por Tito Andino
Rememorando los 60 años del asesinato del presidente John F. Kennedy
Existe una inmensa literatura sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963, si acabaron con Kennedy significa que cualquier otro presidente o persona puede ser destruida si se atreviese a desafiar ese poder, una lección que jamás será olvidada por los posteriores inquilinos de la Casa Blanca. Es presumible que la evidencia seguirá siendo desviada a través de la desinformación y propaganda que proviene de indistintas agencias del gobierno estadounidense e incluso del extranjero.
Es probable que debido al transcurso inexorable del tiempo mucha gente joven desconoce la historia del crimen, la inmensa mayoría de personas ni siquiera habíamos nacido cuando ocurrió y, de saberla, creeremos a rajatabla en la versión oficial que nos imparten en las escuelas y que bombardean los medios comerciales con cierta periodicidad. El engaño persiste, a la vez que nuevas generaciones tienen la oportunidad de encontrar vasta evidencia documental para aseverar que fue el estado de seguridad nacional de los Estados Unidos (incluye varias agencias), probablemente bajo complicidad foránea, quien perpetró el asesinato de JFK.
No tenemos intención de entrar aquí en ningún otro análisis o debate sobre el caso. Seleccionamos tres artículos publicados previamente en los que se habla de una trama secreta que implica a Israel, casi todos los datos concuerdan, hasta diría que encajan en el puzle, y existen más (publicamos dos artículos de Laurent Guyénot, quien también escribiera en 2013 un ensayo titulado "Who killed Kennedy: CIA, LBJ, or the Truly "Unspeakable"?" (¿Quién mató a Kennedy: la CIA, LBJ o lo verdaderamente "indecible"?).
La "mala" noticia es que todo seguirá siendo una hipótesis, ¿quién conoce cien por cien la verdad absoluta?... los verdaderos responsables seguramente habrán ya fallecido y lo más previsible es que esas evidencias documentales -que nunca llegaron a ser desclasificadas- hayan desaparecido para siempre.
¿Qué enemistó al verdadero poder con JFK para que lo asesinaran? Resulta difícil encontrar una causa fundamental para el crimen. En sus discursos JFK brindaba esperanza a las masas, es digno de mención el recordado discurso en la Universidad Americana (junio de 1963) en que expuso una nueva y pacífica política exterior estadounidense, de hecho, esa es una buena hipótesis para derrocarlo. Se debe prestar atención a la política estadounidense de esos días, se percibía una creciente hostilidad de gente cercana al poder; según los rivales políticos de JFK éste era un presidente débil y "permisivo" con el comunismo, lo acusaron de promover el anticolonialismo, de intentar normalizar las relaciones con Cuba, la distensión con los soviéticos mediante la carrera espacial en armonía. Esos son algunos eventos significativos que enfurecieron a los halcones dentro y fuera de casa. Otros son más graves, como proponer frenar la carrera armamentística, firmar el Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares, negociar para poner fin a la Guerra Fría, fiscalizar el proyecto nuclear israelí, Kennedy estaba decidido a evitar que Israel adquiera armas nucleares... En casa los Kennedy preparaban el relevo del vicepresidente Lyndon Johnson por deslealtad política e investigaciones por corrupción...
John Fitzgerald Kennedy pronuncia el Discurso por la Paz en la Universidad Americana de Washington, el 10 de junio de 1963. El discurso fue tan sorpresivo que no lo conocían en el Departamento de Estado ni en la CIA. Anunció una reunión con Nikita Kruschev para dialogar como poner fin a la carrera armamentista. Meses después fue ultimado en Dallas (Foto: Arnie Sachs/CNP/Getty Images). Un extracto del discurso: "... ¿Qué tipo de paz quiero evocar? ¿Qué tipo de paz buscamos? No una Pax Americana impuesta al mundo por las armas de guerra estadounidenses; no la paz de la tumba o la seguridad del esclavo. Estoy hablando de una paz genuina, el tipo de paz que hace que valga la pena vivir la vida en la tierra; el tipo de paz que permite a los hombres y las naciones crecer, tener esperanza y construir una vida mejor para sus hijos; no solo paz para los estadounidenses, sino paz para todos los hombres, no solo paz en nuestro tiempo, sino paz en todas las épocas...". (El discurso completo puede ser consultado en internet).
