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26 septiembre 2022

Lord Louis Mountbatten: El presunto pedófilo real que estaba por encima de la ley



Introducción del editor

Los escándalos de los Royal británicos no han sido novedad desde hace siglos, pero son poco conocidos por la plebe. Y al referirnos a "escándalos" no señalamos la política o temas anexos, sino a sus perversiones. La vida íntima de una persona debe ser respetada, pero al sobrepasar los límites de la ley, no debería ser motivo de encubrimiento oficial. Solo como dato anecdótico es casi probable que el famoso "Jack el Destripador" era un selecto miembro de la Royal British.


Al parecer la identidad de "Jack" dejó de ser un misterio, se transformó en un asunto de la realeza. Hoy se afirma que Alberto Víctor Christian Eduardo, hijo del rey Eduardo VII, nieto de la reina Victoria, era el famoso asesino en serie. El príncipe Alberto fue recluido en una institución psiquiátrica, oficialmente por su inestabilidad mental, la Casa Real logró que las razones no sean conocidas, ni que hubiesen sospechas sobre los accesos de locura del príncipe y sus consecuencias. Mary Jane Kelly, victima sobreviviente de "Jack", colaboró en la investigación y juicio, en que al menos, se consiguió que el príncipe quede recluido en el sanatorio donde murió alejado de la familia real.

En otro contexto, la prensa británica ha tenido que responder periódicamente la pregunta del ¿por qué desde 1917 la familia real británica cambió su apellido? El apellido real Windsor, en efecto apenas data de 1917, el verdadero apellido es alemán de pura sepa: von Sachsen-Coburg und Gotha (Sajonia-Coburgo-Gotha). Si, también es de destacar que el apellido alemán fue fruto del matrimonio de la reina Victoria del Imperio Británico con el príncipe Albert von Sachsen-Coburg und Gotha (príncipe consorte de la reina). Eduardo VII (bisabuelo de Isabel II) sucedió a su madre en 1901, por su padre pertenecía a la dinastía alemana Sachsen-Coburg und Gotha y asumió ese apellido paterno dejando a un lado el original apellido alemán, Hannover (la reina Victoria de Hannover desciende de un árbol genealógico casi enteramente alemán, fue la última monarca del Reino Unido de la Casa de Hannover). 


El futuro Lord Louis Mountbatten con su bisabuela, la reina Victoria.

La Gran Guerra de los primos (todos los reyes europeos estaban emparentados) o Primera Guerra Mundial provocó en el Reino Unido e Imperio Británico un sentimiento antialemán, por ello, durante el reinado de Jorge V se  decidió cambiar el apellido de la casa real a un nombre británico, la casa de Windsor (tomado del castillo-residencia de los reyes británicos desde hace mil años). Eso tuvo lugar el 17 de julio de 1917.

Incomodos parientes alemanes

Tras fallecer Jorge V, ascendió Eduardo VIII, quien para casarse con una plebeya estadounidense, Wallis Simpson, abdicó al poco tiempo en favor de su hermano menor, Jorge VI que es el padre de Isabel II. A su vez, Isabel II contrajo nupcias con Felipe Mountbatten, Príncipe consorte del Reino Unido, Duque de Edimburgo. Los Mountbatten son en realidad nobleza alemana, el nombre es una versión en inglés de Battenberg.

 

Isabel II y Felipe Mountbatten se casaron en 1947


Cuando Isabel era aún princesa, esperaba su primer hijo, el hoy rey Carlos III, como era lógico se pensaba que recibiría el apellido alemán Mountbatten, el de su padre, Felipe Mountbatten en sus últimos días habría dicho que era "el único hombre en el país que no podía darle el apellido a sus hijos". (Desde 1960, al ser necesario el uso de un apellido, por ejemplo en un registro civil o un documento legal, los hijos de Isabel II usan el apellido "Mountbatten-Windsor").

