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15 febrero 2016

LIBIA: Tragedia en el Mare Nostrum (I)


Qué demonios pasa con Libia?


Mare Nostrum o Nostrum Mare, es el nombre que dieron los Romanos Imperiales al Mar Mediterráneo. Literalmente "mare nostrum" significa "mar nuestro" en latín. También es usual utilizar el término Internum Mare (Mar Interno o Interior).


La primavera árabe en general y la Guerra de Libia en particular, son los acontecimientos estelares del 2011, junto con los movimientos de protesta supuestamente espontáneos que están teniendo lugar en todo Occidente. A diferencia de Iraq, con Libia no se han visto a las masas populares gritando "No a la guerra". 

Existen varios motivos. Uno de los más importantes es que la Guerra de Libia no ataca a los intereses de la oligarquía capitalista de Francia, sino que los defiende. El otro es la desinformación: según nuestros medios de comunicación, el mundo árabe ha decidido perrofláuticamente que quiere ser demócrata como sus "admirados" prohombres de Occidente, y Gadafi era simplemente un "sátrapa" que había que derribar. Pero ¿acaso no lo era Saddam Hussein? ¿Y no lo siguen siendo Mohamed VI (la familia real acumula el 75% del PIB de Marruecos) y el rey saudí Abdulá? ¿Y qué pasa con las dictaduras de Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin? ¿Por qué ha atacado la OTAN a Libia y por qué se ha armado, en tiempo récord, un extraño movimiento "rebelde", que en buena parte no es ni siquiera libio?

Para ver el origen de los problemas actuales, es necesario retroceder en el tiempo. Toda la orilla sur del Mediterráneo fue, durante la Antigüedad, de influencia fuertemente europea. Desde los bereberes del Rif hasta los faraones egipcios, los norafricanos eran de orígenes más europeos que africanos. Los fenicios (fundadores de Tripoli), cartagineses, griegos (fundadores de Cirene), macedonios y romanos, batallaron y conquistaron la orilla sur del Mare Nostrum. Durante el Imperio Romano, toda la costa norte de África era de cultura genuinamente europea-clásica, y florecieron ciudades que aun hoy dejan translucir su esplendor pasado. Fue con la caída del Imperio Romano que el norte de África —la mitad del Mediterráneo— se perdió para Europa. Y aunque los bizantinos, españoles, venecianos y genoveses mantuvieron muchas plazas, el Islam, la entrada de la cultura árabe y finalmente el Imperio Otomano, haría que el Magreb se alejase definitivamente de Europa hasta la época colonial. En el Siglo XIX, con la revolución industrial y el progresivo retroceso del Imperio Otomano, Europa vuelve a ganar protagonismo en Noráfrica.


PROYECTOS COLONIALES EN ÁFRICA: ITALIA Y RUSIA


Durante la Conferencia de Berlín de 1884, las potencias europeas, tirando de escuadra y cartabón, se reparten el mapa de África como un inmenso pastel. Los países más influyentes ―Gran Bretaña y Francia―, se quedan con las partes más jugosas del pastel, y los menos influyentes se conforman con las migajas. Así, mientras que a los españoles se nos adjudicaba la minúscula Guinea Ecuatorial, los franceses y británicos se quedaron con vastos territorios, llenos de materias primas y de enorme valor estratégico. Estados Unidos, que seguiría siendo una potencia continental hasta la guerra contra España en 1898, fue el gran ausente del reparto. Italia, un país recién constituido 23 años atrás, tendrá que esperar aun años para reclamar su parte.

La conferencia de Berlín, que supuestamente buscaba un reparto sensato, no supuso ni la paz ni el orden en el continente negro: al contrario, los problemas acababan de empezar. Por un lado, aunque se habían designado esferas de influencia, estas esferas no se hacían efectivas hasta la toma de posesión formal, y por otro lado, todavía quedaban territorios independientes (Liberia y Abisinia) y territorios que aun pertenecían al Imperio Otomano (entre ellos, Libia).

Italia, que se había quedado sin colonias, miró hacia un espacio que no estaba en el punto de mira de ninguna potencia europea: Abisina (actual Etiopía). El emperador local, Menelik II, había pactado en 1890 que los italianos controlarían Eritrea, es decir, la costa. En 1893, alegó que la versión etíope del pacto difería de la versión italiana y lo repudió, supuestamente para obtener una salida fiable al Mar Rojo. Los italianos cruzaron militarmente la frontera entre Etiopía y Eritrea, prendiendo la mecha de la Primera Guerra Italo-Abisinia.

Aunque Italia poseía superioridad tecnológica y armamentística, la victoria no pintaba tan fácil. Por un lado, los italianos eran pocos y carecían de una tradición militar sólida, y por otro, los etíopes no estaban solos: les apoyaba el Imperio Ruso. Alejandro III había concebido en 1888-89 un proyecto para establecer una "Nueva Moscú" a orillas del Mar Rojo, en lo que hoy es Yibuti. Al hacerlo, estaba entrando automáticamente en conflicto con franceses, italianos y británicos. El Zar incluso consiguió establecer contacto con las fuerzas del Mahdi (un líder rebelde que luchaba en Sudán contra los ingleses), mandando a un coronel cosaco, Nikolai Ivanovich Ashinov. Ashinov pretendía colaborar con Francia para utilizar a Etiopía como Estado-tapón ante el avance británico e italiano en el cuerno de África. Con ese objetivo lideró una expedición religioso-militar de 150 personas, que incluían un obispo, diez sacerdotes, veinte oficiales militares, y mujeres y niños. Pactó con una tribu local, se negó a entregar las armas a las autoridades francesas y estableció una colonia en Sagallo, Somalilandia Francesa (actual Yibuti). Rusia pretendía que esta colonia, en pleno estrecho de Bab el-Mandeb (bisagra entre el Mar Rojo y el Índico), se convirtiese en la "Somalia Rusa" y sirviese para ejercer de contrapeso al control británico de Suez, al control francés de Mandeb y al control turco del Bósforo, así como hacer de base para extender su influencia por todo el Cuerno de África, cerca de las codiciadas Indias. Sin embargo, los franceses despacharon dos barcos a la zona, dieron un ultimátum y bombardearon el asentamiento, matando a varios colonos (dos niños, cuatro mujeres y un hombre) y sofocando por tanto el sueño ruso cuando aun estaba en su cuna. Las colonias ultramarinas nunca se le dieron bien a la ultra-continental telurocracia rusa... pero Moscú no cejó en su empeño de penetrar en África a través del Mar Rojo.


Localización de Sagallo (colonia rusa) y Adua (batalla entre Italia y Etiopía).


El Negus (emperador) etíope, atacado por los italianos, mandó una delegación diplomática (sus príncipes y su obispo) a San Petersburgo en 1895. Rusia respondió con asesores, armamento y algunos voluntarios, incluyendo un equipo de cincuenta soldados a las órdenes de un oficial cosaco del Kubán, el capitán Nikolai S. Leontiev. También mandaría a Alexander K. Bulatovich, una curiosa combinación de oficial militar de caballería, monje ortodoxo, geógrafo, escritor y explorador. Este hombre acabaría haciéndose asesor y confidente del emperador etíope. El Zar consideraba a Etiopía de alto valor estratégico debido a que poseía las fuentes del Nilo Azul, vitales para Egipto ―que ya estaba empezando a caer en la órbita británica. Además, el cristianismo herético practicado en Abisinia interesaba estratégicamente a los patriarcas ortodoxos rusos (igual que les sigue interesando a día de hoy todas las variedades cristianas de Grecia, Próximo Oriente e India).

