Temas de análisis e investigación para descubrir los verdaderos motivos que se ocultan entre bastidores y que desembocan en conflictos bélicos. "Detectives de guerra" desenrolla la trama urgida por políticos y fuerzas obscuras que controlan el Poder en el mundo.
La guerra contra el
Emirato Islámico va llegando a su fin en Irak y en Siria, parece que se ha
logrado evitar el conflicto armado contra el pseudo Kurdistán y varios Estados
del Medio Oriente ampliado comienzan a retomar la iniciativa. Aprovechando la
fluidez del momento, el príncipe heredero de Arabia Saudita ha eliminado
abruptamente a todos los miembros de la familia real que podían representar
algún peligro para su control del poder. La guerra no sólo acaba de modificar
la correlación de fuerzas regional sino que uno de los principales actores
acaba de cambiar de objetivos.
Al
cabo de 7 años de guerra, ciudades enteras han sido arrasadas en Afganistán,
Arabia Saudita, Irak, Libia, Siria, Turquía y Yemen, pero ninguna frontera ha
sufrido cambios.
Nueva etapa en el Medio Oriente
Dicen que a la
naturaleza no le gusta el vacío. El fin del «Emirato Islámico en Irak y Siria»
(Daesh, su acrónimo árabe) –que acaba de perder sucesivamente las ciudades de
Mosul, ante la ofensiva del ejército iraquí; Raqqa, tomada por el ejército
estadounidense; y Deir ez-Zor, liberada por el ejército sirio– cierra una
guerra y abre un nuevo periodo. El fracaso de Massud Barzani en su empeño por
obtener el reconocimiento internacional de la anexión de Kirkuk por los kurdos
del PDK (Partido Democrático del Kurdistán iraquí) descarta el proyecto de
creación de un nuevo Estado colonial, el pseudo Kurdistán, puesto avanzada del
ejército israelí contra Irán.
En momentos en que la
devastación reina en el Medio Oriente ampliado, principalmente en Libia, en
Siria, en Irak, Yemen y Afganistán, quedan aún en esa región cuatro Estados en
condiciones de hacer progresar sus intereses: Israel, Arabia Saudita, Turquía e
Irán. Para lograrlo, cada uno estaba obligado a tomar una iniciativa antes del
encuentro entre los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin, que se produjo durante la cumbre de la APEC (el Foro de Cooperación Económica
Asia-Pacífico) a celebrarse en Danang del 8 al 10 de noviembre.
El 3 de noviembre,
Israel se declaró dispuesto a proteger a los drusos del sur de Siria de los
yihadistas que acababan de atacar la localidad siria de Hader. Desde principios
de 2017, Tel Aviv viene tratando de crear en el sur de Siria un movimiento
separatista druso, siguiendo el modelo de lo que logró hacer con los kurdos en
el norte de ese mismo país y en Irak. El Mossad reclutó al mayor sirio Khaldoun
Zeineddine, quien trató de proclamar un “Drusistán” pero sólo logró sublevar
contra Damasco una docena de combatientes.
Ese mismo día,
Turquíareagrupaba los diferentes grupos yihadistas de Idlib para crear un
«Gobierno de Salvación Nacional», bajo la presidencia de Muhammad al-Sheikh y
con Riad al-Asaad como viceprimer ministro. Ankara trata así de aplicar en la
gobernación siria de Idlib la idea de su aliado Qatar, que ya en 2012 había
fundado un gobierno sirio alternativo bajo la denominación de «Coalición
Nacional Siria».
De Teherán no ha
llegado ninguna señal, probablemente porque la República Islámica de Irán es el
único de los cuatro Estados anteriormente mencionados que sale vencedor
simultáneamente ante el Emirato Islámico como ante el clan Barzani, y no tiene
por ende interés en modificar la nueva coyuntura.
La sorpresa vino de
Riad. La familia real de Arabia Saudita no trató de imponer un nuevo orden
regional, pero el príncipe heredero Mohammed ben Salman trata de modificar el
anquilosado orden de su reino.
VIDEO:
Dimisión forzada de
Saad Hariri (subtítulos en inglés)
La dimisión del primer ministro libanés Saad Hariri
El 4 de noviembre,
hacia las 11 horas TU, el primer ministro libanés anunció su renuncia,
compareciendo en vivo a través del canal saudita de televisión Al-Arabiya,
desde el hotel Ritz de Riad y en presencia del príncipe heredero de Arabia
Saudita.
Al leer, al pie de la
letra, el texto que evidentemente le habían entregado, Saad Hariri se olvidó
inesperadamente de que presidía un gobierno que contaba entre sus ministros
varios miembros del Hezbollah. Y se expresó en los siguientes términos:
«Allí donde Irán está
presente, siembra la división y la destrucción. Prueba de ello es su injerencia
en los países árabes, sin mencionar su profundo rencor contra la nación árabe
(…) Irán confisca el destino de los países de la región (…) El Hezbollah es el
brazo de Irán, no sólo en Líbano sino también en los demás países árabes (…)
Desgraciadamente, comprendí que ciertos compatriotas marchan de la mano con
Irán, que trata de sacar al Líbano de su entorno árabe. Glorioso Pueblo del
Líbano, el Hezbollah ha logrado, gracias a sus armas, imponer una situación de
facto (…) Quiero decir a Irán y sus acólitos que salen perdiendo. Las manos que
se levantan contra los Estados árabes serán cortadas. Y el Mal se volverá
contra quienes lo ejercen.»
Ese texto dramático
entierra el conflicto religioso entre sunnitas y chiitas para reactivar el
conflicto racista de los árabes contra los persas. A pesar de las apariencias,
eso es una forma de progreso ya que las posibilidades de guerra se vuelven así
más limitadas, dado el hecho que sunnitas y chiitas habitan territorios donde
se hallan mezclados mientras que los árabes y los persas viven en territorios
diferentes. En el caso concreto del Líbano, ese cambio de lenguaje no modifica
gran cosa. Pero ese texto no indica qué motivó la dimisión del primer ministro.
