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11 diciembre 2023

Política "antisemita" y fundamentalismo cristiano: el Armagedón y el "fin de los tiempos"


    Fotografía principal, MaremagnumCorbis Documentary via Getty Images

por Tito Andino


Comencemos esta entrada con una necesaria reflexión respecto a la crisis palestino-israelí de actualidad. ¿Protestar -sin injuriar, sin invocar al odio o a la violencia- constituye un acto grave que afecta la "sensibilidad" de Israel? ¿Es eso antisemitismo? ¿Seré yo, a pesar de creer que Israel tiene el derecho a existir como estado, un antisionista? ¿Seré, porque creo en el legítimo derecho a que Palestina sea reconocido como un estado soberano, tal  como establecen diversas Resoluciones de las Naciones Unidas, un antisionista y/o antisemita? ¿Creer en que si es posible la convivencia entre palestinos e israelíes será una conducta antisemita? ¿Será el derecho objetivo a la libertad de expresión (sin ofensas ni calumnias) que describe la brutalidad y desproporcionalidad de una guerra declarada por el gobierno israelí contra "animales humanos" en Gaza, así como la guerra no declarada de Israel contra los palestinos en Cisjordania, un acto de antisemitismo? Mi respuesta simple y corta: No soy ni seré un antisemita ni un antisionista, solo pretendo juzgar con objetividad los conflictos del mundo contemporáneo.


El sionismo no es un fruto del judaísmo, que durante mucho tiempo se opuso a esa ideología. El sionismo es un proyecto imperialista nacido de la ideología puritana británica.

 

El Dr. Paul Craig Roberts refiere en su artículo "Acusaciones sin sentido de antisemitismo: la conciencia moral del mundo occidental ha sido silenciada" (noviembre 2023) que, expresar legítimos sentimientos contra la inhumanidad israelí contra civiles palestinos es "antisemitismo". "Para ser antisemita todo lo que hay que hacer es hacer una crítica, por pequeña o legítima que sea, a cualquier política israelí. Si tu conciencia moral es asaltada, por ejemplo, por la masacre de palestinos en el campo de concentración al aire libre en el que Israel los mantiene inmovilizados, y expresas tus sentimientos legítimos contra tal inhumanidad, eres un antisemita. Por definición, cualquier persona con conciencia moral es antisemita". 

Hecha la aclaración, en las siguientes líneas se explica por qué los estados árabes no confían cien por cien en los líderes políticos de la organización palestina Hamás; así como se explica el respaldo incondicional del cristianismo evangélico al estado de Israel, a pesar que la religión judía rechaza los postulados fundamentalistas cristianos como el "fin de los tiempos", el "Armagedón" y otros principios que no existen en su Fe. Iniciemos:


Hamás y la Hermandad Musulmana

Por absurdo y/o contradictorio que pueda parecer iniciamos resumiendo un inquietante artículo del destacado politólogo internacional Thierry Meyssan, "Lo que se esconde tras las mentiras de Netanyahu y las fintas del Hamás", la razón lógica aparecerá a medida que usted repase las siguientes líneas que, a decir verdad, plantea más interrogantes que respuestas. Según el nombrado analista, tanto Hamás como Netanyahu actúan sin importarles las vidas de los palestinos ni de los israelíes, tras ellos Estados Unidos y Reino Unido son quienes mueven los hilos

¿Cómo pudo el Hamás excavar y acondicionar 500 kilómetros de túneles a 30 metros de profundidad sin llamar la atención? ¿Cómo pudo el Hamás acumular tanto armamento? ¿Por qué Benyamin Netanyahu ignoró a todos los que le avisaron? ¿Por qué Netanyahu desmovilizó las fuerzas de seguridad en la noche del 6 de octubre (2023)? ¿Por qué los responsables de la seguridad se mantuvieron encerrados en la sede del Shin Bet en la mañana del 7 de octubre? ¿Quién activó la "directiva Hannibal" y por qué? ¿QUÉ SE ESCONDE TRAS ESOS MISTERIOS?

Meyssan afirma que la versión que defienden Hamás e Israel es falsa y puede descartarla quien pueda responder las preguntas arriba planteadas. Los combatientes de Hamás, su base, ignoran lo que planean sus dirigentes. Revisemos esta inquietante hipótesis:


Símbolos de la Hermandad Musulmana y del grupo Hamás. El lema de la Hermandad Musulmana es: “Allah es nuestro objetivo. El Profeta es nuestro líder. El Corán es nuestra ley. La yihad es nuestro camino. Morir en el camino de Allah es nuestra aspiración más elevada”. 

