Parte I
por Tito Andino
Muchos "foristas" de diversos sitios expresan estar "hartos" de Hitler, es probable, la banalización del tema de la segunda guerra mundial es general. Pero el tema merece algunas breves explicaciones.
1. ¿Por curiosidad, se habrán preguntado si aquello no será consecuencia del morboso e imprudente aficionado a la historia militar que tiende a dramatizar y/o especular sobre la "ética" del ejército alemán? Internet se ha saturado de "germanófilos" (neo-nazis), amantes de la guerra y partidarios del nazismo que se autocalifican de "críticos" y “revisionistas” (negacionistas con su particular versión nazi de la historia), éstos pululan por cientos en diversas webs o foros donde desatan su "verborrea".
2. En el artículo la "Ley de Godwin y la reductio ad hitlerium. ¿Qué diablos es eso?", explicamos el asunto. Repasemos: La "Ley de Godwin" es "la teoría de que a medida que una discusión online avanza, se vuelve inevitable que algo o alguien eventualmente sea comparado con Adolfo Hitler o los nazis, sin importar cuál sea el tema". Esas recurrentes comparaciones se presentan cuando una discusión desciende a un nivel básico argumentativo, "la comparación inevitablemente aparece". Godwin recordó que es extremadamente raro que la improvisada comparación con Hitler o los nazis resulte bien. Se usa esas comparaciones, muchas veces fuera de contexto, pretendiendo (de mala forma) darnos una comparación subjetiva e interesada entre el bien y el mal; lo que termina volviendo trivial un hecho histórico tan grave como el holocausto, por ejemplo.
3. La "Reductio ad hitlerum y la caja de herramientas totalitaria" es un notable análisis de Fernando Navarro García quien recuerda a Leo Strauss acuñando el neolatinajo "Reductio ad Hitlerum" (1951) "como argucia discursiva mediante la cual se puede descalificar cualquier opinión afirmando que "Hitler también la apoyaba". Es, obviamente, un golpe bajo y en muchas ocasiones una injusticia". Durante años se abusa de esa estratagema –no por simplona menos eficaz- de la "Reductio ad Hitlerum", ya que nadie en su sano juicio desea ser encuadrado en la "lógica" de tan nefasto personaje. "Cualquier ideología, postura, pensamiento o actividad que sea parcialmente asimilable al nazismo parte con una enorme desventaja en cualquier debate sometido a escrutinio público. Quizás por eso hoy en día, y ante la falta de argumentos rigurosos como mal endémico de una cierta modernidad, todo aquello que nos desagrada o colisiona con nuestros intereses o anhelos es tildado de "nazi" o "fascista". Ese abuso enfático de tales "reducciones" al nazismo o al holocausto ha ido vaciando de contenido el verdadero horror que suponen esas palabras. Las ha devaluado".
3. Muchos escépticos defensores del nazismo han hecho su lema de la dudosa frase: "La historia la escriben los vencedores". ¿Y los vencidos?... también escriben y mucho, sin olvidar a los "neutrales", a los asesinos y sus víctimas. Pero, lo que de verdad pesa sobre todo son las nuevas generaciones de posguerra, estudiosos con una increíble fuente historiográfica que provoca espasmos al “revisionista”. Mucho fanático de internet insiste en decir que la historia la escribieron los ganadores, pero... !sorpresa!, vía internet o en librerías podemos encontrar miles de libros, memorias y otras remembranzas de los vencidos con la exaltación de su causa, ideología, triunfos y fracasos, en muchos países el "revisionismo" domina el mercado del libro referente a la IIGM. Por lo mismo, la historia también ha sido escrita por los nazis y sus propagandistas del presente, caso contrario, no sería posible ni explicable encontrarnos día a día, con voluminosas ediciones de las obras de Hitler, Goebbels, sus ministros, generales y soldados, de sus aliados extranjeros y, en fin, de sus actuales defensores a ultranza. En internet el mercado ofertado por el "revisionismo" domina buena parte de la temática.
4. Por increíble que parezca, fueron los neo-nazis quienes plagiaron la frase: "Ya estoy harto de Hitler" (como medida defensiva ante la moderna historiografía). El historiador Christian Hartmann, uno de los cerebros de la Edición Crítica de Mein Kampf -"Hitler, Mein Kampf. Eine kritische Edition" (2016), del ifZ (Instituto de Historia Contemporánea de Munich-Berlín), en entrevista para Deutsche Welle (DW) respondió a la pregunta si "se ha quitado un peso de encima al no tener que seguir leyendo todos los disparates de Hitler?" Contestó: "Sí, naturalmente. Uno puede pasar su vida leyendo una literatura mejor. Ya estoy harto de Hitler". No cabe duda que la espontánea respuesta de Hartmann fue sacada de contexto por algún listillo neo-nazi.
