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16 mayo 2019

Irán, energía nuclear o bomba atómica? (6)



Qué ha sucedido tras abandonar Mr. Trump el acuerdo nuclear?. 

por Tito Andino U.
Recopilación de varias lecturas y notas de prensa.


El 9 de mayo del 2018 Andrew Korybko escribía en Eurasia Future el siguiente artículo: ¿Por qué llorar? ¡Es una gran noticia que Trump se haya retirado del trato con Irán! (Why Cry? It’s Great News That Trump Pulled Out Of The Iran Deal!).

Hace un año Mr.Trump anunciaba que se retiraba del acuerdo nuclear con Irán, lo que a decir del mencionado analista solo produjo "Confusión, nada más que confusión" con severos ataques de miedo y furia en la Alt-Media Community

Otros muchos ya lo habían previsto, esto iba a suceder "debido a un viejo plan de escenario del Brookings Institute que pedía que se ofreciera un acuerdo a Irán y luego se rompiera para lograr un amplio consentimiento público para un próximo acuerdo" 

Para Korybko, la consigna de "Guerra contra la República Islámica" tiene sus "méritos", la manipulación de la opinión pública es importante, aunque no es el último determinante sobre si vendrá una guerra o no, la realidad es que no se mide la influencia que las masas si tienen en los Estados Unidos y otros "estados profundos" occidentales (militares, inteligencia, burocracia, diplomacia); por tanto, es poco práctico una guerra, a pesar que la propaganda prepara a toda una nación.
  
La verdad es dura y fría, señala el analista, "en cualquier caso, Estados Unidos y sus aliados ya se encuentran en un estado de guerra híbrida contra Irán que la mayoría de los observadores pasaron inadvertidos en gran medida porque oscilan entre la "Revolución de Color" y la presión de una guerra no convencional"; así lo sostenía Korybko en un artículo de julio de 2016 "El plan de Estados Unidos y Arabia Saudita para solicitar un retiro iraní de Siria", es decir, inmediatamente a la firma del acuerdo nuclear. 

Afirmaba Korybko que el próximo presidente republicano descartaría el Acuerdo y como premonición escribió otro artículo para Sputnik: "Cómo el próximo presidente de Estados Unidos podría estropear el acuerdo con Irán para todos”

Pronunciado estaba ya, desde antes de la asunción de su mandato, que Trump no creía en el acuerdo porque iba contra los intereses de Estados Unidos.

Aunque suene ridículo, si uno lo analiza con calma, tal como afirma Korybko, la victoria de Trump y sus consecuentes declaraciones sobre el tema ya habían alertado y pusieron sobre aviso a los iraníes, "los iraníes deberían estar agradecidos con Trump, porque al menos es lo suficientemente sincero como para decirles que Estados Unidos nunca fue realmente su "amigo".

Esas revelaciones tenían otro objetivo, dar un impulso a la facción "principalista-conservadora" del "estado profundo" iraní que continuamente compite con sus rivales "reformistas- moderados" en la esfera de la influencia nacional iraní. Cuando Trump se retiró del acuerdo, es probable que los iraníes valoraron asumir otra estrategia, puesto que existía evidencia que Estados Unidos y sus aliados regionales hacían lo imposible para evitar que Irán ejerza su influencia al oeste de su fronteras.


Guerras Híbridas: La aproximación adaptativa indirecta al cambio de régimen. Andrew Korybko es una de las mejores publicaciones de los últimos años sobre conflictos contempóraneos y geopolítica.



De manera superficial, afirma nuestro analista, se reconoce la existencia de una Guerra Híbrida de baja intensidad que se está librando contra la República Islámica. Esto puede ser visto como mala noticia para un casual observador, al igual que las consecuencias de más sanciones estadounidenses contra el país y compañías extranjeras acusadas (sin evidencia) de supuestamente ayudar a su programa nuclear (energía). 