Los italianos acabaron confiándose demasiado, y sufrieron una derrota humillante en la Batalla de Adua (1896): 7.000 muertos, 1.500 heridos y 3.000 prisioneros. A 800 combatientes askari (etnia eritrea considerada "traidora" y colaboracionista con Italia), se les mutiló, amputándoles la mano derecha y el pie izquierdo. La tasa de muertes sufrida por el Ejército italiano en Adua fue mayor que la de cualquier batalla europea del Siglo XIX, si todos los imperios han tenido sus desastres (Roma en Teutoburger, Gran Bretaña en Khyber, España en Annual, Francia en Dien Bien Phu, etc.), el de Adua fue sin duda el desastre italiano por excelencia. Hubo graves disturbios en las ciudades italianas y el gobierno del primer ministro Crispi se derrumbó. El Tratado de Adis-Abeba estableció claramente la frontera etíope-eritrea y obligó a Italia a reconocer a Etiopía como Estado soberano e independiente. Este desastre, a diferencia del español de 1898, fue un desastre a medias: Eritrea se convertiría en una próspera colonia italiana, donde se desarrollaría la agricultura, la industria, la arquitectura y el ferrocarril, mientras que Etiopía se veía privada de su salida al Mar Rojo.

En 1911, mismo año en el que empezaría la guerra de España en el Rif, la prensa italiana, representando los intereses de las oligarquías nacionales, empezó a pedir una invasión a Libia, pintándola como una tierra rica en minerales y asegurando que se trataría de un paseo militar, con una población nativa hostil a los otomanos y sólo 4.000 soldados turcos defendiendo la plaza. Además, Turquía ya estaba lidiando con una revuelta en Yemen, y la mecha estaba a punto de prender también en los Balcanes. El Partido Socialista, que tenía mucha influencia sobre la opinión pública italiana, adoptó una postura ambigua; Benito Mussolini, que por aquel entonces militaba en sus filas, se opuso a la guerra.

Tripoli, Tobruk, Derna y Al-Khums cayeron rápidamente en manos italianas, pero una plaza estratégica turca fue más complicada de tomar: Bengasi. En las filas del Imperio Otomano luchaba un joven oficial llamado Mustafa Kemal Ataturk, posterior líder nacionalista turco. Los italianos también aniquilaron preventivamente las fuerzas turcas en Beirut (Líbano).

Esta guerra fue precursora de la Primera Guerra Mundial y del desmembramiento del Imperio Otomano. Por primera vez, se vería el empleo militar de la aviación: la primera misión de reconocimiento aéreo y la primera bomba lanzada desde un avión. Italia fue pionera en la militarización del aire, en parte gracias a las teorías del general Giulio Douhet, que revolucionó la geopolítica afirmando que el espacio aéreo añadía una tercera dimensión a las tradicionales dos dimensiones de la guerra, que la supremacía aérea sería crucial en las guerras del futuro y que los bombardeos sobre infraestructuras civiles podían decidir un conflicto bélico. Douhet fue el gurú de los ataques aeroquímicos: consideraba que la aviación debía emplear primero bombas explosivas para destruir los objetivos, luego incendiarias para incendiar las estructuras dañadas y luego gas venenoso para impedir la acción de los bomberos y equipos de rescate. Estas tácticas brutales se enmarcaban en el novedoso concepto de la "guerra total". Irónicamente, serían los angloamericanos los que, tres décadas después, llevarían estos principios a sus últimas consecuencias, en sus bombardeos masivos sobre Alemania y Japón.


Ataturk (izquierda) con un oficial otomano y tropas beduinas locales.


Como resultado de la Guerra Italo-Turca, Roma obtuvo las provincias otomanas de Tripolitania, Fezzan, Cirenaica (que componen la actual Libia) y las islas del Dodecaneso (actual Grecia).

La Segunda Guerra Italo-Abisinia estalló en 1935, durante el régimen fascista. Los problemas fronterizos entre la Somalia Italiana y Abisinia, fueron la excusa de Italia para volver a invadir lo que hoy es Etiopía y derrocar al emperador absolutista Haile Selassie. Mussolini autorizó el uso de lanzallamas, armas químicas, la ejecución de prisioneros, las represalias y el terror hacia la población en general.

Este proyecto italiano, mucho más ambicioso que los anteriores, tenía por objetivo establecer un puente entre el Mediterráneo y el Índico —sin pasar por el canal de Suez— y a la vez atenazar al canal. En España, Franco pensaba entrar en la guerra a favor del Eje, pero sólo si tomaban Suez, en cuyo caso España tomaría Gibraltar y el Mediterráneo quedaría asegurado como Mare Nostrum de nuevo; ése era el objetivo de toda la campaña del Norte de África y de las luchas de Rommel y Montgomery en Tobruk y otros lugares.

Del mismo modo que los portugueses intentaban unir Angola (Atlántico) y Mozambique (Índico), y los alemanes Namibia (Atlántico) y Tanzania (Índico), para no depender del Cabo de Buena Esperanza ni de Suez o Gibraltar, los italianos pretendían conseguir una continuidad territorial entre Libia y la Somalia Italiana. Sudán, en manos del Imperio Británico, frustraba esta posibilidad.


Proyecto geopolítico de Italia (1940-41). Rojo: imperio italiano. Rosa: territorios ocupados. La idea de Italia era unir su colonia libia con sus posesiones en el Cuerno de África, o al menos establecer un puente de transporte. Ello le habría permitido a Roma obtener una continuidad territorial desde la costa mediterránea hasta la costa del Índico, emancipándose de su dependencia de Gibraltar, Suez, el Mar Rojo y Yibuti, y acercándose peligrosamente a Iraq e Irán (donde habrían podido enlazar con efectivos alemanes procedentes del Cáucaso). Al III Reich, que compartía frontera con Italia, esta salida al Índico le interesaba también. Como venía siendo habitual, el Imperio Británico ya había cortado de tajo por anticipado cualquier intento de burlar su control de Suez: los ingleses habían ocupado una franja continua de terreno que iba desde Egipto hasta Sudáfrica, y Sudán dividía el proyecto italiano. De un modo parecido, la colonia británica de Zambia frustraba las ambiciones de los alemanes (Namibia y Tanzania) y/o de los portugueses (Angola y Mozambique) de obtener una continuidad territorial desde el Atlántico hasta el Índico. La mayor parte de las bisagras oceánicas estuvieron siempre en manos del Imperio Británico. La versión moderna del sueño italiano, gestionada esta vez por Gadafi, tenía una traducción sencilla e inaceptable para el atlantismo: China obtendría un puente desde el Índico hasta el Mediterráneo, pudiendo comerciar con Europa sin tener que pasar por Bab-el Mandeb (Yibuti, Yemen, Golfo de Adén, Mar Rojo) y el canal de Suez.


El sueño africano de Italia en el cuerno de África finalizó en 1941 con la caída de Eritrea en manos británicas, al final de la campaña de África Oriental. El emperador etíope Haile Selassie, que se había exiliado a Reino Unido, volvió al poder, y en 1952, la ONU reconocería la unión de Etiopía y Eritrea. En 1974, un golpe de Estado socialista derrocó a Selassie y convirtió Etiopía en un aliado del bloque comunista, en cierto modo coronando las antiguas ambiciones zaristas. Tras la caída del Telón de Acero, Etiopía y Eritrea se enzarzarían en cruentísimas guerras, que resultarían en su separación y en un tremendo caos en el Cuerno de África y en Yemen.

