Bienvenido a este Blog. Detectives de Guerra le brinda los mejores análisis de los conflictos internacionales de actualidad
Mostrando entradas con la etiqueta bomba atómica. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta bomba atómica. Mostrar todas las entradas

13 junio 2020

La verdad sobre Hiroshima y Nagasaki



El bombardero Boeing B-29 Superfortress, conocido como "Enola Gay", el primer avión en lanzar la bomba atómica, la Little Boy, sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, el 6 de agosto de 1945. Actualmente restaurado es exhibido en el National Air and Space Museum´s (Museo Nacional del Aire y el Espacio de los Estados Unidos (Washington DC).


Breve nota del editor del blog


Cómo influyen los medios de comunicación en la historia?

No ha pasado una semana en que apareció un nuevo libro sobre la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki, "COUNTDOWN 1945: The Extraordinary Story of the Atomic Bomb and the 116 Days That Changed the World", de Chris Wallace, periodista de la cadena Fox News (en inglés), el 9 junio 2020. 

Vale la pena citar la reseña de Amazon (venta online en inglés), que más bien parece promocionar un futuro guión para una clásica película de guerra de Hollywood, el libro lo tiene todo, drama, intrigas, romance... en fin, leamos la promoción del libro (Amazon):

- "Propulsivo." —Time- "Se lee como un thriller tenso". —The Washington Post- "El libro más emocionante que he leído todo el año". Almirante William H. McRaven

De Chris Wallace, el veterano periodista y presentador de Fox News Sunday, llega con un relato electrizante detrás de escena de los 116 días previos al ataque estadounidense contra Hiroshima. 12 de abril de 1945: después de años de sangrientos conflictos en Europa y el Pacífico, Estados Unidos está sorprendido por la noticia de la muerte del presidente Franklin D. Roosevelt. En un instante, el vicepresidente Harry Truman, que se ha mantenido fuera de la planificación de la guerra y no sabe nada del Proyecto Manhattan de alto secreto para desarrollar la primera bomba atómica del mundo, debe asumir el mando de una nación en guerra en múltiples continentes, y enfrentarse a uno de las decisiones más consecuentes de la historia. "Countdown 1945" cuenta la apasionante historia real de los turbulentos días, semanas y meses que siguen, hasta el 6 de agosto de 1945, cuando Truman da la orden de lanzar la bomba sobre Hiroshima.



En "Countdown 1945", Chris Wallace, lleva a los lectores a la mente de las figuras icónicas y esquivas que se unen a la búsqueda de la bomba, cada una con diferentes razones: el legendario Albert Einstein, que finalmente llama a su apoyo moral a la bomba como "el único gran error en mi vida"; el investigador principal J. Robert "Oppie" Oppenheimer y los espías soviéticos que se infiltran secretamente en su equipo; los pilotos de aviación ferozmente competitivos seleccionados para lanzar la bomba; y muchos más. Quizás sobre todo, "Countdown 1945" es la historia de un nuevo presidente no probado que enfrenta una decisión que sabe que cambiará el mundo para siempre. Es una historia de gran drama: desde la conmoción de Truman al enterarse de la existencia de la bomba, hasta los consejos contradictorios que recibe de generales como Dwight D. Eisenhower y George Marshall, hasta luchar con la devastadora carnicería que resultará si él da la orden de usar la primera arma de destrucción masiva de Estados Unidos.
Pero "Countdown 1945" es más que un libro sobre la bomba atómica. También es un relato inolvidable de la vida de civiles estadounidenses y japoneses en tiempos de guerra, así como la de los soldados estadounidenses que luchan en el Pacífico, esperando con miedo la orden de lanzar una posible invasión de Japón. Contada con vigor, inteligencia y humanidad, "Countdown 1945" es el relato definitivo de uno de los momentos más significativos de la historia".

Hasta aquí la reseña del libro.

CRÍTICA

Greg Mitchell, autor de una docena de libros, incluidos The Tunnels, Atomic Cover- Up (con Robert Jay Lifton), e Hiroshima en Estados Unidos. Su último libro es El principio o el fin: cómo Hollywood y Estados Unidos aprendieron a dejar de preocuparse y amar la bomba (The New Press). Así que nos encontramos con un erudito en la materia. 

Mitchell no ha tardado más que un día para hacer una crítica al flamante libro de Wallace, estrenado hace pocos días y promocionado previamente, en la noche del 7 de junio de 2020 en la cadena Fox, el lugar de trabajo de Wallace, con un documental de una hora (el libro salió a la venta el 9 de junio). 

El día 10 de junio, Greg Mitchell, en CommonDreams escribe: "The Truth about Hiroshima and Nagasaki", leamos su ensayo ya traducido.


La verdad sobre Hiroshima y Nagasaki



Chris Wallace, autor del libro "Countdown 1945", foto tomada de Fox News 

por Greg Mitchell
CommonDreams
10 junio 2020

Lo que Chris Wallace no le contó en el especial de Fox News adaptado de su nuevo éxito de ventas.

Lo único destacable de los argumentos de Chris Wallace sobre el bombardeo estadounidense de Hiroshima y Nagasaki es que no ofrecen nada nuevo, como si no se hubieran presentado pruebas desafiantes o contra-narrativas en los últimos 75 años. 

Chris Wallace de Fox News ha publicado su primer libro, Countdown 1945. Se trata de los últimos días del período previo al lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki. Es posible que haya esperado que sea un poco controvertido, como algunas de sus entrevistas y comentarios en esa red.

¿Se preguntaría qué hemos sido Robert Jay Lifton y yo quienes hemos llamado "La narrativa de Hiroshima", que ha dominado los medios de comunicación y la cultura popular desde que el presidente Truman anunció el ataque el 6 de agosto de 1945? Esa narrativa ha insistido en que la bomba, y solo la bomba, podría haber puesto fin a la guerra del Pacífico contra Japón y, por lo tanto, haber salvado cientos de miles o incluso un millón de vidas estadounidenses.

Lamentablemente, según la evidencia de un especial de Fox News de una hora de duración, que presentó el pasado domingo por la noche, y en su libro, ahora un éxito de ventas nacional, la respuesta es no. Lo único notable de los argumentos de Wallace es que no ofrecen nada nuevo, como si no se hubieran presentado pruebas desafiantes o contra-narrativas en los últimos 75 años. 

¿Por qué importa esto hoy? Entre los muchos asuntos que Wallace no mencionó en Fox: la política oficial de "primer uso" de Estados Unidos, iniciada en 1945, que permite a cualquier presidente responder a un ataque o amenaza no nuclear lanzando nuestros misiles nucleares, sigue vigente en la actualidad. La defensa duradera del uso de la bomba contra dos ciudades en 1945 para "salvar vidas estadounidenses" solo puede alentar, o al menos permitir, el posible uso futuro por parte de los Estados Unidos o cualquier otro país. De hecho, las encuestas muestran que un gran número de estadounidenses dicen que apoyarían un primer ataque nuclear en respuesta a un grave peligro planteado por Corea del Norte o Irán.

