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12 marzo 2019

AUSTRIA: 12 marzo de 1938. ¿Reunificación o anexión?


Hitler en el Palacio Imperial Hofburg, Viena 15 de marzo 1938 


por Tito Andino U.


Introducción

Muchos pseudo historiadores "revisionistas" mantienen la tesis que el Anschluss fue pacífico y legal porque una inmensa masa de austríacos dieron la bienvenida a las tropas de la Wehrmacht, por tanto, legitiman su anexión al Imperio alemán. Sin embargo, las aspiraciones de los austríacos habían cambiado desde 1918.

Concluida la guerra y abolido el Imperio Austro-Húngaro se declaró la República de Austria Alemana (Republik Deutschösterreich o Deutsch-Österreich), antes del final de 1918 la población, mediante plebiscitos regionales, expresó su voluntad de unirse a los alemanes, reclamando concesiones territoriales (no fue un plebiscito nacional). Aquellos objetivos eran quiméricos al no contar con apoyo internacional (excepto Alemania). Austria dependía de la decisión de los Aliados quienes rechazaron tales pretenciones; no obstante, el 12 de marzo de 1919 la Asamblea Nacional austríaca declaró al estado como una parte constituyente de la República Alemana. El Tratado de Saint-Germain-en-Laye, 10 de septiembre de 1919, puso las cosas en su cauce, la República de Austria Alemana pasó a denominarse República de Austria (Republik Österreich), prohibiéndose la unificación del país con otro a menos que contara con la aprobación de la Sociedad de Naciones, en razón que el Tratado de Versalles prohibía a Alemania unificarse con Austria. Casi dos décadas después, los nazis alemanes y austríacos se apoyarían en las decisiones anteriores al Tratado de Saint-Germain-en-Laye (1919) para reivindicar la unión.

Con el tiempo las aspiraciones austríacas fueron desde las más variadas posiciones políticas, la anexión ya no era primordial en la agenda, desde consolidar un nuevo estado nacional que rechace definitivamente la vieja monarquía, pasando por un estado autoritario de corte fascista, en mayo de 1934 se promulgó una nueva Constitución y un gobierno conocido como "austrofascismo", dirigido por el canciller Engelbert Dollfuss​ (asesinado por los nazis en julio de 1934), recuerden que en esos tiempos Austria contaba con la protección del régimen fascista italiano (opuesto a los nazis). Otro importante sector de la sociedad austriaca (monárquicos) luchaban por el retorno de los Habsburgo como soberanos del Österreich. Existía celo por cuanto Alemania seguía ostentando oficialmente el nombre de 'Deutsches Reich' (Imperio Alemán creado por la dinastía de los Hohenzollern) no obstante declararse la República (República de Weimar). Austria había sido "rebajada" a una simple República (Republiek Österreich, pese a que su traducción literal significa Imperio Oriental), gran parte de austriacos seguían enorgulleciéndose de su rico pasado, que ostentó, hasta no hace mucho, a través de la casa real de los Habsburgo, es decir, los títulos reales asignados a los emperadores del Sacro Imperio Germánico Romano.

Así que, dejando la propaganda a un lado, ya era minoritario el deseo de los austríacos para anexarse al Imperio Alemán, en 1918-1919 la desolación por el derrumbe del Imperio de los Habsburgo había impulsado en algunos círculos la iniciativa de unirse al Reich alemán.

El Anschluss


Hitler es recibido en Viena, 15 marzo 1938


Típico de este blog, no escribiremos la historia del Anschluss, un tema sobreexplotado, bastará un breve repaso de puntos concretos previos a la anexión. Hace unos día me encontré con una corta reseña referente al Anschluss y el "plebiscito" convocado para "legitimar" una invasión incruenta (característico de los primeros años del nazismo), me decanto por el titular "El plebiscito de Hitler. Cómo anexionarse una nación y legitimarlo sin disimulo" (José Carlos Bermejo). De allí surgió la idea de esta entrada. 

Es histórico que las circunstancias políticas de la época jugaron en favor del nuevo aprendiz de monarca que impuso las reglas para invadir y anexarse forzadamente una nación, la propaganda nazi haría el resto (por supuesto que un segmento importante de ciudadanos austríacos apoyó vivamente el Anschluss):

- Ante la presión desmedida de los nazis (tanto de Alemania como de Austria), el canciller austriaco, Kurt Schuschnigg, planeó los primeros días de marzo de 1938 convocar un plebiscito para el 13 de marzo. No se trataba de una pregunta, sino un llamado a respaldar una "Austria unida, cristiana, social, independiente, germana y libre", es decir no se convocaba para consultar sobre las aspiraciones alemanas de anexión. la noticia se filtró a Berlín.

- Schuschnigg, apremiado por las circunstancias, anuncia el 9 de marzo un referéndum para el 13 de marzo de 1938, Existe ya una pregunta concreta:  Independencia o unión con Alemania.

- Hitler no puede permitirlo, ordena a los nazis austríacos sabotear la realización del referéndum. Por otro lado, Schuschnigg ve esfumarse su deseo de contar con el respaldo internacional​. Alemania cierra las fronteras y moviliza las tropas. Dentro de Austria los nazis locales incitan a la violencia contra entidades estatales para crear el caos (algunos historiadores concuerdan que se intentaba provocar una guerra civil).

- El 10 de marzo, Hitler y su estado mayor de la Wehrmacht discuten el plan de invasión (Operación Otto) y exigen al líder austriaco Seyss-Inquart que ese mismo día busque la forma de anular el plebiscito. Hitler ordena mantener la violencia provocada por los nazis en las ciudades austríacas, esos actos provocan la reacción de las tropas austríacas leales al gobierno.

- La verdadera intención de Hitler es conseguir que el presidente Miklas destituya a Schuschnigg y nombre a Arthur Seyss-Inquart como canciller de Austria, quien, a la vez, debía solicitar el apoyo militar a Alemania para poner fin a la violencia y maquillar la invasión.

- El 11 de marzo, nazis austriacos armados y apoyados con infiltrados de la Gestapo provenientes de Alemania toman el control de la mayoría de entes gubernamentales en toda Austria. El presidente Miklas recibe un ultimátum del propio Hitler que le exige dejar sin efecto el referéndum. Miklas, en un acto de valentía y honor, luego de reunirse con Schschnigg, se niega cancelar el referéndum convocado.

-  El Consejo de Ministros austríaco se reune, al mismo tiempo, Hitler aprueba el plan de invasión y exige el nombramiento de Seyss-Inquart en reemplazo de Schuschnigg, Miklas se niega nombrar al nazi como canciller. Los nazis amenazan con la invasión para esa noche (11 de marzo). Terribles presiones tienen lugar, Miklas una vez más se niega nombrar a Seyss-Inquart. Como último acto, Schuschnigg acepta anular el plebiscito pero no convoca a otro según ahora exigen los nazis austríacos (dentro de tres semanas). Schuschnigg dimite ante el presidente quien no puede conseguir a alguien dispuesto a asumir el cargo de canciller. Un iracundo Hitler exige la renuncia de todo el gobierno austriaco.

- En la práctica, los nazis austríacos imponen por la fuerza su autoridad, cuelgan banderas nazis en los edificios gubernamentales y exigen la toma del poder. En Alemania, Goering comunica a Seyss-Inquart que va a ordenar la invasión de Austria y que toda resistencia será juzgada por consejos de guerra, las tropas alemanas se movilizan para ingresar en Austria el 12 de marzo.

- Hitler ve la necesidad de consultar a Mussolini (protector de Austria) quien por los canales diplomáticos hace saber que no intervendrá en los sucesos a devenir, dejando a los austríacos sin su único aliado. Hitler estalla nuevamente en furia al no recibir comunicado de Viena nombrando a Seyss-Inquart como canciller austríaco, la invasión debe iniciarse esa misma noche (11 de marzo). Se procede a falsificar documentos como el que, supuestamente, redacta Seyss-Inquart como nuevo canciller solicitando apoyo alemán para restablecer el orden en Austria. Hitler ahora exige que Miklas renuncia como presidente.

- A medianoche (ya el 12 de marzo) Miklas nombra a Seyss-Inquart canciller interino, pero él se reserva el derecho a emitir toda medida gubernamental. Seyss-Inquart pide detener la invasión ya que se han aceptado las condiciones alemanas, pero Hitler rechaza el pedido.​

- Tropas alemanas cruzan la frontera austríaca, en muchas partes son vitoreadas, no hay oposición a tal acto, ni reacción internacional. Temprano el nuevo Ejecutivo austríaco jura la Constitución, Seyss-Inquart pide parar la invasión (en vano). El nuevo gobierno austríaco anula el artículo 88 del tratado de paz que impide la unión con Alemania y promulga por decreto la anexión. Miklas dimite (negándose a firmar el decreto de anexión) y designa presidente interino al canciller Seyss-Inquart.
- Nazis austríacos junto a agentes de la Gestapo arrestan a Miklas. Arthur Seyss-Inquart da la bienvenida a las tropas de la Wehrmacht. El 13 de marzo las fuerzas alemanas ocupan sin resistencia toda Austria, siendo recibidos por la población. Hitler que ya se halla en Austria entra en Viena el 15 de marzo.


Marzo 1938, entusiastas austríacos saludan el paso de las tropas alemanas, ante los hechos consumados no queda más que la resignación y los buenos deseos; a la derecha, Hitler saluda a la población de Salzburgo.