En tiempos más recientes, Gadafi había heredado el proyecto geopolítico italiano, lanzando un gasoducto hacia Italia (el Green Stream), involucránose en Sudán, entrando en el Cuerno de África y acercándose peligrosamente al Índico, al Atlántico, al Mar Rojo, y también al Congo. La respuesta del eje atlantista ha sido, entre otras cosas, independizar Sudán del Sur (banderas israelíes a destajo en la fiesta de independencia), apoyar al gobierno de facto somalilandés… y aniquilar Libia.

Los países-bisagra, a caballo entre dos o más mares (como España, Egipto, Israel, Arabia Saudí, Sudáfrica, Singapur, Yemen, Turquía, Panamá, etc.), son de una enorme importancia estratégica. En África, la única bisagra directa entre el Atlántico y el Índico es Sudáfrica, y es un país que queda lejos de los principales mercados (Europa Occidental, Norteamérica y Asia Oriental) y fuentes de materias primas (Golfo Pérsico y Caspio), interesándose más por Brasil e India, por lo que la opción marítima más común para Europa y China es tomar la ruta Gibraltar-Suez-Yibuti. Sin embargo, Gadafi estaba intentando fortalecer otras dos opciones. La primera era estabilizar, mediante pactos con las tribus locales, la franja (el Sahel) que va desde el Sahara Occidental hasta la costa de Sudán y Somalia. La segunda, intentar consolidar Sudán (en lugar del Atlántico) como la salida de las materias primas del Congo (la independencia de Sudán del Sur ha bloqueado el contacto de Sudán con las fronteras del Congo). China habría sido la gran beneficiada de esta política, ya que habría obtenido una salida al Mediterráneo y otra al Atlántico, sin tener que pasar por Bab el-Mandeb, Suez o Gibraltar.


EL REY IDRIS Y LA REVOLUCIÓN VERDE

Idris era un jefe local que en 1920 fue reconocido por el Imperio Británico como emir de Cirenaica, estableciéndose en la ciudad de Bengasi. Dos años después, fue también reconocido como emir de Tripolitania. Ese mismo año, que coincidió con las campañas militares italianas, Idris se exilió a Egipto, desde donde dirigió la guerra de guerrillas contra Italia. Durante la Segunda Guerra Mundial, luchó junto con el Imperio Británico en contra del Eje. Libia saldría de la Segunda Guerra Mundial como uno de los países más pobres del mundo, Idris volvería a establecerse como emir de Cirenaica y Tripolitania, y en 1951, con apoyo británico, se erigió como rey de Libia. Durante la época del panarabismo y los nacionalismos árabes, Idris mantuvo fuertes lazos con Reino Unido y Estados Unidos, albergando una base aérea estadounidense cerca de Trípoli y por tanto dándoles claramente la espalda a los movimientos árabes socialistas. Su política fuertemente pro-occidental le fue granjeando la enemistad de la mayor parte de su pueblo, especialmente después de la Guerra de los Seis Días (1967), en la que las principales potencias panarabistas se enfrentaron a Israel.

En 1969, por motivos de salud, el rey Idris abdicó en su sobrino. En Septiembre de ese año, mientras recibía tratamiento militar en el extranjero, su gobierno fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por Muammar el-Gaddafi, un abogado y oficial militar de 27 años que inmediatamente estrechó lazos con el líder egipcio Nasser, propuso un frente común para luchar contra Israel y comenzó a liquidar a sus opositores políticos dentro de Libia. Además, nacionalizó el petróleo, expulsó las bases militares extranjeras, y se colocó, aunque no incondicionalmente, bajo el paraguas de la URSS.


Gadafi en su época de ascenso político.


En 1977, Gadafi proclamó la Yamahiriya (Estado de las masas, o autoridad de la multitud), por la cual dejaba de ser dictador, delegando su poder en asambleas locales y tribales, aunque siguió controlando el Ejército y la política exterior. El pensamiento político de Gadafi es esencialmente social-tribal. Consideraba que la democracia representativa parlamentaria era una institución corrupta diseñada para dividir al pueblo y permitir la infiltración de entidades comerciales y financieras en los aparatos estatales. Defendía un partido único y una democracia directa y participativa, plagada de referéndums, no muy diferente a lo que muchos movimientos de tipo 15-M han pedido a lo largo de 2011.

La ideología de Gadafi se resume en el Libro Verde, a su vez dividido en tres libretos: La solución del problema de la democracia (Yamahiriya), La solución del problema económico (Socialismo) y La base social de la tercera teoría universal, títulos esenciales para comprender el régimen libio de entre 1969 y 2011.






PODEROSO CABALLERO ES DON PETRÓLEO. 

POLÍTICA PETROLERA DE GADAFI

Libia tiene en común con otros países árabes que es pobre y desértico… pero con petróleo a raudales. Se trata del país africano con más petróleo y gas natural, un crudo de alta calidad y bajo coste de extracción. El 95% de los ingresos de exportación del país procedía del oro negro; sin él, Libia habría sido una especie de Yemen mediterránea. Obviamente, esta enorme riqueza requiere un modelo político, económico y social estable para administrarla. El modelo de la mayor parte de petro-regímenes árabes (Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Qatar, Kuwait, Bahrein, etc.) es sencillo: una minúscula e impresentable oligarquía de familias reales, emires y jeques da manos libres a las multinacionales petroleras occidentales (destacando British Petroleum, Exxon Mobil ―Esso en Europa―, Chevron-Texaco, Royal Dutch Shell, etc.), y a cambio, éstas suministran a las oligarquías (fuertemente relacionadas con los servicios de Inteligencia de Reino Unido, Estados Unidos e Israel) una corriente ininterrumpida de dólares recién impresos y sin ningún tipo de respaldo. En Washington, la Reserva Federal imprime dólares y es como si imprimiese petróleo ―es el sencillo e inmoral negocio del petrodólar, que ya desencadenó en 1973 la Guerra del Yom Kippur. Estos petrodólares tienen, por lo general, dos salidas:

1- Financiar los caprichos de los jeques, por ejemplo: colecciones enteras de Rolls-Royce (uno de cada color del arco-iris), rifles de caza con dos cierres, centros mundiales del lujo como Burj-Dubai, palacios decorados con pieles de felinos, playas privadas, fiestas orgiásticas, propinas millonarias, camiones de talla mastodóntica, mansiones en el extranjero, cuentas en paraísos fiscales, pagar los destrozos de una fiesta en un hotel de cinco estrellas y cualquier vicio imaginable. Los típicos lujos de nuevo rico, propios de una casta sin tradición, que acaba de salir del tercermundismo más absoluto y que no tiene ni idea de qué hacer con tanto dinero, de modo que cae en manos del consumismo más atroz.

2- Financiar el radicalismo islámico sunnita, especialmente de la rama salafista. A través de redes comerciales, financieras y de Inteligencia, el dinero va a parar a las mezquitas, madrasas y células terroristas de Europa, el Magreb, Chechenia, Asia Central, India, Nepal, Bangla-Desh y especialmente Pakistán (donde engendró el movimiento talibán). Con esto se persiguen muchos objetivos: contener la expansión de la influencia chiíta (que es un gravísimo problema para el atlantismo, especialmente en el Golfo Pérsico), cristiana-oriental (muy relacionada con Rusia) o en su día de la expansión soviética, tener una excusa para intervenir militarmente en el continente eurasiático, desestabilizar y balcanizar espacios enteros haciendo inviables las rutas comerciales continentales, derrocar regímenes hostiles, etc.

