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07 junio 2015

Barbarie, lo llaman…



por Fondation Frantz Fanon
Global Research


Las decapitaciones filmadas de rehenes occidentales en Iraq y de un guía turístico francés en Argelia suscitan legítimamente un sentimiento de horror y una condena unánime y sin paliativos. Estos demenciales asesinatos no pueden ser sino obra de criminales perversos al servicio de una ideología pervertida. 

Estas macabras puestas en escena llegan después de imágenes igual de insoportables que muestran ejecuciones masivas de hombres desarmados. Sin embargo, unos medios e intermediarios políticos en Occidente manipulan fríamente la emoción que provoca este teatro de la crueldad. El calificativo que se repite sin cesar de “barbarie”, perpetrada por “bárbaros”, responde a la voluntad de deshumanizar a los autores de estas atrocidades. Fuera de los límites de la Civilización, ya no les compete el derecho común ni están sometidos a las leyes ordinarias. Conforme a sus costumbres establecidas y a sus experimentadas tradiciones, para la propaganda blanca se trata de denunciar la barbarie irreductible del “otro”, presentado como una totalidad indistinta para, más allá de los criminales, someter o exterminar mejor a toda una sociedad. O, como en los casos de Iraq y Siria, destruir los Estados.

Los órganos de propaganda representan estos asesinatos mediáticos como actos irracionales de una alteridad radical, casi no humana. Pero, mucho más que eso, desde las escalas de Levante a las de Barbería estas atrocidades serían inherentes a una esfera étnico-religiosa, el Islam, que a pesar de los matices lingüísticos, sigue siendo intrínsecamente peligroso, casi incomprensible y opuesto sistemáticamente a un Occidente cuyos valores humanos, por esencia y definición, son definitivamente superiores a todos los demás.

En una descarada aunque claramente asumida amalgama, los policías del pensamiento conminan a desolidarizarse públicamente de estos crímenes a los musulmanes de aquí y de allá, sospechosos de connivencia “cultural” con los asesinos. Se les conmina a aprobar la nueva guerra de Occidente en Oriente Próximo y los bombardeos “vengadores” decididos por la Civilización.



Estos argumentos de una propaganda esencialista cuyo objetivo es criminalizar a unas comunidades en su totalidad son odiosos y totalmente necios. Esta propaganda de estigmatización y de culpabilización es tanto más inaceptable cuanto que estos periodistas-fiscales estarían particularmente bien situados, si hicieran bien su trabajo, para mencionar en su condición de especialistas la sistemática brutalidad y unos excesos de un inaudito alcance sanguinario de aquellos cuyas armas se vuelven desde hace décadas contra las poblaciones árabo-musulmanas.

Estos periodistas que repiten sin cesar la palabra “barbarie”, ¿qué han escrito sobre los cientos de miles de personas civiles muertas en Iraq a consecuencia del fósforo blanco y de las municiones de uranio empobrecido utilizados contra poblaciones civiles? ¿Quién de estos dechados de Civilización ha mencionado la suerte de estas decenas de niños con malformaciones genéticas en Faluya y en otros lugares a consecuencia del uso de armas inteligentes?

¿Se oyeron los gritos de indignación de esta prensa en posición de firmes cuando la muy civilizada Madeleine Albright, ex secretaria de Estado estadounidense, justificaba la muerte de medio millón de niños iraquíes? ¿Quién de esta prensa o de estas cadenas de televisión se sublevó ante el hecho de que en este país de los derechos humanos criminales cuando menos igual de sádicos que los del Estado Islámico pudieran morir en su lecho gracias a las amnistías y a la amnesia del Estado?




Pero no es en absoluto necesario remontarse a las guerras coloniales en nombre de la “Ilustración” de la generación anterior para reconocer la misma brutalidad contemporánea, igual de indecente, que se envuelve en los valores de la Democracia y los Derechos Humanos. 

Así, Barack Obama, premio Nobel de la paz, puede emprender siete guerras desde que recibió esta distinción que ha perdido definitivamente cualquier significación moral. ¿Quién de estos medios menciona las decena de miles de víctimas inocentes en todo el mundo de los ataques de los drones? ¿No es “barbarie” la muerte de quinientos niños y niñas de Gaza bajo los misiles guiados y las bombas “inteligentes”? Del mismo modo, los bombardeos de escuelas administradas por la ONU serían como mucho daños colaterales de ataques quirúrgicos. Es cierto que sin imágenes y sepultados bajo la mistificación y el silencio cómplice de los periodistas a caballo entre la información y el entretenimiento no existen las decenas de miles de muertos de las guerras asimétricas. Simples estadísticas, los cadáveres destrozados de las personas pobres e indefensas no suscitan emoción alguna.

Por consiguiente, no hay ninguna necesidad de hacer investigaciones minuciosas para descubrir que la realidad de la “barbarie” es muy diferente de lo que quiere hacer creer esta prensa en uniforme de combate. Tampoco se intentará establecer aquí la genealogía política del Islam fanático fabricado por las monarquías del Golfo y armado por Occidente. ¿Quién se acuerda de los misiles franceses Milan, de las armas inglesas y estadounidenses generosamente suministradas a los “muyaidines” afganos, ayer luchadores por la libertad y hoy talibanes extremistas? 














Las puestas en escena de asesinatos abyectos en unas circunstancias horribles por psicópatas apolíticos no pueden, en ningún caso, servir de pretexto para manipulaciones cargadas de ocio. 

