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17 agosto 2020

El oro de Yamashita, "Lis de Oro", "Lila Dorada". ¿Leyenda o verdad? (I)




por Tito Andino U.


Desenmarañando el misterio

Aclaración: Esta es la primera entrega de un múltiple reportaje. No es una nueva historia, al contrario, el "secreto" que aquí se revelará es de conocimiento mundial desde varias décadas atrás. Lo que se pretende es separar el mito de la realidad. Por esa razón vamos a iniciar con la hipótesis central del tema. El oro de Yamashita, "Lila Dorada", "Lis de Oro", "El Lirio Dorado" o como queramos denominarlo, es una mezcla de hechos históricos y fábulas urbanas que siguen atrayendo al público en el presente, en especial a los caza-tesoros de todo el mundo.

Luego de repasar uno de los capítulos de la serie documental de "History Channel", "El oro pérdido de la Segunda Guerra Mundial", sobre el oro de Yamashita en Filipinas, tuve la intención de escribir una breve reseña de ese raro episodio de la historia. Como en otras ocasiones, a veces, no es conveniente redundar sobre algo que se ha escrito mucho, aunque sobreabunda los relatos fantasiosos con poco detalle histórico, debido a la escasez de fuentes historiográficas. En búsqueda de esas fuentes nos hemos encontrado con buenos análisis (en inglés), algunos no solo son aceptables resúmenes de los hechos, suelen, y eso es lo importante, dejar establecido que toda esta historia del oro de Yamashita es, en buena parte, una LEYENDA.

Iniciemos, a manera de explicación. 

Es necesario señalar que la historia de "Lila Dorada" la conocí por primera vez por referencias del investigador Daniel Estulin en su antigua página web, luego la presentaría a manera de novela. En "Conspiración Octopus", el referido autor nos brinda una trama novelesca, combinando datos históricos y reseñas míticas del oro expoliado por las tropas japonesas. El autor jura que no es leyenda sino realidad, que ha desarrollado el tema a manera de novela para evitarse problemas legales y por su propia seguridad.

Según Estulin (y la mayoría de autores), de los relatos sobre “Lila Dorada”, tendríamos que deducir que los alemanes que sustrajeron el oro y otras reservas de los bancos centrales de los países ocupados en la segunda guerra mundial (a la que debemos sumar el expolio de la riqueza privada), a pesar de su dimensión, no podría compararse con la magnitud del presunto monto al que ascendería el saqueo japonés. No existe evidencia histórica alguna que solo en Filipinas haya existido más de un millón de toneladas métricas de oro escondidos por los japoneses. Sigue siendo inconcebible hablar de ello, a pesar que se comenta que este supuesto "secreto mundial" se halla desvelado en muchísimas obras literarias, investigaciones, documentales, artículos, etc., siempre bajo la presunción basada en "pruebas documentales", que nunca han sido expuestas o que han sido notoriamente falseadas. Inventarse documentos es más común de lo que se cree, así como truncar fotografías, lamentablemente muchos aspirantes a historiadores las utilizan en algunas obras sensacionalistas y nada históricas.


Foto de carácter ilustrativo


Preguntémonos: ¿Qué valor tendría el oro físico existente, cuando nos dicen que hay muchísimo más oro en el mundo que las cifras de las reservas internacionales? - ¿y el oro que aún queda por explotar?-. Consecuencia lógica sería que el oro, que respalda en muchos lugares la expedición de papel moneda, causaría un colapso financiero global, evidente. Según la novela "Octopus" de Estulin, para ocultar esa "verdad" se le ha dado carácter de “leyenda” al caso “Lila Dorada”.... Conforme la hipótesis, el destino final de esa incalculable riqueza estaría en manos de los verdaderos "señores en las sombras" que controlan el mundo a su antojo.

Como bien se señalará a lo largo de estas líneas. Hay MUCHA GENTE que conoce los "secretos". Sin embargo, la evidencia histórica pone en tela de duda la mayoría de esos relatos. No se niega el expolio japonés a los bienes nacionales de los países invadidos, es lo mismo que hicieron los nazis, que en el fondo viene siendo la misma historia de las guerras a lo largo de los milenios de nuestra humanidad. La LEYENDA es tan interesante que, con periódica frecuencia aparece más literatura sobre "Lila Dorada" y el oro de Yamashita (como los documentales de History Channel, que vienen presentándose desde 2019). 

