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11 septiembre 2018

¿Quién quiere reactivar la guerra en Siria? (1)



Instalación de una base militar estadounidense en el norte de Siria


por Thierry Meyssan
Red Voltaire 
Damasco / 4 sep 2018

Siete años después del inicio de la guerra contra Siria, a través de grupos yihadistas, los partidarios de la destrucción de este país árabe pretenden reactivar el conflicto a pesar de la indiscutible derrota que ya han sufrido en el terreno, donde la población –después de un momento de vacilación– optó masivamente por respaldar la República Árabe Siria. Este intento de reanudar la guerra, como partiendo de cero, sólo tendría sentido si el objetivo ya no fuese el mismo.



Hala, una niña de 6 años, es la portavoz que el MI6 británico ha escogido para “denunciar” un futuro ataque químico contra la población de Idlib, atribuyéndolo al “régimen sirio”. Como en los casos anteriores, se trata de justificar una intervención militar extranjera contra Siria.

Creado en enero de 2018 en Washington, bajo la presidencia del estadounidense David Satterfield, el «Pequeño Grupo» (Small Group) buscaba reactivar el proyecto Rumsfeld-Cebrowski de destrucción de los Estados y sociedades en los países del Medio Oriente en general y, en particular, en Siria. El Pequeño Grupo se componía inicialmente de Arabia Saudita, Estados Unidos, Francia, Jordania y Reino Unido –dándose por sentado que los países árabes miembros no serían destruidos a corto plazo.

Secreto en el momento de su creación, el Pequeño Grupo se ha convertido poco a poco en una entidad pública a la que se integraron Alemania y Egipto. Al parecer se hizo también más razonable y ahora da la impresión de estar buscando una salida honorable a la crisis. Incluso ha entrado en contacto con el Grupo de Astaná (Irán, Rusia y Turquía).

Pero el Reino Unido ha reactivado el proyecto contra Siria con la preparación de una operación bajo bandera falsa en la zona de Kfar Zita. Para realizar esa nueva provocación, varios especialistas de la firma Olive han sido enviados al terreno y cierta cantidad de armas químicas han llegado a la provincia siria de Idlib mientras que los White Helmets (Cascos Blancos) secuestraban 44 niños, que el MI6 británico piensa sacrificar para atribuir sus muertes a un «ataque químico» del Ejército Árabe Sirio contra los «rebeldes».

El MI6 ya tenía organizada la divulgación de esta nueva intoxicación mediante el «testimonio» que ofrecería Hala [la niña de 6 años cuya foto acompaña este trabajo]. Para eso creó, el 29 de julio, una cuenta en Twitter a nombre de Hala, cuenta a la que se suscribieron de inmediato unos 30 medios de prensa, en espera de la señal de inicio de la Operación «Eyes on Idlib». Entre esos medios de propaganda aparecen la BBC [1], Radio Free Europe/Radio Liberty [2], BuzzFeed y The Huffington Post [3], que participan todos, de manera activa y consciente, en la propaganda de guerra británica.

Simultáneamente, el Pentágono ha desplegado en el Golfo Pérsico el destructor USS The Sullivans (DDG-68), con 56 misiles crucero a bordo, y ha enviado a la base aérea de Al-Udeid, en Qatar, un bombardero estratégico B1-B, armado con 24 misiles crucero aire-tierra AGM-158 JASSM.

Está demostrada la responsabilidad de la primer ministro británica Theresa May en las acciones del MI6. Pero no se sabe quién ordenó el despliegue militar estadounidense.

Marchando –como siempre– tras los pasos de Londres, el presidente francés Emmanuel Macron teorizó la semana pasada sobre la reanudación de la guerra contra Siria ante los embajadores franceses reunidos en su encuentro anual en París. Ignorando la decisión del pueblo sirio, que eligió a su actual presidente acudiendo masivamente a las urnas en 2014, el presidente francés Macron hizo una declaración especialmente hipócrita en la que en realidad propone decidir en lugar de los sirios: «Respetemos la soberanía de Siria. Pero respetémosla verdaderamente, permitiendo al pueblo expresarse y encarnarla.» [4]

Los autores del plan destinado a justificar una nueva agresión occidental contra Siria saben perfectamente que, ante el pueblo sirio, ya perdieron la guerra. Lo que quieren ahora es provocar un enfrentamiento con Rusia, que se convertiría rápidamente en una guerra mundial.

Siria y Rusia reaccionaron sin demora, denunciando los hechos, o sea todos los preparativos de la provocación. Rusia ha enviado además importantes cantidades de material militar al puerto sirio de Tartús, en el portacontenedores Sparta-3. Moscú ha reforzado también su presencia naval frente a la costa de Siria –10 navíos de guerra y 2 submarinos rusos– y ha iniciado en la zona una gran maniobra aeronaval en la que participan 25 barcos de guerra y unos 30 aviones.

Extremadamente inquieto, el Departamento de Estado estadounidense acaba de enviar el embajador James Jeffrey a calmar los ánimos en los países de la región. Jeffrey visitará Israel, Jordania y Turquía en compañía del coronel de la inteligencia militar Joel Rayburn, adjunto del asistente del secretario de Estado a cargo del Medio Oriente, David Satterfield. Los dos enviados estadounidenses deben asegurar a sus interlocutores que Washington no se prepara para bombardear Siria bajo un nuevo pretexto fabricado.

Pero si los interlocutores regionales de la delegación estadounidense reúnen el coraje necesario, tendrán que solicitar algunas precisiones. Por ejemplo, ¿el asistente del secretario de Estado a cargo del Medio Oriente –David Satterfield– está aplicando la nueva política del presidente Donald Trump o en realidad prosigue la política de George Bush hijo y de Barack Obama?

Y tendrían que hacer también una pregunta que puede parecer todavía más extraña. La posición de Londres es claramente anti-rusa y la de la Casa Blanca evidentemente proestadounidense. Pero, ¿cuál es exactamente la línea del Pentágono? [5]

* Nota del editor del blog: Tampoco debemos pasar por alto el llamado que hizo los Estados Unidos a Alemania para que se prepare para atacar Siria. El reconocimiento del gobierno de Israel sobre sus implicaciones en la guerra y aceptar haber efectuado más de 200 ataques contra Siria en menos de 2 años. Incluso, debemos recordar el papel de los turcos y otras naciones árabes, sobre todo tengamos muy en cuenta que la propia oposición armada siria exhortó a Rusia y Turquía a bombardear Idlib en un nuevo y claro posicionamiento tras su fracaso contra el gobierno.


Salir de la guerra contra Siria

La Casa Blanca no logra salir de la guerra contra Siria. El presidente Trump enfrenta simultáneamente la oposición del autoproclamado «Estado estable» (según el editorial anónimo del New York Times), que sigue adelante con la estrategia Rumsfeld-Cebrowski, y las reactivadas ambiciones de sus aliados israelíes, franceses, británicos y turcos. La lógica de esos intereses podría acabar desplazando la guerra, en vez de ponerle fin.



Powerpoint presentado en una conferencia que el almirante Cebrowski impartió en el Pentágono, el 23 de julio de 2003. A la izquierda puede verse, en color malva, la zona designada como “Mostly Non-Integrating Gap”. La estrategia del almirante Cebrowski estipula la destrucción de los Estados y sociedades en los países de esa zona.


La Casa Blanca y Rusia llegaron a un acuerdo para poner fin a la guerra impuesta a Siria, guerra desatada mediante el uso de yihadistas. A pesar de ese acuerdo, la paz se hace esperar. ¿Por qué?


El por qué de la guerra contra Siria

Contrariamente a la idea inculcada a la opinión pública occidental en siete años de propaganda, la guerra contra Siria no es una «revolución que perdió su rumbo». La guerra contra Siria es fruto de una decisión tomada en el Pentágono, en septiembre de 2001, y de una larga preparación ulterior que encontró varias dificultades.

Una guerra preparada durante toda una década

La preparación de la guerra se describe detalladamente en el más reciente libro de Thierry Meyssan –ya publicado en francés, en español, en ruso y en turco. En septiembre de 2018 aparecerá también en inglés, árabe e italiano.

