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13 noviembre 2017

Un cuento de Príncipes y otros bandidos (2)


JUEGO DE TRONOS EN LA ARABIA DE LOS SAUD



por: Tito Andino U.


Ir a la primera parte


Hace casi dos años publicamos una breve reseña de la historia de la Casa de los Saud, que mediante alianzas con una corriente radical del Islam – el wahabismo - dio origen a un reino de príncipes como entidad estatal. Esa alianza entre los Saud y los clérigos fundamentalistas pactaron sostener más allá de los tiempos a la familia como emanación del poder “divino” sobre el reino.


La familia creció desbordadamente, en la actualidad se calcula (porque nadie los puede contar con precisión) en 7.000 príncipes y princesas. Como lo habíamos indicado en una anterior ocasión, entre sus altezas hay de todo, desde petro-millonarios, inversionistas internacionales, comerciantes, políticos, funcionarios, religiosos, traficantes de drogas y armas, promotores, tanto del terrorismo internacional como del deporte; y, claro,  también gente honorable en medio de tanto bandido. 

Con tanto príncipe suelto es común  las rivalidades por el poder, las últimas noticias confirman una guerra intestina (no en el sentido  bélico, sino de intrigas y traiciones). Los Saud han quedado al descubierto luego de sus estrepitosos fracasos en llevar la guerra a otras naciones árabes. El precio de la factura ha empezado a sentirse: purgas, cárcel, accidentes casuales de helicóptero, muertes intempestivas, bancarrota estatal.


Si antes los miles de príncipes no mantenían armonía, hoy lo evidente se plasma en una profunda división entre clanes, grupos antagónicos que maquinan para acceder al trono y otros para conservarlo. Que en un futuro mediato pudieren enfrentarse abiertamente es algo que no decidirán ellos, al fin y al cabo, pese a su Fe, siguen siendo dominados y sometidos a los infieles, los  puritanos cristianos de Norteamérica y, el verdadero enemigo de la civilización árabe, Israel.

Los bajos estratos sociales que componen el reino de la familia Saud no tienen voz ni voto en ninguna decisión fundamental en los destinos de la monarquía, ni se le ocurriría la peregrina idea de alzar su voz, si aquello ocurriere los métodos de amedrentamiento están dictados: pena de muerte por la horca, amputaciones y azotes públicos, cosa también reservada para los principitos insolentes, como ya ha ocurrido en muchas ocasiones. Por ello, las madrazas continúan manejando el “espíritu” del vasallo saudí.















Algunas iconografías de la Familia Real Saudí, tomada de diversos medios


El discurso de Donald Trump en Riad, 21 de mayo 2017

Trump invocó no solo el respeto y la tolerancia entre las religiones islámica, judía y crisitana, sino a ponerlo en práctica. El núcleo de su ponencia fue la lucha contra el terrorismo, hizo un llamado al sentimiento religioso, sobre todo, dirigiéndose a los musulmanes, les instó aplicar el humanismo y dejar de apoyar y colaborar con las organizaciones terroristas que solo causan muerte. Trump pidió su participación en el Global Center for Combating Extremist Ideology (Centro Global de Lucha contra la Ideología Extremista).

Para entender mejor el panorama, aquí ponemos algunos extractos del discurso de Trump:

“No estamos aquí para decir a los demás cómo deben vivir, actuar, aprender o adorar. Estamos aquí para ofrecer una asociación –basada en intereses y valores compartidos– con vista a perseguir un futuro mejor para todos nosotros… una opción entre dos futuros, una opción que América no puede adoptar en lugar de ustedes. Un futuro mejor es posible sólo si las naciones de ustedes rechazan a los terroristas y los extremistas. Expulsadlos, sacadlos de vuestros lugares de culto. Sacadlos de vuestras comunidades. Sacadlos de vuestra tierra santa. Sacadlos de nuestra tierra.
Por nuestra parte, América se ha comprometido a adaptar sus estrategias para enfrentar la evolución de las amenazas y los nuevos hechos. Eliminaremos las estrategias que no han arrojado frutos y aplicaremos nuevos puntos de vista basados en la experiencia y el juicio. Estamos adoptando un realismo de principio, anclado en valores comunes y en intereses compartidos.
Los responsables religiosos deben hacer que esto quede absolutamente clarola barbarie no nos aportará ningún tipo de gloria, la devoción por el mal no nos aportará ningún tipo de dignidad. Si escogéis el camino del terror, vuestra vida estará vacía, vuestra vida será breve y vuestra alma acabará siendo condenada. 
Con la ayuda de Dios, esta cumbre marcará el principio del fin para quienes practican el terror y divulgan su vil credo. Al mismo tiempo, rezamos para que algún día sea posible recordar este encuentro como el principio de la paz en el Medio Oriente –y quizás incluso en el mundo entero.
…Os pido que os unáis a mí, que trabajemos juntos y que luchemos juntos. Unidos, no fallaremos. Os doy las gracias. Que Dios os bendiga. Que Dios bendiga a vuestros países. Y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América”. (pueden dar lectura al discurso completo del presidente Trump en su versión original inglesa en la nota a pie de página) (1)


En resumen, si los Saud y otras naciones árabes desean mantener lazos con los EEUU deben renegar del terrorismo como instrumento político, los clérigos deben impartir una nueva doctrina religiosa y que la salvación (espiritual y política) provenga de las bendiciones impartidas desde Washington. 


ANUNCIO DE CAMBIOS EN EL REINO SAUDÍ

El reciente 24 de octubre 2017, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salmán, anunció en la conferencia de Riad “Future Investment Initiative” (Iniciativa de Inversión Futura), su deseo de innovar, modernizar, transformar la sociedad saudita, según él, anhela transformar su futuro reino en una tierra de “tolerancia y bondad”. 

La prensa mundial ha hecho eco de esas declaraciones, titulares de los medios sugieren grandes reajustes que podrían afectar a  todo el mundo musulmán. Mohamed bin Salmán, se inclina por un Islam más "moderado", proclamando la apertura y la convivencia con otras religiones. El ofrecimiento de nuevos tiempos, cambios en el sistema y derogación de algunas normas y restricciones religiosas, así como permitir a la mujer conducir un vehículo (una buena noticia para las princesas que posiblemente obtengan algunos derechos, quizá dejarán de ser esclavas de un príncipe azul a quien deben servir devotamente).

Pero, el anuncio de cambios llega en el peor momento…

Tampoco quepa duda alguna que este viento de cambios en el reino más reaccionario del planeta surgió simultáneamente con la presencia de Míster Trump en el escenario saudí. El mandatario estadounidense maneja una trascendental política en este momento, aunque a muchos le cuesta aceptar, Trump en verdad ha ordenado el fin de las actividades terroristas y el patrocinio de las organizaciones yahadistas a través del islam político, lo que implica el cese de la guerra de agresión contra Siria. Y, ¿cómo hacerlo?, ordenando a los saudíes detener el apoyo a las bandas wahabíes que operan actualmente en territorio sirio e iraquí. 