¿Verdad o mentira? Intentaremos ubicar los hechos en su contexto histórico a través de las investigaciones realizadas. Por lo mismo, sigue siendo una HIPÓTESIS. Para los filipinos esta leyenda es una gran historia que atrae el turismo al país, gracias al arribo de caza-tesoros que mueven no solo la economía local sino que manejan otro tipo de intereses económicos. Me ha gustado una frase que será analizada en otro capítulo: "Todos los años sale alguna novela sobre el oro de Yamashita, se graba un documental, una serie, incluso reality-shows con caza-tesoros".

Una de las razones por la que el "secreto" mejor guardado del mundo sigue siendo "alto secreto", es la increíble historia del tesoro de "Lila Dorada" expuesta en el libro de Sterling y Peggy Seagrave "Gold Warriors'. America´s secret recovery of Yamashita´s gold" (Guerreros del Oro. La recuperación secreta de Estados Unidos del oro de Yamashita) un genial argumento para una grandiosa producción cinematográfica, a las que nos acostumbró Hollywood; y, claro, el popular e-book descargable en internet de David Guyatt "The Secret Gold Treaty". (El Tratado del Oro Secreto), en algunas webs con el subtítulo "The Truth Bihind WWII. Gold, Nazi Plunder & Elite Plans To control our financial future".




¿El "lirio dorado", "lis de oro", o "lila dorada", es una leyenda?

Ya que aquí solo se plantea hipótesis, el subtítulo es el apropiado a manera de pregunta. Debemos comenzar con más preguntas y, lamentablemente, con menos respuestas. 

- ¿Puede ser creíble que inmensas cantidades de oro hayan permanecido desconocidas durante tanto tiempo? 
- ¿Sería una "incompetencia" total de las potencias imperialistas europeas que mantuvieron bajo el régimen colonial, casi esclavista, a gran parte del sudeste asiático, el hecho de que no hayan hallado indicios de la existencia de centenares de miles de toneladas de oro?
- ¿Cuánta realidad hay en la historia del oro de Yamashita y dónde se encuentra el resto de la riqueza saqueada por Japón?
- ¿Existió de verdad "Lila Dorada" tanto como tesoro y como una "sociedad secreta" creada por el emperador japonés?
- ¿Podrían realmente los japoneses transportar tanto oro a las Filipinas en medio de un conflicto mundial en que el mar era el escenario del teatro de operaciones?
- ¿Y, por qué no mejor trasportar todo el tesoro al propio Japón?. A pesar de la guerra y los bombardeos, el territorio japonés fue intocable aún después de su final apocalíptico (el mar seguía, relativamente, siendo seguro para el Imperio en 1942).
- ¿Cayó en manos del gobierno estadounidense el mayor tesoro del mundo tras la segunda guerra mundial?
- ¿Es posible que ese tesoro en manos de los Estados Unidos haya servido como un inmenso fondo para presupuestos negros a lo largo y ancho del mundo?
- ¿Está aún parte de esa riqueza enterrada en Filipinas?
- O se ha vendido al mundo una gigantesca patraña, siendo uno más de los tantos mitos y leyendas que surguen periódicamente? 

Confirmado. La Inteligencia estadounidense estaba al corriente del saqueo japonés, la imagen del expolio sistemático de las tropas japonesas en el sudeste asiático mucho antes de entrar en conflicto con los Estados Unidos ya fue observado y serían reportados en varios informes de los Aliados. La lucha por capturar ese tesoro, aparentemente, era "un juego limpio", al igual que el oro robado por los nazis en Europa. 

Es lógico. El oro asiático rara vez se había contabilizado en las finanzas internacionales. La guerra "anticomunista" era una motivación para encontrar el botín, había que evitar que cayera bajo control de fuerzas comunistas. La idea de utilizar ese botín de guerra para financiar operaciones secretas anti-comunistas en la posguerra habría sido discutido por el gobierno de los Estados Unidos, a más tardar en 1944. 


