I Parte
Antecedentes
por Tito Andino
Para muchos de Gaulle fue un gran hombre, lo que antes se llamaba un héroe en la historia. "Pero sus intentos de restaurar la grandeza nacional francesa tenían elementos de manía de grandeza y muchas de sus ideas, planes y propuestas están ahora obsoletos, algunos eran anacrónicos incluso en sus días".
Hemos tratado sobre de Gaulle en otras ponencias. No es mi estilo hacer una biografía sobre personajes históricos por la obvia razón de que internet ofrece abundante información sobre ellos. Lo que si es de interés es rescatar hechos y acciones poco divulgados de éstas personalidades.
En el caso del General francés Charles de Gaulle -tan controversial como contradictorio- es necesario iniciar con varias aclaraciones para entender el contexto de su particular visión sobre Francia, Europa, la OTAN, la Guerra Fría y las armas nucleares.
Antecedentes históricos:
- La invasión y ocupación nazi de Francia es el mayor trauma de la historia moderna de la República. La extrema derecha francesa, pactó con la ocupación nazi, formando el "gobierno de Vichy". De Gaulle se refugió en Londres declarando a los franceses que él representa el único gobierno legítimo de Francia y fundó el Buró Central de Inteligencia y Acción para efectuar misiones clandestinas en suelo francés.
- Al nacer la IV República (1946-1958), la lucha por el poder era latente, el Partido Comunista Francés (PCF) era muy popular por su rol en la Resistencia contra el régimen de Vichy, fue la punta de lanza de la Resistencia e incuestionable patriotismo. Por otro lado, la derecha, ex colaboradores de Vichy, el ejército y círculos industriales temían que en Francia triunfe el comunismo, sea por elección directa o por un golpe de estado.
- En plena `Guerra Fría`, el Partido Comunista Francés -PCF- era acusado de servir a Moscú. Supuestamente miembros del PCF y sindicatos de izquierda se enfrentaban contra la CIA y la derecha francesa. La CIA inicialmente apoyó al general Charles de Gaulle y sus seguidores en el proyecto nacional francés de posguerra. Sin embargo, de Gaulle tenía cierto afecto hacia sus ex compañeros de armas, los comunistas de la Resistencia Francesa.
- La irritación de la extrema derecha no fue obstáculo para que de Gaulle designe dos ministros comunistas en su gobierno (Presidente del Gobierno Provisional de Francia del 25 de agosto de 1944 al 20 de enero de 1946). Pero logró que los grupos de resistencia comunista entreguen las armas a cambio de la promesa de elecciones democráticas y justas. Los comunistas ganaron las elecciones municipales de 1945, esa tendencia se confirmó en las primeras elecciones nacionales (octubre 1945), la Asamblea Constituyente tenía a la izquierda con una estrecha mayoría.
- Las grandes huelgas de inspiración comunista paralizaron Francia, los agentes secretos se dedicaron a recaudar fondos de los ricos industriales para financiar su guerra secreta. En 1947, el primer Ministro francés, el socialista Paul Ramadier, fue obligado a expulsar del gobierno a todos los comunistas, una maniobra estadounidense bajo el chantaje de cortar la ayuda económica si los comunistas seguían en el gobierno. A Francia le ha costado mucho trabajo asumir la historia de su guerra secreta contra el comunismo, jamás hubo una investigación oficial.
- La CIA y el MI6 junto a paramilitares franceses proyectaron un golpe de Estado para el verano de 1947, se pensó asesinar a de Gaulle. Los conspiradores tenían la tarea de alterar el clima político, realizando actos de terrorismo para acusar a la izquierda francesa. Era el inicio de la "Estrategia de la Tensión", con los ejércitos secretos, el `Stay-Behind`, la antesala de la "Red Gladio", ya operativos en Grecia, Italia y Turquía.
- Los ejércitos secretos fueron creados y financiados por Washington y las derechas europeas por temor a que los comunistas asumieran el poder. Así mismo, la futura "Red Gladio" se planificó para una hipotética resistencia en caso de invasión soviética y para promover actividades políticas anticomunistas.