Saad Hariri agregó
que teme por su vida. Al-Arabiya afirmó después que Hariri escapó hace días a
un intento de asesinato. Pero la policía y la Seguridad General libanesas
desmintieron sucesivamente precisando que no han tenido conocimiento de tal
cosa. Al-Arabiya aseguró que el padre de Saad, Rafic Hariri, fue asesinado en
2005… por Irán, después de haber atribuido ese crimen durante años al entonces
presidente del Líbano Emile Lahoud y al presidente sirio Bachar al-Assad.
Después de pronunciar
su alocución, Saad Hariri telefoneó al presidente libanés, Michel Aoun, para
comunicarle oficialmente su dimisión. La conversión fue muy breve y tampoco
aclaró las causas de la renuncia.
El ministro saudita
de Asuntos del Golfo aseguró, contrariamente a lo que podía pensarse a primera
vista, que Arabia Saudita no tiene preso a Saad Hariri y que el ahora dimitente
primer ministro libanés puede volver al Líbano cuando quiera. Ante la
persistencia de los rumores de que Hariri estaba detenido en Arabia Saudita, se
difundió a través de su cuenta de Twitter una foto de este en ropa casual junto
al embajador de Arabia Saudita en Líbano.
Cuando Saad Hariri ni
siquiera había terminado su alocución, su rival, el ex director central la
policía libanesa (FSI) y posteriormente ministro de Justicia Achraf Rifi,
regresaba a Beirut de su exilio italiano. No está de más recordar que Saad
Hariri es uno de los individuos más endeudados del mundo –tiene una deuda
personal que ronda los 4 000 millones de dólares con Arabia Saudita– y no
parece por tanto en condiciones de tomar decisiones contrarias a los intereses
de su acreedor.
Hacia las 23 horas y
45 minutos TU, los rebeldes huthis disparaban desde Yemen un misil balístico
hacia el aeropuerto internacional Rey Khaled de Riad, misil que fue
interceptado por los misiles antimisiles Patriot instalados en Arabia Saudita.
Dado el hecho que el armamento moderno de los huthis proviene de Irán, los
observadores vincularon el incidente del misil con la dimisión de Hariri y
concuerdan en ver el disparo de ese artefacto como una respuesta al discurso
anti-iraní de Saad Hariri.
En
sólo horas, el príncipe heredero Mohamed Ben Salman eliminó a todo los demás
posibles aspirantes al trono saudita y sus principales aliados.
El príncipe heredero Mohamed ben Salman toma el poder
Los acontecimientos
se aceleran entonces. Minutos más tarde, el rey Salman firmó dos decretos. El
primero pronunciaba la jubilación anticipada del jefe del estado mayor de la
marina de guerra y revocaba al ministro de Economía y al jefe de la Guardia
Real, el poderosísimo príncipe Muteb, hijo del ex rey Abdallah. El segundo
decreto instauraba una Comisión de Lucha Contra la Corrupción… bajo la
presidencia del príncipe Mohamed ben Salman. Mientras tanto, la prensa
anunciaba también la entrada en vigor de la nueva ley antiterrorista, que
incluye disposiciones que permiten pronunciar condenas de 5 a 10 años de cárcel
por difamación o por ultraje público a la autoridad del rey o del príncipe heredero.
En el transcurso de
la siguiente hora, la Comisión de Lucha Contra la Corrupción se reunía y
adoptaba una serie de medidas preparadas desde hace mucho tiempo, acusando de
malversación de fondos a 11 príncipes, 4 ministros en funciones y decenas de ex
ministros. Los acusados fueron puestos de inmediato bajo arresto por el nuevo
comandante de la Guardia Real y a varios de ellos incluso se les habría
expedientes en virtud de la nueva ley antiterrorista. En la carreta de los
condenados figuraban 3 personalidades anteriormente destituidas por el rey,
como el ex comandante de la Guardia Real, el príncipe Muteb. En el transcurso
del día se supo que las cuentas bancarias de los sospechosos fueron confiscadas
y que de ser declarados culpables –lo cual es sólo una formalidad– sus bienes
pasarán al Tesoro nacional.
Según la agencia de
prensa del reino, los sospechosos malversaron fondos durante las inundaciones
de 2009 y la crisis del coronavirus (el llamado Middle East Respiratory
Syndrome o MERS), acusación posiblemente fundada pero que no los distingue en
nada de los demás caciques de la monarquía saudita.
Aunque no se ha
publicado ninguna lista de nombres, se sabe que el príncipe Walid ben Talal
figura entre los sospechosos. Considerado uno de los hombres más ricos del
mundo, el príncipe Walid ben Talal era el embajador secreto del reino ante
Israel. La Kingdom Holding Company, propiedad de este príncipe y poseedora de
acciones en el Citygroup, Apple, Twitter y Euro-Disney, perdió inmediatamente
10% de su valor al abrirse las operaciones de la Bolsa de Riad, en la mañana
del domingo, y finalmente se decretó la suspensión de cotización.
A pesar de las
apariencias, nada indica que las víctimas de la purga hayan sido seleccionadas
debido a sus funciones o sus ideas, lo cual parece corroborar el discurso
oficial sobre la lucha contra la corrupción.
En la tarde del
domingo, un helicóptero se estrella cerca de Abha. Se anuncia entonces que
varios dignatarios sauditas murieron en el siniestro, entre ellos un príncipe
llamado Mansur.