Teniente General del Ejército Imperial Japonés, Tomoyuki Yamashita.


El Teniente General japonés, Tomoyuki Yamashita, fue juzgado por crímenes de guerra con excesiva prisa. Se ha puesto en duda que haya sido torturado (al menos en el tiempo que duró su procesamiento), observadores internacionales y la prensa lo habrían notado; obtener información sobre lugares de enterramiento del oro sería imposible. No obstante la OSS y otros "especialistas" si que se ensañaron con los allegados del capturado general, incluido su conductor personal. Corre otra versión de que los militares estadounidenses torturaron a Yamashita hasta casi matarlo, aun así se llevó el secreto a la tumba al ser ejecutado en febrero de 1946. Otros afirman que el general si delató la ubicación del secreto de los tesoros y que algunos generales estadounidenses de alto rango, supuestamente, se llevaron los tesoros en secreto para sus propios propósitos de guerra (contra el "comunismo"). 

No se duda que bajo tortura algunos japoneses revelaran varias ubicaciones de bóvedas construidas en áreas circundantes a Manila, en especial en la zona norte. Se habla de al menos 12 lugares, se dice que al menos en una de ellas se encontró filas de lingotes de oro, una gran cantidad de platino, cerámicas llenas de joyas y diamantes, budas de oro macizo y obras de arte invaluables.

Por tanto, los estadounidenses pudieron haber rescatado (¿robado?) parte o todo el oro que los japoneses escondieron en las Filipinas y que pertenecían a varias naciones, sin devolverlo a sus reales propietarios. 



El General Yamashita, luego de haber escuchado el veredicto final, sentencia: pena de muerte. Diciembre 1945.


Bien. Desde aquí, los datos comienzan a ser difícilmente contrastados. Se dice que los atónitos estadounidenses informaron del hallazgo al general MacArthur y viajaron a Washington para informar al presidente Truman. Se habría tomado la decisión trascendental de que el botín tendría que permanecer en secreto, ya que repatriarlo tenía sus riesgos y, sobre todo, varios países en los que había sido robado estaban controlados ese momento por movimientos comunistas.

- Vale recordar que el oro y las riquezas robadas por los nazis en Europa, en su gran mayoría, fueron repatriados y devueltos a los bancos centrales de los países europeos. Está por demás señalar que otra cantidad de oro se perdió irreparablemente, ya sea por robo directo de las tropas, sean alemanas y aliadas; o, hasta podría haber casos de botines escondidos y no encontrados (también en suelo europeo existen historias de tesoros de los nazis).

- Un factor económico también pudo haber jugado su rol, para no revelar la presunta existencia de grandes cantidades de metales preciosos. El precio del oro bien pudiera haber caido en picada, las monedas del mundo vinculadas al patrón oro colapsarían. Se dice que Truman temió un colapso económico global.

- La mayoría de investigadores se decantan por la tesis de que esas enormes sumas de dinero que generaría el tesoro de "Lila Dorada" otorgaron a los Estados Unidos un increíble poder en la "Guerra Fría". Habría un fondo encubierto e ilimitado con el cual pueden manipular gobiernos en el mundo, comprar elecciones, financiar operaciones ilegales, todo con un solo objetivo: Evitar el comunismo ! (la obsesión anti-comunista rayaba en la paranoia en los años de la guerra fría).

- Se especula que el legendario tesoro de "Lila Dorada" sirvió para la operatividad de los llamados "presupuestos negros", es decir, el gasto no pagado con impuestos o ingresos gubernamentales normales. Algunas fuentes como Wikileaks estiman en 52 mil millones de dólares anuales el 'presupuesto negro' de los organismos de seguridad y servicios secretos de los Estados Unidos. Una cifra que casi triplica el presupuesto de la NASA de 2014 (18 mil millones de dólares). A ello sumemos los gastos de las fuerzas armadas estadounidense en investigación de tecnología ultrasecreta con presupuestos negros; algunos entendidos señalan la existencia de más de 150 programas secretos del Pentágono, desconocidos por la Casa Blanca, sin que se pueda determinar cuál es la fuente de ese gasto en manos de contratistas privados. 