Por tanto, puede decirse que el dinero de la mayor parte del petróleo árabe no va precisamente a mejorar las condiciones de vida de los pueblos árabes. Dicho pueblos viven en dictaduras fundamentalistas donde está prohibido cantar, bailar, beber alcohol o escuchar música, donde las mujeres deben ir tapadas y no pueden conducir o salir a la calle solas, y donde la homosexualidad se pena con la muerte ―mientras que las petro-élites poseen playas privadas con prostitutas en bikini y se montan orgías homosexuales con drogas, música occidental, alcohol a mansalva, etc. Éste es el tipo de régimen político árabe opresivo, despótico, aliado del atlantismo y que nunca será bombardeado por la OTAN.

La Libia del rey Idris caminaba hacia este sistema, hasta que en la década de los 70, Gadafi comenzó a nacionalizar las compañías petroleras al estilo socialista. De este proceso surgiría la empresa estatal conocida en el ámbito internacional como National Oil Corporation (NOC), que antes de la guerra producía alrededor del 50% del petróleo libio. Gadafi era bien consciente de que su país, pobre y con una población de menos de 7 millones, debía jugar bien la carta del petróleo si quería tener un peso en el panorama internacional, o al menos para no ser arrollado por el imperialismo de otras potencias y poder dedicar sus beneficios a la construcción de escuelas, universidades, hospitales e infraestructuras diversas (carreteras, puentes, ferrocarril, acueductos, una planta de acero en la ciudad de Misrata, etc.). Muchos beneficios petroleros incluso eran ingresados directamente en la cuenta corriente de cada ciudadano libio. Con razón diría la revista "African Executive" en 2007 que los libios "a diferencia de otros países productores de petróleo como Nigeria, utilizan los beneficios del petróleo para desarrollar su país".


Logo de la National Oil Corporation (NOC) de Libia.


En 2003, Gadafi condenó la Guerra de Iraq y provocó la ira de Arabia Saudí al decir que la Kaaba de La Meca estaba "bajo el yugo de una ocupación americana", pero cuando cayó Baghdad, se dio cuenta de que tenía que cambiar su política exterior y dejar de ser un Saddam Hussein del Mediterráneo, so pena de acabar como el susodicho y con su país arrasado y ocupado. Jugó la única carta que tenía: la del petróleo, abriendo las puertas de Libia a las compañías extranjeras. Enseguida, Occidente abolió las sanciones contra Trípoli, y las petroleras occidentales acudieron con grandes expectativas. Es la época del amigueo entre Occidente y Libia, es la época de las relaciones diplomáticas, del levantamiento de sanciones, de las disculpas, de las famosas fotos de Gadafi con los mismos dirigentes internacionales que años después promoverían su derrocamiento o lo dejarían caer. 

Sin embargo, las compañías occidentales quedarían decepcionadas por esta imagen aperturista. Bajo el sistema de contratos "Epsa-4", el Gobierno libio concedía licencias de explotación petrolífera sólo a las compañías que le otorgaban a la petrolera estatal NOC la mayor parte del petróleo (en ocasiones, hasta el 90%). El ex-presidente de ConocoPhillips en Libia (1), Bob Fryklund, dijo específicamente que "A escala mundial, los contratos Epsa-4 eran los que contenían las condiciones más duras para las compañías petroleras". La traducción de esto es que Gadafi quería asegurar que la mayor parte de beneficios de la explotación del petróleo revirtiesen en su país, y que si una compañía extranjera quería beneficiarse del petróleo libio, pagase por ello.


El destino de las exportaciones petroleras de Libia. Los porcentajes no son exactos y variaron con el tiempo, pero dan una idea. Nótese el papel de Italia y Alemania. Antes de estallar la guerra, aproximadamente el 85% del petróleo libio exportado iba para la Unión Europea.


Por tanto, Gadafi permitía que las compañías occidentales obtuviesen beneficios, pero no los suficientes: buena parte iba para el Estado libio. En 2009 se empezó a rumorear que era inminente una nueva ronda de nacionalización del petróleo y subida de precios, y además Gadafi estaba a punto de sellar pactos privilegiados con dos nuevos protagonistas emergentes que empezaban a asomar tímidamente sus tentáculos por el Mediterráneo: China y Rusia. 

Los intereses petroleros de China en Libia no eran especialmente fuertes, Libia destinaba el 10% de sus exportaciones petroleras a China, que obtenía de allí sólo el 3% de su petróleo importado. Los intereses chinos en Libia estaban más orientados a la construcción de infraestructuras: durante los últimos 4 años anteriores a la guerra, la China State Construction Engineering Corporation (CSCEC) había firmado contratos por valor de más de 2,67 mil millones de dólares. Sólo en el 2008, las compañías chinas habían invertido más de 100 mil millones de dólares (para hacernos una idea de cuánto significa esta cifra, pensemos que el total de capital estadounidense invertido en China es de 50 mil millones) en 180 proyectos de construcción (ferroviarios, de telecomunicaciones y otros), la mayor parte en la provincia de Cirenaica, posterior epicentro de la insurrección andi-gadafista. En estos proyectos, trabajaban unos 36.000 chinos de diversas cualificaciones, que tuvieron que ser evacuados apresuradamente. Cabe especular que, si China estaba tan involucrada en un país rico en petróleo como Libia, era porque esperaba obtener una ampliación de sus concesiones petrolíferas.

Rusia era otro país cuyos intereses no eran tanto petroleros como, en este caso, armamentísticos, navales (estaba a punto de construir una base naval en Bengazi y/o Trípoli) y de construcción de infraestructuras (terminales de gas natural licuado, ferrocarril, plantas eléctricas). Aquí estaba activamente involucrado el gigante estatal gasífero ruso Gazprom, que también mantenía conversaciones con el gobierno nigeriano para patrocinar un gasoducto trans-sahariano que, a través de Níger y Argelia, suministrase gas a la Unión Europea. En octubre de 2008, buques de guerra rusos hicieron escala en Trípoli en su camino a Venezuela, y al mes siguiente, Gadafi hizo su primera visita oficial a Rusia desde la era soviética, debatiendo con Putin y Medvedev la posibilidad de formar una especie de "OPEP del gas", cártel gasífero que incluiría a Rusia (que posee las mayores reservas de gas del mundo), Irán (las segundas), Argelia, Libia y varios países centroasiáticos (especialmente Turkmenistán). Qatar (el tercer país en reservas de gas) quedaba excluido de este club elitista, y a cambio sería babosamente cortejado por Occidente. Aunque los medios de comunicación rusos han sido mucho más sinceros que los occidentales, y aunque ha habido muestras de apoyo a Libia desde Rusia, Moscú se ha abstenido de intervenir militarmente.

El 14 de Marzo de 2011, cuando ya había serios problemas con los rebeldes y la mayoría de compañías occidentales se habían marchado apresuradamente, Gadafi intentó meterse en el bolsillo a China, Rusia, India y Alemania (a Italia ya la tenía, aunque Washington la hizo meter el rabo entre las piernas), pero ya era demasiado tarde. Tanto China como Rusia han salido claramente perjudicadas por la Guerra de Libia, por una parte debido a la cancelación de sus contratos privilegiados (la empresa Agoco, en manos de los rebeldes, amenazó a ambos países con retirarles los contratos por no haber apoyado la insurrección anti-gadafista) y por otra parte a la irrupción de las multinacionales extranjeras. Por lo pronto, la China National Petroleum Corporation ha cancelado seis proyectos de exploración en Libia y Níger, y actualmente está intentando llegar a acuerdos con el nuevo gobierno rebelde.