Hubo algunos gritos verdaderos en el especial de Fox, como mostrar una vista aérea de la nube de hongo que se eleva en Hiroshima usando imágenes realmente tomadas sobre Nagasaki; luego, unos minutos más tarde, usando el mismo material de archivo para la bomba de Nagasaki pero cambiándolo de color a blanco y negro, con la esperanza de que no lo notáramos. Anteriormente, los productores mostraron brevemente imágenes de la prueba atómica en el océano frente a Bikini en 1946 para representar la primera prueba de la bomba en el desierto de Nuevo México en 1945.

Pero el programa puede ser criticado más por omisiones que por errores de comisión.




No hubo un solo segundo de metraje de las secuelas de los bombardeos que revelaron víctimas japonesas heridas, enfermas, moribundas o muertas. Todo lo que vimos fue escombros y edificios dañados.

¿Qué más quedó fuera?

No hubo discusión sobre el colapso cercano de Japón semanas antes de los ataques. En el verano de 1945, el país sufría bajo un bloqueo total. Los diplomáticos japoneses comunicaban cada vez más desesperados condiciones para la rendición, de lo cual Truman era muy consciente, pero nunca se sabría eso si fuera por el programa.

Tampoco sabemos que los análisis de los Bombardeos Estratégicos de Estados Unidos concluyeron que Japón probablemente se habría rendido, incluso sin los bombardeos atómicos, antes de la invasión estadounidense prevista para finales de ese otoño. 

En cambio, se nos dice que "el enemigo no mostró voluntad de rendirse" y "pocos dudaron de que derrotar a los japoneses podría prolongarse durante otros 12 a 18 meses". De hecho, en julio de 1945, muchos analistas militares estadounidenses, incluidos los principales generales, dudaban de esto.

Tampoco escuchamos en el documental que varios de los principales asesores de Truman creían que Japón abandonaría la guerra si Estados Unidos modificaba su demanda de "rendición incondicional" al señalar que el emperador podía permanecer en el trono. No hubo admisión en el programa de que después de lanzar las bombas permitimos que el emperador se quedara de todos modos. ¿Y si hubiéramos hecho eso antes?

Más allá del uso de las dos bombas atómicas, varios otros factores aceleraron el final de la guerra, especialmente la entrada de la URSS el 8 de agosto, que Estados Unidos había exigido y Stalin había acordado en Potsdam dos semanas antes. Asegurándose eso de Stalin, Truman escribió en su diario, "Fini Japs" y "Terminaremos la guerra un año antes", refiriéndose a la declaración de guerra de los soviéticos, no a la caída esperada de la bomba. La única referencia en el programa de Fox a este factor crítico fue una breve mención en los comentarios finales de Wallace.

Wallace citó con precisión el número de muertes inmediatas para ambas ciudades como 100.000, pero no presentó el número de víctimas definitivo debido a quemaduras, lesiones y envenenamiento por radiación, que duplicó el número de muertes, si no más. Hiroshima fue referido en repetidas ocasiones como un "objetivo militar" o incluso una "ciudad militar", un reclamo clave de Estados Unidos que se remonta a agosto de 1945 cuando Truman lo calificó como una "base militar", aunque los soldados japoneses solo representaban una de cada diez muertes allí. (y no se menciona la docena de prisioneros estadounidenses que murieron en el ataque). Un total de aproximadamente 150 militares japoneses murieron en Nagasaki.



Luego de anunciar la rendición incondicional el 15 de agosto de 1945, los delegados japoneses firmen el acta de rendición el 2 de septiembre de 1945 a bordo del acorazado USS Missouri la ceremonia tuvo lugar en la Bahía de Tokio.

Como es habitual en estos programas, Nagasaki apenas era una nota al pie. Kurt Graham, director de la Biblioteca y Museo de Truman, ofreció una defensa extraña y falsa de lanzar la segunda bomba: Estados Unidos aún no tenía el tipo de "reconocimiento satelital" que hubiera permitido una evaluación aérea del daño en Hiroshima, por lo que tuvo que lanzarse el bombardeo de Nagasaki.

Esto no tiene sentido, ya que las fotos de paso elevado estadounidense de Hiroshima se enviaron rápidamente a Washington. (El New York Times en un titular de primera plana citó el 60% de la ciudad destruida). Nunca se sabrá por Wallace que muchos de los historiadores y otros que apoyan el uso de la primera bomba sienten que el bombardeo de Nagasaki, solo tres días después de Hiroshima, es indefendible, quizás incluso un crimen de guerra.

El rango de opiniones "expertas" sobre el programa fue extremadamente estrecho, con los principales comentaristas, a excepción de un sobreviviente de Hiroshima, un senador republicano conservador (Roy Blunt), ese director de la biblioteca Truman, un historiador del grupo de bombarderos militares que llevaba los ataques, y un presidente del departamento del Museo Nacional del Aire y el Espacio del Smithsonian en Washington DC, hace veinticinco años, esa institución se avergonzó de sí misma cuando tuvo que ceder a la presión de los veteranos y los políticos, lo que llevó a la cancelación de una exhibición equilibrada en torno a su triunfante exhibición del recién restaurado bombardero B-29 Enola Gay, el avión que arrojó la bomba de Hiroshima. El libro de Wallace parece apoyar esa supresión.

Wallace afirma además que Truman reflexionó profundamente durante semanas si desplegaría la nueva arma, incluso pasó muchas "noches sin dormir". El propio Truman, sin embargo, afirmaría repetidamente que nunca perdió el sueño por eso. Cuando se le preguntó una vez cuánto tiempo tomó tomar la decisión, chasqueó los dedos en respuesta.

Una sobreviviente japonesa, Hideko Tamura Snider (casada con un estadounidense) puede aparecer en el especial de televisión y en el libro para contar la conmovedora historia de experimentar el bombardeo y perder a su madre. Pero esto se ve socavado por el mensaje general de que la pérdida de vidas civiles fue: a) culpa de Japón; b) inevitable en la guerra; y, c) un número insignificante en comparación con las vidas que se habrían perdido en una invasión estadounidense.

En cualquier caso, su historia termina con una nota inquietante mientras la filman visitando la restauración del Enola Gay en un anexo del Museo del Aire y el Espacio. Allí le asegura a Wallace que no siente enojo por perder a su madre, aunque todavía está triste. Luego se vuelve hacia el avión y dice "Sayonara", mientras Wallace la abraza por los hombros.

Esa es la única cosa "nueva" en el especial de Fox. De lo contrario, seguiría con una cansina fórmula. Y aunque el libro de Wallace Countdown 1945 es más detallado y, a veces, más matizado, sus argumentos se reflejan completamente en el especial de televisión y reduce todas las preguntas sobre la necesidad de lanzar las bombas a "retrospectiva".

