Historia y no propaganda
Parte II
Las guerras mundiales
Una vez más, advertimos que no vamos a explayarnos en estos temas, sino señalar las consecuencias de estos hechos históricos en el intento de destruir definitivamente a Rusia. Veamos.
La Gran Guerra – La Revolución y la guerra civil rusa
Primera Guerra Mundial
El mariscal de campo Paul von Hindenburg compartía los sueños expansionistas de su socio, el general Erich Ludendorff. Los dos hombres acordaron firmemente extender las fronteras de Alemania con la mirada fija principalmente en el Este y en el Imperio Ruso. Tenían la intención de germanizar y colonizar grandes áreas de Europa central y oriental, como Rumania, Polonia, Ucrania, Bielorrusia, Lituania, en diciembre de 1917, Hindenburg dijo que quería las regiones bálticas con fines estratégicos en la próxima guerra (ya tenían en mente una nueva guerra entre otros contra Rusia).
Las divisiones alemanas en el frente oriental estaban capturando importantes territorios de los rusos, para finales de septiembre de 1915, el Ejército Imperial Ruso había perdido casi dos millones de hombres y los alemanes marcharon más hacia el este, a finales de octubre de 1915 Ludendorff y Hindenburg trasladaron su cuartel general a Kovno (Lituania central). Ludendorff anexó la antigua provincia de Curlandia en 1915, en el oeste de Letonia, de gran relevancia estratégica en el Mar Báltico por la importación de mineral de hierro de Suecia. En diciembre de 1917, Ludendorff controlaba toda Europa central y la mayor parte de Europa oriental.
Desde inicios del conflicto, Berlín había invertido millones de marcos en tratar de fomentar la revolución en la Rusia zarista, una nación que había estado bajo el dominio de la dinastía Romanov durante más de 300 años. En octubre de 1917, la toma del poder de los revolucionarios de Vladimir Lenin marcó el final de la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial. La Rusia bolchevique concluyó un armisticio con el Imperio alemán el 15 de diciembre de 1917 que culminaría el 3 de marzo de 1918 cuando se vieron obligados a firmar el tratado de paz en Brest-Litovsk (dos semanas antes, en febrero de 1918, Ludendorff ordenó una invasión alemana en todo el frente oriental, a fin de insistir en sus puntos de vista ante Lenin). Ludendorff expuso extensamente sus términos finales de paz con la nueva Rusia bolchevique, el ejército imperial ruso estaba fulminado como una anticuada fuerza de combate, sus tropas regresaban a casa en masa.
Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff, los verdaderos Señores de la Guerra germanos.
Ludendorff estaba implacablemente decidido a saquear una gran parte del flanco occidental del antiguo Imperio Ruso y en proceso de absorción para el Reich. Incluía regiones que se extendían desde el Báltico mil millas hacia el sur hasta el Mar Negro. El liderazgo militar alemán codiciaba el petróleo, la madera, los depósitos minerales y el grano de estas regiones, lo que garantizaría que Alemania pudiera resistir fácilmente un bloqueo británico en un futuro conflicto.
Como más humillación para Rusia, y para demostrar su desprecio por los bolcheviques, Ludendorff concedió a Finlandia, Polonia y Ucrania su independencia, todas antes parte del Imperio ruso, mientras que Bielorrusia, Estonia y Letonia quedarían ocupadas por el ejército alemán. También fueron despojados a los rusos el puerto de Batumi en el Mar Negro y el Óblast de Kars.
La Revolución Rusa y la Guerra Civil
Oficialmente, el "Imperio Ruso" fue la denominación de los territorios de Rusia entre 1721 y 1917, se le conocía como la "Rusia Imperial", dirigida por el Emperador o Emperatriz de todas las Rusias, época de gobierno con una Monarquía Absoluta (1721-1905) y Monarquía Constitucional Autocrática (1905-1917). Ese sistema colapsó tras la denominada "Revolución de Octubre", acciones revolucionarias conocidas como la "Revolución rusa", el derrocamiento del régimen zarista imperial y la creación de la "República Socialista Federativa Soviética de Rusia" controlado por un Gobierno Provisional, dirigido por los soviets o consejos de trabajadores en plena guerra mundial (1917).