- Entonces, puede ser probable que en la inmediata posguerra, los estadounidenses se esforzaran para recuperar cientos de millones de dólares en tesoros de los túneles de Filipinas, mismos que habrían sido depositados bajo el mayor secreto en más de 170 bancos alrededor del mundo, si hemos de creer a ciertos autores. Las cifras del oro recuperado siguen siendo especulativas, esa es la parte de la leyenda, así como que podrían existir otros tesoros enterrados de valor desconocido.



Esta extraña fotografía suele ser considerada como la prueba del hallazgo del oro de Yamashita en Filipinas. Es raro que dada su trascendencia haya tenido poca difusión, tampoco existe otro material gráfico disponible (salvo burdas falsificaciones); al contrario sobre el oro nazi recuperado en Europa existen centenares de fotografías disponibles. Se dice que la foto de arriba fue tomada en Manila, otras escasas fuentes le atribuyen a Indonesia. En fin, es difícil identificar a los hombres uniformados.

- Se dice que estos presuntos fondos negros que habrían originado el tesoro de "Lila Dorada" se han administrado desde entonces de diferentes formas. Suele hablarse de: El Fondo M, el Fondo Yotsuya y el Fondo Black Eagle Trust, que se utilizarían para sobornar, subvertir y manipular a los gobiernos en favor de los intereses estadounidenses.

- Pero, ello habría requerido complicidades y encubrimiento de los mismos japoneses. La riqueza saqueada, presuntivamente, ya en manos de los estadounidenses, desaparecería sin dejar rastro, se habrían comprometido para que Japón no tuviera que pagar ninguna reparación de guerra a los países saqueados.

Sobre esta última hipótesis observemos algunos detalles:

- Los estadounidenses asumieron después de la guerra el manejo de la reconstrucción de Japón, una nación arruinada física y económicamente.

- El contraste, entre el Japón y Alemania de la posguerra es visible. Los Aliados se empeñaron en una campaña de desnazificación en Alemania, desclasificaron los registros que detallaban los crímenes de guerra nazis. Los gobiernos alemanes reconocieron su responsabilidad por los crímenes del nazismo y han debido pagar desde entonces algo más de 45 mil millones de dólares en reparaciones a las víctimas; los pagos siguen vigentes hasta el día de hoy.

- En Japón la historia es muy diferente. Los gobiernos de posguerra tan solo han pagado tres mil millones a las víctimas de las atrocidades japonesas. Revelador es que esa cifra queda eclipsada por la cifra que Japón ha pagado como compensación a los responsables de los crímenes. El ocupado Japón de posguerra apenas condenó a un puñado de grotescos criminales. Asombrosamente otros se reintegraron a sus funciones como administradores del país (desde 1951 sucedió lo mismo en Alemania, los asesinos de despacho recobraron su libertad y se conviertieron en administradores de la nueva Alemania). Si hemos de creer la historia del oro saqueado por "Lila Dorada", la familia real japonesa, debe ser considerada como la patrocinadora del expolio, sin embargo, aparece como una víctima.

- Fueron los Estados Unidos quienes negaron la posibilidad de que se entablen reparaciones de guerra contra Japón (aduciendo que la nación estaba en quiebra). Un Tratado de 1951, volvía a colocar una cláusula eximiendo a Japón y sus corporaciones asumir el pago de indemnizaciones a las víctimas de sus atrocidades. La famosa cláusula sigue vigente en nuestros días para negar a las víctimas que siguen buscando justicia. Entonces, ¿dónde queda el boom económico que gozó Japón en el período de la posguerra, transformándose en una de las mayores economías del mundo?, ¿Sólo con el trabajo de su gente? Las preguntas son plenamente válidas, las respuestas no suelen ser satisfactorias.



Fotografía de carácter ilustrativo


La X no siempre marca el sitio del tesoro

Este es un subtítulo con el que me encuentro muy a menudo en la investigación, por lo que todo parece derivar de una sola fuente madre (generalmente los libros arriba señalados). Así que también nos "apropiamos" del subtítulo.

