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10 octubre 2021

Bonaparte, la "Unión Europea" y la Revolución




Recopilación y resumen de varios textos. 

Viene de la Parte I


Parte II


"La campaña napoleónica fue una campaña de la Unión Europea de la época. Entonces, no estaba unido por un mercado común de mano de obra y capital, sino por un genio que se había arrastrado fuera de la revolución como una víbora fuera del fuego; un genio en el que muchos vieron si no al propio "anticristo", al menos a su precursor".


"Cuando Napoleón cruzó el río Nieman y dijo sobre Rusia: "Que su destino pase", ¿podríamos llamarla agresión a Rusia por parte de una ´Unión Europea´ del siglo XIX?


Como quiera que se quiera llamarlo, con la excepción de los Balcanes, que estaban bajo control de los turcos, todo el resto de Europa había sido arrastrada a esta campaña: Prusia, Austria y Suiza como aliados, y Polonia, España e Italia como vasallos. Eso no deja a casi nadie más. Por supuesto, cuando se escribe sobre historia no se puede usar terminología moderna en tiempo pasado. Pero un polemista puede hacer lo que un erudito no puede". 

Estas interesantes reflexiones las encontramos en "The Forerunner of the European Union" (El precursor de la Unión Europea) ensayo de Andrey Tkachev (2018 - Oriental Review), citaremos algunos extractos a manera de resumen.


La Unión Europea surgió cuando nació y no antes, sobre la base de una unión europea del carbón y el acero tras la segunda guerra mundial. A más del dinero, consiste en unir a la élite industrial europea para beneficiarse mutuamente, se trata que  nunca más tengan que guerrear entre sí

 

"Es una cuestión de élites y de beneficios estupendos de las grandes industrias. Si te cuentan otro cuento de hadas sobre las pequeñas y medianas empresas y los derechos del "pequeño" hombre, no te derritas. Recuerda: primero vienen los combustibles fósiles, luego la fundición y el laminado de metal y otras alegrías industriales que están lejos de ser glamurosas. Solo después de estos vienen peluqueros, maquilladores, diseñadores de interiores, entretenimiento televisivo y veterinarios para mascotas domésticas. Tal es la lógica de la economía. Si hay fábricas habrá centros comerciales, bares y guarderías. Si no tienes el primero, no tendrás el resto, a pesar de la canción y el baile sobre los aumentos presupuestarios y los derechos civiles. Olvídalo".


Si Napoleón fue el precursor de la UE, entonces solo fue un niño en comparación con esta pandilla incolora de burócratas grises, que cantan canciones sobre la igualdad. 

 

A la izquierda, retrato de Napoleón, obra de Hippolyte Delaroche. A la derecha,    retrato de Napoleón, de Jacques-Louis David (1812). Sin duda las dos pinturas representan a Bonaparte en su gabinete de trabajo, en el palacio de las Tullerías.


En el siglo XVI, más precisamente, 1596, fue el año de la Brest Unia. No estaban interesados en las fábricas porque no había fábricas. La riqueza se medía por la cantidad y la calidad de las tierras y la capacidad de trabajo de los sujetos en esas tierras. El verdadero poder en aquellos días se encontraba en la esfera de la ideología. Y la ideología en aquel bendito siglo XVI era religiosa hasta la médula. Así, la Europa católica del siglo XVI con su centro en Roma, más exactamente, en el Vaticano, ofreció a los eslavos orientales una unión (unia, en latín) y dijo:


"Aceptad nuestra fe, porque somos más elevados que tú. Sin nosotros y sin nuestra fe no salvarán sus almas. Sin nosotros serán esclavos y pastores de cerdos. Pero con nosotros, serás tan digno como nosotros, y entrarás en el Paraíso incluso antes de morir. Aceptad nuestra fe y someteos voluntariamente. Si no, entonces te obligaremos a hacerlo, por tú propio bien; porque Dios a través de nuestro Papa nos ha dado el derecho de hacer esto".


Esta fue la Unión Europea del siglo XVI. Ni carbón, ni acero, ni LGBT, ni créditos al consumo, solo la misma arrogancia de un colonizador con respecto a los aborígenes; y el mismo orgullo e impenitencia. Esencialmente es "satanismo" escondido bajo la máscara del cristianismo; y hoy el cansado satanismo se esconde bajo la máscara de la filantropía liberal. Nuestros antepasados incultos no fueron privados ni de sabiduría ni de intuición natural, ni de un sentido de dignidad. En respuesta a las ofertas de tales sindicatos se arremangaron y se prepararon para una lucha. Así fue en aquel bendito siglo XVI, que fluyó de manera uniforme hacia el bendito siglo XVII, llevando consigo sus cuestiones sin resolver. 

En su conjunto, la idea de la Unia sufrió la derrota. Pero no de inmediato y no en todas partes. Logró infectar una parte del cuerpo previamente sano. La Unia ganó fuerza en el oeste de Ucrania y parcialmente en el oeste de Bielorrusia. En estas regiones nació un fenómeno: la fe oriental con una pizca de ritos occidentales y la obediencia a Roma; o, por el contrario, la fe occidental con ritos orientales. Nadie puede averiguar cuál es más correcta.

En el siglo XXI topamos un problema de finales del siglo XVI. La Unia, que ha desgarrado Ucrania más de una vez en la historia y ha llevado a la partición de Polonia. La Unia está en el centro de todos los problemas históricos de Ucrania, como lo ha demostrado todo su pasado y aún más la historia contemporánea, es capaz no solo de provocar peleas, sino también de enfurecer y armar, de encontrar a la ligera enemigos en la persona de los hermanos de sangre y de sancionar el derramamiento de sangre. 

Dicen que todo es a favor de la tolerancia europea, pero en los hechos aboga por la "Kristallnacht"; en palabras, es por amor sin barreras, pero en hechos, por nazificación con todas las consecuencias del procedimiento. Después de varios siglos la gente puede acostumbrarse a cualquier error, o llegar a amar cualquier distorsión. Pero objetivamente hablando, la naturaleza de esta distorsión no cambia. Solo crece en la conciencia de aquellos que están acostumbrados a ella. Sin embargo, la amenaza que conlleva no ha ido a ninguna parte, razona inteligentemente Andrey Tkachev.




Sobre los actos revolucionarios


Una premisa fundamental que no siempre nos resulta manifiestamente obvia son las revoluciones con su inicial y sutil tinte de aparente sinceridad, pocas o ninguna provocan las anheladas reformas proclamadas por los revolucionarios, analiza con toda sinceridad John Kozy, de quien resumimos las siguientes líneas de su ensayo escrito en 2011, "A Revolting World. The Forces of Reaction never rest" (Un mundo repugnante. Las Fuerzas de Reacción nunca descansan).


Por ejemplo, la Revolución Americana. Los Estados Unidos de América nacieron en medio de la violencia revolucionaria, pero esa revolución se deshizo tan pronto como se adoptó la Constitución, es decir, el acto revolucionario violento fue bien visto hasta 1776 (Declaración de Independencia), pero no después de 1789 (año que se aprueba la Constitución). ¡Los mismos revolucionarios se volvieron reaccionarios! (reacción-reaccionario). 


¿Qué dice la Declaración de Independencia de  1776

Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas, que todos los hombres son creados iguales, que están dotados por su Creador de ciertos Derechos inalienables, que entre ellos se encuentran la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad. - Que para asegurar estos derechos, los gobiernos se instituyen entre los hombres, derivando sus poderes justos del consentimiento de los gobernados, - Que siempre que cualquier forma de gobierno se vuelva destructiva de estos fines, es el derecho del pueblo alterarla o abolirla e instituir un nuevo Gobierno, asentando sus fundamentos en tales principios y organizando sus poderes de tal forma que les parezca más probable... cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, que persigue invariablemente el mismo Objeto, muestra un plan para reducirlos al Despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, deshacerse de tal Gobierno... ”. 


