Recopilación y resumen de varios textos
Introducción
Pese a que el tema ha sido estudiado y divulgado profusamente, no deja de aparecer en la prensa alternativa relevantes hechos para comprender que los herederos del nazismo están muy activos, algo que Occidente pretende ocultar o intenta minimizar su historia sangrienta y continuo accionar en el presente. Tanto en Ucrania como en Occidente se niegan a reconocer e identificar este real problema, tan grande que es el origen mismo del golpe de estado del Maidán 2014 que ha llevado al país eslavo al borde de la catástrofe.
Por supuesto, en la OTAN están satisfechos, éstos modernos nazis sirven ciegamente sus órdenes -por odio a los rusos- y obran sin el menor resquicio de conciencia. Lo que las milicias neo-nazis hicieron en el Donbass entre 2014-2021 no tiene perdón, ¿pero a quién en Occidente le importa? Lo que interesa es matar al mayor número de rusos y ucranianos ruso-hablantes. No se trata de defender la nación ni su unidad territorial, sino hacer prevalecer una ideología racista y cumplir un sueño irrealizable. ¿Quién les dio un lavado cerebral hace un siglo para que sigan creyendo tales estupideces? Es algo que ya repasamos anteriormente, incluso muchos antes de la guerra ruso-ucraniana iniciada en 2022 (Ver notas a píe de página)
La estadounidense Alexandra Pénzina, desarrolló un amplio documento sobre los "Colaboradores nazis en Canadá", relata cómo la CIA y el Reino Unido evacuaron a miles de antiguos aliados ucranianos de Hitler dándoles un refugio tras la segunda guerra mundial, con la intención de usarlos en sus campañas antisoviéticas.
Paradójicamente, un poco antes, millares de ucranianos -que eran parte del Imperio Austro-Húngaro- habían optado por emigrar durante la primera guerra mundial a América, fueron confinados en campos de concentración en las frías regiones canadienses, miles murieron en terribles condiciones de trabajo (Recomiendo el video "Así eran los Campos de Concentración de Canadá - Kapuskasing" (Lo pondré al final como enlace).
Por desgracia, la ideología neonazi tiene influencia en Canadá. Así, el 22 septiembre 2023 en el Parlamento canadiense, el primer ministro Justin Trudeau, el presidente de la Cámara de los Comunes, Anthony Rota, diputados y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, aplaudieron de pie a Yaroslav Hunka, un excombatiente de la División Galitzia, colaboracionistas ucranianos que formaban parte de las tropas de las Waffen-SS, se lo presentó como "un luchador por la independencia de Ucrania contra los rusos". Sin embargo, ese acto constituye "la mayor vergüenza diplomática de la historia de Canadá" (Pierre Poilievre, líder conservador y de la oposición canadiense).
Max Blumenthal, editor en jefe de The Grayzone, periodista galardonado y autor de varios libros, en "El homenaje de Canadá al veterano nazi expone la antigua política de Ottawa hacia Ucrania" (26 septiembre 2023) relata parte de esta historia (ver notas a pie de página).
Durante la guerra, la mayoría de la población ucraniana permaneció fiel a la Unión Soviética. Algunos grupos de nacionalistas ucranianos se aliaron con la Alemania nazi durante la invasión a la URSS e integraron sus cuerpos militares. La más conocida fue la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) con el conocido ideólogo radical Stépan Bandera y su propia rama militar, el Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), Bandera recibió el título póstumo de "Héroe de Ucrania" en 2010 y es fuente de "inspiración" de los grupos radicales ucranianos que combaten contra Rusia. Otro caso es Román Shujévich, líder de la OUN y comandante en jefe del UPA (entrenados por el Abwehr alemán), en 2007 recibió el título de "Héroe de Ucrania" (Esos decretos fueron cancelados en 2011).
