatos emocionantes pero sin evidencia sustentable. Aquí no se difunde teorías conspiranoicas o supuestas conspiraciones mundiales sionistas que es la mayor desinformación existente desde el cono sur del continente americano hasta el Polo Norte, pasando por las lejanas tierras del Próximo y Lejano Oriente donde suelen ser muy populares inclusive para ciertos gobiernos y organizaciones. No se defiende a nadie. Es la veracidad histórica o, al menos, parte de ella que se hace pública, la que se comparte con el lector y la que iremos publicando en las siguientes entregas. 

Siguen apareciendo historias sobre George Soros, muchas son puro disparate, la clásica es aquella que lo señala, por ser de origen judío, como agente del sionismo internacional. Se han preguntado, por qué tiene éxito esa versión? Sin que nos percatemos, es lo que vende, al público le encanta como si una novela o una serie de televisión de misterio se tratase, encontrar poderes ocultos, malignos y arrogantes judíos dominando y sometiendo a todas las naciones, esclavizando a miles de millones de personas, una lucha entre el "bien" y el "mal". Todo el mundo lo ha escuchado o leído al menos alguna vez en su vida.

A pesar de ser teorías disparatadas, si es verdad que círculos sionistas "cortan el bacalao", pero no lo hacen solos. El pastel es inmensamente grande para que sea exclusividad de un reducido número de conspiradores que supuestamente controlan a todo un planeta (modestamente); lo extraño es que permiten que todos conozcamos quién es el enemigo, nos autorizan a criticarlos y atacarlos mediante una de sus herramientas -el internet-. Una espléndida escenificación que produce una verdadera industria del espectáculo a través de libros, videos, películas, foros, redes sociales. La pregunta sigue latente, cómo es posible que hayamos "identificado" al "enemigo de la humanidad", lo denunciemos abiertamente y no responden, no atacan ni nos destruyen cuando podrían aplastarnos como cucarachas (cucarachas porque somos como esos molestos bichos resistentes, una vez aplastados seguimos caminando)... En fin.

Sobre George Soros publicamos tres artículos anteriores, mi intención -entonces- no era saturarlos con más evidencias, a pesar de ello, en una conocida red social española se criticó aduciendo "Soros esto, Soros esto otro... que ya estaba harto del tema", simplemente debía ignorarlo si no tiene interés por el tema.

Diferentes medios de comunicación en lengua castellana, ya sea prensa comercial escrita o vía internet siguen publicado decenas de noticias del dossier Soros. Sobre aspectos "ocultos" la mayoría solo tiene una fuente en común, el investigador Daniel Estulin. La estrategia consiste en cambiar el titular de la nota periodistica; quizá el periodista e investigador Germán Gorráiz López es una salvedad, muy pocos aportan algo nuevo que no se haya publicado (básicamente es lo mismo que editamos en este blog, basados en escritos y entrevistas de Daniel Estulin entre los años 2007 y 2010). Desde ese punto de vista los periódicos (prensa comercial) aportan muy poco.

Entremos al tema.

Un llamativo titular es el que aparece en el diario español "La Vanguardia" (1) (del 20/09/2016): "George Soros, el Club de las Islas y la última conspiración". El artículo no aclara si es una reciente entrevista al investigador Daniel Estulin sobre el "enorme poder internacional del financiero estadounidense: George Soros"; repite la tesis de Estulin desarrollada en 2007, que por cierto, tampoco es una investigación original suya, quien se valió, a su vez, de una fuente primaria y de notable credibilidad, el respetable trabajo de uno de los mejores periodistas de investigación en el mundo, William Engdahl, junto a su equipo de colaboradores: Mark Burdman, Elisabeth Hellenbroich, Paolo Raimondi y Scott Thompson, publicado por Executive Intelligence Review de Lyndon Larouche (y recopilado por Daniel Estulin). 



Aquí un corto paréntesis aclaratorio, que ningún medio menciona, no cabe duda que muchos de esos artículos de prensa publicados entre 2017-2018 deben estar inspirados -exclusivamente- en el nuevo libro del escritor e investigador Daniel Estulin, "La Trastienda de Trump" (2017, editorial Planeta) en cuyo capítulo V dedica una contundente descripción de Soros y sus actividades, una ampliación de lo que ya hemos mencionado en anteriores entregas y que también se describen rápidamente en la actual entrega.

En general, invariablemente, todos repiten que

“Soros es la punta visible de una enorme red secreta de intereses financieros privados controlados por las principales familias aristocráticas y reales de Europa, centrada en la casa británica de Windsor. Esta red, llamada por sus miembros Club de las Islas’, se construyó sobre los restos del Imperio británico después de la Segunda Guerra Mundial. Se cree que el Club de las Islas controla aproximadamente unos diez trillones de dólares en activos financieros...". 

El artículo de "La Vanguardia" repasa lo que ya hemos publicado sobre la Europa del Este, la descripción de Soros como "el  Robin Hood" que roba (especulando) a los ricos (bancos, empresas) y "reinvirtiendo" en los pobres países de la Europa del Este (era postsoviética). 

Destacar algo que siempre debemos tener en cuenta, según afirma Estulin, George Soros forma parte de una sólida hermandad financiera que opera desde la clandestinidad hasta públicamente, tienen objetivos comunes, se los puede denominar indistintamente como el Club de Roma, la Comisión Trilateral, el Consejo de Relaciones Exteriores, el Club Bilderberg, etc. y que esos tentáculos llegan hasta la Casa Real Británica. "La Vanguardia" citando a Estulin explica que "tras la caída de la URSS, los estados recién independizados vivían un continuo cambio de gobiernos. Luego, a mediados de los 90, comenzaron las revoluciones de colores: la llamada Revolución Naranja en Ucrania; la Revolución de las Rosas en Georgia… Hoy día sabemos que el gobierno de la Revolución de las Rosas fue financiado por Soros y por su colega Lord Mark Malloch Brown, que participó en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo”. 

La nota del periódico enunciado, siempre citando a Daniel Estulin, refiere a otro actor, el economista Jeffrey Sachs, quien asesorara a países como Yugoslavia, Polonia y Rusia, autor de la “teoría del choque económico”. Se dice que Sachs "persiguió a los grandes bancos, que arrasaban como langostas, comprando todo lo que pudieran llevarse, sacar industrias del país, cerrarlas y ganar cientos de miles de dólares. También propiciar fuga de cerebros dejando países empobrecidos". El fin último, afirma Estulin, era el saqueo: “George Soros tenía dinero, los rusos no. Así que podía venir bajo estas condiciones y comprar industrias, laboratorios científicos, universidades. Y esa era otra forma de saquear Rusia. No con el propósito de invertir, ni con el propósito de desarrollo, sino con el propósito de acabar con el desarrollo”.

Rescatable del artículo de "La Vanguardia" es la siguiente fotografía que acompaña al texto, se trata de la portada de la revisa mexicana "VOCES del periodista", en ella Estulin recuerda una entrevista de Soros a ’60 Minutes’ (CBS) realizada por Steven Kroft quien le preguntó (a Soros) sobre su juventud en Hungría, el financiero confirmó que a sus 14 años ayudó a los nazis a confiscar propiedades judías y que no guarda sentimientos de culpa por aquello.





También hemos puntualizado en otros artículos distintos al caso Soros el hecho de que el "Mago" Soros, a través de la Open Society Initiative for Europe, se ha inmiscuido en el procés catalán, proceso soberanista e independentista de Cataluña, algunos otros medios han publicado la financiación a determinadas instituciones relacionadas con el procés. 