Es necesario recordar rápidamente las principales etapas de esa planificación:
- En septiembre de 2001, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, adopta la estrategia del almirante Arthur Cebrowski. Habrá que destruir los Estados en los países de la mitad del mundo. Estados Unidos controlará el acceso de los demás Estados –los Estados de los países con economías globalizadas– a los recursos naturales de las regiones no conectadas a la economía globalizada. El Pentágono comenzará “remodelando” el «Medio Oriente ampliado» o «Gran Medio Oriente» [6]
- El 12 de diciembre de 2003, George Bush hijo firma la Syria Accountability and Lebanese Sovereignty Restoration Act (Ley sobre la Restauración de la Soberanía Libanesa y para Exigir Cuentas a Siria). Esa ley abre al presidente de Estados Unidos la posibilidad de entrar en guerra contra Siria sin consultar su decisión con el Congreso [7]
- En 2004, durante la Cumbre de la Liga Árabe en Túnez, el presidente tunecino Ben Alí trata de obtener la adopción de una moción que autorizaría la Liga Árabe a legitimar el uso de la fuerza contra los países miembros que no respeten la Carta de Derechos Humanos de la Liga, de reciente adopción. 
- En 2005, la CIA organiza en Líbano una revolución de color: la «revolución del Cedro». La operación comienza con el asesinato del líder sunnita y ex primer ministro libanés Rafic Hariri, para provocar una revuelta sunnita contra la Fuerza Siria de Mantenimiento de la Paz [8]. Estados Unidos está listo para intervenir militarmente con un desembarco de marines en Beirut. Pero Siria retira su fuerza de paz. La retirada siria elimina el pretexto que Estados Unidos necesitaba para justificar su intervención militar [9]
- En 2006, Dick Cheney pone en manos de su hija Liz la tarea de crear el Irán Syria Policy and Operations Group (Grupo para la Política y las Operaciones en Irán y en Siria). Liz Cheney organiza el ataque israelí contra el Hezbollah libanés. Creyendo que el Hezbollah no podrá resistir por mucho tiempo ante la invasión israelí, Liz Cheney prepara un desembarco estadounidense en Beirut. O sea, Israel se encargará de invadir Líbano y aplastar el Hezbollah, los marines estadounidenses desembarcarán en Beirut y, desde allí, continuarán su avance “liberador” hacia Damasco, la capital siria. Toda la operación fracasa porque el Hezbollah resiste la invasión israelí. Al cabo de 33 días de combates en suelo libanés, las tropas israelíes se ven obligadas a batirse en retirada [10]
- En 2008, Washington trata nuevamente de provocar un conflicto desde Líbano. El primer ministro libanés Fouad Siniora intenta cortar las comunicaciones internas de la Resistencia libanesa e interrumpir los vuelos hacia Teherán. El Hezbollah desbarata en pocas horas el dispositivo militar occidental y toda la maniobra y recupera su infraestructura. 
- En 2010, Washington adopta el llamado «liderazgo desde atrás» (leading from behind). La administración Obama confía el ataque contra Libia y Siria al Reino Unido y a Francia, lo cual conduce a la firma de los acuerdos de Lancaster House entre Londres y París. 
- En 2011, comienzan las operaciones militares en Siria.

Todo lo anterior demuestra que es absurdo ver la guerra contra Siria como un hecho espontáneo y sui generis [11].


Una guerra indirecta

La originalidad de la guerra contra Siria está en que fue declarada por países que se hacen llamar «Amigos de Siria» pero sobre todo en que se ha desarrollado casi exclusivamente a través de ejércitos no estatales, o sea de los yihadistas.

Durante los 7 últimos años de esta guerra más de 250 000 individuos llegaron a Siria desde el extranjero para luchar contra la República Árabe Siria. Eran carne de cañón con poco entrenamiento, pero en los 4 últimos años ya tenían mejor armamento que las tropas regulares sirias. De hecho, el tráfico de armas más importante de toda la historia se organizó para garantizar el equipamiento militar de los yihadistas que debían destruir el Estado sirio [12].

Desde el Renacimiento europeo, los occidentales nunca habían utilizado tanto mercenarios a la vez [13].

Es por lo tanto absurdo hablar en Siria de «revolución que perdió su rumbo».


Ilustración del desmantelamiento del Medio Oriente, planificado por el Pentágono como parte de la estrategia del almirante Cebrowski. Este mapa fue publicado en 2006 por el coronel estadounidense Peters, pero este mismo militar ya lo había comentado anteriormente, justo antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001.


Une guerra supervisada por aliados que tienen cada uno sus objetivos propios

Al recurrir a Israel para atacar el Líbano y al poner después las guerras contra Libia y Siria en manos del Reino Unido y de Francia, y finalmente, al utilizar en esas guerras las instalaciones de la OTAN en Turquía, el Pentágono dio pie a que esos aliados desordenaran sus planes.

Como en todas las guerras, el país líder se ve obligado a prometer a sus aliados que van a obtener algún tipo de beneficio. Pero la entrada de Rusia en la guerra hizo imposible la victoria que esperaba Occidente. Cada uno de los aliados de Estados Unidos volvió entonces paulatinamente a su propia estrategia en esta región. Con el paso del tiempo, los objetivos particulares de cada uno de esos aliados acabaron haciéndose más importantes que el de Estados Unidos, que a su vez se negaba a implicarse militarmente tanto como querían sus aliados.

Israel

Siguiendo la ideología colonialista de varios de sus fundadores, Israel aplica una política tendiente a dividir los países vecinos –de grandes dimensiones territoriales– en pequeños países mucho menos extensos, explotando para ello las diferencias étnicas o confesionales de las poblaciones de los países actuales. Israel apoyó infructuosamente la división del Líbano en un Estado musulmán y otro Estado cristiano. Más recientemente, Israel apoyó la independencia del Kurdistán iraquí y la creación de un Kurdistán en Siria. No disponemos de documentos estratégicos israelíes pero el análisis retrospectivo permite ver que la línea política que Israel ha seguido corresponde a lo planteado en el «Plan Yinon» de 1982 [14] o a la estrategia del Institute for Advanced Strategic and Political Studies, de 1996 [15].

La estrategia israelí corresponde, en sus aspectos esenciales, al «rediseño del Medio Oriente ampliado» de Rumsfeld y Cebrowski. Pero su objetivo es totalmente distinto: el Pentágono quiere controlar el acceso de los países desarrollados a las riquezas de la región mientras que Israel pretende garantizar que ninguno de sus vecinos sea lo bastante fuerte como para levantarse contra el Estado hebreo.


El Reino Unido y Francia

El Reino Unido y Francia vuelven a sus políticas coloniales, como la que caracterizó el momento de la caída del imperio otomano y la división del Medio Oriente –los acuerdos Sykes-Picot.

Los británicos reeditan la «Gran Revuelta Árabe de 1915», orquestada por Lawrence de Arabia en contra de los otomanos. En aquella época los británicos prometieron a todos los árabes que serían libres si acababan con el yugo otomano y ponían a los wahabitas en el poder. Ahora les prometen la libertad si derrocan todos los gobiernos nacionales y los sustituyen por la Hermandad Musulmana. Lo cierto es que en 1915 el imperio británico tomó el lugar del imperio otomano y los árabes siguieron sin ser libres. En 2011 tampoco fueron libres. Ese es el plan de la «primavera árabe de 2011» [16].

Mientras tanto, los franceses tratan de restablecer el mandato que la Sociedad de las Naciones había otorgado a Francia en Siria. Así lo explica el ex presidente francés Giscard d’Estaing, descendiente de Picot (el de los acuerdos Sykes-Picot) [17]. Y eso es lo que reclama, en septiembre de 2015, el presidente francés Hollande cuando viaja a la sede de la ONU. Como en 1921, Francia defiende la separación étnica entre kurdos y árabes. Defiende así la creación de un Kurdistán, pero no en el territorio histórico de los kurdos –que es Turquía– sino en cualquier lugar, en tierras árabes de Siria.

Turquía

Turquía, por su parte, sueña con concretar la promesa de su fundador, Mustafá Kemal Ataturk, el «Juramento Nacional» (Misak-i Milli) [18], adoptado por el Parlamento otomano el 12 de febrero de 1920. O sea, Turquía pretende anexar el norte de Siria, incluyendo Alepo, y eliminar a los cristianos, incluyendo a los católicos de Maalula y los armenios de Kessab.

Turquía entra así en conflicto con los demás países coaligados contra Siria
- con Israel porque Ankara pretende anexar el norte de Siria en vez de convertirlo en un territorio autónomo;
- con el Reino Unido porque Ankara pretende restablecer el Califato otomano; 
- y con Francia porque Ankara rechaza la creación de un Kurdistán independiente en suelo sirio.

Lo más importante es que Turquía entra en conflicto incluso con Estados Unidos, que no oculta su intención de destruirla cuando haya desmantelado Siria [19].


¿Cómo salir de esta guerra?

     foto Reuters

Al cabo de siete años de combate, el Estado sirio sigue en pie. La República Árabe Siria y sus aliados (Rusia, Irán y el Hezbollah) han resultado victoriosos. Las fuerzas extranjeras (los yihadistas) han sufrido una durísima derrota… pero no han sido derrotados quienes dan las órdenes (Estados Unidos, Israel, el dúo Reino Unido-Francia, y Turquía).

La guerra no sólo ha despertado ambiciones que datan del inicio del siglo XX sino que los protagonistas que no han sufrido la derrota en carne propia no están dispuestos a abandonar la lucha.