No sorprende descubrir que durante los años 30, las hermanas del Príncipe Felipe se casaran con miembros de casas reales alemanas que simpatizaban con el nazismo. Para enterrar el escándalo, Felipe renunció a su nacionalidad y a la Iglesia ortodoxa (era griego por nacimiento) y en secreto se dispuso lo necesario para concederle la nacionalidad británica y la entrada en la Iglesia anglicana. Su matrimonio pactado con Isabel, su prima segunda, así como sus credenciales británicas, fueron gestiones de su tío, Lord Louis Mountbatten


El Almirante Lord Louis Mountbatten, 1943.

Otro hecho interesante que los Royal prefieren enterrar son sus parientes alemanes afiliados al nazismo. Un solo ejemplo. Durante la era hitleriana, Karl Eduard, Hertog von Sachsen-Coburg und Gotha (Duque de Sajonia-Coburgo-Gotha), cuarto y último duque de ese linaje real, nieto de la reina Victoria y del príncipe Alberto en línea paterna, ostentó el titulo de Príncipe del Reino Unido y duque de Albany (su padre era Leopoldo de Albany). Karl Eduard de Sajonia-Coburgo-Gotha contrajo matrimonio con la princesa Victoria Adelaida de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg,nieta del Kaiser Guillermo II, que también era tío de Karl Eduard (el matrimonio fue convenido con el Kaiser).


Hitler junto al duque Karl Eduard Herzog von Sachsen-Coburg und Gotha

El duque Karl Eduard participó en la Gran Guerra como oficial alemán, privado en 1919 de sus títulos de duque de Albany y de príncipe del Reino Unido y del tratamiento de Alteza Real y demás honores británicos. En 1918 se le obligó a abdicar el trono del Ducado de Sajonia-Coburgo-Gotha. Amargado por tales desplantes formó parte de organizaciones paramilitares alemanas relacionadas con los nazis, se afilió al partido nazi en 1935, se enroló en las SA con el rango de Obergruppenführer, miembro del Reichstag (1937-1945), presidente de la Cruz Roja Alemana (1933-1945). Hitler lo delegó como presidente de la Sociedad de Amistad Anglo-Germana en 1936, quizá fue Carlos Eduardo quien influyó en Hitler sobre un presunto y sólido sentimiento pro alemán de la aristocracia británica. Fue el anfitrión de Eduardo VIII (duque de Windsor), tras su abdicación al trono británico, durante su viaje privado a Alemania en 1937. Al finalizar la guerra estuvo bajo arresto domiciliario y luego encarcelado junto a otros nazis. En 1946 fue sentenciado por un tribunal de desnazificación. Sajonia-Coburgo-Gotha fue dividida por los aliados, los soviéticos confiscaron una gran parte de sus propiedades en su zona de ocupación. Murió en 1954, siendo el mayor de los sobrevivientes varones de la reina Victoria.

Otra curiosidad tenemos con el príncipe consorte de los Países Bajos, el alemán Bernhard zur Lippe-Biesterfeld, con su pasado nazi, miembro de la caballería SS hasta su matrimonio, en 1937, con la princesa Juliana heredera del trono real y padres de la Reina Beatriz. 

Esto es un breve aperitivo a lo que viene. En fin... de príncipes y bandidos estamos ya acostumbrados, aunque de los crímenes de la monarquía casi no se habla y hasta estamos sujetos a ser imputados por hablar con la verdad. Así que este es un "homenaje" a todas aquellas criaturas que pasaron, hace muy poco, interminables horas llorando por quienes provocan nuestras desgracias.

T. Andino


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LORD LOUIS MOUNTBATTEN: EL PRESUNTO PEDÓFILO REAL QUE ESTABA POR ENCIMA DE LA LEY

 

        El Almirante Lord Louis Mountbatten durante la IIGM (GettyImages)


Por: Michael East

Front Page Detectives

(Todo el material gráfico y sus notas a pie son adiciones del editor de este blog)


Las familias reales de todo el mundo ciertamente no son ajenas a los escándalos sexuales, sin embargo, los eventos recientes que involucran al príncipe Andrés del Reino Unido (Andrew Mountbatten-Windsor, duque de York) y sus vínculos con el traficante sexual ahora muerto Jeffrey Epstein muchos creen que son más grandes que todos ellos. Sin embargo, incluso sus presuntos crímenes podrían palidecer en comparación con otra figura que se sentó en el corazón de la primera familia de Gran Bretaña durante décadas: Lord Louis Mountbatten.