Germán Gorráiz López (2), analista español que escribe para diversos medios españoles y latinoamericanos es otro referente al tema. Un buen artículo publicado por diferentes medios, a mediados del 2017, titulaba ¿Qué traman George Soros y el Club de las Islas?, en lo principal refiere que "Con Trump asistiremos al finiquito de la Unipolaridad de Estados Unidos y de su papel de gendarme mundial y su sustitución por la nueva doctrina de la Multipolaridad o Geopolítica Inter-Pares, formado por la Troika: EEUU, China y Rusia (G3), quedando de paso la UE, Japón, India y Brasil como convidados de piedra en el nuevo escenario geopolítico. Así, en una conferencia pronunciada por Trump en la sede de la influyente revista política “The National Interest”, Donald Trump expuso las líneas maestras de su política exterior que podrían sintetizarse en su lema “Estados Unidos primero”, de facto supone el retorno al proteccionismo económico tras cancelar el Tratado de Libre Comercio con Canadá y México (TLCAN) así como el TTIP y la Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés), pieza central de la Administración Obama en su política de reafirmación del poder económico y militar en la región del Pacífico. Ello sería un misil en la línea de flotación de los intereses geopolíticos del conocido como “Club de las Islas” con activos cercanos a los 10 trillones de euros y cuya cabeza visible, según el espía ruso Daniel Estulin, sería el financiero y experto diseñador de 'revoluciones de colores', George Soros".

Hemos abordado anteriormente que, en efecto, George Soros es el enemigo number one del actual mandatario estadounidense, Donald Trump, así como los continuos ataques de Soros contra el dirigente ruso, Vladimir Putin. Son conocidas todas las actividades proselitistas previas y posteriores a la asunción del poder por parte de Trump, todas ellas o la mayoría, financiadas por Soros, se discute con gran razón sobre el papel de los organismos de seguridad de los Estados Unidos en las diversas crisis anti Trump. 

Germán Gorráiz sostiene una probable hipótesis, plasmada en diversos artículos, refiere que hasta la era de Eisenhower, la CIA no fue más que una organización de inteligencia del gobierno de los Estados Unidos, participó en múltiples tareas de entrenamiento de insurgentes y desestabilización de gobiernos contrarios a las políticas del Pentágono, pero, afirma que varios lobbies (militar y financiero) "no pudieron resistir a la tentación de crear un gobierno de facto que manipulara los entresijos del poder, derivando en la aparición de un nuevo ente (el complejo militar-industrial, en palabras de Eisenhower)", opuesta no solo al control del Congreso  y Senado estadounidense, mucho menos interesada en la opinión pública. "La primigenia CIA se habría transmutado en el llamado Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security) y de la hidra-CIA habrían nacido 17 nuevas cabezas en forma de agencias de inteligencia que integrarían la Comunidad de Inteligencia de EEUU (la Cuarta Rama del Gobierno según Tom Engelhardt), agentes patógenos de naturaleza totalitaria y devenidos en Estado paralelo, verdadero poder en la sombra fagocitado por el “Club de las Islas” de George Soros y que se habría conjurado contra un Trump partidario de la Geopolítica Primus InterPares o G3" (es decir Estados Unidos, Rusia y China). 

Si ese hubiese sido el caso, Trump fracasó en ese intento, el estableshiment logró enderezar la política exterior de Trump quien aparentemente se encuentra en franca guerra comercial con China y Rusia (o la menos así nos pintan los medios internacionales, hecho que no es compartido, por ejemplo, por Daniel Estulin), situaciones que derivan en crisis globales, guerras por el mundo y una disputa por el control financiero mundial.




Alfredo Jalife-Rahme señala que, "la banca Rothschild y su instrumento pugilista Soros intentan descarrilar cualquier acercamiento de la Casa Blanca con Pekín para perpetuar los intereses bancarios globales de los Rothschild que provienen desde la derrota de Napoleón en Waterloo hace 204 años".

Son conocidas las políticas de Putin en la actual Rusia capitalista, George Soros ha luchado por desprestigiar ese programa a cualquier costo, muchos analistas han bautizado esas tentativas desestabilizadoras como "Revolución de Colores contra Putin". Soros se halla tras el movimiento ruso “Fondo de Lucha contra la Corrupción” que supuestamente protesta contra la crecida de impuestos a los ciudadanos, lucha anti-corrupción y notoriamente antibelicista. Una alta prioridad de Soros y del Club de las Islas habría sido impedir que Putin sea reelegido presidente de Rusia en 2018, en esos días volvía a la palestra el ex recluso y actual exiliado ruso Mijail Khodorkovsky, el multimillonario de la otrora poderosa petrolera Yukos.

En otro artículo de Germán Gorráiz López (3), cuyo título es: ¿Son Trump y Putin las bestias de George Soros? (escrito en 2018) es destacable lo siguiente: "Europa estaría sufriendo una aguda crisis identitaria agravada por el triunfo del Brexit y por el proceso de balcanización europeo diseñado por George Soros y la Open Society Fundation (OSF) para mediante selectivos atentados terroristas, la crisis de los refugiados y el despertar del anhelo independentista de las Naciones europeas sin Estado, provocar la aparición de fuerzas centrífugas que aceleren la desmembración de la actual Unión Europea". "Tras el Brexit, afirma Gorráiz, asistiremos a una progresiva disolución de la actual UE como ente político, momento que será aprovechado por las actuales naciones sub-estatales europeas (Escocia, Flandes, Bretaña, Alsacia, Córcega, Cataluña, País Vasco, Galicia, Padania, Tirol del Sur, Irlanda del Norte, Cornualles e Isla de Man) para conseguir la desconexión y provocar la aparición de un nuevo mapa geopolítico europeo en el horizonte del 2.025, con lo que se habría conseguido el objetivo de Soros de balcanizar Europa para conseguir que la Vieja Europa siga siendo un fiel vasallo del Imperio".

En  diferentes publicaciones aparecen varias reseñas a Germán Gorráiz, ¿Es George Soros un agente antisionista? (4), es una de ellas. Solo por un momento dejemos de lado las reiteradas teorías conspiranoicas y meditemos con la cabeza.

Israel es y seguirá siendo una extensión territorial de los Estados Unidos, constituyéndose en su gran base militar en Medio Oriente. Para el asiduo partidario de las tesis de la conspiración sionista, el ejemplo más simple de quién manda a quién es la utilización por parte del Pentágono de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF por sus siglas en inglés); los Estados Unidos anualmente invierten alrededor de 3.800 millones de dólares en ayuda militar para mantener esa fuerza armada y con el propósito de resguardar sus arsenales en territorio israelí que se hallan en las instalaciones 51, 53, 55 y 56. Thierry Meyssan, experto analista internacional describe a Israel como "el arsenal del Pentágono en el Medio Oriente"; por lo mismo, las IDF son la fuerza regional militar operativa de los Estados Unidos, cualquier intento de atacar militarmente a Israel debe considerarse como un ataque directo a EEUU. 



Por cuadragésima vez, el sionismo no es ninguna conspiración mundial judía creada por un grupo de psicópatas para apoderarse del mundo, nació como una invención del Imperio británico y es apadrinado por cuestiones geoestratégicas por los Estados Unidos (y el mundo occidental en general). Israel es el gendarme de los Estados Unidos en medio de tantos "belicosos árabes", de turcos e iraníes, quienes (excepto Turquía hasta hace poco) viven bajo constante amenaza de ataque. Esa vieja política imperialista de imposición y sumisión ha logrado (en parte) mantener a las naciones árabes tribales (monarquías del Golfo) en actitud servilista de los Estados Unidos. Como es lógico entender, Israel hubiese sucumbido como estado sin el respaldo financiero, político y militar de la primera potencia mundial.



En la vida real Israel tiene una fuerte presencia con los lobbies enquistados en el poder estadounidense, eso no se puede negar, pero Israel no gobierna ni dirige a los Estados Unidos, aunque si puede influir en la dirección de la política exterior estadounidense en función y a favor de sus intereses geopolíticos, generalmente, los mismos que el gobierno de Washington. 