Parece estúpido reiniciar a partir de cero una guerra ya perdida por los yihadistas. La presencia rusa en el terreno hace ahora imposible la confrontación directa. Siria no ha podido ser barrida, su población es ahora más aguerrida y está más dispuesta a continuar la resistencia frente a la agresión exterior, además los sirios están ahora mucho mejor armados que antes. Pero lo fundamental es que la población siria ha reflexionado mucho y es ahora mucho menos manipulable que en 2011. Sin embargo, la retórica política occidental ha vuelto nuevamente a su antiguo mantra de «Bachar tiene que irse».

Lo lógico sería que el conflicto pase ahora a otro terreno. El almirante Cebrowski planeaba llevar la guerra, en una segunda fase, al Asia Central y el sudeste asiático. Pero sus sucesores tienen que acabar antes con el Medio Oriente ampliado. En este momento están tratando de reavivar el incendio iraquí, como puede verse con el espectacular cambio de posición del gobierno del presidente iraní Hassan Rohani [20] y los motines registrados en Basora.




ANEXOS


De qué manera la administración de la ONU organiza la guerra
DOCUMENTO INTERNO DE LA ONU

El documento interno de la ONU demuestra que la administración de las Naciones Unidas actúa en contra de los objetivos de la organización internacional. La situación es tan grave que se impone una explicación del secretario general, Antonio Guterres, explicación ya exigida en estos días por el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov. A falta de esa explicación, los Estados miembros podrían poner en tela de juicio la viabilidad de la ONU.

El ex asistente de la secretaria de Estado Hillary Clinton, Jeffrey Feltman, presta juramento, el 2 de julio de 2012, sobre la Carta de las Naciones Unidas y ante el corrupto Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.


En octubre de 2017, el subsecretario general de la ONU a cargo de los Asuntos Políticos, el estadounidense Jeffrey Feltman, redactaba en secreto una serie de instrucciones dirigidas a todos los órganos de la ONU sobre la actitud que debían adoptar en relación con el conflicto en Siria.

Los Estados miembros de la ONU, ni siquiera los miembros del Consejo de Seguridad, nunca fueron informados de la existencia de esas instrucciones, hasta que el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, las reveló, el pasado 20 de agosto [21].

La Red Voltaire obtuvo una copia de esas instrucciones [22].

El contenido de ese documento está en contradicción flagrante con los principios recogidos en la Carta de las Naciones Unidas [23], cuyas prioridades invierte. Mientras que la Carta de las Naciones Unidas estipula que el principal objetivo de la ONU es «mantener la paz y la seguridad internacionales», las instrucciones de Feltman anteponen a ese objetivo el «respeto de los derechos humanos». En resumen, esos derechos se utilizan como instrumento contra la paz.

La expresión «derechos humanos» ya existía antes de que se le hallara un sentido jurídico –o sea antes de que se pudiera utilizar en un tribunal. El ministerio británico de Exteriores la utilizó frecuentemente, en el siglo XIX, para justificar algunas de sus guerras. Por ejemplo, asegurando que era por los derechos humanos que el Reino Unido estaba dispuesto a luchar contra el imperio otomano. En realidad, se trataba de un enfrentamiento entre dos imperios con intereses opuestos. Los pueblos supuestamente «liberados» por Londres no fueron nunca más felices bajo el imperio británico que bajo el otro imperio. En el siglo XX, los «derechos humanos» fueron inicialmente la marca de fábrica de las ONGs «sin fronteras», antes de convertirse en el eslogan de los trotskistas que habían acabado poniéndose del lado de la CIA: los neoconservadores.

La Carta de las Naciones Unidas menciona 6 veces la expresión «derechos humanos», pero no la convierte en un ideal en sí. Sólo la paz puede garantizar el respeto de los derechos humanos. La guerra –¿acaso hace falta recordarlo?– es un periodo caótico que anula los derechos individuales. Es una situación terrible en la que hay que aceptar el sacrificio de muchos para salvar todo un pueblo.

Es precisamente por eso que existe una diferencia entre la policía y el ejército. La policía protege los derechos individuales mientras que el ejército protege los derechos colectivos. La policía tiene que respetar los «derechos humanos» mientras que el ejército puede verse obligado a ignorarlos. Parece que nuestros contemporáneos, postrados en su propio confort, han olvidado el sentido de esas diferencias elementales.

La evocación abusiva de los «derechos humanos» sirvió inicialmente de disfraz a las conquistas territoriales. Pero, hoy en día, su interpretación extremista se ha convertido en la ideología que justifica la destrucción de las estructuras mismas del Estado-nación. Tratan de convencernos de que, para que nuestros derechos sean respetados, tenemos que ser «ciudadanos del mundo» y aceptar una «sociedad abierta», «sin fronteras», bajo la administración de un «gobierno mundial».

Eso es ignorar la historia y la cultura de cada uno de esos «ciudadanos del mundo», imponerles lo que a nosotros nos parece mejor… para ellos.

En este nuevo documento de Jeffrey Feltman, los «derechos humanos» aparecen otra vez como pretexto. Este personaje fue miembro de la «Autoridad Provisional de la Coalición» –la denominación abusiva de una entidad que gobernó Irak siendo en realidad una empresa privada concebida según el modelo de la Compañía de Indias [24]–, mostrando así el poco respeto que sentía por los derechos de los iraquíes.

En el caso de Siria, Feltman expresó su verdadero objetivo en una serie de documentos conocidos como el «Plan Feltman» [25]. En ese «Plan», Feltman se plantea abrogar la soberanía del pueblo sirio e instaurar en Siria, como se hizo en Irak, una administración extranjera.

Ahora, Feltman escribe con la mayor tranquilidad:

«El Plan de Acción Humanitaria debe seguir siendo humanitario para garantizar que la ONU pueda llevar a cabo las actividades humanitarias esenciales para salvar vidas y garantizar las necesidades esenciales de los pobladores. Las actividades de desarrollo o de reconstrucción fuera de ellas deberán ser reflejadas en otros marcos que, por naturaleza, serán negociaciones más largas con los gobiernos. Eso es esencial habida cuenta de las cuestiones jurídicas y políticas complejas en juego.»

En otras palabras, “denle de comer a los refugiados pero no luchen contra el hambre que los atenaza, para que el hambre siga siendo para nosotros un argumento en las negociaciones con el Estado sirio”.

Jordanos, libaneses, turcos y europeos se sorprendarán al leer:

«La ONU no favorecerá el regreso de los refugiados y personas desplazadas pero apoyará a los repatriados para garantizar el carácter seguro, digno, informado, voluntario y duradero del regreso y de la reintegración, así como el derecho de los sirios a buscar asilo.»

O sea, retomando la teoría del profesor Kelly Greenhill [26], Feltman no desea ayudar a los exilados a regresar a su Patria sino que pretende utilizar el éxodo para debilitarla.

«La asistencia de las Naciones Unidas no debe beneficiar a las partes acusadas de haber cometido crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad», agrega Feltman, con lo cual prohíbe y condiciona toda ayuda a cualquier poder.

Y también plantea que «sólo cuando una transición política verdadera e inclusiva haya sido negociada por las partes estará la ONU dispuesta a facilitar la reconstrucción». Eso está muy lejos del ideal expresado en la Carta de las Naciones Unidas.

Thierry Meyssan


ANEXO
 Publicado por la Red Voltaire el  3 de septiembre de 2018

DOCUMENTO INTERNO DE LA ONU 

Parámetros y principios de la asistencia de la ONU en Siria
 por Jeffrey D. Feltman





La existencia de este documento interno de la ONU, redactado en inglés en octubre de 2017 por el subsecretario general de la ONU a cargo de los Asuntos Políticos, el estadounidense Jeffrey Feltman, fue revelada por el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, el 20 de agosto de 2018. La Red Voltaire ha logrado obtener una copia y ofrece su traducción íntegra.

Los parámetros y principios iniciales siguientes se aplicarán a todos los actores de las Naciones Unidas que operan en Siria para garantizar apoyo y asistencia a las personas necesitadas en todas las regiones de Siria. Obsérvese que estos parámetros y principios deben ser desarrollados aún más y exigirían igualmente la instauración de un proceso de diligencia razonable para garantizar su aplicación. Los principios y parámetros, incluyendo toda revisión ulterior, deben también ser conformes a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad.