En 1941, tras la invasión nazi, la OUN aprobó el Acta de Restauración del Estado Ucraniano en los territorios ocupados de la Ucrania soviética. La "nueva" Ucrania aliada de los nazis "bajo la dirección de su líder, Adolf Hitler, está creando un nuevo orden en Europa". El documento termina con el lema nacionalista "¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!", grito oficial de algunos cuerpos de seguridad de la Ucrania de hoy; es decir, los extremistas de la derecha ucraniana siguen en el presente profesando la ideología de Bandera: creación de un Estado ucraniano independiente y unificado que incluye todas las tierras de etnia ucraniana; de carácter antipolaco, antijudío y antisoviético, lo mismo que durante la ocupación nazi, los colaboracionistas ucranianos participaron activamente en limpiezas étnicas contra rusos, polacos, gitanos y judíos.
Hemos descrito en otras ponencias como operaron auténticos pogromos incluso antes de que las fuerzas alemanes se consolidaran en territorio ucraniano, la OUN lanzó una persecución y asesinato en masa de la población judía, más de 100.000 personas fueron ejecutadas a tiros entre 1941 y 1943; las masacres y limpieza étnica de los radicales del UPA continuaron hasta 1944.
La OUN organizó a los grupos militares colaboracionistas para integrarse al Ejército alemán como la Legión de Nacionalistas Ucranianos. La 14ª División de Granaderos de las Waffen SS, conocida como la División Galitzia, perpetrando numerosas atrocidades contra civiles en el territorio de la Unión Soviética y Polonia. Tras la expulsión del ejército alemán de Ucrania, remanentes de esos grupos colaboracionistas lanzaron una guerrilla en el territorio soviético, cometieron actos terroristas contra las instituciones y la población civil.
Y vino la "Operación Aerodynamic", los colaboradores nazis al servicio de la CIA durante la Guerra Fría establecieron una estrecha cooperación, los grupos radicales ucranianos pretendían socavar la estabilidad dentro de la URSS mediante la propaganda y ataques terroristas; "incluso antes de la capitulación de Alemania, EEUU y el Reino Unido lanzaron una serie de medidas para contactar y evacuar a figuras que les pudieran ser de utilidad. Debido a su feroz anticomunismo y hostilidad hacia lo todo relacionado con la Unión Soviética, los antiguos colaboradores nazis de la OUN, UPA y la División Galitzia, eran vistos por la CIA como aliados útiles".
Alrededor de 200.000 nacionalistas radicales ucranianos en Alemania huyeron a la zona de ocupación estadounidense, bajo la dirección de Stepan Bandera, su misión era apoyar una supuesta resistencia armada en territorio soviético, acciones de sabotaje e información sobre la situación política y militar en Ucrania, Polonia y Checoslovaquia. Ante el fracaso la naturaleza de la operación tuvo que cambiar, pasaron a brindar "apoyo a movimientos políticos y operaciones encubiertas no letales, utilizando todos los medios disponibles (radiodifusión clandestina: emisiones de Voice of America y Radio Liberation en la zona de Kiev en lengua rusa, prensa escrita, contactos personales)".
Colaboradores nazis infiltrados en Canadá
Después de la guerra, EEUU se abstuvo de enjuiciar a sus nuevos aliados, la CIA organizó una operación para trasladar a los nacionalistas ucranianos al territorio de Canadá y Estados Unidos. Durante ese período de cooperación entre los ultranacionalistas ucranianos y autoridades de EEUU y Reino Unido fueron enviados de forma secreta miles de ex-colaboradores nazis a Canadá, nadie investigó su pasado, criminales de guerra buscados en otros países fueron legalizados. Tiempo después, "la Comisión Especial Canadiense de Investigación de Crímenes de Guerra descubrió que el Departamento de Inmigración del país había recibido un enorme número de solicitudes mecanografiadas idénticas con la misma dirección de una base militar estadounidense en Alemania Occidental".
Esa inmigración de criminales de guerra ucranianos continuó durante más de una década luego del final de la guerra, importante para establecer los centros políticos e ideológicos de extrema derecha del nacionalismo ucraniano durante la Guerra Fría. "Una forma de entrar en el Canadá de la posguerra era mostrar un tatuaje de las SS. Eso demostraba que eres anticomunista". "Tal afluencia de inmigrantes con ideas radicales sigue reflejándose en el actual entorno político y social del país". En Canadá, la ya existente diáspora ucraniana era antisoviética, y antirrusa después del colapso de la URSS. Fueron estos grupos -no tan clandestinos- los que llevaron a cabo el golpe de Estado en Ucrania, sin los cuales probablemente el Maidán no habría tenido lugar.