Desde mi perspectiva particular, lo que también encontré sorprendente fue cuánto el programa hizo eco de los movimientos de la Casa Blanca de Truman y los militares para sabotear la primera película sobre la bomba, producida por MGM (Metro Goldwyn Mayer) en 1947, que presta su nombre al título de mi libro, "El principio o el fin: cómo Hollywood y Estados Unidos aprendieron a dejar de preocuparse y amar la bomba".


El presidente Harry S. Truman


Hace mucho tiempo, Truman y los militares forzaron cambios en el guión de la película para, entre otras cosas, reforzar los argumentos de "objetivo militar" y "millones de vidas salvadas", eliminando cualquier escena de víctimas en el terreno, cortar cualquier referencia a Nagasaki o a las supuestas "noches de insomnio" de Truman. Truman incluso ordenó una nueva toma de una escena clave y consiguió que MGM despidiera al actor que lo interpretaba por carecer del "porte militar" apropiado.

El resumen no calificado de Chris Wallace en el especial de Fox coincide perfectamente con el mensaje de esa película de MGM y cuál ha sido la trama principal de The Hiroshima Narrative durante siete décadas y media: "La bomba terminó la guerra más de un año antes que cualquier invasión a Japón, y probablemente ahorró más de un millón de bajas en ambos lados". 


Sin embargo, hay poca evidencia creíble de que Japón, en su desesperado estado y después de una declaración de guerra soviética, resistiría durante un año después de una invasión masiva de Estados Unidos, o incluso sin una, ni pocos expertos militares esperaban un millón de bajas estadounidenses en tales circunstancias.

Ese último argumento de Wallace también se basa en una premisa trágicamente defectuosa. Después de haber probado con éxito la bomba, y con más listas para ser ensambladas rápidamente, solo hay una pequeña posibilidad de que la invasión, aunque bien planificada, alguna vez haya sucedido. No hay forma de que Truman hubiera ordenado la muerte de decenas de miles de soldados estadounidenses una vez que tuviera listas las bombas atómicas. Como hemos visto, también creía que, incluso sin el arma atómica, el ataque de los rusos contra Japón significaba que la guerra terminaría "un año antes".

Por lo tanto, el debate histórico siempre se ha basado en la cuestión de si Truman debería haber esperado otros días o semanas para que Japón capitulara antes de ordenar que la bomba cayera sobre el centro de dos ciudades, matando a más de 200.000, aproximadamente el 95% de ellas, civiles.

Sin embargo, Wallace disminuye lo que él llama "cuestiones de moralidad" al concluir: "No es realista pensar que Harry Truman hubiera tomado otra opción". Eso puede ser cierto, pero todos tenemos la responsabilidad de considerar si esa elección fue la correcta, y el posible "primer uso" de las bombas nucleares sigue siendo una opción aterradora hoy en día.



Anexo del editor del blog


Enlace a Video en YouTube (en inglés)




"Countdown 1945": Building the first atomic bomb



Fuente original

The Truth about Hiroshima and Nagasaki

Artículos relacionados:

Por qué la Segunda Guerra Mundial terminó con hongos nucleares?

18 abril 2020

IIGM: Planes del EJE que nunca existieron





Nick Ottens


Nota de introducción por el editor del blog

Sería posible que hayan existido planes nazis y del imperio japonés durante la segunda guerra mundial para invadir a los Estados Unidos de América? O, esos presuntos planes eran solamente ficción, alimentados desde la posguerra por una profusa literatura de un mundo distópico?. 

La historia nos señala otro camino, lo que no impide conocer que personajes como Hitler si soñaban en algún momento con que el nazismo conquistara el mundo. Hitler era un psicópata, dentro del concepto clínico, planeaba ir cumpliendo sus objetivos paso por paso, cuando fue dueño de Europa era lógico que se planteará la posibilidad mediata de atacar el continente americano, para ello se valió de quinta columnistas en el Hemisferio Occidental e intentó inundar América Latina con su ideología, México fue un buen ejemplo. 

Los nazis se plantearon la posibilidad de conquistar el mundo, pero NO hay evidencia alguna de que hayan podido desarrollar planes militares para una eventual conquista de Norteamérica más allá de su imaginaria, y no lo hicieron porque no quisieran, NO podían hacerlo, al carecer de los medios.


Un mapa alemán animado de 1938, de la revista satírica nazi "Brennessel" (noviembre 1938), en el que se mofaban de las apreciaciones del resto del mundo sobre las ambiciones territoriales del nazismo. El mapa titula: "Para la cocinilla de las mentiras". Con la siguiente leyenda: "Dedicado a todos aquellos periodistas de leyenda negra que no cesan de inventar infundios sobre las pretensiones expansionistas alemanas. Este mapa pretende estimular aún más su fantasía creadora". Por desgracia, en gran parte llegó a ser realidad, sobre todo en Europa. En el caricaturesco mapa nazi las grandes potencias del mundo (de la época) aparecen ubicadas en islas del Ártico o del Atlántico Norte, y la bandera de la cruz gamada ondea en todos los continentes. Ese temor no andaba tan descaminado ya que en un par de años la expansión alemana era una realidad como puede apreciarse en los ejemplos del mapa: el "Rotspont-Gau" (Francia); el "Wodka-Gau" (Unión Soviética) conocerían muy de cerca las consecuencias. 



Hitler estaba enfrascado en una terrible guerra en Europa, cualquier planificación estratégica ordenada a su Estado Mayor de la Wehrmacht resultaría ridículamente insultante; por lo mismo, jamás se desarrolló un plan alemán para invadir los Estados Unidos. La situación militar, la carencia de recursos humanos, materiales y la no desarrollada tecnología del proyecto "armas maravillosas", lo impedía (lo único posible era realizar acciones de sabotaje utilizando espías). La más clara evidencia del fracaso de esa intencionalidad fue el plan de invasión a Inglaterra, "León Marino" era irrealizable por la dificultad de contar con los medios materiales para enfrentarse a una planificada y sólida defensa británica.
  
Salvo sus seguidores del presente, no hay el menor resquicio de duda de que el führer nazi estaba acosado por sus aberrantes delirios. Desde el punto de vista psicológico suele llamarse a estos episodios de diferentes maneras: personalidad psicopática, sociopatía narcisista, o, a secas, un psicópata. Dentro de las ciencias de la criminología como la medicina legal o forense, psicología jurídica y otras, suele señalarse que


"la mayoría de los sociópatas narcisistas son criminales. Algunos son simplemente criminales más exitosos que otros, y esto generalmente depende de su capacidad para mezclarse e imitar o manipular a las personas normales... Los sociópatas narcisistas (psicópatas) representan alrededor del 1% de cualquier población dada, pero son responsables de la gran mayoría de los delitos violentos o empresas delictivas". 

Sus rasgos característicos están allí: Inexistente moralidad, eso le permite no racionalizar sus pretensiones de carácter destructivo; carece de conciencia y empatía; necesita sentirse admirado (hasta adorado); sentimiento de creerse “especial” (elegido, por la Providencia), por lo mismo se siente superior; es elitista (complejo de superioridad o delirio de grandeza); controla, manipula y conduce el destino de los demás, etc.