Como vemos se describe las condiciones válidas que originan las revoluciones del presente, no obstante ahora se dice a los oprimidos del mundo que solo deben involucrarse en transiciones “pacíficas”. La Revolución Americana desapareció con el Artículo III, Sección 3 de la Constitución: "La traición contra los Estados Unidos, consistirá únicamente haciendo la guerra contra ellos, o adhiriéndose a sus enemigos, brindándoles ayuda y consuelo". 

¿Quién en Estados Unidos diría hoy que todos los estadounidenses son creados iguales? No se ha establecido la Justicia, ni promovido el bienestar general. "La Revolución Estadounidense, como todas las revoluciones de la historia, se ha deshecho. Parece que se necesitan más que manifestaciones callejeras pacíficas para resucitarlo", afirma John Kozy. 


La Revolución Francesa 

 

Tuvo lugar entre 1789 y 1799 durante el cual se produjeron cambios sociales y políticos radicales. La monarquía absoluta se derrumbó y la sociedad francesa experimentó una transformación épica. Los privilegios feudales, aristocráticos y religiosos fueron abandonados debido a la presión de los grupos políticos liberales y las masas en las calles. Las viejas ideas sucumbieron a los principios ilustrados de ciudadanía y derechos inalienables. Los principios republicanos fueron las canciones liberales de la época.


Luego vino la reacción. Cuando la Convención Nacional Francesa buscó exportar la revolución, se formó una coalición militar compuesta por España, Nápoles, Gran Bretaña, Holanda, Austria y Prusia. Las fuerzas republicanas fueron dirigidas por Napoleón Bonaparte y cuando prevalecieron, Napoleón se convirtió en Emperador


Izquierda Napoleón I con túnica de coronación, pintado por François Gérard. (Rijksmuseum de Ámsterdam); Derecha, Napoleón en su trono imperial, por Jean Auguste Dominique Ingres, 1806.

La revolución murió en manos del general a quien se le encomendó protegerla. Cuando el ejército de Napoleón fue finalmente derrotado en Waterloo, el Congreso conservador de Viena revirtió los cambios políticos que se habían producido. La monarquía fue restaurada y Luis XVIII se convirtió en rey. Francia no abandonó la monarquía hasta finales del siglo XIX, un siglo después de que comenzara la revolución. ¿Se restauraron los principios republicanos? Pregúntale a cualquier francés. ¿Liberté, égalité, fraternité? Ni por asomo.



"Es mucho más fácil lograr una revolución exitosa que construir y preservar un gobierno humano y funcional. Las fuerzas de la reacción nunca descansan y han logrado deshacer la mayor parte de las revoluciones populares de la historia. Los revolucionarios deben reconocer que su primera tarea es defender a sus gobiernos recién formados de los reaccionarios, porque una vez que los reaccionarios pongan el pie en la puerta, no se detendrán hasta que se deshaga la revolución", concluye sabiamente Kozy.


Notas explicativas adicionales


Sobre el CÓDIGO NAPOLEÓNICO. Su nombre oficial es Código Civil Francésaprobado por la Ley del 21 de marzo de 1804, vigente en el presente con numerosas e importantes reformas. Creado por una comisión a la que le fue encomendada la recopilación de la tradición jurídica francesa durante el gobierno de Napoleón Bonaparte (Primer Consulado). Antes de este instrumento jurídico Francia no tenía un solo conjunto de leyes; la ley se basaba en costumbres locales, exenciones, privilegios y fueros especiales otorgados por reyes u otros señores feudales. 


 Consagración del emperador Napoleón I 






"Consagración del emperador Napoleón I y coronación de la emperatriz Josefina en la Catedral de Notre-Dame de París el 2 de diciembre de 1804" (título oficial de la obra). Autor: Jacques-Louis David (terminada en 1808). La escena central detalla cuando Joséphine se arrodilla ante Napoleón durante su coronación en Notre Dame. Detrás de él se sienta el Papa Pío VII.
Personajes de la pintura 
1 Napoleón I (1769-1821) está de pie, vestido con túnicas de coronación similares a las de los emperadores romanos. Otros son simplemente espectadores pasivos. En el cuadro actual es posible ver el contorno de lo que se pintó originalmente: Napoleón sosteniendo la corona sobre su propia cabeza, como colocándose sobre sí mismo.
2 Joséphine de Beauharnais (1763-1814) está arrodillada en posición sumisa, como exige el Código Civil francés. Recibió la corona de manos de su esposo, no del Papa. 
3 Maria Letizia Ramolino (1750-1836), madre de Napoleón, fue colocada en las gradas por el pintor. Ocupa un lugar más importante que el Papa. En realidad, ella no asistió a la ceremonia para protestar por el roce de Napoleón con sus hermanos Lucien y Joseph. El padre de Napoleón, Carlo Buonaparte, murió en 1785. María Letizia pidió al pintor que le concediera un lugar de honor. 
4 Luis Bonaparte (1778–1846), quien al comienzo del imperio recibió el título de Gran Condestable, Rey de Holanda, en 1806. Se casó con Hortense de Beauharnais, la hija de Josefina.
5 Joseph Bonaparte (1768-1844), que no fue invitado y no asistió debido a una discusión con Napoleón. Por eso tampoco asistió su madre. Después de la coronación, recibió el título de príncipe imperial. Luego fue rey de Nápoles en 1806 y de España en 1808.
6 El joven Napoleón Carlos Bonaparte (1802–1807), hijo de Luis Bonaparte y Hortense de Beauharnais.
7 Las hermanas de Napoleón. En la réplica, el vestido de la hermana favorita de Napoleón será de color rosa. Este es el único cambio en la réplica a pesar de estar pintado de memoria.
8 Charles-Francois Lebrun (1739–1824), el tercer cónsul junto a Napoleón y Cambacérès. Bajo el Primer Imperio, ocupó el lugar de príncipe-architrésorier. Tiene el cetro.
9 Jean Jacques Régis de Cambacérès (1753–1824), arzobispo príncipe del imperio. Toma la mano de la justicia.
10 Louis-Alexandre Berthier (1753–1815), ministro de Guerra del Consulado. Mariscal del Imperio en 1805. Mantiene el mundo coronado por una cruz.
11 Talleyrand (1754-1836), gran chambelán desde el 11 de julio de 1804.
12 Joachim Murat (1767–1815), mariscal del imperio, rey de Nápoles después de 1808, cuñado de Napoleón y esposo de Caroline Bonaparte.
13 El Papa Pío VII (1742-1823) se contentó con bendecir la coronación. Está rodeado de dignatarios clérigos, nombrados por Napoleón desde el Concordato. Para no poner en peligro el nuevo equilibrio entre Iglesia y Estado, el Papa aceptó asistir a la coronación. El papa fue pintado originalmente con las manos cruzadas sobre su regazo, pero Napoleón, supuestamente alegando que el Papa no estaba presente para hacer nada, ordenó que la pintura lo representara ungiendo los procedimientos.
14 En las gradas también se representa al pintor Jacques-Louis David.
15 También estuvo presente Halet Efendi, embajador otomano. 
16 Dom Raphaël de Monachis, monje greco-egipcio y miembro del Institut d'Égypte está representado entre los hombres del clero, de pie a la derecha del obispo, con barba y capucha roja.
17 La dama portadora de la túnica al frente, justo detrás de Josephine, en el lado derecho desde el punto del visor de imágenes, es Elisabeth-Hélène-Pierre de Montmorency-Laval, madre del político Sosthènes II de La Rochefoucauld. Ella era una dama de la corte de Josephine. (Cita tomada de la Wikipedia)


