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23 julio 2022

MLK - JFK: Vietnam



Martin Luther King y John F. Kennedy sobre la guerra de Vietnam


Tito Andino

Recopilación de textos.


Detrás del más famoso e histórico discurso "Tengo un sueño", en la Marcha en Washington por el Trabajo y la Libertad (1963), "tengo un sueño de que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: Sostenemos que estas verdades son evidentes, que todos los hombres son creados iguales...", el reverendo Martin Luther King, Jr. pronunció otros de trascendencia nacional y mundial, como los discursos y/o sermones sobre la intervención estadounidense en Vietnam, los sentimientos contra la guerra surgieron públicamente del Dr. King desde 1965.


Uno de los más conocidos data del 25 de marzo de 1967, en Chicago, al frente de una marcha en contra de la guerra. Ante unas 5.000 personas expresó que esa guerra era “una blasfemia contra todo lo que Estados Unidos representa”. Siempre puso énfasis en recalcar aspectos morales, la pobreza, el despilfarro económico en desprecio a la ayuda y programas que podían llevarse en favor de los ciudadanos afroamericanos. 

Más de medio siglo después sus discursos y sermones contra la guerra de Vietnam aún tienen eco. Se recuerda aquel en la histórica Riverside Church (Harlem, New York) del 4 de abril de 1967, conocido como "Más allá de Vietnam" (Beyond Vietnam), su mensaje no puede ser borrado ya de la historia de Estados Unidos, un sermón de carácter político sobre el militarismo, el racismo y la pobreza, el controvertido discurso le ganó la animadversión de los poderosos, el establishment lo atacó al reprochar su pretensión de asociar los derechos civiles al movimiento social contra la guerra. Eso produjo una consecuencia: "168 periódicos importantes lo denunciaron al día siguiente". Lyndon Johnson canceló la invitación a King a la Casa Blanca y otros tantos le dieron la espalda.


Martin Luther King había recibido el Premio Nobel de la Paz en 1964, cuatro años después fue asesinado en Memphis (Tennessee).


En la Iglesia Bautista Ebenezer, 30 de abril de 1967, volvió a criticar la guerra de Vietnam:


"En cierto sentido, mi sermón de esta mañana no es un sermón típico, pero sigue siendo un sermón, sobre un asunto importante, porque el asunto que discutiré hoy es uno de los más controvertidos que debe enfrentar nuestra nación. El tema sobre el que predicaré hoy es "Por qué me opongo a la guerra en Vietnam".

Déjenme aclarar desde el principio que yo considero esta guerra una guerra injusta, malvada y fútil. Mi sermón de hoy es sobre la guerra de Vietnam porque mi conciencia no me deja otra opción. Ha llegado el momento de que América escuche la verdad sobre esta trágica guerra. En los conflictos internacionales es difícil llegar a la verdad, porque la mayor parte de las naciones se engañan a sí mismas. Las racionalizaciones, así como la búsqueda incesante de chivos expiatorios son las cataratas psicológicas que nos impiden ver nuestros pecados. Pero ya han pasado los días del patriotismo superficial. Quienes conviven con la falsedad viven una esclavitud espiritual. La libertad sigue siendo el premio que recibimos por conocer la verdad. Jesús dijo: «Conocerán la verdad, y la verdad os hará libres» Yo he elegido predicar hoy sobre la guerra en Vietnam, porque estoy de acuerdo con Dante en que los lugares más calientes del infierno están reservados para aquellos que en una época de crisis moral mantienen su neutralidad. Llega un momento en el que el silencio se convierte en traición"... (Usted puede dar lectura completa de este sermón - discurso: "Por qué me opongo a la guerra contra Vietnam". AQUÍ )


El reverendo Dr. Martin Luther King, Jr. es arrestado en Montgomery, Alabama en 1958 por "merodear". (Foto de Associated Press vía Wikimedia Commons)


El Dr. King en la estación de policía de Birmingham, Alabama en 1963. (Imagen Departamento de Policía de Birmingham)


Las siguientes líneas corresponden a extractos del reverendo M.L.King, sobre la guerra en Vietnam, es un magistral compendio.


"Déjame decirte cómo están las cosas.

Creo que ven a los estadounidenses como extraños libertadores.

Porque comprenderás que el pueblo vietnamita proclamó su independencia en 1945 tras una ocupación combinada de franceses y japoneses.

Por cierto, esto sucedió antes de la Revolución Comunista en China.

Liderándolos estaba Ho Chi Min.

Este es un hecho poco conocido.

Estas personas se declararon independientes en 1945.

Citaron nuestra Declaración de Independencia en su documento de libertad.

Y nuestro gobierno todavía se niega a reconocer eso.

El presidente Truman dijo que no estaban listos para la independencia.

Entonces, como nación, en ese momento fuimos víctimas de la misma arrogancia mortal que ha envenenado la situación internacional durante todos estos años.

Luego, Francia se movilizó para recuperar su antigua colonia y luchó durante ocho largos y brutales años tratando de recuperar Vietnam.

¿Sabes quién ayudó a Francia?

Eran los Estados Unidos de América.

Llegó a un punto en el que estábamos pagando más del 80% de los costos de la guerra.

E incluso cuando Francia comenzó a desesperarse por sus acciones imprudentes, no lo hicimos.

En 1954 se celebró una conferencia en Ginebra. Se llegó a un acuerdo ya que Francia había sido derrotada en Dien Bien Phu. Incluso después de esto e incluso después de los Acuerdos de Ginebra, no nos detuvimos. Tenemos que enfrentar el triste hecho de que nuestro gobierno realmente recurrió al sabotaje de los Acuerdos de Ginebra.

Después de la derrota de los franceses, parecía que la independencia y las reformas del país estaban a punto de llegar a través del Pacto de Ginebra.

Pero en lugar de eso, llegó Estados Unidos y empezó apoyando a un hombre llamado Diem, que resultó ser uno de los dictadores más despiadados de la historia del mundo.

Propuso silenciar a toda la oposición.

Las personas fueron brutalmente asesinadas solo porque alzaron la voz contra la política brutal de Diem.

Los campesinos observaron y se humillaron mientras Diem desarraigaba cruelmente toda oposición.

Los campesinos vieron como todo se presidía bajo la influencia de Estados Unidos y luego, al creciente número de tropas norteamericanas que venían a ayudar a sofocar la insurgencia que habían desatado los métodos de Diem.