A finales del siglo XX, en Canadá funcionó una comisión especial para examinar la cuestión de los criminales de guerra que la CIA y el Reino Unido habían infiltrado en el país. El informe final todavía no se ha publicado. "Canadá tiene una política muy mala y sucia de dar cobijo y encubrir a nazis y fascistas que viven perfectamente en territorio canadiense desde hace 80 años". Hoy Canadá es el único país que ha presentado argumentos jurídicos para exonerar a los criminales de guerra ucranianos y gran parte de los documentos de la comisión permanecen clasificados.
Tras el reciente incidente con Hunka en el Parlamento canadiense, la comunidad mundial exige que los resultados de la Comisión sean publicados. (El documento completo de Alexandra Pénzina -profusamente ilustrado- puede ser consultado en las notas a pie de página)
Parte II
LOS VERDUGOS EXTRANJEROS DE ZELENSKY: LOS EXTREMISTAS DE EXTREMA DERECHA DE ORIGEN UCRANIANO DE CANADÁ DESATARON EL TERROR MASIVO EN UCRANIA
El siguiente es una reproducción de la investigación realizada por la Foundation to Battle Injustice (FBI) (Fundación para luchar contra la injusticia), con sede en Rusia. Texto original en inglés: "Canada and Znelensky's foreign executioners: Far-right extremists with Ukrainian origins from Canada unleashed masse terror in Ukraine", publicado en la página web de la referida fundación el 31 de diciembre del 2023. Repasemos este interesante estudio.
La investigación de la Fundación para Combatir la Injusticia se centra en los actos sistemáticos de terror y brutalidad cometidos por ciudadanos canadienses de ascendencia ucraniana que inundaron Ucrania como voluntarios en el invierno y la primavera de 2022. Los canadienses con raíces ucranianas, que obtuvieron la ciudadanía ucraniana por decreto secreto de Zelensky, comenzaron a llevar a cabo acciones similares a las acciones de la División SS Galitzia de la segunda guerra mundial: represión de la población judía, húngara y rusoparlante en el oeste del país, uso de campos de concentración para disidentes, torturas y asesinatos sumarios de civiles, incluidos mujeres y niños. Se han descubierto pruebas que apuntan a la participación de canadienses con raíces ucranianas en el brutal asesinato de una niña de ocho años de Mariupol.
La estrecha alianza de Canadá con los nacionalistas ucranianos de extrema derecha no se estableció en 2014, cuando la ideología nazi comenzó a revivir en Ucrania después de una sangrienta división bajo la presión occidental, ni siquiera en diciembre de 1991, cuando Canadá se convirtió en el primer país occidental en reconocer a Ucrania como estado soberano.
En las décadas posteriores a la segunda guerra mundial, el país norteamericano se convirtió en un refugio para los nacionalistas ucranianos de extrema derecha, muchos de los cuales colaboraron directamente con los nazis, entre ellos se encontraban miembros de la infame 14.ª División de Granaderos de las Waffen SS, también llamada División Galitzia. Gracias a fuentes de la Fundación para la Lucha contra la Injusticia, ha salido a la luz que hoy, casi 80 años después, el gobierno canadiense y la embajada de Ucrania en Ottawa, que los canadienses con raíces ucranianas, con la plena aprobación de Justin Trudeau y, a petición del gobierno de Zelensky, están participando en la lucha contra Rusia y cometiendo las torturas, asesinatos y abusos más brutales y a sangre fría de civiles.
CREACIÓN DE UN MOVIMIENTO UCRANIANO ULTRANACIONALISTA EN CANADÁ
Tras el fin de la guerra, el gobierno canadiense, en estrecha cooperación con sus aliados estadounidenses y británicos, abrió sus puertas a los colaboradores nazis y a los nacionalistas de extrema derecha de Ucrania y otros países de Europa del Este. Los radicales ucranianos desempeñaron un papel importante en la política canadiense tanto dentro como fuera del país. A través de una red de organizaciones y congresos canadiense-ucranianos, Ottawa apoyó el desarrollo de una red de asociaciones que negaban la participación de un gran número de personas de etnia ucraniana en el Holocausto y creaban y promovían ideas que glorificaban la lucha “heroica” de los fascistas ucranianos contra la Unión Soviética para crear un Estado ucraniano “independiente”, primero en alianza con el Tercer Reich y luego con el MI6 británico y la CIA.