* "Antes de coronarse emperador, Napoleón buscó la aprobación en un plebiscito amañado en el que 3.572.329 votaron a favor y 2.567 en contra. El plebiscito fue un referéndum nacional, por el cual los votantes no podían debatir los temas involucrados. Napoleón no confiaba en las opiniones de los votantes, por lo que hizo que sus leales agentes contaran los votos para asegurarse de que los resultados fueran los deseados. Además, se registró cada “sí” o “no”, junto con el nombre y la dirección del votante. El ministro de policía, Joseph Fouché, suprimió rápidamente cualquier crítica. La combinación de un estado policial despiadado y elecciones amañadas se convirtió en un elemento básico de los regímenes dictatoriales populistas hasta el presente".


Continuaremos con Bonaparte...


fuentes originales principales:

03 octubre 2021

¿Fue Napoleón Bonaparte un sinarquista?




por Tito Andino

Recopilación y resumen de varios textos.


Parte I

Desvelando el sinarquismo

La sinarquía -círculo de poder económico industrial- financió en secreto a Napoleón para la conquista de Europa, de hecho, suele afirmarse que Bonaparte fue el primer fascista de la historia y que la Revolución francesa es creación y a la vez, víctima de la Sinarquía. Los sinarquistas brotaron entre los círculos inmediatos de Napoleón, sus veteranos oficiales de las campañas bélicas diseminaron la práctica de la secta por todo el mundo.


Bonaparte con apenas 51 años murió en cautiverio en la isla británica de Santa Elena. Este año 2021 se celebró el bicentenario de su muerte (5 mayo 1821). Complejo tema, analizar a Napoleón Bonaparte desde otra óptica que no sea la historia tradicional u oficial sigue siendo tabú a pesar de que no son pocos los ensayos que lo estudian desde una perspectiva diferente. Los siguientes reportajes sobre quien fuera Emperador de los franceses, Copríncipe de Andorra, Rey de Italia, Protector de la Confederación del Rin, etc., se centrará en nuestra ya conocida línea editorial respecto a destacados personajes históricos, sus polémicas vidas y obra están ya vastamente documentadas por destacados historiadores, Bonaparte no será la excepción. Si debemos -no obstante- señalar la controversia en torno a sus inclinaciones políticas.

Para algunos Napoleón Bonaparte fue un genio militar de la estrategia; otros afirman que fue un líder visionario que legó a Francia su sentido de gloria; que instauró una moderna y centralizada administración. Por otro lado, hay quienes concuerdan que fue un tirano que sacrificó la vida de cientos de miles de franceses (y de otras naciones) a lo ancho y largo de Europa y que acabó innecesariamente con la supremacía francesa en Waterloo. ¿Tirano o genio; o ambos? 

Con motivo del bicentenario de su deceso, en Francia se escuchó a diputados de izquierda argumentar que "no le corresponde a la república celebrar a su sepulturero". Movimientos como "Black Lives Matter" repudiaron cualquier celebración del hombre que reintrodujo la esclavitud en 1802 (Antillas francesas). Un alcalde francés expresó el deseo de su ayuntamiento de reemplazar la imponente estatua de bronce del emperador en caballo que se encuentra fuera de Normandía. Las fuerzas políticas de derecha han calificado de exagerados y provocadores aquellos gestos.

Bien, para no complicarnos la vida iremos directo al tema fundamental, agregando conceptos y notas explicativas.


La Sinarquía 

 

Mucha gente (una gran mayoría) desconoce sobre la existencia del sinarquismo. Pero, ! ¿qué carajos es eso? !, se preguntan. Entender el rol de aquel líder francés, alrededor del cual se aglutinaban diversos poderes terrenales, no es fácil, ni lo encontraremos en textos de historia tradicional.


Debemos reconocer que una bibliografía especializada escasea sobre el tema (sinarquía) y la carencia de pruebas documentales y fuentes válidas nos deja en desventaja en el campo histórico; también suele ocurrir que nos damos de narices ante la presencia de ridícula literatura sensacionalista con "teorías" sobre el "anticristo" y la influencia de los "Iluminatis" en torno a Bonaparte. Lo que si puede certificarse es el rol de una ya no tan secreta masonería junto a grandes intereses financieros y clasistas que podrían haber conformado esa intrigante sinarquía (para otros se trata de la clásica conspiración judeo-masónica). 

Investigar a Napoleón Bonaparte y su relación con el sinarquismo internacional (desechando las teorías conspiranoicas) ya no debería ser valorado como hipótesis. Serios (pero pocos) indicios y presunciones aportados en estudios sobre su existencia y presencia en los altos círculos del poder europeo hasta mediados del siglo XX lo demuestran


Bonaparte en el puente de Arcole, (c. 1801) y Napoleón como Primer Cónsul (1802), las dos obras corresponden al pintor francés Antoine-Jean Gros.

 

El sinarquismo apareció originariamente en una alianza de poderosos intereses financieros europeos desde fines del siglo XVIII, luego involucró  a otras regiones del mundo. Este círculo de alianzas elitistas se asoció en torno a los viejos imperios coloniales. En el presente los verdaderos dueños del mundo constituyen una hermandad internacional originalmente conformada por industriales, la oligarquía económica y aristocracia europea bajo asesoramiento de expertos economistas, a ellos se integraron miembros de sociedades secretas de corte masónico. 

 

La sinarquía no se desquicia con teorías raciales, ni religiosas, la religión no tiene sentido para ellos (salvo para fines políticos); su dios es el poder y la riqueza; aglutina en su favor tanto a la extrema derecha como a la extrema izquierda (como se analiza más adelante).

Se presume gobiernan desde la sombra y cuyo objetivo final sería establecer una dictadura global modelada en el Imperio de Napoleón Bonaparte, una nueva versión global del Imperio Romano -una dictadura sinarquista o fascista como es común denominarla-. Ese modelo pretendió emular Adolf Hitler (Unión Paneuropea, bajo égida alemana). Esta corriente, en la era del dominio nazi de Europa seguían siendo conocida en ciertos círculos como "Movimiento Sinarquista del Imperio". Para algunos estudiosos, la Unión Europea sería  el ejemplo actual de ese círculo de alianzas que se consolida con una fuerza ideológica predominante en el aspecto económico.

Sinarquismo significa dominio de la ley y el orden. También quiere decir: con gobierno, con autoridad, con orden. La RAE define a la Sinarquía como el sistema político en el que el poder es ejercido por una élite o corporación. Según la RAE, puede tener dos acepciones (nos interesa la segunda): “Influencia, generalmente decisiva, de un grupo de empresas comerciales o de personas poderosas en los asuntos políticos y económicos de un país”. 

La palabra deriva del prefijo griego: "syn", que significa “con” o “junto” y un sufijo: "arquía", que significa “regla”, así se definió por primera vez en el Diccionario de inglés Webster. El primer uso registrado del término "sinarquía" se atribuye a Thomas Stackhouse (1677-1752), un clérigo británico que usó esa palabra en su libro “New History of the Holy Bible from the Beginning of the World to the Establishment of Christianity” (Nueva Historia de la Sagrada Biblia desde la Creación del Mundo hasta la Creación de la Cristiandad); publicada en dos volúmenes en 1737. 