Cuando Diem fue derrocado, es posible que se sintieran felices, pero el largo legado de las dictaduras militares no parecía ofrecer un cambio real, especialmente en términos de sus necesidades de tierra y paz.

Entonces, ¿a quién apoyamos hoy en Vietnam? Es un hombre con el nombre de General Ky, que luchó por los franceses contra su propio pueblo y que dijo en una ocasión que el mayor héroe de su vida es Hitler.

Este es el que estamos apoyando en Vietnam hoy.

Oh, nuestro gobierno y la prensa generalmente no nos dicen ciertas cosas. Pero Dios me dijo esta mañana que te lo dijera. La verdad tiene que salir.

El único cambio provino de Estados Unidos cuando aumentamos las obligaciones de nuestras tropas en apoyo de gobiernos que eran singularmente corruptos, ineptos y carentes de apoyo popular.

A lo largo del período, la gente leyó nuestros folletos y recibió regularmente promesas de paz y democracia y reformas para el país.

Ahora se quejan bajo nuestras bombas y nos consideran, no sus amigos vietnamitas, sino el verdadero enemigo.

Se mueven con tristeza y apatía mientras los conducimos desde la tierra de sus padres hacia campos de concentración donde las necesidades sociales más básicas rara vez se satisfacen. Saben que tienen que moverse o ser destruidos por nuestras bombas. Y así vayan, las mujeres, los niños y los ancianos primero.

Observan cómo envenenamos su agua, cómo devastamos millones de acres de sus cultivos.

Lloran mientras las excavadoras rugen a través de sus campos preparándose para destruir los preciados árboles.

Deambulan por los pueblos y ven a miles de niños sin hogar, sin ropa, corriendo en manadas por los caminos como animales.

Ven a los niños desalentados por nuestros soldados mientras piden comida.

Ven a los niños vendiendo a sus hermanas a nuestros soldados, seduciendo a sus madres.

Hemos destruido las dos instituciones que más les importan: la familia y el pueblo.

Hemos destruido su tierra y sus cultivos.

Hemos trabajado juntos para aniquilar la única fuerza política revolucionaria no comunista de la nación, la Iglesia Budista Unida.

Este es el papel que ha asumido nuestra nación, el papel de quienes imposibilitan las revoluciones pacíficas al negarse a otorgar los privilegios y placeres que provienen de las inmensas ganancias de las inversiones en el exterior.

Estoy convencido de que si terminamos con la parte correcta de la revolución mundial, como nación tendremos que pasar por una revolución radical de valores.

Necesitamos cambiar rápidamente de una sociedad orientada a las cosas a una sociedad orientada a las personas.

Cuando las máquinas y las computadoras, los motivos de lucro y los derechos de propiedad se consideran más importantes que las personas, los trillizos gigantes del racismo, el militarismo y la explotación económica son incapaces de superarse.

Una verdadera revolución de valores nos llevará pronto a exigir la honestidad y la justicia de muchas de nuestras políticas actuales.

Una verdadera revolución de valores pronto aparecerá inquietante ante el evidente contraste entre pobreza y riqueza con justa indignación.

Mirará a través de los mares para observar a los capitalistas individuales.

Cómo Occidente invierte grandes sumas de dinero en Asia, África y América del Sur solo para obtener ganancias, sin preocuparse por el mejoramiento de las naciones y diciendo que esto no está bien.

Mirará nuestra alianza con los terratenientes latinoamericanos para decir, esto no es justo.

La arrogancia de Occidente al decir que tiene todo para enseñar a los demás y nada que aprender de ellos no es correcta.

Una verdadera revolución de valores tenderá la mano al orden mundial para decir, una guerra para establecer diferencias no es justa.

Y enviar a casa a hombres desde campos de batalla oscuros y sangrientos, discapacitados físicamente y perturbados psicológicamente, no se puede reconciliar con la sabiduría, la justicia y el amor.

Una nación que sigue gastando más y más en defensa militar año tras año que en programas de crecimiento social se acerca a la muerte espiritual.

No dejes que nadie te haga pensar que Dios eligió a América como su divina fuerza mesiánica para ser una especie de policía para todo el mundo.

Dios tiene su propia forma de permanecer con las naciones en el juicio y casi me parece escuchar a Dios decir a América:

“¡Eres demasiado arrogante!

Si no cambias tu forma de actuar, me volveré contra ti para romper la piedra angular de tu poder para ponerlo en manos de una nación que ni siquiera sabe mi nombre”.

 


Parte II


No es verdad que Kennedy habría ordenado la retirada de las tropas de Vietnam... sin una victoria previa. Sin embargo, algunos de sus discursos y otras directrices enfurecieron a la CIA y al Estado Profundo estadounidense. 


J.F. Kennedy en la guerra de Vietnam

La siguiente es una sinopsis del artículo "President Kennedy’s Role in the Vietnam War" (El papel del presidente Kennedy en la guerra de Vietnam) del historiador y periodista Shane Quinn, publicado en el aclamado sitio web canadiense "Global Research".



Como presidente, Eisenhower prefirió los golpe de Estado a la invasión militar. Eisenhower instituyó y apoyó métodos de terrorismo estatal en la República de Vietnam, más comúnmente conocida como Vietnam del Sur, un estado fundado oficialmente en octubre de 1955; a la espera de la unificación del país sobre la base de elecciones libres, que debían celebrarse en 1956. Washington consideró los acuerdos de Ginebra de 1954 como un "desastre" que estipulaba, en efecto, entregar Vietnam a los vietnamitas. En cambio, el gobierno de Eisenhower estableció rápidamente la dictadura de Ngo Dinh Diem en Vietnam del Sur: para erradicar la amenaza percibida a la hegemonía estadounidense en el sudeste asiático y más allá.

Los crímenes en Vietnam de 1954-1961 fueron de un orden diferente: pertenecen a la categoría de crímenes que Washington lleva a cabo rutinariamente, directamente o a través de sus agentes, en sus diversos estados terroristas. Pero, en el otoño y el invierno de 1961-1962, el nuevo presidente Kennedy agregó el crimen de guerra de agresión al ya sórdido récord, elevando también el ataque a nuevas alturas. 

