por Tito Andino U.
Las declaraciones del primer ministro Benjamín Netanyahu sobre el rol del muftí de Jerusalén, Amin al Husseini, en el Holocausto, según sus palabras sería: "Al Husayni aconsejó a Hitler quemar a los judíos", nos ha reportado la televisión israelí.
“No los eches porque entonces llegarán aquí” (a Palestina), habría dicho el Gran Mufti. El führer nazi “atónito” supuestamente mencionaría: “Pues ¿qué hago con ellos?”, Husseini aconsejaría: “Quémalos”.
Este viejo argumento de que Huseini fue un “arquitecto” de la “Solución Final” al problema judío en Europa es defendido por muchos pseudo historiadores arropados de “revisionismo histórico” (negacionismo es el término exacto). Es verdad el hecho que, en 1939 Husseini habló en el Reichstag y presentó un esquema para solucionar la cuestión judía.
Sin embargo, ante la evidencia documental proveniente de los propios archivos de la Alemania nazi y, sobre todo, ante los hechos reales (y no los ficticios) sobre el holocausto, ha sido rebatido por expertos y académicos que dedican su vida a recopilar y clasificar los aun miles de documentos de la era nazi no sometidos a escrutinio; muchos documentos aun permanecen clasificados como reservados por las potencias participantes en el conflicto mundial.
"Los alemanes no tienen ninguna razón para cambiar la historia. Reconocemos nuestra responsabilidad por la Shoah (Holocausto)".
El otro asegura que sus palabras han sido mal interpretadas:
"Mi objetivo no era absolver a Hitler de su responsabilidad, si no de mostrar que en aquella época, el padre de la nación palestina llevaba a cabo una campaña de incitación sistemática al exterminio de los judíos".
Los árabes adoraban a Hitler, los árabes odian a Israel, Hitler odiaba a los judíos. Conclusión: con las palabras del primer ministro israelí se envía subliminalmente a nuestro subconsciente que los árabes querían y fomentaron el genocidio y su esencia "delictiva" no ha variado en el presente. Israel debe aparecer siempre como la víctima.
No vamos a escribir una tesis, ni un monumental ensayo sobre los orígenes de la "solución final al problema judío en Europa", no. Solamente explicaremos de forma breve y clara lo que ha dejado regado en el inquietante ambiente el señor Netanyahu (quizá en el futuro, cuando el tiempo y las circunstancias sean favorables me dedicaré a escribir sobre este capítulo de la historia).
La cuestión judía en la Alemania nazi tuvo tres fases.
Desde la toma del poder por los nazis en 1933 hasta empezada la guerra, la política oficial alemana fue la emigración voluntaria y forzada.
Miles de judíos empezaron a abandonar Alemania inmediatamente de la ascensión de Hitler (básicamente gente acomodada y clase intelectual). Posteriormente, los casos de emigración no eran gratuitos, los judíos fueron presionados en "buen lenguaje" para abandonar Alemania, esto se financió mediante medidas de incautación de todas sus bienes, valores y propiedades; en otros casos, los judíos acaudalados debían prestar apoyo a quienes no podían solventar los gastos.
Una segunda fase combinada con emigración, arrestos (campos de concentración), deportaciones masivas y forzadas de judíos de Alemania y los territorios anexados.
Austria, Los Sudetes, el Protectorado de Bohemia y Moravia, inicialmente. Por lo general fueron expulsados hacia el Este europeo; y,
La tercera fase, desatada la guerra
Los primeros síntomas de gravísimas ejecuciones sumarias en el Gobierno General (Polonia) empezaron a ser latentes, agudizándose con la invasión de junio de 1941 a la Unión Soviética, a la que el Mando alemán bautizó como “Los territorios ocupados del Este (URSS)”.
Desatada la guerra pasó lo que tenía que pasar ante la falta de previsiones realistas sobre el terreno.
Los alemanes literalmente se volvieron “locos”, con millones de prisioneros y poblaciones de judíos a rebosar (septiembre de 1939) que iban cayendo dentro de su área de influencia. Las cosas se pusieron peor con la invasión a la URSS (junio 1941). Las tropas no sabían que hacer con los judíos que se encontraban en los territorios ocupados. Las autoridades nazis de ocupación siempre complacientes y compitiendo por el favor del Führer, por propia iniciativa o presionadas por los mandos políticos nazis y de las SS, iniciaron las ejecuciones sumarias y matanzas colectivas (participaron tanto miembros de las fuerzas armadas alemanas como de las SS hitlerianas y colaboradores locales). Y, con eso no quiero decir que no haya habido ejecuciones anteriores, las hubo en los campos de concentración creados ya en el mismísimo 1933.
