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28 junio 2023

Aquellos memorables días en que el fascismo era aporreado en las calles de Londres


La batalla de Cable Street es un mural en la calle Cable en Shadwell, East End de Londres (extremo este de Londres), representando la lucha contra el fascismo. Es una obra pintada en el costado del Ayuntamiento de St George por Dave Binnington, Paul Butler, Ray Walker y Desmond Rochfort entre 1979 y 1983 para conmemorar la Batalla de Cable Street en 1936. La PLACA conmemorativa: "La gente del este de Londres se reunió en Cable Street el 4 de octubre de 1936 y obligó a retroceder la marcha del fascista Oswald Mosley y sus camisas negras por las calles del East End. "NO PASARAN".


 Introducción por el editor del blog

He seleccionado y resumido algunos artículos sobre la oposición popular a las operaciones de intimidación y subversión de la extrema derecha inglesa antes y después de la segunda guerra mundial. No se debe menospreciar estos acontecimientos históricos ya que el fascismo inglés estaba muy decidido a convertirse en la quinta columna del nazismo, el BUF (Unión Británica de Fascistas) de sir Oswald Mosely quiso -y de hecho lo consiguió- pasar a la historia como potencial fuerza colaboracionista en caso de producirse la invasión alemana de la isla en 1941.

Sin duda es un apropiado momento para recordarlo, Gran Bretaña en la actualidad actúa de la misma forma, respaldando política y militarmente a las organizaciones neo-nazis que han sido incorporadas a las fuerzas armadas ucranianas para luchar contra Rusia, de la misma forma en que solapadamente apoyaban a la Alemania nazi para destruir a la Unión Soviética.

Aprender de las lecciones. En Gran Bretaña, recientemente una organizada extrema derecha se ha vuelto a registrar como partido político, de la misma forma en gran parte del mundo se  observa organizaciones fascistas y populistas de extrema derecha envalentonadas y confiadas para actuar a menudo con violencia.

Se ha discutido que el neofascismo es la respuesta a la descomposición de Occidente, algo similar a las primeras décadas del siglo XX, el crecimiento del poder de fuerzas populistas de ultraderecha es latente no solo en España y Europa, se observa en varios países del mundo.

La izquierda europea es un cero a la izquierda, al menos los Socialistas -mejor conocidos como "Socio-listos" que trabajan para el mismo patrón que domina la OTAN/UE.  La izquierda -que sigue manteniendo el privilegio de contar con mayor gente intelectual- como siempre, está dividida, ególatras a raudales (hay quienes quieren mejorar el sistema capitalista y otros que defienden un idealismo infantil). Sea como sea, aquello de poner fin al capital o conquistar el socialismo es cosa del pasado. La izquierda decadente abandonó al pueblo llano traicionando no solo sus principios sino a la gente que pretende representar.

Las fuerzas populistas de ultraderecha están -tranquilamente- ocupando su lugar y ahora "defienden" los derechos de los trabajadores y los valores conservadores. La extrema derecha progresa en muchos países y no tiene temor de proponer cambios autoritarios e, incluso a veces, se sienten cómodos al declararse antimperialistas. Es lo que se denomina neofascismo, una clara analogía al ascenso nazi al poder en 1933 y puede repetirse si los financieros y empresarios -por miedo- les entregan el poder.




Vale la pena citar al presidente de Colombia, Gustavo Petro, en su reciente visita y discurso en Alemania (Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung), “hoy tenemos a una izquierda europea que no sabe qué hacer, mientras el fascismo está avanzando. Lo pude ver en las calles de Madrid, mientras se organizaban contra mí, por el hecho de ser latinoamericano, por mi piel de color café con leche, por ser de izquierda”. 