Donald Trump estuvo presente en Riad en mayo de este año, en su discurso (orden) ha hecho entender al actual rey y al heredero cual es la nueva política exterior norteamericana (en Europa, los británicos están en contra de ese proyecto por lo que están juntando esfuerzos para sostener al islam político de la Hermandad Musulmana vía Turquía, Qatar e incluso apoyando a Irán). Es evidente que los jefes saudíes han aceptado las condiciones (no olviden que el rediseño del Medio Oriente también afecta las fronteras saudíes). Entre las imposiciones(?) o sugerencias del mandatario estadounidense se podría conjeturar que ha solicitado que el Reino de los Saud renuncien al wahabismo.

Eso implica algo más profundo, se pretendería que los Saud rechacen la ideología wahabí, algo tan complejo debido al pensamiento social de la comunidad saudí, adoctrinada en esa creencia por varias generaciones. Ya lo hemos dicho, el wahabismo y el trono de los Saud se han mantenido como una alianza desde los inicios del reino, hubiese sido difícil que el naciente reino sobreviviere sin el apoyo incondicional de los clérigos wahabíes, que en muchos casos también eran y son miembros de la familia.

Esas supuestas repercusiones no solo se reflejarían en el ámbito interno, las consecuencias se plasmarían en la Liga Islámica Mundial y, por supuesto, en la siniestra “Hermandad Musulmana”, recordemos que de los “Hermanos" han surgido muchos de los líderes de al Qaeda y Estado Islámico, constituyéndose en el brazo político de cuanta yihad ha aparecido en las últimas décadas.

Las primeras medidas en el Reino de los Saud están en marcha, sin cuestionamientos de orden legal, ya que no existe propiamente un sistema judicial en el reino, el príncipe heredero ha ordenado la caza de brujas con el pretexto de luchar contra la corrupción. La detención de los príncipes opositores significa neutralizar toda corriente que pueda disputarle el trono.



El Príncipe heredero saudí Mohammed bin Salmán al Saud junto al mandatario estadounidense Donald Trump.


LOS DETENIDOS



Secuencias fotográficas tomadas del diario libanés Al Manar.


Entre los cautivos más destacados figuran:

Al Walid Bin Talal bin Abdulaziz, propietario de la compañía Kingdom Holding Company;
el príncipe Muteeb Ben Abdallah, comandante de la Guardia Nacional;
el príncipe Turki Ben Abdallah, gobernante de la zona de al Riad;
Khaled al Tuaijri, ex presidente del Despacho Real;
Adel al Fakih, ministro de Economía y Planificación;
Ibrahim al Assaf, ex ministro de Finanzas;
Abdallah al Sultán, comandante de la Armada;
Bakr bin Laden, presidente del Grupo Ben Laden y hermano del ex líder de la organización de al Qaeda Osama Bin Laden;
Mohammad al Tubaishi, ex presidente de protocolo del Despacho Real;
Walid Al Ibrahim, propietario de la compañía MBC;
Khaled al Milhem, ex director general de la Royal Saudi Airlines;
Saud al Duaish, ex director ejecutivo de la compañía Saudi Telecom;
el príncipe Turki bin Nasser, ex presidente general de  la Autoridad General de Meteorología y Protección del Medio Ambiente;
el príncipe Mohammad bin Fahd bin Abdallah, ex vice ministro de Defensa; Saleh Kamel, propietario de la Red de Radio y Televisión Árabe (ART);  Mohammad al Amoudi, un hombre de negocios, etc. (2). 

Una previa ola de arrestos tuvo como objetivo prominentes clérigos wahabíes.


LAS CASUALIDADES NO EXISTEN EN POLÍTICA, decía un reconocido analista internacional. 

Otro hecho, coincidencia?, son los accidentes de todo tipo, como el casual incidente de helicóptero que ha ocasionado la muerte del príncipe saudí Mansur bin Maqran, (hijo de Muqrin bin Abdulaziz Al Saud, quien fuere príncipe heredero entre enero - abril del 2015). Mansur fue vicegobernador de la provincia de Assir y falleció junto a un grupo de altos funcionarios estatales. Otro conocido que ha muerto al resistirse a su captura es el príncipe Abdulaziz bin Fahd, hijo predilecto del fallecido rey Fahd bin Abdulaziz, el príncipe Abdulaziz bin Fahd, del clan Nayef, mantenía vínculos directos con el primer ministro libanés Saad Hariri, forzado a dimitir en Riad y con el príncipe Al Walid bin Talal bin Abdulaziz, otro de los purgados. 

Un personaje muy conocido  por sus acciones siniestras, según varios medios de prensa, el ex embajador saudí en Washington y antiguo jefe del servicio de inteligencia saudí, directo promotor de la guerra contra Siria y bienhechor de las bandas terroristas, Bandar bin Sultan bin Abdelaziz, ha sido arrestado junto a sus hijos, Bandar bin Sultan mantiene lazos estrechos con George W. Bush, su detención se argumenta estar relacionada con los casos de corrupción financiera, en su caso, contratos de venta de armas (por valor de 60.000 millones dólares, el sitio Middle East Eye, asevera que Londres ingresó una enorme suma de miles de millones de dólares en la cuenta bancaria personal de Bandar bin Sultan bin Abdelaziz).



Príncipe Al Walid bin Talal bin Abdulaziz al Saud


Amenazan los Saud al Líbano?

También ha sido detenido el multimillonario Al Walid bin Talal bin Abdulaziz (y posteriormente su hija, la princesa de la familia real, Rim). Al Walid bin Talal bin Abdulaziz no es cualquier cosa, se lo consideró algún momento el hombre más rico del mundo y uno de los principales inversores en Oriente Próximo, controla la Middle East Broadcasting Corporation (MBC), la sociedad Kingdom Holding Company (inversiones internacionales), que a su vez está relacionada con multinacionales norteamericanas como Apple y Citigroup, posee intereses en Eurodisney y enormes intereses en Norteamérica, respaldó financieramente a Rupert Murdoch (disputa con John Malone por controlar News Corporation) y a Richard Parsons (en Time Warner). Posee negocios inmobiliarios y una amplia gama de inversiones en diferentes sectores. En el plano político, Al Walid bin Talal, cuando se habló del establecimiento de relaciones comerciales entre Riad y Tel Aviv, habría sido nominado para ser el embajador saudí en Israel. Al Walid bin Talal fue un férreo opositor de la postura de Barak Obama respecto a negociar un acuerdo nuclear con Irán, él fue partidario que los saudíes y otros países árabes apoyen un ataque de Israel para destruir las instalaciones nucleares iraníes. Pero si algo hay que destacar de este príncipe es que ha sido señalado como financista de Al -Qaeda por Zacarias Moussaoui, la única persona condenada en Estados Unidos tras los ataques a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001, al parecer Moussaoui era el encargado de llevar la base de datos con todos los financistas de la organización.