Tampoco debemos santificar a JFK, fue él quien autorizó la invasión de Bahía de Cochinos, su gobierno se implicó en la crisis de los misiles y, aunque suele decirse lo contrario, Kennedy aceptó la retirada de tropas estadounidenses de Vietnam solo en el caso de una rápida y contundente victoria militar (que no sucedería).
Razones para una conspiración que culminó con el magnicidio del presidente Kennedy hubo y sobradas. Imposible será determinar nombres, no sabremos nunca cuántas personas se hallaban involucradas o cuántas agencias conocían, participaron o encubrieron los hechos.
Citemos de memoria algunas distintivas teorías (hay tantas hasta el punto que suele volverse difícil recopilarlas): La insatisfacción del "Estado Profundo"; los servicios secretos; la Reserva Federal (teoría de la impresión de billetes "legales" aparte de los emitidos por la Reserva Federal); la conexión nazi con el asesinato; Richard Nixon; el Pentágono; la conexión texana (Lyndon B. Johnson-Billie Sol Estes); Lyndon B. Johnson y ex convictos francotiradores; Lyndon B. Johnson e Israel; Lyndon B. Johnson y su abogado Edward Clark, a quien Reader's Digest lo calificaba como el "jefe político secreto de Texas". Clark se habría jactado en privado de su participación en el asesinato de JFK; los grupos de la derecha cristiana; la CIA; la CIA junto a exiliados cubanos; la CIA y el crimen organizado; la CIA y agentes israelíes; la KGB; la Mafia y el FBI (J. Edgar Hoover); las aparentes alianzas o hasta rivalidades entre la mafia y anticastristas; Jacob Rubenstein y los judíos; Fidel Castro; una conspiración mafiosa por sí sola; la conspiración israelí; organizaciones soviéticas; etc., etc. Y, olvídese, no vamos a pasar a la conspiranoia pura de los reptilianos y otros extraterrestres o de los muy "populares" Illuminatis, o hasta el espíritu de Marilyn...
Ahhh! me olvidaba de otras dos teorías; una dice que "la propia Jackie Kennedy disparó el tiro letal con una pequeña pistola debajo de la barbilla" porque "sus movimientos fueron definitivamente ANORMALES justo antes y después del disparo. Ella extrañamente agarra su cabeza y debajo de su barbilla justo antes del disparo ... (el film de Zapruder muestra una bocanada de humo blanco alrededor de su cabeza justo después del disparo, y luego ella está ARRASTRÁNDOSE en la parte trasera de la limusina mientras el tipo del servicio secreto señala puntos en el maletero trasero y ella los está limpiando, o agarrando casquillos de bala..."; al parecer Jackie ya "pensaba" irse con el magnate Aristóteles Onassis. La otra "teoría" nos da la opción de recurrir a los psíquicos, basta con decir que el caso puede ser resuelto de esa manera... si así requiriere la justicia.
Volviendo a lo serio, la muerte de JFK seguirá manteniendo el estatus moral de crimen sin resolver, lo que comúnmente suele denominarse "teoría de la conspiración". No debemos ridiculizar ciertas hipótesis planteadas en experticias investigaciones. Las denominadas "teorías de la conspiración" (fundadas o infundadas) no pueden confundirse con la difusión conocida popularmente como "conspiranoia", estimulada incluso por el Poder, cuyo obscuro propósito es evidente, causar revuelo y desinformar.
Es normal que quienes disfrutan de la comodidad de ser "informados" por las grandes corporaciones de noticias y gustan "salvar" sus pensamientos, alejándose del razonamiento crítico, por sí mismos o influenciados por las comerciales news, vociferarán "¡ OTRA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN!". Alguien sabiamente escribió que la frase "teoría de la conspiración" es una iniciativa (creación) de los estamentos de poder a través de lo que denominamos "estado de seguridad". Por lógica el término consigue su propósito, que no es otra cosa que menoscabar la evidente realidad, lo incuestionable, incontrovertible. En el caso JFK, es palmario de que más de un tirador estuvo implicado. Hay otro aspecto a destacar, la teoría de la conspiración podría -aún- ser comprobada, las investigaciones legítimas realizadas por autoridades competentes fueron menospreciadas y descartadas por la Comisión Warren; y, tanto la CIA, el FBI y otros aparatos del estado de seguridad nacional se han encargado de ir desapareciéndolas.