Bajo Eisenhower, los soldados estadounidenses en Vietnam permanecieron en un papel "estrictamente consultivo", no participando realmente en redadas. Este estatus cambió dentro del primer año del mandato de Kennedy, del terror a la agresión, afirma el autor e historiador estadounidense, Noam Chomsky.

Pasado medio año del inicio de su presidencia, en octubre de 1961, John F. Kennedy ordenó el envío de un escuadrón de combate de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos a Vietnam del Sur autorizado "a volar misiones coordinadas con personal vietnamita en apoyo de las fuerzas terrestres vietnamitas". 

En junio de 1956 JFK, entonces senador, había esbozado que,

"Vietnam representa la piedra angular del Mundo Libre en el sudeste asiático, la piedra angular del arco, el dedo en el dique. Birmania, Tailandia, India, Japón, Filipinas, y obviamente Laos y Camboya, se encuentran entre aquellos cuya seguridad se vería amenazada si la marea roja del comunismo se desbordara en Vietnam".

Sus puntos de vista cambiarían muy poco en los próximos años.

El 22 de noviembre de 1961, Kennedy sancionó el uso de las fuerzas estadounidenses "en un esfuerzo considerablemente mayor para evitar un mayor deterioro de la situación" en Vietnam del Sur, la llegada de miembros de las fuerzas armadas estadounidenses a Vietnam del Sur para participar en "reconocimiento aéreo, instrucción y ejecución de apoyo aire-tierra e inteligencia especial" (compañías de helicópteros,  escuadrón de transporte de tropas, aviones de combate, unidad de reconocimiento y aviones de transporte C-123 equipados para la defoliación).



El 11 de noviembre de 1961, el Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos bajo el presidente Kennedy ordenó el uso de "aviones, personal y defoliantes químicos para matar los cultivos alimentarios del Viet-Cong y defoliar áreas fronterizas y selváticas seleccionadas"; mientras Robert McNamara, secretario de Defensa de Estados Unidos, autorizó a los aviones de combate estadounidenses atacar a los lugareños. Desde enero de 1962, más equipo militar estadounidense habría de llegar a Vietnam del Sur...

 

JFK, presidente desde el 20 de enero de 1961, multiplicó por seis, de unos 900 (31 de diciembre de 1960), a 5.576 (30 de junio de 1962) el número de soldados estadounidenses en Vietnam del Sur, volvió a duplicarlas a 11.300 (31 de diciembre de 1962). Al momento del asesinato de Kennedy, había alrededor de 16.000 militares estadounidenses en Vietnam del Sur, es decir, las tropas estadounidenses en suelo vietnamita aumentaron casi 20 veces más que al final del mandato de Eisenhower.

 

En julio de 1962, McNamara enfatizó que los planes estadounidenses relacionados con Vietnam deberían apegarse a "una visión conservadora", la retirada de las fuerzas estadounidenses "tomaría tres años, en lugar de uno, es decir, para la última parte de 1965", en caso de que se obtuviera la victoria para entonces. Ese calendario habría llevado a Kennedy a su segundo mandato como presidente, siempre que ganara la reelección. El calendario de finales de 1965, con respecto a la participación de Estados Unidos en Vietnam, disipa las afirmaciones de que JFK planeaba retirar inminentemente las fuerzas estadounidenses de Vietnam.

El general Paul Harkins, estacionado en Vietnam del Sur, explicó en su Plan Integral de enero de 1963 que "la eliminación gradual de la asistencia militar especial de los Estados Unidos se prevé que ocurra generalmente durante el período de julio de 1965 a junio de 1966". Al entrar en 1963, la estrategia de guerra estadounidense esbozada en enero, como señaló Chomsky, era "una atmósfera de gran optimismo, las iniciativas militares para la retirada fueron de la mano con los planes de escalada de la guerra dentro de Vietnam del Sur e intensificación de las operaciones contra Vietnam del Norte".

Es importante examinar las opiniones de los comandantes militares estadounidenses de alto nivel, en relación con la posibilidad de librar una guerra en Vietnam. En abril de 1961, el general Douglas MacArthur informó al presidente Kennedy que sería un "error" luchar en Asia, y que "nuestra línea debería ser Japón, Formosa y Filipinas". En julio de 1961, MacArthur repitió firmemente esta postura durante una discusión de tres horas en la Casa Blanca con JFK, pero su consejo fue ignorado. MacArthur sintió que "la teoría del dominó era ridícula en una era nuclear", lo que pretende que un país tras otro sucumbiría al comunismo sin la intervención de Estados Unidos. Kennedy está registrado como promotor de la teoría del dominó.

El sucesor de MacArthur como Jefe de Estado Mayor del Ejército de EE UU, el general Matthew Ridgway, expresó sentimientos similares a MacArthur. Ridgway se había opuesto a las políticas de Eisenhower en Vietnam desde 1954, que se emprendieron para subvertir los Acuerdos de Ginebra. En 1956, Ridgway escribió que la participación limitada de EEUU en Vietnam tenía un “tono siniestro”, que sospechaba que daría lugar a una escalada. Recordó la destrucción de Corea del Norte por parte de la Fuerza Aérea de los EEUU a principios de la década de 1950, y encontró "increíble... que estuviéramos a punto de cometer el mismo trágico error", que es lo que el presidente Kennedy procedería a hacer. Ridgway más tarde “se opuso apasionadamente a la intervención en Vietnam”, reconoció el historiador militar Robert Buzzanco.

El general J. Lawton Collins, otro militar estadounidense experimentado, también advirtió sobre la intervención armada en Vietnam y las regiones circundantes. Collins dijo que no "sabía de un solo comandante superior que estuviera a favor de luchar en la masa terrestre de Asia". El general James M. Gavin, quien, al igual que sus colegas antes mencionados, había estado al mando de las tropas estadounidenses en el frente durante la Segunda Guerra Mundial, también estaba en contra de invadir Vietnam. Incluso el asesor militar más cercano a Kennedy, el general Maxwell Taylor, expresó sus dudas sobre la escalada del conflicto.




En febrero de 1962, la invasión de Vietnam por JFK era innegable. Para ese mes, los aviones de la USAF “ya habían volado en cientos de misiones”. A lo largo de 1962, segundo año del mandato de Kennedy, el "énfasis principal" para Washington fue "en el esfuerzo militar" en Vietnam del Sur, Los asesores militares estadounidenses acudieron en masa a Vietnam del Sur, el personal del Ejército de los Estados Unidos a principios de 1962 participaba directamente en las operaciones militares en Vietnam.