- En plena `Guerra Fría`, la consolidación de la izquierda política tenía perspectivas reales de éxito. En los 50 el fantasma del comunismo era latente, la caza de brujas del Mccarthismo en los Estados Unidos estaba también en Europa, a pesar de que Stalin había muerto.
- Entre las grandes contradicciones de la política del General de Gaulle tenemos los momentos en que Francia ejercía el terrorismo de estado en una de sus colonias llamada Argelia a través de los servicios secretos franceses. Por ejemplo, la Crisis de mayo de 1958 propició la llegada al poder del General Charles de Gaulle en medio de amenazas de guerra civil tras el intento de golpe de estado en Argel por parte de militares franceses (13 de mayo de 1958) y detonante para la caída de la Cuarta República Francesa.
- El proceso constituyente dirigido por de Gaulle dio lugar a la Quinta República Francesa. La IV República fue derrocada sin correr sangre. Contrariamente a lo que afirma la historia oficial, "la IV República no murió de exceso de democracia sino por no haber sido lo bastante republicana".
- Hoy sabemos que el `Stay-Behind` y las redes de extrema derecha organizaron el golpe militar en Argel, que significó la caída de la IV República y el ascenso del General de Gaulle. El golpe no debía parecer para nada una dictadura, debía conservarse las libertades democráticas, alejando a los comunistas de la posibilidad de entrar en el poder.
- Un par de días después de la fallida invasión de Bahía de Cochinos de Cuba, respaldada por Estados Unidos, entre el 21- 26 de abril de 1961, un grupo de generales franceses en Argel lanzó otro intento de golpe de Estado. Objetivo: derribar al presidente Charles de Gaulle. Los conspiradores tomaron Argel, capital de la Argelia francesa, pero no lograron tomar París al carecer de apoyo popular. La evidencia sugiere que la CIA dirigida por Allen Dulles, y sus contactos en el gobierno francés orquestaron el complot. (se dice que temían una Argelia independiente dirigida por comunistas que darían a los soviéticos una base en África).
- En París se ordenó la confección de una lista con los nombres de las futuras víctimas de asesinato de opositores (gobierno de la V República Francesa de 1959 a 1962, presidencia de Charles de Gaulle y Michel Debré como primer ministro); estas obscuras páginas de la historia francesa nunca han sido reconocidas de manera oficial por el Estado.
- Como bien aprecian muchos historiadores, lo único que las instituciones de la V República tienen de republicanas es el nombre ya que convirtió al presidente de la seudo-república en presidente por derecho de toda la Comunidad, la V República le hizo personalmente responsable a de Gaulle del Imperio.
- Al final, de nada sirvió tanto asesinato impune, de Gaulle ante la imposibilidad militar de conservar la "Argelia Francesa" y tanteando las consecuencias políticas no tuvo otra opción que otorgar a los argelinos el derecho a la "autodeterminación" (independencia de Argelia consumada en 1962). La l'Armée Secrète" (Ejército Secreto), apoyado por combatientes de las redes stay-behind de la OTAN se pusieron furiosos, pero no lograron derrocar a de Gaulle ni impedir la "independencia" de Argelia.
- Con los años vendría la sorprendente retirada francesa de la estructura de mando de la OTAN (1966), originando un conflicto interno en las estructuras secretas del Estado, conflicto que persiste en nuestros días tras el reconocimiento de la existencia del pro-gaullista "Servicio de Acción Cívica" (SAC), el brazo armado del "Reagrupamiento del Pueblo Francés" -RPF- (partido político fundado por De Gaulle y opositor del comunismo y socialismo francés). El SAC tenía como tarea realizar los trabajos sucios y operaciones clandestinas contra los obreros en huelga, contra militantes comunistas y protección de los políticos del RPF.
