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28 enero 2022

Origen de la política exterior de los EEUU: El “Destino Manifiesto" y la "Doctrina Monroe"


"Progreso americano", de John Guest (1872). Esta pintura muestra el "Destino Manifiesto" (la creencia de que Estados Unidos debería expandirse desde el Atlántico hasta el Océano Pacífico). Esta escena popular de personas que se mudan al oeste capturó la vista de los estadounidenses en ese momento. Llamado "Espíritu de la frontera" y ampliamente distribuido como un grabado que representa a los colonos que se mueven hacia el oeste, guiados y protegidos por Columbia (que representa a Estados Unidos y está vestido con una toga romana para representar el republicanismo clásico) y con la ayuda de la tecnología (ferrocarriles, telégrafos) conducen nativos americanos y bisontes en la oscuridad. La tecnología que se muestra en la imagen se utiliza para representar el estallido de la innovación y la invención de la tecnología moderna. También es importante señalar que Columbia trae la "luz" como se ve en el lado este de la pintura mientras viaja hacia el oeste "oscurecido". (Wiki)

Introducción por el editor del blog

Sabemos que este es un tema recurrente, en el ciberespacio encontramos abundante información sobre el "Destino Manifiesto"; sin embargo, en la segunda parte daremos lectura a un artículo de Ricardo Vicente López, texto simple y comprensible, alejado de la pomposa y académica prosa literaria de muchos investigadores de aclamados sitios web, valiendo la pena compartirlo con el lector que desea conocer la temática sin tanto rodeo.

Debemos agregar una explicación previa sobre la Doctrina Monroe para complementar el interesante ensayo.

La Doctrina Monroe

En principio, el discurso del presidente James Monroe de 1823 (Sexto discurso sobre el Estado de la Unión) ante el Congreso debe ser entendido como una confirmación del dogma puritano del "Destino Manifiesto". Cuando se lo pronunció causó escepticismo, no era más que simple retórica, no se lo consideró aún como una doctrina. 


Retratos del presidente James Monroe (el de cuerpo entero corresponde al artista John_Vanderlyn). Fue John Quincy Adams, que sería presidente de los Estados Unidos, sucediendo a Monroe, quien redactó el texto de lo que posteriormente se conocería como "Doctrina Monroe".


En esencia se declaraba: “América para los americanos”. Se debe entender esto como América -el continente- para los estadounidenses, nada que ver con algún tipo de alianza americana por su lucha libertaria, ni nada que ver con las rivalidades estadounidenses con las potencias europeas.

La denominación “Doctrina Monroe” se impone con fervoroso apoyo mucho después (alrededor de 1854) a raíz de que el área de influencia estadounidense va forjándose en el resto de América y se la adopta oficialmente como la política exterior de los Estados Unidos.

El pronunciamiento de Monroe "coincidió" con las guerras de independencia de Latinoamérica de las potencias coloniales europeas y la anunciada intervención de la Santa Alianza (La Santa Alianza -Austria, Rusia y Prusia- 1815, tras la batalla de Waterloo. Es un pacto político que invoca principios de carácter religioso, como la defensa del cristianismo y de la "indivisible trinidad". De allí su nombre. Los monarcas se comprometieron a intervenir militarmente donde fuera necesario para aplastar toda revolución que cuestionara la legitimidad monárquica y los principios del absolutismo. A fines de 1815, la Santa Alianza firmó un acuerdo con Gran Bretaña para defender el equilibrio de poderes que se había acordado en el Congreso de Viena. Para 1818, Francia también se sumó a la Santa Alianza. Se dieron varios congresos para coordinar la intervención militar de esta Alianza en aquellos territorios donde el orden absolutista estuviera en peligro. La Santa Alianza se desintegró en 1825).

El Tío Sam se declaró de antemano garante y protector de las futuras repúblicas al considerar que cualquier intervención de potencias europeas en el destino de los países americanos será visto como un agravio directo a los Estados Unidos, en consecuencia, debían esperar una respuesta inmediata y contundente. En esencia, se buscaba proteger los intereses de Estados Unidos ante las alianzas imperiales europeas que aún ambicionaban obtener beneficios de una Latinoamérica inmersa en su propio proceso anti-colonial.

No está claro si en aquel momento Estados Unidos pudiera haber hecho frente una amenaza real de potencias extra-continentales, apenas había pasado pocas décadas de su independencia y se estima que era militarmente débil para resistir nuevos conflictos coloniales impulsados desde Europa. 