Chomsky escribió que en 1962, la guerra de Kennedy había superado con creces la guerra francesa en su apogeo en helicópteros y poder de fuego aéreo... La agresión de Kennedy no era ningún secreto. Hasta 1962, las tropas estadounidenses estaban utilizando helicópteros HU-1A contra las guerrillas survietnamitas. Como arma ofensiva, estos helicópteros contenían más potencia de fuego que cualquier avión de combate de la Segunda Guerra Mundial. 


Contrariamente al mito establecido desde hace mucho tiempo de que JFK, antes de su asesinato (22 de noviembre de 1963), estaba a punto de retirar las fuerzas estadounidenses de Vietnam, de hecho ocurrió lo contrario. 


El 17 de julio de 1963, Kennedy dijo que si el personal estadounidense fuera enviado de regreso a casa, "significaría un colapso no solo de Vietnam del Sur, sino del sudeste asiático. Así que nos vamos a quedar ahí".

En el diálogo de Kennedy con el periodista Walter Cronkite el 2 de septiembre de 1963, el presidente de los Estados Unidos dijo: "No estoy de acuerdo con los que dicen que debemos retirarnos. Eso sería un gran error... esta es una lucha muy importante aunque esté muy lejos". Una semana después, el 9 de septiembre de 1963, durante una entrevista con la NBC, Kennedy reiteró: "Creo que deberíamos quedarnos" en Vietnam porque la retirada "solo hace que sea fácil para los comunistas". Tres días después, el 12 de septiembre, Kennedy expuso: "Lo que ayuda a ganar la guerra, lo apoyamos; lo que interfiere con el esfuerzo de guerra, nos oponemos. Ya he dejado claro que cualquier acción de cualquiera de los dos gobiernos que pueda obstaculizar la victoria de la guerra es inconsistente con nuestra política o nuestros objetivos".

El 26 de septiembre de 1963, menos de dos meses antes de la muerte de Kennedy, dijo que Estados Unidos estaciona tropas en Vietnam y otras naciones porque "nuestra libertad está atada a la de ellos" y la "seguridad de los Estados Unidos está en peligro" si pasan "detrás de la Cortina de Hierro". Así que todos aquellos que sugieren que nos retiremos, no podría estar más en desacuerdo con ellos. Si Estados Unidos flaqueara, el mundo entero, en mi opinión, inevitablemente comenzaría a moverse hacia el bloque comunista".

El 1 de noviembre de 1963, Washington implementó un golpe de estado para derrocar al poco confiable dictador survietnamita Diem. Fue asesinado al día siguiente, junto con Ngo Dinh Nhu, su influyente hermano menor. Nhu se había quejado en los últimos meses de que había "demasiadas tropas estadounidenses en Vietnam", y la administración Kennedy estaba preocupada de que los hermanos estuvieran buscando un acuerdo secreto con el gobierno de Vietnam del Norte. JFK estaba ansioso de que el golpe continuara y colocó al nuevo embajador de Estados Unidos en Vietnam del Sur, Henry Cabot Lodge Jr., al mando operativo del mismo. Kennedy creía que si el golpe fracasaba, Estados Unidos "podría perder toda nuestra posición en el sudeste asiático de la noche a la mañana".

Dean Rusk, Secretario de Estado de los Estados Unidos bajo Kennedy y su sucesor Lyndon B. Johnson, desestimó las acusaciones de que el primero tenía la intención de retirarse: "Tuve cientos de conversaciones con John F. Kennedy sobre Vietnam, y ni una sola vez dijo nada de este tipo". Una vez más, está claro que Kennedy tenía la intención de permanecer en Vietnam y escalar el conflicto allí, solo retirando las fuerzas estadounidenses después de que se ganara la guerra, o eso se esperaba

Ocho días antes del asesinato, el 14 de noviembre de 1963, Kennedy dijo a los medios de comunicación sobre Vietnam que había una "nueva situación allí" después del golpe, y "esperamos, un mayor esfuerzo en la guerra", que la estrategia de Estados Unidos debería ser "cómo podemos intensificar la lucha" para que "podamos sacar a los estadounidenses de allí". En Fort Worth, solo unas horas antes de su muerte, Kennedy declaro: "Sin los Estados Unidos, Vietnam del Sur colapsaría de la noche a la mañana".

"No hay una frase en el voluminoso registro interno que siquiera insinúe una retirada sin victoria. JFK insta a que todos "se centren en ganar la guerra"; la retirada está condicionada a la victoria y motivada por el descontento interno con la guerra de Kennedy. Lo que está en juego se considera enorme. Nada sustancial cambia a medida que el manto pasa a LBJ". (Chomsky) 

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Artículo completo en inglés:

Shane Quinn

Sobre los asesinatos de MLK y JFK, ver:

¿Quién mató a Martin Luther King?

Archivos JFK: El encubrimiento del asesinato del presidente

28 enero 2022

Origen de la política exterior de los EEUU: El “Destino Manifiesto" y la "Doctrina Monroe"


"Progreso americano", de John Guest (1872). Esta pintura muestra el "Destino Manifiesto" (la creencia de que Estados Unidos debería expandirse desde el Atlántico hasta el Océano Pacífico). Esta escena popular de personas que se mudan al oeste capturó la vista de los estadounidenses en ese momento. Llamado "Espíritu de la frontera" y ampliamente distribuido como un grabado que representa a los colonos que se mueven hacia el oeste, guiados y protegidos por Columbia (que representa a Estados Unidos y está vestido con una toga romana para representar el republicanismo clásico) y con la ayuda de la tecnología (ferrocarriles, telégrafos) conducen nativos americanos y bisontes en la oscuridad. La tecnología que se muestra en la imagen se utiliza para representar el estallido de la innovación y la invención de la tecnología moderna. También es importante señalar que Columbia trae la "luz" como se ve en el lado este de la pintura mientras viaja hacia el oeste "oscurecido". (Wiki)

Introducción por el editor del blog

Sabemos que este es un tema recurrente, en el ciberespacio encontramos abundante información sobre el "Destino Manifiesto"; sin embargo, en la segunda parte daremos lectura a un artículo de Ricardo Vicente López, texto simple y comprensible, alejado de la pomposa y académica prosa literaria de muchos investigadores de aclamados sitios web, valiendo la pena compartirlo con el lector que desea conocer la temática sin tanto rodeo.