Según el Movimiento Sinarquista del Imperio debe implantarse regímenes autoritarios, eligiendo gente dócil para ser controlados. El poder debe concentrarse en manos de los directivos de la industria y los medios de comunicación; y, naturalmente, en delegados de los grupos financieros-bancarios de cada país. Entre los objetivos de su programa está el concentrar un máximo de industrias y eliminar la competencia injustificada; fijar un control absoluto de precios de todo bien y materia prima; y, la necesaria formación de un aparato judicial y social que impida cualquier acción extrema.


Alexandre Saint-Yves d'Alveydre - Antoine Fabre d´Olivet - Gérard Vincent Encausse (Papus)

El uso más importante de la palabra "sinarquía" proviene de los escritos del ocultista francés Alexandre Saint-Yves d'Alveydre, alrededor de 1860, él pertenecía a la Sociedad Martinista o Martinistas, una secta masónica secreta que tenían una especie de culto-adoración del emperador Napoleón Bonaparte. Lyndon Larouche, experto en la temática, afirma que los Martinistas empezaron a identificarse como “Sinarquismo” a inicios del siglo XX

El ocultista Saint-Yves era seguidor del asesor místico de Bonaparte, Antoine Fabre d´Olivet (1767-1825). Fabre d´Olivet fue miembro destacado de los Jacobinos (del ala izquierda radical y anticlerical de la Revolución Francesa y participó personalmente en el complot para asesinar al Rey Luis XVI en 1789). Con el tiempo Fabre d´Olivet llegaría a ser alto funcionario de los ministerios del Interior y de Guerra de Napoleón Bonaparte.

Volviendo a Saint-Yves d'Alveydre, la palabra sinarquismo apareció en su libro “La France vraie” describiendo la forma ideal de gobierno (según él). Lanzó la idea del sinarquismo para contrarrestar la anarquía que estaba desestabilizando Europa. Saint-Yves tomó los escritos ocultistas de Fabre d´Olivet sobre "la violencia catártica" y "la voluntad de poder". 

En “L'Archéometre”, Saint-Yves d'Alveydre, describe a la sinarquía como un hipotético e ideal sistema de gobierno de los miembros de una sociedad secreta (Agharta). En otra de sus obras “La misión de la India en Europa”, Saint-Ives explica que Agharta maneja un sistema de gobierno sinárquico, ejerciendo el poder real tras la apariencia de un gobierno fachada de otro tipoEl concepto de Agharta se difundió en algunas  regiones europeas, fue la Thule-Gesellschaft que lo introdujo en los círculos nacionalistas alemanes y en la ideología mística del nazismo.   

Para Saint-Yves la sinarquía conducirá a una sociedad armoniosa defendiendo la jerarquía y las diferencias entre clases sociales que colaboran entre si, trascendiendo el conflicto entre grupos sociales y económicos. Por lo mismo, la sinarquía se opone a la anarquía.

 

Saint-Yves era un "visionario", al estilo de Napoleón y Hitler, en su tiempo ya imaginó una Europa Federada con todos los estados integrados (igual como soñó Hitler), con un gobierno Corporativista (implantado en el fascismo italiano de Mussolini) y regido por cuatro estamentos: Consejo de Estado, Académico, Judicial y Comercial. (Muchos lo comparan con la actual Unión Europea).

 

Mapa de la Europa Federada según las SS hitlerianas e inspirada en Saint-Ives

El sucesor de Saint-Yves, un tal Gérard Vincent Encausse, mejor conocido como "Papus" fundó la escuela de ciencias ocultas Saint-Yves de donde surgió una sociedad secreta "Gobierno de la Sinarquía". Papus publicó un libro en 1894 "Anarquía, indolencia y sinarquía", detallando el proyecto para reclutar a todos los líderes de la industria, el comercio, las finanzas y de la academia a un solo plan de poder destruyendo el "microbio interno" de la sociedad, la anarquía.

Michael Sorde en "The Secret League of Monopoly Capitalism" (La Liga Secreta del Capitalismo Monopolista) confirma que el sinarquismo se extendió en México, España, Italia y Francia en la década de los 30 del siglo XX, se caracterizaban por ser grupos católicos de extrema derecha financiados por grandes corporaciones monopolistas que representan el Gran Poder Financiero para implantar el Fascismo y su programa para combatir las leyes anti-monopolio.

Sorde se refiere al Mouvemet Synarchique d´Empire (Movimiento Sinárquico del Imperio) cuya etapa más moderna se instituyó en París en 1922 con el Barón Neo de Nervo y su conglomerado de 50 empresas monopolistas, Maxime Ranaudin, cercano a las finanzas del Vaticano, Jean Coutrot, amigo íntimo del Mariscal Petain (la lista se amplia con otros nombres y corporaciones francesas).


Según Lyndon Larouche “Esta conspiración francmasónica secreta tiene lugar entre las facciones nominalmente izquierdistas como entre las de extrema derecha, tales como el consejo editorial del Wall Street Journal, la Sociedad Mont Pelerin, el American Enterprise Institute y el Instituto Hudson, y la mentada extrema derecha integrista dentro del clero católico. La autoridad subyacente detrás de estas sectas es una red contemporánea de bancos privados de ese modelo veneciano medieval conocido como Fondi. La conspiración del sinarquista Banque Worms en la época de la guerra en los 1940, tan sólo es típica del papel de tales intereses bancarios que intrigaban detrás de varios gobiernos fascistas de entonces”. 


Afirma Larouche que el sinarquismo fue el rasgo central de los Gobiernos fascistas organizados en Italia, Alemania, España, la región francesa no ocupada de Vichy con Pierre Laval; ese fenómeno también se desplazó por México y toda América Central y del Sur, como un conducto español del partido nazi. A través de la Falange el ensayo mexicano se erigió con un movimiento político denominado "Unión Nacional Sinarquista".

En Europa la sinarquía se convertiría en el frente que se opondría tenazmente al surgimiento del marxismo y los movimientos comunistas que clamaban cambios fundamentales mediante una revolución social. Generalmente está aceptado el concepto que la sinarquía surge como reacción emergente a ideologías y movimientos igualitarios como el comunismo y el anarquismo, por lo que se opone a esas corrientes. Incluso los Estados Unidos con su Constitución de 1789 fue inicialmente una amenaza a la hegemonía de los grupos de poder, de igual forma los sistemas parlamentarios considerados no tan fieles a sus intereses. 

Desde principios de 1920 hasta 1945 los servicios de inteligencia de los Estados Unidos y de otras naciones lo clasificaban oficialmente bajo el título de “Sinarquismo nazi–comunista”, porque al mismo tiempo desplegaba fuerzas pro comunistas y de extrema derecha opuestas para envolver al gobierno escogido como blanco. 

El alcance de la sinarquía llegó a penetrar organizaciones comunistas y logró lo inconcebible, clandestinamente, consiguieron en muchos casos, que la extrema derecha y los movimientos obreros políticamente organizados –sin tener ninguna relación, ni contacto- aunaran esfuerzos contra un mismo objetivo: el gobierno(s) que debía ser derrocado. El sinarquismo defiende ese modelo de alianzas políticas y, aunque aparente contradicción, se vale para sus objetivos de la unidad de socialistas y anarquistas en torno a principios fascistas, de allí que los nazis se autoproclamaran “socialistas”, siendo cien por cien un grupo sinárquico.


Los movimientos fascistas del siglo XX y posteriores, como la mayoría de los movimientos terroristas, son todos creaciones sinarquistas” (Larouche).