En resumen: Las autoridades austríacas pensaban contar con apoyo internacional y apoyo de la población para conservar su independencia. Las cosas hay que llamarlas por su nombre, el Partido Nazi Austriaco planificó bajó las órdenes directas de Hitler un golpe de estado  en Viena, hecho que se materializó el 11 de marzo de 1938, evitando la celebración del referéndum convocado por Schuschnigg (en 1934 intentaron otro golpe de estado, asesinando al canciller Dollfus). El poder que tomaron los sediciosos fue inmediatamente transferido a Berlín, la Wehrmacht ingresa a Austria en plena crisis y chantajes a las autoridades locales. Hasta un nazi como Seyss-Inquart imploró que no se consume la invasión, tuvo que resignarse a las órdenes de su amo y por quien tendría que presentarse al cadalso en 1946.

Cumplida la ambición nazi, una de las primeras medidas implica suprimir la Primera República de Austria (Republik Österreich). Los nazis la degradan a provincia, Ostmark (Marca Oriental). Arthur Seyss-Inquart también ve degradado su codiciado cargo de Canciller a Gobernador General (el cargo de canciller queda suprimido).

Entonces, Hitler anuncia su plebiscito para el 10 de abril de 1938 con el cual legitimará la invasión de marzo. 


Marzo 1938, la extinta República de Austria (en rojo) convertida en la provincia de Ostmark (La Marca Oriental) de la Alemania nazi. Aneriormente explicamos que el nombre oficial de Alemania seguía siendo Deutches Reich (Imperio Alemán) a pesar de que se declaró la República (República de Weimar).


La papeleta del Plebiscito





Explicación de la gráfica y fotografía. Arriba: Observamos la papeleta del plebiscito convocado por los nazis tras la invasión y anexión (Anschluss) de Austria del 12 de marzo de 1938. Apreciemos que la parte principal de la pregunta y el nombre de Adolf Hitler tienen letra más grande y resaltada. La diferencia entre el "Ja" y el "Nein" es tan enorme que podría tratarse de una representación del Planeta Tierra con su satélite. Abajo: Una práctica "guía" para principiantes. Cómo votar por el Führer. Por si alguien no comprendió, el círculo grande es para marcar "SI" y el pequeño para dejarlo vacío.

Esa es la papeleta oficial utilizada el 10 de abril de 1938, cuya traducción dice: "¿Estás de acuerdo con la reunificación de Austria con el Imperio Alemán efectuada el 13 de marzo de 1938 y votas en favor de la lista de nuestro Lider Adolf Hitler?"... ¿Adivinan quién ganó?...  



Propaganda nazi para el referéndum del 10 de abril de 1938: En las ilustraciones a color, la primera dice: "Toda la gente dice el 10 de abril Si!". El otro es una famosa acuarela que se utilizó como tarjeta postal, representa al canciller austriaco Kurt Schuschnigg huyendo de Austria, junto con un sacerdote católico, un político, un judío caricaturizado que sostiene una caja llena de dinero y un miembro de la Juventud Schuschnigg (con un rostro judío igualmente caricaturizado). El grupo angustiado parece ser arrastrado por un muro de banderas nazis que empujan detrás de ellos. El título debajo de la ilustración "Mander, 's ischt Zeit !" (Hombres, ha llegado el momento!) hace eco del histórico llamado a las armas del heroico luchador por la libertad del Tirol, Andreas Hofer.


Bien, ahora entremos en otro detalle, quizá desapercibido. Si alguien se percató de algo interesante escrito en la papeleta y conoce algo de alemán y de su historia, podría afirmar que ¿Austria alguna vez fue parte del Imperio Alemán?. 

A Hitler le tomó tiempo y muchas rabietas justificar la invasión - anexión de Austria. Los ciudadanos de la Marca Oriental (ex austríacos), nueva provincia alemana, no tuvieron otra alternativa  electoral que:

 ¿Estás de acuerdo con la "reunificación"?
Si o No.

Veamos, los nazis utilizaron para el plebiscito la palabra Wiedervereinigung, que significa "reunificar", mientras que el término alemán Anschluss puede ser traducido como: unión, adhesión, anexión, incorporación; o, en otros contextos como: enlace, reunión, conexión y otros significados más, pero nunca se puede utilizar como reunificación. Ahora podrán entender por qué no se utilizó la palabra anschluss para la papeleta del referéndum. Wiedervereinigung pretendía otorgar una inexistente legalidad dentro de un marco jurídico de "causa justa" (ius ad bellum).

La definición de "reunificar" es precisa: "Volver a unir una entidad que en algún momento constituyó una unidad" (RAE).

La frase completa en la papeleta del plebiscito dice: "Wiedervereinigung Österreichs mit dem Deutschen Reich", es decir: "Reunificación de Austria con el Reich alemán".

Aquí nuevamente preguntamos. ¿Cuándo Austria o el Imperio Austro-Húngaro fueron parte del Imperio Alemán? Retrocedamos en la historia y reflexionemos: ¿Alguna vez el Imperio de los Habsburgo (Austria) se fusionó con el Reino de Prusia de los Hohenzollern (Imperio Alemán) o, remontándonos más en el pasado, con la dinastía Hohenstaufen (germánicos propiamente dichos)? 

Los nazis pretendieron reescribir la historia, sobre todo aquella bicefalia entre Prusia y Austria, al convocar a una dudosa, sería bueno decirlo, falsa "reunificación" germana de la invadida y anexada Austria, bautizada como la provincia de la 'Marca Oriental' del Reich Alemán, basado solo por cuestiones lingüísticas o de raza. 

En efecto, los nazis realizaron su plebiscito en abril de 1938. Se negó la posibilidad de realizar campaña por el "NO"; en el supuesto de que se consintiera, ¿cuál avezado austriaco la impulsaría?, puesto que, a los pocos días de la invasión-anexión, ya se contaban por decenas de miles los detenidos (70.000) entre políticos, intelectuales y hasta judíos. Datos confirman que alrededor de 400.000 ciudadanos (10 % de los votantes) fueron excluidos. Una anécdota que recoge la Wikipedia señala que en el poblado de Innervillgraten, donde la votación no estuvo custodiada por la Wehrmacht o las milicias nazis, el resultado fue del 95 % en contra de la anexión.

De todas formas, sería inútil cuestionar el apoyo popular (99.73 % de electores) en favor del "SI"; pero, la forma en que se llevó a cabo el proceso influyó en el resultado. No existió el voto secreto, los ciudadanos estaban obligados a marcar la papeleta a la vista de los SS, aun más, la papeleta debía ser entregada al SS, no había la opción para que el votante introdujera la papeleta en una urna. 

Por otro lado, Austria no fue inmune a las terribles crisis económicas que asolaron Europa tras la posguerra, tiempos de la hiperinflación alemana (1921-1923), luego vendría la Gran Depresión de 1929, Austria también se vió abocada en quiebras del sistema bancario. Las crisis financieras fueron el caldo de cultivo del nazismo, sin ellas no había posibilidad que exaltados "redentores" del mundo sean tomados en cuenta. Imagínese a un simple ciudadano austríaco de aquellos años contemplando extasiado como un coterráneo se apodera de Alemania al punto de declararse Führer, el "Mesías", el "Salvador" que clama por la unión de los pueblos germanos. Cómo no despertar la curiosidad en aquel hombre que llega escoltado por decenas de miles de soldados, hay que salir a las calles, a las carreteras, hay que mirarlo, quizá (piensan los austríacos), a pesar de todo, sea lo mejor para todos...



VIDEO

Anschluss. Versión rápida 
Cómo anexionarse una nación y legitimarlo sin disimulo


El lector tendrá muchas dudas sobre la argumentación de esta ponencia, sobre todo con la famosa "reunificación" (Wiedervereinigung); o, si Austria formó parte en algún momento de la historia del Imperio Alemán. Veamos la siguiente explicación.


Un poco de historia sobre el Sacro Imperio Romano Germánico.

Este mapa muestra el Sacro Imperio Romano en sus máximas expansiones. Durante más de ocho siglo el Sacro Imperio Romano se extendió desde el Mar del Norte hasta el Mar Mediterráneo


Podría cuestionarse está ponencia y presentarse como argumento de la anexión nazi de Austria el hecho histórico que alguna vez los territorios austríacos formaron parte del Sacro Imperio Romano - Germánico. Sin embargo, durante todo ese tiempo no existió una unidad y gobierno centralizado, el Sacro Imperio se conformaba de las típicas monarquías medievales, que se administraban por sí solas y cuyo nexo de unión siempre fue la Iglesia. 

Es más fácil comprender la estructura del Sacro Imperio explicando sus diferencias. Insistiré que nunca se convirtió en un Estado-nación, aglutinaba los más diversos y dispares sistemas de administración, que es otra cosa, les ataba un vínculo de principios católicos-cristiano-romanos que obligaba a rendir tributo a un soberano que reinaba pero no gobernaba, una especie de autoridad o juez sacrosanto embestido por la Iglesia, a quien se recurría en caso de conflictos y divergencias. El Sacro Imperio estaba constituido por los más diversos pueblos y buena parte de su nobleza provenía fuera de la comunidad germano-hablante. Su sistema de "administración" era una verdadera Torre de Babel, existían numerosos territorios (por cientos) gobernados por reyes, príncipes, duques, condes, tanto seculares como eclesiásticos, además de Caballeros Libres del Imperio y Ciudades Libres, existían príncipes-obispos con poder administrativo y eclesiástico.