Quizás la gran perdedora de la Guerra de Libia haya sido Italia. La geografía manda: Italia tiene relaciones con el norte de África, para bien y para mal, desde la época de Cartago y el mito de Eneas y Dido. La petrolera Eni, que en el 2007 pagó mil millones de dólares para asegurar sus concesiones petroleras hasta el año 2042, controlaba antes de la guerra el 30% de las exportaciones libias. En los últimos tiempos, Italia ha hecho una política cada vez más desligada del eje atlantista. Se ha acercado a Rusia (en parte gracias al futuro gasoducto South Stream) y a Libia (mediante contratos petroleros, un tratado de no-agresión y el gasoducto Green Stream, que fue inaugurado en 2004 por Gadafi y Berlusconi, y que conecta Libia con Italia). Casi daba la impresión de que cada vez que Berlusconi escandalizaba al mundo con sus excesos y sus bunga-bunga, era únicamente para extender una cortina de humo sobre sus turbias maniobras geopolíticas. Este acercamiento italo-ruso preocupaba a Estados Unidos (ver aquí). Italia y Libia tenían muchos intereses comunes, y durante los posteriores bombardeos, Gadafi llamaría a Berlusconi todos los días para que intentase presionar a los angloamericanos y franceses, en vano: Berlusconi era el primero que estaba a su vez presionado por estos mismos países, a pesar de que sabía perfectamente que la guerra de Libia era inauditamente perjudicial para los intereses italianos, que como hemos visto antes, vienen de muy antiguo.


Triángulo de gasoductos Nigeria-España-Italia. El gasoducto trans-sahariano, en rojo, no está completado, y el GALSI, en naranja, tampoco. El Medgaz (azul) fue inaugurado en Marzo de 2011, en plena primavera árabe. Son especialmente importantes el gasoducto trans-mediterráneo (gasoducto Enrico Mattei) en el contexto de las revueltas en Túnez, y el gasoducto Green Stream en el contexto de la Guerra de Libia. La situación de España con Argelia es muy similar a la de Italia con Libia: existe un gasoducto directo (el Medgaz) y uno que pasa por un país intermediario (el Maghreb-Europe), que en este caso es Marruecos. Cuando se complete el gasoducto trans-sahariano (si se completa), toda esta infraestructura se conectará, a través del Sahara, con los yacimientos gasíferos del delta nigeriano, donde chocan los intereses del atlantismo con los de China, Irán, Rusia y, hasta hace poco, Libia y la Unión Africana. Se comprenden mejor los intereses de Gadafi, Francia y el atlantismo en el país-bisagra Níger (país que, además, tiene importantes yacimientos de uranio y donde los chinos buscan petróleo...). 


Alemania ha sido otro Estado notable por su ambigüedad en torno a la Guerra de Libia, no en vano recibía en torno al 20% de las exportaciones petroleras de ese país y entre 2005 y 2007 supuestamente contribuyó en el entrenamiento de las fuerzas de seguridad libias. Berlín va dándose cuenta de que tiene muchos más intereses en común con Moscú que con Washington: el 18 de Febrero de 2011, Alemania votó a favor de una resolución de la ONU condenando como ilegales los asentamientos judíos en Cisjordania, y una semana después, Angela Merkel se permitía recriminarle al Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu que no hubiese dado pasos para obtener la paz con los palestinos; este gesto diplomático es muy fuerte para un país tan acomplejado y delicado en el tema israelí como Alemania. El 8 de Noviembre de 2011, se inauguró un gasoducto (el Nord Stream) que le proporciona a Alemania gas ruso a través del Báltico, y Berlín está empezando a desmarcarse inquietantemente de la política atlantista.

En la cumbre del G8 el 15 de Marzo de 2011, la canciller alemana se negó a ser presionada por Reino Unido y Francia, y bloqueó la propuesta atlantista de establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia ―pero al día siguiente, un repentino y oportuno "problema" con su helicóptero la hizo cambiar de opinión. El 17 de Marzo, se abstuvo (junto con Brasil, Rusia, India y China) de votar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU decretando la zona de exclusión aérea y, si bien declaró pasivamente que dicha resolución debía aprobarse, se negó a mandar tropas a Libia. Esto cambió en Agosto, cuando, reaccionando a las presiones extranjeras, envió unidades de operaciones especiales a combatir en Libia, contraviniendo la resolución 1973 de la ONU. Por ahora, Estados Unidos ha conseguido que Alemania vuelva, a regañadientes, al redil atlantista, pero se trata de un éxito efímero que no hace más que retrasar lo inevitable: la ruptura entre la Europa continental y el atlantismo, agudizada por el acercamiento de Europa a Rusia y de EEUU al Asia-Pacífico.

Libia era el segundo suministrador de crudo de España (el primero es Irán), y a lo largo de 2010, España había aumentado un 33% el suministro de petróleo libio. En 2008, la petrolera Repsol (que se preciaba de ser "la verdadera embajada de España en Libia") había firmado una prolongación de su contrato hasta 2032, y en 2009, había realizado importantes descubrimientos, consolidándose como la primera petrolera privada de Libia y produciendo 360.000 barriles al día. A esta compañía, que siempre se ha vanagloriado de tener mejor información que el mismísimo CNI, los conflictos le cogieron totalmente por sorpresa, y tuvo que evacuar desordenadamente a sus empleados cuando estalló el conflicto. En Octubre de 2011, Repsol volvió a reanudar su producción en Libia... con sólo 30.000 barriles al día.

Cuando comenzó la zona de exclusión aérea y los "bombardeos humanitarios", los primeros objetivos de la OTAN fueron asegurar los pozos petrolíferos, refinerías, oleoductos, puertos y otras infraestructuras petroleras ―no en vano la rebelión había comenzado en Cirenaica. Con el derrocamiento de Gadafi y el reconocimiento apresurado del Consejo Nacional de Transición libio, Washington, Londres y París han creado una nueva empresa petrolera, la Libyan Oil Company, totalmente desregulada y con las puertas abiertas para los inversores occidentales, con lo cual es previsible que buena parte de sus beneficios acabe en paraísos fiscales y, en todo caso, que el pueblo libio no los vea ni en pintura. La OTAN ha previsto privatizar también la NOC.

Entre tanto jaleo, el mundo ha podido asistir perplejo al bochornoso espectáculo de cómo una larga lista de petroleras occidentales (especialmente la británica British Petroleum y la francesa Total), así como las variopintas facciones de "los rebeldes libios", se disputan como buitres los contratos y los derechos de explotación del crudo. Para estos señores codiciosos, arrasar un país próspero, sumir a su pueblo en la miseria y mandar a la muerte a docenas, puede que cientos, de soldados de operaciones especiales ―la flor y nata de la Civilización Occidental― habrá valido la pena si logran hacerse con un trozo del pastel.


Continuaremos en la siguiente entrega.


Próximo capítulo
LIBIA: Tragedia en el Mare Nostrum (II)

Anterior tema de INTRODUCCIÓN
El final de Libia como Estado


Notas:
(1) Compañía que, junto con ExxonMobil (Esso), Occidental, Marathon, Hess, ChevronTexaco, Morgan Stanley, Petro-Canada, British Petroleum y otras angloamericanas, se retiró oportunamente de Libia antes de los problemas.