No hay razón para mirar al otro lado ante lo evidente, ya que inclinaciones y pretensiones ideológicas las encontramos en todas partes, Israel no es una excepción. el gobierno del primer ministro Netanyahu ha dado un paso en un viejo proyecto, lograr la declaratoria parlamentaria que reconoce a Israel como estado judío y aun muchos sectores sionistas aspiran consolidar un sueño imposible, el Eretz Israel (Gran Israel) bajo premisas religiosas, en la biblia cristiana se halla escrito en el Génesis (15:18) “hace 4.000 años, el título de propiedad de toda la tierra existente entre el Río Nilo de Egipto y el Río Eúfrates fue legado al patriarca hebreo Abraham y trasferida posteriormente a sus descendientes”. 

Bien hace el periodista español citado en recordarnos que esa doctrina ha sido impulsada desde el tiempo de Isaac Shamir al defender que “Judea y Samaria (términos bíblicos de la actual Cisjordania) son parte integral de la tierra de Israel. No han sido capturadas ni van a ser devueltas a nadie”. Fueron los postulados del Likud, encabezado por Netanyahu, quienes consiguieron la declaratoria de Jerusalén como capital de Israel en 2018, (con escaso reconocimiento internacional). las aspiraciones del Likud (y del sionismo en general) es convertir Jerusalén en la “capital indivisible del nuevo Israel”. 

Y, qué tiene que ver Soros con todo esto? se preguntarán. El "mago" financiero es tildado por muchos de agente del sionismo internacional, un impulsor de la "dominación mundial judía", un conspirador a carta cabal. Sin embargo, otros se preguntan: ¿Es Soros un agente antisionista?. (4)

"Tras la iniciativa del Club de las Islas encabezada por George Soros contra Donald Trump, Netanyahu habría salido en su ayuda y habría declarado a Soros “enemigo de Israel” como respuesta a la supuesta hostilidad de Soros (judío húngaro nacionalizado estadounidense) hacia el Estado judío. Así, el Ministerio de Exteriores judío emitió un comunicado en el que acusaba a George Soros de “socavar ininterrumpidamente a los gobierno democráticamente elegidos de Israel al fundar organizaciones que difaman al Estado judío y buscan negar su derecho a defenderse”.

Soros condenó al gobierno húngaro del primer ministro Viktor Oran por rechazar acoger a los refugiados musulmanes, al parecer Oran entiende la estrategia de Soros, intentar “balcanizar Europa”, aunque la campaña derivó en una plataforma de grupos de ultraderecha húngaros para realizar propaganda antisemita y neonazi, lo que habría encendido las alarmas en Israel y habría llevado al embajador israelí en Hungría, Yossi Amrani a afirmar que “la campaña contra Soros siembra odio y temor”. Posteriormente, el AIPAC habría tomado las riendas de la campaña contra Soros al organizar una campaña petitoria para exigir al Presidente Trump que “reconozca como terrorista doméstico al multimillonario George Soros y todas sus organizaciones amén de confiscar todos sus activos en EEUU”. 

Los datos que aporta el investigador español Germán Gorráiz son valiosos, pero, nada trascendental ha sucedido, la "lucha" abierta entre Soros y Trump se enfocan en las ya conocidas intenciones de crear el ambiente necesario para cesarlo de su cargo y las mutuas recriminaciones y acusaciones. No cabe duda que los dos sobrevivirán a los efectos políticos y económicos, más no sabremos si un ya decaído anciano (Soros rumbo a los 90 años) pueda hacer frente al paso inexorable del tiempo. 

Y, aquí debemos volver a recordar que 
"Soros es la punta visible del iceberg de una enorme y repugnante red secreta de intereses financieros privados, controlado por las principales familias aristocráticas y reales de Europa, centrada en la casa británica de Windsor. Esta red, llamada por sus miembros el Club of Isles (Club de las Islas), se construyó sobre los restos del Imperio Británico después de la Segunda Guerra Mundial".


EPILOGO:

El presente trabajo, como se habrán percatado es una síntesis de diferentes artículos que circulan por internet, para concluir seguiremos bajo ese mismo esquema. La prensa rusa, Sputniek, presentó en enero de este año un excelente reportaje del analista internacional Alfredo Jalife-Rahme sobre el señor Soros, inicia preguntándose: "¿Cómo puede un simple mortal librar a sus 88 años, sin ser el mítico Superman de Hollywood, tantas guerras personales e interesadas contra superpotencias de la talla de Rusia y China, no se diga contra una nueva tecnología que no puede controlar?

La interrogante surge a raíz de la crítica de Soros al presidente chino (Xi Jinping) tras el anuncio de China sobre sus avances en materia de "Inteligencia Artificial", siendo habitual que Soros utilice el Foro Económico Mundial que se reune anualmente en Davos. (5)

Soros arremetió contra el "sistema crediticio social" de China que "consolida los datos personales de los individuos en un almacén central y está designado a juzgar la confiabilidad de una persona" y cuya base de datos le "otorgaría a Xi el total control sobre su pueblo". El analista mexicano, de origen árabe, Jalife-Rahme, pone como ejemplo la situación de México donde Soros aplicó la persecusión financiera para adueñarse de su petróleo (intereses duales de la Banca Rothschild y de Soros).

"Desde su escondite en el Reino/EEUU, o en Davos, el decadente mega-especulador Soros alucina con poder detener la dinámica imparable de las "tres Rutas de la Seda" de China y frenar la autarquía tecnológica de "China 2025. Soros exorcizó a los gigantes tecnológicos chinos ZTE y Huawei que 'si llegasen a dominar el mercado 5G', representarían un riesgo inaceptable para la seguridad del resto del mundo".

China es un estado que no deja de estar atento al señor Soros, cuando él se pronuncia sabe que no lo hace por sí solo, sino que refleja el pensamiento de todo un conglomerado de intereses financieros; por ello, Pekín anunció que sus mandos deben estar preparados "para lo peor en medio de las incertidumbres de su crucial guerra comercial con EEUU, que presagia una "ruda batalla".

Hoy ni EEUU, ni el Reino Unido, ni Davos, ni los Rothschild, ni Soros juegan más solos ante dos nuevos actores de talla: Rusia y China, concluye Jalife-Rahme.

Para no cansar, una lectura recomendada que recoge los puntos tratados, está descrita en "Daniel Estulin: Teoría del Caos - George Soros y el desmontaje de estado nación" publicado en 2017 por Primicias 24 (6), el reportaje describe las actividades de Soros en la destrucción de Rusia en la década de los 90 del siglo pasado; las organizaciones de Soros, como Human Rights Watch, prohibidas en varios países, como Rusia; el alcance y operaciones de su imperio financiero a través del Quantum Group of Funds, Soros Magement Fund, el Soros Fund y muchos otros consejos de administración y superposición de consejos de administración como la Union Bancaire Privée; y, claro, el lado "filantrópico", por medio de  el Soros Fund y el Open Society Institute. También se describe el papel de Soros en la legalización de las drogas en Estados Unidos


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Artículo relacionado:
Historia del «Nuevo Orden Mundial»

Notas:

23 noviembre 2018

Mercenarios S.A. o Compañías Militares Privadas





por Tito Andino U.


Continúan de moda las empresas militares privadas en el mundo, un "elegante" disfraz de las grandes potencias para eludir su responsabilidad directa en sus guerras por la conquista de los mercados, característica básica de las guerras del siglo XXI (y de finales del XX). Con esta particular y tercerizada forma de hacer la guerra los gobiernos no tienen que rendir cuentas a sus parlamentos, mucho menos a la ciudadanía. 