Una interesante ilustración estadounidense anterior al discurso de Monroe de 1923. "Un combate de box u otra nariz ensangrentada para John Bull", 1813, caricatura política del grabador William Charles (1776-1820). El artista se regocija con las pérdidas navales sufridas por Inglaterra a principios de la guerra de 1812, en particular la derrota del buque de guerra Boxer por la fragata estadounidense Enterprise en septiembre de 1813. El rey Jorge III está a la izquierda, con la nariz sangrando y el ojo ennegrecido, diciendo: " Deteneos . . . Hermano Jonathan, o caeré con la pérdida de sangre. Pensé que era demasiado pesado para ti. Pero debo reconocer tu habilidad superior. ¡Dos golpes para el mío! - ¡Y tan bien dirigido también! Piedad, piedad de mí, ¡¡¡cómo sucede esto !!! " A la derecha, James Madison dice: “¡Ah, Johnny! ¡Te creías un 'Boxer', verdad! - Les haré saber que somos una nación 'emprendedora'. y listo para encontrarte con la misma fuerza cualquier día.El hermano Jonathan era un personaje imaginario que significaba a los Estados Unidos; fue suplantado por el tío Sam después de la Guerra Civil. Del mismo modo, John Bull era una representación de dibujos animados de Inglaterra. (Los detalles de la imagen y el pie de foto son cortesía de la División de Impresiones y Fotografías de la Biblioteca del Congreso de los Estados  Unidos)


Como hemos dicho, en la práctica, la doctrina Monroe inicialmente fue retórica, el Imperio Francés atacó México por primera vez entre 1838-1839... con implícito apoyo estadounidense! y, en una segunda ocasión, entre 1862-1867, que contó con el respaldo de España y Reino Unido (los propios Estados Unidos se hallaban ya enfrascados en su propio conflicto interno, 1861-1865). De igual manera, las Islas Malvinas fueron ocupadas por Gran Bretaña en 1833 con la evidente neutralidad de los Estados Unidos y el posterior bloqueo de las costas argentinas entre 1839- 1840. La ocupación española de República Dominicana (1861- 1865), la Guyana venezolana ocupada por los británicos. Las diferentes colonias europeas en el mar Caribe que aún perduran... ¿Y la doctrina Monroe? En 1982 la Casa Blanca respaldó al gobierno británico durante el conflicto por las islas Malvinas.

Es indiscutible que la Doctrina Monroe presagiaba un mensaje: El futuro imperialismo estadounidense. Era una declaración que debe ser entendida como la proclamación de que Latinoamérica será la nueva colonia no oficial de ésta naciente potencia mundial, su patio trasero donde ejercerá su influencia político-económica (reparto de zonas de influencia de las potencias imperiales), de ser necesario a sangre y fuego. La doctrina ha servido hasta el presente como justificación de las ya incontables intervenciones militares y golpes de estado en Latinoamérica.

La Doctrina Monroe ha sido revisada y ampliada al menos en tres importantes ocasiones: 

- En 1880, el presidente Rutherford B. Hayes, como secuela de la doctrina Monroe, estableció que el Caribe y Centroamérica eran parte exclusiva de la “esfera de influencia” de los Estados Unidos. Y lo justificaba recordando el discurso de impedir la injerencia en el continente de los imperialismos europeos. Estaba ya en mente la construcción del canal interoceánico de Panamá. Esta declaración política afianzará el control monopólico comercial de Estados Unidos en Centro y Sur América y el Caribe.


La política del Big Stick (o “política de la cañonera”), del presidente estadounidense Theodore ‎Roosevelt en el mar Caribe, en una caricatura de 1904.‎

- En 1904, el presidente Theodore Roosevelt, debido al bloqueo naval de los Imperios británico, alemán y el Reino de Italia contra Venezuela (exigiendo pago inmediato de las deudas), actúa como mediador, y como efecto anuncia  el derecho de su país a intervenir libremente en el resto de los países americanos "para reordenar el Estado o devolver las garantías de funcionamiento a sus empresas e intereses en dicha nación, en caso de una intervención de potencias ajenas al continente que las pusiera en riesgo". Se implantaba la política del “gran garrote”, la coerción marcaría las relaciones de los Estados Unidos  en el continente.

