Por Tito Andino
"George Grosz es quizás más conocido por sus cáusticas y políticamente incisivas acuarelas y caricaturas en pluma y tinta de la Alemania de Weimar. Los dibujos oscuros y expresivos de Grosz capturaron figuras políticas y alemanes comunes a través de un estilo informado por la ilustración popular y la abstracción del futurismo y el cubismo. El artista criticó la corrupción social y política de su época, así como la creciente amenaza del nacionalismo. Sus experiencias traumáticas de la Primera Guerra Mundial formaron su tono mordaz".
El artista alemán de renombre internacional siguió involucrado de cierta forma en el arte político después de su inmigración a los Estados Unidos en 1933, y a pesar que su obra sufrió un cambio radical no dejó de ser ese artista cercano a la política.
Grosz se lamentó desde la distancia el avance del fascismo en Europa, sobre todo el triunfo del nacionalsocialismo, el artista presagió un nuevo apocalipsis: la segunda guerra mundial, además, se preocupó por la guerra civil en España. Al convertirse en ciudadano estadounidense en 1938 -tras ser despojado de su ciudadanía alemana- continuó con sus críticas al Partido Nazi desde su nueva patria adoptiva.
Como se apreciará, el trabajo de Grosz en Estados Unidos tuvo un giro algo drástico, en esta fase de su carrera intentó establecerse como un pintor puro de paisajes, naturalezas muertas y paisajes urbanos (edificios y transeúntes), predomina las pinturas en acuarela, pero también continuó produciendo composiciones de tipo apocalíptico y profundamente pesimista.
Grosz creó la serie “Stick Men” (Hombres de palo) en Huntington, Nueva York, donde vivió desde 1947, los “Stick Men” son figuras huecas esclavizadas en un paisaje apocalíptico deshumanizado, deambulan por un mundo hostil y envenenado. La idea surgió después de la segunda guerra mundial, el Holocausto y el lanzamiento de bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, esas obras alertaban clara y decisivamente sobre los peligros de una tercera guerra mundial.
Sin duda, estas acuarelas ofrecen una crítica mordaz a la humanidad. La serie “Stick Men”, lucha con el surgimiento del expresionismo abstracto y reafirma la capacidad de la pintura para impactar a la sociedad, se presentó en Nueva York en las galerías de Associated American Artists en 1948.
"Ondeando la bandera" (1947-1948) - Batallón del Hoyo (1948) (Serie "Stickmen)
Grosz dejó de expresar la lucha de clases y ataques a la sociedad. En su su autobiografía diría: "Mi lema era ahora no ofender a nadie y agradar a todos... Cualquiera que pretenda salir adelante y ganar dinero haría bien en no tener ningún carácter. La segunda regla para encajar es pensar que todo es bello. Es decir, todo, incluso las cosas que no son bellas en realidad".
Grosz vivió en una situación relativamente acomodada, fue maestro en la Art Students League, en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Columbia, también trabajó como artista residente en el Des Moines Art Center y, además, dirigía una escuela de arte privada. No obstante volvería a lo suyo, las obras de estilo realista social.
En 1946 publicó en Nueva York su autobiografía "A little yes and a big no" (Un poco sí y un gran no). Durante su vida, Grosz fue objeto de retrospectivas en el Museo de Arte Moderno y el Museo Whitney de Arte Americano. En 1954, Grosz fue elegido miembro de la Academia Estadounidense de Artes y Letras. En 1958 la Academia de Bellas Artes de Alemania lo distinguió como miembro. Sus últimas obras en Estados Unidos fueron collages, en parte influenciadas por el arte pop pero que recordaban su período dadaísta. Pero, el hombre que una vez fue considerado el artista más famoso de Alemania nunca volvería a recuperar su renombre.
Grosz hasta cierto punto estaba desilusionado de América a pesar de haber sido nombrado uno de los diez más grandes artistas americanos, decidió retornar a su Alemania de manera permanente en 1958. En Alemania, nación a la que vehementemente había tratado de advertir sobre los peligros del fascismo y racismo, pensó intentar recuperar ese impulso artístico que había perdido, pero falleció en Berlín el 6 de julio de 1959, a la edad de 65 años, tras caer por una escalera en un desafortunado accidente doméstico relacionado por sus problemas con el alcohol.
Tras el fin de la segunda guerra mundial la obra de Grosz, menos política, no llegó a compararse con la importancia de sus trabajos en Alemania antes de 1933 (en Estados Unidos lo apreciaban más como escritor satírico).
En 1960, la memoria de Georg Grosz fue protagonista de un cortometraje nominado al Oscar titulado "George Grosz’s Interregnum".
Una muestra del arte de George Grosz en América
La historia de Hemingway (Muerte en la tarde), ( 1954-1955)