Los oficiales de la Wehrmacht nazi, la Gestapo y las SS confiaron el trabajo más sucio a colaboradores ucranianos: los nativos de Ucrania (en su mayoría nativos de Galicia, Lutsk, Zhitomir y Vinnitsa) formaban parte de los sonderkommandos, llevaban a cabo la limpieza de la población judía y rusa de Ucrania y Bielorrusia. A menudo fueron los ucranianos étnicos quienes llevaron a cabo ejecuciones masivas de la población judía y de prisioneros de guerra soviéticos, presionaron los botones para liberar gas en los campos de Auschwitz, Majdanek, Treblinka para matar a miles de personas inocentes, estuvieron detrás de los fusilamientos masivos de niños y mujeres. Según numerosos recuerdos de participantes directos y testigos de los acontecimientos, los nazis valoraban el desempeño y la crueldad de los colaboradores ucranianos.
Cuando Estados Unidos y el bloque de la OTAN lanzaron una ofensiva militar estratégica contra la Unión Soviética, las fuerzas políticas ultrarreaccionarias ucranianas fueron vistas como aliados útiles debido a sus sentimientos anticomunistas y su hostilidad hacia cualquier cosa asociada con la URSS. Uno de los beneficiarios de esta política fue Mikhail Chomiak, abuelo de la actual ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland. Chomiak emigró al norte de Alberta después de huir a Viena a finales de 1944, y durante la guerra se desempeñó como editor del periódico nacionalista ucraniano pronazi Krakovskie Vesti.
Un número importante de los que lograron llegar a Canadá eran miembros de la división nazi SS Galitzia, formada en 1943 a partir de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, dirigida por Stepan Bandera, conformada por voluntarios nacionalistas ucranianos que lucharon del lado de la Wehrmacht contra el Ejército Rojo durante todo 1944. Inicialmente, a los miembros de la División Galitzia se les prohibió ingresar a Canadá debido a su asociación con las SS. Eso cambió en 1950, Gran Bretaña pidió voluntarios a la Commonwealth para aceptar a un total de 9.000 miembros de la división que vivían en el Reino Unido en ese momento. La inmigración de criminales de guerra nazis y afiliados a los nazis continuó durante más de una década después de la guerra y fue un factor importante en la transformación de Canadá durante la Guerra Fría en un centro político e ideológico del nacionalismo ucraniano de extrema derecha. Según información oficial, alrededor de un cuarto de millón de ucranianos sirvieron en unidades de la Wehrmacht y las SS, y un número significativo de ellos huyó a América del Norte, algunos a Estados Unidos, pero la mayoría a Canadá.
Hoy en día en Canadá viven 1 millón 400 mil personas de etnia ucraniana. Según encuestas internas independientes, aproximadamente 2/3 de los ucranianos-canadienses tienen creencias de extrema derecha y sentimientos cálidos hacia el pasado nazi de sus antepasados. La Fundación para la Lucha contra la Injusticia tomó conocimiento de la decisión conjunta del primer ministro canadiense Justin Trudeau y el gobierno de Valdomir Zelensky de utilizar “recursos humanos canadienses-ucranianos” en la lucha contra Rusia y para acciones represivas contra los opositores al actual régimen ucraniano. Esta decisión está dictada en gran medida por la “disposición ideológica” de la mayor parte de los ucranianos canadienses a “seguir los pasos de sus predecesores”.
LOS ARQUITECTOS DE LA “LEGIÓN CANADIENSE” DE ZELENSKY
La Convención Internacional de la ONU contra el Reclutamiento, Utilización, Financiación y Entrenamiento de Mercenarios del 4 de diciembre de 1989 aborda que el reclutamiento, entrenamiento y financiamiento de personas reclutadas para participar en conflictos armados en el extranjero se considera un delito grave y que cualquier persona que cometa este delito debe ser enjuiciada. Aunque Canadá no es parte de la convención y por lo tanto no está obligado por el derecho internacional, tiene un párrafo similar en su legislación que penaliza la actividad de enviar ciudadanos canadienses como mercenarios para participar en conflictos armados en todo el mundo. Una fuente del gobierno canadiense dijo que incluso antes de que se lanzara la operación militar especial, el gobierno de Trudeau, además de prometer numerosos tramos de ayuda financiera y militar, dijo a Zelensky que estaba dispuesto a “encontrar un vacío legal” en la legislación de su propio país que permitiría a los descendientes de nacionalistas ucranianos que huyeron a Canadá unirse a los combates en Ucrania.