Parámetros

• Las necesidades humanitarias que salvan vidas siguen siendo enormes en Siria y el aporte de asistencia por las vías más directas es aún crítico. Los principios humanitarios de neutralidad, imparcialidad e independencia se aplican a la ayuda humanitaria vital así como a las actividades de recuperación rápida y de resistencia con objetivos humanitarios. La ONU, con el compromiso activo del Secretario General, se esforzará por garantizar el máximo de ayuda humanitaria en Siria, incluso por la vía más directa, asegurando la no injerencia en sus operaciones, para apoyar las operaciones planteadas en el Plan de Respuesta Humanitaria (HRP).
• El HRP debe seguir siendo humanitario para garantizar que la ONU pueda cumplir las actividades humanitarias esenciales para salvar vidas y garantizar las necesidades esenciales de los pobladores. Las actividades de desarrollo o de reconstrucción fuera de ello tendrán que ser reflejadas en otros marcos que, por naturaleza, serán negociaciones más largas con los gobiernos. Eso es esencial habida cuenta de las complejas cuestiones jurídicas y políticas en juego.
• Las actividades de recuperación rápida y de resistencia en Siria, tal y como se hallan actualmente definidas en el HRP, ofrecen la posibilidad de ir más allá de la ayuda vital inmediata y de ofrecer condiciones de vida mínimas a las comunidades locales afectadas.
• La ONU se expresará a favor de una gama completa de soluciones duraderas para las personas desplazadas y los refugiados en toda Siria, apoyará a las comunidades que los acogen y estimulará enfoques basados en los derechos, conforme al derecho y las normas internacionales. La ONU no favorecerá el regreso de los refugiados y de las personas desplazadas pero respaldará a los repatriados con vista a garantizar el carácter seguro, digno, informado, voluntario y duradero del regreso y de la reintegración, así como el derecho de los sirios a buscar asilo.
Sólo cuando una transición política verdadera e inclusiva se haya negociado entre las partes, la ONU estará dispuesta a facilitar la reconstrucción.

Principios

Las actividades anteriormente mencionadas se realizarán según los siguientes principios:

• Teniendo en mente principios de neutralidad, imparcialidad e independencia y respetando principios básicos de un enfoque basado en los derechos humanos para su programación, incluyendo participación, empoderamiento, apropiación local y sostenibilidad.
• La asistencia debe priorizarse en función de las necesidades de la población (por encima de lo que oriente el gobierno), poniendo particular énfasis en las necesidades de los grupos e individuos vulnerables, de forma tal que se protejan los derechos humanos.
• Debe entregarse de manera justa, equitativa, no discriminatoria y no polítizada.
• La ONU debe trabajar directamente con las comunidades y familias de manera tal que la asistencia de las Naciones Unidas se entregue uniformemente en toda Siria, independientemente de las zonas de influencia.
• La ONU debe examinar cuidadosamente las implicaciones en materia de derechos humanos y de protección, especialmente en cuanto a dónde y cómo se otorga asistencia. La ayuda de la ONU no debe beneficiar a partes acusadas de haber cometido crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad.
• La asistencia de las Naciones Unidas debe determinarse consciente y explícitamente, sin que perjudique los objetivos de responsabilización por serias violaciones de los derechos humanos ni los objetivos tendientes a un arreglo legítimo, equitativo y sustentable.
• Las necesidades específicas y vulnerabilidades de las mujeres deben estar en primera línea de la planificación e implementación de la respuesta de la ONU.

Implementación de los próximos pasos

• Un grupo de trabajo multidisciplinario bajo los auspicios del Grupo de Trabajo Inter-Agencias de la ONU en Siria (IATF) se encargará de monitorear la observancia de los principios y parámetros adoptados por el sistema de las Naciones Unidas en esta estrategia, incluyendo los derechos políticos, legales y humanos, así como los aspectos humanitarios y en materia de desarrollo, y rendirá cuenta sobre ello al Secretario General.
• Las agencias, fondos y programas de la ONU tendrán que reforzar el control interno, la observación y seguimiento sobre la implementación de los programas de la ONU y de sus asociados en Siria con vista a adoptar todas las medidas razonables para evitar que la asistencia se desvíe o que se obstaculice.
• Será necesaria una consulta que evalúe las necesidades para tener en cuenta necesidades y principios fundamentales, incluyendo futuras expectativas. Habrá que aplicar normas rigurosas de diligencia razonable, basadas en los principios de la Política de Debida Diligencia en Derechos Humanos.
• La ONU aplicará los Principios Directivos de las Naciones Unidas para Negocios y Derechos Humanos en todos los aspectos de su trabajo en Siria, incluyendo la planificación post-acuerdo.
• Las modalidades de financiamiento de la ONU tendrán que ser independientes del gobierno y de los donantes, en la medida de lo posible. En ese contexto, la ONU, con el compromiso activo y la argumentación del Secretario General, se esforzará en garantizar un apoyo adecuado de los donantes.

Estos parámetros aceptados servirán de base a posiciones comunes y a una argumentación coordinada con los principales Estados miembros y donantes.

Jeffrey D. Feltman


Documentos adjuntos


 
 Haga click en el siguiente enlace:
Parameters and Principles of UN assistance in Syria (Octubre de 2017)

Original versión.

¿Quién quiere reactivar la guerra en Siria?
Salir de la guerra contra Siria
De qué manera la administración de la ONU organiza la guerra


NOTAS:

[1] La BBC es el órgano público de difusión del Reino Unido.
[2] Radio Free Europe/Radio Liberty es una radio pública creada por la CIA en tiempos de la guerra fría y financiada por el Congreso de Estados Unidos.
[3] Tanto BuzzFeed como el Huffington Post fueron creados por el empresario estadounidense Jonah Peretti. Ambos medios siguen actualmente una misma línea editorial violentamente anti-Trump y anti-rusa.
[4] «Discours d’Emmanuel Macron à la Conference del ambassadeurs et des ambassadrices», Réseau Voltaire, 27 de agosto de 2018.
[5] El presidente Trump está tratando de adaptar la política estadounidense a los intereses de su país. Sus predecesores –George W. Bush y Barack Obama– estaban en realidad al servicio de la finanza transnacional y destruyeron conscientemente la economía de su propio país. Nota del Autor.
[6] «El proyecto militar de Estados Unidos para el mundo», por Thierry Meyssan, Haïti Liberté (Haití), Red Voltaire, 22 de agosto de 2017.
[7] “Syria Accountability and Lebanese Sovereignty Restoration Act”, Voltaire Network, 12 de diciembre de 2003.
[8] La guerra civil libanesa (1978-1990) se había terminado con la firma de los Acuerdos de Taif. A pedido de la Liga Árabe y con la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, el Ejército Árabe Sirio acudía entonces en auxilio del Ejército libanés, para ayudarlo a desarmar las milicias surgidas durante la guerra civil, y posteriormente estabiliza el país actuando como Fuerza de Mantenimiento de la Paz. Pero más tarde, Israel acusará a Siria de haber ocupado el Líbano, lo cual es una falsedad. Nota del Autor.
[9] «Revelaciones sobre el asesinato de Rafic Hariri», por Thierry Meyssan, Оdnako (Rusia), Red Voltaire, 29 de noviembre de 2010.
[10] L’Effroyable Imposture, Tome 2, Thierry Meyssan, éditions Alphée, 2007. Existe una edición en español de este libro, el mejor y más documentado sobre la invasión israelí de 2006 contra el Líbano. Una reedición actualizada se publicará próximamente en francés. El autor no aconseja la lectura de la edicion en árabe, que adolece de graves problemas de traducción. Nota de la Red Voltaire.
[11] Es importante recordar que la expresión latina sui generis significa algo así como sin igual, único, inclasificable o incomparable con otra cosa. Nota del Autor.
[12] «Armamento por miles de millones de dólares utilizado contra Siria», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 18 de julio de 2017.
[13] Según un testigo presente en el lugar, ese es el verdadero sentido de la declaración de Laurent Fabius, entonces ministro de Exteriores de Francia, en la conferencia de los «Amigos de Siria», realizada en Marrakech. Fabius declaró el 13 de diciembre de 2012 que «al-Nusra está haciendo un buen trabajo», en otras palabras “nuestros mercenarios de al-Qaeda están prestándonos –a Francia y al Consejo de Cooperación del Golfo– el servicio que nosotros estamos pagándoles”. Nota del Autor.
[14] “A Strategy for Israel in the Nineteen Eighties (The “Yinon Plan”)”, por Oded Yinon, Kivunim (Israel), Voltaire Network, 1º de febrero de 1982.
[15] «A Clean Break, a New Strategy for Securing the Realm», Institute of Advanced Strategic and Political Studies, Jerusalén-Washington.
[16] Ver los emails del ministerio británico de Exteriores revelados en 2005 por Derek Pasquill.
[17] «Il faut envoyer l’ONU pour pacifier la Syrie», Declaraciones de Giscard d’Estaing a Henri Vernet y Jannick Alimi, Le Parisien, 27 de septiembre de 2015.
[18] «Serment national turc», Réseau Voltaire, 28 de enero de 1920.
[19] “Stability, America’s Ennemy”, Ralph Peters, Parameters, invierno de 2001-02, de la página 5 a la 20. «Blood borders: How a better Middle East would look», Ralph Peters, Armed Forces Journal, junio de 2006.
[20] «Espectacular giro del presidente-jeque Hassan Rohani», Red Voltaire, 9 de septiembre de 2018. 
[21] “Sergey Lavrov news conference with Gebran Bassil”, por Sergey Lavrov, Voltaire Network, 20 de agosto de 2018; «Lavrov revela que Guterres es un títere al frente de la ONU», Red Voltaire, 22 de agosto de 2018.
[22] «Parámetros y principios de la asistencia de la ONU en Siria», por Jeffrey D. Feltman, Red Voltaire, 3 de septiembre de 2018.
[23] «Charte des Nations unies», Réseau Voltaire, 26 de junio de 1945.
[24] «¿Quién gobierna en Irak?», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 31 de mayo de 2005.
[25] “Draft Geneva Communique Implementation Framework”, “Confidence Building Measures”, “Essential Principles”, “Representativeness and Inclusivity”, “The Preparatory Phase”, “The Transitional Governing Body”, “The Joint Military Council and Ceasefire Bodies”, “The Invitation to the International Community to Help Combat Terrorist Organizations”, “The Syrian National Council and Legislative Powers during the Transition”, “Transitional Justice”, “Local Governance”, “Preservation and Reform of State Institutions”, “Explanatory Memorandum”, “Key Principles revealed during Consultations with Syrian Stake-holders”, “Thematic Groups” (documentos no publicados). «Alemania y la ONU contra Siria», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 28 de enero de 2016.
[26] “Strategic Engineered Migration as a Weapon of War”, Kelly M. Greenhill, Civil War Journal, Volume 10, Issue 1, julio de 2008.