El "Tribunal Ad-hoc" -Comisión Warren- fue constituido por rivales y enemigos de JFK, su decisión final ordena conformarnos con su fallo. Establecieron que Lee Harvey Oswald actuó solo (el asesino solitario), no existió conspiración alguna sea nacional o extranjera. La Comisión afirmó que Oswald disparó la llamada "bala mágica" (Prueba 399 de la Comisión) que entró en la espalda de JFK y salió de su cuello y luego entró en la parte trasera del gobernador John Connally, que estaba sentado en el asiento delantero, zigzagueando en múltiples direcciones, causándole cinco heridas y luego emergiendo en perfectas condiciones.
Muchas hipótesis surgieron durante la investigación e Informe final de la Comisión Warren de 1964, ahora en los archivos del Gobierno Federal, algunas han sido señaladas como teorías de la conspiración junto con las contradictorias historias sobre Oswald.
Los miembros de la Comisión Warren presentan oficialmente su informe sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy al presidente Lyndon B. Johnson, 24 de septiembre de 1964. De izquierda a derecha: John McCloy (sin cargo público), J. Lee Rankin (consejero jurídico), el senador Richard Russell, el congresista Gerald Ford, el presidente del Tribunal Supremo Earl Warren, el presidente Lyndon B. Johnson, Allen Dulles (ex director de la CIA), el senador John Sherman Cooper y el congresista Hale Boggs. (Sala del Gabinete, Casa Blanca, Washington DC. Foto de la Casa Blanca de Cecil Stoughton, vía Biblioteca LBJ). El Informe Final consta de 888 páginas, pero toda la investigación consta de 26 volúmenes de testimonios y anexos (26.000 páginas): Informe general, lista de conclusiones; audiencias y pruebas de la Comisión; sesiones ejecutivas de la Comisión; reuniones del personal de la Comisión; documentos de la Comisión. Se recibieron un total de 50.000 documentos de la CIA, FBI, Servicio Secreto, Departamento de Asuntos Internos, Departamento de Policía de Dallas, hallazgos de balística de la Comisión, etc. La conclusión de la Comisión Warren es: se dispararon tres balas durante el asesinato y Lee Harvey Oswald había disparado las tres desde el Depósito de Libros Escolares de Texas. (Como curiosidad, si alguien está interesado tenemos un artículo en este blog sobre John McCoy el libertador de los asesinos de despacho nazis)
Insistiremos que existe suficiente evidencia para determinar que hubo una conspiración, más allá de toda duda razonable. Sin caer victimas de una elaborada desinformación, como simples mortales, luego de engullir "toneladas" de material, los indicios y presunciones son inequívocos, se trató de un GOLPE de ESTADO a secas. El presidente Kennedy fue asesinado en un complot o conspiración del más alto nivel en que pudieron implicarse tanto miembros de la máquina imperial del complejo militar como una o diversas agencias representativas del estado de seguridad nacional, sin descartar una confabulación, o influencia directa, o complicidad de entidades extranjeras (como se expone en las tres ponencias anteriores). Muchos querían a Kennedy fuera de acción, probablemente el método sería lo discordante.
Vincent Salandria (fallecido en 2020), brillante abogado de Filadelfia, le denominó "un falso misterio", como autor del libro "False Mystery: Essays on the Assassination of JFK" (2004):
"Después de más de medio siglo, la verdad histórica del asesinato del presidente John F. Kennedy finalmente se ha establecido más allá de la disputa racional. El asesinato de Kennedy es un falso misterio. Fue concebido por los conspiradores como un falso misterio que fue diseñado para causar un debate interminable. El propósito del prolongado debate era oscurecer lo que era clara y llanamente un golpe de Estado. En pocas palabras, el presidente Kennedy fue asesinado por nuestro estado de seguridad nacional de los Estados Unidos para abortar sus esfuerzos por llevar la Guerra Fría a una conclusión pacífica".
Esto es lo único que debería ser debatido, lo único que debería preocuparnos. JFK no murió por los presuntos tres disparos realizados por Lee Harvey Oswald desde el depósito de libros. Las evidencias están allí, menos para el gobierno. Por sentado, esto será una hipótesis porque un tribunal ad-hoc (Comisión Warren) determinó que hubo solo un asesino solitario (convenientemente silenciado) y el caso cerrado. No obstante, nada sobre la "versión oficial" tiene sentido ni con sesenta años de narrativas cuidadosamente elaboradas que han sido rebatidas en este largo trayecto.