Cualquier sueño de una "distensión" entre los Estados Unidos e Irán, según lo previsto en la era Obama, estaba amenazado de manera irreversible; sin embargo, eso en sí mismo podría verse como un desarrollo positivo para ambas partes, especialmente para el lado iraní porque abrió una gran cantidad de nuevas oportunidades estratégicas.

Estas son las razones más importantes -según Andrew Korybko- por las que la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear debió ser celebrada y no despreciada:

- Irán dejó de hacerse ilusiones sobre la sinceridad o debilidad de los estadounidenses: Era claro que Estados Unidos, todo el tiempo, no fue sincero sobre sus intenciones y se siete lo suficientemente poderoso para retirarse unilateralmente del acuerdo, a pesar de las protestas del resto del mundo (excepto "Israel" y las monarquías wahabíes del Golfo).

- El mundo (Europa incluida) todavía respeta el trato: A pesar que compañías estadounidenses como Boeing perderán miles de millones de dólares en acuerdos pactados (que podrán compensar a través de futuros contratos militares, algunos de los cuales podrían ser pagados por los miles de millones en fondos iraníes incautados por Estados Unidos). Significa que otros pudieron y pueden tomar su lugar, siempre y cuando tengan el coraje de resistir las amenazas de sanciones que se espera de parte de los los Estados Unidos.

- Ahora Irán es más dependiente de Rusia que nuncaPor un lado, Rusia representa una "válvula de presión" insustituible para Irán a través de su nuevo acuerdo de libre comercio que brindará un alivio inigualable durante estos tiempos difíciles; por otro lado, se discute una posibilidad que los Estados Unidos y Rusia pudieren convenir algo respecto a los iraníes, alentando varios "compromisos".

- Es indiscutible que la República Islámica reorienta su enfoque estratégico hacia el este: Ante la creciente presión a lo largo de su flanco occidental (posiblemente debido en parte a que Rusia "convenció" a Siria de buscar la "retirada gradual" de los CGRI (Guardianes de la Revolución) y Hezbolá como parte de la estrategia de "equilibrio" del Kremlin. Es posible que Irán no tendrá más remedio que reconceptualizar su papel en Eurasia girando hacia el este hacia Pakistán y Asia Central mientras busca reorientar su gran estrategia.

- El anillo dorado podría finalmente ser creado: Las cinco grandes potencias multipolares de Eurasia (Rusia, China, Irán, Pakistán y Turquía) podrían profundizar su integración en un bloque como resultado del pivote oriental de Teherán y las nuevas Rutas de la Seda de Pekín y hacer "rodar los vagones" del autocolectivo, sentando de esa forma las bases tangibles para construir el legendario "Anillo Dorado" de estabilidad supercontinental.

Ha pasado un año de ese emotivo artículo, los típicos rumores y vientos de guerra soplan nuevamente en el Golfo Pérsico y otras zonas del Próximo Oriente, los portaaviones se desplazan por el Mediterráneo y las aguas del Golfo, se prevé  movilizaciones y concentraciones de contigentes militares (estadounidenses y, eventualmente, de la Otan). La consigna será la misma de siempre: "El programa nuclear iraní y el desarrollo de armas de destrucción masiva que ponen en peligro al mundo libre".



A la final no va a pasar nada, no habrá guerra, al menos no inmediata, ni una guerra directa de los Estados Unidos contra Irán, mucho menos de los miembros de la OTAN opuestos a la decisión unilateral de Trump de romper el pacto nuclear.  Son tiempos de buenos negocios alarmando a la comunidad internacional, la venta de armas (sistemas defensivos) se dispara, algo parecido al sainete anual que tiene lugar con la "crisis coreana" y los eternos rumores de guerra. Los ayatolas iraníes han dejado en claro que no habrá guerra.

Es previsible que en futuro (cercano o lejano) los iraníes tendrán que luchar contra sus enemigos y quienes están gustosos de enfrentárselos son los aliados de los Estados Unidos: Israel y Arabía Saudí (un hipotético escenario de guerra ha sido descrito en anteriores artículos referentes a esta serie dedicada a Irán).