El Gobierno Provisional decidió continuar la guerra contra Alemania, mientras bolcheviques y otras facciones socialistas clamaban por acabar con la contienda. Los bolcheviques que controlaban las milicias obreras se transformaron en la "Guardia Roja" (futuro Ejército Rojo) y asumieron el poder, Vladimir Lenin al mando del Partido bolchevique, junto a trabajadores y soldados de Petrogrado, derrocaron al gobierno provisional, dando paso a un gobierno bolchevique (el Sovnarkom), claramente comunista.
Dado los traspiés militares del Gobierno Provisional, los bolcheviques pusieron fin a la guerra con Alemania, en un acto forzado (en parte) firmaron el Tratado de Brest-Litovsk (marzo 1918). Ei Imperio Ruso fue abolido, desatándose un convulsionado periodo de guerra civil, las fronteras variaron constantemente, se desató un conflicto territorial con la naciente Polonia (como consecuencia de no definir claramente las fronteras en el Tratado de Versalles, Guerra Ruso-Polaca, 1919–1921).
Intervención de potencias extranjeras.
El caos en el ex imperio de los zares fue aprovechado por otras naciones. Con el apoyo de fuerzas expedicionarias extranjeras provenientes de las potencias coloniales europeas, incluso de los Estados Unidos, una facción conocida como el "Movimiento Blanco" (contra-revolucionario o anti-bolchevique) se alzó en armas contra la facción "Roja" (bolcheviques), desatándose la Guerra Civil en Rusia que llevaría a varios años de guerra. Finalmente, los bolcheviques vencieron abriendo el camino a la proclamación de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) en 1922.
En el presente sigue siendo popular la versión de que fueron los bolcheviques quienes provocaron la intervención extranjera en Rusia, ya que personajes como Trotsky había llamado a la "revolución mundial" difundiendo la doctrina comunista, el socialismo corrió con fuerza por Europa. Por otro lado, se dice que los aliados occidentales temían que los bolcheviques conspiraran con los alemanes tras la firma de Brest-Litovsk, en plena guerra mundial.
Una de las figuras que apoyaban en 1919 una intervención militar internacional a gran escala contra el nuevo gobierno ruso era Winston Churchill, en calidad de secretario de Estado de Guerra. En marzo de 1919, Churchill se trasladó a París, donde se estaba celebrando la Conferencia de Paz de Versalles, para presionar por más guerra. La contribución británica a la cruzada anti-bolchevique para que los "Blancos" recuperen el poder en Rusia fue grande, desde municiones hasta los temidos tanques de guerra, sumados a las importantes fuerzas de "voluntarios británicos" que lucharon en diferentes frentes junto a fuerzas expedicionarias y voluntarios de otros países europeos. Churchill no fue el único que intentó derrocar a los bolcheviques, esos mismos prejuicios fueron la postura para que países como Francia, Estados Unidos y hasta Japón se lanzaran en una campaña militar para destruir a la naciente ideología reinante en Rusia, con el pretexto de que no era admisible que en Rusia haya asumido el poder un "partido proalemán".
Desfile de tropas estadounidenses en Vladivostok en 1918 (fotos de Sputnik)
Ya durante una conferencia, diciembre de 1917, Estados Unidos, Francia y Reino Unido acordaron repartirse Rusia mediante las famosas "zonas de influencia", para lo cual contaban con la ayuda de los "Blancos". Las potencias occidentales decidieron dividirse Rusia, con el pretexto de evitar que el Imperio de Japón llegara a ocupar la región (pero como se observa en las fotografías, todas esas fuerzas desfilaron en conjunto). Muy poco se habla sobre el esfuerzo de guerra de los Estados Unidos para acabar con el nuevo gobierno en Rusia.
El 15 de agosto de 1918, el Departamento de Estado rompió las relaciones diplomáticas con Rusia y comenzó la invasión estadounidense de la que pocos hablan. La intervención militar del US Army se produjo tras el desembarco de 8.000 soldados en la ciudad rusa de Vladivostok -agosto de 1918-, esa fuerza incluía efectivos de Canadá, Italia y Gran Bretaña. Se halla documentado actos de violación de derechos ciudadanos por la violencia desmedida de estas tropas extranjeras. No en pocas ocasiones las fuerzas soviéticas chocaron contra los militares estadounidenses.
Desfile de tropas internacionales en Vladivostok, septiembre de 1918. Nótese las banderas de los participantes.
El final de la ocupación llegó con la derrota del Ejército Blanco. Se había perdido la justificación para la intervención militar extranjera, las fuerzas estadounidenses abandonaron la región oriental de Rusia el 1 de abril de 1920. La Guerra Civil Rusa, sin duda, pudo haber sido más corta y menos sangrienta sin la intervención de las potencias extranjeras, posiblemente el conflicto hubiera terminado alrededor de 1918. (Sputniek).