¿Sinarquismo o Fascismo?


Dicen que Napoleón Bonaparte fue el primer fascista de la historia 

 

El término “fascismo” es una derivación de la penetración del sinarquismo en Italia, fue allí donde se le denominó “fascismo”, su propósito era “italianizar” una enfermedad francesa conocida como “sinarquismo”. Lo que comúnmente denominamos fascismo no surge de las bases populares ni marginadas, tampoco de la clásica pequeña burguesía, surge del monopólico poder económico e industrial ante el advenimiento de corrientes sociales que perturban al sistema capitalista.


Es decir, el símbolo de las Legiones Romanas que marchaban hacía la guerra, llamada “fasces”, sería el nombre que adoptaría el sinarquismo proveniente de Francia en Italia. 

“Georg Wilhelm Friedrich Hegel, un apasionado admirador de la imagen de Bonaparte como emperador, fue el primero en ofrecer una doctrina histórica fascista del Estado. Los escritos de Friedrich Nietzsche sumaron a la teoría de Hegel la doctrina del terror dionisíaco del hombre–bestia, de los movimientos y regímenes fascistas del siglo XX”, razona Larouche. 

En un trabajo analítico, Daniel Estulin, otro conocedor de la temática, explica que en la actualidad existe influencia de esas organizaciones en el poder político-militar de los Estados Unidos, el sinarquismo se enquistó mediante las clases industriales y económicas norteamericanas y pugna por controlar el sistema. De allí que en la segunda guerra mundial algunos grupos apoyaron la política del ‘Buen Vecino’ y el Panamericanismo de Roosvelt, mientras grupos sinárquicos contrarios apoyaban el financiamiento e industrialización de la Alemania nazi. Esos grupos se componen desde neoconservadores, republicanos del ala de ultraderecha, componentes étnicos pro-nazis y hasta representantes de los poderosos círculos de los lobbies judíos y del ultraderechista Likud de Israel. “Detrás de ellos, oculto del escrutinio público, se encuentra el Movimiento Sinárquico del Imperio, el auténtico poder que los ingenuos califican como Fascismo”, concluye Estulin.

El Imperio hitleriano no fue una aparición espontánea, no se oponía a las potencias occidentales que le imponen el Tratado de Versalles, todos eran conscientes que Alemania jamás habría podido cancelar las obligaciones. Pero muchos erramos en algo, el kit del asunto no era "cobrar deudas" sino manejar la economía alemana. No hay por que buscar el quinto pie al gato, el nazismo fue una creación sinarquista, un moderno ensayo internacional de la industria y la banca para manejar un estado (que ya venía haciéndose en otros lugares desde la Revolución Francesa). 

El "Socialismo Corporativo" fue una temática abordada por el profesor Antony Sutton, para ser más claros, es el sometimiento de la sociedad civil al control totalitario del Estado (se le denomina fascismo) que, a su vez, depende de la gran banca y la industria (sinarquismo, hoy lo denominamos Complejo Militar - Industrial). 

Lyndon Larouche nos recuerda que la sinarquía -círculo de poder económico industrial- financió en secreto a Napoleón para la conquista de Europa, de hecho, suele afirmarse que Bonaparte fue el primer fascista de la historia y que la Revolución francesa es creación y a la vez, víctima de la Sinarquía. Los sinarquistas brotaron entre los círculos inmediatos de Napoleón, sus veteranos oficiales de las campañas bélicas diseminaron la práctica de la secta por todo el mundo.

Georges Dupeux (Napoleón) aseveraba que "la burguesía encontró un protector, así como un maestro" en Bonaparte, pero nunca fue su amo, en toda su carrera "fue un subordinado de los capitanes de la industria y las finanzas de la nación, los mismos caballeros que ya controlaban Francia en la época del Directorio, la "république des propriétaires", y que le habían confiado la gestión del país en su nombre". Otra clara referencia a la sinarquía.

Un siglo más tarde la Sinarquía brindaría su apoyo ciego para el ascenso de Adolf Hitler con un objetivo claro: unificar Europa bajo la férrea mano del nazismo y luego el mundo regido por un NUEVO ORDEN, que sería regentado por un gobierno que garantice y represente sus intereses militares, empresariales, financieros, académicos y de los medios de comunicación. En otras palabras, el Nuevo Orden Mundial para instaurar un Imperio Romano moderno. Y eso es lo que proclamó con vehemencia Hitler, el advenimiento de ese Nuevo Orden (al que incluyó sus particulares tesis racistas y ocultistas) contrario a la tesis de las repúblicas soberanas basadas en el Bienestar Social. 

Los nazis fueron parte de ese proyecto sinárquico, con todo el poder aglutinado en su entorno no consiguieron edificar el NUEVO ORDEN MUNDIAL por una razón, se desviaron del plan de la sinarquía para controlar Europa. Las excentricidades de su doctrina dirigida por una "raza" de superhombres arios, asesinos, místicos y enajenados que conjuraban espíritus de otros “mundos” para una lucha mítica entre la luz y la obscuridad (el bien contra el mal, según su degenerada visión), tuvo que ser abortada por sus propios creadores. Durante algún tiempo, ese otro “mundo” gobernó parte del orbe. Los nazis desviaron los fundamentos por los cuales fueron elevados al poder y, como dejaron de ser útiles por sus sandeces, su reinado de terror debió sucumbir, para dar paso a otros métodos más terrenales de dominación

Los ideólogos fascistas más notables de esta academia después de la Segunda Guerra Mundial son Leo Strauss de la Universidad de Chicago, quien es la inspiración de los actuales ideólogos neoconservadores estadounidenses, y el co-pensador de Strauss en París, Alexandre Kojève

No es exageración, como afirma Daniel Estulin que

"a lo largo de los últimos setenta años, remontándonos a la segunda guerra mundial, a partir de esta red de intereses sinarquistas y estructuras financieras nazis encubiertas, ha germinado quizás la infraestructura terrorista más importante de todas y, no solo en Europa, sino internacionalmente. Este mundo circundante terrorista no debe ser entendido como una conspiración con una estructura organizacional cuasi militar, sino como una red flexible, donde cada uno de los componentes puede ser desplegado por separado con objetivos distintos, bajo circunstancias específicas de cada operación”.


Frente a los restos de quien consideraba su par, Hitler hizo la promesa de traer los restos del malogrado hijo de Napoleón que procreará con la Archiduquesa María Luisa de Austria en 1811, Napoleón François Joseph Charles Bonaparte pasó a la historia como Napoleón II ("el Aguilucho", debido a un poema del escritor Víctor Hugo). Así, el 15 de diciembre de 1940, Napoleón II regresó al país que lo vio nacer y desde entonces yace junto a su padre, en "Los Inválidos". Se cree que con ese acto Hitler quería ganarse las simpatías francesas, no tuvo éxito.  El 24 de junio de 1940, cuando Hitler salió de Les Invalides, su primera expresión: “…fue el momento más grandioso y notable de mi vida”. La foto de Hitler corresponde a Heinrich Hoffman.

El presente 

El mundo actual evidentemente ha evolucionado, conforme el avance del desarrollo social e industrial hoy tenemos un poder dominante que impone las reglas de la política y la economía mundial. Se estructura mediante alianzas de las élites corporativistas que dominan el comercio mundial, los metagrupos, la oligarquía financiera-industrial, el complejo militar-industrial, la poderosa y despreciable real aristocracia europea e incluso se acepta la participación de organizaciones internacionales del crimen y sociedades secretas

De existir una pirámide de poder, no sería como la típica mafia con un capo en la cumbre, mucho menos un Rex Mundi, como nos describen los conspiranoicos. De las múltiples hipótesis de trabajo, la conclusión es que cada tiempo estas organizaciones van mutando o reevaluando sus objetivos, mudan de fachada (nombre) cada cierto periodo.