Las tareas de desestabilización del poder iraní están operativas desde hace mucho tiempo y se recrudecen periódicamente. Recordemos el atentado terrorista en pleno desfile militar en que murieron 25 iraníes (septiembre 2018) atribuido a la mano de los saudíes; la fallida "primavera iraní" de enero del año pasado; así como el ataque directo israelí a las bases iraníes en Siria (mayo 2018) al poco de haber roto unilateralmente los Estados Unidos el pacto nuclear con Irán. Sumemos  a ello las nuevas sanciones dictadas por la administración Trump y la advertencia del Pentágono que no se retirarán de Siria mientras los iraníes sigan presentes en territorio levantino; además, la reactivación de actividades terroristas de grupos armados ilegales (kurdos) o el resurgir de la secta de la muerte terrorista MEK, más conocida como la "oposición iraní", hoy bajo auspicio de Washington. Demasiadas coincidencias.

Sin embargo, de todo lo anotado el trasfondo sigue siendo una disputa geopolítica, el intento por arrebatar a Irán el control estratégico de las rutas de navegación en la región, controlar su petróleo y otros recursos. El Estrecho de Ormuz, como bien señalaba una nota de prensa del diario español El Confidencial, no es ninguna broma, Ormuz es el embudo del petróleo mundial




Los Estados Unidos siempre han presionado a sus aliados y a otros estados del mundo para dejar de adquirir el oro negro iraní, la respuesta de Teherán se ha reflejado con su drástica postura de cerrar  el estrecho ante un embargo o intento de impedir su derecho a la libre navegación. El estrecho de Ormuz es un "cuello de botella" de 34 kilómetros de longitud en el Mar Arábigo que unifica al Golfo Pérsico y al Golfo de Omán, vía obligada por donde circula una quinta parte del crudo del mundo. Teherán lo ha advertido “Haremos que el enemigo comprenda que o todos pueden usar el estrecho de Ormuz, o ninguno”.

Por otra parte, también se habla con frecuencia sobre las ambiciones iraníes en la región y los intentos de los aliados regionales de los Estados Unidos para detener esa expansión (Israel y Arabia Saudí). No se puede tapar el sol con un dedo, es verdad que la República Islámica tiene intereses regionales, su presencia en Libano, Siria, Irak, Yemen y otros es evidente y, no solo lo es por la defensa de su comunidad religiosa (chiísmo), sino que intenta consolidarse como una potencia regional.

Su decisión de involucrarse en conflictos regionales, como los países arriba citados, se debe también a la necesidad de proteger su integridad territorial, ya se ha explicado en anteriores entregas (y aquí) que la República Islámica tiene poderosos enemigos a nivel mundial (Israel, Arabia Saudí, Estados Unidos) que apoyan acciones terroristas de grupos radicales y movimientos separatistas no solo en el Kurdistán iraní. 

Si a los israelíes debemos darles crédito con su supuestas "medidas preventivas", es decir, ampararse en el derecho a la legítima defensa para atacar en territorios extranjeros las supuestas amenazas, lo mismo debería aplicarse a la política iraní para defender su integridad territorial.

Ya revisamos como en el mes de septiembre del 2018 Irán atacó con misiles el territorio del Kurdistán Iraquí, parte del territorio de Irak, sus objetivos fueron los mandos del Partido Democrático del Kurdistán Iraní, organización que ocasionalmente se alza en armas para buscar la "independencia". A toda vista, esa acción es un acto de guerra, Irán ahora tiene la capacidad de contestar a sus enemigos atacándolos fuera de sus fronteras. 

Irán de manera directa está inmerso en la guerra por la defensa de la soberanía de la República Árabe Siria, por supuesto que sí, la presencia de miles de combatientes de los Guardianes de la Revolución y otras milicias no se discute, innegable. Cuál es la diferencia con otros escenarios? 