He citado estas características de la personalidad del führer nazi para que se comprenda que si bien no llegó a cristalizar un plan para invadir América, si lo anhelaba; y, si las circunstancias, la situación militar y el desarrollo tecnológico de su época lo hubiese permitido, lo hubiese hecho sin la menor duda.

Otra caricatura de 1938, el "Punch" (revista semanal británica de humor y sátira) en la edición del 6 de abril 1938 señala que incluso la estatua de la libertad debía adaptarse a las nuevas formas, ironizando el expansionismo alemán.


Dejemos estas reflexiones y pasemos a un tema más ameno, al mundo de ficción en que la segunda guerra mundial fue ganada por las fuerzas del Eje. La literatura es muy rica en temas de ucronía y dentro de los populares géneros artísticos y literarios del dieselpunk, nuestro estimado Nick Ottens ha dedicado algunos artículos que revisan la realidad y la ficción sobre estos temas que se exponen con cierta frecuencia.

tito andino


*****
(Los artículos originales del autor solo están disponibles en inglés, han sido traducidos y corregidos gramaticalmente por el editor de este blog)

Planes de invasión del Eje a los Estados Unidos
Axis Invasion Plans of the United States




La invasión del Eje de América nunca llegó. Ni Alemania ni Japón se prepararon para invadir los Estados Unidos. Eso no evitó que los estadounidenses se preocuparan.

Las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial nunca tuvieron planes de invadir el territorio continental de los Estados Unidos. Los nazis esperaban mantener a los estadounidenses fuera de la guerra por completo. Ya en la primavera de 1941, Adolf Hitler dijo que una invasión alemana del hemisferio occidental era tan fantástica como una invasión a la Luna.

El ataque de Japón a Pearl Harbor en diciembre de ese año impulsó a los alemanes a desarrollar bombarderos de largo alcance que pudieran alcanzar la costa este. Pero aunque Hitler comenzó a hablar grandiosamente de una futura contienda entre Estados Unidos y Alemania, no se hicieron preparativos para tal evento.

Los japoneses tampoco pensaron seriamente en conquistar los Estados Unidos. Algunos abogaron por tomar Hawai. Japón ocupó brevemente las islas leutianas en Alaska, pero eso fue todo.

Por supuesto, eso es lo que sabemos ahora. Las cosas se apreciaban muy diferente en el invierno de 1941, cuando Estados Unidos se encontró inesperadamente en guerra tanto con el Imperio de Japón como con la Alemania nazi que controlaba casi toda Europa.


Mapa de la posible invasión del Eje de América, por la Revista Life, 2 de marzo 1942


Poco después de que Hitler declarara la guerra a los Estados Unidos, la revista Life, en marzo de 1942, consideró varias formas en las que sus ejércitos y los de Japón podrían intentar una invasión.

Una de ellas implicaba que los japoneses saltaran y brincaran a través del Pacífico Norte (hop-skip-and-jump across, en el original). La invasión comenzaría con un ataque naval en Dutch Harbor en Alaska. (Nota del editor del blog: Dutch Harbor se ubica en la isla de Amaknak en Unalaska - Alaska. Bombardeado por los japoneses en junio de 1942, además de Hawai, fue uno de los pocos sitios en los Estados Unidos sometido a bombardeos aéreos por una potencia extranjera durante la segunda guerra mundial). Luego, los aviones con base en tierra ayudarían a los portaaviones a proteger el próximo avance marítimo por la costa oeste. Una quinta columna de simpatizantes del Eje causaría estragos en casa. "Los japoneses se apoderan de la industria de la aviación de la Costa Oeste, de los astilleros y de los pozos de petróleo. Luego los alemanes apuñalarán la costa este".



Mapa de la posible invasión japonesa de América, por la Revista Life, 2 marzo 1942


Otras versiones de un ataque liderado por los japoneses sugerían ir a través de Pearl Harbor a San Francisco o cruzar el Pacífico Sur y a través de América Central.

Los planes dirigidos por los alemanes asumían que los nazis capturarían los restos de la flota francesa (la mayoría de los principales buques habían sido hundidos por los británicos en Mers El Kébir en 1940), los combinarían con los italianos y recibirían el apoyo de los japoneses a través del Océano Índico.

Primero, tomarían Gibraltar, la fortaleza británica de montaña que vigila el Mediterráneo. A partir de ahí, los planes se desviaron.


Mapa de la posible invasión alemana de América, por la Revista Life, 2 marzo 1942


Uno sugirió pasar por Dakar, en África occidental francesa, y cruzar el Atlántico hasta Brasil; tomar Trinidad, una colonia británica, y luego invadir América del Norte por el río Mississippi.

Otra opción era ir por Islandia y Groenlandia e invadir los valles del río San Lorenzo y la bahía de Hudson. "Los alemanes podrían bombardear Chicago, Detroit, Akron y arrasar el Medio Oeste", escribió Life.


Mapa de una posible invasión alemana de América, por la Revista Life, 2 marzo 1942


Eso se conseguiría si la flota británica quedara atrapada. Life sugirió que los submarinos y aviones de guerra alemanes podrían mantener ocupada a la Royal Navy alrededor de las Islas Británicas, permitiendo que la fuerza invasora se escabulle.

Todo esto, por supuesto, suponiendo que los alemanes pudieran haber construir una flota lo suficientemente grande como para montar una invasión. En el mundo real, ni siquiera pudieron cruzar el Canal para invadir Inglaterra.

En todo caso... 

Y sí  Alemania y Japón hubieran conquistado los Estados Unidos?



Hemos analizado algunos planes hipotéticos de invasión del Eje a los Estados Unidos. En realidad, ni Alemania ni Japón tuvieron un plan concreto para atacar a América del Norte. Pero, ¿y si lo hubieran hecho?

La novela de 1963 de Philip K. Dick, The Man in the High Castle, nos ofrece un mundo en el que los dos poderes del Eje no solo organizaron una invasión de Estados Unidos, sino que lograron conquistarla.

Su historia diverge del mundo real en 1933, cuando Franklin Roosevelt no sobrevive a un atentado para asesinarlo. Sin Roosevelt y el Nuevo Acuerdo (New Deal), Estados Unidos se halla empobrecido y no está dispuesto a entrar en la Segunda Guerra Mundial hasta que es demasiado tarde. 

- La Alemania nazi derrota a Gran Bretaña y a las otras potencias europeas; 

- Japón conquista toda Oceanía;

- Los Estados Unidos se rinden en 1947 y se dividen en dos:

Japón establece los Estados del Pacífico de América en la costa oeste,
  
Alemania controla unos Estados Unidos títere en la costa este.

- Se mantiene una zona neutral (amortiguador) entre las dos potencias ocupantes en las Montañas Rocosas.