El discurso de la barbarie proferido por los intermediarios de la propaganda, destinado a designar a falsos enemigos internos, tiene por objetivo hacer callar a aquellos musulmanes en Europa que denuncian las aventuras guerreras en Oriente Próximo. Tiene por objetivo hacer olvidar los crímenes cometidos por los aliados de Occidente y también, jugando con el miedo, arrojar a unas minorías visibles “de aspecto musulmán” a una opinión pública machacada mediáticamente a la que desde hace años se trata de condicionar. Estas gesticulaciones en torno a una denominada barbarie musulmana no logran ocultar la sangrante verdad de un Occidente colonialista ayer e imperialista hoy, que asume sin discontinuidad desde el siglo XIX sus guerras eminentemente civilizadas y muy sanguinarias en el mundo musulmán. Los criminales del Estado Islámico han asistido a una buena escuela.

En el experimentado dispositivo de preparación psicológica la barbarie del otro es la justificación última de la guerra. Ahora bien, las “guerras” eternas contra el terrorismo que se emprendieron hace décadas, lejos de haber contenido el fenómeno, lo han generalizado y hecho más complejo. Por consiguiente, a la luz de la experiencia apenas cabe la duda de que el rechazo de los enfoques políticos y la fascinación por la guerra manifestados por los dirigentes occidentales no producirá sino un aumento de la subversión, además de una peligrosa regresión del derecho internacional.

Los primeros y los peores bárbaros están entre nosotros.



Fundación Frantz Fanon, 
27 de septiembre de 2014

Traducido del francés por Beatriz Morales Bastos.

05 junio 2015

¿Cómo se manipula a los yihadistas? ¿Quién lo hace?



por Thierry Meyssan



Mientras Francia y el Reino Unido descubren con horror que personas normales pueden ser súbitamente transformadas en asesinos sanguinarios, Thierry Meyssan analiza ese fenómeno, que él mismo ya venía denunciando desde hace 13 años. Algunos yihadistas no son takfiristas ni mercenarios sino que han sido manipulados para convertirlos en asesinos.



                        Soldado sirio decapitado por los «moderados» del Ejército Sirio Libre.


Los dirigentes europeos parecen súbitamente espantados ante el descubrimiento de la cantidad de yihadistas que han producido sus propios países y ante los crímenes que estos están cometiendo. Sin embargo, en el Reino Unido y en Francia se elevan las voces de quienes tratan de entender cómo es posible que personas que gozan de la estima de quienes les rodean puedan irse repentinamente a Siria o Irak y convertirse allí en degolladores. Y nos hablan de «manipulación mental» pero sin llegar hasta el final del razonamiento porque si los yihadistas europeos de ahora han podido ser manipulados, eso significa que es posible que otros yihadistas también hayan sido manipulados durante los últimos 13 años y que tenemos que revisar todo lo que creemos saber sobre hechos anteriores.

Antes de retomar esa cuestión, que modifica profundamente la percepción que los europeos podían tener sobre la «guerra contra el terrorismo», me gustaría recordar la hipocresía de los líderes europeos que fingen descubrir ahora los crímenes que desde hace tiempo han estado apoyando y financiando de manera totalmente consciente.


El apoyo de Francois Hollande a las decapitaciones

Resulta imposible comprender la ineficacia de los dirigentes europeos ante el reclutamiento de terroristas entre sus propios conciudadanos sin interrogarnos sobre la responsabilidad personal de esos mismos dirigentes.

Las decapitaciones no son un fenómeno nuevo. Son, por el contrario, una práctica que comenzó ocasionalmente en Irak –en 2003– bajo la ocupación militar estadounidense y que se extendió durante las guerras desatadas contra la Yamahiria Árabe Libia y contra la República Árabe Siria.

La «primavera árabe» libia comenzó con una manifestación en Bengazi, en la noche del 16 de febrero de 2011 y al mismo tiempo, de manera coordinada, con acciones armadas contra los cuarteles Hussein Al-Jwaifi y Shahaat y contra la base aérea Al-Abrag, atacados por miembros del Grupo Islámico Combatiente en Libia (GICL), o sea al-Qaeda en Libia. En la mañana del 17 de febrero, los yihadistas atacaron cuarteles en Zawiya y Misurata y las sedes de la policía en Zwara, Sabratha, Ajdabiya, Derna y Zentan. En varios casos hay testimonios de que los atacantes colgaron a varios soldados y de que otros uniformados fueron decapitados.

La «primavera árabe» siria comenzó, por su parte, en Deraa. A la salida de la plegaria del viernes, unas 15 personas desplegaron banderolas contra el estado de sitio y contra la República. Inmediatamente después, yihadistas atacaron un edificio de la inteligencia militar, situado fuera de la ciudad, que se utilizaba para el trabajo de vigilancia del Golán ocupado por Israel [1]. Víctimas del factor sorpresa, los militares sufrieron gran número de bajas y al menos uno de ellos fue decapitado.

Sin embargo, lejos de denunciar esas decapitaciones, los países de la OTAN aplaudieron a los yihadistas y denunciaron a los Estados atacados por esos elementos.

Las decapitaciones se convirtieron después en una forma de sembrar el terror. Se generalizaron primeramente en Libia y más tarde, después de la caída de la Yamahiria y del envío de los yihadistas del GICL a Siria, también se hicieron corrientes en este otro país.