Como muestra del poderío real se ha obligado al primer ministro libanés, Saad Hariri, renunciar a sus funciones de un país soberano (Líbano) y mantenido retenido en Arabia Saudí bajo arresto domiciliario (por poseer la ciudadanía saudí). Sin duda esta última acción beneficia grandemente a Israel en su empeño por mantener en zozobra al estado y gobierno libanés. 

Se estima hasta el momento en alrededor de 1.300 las personas detenidas, entre príncipes, funcionarios, militares y otros con influencia pública, en lo que ya se ha calificado como “GOLPE PALACIEGO”, puesto en marcha desde el 4 de noviembre. El clan Sudairi, el clan Abdullah, el clan Nayef y otros clanes con pretensiones de asumir el trono quedan así controlados, una verdadera purga de la élite saudí. El heredero saudí se está acaparando todo el poder tras purgar a sus rivales, y resulta lógico que Mohamed bin Salmán al Saud –sin importar la forma en que lo consiga – se está transformando en el nuevo gran favorito y aliado de Israel y los Estados Unidos, una alianza que está dirigida, entre otras cosas, a detener la influencia de Irán en el Próximo Oriente. Mohamed bin Salmán aún no es Rey, si en su condición de príncipe heredero y ministro de defensa del reino de los Saud actúa con ese ímpetu será de verlo en la alta política internacional luego de su coronación

La Gran Pregunta

¿Qué debemos esperar de los poderosos clérigos del wahabismo –que influyen en el pensamiento de la población? También ellos han sido purgados, pero su pensamiento no puede ser borrado con la detención. ¿Tolerarán esos vientos “modernistas”?, el statu quo, que se pretende romper subsiste justamente por la alianza saud-wahabí, ha sido un éxito para los príncipes con la aplicación radical del Islam (solo para el pueblo), mientras la casta privilegiada mantiene un tipo de vida a lo occidental y derrochadora de los recursos. ¿Qué actitud tomarán los clanes rivales, ahora directamente atacados por el heredero?

A Europa, a los Estados Unidos, a Israel, básicamente, les ha convenido ese sistema porque ha sido su “caballo de troya” en todo conflicto regional desde el desmembramiento del Imperio Otomano. El wahabismo es la punta de lanza que impulsa el yihadismo; y, también las denominadas “revoluciones de color" en Medio Oriente y las “primaveras árabes”, discretamente, por la vía política. Son forjas de corte político-religioso con cierta influencia wahabí que finalmente terminaron con la aplicación de la yihad a través de la Liga Islámica Mundial y la Hermandad Musulmana, en nombre de… los Estados Unidos.

Volvemos a reproducir una cita de Jean-Michel Vernochet:

“Sería demasiado simple ver la ideología wahabita sólo como un instrumento de influencia o incluso de dominación regional. Está comprobado que el wahabismo cohabita perfectamente con el anarco-capitalismo. Por muy sorprendente que pueda parecernos, eso está fuera de dudas. La continua expansión del wahabismo durante el siglo pasado está estrechamente vinculada con la del modelo financiero, económico y societario anglo-estadounidense. La suerte de la Península Arábiga ha estado indisolublemente ligada, desde 1945 y hasta el sol de hoy, a la América-Mundo… la cual constituye una especie de hidra de varias cabezas pero cuyas cabezas fundamentales están en Manhattan, Chicago (donde se halla la bolsa mundial de materias primas), Washington con la Reserva Federal, en la City de Londres, en Bruselas con la OTAN, en Francfort con la sede del Banco Central Europeo y en Basilea, ciudad que alberga una súper empresa anónima en el sentido jurídico que funge como banco de los bancos centrales, o sea ¡el Banco de Pagos Internacionales!”. (3)

 

El rey Saudí Salmán bin Abdulaziz recibiendo al primer ministro libanés Saad Hariri


Todo parece indicar que existe una estrategia en que participa el gobierno de Israel, la alianza entre estas dos entidades (Israel- casa de los Saud) tendría como objetivo no solo destituir a la fuerza al primer ministro libanés, Saad Hariri, en Riad, sino la eventual planificación de una guerra de agresión contra el pequeño país del cedro cuyo objetivo final es destruir a las fuerzas de la resistencia islámica del Hezbolá y contener el creciente poderío de Irán.

Insistimos que el efecto político de la crisis que ha ocasionado la Arabia de los Saud en el Líbano es provechoso para Israel, la inestabilidad política volverá al Líbano, en consecuencia la resistencia libanesa (Hezbolá) deberá buscar soluciones políticas  internas, recordemos que el dialogo para formar gobierno ha sido largo y doloroso (Líbano estuvo sin jefe de Estado desde mayo de 2014 hasta octubre de 2016). Una guerra civil es lo que más conviene al intervencionismo saudí e israelí; además, Hezbolá deberá continuar su frente de lucha en Siria para proteger las fronteras de las incursiones terroristas y de Israel.

La provocación saudí contra el gobierno del Líbano es evidente, provocar es el término exacto, se quiere desencadenar un nuevo conflicto en el que Israel respaldará a los saudíes. El Líbano ahora exige la libertad y retorno de Saad Hariri a Beirut, porque él fue, en primer lugar, invitado por autoridades saudíes, allí fue retenido, mantenido bajo arresto domiciliario y obligado a la fuerza a renunciar a su cargo de primer ministro libanés, altos diplomáticos internacionales están convencidos que Hariri no ha puesto ni una coma del comunicado de dimisión obligado a leerlo en Riad. Un acto sin valor jurídico, estamos ante el caso de una “renuncia” ilegal, forzado mediante el empleo de la coacción.

El derecho está de parte del Líbano, pero eso no cuenta a la hora de las imposiciones, mucho menos por la amenaza del uso de la fuerza de una potencia bélica como Israel. El presidente libanés, Michel Aoun, hace lo correcto al exigir a los saudíes el retorno de Hariri y su intención de presentar una queja ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.



El Secretario General del “Partido de Dios” libanés –Hezbolá –Sayed Hassan Nasralá y su brazo armado, las milicias de la resistencia libanesa.


La resistencia libanesa –Hezbolá – a través de su secretario general, Sayed Hassan Nasralá, tiene su apreciación sobre los acontecimientos (4). Ha recordado la forma en que la resistencia ayudó a vencer “la mayor conspiración contra el Islam y la humanidad: el Daesh. Este grupo, que fue creado por Obama, Clinton y Arabia, está exhalando su último aliento. Y esto, gracias a nuestros mártires”.

Los saudíes lanzan amenazas contra el Líbano, exigen un nuevo primer ministro y creen tener derecho de imponerlo a su arbitrio; intentan dividir a los libaneses con la intención de desatar una nueva guerra civil. Es evidente que los Saud han declarado la guerra no solo al Líbano, sino que su prioridad (acorde con Israel) es el Hezbolá. “En Siria, los príncipes saudíes dirigían la guerra desde Ammán. ¿Cuál fue el resultado? Ellos destruyeron Siria. Lo mismo cabe decir de Iraq y Yemen. Llamo a los libaneses a decidir su futuro con sabiduría. Vivimos en un período crucial”.

