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22 septiembre 2018

Mussolini y el mito del triunfo contra la mafia





por Tito Andino U.


I parte

Estados Unidos pacta con la Cosa Nostra

No son numerosas las publicaciones, pero la información es precisa, sobre el auténtico pacto de conveniencia ('acuerdo de caballeros', para algunos) entre el gobierno de los Estados Unidos y la Mafia (Cosa Nostra) con el fin de intercambiar valiosa información y hasta conseguir apoyo de los capos sicilianos (Onorata Societá) para la planificada invasión aliada a la Isla del Sol -Sicilia- y luego al resto de la península itálica. 

Ergo, como siempre, debo advertir que este ensayo no será una reiterada narrativa de los detalles de las operaciones militares conocidas como "Operación Husky" (julio 1943) y el desembarco aliado. Los antecedentes y datos relevantes de las negociaciones con la mafia resumimos a continuación:

- Tras el acuerdo mafia-gobierno de los Estados Unidos estaba el temor a las acciones de guerra de los submarinos alemanes en el Atlántico y en las costas de los EEUU, así como la infiltración de espías y saboteadores en los puertos y muelles estadounidenses. La inteligencia militar era impotente ante el "Sindicato" portuario controlado por la mafia, la Omertá (Ley del silencio) iba más allá del sentimiento patrio.

- Es indiscutible que el gobierno de los Estados Unidos priorizó la amenaza real a la seguridad nacional que representaba la presencia del enemigo en su territorio, así como el arribo de buques y submarinos de guerra hostiles a sus costas. La pérdida hasta fines de 1942 de más de 70 buques mercantes fue relevante a la hora de llegar a un entendimiento con la Cosa Nostra

- Suele aceptarse que el acercamiento del gobierno a la mafia data alrededor de febrero de 1942, tras el incidente con el barco "Normandy", en New York (incendio y hundimiento atribuido a sabotaje de espías del Eje, mas tarde se determinó que fue un accidente laboral).

- La Oficina de Inteligencia Naval mucho antes de 1942 había puesto en marcha la 'Operación Underworld' con el fin de reunir pruebas sobre un presunto acuerdo entre la Cosa Nostra con los sabotajes en los muelles y espionaje en favor del Eje. El resultado debió ser tan pobre que, al contrario, terminarían pidiendo apoyo de la mafia para combatir al Eje.

- El famoso Padrino de la Mafia, Charles 'Lucky' Luciano, fue sondeado por las autoridades militares con el fin de solicitar su colaboración (al parecer Luciano regó el rumor de que sus hombres habían provocado el incidente con el 'Normandy'). Dichos contactos dieron sus frutos, en el resto de la contienda no hubo más huelgas, ni accidentes 'fortuitos' en los muelles.

- Algunas fuentes señalan que, inicialmente, Joseph Lanza, un mafioso italo-americano, miembro de la 'Familia Luciano' (luego convertida en 'Familia Genovese'), que controlaba el 'Fulton Fish Market' del Bajo Manhattan y Jefe del sindicato 'United Seafood Workers' (USW) desde 1923, fue abordado por elementos de la Inteligencia Naval. Lanza no podía llegar a ningún acuerdo sin el visto bueno del "Padrino" (Charlie Luciano), que se encontraba en prisión. 

- Fue Meyer Lansky, otro prominente mafioso, finalmente quien actuó como intermediario entre Luciano y los agentes navales y otros organismos de inteligencia, el pequeño Lansky era judío y tenía razones para aborrecer a los  nazis.

- Joseph Lanza fue acusado en 1938 por actividades del crimen organizado en el mundo laboral, sin embargo, para 1940 era extraoficialmente uno de los encargados de la protección del litoral de Nueva York, es decir, dos años antes de que haya un acercamiento "formal" con las autoridades, Lanza llegó asesorar en persona a la Oficina de Inteligencia Naval, él controlaba a los estibadores y pescadores locales quienes le informaban de posibles rastros de submarinos alemanes. Un verdadero ejército de contraespionaje mafioso al servicio del Navy.

- Debe tenerse presente que no fue solo Luciano el abordado para negociar con el gobierno, Otro líder sindical, James Hoffa, del sindicato de los transportistas, también intervino en las negociaciones con la mafia, los resultados fueron provechosos para todos, el gobierno podía estar tranquilo, las actividades navales podían dedicarse a sus menesteres con la seguridad que la mafia reportaría una eventual presencia del enemigo. Hoffa y Luciano profundizaron sus lazos de amistad y buenos negocios por largo tiempo.


Fichas policiales de Joseph Lanza, Meyer Lansky, James Hoffa y Charlie Luciano


- Es entendible que sobre el tema no existe una versión oficial del gobierno de los Estados Unidos, hasta el presente es un "secreto" a voces. Oficialmente jamás hubo un acuerdo con Luciano y el "Sindicato"; mucho menos habrá un reconocimiento público de que los EEUU solicitó ayuda de los mafiosos -lo que equivaldría a declarar la incompetencia de los servicios de inteligencia-. 