14 enero 2018

Al Quds y la liquidación de la causa Palestina (1)




por Tito Andino U.


Primera parte

El fin de la causa palestina está en marcha

La decisión de Mr. Trump de trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv hacia al Quds (Jerusalén) ha provocado gran conmoción en la nación palestina, pero no en todos los gobiernos árabes. Tal acto equivale a reconocer Jerusalén como la capital eterna del estado de Israel, creado en 1948, en detrimento de Palestina. Casi todas los pueblos árabes y los creyentes musulmanes han condenado tal declaración.


¿Qué se oculta tras la declaración del mandatario estadounidense?

Un gran sector de la opinión pública y analistas internacionales pasan por alto que la decisión tiene otra motivación. Esa medida es esencial para anunciar la alianza entre el estado de Israel y la Arabia de los Saud (oficialmente conocida como Arabia Saudí).

Tiene un propósito secreto: Hacer frente a la notable y fuerte influencia que está ejerciendo la República Islámica de Irán en la región, directamente y a través de Siria y el movimiento libanés Hezbolá.

Está previsto que para marzo del 2018 se celebre una cumbre en Riad, posiblemente alguna monarquía absolutista del Golfo se adhiera a esa reunión, allí se podría formalizar, mediante una declaración conjunta, la reconciliación histórica entre Arabia Saudí e Israel, que allanaría el camino para una posible ampliación de alianzas entre árabes e israelíes (en teoría).

Es evidente que una alianza saudí-israelí, defacto, ya viene operando desde hace mucho tiempo en detrimento de la unidad del mundo árabe y sus instituciones. Israel orquesta junto a sus socios de la OTAN las guerras internas en los países árabes y los saudíes lo financian.

Una probable consecuencia de la futura cumbre de Riad (marzo 2018) traerá graves secuelas a los palestinos: Si los socios quieren formalizar su relación tendrán que declarar que la causa Palestina representa un obstáculo en el camino de esa alianza. Deberán afirmar que Palestina y al Quds son instrumentos de chantaje utilizados políticamente por quienes se oponen a la paz. Una “paz” humillante como siempre ha propuesto Israel y a la que se oponen países como Siria, Irak, Irán, Argelia, Líbano y otros.

Es inevitable para los Estados Unidos y sus aliados árabes que, si quieren cristalizar esa alianza con Israel, el proyecto debe contemplar la LIQUIDACIÓN de la causa Palestina. El proceso ha sido largo, algunas naciones árabes han sido engañadas, como Egipto y Jordania. Solo recordemos el camino que siguieron algunos estados árabes desde los Acuerdos de “Camp David” de 1978 (acuerdo de paz israelí-egipcio bajo auspicio estadounidense) hasta el presente.

La pregunta debe ser, ¿por qué ahora los Estados Unidos tiene alto interés en establecer no solo una paz, sino intentar una alianza entre árabes e israelíes? Una supuesta alianza que marginará la causa Palestina. Cada etapa, desde “Camp David”, dejó secuelas de dolor, sangre y destrucción de los pueblos árabes, entre los que se incluye en primer término Palestina. 

Hay un referente central en todo esto, y es algo que en ocasiones me disgusta en lo personal, no tanto por los actores, sino por la ignorancia de la gente, de aquellos ridículos conspiranoicos que ven todo como obra de una gran conspiración judía. La única realidad es que en Próximo Oriente, Israel fue establecido para dividir a los árabes, la entidad sionista, calificativo muy difundido en la región, no es solo un país como cualquier otro, Israel es una prolongación ideológica, estratégica y política de los Estados Unidos, el Imperio Británico y Francia, aún más, de todo el mundo Occidental, en general. Las potencias europeas –el Imperialismo Occidental- ha velado por su existencia no por una imposición de una “mesa de sabios judíos que controlan el mundo” sino como su caballo de Troya en la región árabe para controlar los recursos energéticos y geoestratégicos (vías marítimas y terrestres).

Es cierto que el proyecto sionista está basado en la tradición que recoge la Torah, al crearse tal ente estatal se requiere que el territorio se mantenga íntegramente bajo exclusivo control israelí y no de fuerzas extrañas de control (como sería una fuerza de paz permanente en una Jerusalén con estatus de ciudad internacional y multiconfesional). 

La carrera por firmar acuerdos de “paz” entre árabes e israelíes está controlado totalmente por la diplomacia estadounidense, ya sucedió con Egipto y Jordania, ahora todo indica que se ha doblegado a la conservadora facción del wahabismo saudí -a pesar  que estos últimos han tenido excelentes lazos con Israel para desestabilizar el Próximo Oriente-.

El reino de los Saud encabeza, hoy por hoy, la iniciativa de la “paz” con Israel y la única forma de conseguir ese objetivo es minando la voluntad palestina. Los saudíes ansían y seguirán buscando una forma de forzar a la autoridad palestina para que acepte la anexión incondicional de Jerusalén Este a Israel que será proclamada capital “eterna” de Israel; pero eso no es todo, las condiciones israelíes tampoco prevén el surgimiento de un estado palestino independiente en Cisjordania y Gaza. Y, esto está en funcionamiento, la construcción de más viviendas y la creación de nuevos asentamientos de colonos judíos en Cisjordania es la evidencia.


Por sentado que aquello sepulta las aspiraciones del pueblo palestino y desagrada a las naciones árabes que no se alinean a la política estadounidense-israelí. Las predicciones políticas basadas en esa intencionalidad solo auguran un gran estallido de hostilidades regionales, preámbulo bélico que ya está en curso vía fundamentalismo islámico en países como Siria, Irak, Líbano, Yemen (opuestos a esos planes desde siempre junto a Irán, al que parece sumarse el siempre inestable presidente de Turquía, Erdogan).



El príncipe heredero del Reino de los Saud, Mohammed bin Salman, intentó intimidar a Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina. Se le exigía que aceptara que Jerusalén sea reconocida como capital de Israel.


También ha pasado por desapercibido un acto trascendental en búsqueda de esa alianza israelí-saudí. El príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salem propuso al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, que la ciudad de Abu Dis (o Abu Dees o Abu Deis) se convierta en la capital del estado palestino. Estratégicamente es ingeniosa la jugada… Abu Dis se encuentra dentro de la Gobernación de Jerusalén, en la región que fuera ocupada por Israel en Cisjordania (Palestina). A raíz de los “Acuerdos de Oslo” (1995), Abu Dis está bajo mandato administrativo de la Autoridad Palestina pero bajo control militar israelí (es conocida como la Zona “B”). Gran parte de las oficinas de la Autoridad Nacional Palestina, responsable de los asuntos de Jerusalén se encuentran en Abu Dis. 

Luego del encuentro entre el heredero saudí y Abbas, al parecer el palestino informó a los demás líderes palestinos sobre la imposibilidad de instaurar un estado palestino independiente; habría asegurado que a lo más se puede aspirar a conservar un autogobierno. 