5. La única realidad es que los neo-nazis no están "hartos de Hitler", su ídolo, intentando -torpemente- desmentir la contundente y continua desclasificación de documentos históricos y evadiendo comentar la ridiculización pública de aquel grotesco personaje. De allí que la única defensa psicológica posible sea "estar hartos de Hitler" para frenar la divulgación histórica. Lo suyo es una subcultura banal, presuntuosamente peripatética que dice "enseñar" la "verdadera" historia de la segunda guerra mundial a través de un discurso inútil, impráctico, fanatizado, sintiendo orgullo de ello. No son conscientes de su melindrosa presencia al aullar por internet (en son de protesta): "Hitler, Hitler, siempre Hitler, no cambian de tema, Hitler por aquí, Hitler por allá; o, no olvidamos nunca a Hitler mientras matamos afganos, iraquíes, palestinos, etc. Dame más Hitler, todo el tiempo, porfa".
Dejamos sentado que gran parte de estas reacciones provienen de fulanos que encuentran apasionante la vida del cabo austriaco, por alguna razón "desconocida" les cae bien el hitlerín aquel y revientan de coraje cada vez que nos reímos de sus patetismos. No están hartos de Hitler, están hartos de que ridiculicen sus teorías, están hartos que la mayoría no opine igual. Vaya camada de troles cutres, los viejos "revisionistas" al menos pretendían razonar... lo intentaban.
Por ello este blog está resucitando a los maestros de la sátira anti-hitleriana, humor negro original de esa terrible época. Más que risas -a costa del cabo bohemio con ínfulas de emperador- fue y es una crítica política válida ante su Weltanschauung -concepción del mundo- e, indiscutible, una mortífera arma de propaganda que irritó e hirió en lo más profundo el ego de los esbirros nazis y sus partidarios del presente.
Hoy, sigue de moda las parodias hechas de escenas concretas del film alemán "Der Untergang" (El Hundimiento) que ya tiene largos años de haberse estrenado (2004). De lo que sabemos, los prolíferos "libretistas" no piensan dejar de producir relajantes vídeos humorísticos. Mofarse de la intolerante alma del nazi-fascismo es el cometido.
Tras esta explicación leamos el análisis de Mark Grimsley, del sitio web en inglés "Historynet", el artículo original titula: "Are ‘Hitler Rant’ YouTube Videos Appropriate?" (la palabra inglesa "rant" puede ser traducida como: despotricar, vociferar, hablar en tono violento, etc.). También es muy popular en España y Latinoamérica con su versión "Hitler se entera..."
Parte II
¿Son apropiados los videos en YouTube de 'Hitler Rant'?
por Mark Grimsley
Inspiradas en la película alemana "Der Untergang" (2004), las parodias se burlan de Adolf Hitler mientras proporcionan a los satiristas una salida creativa.
La escena tiene lugar a unos 48 minutos de "Der Untergang", la película alemana del director Oliver Hirschbiegel de 2004 que representa los últimos días de Adolf Hitler. En lo profundo del búnker de Hitler bajo la Cancillería nazi, el general Hans Krebs (interpretado por el actor Rolf Kanies) pasa el dedo por un mapa de Berlín y explica la situación, que es grave. Hitler (Bruno Ganz) agita una mano con desdén, diciendo que todo estará bien. Entonces el general Alfred Jodl (Christian Redl) desvela la mala noticia: Los Cowboys de Dallas han perdido su oportunidad en los playoffs. Obama ha ganado la reelección sobre Romney. Hans resulta ser el verdadero villano de Frozen. Inglaterra ha derrotado a Alemania en el Mundial. Hitler ha dado positivo en Covid-19, etc.
La lista de desastres es aparentemente interminable. Esto se debe a que desde 2006, cientos de satiristas aficionados han tomado esta escena crucial de "Der Untergang" -en la que Hitler lanza una rabieta después de enterarse de que el contraataque en el que ha depositado todas sus esperanzas no ocurrirá- y cambian alegremente los subtítulos para producir parodias que a menudo dejan a los espectadores convulsionados de risa.
Para obtener el sabor de estos vídeos, debes verlos por ti mismo: una búsqueda en YouTube de "Hitler Rant" ("Hitler se entera", en castellano) traerá decenas de episodios. Su humor a menudo depende de chistes internos: Hitler es un fanático angustiado de los Dallas Cowboys, por ejemplo, pero si no sabes nada del historial o la lista del equipo no encontrarás su divertida angustia. Y siempre, la enfurecida respuesta de Hitler a las malas noticias está plagada de obscenidades inimpresas. Muchas de estas parodias han recibido más de medio millón de visitas en YouTube.