- Otro sobresalto que alteró a un ya envejecido de Gaulle tuvo lugar en el conocido "Mayo 68", su gobierno temió una gran insurrección por lo que declaró el estado de sitio. ("Mayo 68" fue una fugaz irrupción del movimiento estudiantil pretendiendo tumbar el sistema, pero estaba condenado al fracaso, no lograron sus objetivos revolucionarios, mas, los obreros si consiguieron los suyos, éstos -aunque en sintonía con la ira estudiantil- no pretendían cambiar el sistema).
- La revolución no llegó a darse en 1968, pero estuvo a punto de terminar con el poder del ícono francés, Charles de Gaulle. Cuenta la historia que el General de Gaulle asestó una cachetada a su ministro del interior, Christian Fouchet, al pedir éste el arresto de Jean Paul Sartre, "No se puede encarcelar a Voltaire", habría expresado de Gaulle. El General tuvo que salir de Francia el 29 de mayo rumbo a una base militar alemana en Baden-Baden, donde se estacionaban tropas francesas. De Gaulle analizó la eventualidad de que París fuera tomada por los revolucionarios, los militares expresaron su apoyo con la condición de rehabilitar a los generales excluidos por oponerse a la orden de retirada de Argelia.
- Muchos creyeron que de Gaulle no retornaría, los gaullistas convocaron para el 30 de mayo una marcha "en defensa de la República" (alrededor de 300.000 asistentes). Ese día de Gaulle retorna a París, se dirigió al país por la radio y anunció su no dimisión al cargo, disolvió la Asamblea y convocó a elecciones dentro de los siguientes 40 días. Estaba claro que si se quería derribar al gobierno no había otra opción que el alzamiento... pero no ocurrió.
- Fines de junio de 1968, elecciones legislativas, increíblemente los gaullistas y grupos afines obtienen sobradamente la mayoría, los comunistas sufren la pérdida de escaños en la cámara (pero su porcentaje de votos se mantiene al alza). La izquierda es derrotada.
-Lo que está claro es que ni los comunistas, ni los trabajadores estaban interesados en una revolución violenta. No aspiraban vivir en un "idílico paraíso de obreros" ni otras utopías, fueron pragmáticos, prefirieron el sistema vigente a vivir del modelo comunista de la URSS, conquistaron el reconocimiento de sus derechos y se retiraron de la escena pública, nunca confiaron en aquellos jóvenes estudiantes idealistas y trasnochados que lideraron el "Mayo 68".
Apreciará el lector lo complejo de resumir la historia de Francia y del general de Gaulle desde la IIGM y la posguerra debido a la magnitud de acontecimientos históricos.
Es el momento de revisar la posición del presidente de Gaulle en la `Guerra Fría` respecto a la OTAN. Debe quedar claro que la visión del general francés era de tinte nacionalista, volver a posicionar a Francia como protagonista del poder mundial.
II Parte
La guerra fría de De Gaulle
Nick Ottens en un corto pero magistral ensayo explica como el final de la década de 1960 fue una época de convulsión en las relaciones transatlánticas. Charles de Gaulle ya se había retirado de la estructura militar integrada de la OTAN y buscaba la equidistancia para Francia entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. Mientras Willy Brandt, el canciller de Alemania Occidental planteaba la ´Ostpolitik´, Gran Bretaña era admitida en la Comunidad Económica Europea, en Washington hubo temores de que una Europa unida desafiara la primacía estadounidense en Occidente. Hastings Ismay, el primer secretario general de la OTAN, dijo que el pacto existía "para mantener a los rusos fuera, a los estadounidenses dentro y a los alemanes abajo". Si Europa oriental y occidental se acercaran y la Ostpolitik de Brandt tuviera éxito, podría socavar los tres objetivos de la OTAN.
Por otro lado, tras aplastar la Primavera de Praga (1968), los soviéticos se sentían seguros en su control de Europa del Este, habían logrado la paridad nuclear con Occidente y estaban dispuestos a hablar sobre la normalización de las relaciones Este-Oeste.