Debemos agregar una explicación previa sobre la Doctrina Monroe para complementar el interesante ensayo.

La Doctrina Monroe

En principio, el discurso del presidente James Monroe de 1823 (Sexto discurso sobre el Estado de la Unión) ante el Congreso debe ser entendido como una confirmación del dogma puritano del "Destino Manifiesto". Cuando se lo pronunció causó escepticismo, no era más que simple retórica, no se lo consideró aún como una doctrina. 


Retratos del presidente James Monroe (el de cuerpo entero corresponde al artista John_Vanderlyn). Fue John Quincy Adams, que sería presidente de los Estados Unidos, sucediendo a Monroe, quien redactó el texto de lo que posteriormente se conocería como "Doctrina Monroe".


En esencia se declaraba: “América para los americanos”. Se debe entender esto como América -el continente- para los estadounidenses, nada que ver con algún tipo de alianza americana por su lucha libertaria, ni nada que ver con las rivalidades estadounidenses con las potencias europeas.

La denominación “Doctrina Monroe” se impone con fervoroso apoyo mucho después (alrededor de 1854) a raíz de que el área de influencia estadounidense va forjándose en el resto de América y se la adopta oficialmente como la política exterior de los Estados Unidos.

El pronunciamiento de Monroe "coincidió" con las guerras de independencia de Latinoamérica de las potencias coloniales europeas y la anunciada intervención de la Santa Alianza (La Santa Alianza -Austria, Rusia y Prusia- 1815, tras la batalla de Waterloo. Es un pacto político que invoca principios de carácter religioso, como la defensa del cristianismo y de la "indivisible trinidad". De allí su nombre. Los monarcas se comprometieron a intervenir militarmente donde fuera necesario para aplastar toda revolución que cuestionara la legitimidad monárquica y los principios del absolutismo. A fines de 1815, la Santa Alianza firmó un acuerdo con Gran Bretaña para defender el equilibrio de poderes que se había acordado en el Congreso de Viena. Para 1818, Francia también se sumó a la Santa Alianza. Se dieron varios congresos para coordinar la intervención militar de esta Alianza en aquellos territorios donde el orden absolutista estuviera en peligro. La Santa Alianza se desintegró en 1825).

El Tío Sam se declaró de antemano garante y protector de las futuras repúblicas al considerar que cualquier intervención de potencias europeas en el destino de los países americanos será visto como un agravio directo a los Estados Unidos, en consecuencia, debían esperar una respuesta inmediata y contundente. En esencia, se buscaba proteger los intereses de Estados Unidos ante las alianzas imperiales europeas que aún ambicionaban obtener beneficios de una Latinoamérica inmersa en su propio proceso anti-colonial.

No está claro si en aquel momento Estados Unidos pudiera haber hecho frente una amenaza real de potencias extra-continentales, apenas había pasado pocas décadas de su independencia y se estima que era militarmente débil para resistir nuevos conflictos coloniales impulsados desde Europa. 


Una interesante ilustración estadounidense anterior al discurso de Monroe de 1923. "Un combate de box u otra nariz ensangrentada para John Bull", 1813, caricatura política del grabador William Charles (1776-1820). El artista se regocija con las pérdidas navales sufridas por Inglaterra a principios de la guerra de 1812, en particular la derrota del buque de guerra Boxer por la fragata estadounidense Enterprise en septiembre de 1813. El rey Jorge III está a la izquierda, con la nariz sangrando y el ojo ennegrecido, diciendo: " Deteneos . . . Hermano Jonathan, o caeré con la pérdida de sangre. Pensé que era demasiado pesado para ti. Pero debo reconocer tu habilidad superior. ¡Dos golpes para el mío! - ¡Y tan bien dirigido también! Piedad, piedad de mí, ¡¡¡cómo sucede esto !!! " A la derecha, James Madison dice: “¡Ah, Johnny! ¡Te creías un 'Boxer', verdad! - Les haré saber que somos una nación 'emprendedora'. y listo para encontrarte con la misma fuerza cualquier día.El hermano Jonathan era un personaje imaginario que significaba a los Estados Unidos; fue suplantado por el tío Sam después de la Guerra Civil. Del mismo modo, John Bull era una representación de dibujos animados de Inglaterra. (Los detalles de la imagen y el pie de foto son cortesía de la División de Impresiones y Fotografías de la Biblioteca del Congreso de los Estados  Unidos)


Como hemos dicho, en la práctica, la doctrina Monroe inicialmente fue retórica, el Imperio Francés atacó México por primera vez entre 1838-1839... con implícito apoyo estadounidense! y, en una segunda ocasión, entre 1862-1867, que contó con el respaldo de España y Reino Unido (los propios Estados Unidos se hallaban ya enfrascados en su propio conflicto interno, 1861-1865). De igual manera, las Islas Malvinas fueron ocupadas por Gran Bretaña en 1833 con la evidente neutralidad de los Estados Unidos y el posterior bloqueo de las costas argentinas entre 1839- 1840. La ocupación española de República Dominicana (1861- 1865), la Guyana venezolana ocupada por los británicos. Las diferentes colonias europeas en el mar Caribe que aún perduran... ¿Y la doctrina Monroe? En 1982 la Casa Blanca respaldó al gobierno británico durante el conflicto por las islas Malvinas.

Es indiscutible que la Doctrina Monroe presagiaba un mensaje: El futuro imperialismo estadounidense. Era una declaración que debe ser entendida como la proclamación de que Latinoamérica será la nueva colonia no oficial de ésta naciente potencia mundial, su patio trasero donde ejercerá su influencia político-económica (reparto de zonas de influencia de las potencias imperiales), de ser necesario a sangre y fuego. La doctrina ha servido hasta el presente como justificación de las ya incontables intervenciones militares y golpes de estado en Latinoamérica.

La Doctrina Monroe ha sido revisada y ampliada al menos en tres importantes ocasiones: 

- En 1880, el presidente Rutherford B. Hayes, como secuela de la doctrina Monroe, estableció que el Caribe y Centroamérica eran parte exclusiva de la “esfera de influencia” de los Estados Unidos. Y lo justificaba recordando el discurso de impedir la injerencia en el continente de los imperialismos europeos. Estaba ya en mente la construcción del canal interoceánico de Panamá. Esta declaración política afianzará el control monopólico comercial de Estados Unidos en Centro y Sur América y el Caribe.