La novela fue adaptada para televisión por Amazon en 2015. La serie sigue en gran medida la trama original, pero especifica que Alemania ganó la guerra al haber desarrollado la bomba atómica antes que los Estados Unidos y lanzándola sobre Washington DC.




También, de forma ridícula se denomina a la parte alemana de América el "Gran Reich Nazi", cuando los nazis no solían nombrar ningún territorio después de su conquista. Pero debemos suponer que sonará aún más siniestro que el original de Dick.


Mapa de los imperios alemán y japonés en The Man in the High Castle (2016)


El primer mapa militar de los imperios alemán y japonés describe los principios de la década de 1960. Muestra que Alemania ha conquistado el área del Atlántico, incluyendo África, Europa y Medio Oriente. Japón tiene todo el borde del Pacífico, incluyendo lo que solía ser la costa oeste estadounidense, partes de América Central, Chile, Perú y Ecuador.

Separando los imperios, que formalmente son aliados, en realidad viven encerrados en una guerra fría, hay una zona neutral rebelde en América del Norte, México y un estado llamado "Amazonia" en el centro de América del Sur.

Asia Central tampoco ha sido conquistada. Afganistán y Pakistán aparecen como estados independientes.


Mapa mundial en The Man in the High Castle (2016)


Un segundo mapa, que aparece en una escuela secundaria estadounidense (en el primer episodio de la segunda temporada de la referida serie de televisión), muestra la misma división del mundo, pero hay algo extraño al respecto: las fronteras de muchos de los países que existen en nuestro mundo todavía están en él !

Es aún más extraño cuando recordamos que la mayoría de las repúblicas en África no consiguieron su independencia hasta muchos años después de la Segunda Guerra Mundial. Eso es una inconsistencia, pero suponemos que los creadores (de la serie) pensarían que nadie examinaría estos mapas como lo hemos hecho!

Nick Ottens

13 abril 2020

Planes nazis en la ficción y la realidad (4)


    Arte de André Ducci

La "bomba atómica" de Hitler que nunca existió

por Tito Andino U.


Al llegar al ocaso de la guerra, Hitler prometió la victoria a su pueblo para mantenerlo con espíritu combativo en una lucha ya pérdida y eso solo pudo ser posible con la masiva difusión de la propaganda del régimen. El rumor, mejor dicho, la falsa promesa eran las "armas maravillosas" (o milagrosas) -Wunderwaffen en alemán-, también abreviadas como WuWa, que supuestamente cambiarían el curso de la contienda. Una de esas armas letales no podía ser otra que la bomba atómica. La verdad es que nunca se fabricó. 

Nada de eso sucedió, lo único notable fueron las armas de venganza V-1 y V-2, así como el aparecimiento del primer caza a reacción Me-262, nuevos modelos de armas tácticas como los panzer y hasta nuevos diseños de submarinos. Lo demás no pasó de simples proyectos sobre el papel. No obstante, los estadounidenses y soviéticos sí  tenían como prioridad capturar las mentes que diseñaban esos artilugios.

Los servicios de inteligencia aliados no se dejaron impresionar con la propaganda alemana, su preocupación mayor no se fijaba tanto en las supuestas "armas maravillosas", si no en el cómo hacerse con los técnicos y científicos. Conocían el estudio alemán de la energía atómica y estaban prevenidos sobre una presunta fabricación de un prototipo de bomba atómica.

Se sospechó que la Alemania nazi había iniciado un programa nuclear, las presunciones conducían en ese sentido, los alemanes habían paralizado las exportaciones de uranio de las minas checoeslovacas e incrementado la producción de agua pesada en la Noruega ocupada. En 1943, un grupo especial, parte del Proyecto Manhattan, recibió la orden en clave "ALSOS", para buscar pruebas en el mismo escenario de guerra europeo, capturar las investigaciones alemanas sobre energía nuclear y continuarlas bajo dirección estadounidense.


16 de julio 1945, la prueba Trinity


Los Estados Unidos querían conservar el monopolio de la investigación nuclear, la Operación ALSOS inició ante la posibilidad que los nazis obtengan la bomba atómica que podría definir el rumbo definitivo de la guerra, también debía evitar que esos estudios sean arrebatados por los soviéticos. El General Leslie R. Groves, era el jefe de la operación, Samuel Goudsmit fue el  responsable técnico y el coronel Boris Pash, el jefe militar. Su primera misión fue un éxito. 


Telemark - Noruega, bajo ataque


El 28 de febrero de 1943 se saboteó la fábrica de agua pesada en Telemark - Noruega, en poder de los nazis. Allí quedó definitivamente sellado el avance de la investigación alemana. El siguiente paso era obtener información sobre cuan avanzada estaba la investigación alemana en materia nuclear.

Se procedió a la búsqueda de todos los recursos dispersos en Alemania, la misión se cumplió, pero, los resultados fueron pobres, no por falta de hallazgos sino por el hecho de que la investigación alemana sobre armas nucleares era aun incipiente. 

Es cierto que se localizó un inservible reactor experimental, algunos recipientes de agua pesada, cientos de pequeños cubos de uranio para la experimentación. Unas buenas fotografías y una buena dosis de sensacionalismo sirvieron para todo tipo de especulaciones que fueron sobreexplotadas por escritores (no historiadores) en la posguerra, algunos abiertamente neonazis con el objetivo de engrandecer la "ciencia nazi".

Todos los historiadores y científicos nucleares concuerdan que el proyecto de bomba atómica alemana fue un fracaso, pero existían reservas de uranio para la investigación nuclear. Se sabe que ya en 1938 Otto Hahn y Fritz Strassmann realizaron trabajos en laboratorio de fisión nuclear con uranio, despertando el interés de los nazis. El proyecto nunca pudo corregir sus fallos experimentales en el cálculo de la masa crítica de uranio, así como el defecto del único reactor nuclear construido en Alemania que no proporcionó cruciales datos para desarrollar un arma atómica.


En las fotografías superiores se observa el famoso reactor alemán para investigación nuclear (experimental, es decir, era inservible para producir una bomba atómica) en la ciudad de Haigerloch, estado de Baden-Wurtenberg, formaba parte del famoso Instituto de física Kaiser Wilhelm como parte del Proyecto Uranio. A decir de los científicos de la época y actuales, el reactor alemán no tenía como objetivo directo construir una bomba atómica, fue construido para el estudio de la fisión. Se instaló en una bodega de cerveza bajo la iglesia del castillo en Haigerloch. Un comando estadounidense capturó la planta del reactor el 24 de abril de 1945, el reactor fue desmantelado pero no se llegó a demoler las instalaciones. En la actualidad es un centro turístico, el "Museo de la Bodega Atómica", que contiene una réplica del reactor. En la foto inferior observamos a militares estadounidenses, miembros del comando especial ALSOS luego de localizar gran parte de los cubos de uranio experimentales que al parecer Heisenberg los ocultó en las cercanías de Haigerloch.


Entrada al Museo del Castillo de Haigerloch, lugar elegido para la investigación nuclear alemana.