¿Qué mantuvo viva la alianza? la amenaza soviética. "Esa sensación de malestar de Estados Unidos en la década de 1970 también reforzó la necesidad psicológica de aliados y amigos. América y Europa todavía tenían mucho más en común entre sí que con el mundo comunista".
Nick Ottens nos relata la "De gaulles cold war": (transcripción literal del inglés)
Los países europeos en general dieron la bienvenida a la participación estadounidense después de la Segunda Guerra Mundial. Desde el Plan Marshall hasta la OTAN, Estados Unidos fue visto como una influencia benévola.
Pero la ayuda estadounidense tuvo un precio. Se esperaba que los gobiernos europeos mantuvieran a la extrema izquierda fuera del poder, aceptaran la rehabilitación de Alemania Occidental y restringieran el comercio y otras relaciones con la Unión Soviética.
Francia hizo una excepción al ser tratada como un instrumento de la política exterior estadounidense. Charles de Gaulle bloqueó la entrada de Gran Bretaña en la Comunidad Económica Europea, creyendo que sería un caballo de Troya para Estados Unidos. Se negó a renunciar a la disuasión nuclear independiente de Francia e incluso se retiró de la estructura militar integrada de la OTAN en 1966.
Socio obstinado
Desde el principio Francia había sido un socio obstinado en la alianza occidental liderada por Estados Unidos. De Gaulle, como líder en tiempos de guerra de la Francia Libre, insistió en ser tratado como un igual por Winston Churchill y Franklin Roosevelt, pero no lo era. Francia intentó, sin éxito, que sus colonias, en particular Argelia, fueran reconocidas como territorios que estarían cubiertos por los términos del Tratado del Atlántico Norte.
Gran Bretaña y Francia sacaron lecciones diferentes de la traición estadounidense percibida durante la Crisis de Suez, cuando el presidente Dwight Eisenhower los obligó a ellos e Israel a retirarse de Egipto. Los británicos aceptaron que sus días de superpotencia habían terminado y abrazaron más a los estadounidenses. Los franceses, que todavía pensaban que eran un tercio de un triunvirato que gobernaba Occidente, tomaron la Relación Especial como un desaire.
Grandeza
De Gaulle regresó como líder de Francia en 1958, cuando reemplazó a la Cuarta República parlamentaria, que no pudo lidiar con la crisis de independencia de Argelia, por un sistema presidencial. Con el viento económico a sus espaldas (Francia estaba en medio de sus “treinta gloriosos años” de crecimiento casi ininterrumpido), de Gaulle se propuso restaurar el prestigio francés en el mundo. Europa sería su vehículo.
“La grandeza se convirtió en un ingrediente importante de la política exterior gaullista”, argumenta Sebastian Reyn en Atlantis Lost: The American Experience with de Gaulle, 1958-1969 (2007), “en parte porque abordó una profunda necesidad política y psicológica entre los franceses de tranquilidad en una época de decadencia".
Implicaba situar a Francia como un modelo de civilización y una fuerza moral sobre la base de sus logros históricos, políticos y culturales. De Gaulle deseaba amplificar la influencia francesa más allá de sus fronteras, resonó con la imagen que su pueblo tenía de una nación que hizo avanzar la historia.
Una expresión de este excepcionalismo francés fue el ejército. La defensa nacional, según de Gaulle, era responsabilidad central del estado y no debía confiarse a forasteros. De ahí la necesidad de una disuasión nuclear francesa independiente.
Tercer polo
En la década de 1960, Europa Occidental se había recuperado de la Segunda Guerra Mundial. América estaba distraída en Cuba, América Latina y el sudeste asiático. De Gaulle sintió que había llegado el momento de una nueva relación transatlántica, una en la que Europa podría aprovechar la "reserva" de Estados Unidos en tiempos de necesidad, pero de lo contrario los estadounidenses permanecerían al otro lado del océano.