Pero las decapitaciones no son la única manera de sembrar el pánico. Los yihadistas también acostumbran a desmembrar los cadáveres de sus víctimas y arrojar los pedazos en las plazas públicas.

En febrero de 2012, cuando los canales de televisión atlantistas y los de las monarquías del Golfo afirmaban que el Ejército Árabe Sirio estaba bombardeando el Emirato Islámico de Baba Amro y que este resistía como un nuevo Stalingrado, esas mismas televisiones evitaban cuidadosamente explicar en qué consistía aquel «Emirato», que nada tenía que envidiarle al actual Daesh [2]. En Baba Amro, un tribunal islámico condenaba a muerte tanto a los sunnitas acusados de apoyar la República como a los infieles, o sea las personas que no eran sunnitas (alauitas, chiitas, cristianos). Como pudo comprobarlo Der Spiegel, más de 150`sirios fueron degollados en público en Baba Amro [3]. Y todo eso sucedía bajo los aplausos de Abú Saleh (ver abajo nuestra investigación acerca Abú Saleh,ndlr), periodista de France24 y de Al-Jazeera [4].


El 6 de julio de 2012, en ocasión de la conferencia de los «Amigos del Pueblo Sirio», el presidente francés Francois Hollande reunía en París a los representantes de 120 países y organizaciones internacionales para reiniciar la guerra contra la República Árabe Siria. En ese encuentro, el presidente francés reclamó un aplauso para Abú Saleh (flecha roja) , a quien vemos aquí, a la extrema derecha, de frente, la única persona que permanece sentada en la tribuna. Este individuo había escenificado el degollamiento público de más de 150 sirios por el Emirato Islámico de Baba Amro, creado en una «zona liberada» por los «moderados» del Ejército Sirio Libre.


Pero los países de la OTAN no se limitaron a abstenerse de condenar a aquellos asesinos. El presidente francés Francois Hollande recibió con todos los honores a Abú Saleh, e incluso reclamó para él un aplauso de las delegaciones de 120 países y organizaciones internacionales reunidas en París el 6 de julio de 2012.

Resulta que, para la OTAN, el Ejército Sirio Libre se componía de «moderados» [5]. Parece que existe una forma «moderada» de degollar al prójimo.

Nada, ni siquiera la escena de canibalismo protagonizada por Abu Sakkar [6], ex comandante del Emirato Islámico de Baba Amro, y mundialmente difundida a través de YouTube ha podido cambiar esa visión de las cosas. Parece que también existe una manera «moderada» de comerse el hígado y el corazón del prójimo.

En cualquier democracia del mundo, un presidente que aporte abiertamente su respaldo a tales comportamientos criminales sería destituido. Pero no sucede así en Francia, donde los parlamentarios fingen considerar esos crímenes como parte de las «prerrogativas» del presidente de la República.


¿Quién recluta a los yihadistas europeos?

Dirigentes políticos europeos han llamado públicamente a asesinar al presidente sirio Bachar al-Assad y han expresado públicamente su apoyo a al-Qaeda. El caso más emblemático es el del ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, quien declaró el 17 de agosto de 2012:

«Estoy consciente de la fuerza de lo que estoy diciendo: el señor Bachar al-Assad no merece estar sobre la tierra.» [7].

El 12 de diciembre de 2012, el mismo Laurent Fabius asumía personalmente la defensa de al-Qaeda y protestaba contra la inclusión de su rama siria en la lista de organizaciones terroristas declarando que «en el terreno están haciendo un buen trabajo.» [8].

O sea que no habría que considerar a los yihadistas europeos como simples criminales ya que no han hecho otra cosa que obedecer las órdenes de sus dirigentes. Sin embargo, algunos de ellos han sido inculpados mientras que los políticos que antes aplaudían sus crímenes siguen en sus cargos.

Es importante señalar que al principio los yihadistas europeos eran delincuentes, reclutados en la cárcel, que pensaban que podían hacer en Siria todo lo que las leyes les prohíben hacer en sus propios países (violar, saquear, asesinar). Pero ahora son individuos corrientes reclutados a través de internet.

Manipular a individuos jóvenes únicamente conversando con ellos en fórums o a través de las redes sociales, utilizando a veces su lengua natal, su cultura e incluso su historia personal hasta convertirlos en asesinos es algo que exige gran habilidad y capacidad de manipulación. ¿Podemos creer realmente que los mercenarios del Emirato Islámico son capaces de lograrlo? Ese tipo de manipulación exige equipos capaces de informarse sobre el perfil de los individuos escogidos como blanco, capaces de identificar sus debilidades y de encontrar las palabras adecuadas para convencerlos. Este tipo de trabajo es seguramente realizado por grupos de especialistas, no puede ser en absoluto la obra de grupos de campesinos extremistas iraquíes.

Cuando esos jóvenes –muchachos o muchachas– ya están convencidos de que pertenecen a una comunidad y de que tienen que defenderla con las armas, se van a Turquía. Allí, quien se encarga de ellos es el Emirato Islámico, que se mueve en toda Turquía bajo la protección del MIT (los servicios secretos turcos). Posteriormente son enviados a Siria o Irak, donde pasan un periodo de espera durante el cual se les somete al consumo de drogas y reciben diversas enseñanzas y entrenamientos hasta que llegan a estar mentalmente acondicionados para matar.