Mountbatten es una figura imponente en la historia reciente de la Familia Real y las Islas Británicas. El tío del difunto príncipe Felipe y primo segundo de la reina Isabel, Mountbatten, sirvió como Comandante Supremo Aliado en Asia Oriental, Jefe del Estado Mayor de la Defensa y Primer Lord del Mar. Todavía elogiado por la prensa del Reino Unido como un héroe nacional, en parte dado su asesinato por el IRA en 1979, también fue un pedófilo bien documentado y acusado.

En 2019, un expediente del FBI sobre Mountbatten reveló que Estados Unidos tenía profundas reservas y disgusto por la realeza. El archivo afirma que tanto él como su esposa Edwina eran "personas de moral extremadamente baja" y que Mountbatten era un pedófilo con "una perversión por los niños pequeños". Las consecuencias fueron rápidas, y The London Times intentó hacer pasar la pedofilia de Mountbatten como simplemente "lujuria por los hombres jóvenes. Esta afirmación no solo confundió sus inclinaciones por los niños con la homosexualidad, sino que continuó la complicidad milenaria de los medios de comunicación en casos prominentes de abuso infantil. Describiendo a Mountbatten como un "hombre sexualmente voraz cuya bisexualidad se convirtió en un tema de los archivos de inteligencia de Estados Unidos", el periódico ignoró el nombre explícito del expediente de su preferencia como "niños".


Lord Louis Mountbatten revisa a los cadetes en el Metropolitan Police College de Londres, 2 abril 1969, (Foto Douglas Miller/Fox Photos Hulton Archive Getty Images)

Los archivos del FBI fueron publicados bajo una solicitud de la Ley de Libertad de Información y compilados en 1944 después de que Mountbatten fuera nombrado Comandante Supremo Aliado del Sudeste Asiático. Contó con comentarios de la baronesa Decies, Elizabeth de la Poer Beresford.

La baronesa Decies declaró que Mountbatten era "conocido por ser un homosexual con una perversión por los niños jóvenes" y era "un hombre no apto para dirigir cualquier tipo de operaciones militares debido a esta condición. Ella declaró además que su esposa, Lady Mountbatten, fue considerada igualmente errática. E.E. Conroy, jefa de la oficina de campo del FBI de Nueva York, agregó en el archivo que "parece no tener un motivo especial para hacer las declaraciones anteriores".

No pasó mucho tiempo después de su matrimonio que una infeliz Edwina estaba involucrada en aventuras, con una petición de divorcio a principios de la década de 1930. Marjorie Hall Simpson mencionaba a Edwina por su nombre como involucrada en relaciones con su esposo, Henry Anthony Simpson. El escándalo empujó a los Mountbatten a tener un matrimonio abierto, y seguirían más aventuras, tal vez más notablemente con el legendario cantante afroamericano y marxista Paul Robeson.


Lord Louis Mountbatten y Edwina, Virrey de la India, bsr

UN SECRETO A VOCES

Los comentarios de la baronesa muestran que el comportamiento de los Mountbatten fue un secreto a voces dentro de los círculos británicos de élite durante un tiempo considerable y no se limitó a las acciones de Edwina. Sin embargo, el FBI tenía poco interés en Mountbatten una vez que su lealtad a Occidente estaba asegurada. Los investigadores alguna vez temieron algún nivel de simpatía marxista con Mountbatten o dentro de su círculo cercano, tal vez no sea sorprendente dadas las indiscreciones de Edwina con Robeson.