Integrantes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán


No solo que protege la integridad territorial de Siria (solicitado por el gobierno legítimo de Damasco), también es vital para la superviviencia de Irán como nación y su derecho a mantener relaciones comerciales con el resto del mundo. La caída de Siria hubiese ocasionado el bloqueo al libre tránsito y comercio iraní hacia el Mediterráneo y la imposibilidad de conectar terrestremente con Siria y el Líbano vía Irak. 

Por sentado que cuestiones de índole religiosa también confluyen, Irán es, por usar el término, el protector de los chiíes y apoya a las milicias del Hezbolá (Líbano), Al Hashd Al Shaabi (Irak), Ansarolá (Yemen) en su lucha por la integridad territorial de esas naciones y en contra de las agrupaciones armadas wahabíes, patrocinadas por Arabia Saudí (Estados Unidos, Israel y otros), que en la práctica son los grupos de desestabilización en la región. Hemos señalado en otras ponencias que los grupos al Qaeda, Estado Islámico y cientos de milicias afínes forman parte de la corriente ideológica que divulga el wahabismo saudí, siendo utilizados para desestabilizar a los países que conforman el llamado "Eje de la Resistencia". 

Debemos olvidarnos de algo que se lee con frecuencia (de quienes defienden a Irán con buenas intenciones, afirmando que Irán nunca ha atacado a nadie); la República Islámica si ataca a sus enemigos y lo hace por las razones arriba esgrimidas, legítima defensa, un derecho contemplado en la Carta de las Naciones Unidas. 

Foto de AP, facilitada por la los Guardianes de la Revolución Iraní, el momento exacto del lanzamiento de seis misiles de alcance medio tierra-tierra contra las posiciones del Estado Islámico en Siria, ubicadas a 570 kilómetros de distancia. La acción fue secundada luego con bombardeos de drones de combate iraníes contra esas posiciones extremistas 


Irán ha utilizado misiles de medio alcance en contra de sus enemigos no solo en el selectivo ataque a la reunión de líderes kurdos iraníes en Irak, lo hizo también en territorio sirio contra las infraestructuras y depósitos de armas del Estado Islámico al este del río Éufrates. Esta demostración de fuerza iraní lleva implícito un mensaje, posee la capacidad y el poder suficiente para defenderse y evitar se le asfixie económicamente con las sanciones económicas internacionales (léase sanciones unilaterales impuestas por los Estados Unidos y sus aliados israelíes y saudíes).

Lo que en el momento está en juego es una nueva negociación (bajo presión, típico de la política internacional estadounidense) que restrinja los derechos iraníes en áreas ajenas al anterior acuerdo nuclear. El gobierno de Teherán ha expresado que no negociará un nuevo convenio bajo estas circunstancias, sus líderes expresan su intención de abandonar el acuerdo nuclear, reiniciar el enriquecimiento de uranio y aumentar su potencial bélico como contraparte. No son medidas de última hora, son estrategias elaboradas en previción del anunciado retiro unilateral de los Estados Unidos del pacto nuclear suscrito en 2015.

Y aquí es donde entra a operar la diplomacia secreta. Lo que piense Rusia y China sobre el tema será determinante en esta compleja política global.


Lecturas consultadas:

14 mayo 2018

Rusia se opone a una guerra entre Irán e Israel



por Thierry Meyssan


Nota previa del editor del blog.

La primera parte de este artículo de Thierry Meyssan fue escrito previo a los últimos acontecimientos suscitados entre el 8-10 mayo 2018, con la ruptura unilateral de Mr. Trump del acuerdo nuclear con Irán y con el intercambio de fuego directo y por primera vez entre Irán e Israel. La segunda parte del reportaje aclarará no solo la posición de Rusia y de los Estados Unidos, sino del panorama internacional tras estos dramáticos acontecimientos.