El ministro saudita de Asuntos del Golfo calificó el discurso de Hassan Nasrallah como “declaración de guerra contra Arabia Saudita”.

El apoyo israelí a sus socios Saud ha sido inmediato, Netanyahu ha remitido órdenes a las legaciones diplomáticas israelíes en el mundo reconociendo su apoyo al rey saudí y al heredero (como siempre han sido los primeros, al igual que fueron los primeros en reconocer a un ente fantasmagórico, el Kurdistán “independiente”). Llama la atención que Israel trate de explicar la dimisión del primer ministro libanés Saad Hariri intentando convencer a otros gobiernos el peligro que representa Irán y Hezbolá para la seguridad del Líbano. Israel también declaró su apoyo a los Saud en su guerra contra los rebeldes huthis en Yemen.

No está claro que Israel busque una nueva guerra en el Líbano contra Hezbolá apoyándose en los petro-dólares saudíes, a pesar que los Saud intentan convencer a Israel y otras naciones árabes para atacar al Líbano. Arabia Saudí estaría dispuesta pagar miles de millones de dólares a Israel por esa aventura.

¿Están dispuestos los israelíes a lanzar una guerra contra el Líbano?. Israel sin duda ha caído en cuenta que el costo político – militar – económico de una guerra contra el Líbano será demasiado alto. Analistas descartan que Israel tenga intenciones mediatas de atacar al Hezbolá, al contrario, desearían que Arabia Saudita ataque a la resistencia libanesa, ofreciendo su apoyo a través de sus poderosos lobbies internacionales en los medios de intoxicación masiva (prensa); y, dependiendo de las circunstancias, apoyar militarmente con su clásica doctrina de la “guerra preventiva”.

Israel no necesita ir a la guerra, su estrategia sobre el terreno es aprovecharse, por ejemplo, de la guerra en Siria y mantener su política de sembrar la división y la discordia, sin intervenir directamente en lo militar. Según Hassan Nasralá “Israel desearía desatar una guerra sectaria entre los habitantes predominantemente drusos de Hadar y los combatientes de Al Nusra, que son mayoritariamente sunníes. Debemos ser cautelosos frente la posible reproducción de este escenario en el Líbano”.


Benjamin Netanyahu,  primer ministro israelí y el rey saudí, Salmán bin Abdelaziz Al Saud.

Conclusiones:

Una consecuencia es que las purgas “modernizadoras” en el reino de los Saud tienen como objetivo reformar la economía, que va desde la privatización de la poderosa empresa estatal petrolera saudí, Aramco, debido a la casi bancarrota de las arcas públicas (fruto de sus guerras yihadistas en Oriente Próximo, del fracaso de la aventura bélica en Yemen, el ilegal referéndum en el Kurdistán, etc). La liquidación de “Saudi Aramco”, coloca su venta en acciones en Wall Street.




Según algunas informaciones, el régimen saudí extrae datos de las cuentas bancarias de los detenidos acusados de corrupción, mediante tortura, lo que sin duda ayudará a mantener el equilibrio fiscal del reino en bancarrota, hablamos de cientos de miles de millones de dólares, para ser más precisos, la cifra oscila en los 800.000 millones de dólares (800 billones), según Wall Street Journal, y la cifra puede ascender mucho más.


Estados Unidos se encuentran satisfechos con estas purgas (con ello se ahorran fomentar una guerra intestina en la Arabia de los Saud). Los EEUU han hecho grandes negocios en recientes días con la suscripción de contratos para la venta de armas por decenas de miles de millones de dólares, los contratos petroleros han permitido incrementar las riquezas de las petroleras americanas tras la visita de Trum a Riad en mayo pasado (se habla de aportes por 500 mil millones de dólares)

Sin embargo de lo anotado, los Saud acusan de todos sus calamidades actuales a Irán y a Hezbolá. Los saudíes acumulan fracaso tras fracaso, la crisis provocada en Qatar y Bahrein es otra consecuencia.

Donald Trump y las altas finanzas bendicen de esa manera la asunción al trono de Mohammad bin Salmán al Saud, hijo del actual rey Salmán, un detalle significativo es que el tutor del heredero es el cheikh Mohammad bin Zaid, a su vez, príncipe heredero de Emiratos Árabes Unidos.

Concluimos con que todos los cambios modernizadores en Arabia son un mero maquillaje para mantenerse en el trono e impedir que los EEUU rediseñe la Arabia de los Saud… permitiendo que las mujeres saudíes puedan conducir un automóvil…


ANEXO

VIDEO ILUSTRATIVO:

Detrás de la Razón. Familia Real Saudí en conflicto por el trono. Reino del oro y riqueza.


NOTAS:

(1) Donald Trump’s Speech to the Arab Islamic American Summit .- by Donald Trump. 21 may 2017. RIYADH (SAUDI ARABIA)
(2) Fuente de la lista de detenidos: Dr. Jamal Wakim, Profesor de Historia y de Relaciones Internacionales de la Universidad Libanesa. ¿Acaso son estas señales del colapso del reino?
(3) ¿Es musulmán el wahabismo? .- Jean-Michel Vernochet.

LECTURAS RECOMEDADAS:
Una interesante recopilación de la información noticiosa podrá hallar en la serie de artículos titulada: Juego de Tronos Árabe Saudi  (10 entradas).

04 julio 2017

Reajustes en el Medio Oriente: Una brisa de laicismo recorre el mundo musulmán


 Introducción del redactor del blog

A Thierry Meyssan, intelectual francés, presidente-fundador de la ‘Red Voltaire’ y de la conferencia ‘Axis for Peace’ le corresponde el mérito del reportaje que darán lectura a continuación de este prólogo.

De la mano de éste genial analista internacional  veremos como la política  del Medio Oriente se va transformando, aunque en la práctica, sobre el terreno, seguimos contemplando el desarrollo de los conflictos armados regionales, entre bastidores se cocinan nuevos acontecimientos que van a ir marcando poco a poco una nueva realidad geopolítica regional.

Podríamos decir que este tema es un capítulo más de aquellas serie de artículos denominados “Descifrando la Política exterior de Trump”; y, en efecto puede serlo, pero hemos querido ponerle nota aparte, porque hay –todavía- personas que no entienden la profundidad y complejidad de la política exterior de las superpotencias en el control geopolítico, lo que Brzezinsky denominó “El gran tablero mundial: La supremacía estadounidense y sus imperativos geostratégicos”.