La preferencia de Mountbatten por los niños, en lugar de los hombres, fue confirmada por su conductor durante la guerra, Norman Nield. Nield admitió que transportó a niños de entre 8 y 12 años a su comandante mientras hablaba con "" en 1987. Alegó que Mountbatten usó "brandy y limonada" para someter a los niños antes de cometer actos sexuales, admitiendo que le pagaron £ 5 por vez para guardar silencio, por un valor de más de £ 200 en la moneda de hoy.

Los detalles del impactante dossier fueron revelados con la publicación en 2019 de "The Mountbattens: Their Lives & Loves" por el historiador Andrew Lownie. Como parte del libro, Lownie entrevistó a Anthony Daly, un trabajador sexual masculino para los ricos y famosos de Londres durante la década de 1970.

Daly reveló que "Mountbatten tenía algo de fetiche por los uniformes: jóvenes guapos con uniformes militares (con botas altas) y hermosos niños con uniforme escolar". Una entrevista con Daly del año anterior reveló que sus otros clientes incluían al espía soviético e historiador del arte Sir Anthony Blunt.

Blunt, quien sirvió en el Palacio de Buckingham como Surveyor of the Queen's Pictures, fue expuesto en 1979 como uno de los infames espías de los Cinco de Cambridge que escandalizaron al establishment británico en la década de 1960 después de ser expuesto como agentes rusos. Tres huyeron a Moscú, pero Blunt fue capturado y se le concedió el anonimato y la inmunidad por volverse contra sus manejadores soviéticos en 1964. Daly alega que el espía le preguntó si se había graduado en Kincora, el notorio hogar de niños en Belfast, donde los niños eran abusados por el personal y hombres prominentes de la sociedad.

El hombre responsable de exponer a Blunt como uno de los "Cinco de Cambridge" fue el autor Robin Bryans. Si bien las acciones de Bryans al nombrar a Blunt fueron noticias importantes en el Reino Unido y tuvieron consecuencias durante muchos años después, sus esfuerzos por exponer a Mountbatten cayeron principalmente en oídos sordos. Bryans declara expresamente que el interés genuino de Mountbatten eran los "escolares públicos de primer año" y que se involucraba regularmente con "redes de viejos muchachos que celebraban orgías".


Sir Hastings 'Pug' Ismay, Lord Louis Mountbatten, Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt,  enero de 1943, conferencia de Casablanca. Bundesarchiv


Escribiendo en noviembre de 1989, Bryans dijo que la entonces primera ministra Margaret Thatcher había "desequilibrado el status quo" cuando se vio obligada a admitir ante el parlamento británico que Blunt había sido un agente doble, arriesgándose a que Blunt denunciara las actividades en Kincora. Bryans agrega: "Esta traición (como Blunt la vio) corría el riesgo de dejar salir todo tipo de otros esqueletos del armario. No menos importante de estos fue el acuerdo de larga data por el cual las escuelas de niños Kincora y Portora fueron utilizadas como burdeles homosexuales por muchas figuras prominentes, incluido Lord Mountbatten".

Tanto Mountbatten como Blunt eran conocidos el uno del otro, y Bryans alega en la revista irlandesa Now que ambos hombres formaban parte de la misma red de pedofilia que procuraba niños de escuelas y hogares infantiles en el norte de Irlanda, incluida la llamada Escuela Portora en Enniskillen y Kincora. Varias ex víctimas del escándalo Kincora han alegado que fueron traficadas a Mountbatten en su casa del sur en Mullaghmore, condado de Sligo.

UN HOGAR TERRIBLE

Expuesto ya en 1977, Kincora Boys' Home fue el escenario de uno de los mayores escándalos y encubrimientos de abuso sexual infantil de Irlanda. Los niños de la casa habían sido maltratados y prostituidos en toda la región.