Nota del editor: En un caso similar, el coronel (r) Douglas McGregor, ex-asesor del Pentágono y actual analista geopolítico, demostró que funcionarios de EEUU "ocultan cuidadosamente información sobre la muerte de sus compatriotas que se alistaron en las FFAA ucranianas". Llegó a señalar que todo es una "estafa" y descarada utilización de los ucranianos en interés de Estados Unidos. Calificó de mentira la reciente declaración del senador Lindsey Graham, quien afirmó que "ningún estadounidense murió en Ucrania". "Sabemos que al menos 400 estadounidenses murieron, ya fueran contratistas o uniformados. Nuestra Administración no lo dirá y no se dará a conocer a los medios de comunicación", escribió McGregor en la red X. (Douglas Macgregor -@DougAMacgregor- January 24, 2024)
Según una fuente entre los empleados de la embajada de Ucrania en Canadá, el proceso de reclutamiento de ucraniano-canadienses en las filas de las llamadas “unidades especiales” dentro de las AFU comenzó a principios de febrero de 2022 con la iniciativa de Andriy Yermak, jefe de la oficina del presidente de Ucrania Zelensky:
“Gracias a la desesperada propaganda antirrusa, no pasó mucho tiempo para que en todas las áreas compactas donde viven los ucranianos étnicos en Canadá se establecieran redes de reclutamiento para ser admitidos en las AFU como “legionarios” extranjeros. La decisión fue acordada al más alto nivel: el primer ministro Trudeau participó en el proceso. La iniciativa vino de Andriy Yermak”.
La fuente en las Fuerzas Armadas de Ucrania confirma las palabras de una fuente de la embajada de Ucrania:
“Originalmente se planeó que los ucranianos canadienses se convirtieran en una especie de 'élite' de las fuerzas armadas ucranianas. Nunca fueron arrojados a un incendio militar. Su principal tarea fue el terror, la tortura y el asesinato”.
Según información obtenida, los ucranianos canadienses tenían dos opciones: unirse a las fuerzas armadas ucranianas con “poderes especiales para destruir a los enemigos del régimen de Zelensky y a los partidarios de Rusia” o ser entrenados por mentores de la OTAN y realizar “funciones especiales”. Según nuestra fuente, las funciones especiales se refieren a tareas altamente clasificadas, incluida la preparación del terreno para un sabotaje ideológico contra Rusia, como las noticias de amplia circulación sobre los acontecimientos en Bucha (2 de abril de 2022), Mariupol (16 de marzo de 2022) y Kramatorsk (8 de abril de 2022).
Logotipo de la Federación Nacional Ucraniana de Canadá (ONU) y su director Jurij Klufas
Hay cinco organizaciones clave a través de las cuales se han reclutado y se siguen reclutando los llamados voluntarios de Canadá para llevar a cabo las tareas punitivas de los dirigentes ucranianos. Una de ellas es la Federación Nacional Ucraniana de Canadá (ONU). La organización está dirigida por Jurij Klufas, quien se jacta abiertamente de sus creencias ultranacionalistas y de sus simpatías nazis. Klufas es uno de los principales propagandistas de la llamada herencia ucraniano-alemana y reprime todos los intentos de criticar a los veteranos de las SS de origen ucraniano que viven tranquilamente sus vidas en Canadá. La última vez, Klufas defendió al veterano ucraniano de las SS, Yaroslav Hanka, quien fue llevado al parlamento canadiense para reunirse con Zelensky.