La política del Big Stick (o “política de la cañonera”), del presidente estadounidense Theodore ‎Roosevelt en el mar Caribe, en una caricatura de 1904.‎

- En 1904, el presidente Theodore Roosevelt, debido al bloqueo naval de los Imperios británico, alemán y el Reino de Italia contra Venezuela (exigiendo pago inmediato de las deudas), actúa como mediador, y como efecto anuncia  el derecho de su país a intervenir libremente en el resto de los países americanos "para reordenar el Estado o devolver las garantías de funcionamiento a sus empresas e intereses en dicha nación, en caso de una intervención de potencias ajenas al continente que las pusiera en riesgo". Se implantaba la política del “gran garrote”, la coerción marcaría las relaciones de los Estados Unidos  en el continente.

- En 1933, el presidente Franklin D. Roosevelt, presenta "La Política del buen vecino" durante la VII Conferencia Panamericana (diciembre 1933). En el periodo 1933-1945 la intervención de Estados Unidos en los asuntos internos de Latinoamérica fue relajándose (EEUU había había estado invadiendo países de la región desde inicios del siglo XX: México, Cuba, Haití, Panamá, República Dominicana, Nicaragua). Con esta estrategia consiguió la adhesión hemisférica contra la amenaza externa que constituían las potencias del Eje. Latinoamérica toda apoyó a Estados Unidos durante la segunda guerra mundial. 


"La Política del buen vecino", quedó reflejado en el trabajo del artista mexicano Antonio Arias Bernal. Durante la Segunda Guerra Mundial realizó carteles de propaganda anti-Eje para la Oficina del Coordinador de Asuntos Interamericanos (CIAA) establecida para promover la solidaridad y la cooperación entre los países del Hemisferio. Usted puede repasar las obras de ANTONIO ARIAS BERNAL AQUÍ



En la historia del siglo XX podemos afirmar que el "Destino Manifiesto" y la "Doctrina Monroe" se perfeccionaron, han ido evolucionando hasta el presente. No suelen ahora ser citados con frecuencia, pero cuando nos detenemos a reflexionar sobre cómo opera la política exterior estadounidense y sus justificaciones para aplicar tal o cual medida por parte del Pentágono, no cabe duda que retornamos al origen. Bastaría recordar una polémica declaración de John Bolton (ex asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump) afirmando que la administración Trump se guía por los principios de la “Doctrina Monroe” en sus políticas hacia América Latina, naturalmente, exigen cambio de gobierno en Cuba, Venezuela, Nicaragua...

Una revisión histórica de parte de esta trama puede ser analizada en "Planes secretos de guerra y la enfermedad del militarismo estadounidense".

T. Andino



Parte II

El “Destino Manifiesto” 

Ricardo Vicente López


Justificación teórica de un proyecto de dominación global

“Corremos descuidados hacia el precipicio, después que hemos puesto delante de nosotros alguna cosa para impedirnos verlo”. -Blaise Pascal (1623-1662), filósofo y matemático francés


Los puritanos que llegaron en el siglo XVII a tierras de América del Norte eran parte de una secta disidente de la Iglesia anglicana, que adoptaba formas radicales, hoy podríamos decir fundamentalistas, de la moral que habían heredado del calvinismo. Más adelante se lo conoció como puritanismo. El dogma central de esta iglesia era la autoridad suprema de Dios, cuya  intervención sobre los asuntos de la Tierra era permanente e inapelable. Esa autoridad se expresaba en dos dogmas: el de la Predestinación y el de la Doctrina de los Elegidos, predicados por el teólogo francés Juan Calvino (1509-1564), sostenía que:


«Desde el principio de la Creación, Dios había predeterminado el destino de todos los humanos disponiendo, antes de nacer, quiénes se salvarían y quiénes serían condenados; los primeros eran los elegidos».


Se puede comprender que una concepción tan rígida, de un Dios tan despótico, que exigía una fe sin la menor duda, educaba personas que debían asumir esos rasgos del carácter. Esa concepción y práctica del cristianismo fue denominada más tarde fundamentalista.

Fundamentalismo es el nombre que recibe la corriente religiosa o ideológica que promueve la interpretación literal de sus textos sagrados o fundacionales (por encima de una interpretación contextual). Considera un determinado libro, como autoridad máxima, ante la cual ninguna otra autoridad puede invocarse y la cual incluso debería imponerse sobre las leyes de las sociedades democráticas. Se denominó así al movimiento cristiano que surgió en Estados Unidos a inicios de la Primera Guerra Mundial. En los noventa se lo aplicó, con mucha arbitrariedad al islamismo.

Los conocidos como los Padres Peregrinos, se embarcaron en 1620 en el buque Mayflower (Flor de mayo) que transportó a 102 pasajeros, desde Inglaterra hasta tierras que serían luego los Estados Unidos de América. Sostenidos por una sólida fe ciega e inconmovible vivieron sosteniendo una gran rigidez moral. Esa convicción, fundada en el convencimiento de que ellos estaban elegidos por Dios y fueron enviados a América para construir una Nueva Jerusalén. Esa nueva ciudad celeste sería el centro de la purificación de la tierra y la construcción de un mundo santo. Debe entenderse esto en toda su gravedad, puesto que se puede encontrar, ya entonces, algunas explicaciones que permiten tener más claridad respecto del papel de ese pueblo respecto del resto del mundo: ¡Están elegidos por Dios! Sobre la base de esa creencia los colonos se fueron convenciendo de que su destino era expandirse hacia el Oeste, de ese territorio, hasta alcanzar el Pacífico




Entrado el siglo XIX se formuló la Doctrina del "Destino Manifiesto", que expresaba los fundamentos ideológicos de la misión que Dios había asignado a los Estados Unidos de América. La expansión desde las costas del Atlántico hasta las del Pacífico. Esta doctrina justificaba la conquista territorial definiendo la expansión: no sólo por buena, sino también que estaba destinada (por una fuerza desconocida que obra sobre los hombres y los sucesos), y era manifiesta (descubierta, clara y patente). La sintetizó James Monroe (1758-1831), quinto presidente de los Estados Unidos y se la conoció como Doctrina Monroe: «América para los americanos».