Por descontado, este artículo no es ninguna novedad, ha sido tratado infinidad de veces por diversos medios y en diferentes idiomas; mas, la relevancia del tema es que permanece vigente e impoluto a ojos de las grandes potencias mundiales por constituir un eficiente medio que disimula el intervencionismo en conflictos por todo el orbe. Por esa razón, en la segunda parte de este reportaje recordaremos un artículo que lleva más de una década de haber sido publicado, no obstante, en el presente las denuncias sobre el tema no han variado un ápice, salvo los nombres de sociedades, políticos y empresarios involucrados (la gente se jubila, muere o cambia de ocupación, pero el negocio perdura). 

El empleo de mercenarios es una práctica tan vieja como la guerra, los antiguos imperios, llámese Imperio Romano o modernos como el Británico, actuales como los Estados Unidos de América, sin descartar la Federación Rusa (apoyando al gobierno sirio), los han utilizado para consolidar sus posiciones geoestratégicas. Por ejemplo, la guerra de independencia de los EEUU presenció el masivo uso de tropas mercenarias provenientes de Alemania para apoyar a los británicos, los hessianos, naturales de la región de Hesse-Kassel, una especie de estado libre, pero sometido al Sacro Imperio Romano Germánico, se calcula en 30.000 los mercenarios hessianos que operaban a órdenes del imperio británico contra los revolucionarios estadounidenses, ya lo habían hecho en otros conflictos europeos para sofocar insurrecciones. 


Contratistas privados (mercenarios) junto a tropas estadounidenses en Irak.


Bien, en la actualidad, los servicios de las compañías militares privadas se ofrecen libremente al interesado, pueden ser gobiernos, empresas privadas, personas particulares con fuertes intereses económicos, hasta grupos u organizaciones criminales. Emplean miles de ex soldados en la desocupación, deseosos de aventuras y, por supuesto, dinero. La "diplomacia" operará a continuación, allí donde hay una crisis. 

El negocio consiste en dar vida jurídica a empresas privadas de seguridad, dotarles de un vistoso nombre como compañía de asesoría y seguridad o contratistas de defensa, enmarcarlas dentro del marco jurídico que regulan las actividades de la "seguridad privada" estableciendo cláusulas que les permita su accionar dentro o fuera de un país determinado. Es lógico que se presentarán inconsistencias y vacíos legales en las legislaciones nacionales del país que contrate este tipo de "seguridad", ya sea una institución o una persona particular, eso es algo que puede subsanarse, no siempre lícitamente.

Queda la duda sobre la nacionalidad de los componentes de esas empresas privadas militares, legalmente pueden ser contratados personas sin distingo del país de origen. "Blackwater" operaba mayoritariamente con ciudadanos estadounidenses con estatus de civil (no militares), nadie les podía impedir que por su voluntad aceptaran ir a Irak y con ello tampoco nadie podía responsabilizar al gobierno de los Estados Unidos por sus asesinatos selectivos y todo tipo de acciones inconfesables que el gobierno no podía hacerlo directamente.

Quién los contrata, necesita de ellos, es evidente, y eso es algo que no está al alcance de cualquiera, sino del poder, ya sea estatal o privado; también puede ser una imposición forzosa de un país a otro (generalmente el fuerte contra el débil) en que la "seguridad" se vuelve imprescindible en el intercambio de las relaciones "diplomáticas". La fórmula clásica es simple, los mercenarios no suelen acordar de forma directa con un Estado (salvo excepciones), pactan con civiles que dirigen o trabajan para una empresa privada con fuertes intereses y concesiones en la economía de un país, con ello no se someten a las duras regulaciones legales si se tratara de una negociación con el gobierno. 

Allí donde existe una crisis, un conflicto de intereses económicos entre grupos privados y la población, minerales preciosos sin explotación legal, "catástrofes humanitarias", plantaciones y cultivos de amapola y de coca, probablemente contarán con la protección que brindan las modernas corporaciones de "soldados de fortuna", perdón... empresas militares privadas. Por último, aquellos países en guerra u ocupados por potencias internacionales que explotan sus recursos energéticos, suelen dotarse de contratistas privados armados.


Contratistas privados (mercenarios) en Afganistán.


En el presente los mercenarios se emplean masivamente en África y conflictos de Oriente Próximo; en Latinoamérica, donde no existe una guerra abierta -salvo el caso de Colombia- suelen operar como miembros de seguridad de poderosas empresas internacionales o de ricos industriales locales, tampoco es raro encontrarlos brindando sus servicios a los barones de la droga u otras actividades ilícitas. En Afganistán es común encontrarlos escoltando los transportes de heroína. 

Recuerdo haber leído algo interesante en alguna ocasión (lamento no ubicar la fuente) refería a que si en la época de Ronald Reagan se hubiese contado con empresas de mercenarios como "Blackwater", no hubiese sido necesario involucrar a la CIA y a los traficantes de droga colombianos para armar y financiar la Contra nicaraguense o hasta intentar asesinar a Fidel Castro.

La Administración en Washington se percató que incurría, angustiosamente, en el derroche de ingentes recursos económicos que salían de las arcas fiscales y de los impuestos del simple ciudadano, por lo que el margen (comisión) de ganancia era bajo. Como buenos "patriotas" y comerciantes llegaron a la conclusión que si en economía se ahorraba mucho tercerizando la industria, lo mismo podía hacerse en los conflictos armados, contratando a terceros o financiando conflictos a través de la industria de la droga S.A., la "tercerización de la guerra" ya era una realidad, además de constituir un lucroso negocio que si les dejaba buenos dividendos y un salvavidas para la reputación del gobierno, evitándose enviar ejércitos de jóvenes soldados a miles de kilómetros.

Quiénes está detrás de estas empresas militares privadas?
Privatizar la seguridad pública, que es una obligación fundamental del estado, tiene un solo objetivo, crear un colosal negocio en beneficio de empresas privadas. La trampa es ya evidente, simular una actividad legal ocultando su real propósito y a sus auténticos accionistas. Su vocación no es solo la seguridad, brindan entrenamiento militar y hasta dedican su valioso tiempo a "loables" actividades como asistencia en caso de "tragedias humanitarias" (guerras). Poseen arsenales de igual calidad que las fuerzas armadas, sus integrantes están bien entrenados y gozan de amplia experiencia, no solo son ex militares, también suelen enrolarse ex funcionarios de las agencias de inteligencia como la CIA. 


      Efectivos de "Blackwater" 


No cabe duda que tras ellas, de forma oculta se encuentra el poderoso aparato militar industrial estadounidense, que necesita vender y probar su producción, es decir armas, hay demasiado dinero en juego, muchos dólares que ganar, grandes territorios y recursos naturales por el mundo que deben ser "protegidos" (asegurados para su beneficio). 

La máxima es que los privilegios e intereses de otros pueden ser defendidos y protegidos por fuerzas ajenas al estado. 

Blackwater, Dyncorp, Halliburton, Carlyle, KBR, fueron, entre otras, en su momento, las primeras beneficiadas de la privatización de la "seguridad nacional" de los EEUU en el exterior, se favorecieron con grandes y multimillonarios contratos con el gobierno y las autoridades de ocupación estadounidenses en Irak. Irak constituyó un gran ensayo simbiótico entre los intereses estatales y privados (ya se lo había hecho antes, pero nunca a esa escala). Poderosos inversionistas acudieron prestos, destacaba la firma Halliburton, relacionada con el poder político vigente, sus accionistas eran, entre otros, el entonces vicepresidente de los EEUU, Dick Chenney; el secretario de defensa, Donald Runsfield; y, la jefa de la diplomacia estadounidense, Condoleezza Rice, por citar algunos conocidos. 