No siempre se cumplen sobre el terreno las directrices políticas emanadas de la administración de turno de la Casa Blanca, el presidente Trump, pese a su aparente intolerancia en otros temas y a sus excentricidades que son motivo de las notas de farándula, sigue luchando contra una férrea oposición interna de su nueva doctrina exterior, eso le ha creado problemas y mortales enemigos no solo en el Congreso, también en el Pentágono y, claro, en el poderosísimo Complejo Militar – Industrial, por no mencionar a la intocable prensa “libre” estadounidense con sus concurrentes críticas, diatribas y mentiras ordenadas por quienes controlan el poder real de los Estados Unidos, lo que suele denominarse el “estado profundo”.

Quién se ha atrevido poner el cascabel al gato? Aunque asemeje más a un reality show televisivo, Trump ha puesto en su sitio a las grandes corporaciones informativas (mejor dicho a los medios de embrutecimiento masivo). El presidente Trump rechazó asistir (en abril) a la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, una cita obligada que ha marcado siempre la política coordinada del gobierno con los medios, vital para vender la imagen en el interior y el mundo de las virtudes de la democracia norteamericana y su “compromiso” con la paz y la estabilidad mundial. Ese evento, no es cualquier cosa, allí se reúnen entre otros periodistas afamados, políticos y celebridades. También ha demostrado firmeza al excluir a varias cadenas de noticias escrita y de televisión de algunas conferencias de prensa en la Casa Blanca. La pugna con los tradicionales medios es total, Trump los ha calificado sin titubeos de falsos y fraudulentos.

Eso debe llevar una reflexión al público lector, si Trump se ha ganado estos poderosos enemigos es porque, precisamente, está haciendo lo que nadie en los Estados Unidos ha osado realizar en contra de un sector poderoso que desea mantener intactos sus interés mundiales. El circo mediático, incluso por temas intrascendentes, es la consecuencia de lo que leemos a diario en una prensa que desvía la atención nacional y mundial de las verdaderas cuestiones significativas que van marcando los derroteros del devenir de las próximas generaciones.

Por ello, los temas que leeréis a continuación pueden parecer resultado de la mente de uno o varios idealistas; pero en la realidad es lo que se está tratando de configurar en el Próximo Oriente. Personas como Thierry Meyssan que gozan del privilegio de acceder a dicha información las comparte a  un lector ávido y versado en la temática. Que se lleguen a cristalizar los objetivos dista mucho entre las buenas intenciones y los profundos deseos de impedirlo.

No con ello debe interpretarse la posición del editor de este blog en favor de lo que denominó ‘nueva doctrina exterior americana’ (de Trump). El mandatario estadounidense representa a uno de los círculos puros del poder económico en pugna con otros, pero su visión difiere de la clásica política militar intervencionista disfrazada de “labor humanitaria internacional” (“deber” de defender). Trump se inclina por las relaciones y manejo de las altas finanzas internacionales para seguir imponiendo el capitalismo brutal en contra de las clásicas guerras imperialistas, he allí la diferencia. 

Tampoco significa eso que dejará de utilizar la fuerza donde y cuando sea necesario, lo seguirán haciendo porque los Estados Unidos debe “velar” por su seguridad y sus intereses económicos, aunque ello signifique implicarse en una nueva guerra. Son las grandes contradicciones de la política y diplomacia internacional.

Tampoco sería sorprendente que todo este entramado sucumba antes de tiempo, nadie garantiza que Trump pueda mantenerse en el poder (o con vida); o, que se vea obligado a rectificar sus políticas. La bronca monumental con los medios, como la CNN, una de las “vacas sagradas” de la “información” mundial, son una señal clara que la guerra está declarada. Muchos expertos juristas dentro del país están siendo consultados sobre la posibilidad legal de intentar aplicar el “impeachment”, es decir, el proceso de destitución del presidente. La CNN y otras grandes corporaciones se encargarán de moldear a la opinión pública, seguro.

No es necesario prologar más el tema, el culto lector podrá apreciar por si solo esta realidad. Solamente aclarar que el presente reportaje constituye en realidad dos textos relacionados del autor que han sido publicados en RED VOLTAIRE hace pocos días. Las notas a píe de página y los enlaces originales podrán ser consultados en los respectivos enlaces. También es necesario aclarar que la mayoría de fotografías y los mapas son agregadas por el editor de este blog, así como los subrayados, negrillas y notas a píe de fotografías.

Gracias por vuestra deferencia                                                
                                                                                                
                                                                              t. andino


********** 


Reajustes en el Medio Oriente



                                     El jeque Tamin ben Hamad al-Thani, emir de Qatar.


Los países del Medio Oriente ampliado se dividen ahora entre partidarios y adversarios del clericalismo, mientras que Washington, Moscú y Pekín negocian una nueva distribución de cartas. Thierry Meyssan evalúa el impacto de este verdadero terremoto en los conflictos que ya estaban desarrollándose en Palestina, en Siria e Irak, así como en Yemen.

La crisis diplomática alrededor de Qatar ha congelado varios conflictos regionales y disimulado varios intentos de arreglos vinculados a otros. Nadie sabe cuándo se levantará el telón, pero lo que sí es seguro es que cuando eso suceda veremos una región profundamente transformada.


1– El conflicto palestino

Desde que la mayoría de los palestinos fueron expulsados de su tierra –el 15 de mayo de 1948, en lo que hoy se designa como la Nakba– y que los pueblos árabes rechazaron aquella limpieza étnica, lo único que había modificado parcialmente la distribución del juego era la paz separada israelo-egipcia pactada en los acuerdos de Camp David (en 1978) y la promesa de resolver la cuestión palestina mediante la creación de dos Estados, surgida de los acuerdos de Oslo (en 1993).

Sin embargo, cuando la existencia de negociaciones secretas entre Irán y Estados Unidos se dio a conocer, Arabia Saudita e Israel decidieron conversar entre sí. Al cabo de 17 meses de encuentros secretos, se concluyó un acuerdo entre el Guardián de las Dos Mezquitas y el Estado judío. Este acuerdo se concretó a través de la participación del ejército de Israel en la agresión contra Yemen y de la entrega de bombas atómicas tácticas israelíes al reino de los Saud.

Recordemos que ese acuerdo también preveía hacer que Arabia Saudita evolucionara de forma tal que su sociedad siguiera siendo salafista y sus instituciones pasaran a ser laicas. Estipulaba además la independencia del Kurdistán iraquí –donde se realizará un referéndum en septiembre– y la explotación simultánea de los yacimientos de gas del desierto de Rub al-Khali (a menudo designado como The Empty Quarter), en territorios de Arabia Saudita y Yemen –yacimientos que son la verdadera razón de la actual guerra contra Yemen– y los de la región de Ogadén –lo cual explica la retirada, esta semana, de las tropas qataríes de la frontera con Yibuti.

Finalmente, Egipto cedió a Arabia Saudita las islas de Tiran y Sanafir, cumpliendo así el compromiso que había contraído hace un año. Al aceptar la posesión de esas islas, Riad reconoce de facto los acuerdos de Camp David, que estipulan la libre circulación de los barcos israelíes en las aguas circundantes. Israel incluso confirmó que ha recibido garantías de Arabia Saudita en ese sentido.