El éxito del príncipe
heredero, que acaba de derrocar la oligarquía para instaurar su propia
autocracia, nada dice sobre su capacidad para gobernar el reino. Con 32 años,
este hijo de súper rico no ha tenido la oportunidad de entrar en contacto con
su pueblo y comenzó a ocuparse de política hace sólo 2 años. Sus primeras
decisiones –la decapitación del jefe de la oposición y el inicio de la guerra
contra Yemen– fueron catastróficas. Después de haber neutralizado a todos los
que podían oponerse a él dentro de la familia real, el príncipe Mohamed ben
Salman tendrá ahora que asegurarse un respaldo popular para ejercer el poder.
Por el momento, ya ha tomado algunas medidas a favor de los jóvenes (que
constituyen el 70% de la población saudita) y de las mujeres (51% de la
población). Por ejemplo, abriendo cines y organizando conciertos –hasta ahora
prohibidos– y autorizando las mujeres a conducir automóviles, a partir de 2018.
Y próximamente
tendría que abolir la siniestra policía religiosa y la obligación de tutelaje
masculino que se impone a las mujeres sauditas. Esta última medida tendría la
ventaja de complacer a las mujeres y de liberar al mismo tiempo a los hombres
de esa carga para poder reactivar la economía. Lo más importante es que el
príncipe heredero ha proclamado no sólo su intención de modernizar la práctica
religiosa sino también de “limpiar” los hadiz –la leyenda dorada de Mahoma– de
pasajes violentos o contradictorios, un proyecto laico que entra en conflicto
con la práctica de toda la comunidad musulmana de los últimos siglos.
Esta estrategia
impide al príncipe Mohamed ben Salman entrar en guerra contra Irán y el
Hezbollah y desmiente el discurso oficial actual.
Explicación: no es posible
plantearse una guerra contra Irán sabiendo que, desde que los Guardianes de la
Revolución iraníes acudieron en ayuda de los huthis, Arabia Saudita ha sufrido
una derrota tras otra en Yemen. También resulta imposible movilizar a los
sauditas para enviarlos a la guerra mientras que el príncipe heredero reforma
radicalmente la sociedad.
Retrospectivamente,
resulta que este golpe palaciego había sido anunciado hace días. El príncipe
heredero había declarado que había que estar listo para el cambio que tendría
lugar en la noche de sábado a domingo. Es imposible que la caída del gobierno
libanés y la decapitación de la familia real saudita se hayan organizado sin
aprobación de Washington. Se concluyó discretamente con el príncipe un acuerdo
que prevé que la oferta pública de compra en efectivo de Aramco no será en
Riad sino en la Bolsa de Nueva York. Por otra parte, el discurso anti-iraní de
Saad Hariri se produce después de toda una campaña de Washington en el mismo
sentido. Desde el 10 de octubre, la administración Trump ha prometido
recompensas por la captura de dos comandantes de la resistencia libanesa y
presentó un plan contra las actividades financieras de los Guardianes de la
Revolución iraníes, mientras que el Congreso estadounidense ha votado no menos
de 5 leyes contra el Hezbollah.
Hipótesis de interpretación
Saad
Hariri, quien ostenta la doble nacionalidad saudita y libanesa, es un bastardo
real y pertenece al clan Fadh.
Ningún medio de
prensa relaciona la dimisión del primer ministro libanés Saad Hariri con la
purga efectuada en la familia real saudita. Los medios se limitan, además, a
tomar nota del golpe palaciego pero sin interrogarse sobre la identidad de los
sospechosos arrestados, olvidando así cómo funcionan las monarquías absolutas.
Yo propongo una
hipótesis diferente para interpretar los hechos. Recordemos, primero que todo,
que cuando muere el rey Abdallah –antecesor del actual rey Salman– el príncipe
heredero era su amigo el príncipe Mukrin. La familia real estaba dividida en
tres clanes: el del hijo de Abdallah, el príncipe Muteb; el del hijo del
ministro del Interior Nayef; y el del hijo del rey Salman, el príncipe Mohamed
ben Salman. Recordemos también otro secreto a voces: Saad Hariri no es hijo
biológico de su padre legal sino un bastardo de la familia Saud y miembro del
clan Fadh.
En abril de 2015, el
príncipe heredero Mukrin fue apartado de sus funciones y reemplazado por
Mohamed ben Nayef mientras que el príncipe Mohamed ben Salman aparecía en la
escena política convirtiéndose inesperadamente en segundo heredero. Pero en
junio de 2017 Mohamed ben Salman lograba destituir a Nayef y lo ponía bajo
detención domiciliaria. Para no ser solamente primer heredero sino quedar como
único candidato al trono, Mohamed ben Salman tenía entonces que deshacerse del
clan Abdallah. Y para eso tenía que destituir al príncipe Muteb, que controlaba
la Guardia Real, pero no podía olvidar a Saad Hariri ya que, como primer
ministro del Líbano, este último tenía posibilidades de ayudar a los miembros
de su clan.
Si Saad Hariri
todavía no es arrestado en ese momento es porque, aunque ya dimitió, sigue
provisionalmente en funciones como primer ministro del Líbano hasta la
designación e investidura de un sucesor. Pero Achraf Rifi, que regresó a Beirut
para ocupar ese cargo, necesita un poco de tiempo para ser designado
legalmente, sobre todo porque el presidente libanés Michel Aoun no quiere
precipitarse y desea aclarar primero todo este enredo, lo cual puede llevar
bastante tiempo si se tiene en cuenta que el secretario general del Hezbollah,
Hassan Nasrallah, no dudó en defender a Saad Hariri en un discurso transmitido
en la noche del domingo, donde estima que el primer ministro dimitió obligado
por el príncipe heredero Mohamed ben Salman y que eso constituye una nueva
injerencia saudita en Líbano. Finalmente, como resultado de una intervención de
Francia, el primer ministro libanés es autorizado a salir de Arabia Saudita
hacia los Emiratos Árabes Unidos.