PUBLICACION ORIGINAL
EUROPA SOBERANA
Tragedia en el Mare Nostrum - qué domonios pasa con Libia
http://europasoberana.blogspot.nl/2013/05/tragedia-en-el-mare-nostrum-que.html

12 diciembre 2015

Petróleo, origen de las guerras en el mundo... y la droga qué?




Por: Tito Andino U.


Prefacio


Este es un pequeño ensayo, solamente un abre bocas de lo que verdaderamente se cocina en el mundo, no es conspiranoia ni ciencia ficción, es la más cruda realidad, aunque a veces suele decirse que la realidad sobrepasó la ficción.

Adentrarse en la esfera de influencia de los círculos herméticos del más puro poder en el mundo es algo insospechado para un no “iniciado” en el tema. En nuestro blog hemos ido, de a poco, dando pistas sobre ese oscuro poder que todo lo controla, tiene decenas de denominaciones y muta constantemente de fachada según la dinámica de los tiempos; mas, siempre se perpetúan en la cima, cual dioses contemplado su rebaño. Jamás relucen o aparecen en periódicos o televisión, en su nombre millones de ignorantes hacen la guerra en todo el orbe, sin saber que son instrumentos de una pandilla de psicópatas perversos que anhelan controlar todos los medios de producción global. (Ver: Sobre conspiraciones y algo más… El Comité de los 300)

Entre ellos no hay guerras ni disputas sino reparto del planeta donde ejercerán sus designios.



                                                     *****


Estos días estamos siendo bombardeados de información por todos los frentes, incluso desde el “Frente Ruso”, respecto a la financiación del Estado Islámico y su guerra de conquista territorial en Irak y Siria.

Los yihadistas se han apoderado de bastos campos petrolíferos en las dos naciones mencionadas, han explotado el hidrocarburo y enviado miles de toneladas métricas hacia Turquía y otros destinos. También nos hemos enterado que los precios que se paga por un barril de petróleo “made in Estado Islámico” es irrisorio, en sus buenos tiempos, podía venderse a un máximo de 35 dólares pero el valor real oscila en diez dólares, aun así las ganancias son fabulosas.

Os percatáis del inmenso y grotesco negocio y ganancia del comprador final?  No es necesario detallar algo que Rusia ya ha difundido hasta la saciedad. No es obviamente el pueblo turco quien se beneficia de la compra del petróleo robado, sino un clan familiar, el del Presidente en funciones de Turquía y la familia Erdogan.

Qué recibe a cambio el yihadismo?, armas, provisiones, nuevos reclutas, promesas y más promesas de un “Califato” que no será. Ahora alguien les promete que deberán conformarse con la provincia iraquí de El Anbar, (es la gobernación más grande de Irak, su capital Ramadi) donde supuestamente debería surgir el Sunnistán como compensación por destruir Irak y Siria (Líbano no pudo ser).

No dudamos un solo instante sobre el tremendo flujo de dinero que mueve el saqueo del petróleo iraquí y sirio, pero muy poco se informa sobre la gente, sociedades comerciales y hasta estados que se benefician de este acto vandálico. Sobre el petróleo y sus repercusiones en las guerras del Medio Oriente se ha escrito ya profundamente, no por la apertura informativa occidental, sino por las denuncias de las autoridades rusas.

Volvamos a repasar nuestra hipótesis sobre, quizá el mayor y, a la vez, el más secreto, modo de financiar la supuesta “yihad” de los criminales del Estado Islámico:  (Ver: Las extrañas finanzas de los “rebeldes sirios”. El Tráfico de drogas). 




“LA DROGA ES EL MOTOR DE LA ECONOMÍA MUNDIAL”, afirma el reconocido investigador Daniel Estulin, según las estadísticas, por año circulan entre 700.000 y 900.000 millones de dólares libres de todo gravamen que entra a circular en la economía mundial (estadounidense y europea, preferentemente).


Esta exorbitante cifra no puede ser manejada por un simple traficante, ni siquiera por intocables mafias internacionales, mucho menos por campesinos afganos talibán, sin que haya contubernio con los grandes centros financieros de Estados Unidos (Wall Street), de Europa y algunos centros económicos de altas finanzas en el Asia pro Occidente.

“La droga es el alimento de la economía y sin ella no se puede hacer absolutamente nada”. Ya lo hemos venido comentando en diversos artículos en este blog. Solamente resta recordar a la opinión pública que quienes dicen luchar por la paz mundial y combatir la lacra del narcotráfico, son los mismos responsables de permitir el comercio internacional de la droga a una escala insospechada y son los mismos que vienen sembrando armas en todo el mundo en las disputas por el petróleo y otros minerales alrededor del planeta. Estos no pueden ser más que las grandes potencias occidentales.

El supercapitalismo se nutre hoy en día, por tres componentes básicos: 

PETRÓLEO, DROGAS y ARMAMENTO. La producción industrial (incluso a gran escala) no puede competir con estos tres primordiales recursos.

Cuan afortunado resultan para quienes pueden controlar el flujo de esas tres fuentes infinitas de riqueza! Ahora, puede entender por qué el narcotráfico internacional no va a terminar?. Ahora puede comprender que la famosa retórica de “legalización de la droga” es una quimera. Es cierto que, paulatinamente, va legalizándose las drogas blandas (cannabis). Pero, dejar el negocio multimillonario de la coca y el opio? A menos que los grandes centros financieros y archimillonarios que lavan y convierten el dinero sucio hayan encontrado una mejor forma de controlar la economía mundial, sin que ésta sucumba por falta de capitales frescos (sin usar la maquinita que imprime papel sin valor).

Solamente recordar los tiempos del 'Triángulo Dorado' y las guerras en Laos, Camboya y Vietnam, fueron en gran medida guerras por el control del tráfico de drogas. Alguien recuerda como llevaban la droga hacia Norteamérica?... en ataúdes de los soldados fallecidos y embarcados en aviones de las fuerzas aéreas estadounidenses. Luego llegó el tiempo de la 'Media Luna Dorada' que comprende Afaganistán, Pakistán, Irán (Líbano y Turquía también pueden ser catalogadas en este grupo)(Ver: Narcotráfico S.A. La nueva guerra del Opio).
   
En un interesante estudio de la reconocida investigadora Helga Zepp – LaRouche, se pregunta: (1)
 
Puede ganarse una guerra en la cual:- el enemigo;- la naturaleza de la amenaza; y,- el objetivo de la guerra SON DEFINIDOS de manera falsa? ¡Obviamente no se puede!
Esa es la realidad en Afganistán, el 90% de la producción mundial de heroína parte de ese remoto país y es el alimento básico con que financian los grupos terroristas, entre otras cosas, sus atentados, el mantenimiento de movimientos yihadistas en el Cáucaso y otras regiones de Medio y Lejano Oriente.