"Todo el conjunto de la operación Hamás-Israel es dirigido por estadounidenses... La Hermandad Musulmana y los sionistas revisionistas, aparentemente enemigos irreconciliables, son en realidad cómplices, a espaldas de los combatientes que conforman la base del Hamás, a espaldas del pueblo palestino y también a espaldas de los soldados israelíes. Y este sería el plan de esos elementos: presentar al Hamás como la única fuerza realmente eficaz frente a la opresión que sufre el pueblo palestino, pero que al mismo tiempo justifica la acción de Israel para liquidar la esperanza de ver nacer un Estado palestino, mientras que la Hermandad Musulmana, gracias a la aureola creada por el sacrificio de los palestinos, se instala en el poder en el mundo árabe. La Hermandad Musulmana será la gran ganadora de la Operación Diluvio de Al-Aqsa… aunque Gaza sea arrasada y los palestinos sean expulsados definitivamente de su tierra". 

Hamás mantiene (primordialmente) la línea de la Hermandad Musulmana. Su objetivo no es liberar Palestina de la ocupación israelí ni fundar un Estado palestino sino instaurar un califato que gobernaría todos los países del Medio Oriente, está dirigida desde Estambul (por el Guía interino Mahmud Hussein); es decir, se pronuncia por mantener la línea ideológica de la Hermandad Musulmana. Otra corriente de Hamás que no es ideológica, lucha realmente por poner fin a la opresión israelí sobre el pueblo palestino.

Revisamos ampliamente una serie de seis artículos, publicados hace algunos años, el objetivo de la Hermandad Musulmana es tomar el poder en todos los países árabes, logró hacerlo brevemente en Egipto, entre 2012-2013, pero millones de egipcios salieron a las calles para condenar al “presidente” Morsi y exigir que el ejército lo expulsara del poder, así lo hizo el general al-Sissi. "Los miembros de la Hermandad Musulmana no son bienvenidos en casi ningún lugar, solo en Qatar y en Turquía y este último país no es un estado árabe. La Hermandad Musulmana está prohibida en la mayoría de los estados árabes, principalmente en Arabia Saudita, donde trató de derrocar al rey en 2013, y en Emiratos Árabes Unidos que provocó la crisis entre Qatar y los demás estados del Golfo Pérsico. En Siria, la Hermandad Musulmana trató de derrocar al gobierno en 1982 y posteriormente participó, junto a la OTAN e Israel, en la agresión occidental contra el Estado sirio de 2011 a 2016. En Túnez, la Hermandad Musulmana está a punto de ser prohibida, después de haber gobernado ese país durante un decenio.

Si el verdadero objetivo de lo que está sucediendo en Gaza no es el futuro de Palestina sino quién regirá los destinos de los estados árabes en general, seguramente veremos en el Medio Oriente una ola de cambios de régimen, siempre a favor de la Hermandad Musulmana, una especie de segunda «primavera árabe»" 

Esta es la razón por la que "los gobiernos árabes están actuando con prudencia: apoyan la creación de un Estado palestino pero se mantienen a distancia del Hamás. Mientras Hamás hace todo lo posible para hacer imposible la creación de un Estado palestino", concluye el estudio de Meyssan.

Con el antecedente expuesto, es un hecho histórico e innegable que la Casa Blanca mantiene y financia a la Hermandad Musulmana como aliado estratégico para controlar al mundo árabe (al menos parte de él); el plan conspirativo entre Washington y el Islam político (derechista) que se inició con la guerra secreta contra el comunismo continúa en vigencia. Es público que la CIA financió a la Hermandad Musulmana y entrenó muyahidines para las guerras de Afganistán, Libia, Yemen, Siria, etc., así como en la actualidad el grupo palestino Hamás es parte integral de la Hermandad Musulmana controlada -ahora- desde Turquía (antes lo fue desde Egipto).


La Fe al servicio de la política 



La mayoría de personas que se insultan y agreden por temas religiosos en redes sociales defendiendo a los palestinos (musulmanes) o a Israel (judíos) por cuestiones "religiosas", no se dan cuenta que ambos son manipulados por cristianos, pero no por cualquier buen cristiano, sino por quienes imponen desde las sombras el real Poder. La mala noticia para los fanáticos de la Biblia es que esos "buenos" cristianos han conformado (siempre) junto a "buenos" Hermanos Musulmanes y a los muy prósperos hombres de negocios judíos, una alianza global para someter a las naciones, la Globalización. Esto no tiene nada que ver con la Fe. 

La gente del verdadero Poder no se preocupa por banales cuestiones religiosas, la aprovechan como su mejor instrumento para dividir a los pueblos. Los poderosos se ríen de nosotros, la "masa sucia" como suelen calificarnos, esos personajes que se mueven en las mega-corporaciones globales pueden ostentar una etiqueta que los identifique como cristianos, judíos o musulmanes, se reúnen libremente para planificar como impulsar o destrozar una economía nacional, debaten como seguir sometiendo al mundo, como esclavizar “socialmente” e incluso para obstaculizar el desarrollo industrial evitando el progreso de los países emergentes. La forma más simple de conseguirlo es fomentando la guerra y conflictos confesionales en beneficio de un criminal propósito.

