Entrevista a Thierry Meyssan
Entrevistador: Jorge Santa Cruz (periodista mexicano)
Publicación original: Periodismo Libre
31-03-2017
Breve preámbulo del redacto del blog.
Al igual que la entrega anterior, una entrevista sobre el nuevo libro de Thierry Meyssan, hoy nos enfocamos en una nueva entrevista. Leer a Meyssan significa aprender sobre la realidad del mundo contemporáneo. No cabe duda que sin las ponencias de este magistral politólogo y periodista francés (exiliado en Siria por amenazas de muerte impartidas en el gobierno de Nicolás Sarkozy) entender la problemática del Oriente Próximo sería un verdadero dolor de cabeza para quienes sienten interés por diversos fenómenos político-sociales, muy arraigados en los pueblos árabes.
La sangría es ya terrible desde que George W. Bush declaró la “guerra
contra el terror” y visos de que haya una solución a esas crisis provocadas por
los gobiernos de Occidente no se aprecian.
Donald Trump es un personaje contradictorio, odiado por el “estado
profundo” que maneja el destino del pueblo norteamericano, contra él solo se escucha
cada día un desbordante y rabioso discurso propagandístico difundido por los
medios de embrutecimiento masivo.
¿Durará en el poder? Nadie puede hacer conjeturas al respecto. Pero lo que
sí sabemos es que Trump, aparte de sus intereses personales y económicos tiene
un vivo interés en, al menos, detener las guerras financiadas con las arcas
públicas de los Estados Unidos, lo cual contradice la política belicista de los
halcones del Pentágono, del poderoso complejo industrial-militar y de cientos
de empresas y multinacionales que lucran con la sangre y el sufrimiento de
otras naciones.
Yo mismo he empezado a entender en el corto tiempo de Trump en el poder que no debemos precipitarnos en abominar sus postulados en general, entiendo que la política antiinmigrante con un discurso incendiario es dolorosa para muchísima gente, pero el muro no es obra de él, el muro existe desde hace mucho tiempo y seguirá existiendo con o sin Trump. Lastimosamente, a pesar de la trascendencia del tema, nos hemos acostumbrado a escuchar solo de ello y hasta desconocemos algo que es fundamental para el bien, no solo de los Estados Unidos, sino para el bien de la humanidad.
El verdadero beneficio que podría lograrse para mantener la
cordura y la paz internacional es algo que está trabajando arduamente el presidente Trump. Dejemos que la
marcha de los acontecimientos avalen o desmientan a Trump. Por el momento, toda esa oposición en su contra, toda esa movilización que observamos con frecuencia en los telediarios se dirigen a sabotear un programa de reestructuración general de la política exterior norteamericana, utilizando el tema de la migración ilegal, las reformas sanitarias y el fantasma ruso, esas son las armas utilizadas por los detractores y rivales políticos de Trump. Los amantes de la guerra están en contra de que se pretenda reestructurar su visión de un mundo unipolar, de amos del mundo y del control político-militar que ejercen sobre las naciones.
Si Trump anhela verdaderamente la paz no las tendrá fácil en su propia casa, con todos los todopoderosos medios desinformativos en su contra, el peligro está allí y no fuera, ni en Rusia ni en China ni en Irán. Trump podría -si desea sobrevivir política y físicamente- retractarse de su política exterior, de sentirse aislado no tendrá otra opción que sucumbir ante el verdadero Poder que maneja el destino de Norteamérica.
Si Trump anhela verdaderamente la paz no las tendrá fácil en su propia casa, con todos los todopoderosos medios desinformativos en su contra, el peligro está allí y no fuera, ni en Rusia ni en China ni en Irán. Trump podría -si desea sobrevivir política y físicamente- retractarse de su política exterior, de sentirse aislado no tendrá otra opción que sucumbir ante el verdadero Poder que maneja el destino de Norteamérica.
La siguiente nota informativa, es muy ilustrativa. Con Meyssan aprendemos cada día, leerlo significa –reitero – abrir nuestra mente que ha sido enajenada por la propaganda consumista.
Tito Andino
*****
El periodista francés, Thierry Meyssan, director de Red Voltaire, explica a Periodismo Libre que el propósito del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, es poner un alto a la política de guerra imperialista promovida por sus antecesores, Barack Obama y George W. Bush, así como por la ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton.
Entrevistado en el Club de Periodistas de México, que le otorgó ayer el
Premio Internacional de Periodismo en Análisis Geoestratégico, explicó que el camino a la paz mundial pasa porque los
occidentales permitan el libre desarrollo de chinos y rusos.
Meyssan se dijo sorprendido de que Trump haya llegado vivo a la Casa
Blanca. “Ahora, no sé si logrará terminar
su Presidencia y si logrará liberar a Estados Unidos de sus demonios”,
subrayó.