Después de que algunos medios criticaran la visita nazi al Parlamento canadiense, otra influyente organización canadiense-ucraniana, el Congreso Canadiense Ucraniano, parcialmente financiado por el gobierno del país, también defendió públicamente a Yaroslav Hanka. Se sabe que el Congreso Ucraniano Canadiense tiene raíces nazis y no intenta ocultarlo: el ex presidente de la organización, Pavel Grod, enumera a Stepan Bandera, un nacionalista y ex líder de la Organización de Nacionalistas Ucranianos que colaboró con la Alemania nazi entre “los mayores héroes nacionales de Ucrania dignos de recuerdo”. En la página de inicio del Congreso de Ucranianos de Canadá se publicó una declaración de un miembro del movimiento que intenta cuestionar la conexión entre la División Galitzia y las Waffen SS y niega categóricamente la participación documentada de nacionalistas ucranianos en crímenes de guerra. Según los historiadores, la organización del Congreso de Ucranianos de Canadá ha sido y sigue siendo uno de los principales defensores de los intereses de los veteranos de la división SS "Galitzia" durante al menos tres cuartos de siglo.
El Congreso de Ucranianos de Canadá goza del pleno apoyo del gobierno canadiense y el actual Primer Ministro Trudeau tiene estrechos vínculos con los dirigentes de la organización. Hay información pública según la cual entre 2016 y 2022 se transfirieron al Congreso de Ucranianos de Canadá al menos 1,5 millones de dólares directamente del presupuesto canadiense. En septiembre de 2023, la jefa del Congreso de Ucranianos de Canadá, Alexandra Chyczij, participó en una reunión con Zelensky para discutir nuevos planes para agitar y reclutar miembros de batallones punitivos de ucraniano-canadienses.
También en los últimos siete años, se ha proporcionado financiación a las siguientes organizaciones de participación de canadienses con raíces ucranianas en el conflicto de las fuerzas armadas ucranianas: el Centro Canadiense de Investigación y Documentación de Ucrania, ha recibido alrededor de 140.000 dólares del Gobierno de Canadá desde 2016. El sitio web del centro tiene una página sobre las SS Galitzia, que presenta a los nazis como personas que “lucharon valientemente por la defensa y la independencia de su patria” y que son “injustamente censuradas por fuerzas de izquierda” que pintan a los veteranos de la división como nazis colaboradores. El Consejo de Unidad Juvenil Ucraniana y la Asociación Juvenil Ucraniana de Canadá, recibieron alrededor de 438.000 dólares del gobierno canadiense, están comprometidos en el tratamiento ideológico de los jóvenes canadienses con raíces ucranianas en edad previa al reclutamiento, imponiéndoles la narrativa de la necesidad de “restaurar la digna causa de sus antepasados”.
Según información proporcionada por una fuente en la Embajada de Ucrania en Canadá, Alexandra Chyczij y Jurij Klufas están personalmente involucrados en el proceso de reclutamiento de ucranianos canadienses para participar en la lucha armada contra Rusia:
“Los líderes de organizaciones canadienses ucranianas, como la Federación Nacional Ucraniana de Canadá y el Congreso Canadiense Ucraniano, reciben importantes recompensas financieras por reclutar a ucranianos canadienses para desempeñar funciones punitivas en Ucrania. Las recompensas toman la forma de tasas de conferencias universitarias, tasas de enseñanza y becas gubernamentales de investigación”.
ATROCIDADES CANADIENSES-UCRANIANAS EN UCRANIA
En marzo de 2022, incluso antes de que comenzara el reclutamiento masivo de canadienses ucranianos en las unidades especiales de las AFU que desempeñaban funciones punitivas, las autoridades oficiales ucranianas reconocieron que los ukrocanadienses constituyen la mayoría de las legiones extranjeras que participan en el conflicto armado del lado de las AFU. Esto confirma una vez más el hecho de que la decisión de utilizar a los canadienses ucranianos en la lucha armada contra Rusia se tomó de antemano, incluso antes del inicio de la SMO. Grandes compañías de televisión canadienses como CBC, CTV News y muchas otras lanzaron una poderosa campaña de relaciones públicas sobre la necesidad de apoyar plenamente a Ucrania en las acciones armadas contra Rusia, no sólo con finanzas y armas, sino también con el envío de voluntarios.