Los Hermanos Musulmanes están bien relacionados y conforman alianzas con Fundamentalistas Cristianos de Estados Unidos y con grupos de poder económico judíos. Dicho vinculo va desde relaciones exteriores entre estados, contactos políticos de alto nivel, negociaciones en casos de crisis internacional, negocios transnacionales como el petróleo y producción industrial, banca internacional, blanqueo de dinero, etc. Que quede bien claro: Los Titiriteros del Mundo no tienen religión, su única religión y amor es el Poder y el dinero. A la “masa sucia” nos dividen y confrontan en una "guerra de civilizaciones", es decir, enemistad entre musulmanes, cristianos y judíos. Aún así, hay gente del Poder que cree a píe juntillas las profecías y mensajes mesiánicos.

Esa "extraña" simbiosis ideológica entre fundamentalistas cristianos, Hermandad Musulmana, sionismo y ortodoxia política judía (en Israel) se refleja constantemente en poderosos grupos del cristianismo evangélico que respaldan la política de los Estados Unidos, son tan influyentes como los hobbies sionistas. La 'Fellowship Foundation', por citar una, organiza cada año el “Desayuno Nacional de Oración”, en Washington D.C. donde “rezan” con el presidente de los Estados Unidos, constituyen "una enorme y monstruosa conspiración que desafía la imaginación, una conjura criminal de lunáticos religiosos, fascistas medievales, demagogos delirantes del ‘Final de los Tiempos’, pedófilos, beatos y católicos de nombre que se amparan en el cristianismo y el patriotismo. Los ricos empresarios de derechas, industriales multimillonarios, políticos conservadores y cristianos de derechas con los manipuladores religiosos de masas de más baja ralea manipulan la opinión pública para influir en el gobierno. Presentando a “Jesús” a hombres poderosos, esta organización clandestina ha logrado cambiar radicalmente el panorama político de la diplomacia estadounidense. Así es como un movimiento religioso destructor se ha hecho con el control casi total de la maquinaria del gobierno de los Estados Unidos... para controlar la sociedad y el gobierno... Se les perdonan sus trasgresiones  porque se han sometido a Dios... A los políticos les encanta entrar en el grupo porque para ellos es el modo de eludir responsabilidades de sus actos”. 

Lo curioso es que grupos como la "Fellowship" cuentan con "católicos conservadores, protestantes, evangélicos, judíos ortodoxos, judíos neoconservadores de tendencia seglar, fundamentalistas suníes, musulmanes wahabíes, budistas e hinduistas, etc., todos ellos activos cooperantes de un proyecto que se sirve de Jesús para justificar su acceso a la más altas esferas del gobierno y los negocios" (en febrero de 2015, la presencia del Dalai Lama en el Desayuno Nacional de Oración también contó con la presencia de Barack Obama y líderes musulmanes). (Citas del libro "Los Señores de las Sombras", Daniel Estulin, editorial Planeta, 2007)


 La presencia del Dalai Lama en el Desayuno Nacional de Oración, febrero 2015, contó con la presencia de Barack Obama y líderes musulmanes.


Como se observa, esto no tiene nada que ver con la religión, pero sí mucho que ver con la influencia política y económica, es un culto capitalista. Pat Robertson (recientemente fallecido) es el más claro ejemplo del predicador y fundamentalista cristiano, amigo y socio comercial de genocidas africanos como Charles Taylor y Mobutu Sese Seko. Robertson fue empresario televangelista (El Club 700) y activista político de la derecha cristiana. Quienes desean que el fin de los días llegue ya (para "salvar" su egoísta alma) hoy tienen que buscar a Mike Evans, un ex predicador belicista del Club 700, éste "sabio" le animará apoyar a Israel para que bombardee Irán con ayuda estadounidense, "es la única manera de salvar a Israel", dice, y continúa: "Estados Unidos solo puede evitar el Armagedón iniciándolo". Y las congregaciones evangélicas lo aplauden, lo que quiere decir que desean el "gran viaje". Evans no es el único en pedir que el Armagedón comience mañana.

El Dr. Evans escribió recientemente para el Jerusalem Post el artículo "Estados Unidos necesita bombardear Irán", desatando su odio hacia los musulmanes e inculcando a sus fieles y benefactores el sermón de que todo buen cristiano tiene que ser un enemigo de los árabes, de Rusia, de China, "un fanático contra todos y todo lo que no sea de interés para Israel". Y, claro, los buenos cristianos aplauden la masacre de inocentes en Gaza. Evans no está solo, tras él tenemos a la inmensa mayoría de las élites, neoconservadores, corporaciones privadas que fungen como medios de comunicación estadounidenses, sionistas, que alientan el proyecto para la inmediata destrucción de Irán, algunos en Europa como los lores y damas británicas, las viejas dinastías reales, la gran banca, etc., miran con buenos ojos el plan. Estas instituciones de Occidente están en contra de cualquier cosa que se interponga en el camino de la dominación mundial total y el dominio sobre toda la humanidad. (Phil Butler, "¿Están listos los evangelistas estadounidenses para seguir a los sionistas hasta el Armagedón?")


Por raro que le resulte todo esto a personas que si utilizan el sentido común como guía, en vez de lo abstruso de las profecías como la del "Final de los Tiempos" de los lunáticos predicadores de la Biblia, vemos que existe en el mundo islámico un mellizo ideológico, la Hermandad Musulmana. 