- En 1933, el presidente Franklin D. Roosevelt, presenta "La Política del buen vecino" durante la VII Conferencia Panamericana (diciembre 1933). En el periodo 1933-1945 la intervención de Estados Unidos en los asuntos internos de Latinoamérica fue relajándose (EEUU había había estado invadiendo países de la región desde inicios del siglo XX: México, Cuba, Haití, Panamá, República Dominicana, Nicaragua). Con esta estrategia consiguió la adhesión hemisférica contra la amenaza externa que constituían las potencias del Eje. Latinoamérica toda apoyó a Estados Unidos durante la segunda guerra mundial. 


"La Política del buen vecino", quedó reflejado en el trabajo del artista mexicano Antonio Arias Bernal. Durante la Segunda Guerra Mundial realizó carteles de propaganda anti-Eje para la Oficina del Coordinador de Asuntos Interamericanos (CIAA) establecida para promover la solidaridad y la cooperación entre los países del Hemisferio. Usted puede repasar las obras de ANTONIO ARIAS BERNAL AQUÍ



En la historia del siglo XX podemos afirmar que el "Destino Manifiesto" y la "Doctrina Monroe" se perfeccionaron, han ido evolucionando hasta el presente. No suelen ahora ser citados con frecuencia, pero cuando nos detenemos a reflexionar sobre cómo opera la política exterior estadounidense y sus justificaciones para aplicar tal o cual medida por parte del Pentágono, no cabe duda que retornamos al origen. Bastaría recordar una polémica declaración de John Bolton (ex asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump) afirmando que la administración Trump se guía por los principios de la “Doctrina Monroe” en sus políticas hacia América Latina, naturalmente, exigen cambio de gobierno en Cuba, Venezuela, Nicaragua...

Una revisión histórica de parte de esta trama puede ser analizada en "Planes secretos de guerra y la enfermedad del militarismo estadounidense".

T. Andino



Parte II

El “Destino Manifiesto” 

Ricardo Vicente López


Justificación teórica de un proyecto de dominación global

“Corremos descuidados hacia el precipicio, después que hemos puesto delante de nosotros alguna cosa para impedirnos verlo”. -Blaise Pascal (1623-1662), filósofo y matemático francés


Los puritanos que llegaron en el siglo XVII a tierras de América del Norte eran parte de una secta disidente de la Iglesia anglicana, que adoptaba formas radicales, hoy podríamos decir fundamentalistas, de la moral que habían heredado del calvinismo. Más adelante se lo conoció como puritanismo. El dogma central de esta iglesia era la autoridad suprema de Dios, cuya  intervención sobre los asuntos de la Tierra era permanente e inapelable. Esa autoridad se expresaba en dos dogmas: el de la Predestinación y el de la Doctrina de los Elegidos, predicados por el teólogo francés Juan Calvino (1509-1564), sostenía que:


«Desde el principio de la Creación, Dios había predeterminado el destino de todos los humanos disponiendo, antes de nacer, quiénes se salvarían y quiénes serían condenados; los primeros eran los elegidos».


Se puede comprender que una concepción tan rígida, de un Dios tan despótico, que exigía una fe sin la menor duda, educaba personas que debían asumir esos rasgos del carácter. Esa concepción y práctica del cristianismo fue denominada más tarde fundamentalista.

Fundamentalismo es el nombre que recibe la corriente religiosa o ideológica que promueve la interpretación literal de sus textos sagrados o fundacionales (por encima de una interpretación contextual). Considera un determinado libro, como autoridad máxima, ante la cual ninguna otra autoridad puede invocarse y la cual incluso debería imponerse sobre las leyes de las sociedades democráticas. Se denominó así al movimiento cristiano que surgió en Estados Unidos a inicios de la Primera Guerra Mundial. En los noventa se lo aplicó, con mucha arbitrariedad al islamismo.

Los conocidos como los Padres Peregrinos, se embarcaron en 1620 en el buque Mayflower (Flor de mayo) que transportó a 102 pasajeros, desde Inglaterra hasta tierras que serían luego los Estados Unidos de América. Sostenidos por una sólida fe ciega e inconmovible vivieron sosteniendo una gran rigidez moral. Esa convicción, fundada en el convencimiento de que ellos estaban elegidos por Dios y fueron enviados a América para construir una Nueva Jerusalén. Esa nueva ciudad celeste sería el centro de la purificación de la tierra y la construcción de un mundo santo. Debe entenderse esto en toda su gravedad, puesto que se puede encontrar, ya entonces, algunas explicaciones que permiten tener más claridad respecto del papel de ese pueblo respecto del resto del mundo: ¡Están elegidos por Dios! Sobre la base de esa creencia los colonos se fueron convenciendo de que su destino era expandirse hacia el Oeste, de ese territorio, hasta alcanzar el Pacífico