La mayoría de las
personalidades arrestadas fueron trasladadas al hotel Ritz de Riad, donde ya
estaba Saad Hariri, para ser mantenidas bajo arresto “domiciliario”.
Como había que
garantizar que nadie pudiese rivalizar con el príncipe Mohamed ben Salman,
también era necesario cortar la rama del ex príncipe heredero Mukrin. Eso
explica el accidente de helicóptero que costó la vida a su hijo, el príncipe
Mansur. En dos días, son arrestadas más de 1 300 personalidades.
Ni el propio Saad
Hariri, ni tampoco Irán, habían previsto los acontecimientos de los días 4 y 5
de noviembre. El Guía de la Revolución iraní, Alí Khamenei, había enviado al ex
ministro de Exteriores Alí Akbar Velayati de visita en Líbano. Durante su
estancia, Velayati se reunió con todos los líderes libaneses, incluyendo al
primer ministro. Todos los encuentros transcurrieron satisfactoriamente y el
que sostuvo con Hariri concluyó con felicitaciones recíprocas. Pero, minutos
después, Hariri fue llamado a presentarse urgentemente en Riad.
Moscú y Washington, únicos ganadores del golpe palaciego
Atenta a lo que venía
preparándose, Rusia acompañó el movimiento extendiendo su propia influencia. El
rey Salman viajó a Moscú el 5 de octubre. Aunque es aliado de Estados Unidos,
el rey Salman, al igual que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, compró
armamento ruso –incluyendo los ya célebres sistemas de misiles antiaéreos
S-400. Como abandonó el apoyo al terrorismo, desde el discurso del presidente
Trump en Riad, el monarca saudita pudo pactar con Rusia un plan para el
intercambio de información en materia de antiterrorismo. Lo fundamental es que,
después de firmar numerosos contratos, acordó mantener las limitaciones de la
producción de petróleo aún después de que se haya concretado la oferta pública
de compra en efectivo de Aramco, lo cual debería favorecer la especulación y,
por consiguiente, el alza de precios. Este último acuerdo terminó de negociarse
y se firmó en los últimos días, con la mayor discreción, en Taskent.
Seguidamente, el
presidente Vladimir Putin viajó a Teherán, el 1º de noviembre. Allí aseguró a
su homólogo iraní, el jeque Hassan Rohani, que las declaraciones del presidente
de Estados Unidos que cuestionan el acuerdo 5+1 sobre el programa nuclear iraní
no pasarán de ahí. El presidente Putin reiteró al Guía de la Revolución, Alí
Khamenei, la exigencia de los israelíes de que no haya Guardianes de la
Revolución iraníes ni fuerzas del Hezbollah libanés en el sur de Siria. Lo más
relevante es que se acordó con Khamenei un plan para la futura Siria basado en
la idea de que Arabia Saudita renuncia a seguir desempeñando un papel
destructivo.
En definitiva, para
el Medio Oriente ampliado sería muy ventajoso que Arabia Saudita pase de una
dictadura oscurantista a un despotismo ilustrado. En todo caso, el cambio de
modo de funcionamiento, de dirigentes y de objetivos en Riad abre numerosas
oportunidades. Cada actor regional va a tratar de adaptarse lo más rápidamente
para promover sus propios intereses antes de que la situación vuelva a
bloquearse.
Hace casi dos años
publicamos una breve reseña de la historia de la Casa de los Saud, que mediante
alianzas con una corriente radical del Islam – el wahabismo - dio origen a un
reino de príncipes como entidad estatal. Esa alianza entre los Saud y los
clérigos fundamentalistas pactaron sostener más allá de los tiempos a la
familia como emanación del poder “divino” sobre el reino.
La familia creció
desbordadamente, en la actualidad se calcula (porque nadie los puede contar con
precisión) en 7.000 príncipes y princesas. Como lo habíamos indicado en una
anterior ocasión, entre sus altezas hay de todo, desde petro-millonarios,
inversionistas internacionales, comerciantes, políticos, funcionarios,
religiosos, traficantes de drogas y armas, promotores, tanto del terrorismo
internacional como del deporte; y, claro,
también gente honorable en medio de tanto bandido.
Con tanto príncipe
suelto es común las rivalidades por el
poder, las últimas noticias confirman una guerra intestina (no en el
sentido bélico, sino de intrigas y
traiciones). Los Saud han quedado al descubierto luego de sus estrepitosos
fracasos en llevar la guerra a otras naciones árabes. El precio de la factura
ha empezado a sentirse: purgas, cárcel,
accidentes casuales de helicóptero, muertes intempestivas, bancarrota estatal.
Si antes los miles de
príncipes no mantenían armonía, hoy lo evidente se plasma en una profunda
división entre clanes, grupos antagónicos que maquinan para acceder al trono y
otros para conservarlo. Que en un futuro mediato pudieren enfrentarse
abiertamente es algo que no decidirán ellos, al fin y al cabo, pese a su Fe,
siguen siendo dominados y sometidos a los infieles, lospuritanos cristianos de Norteamérica y, el
verdadero enemigo de la civilización árabe, Israel.
Los bajos estratos
sociales que componen el reino de la familia Saud no tienen voz ni voto en
ninguna decisión fundamental en los destinos de la monarquía, ni se le
ocurriría la peregrina idea de alzar su voz, si aquello ocurriere los métodos
de amedrentamiento están dictados: pena de muerte por la horca, amputaciones y
azotes públicos, cosa también reservada para los principitos insolentes, como
ya ha ocurrido en muchas ocasiones. Por ello, las madrazas continúan manejando
el “espíritu” del vasallo saudí.