Insistamos en algo que ya puntualizamos (perdón por redundar). Los grupos de Poder que pretenden controlar el mundo no priorizan la religión, ese es un aspecto accesorio para sus fines, se valen de la religión para atemorizar a la población, siempre ha sido así desde tiempos inmemoriales. Así vemos como cristianos, judíos y musulmanes de las élites financieras se unen para conformar esa Hermandad Global, donde sus personales creencias místicas quedan relegadas a un segundo o tercer plano. Otra particularidad es que dentro de ese círculo de Poder si hay fanáticos religiosos, como los wahabíes musulmanes, los fundamentalistas apocalípticos cristianos y ciertos ortodoxos políticos judíos (el judaísmo tampoco es uniforme al igual que las otras confesiones).

Por sentado, existe gente dentro de esos grupos que quieren convertir la Tierra literalmente en un infierno (guerra convencional y nuclear), son los fundamentalistas cristianos con sus “oraciones" que claman por la llegada del ‘Fin de los Tiempos’. Esa ideología, que no coincide con los postulados de su fe, consigue que los devotos lo acepten como algo irremediable (en términos religiosos). 

"El fundamentalismo cristiano, moral y teológicamente, cree lo mismo que el fanático fundamentalista islámico, desde puntos de vista diametralmente opuestos. Cada uno de los dos es un reflejo exacto del otro y cada uno de los dos, al verse acorralado, reaccionará de la misma manera. Pero si un hombre tiene un dedo puesto en un botón nuclear, su acto de autoinmolación en nombre de su Dios arrastrará con él a toda la humanidad…”.

Si los fundamentalistas islámicos aceptan el terrorismo como arma moral, ¿por qué no podrían hacer lo mismo los charlatanes milenaristas del fundamentalismo cristiano?... y lo hacen. ¿Quién es más peligroso?, ¿el yihadismo intolerante con cientos de candidatos a inmolarse con explosivos; o, el fanático fundamentalista cristiano enquistado en el Poder que puede acceder al 'botón nuclear'? El fundamentalismo religioso, cualquiera sea la creencia, solo puede llevarnos a un rumbo, la autoinmolación.

El fundamentalismo no se apuntala en el dogma de las virtudes cristianas de caridad, perdón y comprensión, se basa en el concepto de la guerra: en una gloriosa e inexistente lucha entre las "fuerzas de Dios" y las del "Maligno". Así, en el denominado "Proyecto Megido", las sectas cristianas milenaristas podrían escenificar un acto terrorista nuclear del fin del mundo. Un viejo informe del FBI señala que: "la mezcla explosiva de las teorías conspiradoras de la religión apocalíptica y del Nuevo Orden Mundial puede provocar actos de violencia encaminados a precipitar el fin del mundo profetizado en la Biblia". Megido es una colina al norte de Israel y, según una interpretación de las profecías, es allí donde tendrá lugar el final de los tiempos, el Armagedón o batalla final entre las fuerzas de la luz dirigidas por Jesucristo y las fuerzas de las tinieblas al mando de Satanás o el Anticristo.




En el gobierno de Ronald Reagan, los fundamentalistas (presidente incluido) conceptuaban a la extinta Unión Soviética como el “Imperio del Mal” en el sentido religioso y no metafórico, el “anticristo” era la URSS. Algunos estudiosos de las creencias de Reagan están convencidos que la ideología del Armagedón fue la raíz de la política exterior y militar-nuclear de Reagan, esos fundamentalistas pensaban que estaban en guerra contra el “anticristo” (encarnado en el comunismo y la URSS).

Para que la gente “piense” igual que Dios, nos tuvieron al borde de la tercera guerra mundial nuclear. Reagan estaba convencido que la batalla final de la tercera guerra mundial, es decir, el Armagedón, se librará en alguna parte del Oriente Medio. En 1980, Ronald Reagan, en entrevista televisada dijo: "Puede que seamos la generación que verá el Armagedón". Hablamos de un anticipo mesiánico, de histeria apocalíptica de lo que llaman “los Últimos Días”. El “anticristo” (URSS o alguien diferente) luchará contra las “fuerzas de Dios” (encarnados en los Estados Unidos). Como todo está escrito en la Biblia, ya conocemos al ganador de antemano. “Las fuerzas de Dios”, bajo mando de Jesús vencerá en la partida

Eso no es todo, existe un mensaje con esta amenaza apocalíptica: Si no te arrepientes ahora, si conscientes que te “salven” (los predicadores) y, si das una contribución monetaria a la iglesia, "se te ahorrará toda la carnicería transportándote a un lugar seguro hasta que se haya resuelto el conflicto. En una variante de este tema, ciertos predicadores fundamentalistas hablan de un momento en la generación presente en que los fieles serán «arrebatados»". 