En un interesante artículo publicado en "Diario 16" (16 junio 2023) "El auge de la extrema derecha como síntoma de un suicidio colectivo", José Antequera está convencido que "muchos españoles han votado por lo peor en lugar de votar por lo mejor, síntoma claro de una neurosis colectiva" (respecto a las últimas elecciones). "Estamos metidos de lleno en una pesadilla distópica con las manecillas del reloj de la historia avanzando al revés, en todos los países europeos, hacia el fascismo que nació hace casi un siglo. Cuando el ciudadano apuesta por opciones políticas autoritarias y antidemocráticas que llevaron el caos a la humanidad en el pasado es que algo, o mucho, se ha hecho mal".

Ahora, reflexiona el nombrado ensayista, debe explicarse ese "síndrome autodestructivo que parecía superado: la misteriosa atracción por la autodestrucción como pueblo, por la degeneración, por el suicidio colectivo. ¿Sabe el electorado que vota neofascismo lo que está votando realmente?... ". Parece que como señala: "Las modas políticas pasan, el fascismo permanece". "En definitiva, menos democracia, que muchos empiezan a odiar sin que haya motivo para ello, y más dictadura, más Franco, de quien la mayoría, sobre todo los más jóvenes, solo conocen el nombre y los bulos sobre el personaje que han mamado de los nuevos charlatanes del revisionismo histórico posfascista".

"El relato de la extrema derecha cuaja porque sabe conectar con lo más atávico y primitivo del ser humano. El miedo milenarista al futuro, el miedo al otro, el miedo a la rebelión sexual de la mujer y a la convulsa transformación hacia sociedades más justas e igualitarias.... Hay una enfermedad de base, un trastorno, un masoquismo sociológico que lleva al personal a querer lo peor en lugar de lo mejor. Una atracción fatal por el feísmo de la que ya nos advirtió Nietzsche. Una dulce inmolación como tribu. Los pueblos se matan a sí mismos cada cierto tiempo", concluye el análisis de José Antequera. 

No hay que desilusionarse al extremo de caer en un estado de depresión "política". Ofrezco a continuación algo que a muchos va a levantarles el ánimo. Por favor, continúe la lectura con unas memorables historias, cuando los fascistas eran aporreados en las calles londinenses.


La policía británica detiene a un manifestante antifascista en Cable Street, Londres, 4 octubre de 1936

Nota aclaratoria

La Batalla de Cable Street (que repasaremos) no fue la única "guerra" campal contra el fascismo en Gran Bretaña. Aquí enumeramos solo algunos importantes episodios, que pueden ser consultados en Wikipedia:

Batalla de Stockton: (10 septiembre 1933) Incidente entre miembros de BUF y antifascistas en Stockton-on-Tees, Condado de Durham, Inglaterra. Chocaron miembros de la Unión Británica de Fascistas (BUF) y manifestantes antifascistas del pequeño Partido Comunista local y del Movimiento Nacional de Trabajadores Desempleados (NUWM). Los comunistas expulsaron al BUF.

Batalla de South Street: (9 de octubre de 1934), incidente entre miembros de BUF y antifascistas en Worthing, Sussex. Como resultado, no hubo más marchas fascistas a gran escala en Worthing.

Batalla de Carfax: (25 mayo 1936) escaramuza en Oxford entre la BUF y antifascistas del Partido Laborista y el Partido Comunista de Gran Bretaña. (Mosley cantaba el himno del Partido Nazi, el "Horst-Wessel-Lied")

Batalla de De Winton Field: (11 de junio de 1936), enfrentamiento entre miembros de BUF y antifascistas, tuvo lugar en Tonypandy, Gales. Fue el último intento de la BUF de realizar un mitin en Gales. Miles de manifestantes antifascistas impidieron los discursos del BUF a pesar de estar resguardados por la policía.

Batalla de Holbeck Moor: (27 de septiembre de 1936), enfrentamiento entre miembros de BUF y antifascistas en  Holbeck, Leeds. Oswald Mosley y alrededor de 1.000 fascistas planearon una marcha por Leylands (un área con una importante población judía), marchando por la ciudad fueron "recibidos" por 30.000 antifascistas en Holbeck Moor. Pese a que la fuerza policial protegía a los fascistas hubo enfrentamientos, los fascistas superados en número huyeron.