Algunas iconografías de la Familia Real Saudí, tomada de diversos medios
El discurso de Donald Trump en Riad, 21 de mayo 2017
Trump invocó no solo
el respeto y la tolerancia entre las religiones islámica, judía y crisitana,
sino a ponerlo en práctica. El núcleo de su ponencia fue la lucha contra el
terrorismo, hizo un llamado al sentimiento religioso, sobre todo, dirigiéndose
a los musulmanes, les instó aplicar el humanismo y dejar de apoyar y colaborar
con las organizaciones terroristas que solo causan muerte. Trump pidió su
participación en el Global Center for Combating Extremist Ideology (Centro Global
de Lucha contra la Ideología Extremista).
Para entender mejor
el panorama, aquí ponemos algunos extractos del discurso de Trump:
“No estamos aquí para decir a los demás cómo deben vivir,
actuar, aprender o adorar. Estamos aquí para ofrecer una asociación –basada en
intereses y valores compartidos– con vista a perseguir un futuro mejor para
todos nosotros… una opción entre dos futuros, una opción que América no puede
adoptar en lugar de ustedes. Un futuro
mejor es posible sólo si las naciones de ustedes rechazan a los terroristas y
los extremistas. Expulsadlos, sacadlos de vuestros lugares de culto. Sacadlos
de vuestras comunidades. Sacadlos de vuestra tierra santa. Sacadlos de nuestra
tierra.
Por nuestra parte, América se ha comprometido a adaptar sus
estrategias para enfrentar la evolución de las amenazas y los nuevos hechos.
Eliminaremos las estrategias que no han arrojado frutos y aplicaremos nuevos
puntos de vista basados en la experiencia y el juicio. Estamos adoptando un
realismo de principio, anclado en valores comunes y en intereses compartidos.
Los responsables religiosos deben hacer que esto quede absolutamente claro: la barbarie no nos aportará ningún tipo de gloria, la devoción por el mal no nos aportará ningún tipo de dignidad. Si escogéis el camino del terror, vuestra vida estará vacía, vuestra vida será breve y vuestra alma acabará siendo condenada.
Con la ayuda de Dios, esta cumbre marcará el principio del fin para quienes practican el terror y divulgan su vil credo. Al mismo tiempo, rezamos para que algún día sea posible recordar este encuentro como el principio de la paz en el Medio Oriente –y quizás incluso en el mundo entero.
…Os pido que os unáis a mí, que
trabajemos juntos y que luchemos juntos. Unidos, no fallaremos. Os doy las
gracias. Que Dios os bendiga. Que Dios bendiga a vuestros países. Y que Dios
bendiga a los Estados Unidos de América”.
(pueden dar lectura al discurso completo del presidente Trump en su versión
original inglesa en la nota a pie de página) (1)
En resumen, si los Saud y otras naciones árabes desean mantener lazos con los EEUU deben renegar del terrorismo como instrumento político, los clérigos deben impartir una nueva doctrina religiosa y que la salvación (espiritual y política) provenga de las bendiciones impartidas desde Washington.
ANUNCIO DE CAMBIOS EN EL REINO SAUDÍ
El reciente 24 de octubre 2017, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salmán, anunció en la conferencia de Riad “Future Investment Initiative” (Iniciativa de Inversión Futura), su deseo de innovar, modernizar, transformar la sociedad saudita, según él, anhela transformar su futuro reino en una tierra de “tolerancia y bondad”.
La prensa mundial ha hecho eco de esas declaraciones, titulares de los medios sugieren grandes reajustes que podrían afectar a todo el mundo musulmán. Mohamed bin Salmán, se inclina por un Islam más "moderado", proclamando la apertura y la convivencia con otras religiones. El ofrecimiento de nuevos tiempos, cambios en el sistema y derogación de algunas normas y restricciones religiosas, así como permitir a la mujer conducir un vehículo (una buena noticia para las princesas que posiblemente obtengan algunos derechos, quizá dejarán de ser esclavas de un príncipe azul a quien deben servir devotamente).
Pero, el anuncio de cambios llega en el peor momento…
Tampoco quepa duda alguna que este viento de cambios en el reino más reaccionario del planeta surgió simultáneamente con la presencia de Míster Trump en el escenario saudí. El mandatario estadounidense maneja una trascendental política en este momento, aunque a muchos le cuesta aceptar, Trump en verdad ha ordenado el fin de las actividades terroristas y el patrocinio de las organizaciones yahadistas a través del islam político, lo que implica el cese de la guerra de agresión contra Siria. Y, ¿cómo hacerlo?, ordenando a los saudíes detener el apoyo a las bandas wahabíes que operan actualmente en territorio sirio e iraquí.
Donald Trump estuvo presente en Riad en mayo de este año, en su discurso (orden) ha hecho entender al actual rey y al heredero cual es la nueva política exterior norteamericana (en Europa, los británicos están en contra de ese proyecto por lo que están juntando esfuerzos para sostener al islam político de la Hermandad Musulmana vía Turquía, Qatar e incluso apoyando a Irán). Es evidente que los jefes saudíes han aceptado las condiciones (no olviden que el rediseño del Medio Oriente también afecta las fronteras saudíes). Entre las imposiciones(?) o sugerencias del mandatario estadounidense se podría conjeturar que ha solicitado que el Reino de los Saud renuncien al wahabismo.
Eso implica algo más profundo, se pretendería que los Saud rechacen la ideología wahabí, algo tan complejo debido al pensamiento social de la comunidad saudí, adoctrinada en esa creencia por varias generaciones. Ya lo hemos dicho, el wahabismo y el trono de los Saud se han mantenido como una alianza desde los inicios del reino, hubiese sido difícil que el naciente reino sobreviviere sin el apoyo incondicional de los clérigos wahabíes, que en muchos casos también eran y son miembros de la familia.
Esas supuestas repercusiones no solo se reflejarían en el ámbito interno, las consecuencias se plasmarían en la Liga Islámica Mundial y, por supuesto, en la siniestra “Hermandad Musulmana”, recordemos que de los “Hermanos" han surgido muchos de los líderes de al Qaeda y Estado Islámico, constituyéndose en el brazo político de cuanta yihad ha aparecido en las últimas décadas.