Entrado el siglo XIX se formuló la Doctrina del "Destino Manifiesto", que expresaba los fundamentos ideológicos de la misión que Dios había asignado a los Estados Unidos de América. La expansión desde las costas del Atlántico hasta las del Pacífico. Esta doctrina justificaba la conquista territorial definiendo la expansión: no sólo por buena, sino también que estaba destinada (por una fuerza desconocida que obra sobre los hombres y los sucesos), y era manifiesta (descubierta, clara y patente). La sintetizó James Monroe (1758-1831), quinto presidente de los Estados Unidos y se la conoció como Doctrina Monroe: «América para los americanos».


Pintura de Clyde De Land sobre el surgimiento de la Doctrina Monroe. (foto de James Rusell, colección de imágenes del   National Geographic)


En 1845, mostrando un fundamentalismo temprano, el periodista estadounidense John L. O’Sullivan (1813-1895) publicó una artículo titulado “Anexión”. Su objetivo fue apoyar la incorporación por la vía militar de Texas al joven Estado norteamericano. El concepto de Destino Manifiesto aparece, en el país del Norte, como argumento muy importante para justificar la conquista de todas las tierras que se encontraran al oeste, el famoso Far West (Lejano Oeste, también denominado salvaje oeste). Tarea que se logró gracias a los Winchester a repetición que les daba una superioridad muy importante en la guerra de exterminio contra los pueblos originarios de esos territorios. La capacidad publicitaria de Hollywood la convirtió, a través de una extensa filmografía, en una tarea evangelizadora y civilizadora necesaria para la consolidación de la democracia liberal. Hollywood narró esa epopeya bajo el concepto de la Conquista del Oeste en las que se justificaban las matanzas los indígenas malos por los blancos buenos. Se fue construyendo paralelamente una ideología justificadora con graves consecuencias históricas.

El tema de esta nota tiene como base el estudio del filósofo, economista, historiador, politólogo y sociólogo alemán, Max Weber (1864-1920), que publicó su investigación bajo el título "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" (1905). Este libro es un estudio de la significación del modo de vida protestante para la cultura y en especial de cómo influyó en la constitución del espíritu capitalista. Esto facilita la comprensión de un tema nada sencillo.

El historiador estadounidense Frederick Merk (1887-1977), profesor de la Universidad de Harvard, confirmó en sus investigaciones que el concepto Destino Manifiesto había nacido de la tradición puritana: "Un sentido de la misión de redimir al Viejo Mundo con un alto ejemplo que desarrolla las potencialidades de una nueva tierra para la construcción de un nuevo cielo".

El origen del concepto Destino Manifiesto, que señala el profesor, se encuentra sustentado en la tesis de un ministro puritano de nombre John Cotton (1585-1652), quien escribió en 1630:

 

Ninguna nación tiene el derecho de expulsar a otra, si no es por un designio especial del cielo como el que tuvieron los israelitas, a menos que los nativos obraran injustamente con ella. En este caso tendrán derecho a entablar, legalmente, una guerra con ellos así como a someterlos.


Basado en las palabras del Reverendo Cotton el citado John L. O’Sullivan intervino en el debate sobre la apropiación territorial afirmando que es necesaria en cumplimiento del Destino Manifiesto. Fue publicado en la revista Democratic Review de Nueva York, en julio de 1845, en el cual sostenía:


Todo el continente nos ha sido asignado por la Divina Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino. No es una opción para los norteamericanos, sino un destino al que éstos no pueden renunciar porque estarían rechazando la voluntad de Dios. Los norteamericanos tienen una misión que cumplir: extender la libertad y la democracia, y ayudar a las razas inferiores… La nación americana ha recibido de la Providencia divina el destino manifiesto de apoderarse de todo el continente americano a fin de iniciar y desarrollar la libertad y la democracia. Luego, debe llevar la luz del progreso al resto del mundo y garantizar su liderazgo, dado que es la única nación libre en la Tierra.


En cumplimiento de ese designio invaden Florida en 1818 y compran ese territorio a España. Extienden la expansión por todo el Oeste, desde el Río Bravo hasta Canadá. Ocupan Hawái, intentan invadir Cuba en 1841 y aplican, desde 1823, la ya mencionada Doctrina Monroe, por medio de la cual "ningún territorio del continente americano podía ser ocupado por potencias europeas", aunque en la práctica no se aplicaba a las colonias francesas, inglesas, holandesas o danesas existentes.