Se vuelve innecesario repasar tantas historias sobre lo mismo (salvo que sea trascendental, anotamos dos en los siguientes párrafos). En diferentes estilos y formatos se ha escrito y publicado interminables análisis. Lo común de casi toda esa narrativa propagandística es la repetición de "la gran mentira" una y otra y otra vez: La culpa es exclusividad de Lee Harvey Oswald, él le disparó al presidente en la espalda y en la cabeza desde el Depósito de Libros Escolares de Texas.
Es preciso señalar que nadie tiene el "monopolio" de la verdad, ni siquiera los aparatos de seguridad estadounidenses (peor quien escribe estas líneas. Quién sabe, algún día recibimos una buena reprimenda y jalón de orejas por "conspiranoicos" y nos sorprendan iluminándonos con la verdad absoluta...) Solo intuimos que parte de esa verdad, con fuentes reales, creíbles y demostrables, puede encontrarse, por ejemplo en:
La versión larga del documental JFK Revisited: Through the Looking Glass (2021), (JFK revisitado: a través del espejo) de Oliver Stone (cuatro horas de película), es solo la parte visible de la investigación, para conseguirlo se evaluaron y reevaluaron documentos, transcripciones y entrevistas de respaldo. El documental que se presentó al público dura dos horas, algunos de sus exponentes son John M. Newman (de JFK y Vietnam y Oswald y la CIA), David Talbot (autor de El tablero de ajedrez del diablo), Robert F. Kennedy Jr., James K. Galbraith, el Dr. Cyril Wecht y el Dr. Henry Lee. Una conclusión del documental es que el Pentágono y la comunidad de Inteligencia tenían en acción agendas diferentes al presidente, la CIA se adelantó a Kennedy y lo eliminó.
Es necesario hacer una objetiva aclaración, la primera película de Oliver Stone, "JFK" de 1991 fue producido por Arnon Milchan que resultó ser "un importante agente encubierto de la inteligencia israelí", conforme demuestra Laurent Guyénot en anteriores ensayos, lo que pone en cuarentena al film, agentes israelíes y de la CIA metieron mano en el guión. Lo valioso de JFK de Stone (1991) es que, de todas formas, el establishment se alarmó e intentó desacreditarlo y como un bumerán ante la obstrucción a la transparencia tuvieron que aprobar la Ley de Recopilación de Registros del Asesinato del Presidente John F. Kennedy en 1992.
El documental JFK Revisited (2021) complementa otras valiosas investigaciones, como "JFK and the Unspeakable" (JFK y lo indecible) de James W. Douglass; "Case Closed" (Caso Cerrado) de Gerald Posner; "Crossfire" (Fuego Cruzado) de Jim Marrs; "Brothers: The Hidden History of the Kennedy Years" (Hermanos: la historia oculta de los años Kennedy) de David Talbot; "Last Word: My Indictment of the CIA in the Murder of JFK" (Última palabra: Mi acusación a la CIA por el asesinato de JFK) de Mark Lane.
Nuevas "evidencias" y pseudo debates
Existió, existe y continuará por siempre el encubrimiento oficial. La desinformación y pseudo debates que aparecen últimamente demuestran cierta desesperación por enredarnos cada vez más con nuevas historias, versiones y declaraciones de gente senil, en pleno ocaso de sus vidas. ¿Más pistas falsas?, sin duda. Así es como se revive periódicamente la polémica, pero cuya esencia trascendental es ocultar furtivamente lo importante: ¿Quién mismo asesinó a JFK?.
Desde hace unos meses estamos aturdidos y abrumados ante esas nuevas "evidencias" y pseudo "debates" televisivos y otros formatos que los medios alineados con el estado profundo y el estado de seguridad nacional estadounidense nos obligan a consumir. Aparecieron recientemente otros reportes, "evidencias" que surgen tras las declaraciones de ex agentes del servicio secreto que formaron parte del equipo de seguridad de JFK en Dallas - Texas, el día del crimen (22 de noviembre de 1963), esto es aprovechado por las grandes corporaciones de noticias, son esos medios quienes se prestan a brindar shows televisivos y "debates" entre hombres "sabios". Este tipo de tertulias tiene el morbo de romper la cabeza al interesado por la historia del magnicidio, mientras hacen eso se aseguran de infiltrar una serie de falsedades que refuerzan la tesis del gobierno.