Pintura de Clyde De Land sobre el surgimiento de la Doctrina Monroe. (foto de James Rusell, colección de imágenes del   National Geographic)


En 1845, mostrando un fundamentalismo temprano, el periodista estadounidense John L. O’Sullivan (1813-1895) publicó una artículo titulado “Anexión”. Su objetivo fue apoyar la incorporación por la vía militar de Texas al joven Estado norteamericano. El concepto de Destino Manifiesto aparece, en el país del Norte, como argumento muy importante para justificar la conquista de todas las tierras que se encontraran al oeste, el famoso Far West (Lejano Oeste, también denominado salvaje oeste). Tarea que se logró gracias a los Winchester a repetición que les daba una superioridad muy importante en la guerra de exterminio contra los pueblos originarios de esos territorios. La capacidad publicitaria de Hollywood la convirtió, a través de una extensa filmografía, en una tarea evangelizadora y civilizadora necesaria para la consolidación de la democracia liberal. Hollywood narró esa epopeya bajo el concepto de la Conquista del Oeste en las que se justificaban las matanzas los indígenas malos por los blancos buenos. Se fue construyendo paralelamente una ideología justificadora con graves consecuencias históricas.

El tema de esta nota tiene como base el estudio del filósofo, economista, historiador, politólogo y sociólogo alemán, Max Weber (1864-1920), que publicó su investigación bajo el título "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" (1905). Este libro es un estudio de la significación del modo de vida protestante para la cultura y en especial de cómo influyó en la constitución del espíritu capitalista. Esto facilita la comprensión de un tema nada sencillo.

El historiador estadounidense Frederick Merk (1887-1977), profesor de la Universidad de Harvard, confirmó en sus investigaciones que el concepto Destino Manifiesto había nacido de la tradición puritana: "Un sentido de la misión de redimir al Viejo Mundo con un alto ejemplo que desarrolla las potencialidades de una nueva tierra para la construcción de un nuevo cielo".

El origen del concepto Destino Manifiesto, que señala el profesor, se encuentra sustentado en la tesis de un ministro puritano de nombre John Cotton (1585-1652), quien escribió en 1630:

 

Ninguna nación tiene el derecho de expulsar a otra, si no es por un designio especial del cielo como el que tuvieron los israelitas, a menos que los nativos obraran injustamente con ella. En este caso tendrán derecho a entablar, legalmente, una guerra con ellos así como a someterlos.


Basado en las palabras del Reverendo Cotton el citado John L. O’Sullivan intervino en el debate sobre la apropiación territorial afirmando que es necesaria en cumplimiento del Destino Manifiesto. Fue publicado en la revista Democratic Review de Nueva York, en julio de 1845, en el cual sostenía:


Todo el continente nos ha sido asignado por la Divina Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino. No es una opción para los norteamericanos, sino un destino al que éstos no pueden renunciar porque estarían rechazando la voluntad de Dios. Los norteamericanos tienen una misión que cumplir: extender la libertad y la democracia, y ayudar a las razas inferiores… La nación americana ha recibido de la Providencia divina el destino manifiesto de apoderarse de todo el continente americano a fin de iniciar y desarrollar la libertad y la democracia. Luego, debe llevar la luz del progreso al resto del mundo y garantizar su liderazgo, dado que es la única nación libre en la Tierra.


En cumplimiento de ese designio invaden Florida en 1818 y compran ese territorio a España. Extienden la expansión por todo el Oeste, desde el Río Bravo hasta Canadá. Ocupan Hawái, intentan invadir Cuba en 1841 y aplican, desde 1823, la ya mencionada Doctrina Monroe, por medio de la cual "ningún territorio del continente americano podía ser ocupado por potencias europeas", aunque en la práctica no se aplicaba a las colonias francesas, inglesas, holandesas o danesas existentes.

A partir de esa convicción de ser los mejores y, por ello, los elegidos para salvar a la humanidad, los Estados Unidos avanzaron en las conquistas territoriales: anexan los territorios de Texas (1845), e invaden México (1846), en lo que sería la guerra México-Estados Unidos, cuyo resultado es la anexión de California (1848). Siguen luego con la incorporación de Colorado, Arizona, Nuevo México, Nevada, Utah y partes de Wyoming, Kansas y Oklahoma. En total dos millones cien mil kilómetros cuadrados – el 55 % del territorio mexicano de entonces– lo que se dio en llamar «la Cesión Mexicana». A cambio, los Estados Unidos se comprometieron a pagar 15 millones de dólares.

El concepto, Destino Manifiesto, reapareció en la década de 1890, principalmente fue usado por los Republicanos, como una justificación teórica para la expansión estadounidense fuera de América del Norte. También fue utilizado por los encargados de la política exterior de EEUU en los inicios del siglo XX. Algunos comentaristas consideran que determinados aspectos de la Doctrina del Destino manifiesto, particularmente la creencia en una «misión» estadounidense para promover y defender la democracia a lo largo del mundo, continúa teniendo una fuerte influencia en la ideología política estadounidense.


Caricatura de Theodore Roosevelt de 1905 (The Worlds Constable, "El Alguacil del Mundo", por Louis Dalrymple). Representación del presidente Theodore Roosevelt usando su Nueva Diplomacia para Policía del Mundo (Política del “gran garrote”).


Uno de los ejemplos más claros de la influencia de este concepto se puede apreciar en la declaración del presidente Theodore Roosevelt (1858-1919) en su mensaje anual de 1904:


Si una nación demuestra que sabe actuar con una eficacia razonable y con el sentido de las conveniencias en materia social y política, si mantiene el orden y respeta sus obligaciones, no tiene por qué temer una intervención de los Estados Unidos. La injusticia crónica o la importancia que resultan de un relajamiento general de las reglas de una sociedad civilizada pueden exigir que, en consecuencia, en América o fuera de ella, la intervención de una nación civilizada y la adhesión de los Estados Unidos a la Doctrina Monroe (basada en la frase «América para los americanos») puede obligar a los Estados Unidos, aunque en contra de sus deseos, en casos flagrantes de injusticia o de impotencia, a ejercer un poder de policía internacional.