El peligro consiste en que, algunos de estos fundamentalistas modernos norteamericanos enquistados en el poder de la nación nuclear más poderosa del mundo, se creen literalmente todo, como fue el caso del ex presidente Reagan. Esta clase de personas se han resignado a que el Apocalipsis sea inminente y esperan tal suceso para salvar su “alma”, proclaman estar listos para ingresar en el selecto club de la eterna felicidad celestial con el milenario “Reino de la Segunda Venida”.

"Si se tolera que la histeria del fundamentalismo norteamericano se convierta en una profecía de esas que por su propia naturaleza contribuyen a cumplirse, una profecía adoptada y aceptada nada menos que por la Casa Blanca, el resultado bien podría ser, de modo harto literal, el fin del mundo. Este fin del mundo no sería el retorno extático de sadoquitas muertos hace siglos y que, cogidos de la mano, darían saltitos por los Campos Elíseos, sino la lenta y asfixiante agonía de un invierno nuclear. Si ese es el único sentido que cabe encontrar en la era moderna, verdaderamente la humanidad está en bancarrota y Dios -como quiera que lo conciban las diversas confesiones- sencillamente habrá malgastado su tiempo". (citas entre comillas de los últimos párrafos son tomadas del libro "El Legado Mesiánico", de Michael Baigent, Richard Leigh y H. Lincoln. Ediciones Martínez Roca, 2006)


... El problema es que la religión judía no cree en estas chorradas milenaristas cristianas, no encaja para nada en su doctrina mesiánica (a la espera del Mesías judío, tal como ellos lo identifican). Entonces, ¿cuál es el juego del cristianismo evangélico?, ¿cómo encaja el sionismo cristiano y su cegado celo por respaldar la política genocida y expansionista del estado de Israel?. La respuesta corta es que las élites tienen otra agenda secreta que las devotas bases ignoran; así funciona la política en cualquier ámbito.


El judío secular y el ortodoxo no político defienden como cualquier religión, que el judaísmo es solo espiritual. Y, toda religión, proclama desde el amor a los semejantes hasta la justicia y la paz. El verdadero judaísmo es Mesiánico (esperan a su Mesías) y es universalista (como el cristianismo), esperan el establecimiento del "Reino de Dios en la Tierra" (de otra forma). Nada extraño que no proclame cualquier religión monoteísta, pero ese mesianismo judío no tiene nada de comparación con el cristianismo, los judíos rechazan el "Apocalipsis" que se encuentra en el "Libro de las Revelaciones" o "Revelación de Juan" que fue redactado a fines del primer siglo de la era cristiana y en idioma griego (último libro del Nuevo Testamento). No deseo ahondar más en este punto, pero hay que destacar la ira -literal- que desatan los cristianos evangélicos en Israel cuando insensatamente intentan predicar a Jesús en comunidades ortodoxas judías, a eso yo llamaría provocación (!evangelizar a los judíos!), más de uno(a) ha recibido al  menos un buen puntapié. Tampoco nos vamos a poner teológicos, así que si os interesa el tema... a investigar.


El sionismo cristiano


Algunos de los máximos líderes de Estados Unidos han sido grandes impulsores del Movimiento Cristiano Sionista de América con la falsa religión de Cristianos Unidos por Israel (CUFI). El sionismo, movimiento internacional para el regreso del pueblo judío a Sión, la tierra de Israel, en su origen fue un movimiento político, hoy se ha transformado en una ideología. Las raíces del sionismo la encontramos en el Génesis (capítulos 12 y 15), Dios hace un pacto con Abraham prometiéndole que sus descendientes heredarían la tierra entre Egipto y el río Éufrates. Pero el trasfondo religioso del judaísmo no tenía nada que ver con el sionismo. El sionismo cristiano viene a constituirse en el respaldo de los "gentiles" al sionismo judío en base a las promesas bíblicas a Israel (Jeremías 32 y Ezequiel 34). Los sionistas cristianos son en su generalidad evangélicos, respaldan de cualquier forma al estado de Israel. Según los dispensacionalistas se cumple la profecía cuando los judíos regresan a la Tierra Prometida, una señal de que el mundo ha entrado en el fin de los tiempos.


El sionismo es sólidamente fuerte dentro de las comunidades cristianas evangélicas de Estados Unidos, la mayoría religiosa del país, suele denominársele "sionismo cristiano", sus características: anti-islámicos y anti-palestinos (no debemos caer en el error de pensar que la población aprueba la política guerrerista de sus gobiernos). La mayoría de las confesiones cristianas políticamente se alinearon con el Partido Republicano (a excepción de las iglesias cristianas afroamericanas y otras minorías confesionales que se inclinan mayoritariamente por los Demócratas). 

Estos grupos pro-sionistas (y los hay a lo largo del mundo) tienen intereses político-económicos, como ultraconservadores cristianos (católicos también) ofrecen incondicionalmente su respaldo a Israel justificando crímenes con una falsa connotación religiosa amparados en la Biblia. Un considerable conjunto de éstos sionistas cristianos influyen en los gobiernos de Estados Unidos y Europa, avalan que los sionistas judíos de Israel expongan sin tapujos esa naturaleza violenta, desproporcionada y represiva contra los árabes israelíes y palestinos de Gaza y Cisjordania, amparándose en principios talmúdicos como "ley divina".