Hasta inicios del siglo XVI los reyes germanos no eran considerados emperadores, si el Papa no los coronase. El Sacro Imperio o el Emperador no ejercía poder directo sobre los estados que oficialmente regentaba.

Si pudieramos hacer una comparación moderna (con sus notables diferencias naturalmente), sería por ejemplo, la Unión Europea o una organización militar como la OTAN, en que todos se alían para un objetivo común (sin contar con la opinión pública, claro está). Así el Sacro Imperio Romano Germánico, en apariencia, estaba unido para defenderse de enemigos externos, comerciar, resolver sus propias disputas, etc. (eso no quiere decir que no se dieran conflictos armados entre sus componentes, la historia nos dice lo contrario, muy rica en ejemplos).

Propio de la codicia humana, llegaron las guerras, la reforma protestante y otras circunstancias que llevaron a un punto fulminante, la Paz de Westfalia (1648) con el consiguiente declive del Imperio, una vez más, ahí se constató que el emperador solamente era un título  nominal, no ejercía poder real en los 350 estados que se aglutinaban en torno al Sacro Imperio. 



Animación gráfica sobre la evolución del territorio del Sacro Imperio Romano Germánico desde su fundación hasta su desaparición (gráfico tomado de la Wikipedia)



A partir de la "Paz de Westfalia" se inició la constitución de otro sistema de alianzas independientes. "Se agruparon en torno a los grandes Estados europeos con los que tenían identidad religiosa e influencia política, de manera que los Estados católicos del sur se agruparon en torno a Austria-Hungría; los luteranos del norte junto a Brandeburgo (integrante del futuro Reino de Prusia) y el Imperio Sueco, y los del oeste, predominantemente calvinistas, ingresaron a la órbita de influencia de las Provincias Unidas y del Reino de Francia. A todos los efectos, el Sacro Imperio Romano pasó a ser una confederación de Estados de difícil cohesión y rivales entre sí" (cita de la Wikipedia).

El Sacro Imperio desde hace mucho tiempo estaba representado por la Casa Real de los Habsburgo (desde mediados del siglo XV hasta su disolución en 1806 tras ser derrotados en la batalla de Austerlitz por el Primer Imperio francés al mando de Napoleón Bonaparte). Las rivalidades con sus "parientes" prusianos, los Hohenzollern, se desataron a raíz del surgimiento de Prusia que iba aglutinando a otros estados germanos en su entorno, luego vendrían las hostilidades armadas entre ellos.


Confederación del Rín (Rheinbund 1806-1813)


Bonaparte, durante la guerras napoleónicas, ordenó la formación de la Confederación del Rin (Rheinbund,1806-1813) con 16 estados alemanes tras la batalla de Austerlitz en la cual Austria y Rusia fueran derrotadas, téngase en cuenta que Prusia no participa en la contienda. La Confederación del Rin tenía un propósito para Francia, los pequeños estados alemanes serían una zona de amortiguación entre Francia y Europa Central (Austria y Prusia). El Sacro Imperio Romano Germánico se derrumbó en 1806, el emperador Francisco II abdicó al trono imperial y conservó el título de Francisco I de Austria, como emperador, los sucesores de Francisco II continuaron titulándose emperadores de Austria hasta 1918.


Confederación Germánica (1815-1866)


Si pudiéramos decir que hay alguna etapa en la historia en que Prusia y Austria estuvieron juntas propiamente dicho, bajo una denominación común aunque no administrativa, indirectamente fue gracias a Napoleón Bonaparte, en efecto, tras la derrota del Emperador francés en Waterloo (1815) se convocó al Congreso de Viena de 1815, aquí se decide, entre otras cosas, la conformación de la "Confederación Germánica" (Deutscher Bund), con 39 estados alemanes soberanos, incluido el Reino de Prusia, pero presidido por el Imperio Austríaco que ya recelaba del nacionalismo prusiano. Esa "Confederación" no funcionó ya que, generalmente, prusianos y austríacos no se ponían de acuerdo. Ese choque político culminó con la "Guerra de las Siete Semanas" (1866) en que el poderío militar prusiano se impuso, como consecuencia la "Confederación Germánica" se disuelve, formándose en 1867 la "Confederación Alemana del Norte" (Norddeutscher Bund), integrada por 22 estados del norte de Alemania, bajo hegemonía de Prusia, es el antecedente directo para la creación del Imperio Alemán en 1871. En esa nueva "Confederación" Austria es excluida del mundo "germánico".


Mapa de la Confederación Alemana del Norte, en rojo (1867-1871), Austria queda fuera.


El Reino de Prusia se fue imponiendo poco a poco al Imperio Austriaco, un ya presente Bismarck imponía la influencia prusiana en territorios alejados del control austríaco, como Sajonia, Baviera, Württemberg, etc. Sencillamente, Austria estaba en decadencia y no pudo oponerse a la penetración de Prusia en sus territorios (entonces ducados). 

Vendrían las "Guerras Germanas de Unificación", la Guerra Austro-Prusiana de 1866 (la guerra de las siete semanas) tenía un objetivo principal: expulsar a los austriacos de la "Confederación Germánica" y rechazar la "unificación" en torno a la corona de Austria. Bismarck apoyado por el desarrollo industrial de Prusia se convirtió en el temible enemigo de Austria. Otros objetivos secundarios se cumplieron, anexiones territoriales y la destrucción de la influencia austriaca sobre el resto de estados alemanes

¿Qué es lo fundamental de todo esto? 

Prusia expulsa a Austria de la Confederación Germánica, los austríacos reconocieron ese acto. La exclusión de Austria del seno de la comunidad germana fue un hecho consumado política y jurídicamente. En julio de 1867 se crea la "Confederación Alemana del Norte" (23 estados) bajo el predominio del Reino de Prusia. Llegándose al punto culminante tras la "Guerra Franco-Prusiana" (1870-1871), tras la victoria se consigue unificar a los estados alemanes aun renuentes y Guillermo I, Rey de Prusia, se proclama Kaiser del Imperio Alemán en 1871. Desde entonces, la historia de Alemania y Prusia se fusionan hasta el final de la Primera Guerra Mundial con la derrota del Imperio Alemán y la abdicación de Guillermo II.



Los austríacos fueron aliados de los alemanes en la Gran Guerra, pero ello no denotaba ningún deseo de "unificación", solo reflejaba cálculos geopolíticos y alianzas para proteger sus intereses ante el surgimiento de potencias paneslavas como el Imperio Ruso y el reino de Serbia. Como todos sabemos luego del asesinato del archiduque austrohúngaro, Francisco Fernando de Austria, por un ciudadano serbio (de Bosnia), el Kaiser alemán Guillermo II brinda al emperador austrohúngaro, Francisco José I, su apoyo para que Austria-Hungría invada el Reino de Serbia, por lo que Alemania tuvo que asumir su responsabilidad de provocar (e iniciar) la Gran Guerra.

II parte

Un breve repaso sobre los Habsburgo antes y después de la IIGM*

La Primera Guerra Mundial vio cómo la venerable dinastía de los Habsburgo fue depuesta y exiliada, su imperio, Austria-Hungría, destruido; igual sucede con el Imperio Alemán de los prusianos Hohenzollern que abdican al trono.

Un hecho que ha pasado desapercibido es que los Habsburgo, más que ninguna otra dinastía germana, estuvieron a un paso de ser restaurados en el trono austríaco, justo antes de la Segunda Guerra Mundial

Las tensiones internacionales surgidas tras las nuevas fronteras dibujadas después de la Gran Guerra fueron propicias para la propaganda nazi. No obstante Hitler temía a los Habsburgo a quienes veía como su mayor amenaza, incluso después de la toma del poder. El plan nazi de "reunificar" a todos los alemanes en un solo estado-nación significaba que debían iniciar con Austria, pero Mussolini apoyaba la independencia de Austria. 


El archiduque Otto de Habsburgo


Ya que las cosas no funcionaban en los ex estados del imperio austro-húngaro, se estudió la posibilidad de restaurar a los Habsburgo, lo que crearía un bloque fuerte que habría frenado el expansionismo nazi, en esos primeros años, la Alemania nazi era aun militarmente débil, sin importar que dedicara casi todos sus recursos a una economía de guerra y producción de material bélico.

En 1920 el gobierno húngaro votó para restaurar la monarquía, aunque carecían de un monarca, el almirante Miklós Horthy fue nombrado regente y debía entregar el poder al último rey de Hungría, el emperador Carlos I (Kaiser Karl) quien reclamó la corona dos veces en 1921 (los Aliados también se opusieron, aunque para muchos historiadores parece improbable que Gran Bretaña y Francia se arriesgasen a una guerra para evitar que los Habsburgo asuman su herencia húngara).


El Almirante Miklós Horthy, regente de Hungría y aliado de Adolf Hitler, fue el hombre que impidió que los Habsburgo (Archiduque Otto asuma el trono del Reino de Hungría)


Hungría fue durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial un reino nominal, una monarquía sin monarca. Horthy se acercó a Alemania al participar en la división de Checoslovaquia y unirse militarmente al Eje. Gracias a esa alianza recuperó parte del territorio perdido ante Rumania, Checoslovaquia y Yugoslavia.

Todos estos eventos fueron observados muy de cerca por el hombre que debería haber sido Rey de Hungría, el Archiduque Otto de Austria, quien tuvo éxito como jefe de la Casa de los Habsburgo tras la muerte de su padre, el emperador Carlos, en 1922. En ese momento, de convirtirse en el Rey nominal de Hungría, era menor de edad, alcanzada la mayoría de edad legal se esperaba que asumiera el trono húngaro, el almirante Horthy lo impidió.