Dado que casi cualquier persona con un mínimo de conocimientos técnicos puede hacer su propia escena de "Hitler Rant", también hay un espacio considerable para el percance. Un profesor de la Universidad de Massachusetts fue reprendido después de mostrar un vídeo hecho por estudiantes en el que Hitler falla su curso de contabilidad. Un banco de Nueva York creó una película de entrenamiento obligatoria con un "Hitler Rant", y se encontró pagando un acuerdo de 40 millones de dólares a un judío ortodoxo obligado a verla junto con sus compañeros empleados.
En una reversión de este escenario, un trabajador australiano de la refinería de petróleo, despedido después de deslumbrar a sus jefes con un tirada personalizada del Führer, ganó con éxito su caso después de apelar a una comisión de arbitraje, que dictaminó que la parodia de "Hitler Rant" se había generalizado tanto en línea que nadie podía creer seriamente que el trabajador de la refinería estaba comparando a sus empleadores con los nazis.
Pero la verdadera pregunta es si estos vídeos son apropiados en cualquier contexto, punto. Constantin Film, la productora detrás de "Der Untergang", intentó brevemente obligar a YouTube a eliminar los "Hitler Rants". Sin embargo, este esfuerzo se desaconsejó gracias a las leyes que estipulan que las parodias son de "uso justo", no de infracción de los derechos de autor; la pura ubicuidad de estos vídeos en YouTube (tan pronto como se eliminó uno, una docena más se subió); y por el hecho de que el propio director de "Der Untergang", Hirschbiegel, encontrara a la mayoría de ellos histéricamente divertidos.
Más grave es la cuestión de si bromear sobre Hitler tácitamente lo humaniza y resta importancia al hecho de que el dictador fue un monstruo que puso en marcha una guerra que mató a más de 70 millones de seres humanos, incluidos los millones de judíos masacrados en campos de exterminio nazis.
El genio cómico Charlie Chaplin, que famosamente pinchó a Hitler en su película de 1940 "El gran dictador", más tarde se arrepintió de hacerlo: "Si hubiera sabido de los horrores reales de los campos de concentración alemanes", escribió: "No podría haber hecho `El gran dictador`; no podría haberme burlado de la locura homicida de los nazis".
Es una respuesta válida. Pero hay que señalar que el humor de las parodias de "Hitler Rant" depende de saber que Hitler era un monstruo. De lo contrario, no serían graciosos. Ridiculizan las tiradas masticadoras de alfombras que eran un sello distintivo de su locura.
En cualquier caso, es probable que los vídeos se queden aquí: Chris Hassel, el jefe de una agencia de publicidad británica especializada en publicidad viral (publicidad que se basa en la circulación generalizada por parte de los propios consumidores) explicó a The Guardian que la parodia de "Der Untergang" fue "casi el viral perfecto porque es fácil de crear, y tienes un clip que se puede adaptar fácilmente a cualquier cosa. Siempre es la misma broma, pero cada nicho de interés lo toma y hace que funcione para ellos. Si les hace reír, probablemente va a funcionar para millones de otros".
Y en algunos aspectos, los videos son un homenaje involuntario a las burlescas caricaturas aliadas generalizadas durante la Segunda Guerra Mundial que pintaron a Hitler como payaso. "Hitler Rants" no tiene nada en "Der Fuehrer's Face" (1943), de Spike Jones, un popular ditty anti-Hitler cargado de vítores del Bronx, o en la narración de Warner Brothers de 1942 de "The Three Little Pigs", con el lobo usando un bigote de cepillo de dientes. (VER: En el rostro del Führer!, de Disney)
Para que nadie se pierda el punto, esta última parodia citada emite un descargo de responsabilidad: "Cualquier similitud entre este Lobo y ese @#$!! idiota Hitler es puramente intencional".
Una cosa es cierta: Las parodias de "Hitler Rant" no desaparecerán pronto. Y hasta que lo hagan, la encarnación cinematográfica de ese @#$!! de dictador nazi tendrá un sinfín de cosas por las que delirar.
YouTube video
HITLER Se entera que Messi se va del Barcelona
(NdelE): Y por estas razones seguiremos "hartándonos" de Hitler con excelente material ilustrativo y documental poco conocido, gracias a la continua desclasificación de archivos en Europa, un manjar para la historiografía y una pesadilla para los ofendidos hitlerianos)