De Gaulle no fue ingenuo. Comprendió la necesidad del apoyo estadounidense contra la amenaza del expansionismo soviético. Despreciaba la intromisión estadounidense en los asuntos de Europa tanto como temía el aislacionismo estadounidense. La solución fue una Europa fuerte que pudiera defenderse por sí misma. Liderado, por supuesto, por Francia.
El resto de Europa no estaba tan seguro. Los alemanes occidentales, que estaban en la primera línea de la Guerra Fría, confiaron en Estados Unidos para su defensa. Geir Lundestad escribió en "Estados Unidos y Europa Occidental desde 1945" (2005) que los estadounidenses explotaron esta dependencia para obligar al gobierno de Bonn a elegir un bando: Estados Unidos o Francia. Los alemanes occidentales estaban consternados, pero también claros: si llegara el momento, se pondrían del lado de los estadounidenses.
De Gaulle no se inmutó. Después de retirarse de la estructura de mando de la OTAN en 1966, visitó Rusia para afirmar la equidistancia de Francia del bloque soviético y Estados Unidos. Estaba convencido de que la Guerra Fría terminaría algún día y una Europa liderada por Francia emergería como el tercer polo entre Oriente y Occidente.
De Gaulle regresa a Francia desde Baden-Baden, Alemania, donde se reunió con el general Jacques Massu después de los disturbios de París, el 30 de mayo de 1968 (Henri Bureau)
Los soviéticos no compartieron su visión. Moscú apreciaba la independencia del viejo general de Washington, pero no estaba dispuesto a hacer concesiones. Cuando los tanques soviéticos entraron en Checoslovaquia en agosto de 1968, las esperanzas de De Gaulle de unir Europa desde “el Atlántico hasta los Urales” tuvieron que detenerse. La realidad de la Guerra Fría había intervenido y había restaurado la primacía de Estados Unidos en el campo occidental.
III parte
La Francia que quería de Gaulle
Charles de Gaulle es un personaje contradictorio (como se aprecia en los anteriores apartados), indiscutible líder en tiempos de guerra de las Fuerzas Francesas Libres y modernizador del estado. "Tenía un sentido muy fuerte de la importancia de la historia y la tradición, y aunque contribuyó para la integración europea, siempre veló por los intereses y el prestigio de Francia".
Existe un controversial tema que nunca se comenta en la prensa, mucho menos en Bruselas... las permanentes disputas entre socios de la OTAN y/o UE, nos referimos principalmente a la Gran Bretaña y Francia en su lucha por dominar los mercados de sus ex colonias africanas, por increíble que parezca algunos conflictos armados en África enfrentan a estas potencias mundiales a través de terceros actores; y no se olvide que el "jefe" de todos en la OTAN, Estados Unidos, también se inmiscuye en esas crisis, todos libran una batalla en el corazón de África por apoderarse de sus recursos para si... y desde no hace mucho se unieron al juego China y Rusia.
En "La visión de De Gaulle de Europa y los problemas de los Balcanes contemporáneos", Aleksa Djilas (autora) enfoca los problemas que ha generado Estados Unidos en Europa, sus apreciaciones históricas y políticas respecto a esta espinosa relación EEUU-OTAN-EUROPA son muy interesantes -habrá quien lo comparta y, por supuesto, quien rechace estas líneas-. Ya en 1998, Mark Mazower en "Continente Oscuro: El siglo XX de Europa", afirmaba "... la incapacidad de Europa para planificar sus propios asuntos con visión a largo plazo".
En síntesis, durante la Guerra Fría, el temor a la gran potencia militar del bloque soviético fue la razón principal por la que los europeos querían una alianza con los Estados Unidos. Pero hoy no existe tal amenaza y Europa ya no necesita un protector. De hecho, gran parte del mundo ve a Estados Unidos como la mayor amenaza para la paz. Europa debería abandonar la OTAN dominada por Estados Unidos y liberarse en general de la abrumadora influencia de la superpotencia. Respecto a este punto valdría señalar que una OTAN Europea sin los EEUU es posible y eso no significa que dejen de ser socios estratégicos en la "defensa" de Europa ante cualquier supuesta amenaza (Rusia). Eso era lo que Charles de Gaulle pretendía al retirar a Francia del mando unificado de la OTAN, es decir, dejar de obedecer ciegamente a Estados Unidos.