En otras regiones europeas también sucedieron este tipo de incidentes violentos. Igual sucedía en Estados Unidos, Canadá y otras partes del continente americano. 


Segmentos de la batalla de Cable Street, mural en la calle Cable en Shadwell, Este de Londres.


Conclusiones

1) La movilización popular hizo trisas a los paramilitares fascistas a pesar de estar resguardados por la policía. Las manifestaciones antifascistas podían movilizar decenas de miles de ciudadanos y aporrear con gusto a los fascistas.  

2) Sin embargo, el fascismo se impuso políticamente en algunos países, el olor del dinero de la clase industrial y financiera obraba milagros. Es más que evidente que la aparición del fascismo fue resultado del miedo de las élites a la revolución y a la clase trabajadora junto a la rebeldía de los simples ciudadanos.



La Batalla de Cable Street




Londres, 4 octubre de 1936, se registra un suceso trascendental. Glyn Matthews en "85 years since the Battle of Cable Street" (85 años desde la Batalla de Cable Street) nos relata un episodio suscitado en las calles londinenses en aquellas ya lejanas fechas. Las siguientes líneas son un resumen del artículo de Glyn Matthews (el texto coorresponde al autor, el editor de este blog solo resume el artículo).

En 1936 Hitler ya estaba en el poder en Alemania y era política oficial perseguir a los judíos. Mussolini estaba en el poder en Italia y la guerra civil española estaba en marcha, solo unos pocos años antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Lo que se conoció como la Batalla de Cable Street fue un intento de Oswald Mosely y su Unión Británica de Fascistas (BUF) de solidificar su posición marchando por el extremo este de Londres con uniforme fascista completo (los fascistas británicos eran conocidos como los camisas negras). Este fue también un acto deliberado de provocación e intimidación. Se estimó que había 350.000 judíos viviendo en Gran Bretaña en ese momento, y aproximadamente la mitad vivía en el extremo este de Londres (East End), el yiddish era a menudo la lengua en muchas de esas comunidades.


Sir Oswald Mosley, líder de la Unión Británica de Fascistas -BUF- es saludado por sus "Camisas Negras" (fotos de archivo, no corresponden a la Batalla de Cable Street)


En ese momento, los Camisas Negras habían estado ganando un impulso significativo. Dos años antes celebraron un notorio mitin en el Olympia de Londres con 12.000 asistentes, incluidos 2.000 en uniforme completo listos para atacar a cualquier oposición que se atreviera a aparecer. Afirmaron tener 40.000 miembros y tenían el apoyo activo del sensacionalista Daily Mail, un diario nacional.

Si hubieran podido marchar con éxito por el extremo este de Londres sin oposición, habría sido desastroso para la comunidad judía, así como para muchos otros grupos étnicos o religiosos, y también para todos los socialistas y sindicalistas. En el período previo a la marcha, el BUF celebró una serie de reuniones en todo el extremo este para avivar el odio hacia la comunidad judía. Hubo una respuesta inmediata de la comunidad, el Consejo del Pueblo Judío, que inició una petición para prohibir la marcha, que obtuvo más de 100000 firmas en solo dos días. Sin embargo, el sentimiento de la comunidad y los activistas de base no fue igualado por el liderazgo. La jerarquía judía organizó eventos deportivos para tratar de asegurar que los jóvenes judíos estuvieran fuera del Extremo Este el día de la marcha.


La policía choca con los manifestantes antifascistas, Batalla de Cable Street


La dirección del Partido Comunista jugó un papel increíblemente cínico. Estaban en una posición muy poderosa, teniendo una base muy fuerte de apoyo y membresía dentro del Extremo Este. Phil Piratin, quien más tarde se convirtió en miembro del parlamento del PC, dijo: "Si Mosley decide marchar, déjenlo. No intentes el desorden". Sin embargo, la Liga de Jóvenes Comunistas había organizado el mismo día una manifestación en Trafalgar Square (centro de Londres) en solidaridad con la república española, sin el sentido de ironía de que el mejor apoyo posible para la república española en la guerra civil contra los fascistas era oponerse a los fascistas en su puerta.