Veamos. De una u otra forma, todas las versiones del tesoro han cumplido una finalidad. En lo histórico, cuando los británico-estadounidenses avanzaron en el Pacífico, los japoneses habrán dejado de transportar cargamentos de oro al Japón, no tendrían otra opción. Al igual que hicieron los nazis, esconderían el botín en túneles subterráneos naturales o bóvedas especiales construidas para tal propósito. Para 1943 Filipinas era ya un escenario de guerra activo y el US Navy volvía a controlar los mares. Como estrategia sería poco probable que los planificadores nipones de la guerra eligieran Filipinas para esconder los tesoros del "lirio dorado" en ese tiempo (1943-1944), salvo que no tuvieran otra opción. Diversas historias (muchas no confirmadas) afirman que así pasó, que el mando japonés decidió llevar a un área extremadamente expuesta (Filipinas) enormes cantidades de oro cuando las probabilidades de que cayeran en manos del enemigo eran tan altas. Algo, aparentemente, irracional si se "disponía de países mucho más seguros como Corea y Taiwán" (en esos momentos).

Otras versiones estiman -y en parte es lógico- que mucha de esa fortuna desaparecería en las profundidades del Pacífico entre 1943-44, fechas en que se intentaría evacuar los botines de guerra japoneses. Barcos hundidos era la tónica cotidiana, razón por la que se suspendiera la evacuación de los tesoros por mar. La pregunta del millón sigue siendo por qué esperaron a esa etapa cuando pudieron llevar directamente el oro saqueado al Japón al menos durante 1942? (Campaña de Filipinas 1941-42).

En la actualidad. Investigadores, buscadores de tesoros y hasta autoridades oficiales se confunden en un solo objetivo, intentar (y lo consiguen) convencerse a sí mismos y de buen grado en los mitos que ellos mismos han ido moldeando. Están convencidos que Yamashita saqueó grandes cantidades de oro en la guerra, por lo mismo, forzosamente debió esconder esas riquezas a ser recuperadas en el futuro. Como es habitual ante este escenario de caza-tesoros, la realidad y la ficción van formando una maraña de intrigas, fantasías y... algo de historia

Repetiremos. Los japoneses confiscaron todo lo que fue posible y eso, en algunos casos, incluyó el saqueo de templos budistas. Singapur fue un punto de recogida temporal de la riqueza saqueada desde Manchuria hasta las Indias Orientales Holandesas, se estableció una red de administración, contabilidad y evaluación del botín de guerra. Parte de esos bienes expoliados terminarían en algún momento en Filipinas, otro centro de acogida temporal donde, cuenta la leyenda, se habría acumulado toneladas de oro, obras de arte y otras riquezas provenientes del sudeste asiático.



El Emperador Hirohito

Esto tendría una razón de ser. Al  igual que lo que hacían los nazis en Europa, El emperador necesitaba dinero para financiar su guerra de conquista, las riquezas saqueadas no eran sencillamente un peso muerto, una buena parte terminó convertida en dinero destinado a financiar los ejércitos imperiales, adquirir materias primas, construir armamento, barcos, submarinos, portaaviones, caza-bombarderos, adquirir alimentos, etc. En esa tarea, al igual que en el caso alemán, los banqueros suizos cumplieron su función -no solo los suizos, también los portugueses y hasta banqueros de países sudamericanos como Argentina y Chile colaboraron con los japoneses para blanquear oro convertido en dinero, mismo que se utilizaría en financiar al Imperio del Japón en guerra. 




La hipótesis de que los estadounidenses al "rescatar"  los tesoros de "Lila Dorada" en 1945, de incalculable valor, habrían sido depositados en Fondos para presupuestos negros con el único fin de destinarlos para tareas tan "loables" como la lucha contra el comunismo por todo el mundo resulta fascinante. ¿Quién sabe, hasta podría ser cierta?. 

Como evidencia en contra de la leyenda, algunos estudios
remarcan en un hecho por demás lógico. En más de medio siglo, no solo en Filipinas, millares de caza-tesoros provenientes de los más reconditos lugares del globo han buscado desesperadamente el oro... Nadie ha hallado un gramo del tesoro. Quizá, los hechos no contrastados, afirmados por Roger Roxas, sea la única excepción. No obstante, lo de Roxas es una historia muy dudosa.