Es la moderna estrategia geopolítica de conquista, ya no territorial sino económica, es la lucha por la globalización ejercida abiertamente a través de organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio, entre otras. Estos grupos de poder político-económico-industrial en el mundo cumplen una agenda renovada periódicamente hasta lograr la GLOBALIZACIÓN, el nuevo imperialismo económico, que ya reemplaza al clásico imperialismo colonial. Tampoco es necesario dominar desde la sombra porque son organizaciones públicas, más no su objetivo final que es: establecer una dictadura sinarquista, nueva versión global del Imperio Romano (una dictadura corporativista o fascista, como suele denominarse hoy en día)

Estos metagrupos privados velan por sus intereses en sus respectivas zonas de influencia y se reparten otras, comparten el botín mediante la entrega de acciones, en este caso sobre los recursos naturales de las naciones y el control del sistema financiero mundial, planifican el futuro de la humanidad y destruyen a sus detractores mediante la guerra. Por lo mismo, no todo es camino de rosas, existen grandes obstáculos, por ejemplo Rusia no acepta ese tipo de imposiciones y hasta la China capitalista (globalista) de hoy, como estado, es reacia a aplicar ese método.

Esa confabulación -como puede entenderse- origina múltiples alianzas sin distinción de raza, religión o política. Poderosos judíos, cristianos de toda confesión, agnósticos, masones, musulmanes, hindúes, budistas, taoístas, etc. son grandes socios de las corporaciones globales... La religión es para el pobre, para el ingenuo y para los fanáticos fundamentalistas -de cualquier confesión- tan necesarios para las élites.


Continuaremos con Napoleón Bonaparte...

26 julio 2021

¿Y si Francia hubiese iniciado la Segunda Guerra Mundial?



por Nick Ottens

Historia Alternativa 


Nota del editor del blog

El argumento sobre Francia desatando la segunda guerra mundial no debería sonar tan descabellado. Contrariamente a su reputación de nación "cobarde" en los medios populares, solemos olvidar que la mayoría de "héroes" de la Gran Guerra fueron franceses, Joffre, Foch, Pétain, Neville, Bullard...

Francia, como la segunda potencia mundial imperial de la época del colonialismo, intentó preservar su Imperio y como cualquier otra potencia europea importante, como el Imperio Británico y el Reich Alemán, pudo haber dado el pistoletazo inicial.  

Ya es una norma de este blog recordar que aunque muchos hechos son mera ficción (ciertos planes existieron pero nunca llegaron a cristalizarse), los temas de historia alternativa seguirán siendo apetecidos por novelistas e incluso por destacados historiadores que la utilizan con cierta frecuencia para demostrar ciertas hipótesis.  

La siguiente historia alternativa, al mejor estilo de nuestro ya conocido Nick Ottens, "What If France Had Started World War II?", es un auténtico deleite de un hipotético escenario, un gran argumento para el género literario de la novela de historia alternativa, además, como está implícito,  también se recuerda episodios de hechos históricos auténticos.

  

***

Es difícil imaginar a Francia comenzando la Segunda Guerra Mundial. Toda su estrategia militar, incluida la construcción de la formidable Línea Maginot, se basó en librar una guerra defensiva. Las únicas personas que alguna vez imaginaron a la Francia de los años 30 como el agresor fueron los propagandistas nazis, y dudo que incluso ellos creyeran lo que escribieron.

 

Para hacer que el escenario sea remotamente plausible probablemente debamos comenzar por cambiar el resultado de la Primera Guerra Mundial. Una paz más indulgente que hubiera permitido a Alemania mantener sus logros en el oeste, incluida Alsacia-Lorena y tal vez Bélgica, podría haber dado al mundo una Francia revanchista en la década de 1920, que a su vez podría haber dado paso a una Francia similar a la República de Weimar en la década de 1930 con la extrema izquierda y la extrema derecha compitiendo por el poder. Cualquiera podría estar motivado para iniciar una guerra.

Pero tal Francia no estaría aliada de Gran Bretaña, y tal guerra no involucraría a los Estados Unidos. Es casi seguro que el resultado sería la derrota francesa.


La Primera Guerra Mundial termina de manera diferente


Mapa ficticio de Prusia en 1924 (1Blomma)

Estados Unidos nunca se une a la Primera Guerra Mundial. Las potencias centrales firman una paz separada con la joven Unión Soviética en Brest-Litovsk, liberando cincuenta divisiones alemanas para el frente occidental, que resultaron decisivas en la ofensiva de primavera de 1918. A principios del verano, los soldados alemanes han llegado a las orillas del río Mosa. Gran Bretaña y Francia piden la paz.


Adolf Friedrich de Mecklenburg


En el este, el territorio de la antigua Polonia se suma a Prusia, el estado alemán más poderoso. El Ducado Unido del Báltico, que surgió independientemente de la Guerra Civil Rusa, es admitido en el Imperio Alemán bajo el gobierno del Duque Adolf Friedrich de Mecklenburg. Finlandia, Lituania y Ucrania se convierten en estados independientes con gobiernos pro-alemanes.

Los imperios austrohúngaro y otomano todavía colapsan. Se crean Checoslovaquia y Yugoslavia. Hungría pierde territorio, pero no tanto como en el Tratado de Trianon.

En el oeste, las antiguas tierras belgas y francesas al este del Mosa se anexan a Prusia como provincia de las Ardenas. En una reversión de la ocupación belga-francesa del Ruhr en el mundo real de 1923-1925, Flandes sigue siendo nominalmente independiente pero bajo ocupación alemana. La elección de un gobierno anti-alemán en 1924 lleva a Berlín también a anexar formalmente Flandes.


Los años 20


Georges Clemenceau - Ferdinand Foch - Raymond Poincaré


Francia se había aliado con Rusia en los años previos a la Primera Guerra Mundial en un intento por contener el poder terrestre alemán. La caída del zar y la renuencia de la Unión Soviética a entablar alianzas con las potencias capitalistas obliga a París a mirar hacia otro lado. Han surgido nuevas repúblicas en el espacio del antiguo Imperio Austro-Húngaro y el rey de Rumania, Fernando I, teme la venganza alemana por traicionar a su familia, los Hohenzollern. (Se alió con Occidente en la Primera Guerra Mundial) En 1920, Checoslovaquia, Francia, Rumania y Yugoslavia forman la Pequeña Entente.

La política francesa de estos años veinte está dominada por Georges Clemenceau, Ferdinand Foch y Raymond Poincaré; tres hombres que en el mundo real abogaron por una paz punitiva en los poderes centrales y la separación de Renania de Alemania. El Cartel des gauches nunca llega al poder. O si lo hacen, el tremendamente popular Foch, que comandó el ejército francés en la Primera Guerra Mundial, podría tener éxito donde Wolfgang Kapp y Erich Ludendorff fracasaron en Alemania.


Los años 30

Una Francia revanchista es una cosa; ponerlo en el camino de la guerra es otra.

La historia nos proporciona un detonante: la Gran Depresión. Sin reparaciones de guerra de Alemania y sin ingresos de la región industrial de Alsacia-Lorena, Francia entra en la década de 1930 más pobre y con más probabilidades de caer en manos de los extremistas.