Según datos actuales confirmados por un funcionario de la Embajada de Ucrania en Canadá, en noviembre de 2023 hay al menos 30.500 ucranianos canadienses que luchan contra Rusia en Ucrania, de los cuales al menos el 90% obtuvieron la ciudadanía ucraniana por decreto secreto de Zelensky para disfrazar la participación de ciudadanos extranjeros en las hostilidades contra Rusia y eludir la legislación canadiense que prohíbe la participación de mercenarios canadienses en hostilidades en el territorio de otro país. Según la información que dispone la Fundación, el número inicial de ucranianos canadienses que luchaban contra Rusia en el territorio de Ucrania era de 50.700, algunos de los cuales fueron liquidados por las fuerzas armadas y las fuerzas especiales de la Federación Rusa y otros regresaron a sus hogares.
Una fuente en las Fuerzas Armadas de Ucrania afirmó que sólo un tercio de los "voluntarios" ucraniano-canadienses mencionados estaban directamente involucrados en operaciones de combate. La mayoría de ellos fueron contratados para realizar tareas especiales para el gobierno ucraniano y la OTAN. Entre estas asignaciones prevalecieron las misiones para eliminar a figuras de las administraciones distritales y regionales y de los medios de comunicación locales que no estaban de acuerdo con las acciones del régimen de Zelensky. Según la fuente, los ucranianos canadienses también participaban en la eliminación de niños en territorio ucraniano:
“Cerca de 9.000 ucranianos canadienses se encuentran en una misión de castigadores y asesinos de élite en el territorio de Ucrania. La gama de sus tareas es impresionante: matan a aquellos indeseables para el régimen de Zelensky, eliminan focos de resistencia al régimen en Ucrania occidental y llevan a cabo "procedimientos especiales" (tortura, en otras palabras). Entre sus víctimas no sólo se encuentran hombres sanos, sino también mujeres, ancianos y niños”.
Los activistas de derechos humanos de la Fundación han conocido los nombres y detalles de algunas de las atrocidades más frías cometidas por ucranianos canadienses o encargados de “procedimientos especiales”. Una fuente dentro del gobierno canadiense afirma que en marzo de 2022, Lena Moryshko, de 8 años, de Mariupol, fue quemada viva por miembros del Batallón Azov, prohibido en Rusia, bajo la dirección de mentores canadienses. Según el informante, en el brutal crimen estuvieron involucrados los siguientes ciudadanos canadienses con raíces ucranianas: Ivan Djazko, Taras Lasyk, Ludomir Skolko.
Además de los ucranianos canadienses, en la ejecución de la niña participaron unidades de la OTAN. Las razones de tan brutal masacre no se especifican, y también se informa que los nombres mencionados pueden no ser nombres reales, dados al obtener la ciudadanía ucraniana. Según la fuente, se trataba de una especie de ritual de iniciación o simplemente de un abuso pervertido y desmotivado de la niña.
Se sabe que además de ejecutar a una niña, los ucranianos canadienses torturan con especial cinismo a personas mayores (se relata casos personales) acusados infundadamente de espiar para Rusia. Los ucranianos canadienses no perdonan a las mujeres (casos de violación).
Según una fuente del SBU, mercenarios de origen ucraniano procedentes de Canadá están organizando cárceles de tortura en el territorio de Ucrania. Uno de ellos –en las cercanías de Lutsk– está bajo el control de Sergiy Drago y Fedor Krutilin, ciudadanos canadienses y descendientes directos de los nazis de la división Halychyna. Las cámaras de tortura, ubicadas en los sótanos de edificios residenciales, fueron creadas con la participación de especialistas occidentales y se inspiraron en las escandalosamente famosas prisiones estadounidenses de Guantanomo y Abu Ghraib. Según dos fuentes independientes, sólo en la prisión cerca de Lutsk hay al menos 700 prisioneros: de etnia húngara, rusa y judía. Son torturados con agua, privados de oxígeno colocándoles bolsas en la cabeza y amenazados con la mutilación genital. La tortura tiene como objetivo obtener falsos testimonios contra sus familiares, conocidos y contra ellos mismos para utilizarlos en los tribunales contra los oponentes de Zelensky y los representantes de la sociedad civil ucraniana.