Las investigaciones de la CIA y el Mosad sobre el acondicionamiento mental

Las principales investigaciones sobre las posibilidades de convertir personas normales en asesinos fueron realizadas por la CIA y las fuerzas armadas de Estados Unidos bajo denominaciones codificadas como Projet Chatter (1947 a 1953), Project Bluebird(1951 a 1953), Project Artichoke (1951 a 1953) y Project MKultra(1953 a 1973) [9].

Esos programas, desarrollados bajo la dirección de científicos nazis exfiltrados de Europa por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, exploraron las posibilidades que ofrecían la hipnosis, la privación sensorial, los abusos sexuales, numerosas drogas así como diversas formas de tortura. El objetivo era responder a la siguiente pregunta:

«¿Podemos controlar a una persona al extremo de que haga lo que le pidamos, incluso en contra de su propia voluntad y hasta yendo en contra de las leyes fundamentales de la naturaleza, como el instinto de autopreservación?»

Los archivos sobre esas actividades fueron en su mayoría destruidos, en 1973, por orden del director de la CIA, Richard Helms. Pero la Comisión Investigadora senatorial presidida por el senador Frank Church y, posteriormente, los trabajos de otro director de la CIA, el almirante Stanfield Turner, revelaron que más de 30 universidades participaron en esas investigaciones, que a su vez abarcaban más de 150 proyectos experimentales diferentes. Esos proyectos se desarrollaron en Estados Unidos y en varios países miembros de la OTAN, a espaldas de las poblaciones utilizadas como conejillos de India.

Como ejemplo, y según los archivos recientemente disponibles de la CIA, esa agencia de inteligencia de Estados Unidos realizó en 1951 un importante experimento de acondicionamiento masivo en un pueblecito francés llamado Pont Saint-Esprit, sin que la población del lugar lo supiera. El uso de la droga conocida como LSD, administrada mediante su aspersión en forma de aerosol, desató en ese lugar una ola de locura colectiva que provocó en pocas horas la muerte de 7 personas y dejó además 32 casos de patologías irreversibles [10].

En 1973, Estados Unidos dejó de hacer aquellos experimentos… o más bien los trasladó a Israel. Pero los retomó en 2001 y para ello organizó el campo de concentración llamado X-Ray, en la base naval estadounidense de Guantánamo, bajo la dirección del profesor Martin Seligman [11]. El objetivo era usar la tortura, pero no para obtener confesiones sino para inculcarle a los prisioneros toda una serie de confesiones imaginarias de manera que las hiciesen por sí solos y estando incluso orgullosos de hacerlas. La publicación de la investigación del Congreso de Estados Unidos sobre esos crímenes ha sido pospuesta en múltiples ocasiones [12].

La serie "Crisis", recientemente transmitida por la NBC, muestra el trabajo de acondicionamiento de soldados estadounidenses realizado por químicos de la CIA.


Esos hechos han sido ampliamente documentados. Incluso se han visto reflejados en la cultura popular y han dado lugar a numerosas obras de ficción, hasta en la televisión y el cine de Estados Unidos.

Si se admite que todos esos experimentos han podido arrojar al menos algunos resultados, también hay que reconocer que Estados Unidos e Israel cuentan con posibilidades de acondicionar personas normales para llevarlas a cometer crímenes e incluso a actuar como kamikazes en atentados suicidas. Lo anterior modifica totalmente la percepción que se tiene de una organización como al-Qaeda, especializada en los atentados suicidas.


En 2004, la toma de rehenes registrada en la escuela de la localidad rusa de Beslan fue presentada como una acción de los yihadistas chechenos y Shamil Basaev reclamó su autoría en nombre del Emirato Islámico de Ichkeria. El saldo fue de 376 muertos, principalmente niños. Pero la mayoría de los yihadistas no se habían destacado por la realización de ese tipo de acciones de carácter político religioso. Las autopsias revelaron que todos los secuestradores habían actuado bajo el efecto de drogas químicas particularmente sofisticadas.


Marketing ideológico

Para justificar los recientes casos de yihadistas europeos, que parecen sacados de los experimentos de los médicos nazis exfiltrados y utilizados por la CIA y de las más recientes experiencias del Dr. Seligman en Guantánamo, durante los últimos años se ha utilizado como tapadera la ideología wahabita.

Pero es de manera totalmente falsa que ese fanatismo religioso ha sido presentado como la causa de los crímenes cometidos «en nombre del islam».




El hecho es que la mayoría de los yihadistas ignoraban en qué consiste el wahabismo cuando entraron en contacto con al-Qaeda o con el Emirato Islámico. Sin embargo, si desde 1979 Arabia Saudita, Qatar y el Emirato de Sharjah han logrado implantar el wahabismo en toda Europa y extenderlo un poco en el mundo árabe a tal punto que se le considera como una rama integrista del islam, esa corriente se define a sí misma como el único islam verdadero y condena como heréticas todas las demás escuelas teológicas, tanto el chiismo como las otras 4 escuelas sunnitas tradicionales. El lector curioso puede consultar los escritos del fundador, Mohammed ben Abdelwahhab. En ellos descubrirá que para el fundador del wahabismo los sunnitas no son musulmanes.

Jean-Michel Vernochet mostraba recientemente cómo los británicos utilizaron simultáneamente el mito de la nación árabe y la secta wahabita para combatir el califato turco y derrocar el imperio otomano [13]. Con toda lógica, si el Emirato Islámico restaura hoy el califato, no lo hace como sucesor de los Fatimidas, de los Abasidas ni de los Omeyas, a los que considera herejes, sino en lugar de todos ellos.


¿Qué hacer?