Muy pocas personas se dan cuenta lo cerca que estuvo el Archiduque Otto de ser restaurado al trono austríaco. Según sus propias cuentas, era un trato pactado, el retorno de la Casa de los Habsburgo a Viena estaba planeado. La causa principal del por qué no sucedió en última instancia vino del último lugar del mundo que cualquiera hubiera esperado: Abisinia (lo veremos poco más adelante).

Dentro de Austria el canciller Engelbert Dollfuss prohibió los partidos de oposición, estableció un estado católico y corporativista que los historiadores han denominado "austrofascismo", con lazos muy amistosos con Benito Mussolini, El Duce italiano, en ese entonces, veía con mal ojo a Hitler, inicialmente no le gustaba el jefe de estado alemán, inclusive, después que Hitler llegó al poder y los dos se encontraran cara a cara, Mussolini lo encontraba desagradable. 


Los nazis querían Austria más que a nada e Italia era el único obstáculo para tomarla a la  fuerza. En 1934 Dollfuss fue asesinado por los nazis en un intento de golpe de estado, Mussolini se indignó y desplegó las tropas italianas en la frontera, Hitler retrocedió y "denunció" a los nazis austriacos que mataron a Dollfuss. 

El asesinado canciller prometió a los monárquicos la restauración (no es seguro que haya sido un sincero ofrecimiento), pero cuando se reunió con el archiduque Otto, los dos tenían algo en común: El odio a los nazis. 


Los cancilleres austríacos Engelbert Dollfuss y Kurt Schuschnigg


Kurt von Schuschnigg sucedió a Dollfuss como canciller y para preservar una Austria independiente y alejada de las garras nazis pensó en restaurar la monarquía de los Habsburgo, podía hacerse concluyó, habría quien se oponga en la comunidad europea, pero la decisión final solo dependía de dos hombres: El mismo archiduque Otto y el garante de la independencia austriaca Benito Mussolini.

No hace falta decir que el archiduque Otto estaba listo para asumir el trono, le horrorizaba imaginarse a los nazis tomando el poder en Viena o convertir Austria en un estado de Alemania. Las leyes que prohibían a los Habsburgo pisar suelo austriaco fueron derogadas y se les restituyeron las propiedades. Los nazis enfurecieron, Schuschnigg consultó con Mussolini. ¿Apoyaría Italia o se opondría a la restauración de la monarquía de los Habsburgo en Austria?

La respuesta de Mussolini fue más contundente al informar a Schuschnigg que:


No se opondría a la restauración de la monarquía, sugirió que los lazos italo-austríacos podrían ser cimentados por un matrimonio de los Habsburgo con un miembro de la Casa Italiana de Saboya. Schuschnigg organizó una reunión secreta con el archiduque Otto para informarle que el camino había sido despejado para la restauración de la monarquía. Se acordó todo y Schuschnigg declaró que todo debería estar listo para que la restauración se lleve a cabo el año siguiente (1935).

De pronto surge la crisis de Abisinia (Etiopía)


Benito Mussolini en una de las ceremonias nazis donde quedó "hechizado" por Hitler.


Tras un ataque etíope a un puesto de avanzada italiano a lo largo de la frontera en disputa entre Abisinia y Eritrea, Mussolini lanzó su invasión a Abisinia (hoy Etiopía). La opinión mundial fue muy dura con Italia, Gran Bretaña y Francia la denunciaron en la Sociedad de las Naciones donde se imponen sanciones a Italia. Hitler vio su momento, Alemania no impondría sanciones a Italia, ofreció su amistad. Abisinia es conquistada por las fuerzas italianas en siete meses, Mussolini se volvió contra los Aliados de manera firme e irremediable, lo habían ofendido, el Duce se vuelca hacia Hitler

Desde allí Austria ya no contará con la protección italiana ante las pretensiones nazis, los planes de anexión vuelven a reactivarse en Berlín, tenían que hacerlo antes que el Archiduque Otto pudiera ser instaurado en el trono. Apropiadamente, el plan nazi para la invasión de Austria recibió el nombre en clave de "Operación Otto". 

La pesadilla nazi era que el archiduque Otto pudiera aglutinar no solo a Austria, sino Hungría y Checoslovaquia, bajo la Casa de los Habsburgo, una fuerza que podía -en ese entonces- hacer frente a la Alemania nazi (esto por supuesto no eran más que cálculos y previsiones políticas, no hay constancia que algo así pudiera haber tenido posibilidad de éxito).

Los nazis con las manos libres iniciaron el proceso de intimidación - anexión, Schuschnigg convocó el referéndum sobre la independencia de Austria y Hitler decidió actuar antes que pudiera llevarse a cabo. El único que pudo haberlo detenido era Mussolini pero ya se había arrojado a los brazos de su nuevo amigo. Hitler extasiado renunció para siempre a cualquier reclamo del Tirol del Sur, un pequeño territorio poblado por alemanes cedido a Italia después de la Primera Guerra Mundial, allí no habría Anschluss.

Cuando Mussolini expresó que mantendría en casa a sus tropas, Hitler fue informado vía telefónica por el príncipe Felipe de Hesse, el Führer nazi gritó emocionado:


"Por favor, dile a Mussolini que nunca olvidaré esto ... ¡Nunca, nunca, nunca! ¡Vamos lo que sea! ... Y escucha, firma cualquier acuerdo que quiera ... Puedes decirle otra vez. Le agradezco de todo corazón. ¡Nunca lo olvidaré! ... Siempre que deba estar en necesidad o en peligro, puede estar seguro de que me quedaré con él, llueva o truene..."

El 12 de marzo de 1938, las unidades del ejército alemán ingresaron a Austria, rápida y ordenadamente se logró la anexión.

Consecuencias del Anschluss para los Habsburgo.


Arthur Seyss-Inquart recibe a Hitler en Viena durante el Anschluss; abajo, Seyss- Inquart se reúne con Hitler en Berlín a los pocos días de la anexión.


Aristócratas y monárquicos austriacos fueron arrestados inmediatamente por los nazis, muchos de ellos asesinados, junto con otros que se habían opuesto a la unión. Las leyes contra los Habsburgo en Austria se pusieron en vigencia, se confiscaron nuevamente sus propiedades y el propio Archiduque Otto fue declarado criminal. Sin la unidad que posiblemente brindaban los Habsburgo, fue relativamente fácil para los nazis hacerse con las áreas pobladas alemanas de la antigua Austria-Hungría, los Sudetes, Checoslovaquia y Polonia.
  
Cuando los nazis fueron derrotados en 1945, el Archiduque Otto estuvo visitando su natal Austria, se interesó en comunicar a los aliados occidentales su preocupación por la presencia soviética en Austria. Presentó una propuesta para la Europa central de posguerra, la creación de una "Federación del Danubio" que abarcaría gran parte del antiguo territorio del Imperio de Austria-Hungría. El primer ministro británico Churchill parecía apoyar la idea pero ya había otro gran protagonista, el dictador soviético Josep Stalin, además, los territorios de la federación propuesta estaban dentro de la pactada esfera de influencia soviética. Tampoco en Austria agradó la propuesta del Habsburgo, con el tiempo el Archiduque Otto renunció a su derecho al trono.


El tiempo de reyes y emperadores había terminado, los pueblos de Europa estaban hartos de ir a la guerra y morir en nombre de sus principitos y reyezuelos o dictadores demagogos aspirantes a monarcas.  


Notas:

* La segunda parte de este reportaje es una sinopsis de un tema ya tratado anteriormente: Nazismo y monarquía. Los mapas en su gran mayoría son tomados de la Wikipedia.
El plebiscito de Hitler
Nazismo y Monarquía (II)
Cuando Prusia selló el destino de Alemania
La paz de Westfalia (1648), el día que cambiamos la cruz por la bandera. 

22 septiembre 2018

Mussolini y el mito del triunfo contra la mafia





por Tito Andino U.


I parte

Estados Unidos pacta con la Cosa Nostra

No son numerosas las publicaciones, pero la información es precisa, sobre el auténtico pacto de conveniencia ('acuerdo de caballeros', para algunos) entre el gobierno de los Estados Unidos y la Mafia (Cosa Nostra) con el fin de intercambiar valiosa información y hasta conseguir apoyo de los capos sicilianos (Onorata Societá) para la planificada invasión aliada a la Isla del Sol -Sicilia- y luego al resto de la península itálica. 

Ergo, como siempre, debo advertir que este ensayo no será una reiterada narrativa de los detalles de las operaciones militares conocidas como "Operación Husky" (julio 1943) y el desembarco aliado. Los antecedentes y datos relevantes de las negociaciones con la mafia resumimos a continuación:

- Tras el acuerdo mafia-gobierno de los Estados Unidos estaba el temor a las acciones de guerra de los submarinos alemanes en el Atlántico y en las costas de los EEUU, así como la infiltración de espías y saboteadores en los puertos y muelles estadounidenses. La inteligencia militar era impotente ante el "Sindicato" portuario controlado por la mafia, la Omertá (Ley del silencio) iba más allá del sentimiento patrio.