¿Han prestado atención al incesante río de publicaciones previo al sexagésimo aniversario del asesinato de JFK?, (la crisis Israel-Palestina amainó mucho su difusión). Son pistas falsas. Insistamos, estamos frente a una programada desinformación a través de pseudo debates. De lo último en aparecer (que merecen ser citados) están las publicaciones de The New York Times y Vanity Fair que recogen las palabras de otro ex agente del Servicio Secreto y miembro de la seguridad del presidente Kennedy en Dallas, Paul Landis (hoy un anciano) quien se describe como la persona que encontró la famosa "bala mágica", ahora dice que él la colocó en la camilla de Kennedy en el Hospital Parkland, no lo dijo a nadie durante todas estas décadas. Con este acto Landis pone en duda la afirmación de la "bala mágica" de la Comisión Warren.
New York Times y Washington Post durante mucho tiempo vienen siendo los portavoces de la CIA. Un artículo del New York Times, de Peter Baker (corresponsal jefe de la Casa Blanca y ex miembro del Washington Post) titula "JFK Murder Witness Breaks His Silence and Raise New Questions" (Testigo del asesinato de JFK rompe su silencio y plantea nuevas preguntas). El artículo de Vanity Fair está escrito por James Robenalt, colega de John Dean (caso Watergate) se titula "A New JFK Assassination Revelation Could Upend the Long-Held ´Lone Gunman´ Theory" (Nueva revelación del asesinato de JFK podría poner patas arriba la teoría del ´pistolero solitario´ de larga data).
Esos títulos inducen al escepticismo, señala Edward Curtin, autor del artículo "Another Magical JFK Assassination Pseudo-Debate and Limited Hangout" (Otro pseudo-debate mágico sobre el asesinato de JFK y un lugar de reunión limitado), septiembre 2023 para Off-Guardian.Org. "¿`Nuevas preguntas´? ¿No tenemos ya las respuestas que necesitamos? ¿Podría poner patas arriba la teoría del 'pistolero solitario' de larga data? Así que debemos seguir debatiendo e investigando lo obvio. ¿Por qué? Para proteger a la CIA". "Balas fantasmas y mucha magia entran en la creación y destrucción de este cuento contado para camuflar la culpa de la CIA en el asesinato del presidente Kennedy. Si crees en la magia y el misterio, Peter Baker de The New York Times tiene estas palabras para ti, si puedes entenderlas".
Fomentar los pseudo-debates y la confusión es una estrategia utilizada por las agencias de inteligencia con el fin de desviar la atención de los hechos centrales de un caso que están desesperados por ocultar. El ejemplo práctico es la "bala mágica" de la Comisión Warren, a la que el morbo actual le pone una pisca de duda. ¿Por qué? simplemente porque es absurda, "posiblemente incorrecta", la gente hace valer sus funciones cerebrales y se da cuenta que esa parte de la historia es propaganda. Pero, ¿cuál es el juego? "Los artistas del encubrimiento están dispuestos a sugerir que podría estar mal para continuar debatiendo asuntos sin sentido basados en premisas falsas para solidificar sus mentiras centrales" (Curtin)
Sin contradecirnos, repasemos brevemente otras versiones de la CIA (más arriba hablamos de Paul Landis). Richard Helms de la CIA mintió a la Comisión Warren en marzo de 1964 con un memorándum conocido como el Documento 692 (Comisión Warren), el llamado "Dossier Oficial Oswald de la CIA", desclasificado en 1973. Helms escribió: "Se adjunta una reproducción exacta del expediente oficial de la Agencia sobre Lee Harvey OSWALD que comienza con la hoja de apertura fechada el 9 de diciembre de 1960". Peter Dale Scott deduce que la redacción cuidadosamente ideada de las mentiras de Helms sirvió para ocultar lo que la CIA necesitaba encubrir: "Que la CIA había lanzado recientemente una operación encubierta con el nombre de Lee Harvey Oswald (y quizás el propio Oswald), solo cinco semanas antes de que el presidente Kennedy fuera asesinado".