El objetivo final de los Estados Unidos, aparte de apoyar a Israel en sus peticiones sobre Jerusalén y la alianza saudí-israelí, es obtener algo más grande, una alianza árabe – israelí en Próximo Oriente. En teoría esa alianza (que se la aprecia utópica por las circunstancias actuales y la polaridad de fuerzas regionales) debería integrar al mundo árabe en torno a Israel (no veo cómo Israel podría integrarse en la región árabe). El sueño norteamericano no termina ahí, esa supuesta alianza árabe – israelí sería el perfecto obstáculo contra la fuerte influencia de Irán en la región y sus deseos de llegar al este del Mar Mediterráneo, lo que significa paralizar la apertura de la nueva “Ruta de la Seda” que es auspiciada por China.

La ilusión tiene sus límites. El proyecto, de por sí, tiene inmensas dificultades de plasmarse en realidad, puede y de hecho es seguro que la primera etapa del plan se lleve a cabo, la alianza israelí-saudí (la firma sobre el papel, porque de hecho ya opera). Los cálculos políticos en esta nueva geo-estrategia estadounidense conducirá a mantener la región en constante guerra. Irán es, en grandes rasgos, quien deberá ser derrotado para seguir con tan alucinante proyecto (¿recuerdan la reciente fallida “primavera” iraní?). 

Para analistas internacionales la nueva estrategia de los Estados Unidos radica en contener a la emergente Eurasia, paralizar la “Ruta de la Seda” china, impedir que se consolide la expansión china en las rutas marítimas, porque ese sería el final del Imperio Británico y su socio estadounidense (estos últimos controlan mayoritariamente el tráfico marítimo mundial). Solamente estas razones pueden revelarnos los motivos de la eterna desestabilización política en Próximo Oriente, en el sur del Mar de la China Meridional, en el Golfo Pérsico, en el Mar Amarillo, en el Báltico, Ucrania, Pakistán, Myanmar, etc.

En conclusión, los Estados Unidos ven a China como su principal rival por el control de la soberanía mundial, no son los rusos, ni ningún otro. ¿Cómo parar a la China?, lo hemos dicho aquí, también en anteriores artículos; y, una de las formas para evitar una confrontación militar directa es suprimiendo los intereses e inversiones chinas en Medio Oriente, en África y en cualquier región del mundo. ¿Cómo lo están logrando?, con las guerras de Medio Oriente y África. Ahora la prioridad es establecer esas alianzas que hemos detallado en la presente ponencia. Solo esas nuevas alianzas podrían garantizar fidelidad de ciertos países árabes. 

No obstante, es probable que ese juego geo-estratégico no pueda culminar con éxito. Ni China, ni Rusia ni Irán, ni siquiera el pequeño y débil gobierno palestino se quedarán quietos ante los rediseños de la política regional proveniente de lejanas tierras (no todos en Norteamérica están de acuerdo con Trump, ahora hay divergencias con el señor Tillerson –secretario de Estado- por lo que se espera su renuncia).  (1) 

La consecuencia no puede ser otra que una nueva guerra con los mismos actores a la cual se incorporarán otros.



Segunda parte 


La pregunta del millón. ¿Palestina o Israel? 

¿Quién tiene más derecho?




Empezaré por el final. Parece lógico que una verdadera negociación y una mutua cesión, desistiendo irrealizables pretensiones, para los dos bandos, es la única solución al conflicto. No encuentro otro camino que retornar a la Resolución 181, de 29 de noviembre de 1947LOS DOS ESTADOS. Si alguien tiene otra salida realista, que no sea un nuevo genocidio judío o la continuación del actual genocidio palestino, que nos lo explique. 

No hay que llegar al extremismo de negar la historia. Palestina desde más de mil años antes de la era cristiana y posteriores dos siglos con el Imperio Romano fue innegablemente la tierra de los judíos. Muchos desquiciados, por desgracia, negarán que las legiones romanas expulsaron a los judíos de Palestina hace dos milenios por atreverse a sublevarse contra la ocupación, de allí nació la diáspora judía. (Roma devastó el Templo de Jerusalén y aplastó las revueltas judías del 66-73 de nuestra era y del 132-135 de nuestra era y expulsaron a los judíos de esas tierras). 

Esto no es fábula, no es invento, es parte de la historia (y muy documentada). Los pueblos que han ido asentándose en Palestina durante este largo periodo histórico tampoco conformaron una unidad sólida, sea por vínculos sanguíneos o de nacionalidad. Esas tierras han sido permanentemente ocupadas, saqueadas, las poblaciones han sido exterminadas o desplazadas, entremezcladas, otras culturas  y pueblos se han asentado en ese mismo lugar, pero una gran masa de judíos a lo largo de esos siglos, a pesar de todo, permanecieron allí. Las últimas ocupaciones o conquistas territoriales que se registran son las del Imperio Otomano que gobernó la región por 500 años hasta nuestra época contemporánea con el Mandato del Imperio Británico. Palestina nunca llegó a ser una nación independiente.  

A finales del siglo XIX nació el sionismo, movimiento político predominantemente judío que promovió el retorno a Palestina, y aquello no fue producto de una conspiración mundial judía. Ya casi nadie quiere recordar que una de las motivaciones (aparte de sus pretensiones históricas y religiosas) fueron las continuas persecuciones o progroms contra los judíos en Rusia y el centro de Europa, a más del bullado caso de fines del siglo XiX, el “Affaire Dreyfus” (El caso Dreyfus, sentencia judicial de espionaje y de corte antisemita). Los judíos iniciaron una lenta emigración hacia Palestina que era parte del dominio otomano, las estadísticas registradas demuestran que para 1881 vivían en Palestina alrededor de 20.000 judíos, el doble de cristianos y alrededor de medio millón de árabes. La emigración judía nunca llegó a igualarse con los habitantes árabes, pero ocurrió el fenómeno que los recién llegados compraban las tierras a los árabes. Está claro que el sionismo tenía como objetivo que los migrantes fueran comprando el territorio para luego forzar a los árabes abandonar esas tierras.

Ya muy tarde los árabes se percataron de las intenciones sionistas, hecho que originó el aparecimiento del nacionalismo árabe y la dura oposición a esas pretensiones, crear un hogar nacional (tierra prometida) en Palestina no sería cosa practicable por la presencia de la población árabe. Se barajaron otras soluciones, la búsqueda de otro lugar (como Argentina) fue descartada y se concluyó que para aglutinar a los judíos en Palestina no tendría otra opción, la creación de Israel solo era posible mediante la guerra o con la violencia armada en contra de los árabes y las potencias ocupantes

No es tanto que el Imperio Británico se decantara por la causa sionista en contra de los árabes, aquello fue surgiendo con el paso de los años y tras analizar las consecuencias, los británicos necesitaban el petróleo de los árabes y tenían necesidad de conservar las rutas comerciales; pero, a la vez, controlaban el poder del capital judío y los nacientes lobbies en el ámbito internacional, así que jugaron a los dos bandos… En 1947, las Naciones Unidas deciden por la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe. El resto es ya historia conocida y ampliamente documentada.

 



Hay sectores en el mundo, palestinos incluidos, que quieren explicar la pérdida de sus tierras, desde una sola posición (nacida de la posguerra mundial), afirman que los europeos mataron a millones de judíos, pero, por qué los árabes tienen que pagar las consecuencias?; no se oponen que los judíos tengan su estado… lejos de Palestina, hay quienes sugieren en los Estados Unidos, por citar un caso. Es común que los ciudadanos árabes mantengan y divulguen su criterio a modo de ejemplos, uno que me ha llamado la atención es aquel que encontré hace muchos años en internet y lo cito:  

“Tú eres español. Imagínate que un día los árabes vamos a Andalucía y decimos que nosotros pasamos varios siglos allí y que ahora será nuestro otra vez. Los argumentos son de peso. Sin embargo, no es exacto. Hoy Andalucía forma parte de España y los árabes que vivieron aquí tuvieron un arraigo menor (Córdoba no era La Meca para los musulmanes; Jerusalén sí que lo es para los judíos) y siempre dispusieron de otro lugar en el que vivir según sus creencias. Además, Palestina siempre ha formado parte de imperios. Cuando los judíos empezaron a emigrar allí en masa ocuparon las tierras donde vivía un pueblo, no conquistaron una parte de un país”.

Volvamos a la realidad, Israel no ha dado muestras de indulgencia a la causa palestina, es cierto, pero también recordemos que hubo y hay quienes claman por la convivencia (fruto de ello fue asesinado Isaac Rabin, al ofrecer entregar territorios a cambio de la paz). 