Es importante observar que lo que llevó a Egipto a ceder las islas no fue la presión de Arabia Saudita –aunque Riad bloqueó tanto sus entregas de petróleo al Cairo como un préstamo de 12 000 millones de dólares– sino la crisis diplomática del Golfo. Los Saud oficializaron su ruptura con la Hermandad Musulmana, proceso que ya venía avanzando desde que el presidente egipcio al-Sissi les entregó una serie de documentos que demostraban la existencia de un proyecto de golpe de Estado en Arabia Saudita en el que estaban implicados varios miembros de la cofradía. Al principio, Arabia Saudita creyó ser capaz de separar a los “buenos” de los “malos”, entre los miembros de la Hermandad Musulmana. El reino ya había acusado a Qatar de aportar respaldo a los golpistas, pero en aquel momento las cosas se desarrollaron por la vía pacífica. Actualmente, Riad tiene intenciones de luchar contra toda la Hermandad Musulmana y eso lo obliga a revisar su posición hacia Siria.

La cesión de las islas de Tiran y Sanafir, egipcias desde la Convención de Londres de 1840, no tiene otra razón de ser que permitir que Arabia Saudita reconozca de forma implícita –al cabo de 39 años– los acuerdos de paz separada firmados en Camp David entre Egipto e Israel.

Por su parte, Teherán acogió a la dirección política del Hamas –que se compone principalmente de miembros de la Hermandad Musulmana–, tanto en nombre de la solidaridad con la causa palestina como por el hecho que comparte con los dirigentes del Hamas la misma concepción del islam político.

La próxima etapa será el establecimiento de relaciones comerciales públicas entre Riad y Tel Aviv, que ya se mencionan en la edición del 17 de junio del diario británico The Times –varias empresas israelíes parecen haber sido autorizadas a operar en Arabia Saudita y la compañía aérea israelí El-Al podría utilizar el espacio aéreo saudita–, y después vendrían el reconocimiento de la iniciativa de paz del príncipe saudita Abdala –adoptada por Liga Árabe en 2002– y el establecimiento de relaciones diplomáticas –el príncipe Walid ben Talal se convertiría en embajador del reino en Israel.

Ese proyecto podría conducir a la paz en Palestina (reconocimiento de un Estado palestino e indemnización para los refugiados), en Líbano (retirada israelí de las Granjas de Shebaa) y en Siria (cese del apoyo a los yihadistas y retirada israelí del Golán).

El tema del Golán ha de resultar particularmente difícil ya que el gobierno de Netanyahu ha reafirmado –en son de provocación– su anexión mientras que Estados Unidos y Rusia reaccionaron duramente ante la expulsión de la Fuerza de Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS) y la sustitución de sus cascos azules por los yihadistas de al-Qaeda. No sería, sin embargo, imposible que durante la guerra en Siria, Washington o Moscú se hayan comprometido con Tel Aviv a mantener el statu quo en el Golán.

Ese proyecto de arreglo general es un reflejo del modus operandi de Donald Trump y Jared Kushner como hombres de negocios: crear una situación económica que impone un cambio político. Y encontrará probablemente la oposición de la Hermandad Musulmana (el Hamas) y del triángulo del islam político conformado por Irán, Qatar y Turquía.


2– El conflicto en territorios de Irak y Siria



El malogrado plan del Rediseño del Medio Oriente Ampliado, tenía como hipotético objetivo, crear nuevas naciones a costa de Irak y Siria (entre otras estados), la guerra yihadista aportaba, supuestamente, en nombre de la religión, el elemento sectario que trataba de dividir a sunníes y chiíes, en base a esa falsa premisa se intentó destruir la unidad nacional de los países afectados.


Todos los actores regionales están de acuerdo en considerar que Irak y Siria constituyen en este momento un solo campo de batalla. Pero los occidentales, que se aferran a las mentiras de la administración de George Bush hijo –incluso cuando admiten la inexistencia de las armas de destrucción masiva que supuestamente tenía Saddam Hussein– y a la versión romántica de las «primaveras árabes» -incluso cuando reconocen que ese movimiento nunca trató de favorecer la libertad sino, por el contrario, de imponer el islam político– se obstinan en considerarlos dos escenarios diferentes.

En este punto, remito a nuestros lectores a mi libro ‘Sous nos yeux’ (1) (Ante nuestros ojos) en cuanto a cómo se inició esta guerra. El hecho es que, desde el inicio de la crisis alrededor de Qatar, la guerra en Irak y en Siria se ha limitado a:

1 La lucha contra el Emirato Islámico (Daesh), en Mosul y Raqqa, y a
2 La lucha contra Turquía, en Baachiqa y al-Bab.

Lo que resulta evidente para todos en la región es que, desde la llegada al poder del presidente chino Xi Jinping con el proyecto de creación de dos “rutas de la seda”, Washington ha estimulado la creación de un «Sunnistán» en territorios pertenecientes a Irak y a la República Árabe Siria. Con ese objetivo, Washington financió, armó y dirigió las fuerzas del Emirato Islámico para que bloquearan el eje de comunicación terrestre Beirut-Damasco-Bagdad-Teherán-Pekín.

Desde hace 4 meses, la administración Trump estudia y negocia de qué manera pudiera modificar esa política y reemplazar por una asociación con Pekín la actual situación de enfrentamiento.

Mientras que en el terreno asistimos a una verdadera sucesión de acontecimientos contradictorios, los ejércitos de Irak y de la República Árabe Siria han avanzado rápidamente desde el inicio de la crisis alrededor de Qatar. En su rápido avance hacia la frontera común, ambos ejércitos han liberado del control del Emirato Islámico sus zonas fronterizas y hoy están a punto de entrar en contacto –con lo cual restablecerían la ruta de la seda. Ya sólo los separan, en el punto de confluencia, unos 200 metros de terreno ilegalmente controlado por fuerzas de Estados Unidos.

En cuanto a los combates en el sur de Siria… han cesado inesperadamente. Damasco proclamó unilateralmente un alto al fuego en Deraa. En realidad, Moscú y Washington dieron a Tel Aviv garantías de que Siria sólo permitirá frente a la frontera israelí el despliegue de fuerzas rusas, excluyendo la presencia allí de fuerzas iraníes o del Hezbollah libanés. (Nota del director del blog: Los últimos acontecimientos demuestran que Israel sigue en contra de este plan. Al Qaeda y los grupos yihadistas asociados en la región (Hayat Tahrir al-Sham, Jaysh al Tawheed) lanzaron una fuerte ofensiva en la región y zonas fronterizas de Quneitra y los Altos del Golán, no solo para ganar terreno a las fuerzas de Damasco sino para provocar la intervención armada de Israel con las “provocantes” caídas de proyectiles al lado del Golán ocupado por Israel.