"Otra evidencia del complot para el asesinato son las copias falsificadas de documentos sobre Oswald, especialmente del Departamento de Estado, habían sido utilizadas como parte de una caza de topos por el jefe de CIA James Angleton desde el momento de la "deserción" de Oswald en 1959 a Rusia. Sin embargo, los cables de la CIA sobre Oswald en octubre de 1963 no tenían precedentes: la primera vez que la CIA inició información falsa sobre Oswald y la compartió con otras agencias.
Todo esto puede haber sido autorizado como parte de una operación de contrainteligencia. Pero después del asesinato, el ocultamiento de Helms de la existencia de esta operación a la Comisión Warren fue un asunto diferente".
En otras palabras, la "operación Oswald" se convirtió en el punto focal del consiguiente encubrimiento de la CIA y del perjurio de Helms", detalla Peter Dale Scott. Dice el referido investigador en su libro "Dallas '63: The First Revolt of the Deep State Against the White House", que hubo mentiras culpables y encubrimiento de muchos otros en altos cargos, incluidos individuos en el FBI, el Servicio Secreto, ONI y probablemente aún más agencias de inteligencia militar. Es decir, la CIA y el FBI no estaban solos en las falsificaciones sobre Oswald, posteriores al asesinato.
No cabe duda, el encubrimiento posterior al magnicidio fue generalizado al más alto nivel. "Las mentiras de la CIA difieren de las de otras agencias en dos aspectos importantes. Primero, la CIA estaba mintiendo sobre Oswald antes del asesinato, así como después. Específicamente, la CIA mintió sobre Oswald el 10 de octubre de 1963, en dos importantes y largos cables salientes... En segundo lugar, las mentiras de la CIA también han continuado con el tiempo, y pueden interpretarse como una obstrucción continua de la justicia".
También es interesante recordar las "aventuras" del agente del Servicio Secreto, Clint Hill, que viajaba en la parte trasera de la limusina presidencial, que bajaba y subía del vehículo presidencial para ir al vehículo de seguridad del servicio secreto. En el testimonio ante la Comisión Warren, Clint Hill dijo que lo hizo cuatro veces preocupado por la seguridad de Jackie Kennedy.
Eso deja la pregunta: ¿cuándo volvió a montar por cuarta vez? ¿cuándo volvió a desmontar?, ¿en dónde? Las películas caseras de Jeffries y de Amipa muestran detalles importantes.
¿Qué nos tiene que contar la medicina forense?
Repasemos algo de medicina legal o práctica forense en el mundo jurídico. El veterano patólogo forense y profesor de la Universidad Duquesne en Pittsburgh, Dr. Cyril Wecht (con experiencia en más de 21.000 autopsias y autoridad consultada sobre miles de otras muertes), es profundo conocedor del tema y autor del libro, "The JFK Assassination Dissected". Su hipótesis: un grupo reducido de agentes militares y de poder de la CIA, estuvieron detrás del asesinato. "Son personas que vieron a Estados Unidos ir al infierno en una canasta y estaban viendo cinco años más de John Kennedy, probablemente seguidos de ocho años de Robert Kennedy. Trece años es toda una vida en el desarrollo sociopolítico de un país. No había manera de que pudieran derrotar a los Kennedy en las urnas, de ninguna manera podrían haber tratado con él, solo había una manera de lidiar con eso y salvar a Estados Unidos como lo veían, en su celo super patriótico, y eso era eliminarlo".
Wecht no tiene pelos en la lengua: "El informe de la Comisión Warren es pura mierda", cree poder probar exhaustivamente que hubo un segundo tirador basado en pruebas técnicas específicas, "uno desde la parte trasera y otro desde el frente, disparos simultáneos y no solo uno desde atrás".
Parte de su prueba es proporcionada por un estudio acústico, gracias a un oficial de motocicleta de la policía que cometió un error involuntario: "Estaba saliendo del neumático trasero izquierdo de la limusina presidencial y estaba salpicado de sangre, cerebro y tejido, tanto que pensó que le habían disparado. Tenía su radio de motocicleta en la transmisión en lugar del modo de recepción que debería haber tenido, y fue una suerte ya que los sonidos en Dealey Plaza ese día fueron grabados ya que fueron transmitidos desde su radio. Ese estudio acústico fue realizado por los expertos acústicos de primer nivel aquí en los Estados Unidos y muestran de manera concluyente que hubo tomas desde la parte trasera y delantera, hubo cuatro tomas, si no cinco, bastante diferentes de lo que la Comisión Warren ha retratado".