En primer lugar, poner fin a toda forma de respaldo a los yihadistas, incluso cuando se trata de derrocar regímenes que resisten ante los designios del imperialismo. Y también habría que destituir a los políticos que apoyan públicamente los desmanes de los yihadistas.

En segundo lugar, poner fin a toda forma de apoyo a la ideología wahabita, incluso cuando quienes la citan son el rey de Arabia Saudita o los emires de Qatar y de Sharjah. Y reclamar de inmediato la igualdad de derechos para las mujeres de esas monarquías y la autorización de practicar libre y públicamente su religión. Y además poner bajo vigilancia a los imanes wahabitas en Europa y arrestarlos cuando incitan al crimen o elogian a quienes los cometen.

Para terminar, también habría que respaldar al presidente estadounidense Barack Obama frente a aquellos que, como el senador John McCain [14], e incluso dentro de su propia administración, organizan y financian la manipulación de las mentes de los yihadistas.

Esas medidas permitirían frenar en seco el reclutamiento de yihadistas. Pero no resolverán el problema de los yihadistas que regresan de Siria o de Irak. Es cierto que estos últimos son casos que caen en el marco de acción de la justicia, pero deben ser reconocidos como personas sin responsabilidad penal, como en el programa de reconciliación nacional que está aplicando la República Árabe Siria.



Thierry Meyssan
Red Voltaire,
24 de noviembre de 2014
www.voltairenet.org/article186015.html

          

NOTAS:

[1] Fue sólo después de esos hechos que Al-Jazeera difundió el rumor sobre niños supuestamente torturados por la policía.
[2] Daesh es el acrónimo árabe del actual Emirato Islámico, anteriormente conocido como EIIL.
[3] “Rebellen in Syrien: Der Henker von Bab Amr”, Ulrike Putz, Der Spiegel, 26 de marzo de 2012. Versión en inglés: “The Burial Brigade of Homs: An Executioner for Syria’s Rebels Tells His Story”
[4] ¿Quién es Abú Saleh, el héroe del presidente francés Francois Hollande? En la foto que acompaña este artículo Abú Saleh (flecha roja) aparece como invitado de honor del presidente Hollande en París en una conferencia internacional. En el siguiente video documental, realizado en francés, se describe claramente como opera Abú Saleh, llamado “el sirio de los mil rostros”.
Corresponsal de prensa de la televisión estadounidense CNN, del canal quatarí Al-Jazzera y del canal francés France24, Abú Saleh apareció justo momentos después del ataque y en los lugares del crimen donde fueron asesinados dos periodistas en Siria (uno francés, la otra estadounidense. Los asesinatos fueron atribuidos al ejército sirio). Abú Saleh ha sido presentado también como médico y socorrista, como un manifestante o rebelde sirio, muy a menudo presentado como activista o intelectual de la oposición siria, a veces presentado como herido e incluso como un civil muerto, el colmo es que lo presentaron como representante de Siria en una conferencia internacional organizada por el presidente francés el 6 de julio de 2012. Pero la mayor parte del tiempo lo pasa haciendo manipulaciones televisivas para los canales de televisión propagandísticos (ver nuestra investigación sobre CNN, acerca de Al-Jazzera y el canal estatal francés France24.
https://www.youtube.com/watch?v=2n1AZyNucbk
En la parte final de este documental, mientras espera desde su teléfono movil que le den la señal para pasar en directo [en vivo] en la televisión internacional Al-Jazzera como corresponsal de guerra, Abú Saleh va preparando y dando instrucciones a su equipo, para que estos inserten detonaciones y disparos cuando él da la señal, para hacer creer a los teleespectadores que está en plena acción, en medio de una matanza del gobierno árabe sirio.
En el video de abajo el mismo Abú Saleh aparece como rebelde sirio. Después de haber probablemente destruido con sus grupos terroristas el oleoducto que está en llamas, Abú Saleh aprovecha la ocasión para culpar en directo de ese crímen al presidente sirio Bachar el-Asad.
https://www.youtube.com/watch?v=AwS3Q5O5vfg
¿Quién es en realidad Abú Saleh? ¿Un agente especialista en comunicación? ¿Un propagandista? ¿Un agente de los servicios secretos? Nota de la redacción.
[5] El Ejército Libre Sirio ya no existe en el terreno. Donde sí existe todavía es en los salones de los grandes hoteles de Estambul y París. Algunos grupos armados que operan en Siria dicen pertenecer a esa entelequia cuando esperan obtener armas de la OTAN.
[6] Otro colmo de los canales propagándisticos, esta vez la famosa televisión inglesa BBC, entrevista al canibal (video abajo) que se comió el corazón de un soldado sirio muerto. En la entrevista indulgente todo se puede justificar, incluso podemos caricaturizar nosotros diciendo: «me comí el corazón porque el presidente sirio Bachar al-Assad es malo», esto puede ser una buena justificación para el canibal. ¡Aplausos a la BBC!
https://www.youtube.com/watch?v=ouBzc6gNPf8
[7] «"Bachar el-Assad ne mériterait pas d’être sur la terre" (Fabius)», AFP, 17 de agosto de 2012.
[8] «Pression militaire et succès diplomatique pour les rebelles syriens», por Isabelle Maudraud, Le Monde, 13 de diciembre de 2012.
[9] Los documentos oficiales disponibles han sido reunidos en 4 CDs y el lector puede bajarlos a través de este vínculo.
[10] «Cuando la CIA utilizaba ciudadanos franceses como conejillos de India», por Hank P. Albarelli Jr., Red Voltaire, 30 de marzo de 2010.
[11] «El secreto de Guantánamo», por Thierry Meyssan, Оdnako (Rusia),Red Voltaire, 6 de noviembre de 2009. Ver también «Reconoce la CIA que reclutó prisioneros en Guantánamo», Red Voltaire, 26 de noviembre de 2013.
[12] «Director de la CIA confirma censura del informe senatorial sobre la tortura», Red Voltaire, 30 de enero de 2014.
[13] Les Égarés, por Jean-Michel Vernochet, Sigest ed, 2014.
[14] «John McCain, el organizador de la “primavera árabe” y el Califa», por Thierry Meyssan; «John McCain reconoce que está en contacto permanente con el Emirato Islámico», Red Voltaire, 18 de agosto y 20 de noviembre de 2014. 