El presidente Woodrow Wilson (1913-1921) continuó la política de intervencionismo de EEUU en América, e intentó redefinir el Destino Manifiesto con una perspectiva mundial. Wilson llevó a los Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial con el argumento de que «El mundo debe hacerse seguro para la democracia». En 1920 en su mensaje al Congreso, después de la guerra, Wilson declaró:


Yo pienso que todos nosotros comprendemos que ha llegado el día en que la Democracia está sufriendo su última prueba. El Viejo Mundo simplemente está sufriendo ahora un rechazo obsceno del principio de democracia (…). Éste es un tiempo en el que la Democracia debe demostrar su pureza y su poder espiritual para prevalecer. Es ciertamente, por el destino manifiesto de los Estados Unidos, que estamos obligados a realizar el esfuerzo por hacer que este espíritu prevalezca.


La versión de Wilson del Destino Manifiesto era una propuesta de poner fin al expansionismo, un apoyo al principio de libre determinación, sin abandonar la idea de que Estados Unidos tenía como misión ser un líder mundial para la causa de la democracia. Esta visión estadounidense de sí mismo como el líder del mundo libre crecería más fuerte en el siglo XX después de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, Hiroshima y Nagasaki, la guerra de Vietnam, puso en dudas la idea de ser los estadounidenses un pueblo diferente a los demás y perseguir unos ideales más elevados que la mera codicia o expansión demográfica, se vio seriamente dañada por el hecho de apoyar a gobiernos dictatoriales, con generales que llegan a proclamar en público su admiración por Hitler, realizar bombardeos masivos o cometer matanzas contra la población civil indefensa.


Aceptación y rechazo de la tesis del Destino Manifiesto


El expansionismo es una tendencia muy frecuente en los estados imperiales que es reinterpretado por los Estados Unidos de América amparado -mejor dicho, utilizando- cuestionables principios religiosos y morales
 

El Destino Manifiesto no fue una tesis abrazada por toda la sociedad estadounidense. Las diferencias dentro del propio país acerca del objetivo y consecuencias de la política de expansión determinaron su aceptación o resistencia.

Los estados del noreste, territorio de los Padres fundadores, creían mayoritariamente que Estados Unidos debía llevar su concepto de “civilización” por todo el continente mediante expansión territorial. Además, para sus intereses comerciales, la expansión ofrecía grandes y lucrativos accesos a los mercados extranjeros y permitía así competir en mejores condiciones con los británicos. El poseer puertos en el Pacífico le facilitaría el comercio con Asia.

También había grupos políticos que veían peligrosa la extensión territorial desmesurada; creían, no sin razones, que su sistema político y la formación de una nación serían difícilmente aplicables en un territorio tan extenso. Esta posición generó un debate entre líderes demócratas y republicanos expansionistas, que discutían sobre cuánto territorio debía ir adquiriendo, el problema se reducía a un criterio administrativo.

Otro punto de discusión fue el empleo de la fuerza. Algunos líderes políticos (cuyo máximo exponente fue James K. Polk) no dudaban en intentar anexionarse el mayor territorio posible aún a riesgo de desencadenar guerras (como de hecho pasó) con otras naciones. Otros se opusieron (aunque tímidamente) al uso de la fuerza, basándose en que los beneficios de su sistema bastarían por sí solos para que los territorios se les unieran voluntariamente. 

 

La Doctrina del Destino Manifiesto pasó a un segundo plano después de la Segunda Guerra Mundial, pero adquirió un aspecto más militarista con una expresión más dura del Pentágono en su proyecto de dominación global. Hoy, cuando todo parece indicar que la pasada grandeza de los EEUU está en decadencia, esos delirios mesiánicos se van esfumando lentamente.

 

Ricardo Vicente López 


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Otro Material gráfico sobre la Doctrina Monroe *

 


 Ilustración de la época doctrina-monroe


Doctrina Monroe, caricatura estadounidense de Bernard Gillam de 1889 "El Canal de Panamá - El león en el camino", invocando la Doctrina contra la participación europea en la construcción del Canal.



"Keep off!". (expresión inglesa traducida como "Alejarse", (tiene otras acepciones como "Fuera", "no dejar entrar", "mantenerse a distancia", "no tocar", "cerrar el paso", "estar prohibido", etc.) Esta caricatura estadounidense  data de 1896 de Gillam, invoca la doctrina Monroe contra Gran Bretaña y otras potencias europeas en el momento de la disputa fronteriza venezolana.



Leyenda: "Europa": ¡No eres el único gallo en Sudamérica! - ¡Tío Sam: estaba consciente de eso cuando te encerré!". Autor: John S. Pughe, 1901. En resumen la ilustración muestra al Tío Sam como un gallo grande parado entre varios polluelos pequeños en libertad: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, etc. Confinados en una "cooperativa europea" etiquetada como "Doctrina Monroe" constan cinco gallos como Rusia, Inglaterra, Francia, Alemania, Italia. Repositorio: División de Impresiones y Fotografías de la Biblioteca del Congreso Washington, DC. 



Dibujo animado estadounidense de 1903 sobre el Canal de Panamá. El  hombre detrás del huevo, el frances´Philippe-Jean Bunau-Varilla (izquierda) formó parte de las negociaciones por las cuales el presidente Theodore Roosevelt adquirió Panamá (autor desconocido para el New York Times)



A la izquierda, caricatura titulada "Vete, pequeñín, y no me molestes" aparecida en el New York World, en 1903, haciendo alusión a las negociaciones entre Estados Unidos y Colombia por los derechos del istmo de Panamá, donde Roosevelt es mostrado apuntando un cañón. A la derecha, caricatura política que representa a Theodore Roosevelt usando la Doctrina Monroe para mantener la República Dominicana "protegida" del dominio europeo.1905, Harvard University, Houghton Library.



Título: Mad dog? (perro enojado - rabioso), autor: Udo J. Keppler, 1913.  Biblioteca del Congreso de los EEUU.



Caricatura estadounidense de 1940 sobre la Doctrina Monroe. "Solo para que no haya malentendidos", muestra al Tío Sam recordando a Hitler y Mussolini la Doctrina Monroe y advirtiéndoles que no se apoderen de las colonias del Nuevo Mundo que quedaron huérfanas por la ocupación del Eje de sus países en Europa,

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* Todo el material gráfico de estos artículos y sus notas a pie son interpuestos por el editor de este blog.

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