Hitler se reúne con Husseini en noviembre de 1941, en la que, aparentemente, surgió el comentario que relata el señor Netanyahu. Tenemos una fecha clave en la historia de la “solución final”: 20 de enero de 1942
Heinrich Himmler. Reinhard Heydrich y Adolf Eichmann, piezas claves en el programa nazi de la “solución final del problema judío”
"Oficializar” algo que ya estaba ocurriendo desde antes de la guerra y en los dos primeros años de la misma: Las deportaciones masivas de judíos hacia el este europeo, la concentración de comunidades judías en ghettos y las ejecuciones sumarias sistemáticas, mediante fusilamientos y asesinatos de todo tipo de los judíos en los territorios ocupados del Este y en el Gobierno General (Polonia). Esta última tarea recaía en los Eizengruppen de las SS.
Quien dirigió esta Conferencia fue el SS Reinhardt Heydrich, Jefe de la Oficina Central para la Seguridad del Reich (RSHA), el conocido y tristemente célebre Adolf Eichmann participó como secretario de la reunión, de esas deliberaciones se hicieron actas secretas que debieron ser destruidas. En 1947 una copia apareció en el Ministerio de Relaciones Exteriores, entre los documentos del subsecretario Martin Luther, que murió en mayo de 1945 (Luther participó en la Conferencia de Wannsee). Aquí una aclaración, la mayor parte de los participantes en Wannsee murieron antes del final de la guerra o en fechas mediatas de la posguerra. De ahí la importancia futura de Eichmann como testigo sobreviviente.
La reunión (Wannsee) fue ordenada por Hermann Goering, el 31 de Julio de 1941, el documento existe!
Transcribo la breve carta de Goering a Heydrich:
“Complementando la tarea puesta a su cargo en el edicto fechado el 24 de enero de 1939, y que consiste en resolver la cuestión judía de la manera más conveniente posible, dada las condiciones presentes, por medios de emigración, o de evacuación, le encargo que efectúe los preparativos necesarios relacionados con la organización y los aspectos prácticos y materiales, con objeto de conseguir una solución global [Gesamtlösung] de la cuestión judía en las esferas de influencia alemana de Europa. En la medida en que esto atañe las competencias de otras instancias centrales, éstas deberán ser involucradas. Le encargo, además, me someta con rapidez un plan global de las medidas prácticas materiales y de organización, para la ejecución de la deseada solución final [Endloesung] de la cuestión judia.GÖRING ”
En honor a la verdad histórica, como se habrán percatado, a enero de 1942, Hitler se encontraba en el poder de Alemania ya casi 10 años, su política inicial, aunque con un discurso incendiario era forzar desde la emigración voluntaria hasta la expulsión de la judería europea y eso se llevó a cabo, de allí que centenares de miles de judíos alemanes y europeos emigraran en los años 30 a costa de suntuosas cifras de dinero o entrega de sus bienes o el comiso de los mismos.
No era necesario impartir una orden escrita para algo que ya se estaba realizado.
Hitler aprendió la lección para no dejar huellas del crimen, como es el caso de la Aktion T4 -eutanasia- El documento firmado por Hitler existe, él ordena la eliminación física de toda persona incapaz de valerse por si misma.
La autorización firmada por Adolf Hitler para iniciar el programa de eutanasia Aktion T4
Volviendo a nuestro asunto, las directrices, como la carta citada de Goering a Heydrich, es una de las muchas evidencias y pruebas existentes. Quiero recordar que los participantes de la Conferencia de Wannsee eran, en su gran mayoría, abogados con un coeficiente intelectual alto, sabían lo que hacían y como ocultar referencias que pudieren filtrarse y comprometer el programa.
Como hemos dicho, los nazis no eran ningunos idiotas, también urgían de mano de obra para su industria bélica y ante la escasez de trabajadores cualificados, debieron recurrir a los prisioneros (judíos incluidos) y al reclutamiento de extranjeros bajo su área de influencia. La mayoría de trabajadores eran ciudadanos de diversos países europeos, sectores tan neurálgicos como la industria armamentista y desarrollo del naciente misil balístico necesitaba mano de obra calificada, los obreros extranjeros provenían del sector industrial y fueron sometidos a salarios de miseria y condiciones de vida restrictivas, padecimiento de hambre y hacinados en los campamentos alrededor de las fábricas, pero “gozaban” de una “mejor” condición de vida que el simple prisionero sometido a trabajos de esclavitud (prisioneros de guerra, judíos, presos políticos, etc).