02 junio 2015

El premio Nobel de la Paz: Manipulación secreta para la guerra




por: Tito Andino U.




Fue voluntad de Alfred Nobel que debía reconocerse y recompensar a la personalidad que haya realizado la mayor o la mejor contribución al acercamiento entre los pueblos, a la supresión o a la reducción de los ejércitos permanentes, a la reunión y a la propagación de los progresos por la paz. Alfred Nobel encomendó al parlamento noruego nominar a quienes se merecían el Premio, por intermedio de un comité de cinco personalidades comprometidas con la paz. Los tiempos corren y Noruega ha dejado de ser neutral al integrarse en la OTAN. Hoy el parlamento noruego elige los integrantes del Comité en sus propias filas.

Han pasada decenas de años, referéndums rechazados por la población que dijo en dos ocasiones no a la Unión Europea, pero a la final Noruega cedió, su principal impulsor fue el ex primer ministro Thorbjorn Jagland y, antes de su destitución en marzo de 2015, presidente del Comité del Premio Nobel (degradado a “simple” miembro del comité). También Jagland se mantiene como secretario general del Consejo de Europa, cargo con el que apoyó el golpe de estado fascista en Ucrania.
         
Puede ser contradictorio, pero el Premio Nobel de la Paz se ha transformado en un medio para difundir la guerra.

Cada año, un 10 de diciembre, fecha que se recuerda el fallecimiento de Alfred Nobel, el Comité Noruego del Premio Nobel celebra la entrega de ese reconocimiento a la PAZ. La ciudad de Oslo alberga la ceremonia que es presidida por la realeza noruega y se cierra con un banquete de gala. Indudablemente, no solo los nominados están presentes (en muchos casos no), sino que aflora la aristocracia europea, delegados de organismos internacionales y otros selectos invitados de alto nivel, que no brillan precisamente por mantener la paz.

Debe quedar evidenciado que los Nobel de La Paz fueron infiltrados desde muy temprano, las connotaciones sociales a nivel internacional son demasiado grandes, los intereses regionales y juegos geoestratégicos dependen en medida de quien es designado el “Pacificador” del año. Este galardón hoy no es más que un instrumento político imperialista (salvo honrosas excepciones). 

Mucha gente pensará que no hay protestas al respecto, pero si que las hay en los últimos años; mas, la composición del jurado del Nobel de la Paz hace oídos sordos. Este selecto grupo se aferra a un guión político y otorga el premio a protagonistas que no reúnen los méritos. Ya en marzo de 2012 el consejo sueco de vigilancia de la Fundación Nobel hizo un llamado a los miembros del Comité para que den lectura a la voluntad de Alfred Nobel, sin éxito. Amparados en estrictas reglas de conservación del secreto, el Comité que otorga el Nobel de la Paz no responde a ninguna clase de crítica.

No podría precisar desde cuando se prostituyó este organismo, pero hagamos un poco de historia:

Los primeros signos de esa manipulación empezaron ser latentes ya por la década de los 30 del siglo pasado. Primero fue Benito Mussolini en el 1935, a quien intentaron nominarlo y luego Adof Hitler en el 1939, nominado al máximo galardón que premia el esfuerzo para quienes difunden el mensaje de paz en la humanidad y no para quienes evitan una guerra inminente, pero que al poco tiempo desataron la guerra por sus órdenes directas.



En el caso del Fuhrer alemán, su candidatura fue propuesta por el parlamentario sueco E.G.C Brandt. El Comité Nobel aceptó la nominación, aunque finalmente concedió el premio a la Oficina Internacional Nansen para los Refugiados. Hitler perdió por mayoría de votos, pero sus “cualidades” si que fueron estudiadas por el Comité. Alguien o algunos opinaban que gozaba de ese derecho por haber conseguido la “Paz para Europa”, según palabras del primer ministro británico Chamberlein, en las negociaciones de Munich de 1938 que terminaron cediendo los Sudetes a Alemania. Esa distinción para el Nobel y otros hechos históricos fueron censurados, archivados o desaparecidos después de la Segunda Guerra Mundial. (1)

En el caso de Benito Mussolini, en 1935 algunos catedráticos de Derecho de la Universidad de Giessen – Alemania propusieron la nominación para  el Premio Nobel de la Paz al Duce italiano. En este caso el Comité no aceptó la candidatura (porque no fue propuesta por el parlamento noruego).

Es verdad que estos personajes no ganaron el Nobel, pero tampoco deberíamos tomar ese hecho como una simple anécdota de la historia, lo cual constituiría un error. El hecho que alguien o alguna organización haya propuesto su nominación es de por si un precedente macabro.