Siempre hay evasivas respuestas por parte de la OTAN, Estados Unidos, Reino Unido y otros para coadyuvar esfuerzos contra el tráfico de drogas. Esto, de por si ya ha ocasionado aprietos en las actuales y candentes relaciones con Rusia.
“Victor Ivanov, director de la agencia federal antidrogas de Rusia, la FDCS; el almirante James Stavridis, comandante de las fuerzas estadounidenses en Europa (EUCOM); y, el general (r) Barry McCaffrey, quien fuera zar de las drogas durante la presidencia de Bill Clinton, concuerdan unánimemente que la mayor amenaza de la producción y el comercio de opio, heroína y hachís en Afganistán, es que estas drogas no solo matan más gente que las operaciones militares, sino que el narcotráfico financió los más recientes ataques terroristas en Rusia y en Asia Central. Concuerdan además en que nada en absoluto se puede lograr en Afganistán sin que exista un acuerdo internacional para desmantelar el narcotráfico. Pero esta no es en absoluto la misión de las tropas ISAF de la OTAN, desde que el Gobierno de Obama canceló los programas para la erradicación de drogas (en marzo de 2009)”. (2)

Para Ivanov las drogas son “un tipo especial de arma de destrucción masiva”, la situación en Rusia ha llegado a dimensiones de catástrofe nacional. en Rusia mueren al año miles de adictos jóvenes por sobredosis de heroína. Según McCaffrey, la heroína afgana mata alrededor de 10,000 personas al año en países de la OTAN, esto resulta ser “cinco veces más la cantidad de pérdidas de la OTAN en todas sus acciones de combate”.

En la reunión del Consejo de la OTAN y Rusia en Bruselas el 24 de marzo de 2010, Ivanov ofreció a los países de la OTAN la cooperación de su país en la lucha en contra de la producción de drogas en Afganistán. La negativa de los países de Occidente a participar activamente para destruir los cultivos de opio llevó al ministro del exterior de Rusia a emitir una declaración al día siguiente, condenando esta decisión y acusando a los Estados Unidos de cooperar con los capos de las drogas en Afganistán.

La droga afgana es utilizada, no solo hoy, sino desde hace mucho tiempo por la OTAN/USA como arma ofensiva para minar la resistencia rusa, al terminar su estancia en el poder de Afganistán, el ex presidente Karzai ha dejado el control de la heroína ya no en manos de los talibanes, sino del yihadista ESTADO ISLAMICO (Ver mi artículo relacionado citado más arriba).

Nuevamente, despejemos el secreto que no quieren divulgar los medios, ni siquiera la prensa rusa. Es tan escandaloso el asunto que podría ocasionar conflictos legales y diplomáticos al más alto nivel, en algún momento alguna potencia en el mundo destapará toda esta inmundicia (como está haciendo Rusia con el asunto del petróleo robado a Irak y Siria). El Estado Islámico, a más de los ingentes recursos que le proporcionaron el saqueo del petróleo iraquí y sirio y el financiamiento exterior de los petrodólares monárquicos del Golfo, se mueve a gran escala por el TRAFICO DE LA HEROÍNA AFGANA, incluso el EI combate, en ocasiones, en Afganistán a los talibán por el control de los campos de producción de la amapola. No es de hoy, esto viene desde el inicio de sus acciones armadas. El Estado Islámico opera básicamente por el movimiento financiero del comercio de la droga.     

Para Rusia esto es una pesadilla, pero hasta portavoces norteamericanos han advertido de esa realidad, hace algunos años atrás (2009-2010), el ex jefe del Comando Europeo estadounidense (EUCOM), almirante Stavridis, advirtió que el Cáucaso se convertirá en una "zona de terrorismo" gracias a la heroína afgana y el contrabando de armas. (Ver: QUE VIENEN LOS RUSOS!)
“La OTAN debe hacer más para parar la afluencia de heroína que viene de Afganistán, ni el general Stanley McChrystal, director de las tropas de la ISAF en Afganistán, ni Richard Holbrooke, representante especial del Gobierno de Obama en Afganistán y Pakistán, ven alguna razón para hacer nada en contra de las drogas. Holbrook debate la idea de que la producción y el tráfico de opio son una fuente significativa de financiamiento del Talibán, mientras las tropas estadounidenses, bajo las órdenes del general McChrystal, tiene órdenes precisas de no meterse con los cultivos de amapola”. Esto se dijo en el 2010, para el 2015 las tropas norteamericanas no tienen intención de salir de Afganistán como venían difundiendo por los medios, al contrario ya anuncian que la “misión de paz” continuará.

Richard Holbrooke afirmó en 2009 que pelear contra el cultivo de opio en Afganistán es “muy costoso” y priva a los agricultores afganos su forma de vida. En ese mismo año, 2009, el presidente y premio nobel de la Paz (2009), Obama, cesó del mando al general David McKiernan, comandante en Afganistán, seguramente por apoyar medidas en contra de los capos y laboratorios de droga, fue reemplazado por el general Stanley McChrystal, de quien hemos comentado más arriba (órdenes estrictas de no tocar campos de amapola, laboratorios, etc).

En el presente, diciembre 2015, para el Estado Islámico, luego de un consenso internacional para privarle de su financiamiento como entidad exportadora de petróleo, se vuelve primordial reactivar la guerra en Afganistán; pero, esa lucha, no tiene otra causa que apoderarse del control total de la droga para financiar sus acciones, de hecho ya lo ha conseguido y los ocasionales combates con los talibán es por quitarles más áreas de cultivo de amapola. Los talibán no tienen otra opción que aliarse con el EI –una alianza, si no total, ya ha venido existiendo, por sus afinidades religiosas, ambos son grupos wahabíes –.

Pecando de reiterativo, la gallina de los huevos de oro (territorio afgano) no va a dejar de beneficiar a su mejor cliente “Wall Street”. Sin el dinero del narcotráfico a nivel mundial la economía global tambalearía. 

Hoy, nuevos actores intentan apoderarse del control de los cultivos de la amapola, el Estado Islámico ha tomado la batuta de los negocios del clan Karzai (ex presidente de Afganistán), Una vez más, recuerdo al lector que el petróleo robado en Irak y Siria no es la fuente principal de recursos financieros del Estado Islámico. A parte de todas las actividades criminales que detalle en mis post anteriores de referencia, la droga es la principal fuente de su sustento, a más del apoyo financiero de las monarquías wahabíes del Golfo.

Los Estados Unidos luchan en Afganistán si, es cierto, pero contra las organizaciones que le hacen competencia en el negocio y apoya  aquellas bandas narco terroristas que luchan contra los estados no vasallos del Imperio.

La guerra en Siria en gran medida se ha financiado con la droga, incluso con la producción interna de la anfetamina conocida como captagon por parte de los “rebeldes moderados”. (Ver: Captagon. La anfetamina mágica del yihadismo.)

No solo es Afganistán la gallina de los huevos de oro, alguien recuerda un pseudo estado creado artificialmente por la OTAN? Kosovo, qué tiene de particular este estadito que no produce nada, pero si posee suculentas reservas minerales. Cómo mantienen los jefes kosovares su pseudo estado? “Pues, con la droga”, afirma rotundamente Daniel Estulin en sus libros “Los Secretos del Club Bilderberg y “Los Señores de las Sombras” (en otra ocasión tocaremos el tema kosovar).



                                        *****


AFRICA


Cambiando de contexto, pero relacionado con el origen de los conflictos  en el continente africano, diremos que aquí pasan cosas demasiado raras, muchas “coincidencias”, dicen los expertos en Norteamérica y en el ámbito atlantista. Mas, reiteramos, las coincidencias no existen en política.



Demos un vistazo al antiguo mapa colonial del Africa


África es  un polvorín aun más grande que el Medio Oriente, solo que como se trata de gente de raza negra a nadie le interesa en las fascistas naciones occidentales y otras latitudes, incluso muchos sectores musulmanes árabes detestan al musulmán africano por el color de su piel, pero esto no es nuestro enfoque de hoy.