En pocas palabras, si el Pentágono sigue las órdenes de la Casa Blanca, debería producirse un amplio cese del conflicto. Sólo quedaría por resolver entonces la ocupación turca de territorios en Irak y Siria, según el modelo de la ocupación turca en Chipre, situación a la que la Unión Europea se ha acomodado en una evidente muestra de cobardía. En la nueva situación, Estados Unidos y Arabia Saudita, hasta ahora enemigos de Irak y Siria, se convertirían nuevamente en sus aliados. (Nota del editor del blog: Como ya hemos comentado en diversas ocasiones no siempre las órdenes de la administración Trump o de otro presidente anterior necesariamente son obedecidas por los Halcones del Pentágono y otros grupos de poder. Es incuestionable que Norteamérica se maneja con varias políticas contradictorias y rivales entre sí)


3– El conflicto en Yemen

Es posible que los yemenitas salgan perjudicados del actual cambio de situación

Aunque resulta totalmente evidente que Arabia Saudita entró en guerra para instalar en Yemen un régimen favorable a la explotación conjunta de los yacimientos de hidrocarburos del desierto de Rub al-Khali y para dar al príncipe Mohamed ben Salman la posibilidad de “acumular méritos”, la ayuda que Irán ha aportado a los Huthis y al ex presidente Saleh desvía las miradas de los países árabes y de la llamada «comunidad internacional» de los crímenes que allí se cometen.

En efecto, cada cual tiene que escoger su bando y casi todos han optado por ponerse del lado de Arabia Saudita contra Qatar y los aliados turcos e iraníes del pequeño emirato. Lo que pudiera ser positivo para Palestina, Irak y Siria resulta negativo para Yemen.

Conclusión

Desde el 5 de junio de 2017 y la ruptura de relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita y Qatar, las cancillerías se preparan para una posible guerra, aunque sólo Alemania ha mencionado públicamente esa posibilidad. La situación es extremadamente sorprendente, sobre todo si se tiene en cuenta que no es Arabia Saudita sino Qatar quien ostenta el estatus de observador en el seno de la OTAN.

Mientras tanto, anuncios de dimisiones siguen llegando constantemente de Doha y van desde la embajadora estadounidense Dana Shell Smith hasta el entrenador uruguayo de la selección de futbol de Qatar, Jorge Fossati. Y no sólo los países que se han puesto del lado de Arabia Saudita han cortado sus relaciones comerciales con Qatar. También lo han hecho, ante el riesgo de guerra, numerosas empresas sin vínculos particulares con la región del Golfo, como la China Ocean Shipping Company (COSCO), la mayor compañía naviera de China y una de las más grandes del mundo.

En todo caso, aunque sus reclamos –basados en la historia– están realmente justificados, parece a todas luces imposible que Arabia Saudita anexe Qatar, teniendo en cuenta que antes se opuso a la anexión de Kuwait por parte del Irak de Saddam Hussein, basada exactamente en las mismas razones históricas. Una regla se impuso en el mundo desde los tiempos de la colonización británica: nadie tiene derecho a modificar las fronteras que Londres impuso con un solo objetivo, que es precisamente perennizar problemas insolubles para los Estados nacidos de los procesos de independencia. (Nota del editor del blog: Esto se aplicará también al Kurdistán iraquí y sus pretensiones territoriales en la convocatoria a referéndum independista del 25 de septiembre de 2017?)

De hecho, así logra Londres que esos Estados sigan dependiendo de su antigua metrópoli. En el caso que ahora nos ocupa, la próxima llegada de 43 000 soldados pakistaníes y turcos que asumirían la defensa de Qatar debería fortalecer su posición.



Una brisa de laicismo recorre el mundo musulmán


Prácticamente desconocido en Occidente, Sayyid Qutb (1906-1966) es el pensador de referencia del “islam político”, o sea de la voluntad de organizar la sociedad y la vida privada de cada individuo –sea cual sea su religión– según una interpretación del Islam. Sayyid Qutb llegó a la Hermandad Musulmana hasta 1953. Excluyó de la ideología de la cofradía los elementos nacionalistas de Hassan al-Banna y estableció una doctrina indiferente a cualquier elemento contextual. En 64 años, numerosos musulmanes del mundo entero abandonaron la espiritualidad del islam para adoptar la doctrina exclusivamente política de Sayyid Qutb. El pensamiento de este personaje sirve de base estructural a todos los grupos yihadistas.


El discurso de Donald Trump en Riad ha suscitado una oleada de posicionamientos contra el terrorismo y en contra del islam político. El mundo árabe está expresando su sed de laicismo precisamente en el mismo momento en que esa tendencia se tergiversa en Europa para utilizarla contra las religiones. Ante esa bocanada de libertad, los británicos están organizando el bando del islam político alrededor de Qatar, Irán, Turquía y la Hermandad Musulmana.

Durante la colonización y a lo largo de la guerra fría, las potencias imperialistas utilizaron las religiones para ahogar toda oposición a su propia dominación. Un ejemplo flagrante es el caso de Francia, que adoptó en 1905 una importante ley implantando el carácter laico de sus instituciones… y decidió de inmediato no aplicarla en los territorios colonizados.

Hoy se sabe que las «primaveras árabes» eran una iniciativa británica tendiente a poner a la Hermandad Musulmana en el poder para afianzar así la dominación anglo-sajona sobre el “Medio Oriente ampliado” (también designado a menudo como “Gran Medio Oriente”).

Desde hace 16 años, los occidentales vienen acusando a los musulmanes –con razón– de no «limpiar la casa» y de tolerar a los terroristas. Pero hoy resulta evidente que esos terroristas cuentan con el apoyo de los propios occidentales, que los utilizan para someter a los musulmanes mediante el «islam político». Para Londres, Washington y París el terrorismo constituye una preocupación sólo cuando rebasa los límites del «Medio Oriente ampliado» y nunca critican el «islam político», o al menos se abstienen de hacerlo cuando lo practican los sunnitas.


Al pronunciar su discurso de Riad, el 21 de mayo de 2017, la intención del presidente Trump era poner fin al terrorismo que arrasa la región y que ahora se extiende a Occidente. Lo que dijo Trump tuvo el efecto de un electroshock. Su alocución fue interpretada como una luz verde para acabar con ese sistema.

Lo que durante los últimos siglos pareció siempre impensable se hace así bruscamente realidad. Al aceptar poner fin a su relación con la Hermandad Musulmana, Arabia Saudita arremete contra quienes siguen colaborando con los británicos y principalmente contra Qatar. Riad ha desatado una tempestad que conlleva toda una carga de innumerables frustraciones. Por espíritu de venganza beduina, se cortaron las relaciones diplomáticas y se organizó un bloqueo económico contra la población qatarí. Mientras tanto, en los Emiratos Árabes Unidos se ha instaurado una pena de 15 años de cárcel contra cualquier persona que simplemente exprese compasión por los habitantes del ahora aborrecido Qatar.