Aquí debo poner una nota aclaratoria. Mi razonamiento personal como jurista y que lo expuse en mi tesis doctoral. Basado en el ordenamiento legal de la época, por falta de jurisdicción y competencia para juzgar a los criminales de guerra ante un Tribunal Internacional integrado por las potencias vencedoras y sin que haya existido una ley internacional previa, se cuestiona, como muchos otros juristas lo hacen, el marco legal para constituir el Tribunal Penal Internacional de Nuremberg. No es que no existiera ley, las leyes nacionales de los estados si preveían los crímenes de guerra y su respectiva sanción penal para este tipo de atrocidades. Salvo una ocupada Alemania sin gobierno, los demás estados europeos, de forma soberana ejercieron su capacidad legal para juzgar a los criminales nazis; y, en la práctica así sucedió. Excepcionalmente (y esa es la polémica), el principal proceso contra los máximos dirigentes del gobierno de la Alemania nazi se constituyó por un Tribunal Internacional conforme las resoluciones tomadas por los Aliados dentro del marco jurídico de lo que luego vendría a ser las Naciones Unidas. En igual sentido, dentro del territorio alemán se llevaron a cabo otros procesos de corte militar, ya que Alemania estaba bajo ocupación por el Consejo de Control Aliado, que en la práctica era la autoridad legal y soberana de Alemania ante la inexistencia del gobierno tras el colapso de la Alemania nazi, esto dentro del marco del Derecho Internacional es plenamente legal. En los procesos en sí, debemos reconocer que casi toda la evidencia material y documental es verídica; la parte testimonial suele ser cuestionada por algunos vicios, que en lenguaje jurídico implica la duda razonable.
Algunos extractos del discurso de Himmler (6 octubre 1943 Posen):
“Hay un principio que debe constituir una regla absoluta para los SS: debemos ser honrados, correctos, leales y buenos camaradas ante las gentes de nuestra misma sangre, pero con nadie más. Qué pasa con los rusos, con los checos, me es completamente indiferente. La sangre de buena calidad, de la misma naturaleza que la nuestra, que los demás pueblos puedan ofrecernos la tomaremos y, si es necesario, cogeremos sus hijos y los educaremos entre nosotros.
No debemos ser duros y despiadados si no es necesario, está claro. Nosotros los alemanes, que somos los únicos en el mundo que tenemos una actitud decente con los animales, debemos también adoptar una actitud decente con estos animales humanos, pero sería un crimen contra nuestra sangre preocuparse por ellos o darles un ideal.
Deseo mencionar aquí con la mayor claridad un capítulo particularmente difícil. Entre nosotros debe ser mencionado una sola vez, con mucha claridad, pero en público nunca hablaremos de ello. Me estoy refiriendo a la evacuación de los judíos, al exterminio del pueblo judío. “el pueblo judío será exterminado”, dice cada camarada del partido. “está claro, está en nuestro programa. Eliminación de los judíos, exterminio, y lo llevaremos a cabo”.
Y luego vienen 80 millones de buenos alemanes y cada uno de ellos tiene un “judío decente”. Por supuesto, los demás son unos puercos, pero éste es un judío de “buena calidad”. Ninguno de los que hablan así han visto los cadáveres, ninguno estaba presente.
La mayoría de vosotros sabéis lo que significa cuando hay tendidos 100 cadáveres, o 500, o 1.000. Haber pasado por eso y –salvo las excepciones producidas por la debilidad humana- haber seguido siendo decentes, es lo que nos ha endurecido. Ésa es una página de gloria en nuestra historia que nunca se ha escrito y que nunca se escribirá…
… Y decidí también en este punto que debía encontrar una solución final. Pues no me pareció que se justificara exterminar - quiero decir matar u ordenar que mataran - a los hombres; pero, ¿dejar a los niños que crezcan y se venguen contra nuestros hijos y nuestros nietos?...” (1)
(En la Nota 1 al pie de página podrán encontrar los enlaces para escuchar el audio original alemán del discurso de Himmler, así como su transcripción completa al inglés).
Uno de los testimonios claves de esta trágica parte de la historia contemporánea es Adolf Eichmann. Debo advertir, si queremos ser ecuánimes y justos, que no recomiendo leer nada de lo que haya publicado el gobierno israelí después de la captura de Eichman en la Argentina en 1960, el hombre, obviamente, fue presionado.
Algunas reflexiones sobre el manifiesto de Netanyahu
”Israel solo sobrevive gracias a las reparaciones alemanas, a la ayuda norteamericana, a los regalos franceses e ingleses y a los donativos de la Diáspora”, afirmaba en la década de 1960 uno de los escasísimos revisionistas que merecen mención, Paul Rassinier (quien realizó un metódico trabajo, no tanto negacionista sino investigativo con cierto fundamento legal). En 1960 aparece Eichamann en Israel, “no era el propio Eichmann quien comparecía como acusado, sino Alemania, amenazada de ver a todo su personal político dirigente acusado ante la conciencia universal en el curso del proceso: todos los Ministros y los miembros más influyentes de la mayoría del Canciller Adenauer eran susceptibles de ser acusados de connivencia con el nazismo para torpedear el proceso. Se trataba, por lo tanto, de un caso de chantaje, ni más ni menos: O Alemania aceptaba el trato que de un modo implícito le era propuesto, o no había ya gobierno alemán posible”. (2)
En conclusión, como hipótesis, nos atrevemos a sugerir, que estas declaraciones del señor Netanyahu, quien inmediatamente voló para Berlín a reunirse con su colega Merkel, esconde en el fondo una nueva reclamación israelí al gobierno alemán, ya sea financiera o armamentista (aparentemente así sucedió).
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