En 1980, tres miembros del personal fueron acusados de delitos relacionados con el abuso. Entre ellos se encontraba el maestro de casa William McGrath, un prominente leal al Ulster y miembro fundador del movimiento de extrema derecha Tara. Sus vínculos entre el establishment británico fueron extensos, McGrath fue utilizado como un activo durante la guerra sucia del estado británico contra el republicanismo irlandés. Si bien todos fueron condenados, la mayoría de los involucrados en el abuso se retiraron.

El libro de Lownie también presenta una entrevista con una de las víctimas de Mountbatten durante sus visitas a Kincora, una joven de 16 años llamada solo como "Amal".


       Tres diferentes ediciones del libro de Andrew Lownie

"Fue muy educado, muy agradable. Sabía que era alguien importante. Me preguntó si quería una bebida o un caramelo. Me dijo que le gustaba la gente de piel oscura, especialmente la gente de Sri Lanka, ya que eran muy amigables y muy guapos. Recuerdo que admiraba mi piel lisa. Nos dimos sexo oral en una posición de 69. Era muy tierno y me sentí cómodo al respecto. Parecía muy natural. Sé que varios otros chicos de Kincora fueron traídos a él en otras ocasiones", señaló Amal.

Las afirmaciones de una prominente red de pedófilos fueron exploradas más a fondo por la revista de actualidad y cultura Village in Ireland, recopilada por Joseph de Burca en un libro en línea bajo el título "The Anglo-Irish Vice Ring". El libro detalla cómo el establishment británico e irlandés continúa encubriendo los crímenes tanto de la red como de Lord Mountbatten, con algunos de los otros abusadores todavía vivos hoy en día.

Otra historia presentada por Village fue la de Steven Waring y su amigo identificado solo como "Sean". Ambos también residentes de Kincora, Waring fue traficado a la casa del sur de Mountbatten y abusado sexualmente en agosto de 1977. Escapó de la casa de los niños y huyó a Liverpool en Inglaterra, donde fue arrestado. Fue subido al Ferry Liverpool-Belfast Monarch para llevarlo de regreso a Kincora y se suicidó antes de llegar, saltando al mar. Su cuerpo nunca fue recuperado.

La serie de Village destaca los vínculos entre McGrath y políticos y personalidades prominentes en Inglaterra. Estas figuras incluyen a Mountbatten y Blunt junto con el secretario privado parlamentario del ex primer ministro Harold Macmillan, Sir Knox Cunningham, y el teniente adjunto de Tyrone Peter Montgomery. También estuvo involucrado Peter Murphy, asistente personal de Mountbatten.


Louis Mountbatten y el Príncipe Carlos en 1975 (BSR). Mountbatten fue el mentor del rey Carlos III. Mountbatten significó mucho para los Windsor, aunque no todo lo que hizo fue siempre desinteresado. trató de vincular a su nieta Amanda Knatchbull con el príncipe Carlos desde 1974. Todo eso sirvió para alejar a Carlos de Camila, que era un poco mayor y considerablemente más mundana. Un matrimonio entre Carlos y Amanda convertiría a Lord Mountbatten en el abuelo de la futura reina, cumpliendo sus ambiciones.


Otro de los socios conocidos de Mountbatten fue el miembro del Parlamento del Partido Laborista Tom Driberg, con quien se dice que tuvo una aventura. Driberg fue nombrado asesor especial temporal no oficial de Mountbatten mientras estaba en Birmania durante la guerra y "casualmente" fue otro cliente de Anthony Daly. Al igual que Blunt, fue espía de la KGB y socio de Guy Burgess de los Cinco de Cambridge.

En enero de 1982, la red parecía estar cerrándose sobre los involucrados en el abuso sexual institucionalizado en Kincora cuando la policía entrevistó a John McKeague. McKeague fue un prominente sindicalista del Ulster y uno de los fundadores de la organización terrorista Red Hand Commando, un pequeño grupo estrechamente vinculado a la importante Fuerza de Voluntarios del Ulster.