A partir de esa convicción de ser los mejores y, por ello, los elegidos para salvar a la humanidad, los Estados Unidos avanzaron en las conquistas territoriales: anexan los territorios de Texas (1845), e invaden México (1846), en lo que sería la guerra México-Estados Unidos, cuyo resultado es la anexión de California (1848). Siguen luego con la incorporación de Colorado, Arizona, Nuevo México, Nevada, Utah y partes de Wyoming, Kansas y Oklahoma. En total dos millones cien mil kilómetros cuadrados – el 55 % del territorio mexicano de entonces– lo que se dio en llamar «la Cesión Mexicana». A cambio, los Estados Unidos se comprometieron a pagar 15 millones de dólares.

El concepto, Destino Manifiesto, reapareció en la década de 1890, principalmente fue usado por los Republicanos, como una justificación teórica para la expansión estadounidense fuera de América del Norte. También fue utilizado por los encargados de la política exterior de EEUU en los inicios del siglo XX. Algunos comentaristas consideran que determinados aspectos de la Doctrina del Destino manifiesto, particularmente la creencia en una «misión» estadounidense para promover y defender la democracia a lo largo del mundo, continúa teniendo una fuerte influencia en la ideología política estadounidense.


Caricatura de Theodore Roosevelt de 1905 (The Worlds Constable, "El Alguacil del Mundo", por Louis Dalrymple). Representación del presidente Theodore Roosevelt usando su Nueva Diplomacia para Policía del Mundo (Política del “gran garrote”).


Uno de los ejemplos más claros de la influencia de este concepto se puede apreciar en la declaración del presidente Theodore Roosevelt (1858-1919) en su mensaje anual de 1904:


Si una nación demuestra que sabe actuar con una eficacia razonable y con el sentido de las conveniencias en materia social y política, si mantiene el orden y respeta sus obligaciones, no tiene por qué temer una intervención de los Estados Unidos. La injusticia crónica o la importancia que resultan de un relajamiento general de las reglas de una sociedad civilizada pueden exigir que, en consecuencia, en América o fuera de ella, la intervención de una nación civilizada y la adhesión de los Estados Unidos a la Doctrina Monroe (basada en la frase «América para los americanos») puede obligar a los Estados Unidos, aunque en contra de sus deseos, en casos flagrantes de injusticia o de impotencia, a ejercer un poder de policía internacional.


El presidente Woodrow Wilson (1913-1921) continuó la política de intervencionismo de EEUU en América, e intentó redefinir el Destino Manifiesto con una perspectiva mundial. Wilson llevó a los Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial con el argumento de que «El mundo debe hacerse seguro para la democracia». En 1920 en su mensaje al Congreso, después de la guerra, Wilson declaró:


Yo pienso que todos nosotros comprendemos que ha llegado el día en que la Democracia está sufriendo su última prueba. El Viejo Mundo simplemente está sufriendo ahora un rechazo obsceno del principio de democracia (…). Éste es un tiempo en el que la Democracia debe demostrar su pureza y su poder espiritual para prevalecer. Es ciertamente, por el destino manifiesto de los Estados Unidos, que estamos obligados a realizar el esfuerzo por hacer que este espíritu prevalezca.


La versión de Wilson del Destino Manifiesto era una propuesta de poner fin al expansionismo, un apoyo al principio de libre determinación, sin abandonar la idea de que Estados Unidos tenía como misión ser un líder mundial para la causa de la democracia. Esta visión estadounidense de sí mismo como el líder del mundo libre crecería más fuerte en el siglo XX después de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, Hiroshima y Nagasaki, la guerra de Vietnam, puso en dudas la idea de ser los estadounidenses un pueblo diferente a los demás y perseguir unos ideales más elevados que la mera codicia o expansión demográfica, se vio seriamente dañada por el hecho de apoyar a gobiernos dictatoriales, con generales que llegan a proclamar en público su admiración por Hitler, realizar bombardeos masivos o cometer matanzas contra la población civil indefensa.


Aceptación y rechazo de la tesis del Destino Manifiesto


El expansionismo es una tendencia muy frecuente en los estados imperiales que es reinterpretado por los Estados Unidos de América amparado -mejor dicho, utilizando- cuestionables principios religiosos y morales
 

El Destino Manifiesto no fue una tesis abrazada por toda la sociedad estadounidense. Las diferencias dentro del propio país acerca del objetivo y consecuencias de la política de expansión determinaron su aceptación o resistencia.