- Es indiscutible que el gobierno de los Estados Unidos priorizó la amenaza real a la seguridad nacional que representaba la presencia del enemigo en su territorio, así como el arribo de buques y submarinos de guerra hostiles a sus costas. La pérdida hasta fines de 1942 de más de 70 buques mercantes fue relevante a la hora de llegar a un entendimiento con la Cosa Nostra

- Suele aceptarse que el acercamiento del gobierno a la mafia data alrededor de febrero de 1942, tras el incidente con el barco "Normandy", en New York (incendio y hundimiento atribuido a sabotaje de espías del Eje, mas tarde se determinó que fue un accidente laboral).

- La Oficina de Inteligencia Naval mucho antes de 1942 había puesto en marcha la 'Operación Underworld' con el fin de reunir pruebas sobre un presunto acuerdo entre la Cosa Nostra con los sabotajes en los muelles y espionaje en favor del Eje. El resultado debió ser tan pobre que, al contrario, terminarían pidiendo apoyo de la mafia para combatir al Eje.

- El famoso Padrino de la Mafia, Charles 'Lucky' Luciano, fue sondeado por las autoridades militares con el fin de solicitar su colaboración (al parecer Luciano regó el rumor de que sus hombres habían provocado el incidente con el 'Normandy'). Dichos contactos dieron sus frutos, en el resto de la contienda no hubo más huelgas, ni accidentes 'fortuitos' en los muelles.

- Algunas fuentes señalan que, inicialmente, Joseph Lanza, un mafioso italo-americano, miembro de la 'Familia Luciano' (luego convertida en 'Familia Genovese'), que controlaba el 'Fulton Fish Market' del Bajo Manhattan y Jefe del sindicato 'United Seafood Workers' (USW) desde 1923, fue abordado por elementos de la Inteligencia Naval. Lanza no podía llegar a ningún acuerdo sin el visto bueno del "Padrino" (Charlie Luciano), que se encontraba en prisión. 

- Fue Meyer Lansky, otro prominente mafioso, finalmente quien actuó como intermediario entre Luciano y los agentes navales y otros organismos de inteligencia, el pequeño Lansky era judío y tenía razones para aborrecer a los  nazis.

- Joseph Lanza fue acusado en 1938 por actividades del crimen organizado en el mundo laboral, sin embargo, para 1940 era extraoficialmente uno de los encargados de la protección del litoral de Nueva York, es decir, dos años antes de que haya un acercamiento "formal" con las autoridades, Lanza llegó asesorar en persona a la Oficina de Inteligencia Naval, él controlaba a los estibadores y pescadores locales quienes le informaban de posibles rastros de submarinos alemanes. Un verdadero ejército de contraespionaje mafioso al servicio del Navy.

- Debe tenerse presente que no fue solo Luciano el abordado para negociar con el gobierno, Otro líder sindical, James Hoffa, del sindicato de los transportistas, también intervino en las negociaciones con la mafia, los resultados fueron provechosos para todos, el gobierno podía estar tranquilo, las actividades navales podían dedicarse a sus menesteres con la seguridad que la mafia reportaría una eventual presencia del enemigo. Hoffa y Luciano profundizaron sus lazos de amistad y buenos negocios por largo tiempo.


Fichas policiales de Joseph Lanza, Meyer Lansky, James Hoffa y Charlie Luciano


- Es entendible que sobre el tema no existe una versión oficial del gobierno de los Estados Unidos, hasta el presente es un "secreto" a voces. Oficialmente jamás hubo un acuerdo con Luciano y el "Sindicato"; mucho menos habrá un reconocimiento público de que los EEUU solicitó ayuda de los mafiosos -lo que equivaldría a declarar la incompetencia de los servicios de inteligencia-. 

- Es falso, mejor dicho es propaganda de los partidarios del fascismo, que el Comité del Senado de los EEUU para investigar la mafia haya aprobado públicamente esas y posteriores acciones (al menos no de forma pública y oficial). Se dice que el senador Estes Kefauver avaló todo. En 1950 se creó el 'Comité Especial del Senado para investigar el crimen en el comercio interestatal' (lucha contra el crimen organizado), más conocido como el Comité Kefauver, ante audiencias públicas desfilaron más de 600 testigos, entre ellos jefes mafiosos como Willy Moretti, Joe Adonis y Frank Costello y varios políticos. Posteriormente Kefauver se postuló para la nominación presidencial por los demócratas en 1952.

- El, en ese entonces, encarcelado 'Padrino de la Mafia' de los Estados Unidos, Salvatore Lucania (nombre real) o Charles 'Lucky' Luciano, logró obtener la colaboración de las Familias sicilianas para apoyar a las tropas aliadas con el plan de invasión. Desde la isla operaron como una verdadera "inteligencia militar", remitiendo mapas, fotografías de las playas, puestos fortificados, unidades militares italianas, etc. 

- La Onorata Societá notoriamente antifascista, resistió a los embates para eliminarla o subordinarla a la autoridad central, recibió gustosa las primeras oleadas de las tropas de desembarco, sirvieron como guías y hasta como combatientes en la eliminación de focos de resistencia de las unidades fascistas. 

- Durante la invasión aliada, los mafiosos tomaron la iniciativa de ordenar el arresto de las autoridades fascistas y colaboradores, tenían listas detalladas de sus enemigos; consiguieron que varias unidades italianas depusieran las armas y que otros desertaran; muchos de éstos soldados italianos, al corto tiempo, estaban luchando junto al bando aliado. Sicilia fue liberada en pocas semanas. 

- También es conocido que algunos jefes de la mafia siciliana, de acuerdo con los mandos aliados, liberaron a sus compañeros encarcelados y algunos de éstos fueron nombrados autoridad de diversos pueblos.

- El rol de Luciano y la Cosa Nostra junto a sus "primos" italianos de la Onorata Societá funcionó en el teatro de operaciones de Europa. Tal colaboración no culminó con la invasión, en la posguerra, extraoficialmente, colaboraron con las fuerzas de ocupación aliadas contra las guerrillas comunistas italianas y de otras países de Europa

- Las cosas están claras, meses antes de la 'Operación Husky', Luciano recurrió a la justicia para que se revise su sentencia aduciendo haber prestado valiosos servicios a los Estados Unidos. Fue liberado, mejor dicho deportado de los Estados Unidos hacia Italia en 1946 (tenía una condena de 30 años de prisión, aún le restaba 20 por cumplir); sin embargo, inicialmente, Luciano no fue directo a Italia, su destino hasta 1947 fue Cuba.


Tropas estadounidenses listas para desembarcar en la playa siciliana de Licata (10 julio 1943)


- No obstante lo anotado, no debemos caer en el error de otorgar todo el crédito de la victoria aliada a la mafia. La importancia de la batalla no era solo en el campo militar, sino en el político. Los aliados conjeturaron bien que la toma de Sicilia pondría sobre las cuerdas la credibilidad de Mussolini y el gobierno fascista

- Se movilizaron dos ejércitos para la operación a cargo del General Dwight Eisenhower, también participaban George Patton y los británicos Harold Alexander y Bernard Montgomery, lo que indica que no se jugaba cualquier cosa y que el rol de la mafia fue de un necesario y excelente auxiliar que, posiblemente, evitó miles de bajas en filas aliadas como en las italianas.

- Británicos y americanos desplegaron más de 160.000 hombres, miles de vehículos, tanques y artillería. Para hacer frente a la invasión se encontraban asentados en la isla más de 250.000 soldados italianos. Mussolini -en una de sus egocéntricas actitudes- había ordenado que Sicilia sea defendida solo por italianos a las órdenes del General Guzzoni; sin embargo, el Alto Mando Alemán no se dejó impresionar, había fijado en la isla al XIV Cuerpo Panzer bajo órdenes del General Albert Kesselring, más la presencia de la famosa división 'Hermann Göring', sumando alrededor de 40.000 soldados. En teoría los alemanes estaban subordinados al mando italiano (detalles sobre las batallas se pueden consultar fácilmente en internet).

El Gran Consejo Fascista se reunió el 24 de julio, tras el fracaso de la defensa italiana en Sicilia, Mussolini recibió el voto de desconfianza, fue destituido y arrestado, inmediatamente reemplazado por Pietro Badoglio, quien, acto seguido y en secreto, entabló negociaciones de paz con los aliados. El grueso de las fuerzas alemanas lograron escapar hacia la Italia continental. 

 


    Tropas británicas desembarcan en Sicilia.


Reflexiones

El lector tendrá muchas preguntas sobre esta trama. Confieso que estaba confundido con algunas interrogantes, no obstante, si meditamos un poco, aquello es resultado del "arte" de la política, lograr aunar esfuerzos para la guerra con inverosímiles alianzas que, en otras circunstancias, no obrarían juntas (por ejemplo el pacto entre nazis y comunistas de 1939). 

Alguien comentaba que le resultaba difícil distinguir a los "chicos buenos" de los "chicos malos" en esta historia. No es fácil dar una respuesta satisfactoria. Finalmente, ¿quiénes son los "chicos buenos" y los "chicos malos"?: ¿Los nazis, el gobierno de los Estados Unidos, la mafia, el fascismo?. 

Si hemos de ser "políticamente correctos", respondo que mi apreciación es meramente histórica, todos esos actores estuvieron profundamente involucrados. No podría -aunque quisiera- dar un punto de vista subjetivo. Si algo de consuelo debe guardar el lector es que todas las partes, intrínsecamente, han sido nefastas para la humanidad; sin embargo, hubo un momento en la historia en que el espectro de la barbarie se ceñía sobre el mundo y había que detener esas hordas asesinas que clamaban por un nuevo orden mundial y el advenimiento del "nuevo hombre", a costa del sacrificio de sus "inferiores". Esa era la verdad oculta de la relación mafia-gobierno de EEUU, aunque no siempre el método haya sido el correcto, ni ético. 