McKeague era fuertemente sospechoso por la inteligencia militar británica de su participación en el brutal asesinato de un niño de 10 años llamado Brian McDermott en septiembre de 1973, el cuerpo fue quemado y desmembrado. Ya había sido internado en febrero de ese año y pronto fue condenado a otros tres años por un robo a mano armada que él negó. En 1982, no estaba dispuesto a regresar a prisión y le dijo a sus amigos locales que estaría hablando sobre lo que sucedió en Kincora.

El 29 de enero, McKeague fue asesinado a tiros en una tienda que tenía en el este de Belfast. Según los informes, el asesinato fue llevado a cabo por el Ejército de Liberación Nacional Irlandés. Aún así, la especulación afirmó que había un vínculo con las preguntas recientes sobre el abuso sexual infantil. Los periodistas irlandeses Jack Holland y Henry McDonald han argumentado que uno de los involucrados en el tiroteo era un conocido oficial de la Rama Especial, y durante mucho tiempo se rumoreaba que el otro tenía vínculos con la inteligencia británica.

UN ESCÁNDALO DESCONOCIDO

Mountbatten y sus crímenes no lograron generalizarse gracias a las actividades del MI5. Muchos de los involucrados en llevar a cabo el abuso en el norte eran conocidos agentes de la agencia o informantes y los servicios de seguridad utilizaron su conocimiento de su abuso como método de chantaje. Esta táctica se ha replicado en todo el mundo. La red fue expuesta por Blunt después de su arresto en 1963 y se enfrentó a cadena perpetua; el espía accedió a confesar todo lo que sabía a cambio de inmunidad y encubrimiento de sus crímenes.

Los secretos de Blunt expusieron sus actividades con la KGB y lo que sabía de las actividades ilícitas entre sus amigos y conocidos en el norte de Irlanda. El MI5 estaba en el país de los sueños y se dio cuenta de que había una oportunidad no solo para chantajear, sino también para mantener a sus dulces aliados con acceso regular a los niños. Su compromiso de mantener la hegemonía en el norte de Irlanda eclipsó cualquier pensamiento sobre la moralidad de hacer la vista gorda ante el abuso sexual.

Si bien la traición de Blunt era desconocida para el público en general, no cabe duda de que un hombre tan bien posicionado como Mountbatten habría sido plenamente consciente de sus acciones. El "héroe nacional" aparentemente estaba dispuesto a dejar de lado cualquier sentimiento de lealtad en lo que respecta a sus impulsos.


El asesinato del supuesto héroe británico de la IIGM señaló una dura etapa en las relaciones entre Inglaterra e Irlanda del Norte.


Mountbatten fue asesinado en 1979 (27 de agosto) por el IRA, sin embargo, el nivel de protección que todavía se le ofrece va directamente a la cima no solo en Gran Bretaña, sino también en Irlanda. Mientras intentaba investigar los eventos en el norte para su libro, a Lownie se le negó constantemente el acceso a los archivos de la policía irlandesa, la Garda.

Hablando con Village Magazine, un ex comisionado adjunto de la Garda confirmó que las autoridades irlandesas habían estado al tanto de las acusaciones contra la realeza, una segunda fuente de la Garda le dijo a la revista que había información de que Mountbatten había abusado de un niño de 14 años durante su tiempo en la India.

Con la casa de Mountbatten ubicada en el condado de Sligo, se le brindó la protección de la Garda, y se guardaron registros de todos los que asistieron. Con pruebas sólidas, Mountbatten no solo fue visitado allí por los involucrados en el escándalo de Kincora, sino que también tuvo niños traficados a su casa por Joseph Mains, el alcaide de Kincora. Lownie solicitó acceso a los archivos, y aunque se confirmó que todavía existían, se le negó la oportunidad de verlos. El comisionado de la Garda, Drew Harris, trabajó extensamente con el MI5.