Tanto EEUU y OTAN son un peligro para la seguridad europea al involucrar a sus miembros, directa o indirectamente, en conflictos en muchos países. Gran parte del mundo ve las políticas globales europeas como una conspiración neo-imperialista de viejas potencias imperiales ahora dirigidas desde Washington.
Volviendo a de Gaulle, uno de sus logros fue reconciliar a Francia y Alemania, cultivó una amistad personal con el canciller Konrad Adenauer, comprometido también con la amistad entre las dos naciones. Según de Gaulle, el militarismo prusiano y lo que llamó "germanismo" fueron las principales causas de las desgracias de Europa. (Adenauer desconfiaba de los prusianos aún en la posguerra). De hecho, en menos de un siglo, los alemanes atacaron tres veces Francia, los combates siempre fueron en suelo francés y los franceses sufrieron enormes bajas. Sin embargo, de Gaulle con "un espíritu de caballerosidad heroica y generosidad elogió el coraje de los soldados alemanes a pesar de que sus objetivos estaban equivocados".
Una de las expectativas históricas más audaces del general de Gaulle, la presentó en noviembre de 1959, una futura Europa que se extendía "desde el Atlántico hasta los Urales". Se había embarcado en este viaje mental a través del tiempo en el apogeo de la Guerra Fría lo que le granjeó muchos enemigos en Washington. En ese momento construía vigorosamente la disuasión nuclear francesa (llamada "fuerza de frappe" - literalmente, fuerza de ataque - de Gaulle la había llamado "fuerza de disuasión"). De Gaulle apoyó firmemente a Kennedy durante la crisis de los misiles (Cuba, octubre 1962). De Gaulle era optimista respecto al devenir de la Unión Soviética, creía que la mejora en el nivel de vida y educación daría al pueblo soviético más libertades. Decía que cuando caigan los regímenes comunistas inflexibles en la Unión Soviética y Europa del Este, Europa occidental, liderada por Francia, debería expandir rápidamente su influencia política, económica y cultural y reintegrar el continente.
De Gaulle nunca cuestionó que los rusos eran una nación europea, dijo que los rusos eran una nación occidental, ya que consideraba a toda Europa como occidental. Para él, y esto no era inusual en ese momento, solo los países asiáticos no blancos, no cristianos, pertenecían al Este. De hecho, predijo el ascenso económico y militar de China y llegó a la conclusión de que esta era una razón más por la que Europa y Rusia se necesitaban mutuamente.
En febrero de 1966 de Gaulle retiró a Francia de la estructura integrada de la OTAN, su mensaje era claro, no a la alianza como una organización dominada por Washington, pero sí a la alianza como tratado entre Francia y Estados Unidos como iguales. Estaba seguro de que la OTAN desaparecería tan pronto como la URSS dejara de ser una amenaza y los europeos ya no temieran a las divisiones blindadas del Pacto de Varsovia y el arsenal nuclear de Moscú. Después de poner fin a su alianza con Estados Unidos y tomar su defensa completamente en sus propias manos, esperaba que los europeos comenzaran a actuar en concierto. Al mismo tiempo, preservarían su soberanía y sus ejércitos nacionales, ya que solo los soldados motivados por el patriotismo podrían ser combatientes de primer nivel. Su crítica a la OTAN no solo refería al dominio de la organización por los Estados Unidos, sino también porque la OTAN carecía de valores espirituales. Esto es en lo que firmemente creía de Gaulle.
De Gaulle ciertamente no se habría sorprendido por la creación de nuevos estados nacionales en Europa después del final de la Guerra Fría. Creía en la cooperación europea, pero se oponía a todos y a cualquier intento de crear identidades o sindicatos supranacionales.