Si hay un hecho que debe tenerse en cuenta es la presencia de Netanyahu en Rusia para la celebración del  "Día de la Victoria" contra el nazismo, aunque se dice que no fue oficialmente invitado, su presencia siempre precede algún acontecimiento, en dichos actos el primer ministro israelí solicitó, entre otras cosas, a Putin que intente prevenir la consolidación de las fuerzas iraníes en Siria, así como no oponerse (de forma pública) a las acciones militares aéreas que ejecuta periódicamente Israel en territorio sirio, garantizando que aquellas maniobras son exclusivamente contra fuerzas hostiles de Irán/Hezbolá y, asegurar una permanente coordinación entre las fuerzas armadas de Rusia e Israel para evitar incidentes (que está en marcha desde la presencia rusa en Siria). Es lógico advertir que se habrá llegado a un acuerdo sobre el tema del suministro de sistemas de defensa antiaérea S-300 ofrecidos a Siria, en estos momentos el gobierno ruso ha manifestado que no es necesario que se entregue dichos medios defensivos "por ahora", ya se ha analizado profundamente que aquello hubiera significado un desequilibrio de fuerzas en la región y que Israel hubiese hecho hasta lo imposible para impedir su instalación en suelo sirio.    

Israel siempre ha utilizado el discurso de Irán (llamando a eliminar al estado sionista) para justificar sus acciones, denominadas ataques selectivos de prevención, enmarcados -según ellos- en el derecho de legítima defensa. En una de sus intervenciones en Moscú, hace pocos días, Netanyahu volvió a utilizar aquel recurso inagotable de propaganda política, valerse del martirio de los judíos europeos en la segunda guerra mundial para sus acciones del presente, expresó: "Después de 73 años del Holocausto, hay un estado en el Medio Oriente, Irán, pidiendo la aniquilación de seis millones de judíos". (Y, aunque cuesta aceptarlo, al menos en el discurso -retórico- iraní se pregona tal hecho).

Un nuevo frente se abrirá contra Teherán cuando los Estados Unidos inaugure estos días su embajada en Jerusalén y, también, este mes de mayo pueden sorprendernos con una declaración en que se declararía una alianza entre Arabia Saudí con Israel (anunciada en la visita de Trump al reino wahabí).

Otros hechos de la continuación de la dísputa internacional entre Israel e Irán quedaron reflejados en Irán, energía nuclear o bomba atómica? (5)

Demos paso a la lectura de otros razonamientos .


t. andino


*****

I parte

Mientras la mayoría de los observadores toman partido en la confrontación ruso-estadounidense y desean la victoria de su bando, Moscú trata de traer la paz al Medio Oriente. Rusia se opone por tanto a una operación iraní contra Israel, como mismo se opuso a un ataque israelí contra Irán en 2008.

Bombardeos israelíes contra Siria desde diciembre de 2017. En la noche del 29 al 30 de abril de 2018, Israel lanzó 9 misiles contra 2 bases militares sirias, causando importantes daños.


Lo que sorprende en esa operación, es que los radares rusos no trasmitieron la alerta a las autoridades sirias, que por consiguiente no pudieron interceptar los misiles israelíes.

El hecho es que el ataque no apuntaba a objetivos sirios sino a blancos iraníes en instalaciones militares sirias.


NOTA DEL EDITOR DE BLOG. La siguiente imagen es un complemento del editor de este blog y señala los puntos que fueron atacados por el IDF (siglas en inglés de las Fuerzas de Defensa de Israel) la madrugada del 10 de mayo del 2018, en contra de posiciones iraníes ubicadas en el interior de bases sirias (en su mayoría).