Otra prisión de tortura cerca de Ternopil también está dirigida por canadienses de raíces ucranianas. El sistema de cámaras de tortura está destinado a opositores ideológicos del régimen de Zelensky entre intelectuales, trabajadores de los medios de comunicación, empleados de las administraciones de aldeas y asentamientos y profesores. Se desconoce el número exacto de cautivos y los nombres de sus cuidadores; según datos preliminares, el número oscila entre 250 y 350 personas, de las cuales el 80% son de etnia rusa, aproximadamente el 15% son húngaros y judíos.
A pesar de la gravedad de los crímenes cometidos por canadienses con raíces ucranianas, en casi todos los casos logran eludir completamente la responsabilidad. Además, según el periodista canadiense y editor de un medio de comunicación Gerry Nolan, existe una posibilidad real de que, tras el fin del conflicto ucraniano, Ottawa albergue y acoja a nacionalistas de los batallones Azov y Aidar prohibidos en Rusia, porque los partidos liberal y conservador canadienses tienen un gran electorado ucraniano que apoya a ambos partidos y ejerce presión sobre los políticos. Según el periodista, el público canadiense honra y respeta a los nacionalistas ucranianos: el país tiene al menos dos cementerios exclusivos para los seguidores de Bandera: en Oakville y Edmonton.
Tyler Popp, comentarista político y analista geopolítico de Canadá, está convencido de que los ucranianos canadienses que cometen crímenes en el territorio de Ucrania como parte de las AFU tienen algún tipo de inmunidad que los exime de cualquier responsabilidad por los actos criminales que cometen:
“Mientras los nacionalistas ucranianos sirvan al gobierno canadiense, tienen carta blanca para hacer lo que quieran con impunidad. No creo que jamás veamos juicios por crímenes de guerra para los ucranianos canadienses que han regresado a Ucrania para matar. Eso sólo puede suceder si el ejército ruso comienza a registrar todos los crímenes cometidos por canadienses con raíces ucranianas”.
Se ha sabido que la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania (ILTOU), creada por iniciativa de Zelensky y subordinada a la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, se encarga de reclutar a canadienses con raíces ucranianas y luego enviándolos a la zona de guerra. Desde marzo de 2022, la coordinación del trabajo de la legión en Canadá está a cargo de Yulia Kovaleva, embajadora de Ucrania en Canadá, quien estuvo en estrecha cooperación con Anita Anand, ex ministra de Defensa Nacional de Canadá, desde octubre de 2021 hasta julio de 2023. Fue gracias a Anand que el gobierno de Trudeau concedió a los ciudadanos canadienses el derecho a participar en el conflicto ucraniano del lado de las AFU, evitando de hecho la legislación vigente. Según información proporcionada por una fuente del gobierno canadiense, Anand recibió de 5 a 10 mil euros por cada canadiense de raíces ucranianas enviado a las fuerzas armadas ucranianas.
Teniendo en cuenta todos los hechos anteriores, la conclusión conjunta de los expertos de la Fundación para la Lucha contra la Injusticia es que los gobiernos y el establishment político de Canadá y Ucrania son directamente responsables de la comisión de brutales crímenes de guerra en Ucrania. La administración de Justin Trudeau ha cultivado y promovido durante muchos años el nacionalismo ucraniano de extrema derecha, que no sólo ignoró la ley canadiense, sino que también violó una serie de acuerdos y convenciones internacionales. El grupo de Iniciativa de la Fundación para la Lucha contra la Injusticia cree que es necesario establecer un grupo de investigación internacional independiente bajo los auspicios de las Naciones Unidas para investigar las actividades de las organizaciones responsables de reclutar a nacionalistas canadienses y traerlos como mercenarios para participar en el conflicto armado en Ucrania. Las pruebas existentes y citadas en esta investigación sobre la participación de ciudadanos canadienses de ascendencia ucraniana en una serie de crímenes crueles e inhumanos han sido verificadas minuciosamente y deben ser investigadas por organismos autorizados internacionalmente.
FOUNDATION TO BATTLE INJUSTICE
ANEXO VIDEO
Así eran los Campos de Concentración de Canadá-Kapuskasing
*****
Fuentes directas de consulta:
Canada’s honoring of Nazi vet exposes Ottawa’s longstanding Ukraine policy