El estudio mencionado (Aleksa Djilas) afirma que el mandatario francés pensaba que una Europa posterior a la Guerra Fría debería utilizar sus considerable poder -político, económico, militar, cultural y moral- para resistir y desafiar, dentro de Europa y a nivel mundial, la hegemonía de la superpotencia occidental.
De Gaulle imaginó que Francia lideraría ese camino al salir de la OTAN, promoviendo nuevas ideas y propuestas políticas, dirigiendo la vida política europea. No es de extrañar que muchos políticos europeos pensaron que de Gaulle era un francés primero y un europeo segundo. "Las acusaciones de nacionalismo, de hecho de chauvinismo, no eran raras, especialmente en Estados Unidos y Gran Bretaña, sino también de la izquierda francesa. Y no pocos señalaron que sus ambiciones no eran realistas: Francia simplemente carecía del poder económico y militar para ese liderazgo. Además, el país era algo sospechoso como democracia, habiendo estado en la historia reciente afligida por largos períodos de inestabilidad y ocasionalmente amenazada por la dictadura, tanto de la derecha nacionalista como de la izquierda comunista".
Las reflexiones finales de la analista son más interesantes aún:
"A pesar de las grandes deficiencias y fracasos de Francia, de los cuales de Gaulle parecía ser consciente, opinaba que París tenía todo el derecho a considerarse el corazón de Europa, pero Francia también tenía el deber de promover la libertad, la cultura y la civilización, y en general ser magnánima, elevada y valiente. Todo esto sonaba romántico e ingenuo, de hecho auto-importante y pomposo. Desde la muerte de De Gaulle en 1970 hasta hoy, Francia ha demostrado ser una democracia (en su mayoría) estable con una economía (razonablemente) exitosa, pero nunca se ha acercado siquiera a la "grandeza" política que de Gaulle pensaba que era su vocación y su derecho.
De Gaulle era un visionario en el sentido de que Europa debe liberarse de la hegemonía de su aliado transatlántico; Europa debería ser mucho más que el continente previsto por sus planificadores, economistas y administradores, competentes y bien intencionados, en su mayoría lo son, la nueva Europa solo se construirá sobre la base sólida del Estado nación.
El nacionalismo francés del general de Gaulle puede justificarse en parte. Hay que preguntarse por un posible líder de la Europa de posguerra: Si no Francia, ¿quién? Alemania con su monstruosa historia reciente obviamente no calificaba, ni Rusia con su dictadura unipartidista y su posición distante. Italia estaba agobiada por un pasado fascista, políticamente inestable y simplemente no lo suficientemente fuerte. España era una tiranía subdesarrollada. Y así sucesivamente. Había, por supuesto, un candidato muy fuerte: Gran Bretaña. Tenía mucho de estar orgulloso por su conducta durante la Segunda Guerra Mundial, su gobierno parlamentario era uno de los más admirados de Europa, y estaba dando pacíficamente independencia a la India. A pesar de las crecientes dificultades económicas, era una potencia industrial y poseía una fuerza militar considerable, incluidas las armas nucleares. Y su lenguaje (ciertamente, en gran parte debido a la influencia mundial estadounidense) se estaba extendiendo rápidamente. Sin embargo, después de que la guerra había terminado, rápidamente perdió interés en el "continente", y mucho menos en cualquier pensamiento de liderarlo, y se concentró en cultivar su "relación especial" con los Estados Unidos. Se contentaba con ser lo que siempre fue: una isla frente a las costas de Europa. Cuando Gran Bretaña finalmente entendió que debía unirse a la Comunidad Económica Europea, de Gaulle vetó su solicitud, primero en 1963 y luego en 1967, en parte porque veía a Gran Bretaña como un caballo de Troya estadounidense".
Fuentes de consulta
De Gaulle’s Vision of Europe and the Problems of the Contemporary Balkans
ANNIVERSARY OF AN ATTEMPT TO OVERTHROW FRANCE’S CHARLES DE GAULLE. DID CIA HELP?
ARGELIA: la historia no tan secreta del colonialismo francés