En virtud de un tratado anterior al actual conflicto, Irán acudió en ayuda de Siria desde el inicio de la actual agresión exterior, que comenzó en 2011. Sin esa ayuda, Siria habría sido derrotada, la República habría sido derrocada y la Hermandad Musulmana habría logrado instalarse en el poder. Pero desde septiembre de 2015, Siria cuenta también con el respaldo militar de Rusia, cuyo volumen de fuego es muy superior. Fue la aviación de la Federación Rusa la que logró, con sus bombas antibunker, destruir las fortificaciones subterráneas que la OTAN y la transnacional francesa Lafarge habían construido para los yihadistas. La acción de la aviación rusa abrió el camino al Ejército Árabe Sirio para la recuperación del terreno perdido.

Hoy en día, los objetivos de Irán y Rusia son divergentes.


Desacuerdo irano-ruso

El objetivo de Rusia es erradicar las organizaciones yihadistas y restablecer la paz en la región. Posteriormente, Rusia espera restaurar el vínculo histórico entre su cultura ortodoxa y Damasco, la ciudad que vio nacer el cristianismo. Ese objetivo corresponde a la estrategia trazada en el siglo XVIII por la emperatriz Catalina La Grande.

Irán es actualmente un país dividido entre tres poderes diferentes: 

-  Los Guardianes de la Revolución, 
- El poder presidencial en manos del presidente, jeque Hassan Rohani; y, 
- El poder del Guía de la Revolución –el ayatola Alí Khamenei– que actúa como árbitro en los conflictos entre los otros dos poderes.



Los Guardianes de la Revolución son una fuerza armada de élite, separada del ejército regular. Obedecen al Guía de la Revolución mientras que el ejército regular depende del presidente de la República Islámica. Los Guardianes de la Revolución se plantean como objetivo liberar el Medio Oriente del imperialismo anglosajón. Garantizan la protección de las poblaciones chiitas en todo el mundo y, a cambio, cuentan con esas poblaciones para la protección de Irán. Los Guardianes de la Revolución están presentes en Yemen, Irak, Siria y el Líbano.



El presidente Hassan Rohani trata de sacar la República Islámica del aislamiento impuesto a ese país a raíz de la Revolución del imam Khomeiny. Pretende desarrollar el comercio internacional y restaurar la condición de potencia regional dominante que tenía Irán en tiempos del Shah.


El ayatola Alí Khamenei, ideológicamente cercano a los Guardianes de la Revolución, trata de mantener el equilibrio entre los dos poderes anteriormente descritos y salvaguardar a la vez la unidad del país. Pero su papel ha ido haciéndose cada vez más difícil, en la medida en que van en aumento las tensiones entre los Guardianes de la Revolución y el presidente Rohani. El ex presidente Mahmud Ahmadineyad –proveniente de los Guardianes de la Revolución– y su ex vicepresidente Hamid Beghaie han sido proclamados «malos musulmanes» por el Consejo de los Guardianes de la Constitución (institución diferente a los Guardianes de la Revolución). El ex presidente Ahmadineyad acaba de ser puesto bajo prisión domiciliaria y su ex vicepresidente Beghaie fue objeto de un juicio secreto que acabó condenándolo a 15 años de cárcel. (Nota del editor del blog: Sobre las disensiones entre los poderes en Irán, revisar un anterior reportaje: Disputas internas en Irán? )

Desde el asesinato de Jihad Moughniyah –hijo de Imad Moughniyah, el jefe militar del Hezbollah libanés– y de varios oficiales de los Guardianes de la Revolución, en enero de 2015, en la línea de demarcación que separa las fuerzas israelíes y las fuerzas sirias en el Golán, todo hace pensar que Irán trata de implantar bases militares en el sur de Siria. Al parecer se trata de planificar un ataque coordinado contra Israel desde Gaza, el Líbano y Siria.

Ese es el proyecto que Israel trata de contrarrestar y al que Rusia niega su apoyo.


Evolución de las posiciones políticas

Desde el punto de vista de la Federación Rusa, Israel es un Estado internacionalmente reconocido, con más de un millón de ciudadanos provenientes de la antigua Unión Soviética, y tiene derecho a defenderse, independientemente del conflicto que plantean tanto el robo de territorios por parte de Tel Aviv como su actual régimen de apartheid.