Afortunadamente, la oposición desde abajo creció desde dentro de las filas del PC, grupos judíos y otros como el Partido Laborista Independiente. Como resultado, el día de la marcha 300.000 personas salieron a las calles para enfrentarse a los camisas negras y a la policía que intentaba escoltarlos. Fue una verdadera muestra de desafío de todos los sectores de la clase trabajadora. Las barricadas fueron erigidas por estibadores católicos irlandeses alrededor de Commercial Road y Cable Street. Se vio a niños lanzando canicas, impidiendo el avance de los caballos de la policía, que no podían navegar sus cascos alrededor de las canicas. Las ollas se vaciaron sobre las cabezas de los fascistas, las calles estallaron con comunistas, sindicalistas, judíos, irlandeses y todas las nacionalidades de todas las edades y géneros.


Arriba: La policía despeja una barricada erigida por los manifestantes para dar paso a la marcha fascista  Abajo: Antifascistas corren mientras la policía ataca una barricada cerca de Aldgate. (Batalla de Cable Street)


Fue una derrota vergonzosa para Mosely y el BUF. Se vieron obligados a retirarse, incluso con la policía tratando de ayudarlos. Las comunidades de la clase trabajadora demostraron que no solo no eran bienvenidas, sino que se les impediría estar allí. El BUF nunca se recuperó de esto y cada vez que grupos de extrema derecha como este han intentado marchar por toda Gran Bretaña, el espectro de Cable Street se cierne sobre ellos y siempre encuentran resistencia.

Si muchos, particularmente en el PC, hubieran escuchado a la dirección en lugar de organizar una campaña de frente único de todos los sectores de la clase obrera en sus comunidades para construir una resistencia de masas para garantizar que los fascistas no pudieran pasar, entonces los eventos podrían haber resultado muy diferentes de lo que lo hicieron. Ese es el verdadero legado de los héroes de Cable Street.
 

La policía arresta a manifestantes antifascistas. (Batalla de Cable Street)


"The Main Event". El gran concierto organizado por Blood & Honour, 27 de mayo 1989 y el esfuerzo antifascista para cancelarlo.

Esta parte está basada en el libro "No Retreat: The secret war between Britain's anti-fascists and the far right" (Sin retroceder: La guerra secreta entre los antifascistas británicos y la extrema derecha), de Dave Hann, Steve Tizley. Milo Books, 2003; y, en el artículo de Kiko Amat, "El año en que milité en la Anti-Nazi League", (Jot Down).

El movimiento británico de militantes antifascistas tiene una rica tradición que se remonta a los años 20 del siglo pasado, cuando lucharon en la legendaria y victoriosa batalla de Cable Street. Ahora iremos a una época posterior, a los salvajes años 70, cuando los nazis del Frente Nacional (FN) comenzaron a levantar sus cuernos nuevamente


"Estos cabrones del FN se han salido con la suya golpeando a nuestra gente durante demasiado tiempo. No puedes quedarte de pie gritando insultos y agitando una bandera mientras corren golpeando a la gente. Tienes que hablarles en el único idioma que entienden, y ese es un puño, un zapato o un palo. El FN cree que ganarán poder a través de la violencia política, como lo hicieron los nazis en Alemania. Debemos utilizar los mismos medios contra ellos... les vamos a patear el trasero!" (cita del libro de Dave Hann y Steve Tizley).