- Es falso, mejor dicho es propaganda de los partidarios del fascismo, que el Comité del Senado de los EEUU para investigar la mafia haya aprobado públicamente esas y posteriores acciones (al menos no de forma pública y oficial). Se dice que el senador Estes Kefauver avaló todo. En 1950 se creó el 'Comité Especial del Senado para investigar el crimen en el comercio interestatal' (lucha contra el crimen organizado), más conocido como el Comité Kefauver, ante audiencias públicas desfilaron más de 600 testigos, entre ellos jefes mafiosos como Willy Moretti, Joe Adonis y Frank Costello y varios políticos. Posteriormente Kefauver se postuló para la nominación presidencial por los demócratas en 1952.

- El, en ese entonces, encarcelado 'Padrino de la Mafia' de los Estados Unidos, Salvatore Lucania (nombre real) o Charles 'Lucky' Luciano, logró obtener la colaboración de las Familias sicilianas para apoyar a las tropas aliadas con el plan de invasión. Desde la isla operaron como una verdadera "inteligencia militar", remitiendo mapas, fotografías de las playas, puestos fortificados, unidades militares italianas, etc. 

- La Onorata Societá notoriamente antifascista, resistió a los embates para eliminarla o subordinarla a la autoridad central, recibió gustosa las primeras oleadas de las tropas de desembarco, sirvieron como guías y hasta como combatientes en la eliminación de focos de resistencia de las unidades fascistas. 

- Durante la invasión aliada, los mafiosos tomaron la iniciativa de ordenar el arresto de las autoridades fascistas y colaboradores, tenían listas detalladas de sus enemigos; consiguieron que varias unidades italianas depusieran las armas y que otros desertaran; muchos de éstos soldados italianos, al corto tiempo, estaban luchando junto al bando aliado. Sicilia fue liberada en pocas semanas. 

- También es conocido que algunos jefes de la mafia siciliana, de acuerdo con los mandos aliados, liberaron a sus compañeros encarcelados y algunos de éstos fueron nombrados autoridad de diversos pueblos.

- El rol de Luciano y la Cosa Nostra junto a sus "primos" italianos de la Onorata Societá funcionó en el teatro de operaciones de Europa. Tal colaboración no culminó con la invasión, en la posguerra, extraoficialmente, colaboraron con las fuerzas de ocupación aliadas contra las guerrillas comunistas italianas y de otras países de Europa

- Las cosas están claras, meses antes de la 'Operación Husky', Luciano recurrió a la justicia para que se revise su sentencia aduciendo haber prestado valiosos servicios a los Estados Unidos. Fue liberado, mejor dicho deportado de los Estados Unidos hacia Italia en 1946 (tenía una condena de 30 años de prisión, aún le restaba 20 por cumplir); sin embargo, inicialmente, Luciano no fue directo a Italia, su destino hasta 1947 fue Cuba.


Tropas estadounidenses listas para desembarcar en la playa siciliana de Licata (10 julio 1943)


- No obstante lo anotado, no debemos caer en el error de otorgar todo el crédito de la victoria aliada a la mafia. La importancia de la batalla no era solo en el campo militar, sino en el político. Los aliados conjeturaron bien que la toma de Sicilia pondría sobre las cuerdas la credibilidad de Mussolini y el gobierno fascista

- Se movilizaron dos ejércitos para la operación a cargo del General Dwight Eisenhower, también participaban George Patton y los británicos Harold Alexander y Bernard Montgomery, lo que indica que no se jugaba cualquier cosa y que el rol de la mafia fue de un necesario y excelente auxiliar que, posiblemente, evitó miles de bajas en filas aliadas como en las italianas.

- Británicos y americanos desplegaron más de 160.000 hombres, miles de vehículos, tanques y artillería. Para hacer frente a la invasión se encontraban asentados en la isla más de 250.000 soldados italianos. Mussolini -en una de sus egocéntricas actitudes- había ordenado que Sicilia sea defendida solo por italianos a las órdenes del General Guzzoni; sin embargo, el Alto Mando Alemán no se dejó impresionar, había fijado en la isla al XIV Cuerpo Panzer bajo órdenes del General Albert Kesselring, más la presencia de la famosa división 'Hermann Göring', sumando alrededor de 40.000 soldados. En teoría los alemanes estaban subordinados al mando italiano (detalles sobre las batallas se pueden consultar fácilmente en internet).

El Gran Consejo Fascista se reunió el 24 de julio, tras el fracaso de la defensa italiana en Sicilia, Mussolini recibió el voto de desconfianza, fue destituido y arrestado, inmediatamente reemplazado por Pietro Badoglio, quien, acto seguido y en secreto, entabló negociaciones de paz con los aliados. El grueso de las fuerzas alemanas lograron escapar hacia la Italia continental. 

 


    Tropas británicas desembarcan en Sicilia.