Por el contrario, desde el punto de vista iraní, Israel no es un Estado sino una entidad ilegítima que ocupa Palestina y oprime a los habitantes históricos de esa tierra. Por consiguiente, es legítimo combatirlo. Al hacerlo, sin embargo, la República Islámica va más allá del análisis de su fundador. Para el imam Khomeiny, Israel era sólo un instrumento de las dos principales potencias imperialistas, que son Estados Unidos y el Reino Unido. En los últimos años, el discurso iraní sobre Palestina se ha hecho particularmente confuso, convirtiéndose en una mezcla de argumentos políticos y religiosos y recurriendo a estereotipos antisemitas.

Hace tres años que Israel exige que Rusia impida que Irán instale bases militares a menos de 50 kilómetros de la línea de demarcación. Al principio, Rusia resaltó el hecho que Irán había ganado la guerra en Siria, mientras que Israel la ha perdido. Por consiguiente, Tel Aviv no estaba en condiciones de exigir nada. Pero ahora, cuando el posible fin de la guerra parece cercano, la posición rusa ha cambiado: permitir que Irán inicie un nuevo conflicto no es una opción.

Se trata exactamente de la misma actitud que llevó a Rusia a bombardear, en 2008, los dos aeropuertos que Israel había alquilado en Georgia. Moscú evitó así un ataque de Tel Aviv contra Teherán. Esta vez, Rusia se opone a una iniciativa militar iraní contra Israel.

La posición de Siria

El presidente sirio, Bashar al Assad

Desde el punto de vista sirio, Israel es un enemigo que ocupa el Golán ilegalmente. Durante la guerra, ese enemigo apoyó de facto a los yihadistas y bombardeó Siria un centenar de veces.

A pesar de ello, el proyecto iraní no es bienvenido. Al igual que Moscú, Damasco no cuestiona la existencia del Estado hebreo sino sólo su régimen, que excluye a los palestinos. Lo más importante es que la República Árabe Siria no busca el enfrentamiento con su vecino sino la paz. Tanto Hafez como Bachar al-Assad trataron de negociar esa paz –principalmente con el presidente estadounidense Bill Clinton– pero sus esfuerzos fueron vanos.

Por otro lado, todos saben que el ejército israelí cuenta con el apoyo total de Estados Unidos, atacarlo sería atacar a Washington. Después de 7 años de agresión extranjera, Siria no estaría en condiciones de hacerlo, ni aunque quisiera.

O sea, aunque ha aceptado permitir a Irán instalar bases en suelo sirio, Damasco no irá más allá de ese consentimiento.


El contexto irano-estadounidense

Nota del editor del blog: Esta primera parte de la ponencia de Thierry Meyssan fue presentado el 8 de mayo, antes de la declaración de Trump de retirarse del acuerdo nuclear con Irán (el mismo 8 de mayo) y antes del ataque/represalia israelí contra los iraníes en Siria (10 de mayo).


El posible fin de la guerra ha provocado la crisis actual, y también pesa sobre el futuro del acuerdo 5+1. Parece probable que Estados Unidos deje de ser garante de este último. 

Pero ese acuerdo multilateral no es lo que parece. El texto firmado el 14 de julio de 2015 es exactamente idéntico al que ya se había negociado el 4 de abril. El hecho es que durante los últimos meses de aquella negociación, Washington y Teherán discutieron bilateralmente varias cláusulas secretas cuyo contenido nadie conoce.

Sin embargo, todos han podido comprobar que desde la conclusión de aquel acuerdo secreto, las fuerzas de Estados Unidos y de Irán, presentes en todo el Medio Oriente, no han llegado nunca a enfrentarse directamente.