También he repasado sobre lo indescifrable que resulta para muchos comprender que las primeras décadas del siglo pasado en los Estados Unidos se oponían notoriamente a la inmigración de judíos europeos, eso quedó reflejado en violencia, principalmente por parte de los irlandeses; sin embargo, algunos mafiosos, como Luciano, brindaban cobijo y protección a los "chicos" judíos como Meyer Lansky, el cual se valió de los mismos matones para asaltar asambleas de nazis americanos como para extorsionar al sencillo ciudadano. Eran tiempos en que Estados Unidos negaba sistemáticamente las reglas de la democracia, sin conceder derechos a los afroamericanos, a la vez que proclamaba su oposición al antidemocrático gobierno nazi en Alemania, reflejo del totalitarismo racista y asesino que perseguía judíos y otras minorías.
   
Una reseña histórica digna de leer (para el lector que tiene prisa), sobre el tema aquí planteado, es el artículo que resume el libro "Whiteout: The CIA, Drugs and the Press" de Alexander Cockburn y Jeffrey St. Clair, publicado como "La Mafia en la Segunda Guerra Mundial: «La suerte de Lucky»" (ver nota a pie de página).

Bien, a breves rasgos hemos pasado revista al cómo se llegó a esa relación mafia-fuerzas aliadas. Hechos concomitantes vuelven incompleta la historia, por eso analizaremos el papel de Mussolini y el fascismo durante su reinado en Italia, tras las faldas del Rey Víctor Manuel III.



II PARTE

MUSSOLINI NUNCA VENCIÓ A LA MAFIA


   
En 1922 llega al poder el fascismo con Benito Mussolini.

“El nuevo régimen empieza a luchar contra la mafia. La mafia aparentemente se había eliminado, pero lo que había pasado en realidad es que se había encarcelado a los elementos secundarios, a los pequeños delincuentes, mientras los grandes mafiosos se pusieron la camisa negra, el símbolo del fascismo y se integraron al régimen y el gobierno de Mussolini, quien no sólo absorbió a los mafiosos, sino que la mafia se institucionalizó”Giuseppe Carlo Marino

Coloquialmente se nos ha vendido la siguiente historia

Que Mussolini impuso orden en Italia al combatir a la mafia. Muchos "revisionistas" y otros pseudo historiadores comentan esta etapa de la historia italiana como una de las glorias y virtudes del fascismo, una bonita carta de presentación del sistema que combatió al crimen y veló por la sociedad. Verdad a medias, o, mejor dicho, una aventura condenada al fracaso.

Sí, fracaso en el sentido que, en esencia, el fascismo era una mafia, tan criminal y repulsiva como aquella organización que pretendió combatir. Los intereses del fascismo -alejándonos del típico discurso demagógico- era lo mismo de siempre. El fascismo de Mussolini no tenía nada que ver con los fascios o fasci obreros y campesinos del siglo XIX, que lucharon por reivindicar las tierras para los campesinos y que fueron brutalmente reprimidos tanto por la mafia, por los terratenientes y por las fuerzas estatales. El fascismo italiano fue una ideología que nos habló del corporativismo (de lo que no se vio nada en su largo reinado) resultando ser una corriente pro monárquica e imperialista, represiva de los movimientos obreros y campesinos y contrincante de la ideología marxista, fue creado para oponerse a los movimientos comunistas. 



El fascismo quizo recrear el antiguo Imperio Romano, al punto de declarar la guerra a otros países, como Abisinia (actual Etiopía) "Tenemos un Imperio" vociferaba Mussolini luego de su pírrica victoria contra la desarmada Abisinia. Tras bastidores el Rey de Italia, Víctor Manuel III agradecía a Mussolini su hazaña porque ello le valió un nuevo título: "Emperador de Etiopía" (reconocido solo por los nazis); en abril de 1939 asumió el título de "Rey de Albania" gracias a la invasión y anexión fascista de Albania (no olvidemos que también declaró la guerra a Grecia, a Francia, etc).

De la "Guía de Supervivencia Ideológica – Totalitarismos. Señores uniformados que gritan", extraemos el siguiente párrafo:

"Así que el arrogante Benito organizó a veteranos descontentos y otros elementos violentos (abundantes en tiempos revueltos) de ideología más bien reaccionaria en squadras de fascisti, aludiendo así al glorioso pasado del Imperio romano. Que en el fondo eran un grupo de bestias que se dedicaron con entusiasmo a patear obreros, reventar huelgas y encierros y propagar la violencia callejera, disputando a los marxistas su lugar bajo el sol. En 1922 se sentían lo bastante fuertes y protagonizaron la famosa “marcha sobre Roma” con sus camisitas negras y su canesú, y para entonces ya les dirigían una atenta mirada desde lo alto. En efecto, los poderes fácticos burgueses miraban con simpatía aquella forma de escabechinar al movimiento obrero y no se dejaron engañar por el discurso revolucionario marxistoide que enarbolaban los primeros fascistas, de modo que tras la entrada en Roma se les entregó el gobierno. Lo cierto es que los discursos de Mussolini cuadraban mucho mejor con sus deseos y aspiraciones, que no eran sino la derrota de los proletarios y su pernicioso ideario igualitarista".

No demos tanto varapalo al Duce, leamos sus mentiras y sus mitos antimafia. 


El Mito


Un joven Benito Mussolini detenido en Berna - Suiza, el 19 de junio de 1903 a donde había huido para eludir el servicio militar obligatorio en Italia (1902). En julio de 1902 ya había sido arrestado por primera vez (por vagancia), aunque también laboró como profesor suplente y como obrero. En ese tiempo ya mostraba sus cualidades de agitador, redactando en el periódico 'L'Avvenire del lavoratore' (socialistas italianos en Suiza). En 1903 se instaló en Berna, ahí fue detenido al sospecharse que incita a los trabajadores italianos a la huelga y al disturbio. El Ministerio Público de la Confederación informa a las policias cantonales que es conveniente no perder de vista a este "anarquista". Se ordena su deportación, pero la orden de expulsión es válida sólo en el cantón de Berna, Mussolini regresa pronto a Suiza y se queda en Bellinzona (Tesino).

Sería imposible en un solo artículo describir la realidad italiana desde que el fascismo de Mussolini se hizo con el poder político de Italia, el poder real siguió siendo ejercido hasta el fin del fascismo por las clases oligárquicas y aristócratas italianas.

Una versión de la historia, no necesariamente falsa, solo sobredimensionada señala que:

 ".... Si las tropas de Giuseppe Garibaldi y las posteriores, más las policías de los gobiernos en la región y concretamente en la isla de Sicilia, no pudieron desaparecer a la Cosa Nostra ni tampoco evitar el surgimiento de otras mafias en el mismo espacio geográfico meridional, ellas se enfrentaron en las primeras décadas del siglo XX con la voluntad de eliminarlas del propio duce Benito Mussolini (jefe político del movimiento fascista y de los grupos paramilitares de las Camisas Negras) quien las combatió militarmente en forma brutal, con lo cual logró reducir sensiblemente su accionar e influencia (fue el mismo caso para la mafia napolitana, llamada la Camorra), al grado de que casi las desaparece –algunos analistas opinan que prácticamente lo consiguió–, debido a que Mussolini tenía clara conciencia de que, particularmente, Sicilia estaba integrada sólo formalmente al Estado italiano. Y su concepción de un Estado totalitario pasaba por el control completo del territorio que les servía de asiento criminal, que controlaba la mafia siciliana, y donde ejercían su poder paralelo al del Estado italiano. Entonces resultaba inconcebible su permanencia.
Dicha tarea fue encomendada al célebre, por sanguinario, Cesare Mori, apodado el Prefecto de Hierro (los prefectos eran una autoridad de facto en las provincias, del tipo de un gobernador, surgido al desaparecer los ayuntamientos y ubicar la autoridad de los alcaldes por debajo de las prefecturas) con quien Mussolini hizo alarde de brutalidad militar que, claro, incluyó a la oposición obrera y comunista, y diseñó una estrategia que atacó el problema de la mafia en una doble dirección: combatiendo su vocación cuasi-estatal, pero, igualmente: “…en busca del apoyo popular y deseoso de otorgar dignidad moral y respetabilidad a su movimiento –acusado de subversión violenta y extremista– emprendió una campaña sin cuartel para aniquilar a la mafia y legitimarse”. (Operación Bajo Mundo: la negociación de Estados Unidos con la mafia italiana").

Existen varias historias de partidarios del fascismo y neonazis contemporáneos, que se repiten en internet, con bonitas gráficas y estadísticas, lamentablemente es solo eso, propaganda para exaltar las "virtudes" del fascismo. Revisemos una de ellas. 

"El fascismo vencedor de la mafia siciliana", es un titular muy visitado por los partidarios de esa corriente, empieza citando las palabras del Duce pronunciadas en Agrigento, el 8 de mayo de 1924, es decir, al día  siguiente de haber sido humillado en un pueblo siciliano

"El fascismo que liberó a Italia de tantas plagas va a cauterizar, si fuera necesario por medio del hierro o del fuego, la herida de la delincuencia siciliana… Yo declaro que tomaré todas las medidas necesarias para protegerles de los criminales. Cinco millones de laboriosos patriotas sicilianos no tienen porqué soportar que los vejen, exploten y deshonren algunos centenares de malvivientes".