¿Pero qué era Blood & Honour? Fue una red de promoción musical neonazi y grupo político extremista de derecha fundado en el Reino Unido por Ian Stuart Donaldson y Nicky Crane en 1987. Conformado por nacionalistas blancos que mantienen vínculos con otras organizaciones similares en diversos países; mas, sus raíces se remontan a 1977 en el Reino Unido, cuando el nacionalista blanco Frente Nacional (FN) fundó el movimiento Rock Against Communism (RAC) en respuesta a la campaña Rock Against Racism de la Liga Antinazi. Con la ayuda del FN, el White Noise Club (WNC) organizó conciertos bajo el nombre de RAC que creció a lo largo de 1983 y 1984. Con los años, las intestinas divisiones, corrupción y crímenes fueron mermando su grado de movilización.




La gente de Blood & Honour estaba frustrada por el éxito de la campaña que AFA (Anti-Fascist Action -AFA o Antifa-) estaba librando contra sus tiendas de Carnaby Street. Estos puntos de venta fueron su primer intento de expandir sus actividades al espacio público después de años de organizar eventos clasificados. Hasta este punto, habían vendido la mayoría de sus productos a través de pedidos por correo o en sus eventos, pero aparentemente esperaban que salir de la reclusión les permitiera recaudar más dinero y capital político.

En la primavera de 1989, la red internacional Anti-Fascist Action descubrió que Blood & Honour planeaba organizar un gran concierto en algún lugar del centro de la ciudad el 27 de mayo. Se suponía que era una respuesta a la campaña de la AFA contra sus pubs y tiendas. Por primera vez, Blood & Honour anunciaba públicamente que celebraría un concierto en Londres.

El concierto estaba destinado a ser el evento de extrema derecha más grande hasta la fecha y debía presentar siete bandas. Se distribuyeron 1200 boletos por su círculo. Miles de folletos anunciaban el concierto bajo el título "The Main Event" (Evento principal) se distribuyeron por toda Europa y en el mundo. Los conciertos de Blood & Honour eran difíciles de interrumpir o descubrirlos. En su mayor parte, la información sobre ellos se proporcionaba solo a los adherentes conocidos del movimiento, y aun así, el lugar no se daba por adelantado, sino solo detalles del lugar de la reunión. Los nazis eran llevados en autobuses, o trasladados en grandes grupos en transporte público a un lugar secreto que fácilmente podría estar a varios kilómetros de distancia. Al mismo tiempo, se reservaron espacios alternativos bajo nombres falsos donde el evento podría ser trasladado si los antifascistas descubrían e interrumpían los planes originales. En algunas ocasiones anteriores se habían armado pequeños golpes y tratado de atacar a algunos fascistas en su camino a los conciertos. 

"Nos encontramos con Ian Stuart Donaldson varias veces, a quien perseguimos repetidamente. Pero éramos conscientes de que tales tácticas causaron solo un daño menor a los nazis. Sin embargo, ahora que los fascistas han lanzado públicamente el guante y están a punto de salir a la luz con sus actividades, los antifascistas tienen una gran oportunidad de enfrentarlos cara a cara" (Dave Hann y Steve Tizley).




Para no hacerles más largo el cuento, hay que destacar que hubo "batallas" campales y emboscadas antifascistas en Hyde Park y sus alrededores. Por la noche, un pequeño grupo de antifascistas atacó la tienda Blood & Honour en Riding House, rompiendo las ventanas delanteras y derramando lejía por todo el interior. Este ataque fue la culminación de meses de trabajo que involucraron manifestaciones, peticiones y otros tipos de protestas que finalmente llevaron a la tienda al cierre.

Al día siguiente el "Evento Principal" finalmente se  llevó a cabo en el Red Lion Club en Gravesend, Kent. Unos setecientos skinhead (cabezas rapadas) neonazis pudieron llegar, pero solo se permitió la entrada a 400, por lo que 300 ni siquiera miraron dentro y otros 500 ni siquiera llegaron allí. 

Las actividades de Blood & Honour se cerraron totalmente unos meses después de estos eventos. Perdieron mucho dinero, su imagen sufrió notablemente porque no pudieron enfrentarse a los antifascistas en Hyde Park, perdieron mucho respeto de sus amigos del extranjero que se quejaron de la trágica organización del evento.