La existencia del arma nuclear nazi es un mito, pero no lo era el estudio teórico e investigación; ni tampoco fue un mito la captura de técnicos y científicos que estudiaban su potencial.

Las cabezas visibles del Programa de Energía Nuclear Alemán, conocido como Proyecto Uranio, incluye a conocidos científicos como: Werner Karl Heisenberg, (creador del principio de incertidumbre); Otto Hahn (fisión nuclear); Kurt Diebner, Walther Gerlach, Max von Laue, Paul Harteck, Carl Friedrich von Weizsäcker, Karl Wirtz, Erich Bagge, Horst Korsching, Walther Bothe, Hans Geiger. 


Quizá los más conocidos integrantes del proyecto Uranio. Las fotografías están en el mismo orden de la lista de arriba.

La Batalla de Berlín  tuvo sus secretos, y uno de ellos fue el apremio soviético por requisar las reservas de uranio que se conservaba en el Instituto de Física Kaiser Wilhelm en Berlín-Dahlem (en el presente se denomina Instituto de Física Max-Planck), los científicos que laboraban allí también eran un apetecido botín para la NKVD. Al capturar el Centro científico, las tropas soviéticas al mando del general Khrulev se hicieron cargo del uranio y laboratorios de investigación. Se dice que el botín reportado fue de 250 kilos de uranio natural, tres toneladas de óxido de uranio y 20 litros de agua pesada. Entre los pocos científicos que fueron retenidos por los soviets se encontraban Peter Thiessen y Ludwig Bewilogua, los demás ya habían abandonado Berlín hace un buen tiempo.



El Instituto de Física Kaiser Wilhelm (arriba), construido en Berlín con fondos de la Fundación filantrópica Rockefeller de América / Archivos de la Sociedad Max Planck, Berlín-Dahlem

Por su lado, la operación ALSOS se saldó con la detención de diez científicos para evitar su captura por la parte soviética. Gouldsmit, director científico de ALSOS, físico de origen holandés, conocía muy bien a sus colegas alemanes, fue muy preciso al afirmar que "una de las causas del fracaso del proyecto atómico alemán fue el propio carácter totalitario de su gobierno". (Myths Around the German Atomic Bomb, Samuel Gouldsmit, 1947). 


En las fotografías de arriba, de izquierda a derecha: Responsables de la Operación ALSOS, General Leslie Groves, Coronel Boris Pash y el científico, Samuel Gouldsmit. Abajo: en el mismo orden, responsables (en diferentes etapas del Centro de Investigación del Ejército de Peenemünde (Heeresversuchsanstalt Peenemünde -HVP-) Wernher von Braun, General Walter Dornberger y el SS Hans Kammler.


Una de esas causas del fracaso alemán suena ridícula, pero verdadera. Nadie puede desconocer que los nazis eran anti-intelectuales, quemaron los libros, rechazaron la física teórica calificándola de ciencia "judeo-marxista", intentaron reemplazar la ciencia con principios "mágicos". La pseudo ciencia nazi priorizó temas como la teoría del "hielo eterno" (de Hans Horbinger); la teoría de la "tierra cóncava" (de Peter Bender) y otras aventuras "místicas".

Conforme lo aseveró el general alemán Walter Dornberger, director de pruebas en Peenemünde, los científicos alemanes fueron forzados a retrasar la investigación de la V-2 debido a las creencias ocultistas de los jerarcas nazis, los ensayos no podían ejecutarse sin aprobación de los "teóricos" de la cosmogonía horbigeriana que antes necesitaban "saber" como reaccionaria el cielo con los cohetes en la estratosfera, temían que eso podría ocasionar algún desastre sobre la Tierra

Los nazis rechazaron las teorías físicas de Einstein, Fermi, Teller y muchos otros que emigraron a los Estados Unidos, allí radica el poder atómico estadounidense. El "culto" nazi saboteó la investigación científica y proyectos que podrían haber cambiado el curso de la historia. 

La Alemania nazi derrochó más dinero en la Ahnenerbe, que los EEUU en fabricar la primera bomba atómica


Fantaseando con la bomba nuclear nazi




Decenas de historias sobre el desarrollo del arma nuclear alemana son solo fantásticos relatos de escritores de posguerra plasmados en libros nada serios y hasta en la clásica historia alternativa; por sentado, se basaban en reales investigaciones de los ingenieros y científicos alemanes de la era nazi. Cómo llegaron a obtener esa información? Fueron los propios estadounidenses quienes públicamente expusieron la investigación atómica alemana. 

Podemos divagar largamente con los mitos nazis de la bomba atómica, hay mucha tinta regada por todos lados, la mayoría de las "fuentes" que se encuentran en internet menosprecian el valor o, peor aún, desconocen el uso de la historiografía. 

Revisemos algunos relatos de fantasía muy populares y fáciles de encontrar en páginas web "especializadas"


Modernas recreaciones artísticas de las armas maravillosas nazis

Algunos dicen que los planes nazis para el uso de la energía nuclear fueron manejados, supuestamente, de forma "independiente" (es decir, "habían" varios planes). Defensores del nazismo ("pacifistas neonazis") afirman que ese trabajo solo se encaminaba al estudio de la física teórica, para nada relacionada con un programa militar, a lo mucho, señalan, serviría para fabricar reactores para submarinos

Otro caso presume que el programa del físico alemán von Ardenne (hablaremos de él en siguientes artículos), contaba con participación militar, en  laboratorios subterráneos de Berlín, buscando la separación del uranio 235 enriquecido con la técnica de centrifugación del uranio. Pero eso solo fue posible desarrollar en la posguerra por el mismo von Ardenne, bajo custodia soviética. Los norteamericanos del "Proyecto Manhattan" usaron costosos y diferentes sistemas. También se dice que el General SS Kammler compartía trabajo con la Luftwaffe en un programa nuclear independiente y que luego se fusionaría con uno de los otros programas secretos.



Sencillos instrumentos del aparato experimental de Fisión Nuclear de Otto Hahn en 1938, ubicado en el Instituto Kaiser Wilhelm de química, hoy se exhiben en el Deutsches Museum Munich

Se llegó a afirmar (siempre a través de populares escritores de posguerra) que la SS intentaba, en 1943, montar en Hungría las bombas atómicas de toda futura investigación sin participación de la Wehrmacht. Y claro, la clásica leyenda que el SS Hans Kammler desapareció después de la guerra, para luego aparecer, ya sea en los Estados Unidos o según la "CIA" en Rusia, en cualquier "caso" dedicado al programa nuclear.  

Otra fantástica historia muy bien lograda (seguramente elaborada para servir a algún guión de película en Hollywood) relata que previa la batalla de Kursk, los alemanes habrían ensayado una bomba de formidable potencia y pequeño tamaño. Una combinación de material fusionable de uranio y explosivo convencional. Esa "historia" pretende vender el hecho que los alemanes, a mediados de 1943, ya habían probado con eficacia el uso de material atómico como bomba de uso militar. Y aún hay más, para que el relato sea más creíble se decoró la falsa historia con otro timo, los alemanes habían comunicado por teletipo diplomático a todas sus embajadas en Europa... Deberíamos preguntarnos, para qué divulgar tan alto secreto?.