Extremistas los hay en todas partes, así como los hay en el lado palestino y el mundo árabe. Pero, también tenemos a judíos y palestinos partidarios que la única solución es la mutua convivencia y lo aceptan. Muchos israelíes defienden a los palestinos, muchos judíos que viven en otros confines rechazan las políticas extremas del estado israelí; sin embargo, es casi difícil encontrar árabes que de forma abierta defiendan la posición israelí de vivir allí como un estado. Una gran comunidad árabe vive en Israel y Palestina (es decir, viven en dos estados, los árabes en Israel tienen nacionalidad y pasaporte israelí), no obstante, suele decirse que los judíos solo aspiran a vivir en un estado…

Los palestinos fueron traicionados por las potencias occidentales, se consintió que sus tierras fueran usurpadas, por ello no admiten la convivencia; pero, eso está cambiando, las posiciones van alterándose, la férrea oposición árabe anti israelí se está desmoronando desde hace un buen tiempo. La vieja oposición del mundo árabe de no permitir que los palestinos acepten una “paz deshonrosa” está sucumbiendo. Los mismos árabes van aceptando –por la razón que sea- el reconocimiento del estado de Israel, ya lo hicieron Egipto y Jordania; y, como lo hemos visto, al inicio de esta ponencia, las consecuencias de una posible alianza de Arabia Saudí con Israel son visibles. 

En estos días, la causa Palestina va perdiendo la partida y hubiese colapsado hace rato si no fuera por el incondicional apoyo de Siria y de Irán, el sacrificio sirio no puede ser comprendido por muchos, no han asimilado el hecho que Siria ha sido atacada y destruida, precisamente, por defender la causa palestina, por oponerse a Israel.


                     Una perspectiva de Jerusalén Este


¿Quién tiene más derecho sobre esas tierras?, ¿israelíes o palestinos?, seguirá siendo una pregunta difícil de responder con objetividad.  Como hemos dicho, los más psicóticos siguen clamado por su eliminación, que se finiquite la tarea emprendida por Hitler dicen; otros gritan que los judíos sean recibidos en los Estados Unidos donde hay suficiente territorio para crear un estado judío o en cualquier parte del mundo (menos en su país). Por el otro lado, con diferentes ideas, se  plantea que los palestinos sean expulsados hacia el Reino Hachemita (Jordania) o, a Siria, Irak o a cualquier estado que los quiera recibir; o, simplemente asimilarlos en el mundo árabe. 

Ensayando una conclusión sobre este punto. 

No quiero que se perciba alguna contradicción, porque no la hay, en lo que vengo analizando, solo intento ser objetivo y considero relevante ver los dos lados de la moneda. No soy anti nada. Ni estoy a favor del estado de Israel (entidad sionista como suelen calificarlo en Próximo Oriente) ni estoy en contra de los palestinos. No creo en conspiraciones sionistas divulgadas mayoritariamente, en el presente, por corrientes de la extrema derecha occidental muy ligadas a experiencias totalitaristas del pasado. Tampoco me permito descerebrarme con el fundamentalismo islámico que dice –aunque es falso-  desvelarse por la causa palestina, clamando por la destrucción de Israel (los extremistas islámicos hace mucho tiempo que están infiltrados por los servicios secretos occidentales y son ellos los que llevan la guerra sucia para dividir la causa árabe).

Creo en el orden legal, aunque imperfecto. Es la única alternativa viable, juzgo que el establecimiento de los dos estados tal como está contemplado en la Resolución 181, de 29 de noviembre de 1947, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, resolverá el conflicto árabe-israelí. Palestina, bajo administración británica, conoció el plan que propone dividir la parte occidental en dos Estados, uno judío y otro árabe-palestino; que Jerusalén y Belén, permanecerían bajo control internacional (como sabemos, Belén es en la actualidad regida totalmente por la Autoridad Palestina y Jerusalén seguirá siendo la piedra en el zapato). 




Los británicos se negaron cumplir la resolución, pero los países árabes también expresaron su negativa. La consecuencia inmediata fue la guerra civil en el territorio del Mandato, la declaración de independencia de Israel del 14 de mayo 1948 y la consecuente guerra árabe-israelí, la posterior guerra de los seis días, la guerra del Yom Kipur, etc. La crisis se mantiene imperturbable. 

Creo en la Resolución 194, de 11 de diciembre de 1948, de las Naciones Unidas, consecuencia de la expulsión forzada de centenares de miles de árabes por los israelíes

"hay lugar para permitir a los refugiados que lo deseen, regresar a sus hogares lo más pronto posible y vivir en paz con sus vecinos, y que se deben pagar indemnizaciones a título de compensación por los bienes de aquellos que decidan no regresar a sus hogares y por todos los bienes que hayan sido perdidos o dañado, en virtud de los principios del derecho internacional o en equidad, esta pérdida o este daño debe ser reparado por los gobiernos o autoridades responsables”.

Creo en la Resolución de las Naciones Unidas, de 22 de noviembre de 1967, (luego de la Guerra de los Seis Días).

“La instauración de una paz justa y perdurable en Oriente Medio… la retirada del ejército israelí de territorios ocupados durante el conflicto… respeto y reconocimiento de la soberanía y la integridad territorial y la independencia política de cada Estado de la región, y su derecho a vivir en paz en el interior de fronteras reconocidas y seguras, al abrigo de amenazas y actos de fuerza”.

Israel ha ignorado aquellas resoluciones y hace todo en contrario, no porque sean los dueños del mundo, sino porque cumplen el cometido geo-estratégico de las potencias occidentales. 

Israel ha humillado, ha expulsado y ha matado al pueblo palestino. Es la época de la Nakba o Catástrofe, el inicio del genocidio palestino. Las resoluciones de las Naciones Unidas han sido los únicos intentos válidos de garantía para el mantenimiento de una relativa paz. Paz?, se preguntarán, Israel no cederá, tampoco los palestinos abandonaran su causa, aunque otras naciones árabes le den la espalda o como otros países árabes que optarán por la paz separada con Israel (Egipto, Jordania) bajo influencia de los Estados Unidos. 

Que soy muy idealista me criticarán, tienen razón, no podrá haber paz cuando la guerra, la venta de armas y la táctica de despoblación mundial por ese medio siga siendo el mejor negocio del mundo. 

Graham Greene solía decir: “El escritor debe estar listo para cambiar de bando en cualquier momento. Su misión es defender a las víctimas y las víctimas cambian”

Es precisamente lo que está pasando con el estado de Israel, descendiente de las víctimas europeas del genocidio, hoy revierte la historia, las medidas políticas y represivas que ejercen las autoridades israelíes en contra de la población palestina no puede ser justificada, ni como defensa de una causa… 

La historia no termina de enseñarnos.



Tercera parte

¿Existe un plan “B” de Israel en caso que fracase la declaración de Jerusalén como capital de Israel?



         Una vista aérea de una zona de la Patagonia chilena


¿Es el “Plan Andinia” un nuevo recurso del sionismo para apoderarse de la Patagonia argentina y chilena?; ¿es otra teoría conspiranoica?; o, ¿es una nueva estrategia para explotar los recursos naturales de la Patagonia? 

Se conoce desde hace décadas sobre la aparición de un plan judío para colonizar la Patagonia argentina-chilena valiéndose de personas y empresas a las que suele ligarse como parte del “sionismo internacional”. Muchos investigadores en el mundo lo han denunciado, en Latinoamérica y, en especial, en Argentina y Chile existen verdaderos críticos sobre el tema, quizá el más conocido es Adrián Salbuchi.

¿Conspiración judía o típica teoría conspiranoica que abunda por internet?. Hay que saber leer con cautela la incesante información, lamentablemente hay mucho fraude en el ciberespacio, pero en sí, a rasgos generales el proyecto existe, es real y es tan viejo como muchas aspiraciones judías que han sido abandonadas o rechazadas por irrealizables.

Hay una gran verdad en eso de la Patagonía, miles de hectáreas han sido compradas por personajes y empresas internacionales. Conocidos actores de los Estados Unidos, como Richard Gere y Matt Damon, millonarios como Ted Turner, Benetton, Douglas Tompkins y de otras nacionalidades, como el británico Joe Lewis, etc., la lista de personajes es larga, han comprado tierras. Para esas adquisiciones se aprovechan de varios factores: frágiles leyes, facilidad de corromper autoridades y, sobre todo, el bajo precio de la tierra.

Es indiscutible que la mayor parte de estas personas no son judías, sin dejar de anotar que millonarios judíos constan en la lista de adquirentes. Generalmente, mejor dicho, popularmente, suele asociarse a toda persona que se precie de ser millonario o cercano a los círculos del poder en Estados Unidos o de la Gran Bretaña como sionistas o pro sionistas, es decir partidarios del estado de Israel y sus políticas, entidad a la que, presuntamente, brindan su apoyo incondicional por alguna razón que no se menciona y a través de los poderosos lobbies sionistas en los Estados Unidos.

Respecto a la Patagonia es una tierra muy poco colonizada, a la vez, muy rica en recursos naturales y con grandes reservas de agua dulce del planeta, suele omitirse que entraña enorme dificultad para presuntos y masivos asentamientos humanos en las regiones australes debido a las inclemencias climáticas y obstáculos geográficos.