La publicación citada acota que: 

"Los partisanos comunistas al mando de Antonio Canepa y Girolamo Li Causi y el contrabandista Salvatore Giuliano colaboraron en esta tarea de "Liberación", por la cual todos estos grupos: la mafia, los liberales, los marxistas y el ejército yankee realizaron un baño de sangre en Sicilia masacrando a todos los Camisas Negras y carabinieri ejecutados en las plazas públicas, como el ahorcamiento del incorruptible Comisario Amenta, en la ciudad de Corleone". 

El mito afirma que:

"La única época en la historia italiana en que dicho país estuvo libre de la delincuencia mafiosa fue durante el Gobierno Fascista entre 1924 y 1943, volviéndose a la "normalidad" luego de 1945".


El EGO DE MUSSOLINI




El Duce como líder del fascismo y dictador del Reino de Italia, fue nombrado primer ministro en 1922, para 1924 ya ejercía control de todo el Estado y acabó con el sistema parlamentario en 1928. Curiosamente nunca tocó al REY Victor Manuel III, cuando podía hacerlo. 


El 6 de mayo de 1924 llegó Mussolini a Sicilia, quiso dar una demostración de fuerza al programar una larga visita oficial de quince días. Evidentemente, no tenía ni la más remota idea de lo que era la mafia, su percepción cambio al poco. El Duce se enfadó por la poca receptividad, falta de glamuor, de fiestas y solemnidades que ameritaba su presencia. Los "dignatarios" mafiosos de la región lo recibieron como un invitado más. En "Los Padrinos y las nefastas virtudes del puro poder" y otras obras se narran estos pasajes.

Un pequeño padrino de la provincia de Palermo, el alcalde mafioso de Piana degli Albanesi (hoy Piana dei Greci), Francesco Cuccia, mejor conocido como 'Don Ciccio', había tenido la osadía de evitar la presencia de la muchedumbre para escuchar el discurso de Mussolini (7 de mayo 1924), el Duce debió haberse ofendido mucho, pero ocultó su rabia, al no encontrar la multitud que solía asistir a vitorearlo en cualquier evento. Cuentan que ese día, apenas concurrieron contadas personas, algunos afirman que sólo eran dos jorobados y un cojo (es posible que esta parte solo sea una leyenda). 

Cuccia asistió al programa oficial de Mussolini mostrando en el pecho la 'Cruz de Caballero del Reino', al mismo tiempo que tenía cargos por asesinato; y, en claro propósito de solicitar una confirmación de la tradicional delegación concedida por el Estado al poder de la mafia en la isla, le dijo al Duce: 

"Vuecencia, señor capitán, está conmigo... y bajo mi protección. ¿Qué necesidad tenía de tantos policías?". El mafioso sintió como una afrenta que el Duce estuviere rodeado de muchos policías y guardaespaldas. Otras fuentes afirman que Cuccia, como si estuviese dándole un consejo, le tomó del brazo, guiñó un ojo y expresó en confidencia al Duce, "Está usted conmigo. No tiene nada que temer... Vaya tranquilo, excelencia, que aquí, de aniquilar a los subversivos y de garantizar el orden nos ocupamos nosotros".

Estaba claro que apenas un pequeño Padrino local le demostraba al poderoso Mussolini quien mandaba en la isla, una vejación pública. El Duce dio la vuelta hacia Palermo, al siguiente día visitó la ciudad de Agrigento y ante la prensa declaró la "guerra total" contra la Mafia. Su larga gira propagandística planificada para quince días tuvo que recortarse a seis. El 12 de mayo el desplantado Mussolini se hallaba ya en Roma, dolido por la soberbia y el trato extremadamente "amistoso" del alcalde. El Duce convocó a los jefes de seguridad del estado y pidió que de inmediato le recomendaran "un hombre nuevo, capacitado, inflexible y experto en cuestiones sicilianas sin ser siciliano", la tarea sobre ese hombre no era otra cosa que aniquilar a la mafia

Mas, Mussolini no tenía en mente acabar solo con la mafia, no toleraría más síntomas de oposición a su régimen, por lo que aprovechó para desaparecer, de igual forma, a comunistas, socialistas y todo oponente al fascismo. 

El elegido para esa tarea fue el prefecto de Bolonia, Cesare Mori, un policía retirado, quien por órdenes del Duce debía acabar con la mafia con "fuego y acero". Mori fue nombrado directamente por Mussolini prefecto de Sicilia en octubre de 1925, tenía carta abierta. El Duce le señalo que "si las leyes vigentes le impiden actuar, no será problema, para ello podemos cambiar las leyes".


    El Duce, Benito Mussolini y Cesare Mori, el Prefecto de Hierro.


Veamos que consiguió Mori. 

Logró cambiar el sistema judicial en la isla destituyendo a los jueces con elementos leales al régimen, desarticuló algunas células de la corrupción administrativa que tras sus escritorios gestionaban los sobornos. Era evidente que desataría una "cacería de brujas", todo sospechoso de estar coludido en alguna "asociación con fines delictivos" era inmediatamente arrestado, muchos sicilianos (tanto buenos como malos) huyeron de la isla e inmigraron prioritariamente a América. Mori permitió el uso de la tortura para obtener declaraciones, se llegó a mantener en estado de sitio a numerosos pueblos solo para detener algún bandido. Cayó en la arbitrariedad de humillar públicamente a algunos jefes mafiosos capturados pretendiendo demostrar el poder del estado y declarándose protector de los civiles, intentó que el pueblo confíe la defensa de sus intereses en las autoridades del gobierno sin necesidad de los favores de la mafia. Como resultado la actividad delictiva disminuyó (sobre todo el bandolerismo), la mayoría de capturados fueron juzgados y eliminados.

El número de detenciones era elocuente, el orgullo del fascismo en cifras, generalmente, el ser arrestados conllevaba ya una declaración de culpabilidad, muchos de los encarcelados eran confinados en las islas cercanas a Sicilia. Solo entre 1926 y 1928 alrededor de 11.000 personas bajo sospecha fueron detenidas y enviadas a prisión, no era de interés alguno que los cargos, incluso, se basaran mayoritariamente en viejas rencillas personales. La pertenencia a una organización como la Mafia era muy difícil de probar, pero, sin duda, se atacó las bases de la mafia. 

Mori aparentemente cumplió su promesa, al ser nombrado para el cargo y en directa advertencia había dicho a los sicilianos: "Mi nombre es Mori y tendré personas muertas. La criminalidad debe desaparecer al igual que el polvo en esta plaza se deja llevar por el viento"

El Duce feliz por los resultados, mejor dicho, aprovechando las cifras de detenidos y ejecutados proclamó a viva voz que la mafia había muerto, que no habrá fuerza capaz de revivirla. Favorecido por la propaganda típica de los regímenes totalitarios vendió la imagen de un leal servidor de la justicia. Mussolini fue felicitado incluso desde otros países, ganando prestigio internacional por sus logros en tan corto plazo, incluso el New York Times elogió al Duce: “La Mafia está muerta, nace una nueva Sicilia”

El "justiciero" Mori fue cesado en junio de 1929 por sus métodos nada convencionales, sus pesquisas llegaron hasta los despachos de jefes locales fascistas en Sicilia vinculados a la mafia, hechos que podrían tener graves consecuencias de hacerse público esos nexos. La propaganda elogió la labor de Mori y declaró su erradicación de la Isla del Sol, como consuelo, Mori fue nombrado senador ese mismo año. 

Así fue como Mussolini -el Duce- "acabó" con la mafia, según la versión (resumida) del mito que nos sigue vendiendo la propaganda fascista en el presente.


LA VERDAD 



La guerra del fascismo contra la mafia estaba dirigida hacia objetivos políticos. Mussolini no pretendía realmente acabar con los mafiosos, anhelaba que su régimen autoritario gozara de credibilidad internacional. Y, como el Duce nunca terminó con la mafia, círculos profascistas afirman que los aliados renacieron esas organizaciones tras el fin de la segunda guerra mundial. 


El historiador británico John Dickie, en su libro "Historia de la Mafia" (Debate, 2015) señala que ese era un

"relato que convenía al gobierno fascista, a los nostálgicos del régimen que quedaron tras la guerra, e incluso a ciertos sectores de la izquierda. Muchos de ellos culpaban a los americanos del retorno de los mafiosos, porque así podían responsabilizar a la CIA y a los extranjeros del resurgimiento de un problema crónico. También los propios gánsters querían que la gente lo creyera porque así hacían ver que la nueva Mafia era un grupo violento, al estilo americano, que estaba desplazando a las buenas tradicionales que ellos encarnaban. No obstante, lo que realmente sucedió es que el fascismo nunca consiguió acabar con la Mafia".

Un esclarecededor artículo publicado en 2012, titulado "¿Acabó el fascismo con la mafia siciliana?", concluye que los mafiosos se integraron a las instituciones fascistas, así lo confirma Álvaro Lozano, autor de varios libros sobre la segunda guerra mundial, el fascismo y el nazismo.