Cartel de propaganda de la derecha francesa de 1930 que retrata a los líderes del Frente Popular de izquierda como títeres de Moscú (Biblioteca Digital Gallica)


Como en nuestro mundo, el aumento del desempleo alimenta el apoyo a la extrema izquierda y la extrema derecha. Benito Mussolini asume el mando en Italia. Carol II establece una dictadura real en Rumania. La amenaza de una toma de poder comunista en Alemania convence al establecimiento conservador prusiano de hacer un trato con los socialdemócratas, que forman una coalición con el Partido del Centro y el Partido Popular Nacional Alemán. (En el mundo real, el centro-derecha alemán rechazó imprudentemente una coalición con los socialdemócratas y llevó a Adolf Hitler al poder).

Las ligas de extrema derecha en Francia, dirigidas por François de La Rocque (el Jean-Marie Le Pen de su tiempo) se amotinan en París el 6 de febrero de 1934. Los comunistas respaldados por los soviéticos, encabezados por Léon Blum, ganan las elecciones de 1936. Cualquiera podría darnos un camino hacia una Francia agresiva.


La opción comunista


Léon Blum


En realidad, Blum compartió el poder con el centro-izquierda y aprobó reformas económicas pragmáticas, incluida la legalización de las huelgas y la introducción de una semana laboral de 40 horas. Eso ayudó a aliviar lo peor de la Depresión. Blum proscribió a los grupos fascistas, que intentaron asesinarlo, y evitó intervenir del lado de la República en España por temor a importar la Guerra Civil de ese país a Francia.

¿Qué hubiese pasado si, incitado por Moscú, Blum decidiría apoyar a la República española, que se regía por una alianza de centro-izquierda y extrema izquierda?

Sin Hitler, Francisco Franco no habría recibido armas de Alemania. Cualquier apoyo que pueda brindar Mussolini será insuficiente. Cuando finaliza la Guerra Civil española en 1939, es la República la que prevalece.

Consternado por la "traición" de los socialdemócratas en Alemania, que han llegado al gobierno con los conservadores en lugar de los comunistas, y envalentonado por su éxito en España, el gobierno comunista francés - Blum podría necesitar ser reemplazado por un intransigente en este punto - intenta una repetición en Alemania con la bendición de la Unión Soviética.


Tanques franceses en construcción en Issy-les-Moulineaux
 en 1935 (Delcampe)


Es contraproducente. Su apoyo a los comunistas alemanes enciende una insurgencia de bajo nivel que debilita el apoyo electoral a todos los partidos de izquierda y fortalece a la derecha. Para 1940, sin esperanzas de incitar a la revolución en Alemania en las urnas, Francia, España y la Unión Soviética invaden.

Si la República Soviética de Hungría sobrevivía, podría unirse a los agresores. Si Miklós Horthy gobierna el país, es más probable que se mantenga neutral, dado que está rodeado de aliados franceses.

Una invasión de dos frentes es ayudada por quintos columnistas en Alemania. Sin aliados, Alemania no tiene ninguna posibilidad. Aunque sus fuerzas armadas están numéricamente a la par con las de los comunistas, están en deuda con las tácticas de principios del siglo XX y dirigidas por muchos de los mismos hombres que ganaron la última guerra. La muerte de Wilhelm II, el emperador de 82 años, apenas unos días después de la guerra socava la moral alemana. El ejército imperial alemán se derrumba en seis semanas. Los historiadores cavilarán durante décadas sobre esta "extraña derrota".

La Unión Soviética anexa el Ducado del Báltico, Finlandia, Lituania y Ucrania, y ocupa la mitad oriental de Alemania. Checoslovaquia, Rumania y Yugoslavia conservan su independencia, aunque se sentirán presionados para adoptar el comunismo. También lo harán Austria y Hungría.


Caricatura de 1947 que muestra al líder soviético Joseph Stalin asumiendo el control de Europa del Este (Stephen Illingsworth)


El resultado podría ser un gobierno comunista desde el Atlántico hasta el Pacífico, dando paso al mundo de Nineteen Eighty-Four (1949) de George Orwell, en el que toda Eurasia será gobernada desde Moscú y Gran Bretaña es el último puesto de avanzada de una Oceanía dirigida por Estados Unidos en Europa. 

O, si se siente más optimista, la influencia moderadora de los comunistas franceses podría prevenir el totalitarismo en Europa y una federación de repúblicas populares europeas aliadas con los soviéticos voluntariamente.


La opción nacionalista


François de La Rocque


Una forma de llevar a la extrema derecha al poder en Francia es hacer que los disturbios de 1934 precipiten un golpe. Alexander Rooksmoore ha explorado ese escenario en Changing the Times.

Otra es que el Partido Social Francés de La Rocque gane las elecciones de 1936, que prefiero, ya que reflejaría el ascenso democrático de Hitler al poder en Alemania.

Franco todavía pierde la Guerra Civil, excepto que esta vez la República es apoyada por los gobiernos socialistas de Gran Bretaña y Alemania que actúan bajo la autoridad de la Liga de Naciones. Los socialdemócratas y la izquierda republicana gobiernan la España de posguerra. Los comunistas, que no pudieron convencer a Stalin de que intercediera en su nombre, se convirtieron en una fuerza marginal.

La Rocque busca inspiración en la Italia de Mussolini, que se ha recuperado mucho más rápido que Francia de la Depresión. El primer ministro laborista británico, Ramsay MacDonald, teme que el revanchismo de La Rocque provoque otra guerra en Europa y forme una nueva Triple Entente con Alemania y España.

Esto acerca a La Rocque y Mussolini. Hungría, gobernada por Horthy; Rumania, gobernada por Carol II; y Yugoslavia, bajo la regencia del príncipe Pablo, se unen a Francia e Italia en un “Eje” del sur de Europa que suplanta a la Pequeña Entente. Checoslovaquia democrática se niega a unirse a este club de hombres fuertes, pero mantiene su tratado separado con Francia. Rusia, convulsionada por las purgas de Stalin, observa desde el margen cómo Europa marcha una vez más hacia la guerra.


                                       Benito Mussolini - Miklós Horthy                                      Carol II de Rumania - Pablo de Yugoslavia


La Rocque se propone desmantelar gradualmente las victorias de la Gran Guerra de Alemania. Convence a la Sociedad de Naciones de organizar un plebiscito en Bélgica que, como era de esperar, conduce a la restauración de su independencia.

Cuando exige un referéndum similar en Alsacia-Lorena en 1938, se convoca en Estrasburgo una conferencia de cuatro poderes, Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia. Mussolini se pone del lado de La Rocque. Neville Chamberlain, sucesor de MacDonald, cede. Hermann Müller, el canciller alemán, está aislado. Lo que pasará a la historia alemana como la traición de Estrasburgo conduce a la restauración de Alsacia-Lorena a Francia.

La Rocque promete no hacer más demandas territoriales en Europa, pero al año siguiente agita por la "liberación" del Sarre, argumentando que, dada la herencia franca y carolingia de la región, se encuentra dentro de las fronteras naturales de Francia .

La transferencia del Sarre, rico en carbón, también contribuiría de alguna manera a la recuperación económica de Francia.


Soldados franceses miran hacia abajo desde la fortaleza Ehrenbreitstein en la ciudad alemana de Koblenz durante la ocupación de Renania, 1929 (Bundesarchiv)


Esta vez, Gran Bretaña, actuando nuevamente dentro de la Liga de Naciones, traza una línea en la arena. Promete declarar la guerra a su antiguo aliado si Francia intenta tomar el Sarre por la fuerza. La Rocque no se impresiona. Espera que Chamberlain ceda, como lo hizo en Estrasburgo.