La geometría de la "bala mágica" molesta a Wecht (prueba 399), explica cómo tuvo que cambiar de ángulo y dirección en varias ocasiones mientras atravesaba a dos personas (Kennedy y el Gobernador de Texas, John Connally).
Wecht sostiene que los hilos fueron movidos desde arriba, se forjaron las condiciones para el encubrimiento ya que el cuerpo de Kennedy fue llevado rápidamente a Washington para una autopsia. "Para empezar, tienes el cuerpo del presidente sacado del Hospital Parkland en Dallas en violación de las leyes de ese condado y del estado de Texas. La autopsia debería haber sido realizada por el médico forense local, que era un patólogo forense certificado, experimentado y calificado. Resulta que lo conozco, nos conocimos cuando ambos estábamos en la Fuerza Aérea hace muchos años en diferentes bases y en conferencias nacionales".
Un par de médicos navales, J. Thornton Boswell y James Humes, en el Hospital Naval de Bethesda - Maryland, realizaron la autopsia. Wecht señala: "Eran personas navales de carrera que nunca habían hecho una sola autopsia de herida de bala en toda su carrera. ¿Te das cuenta de lo difícil que es tratar con alguien que tiene múltiples heridas de bala para diferenciar entre entrada y salida, ángulo, trayectoria, secuencia y en el caso de JFK tienes que correlacionar todas sus heridas, con las varias heridas en John Connally? Es una tarea formidable. La idea de tener dos patólogos que nunca habían hecho una autopsia de herida de bala en toda su carrera, que no tenían entrenamiento en patología forense, es deplorable y despreciable".
¿Qué le sucedió al cerebro de JFK?. No pudo examinarse de inmediato. Wecht explica cómo un cerebro no se puede diseccionar inmediatamente ya que es demasiado frágil, por lo que se utiliza un producto químico para endurecerlo: "Retrocedes en dos semanas y puedes cortarlo como un huevo duro, no quiero ser crudo, pero solo piensa en eso, cortando un huevo duro en parallel fashion, rebanada por rebanada. Lo haces con un cerebro".
El problema es que dos semanas después, todo el cerebro de JFK no estaba allí. "Está en el informe de la autopsia, las secciones del cerebro no se hacen para 'preservar la muestra'. ¿Preservar el espécimen? ¿Para quién? ¿Para la repisa de la chimenea de Jackie Kennedy?" (Estas citas del Dr. Wecht son parte de un artículo de Chris Sweeney, autor y columnista de The Times, Daily Express, The Sun y Daily Record y varias revistas internacionales: "America's most controversial pathologist dissects JFK's assassination in explosive new book". (El patólogo más controvertido de Estados Unidos disecciona el asesinato de JFK en un nuevo libro explosivo)
Volvamos con los pseudo debates
En resumen, el artículo de Edward Curtin (Another Magical JFK Assassination Pseudo-Debate and Limited Hangout) argumenta que en el caso del asesinato de JFK, al público se le permite pensar lo que quiera, pero no se le permite saber la verdad. Desde la conclusión de la Comisión Warren es evidente que "ninguna persona honesta podría aceptar la teoría de la bala única". Y ese es el objetivo de este tipo de pseudo-debates. "La mentira que estaba destinada a cubrir la verdad del asesinato fue la mentira de que el asesinato es un misterio, que no estamos seguros de lo que sucedió, pero siendo ciudadanos libres de una gran democracia podemos discutir y debatir lo que ha ocurrido. Podemos peticionar a nuestro gobierno y unirnos a él en la búsqueda de la solución a este misterio. Esta es la esencia del encubrimiento".
"La mentira es que hay un misterio que debatir. Y así tenemos pseudo-debates. Debates sobre disputas sin sentido, basadas en suposiciones que son obviamente falsas. Esta es la forma que ha tomado la detención del crimen de Orwell en el asunto del asesinato del presidente. Estoy hablando del pseudo-debate sobre si el Informe Warren es verdadero cuando es obvia e indiscutiblemente falso. Tal vez muchas personas piensan que participar en pseudo-debates es una actividad benigna. Simplemente significa que la gente está debatiendo algo que es irrelevante".