Si sectores del judaísmo rechazan la ideología sionista, lo que no es ninguna novedad y si otros se oponen a Israel como estado, "¿cuánto tiempo más puede continuar este experimento psicopático en la expresión más radical del colonialismo del siglo XXI?" (Anthony J. Hall). En estos momentos (guerra contra Gaza) es incontrastable que se percibe una importante división reflejado en numerosas manifestaciones en defensa de los palestinos, por un lado entre los sionistas cristianos y judíos, que ejercen autoridad y poder económico; y, por otro lado, la "simple" mayoría de ciudadanos judíos y no judíos.

Desde hace mucho los cristianos evangélicos estadounidenses, con notable influencia en todos los gobiernos, se convirtieron gratuitamente, dada la interpretación literal de la biblia, en los mejores lobbies pro-Israel. Los votos de esta comunidad son decisivos en cualquier elección. El caso es que, si usted aspira a ser presidente de los Estados Unidos deberá primero reconsiderar su fe religiosa y hacerla pública, usted no puede darse el lujo de despreciar decenas de millones de votos del cristianismo evangélico. Las encuestas demuestran que más del 50% de la población no votaría por una persona que se declara atea (el famoso "puritanismo" americano). De allí que es fácil encontrar la explicación del por qué los mandatarios estadounidenses -aunque cristianos fervientes (casi todos)- coloquen sobre sus cabezas la kipá al visitar Israel (por supuesto que el uso de la kipá es obligatorio en cualquier recinto sagrado judío, profese o no la fe judía).

Quien se declara antisionista, siendo cristiano -incluso católico- debe siempre tener presente que es su propia confesión la que defiende ciegamente y vuelve intocable al sionismo, no solo en los Estados Unidos o el Reino Unido (con el anglicanismo), o en el resto de Europa con los protestantes y hasta en regiones del  "tercer mundo" donde es común encontrarnos con pobres comunidades cristianas que alaban y lanzan loas al "Señor de Israel" (eso en sí no es criticable, uno puede entregarse a la fe que su consciencia le diga). Intento demostrar que el sionismo no necesita ninguna exclusiva "conspiración judía" para "apoderarse del mundo". Por lo mismo, es imperativo destacar la totalmente absurda tesis que el antisemitismo es una 'amenaza existencial' para los judíos en Occidente


El ex presidente Trump y su vicepresidente Pence, recibiendo las bendiciones de los líderes evangélicos de los Estados Unidos quienes respaldaron al ex gobernante (foto archivo).


Es el cristianismo evangélico y otras confesiones pro-sionistas predominantes en Norteamérica y Europa, a través del liderazgo político de la mayor potencia mundial, quienes influyen en la política internacional pro-Israel (no al revés). No obstante, coloquialmente suele decirse que son instituciones manejadas por "judíos", eso significaría que la élite "superior" blanca, que siempre aplica las reglas del sometimiento a las naciones débiles (siguiendo el modelo nazi), de forma incondicional se "inclinaría" ante una "raza inferior", si debemos creer la tesis de una "conspiración mundial judía".  


Antisemitismo y Antisionismo

Debemos adentrarnos en el polémico tema del antisemitismo. 

El supuesto "antisemitismo" se ha disparado en todo el mundo por el desproporcionado conflicto que desata Israel contra la región de Gaza. Como nunca antes, medios de comunicación globales e incluso gobiernos e instituciones internacionales protestan por la carnicería humana en contra de una población indefensa. Es que, digámoslo seriamente, a nadie con algo más de dos centímetros de frente puede decírsele que Israel está en guerra, Israel no tiene un ejército enemigo que se lo oponga, llámenlo como quieran (grupo terrorista si es necesario), pero Hamás ni ninguna otra organización política palestina conforman un ejército, los palestinos simplemente se rebelan, resisten a ser exterminados, no tienen la más mínima posibilidad de vencer militarmente, defendiéndose con lo que puedan obtener. Ergo, Palestina va ganando la "guerra" moral al denunciar las atrocidades en contra de los civiles. Ese es el miedo de Israel y para aplacar la crítica mundial recurren al viejo chantaje del "antisemitismo" y piden que el mundo -ahora sí- debe levantar la voz de protesta y luchar contra el odio.

Como al inicio de esta ponencia, el mundo se plantea más interrogantes que respuestas. ¿Qué hizo el sionismo para captar un inmenso poder -no solo en Estados Unidos y Europa, en el mundo occidental en general? Estamos conscientes que por temor a ser llamados antisemitas se prefiere guardar silencio o repetir el mantra "Israel tiene derecho a la legitima autodefensa", o -de plano- unirse a la "cruzada" antiterrorista. Es evidente que cualquier político o empresario puede ser arruinado si es tildado de antisemitismo mediante una acusación sin sentido, solo por expresar que no es moral ni legal lo que Israel hace con los habitantes de Gaza y el resto de Palestina; "la masa sucia" (los simples ciudadanos del mundo) como no existimos, no contamos con ese privilegio de la atención de los medios, salvo excepcionales circunstancias como pacíficas marchas públicas.