En 2011, la personalidad de la televisión británica y confidente real Jimmy Savile murió a la edad de 84 años. Un famoso activista y anfitrión de caridad, se había ganado el respeto de muchos en el establecimiento. Sin embargo, una vez muerto, la verdad de sus crímenes salió a la luz, siendo expuesto como posiblemente uno de los delincuentes sexuales infantiles más prolíficos del país. Las revelaciones sobre Savile, durante un tiempo, cambiaron la sociedad británica, y hubo una nueva voluntad de hablar abiertamente sobre temas que durante mucho tiempo habían sido barridos bajo la alfombra.

Con las acusaciones contra otras estrellas e incluso políticos ahora sobre la mesa, finalmente, las acusaciones contra Mountbatten parecían listas para ser transmitidas, los informes derivados de la publicación de los archivos del FBI y el libro de Lownie dieron una cobertura prominente.

Curiosamente, sin embargo, a pesar de que la prensa británica tiene una afición por explorar cada detalle espeluznante de los pedófilos famosos, los informes centrados en los archivos del FBI y los crímenes en Kincora nunca se mencionaron. Tan pronto como aparecieron estas historias, pronto se desvanecieron de los titulares, y la prensa volvió a tratar a Mountbatten como un héroe, ignorando el hecho de que las revelaciones incluso habían sucedido.

La exposición del abuso sexual de Mountbatten y la asociación con traidores públicamente ridiculizados habría hecho mucho más daño a la reputación global de la monarquía en la década de 1970 que incluso el escándalo del Príncipe Andrés o las revelaciones del Príncipe Harry y Meghan Markle sobre "Oprah" en nuestra propia era. Se habrían hecho preguntas a ministros, funcionarios públicos, otros miembros de la realeza y más. La exposición de las redes de abuso infantil sancionadas por el estado habría sido devastadora.

De hecho, el daño a la reputación de Gran Bretaña habría eclipsado otros escándalos británicos infames como el caso del espía soviético Profumo o los "Cinco de Cambridge" y los asuntos de Jimmy Savile. La vergüenza de Gran Bretaña habría sido casi absoluta, los detalles espeluznantes sirvieron como fuente de furia para los republicanos irlandeses y la confirmación de la depravación occidental para la Unión Soviética.

A medida que han pasado los años, muchas más acusaciones en torno a Mountbatten han salido a la luz y no se tratan aquí, incluidos los complots para socavar la democracia británica a lo largo de la década de 1970. Lejos de ser un héroe nacional, lo cierto es que su imagen es ilusoria y que sigue sirviendo de escudo protegiendo a los nombres destacados de la justicia.

La campaña promulgada para encubrir los crímenes del establishment es asombrosa en su alcance. Tan enormes son los crímenes y las cifras que tal duplicidad es imposible sin el consentimiento  cómplice de la maquinaria del gobierno británico. Estos abusos incluyen innumerables violaciones sancionadas por el estado, tráfico sexual infantil, intimidación de víctimas y testigos y posiblemente incluso asesinatos.

Si bien nadie duda de que la guerra es un negocio sucio, las acciones de Gran Bretaña en Irlanda fueron quizás las más sucias de todas. Hubo una investigación pública sobre Savile; o en las actividades de los servicios de seguridad durante la guerra sucia, pero nunca ha habido una en el caso Mountbatten. Si bien ha habido condenas simbólicas, éstos fueron poco más que tipos desechables para aquellos que realmente movieron los hilos, hombres como Lord Louis Mountbatten, cuya fuga de la justicia demostró que algunas personas realmente están por encima de la ley.


Mountbatten recibió honores en un funeral ceremonial real en la Abadía de Westminster, televisado a nivel mundial. Londres, 5 de septiembre de 1979. El Príncipe de Gales, hoy rey Carlos III leyendo un salmo bíblico. Se distinguen a los miembros de la familia real ante el ataúd, de izquierda a derecha: la reina Isabel II; el príncipe Felipe, duque de Edimburgo; Elizabeth, la reina madre; el Capitán Mark Phillips; la princesa Margarita, condesa de Snowdon; el príncipe Andrew (más tarde el duque de York); y, el príncipe Eduardo (más tarde el conde de Wessex).


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