Reflexiones

El lector tendrá muchas preguntas sobre esta trama. Confieso que estaba confundido con algunas interrogantes, no obstante, si meditamos un poco, aquello es resultado del "arte" de la política, lograr aunar esfuerzos para la guerra con inverosímiles alianzas que, en otras circunstancias, no obrarían juntas (por ejemplo el pacto entre nazis y comunistas de 1939). 

Alguien comentaba que le resultaba difícil distinguir a los "chicos buenos" de los "chicos malos" en esta historia. No es fácil dar una respuesta satisfactoria. Finalmente, ¿quiénes son los "chicos buenos" y los "chicos malos"?: ¿Los nazis, el gobierno de los Estados Unidos, la mafia, el fascismo?. 

Si hemos de ser "políticamente correctos", respondo que mi apreciación es meramente histórica, todos esos actores estuvieron profundamente involucrados. No podría -aunque quisiera- dar un punto de vista subjetivo. Si algo de consuelo debe guardar el lector es que todas las partes, intrínsecamente, han sido nefastas para la humanidad; sin embargo, hubo un momento en la historia en que el espectro de la barbarie se ceñía sobre el mundo y había que detener esas hordas asesinas que clamaban por un nuevo orden mundial y el advenimiento del "nuevo hombre", a costa del sacrificio de sus "inferiores". Esa era la verdad oculta de la relación mafia-gobierno de EEUU, aunque no siempre el método haya sido el correcto, ni ético. 

También he repasado sobre lo indescifrable que resulta para muchos comprender que las primeras décadas del siglo pasado en los Estados Unidos se oponían notoriamente a la inmigración de judíos europeos, eso quedó reflejado en violencia, principalmente por parte de los irlandeses; sin embargo, algunos mafiosos, como Luciano, brindaban cobijo y protección a los "chicos" judíos como Meyer Lansky, el cual se valió de los mismos matones para asaltar asambleas de nazis americanos como para extorsionar al sencillo ciudadano. Eran tiempos en que Estados Unidos negaba sistemáticamente las reglas de la democracia, sin conceder derechos a los afroamericanos, a la vez que proclamaba su oposición al antidemocrático gobierno nazi en Alemania, reflejo del totalitarismo racista y asesino que perseguía judíos y otras minorías.
   
Una reseña histórica digna de leer (para el lector que tiene prisa), sobre el tema aquí planteado, es el artículo que resume el libro "Whiteout: The CIA, Drugs and the Press" de Alexander Cockburn y Jeffrey St. Clair, publicado como "La Mafia en la Segunda Guerra Mundial: «La suerte de Lucky»" (ver nota a pie de página).

Bien, a breves rasgos hemos pasado revista al cómo se llegó a esa relación mafia-fuerzas aliadas. Hechos concomitantes vuelven incompleta la historia, por eso analizaremos el papel de Mussolini y el fascismo durante su reinado en Italia, tras las faldas del Rey Víctor Manuel III.



II PARTE

MUSSOLINI NUNCA VENCIÓ A LA MAFIA


   
En 1922 llega al poder el fascismo con Benito Mussolini.

“El nuevo régimen empieza a luchar contra la mafia. La mafia aparentemente se había eliminado, pero lo que había pasado en realidad es que se había encarcelado a los elementos secundarios, a los pequeños delincuentes, mientras los grandes mafiosos se pusieron la camisa negra, el símbolo del fascismo y se integraron al régimen y el gobierno de Mussolini, quien no sólo absorbió a los mafiosos, sino que la mafia se institucionalizó”Giuseppe Carlo Marino

Coloquialmente se nos ha vendido la siguiente historia

Que Mussolini impuso orden en Italia al combatir a la mafia. Muchos "revisionistas" y otros pseudo historiadores comentan esta etapa de la historia italiana como una de las glorias y virtudes del fascismo, una bonita carta de presentación del sistema que combatió al crimen y veló por la sociedad. Verdad a medias, o, mejor dicho, una aventura condenada al fracaso.

Sí, fracaso en el sentido que, en esencia, el fascismo era una mafia, tan criminal y repulsiva como aquella organización que pretendió combatir. Los intereses del fascismo -alejándonos del típico discurso demagógico- era lo mismo de siempre. El fascismo de Mussolini no tenía nada que ver con los fascios o fasci obreros y campesinos del siglo XIX, que lucharon por reivindicar las tierras para los campesinos y que fueron brutalmente reprimidos tanto por la mafia, por los terratenientes y por las fuerzas estatales. El fascismo italiano fue una ideología que nos habló del corporativismo (de lo que no se vio nada en su largo reinado) resultando ser una corriente pro monárquica e imperialista, represiva de los movimientos obreros y campesinos y contrincante de la ideología marxista, fue creado para oponerse a los movimientos comunistas. 



El fascismo quizo recrear el antiguo Imperio Romano, al punto de declarar la guerra a otros países, como Abisinia (actual Etiopía) "Tenemos un Imperio" vociferaba Mussolini luego de su pírrica victoria contra la desarmada Abisinia. Tras bastidores el Rey de Italia, Víctor Manuel III agradecía a Mussolini su hazaña porque ello le valió un nuevo título: "Emperador de Etiopía" (reconocido solo por los nazis); en abril de 1939 asumió el título de "Rey de Albania" gracias a la invasión y anexión fascista de Albania (no olvidemos que también declaró la guerra a Grecia, a Francia, etc).