Los estadounidenses si que tienen problemas para controlar a los furibundos miembros del gobierno israelí, y los pocos con conciencia que alzaron la voz, que no apoyan los crímenes de guerra israelíes, serán obligados a dimitir, acusados de antisemitismo. Está claro que el único pueblo de la Tierra que puede hacer lo que quiera -negando el derecho a contradecirles- es Israel. Israel y el sionismo no pueden recibir críticas ante su impudicia.

Los gobiernos de Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido y otros aliados prohíben las manifestaciones contra el genocidio de los palestinos, contra el despojo territorial y el robo de su propiedad como si de actos antisemitas se tratara, incluso se ha llegado a prohibir la exhibición de la bandera palestina cuando la realidad es que Palestina es un estado observador de las Naciones Unidas y sus símbolos tienen reconocimiento mundial. En los EEUU firmas de abogados y corporaciones se hallan reuniendo los nombres de universitarios que protestan contra el genocidio, formarán parte de las listas negras para impedirles conseguir empleo en el futuro, desde inicios de noviembre los principales bufetes de abogados en los EEUU se dirigieron a las más prestigiosas universidades con amenazas si no detenían a los estudiantes de derecho "eliminando el antisemitismo". Es una sentencia que ninguno de ellos recibirá ofertas de empleo de las poderosas firmas de abogados.

Es imperioso recalcar la cuestión del supuesto antisemitismo y las manifestaciones “contra el antisemitismo” organizadas por los gobiernos de Estados Unidos y Europa como una contra-manifestación ante espontáneas marchas ciudadanas en diversas ciudades occidentales que protestan contra los crímenes de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel). Destaca Thierry Meyssan en "Cómo Netanyahu falsifica la actualidad" (noviembre 2023) que,

"Como todas las guerras, la guerra de Israel contra la población palestina incluye un enfrentamiento mediático. La Resistencia palestina no necesita relatar la injusticia que motiva su lucha porque esa injusticia está a la vista de todos. Pero Israel sí se ve obligado a tratar de convencer a todos de su “buena fe” y eso, al cabo de tres cuartos de siglo de constantes violaciones del Derecho Internacional, está lejos de ser tarea fácil. Para lograr que la opinión pública occidental respalde su causa, relativizando la masacre que se perpetra en Gaza, Israel estimula la organización de manifestaciones de apoyo en los países de Occidente. Ante la imposibilidad de exhortar a la gente a salir a la calle para expresar respaldo a un ejército que está cometiendo un genocidio, el Mossad sugiere la realización de manifestaciones “contra el antisemitismo”. 

El Mossad también ha utilizado a veces otro argumento: afirma que los inmigrantes árabes apoyan al Hamás y son por consiguiente antisemitas, así que los estados europeos tendrían que tomar medidas para proteger a “sus” judíos. La manifestación organizada en Washington denunció la supuesta barbarie del Hamás, reunieron miles de personas, principalmente cristianos sionistas; la de París se centró en la lucha contra el antisemitismo. Pero ninguna de las dos atrajo las ingentes masas de manifestantes que se esperaba, incluso numerosas asociaciones judías boicotearon la manifestación de Washington, comenta Meyssan.


Manifestantes del grupo de campaña 'Voz Judía por la Paz' protagonizan una protesta dentro del Edificio del Capitolio de Estados Unidos en Washington DC. EFE/EPA/WILL OLIVER, octubre 2023.


Dentro del contexto de lo explicado, es norma común del gobierno de Israel difundir declaraciones de "antisemitismo" para perturbar a la opinión pública, sutil forma de presionar a los gobiernos occidentales para apoyo económico y militar. Desde su fundación lo ha hecho con Alemania, inicialmente para que pague por concepto de compensaciones y reparaciones para las “victimas de la guerra” debido a la política genocida del nazismo; otras tantas indemnizaciones por el expolio de la riqueza de la judería europea, hasta el  presente el Congreso Mundial Judío plantea juicios a los banqueros suizos por miles de millones de dólares que corresponden a los activos nazis depositados en cuentas suizas. ¿Deberíamos recordar que el Estado de Israel se  creó en 1948 y que las víctimas (y otras presuntas víctimas) del nazismo eran ciudadanos de diversos estados, a excepción de Israel, país que no existía?.

Israel sobrevivió sus primeras décadas gracias a las reparaciones alemanas, a la ayuda norteamericana, a los regalos franceses e ingleses y a los donativos de la Diáspora. En el caso alemán puede incluso insinuarse que es un caso de chantaje, los israelíes siguen recaudando jugosas divisas de Alemania, medida que puede ser puesta en práctica casi indefinidamente y capaz de asegurar el equilibrio de las finanzas del Estado de Israel.