Hoy, las empresas de mercenarios más conocidas en el mundo son: Academi; G4S (Reino Unido con más de medio millón de empleados, aunque no participa en guerras, su actividad de seguridad se realiza en territorios hostiles como Israel y Cisjordania); Defion Internacional con sede en Perú, con oficinas en Emiratos Árabes e Irak, se dedica a contratar mercenarios latinoamericanos para misiones por todo el mundo, contaba con alrededor de 3.000 hombre en Irak; Aegis Defense Services, con sede en Inglaterra, participa en misiones militares en muchos países, contratada por gobiernos y hasta por la ONU, tiene oficinas en EE.UU., Afganistán y Bahréin; Triple Canopy, grupo de veteranos de las fuerzas especiales de EE.UU. mantiene contratos con Washington para Irak y otras regiones del mundo con el despliegue de miles de soldados, incluso protegen algunas instalaciones nucleares: DynCorp, con numerosas misiones en Haití, Bosnia, Afganistán, Irak y Colombia (supuestas operaciones contra el narcotráfico), está última asumió las funciones de las tropas estadounidenses después de su retirada de Irak; Unity Resources Group, su sede principal se encuentra en Dubái, con oficinas por todo el mundo, tres de ellas en Irak.

Quizá todavía hay gente inocente e incauta, que no se percata del profundo y nauseabundo olor de estos detalles. Las máximas autoridades de la política exterior de los Estados Unidos tenían y siguen conservando profundos intereses en explotar en su beneficio las guerras de Irak y otros lugares que ellos mismos coadyuvan a desatar. 




En Irak se apreció el trabajo de "Blackwater", la empresa fue contratada por el gobierno de los Estados Unidos para custodiar a los diplomáticos estadounidenses e infraestructuras vitales, sin embargo, como lo hemos dicho, se involucraron en acciones de combate y en represión de civiles iraquíes, ciertas acciones fueron calificadas como "crímenes de guerra". Al, tratarse de una fuerza de ocupación, es decir los Estados Unidos en suelo iraquí, no cabía la posibilidad de responsabilizar al estado iraquí por contratar mercenarios, era una fuerza extranjera quien imponía la autoridad tanto civil como militar, luego se dedicarían a formar las nuevas fuerzas del orden del estado iraquí. 

No siempre son éxitos y victorias, Siria y Yemen constituyen el más reciente fracaso para la ex "Blackwatar", bajo la denominación de "Academi" concurrió presta a los campos de batalla, debido a las grandes bajas sufridas estaba obligada hacer frente a costosos seguros de vida de sus combatientes caídos, sus accionistas votaron que el negocio de la guerra no era rentable en esos países y abandonó la tarea de "dar seguridad"... a quién?. Por otro lado, cuando los contratistas privados comenzaron a caer en Irak el gobierno pudo desvincularse de ellos, no eran tropas de los Estados Unidos, eran simples ciudadanos particulares, ese tipo de bajas no se contabilizan dentro de sus filas y la opinión pública, así como la prensa no "dramatiza" las pérdidas como si ocurre cuando se trata de miembros del Army. No obstante, está demostrado que las fuerzas militares estadounidenses en Irak desataron grandes campañas de represalia cuando sus colegas mercenarios eran abatidos o ejecutados por la resistencia iraquí.


Una muchedumbre mató, incineró y colgó sobre un puente los cadáveres de varios contratistas privados estadounidenses en Irak


Siguiendo con el ejemplo de "Blackwater", aquellos sujetos que hacían la guerra bajo esa denominación, prefirieron mudar de nombre por dos ocasiones. Como el agua estaba muy negra (blackwater) pasaron a identificarse como "Xa Services", ese nombre no decía nada, así que otra empresa -USTC Holdings- la compró y la rebautizó como "Academi", muy activa en Ucrania, sobre todo en la lucha contra la región separatista del Donbass. 

Como sabemos, "un holding es una organización de tipo económico integrada por diferentes empresas con una función principal, garantizar el control de distintos factores comerciales dentro de un mismo sector". Investigadores sagaces descubrieron que tras USTC Holdings se hallaba una firma de capital de riesgo "Forté Capital Advisors".

En este caso, las guerras son apreciadas como un negocio de las grandes corporaciones armamentistas que garantizan su control. En el caso del ejemplo, USTC Holdings a través de una de sus empresas comerciales "Academi", está muy presta a brindar variados servicios, desde sobornos a jefes tribales africanos hasta ofrecer protección (a lo mafioso) en la explotación de las minas de diamantes sangrientos u otro mineral precioso e, incluso, vigilar los campos de cultivo de la droga en Afganistán y velar por su transporte seguro a los mercados; en general, garantizar intereses que merezcan su invaluable "esfuerzo de sacrificio" por "nobles causas" alrededor del mundo.  





Jeremy Scahill, publicó un libro que causó escándalo "Blackwater: The Rise of the World’s Most Powerful Mercenary Army" (2007) (Blackwater: El ascenso del ejército mercenario más poderoso del mundo). Scahill denunció a la empresa involucrada en varios conflictos internacionales, eso no era lo grave, lo principal era denunciar la concesión de contratos millonarios por parte del gobierno de los Estados Unidos y el involucramiento directo de esa empresa con las agencias de inteligencia. 

“Desde el momento que comenzó la concentración de tropas estadounidenses para la invasión de Irak, el Pentágono integró a los contratistas privados con las operaciones. Aún cuando el gobierno aparentó públicamente que buscaba soluciones diplomáticas, Halliburton ya hacía preparativos para una operación masiva. Cuando los tanques estadounidenses entraron a Bagdad en marzo de 2003, los acompañó el ejército de contratistas privados más grande de los tiempos modernos. Al terminarse el mandato de Donald Rumsfeld a fines de 2006, se calcula que había más de 100,000 contratistas privados en Irak, lo que representa una proporción de casi uno a uno con los soldados estadounidenses en servicio activo. 

No me prolongaré más, otros hechos pueden consultarse en las excelentes referencias que constan como pie de página.

A continuación un viejo relato que data de abril y mayo del 2007, tiene la particularidad que si no señalo la fecha de su publicación, el lector seguramente creerá que ha sido escrito en estos días. De la mano del investigador Daniel Estulin se analizan otras famosas empresas de los Estados Unidos que exportan su "producto" al mundo.


II parte

USA: Blackwater, Grupo Carlyle y Compañías Privadas Militares


Daniel Estulin 
mayo/ abril 2007
Nota: Las fotografías, notas a pie de foto y notas
corresponden al redactor de este blog.


Lo que hace tiempo se llamaba soldados de fortuna y mercenarios hoy día se llaman Compañías Privadas Militares, (CPM), Corporaciones S.A. repletas de accionistas, consejos de administración y oficinas centrales ubicadas en algunos de los lugares más lujosos y llamativos del mundo. Estos conglomerados internacionales ofrecen a sus clientes servicios profesionales de seguridad, actuando de vez en cuando como consultores logísticos mientras en otras ocasiones directamente trabajan como combatientes activos. 

Por sus servicios estas empresas privadas de seguridad cobran mensualmente lo que los soldados del ejército estadounidense, el mejor pagado del mundo, cobran en un año. En algunos de los casos, los servicios también incluyen una parte pagada en derechos de minas de oro, lo que les proporciona una riqueza potencial que supera, en algunos casos el PIB nacional. 

Hoy día, más que nunca, los CPM actúan como consultores en el campo de seguridad trabajando al servicios de grandes multinacionales como Halliburton, BP, Royal Dutch Shell, Texaco, General Electric en algunas de las zonas más conflictivas del mundo, protegiendo los oleoductos, trabajadores en los campos petrolíferos, proyectos en vías de desarrollo en Medio Oriente, África, Asia Oriental y América Latina.

Una de las principales ventajas en contratar a los CPMs en zonas de guerra se debe a que son inmunes a la vigilancia del Congreso americano y al Departamento del Estado. También permita a los gobiernos en cuestión, violar abiertamente sus propios embargos de armas, suministrando a través de los CPMs armas a los combatientes.