El ejemplo de esa política institucionalizada quedó reflejada en el 2009: “Por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos. El Comité ha dado especial importancia a la visión de Obama de un mundo sin armas nucleares y a sus esfuerzos para lograrlo”; por tanto, el ganador es… Barak Obama !.




Los “esfuerzos” para mantener la “paz” de éste singular caballero han sido "reconocidos". A cuál mal intencionado le puede quedar el más mínimo resquicio de duda? Acaso no ha conservado y, en otros casos, llevado la  paz a Libia, Siria, Afganistán, Ucrania, etc, o es que usted duda que no ha conseguido un acuerdo nuclear con Irán?. Quien ose pensar lo contrario del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica no es más que una sanguijuela conspiranoica. 

Antes de recibir su codiciado premio por fomentar la “paz mundial”, el señor Obama había manifestado sus intenciones de fortalecer la presencia militar estadounidense y de la OTAN en Afganistán, para incrementar las operaciones bélicas contra los talibán (o mejor dicho contra los grupos rivales que compiten por el control del narcotráfico).


Un nominado para el 2015

Para que no quede dudas, se trabaja arduamente para la nominación de un personaje en el 2015. Por ser un paladín de la paz, los derechos humanos y la tolerancia, ese “derecho” podría recaer en manos del presidente en funciones de Ucrania Petro Poroshenko… 

Una carta filtrada con fecha 19 de mayo 2015, presuntamente enviada por el Presidente del Parlamento de Ucrania, Vladimir Groysman al encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Oslo, agradece "los esfuerzos que han hecho para tener a Petro Poroshenko Oleksiyovych nominado para el Premio Nobel de la Paz". El texto de dicha carta afirma: "Todavía tenemos en cuenta sus garantías de apoyo por los dos miembros del Comité Nobel como insuficiente", ya que hay cinco miembros del Comité, y el apoyo de 3 de ellos es necesario.
"Esperamos más esfuerzos encaminados al cambio de posición de Berit Reiss-Andersen, Inger-Marie Ytterhorn y especialmente el de la Presidencia del Comité Nobel Kaci Kullman Five. Respecto a esta última, se recomienda que usted tome ventaja de la información que se va a recibir de Alemania. Sus colegas en Berlín nos han asegurado que el expediente pronto será entregado a la Embajada de Estados Unidos en Oslo. Es de suma importancia para el señor Porshenko tener garantías firmes de que se le concederá el Premio Nobel de la Paz 2015, ya que se podría destacar el apoyo unánime de la integridad de Ucrania por la comunidad democrática del mundo". Ustedes podrán leer el texto completo en inglés en el siguiente enlace (2).

Fotomontaje que refleja la actual situación del gobierno ucraniano. El Presidente Poroschenko en uniforme de SS-Obergruppenführer y General de las Waffen-SS alemanas en la segunda guerra mundial.


Más arriba mencionamos a Thorbjorn Jagland, ex presidente del Comité y hoy simple miembro de ese órgano. Pues bien, desde su otro cargo (Secretario General del Consejo de Europa) garantiza su apoyo a Poroshenko y como miembro del Comité de los Premios Nobel ha dado su beneplácito para que sea laureado este año. La carta citada arriba que habla de la garantía de dos miembros del Comité para nominar al presidente ucraniano se refiere precisamente a Jagland.

Y, otro nominado para el 2015, un opositor  al gobierno ruso, Dmitry Muratov, editor de un periódico ruso que critica asiduamente al presidente Putin. Clarísimo o no?

Ya con esto último, al lector le convendría dar un portazo a este artículo. 

A estas alturas debería tener una visón general, el Nobel de la Paz se ha convertido en un fraude monumental (me siento tentado a usar el término “porquería”, mas, quiero controlarme un poco). Pero, si el gentil lector quiere seguir indignándose con todas las inmundicias que hay entre bastidores, ármese de paciencia, respire y sobre todo no ataque a los noruegos, ese bonito y pacífico país no tiene la culpa de pertenecer hoy a la OTAN y tampoco es responsable por la conjura que un grupo de conspiradores hacen en nombre de la Paz.

Entre otros detalles, el anuncio del Comité del Premio Nobel sobre el premio Nobel de la Paz de 2009 (Obama), dice:
“El diálogo y las negociaciones son los instrumentos preferidos para resolver aun los conflictos internacionales más difíciles. La visión de un mundo libre de armas nucleares ha estimulado poderosamente las negociaciones de desarme y control de armamentos. Gracias a la iniciativa de Obama, Estados Unidos ahora desempeña un papel más constructivo para hacer frente a los grandes desafíos climáticos que afronta el mundo. La democracia y los derechos humanos serán reforzados. Muy pocas veces una persona ha captado la atención del mundo y le ha dado a su pueblo esperanza para un mundo mejor en la misma medida en que lo ha hecho Obama. Su diplomacia se funda en el concepto de que los que han de dirigir al mundo deben hacerlo basándose en los valores y actitudes que comparte la mayoría de la población del mundo”.