Los estados del noreste, territorio de los Padres fundadores, creían mayoritariamente que Estados Unidos debía llevar su concepto de “civilización” por todo el continente mediante expansión territorial. Además, para sus intereses comerciales, la expansión ofrecía grandes y lucrativos accesos a los mercados extranjeros y permitía así competir en mejores condiciones con los británicos. El poseer puertos en el Pacífico le facilitaría el comercio con Asia.

También había grupos políticos que veían peligrosa la extensión territorial desmesurada; creían, no sin razones, que su sistema político y la formación de una nación serían difícilmente aplicables en un territorio tan extenso. Esta posición generó un debate entre líderes demócratas y republicanos expansionistas, que discutían sobre cuánto territorio debía ir adquiriendo, el problema se reducía a un criterio administrativo.

Otro punto de discusión fue el empleo de la fuerza. Algunos líderes políticos (cuyo máximo exponente fue James K. Polk) no dudaban en intentar anexionarse el mayor territorio posible aún a riesgo de desencadenar guerras (como de hecho pasó) con otras naciones. Otros se opusieron (aunque tímidamente) al uso de la fuerza, basándose en que los beneficios de su sistema bastarían por sí solos para que los territorios se les unieran voluntariamente. 

 

La Doctrina del Destino Manifiesto pasó a un segundo plano después de la Segunda Guerra Mundial, pero adquirió un aspecto más militarista con una expresión más dura del Pentágono en su proyecto de dominación global. Hoy, cuando todo parece indicar que la pasada grandeza de los EEUU está en decadencia, esos delirios mesiánicos se van esfumando lentamente.

 

Ricardo Vicente López 


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Otro Material gráfico sobre la Doctrina Monroe *

 


 Ilustración de la época doctrina-monroe


Doctrina Monroe, caricatura estadounidense de Bernard Gillam de 1889 "El Canal de Panamá - El león en el camino", invocando la Doctrina contra la participación europea en la construcción del Canal.



"Keep off!". (expresión inglesa traducida como "Alejarse", (tiene otras acepciones como "Fuera", "no dejar entrar", "mantenerse a distancia", "no tocar", "cerrar el paso", "estar prohibido", etc.) Esta caricatura estadounidense  data de 1896 de Gillam, invoca la doctrina Monroe contra Gran Bretaña y otras potencias europeas en el momento de la disputa fronteriza venezolana.



Leyenda: "Europa": ¡No eres el único gallo en Sudamérica! - ¡Tío Sam: estaba consciente de eso cuando te encerré!". Autor: John S. Pughe, 1901. En resumen la ilustración muestra al Tío Sam como un gallo grande parado entre varios polluelos pequeños en libertad: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, etc. Confinados en una "cooperativa europea" etiquetada como "Doctrina Monroe" constan cinco gallos como Rusia, Inglaterra, Francia, Alemania, Italia. Repositorio: División de Impresiones y Fotografías de la Biblioteca del Congreso Washington, DC. 



Dibujo animado estadounidense de 1903 sobre el Canal de Panamá. El  hombre detrás del huevo, el frances´Philippe-Jean Bunau-Varilla (izquierda) formó parte de las negociaciones por las cuales el presidente Theodore Roosevelt adquirió Panamá (autor desconocido para el New York Times)



A la izquierda, caricatura titulada "Vete, pequeñín, y no me molestes" aparecida en el New York World, en 1903, haciendo alusión a las negociaciones entre Estados Unidos y Colombia por los derechos del istmo de Panamá, donde Roosevelt es mostrado apuntando un cañón. A la derecha, caricatura política que representa a Theodore Roosevelt usando la Doctrina Monroe para mantener la República Dominicana "protegida" del dominio europeo.1905, Harvard University, Houghton Library.



Título: Mad dog? (perro enojado - rabioso), autor: Udo J. Keppler, 1913.  Biblioteca del Congreso de los EEUU.



Caricatura estadounidense de 1940 sobre la Doctrina Monroe. "Solo para que no haya malentendidos", muestra al Tío Sam recordando a Hitler y Mussolini la Doctrina Monroe y advirtiéndoles que no se apoderen de las colonias del Nuevo Mundo que quedaron huérfanas por la ocupación del Eje de sus países en Europa,

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* Todo el material gráfico de estos artículos y sus notas a pie son interpuestos por el editor de este blog.

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