De la "Guía de Supervivencia Ideológica – Totalitarismos. Señores uniformados que gritan", extraemos el siguiente párrafo:

"Así que el arrogante Benito organizó a veteranos descontentos y otros elementos violentos (abundantes en tiempos revueltos) de ideología más bien reaccionaria en squadras de fascisti, aludiendo así al glorioso pasado del Imperio romano. Que en el fondo eran un grupo de bestias que se dedicaron con entusiasmo a patear obreros, reventar huelgas y encierros y propagar la violencia callejera, disputando a los marxistas su lugar bajo el sol. En 1922 se sentían lo bastante fuertes y protagonizaron la famosa “marcha sobre Roma” con sus camisitas negras y su canesú, y para entonces ya les dirigían una atenta mirada desde lo alto. En efecto, los poderes fácticos burgueses miraban con simpatía aquella forma de escabechinar al movimiento obrero y no se dejaron engañar por el discurso revolucionario marxistoide que enarbolaban los primeros fascistas, de modo que tras la entrada en Roma se les entregó el gobierno. Lo cierto es que los discursos de Mussolini cuadraban mucho mejor con sus deseos y aspiraciones, que no eran sino la derrota de los proletarios y su pernicioso ideario igualitarista".

No demos tanto varapalo al Duce, leamos sus mentiras y sus mitos antimafia. 


El Mito


Un joven Benito Mussolini detenido en Berna - Suiza, el 19 de junio de 1903 a donde había huido para eludir el servicio militar obligatorio en Italia (1902). En julio de 1902 ya había sido arrestado por primera vez (por vagancia), aunque también laboró como profesor suplente y como obrero. En ese tiempo ya mostraba sus cualidades de agitador, redactando en el periódico 'L'Avvenire del lavoratore' (socialistas italianos en Suiza). En 1903 se instaló en Berna, ahí fue detenido al sospecharse que incita a los trabajadores italianos a la huelga y al disturbio. El Ministerio Público de la Confederación informa a las policias cantonales que es conveniente no perder de vista a este "anarquista". Se ordena su deportación, pero la orden de expulsión es válida sólo en el cantón de Berna, Mussolini regresa pronto a Suiza y se queda en Bellinzona (Tesino).

Sería imposible en un solo artículo describir la realidad italiana desde que el fascismo de Mussolini se hizo con el poder político de Italia, el poder real siguió siendo ejercido hasta el fin del fascismo por las clases oligárquicas y aristócratas italianas.

Una versión de la historia, no necesariamente falsa, solo sobredimensionada señala que:

 ".... Si las tropas de Giuseppe Garibaldi y las posteriores, más las policías de los gobiernos en la región y concretamente en la isla de Sicilia, no pudieron desaparecer a la Cosa Nostra ni tampoco evitar el surgimiento de otras mafias en el mismo espacio geográfico meridional, ellas se enfrentaron en las primeras décadas del siglo XX con la voluntad de eliminarlas del propio duce Benito Mussolini (jefe político del movimiento fascista y de los grupos paramilitares de las Camisas Negras) quien las combatió militarmente en forma brutal, con lo cual logró reducir sensiblemente su accionar e influencia (fue el mismo caso para la mafia napolitana, llamada la Camorra), al grado de que casi las desaparece –algunos analistas opinan que prácticamente lo consiguió–, debido a que Mussolini tenía clara conciencia de que, particularmente, Sicilia estaba integrada sólo formalmente al Estado italiano. Y su concepción de un Estado totalitario pasaba por el control completo del territorio que les servía de asiento criminal, que controlaba la mafia siciliana, y donde ejercían su poder paralelo al del Estado italiano. Entonces resultaba inconcebible su permanencia.
Dicha tarea fue encomendada al célebre, por sanguinario, Cesare Mori, apodado el Prefecto de Hierro (los prefectos eran una autoridad de facto en las provincias, del tipo de un gobernador, surgido al desaparecer los ayuntamientos y ubicar la autoridad de los alcaldes por debajo de las prefecturas) con quien Mussolini hizo alarde de brutalidad militar que, claro, incluyó a la oposición obrera y comunista, y diseñó una estrategia que atacó el problema de la mafia en una doble dirección: combatiendo su vocación cuasi-estatal, pero, igualmente: “…en busca del apoyo popular y deseoso de otorgar dignidad moral y respetabilidad a su movimiento –acusado de subversión violenta y extremista– emprendió una campaña sin cuartel para aniquilar a la mafia y legitimarse”. (Operación Bajo Mundo: la negociación de Estados Unidos con la mafia italiana").

Existen varias historias de partidarios del fascismo y neonazis contemporáneos, que se repiten en internet, con bonitas gráficas y estadísticas, lamentablemente es solo eso, propaganda para exaltar las "virtudes" del fascismo. Revisemos una de ellas. 