"En su visión totalitaria de la sociedad y el Estado a Benito Mussolini le preocupaba la existencia de un centro de poder rival. Y esas condiciones se daban absolutamente en la Sicilia de entonces. Un elocuente ejemplo de ello fue el caso de Vittorio Emanuele Orlando que organizó y dirigió en Palermo un partido llamado 'Unión por la Libertad', con el que se enfrentó a los fascistas en agosto de 1925. En un célebre mitin el tal Orlando exaltó públicamente a la Mafia, fomentando el arraigado sentimiento que existía en la región hacia la organización: 'Ahora os digo, ¡oh, palermitanos!, que si por Mafia se entiende el sentido del honor llevado hasta la exageración; la intolerancia contra toda prepotencia y atropello llevada hasta el paroxismo; la generosidad que se enfrenta al fuerte, pero perdona al débil; la fidelidad a los amigos, más fuerte que todo, incluso que la muerte; si por Mafia se entienden esos sentimientos y estas actitudes, a pesar de sus excesos, ¡pues entonces se trata de rasgos indivisibles del alma siciliana y me declaro mafioso y estoy contento de serlo!'. "

Sí, es verdad que Mussolini fue más severo que sus predecesores contra la mafia, pero, según el plan trazado, únicamente se limitaron a dispersar a los militantes de la denominada "baja mafia", disminuyeron la delincuencia matando o arrestando las bases, lo cual no significaba garantía de triunfo. En lo político, al ser una dictadura, Mussolini no iba a llamar a elecciones por lo que no le interesó ganarse a los líderes locales y que la gente acepte el fascismo. Su lucha fue pura propaganda y garrote (que también era respondido por la mafia). 

Además, 

"muchos mafiosos parecían convertidos, cuando, en realidad, ante la perspectiva de que el fascismo pudiera mantenerse en el poder durante bastante tiempo, se transformaron en arrepentidos por conveniencia. Por otro lado, los mafiosos pudieron contar con la solidaridad de las redes mafiosas en Estados Unidos. Ya había comenzado la práctica de utilizar asesinos estadounidenses para cometer crímenes en Sicilia y asesinos sicilianos para cometer crímenes en Estados Unidos".

CONCLUSIONES


Propaganda fascista. el primer cartel es una fallida campaña en Sicilia para alentar a los agricultores.


- Mussolini jamás acabó con la mafia siciliana, las cifras de arrestados, encarcelados, enjuiciados y ejecutados no puede ser cualitativamente valorada como éxito. La mafia no murió con esas redadas, siguió muy activa al punto de contribuir con la invasión aliada de Italia. Si el Duce realmente hubiese acabado con la mafia, éstos nunca hubiesen podido colaborar con la invasión, porque, según Mori y Mussolini, ya no existían...

- Existe evidencia de miles de casos de abusos de autoridad y, lo fundamental, la mayoría de los procesados que si pertenecían a la mafia no eran más que simples bandidos de baja monta: bandoleros, extorsionadores, ladrones y matones (lavaperros como dirían en Colombia).  

- El método preferido de interrogación de Cesare Mori era la 'casseta'. "Se ataba al sospechoso a un cajón de madera, se lo azotaba con un látigo de cuero empapado en agua con sal, se lo picaneaba, se le apretaban los genitales en una prensa y se le quemaban las plantas de los pies con un cigarrillo. Cientos de mafiosos, o “réprobos” como los llamaba Mori, fueron aprehendidos, torturados y luego fusilados en la plaza pública de Palermo. Mori pronto dejó que este plan de exterminar a los mafiosos de la Onorata Societa se le subiera a la cabeza. Mandó a construir arcos triunfales en su honor con la inscripción Ave Caesar" (La Mafia en la Segunda Guerra Mundial: «La suerte de Lucky»)

- No obstante el párrafo anterior, la cifra real de peces gordos encarcelados se cuentan con los dedos de una mano (y sobran dedos). No debemos confundir a 'Padrinos' con simples 'bosses' y 'capos' dentro de la mafia. Un 'Padrino' es "Capo di tutti capies" (el Jefe de jefes). Y había varios Padrinos.

- Mori quizá pudo haber acabado con grupos mafiosos que no bailaban al son del compás fascista, sus "políticas" anti mafia dieron paso a las componendas, muchos mafiosos se enrolaron en el movimiento y entonaron juntos, presagiando la letra de un futuro artista:

♪♫ "Tengo la camisa negra, porque negra tengo el alma... que tengo la camisa negra y debajo tengo el difunto "; y, naturalmente aprovecharon esa coyuntura para eliminar la indeseable competencia que había surgido

- Otra parte de los encarcelados por el "Prefecto de Hierro", simples y comunes delincuentes, fueron a poco obteniendo su libertad, claro está prometiendo fidelidad al fascismo. Tras la invasión aliada de Sicilia esas lealtades volaron con el mismo viento que barrió la plaza de aquel pueblo siciliano en que Mori prometió desaparecer a la mafia

- El fascismo sucumbió ya en 1943, curiosamente tras la caída de Sicilia en manos de los Aliados. Otro cadáver insepulto (Hitler) quiso que Mussolini le acompañé en el limbo. Los mafiosos si que renacieron, aprovecharon la ocupación militar estadounidense y se eligieron alcaldes de varios poblados. 

- Mori fracasó, como han fracasado todos los métodos violentos (dentro de la "legalidad") que han intentado combatir la delincuencia utilizando el arma del terror. Mori fracasó porque ningún Padrino de la Mafia fue arrestado por sus actividades mafiosas.

- Podríamos poner como único caso de excepción la captura del padrino Don Vito Cascio Ferro, ya investigado por los Estados Unidos por pertenencia a la organización criminal "La Mano Negra" y el asesinato del agente italo-americano Joe Petrosino en 1909 en Palermo. Muy tarde, en 1930, todas las evidencias condujeron a responsabilizarle en un caso de asesinato múltiple, fue condenado por esos crímenes no por su pertenencia a la mafia. Mori y el fascismo lo exhibieron como trofeo de guerra.

Los 'Padrinos' no fueron afectados en demasía, es decir, la auténtica Mafia se mantuvo intacta como "árbitro de los grandes intereses y los grandes negocios. Los grandes capos fueron absorbidos por el propio régimen fascista hasta el punto de que puede afirmarse que la Mafia terminó vistiendo la camisa negra e integrándose en el entorno político del nuevo régimen".

EPILOGO



Hay muchos temas que se quedan en tapete, incluso de la época fascista, es imposible abordar toda una gama de sucesos históricos de alto interés para la investigación, como la crisis de posguerra; la antimafia revolucionaria; el asesinato de Salvatore Giuliano (que siempre fue protegido de la mafia y quien osó desafiar la férrea estructura mafiosa); el pacto de la mafia con la República, etc. Todos esos temas da para desarrollar nuevas ponencias, pero no es necesario, está ampliamente documentado. Para quién tiene interés en la temática los libros de Giuseppe Carlo Marino, en castellano son de fácil acceso al público.

En la historia reciente de Italia y Sicilia siempre se tendrá presente los orígenes de la mafia dentro de una sociedad sin estado (Sicilia), pero también existió la antimafia (y no necesariamente el fascismo), con la misma revolución de 1848 ya se percibió ese fenómeno. En próximos ensayos revisaremos que es propiamente la mafia y la burguesía mafiosa. 

La mafia también intentó -políticamente- el separatismo de Italia. Ya consolidada la República en la posguerra, apreciamos la transición de la mafia latifundista hacia una mafia urbana; la sociedad tuvo que adaptarse a la democracia y a los movimientos políticos, pero también a una renacida mafia con su alianza con el Estado debido a la estrategia anticomunista, es decir, con lealtad al atlántismo. 

La mafia contribuyó grandemente al desarrollo de la 'Democracia Cristiana', corriente política de la cual fue parte activa. Mucho se ha hablado de una mafia democratacristiana -que gozaba de las bendiciones del Vaticano-,  solo recordar el papel del destacado político Giulio Andreotti y sus "conexiones mafiosas" que le llevaron hasta las máximas instancias del poder y... de la justicia italiana, siendo absuelto de todos los casos tramitados en su contra; así como escándalos públicos de altos políticos italianos en esa larga etapa. 

En la década de los 80 y 90 fuimos testigos del terrorismo mafioso fruto del bandolerismo urbano y los grandes delitos de los corleoneses, hechos que obligaron a una declaración nacional de unidad contra la mafia, desatándose la lucha contra los último 'Padrinos' conocidos, tal el caso de Salvatore "Toto" Riina, gran capo siciliano, jefe de los 'Corleonesi', detenido en Palermo en 1993 y llevado a juicio, condenado a cadena perpetua, murió en prisión en noviembre de 2017 a la edad de 87 años. Su sucesor, otro de los grandes capos, Bernardo Provenzano, tras estar más de cuarenta año prófugo de la justicia fue detenido en abril de 2006.

Como vemos, la mafia no solo sobrevivió al Duce fascista sino que se consolidó en la nueva estructura estatal. En el presente la mafia ha mutado, su época dorada con toda seguridad ha terminado dando paso a la transnacional del crimen organizado, muy alejada de la vieja tradición de la Onerata Societá.


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FUENTES:

LIBROS Y ARTICULOS CONSULTADOS Y RECOMENDADOS

"Historia de la mafia: Un poder en las sombras".- Giuseppe Carlo Marino. Ediciones B  Barcelona, 2002,  532 págs.
"Los Padrinos y las nefastas virtudes del puro poder".- Giuseppe Carlo Marino. Ediciones B Barcelona, 2004, 688 págs.
La Mafia en la Segunda Guerra Mundial: «La suerte de Lucky»
Extraído de Whiteout: The CIA, Drugs and the Press, de Alexander Cockburn y Jeffrey St. Clair. Traducción de Roxana Sequeira y Carolina Pierini.
Giuseppe Carlo Marino: El narco, brazo operativo de mafias ocultas en el poder político
La Operación Husky y el pacto con el diablo
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