Ponernos a escribir sobre la historia de Roxas da para un libro, de hecho ya existe y se repite en absolutamente todos los libros, artículos y documentales sobre el tema. Esa historia emergió en los 80 del siglo pasado, curiosamente en los Estados Unidos a través de los medios que dedicaron buen tiempo y espacio para hacer conocer la noticia de Roger Roxas. A él pertenece el "histórico" hallazgo de una estatua de Buda en oro y piedras preciosas. Según Roxas excavó en las montañas cerca de la última residencia de Yamashita y calculó su valor en 6,5 millones de dólares en el juicio que presentaron contra Ferdinand Marcos y su esposa Imelda, los Roxas afirmaron que los Marcos le arrebataron el Buda


Roger o Rogelio Roxas junto al presunto Buda de oro, según él hallado en 1971 y que le habría sido arrebatado por Ferdinand Marcos. A la derecha, José Roxas sostiene el buda de "oro", mientras Henry Roxas, hijo de Roger, lo observa en un juzgado de Manila tras su devolución por orden judicial. Evidentemente el buda de "oro" no es de oro. En 1975, dos testigos afirmaron haber visto al Buda en uno de los palacios de verano de Marcos. Ferdinand Marcos fue presidente y dictador virtual de Filipinas de 1965 a 1986, murió en Hawai en 1989. Roger Roxas falleció el 25 de mayo de 1993, el día en que debía testificar ante el tribunal sobre su reclamo. El caso se tramitó desde fines de enero de 1993 contra la herencia de Ferdinand Marcos. 


En su tiempo Roxas sostuvo que la estatua era parte del tesoro de Yamashita, dice que realmente la había descubierto en 1971 tras haber recibido algún tipo de mapa de antiguos soldados japoneses. Ese mapa le condujo al túnel donde se escondían los tesoros saqueados por los japoneses en la guerra. Increíblemente nuestro "héroe" logró, él solo, levantar la estatua que pesaba aproximadamente una tonelada (según su versión, otras versiones hablan del equipo de Roxas), después el túnel colapsó... (como en las películas). La intriga va al punto de que, la estatua de Roxas fue confiscada por las autoridades filipinas -desapareció del mapa-. En las audiencias judiciales, la supuesta estatua de oro fue reemplazada por una de cobre, misma que fue devuelta a sus familiares. Concluye el Washington Post que Roger nunca logró nada. 

Datos sospechosos de esta historia:

Un coherente análisis señala que si Roxas, al haber encontrado una de las bóvedas secretas, lo que menos pudo haber hecho es tomar un Buda de oro macizo para venderlo y pagar camiones y equipos para recuperar el resto del tesoro, como afirmó Roxas. Para meditar: Si hemos de creerlo, el Buda pesaba casi una tonelada, extraerlo debió ser una esfuerzo titánico, considerando que estaba enterrado dentro del complejo de un túnel. "Rescatar a Buda" no garantizaba para nada la discreción, si Roxas pretendía venderlo, sin llamar la atención, demuestra que lo que más le faltaba era un poco de sentido común. Roxas no se quedó allí en su relato, al mismo tiempo de rescatar a Buda afirmó haber hallado cientos de pequeñas barras de oro. La lógica, para quien quiere pasar desaparcibido, nos dice que la historia sería más creíble si Roxas ocultaba el Buda y sacaba discretamente solo parte de las pequeñas barras de oro, con ellas podría haber pagado muchos más camiones de los que necesitaba, a parte de los equipos. Y como la noticia llegó al presidente Marcos, la felicidad de Roxas terminó síbitamente. 

Y la historia de Marcos es otro monumental relato que pretende encubrir la corrupción y el abuso del poder generalizado en su larga carrera delictiva, perdón... presidencial (y dictatorial). Cuando Marcos huyó de Filipinas, el nuevo gobierno de Aquino rastreó e intentó recuperar la mayor cantidad de dinero obtenido ilegalmente y depositado en la banca suiza e inversiones en Estados Unidos (entre otras), un Comité especial estimó que el total saqueado a las arcas fiscales de Filipinas por Marcos ascendería a unos diez mil millones de dólares (10.000.000.000). Marcos utilizó una gran red de empresas que obstaculizaron obtener pruebas directas. Los suizos congelaron inicialmente las cuentas, parecidas medidas se llevaron a cabo en los Estados Unidos. Cuando Marcos murió en 1989, Imelda Marcos negó las acusaciones de corrupción y saqueo de los fondos filipinos, algo se recuperó. De antología fue la declaración de Imelda: "la fortuna de los Marcos provenía del oro de Yamashita..."