"El fascismo vencedor de la mafia siciliana", es un titular muy visitado por los partidarios de esa corriente, empieza citando las palabras del Duce pronunciadas en Agrigento, el 8 de mayo de 1924, es decir, al día  siguiente de haber sido humillado en un pueblo siciliano

"El fascismo que liberó a Italia de tantas plagas va a cauterizar, si fuera necesario por medio del hierro o del fuego, la herida de la delincuencia siciliana… Yo declaro que tomaré todas las medidas necesarias para protegerles de los criminales. Cinco millones de laboriosos patriotas sicilianos no tienen porqué soportar que los vejen, exploten y deshonren algunos centenares de malvivientes".

La publicación citada acota que: 

"Los partisanos comunistas al mando de Antonio Canepa y Girolamo Li Causi y el contrabandista Salvatore Giuliano colaboraron en esta tarea de "Liberación", por la cual todos estos grupos: la mafia, los liberales, los marxistas y el ejército yankee realizaron un baño de sangre en Sicilia masacrando a todos los Camisas Negras y carabinieri ejecutados en las plazas públicas, como el ahorcamiento del incorruptible Comisario Amenta, en la ciudad de Corleone". 

El mito afirma que:

"La única época en la historia italiana en que dicho país estuvo libre de la delincuencia mafiosa fue durante el Gobierno Fascista entre 1924 y 1943, volviéndose a la "normalidad" luego de 1945".


El EGO DE MUSSOLINI




El Duce como líder del fascismo y dictador del Reino de Italia, fue nombrado primer ministro en 1922, para 1924 ya ejercía control de todo el Estado y acabó con el sistema parlamentario en 1928. Curiosamente nunca tocó al REY Victor Manuel III, cuando podía hacerlo. 


El 6 de mayo de 1924 llegó Mussolini a Sicilia, quiso dar una demostración de fuerza al programar una larga visita oficial de quince días. Evidentemente, no tenía ni la más remota idea de lo que era la mafia, su percepción cambio al poco. El Duce se enfadó por la poca receptividad, falta de glamuor, de fiestas y solemnidades que ameritaba su presencia. Los "dignatarios" mafiosos de la región lo recibieron como un invitado más. En "Los Padrinos y las nefastas virtudes del puro poder" y otras obras se narran estos pasajes.

Un pequeño padrino de la provincia de Palermo, el alcalde mafioso de Piana degli Albanesi (hoy Piana dei Greci), Francesco Cuccia, mejor conocido como 'Don Ciccio', había tenido la osadía de evitar la presencia de la muchedumbre para escuchar el discurso de Mussolini (7 de mayo 1924), el Duce debió haberse ofendido mucho, pero ocultó su rabia, al no encontrar la multitud que solía asistir a vitorearlo en cualquier evento. Cuentan que ese día, apenas concurrieron contadas personas, algunos afirman que sólo eran dos jorobados y un cojo (es posible que esta parte solo sea una leyenda). 

Cuccia asistió al programa oficial de Mussolini mostrando en el pecho la 'Cruz de Caballero del Reino', al mismo tiempo que tenía cargos por asesinato; y, en claro propósito de solicitar una confirmación de la tradicional delegación concedida por el Estado al poder de la mafia en la isla, le dijo al Duce: 

"Vuecencia, señor capitán, está conmigo... y bajo mi protección. ¿Qué necesidad tenía de tantos policías?". El mafioso sintió como una afrenta que el Duce estuviere rodeado de muchos policías y guardaespaldas. Otras fuentes afirman que Cuccia, como si estuviese dándole un consejo, le tomó del brazo, guiñó un ojo y expresó en confidencia al Duce, "Está usted conmigo. No tiene nada que temer... Vaya tranquilo, excelencia, que aquí, de aniquilar a los subversivos y de garantizar el orden nos ocupamos nosotros".

Estaba claro que apenas un pequeño Padrino local le demostraba al poderoso Mussolini quien mandaba en la isla, una vejación pública. El Duce dio la vuelta hacia Palermo, al siguiente día visitó la ciudad de Agrigento y ante la prensa declaró la "guerra total" contra la Mafia. Su larga gira propagandística planificada para quince días tuvo que recortarse a seis. El 12 de mayo el desplantado Mussolini se hallaba ya en Roma, dolido por la soberbia y el trato extremadamente "amistoso" del alcalde. El Duce convocó a los jefes de seguridad del estado y pidió que de inmediato le recomendaran "un hombre nuevo, capacitado, inflexible y experto en cuestiones sicilianas sin ser siciliano", la tarea sobre ese hombre no era otra cosa que aniquilar a la mafia

Mas, Mussolini no tenía en mente acabar solo con la mafia, no toleraría más síntomas de oposición a su régimen, por lo que aprovechó para desaparecer, de igual forma, a comunistas, socialistas y todo oponente al fascismo. 