Las principales empresas estadounidenses, CPM son: 

Dyncorp, MPRI, Kellogg, Brown & Root (subsidiario de Halliburton. El mayor accionista privado de Halliburton es Dick Cheney, Vice Presidente del país), Air Scan, Aviation Development Corporation, Eagle Aviation Services and Technology, Vinnell Corporation, The Carlyle Group, Armor Group, Diligence (liderada por Richard Burt, un consultor del grupo Carlyle y anterior embajador Americano en Alemania; y Joseph Allbaugh, anterior jefe del FEMA, gobierno paralelo del país en situaciones de crisis institucional y nacional), New Bridge Strategies, Century Arms, Maytag Aircraft Corporation, Science Applications International Corporation, Sytex, Ronco, Parsons Corporations, Logicon, Blackwater, MZM, Inc., Titan, US Investigation Services, EOD Technology, Cochise Consultancy, Zapata Engineering, Vance International, Vitginia Electronics, Betac, Custer Battles, International Charter, Inc., CACI, Tetra Tech, Sayeret Group, Triple Canopy, Critical Internvention Services, Trojan Securities International, Ground Zero USA, and Phoenix Consulting Group. Todas estas empresas se han convertidos virtualmente en una extensión del ejercito norteamericano.

Con los puntos de tensión rompiéndose a lo largo del globo y los gobiernos posicionándose para defender sus territorios en la edad de escasez de los recursos naturales, los CPMs se han convertido en el elemento clave de la nueva doctrina de la política exterior de los Estados Unidos.

Algunos de los mercenarios tienen la distinción de haber trabajado con Air América y Southern Air Transport en Indochina y América Latina, protegiendo grandes cantidades de la droga que se movían entre los países como Laos, Vietnam, Colombia y Panamá hacia los Estados Unidos. Por ejemplo, en Colombia, los empleados de Dyncorp han sido acusados por narcotráfico, entre ellos cocaína, heroína y anfetaminas

En otro caso parecido, en marzo de 2005, las autoridades colombianas arrestaron cinco paramilitares americanos por haber intentado transportar 25 kilos de cocaína de Colombia a los Estados Unidos en uno de los aviones militares. La revista colombiana Semana refirió a los paramilitares americanos como “basura criminal”.

En Bosnia, los empleados de Dyncorp han sido procesados por su participación en compra-venta de esclavos blancos y prostitución infantil. Sin embargo, las autoridades del país no han podido hacer nada por respeto a los "Acuerdos de Dayton", negociado por Richard Holbrooke, existe una cláusula que exculpa a todos los CPMs americanos de actos criminales cometidos en el país. Dyncorp, en vez de meterse en líos, simplemente despidió a los cinco. Tres de los cinco, unos años más tarde, aparecieron en Irak trabajando con otra empresa de mercenarios. Uno de los cinco participó en el infame caso de matanza de una familia iraquí donde murieron 24 miembros de la familia y de la niña de 14 años que fue violada repetidamente por todos los miembros del equipo antes de ser asesinada con un disparo en la cabeza.


DynCorp, Fue la fuerza mercenaria que reemplazo a "Academi" en la vigente guerra de Yemen (marzo 2016), Los mercenarios de Academi (antes Blackwater) fueron cayendo ante las  combatientes de Ansarulá y militares fieles al ex presidente Saleh. Emiratos Árabes Unidos pagó a DynCorp 3 000 millones de dólares por el envío de nuevos mercenarios para luchar en Yemen. DynCorp, un ejército privado, es propiedad del fondo de inversiones "Cerberus", dirigido por Steve Feinberg y el ex vicepresidente de Estados Unidos, Dan Quayle. En febrero del 2016 "Blackwater" decidió retirar sus fuerzas del frente de Al Amri, en la provincia yemení de Taiz, luego de sufrir fuertes bajas en hombres y equipos (incluidos helicópteros Apache y Typhoon). Informes señalaban un descontento entre los mercenarios, incluyendo los colombianos, por las continuas bajas y la dureza de los combates. El gobierno de EAU envió cinco aviones a Adén para retirar las fuerzas de "Äcademi". Aunque se desconoce el número exacto de muertos entre los mercenarios occidentales, solo en lo que iba a enero del 2016, un misil Toshka yemení alcanzó una concentración de fuerzas saudíes en la base militar de Al Anad, provincia de Lahiy, matando a 200 mercenarios sudaneses que trabajaban para "Academi", junto a su nuevo comandante, el coronel estadounidense Nicolas Petras. El fracaso de los mercenarios en Yemen (contratados por Arabia Saudi y EAU) se debe a que no son apropiados para este tipo de guerra y carecen de motivación, no desean exponer sus vidas (Nota del editor del blog, que toma como fuente al diario libanés Al Manar).


Los empleados de Titan y CACI han sido implicados en la tortura y violaciones de los prisioneros de Abu Ghraib en Bagdad. Según informe secreto del ejército americano preparado por General Antonio Taguba, los prisioneros estaban obligados en llevar a cabo actos homosexuales con otros prisioneros mientras que los soldados les estaban grabando. Contacto sexual entre hombres musulmanes es uno de los peores pecados imaginables. En uno de los casos, cuando uno de los prisioneros se negó, los mercenarios le abrieron el ano y le dispararon dentro con un M-16.


El Complejo Industrial-Militar

Poco tiempo después de que los EEUU lanzaron su guerra contra Irak, en marzo de 2003, el ejercito indonesio (TNI) atacó a los aliados de "Free Achen Movement" al norte de Sumatra. Uno de los ideólogos de esa guerra lejana fue Paul Wolfowitz, ex embajador americano en el país. No cabe duda, las acciones de personas como Wolfowitz están plenamente relacionadas con los intereses financieros. En Indonesia, Wolfowitz representaba a los intereses de Exxon Mobil, que de forma secreta apoyaban a la represión brutal militar del TNI contra los separatistas locales de Achen. En una de las operaciones, Exxon pagó más de $11 millones de dólares para comprar una pequeña guerra contra los separatistas que impedían sus exploraciones energéticas. Además, en febrero de 2003, Ship Analytics, una división de MPRI ganó un contrato por el valor de $53.8 millones de dólares para montar seis escuelas de entrenamiento de alto tecnología para el ejército. El contrato, financiado a través del banco Export-Import fue apoyado personalmente por el representante del gobierno Israelí en los EEUU, el senador Joseph Lieberman, un aliado de Wolfowitz y por el representante de Connecticut, Rob Simmons, un ex agente secreto de la CIA.


La foto corresponde a contratistas privados en Afganistán. 


Sin embargo, las CPMs no solamente se dedican a proteger. Desde el 11-S, empresas como Blackwater, Carlyle, Kellogg, Brown & Root y Vinnell también se dedican a entrenar ejércitos extranjeros. Nunca en la historia de los Estados Unidos, los civiles americanos tenían derecho a entrenar a los ejércitos profesionales. Todo eso cambió con el 11-S. El contrato de Vinnell con el gobierno Saudita, negociado y amarrado por el ex presidente Bush padre y varios otros miembros de su administración abrió puertas a otras empresas de seguridad para buscar acuerdos similares con naciones independientes.

Vinnell fue propiedad del grupo Carlyle (en ese tiempo un grupo ultrasecreto) desde 1992 hasta 1997. En 1997, TRW compró Vinnell. Las relaciones del grupo Carlyle con el gobierno de Bush serán presentadas más adelante.