Thierry Meyssan se pregunta: “A decir verdad, no se sabe qué resulta más sorprendente: la atribución de tan prestigiosa distinción a Barack Obama o la grotesca farsa que la acompaña, o quizás el método utilizado para corromper al jurado y desviar ese premio de su vocación inicial”. (3)

Las promesas del señor Obama se cumplen, por algo se le concede tan prestigioso galardón, al poco tiempo de su coronación como “pacificador” del 2009 emprendió su campaña para llevar el “mensaje de la paz” a Afganistán y Pakistán vía drones que, supuestamente, eliminan de forma selectiva a los enemigos de la paz, como dice el filosofo italiano Domenico Losurdo (4) “desde el cielo, «eliminan» «terroristas», potenciales «terroristas» y sospechosos de «terrorismo»”. Para el presidente Obama los drones tienen una particularidad, “solo” matan a los enemigos y evitan las bajas en sus propias fuerzas, los que digan lo contrario son unos bellacos mentirosos.

Podríamos razonar que el premio nobel de la paz 2009 ha dicho que los drones no ocasionan “víctimas colaterales”, cómo pueden pensar que con tan sofisticados aparatos voladores se vaya asesinar  indiscriminadamente a cientos de inocentes civiles? Solo se mata a blancos específicos, de acuerdo?. Por desgracia, las palomas mensajeras para contactar con el enemigo ya no se utilizan, hoy se envía un mensaje de paz vía dron, así de sencillo. A la final el prestigio del nobel de la paz es lo que vale y no lo que piensen los sencillos ciudadanos afganos y paquistaníes.  

Curiosamente, el país que más guerras ha fomentado y ha participado desde su fundación es el que ostenta el record de premios nobel de la paz concedidos a políticos involucrados en mayor o menor grado en conflictos bélicos: Theodore Roosevelt, Woodrow Wilson, Charles Gates Dawes, Cordell Hull, General George Marshall, Jimmy Carter, Al Gore, Barack Obama: y, sorpréndase hasta Henry Kissinger. No solo eso, en los últimos años, el Nobel de la Paz no se ha entregado a militantes pacifistas sino en favor de personas que gozan del padrinazgo de la OTAN, como veremos en la lista a continuación.

El filósofo italiano Domenico Losurdo, en el 2010 (5) denunciaba las maniobras del jurado del premio Nobel de la Paz en apoyo al imperialismo. Nos recordaba brevemente los últimos galardonados con el premio Nobel de la Paz después del 11-S

2003 Shirine Ebadi. Por aumentar la presión contra Irán

2004 Wangari Muta Maathai. Por presionar a Kenia y otros países africanos que establecen vínculos con China o que intentan acercarse a China.

2005 AIEA y Mohamed ElBaradei. Por haber neutralizado a Hans Blix y haber permitido la guerra contra Irak.

2006 Muhammad Yunus y la Grameen Bank. Por financiar la pobreza. Prestando dinero a gente muy pobre y a personas no solventes, con una tasa de cambio dos veces más alta que la del mercado.

2007 GIEC y Al Gore. A la primera por haber inventado la falla de software del año 2000: y, al segundo, por justificar el financiamiento de la ecología, la Bolsa de Valores y el negocio resultante de los derechos de emisión de gases CO2

2008  Martti Ahtisaari. Por haber hecho fracasar las negociaciones con la República de Serbia y haber justificado la guerra de Kosovo

2009  Barack Obama. Por haber dado un nuevo look a Estados Unidos, continuando al mismo tiempo las guerras imperiales.

2010 Liu Xiaobo. Disidente chino, por aumentar la presión internacional contra China, quien luego de vivir en Estados Unidos regresó a su país y participó en la revuelta de la Plaza Tiananmen.

2012 La Unión Europea. Por ser un gran ente económico – militar  exportador de armas. Porque dos de sus miembros poseen armas atómicas y se oponen al desarme nuclear y; sobre todo, por haber sido designados para llevar la “democracia” a muchas naciones africanas y por haber fomentado el “dialogo”, la “paz” y no haber apoyado a terroristas islámicos en Libia, Siria, Irak, etc.

Sobre los motivos del premio a Liu Xiaobo, Domenico Losurdo, escribió en octubre del 2010 un interesante artículo: ”Nobel de la guerra para los señores del «Nobel de la Paz»”. Ante el ascenso de China, Washington responde con la política de contención (containment), fortaleciendo su potencial y alianzas militares. Esa maniobra (otorgar el nobel al disidente chino) se da conjuntamente  con la amenaza de guerra comercial contra China y el intento de movilizar tropas americanas hacia el Lejano Oriente.

Entre las acusaciones a China, las ya clásicas violaciones a los derechos humanos y el apoyo a regímenes terroristas: Sudán, Birmania, Corea del Norte, Irán, Siria… La explotación de los obreros, en consecuencia, el mundo debe boicotear los productos chinos y limitar los intercambios económicos y comerciales con ese país. Está claro no?. Es el inicio de la guerra contra China, su primera fase: declaración de la guerra comercial.

Es difícil, afirma Dominico Losurdo, calificar de “no violento” a Obama,  que ha llevado a su país a varias guerras a la vez y que gasta en armamento más dinero que todos los países del mundo juntos. Obama pidió la inmediata liberación de Liu Xiaobo. Pero, por qué no libera él a  los detenidos sin juicio en Guantánamo?. Por qué no presiona por la liberación de miles de palestinos, muchos adolescentes, encarcelados por Israel?

A nadie debe quedarle resquicio de duda, el Comité de los Premios Nobel de la Paz prefiere “el resurgimiento de la antigua arrogancia colonialista e imperialista, el comportamiento real de los señores del «Premio Nobel de la Paz» sólo merece hoy en día el Nobel de la guerra”. (6)


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