Tel-Aviv necesita ciertas y periódicas dosis de antisemitismo, por ello se complace cuando energúmenos de extrema derecha, supremacistas blancos y neonazis se dedican a calumniar y ofender por simple odio y discriminación, sin saberlo coadyuvan con la "causa" israelí, es decir: solidaridad internacional, nuevas ayudas financieras y provisión de sofisticado armamento para luchar contra las hondas palestinas. 

Es necesario saber diferenciar. 

Respecto al antisionismo Israel suele decir que es una máscara que oculta a los antisemitas, intenta (parece conseguirlo en ocasiones) unificar estos dos conceptos, pero ser antisemita o ser antisionista, no es la misma cosa. Como importante curiosidad, la mayoría de los judíos practicantes estadounidenses son antisionistas, mientras que la mayoría de los judíos europeos son sionistas, siendo los poderosos y ricos grupos de cabildeo (lobbies) sionistas quienes imponen su influencia en las decisiones políticas de los Estados Unidos.

El antisemitismo es tan antiguo como el origen del cristianismo (en Europa estaba ya presente con el imperio romano), continúo en la edad media (pogroms) bajo la iglesia católica y tuvo su versión más desalmada durante el dominio nazi de Europa. El antisemitismo europeo en su época más infame acusaba colectivamente a los judíos de haber matado a Cristo y hasta de haber provocado la degeneración de la raza aria... Hay que recordar - a algunos- que el judaísmo es una religión, no una raza, mala "noticia" para los seguidores de Hitler, contrario a lo que él afirmaba en sus caprichos políticos, no existe una raza judía. 

Antisemitismo significa "prejuicio u odio a los judíos". Todos estamos de acuerdo que semitas son también los pueblos árabes, pero el término quedó vigente en el sentido como es conocido desde el siglo XIX cuando un periodista alemán, Wilhelm Marr, definió el antisemitismo como denotación del odio a los judíos y otras tendencias "liberales" atribuidas a los judíos. El antisemitismo se compara con la forma más común de xenofobia: el racismo, sancionado por la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y que forma parte de la legislación penal en una gran mayoría de países del mundo. 

El término antisionismo -que ya existía- se consolidó a raíz de la declaración de independencia del estado de Israel. El sionismo -sin más rodeos- es el movimiento político que luchó por el establecimiento de un estado judío y que hoy protege al estado independiente de Israel. El sionismo no es un movimiento religioso, así como Israel no es (todavía) un estado judío (aunque así se lo denomina desde la declaración de independencia, las cosas vienen cambiando desde el 2018 con las nuevas leyes fundamentales). 

Es bueno comprender que el sionismo heredó la creencia "supremacista judía arraigada especialmente en los comentarios talmúdicos escritos durante y después de la era de Babilonia. El trato degradante de los no judíos ha sido trazado, renovado y elaborado en muchos comentarios escritos por los autores rabínicos del Talmud hasta el día de hoy. Esta herencia talmúdica se fusionó en el momento de la creación del sionismo a finales del siglo XIX, con el espíritu generalizado del nacionalismo imperialista etnocéntrico que impregnó la era victoriana durante su cenit. El núcleo del proyecto sionista implicaba la creación de una nación judía mayoritariamente europea que se inyectaría en el reino árabe en el punto de unión de Europa, Asia y África". (Los judíos que constituyeron el estado de Israel fueron en su mayoría de origen europeo) (Prof. Anthony J. Hall, "Is the Zionist Project Over? Applied Zionism Demonstrates Its Radical Extremism")

Podemos considerar el antisionismo como un acto u opinión de carácter político público que protesta contra el nacionalismo judío que persigue imponer un proyecto colonial en Palestina. En la actualidad suele decirse popularmente que el antisionista es un "opositor" al supuesto "Nuevo Orden Mundial Sionista" (NWO), por lo que el sionismo hasta cierto punto (no del todo) remplazó al antisemitismo. 


El actual presidente de los EEUU, Joe Biden, durante una visita a Israel en 2010, cuando era vicepresidente (Administración Obama) Fotografía: Ariel Schalit/AFP/Getty Images


Diversos foros internacionales entre estados han debatido por décadas sobre la naturaleza del sionismo. Así el extinto Movimiento de Países No Alineados concluyó que el sionismo "amenaza la paz y la seguridad del mundo" y pidió oponerse a esa ideología "racista e imperialista"; en igual sentido se pronunció la Organización de la Unidad Africana (OUA): el sionismo impone una "política destinada a oprimir la dignidad y la integridad del ser humano". Y, lo más trascendental, en 1975 la Asamblea General de la ONU adoptó la resolución 3379, determinando que el sionismo es una "forma de racismo y de discriminación racial" (10 de noviembre de 1975). Presiones del Poder Mundial lograron dejar sin vigor esa Resolución en 1991.


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Notas:

"Los Señores de las Sombras", Daniel Estulin, editorial Planeta. 2007

"El Legado Mesiánico", de Michael Baigent, Richard Leigh y H. Lincoln. Ediciones Martínez Roca. 2006

Cómo Netanyahu falsifica la actualidad

Is the Zionist Project Over? Applied Zionism Demonstrates Its Radical Extremism

LA HERMANDAD MUSULMANA

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