El elegido para esa tarea fue el prefecto de Bolonia, Cesare Mori, un policía retirado, quien por órdenes del Duce debía acabar con la mafia con "fuego y acero". Mori fue nombrado directamente por Mussolini prefecto de Sicilia en octubre de 1925, tenía carta abierta. El Duce le señalo que "si las leyes vigentes le impiden actuar, no será problema, para ello podemos cambiar las leyes".


    El Duce, Benito Mussolini y Cesare Mori, el Prefecto de Hierro.


Veamos que consiguió Mori. 

Logró cambiar el sistema judicial en la isla destituyendo a los jueces con elementos leales al régimen, desarticuló algunas células de la corrupción administrativa que tras sus escritorios gestionaban los sobornos. Era evidente que desataría una "cacería de brujas", todo sospechoso de estar coludido en alguna "asociación con fines delictivos" era inmediatamente arrestado, muchos sicilianos (tanto buenos como malos) huyeron de la isla e inmigraron prioritariamente a América. Mori permitió el uso de la tortura para obtener declaraciones, se llegó a mantener en estado de sitio a numerosos pueblos solo para detener algún bandido. Cayó en la arbitrariedad de humillar públicamente a algunos jefes mafiosos capturados pretendiendo demostrar el poder del estado y declarándose protector de los civiles, intentó que el pueblo confíe la defensa de sus intereses en las autoridades del gobierno sin necesidad de los favores de la mafia. Como resultado la actividad delictiva disminuyó (sobre todo el bandolerismo), la mayoría de capturados fueron juzgados y eliminados.

El número de detenciones era elocuente, el orgullo del fascismo en cifras, generalmente, el ser arrestados conllevaba ya una declaración de culpabilidad, muchos de los encarcelados eran confinados en las islas cercanas a Sicilia. Solo entre 1926 y 1928 alrededor de 11.000 personas bajo sospecha fueron detenidas y enviadas a prisión, no era de interés alguno que los cargos, incluso, se basaran mayoritariamente en viejas rencillas personales. La pertenencia a una organización como la Mafia era muy difícil de probar, pero, sin duda, se atacó las bases de la mafia. 

Mori aparentemente cumplió su promesa, al ser nombrado para el cargo y en directa advertencia había dicho a los sicilianos: "Mi nombre es Mori y tendré personas muertas. La criminalidad debe desaparecer al igual que el polvo en esta plaza se deja llevar por el viento"

El Duce feliz por los resultados, mejor dicho, aprovechando las cifras de detenidos y ejecutados proclamó a viva voz que la mafia había muerto, que no habrá fuerza capaz de revivirla. Favorecido por la propaganda típica de los regímenes totalitarios vendió la imagen de un leal servidor de la justicia. Mussolini fue felicitado incluso desde otros países, ganando prestigio internacional por sus logros en tan corto plazo, incluso el New York Times elogió al Duce: “La Mafia está muerta, nace una nueva Sicilia”

El "justiciero" Mori fue cesado en junio de 1929 por sus métodos nada convencionales, sus pesquisas llegaron hasta los despachos de jefes locales fascistas en Sicilia vinculados a la mafia, hechos que podrían tener graves consecuencias de hacerse público esos nexos. La propaganda elogió la labor de Mori y declaró su erradicación de la Isla del Sol, como consuelo, Mori fue nombrado senador ese mismo año. 

Así fue como Mussolini -el Duce- "acabó" con la mafia, según la versión (resumida) del mito que nos sigue vendiendo la propaganda fascista en el presente.


LA VERDAD 



La guerra del fascismo contra la mafia estaba dirigida hacia objetivos políticos. Mussolini no pretendía realmente acabar con los mafiosos, anhelaba que su régimen autoritario gozara de credibilidad internacional. Y, como el Duce nunca terminó con la mafia, círculos profascistas afirman que los aliados renacieron esas organizaciones tras el fin de la segunda guerra mundial. 


El historiador británico John Dickie, en su libro "Historia de la Mafia" (Debate, 2015) señala que ese era un

"relato que convenía al gobierno fascista, a los nostálgicos del régimen que quedaron tras la guerra, e incluso a ciertos sectores de la izquierda. Muchos de ellos culpaban a los americanos del retorno de los mafiosos, porque así podían responsabilizar a la CIA y a los extranjeros del resurgimiento de un problema crónico. También los propios gánsters querían que la gente lo creyera porque así hacían ver que la nueva Mafia era un grupo violento, al estilo americano, que estaba desplazando a las buenas tradicionales que ellos encarnaban. No obstante, lo que realmente sucedió es que el fascismo nunca consiguió acabar con la Mafia".

Un esclarecededor artículo publicado en 2012, titulado "¿Acabó el fascismo con la mafia siciliana?", concluye que los mafiosos se integraron a las instituciones fascistas, así lo confirma Álvaro Lozano, autor de varios libros sobre la segunda guerra mundial, el fascismo y el nazismo.