Las primeras medidas en el Reino de los Saud están en marcha, sin cuestionamientos de orden legal, ya que no existe propiamente un sistema judicial en el reino, el príncipe heredero ha ordenado la caza de brujas con el pretexto de luchar contra la corrupción. La detención de los príncipes opositores significa neutralizar toda corriente que pueda disputarle el trono.
El
Príncipe heredero saudí Mohammed bin Salmán al Saud junto al mandatario
estadounidense Donald Trump.
LOS DETENIDOS
Secuencias
fotográficas tomadas del diario libanés Al Manar.
Entre los cautivos más
destacados figuran:
Al Walid Bin Talal bin Abdulaziz,
propietario de la compañía Kingdom Holding Company; el príncipe Muteeb Ben Abdallah, comandante de la
Guardia Nacional; el príncipe Turki Ben
Abdallah, gobernante de la zona de al Riad; Khaled al Tuaijri, ex presidente del Despacho Real; Adel al Fakih, ministro de Economía y
Planificación; Ibrahim al Assaf, ex
ministro de Finanzas; Abdallah al Sultán,
comandante de la Armada; Bakr bin Laden,
presidente del Grupo Ben Laden y hermano del ex líder de la organización de
al Qaeda Osama Bin Laden; Mohammad
al Tubaishi, ex presidente de protocolo del Despacho Real; Walid Al Ibrahim, propietario de la
compañía MBC; Khaled al Milhem, ex
director general de la Royal Saudi Airlines; Saud al Duaish, ex director ejecutivo de la compañía Saudi Telecom; el príncipe Turki bin Nasser, ex
presidente general de la Autoridad
General de Meteorología y Protección del Medio Ambiente; el príncipe Mohammad bin Fahd bin Abdallah,
ex vice ministro de Defensa; Saleh Kamel,
propietario de la Red de Radio y Televisión Árabe (ART); Mohammad
al Amoudi, un hombre de negocios, etc. (2).
Una previa ola de arrestos tuvo
como objetivo prominentes clérigos wahabíes.
LAS CASUALIDADES
NO EXISTEN EN POLÍTICA, decía un reconocido analista internacional.
Otro hecho, coincidencia?, son los accidentes de todo tipo, como el casual incidente de helicóptero que ha ocasionado lamuertedelpríncipe saudí Mansur bin Maqran, (hijo de Muqrin bin Abdulaziz Al Saud, quien fuere príncipe heredero entre enero - abril del 2015). Mansur fue vicegobernador de la provincia de Assir y falleció junto a un grupo de altos funcionarios estatales. Otro conocido que hamuertoal resistirse a su captura es elpríncipe Abdulaziz bin Fahd, hijo predilecto del fallecido rey Fahd bin Abdulaziz, el príncipe Abdulaziz bin Fahd, del clan Nayef, mantenía vínculos directos con el primer ministro libanésSaad Hariri, forzado a dimitir en Riad y con el príncipe Al Walid bin Talal bin Abdulaziz, otro de los purgados.
Un personaje muy conocido por sus acciones siniestras, según varios medios de prensa, el ex embajador saudí en Washington y antiguo jefe del servicio de inteligencia saudí, directo promotor de la guerra contra Siria y bienhechor de las bandas terroristas,Bandar bin Sultan bin Abdelaziz, ha sido arrestado junto a sus hijos, Bandar bin Sultan mantiene lazos estrechos conGeorge W. Bush, su detención se argumenta estar relacionada con los casos de corrupción financiera, en su caso, contratos de venta de armas (por valor de 60.000 millones dólares, el sitioMiddle East Eye, asevera que Londres ingresó una enorme suma de miles de millones de dólares en la cuenta bancaria personal de Bandar bin Sultan bin Abdelaziz).
Príncipe Al Walid bin Talal bin Abdulaziz al Saud
Amenazan los Saud al Líbano?
También ha sido detenido el multimillonario Al Walid bin Talal bin Abdulaziz (y posteriormente su hija, la princesa de la familia real, Rim). Al Walid bin Talal bin Abdulaziz no es cualquier cosa, se lo consideró algún momento el hombre más rico del mundo y uno de los principales inversores en Oriente Próximo, controla la Middle East Broadcasting Corporation (MBC), la sociedad Kingdom Holding Company (inversiones internacionales), que a su vez está relacionada con multinacionales norteamericanas como Apple y Citigroup, posee intereses en Eurodisney y enormes intereses en Norteamérica, respaldó financieramente a Rupert Murdoch (disputa con John Malone por controlar News Corporation) y a Richard Parsons (en Time Warner). Posee negocios inmobiliarios y una amplia gama de inversiones en diferentes sectores. En el plano político, Al Walid bin Talal, cuando se habló del establecimiento de relaciones comerciales entre Riad y Tel Aviv, habría sido nominado para ser el embajador saudí en Israel. Al Walid bin Talal fue un férreo opositor de la postura de Barak Obama respecto a negociar un acuerdo nuclear con Irán, él fue partidario que los saudíes y otros países árabes apoyen un ataque de Israel para destruir las instalaciones nucleares iraníes. Pero si algo hay que destacar de este príncipe es que ha sido señalado como financista de Al -Qaeda por Zacarias Moussaoui, la única persona condenada en Estados Unidos tras los ataques a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001, al parecer Moussaoui era el encargado de llevar la base de datos con todos los financistas de la organización.
Como muestra del poderío real se ha obligado al primer ministro libanés, Saad Hariri, renunciar a sus funciones de un país soberano (Líbano) y mantenido retenido en Arabia Saudí bajo arresto domiciliario (por poseer la ciudadanía saudí). Sin duda esta última acción beneficia grandemente a Israel en su empeño por mantener en zozobra al estado y gobierno libanés.