Sin embargo, por encima de todas las demás empresas de mercenarios, "Blackwater USA" fue la más grande y poderosa, un autentico y temible ejército privado al servicio del poder, cuyos efectivos están presentes hoy día no solamente en Irak y Afganistán, sino también en las calles de Nueva Orleans, controlando los disturbios en las universidades estadounidenses, en las barriadas más conflictivas del país, como Harlem de Nueva York, barrios negros de Los Angeles, Houston, Chicago, Philadelphia y Florida. Su conducta militar no está sujeta al Código de la Justicia Militar, lo que supone que cualquier asesinato por parte de contratistas militares contra los civiles conlleva algún tipo de castigo. Lo que es aún más difícil de entender es la protección férrea que el mismísimo gobierno estadounidense les ofrece en todo momento

Para las empresas privadas de seguridad, no existe ningún sistema de control y vigilancia llevada a cabo por el Congreso americano porque los CPMs trabajan para el Departamento de Estado y no para el Pentágono. No son soldados del ejército sino mano de obra. 

Las empresas de seguridad se han convertido en la Guardia Pretoriana de los gobiernos, no solamente en los Estados Unidos, sino también en México, Canadá, Colombia y Costa Rica. La CIA utiliza a los CPMs en sus operaciones ilegales y asesinatos selectivos. La relación de los CPMs con el negocio de la droga también es un secreto muy bien conocido y trataremos este punto en un reportaje especial.


Avión de transporte CASA C-212 de Blackwater lanzando suministros a soldados estadounidenses en Afganistán (2013).


Blackwater se fundó en 1996 por Eric Prince, miembro de los Navy SEALs, soldados de élite creados inicialmente para luchar en la guerra de Vietnam. Prince esta estrechamente vinculado con la extrema derecha fundamentalista Cristiana, es decir una copia del Opus Dei. Después de los atentados del 9-11, Blackwater se convirtió en el brazo ejecutor de la guerra del gobierno Bush “contra el terror”. Para esa fechas Blackwater tenía contratados más de 2,300 empleados en nueve países con unos 20.000 mercenarios preparados para actuar en cualquier parte del mundo.

Para entender la envergadura de los mercenarios, cabe recordar que solamente en Irak (2007), hay más de 100,000 mercenarios luchando codo a codo con más de 150,000 soldados americanos. Entre los 100,000 mercenarios en Irak, 48.000 fueron miembros de las Fuerzas Especiales. Blackwater tiene a su servicio una flota de 20 aviones, medio centenar de helicópteros, además de una división privada de inteligencia. Los aviones de Blackwater, a menudo en el pasado fueron utilizados en el traslado de prisioneros a los campos de concentración.

Existen varios razones del por qué el Pentágono favorece a los CPMs.
1. Las consecuencias de los paramilitares muertos no conlleva las mismas connotaciones políticas que la muerte de un soldado del ejército. 
2. El contrato de las CPMs puede definirse como “información privilegiada de la empresa”, evitando de esa forma las investigaciones de parte del Congreso  de los EEUU, de las ONGs y medios de comunicación. El problema con esa filosofía es la creación de un auténtico ejército de asesinos
3. Permita al gobierno entrar en una guerra de forma subrepticia, donde el trabajo del ejército, con reglas muy definidas, será llevado a cabo por mercenarios fuera del control. Además, todo corre a cargo de los contribuyentes americanos, una clarísima violación de los deseos de los Padres Fundadores del país.

Al fin y al cabo, el uso de las empresas privadas militares tiene más que ver con las consideraciones políticas que con el tema financiero, sin olvidar que las personas que más se benefician de los contratos con empresas privadas de seguridad, son los mismos miembros del gobierno o sus colaboradores cercanos como Bush (Carlyle), Cheney (Halliburton), James Baker III (Carlyle), Frank Carlucci (Carlyle), Joseph Allbaugh (Diligence), Prince (Blackwater).

Por ejemplo, desde 1994, el Pentágono firmó 3,061 contratos con 12 de las 24 CPMs basados en los EEUU. El valor total de los contratos superó los 300 mil millones de dólares. Obviamente, sin algún sistema de control, los dirigentes de las CPMs están mucho más interesados en prolongar guerras, vendiendo armas y mantequilla a todos los combatientes en el campo. Eso también forma parte de la Empresa Mundial, S.A.


Diversidad étnica en Blackwater


Sin embargo, sería un error pensar que los paramilitares solamente provienen de los Estados Unidos. En la guerra de Irak, las principales CPMs han contratado comandos del SAS británico, los miembros de servicios especiales de Israel, de la división de interrogación de prisioneros – Unidad 1391 y, a veteranos blancos de las guerras secretas en Sudáfrica; así como paramilitares y asesinos chilenos de Pinochet, contratados para defender el aeropuerto de Bagdad. 

Otras empresas de mercenarios salieron a la luz tras la muerte de Alexander Litvinenko. Compañías como Erinys y Meteoric Tactical Solutions recibieron su bautismo mediático no deseado durante la muerte sufrida del traidor ruso. En mi libro (Los señores de las Sombras) (2007), explicaré como nadie en el mundo lo ha hecho, hasta ahora, para quien trabajaba Litvinenko, su papel en organizaciones ocultas y sus relaciones con el tráfico de armas nucleares. A propósito, el jefe de seguridad de las reuniones Bilderberg es el antiguo miembro de los SAS británico. Su nombre es Brian. Es un tipo culto con un acento falso. (Nota del editor del blog: Respecto al caso Litvinenko, y tomando como referencia el citado libro de Daniel Estulin, presenté un excelente reportaje titulado De Rusia con amor. Quién envenena a ex espías? )

Incluso con el uso de las CPMs existen, a nivel del gobierno americano, una agencia de inteligencia paralela y una unidad de servicios paramilitares paralelos donde participan la elite de la elite de los servicios especiales. Estas unidades secretas están ubicadas dentro del aparato del Pentágono, concretamente dentro de la Oficina de Inteligencia del Subsecretario de Defensa y la Oficina de Planificación Estratégica Especial, respectivamente. La razón principal de estos organismos super ocultos está relacionada con los planes de los neoconservadores americanos liderados por Wolfowitz, Perle, Cheney y Rumsfeld, a menudo llevan completamente la contraria a los intereses del Congreso, del Departamento del Estado y de las leyes federales del país. Rumsfeld, a propósito, siguió ejercitando un papel clave en la toma de las decisiones dentro del Pentágono, contratado como consejero de interés nacional, una decisión incomprensible sabiendo su pasado.

Cabe recordar que las Compañías Privadas Militares en su mayoría están muy vinculados a la extrema derecha de los Estados Unidos, concretamente con el ala más fanática y conservadora del Partido Republicano y sus tropas de choque de fundamentalismo cristiano. Utilizando a Jesucristo de la misma manera que McDonalds utiliza los arcos de oro – como logo corporativo, para justificar el acceso de esa gente a los más altos esferas del poder, tanto gubernamental como empresarial. Su devoción fantasmagórica a Jesús tiene poco que ver con la religión y todo que ver con repartir influencias políticas y económicas, mientras reconstruyen el mundo en preparación al dominio cristiano que, según ellos, durará 1.000 años. Lo de 1.000 años, nos suena, ¿verdad?

Como ha dicho un intimo amigo mío, un alto cargo del Pentágono, “Esa Hermandad Cristiana no tiene nada que ver con Dios o con Jesucristo, es un culto capitalista.” Amen.


Grupo Carlyle



Las preguntas acerca del Grupo Carlyle, el décimo primer contratista estadounidense del sector de la defensa y sus relaciones con la familia Bush y la familia bin Laden remontan mucho antes de los atentados del 9-11. 

Carlyle es una corporación de capital privado y como consecuencia está completamente exento de los rigores de la SEC y de las comisiones de Wall Street. Se sabe muy poco a que se dedica, salvo que compra y vende los contratos del sector de la defensa. Los directores del Grupo Carlyle (para 2007) eran Frank Carlucci, antiguo Secretario de Defensa de Reagan, James Baker, Secretario de Estado de Bush padre, John Major, antiguo Primer Ministro de Inglaterra, Bush padre, antiguo Presidente de los Estados Unidos.