Pero el caos no terminó ahí, las potencias coloniales europeas y otros estados buscaron otros medios, que los tenían en abundancia. En medio de la revolución y la guerra civil empezaron a proclamarse diversas repúblicas en territorio del antiguo Imperio Ruso. En realidad, no todas esas "repúblicas" estaban en capacidad de constituirse en tales, bajo la figura jurídica de un estado conforme el Derecho Internacional, fueron “estados” efímeros de la guerra civil rusa de corta existencia.
Mapa de la "desmembración" del Imperio Ruso tras la revolución de 1917.
Mediante la intervención armada en Rusia en 1918-1920, los imperios coloniales intentaron terminar con la revolución de 1917, Las tropas intervencionistas se retiraron sin gloria, el proyecto fracasó miserablemente por varias razones: dura resistencia de los revolucionarios rusos, aunque divididos hubo apoyo a la revolución de la mayoría del pueblo ruso y de otros pueblos del antiguo imperio zarista; existió oposición dentro de los propios países intervencionistas, muchos soldados y civiles simpatizaban con la revolución bolchevique, eso quedó demostrado a través de manifestaciones, huelgas e incluso motines. Las élites de Londres, París y otras capitales de Europa occidental esperaban que el experimento revolucionario en la Unión Soviética se derrumbara por sí solo, pero ese escenario no tuvo lugar… Y se preparó un nuevo evento.
Mapa de la guerra civil rusa 1918 1921. El mapa representa las operaciones militares entre 1918 - 1921. Las
leyendas describen la situación. El conflicto no fue solo nacional, contó con la participación directa y encubierta de otros estados (incluida tropas estadounidenses) ante el temor de que la doctrina bolchevique se afiance
y se expanda por la región.
La Segunda Guerra Mundial
¿No fue Polonia quien firmó en enero de 1934 un 'Pacto de no Agresión' mutuo con la Alemania nazi por 10 años? La historia, no miente, está bien documentada. En 1935, Hermann Goering visitó Varsovia y propuso al gobierno cuasi fascista de Polonia aliarse para la futura expansión hacia el Este, se les prometió una buena parte de la entonces Ucrania soviética y otros territorios como trofeo de guerra. Los polacos (mejor dicho, el gobierno militar de Polonia) aceptó gustoso la "iniciativa alemana", creyeron en los nazis y se sumaron a la campaña de chantajes territoriales de su "maestro" Hitler (Pacto de Múnich, alianza entre Francia, Reino Unido, Alemania nazi, Italia fascista y Polonia, también Hungría, quienes pactaron desmembrar Checoslovaquia, en muchos casos mediante el ultimátum y el uso de las armas).
Se puede, y no hay temor de decirlo, que la Alemania nazi fue un estado paria que condujo a varios estados europeos -con el consentimiento de las potencias coloniales- a unirse en su guerra para explotar los recursos de la URSS mediante una guerra de aniquilación, no sólo de las naciones que conformaron la URSS, sino que la destrucción de Rusia era un objetivo prioritario.
Hitler construyó su ejército con la intención de usarlo, borrar a la Unión Soviética de la faz de la tierra era la consigna. Las élites de Londres, París y del mundo occidental aprobaron el plan, lo alentaron, apoyaron y financiaron, ¿por qué? “La Unión Soviética fue la encarnación de la temida revolución social, la fuente de inspiración y orientación para los revolucionarios en sus propios países e incluso en sus colonias, porque los soviéticos también eran antiimperialistas que, a través de la Komintern (o Tercera Internacional), apoyaban la lucha por la independencia en las colonias de las potencias occidentales” (Pauwels)
Tras la Gran Depresión que devastó el mundo capitalista, el "sistema" socialista se hizo cada vez más atractivo a los ojos de los trabajadores y ciudadanos de Occidente quienes sufrían desempleo y miseria. La URSS era una espina en el costado de las élites en Londres y París. Por eso, Hitler y su plan de cruzada antisoviética, se perfiló útil para las élites europeas y estadounidenses; las corporaciones y los bancos de EEUU, británicos y franceses, ganaron mucho dinero ayudando a la Alemania nazi a rearmarse, prestaron gran parte del dinero para hacerlo. También creían que alentar a los nazis en el Este evitaría el riesgo de agresión alemana contra Occidente. Por esas razones las propuestas de Moscú para una alianza defensiva -Tratado de Seguridad Colectiva en Europa- contra la Alemania nazi no fue de interés para las élites europeas.