Se estima hasta el momento en alrededor de 1.300 las personas detenidas, entre príncipes, funcionarios, militares y otros con influencia pública, en lo que ya se ha calificado como “GOLPE PALACIEGO”, puesto en marcha desde el 4 de noviembre. El clan Sudairi, el clan Abdullah, el clan Nayef y otros clanes con pretensiones de asumir el trono quedan así controlados, una verdadera purga de la élite saudí. El heredero saudí se está acaparando todo el poder tras purgar a sus rivales, y resulta lógico que Mohamed bin Salmán al Saud –sin importar la forma en que lo consiga – se está transformando en el nuevo gran favorito y aliado de Israel y los Estados Unidos, una alianza que está dirigida, entre otras cosas, a detener la influencia de Irán en el Próximo Oriente. Mohamed bin Salmán aún no es Rey, si en su condición de príncipe heredero y ministro de defensa del reino de los Saud actúa con ese ímpetu será de verlo en la alta política internacional luego de su coronación.
La Gran Pregunta
¿Qué debemos esperar de los poderosos clérigos del wahabismo –que influyen en el pensamiento de la población? También ellos han sido purgados, pero su pensamiento no puede ser borrado con la detención. ¿Tolerarán esos vientos “modernistas”?, el statu quo, que se pretende romper subsiste justamente por la alianza saud-wahabí, ha sido un éxito para los príncipes con la aplicación radical del Islam (solo para el pueblo), mientras la casta privilegiada mantiene un tipo de vida a lo occidental y derrochadora de los recursos. ¿Qué actitud tomarán los clanes rivales, ahora directamente atacados por el heredero?
A Europa, a los Estados Unidos, a Israel, básicamente, les ha convenido ese sistema porque ha sido su “caballo de troya” en todo conflicto regional desde el desmembramiento del Imperio Otomano. El wahabismo es la punta de lanza que impulsa el yihadismo; y, también las denominadas “revoluciones de color" en Medio Oriente y las “primaveras árabes”, discretamente, por la vía política. Son forjas de corte político-religioso con cierta influencia wahabí que finalmente terminaron con la aplicación de la yihad a través de la Liga Islámica Mundial y la Hermandad Musulmana, en nombre de… los Estados Unidos.
Volvemos a reproducir una cita de Jean-Michel Vernochet:
“Sería demasiado simple ver la ideología wahabita sólo como un instrumento de influencia o incluso de dominación regional. Está comprobado que el wahabismo cohabita perfectamente con el anarco-capitalismo. Por muy sorprendente que pueda parecernos, eso está fuera de dudas. La continua expansión del wahabismo durante el siglo pasado está estrechamente vinculada con la del modelo financiero, económico y societario anglo-estadounidense. La suerte de la Península Arábiga ha estado indisolublemente ligada, desde 1945 y hasta el sol de hoy, a la América-Mundo… la cual constituye una especie de hidra de varias cabezas pero cuyas cabezas fundamentales están en Manhattan, Chicago (donde se halla la bolsa mundial de materias primas), Washington con la Reserva Federal, en la City de Londres, en Bruselas con la OTAN, en Francfort con la sede del Banco Central Europeo y en Basilea, ciudad que alberga una súper empresa anónima en el sentido jurídico que funge como banco de los bancos centrales, o sea ¡el Banco de Pagos Internacionales!”. (3)
El
rey Saudí Salmán bin Abdulaziz recibiendo al primer ministro libanés Saad
Hariri
Todo parece indicar
que existe una estrategia en que participa el gobierno de Israel, la alianza
entre estas dos entidades (Israel- casa de los Saud) tendría como objetivo no
solo destituir a la fuerza al primer ministro libanés, Saad Hariri, en Riad,
sino la eventual planificación de una guerra de agresión contra el pequeño país
del cedro cuyo objetivo final es destruir a las fuerzas de la resistencia
islámica del Hezbolá y contener el creciente poderío de Irán.
Insistimos que el efecto
político de la crisis que ha ocasionado la Arabia de los Saud en el Líbano es
provechoso para Israel, la inestabilidad política volverá al Líbano, en
consecuencia la resistencia libanesa (Hezbolá) deberá buscar soluciones
políticas internas, recordemos que el
dialogo para formar gobierno ha sido largo y doloroso (Líbano estuvo sin jefe
de Estado desde mayo de 2014 hasta octubre de 2016). Una guerra civil es lo que
más conviene al intervencionismo saudí e israelí; además, Hezbolá deberá
continuar su frente de lucha en Siria para proteger las fronteras de las
incursiones terroristas y de Israel.
La provocación saudí contra el gobierno del Líbano es
evidente, provocar es el término exacto, se quiere
desencadenar un nuevo conflicto en el que Israel respaldará a los saudíes. El
Líbano ahora exige la libertad y retorno de Saad Hariri a Beirut, porque él
fue, en primer lugar, invitado por autoridades saudíes, allí fue retenido,
mantenido bajo arresto domiciliario y obligado a la fuerza a renunciar a su
cargo de primer ministro libanés, altos diplomáticos internacionales están
convencidos que Hariri no ha puesto ni una coma del comunicado de dimisión
obligado a leerlo en Riad. Un acto sin valor jurídico, estamos ante el caso de
una “renuncia” ilegal, forzado mediante el empleo de la coacción.
El derecho está de
parte del Líbano, pero eso no cuenta a la hora de las imposiciones, mucho menos
por la amenaza del uso de la fuerza de una potencia bélica como Israel. El presidente libanés, Michel Aoun,
hace lo correcto al exigir a los saudíes el retorno de Hariri y su intención de
presentar una queja ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El
Secretario General del “Partido de Dios” libanés –Hezbolá –Sayed Hassan Nasralá
y su brazo armado, las milicias de la resistencia libanesa.