Directivos del Grupo Carlyle (en 2007): Frank Carlucci, ex Secretario de Defensa de Reagan, James Baker, Secretario de Estado con Bush padre, John Major, ex Primer Ministro de Inglaterra, George H.W. Bush, ex Presidente de los Estados Unidos.


Las inversiones del Grupo Carlyle les hace participes y co-propietarios en 164 empresas a lo largo del mundo. El 28 de septiembre de 2001, el periódico conservador Wall Street Journal informó que

George H.W. Bush, el padre del Presidente Bush, trabaja para la familia bin Laden en Arabia Saudita a través del Grupo Carlyle. Bush padre se ha reunido al menos dos veces con los bin Laden en los años 1998 y 2000, como representante del Grupo Carlyle. Las reuniones buscaban profundizar y ampliar las relaciones empresariales entre una de las familias más adineradas de Arabia Saudita y el Grupo Carlyle. La dirección del Grupo tanto como los representantes del gobierno estadounidense han comentado públicamente que la familia bin Laden haya repudiado a su oveja negra, Osama bin Laden por los actos y sus relaciones con los terroristas".

El 27 de marzo de 2000, la revista The Nation informó que “En enero el ex Presidente Bush y ex Primer Ministro John Major han tenido una amistosa reunión con el Príncipe saudita Abdullah…”. En el principio, el clan Bush negó la presencia de los bin Laden en la reunión. Sin embargo, Wall Street Journal, del 27 de septiembre de 2001, lo confirmó en un reportaje en la portada del periódico. Después del artículo en el WSJ, James Baker también confirmó la reunión, pero solamente después que Wall Street Journal le enseñó la nota de agradecimiento enviado por Bush padre a los bin Laden.

James Baker visitó a los bin Laden tanto en 1998 como en el 1999 acompañado por el Consejero Delegado de Carlyle, Frank Carlucci.

Lo más destacado del reportaje de Wall Street Journal comentaba que “Un ejecutivo de Carlyle dijo que la familia bin Laden se comprometió en invertir $2 mil millones a través del brazo inversor de Carlyle, Carlyle Partners II Fund en Londres”. La recaudación final para el fondo superó $1.3 mil millones de dólares. Este fondo se hizo con varias empresas aeronáuticas entre más de 29 acuerdos alcanzados.

Resumimos los hechos: Los ataques contra los Torres Gemelas y el Pentágono llevadas a cabo por los seguidores de Osama bin Laden resultaron en un aumento sin precedentes de los presupuestos militares de los EEUU. A base de unos miles de muertos, los Bush y los bin Laden se enriquecieron como nunca antes.

Casper Weinberger


Pero los vínculos entre los Bush y sus amigos y los bin Laden y los suyos no terminan allí. Los estrechos vínculos de la Familia bin Laden con la familia real saudita llevó a varios ejecutivos de la revista Forbes hacer dos viajes a la sede central de la familia Bush, según el Consejero de Forbes, Casper Weinberger, ex secretario de defensa en la administración de Ronald Reagan. Wall Street Journal afirmó que Weinberger dijo que Carlyle y Forbes a menudo pedían consejo a la familia bin Laden en temas de inversión en el país (Arabia Saudita).

Bush padre le perdonó a Weinberger su conducta criminal relacionada con el escándalo de Irán-Contra en 1989. Si le hubieran juzgado, a Weinberger le podría haber caído una condena de 75 años de cárcel.

La familia Forbes es de las primeras y más importantes traficantes de opio en la historia de los Estados Unidos. De allí proviene su riqueza.

A diferencia de lo que los libros de historia nos han contado durante años, el nefasto narcotráfico no es territorio exclusivo del estamento criminal, a menos que por estamento criminal entendamos a algunas de las familias más importantes de la historia de Estados Unidos, conocidas como el establishment liberal del Este, cuyos miembros dirigen ese país, a través de la oligarquía, por medio de un sistema de gobierno paralelo por encima de la ley, que utiliza las estructuras democráticas como poco más que una fachada útil tras la que esconderse.

Según la información en los archivos de India House y los registros bancarios de Hong Kong, John Murray Forbes (fundador de la prestigiosa revista Forbes y bostoniano egregio), los Perkins (que controlan la mafia del opio de Boston), los Russells y Hathaway aparecen en los archivos de la Compañía Británica de las Indias Orientales.


Representación artística de la guerra del opio.


El principal negocio de Russell era el opio. En 1823, Samuel Russell fundó Russell & Company. Adquiría su opio desde Turquía y lo enviaba de contrabando a China a borde de clippers de té chino, unos veleros que se suponía que transportaban sacos de té desde la India y China a los mercados de Londres. Contra lo que dice la mitología popular, el té da muy poco dinero. Las drogas, en cambio, mucho.

El contacto de Russell en Connecticut era Warren Delano Jr., abuelo del presidente estadounidense que más tiempo ha pasado en el cargo, Franklin Delano Roosevelt. Otras familias que se enriquecieron mediante este negocio fueron: Los Appleton, Bacon, Boyleston, Perkins, Cunningham, Shaw, Coolidge, Parkman, Runnewells, Cabot y Codman, Taft, Bundy, Harriman, Rockefeller, Goodyear, Sloane, Pillsbury, Perkins, Kelogg y Vanderbilt, por nombrar sólo a unas pocas.


El actual Presidente Bush (recordemos que el reportaje data de 2007) también está involucrado de forma indirecta con el Grupo Carlyle y los bin Laden. En 1967, su empresa Arbusto Energy fue financiada con $50,000 del dinero del banquero Tejano James R. Bath, quien al mismo tiempo actuó como consejero de los inversiones de la familia bin Laden. En el libro “La Mafia, la CIA y George Bush”, Pete Brewton, un prestigioso periodista estadounidense, se empotró en las profundidades del historial de James Bath. Su libro destaca las relaciones de Bath con la CIA y con actividades claramente fraudulentas relacionados con el escándalo de las cajas de ahorro (Savings & Loan) que borró de un plumazo más de $500 mil millones de dólares del dinero de los contribuyentes americanos.


Bath, un íntimo amigo de la familia Bush, está vinculado con varias operaciones criminales, entre ellos la financiación de los Irán-Contra, que también está vinculado al traficante de armas e intimo amigo de bin Laden, Adnan Khashoggi. Khashoggi es uno de los personajes más explosivos en la historia del siglo XX y merece un reportaje especial por ser quien es. Khashoggi ganó su primer dinero actuando de intermediario en una compra masiva de furgonetas para el hermano mayor de Osama, Salem bin Laden. (Nota del editor del blog: Sobre Adnan Khashoggi ya hemos publicado Las guerras de Chechenia: Relatos de un complot. Cabe recordar que Adnan Khassoggi era tío del recientemente asesinado Jamal Khashoggi, crimen presuntamente ordenado por el príncipe heredero de Arabia Saudi, Mohammed bin Salman, cuyas referencias también ya la hemos tratado en El caso Khashoggi, MBS, servicios secretos y conspiraciones)

Hay más relaciones entre varios miembros de la administración Bush con el Grupo Carlyle. Según un reportaje en la revista Harper´s del año 2000, en 1990, el actual presidente Bush, a través de su puesto como director corporativo de Caterair del Grupo Carlyle estaba vinculado con los bin Laden a través de las inversiones de la familia saudita en Caterair. Además, el 1 de marzo de 1995, la asociación benéfica de la Universidad de Texas aprobó una moción para colocar $10 millones de dólares en el fondo de inversión gestionado por Carlyle. Por aquel tiempo, el gobernador de Texas era George W. Bush. 

Remontando a la época de Prescott Bush, el abuelo de actual Presidente, que apoyó a los nazis, existe una tradición en la familia Bush que consiste en dar dinero a aquellos que matan a los estadounidenses.

Fuentes: 

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