Tarjeta postal alemana conmemorativa al "Pacto de Múnich", fechada en noviembre de 1938
No hay que dejar de pasar por alto el hecho de que, la opinión pública en Europa, incluso una parte de los medios de comunicación, eran abrumadoramente hostiles a Hitler, querían que se firmara la propuesta soviética de una alianza defensiva contra la Alemania nazi. “Las élites querían evitar esa alianza, pero también deseaban crear la impresión. que querían una. Por el contrario, las élites querían alentar a Hitler a atacar a la Unión Soviética e incluso ayudarlo a hacerlo, pero necesitaban asegurarse de que el público nunca se diera cuenta de eso”. El deseo real -como se explica- era apoyar y auspiciar el “diseño” antisoviético de Hitler, eso se conoce como la "política de apaciguamiento". El “apaciguamiento” fortaleció militarmente a la Alemania nazi e hizo a Hitler cada vez más ambicioso y exigente.
El "pacto" que concluyeron con Hitler en Múnich concedió al dictador alemán el privilegio a NO mantener la paz, y si el “derecho” a seguir soñando con la cruzada nazi contra la Unión Soviética. “¡Paz en nuestro tiempo!”, proclamó Chamberlain. Eso significaba paz para su propio país y sus aliados, pero no para la Unión Soviética, cuya destrucción a manos de los nazis esperaban ansiosamente. No obstante, no debe olvidarse nunca que Hitler deseaba la guerra y enfureció al no poder aplastar militarmente a Checoslovaquia, él no deseaba la "Conferencia de Múnich", de todos modos, al poco tiempo devoró a su víctima de turno "pacíficamente" bajo complicidad británica, francesa y polaca.
Para los soviéticos, Múnich fue la gota que colmó el vaso y que condujo directamente al pacto de no agresión germano-soviético, el pacto de no agresión de Múnich era exactamente lo mismo, para Moscú fue una provisional estrategia de seguridad porque entendía que la iniciativa alemana se llevaría a cabo -tal como lo comprobaron en junio de 1941-. El tratado Molotov-Ribbentrop fue una medida obligada que asumió la URSS ante los acuerdos de no agresión que otras naciones europeas habían ya suscrito con Hitler.
La casi desconocida “Operación Pike”
¿Planearon Inglaterra y Francia atacar a Rusia antes de la invasión de Hitler a ese país?, se cuestiona Ron Unz, aseverando que durante más de ochenta años, uno de los puntos de inflexión más cruciales de la segunda guerra mundial ha sido omitido de casi todas las historias occidentales.
Es un hecho documentado que apenas unos meses después de que iniciara la guerra y que su socio alemán les traicionará, Gran Bretaña y Francia decidieron atacar a la aún neutral Unión Soviética, la consideraban militarmente débil y que ahora era un proveedor de recursos naturales para la maquinaria de guerra de Hitler. Pensaban que al impedir un avance alemán hacia el frente occidental, “tenían” que su mejor oportunidad de vencer a Alemania, derrotando al “cuasi” aliado soviético de Alemania. Mundo de fantasía en la que vivían las potencias coloniales. Insistamos, desde los primeros días de la revolución bolchevique, los aliados habían sido intensamente hostiles a la URSS, y la realidad resultó completamente diferente, fueron los soviéticos los responsables de la destrucción del 80% de las formaciones militares de Alemania.
La “Operación Pike” pretendía utilizar escuadrones de bombarderos con base en Siria e Irak para destruir los yacimientos petrolíferos de Bakú en el Cáucaso soviético, al tiempo que trataban de alistar a Turquía e Irán en su planeado ataque, creían que sólo unas pocas semanas de ataques de bombarderos devastarían totalmente los yacimientos. El objetivo al destruir los campos petroleros soviéticos era cortar el suministro de combustible y producir una hambruna que derribara por si sola al régimen comunista. Todas estas suposiciones aliadas eran completamente incorrectas. Sólo una pequeña fracción del petróleo de Alemania provenía de los soviéticos, por lo que su eliminación tendría poco impacto en el esfuerzo bélico alemán.