"En su visión totalitaria de la sociedad y el Estado a Benito Mussolini le preocupaba la existencia de un centro de poder rival. Y esas condiciones se daban absolutamente en la Sicilia de entonces. Un elocuente ejemplo de ello fue el caso de Vittorio Emanuele Orlando que organizó y dirigió en Palermo un partido llamado 'Unión por la Libertad', con el que se enfrentó a los fascistas en agosto de 1925. En un célebre mitin el tal Orlando exaltó públicamente a la Mafia, fomentando el arraigado sentimiento que existía en la región hacia la organización: 'Ahora os digo, ¡oh, palermitanos!, que si por Mafia se entiende el sentido del honor llevado hasta la exageración; la intolerancia contra toda prepotencia y atropello llevada hasta el paroxismo; la generosidad que se enfrenta al fuerte, pero perdona al débil; la fidelidad a los amigos, más fuerte que todo, incluso que la muerte; si por Mafia se entienden esos sentimientos y estas actitudes, a pesar de sus excesos, ¡pues entonces se trata de rasgos indivisibles del alma siciliana y me declaro mafioso y estoy contento de serlo!'. "

Sí, es verdad que Mussolini fue más severo que sus predecesores contra la mafia, pero, según el plan trazado, únicamente se limitaron a dispersar a los militantes de la denominada "baja mafia", disminuyeron la delincuencia matando o arrestando las bases, lo cual no significaba garantía de triunfo. En lo político, al ser una dictadura, Mussolini no iba a llamar a elecciones por lo que no le interesó ganarse a los líderes locales y que la gente acepte el fascismo. Su lucha fue pura propaganda y garrote (que también era respondido por la mafia). 

Además, 

"muchos mafiosos parecían convertidos, cuando, en realidad, ante la perspectiva de que el fascismo pudiera mantenerse en el poder durante bastante tiempo, se transformaron en arrepentidos por conveniencia. Por otro lado, los mafiosos pudieron contar con la solidaridad de las redes mafiosas en Estados Unidos. Ya había comenzado la práctica de utilizar asesinos estadounidenses para cometer crímenes en Sicilia y asesinos sicilianos para cometer crímenes en Estados Unidos".

CONCLUSIONES


Propaganda fascista. el primer cartel es una fallida campaña en Sicilia para alentar a los agricultores.


- Mussolini jamás acabó con la mafia siciliana, las cifras de arrestados, encarcelados, enjuiciados y ejecutados no puede ser cualitativamente valorada como éxito. La mafia no murió con esas redadas, siguió muy activa al punto de contribuir con la invasión aliada de Italia. Si el Duce realmente hubiese acabado con la mafia, éstos nunca hubiesen podido colaborar con la invasión, porque, según Mori y Mussolini, ya no existían...

- Existe evidencia de miles de casos de abusos de autoridad y, lo fundamental, la mayoría de los procesados que si pertenecían a la mafia no eran más que simples bandidos de baja monta: bandoleros, extorsionadores, ladrones y matones (lavaperros como dirían en Colombia).  

- El método preferido de interrogación de Cesare Mori era la 'casseta'. "Se ataba al sospechoso a un cajón de madera, se lo azotaba con un látigo de cuero empapado en agua con sal, se lo picaneaba, se le apretaban los genitales en una prensa y se le quemaban las plantas de los pies con un cigarrillo. Cientos de mafiosos, o “réprobos” como los llamaba Mori, fueron aprehendidos, torturados y luego fusilados en la plaza pública de Palermo. Mori pronto dejó que este plan de exterminar a los mafiosos de la Onorata Societa se le subiera a la cabeza. Mandó a construir arcos triunfales en su honor con la inscripción Ave Caesar" (La Mafia en la Segunda Guerra Mundial: «La suerte de Lucky»)

- No obstante el párrafo anterior, la cifra real de peces gordos encarcelados se cuentan con los dedos de una mano (y sobran dedos). No debemos confundir a 'Padrinos' con simples 'bosses' y 'capos' dentro de la mafia. Un 'Padrino' es "Capo di tutti capies" (el Jefe de jefes). Y había varios Padrinos.

- Mori quizá pudo haber acabado con grupos mafiosos que no bailaban al son del compás fascista, sus "políticas" anti mafia dieron paso a las componendas, muchos mafiosos se enrolaron en el movimiento y entonaron juntos, presagiando la letra de un futuro artista:

♪♫ "Tengo la camisa negra, porque negra tengo el alma... que tengo la camisa negra y debajo tengo el difunto "; y, naturalmente aprovecharon esa coyuntura para eliminar la indeseable competencia que había surgido

- Otra parte de los encarcelados por el "Prefecto de Hierro", simples y comunes delincuentes, fueron a poco obteniendo su libertad, claro está prometiendo fidelidad al fascismo. Tras la invasión aliada de Sicilia esas lealtades volaron con el mismo viento que barrió la plaza de aquel pueblo siciliano en que Mori prometió desaparecer a la mafia

- El fascismo sucumbió ya en 1943, curiosamente tras la caída de Sicilia en manos de los Aliados. Otro cadáver insepulto (Hitler) quiso que Mussolini le acompañé en el limbo. Los mafiosos si que renacieron, aprovecharon la ocupación militar estadounidense y se eligieron alcaldes de varios poblados. 