Un hecho que si es cierto, pero que no formaba parte de los supuestos planes para invadir América fue el arribo en submarino de un comando de saboteadores alemanes a New York con la intención de atentar contra las infraestructuras básicas (Operación Pastorius, junio 1942), que culminó en un fiasco por la traición de uno de sus integrantes.  



Dos fantásticas animaciones sobre el bombardero atómico nazi a la ciudad de New York. En primer plano un bombardero Horten, el Ho 229 (ala voladora sobre NY); y, abajo: explosión nuclear en la urbe neoyorquina.

De lo anterior nace otra leyanda, en ese 1943 los nazis planificaron un ataque aéreo contra New York, a través del OKL (Alto Mando de la Luftwaffe) al mando de Hermann Goering. Para hacer más creíble la fantasía, la "bomba" nazi coincidió con la cantidad de kilotones de la bomba que se usaría sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Para buen entendedor, y conforme los rumores de siempre, la bomba atómica usada contra los japoneses era una bomba capturada a los nazis!

A más del género fantasioso, al estilo artístico del dieselpunk, con bonitos y entretenidos relatos de la bomba atómica nazi, tenemos un interesante libro "Waffen und Geheimwaffen des deutschen Heeres. 1933-1945" de Fritz Hahn (2003); en la parte práctica incorpora más de 350  fotografías y documentos, dibujos, bocetos y esquemas de construcción de armamento. Sin embargo en la pág. 168, Tomo II (el libro también se encuentra disponible en un solo volumen), reproduce un documento alterado, se trata de un supuesto plano de 1944 que relaciona un proyecto del cohete A-9/A-10 con carga explosiva convencional de 1 y 2 toneladas, capaz de bombardear New York por medio de aviones especiales, que aún no se habían inventado. Se describe detalles técnicos del arma, las secuelas de un ataque, daños, víctimas, onda expansiva, etc. Afirma el autor que "los parámetros de este artefacto se parecen a los de la bomba de Hiroshima de modo asombroso", incluso más alto.  



Roller coaster Designed to bomb U.S.A. literalmente "roller coaster" se traduce como "Montaña Rusa", es decir, el A-9 / A-10 se concibió (en el papel) como un arma que sube y baja a través de la estratósfera y ionosfera hasta impactar en el objetivo, en nuestro caso, sobre New York (gráfica de "Popular Science", octubre 1947).


En la Segunda entrega de esta serie de artículos, ya publicamos esta gráfica explicativa del A9 / A10 de la revista "Popular Science" (octubre de 1947), de como supuestamente funcionaría el arma para bombardear Estados Unidos (es muy diferente a lo que relata el libro en mención). La revista lo describía como misiles robot alemanes en bombarderos tripulados. Supuestamente, estos aparatos habrían de arrojar bombas a través del Atlántico si la invasión de Europa se hubiera retrasado tan solo seis meses (pero ese tipo de avión no existía). También se ha dicho que el "bombardeo con cohetes de Nueva York estaba programado para principios de 1946". Aquello era imposible (cabe la hipótesis que un cohete de esas características haya sido ensayado como prototipo en alguna prueba, no existe constancia documental, lo más seguro es que estamos ante otro "invento nazi" bosquejado solo en el papel). 


Arriba, esquema e ilustración del proyecto de bombardero alemán Silbervogel; abajo, una gráfica ilustrada de otro diseño futurista, el bombardero Arado 555, también capaz de llegar a New York.

Un diseño exótico de bombardero (solo en la mesa de dibujo) fue el Silbervogel ("Silver Bird"), bombardero suborbital propulsado por cohetes, el sueño de  Eugen Sänger. Se habría disparado a la estratosfera y podría cruzar el Atlántico a 5.000 kilómetros por hora y capaz de lanzar sus bombas sobre América, finalmente aterrizaría en Japón. Otro diseño (en el papel) fue el Arado 555 que tendría gran autonomía y que podría llegar a New York.



Los bombarderos pesados alemanes de arriba para abajo: Me 264 "Amerika Bomber"; Ju 390 "Amerika" (los dos prototipos); y, el He 177 que en la práctica fue el único bombardero operacional de largo alcance utilizado por la Lutfwaffe en la IIGM, se construyeron cerca de 1200 ejemplares. Naturalmente, los alemanes poseían otro tipo de bombarderos pesados pero ninguno de largo alcance como el He 177

En el mundo real, los nazis apenas intentaron obtener un bombardero de largo alcance para la Luftwaffe que pudiera ser capaz de atacar a los Estados Unidos continentales, el Me 264, conocido como "Amerika Bomber", un bombardero al estilo de las fortalezas volantes americanas. También Junker diseño otro prototipo, el Ju 390 "Amerika". También se dedicó esfuerzos para el estudio del bombardero He 277 (una versión más moderna del operativo y convencional bombardero pesado He 177), con un sistema de bombardeo a gran altura y alcance de 6.500 kilómetros, más que suficiente para llegar a New York y capaz de transportar cinco toneladas en bombas (nunca fue construido, ningún prototipo de fuselaje se completó). 

Ese tipo de aviones, dadas sus características podría inducir a pensar que se construirían para que el programa nuclear sea funcional.  Hasta se discute si un prototipo de los mencionados realizó un viaje de prueba a tan solo 20 kilómetros de la costa estadounidense en 1944. 



Recreación de un modelo a escala del Boeing B17G Flying Fortress, que vende la empresa Airfix. Este clásico bombardero pesado de la USSAF en su versión definitiva incorporó una serie de mejoras de los modelos anteriores.

La Fuerza Aérea de los Estados Unidos poseía miles y diversas variantes de super fortalezas volantes -bombarderos pesados- (Flying Fortressy), los nazis apenas poseían algunos modelos de esos aviones y prototipos para experimentar. 

Como hemos resaltado, las historias "oficiales" relatadas por "historiadores" y "académicos" con una vasta "historiografía" de respaldo, sobreabundan en internet. Veamos un resumen de otras fantasías populares sobre la "Uraniumbombe" alemana (bomba de uranio) que se repite cientos de veces.

- Iniciemos con un par de autores serios, Geoffrey Michael Brooks y Rainer Karlsch afirman en Hitler's Terror Weapons (2002) y Hitler's Bomb (2005), respectivamente, que un equipo dirigido por Kurt Diebner lograron detonar un dispositivo nuclear cerca de Ohrdruf en Turingia en marzo de 1945 (nada de ello ha sido demostrado). Brooks especula que la Ofensiva de las Ardenas fue impulsada por la necesidad de Alemania de conservar los sitios de lanzamiento de cohetes V-2 en los Países Bajos que apuntaban a Londres. La idea era equipar los cohetes con bombas de uranio e intentar forzar a los británicos a salir de la guerra en el último momento.