 

Rock Against Racism (RAR) 1978, marchando hacia el sitio del carnaval. En la La gráfica se observa a un numeroso grupo de antifascistas pasando por Trafalgar Square (Londres).


En su relato sobre la breve "militancia" (1999) en las organizaciones antifascistas londinenses, Kiko Amat afirma que se le aseguró que los miembros del AFA eran "unos tarugos sanguinarios e iletrados pero están de nuestro lado". Los nazis de Blood & Honour habían atestiguado este hecho en sus magullados traseros cuando el famoso incidente del "Evento Principal" en 1989 y su intento de organizar un macro concierto de bandas nazis en el oeste de Londres. "La discretísima idea de Blood & Honour era reunir a todos sus seguidores en Hyde Park Corner y luego encaminarse sin llamar la atención (un gran plan: centenares de skins rapados portando cruces gamadas en el centro de Londres, silbando y con las manos a la espalda, la-lo-li-lo-li-loo) hacia la localización secreta del concierto. No importa demasiado la hora o el lugar acordados, porque los nazis jamás pasaron de Hyde Park. Un millar de antifascistas, la gran mayoría del AFA, les arrearon a aquellos rapazuelos nacionalistas una de las GRANDES palizas de la historia del antifascismo. Qué digo: de la historia en general. Fue el fin ratificado de Blood & Honour en Londres. O sea, en serio. Las siguientes actividades de Blood & Honour tendrían lugar en granjas ignotas en mitad de las Midlands, o en pubs desvencijados en algún culo-del-mundo del Gran Londres, con asistencias que oscilaban entre lo risible y lo directamente grotesco" (Kiko Amat).


Rock Against Racism, 1978


El final de los fundadores de Blood & Honour

Nick Crane fue uno de los pocos realmente duros en la escena nazi. Irónicamente, dada su extrema homofobia, también era abiertamente gay. Murió de SIDA unos años más tarde, y fue solo cuando la enfermedad lo privó de fuerza y vitalidad que sus hermanos arios reunieron el coraje suficiente para criticar públicamente su sexualidad.

Ian Stuart Donaldson, después del ataque de los antifascistas tuvo que vivir en semi clandestinidad perseguido por los Antifa y en líos de dinero con sus camaradas. En 1993, resultó gravemente herido en un accidente automovilístico y murió un día después a la edad de 36 años. El accidente fue escenificado por la paranoica extrema derecha como el típico asesinato del servicio secreto británico MI5.

Nota adicional


Carteles de propaganda de 2018, Rock Against Racism
Estos carteles del 2018 convocan a celebrar el 40ª aniversario de los carnavales Rock Against Racism (RAR), que no es solo un festival de música, forma parte de un movimiento político y cultural. Apareció en 1976 ante los continuos ataques racistas en las calles del Reino Unido y la arremetida del Frente Nacional, grupo de extrema derecha en la política y las urnas. Los activistas del RAR, entre 1976 y 1982, organizaron carnavales y conciertos por todo el país. A través de la música se disuadía a los jóvenes a no abrazar el racismo, por lo mismo su aspecto multiétnico era notorio. La música y los artistas era variable dentro de lo que denominamos género música pop. "Reggae, soul, rock'n'roll, jazz, funk y punk" era uno de los lemas de RAR. En 1978 RAR organizó en Londres dos Carnavales junto a la Liga Anti-Nazi (ANL). El 30 de abril de 1978, alrededor de 100.000 personas marcharon por las calles hasta Victoria Park donde se celebró el concierto al aire libre. El segundo carnaval tuvo lugar el 24 de septiembre de 1978 con un número similar de asistentes que marcharon al concierto desde Hyde Park, cruzaron el Támesis hasta Brockwell Park en Brixton. Los festivales se han repetido en varias ocasiones desde entonces.


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85 years since the Battle of Cable Street

BLOOD & HONOUR

The Main Event, 27 May 1989

El año en que milité en la Anti-Nazi League

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