La resistencia libanesa –Hezbolá – a través de su
secretario general,Sayed
Hassan Nasralá, tiene su apreciación sobre los acontecimientos (4). Ha
recordado la forma en que la resistencia ayudó a vencer “la mayor conspiración contra el Islam y la humanidad: el Daesh. Este
grupo, que fue creado por Obama, Clinton y Arabia, está exhalando su último
aliento. Y esto, gracias a nuestros mártires”.
Los saudíes lanzan amenazas contra el Líbano,
exigen un nuevo primer ministro y creen tener derecho de imponerlo a su
arbitrio; intentan dividir a los libaneses con la intención de desatar una
nueva guerra civil. Es evidente que los Saud han declarado la guerra no solo al
Líbano, sino que su prioridad (acorde con Israel) es el Hezbolá. “En Siria, los príncipes saudíes dirigían la
guerra desde Ammán. ¿Cuál fue el resultado? Ellos destruyeron Siria. Lo mismo
cabe decir de Iraq y Yemen. Llamo a los libaneses a decidir su futuro con
sabiduría. Vivimos en un período crucial”.
El ministro saudita
de Asuntos del Golfo calificó el discurso de Hassan Nasrallah como “declaración de guerra contra Arabia
Saudita”.
El apoyo israelí a sus socios Saud ha
sido inmediato, Netanyahu ha remitido órdenes a las legaciones diplomáticas
israelíes en el mundo reconociendo su apoyo al rey saudí y al heredero (como
siempre han sido los primeros, al igual que fueron los primeros en reconocer a
un ente fantasmagórico, el Kurdistán “independiente”). Llama la atención que
Israel trate de explicar la dimisión del primer ministro libanés Saad Hariri intentando
convencer a otros gobiernos el peligro que representa Irán y Hezbolá para la seguridad
del Líbano. Israel también declaró su apoyo a los Saud en su guerra contra los
rebeldes huthis en Yemen.
No está claro que Israel busque una nueva guerra en el
Líbano contra Hezbolá apoyándose en los petro-dólares saudíes,
a pesar que los Saud intentan convencer a Israel y otras naciones árabes para atacar
al Líbano. Arabia Saudí estaría dispuesta pagar miles de millones de dólares a
Israel por esa aventura.
¿Están dispuestos los
israelíes a lanzar una guerra contra el Líbano?. Israel sin duda ha caído en
cuenta que el costo político – militar – económico de una guerra contra el
Líbano será demasiado alto. Analistas descartan que Israel tenga intenciones mediatas
de atacar al Hezbolá, al contrario, desearían que Arabia Saudita ataque a la
resistencia libanesa, ofreciendo su apoyo a través de sus poderosos lobbies
internacionales en los medios de intoxicación masiva (prensa); y, dependiendo
de las circunstancias, apoyar militarmente con su clásica doctrina de la “guerra preventiva”.
Israel no necesita ir
a la guerra, su estrategia sobre el terreno es aprovecharse, por ejemplo, de la
guerra en Siria y mantener su política de sembrar la división y la discordia,
sin intervenir directamente en lo militar. Según Hassan Nasralá “Israel desearía desatar una guerra sectaria
entre los habitantes predominantemente drusos de Hadar y los combatientes de Al
Nusra, que son mayoritariamente sunníes. Debemos ser cautelosos frente la
posible reproducción de este escenario en el Líbano”.
Benjamin
Netanyahu, primer ministro israelí y el
rey saudí, Salmán bin Abdelaziz Al Saud.
Conclusiones:
Una consecuencia es
que las purgas “modernizadoras” en el reino de los Saud tienen como objetivo
reformar la economía, que va desde la privatización de la poderosa empresa estatal
petrolera saudí, Aramco, debido a la casi bancarrota de las arcas públicas (fruto
de sus guerras yihadistas en Oriente Próximo, del fracaso de la aventura bélica
en Yemen, el ilegal referéndum en el Kurdistán, etc). La liquidación de “Saudi Aramco”, coloca su venta en
acciones en Wall Street.
Según algunas
informaciones, el régimen saudí extrae datos de las cuentas bancarias de los
detenidos acusados de corrupción, mediante tortura, lo que sin duda ayudará a
mantener el equilibrio fiscal del reino en bancarrota, hablamos de cientos de
miles de millones de dólares, para ser más precisos, la cifra oscila en los 800.000 millones de dólares (800 billones), según Wall Street Journal, y la cifra puede ascender mucho más.
Estados Unidos se
encuentran satisfechos con estas purgas (con ello se ahorran fomentar una
guerra intestina en la Arabia de los Saud). Los EEUU han hecho grandes negocios
en recientes días con la suscripción de contratos para la venta de armas por
decenas de miles de millones de dólares, los contratos petroleros han permitido
incrementar las riquezas de las petroleras americanas tras la visita de Trum a
Riad en mayo pasado (se habla de aportes por 500 mil millones de dólares)
Sin embargo de lo
anotado, los Saud acusan de todos sus
calamidades actuales a Irán y a Hezbolá. Los saudíes acumulan fracaso tras
fracaso, la crisis provocada en Qatar y Bahrein es otra consecuencia.
Donald Trump y las
altas finanzas bendicen de esa manera la asunción al trono de Mohammad bin
Salmán al Saud, hijo del actual rey Salmán, un detalle significativo es que el
tutor del heredero es el cheikh Mohammad bin Zaid, a su vez, príncipe heredero
de Emiratos Árabes Unidos.
Concluimos con que todos
los cambios modernizadores en Arabia son un mero maquillaje para mantenerse en
el trono e impedir que los EEUU rediseñe la Arabia de los Saud… permitiendo que
las mujeres saudíes puedan conducir un automóvil…
ANEXO
VIDEO ILUSTRATIVO:
Detrás de la Razón. Familia Real Saudí en conflicto por el trono. Reino del oro y riqueza.