En la vida real. Cerca de la ciudad de Ohrdruf se encuentra Jonastal (Valle de Jonás / Jonas Valley), Distrito de Gotha, Turingia. Este lugar fue un campo de prisioneros de guerra, subsidiario al campo de concentración de Buchenwald, estuvo dirigido por el SS Hans Kammler, allí miles de prisioneros cavaron 25 túneles en la montaña bajo estricto secreto, las obras nunca finalizaron y fue abandonado antes del final de la guerra, no sin antes haber sido asesinados los prisioneros que allí laboraban. Las posibilidades son varias para la construcción de esos túneles: puestos de mando y comunicaciones, otra fábrica para la producción de la V2 y otras armas, bunkers militares... El sitio cayó en poder de fuerzas estadounidenses el 4 de abril de 1945, siendo el primer campo liberado por el US Army, después los soviéticos lo utilizaron como campo de entrenamiento militar y las fuerzas armadas alemanas lo utilizan hoy con igual propósito. Los rumores señalaban la existencia de testigos y que en ese lugar se hicieron pruebas de armas atómicas el 4 marzo de 1945. Se dice que alguien observó "una luz brillante, tan brillante como cientos de rayos, roja por dentro y amarilla por fuera" y que una poderosa tormenta cruzó las montañas. Un parecido estruendo se habría escuchado el 12 de marzo (según un único testigo:  Cläre Werner). De allí surge la especulación que consta en varios libros, es decir, el equipo del científico Kurt Diebner probó algún tipo de dispositivo nuclear. Sin embargo jamás se encontró evidencia alguna que dejaría rastros incluso en la actualidad. A pesar de ser un sitio restringido (por ser área de entrenamiento militar, el sitio suele  ser visitado por exploradores y buscadores de tesoros). Lo que si existe es monumentos en Jonastal y sus alrededores dedicados a las víctimas del cercano campamento de Ohrdruf.

- El supuesto test atómico en la Isla de Rügen (cerca de Peenemünde), del 12 de octubre de 1944, el periodista italiano Luigi Romersa, el mismo del reportaje de la liberación de Mussolini en el Gran Sasso, afirmó que el Duce le encargó verificar el avance alemán de las "armas maravillosas". Según él, visitó en Turingia las instalaciones secretas para el lanzamiento del V-2, lo más "sorprendente", fue "testigo" de una prueba de la bomba atómica alemana totalmente operativa; "testificó" ese hecho en varias revistas europeas en la posguerra, afirmando que se tomaron fotografías (no hay constancia de ninguna). Sin duda, las palabras de aliento de Hitler y las mentiras de Romersa fueron suficientes para que opere un cambio radical en la lamentable situación personal del Duce que hizo el rídiculo público al hablar sobre la bomba (atómica) lista para el uso, de la que los alemanes disponían tres (según Mussolini). 



Descartado el relato de Romersa al no existir evidencia de nada, diremos que la isla báltica de Rugen tenía su valor estratégico militar. Sí existe constancia de una extraña expedición a Rugen autorizada por las máximas instancias. Bajo el más estricto sigilo un grupo de científicos especialistas en radar, al mando del Dr. Heinz Fisher, conocido por sus trabajos sobre los rayos infrarrojos, desembarcaron en Rugen provistos de modernos aparatos de radar. Los aparatos se apuntaron al cielo, en un ángulo de cuarenta y nueve grados por varios días, pero nada hay que detectar en la dirección elegida, podría tratarse de un ensayo. Entonces al equipo de científicos se les da una explicación: "El Führer tiene buenas razones para creer que la Tierra no es convexa, sino cóncava. No habitamos en el exterior del Globo, sino en su interior, como en una esfera. El objeto de la expedición es demostrar científicamente esta verdad. Gracias a la reflexión de las ondas del radar, que se propagan en línea recta, se obtendrán imágenes de puntos extraordinariamente alejados en el interior de la esfera. El segundo objeto de la expedición es obtener, por reflexión, imágenes de la flota inglesa anclada en Scapaflow...". Martin Gardner relata esta loca aventura de la isla de Rugen en su obra In the Name of Science. El propio doctor Fisher aludiría a ella, después de la guerra. El profesor Gerard S. Kuiper, del Observatorio del Monte Palomar, escribió en 1946 una serie de artículos de aquella expedición para "Popular Astronomy": "La marina y aviación alemanas, creían en la teoría de la Tierra cóncava, les resultaría particularmente útil para señalar la posición de la flota inglesa, y que la curvatura cóncava de la Tierra permitiría observaciones a gran distancia por medio de los rayos infrarrojos, menos curvados que los rayos visibles". El ingeniero Willy Ley (amigo de Wernher von Braun) registra los mismos hechos en su estudio de mayo de 1947: "Seudociencias en el país nazi". (Estos hechos los trancribimos integramente en Pseudo ciencia en el país nazi) 

- Otra descabellada "historia" afirma que la explosión de Tunguska (Siberia) fue producto de un ataque atómica alemán, el 23 de febrero de 1945, Stalin lo ocultó... y se dijo que eso sucedió en 1908, siendo una falsificación de los servicios secretos de Stalin... Según un aficionadillo de la historia, "bombardear una remota y deshabitada región de Siberia ofrecía varias ventajas, seguramente inexplicables para cualquiera que no estuviese familiarizado con la psicología del jefe del Reich".  Conforme éste y otros genios de la "historia", parece que Hitler tuvo la brillante idea de bombardear una zona inhóspita de Siberia para evitar el odio y las represalias de las tropas soviéticas ya presentes en Alemania. "Tunguska, advertía a Stalin y sus Aliados de la existencia del arma atómica"... Es decir, el pobre Führer quería "persuadir a los anglo-americanos de que era mejor firmar un acuerdo, o de lo contrario podía bombardear New York, Washington". Según quien escribió este disparate, Hitler estaba convencido que los rusos advertirían a los americanos de la explosión de Tunguska ya que eran susceptibles de un ataque atómico nazi. "En la mente de Hitler, Tunguska era por tanto el sitio ideal para dejar caer la primera bomba atómica operativa de la historia, una bomba idéntica a la de Hiroshima".




Tunguska

Pues nada... guión para una serie de televisión al estilo de "The Man in the High Castle". En todo caso, al no "pararle bolas" (hacer caso) los Aliados a Hitler con su "demostración" atómica en Tunguska, a Hitler no le dejaban otra opción que realizar un ataque directo contra New York u otra ciudad de la costa este americana

Como vemos, la "magnificencia" del führer nazi era tal que lo único que quería era forzar una alianza con occidente... o sí no... Fantasías como estas abundan... los ejemplos bastan.


Nota: El tema sobre los científicos alemanes y la investigación nuclear será retomado cuando abordemos el tema de la Operación Paperclip (en siguientes entregas).

VER: Artículos relacionados de esta serie:


Planes nazis en la ficción y la realidad.

AddToAny