- Mori fracasó, como han fracasado todos los métodos violentos (dentro de la "legalidad") que han intentado combatir la delincuencia utilizando el arma del terror. Mori fracasó porque ningún Padrino de la Mafia fue arrestado por sus actividades mafiosas.

- Podríamos poner como único caso de excepción la captura del padrino Don Vito Cascio Ferro, ya investigado por los Estados Unidos por pertenencia a la organización criminal "La Mano Negra" y el asesinato del agente italo-americano Joe Petrosino en 1909 en Palermo. Muy tarde, en 1930, todas las evidencias condujeron a responsabilizarle en un caso de asesinato múltiple, fue condenado por esos crímenes no por su pertenencia a la mafia. Mori y el fascismo lo exhibieron como trofeo de guerra.

Los 'Padrinos' no fueron afectados en demasía, es decir, la auténtica Mafia se mantuvo intacta como "árbitro de los grandes intereses y los grandes negocios. Los grandes capos fueron absorbidos por el propio régimen fascista hasta el punto de que puede afirmarse que la Mafia terminó vistiendo la camisa negra e integrándose en el entorno político del nuevo régimen".

EPILOGO



Hay muchos temas que se quedan en tapete, incluso de la época fascista, es imposible abordar toda una gama de sucesos históricos de alto interés para la investigación, como la crisis de posguerra; la antimafia revolucionaria; el asesinato de Salvatore Giuliano (que siempre fue protegido de la mafia y quien osó desafiar la férrea estructura mafiosa); el pacto de la mafia con la República, etc. Todos esos temas da para desarrollar nuevas ponencias, pero no es necesario, está ampliamente documentado. Para quién tiene interés en la temática los libros de Giuseppe Carlo Marino, en castellano son de fácil acceso al público.

En la historia reciente de Italia y Sicilia siempre se tendrá presente los orígenes de la mafia dentro de una sociedad sin estado (Sicilia), pero también existió la antimafia (y no necesariamente el fascismo), con la misma revolución de 1848 ya se percibió ese fenómeno. En próximos ensayos revisaremos que es propiamente la mafia y la burguesía mafiosa. 

La mafia también intentó -políticamente- el separatismo de Italia. Ya consolidada la República en la posguerra, apreciamos la transición de la mafia latifundista hacia una mafia urbana; la sociedad tuvo que adaptarse a la democracia y a los movimientos políticos, pero también a una renacida mafia con su alianza con el Estado debido a la estrategia anticomunista, es decir, con lealtad al atlántismo. 

La mafia contribuyó grandemente al desarrollo de la 'Democracia Cristiana', corriente política de la cual fue parte activa. Mucho se ha hablado de una mafia democratacristiana -que gozaba de las bendiciones del Vaticano-,  solo recordar el papel del destacado político Giulio Andreotti y sus "conexiones mafiosas" que le llevaron hasta las máximas instancias del poder y... de la justicia italiana, siendo absuelto de todos los casos tramitados en su contra; así como escándalos públicos de altos políticos italianos en esa larga etapa. 

En la década de los 80 y 90 fuimos testigos del terrorismo mafioso fruto del bandolerismo urbano y los grandes delitos de los corleoneses, hechos que obligaron a una declaración nacional de unidad contra la mafia, desatándose la lucha contra los último 'Padrinos' conocidos, tal el caso de Salvatore "Toto" Riina, gran capo siciliano, jefe de los 'Corleonesi', detenido en Palermo en 1993 y llevado a juicio, condenado a cadena perpetua, murió en prisión en noviembre de 2017 a la edad de 87 años. Su sucesor, otro de los grandes capos, Bernardo Provenzano, tras estar más de cuarenta año prófugo de la justicia fue detenido en abril de 2006.

Como vemos, la mafia no solo sobrevivió al Duce fascista sino que se consolidó en la nueva estructura estatal. En el presente la mafia ha mutado, su época dorada con toda seguridad ha terminado dando paso a la transnacional del crimen organizado, muy alejada de la vieja tradición de la Onerata Societá.


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FUENTES:

LIBROS Y ARTICULOS CONSULTADOS Y RECOMENDADOS

"Historia de la mafia: Un poder en las sombras".- Giuseppe Carlo Marino. Ediciones B  Barcelona, 2002,  532 págs.
"Los Padrinos y las nefastas virtudes del puro poder".- Giuseppe Carlo Marino. Ediciones B Barcelona, 2004, 688 págs.
La Mafia en la Segunda Guerra Mundial: «La suerte de Lucky»
Extraído de Whiteout: The CIA, Drugs and the Press, de Alexander Cockburn y Jeffrey St. Clair. Traducción de Roxana Sequeira y Carolina Pierini.
Giuseppe Carlo Marino: El narco, brazo operativo de mafias ocultas en el poder político
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