Ferdinand Marcos e Imelda en una visita a New York (septiembre 1982) al más puro estilo del Jet Set Internacional. En el tribunal anti-corrupción de Sandiganbayan, se presentaron un total de 28 casos penales y 43 casos civiles y de decomiso contra Imelda Marcos de 1986 a 1995. En noviembre de 2018, se fallaron los últimos casos penales en su contra, casi tres décadas después. Imelda Marcos fue declarada culpable de 7 cargos de corrupción, de los 10 cargos que involucran a organizaciones privadas con sede en Suiza que creó mientras estaba en el cargo. Fue absuelta de los otros 3 cargos relacionados con corporaciones con sede en Filipinas. Otros 10 cargos se archivaron entre 1991 y 1995. El Tribunal de Sandiganbayan la condenó a penas que van desde un mes a 11 años (condenas por cada caso). La Corte Suprema anuló algunos veredictos. En cuanto a los casos civiles para decomiso de bienes fueron presentados por la Comisión Presidencial de Buen Gobierno (PCGG). Hasta 2019 se desestimaron 24 casos civiles y de decomiso contra Imelda, al menos 18 siguen pendientes y uno está archivado en el tribunal antirrobo. Generalmente se han desetimado los casos por "falta de pruebas". También los Marcos se sometieron a la confiscación de fondos y activos tanto en Suiza como Filipinas, incluso Estados Unidos, Singapur. Como ejemplo el Tribunal Supremo Federal de Suiza, congeló todas las cuentas bancarias de Marcos en bancos suizos, en diciembre de 1990 falló a favor de la transferencia de estos activos por valor de unos 356 millones de dólares a Filipinas. En 1997, el tribunal suizo determinó que los fondos en las cuentas suizas eran de "procedencia criminal". La Corte Suprema de Filipinas en 2003  otorgó al gobierno los fondos suizos, que en ese momento crecieron a $ 658 millones y anuló la resolución de 2002 de Sandiganbayan que favorecía a los Marcos que apelaron la decisión de 2000 de la corte anti-sobornos en su contra. El PCGG luego remitió los fondos por valor de 35 mil millones de pesos  al Tesoro Nacional  en 2004.


Como en el mundo del Derecho, estamos ante un caso circunstancial.

Revisemos otra vez. Es verdad que del sudeste asiático los japoneses expoliaron una gran cantidad de oro, generalmente en lingotes, además de obras de arte, joyas y otros metales preciosos. También es verdad que gran parte de ese botín nunca llegó al Japón. Es verdad que parte de ese botín nadie lo ha podido encontrar, ni "arqueólogos" aficionados o entusiastas caza-tesoros del "becerro de oro", incluso a costa de su vida (accidentes sobre el terreno), ni grupos de búsqueda oficiales organizados por las autoridades filipinas o comisiones internacionales. Los rumores abundan.



Oro, fotografía de carácter ilustrativo


En 2017, las autoridades filipinas organizaron un grupo para buscar tesoros míticos... cerca del Centro de Convenciones de Baguio, ciudad a 250 kilómetros de Manila, otorgaron permisos para perforar un pozo en busqueda del legendario tesoro. Mucho ruido y nada de nueces, con la muchedumbre espectando en vivo el accionar de los excavadores. Decepción total, todos, incluidos los curiosos  se fueron con las manos vacías. Pero, eso no desalienta, viene más grupos de caza-tesoros, la búsqueda continúa ...

Es evidente que algo se encontró al final de la guerra, eso no se discute. A lo largo de las décadas contados y pequeños hallazgos habrán quedado repartidos en manos privadas. Muchos historiadores concuerdan que buscar el oro de Yamashita es inútil, de existir podría haberse escondido en cualquiera de las 7.100 islas de la región. ¡Vaya usted y encuéntrelo!