Un debate se basa en una premisa con la que los debatientes deben estar de acuerdo, o no hay debate. En este caso del pseudo-debate la premisa es una mentira, las partes acuerdan mentir al público, sutil y malignamente. Las personas desprevenidas testigos del pseudo-debate no entienden que se les trasmite mentiras, no somos conscientes que se está pasando una premisa como si fuera la realidad. Curtin es muy claro al afirmar: "Ahora no sólo están protegiendo al Estado, ahora se están protegiendo a sí mismos, porque exponer la obviedad del asesinato y el falso debate sería revelar el papel corrupto de todas estas instituciones. Y no hay duda de que estas instituciones son maestras en la autoprotección. Por lo tanto, cualquiera que intente confrontar el verdadero encubrimiento debe estar preparado para enfrentar virtualmente a toda la sociedad. Y al hacer esto, uno inevitablemente va a ser marginado".
Algunas consideraciones legales
En 1992, el Senado de los Estados Unidos aprobó "The President John F. Kennedy Assassination Records Collection Act" (Ley de Recopilación de Registros del Asesinato del Presidente John F. Kennedy) y la creación y financiamiento de la "The Assassination Records Review Board" (Junta de Revisión de Registros de Asesinatos), que son de libre acceso para el público en los Archivos Nacionales.
La Ley JFK-1992 requiere que cada registro se divulgue públicamente en su totalidad y debe estar disponible en la colección a más tardar 25 años después de aprobada la ley. De acuerdo con las directrices del presidente Trump (26 octubre 2017), para el 26 de abril de 2018 los Archivos Nacionales publicaron 19.045 documentos clasificados sujetos a la mencionada ley. Los documentos publicados "fueron procesados por agencias de acuerdo con la instrucción del Presidente de que los jefes de las agencias sean extremadamente cautelosos al recomendar cualquier aplazamiento adicional". En la administración Biden (diciembre 2021, diciembre 2022 y entre abril y junio de 2023) se publicaron más de 2.600 documentos "clasificados", que han sido descartados por no contener ninguna información nueva.
No todos los documentos relacionados con la muerte de Kennedy han sido publicados. Sin embargo, desde octubre de 2017, la CIA y el FBI están violando esta ley. "Agencias como esas nunca divulgarán evidencia real de su propia culpabilidad, incluso suponiendo que no haya sido triturada, quemada y enterrada junto a Jimmy Hoffa hace décadas". Se afirma que aún están pendientes de ser revisados y publicados más de 10.000 documentos, nadie los ha visto, excepto en la Casa Blanca por quienes tuvieron acceso al más alto nivel.
Liberar esos documentos comprometería la seguridad nacional de los EEUU, es la única justificación (que tampoco la han dado). Entonces, ¿un caso judicial de 1963, cometido por una sola persona -según ellos- va a comprometer hoy la seguridad nacional?
En "JFK Assassination: 59 years of lies still haven’t buried the TRUTH" (Asesinato de JFK: 59 años de mentiras aún no han enterrado la VERDAD) Kit Knightly, concluye:
"¿Pero sabes qué? No importa. No necesitamos documentos oficiales para corroborar la evidencia de nuestros propios ojos, y no necesitamos permiso oficial antes de que podamos reconocer la verdad. Dejemos que los medios cuenten sus historias vacías a sus lectores menguantes, que sus mentiras envejecidas resuenen para siempre en titulares vacíos. Ninguno de nosotros les cree. Todos sabemos lo que realmente sucedió, y siempre lo hemos hecho".
En fin. Peter Dale Scott señala: uno no necesita ser un teórico de la conspiración para reconocer esto.
******
Fuentes de consulta:
Del editor de este blog:
- Meditaciones sobre la "verdad" del magnicidio de JFK
- Archivos JFK: El encubrimiento del asesinato del presidente
Otras fuentes:
Another Magical JFK Assassination Pseudo-Debate and Limited Hangout
The JFK Assassination: Why CIA’s Richard Helms Lied About Oswald
JFK Assassination: 59 years of lies still haven’t buried the TRUTH
America's most controversial pathologist dissects JFK's assassination in explosive new book
US government boldly scrutinized: Oliver Stone's new JFK documentary is a must-watch
Who killed Kennedy: CIA, LBJ, or the Truly "Unspeakable"?
JFK and the Unspeakable: Why He Died and Why It Matters
Clint Hill riding at the back of the presidential limo
J.F.K. Assassination Witness Breaks His Silence and Raises New Questions
... Más otras notas de prensa internacional.