El 1 de septiembre de 1939, alegando responder a un ataque alemán contra una estación de radio francesa en Alsacia-Lorena, La Rocque ordena a sus tropas que crucen la frontera. Gran Bretaña y España, honrando su compromiso con Alemania bajo la Triple Entente, declaran la guerra a Francia. Checoslovaquia y el Eje, en honor a su alianza con Francia, declaran la guerra a la Entente. Por segunda vez en veinte años, casi toda Europa está en guerra.


Planes de guerra


El general francés Pierre Héring inspecciona tropas en Alençon en septiembre de 1937 (Narodowe Archiwum Cyfrowe)


Francia y Alemania de entreguerras esperaban que la próxima guerra se librara en Bélgica o a través de ella.

La estrategia francesa inicial, llamada Plan Dyle o Plan D, requería una defensa en el río Dyle al este de Bruselas. El principal comandante militar de Francia, Maurice Gamelin, revisó el plan en el invierno de 1939-40 para pedir un avance hacia los Países Bajos, donde los ejércitos franceses mejor entrenados se unirían con los holandeses para proteger la ruta de suministro de Gran Bretaña a Amberes y poder atacar la ofensiva alemana en la retaguardia.

Más al sur, Francia había construido la Línea Maginot para resistir un asalto alemán directo en su frontera.


Maurice Gamelin - Franz Halder


La estrategia ofensiva de Alemania, Case Yellow, evolucionó con el tiempo, pero todas las versiones propusieron un empuje por el centro de Bélgica, donde se habrían encontrado con los franceses en el Dyle.

Cuando un oficial que portaba el plan fue capturado en Malinas el 10 de enero de 1940, el general Franz Halder, jefe de estado mayor del Alto Mando del Ejército, adoptó un enfoque diferente. La invasión de los Países Bajos y el centro de Bélgica serviría de señuelo para atraer al norte británico y francés, mientras que las mejores tropas alemanas atravesarían las Ardenas. Los franceses habían descartado una invasión a través del denso bosque como inviable y dejaron su frontera allí ligeramente defendida. Cuando reconocieron su error, la mayor parte de las fuerzas aliadas habían sido aisladas en el norte de Francia.

Gamelin apostó y perdió, pero es improbable que en un mundo diferente hubiera tomado la arriesgada decisión de enviar sus propias tropas a través de las Ardenas, donde podrían haberse empantanado fácilmente.


Guerra en el oeste

Lo más probable es que Gamelin hubiera conducido al ejército francés hacia el Dyle y luego hubiera marchado hacia el este en la frontera con Alemania. Allí conocerían la respuesta de Alemania a la Línea Maginot: la Línea Siegfried. Compuesto por grandes búnkeres, pastilleros más pequeños y obstáculos antitanque conocidos como dientes de dragón, se extendía desde donde el Rin entra en los Países Bajos en el norte hasta la frontera con Suiza en el sur.

En el mundo real, la Línea Siegfried fue construida por los nazis en la década de 1930 y no estaba lista para detener a un invasor en 1940. Si asumimos que la construcción comenzó antes, podría haber planteado un obstáculo más formidable.


Mapa de la región fronteriza franco-alemana, de The Illustrated London News (30 de septiembre de 1939); y, Mapa de la frontera de Francia- Alemania


No habría habido forma de evitarlo. Moverse demasiado al norte hacia los Países Bajos dejaría al ejército francés vulnerable a quedar atrapado en una pinza alemana. Los holandeses y los alemanes tendrían tiempo suficiente para preparar una defensa en el Rin.

Es mejor intentar un ataque de dos frentes, con la mayor parte de las fuerzas francesas moviéndose al este de Bruselas, a través del Limburgo holandés, hacia el corazón industrial de Alemania, el Ruhr, y un ataque secundario en el sur, inspirado en la Ofensiva Saar de 1939 del mundo real.

El primero aún puede estancarse. El segundo, si la historia es un indicio, debería tener más éxito y lograr el objetivo declarado de Francia para comenzar la guerra: conquistar el Sarre.


Mapa de la ofensiva del Sarre de Francia


Si ambos ataques salen bien y los franceses rompen la Línea Siegfried, que puede estar ligeramente defendida si los alemanes han desplegado la mitad de sus fuerzas armadas en el este para luchar contra los aliados de Francia, el ejército alemán podría retirarse en busca de seguridad detrás del Rin.

Los franceses harían bien en detener su ofensiva allí. El próximo gran río al este es el Weser, 250 kilómetros tierra adentro. Se podría persuadir a una Alemania debilitada de que entregara las tierras al oeste del Rin en una conferencia de paz; si Francia intentaba conquistar toda Westfalia y partes de Hannover, obligaría a Alemania a luchar a muerte.


Guerra en el este


Mapa de Checoslovaquia, de la revista Life (8 de noviembre de 1937)


La guerra no le va bien a Francia en otros lugares. Las tropas británicas llegan a través de los puertos de Bremen, Rotterdam y Wilhelmshaven para reforzar a los alemanes en el Rin. Austria y Suiza neutrales se interponen en el camino de los refuerzos de los aliados de Francia en el sur y el este, que tienen sus propios problemas. Las fuerzas checoslovacas y húngaras luchan contra los alemanes hasta un punto muerto en Bohemia. Las tropas rumanas no pueden bloquear una ofensiva alemana desde Silesia hacia Eslovaquia que podría atrapar al ejército checoslovaco-húngaro en un movimiento de pinza.


Soldados checoslovacos, alrededor de 1935-38 (Fuerzas Armadas de Checoslovaquia - Tanques Ariete italianos en el norte de África, 10 de junio de 1942 (Wikimedia Commons)


Los españoles invaden la Argelia francesa desde Marruecos. Las tropas italianas, estacionadas en Túnez, son de poca ayuda. El ejército italiano del desierto, sin la experiencia de Abisinia, no es apto para la batalla. El rey Victor Emmanuel III, prometido el regreso de la patria ancestral de su familia, Savoya, es persuadido por los aliados occidentales para deponer a Mussolini y cambiar de bando en la guerra. A Horthy se le promete el regreso de algunos de los territorios de Hungría anteriores a la Primera Guerra Mundial para romper con Francia.


Ocupación


Mapa ficticio de las zonas ocupadas de Francia por los aliados  de Martin23230) - Mapa real de 1945 de áreas de ocupación aliada en Alemania (Atlanta)


Si Francia es derrotada, el resultado podría ser algo como este mapa de "Martin23230", modelado deliberadamente en un mapa inglés-alemán de 1945 de las cuatro zonas de ocupación aliada en Alemania. Los británicos, alemanes, italianos y españoles ocupan la Francia metropolitana. París, como Berlín durante la Guerra Fría, se divide en cuatro sectores. Los belgas ocupan Nord-Pas-de-Calais en el norte y los suizos, por alguna razón, Franche-Comté en el este.


Mapa de una partición ficticia de Bohemia (Marcos Ceia)


Checoslovaquia podría reducirse a un estado checo en Moravia, mientras que las regiones fronterizas de los Sudetes, pobladas por alemanes, están separadas por la Sociedad de Naciones para convertirse en Bohemia independiente. Hungría recibe Eslovaquia como compensación por cambiar de bando en la guerra.

El mapa de arriba, de Marcos Ceia, está modelado deliberadamente de un famoso mapa de 1956 del Plan de Partición de las Naciones Unidas para Palestina de 1947.

Nick Ottens

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