Al igual que muchos hechos históricos, en este caso particular, la verdad, a medias, se mezcla con típicas e inconfundibles leyendas urbanas. Muchos autores en busca de fama plantearon tesis demagógicas atractivas para llamar la atención de un lector ávido por lo oculto; sin duda, han hecho más "rico" el folklore popular de algunas regiones, tal es el caso de Filipinas. 

La existencia de cierta evidencia circunstancial, al ser examinada en conjunto, no logra dilucidar lo principal, no puede llegarse a una conclusión de algo que, a pesar de ser noticia, sigue manteniendo esa condición de "desconocido", ya que no existe pruebas válidas que convaliden tanta literatura y documentales de televisión. 

Seguro que no ha quedado claro, insistamos con la evidencia circunstancial.  Esta historia ha ido forjándose en base a... pruebas circunstanciales (perdón la redundancia). Expliquemos con un ejemplo: En el mundo del Derecho, no se puede comprobar, conforme a la ley, la existencia de una determinada conducta delictiva si la "evidencia circunstancial" o las "evidencias circunstanciales" no satisfacen las dudas, es decir, que no conducen a inferir una conclusión de hecho. Significa que no tenemos pruebas directas, claras y convincentes. Siguiendo la tónica de los ejemplos, en nuestro caso, la cantidad de oro involucrado, varía de relator a relator, desde miles a cientos de miles de toneladas de oro, cifras que dejan en rídiculo los cálculos científicos sobre la cantidad total de oro extraído en la historia de la humanidad. Salvo contadísimas excepciones (contadas con los dedos de una mano y sobran dedos)  jamás se ha encontrado el tesoro; o, nadie ha demostrado -salvo con papeles inventados para la "exclusiva de algún libro que pretendía ser un bestseller"- que los estadounidenses se llevaron el oro, etc.

La historia del "oro de Yamashita" carece de pruebas verificables. Podría ser que el "secreto mejor guardado del mundo", por ser eso, un "secreto", a voces, que mueve millones de dólares al año, no en tesoros desenterrados, sino a través del turismo de aventura, caza-tesoros, documentales de televisión, libros, etc, por su naturaleza "secreta" no habrá guardado ningún registro documentado de la época, característico de algo que no puede revelarse jamás. O bien, es un enorme fraude convertido en leyenda.


ANEXO

Un verdadero tesoro rescatado en Filipinas

En el transcurso de la "Campaña de Filipinas" (ofensiva japonesa diciembre 1941 - junio 1942), las fuerzas filipinas intentaron ocultar grandes cantidades de plata arrojándolas en la Bahía de Manila (Bahía Caballo), cerca de la Isla Corregidor, en 1942. Los japoneses se percataron de esa maniobra y obligaron a los prisioneros de guerra de la armada estadounidense a rescatar parte de ese tesoro, por supuesto no existe registros gráficos de aquello, pero si del posterior rescate de la plata por buzos del US Navy en noviembre de 1945. Aquí algunas fotos:





Estas fotografías provienen de algunas fuentes, pueden ser revisadas en la publicación que recopila la información "Corregidor Treasures", datan de noviembre de 1945.

Y, lo más importante, el US Navy tenía su base en la Isla Corregidor (Fort Mills) desde donde las unidades navales evacuaron el oro que mantenían los Estados Unidos en reserva (y seguramente del estado filipino). Aquí algunas fotografías:




El USS Trout (SS-202) se acerca al USS Detroit (CL-8) en Pearl Harbor a principios de marzo de 1942, para descargar un cargamento de oro que había evacuado de Filipinas. El oro se había cargado a bordo del Trout en la Isla Corregidor el 4 de febrero de 1942. Está y otras fotografías en la publicación que las recopila "Corregidor Treasures" corresponden a los Archivos Nacionales Departamento de Marina - Comando de Historia y Patrimonio Naval.

Debido a que algunos lectores prefieren la leyenda, disponemos de bonitas historias para satisfacer todos los gustos, las publicaremos en las siguientes entregas, acompañadas de datos históricos de trascendental valor. De antemano buena lectura.
Fuentes:

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