Dijo que Rusia sola no podrá expulsar de Siria al Daesh (también conocido
como Estado Islámico) y advirtió que aunque Trump retiró toda la ayuda a los
yihadistas, éstos siguen recibiendo dinero y armas por parte de otros aliados
occidentales, como el Reino Unido, Francia, Turquía, Arabia Saudita, Qatar.
También, apuntó, reciben recursos de algunas grandes empresas como el Grupo
Lafarge, de origen francés, dedicado a la fabricación, de cemento, así como de
otros consorcios como Caterpillar, Toyota y el fondo de inversión KKR.
Insistió en que el presidente Trump
llegó a la conclusión de que si se quiere acabar con todo el sistema actual, se
debe terminar con la mentalidad que prevalece en Occidente en contra de China y
Rusia. Se debe permitir a esas naciones desarrollarse con sus rutas de la seda.
Recordó que los presidentes Trump, de Estados Unidos, y Xi, de China, se
van a reunir este mes, a fin de debatir si los EU quieren invertir en el Banco
de Desarrollo que está creando China. En tal caso, eso quisiera decir que
Estados Unidos, en lugar de oponerse al desarrollo de China, va a participar de
él.
“No sé cuánto tiempo se van a tardar
en conseguir un acuerdo así, porque no son cosas que se hacen de un día para
otro; sin embargo, si logran tal acuerdo, para los aliados de Estados Unidos
sería más interesante participar en ese proceso”, concluyó el experto francés.
Jorge Santa Cruz: ¿Cuánto tiempo considera Thierry Meyssan que pueda soportar Donald Trump la embestida del enemigo interno, del Estado Profundo, en aras de mantener una paz en el mundo, o de evitar una tercera guerra mundial, como lo preparaban Obama y madame Clinton?
Y número dos: ¿qué tan probable es que el Estado Profundo, el
establishment, una vez que Rusia expulse a Daesh de Siria, traten de provocar
ese tipo de conflictos desde territorio mexicano para desacreditar a Trump y
provocar el clima de belicismo que se necesita -el clima de guerra
internacional imperialista que se necesita- para que sigan haciendo sus
negocios billonarios con base en la guerra y el terror? Muchas gracias,
Thierry.
Thierry Meyssan: En primer lugar, me sorprendió muchísimo que Donald
Trump llegara vivo a la Casa Blanca. Ahora, no sé si logrará terminar su
Presidencia y si logrará liberar a Estados Unidos de sus demonios.
En cuanto a lo que viene, en primer lugar, no creo que Rusia será capaz,
sola, de acabar con el Estado Islámico. Esto solamente puede ser realizado por
una coalición de diferentes estados.
Entonces, bueno, oficialmente Estados Unidos hoy día ya dejó de apoyar al
Estado islámico, es decir, que ya no hay dinero y armas que llegan al Estado
Islámico mediante los canales que Estados Unidos usaba.
Sin embargo, esos mismos yihadistas siguen recibiendo todo lo que
necesitan, por parte de otros aliados diferentes que se han reunido: Reino
Unido, Francia, Turquía, Arabia Saudita, Qatar; pero también por parte de
algunas grandes empresas. Mencioné el Grupo Lafarge, el del cemento. Pero
también podría mencionar a empresas como Caterpillar, como Toyota o como el
fondo de inversión KKR.
Ahora, para conseguir la paz, no se
puede conseguir la paz, solo. Para lograr la paz, Estados Unidos deberá tener
que convencer, también, a sus aliados, de tomar ese camino.
Cuando empezó la guerra en Siria, se creó lo que se llamó el grupo, la
Asociación de Amigos de Siria; una asociación que llegó a contar hasta 116
países miembros.
Ahora, hay muchos menos países en ese grupo, que anteriormente, pero sigue
habiendo unos once países; que es como los países más radicales en contra de
Siria, más unos 40 países que siguen activos, ahí.
Cada uno de los miembros de esa asociación tiene como objetivo conseguir
algo, a través de su participación contra Siria. Entonces, para hacer que
eso se acabe, habría que convencerlos de que la paz también es su interés.
El presidente Trump llegó a la conclusión de que si se quiere acabar con
todo el sistema actual, hay que acabar con una cierta mentalidad que
prevalece en Occidente, en contra de China y Rusia, es decir, que hay que
permitir que China y Rusia puedan desarrollarse mediante esas rutas de la seda
que mencioné anteriormente.
En este mes se van a reunir los presidentes Trump y Xi -el presidente
chino- y lo que van a debatir ahí (no se sabe si lo van a lograr, pero al menos
van a debatir) la posibilidad de que
Estados Unidos invierta dinero en el banco de desarrollo que China está creando.
En tal caso, eso quiere decir que Estados Unidos, en lugar de oponerse al
desarrollo de China, va a participar en ese desarrollo.
No sé cuánto tiempo se van a tardar en conseguir un acuerdo así, porque no
son cosas que se hagan de un día para otro; sin embargo, si logran tal acuerdo,
para los aliados de Estados Unidos sería más interesante participar en ese
proceso.
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