África afronta hechos concretos, sólidamente vinculados con cuestiones energéticas, “coincidencias” según otros, con un lineamiento común que parece pasar inadvertido para los más prestigiosos analistas occidentales, naturalmente que esas “distracciones” de los mejores estrategas geopolíticos del mundo occidental no pueden ser tales, sino que representan parte de una política oficial de ocultamiento de la verdadera agenda reservada para los seres humanos del África.  


GUERRAS
TERRORISMO
DROGAS
TRAFICANTES DE DROGAS Y ARMAS
DIAMANTES
RIQUEZA MINERAL


Qué tienen en común estas actividades con la explotación petrolera?


África es rica, inmensamente rica en petróleo y otros minerales, pero su gente se muere de hambre, en Occidente lo llaman el continente pobre. En África está de moda declarar “estado fallido” cuando se necesita intervenir, mejor dicho, explotar las riquezas de una nación.

Veamos el siguiente cuadro de países que entran en la categoría de “estados fallidos“ (no necesariamente habrá una declaración oficial en ese sentido). De los 20 en la lista, 14 corresponden al África!


2015 *


1. Flag of South Sudan.svg Sudán del Sur 
2. 
Flag of Somalia.svg Somalia 
3. 
Bandera de la República Centroafricana República Centroafricana 
4. 
Flag of Sudan.svg Sudán
5. 
Bandera de la República Democrática del Congo República Democrática del Congo
6. 
Flag of Chad.svg Chad 
7. 
Flag of Yemen.svg Yemen
9. 
Bandera de Afganistán Afganistán
9. 
Bandera de Siria Siria
10. 
   Guinea 
11. Flag of Haiti.svg Haití
12. 
Flag of Iraq.svg Irak 
13. 
Bandera de Pakistán Pakistán
14. 
Bandera de Nigeria Nigeria 
15. 
Bandera de Costa de Marfil Costa de Marfil 
16. 
Bandera de Zimbabue Zimbabue
17. 
Flag of Guinea-Bissau.svg Guinea-Bisáu
18. 
Flag of Burundi.svg Burundi
19. 
Flag of Niger.svg Níger 
20. 
Flag of Ethiopia.svg Etiopía
*Fuente: ‘Fund for Peace’. Centro de estudio estadounidense Fund for Peace (Fondo por la Paz) emite anualmente el Índice de Estados Fallidos (Failed States Index), que publica la revista Foreign Policy.


En fin, las grandes multinacionales del terror intentan acaparar el dominio de todas las reservas pronosticadas en el África (en Medio Oriente es igual). Inventan países como Sudán del Sur y seguirán creando nuevos estados donde sea necesario. El dinero que genera las explotaciones petroleras y minerales valen la pena, el resto son solo “daños colaterales” (muerte de millones de personas, hambrunas, sequías, epidemias, etc).

Al igual que la droga, el petróleo sin el flujo de inmensos capitales no funciona, la generación de riqueza para una élite privilegiada es lo único primordial en el supercapitalismo, a la vez que va consolidando su globalización.

Al día de hoy,  tenemos en África, alrededor de treinta conflictos en pleno desarrollo. Que al lector no le quede el más mínimo resquicio de duda, todas estas guerras son conflictos por intereses energéticos y minerales. Hagamos más didáctica la explicación con el siguiente mapa africano.





Piensa aún que el continente africano es pobre?


Ahora, miremos el mapa relacionado con las actividades petroleras y si le sobreponemos el mapa político de África, entenderemos cuáles son los países que tienen conflictos. Se acoplan de manera irrefutable.








La invención, entre otros estados, de Sudán del Sur -y hasta la posible creación de otros estados en el actual Sudán cercenado– son posibilidades que se manejan en los círculos cerrados de las grandes potencias. Sudán fue a inicios de esta década el principal foco de crisis mundial entre las potencias coloniales.

Según nuestro amigo, el investigador Daniel Estulin, “Todos los gobiernos occidentales están ahí, pero también están los servicios de espionaje, las grandes multinacionales y también ONG’s. Por qué? Darfur es el último lugar en el mundo donde todavía hay petróleo por explotar y donde todavía se puede aprovechar la tierra para la alimentación.
Sólo sé que todos quieren quitarle poder al de su lado, y el otro no es ningún talibán. Estados Unidos lucha contra Francia en Darfur, rusos contra chinos, israelitas contra americanos…Las alianzas estratégicas no existen, todos están luchando contra el otro”. (3)

Los israelíes están asociados con terroristas de al-Qaeda en África, para la explotación y tráfico de diamantes. Es una alianza de conveniencia, los grupos yihadistas convierten en diamantes el dinero proveniente de otras actividades ilícitas (generalmente drogas). Esas piedras preciosas sirven, posteriormente, para financiar sus armas y atentados terroristas. En este intercambio también aparecen las mafias rusas que actúan como intermediarios en la venta de los diamantes, negocio que se finiquita, nuevamente, con comerciantes judíos en Londres y Amsterdam, para Estulin la ciudad de Chelsea es el epicentro de ese comercio de los diamantes de sangre.
Estulin es categórico, “Tenga en cuenta que el principal negocio de los medios de comunicación no es contar la verdad, sino esconderla. Ellos forman parte de toda esta movida. Piensa que la droga es el lubricante de la economía mundial, si eliminas la droga, se desploma la economía mundial. ¿Cómo puede hablar el New York Times o el Washington Post de esto, cuando se les pueden desplomar sus propias acciones?” (4)

De las decenas de ONG’s  que están en África, todas pertenecen al mundo blanco occidental. Todas están financiadas por las mismas empresas que quieren hacerse con los recursos naturales. Fundación Rockefeller, Carmedy, Open Society, Fundación Ford, Oxam, etc, etc. Los voluntarios y empleados de base piensan que está trabajando allí para realizar algo digno como seres humanos, en efecto, eso hacen, pero no son concientes que ellos no ejercen el mando y van donde se les dirige.


EPILOGO

Un dato final: En el ámbito de la Alta Finanza Internacional, es decir, en el eje del sistema financiero mundial existe desde hace tiempo una oligarquía financiera, su cabeza visible son los denominados SISTEMA FONDI ULTRAMONTANE que representa los fondos más poderosos de ciertas familias del planeta.

Según la fuente, “esta oligarquía es esencialmente una empresa privada de carácter criminal, que se extiende por todo el mundo, operando a través de una red de organismos gubernamentales, instituciones privadas y públicas tanto como a través de las instituciones financieras. El objetivo final de esta desagradable banda de maleantes es la creación de una red mundial de carteles gigantes, más poderosos que cualquier nación en la Tierra, destinados a controlar las necesidades de la vida del resto de la humanidad”. (5)

La riqueza de estas familias oligárquicas concentra principalmente: petróleo, materias primas, metales preciosos, drogas, el control financiero y el comercio de esos productos. Esas familias poderosas se han unido para enfrentarse de mejor manera  a su enemigo principal – NOSOTROS.

Se trata de un sistema que se auto perpetúa, una virtual tela de araña de entrecruzados financieros, políticos, económicos e industriales basado en el modelo ultramontane fondi veneciano, hablamos entre otros, de la Nobleza Negra Veneciana.


Nadie puede salir. Todos están comprometidos de por la vida.


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NOTAS

(2) Ibidem
(3) Los señores de las Sombras.- Daniel Estulin. Ediciones Del Bronce, Bercelona 2007
(4) Ibidem

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