En las últimas décadas existe presencia de empresas mineras (la mayoría canadienses), se aprecia una explotación irracional de los recursos naturales de Argentina, bajo consentimiento oficial se han construido aeropuertos de gran calado. En cuanto a la emigración, hasta el momento no se ha constatado una reciente y agresiva inmigración judía, sigue siendo igual a la italiana, a la española y de otros estados europeos que han ido asentándose en el sur argentino y chileno desde hace mucho tiempo.

Un interesante informe (2) indica que no existe oposición a que empresas o personas extranjeras adquieran tierras, el problema radica cuando los límites son sobrepasados, un marco legal regulador que restringa esas ventas es casi inexistente, es decir, Argentina y Chile carecen (o carecían) de leyes que protejan sus intereses nacionales y se ha entregado alrededor del 10% del territorio nacional a extranjeros, a cambio de nada.

Los forasteros no solo compran las tierras para edificar una casa vacacional o producir alimentos, también hay quienes tienen objetivos estratégicos, se señalan casos de adquisiciones financiadas por organismos internacionales o países con interés en los recursos naturales.

Ahora bien, nos preocupa saber si esa masiva compra de tierras es realmente parte de una conspiración sionista. Tanto en Chile como Argentina ya existe una honda inquietud por el tema. Uno de los hechos que más llama la atención de las autoridades es la presencia en la Patagonia por motivos “vacacionales” de miles de soldados israelíes (otras fuentes afirman se trata de reclutas licenciados del servicio militar obligatorio) en las propiedades del millonario británico Joe Lewis (judío), con propiedades en Argentina y Chile (tierras que son más grandes que todo el estado de Israel). Lewis al igual que su amigo George Soros se dedica a la especulación financiera. Según describe la Red Voltaire, “esas tierras se hallan en el extremo sur del continente, en la Tierra del Fuego. Incluso rodean el Lago Escondido, impidiendo el acceso al lago a pesar de una decisión de la justicia argentina”. (son propiedad privada).


La pista privada en las tierras de Joe Lewis


Tampoco es secreto que Lewis ha construido en la región un gran aeropuerto privado, con capacidad de recibir aviones de transporte civiles como militares, “desde el fin de la guerra de las Malvinas, el ejército de Israel organiza para sus soldados «campamentos de vacaciones» en la Patagonia. Cada año, entre 8.000 y 10.000 soldados israelíes pasan dos semanas de “vacaciones” en las tierras del multimillonario Joe Lewis”.

El mito del “Plan Andinia” parece no serlo, el propio ejército argentino señala que ya para la década de los 70 del siglo pasado, existían 25.000 alojamientos construidos pero vacíos, una publicación tan seria como Red Voltaire afirma que ahora se habrían incrementado muchas más. Lo curioso, a decir de la referida fuente, es que no puede verificarse in situ, porque las edificaciones se encuentran en tierras privadas y el uso de la tecnología como “Google Earth” neutraliza las imágenes satelitales de esa zona, procediendo así exactamente como lo hace con las instalaciones militares de la OTAN.

En Chile se afirma que el gobierno ha cedido a Israel parte de una base militar en la Patagonia (no se especifica el lugar exacto), en el sitio se habrían construido túneles que facilitarían la vida ante los rigores del durísimo clima polar (eso hace sospechar que se trataría de alguna base en la Tierra de Fuego).

Sin embargo, todo esto es tan inquietante como discordante.

Existe un asombroso hecho que ha dejado pasmado a los amantes de la conspiración. El suceso es un ejemplo de que no todos los que adquieren tierras en la Patagonia son “agentes sionistas” o que trabajan para ejecutar el “Plan Andinia”, veamos el siguiente caso.

La historia real es muy reciente, enero del 2016, el fallecido multimillonario estadounidense Douglas Tompkins había prometido la donación de 407.625 hectáreas de tierra al gobierno de Chile para la creación de áreas protegidas (Tompkins fue un activo ecologista y adquirió enormes extensiones de tierra para preservarla no solo en Chile, también en la Argentina. Los Tompkins ya habían donado anteriormente el Parque Pumalín al gobierno, creado por ellos).


     Douglas Tompkins en la Patagonia


La viuda del señor Tompkins, Kristine McDivitt y la presidenta de Chile, Michelle Bachelet firmaron el acta de entrega de esa inmensa cantidad de tierra con la estipulación expresa que constituirán una futura Red de Parques Nacionales de la Patagonia, a la que el gobierno chileno sumó 949.000 hectáreas de tierra. Según expertos, constituye la mayor donación privada de tierras de la historia. (se crearán tres parques nacionales: Pumalín, Melimoyu y Patagonia, según la Presidencia de Chile, y se ampliarán otros tres parques existentes: Hornopirén, Corcovado e Isla Magdalena, todos integrarán los 17 parques de la Red de Parques Nacionales de la Patagonia). El objetivo es proteger 4.5 millones de hectáreas de biodiversidad, según la ex mandataria chilena, Michelle Bachelet.

Como en todo teoría conspirativa, los chilenos calificaban a Tompkins como el “gringo” que se apoderó de los recursos naturales de la Patagonia chilena y argentina, incluso temían que llegaran a poseer tierras desde la costa hasta la frontera argentina, dividiendo el país en dos. Tompkins, a más de sus gestos filantrópicos fue un creyente ecologista, vivió las últimas décadas en la Patagonia chilena, para salvar el “paraíso” afirmaba, y allí falleció en 2015 en un accidente de kayak.

Quizá no sea el único caso, los Tompkins cumplieron su promesa cuando llegaron a Chile: comprar las tierras para su preservación y devolverlas en otro momento para su uso público. (3)


               Parque Nacional Pumalín en la Patagonia chilena.


Bien hasta aquí esta impresionante historia, pero volvamos a la actualidad.

La hipótesis de que el “Plan Andinia” o algo parecido a aquello, se encuentra en ejecución tiene un buen porcentaje de credibilidad. El intrigante caso continuará, quien sabe por cuánto tiempo más. Este tipo de información no se maneja de forma pública, solo a través de medios serios podemos apreciar que algo se maneja tras bastidores.

Nadie –excepto los israelíes y, lógicamente sus mecenas internacionales en los Estados Unidos y la Gran Bretaña- conocen los pormenores; y, al decir del experto Thierry Meyssan:

”por el momento, es imposible determinar si Israel está implicado en un programa de explotación del continente antártico o si está construyendo una base para el repliegue en caso de derrota en Palestina”.

Esta última cita es la clave de todo este enigma.

¿Qué pasaría si el estado conocido como Israel sucumbe?; o, ¿si a pesar de todo el apoyo de las grandes potencias occidentales (por el momento solo Estados Unidos) se declara fallida la declaración de Jerusalén como capital eterna de Israel?. En esta segunda hipótesis, Israel va a permanecer donde está y Jerusalén seguirá siendo la piedra de la discordia, el punto de inflexión entre las concesiones de uno y otro bando (Israel-Palestina), Jerusalén siempre fue el gran obstáculo para que los dos estados pudieran existir y convivir, a su manera.

¿Será entonces el “Plan Andinia” el Plan “B” de Israel?.

Ya se barajó en el pasado la posibilidad de establecer Israel no solo en Argentina, Uganda también fue una opción, los nazis ofrecieron Marruecos aprovechando la ocupación de Francia y otros sitios. Por supuesto que los judíos rechazaron las ofertas, para ellos solo es posible su “tierra prometida” en Palestina. Argentina desde fines del siglo XIX y en el siglo XX se ha convertido, como otros lugares del mundo, en tierra de asilo de los judíos que huían de los pogromos en Europa.

El artículo de Thierry Meyssan es de lo más clarificador para explicar parte de esta historia, no podría entenderse la totalidad de la presente ponencia sin su lectura. Allí se explica las consecuencias de la Guerra de las Malvinas como punto de acceso a las riquezas del continente antártico, una de las cuales, prácticamente, obliga a Argentina entregar el control del espacio aéreo en el sur del territorio en beneficio británico.

Esas imposiciones tendrían un colofón: el Reino Unido e Israel estarían empeñados en llevar a cabo un nuevo proyecto en la Patagonia, que no puede ser otra cosa que la explotación del continente antártico, concluye Meyssan. (4)


Argentina sigue siendo el país que más instalaciones científicas permanentes mantiene en la Antártida. Lo sigue Chile. 55 países del mundo han mantenido interés en la Antártida para llevar a cabo investigaciones científicas, de ellos, 29 estados tienen una presencia permanente. Desde 1959, el Tratado Antártico garantiza al continente como zona de paz (no está permitido armamento ni ningún tipo de actividad militar); consagrado, exclusivamente, a la investigación de proyectos científicos.



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Una anterior entrega sobre el tema puede ser consultado en este blog:


NOTAS:


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