Se ha iniciado así un gigantesco desplazamiento de fuerzas y replanteo de las alianzas que hasta ahora existían. Si prosigue ese movimiento, la región se organizará alrededor de una división diferente. La cuestión de la lucha contra el imperialismo cederá su lugar a la de la lucha contra el clericalismo.

Los europeos vivieron lo mismo durante 400 años, desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. Pero no fue ese el caso de los estadounidenses, ya que su país fue fundado precisamente por los puritanos, que llegaron al norte de América huyendo de esas luchas. La lucha contra el cristianismo político fue primeramente un combate contra la pretensión del clero de la Iglesia católica de gobernar a sus fieles, incluso hasta en la cama. Esa lucha sólo terminó en tiempos del papa Pablo VI, quien abandonó la tiara pontifical. Aquella triple corona debía simbolizar que el papa estaba por encima de reyes y emperadores.

Al igual que el cristianismo original, donde no había sacerdotes (los sacerdotes cristianos no aparecieron hasta el siglo III), el islam original y el sunnismo carecen de clérigos. Sólo el chiismo cuenta con una estructura similar a la del catolicismo y el cristianismo ortodoxo. De hecho, el islam político está representado actualmente por la Hermandad Musulmana y por el gobierno del jeque Hassan Rohani (el título de jeque indica que el presidente iraní Rohani es miembro del clero chiita).

Una alianza clerical está formándose en este momento, con ayuda del Reino Unido. Esa alianza podría constituir un bloque conformado por Irán, Qatar, Turquía, Idlib (en el noroeste de Siria) y Gaza, bloque que se convertiría en protector de la Hermandad Musulmana y, por tanto, en defensor del uso del terrorismo.

En sólo 2 semanas, la prensa árabe, que hasta ahora había considerado favorablemente a la Hermandad Musulmana como una poderosa sociedad secreta y al yihadismo como un compromiso legítimo, ha dado un brusco giro de 180 grados. Todos los medios árabes denuncian ahora el hecho que la Hermandad Musulmana pretende controlar la vida de la gente y se pronuncian contra la locura criminal del yihadismo.



Se dice que uno de los objetivos declarados de los ‘Hermanos Musulmanes’  es “destruir la civilización occidental desde dentro”, en anteriores entregas habíamos denunciado la presencia de afiliados a esa Hermandad en altas posiciones del gobierno de Estados Unidos. El lema de los ‘Hermanos Musulmanes” es: “Alá es nuestro objetivo. El Profeta es nuestro líder. El Corán es nuestra ley. La yihad es nuestro camino. Morir en el camino de Allah es nuestra aspiración más elevada.”


Ese tsunami de comentarios, los siglos de frustración que en ellos se expresan, su violencia misma, hace imposible todo regreso a la situación anterior –lo cual no quiere decir que la alianza Irán-Qatar-Turquía-Hamas logre realmente concretarse. La ola revolucionaria se produce en pleno mes de ramadán. Las reuniones entre amigos y los encuentros familiares que caracterizan este mes sagrado para los musulmanes, y que deberían ser de celebración consensual, están convirtiéndose a veces en ocasiones para el cuestionamiento de lo que hasta ahora parecían ser las bases mismas del islam.

Si se mantuviese la división a favor o en contra del clericalismo, asistiríamos a una recomposición general del paisaje político.

Por ejemplo, los Guardianes de la Revolución iraníes, que se crearon en contra del imperialismo anglosajón, han acumulado rencores contra el clero iraní. Muchos de ellos aún recuerdan que, durante la guerra que Irak impuso a Irán, los mollahs y los ayatolas se las arreglaban para evitar que sus hijos tuvieran que ir a la guerra, mientras que los Guardianes de la Revolución sacrificaban sus vidas en el campo de batalla. Sin embargo, debilitados durante el primer mandato de Rohani, parece poco probable que los Guardianes de la Revolución se atrevan a levantarse contra el poder civil y religioso.

Pero el Hezbollah libanés tiene como líder al sayyed Hassan Nasrallah (el título de sayyed indica que Nasrallah es descendiente directo del profeta Mahoma), una personalidad que promueve la separación entre la esfera pública y la esfera privada. Aunque ejerce simultáneamente una función religiosa y otra política, Hassan Nasrallah ha estado siempre en contra de la confusión entre ambas funciones, aunque lo ha hecho aceptando a la vez el principio enunciado por Platón del Velayat-e faqih (o sea, el principio del gobierno por un sabio). Parece por tanto poco probable que el Hezbollah libanés siga al gobierno de Rohani.

En espera de las definiciones que no deben tardar, ya se ven importantes movimientos en toda la región:

- En Libia, la Hermandad Musulmana abandonó Trípoli, permitiendo incluso que una milicia pusiera en libertad a Saif al-Islam Kadhafi y que el general Haftar ampliara su propia influencia.

- En Egipto, el general-presidente al-Sissi logró que los demás gobernantes del Golfo redactaran una lista de terroristas.

- En Palestina, la dirección política del Hamas huyó a Irán.

- En Siria, los yihadistas han cesado la lucha contra la República Árabe Siria y están a la espera de instrucciones.

- En Irak, el ejército redobla sus embates contra la Hermandad Musulmana y la Orden de los Naqchbandis.

- Mientras tanto, Turquía y Pakistán han iniciado el envío de decenas de miles de soldados a Qatar, que ya sólo logra alimentarse gracias a la ayuda de Irán.

- En Arabia Saudita, la Liga Islámica Mundial excluyó de su consejo de administración al predicador-estrella de la Hermandad Musulmana y propagandista de las primaveras árabes, el jeque Qaradawi.

Una nueva era parece estar comenzando en la región.

Thierry Meyssan




Jeque Yussuf al-Qaradawi, egipcio de nacimiento. Líder espiritual o como se suelen denominarlo el “gurú” de la Hermandad Musulmana. Predica el Corán, al estilo de los fundamentalistas cristianos (telepredicadores), en la cadena de Qatar Al-Jazeera, en la que es director del programa “La Sharia y la vida”. Para nadie es un secreto que reparte bendiciones a los yihadistas en Siria e Irak. Se dice que muy serio en alguna ocasión afirmó que si hoy viviese Mahoma sería aliado de la OTAN. Con las nuevas “medidas” acordadas entre Washington y Riad, los Príncipes saudíes están conformes en sacrificar a Qaradawi, ya un anciano nonagenario. La cacería comenzó en Egipto con la captura de la hija y el yerno  de este destacado clérigo de la Hermandad, acusados de planear actos terroristas. Mientras tanto Yussuf al-Qaradawi está exiliado en Qatar. Ahora sus enemigos (Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Egipto) lo solicitan en extradición para ser procesado en El Cairo en diferentes causas, principalmente por incitar a la violencia. Entre las demandas de los países mencionados en el ultimátum a Qatar se agrega esta: La extradición de al-Qaradawi y varios miembros de los Hermanos Musulmanes.
                      

NOTAS:

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Lectura recomendada del mismo autor (Thierry Meyssan)

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