El ataque aliado contra la URSS habría representado la mayor ofensiva de bombardeo estratégico de la historia mundial hasta la fecha, fue programado y reprogramado durante los primeros meses de 1940. El plan fue abandonado después de que los ejércitos alemanes cruzaran la frontera francesa, rodearan y derrotaran a las fuerzas terrestres aliadas y sacaran a Francia de la guerra, para tristeza de las élites occidentales. Fueron los alemanes quienes obtuvieron todos los documentos secretos de la “Operación Pike”, es uno de los argumentos por los que Stalin desconfiaba de los tardíos esfuerzos diplomáticos de Churchill, antes del ataque de Hitler un año después -“Operación Barbarroja”-.
“Si todos nuestros libros de historia de la Segunda Guerra Mundial pueden excluir una historia totalmente documentada de tan enorme importancia, obviamente no se puede confiar en ellos respecto de nada más”, enfatiza Ron Unz.
No debe extrañarnos la existencia -poco conocida- de la “Operación Pike” que buscaba seguir “apaciguando” a un Hitler que terminó solicitando un pacto de no agresión a Stalin; es una de las razones fundamentales por las que esas potencias coloniales sabotearon a los soviéticos la firma de los Acuerdos de Seguridad Colectiva (para defenderse de la amenaza nazi) y que engañosamente venían “negociando” con la URSS desde la década de 1930 hasta las cercanías de la guerra en agosto de 1939, cuando aún existía la posibilidad de hacer algo para detener la agresión nazi. A los dirigentes soviéticos no les quedó otra opción que aceptar el pacto de no agresión propuesto por los alemanes.
Conclusiones sobre la Primera y Segunda Guerra Mundial
Respecto a la Gran Guerra, hay que ser claros en honor a la verdad histórica, todos los imperios desearon esa guerra, por lo mismo, el Imperio Alemán se preparó para el conflicto. Desde los tiempos de Bismark, la Realpolitik germana solo conducía por una vía: Expansión territorial mediante la guerra, los alemanes diseñaron su estrategia expansionista, planificaron la guerra para la victoria, su gran anhelo no eran las tierras occidentales de los imperios francés y británico (salvo colonias en ultramar), la Realpolitik germana veía su futuro en la conquista del Este europeo, los territorios rusos. “Curiosamente”, 20 años después, Hitler no renunció a esa misma expectativa. Y esa historia no ha terminado en pleno siglo XXI en que los alemanes siguen metiendo las narices en Rusia.
La invasión de la URSS de 1941 fue la causa de la desaparición del Imperio Alemán en 1945. Desde el punto de vista estrictamente económico esa invasión fue un negocio totalmente desastroso. Los recursos que obtuvo Alemania de la URSS fueron menos importantes de las que consiguió en el occidente europeo sin casi disparar. El fracaso en la explotación económica de la que debería haber sido la joya de las colonias alemanas hay que buscarla en última instancia en el propio Hitler y su ignorancia sobre la economía, que era casi total. Lo paradójico es que el Imperio Alemán de Hitler hubiese podido conseguir bastante más con el comercio pacífico con la URSS que mediante la guerra.
Y aquí aparece nuevamente la mano occidental, los centros industriales, para transformar los recursos naturales que se pensaba explotar en territorios soviéticos, se encontraban en Europa central y occidental, sólo tenía sentido si era posible transportarlos (dadas las circunstancias militares, esto era claramente imposible). No hubo más alternativa para mantener en marcha la economía de guerra nazi, depender de los países occidentales ocupados, donde, a pesar de las dificultades, fueron capaces de aportar industrialmente mucho más que los territorios ocupados de la URSS.
Hoy, nadie quiere recordar en la democrática Europa que los totalitarios comunistas de la URSS hicieron lo razonablemente posible para apoyar la seguridad colectiva de Europa y la resistencia checoslovaca contra la agresión nazi.
¿Por qué Europa negó ayer (a la URSS) y hoy a Rusia aceptar un convenio de seguridad colectiva? Las garantías fueron negadas a Rusia antes del estallido de la guerra con Ucrania, Europa se negó a entablar reales acuerdos para ese estatuto de seguridad que brindara garantías a la soberanía rusa y al resto de Europa. Como hemos dicho, ese mismo acuerdo, gracias a los más grandes imperios coloniales del mundo: Gran Bretaña y Francia, fueron negados a la Unión Soviética, porque esperaban que la Alemania nazi la aplastara.
Tanto en los años 30 del siglo XX como en los años 20 del siglo XXI, Europa y la UE/OTAN, respectivamente, solo parecen haber tenido un objetivo: Destruir la URSS y destruir Rusia, en su orden. ¿Por qué?...
Continuaremos...
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