La parte del acuerdo que todo el mundo conoce trata sobre una suspensión del programa nuclear iraní por un plazo de al menos una década, estipula un levantamiento de las sanciones internacionales contra Irán y un fortalecimiento de los controles que realiza la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Ese acuerdo resulta catastrófico para Teherán que, por ejemplo, se vio obligado a renunciar la enseñanza de la física nuclear. Pese a ello, Teherán firmó el acuerdo 5+1 con tal de obtener el levantamiento de las sanciones que afectaban gravemente su economía. Sin embargo, luego del esperado levantamiento, esas sanciones fueron restauradas de inmediato… con otro pretexto (el programa de desarrollo de misiles) y el nivel de vida de la población iraní sigue bajando.

Contrariamente a lo que afirma la propaganda occidental, la República Islámica había puesto fin a su investigación nuclear militar en 1988 porque el imán Khomeiny decretó que las armas de destrucción masiva contradicen los principios del islam. O sea, desde 1988, Irán sólo conservaba su investigación nuclear de carácter civil y algunas investigaciones sobre aplicaciones militares tácticas. Hoy en día, sólo son susceptibles de reactivar el programa nuclear militar los sectores que aspiran a seguir los pasos del régimen del Shah –o sea, el grupo cercano al presidente Rohani. Pero no lo harán debido a las excelentes relaciones que, a pesar de todo, mantienen con Washington.

Una reunión preparatoria de la Conferencia Mundial de Seguimiento del Tratado de No Proliferación nuclear se desarrolla actualmente en Ginebra. Irán y Rusia defienden allí una moción para declarar el Medio Oriente «zona exenta de armas nucleares», moción que encuentra la oposición de Israel, Arabia Saudita y las potencias occidentales.

La amenaza que Teherán ejerce desde Siria debe interpretarse como una forma de presionar para que se mantengan las cláusulas secretas del acuerdo 5+1.



II parte

¿Irán e Israel han iniciado una nueva guerra?


En respuesta a la decisión de Estados Unidos de salir del acuerdo 5+1 (JCPOA), y teniendo además en cuenta que Israel ya los había bombardeado antes, los Guardianes de la Revolución iraníes dispararon hacia el Golán ocupado por Israel una salva de misiles desde sus bases en Siria. ¿Es esto el preludio de una nueva guerra regional? ¿O se trata más bien de una operación iraní que en realidad persigue fines de política interna en Irán?

El 8 de mayo de 2018, Donald Trump anunciaba, adelantándose a la fecha prevista, la salida de su país del acuerdo multilateral sobre el programa nuclear iraní, identificado inicialmente como 5+1 y más reciente como JCPOA. Por supuesto, eso implica que Estados Unidos ya no se atendrá a las cláusulas secretas bilaterales que había firmado con Teherán.

Aunque nadie conoce el contenido exacto de esas cláusulas, es evidente que tienen que ver con la repartición del Medio Oriente. Mientras estuvieron vigentes, las fuerzas de Estados Unidos coincidieron con las fuerzas iraníes en numerosos campos de batalla pero sin enfrentarse directamente. Esa etapa ha terminado.

Téhéran tenía dos opciones: atacar a los soldados estadounidenses o atacar Israel. El general Qassem Soleimani optó por el Golán sirio, ilegalmente ocupado por Israel.

El general Qassem Soleimani, comandante de la Fuerza Al-Qods, es el combatiente más respetado en todo el Gran Medio Oriente. Ha estado en todos los teatros de operaciones de la región. Sus victorias lo han convertido en una leyenda viviente. Se dice que Washington ha dado a Tel Aviv luz verde para eliminarlo. (Nota del editor del blog: Según fuentes del diario kuwaití 'Al-Jarida', hace tres años EE.UU. habría advertido a los iraníes un complot israelí para matar al general Soleimani cerca de Damasco que le habría estando siguiendo los pasos durante algún tiempo, ese frustrado atentado -según el diario mencionado- provocó roces entre los estamentos de inteligencia de los EEUU e Israel. Hoy advirtiendo el prestigio del general iraní, Washington supuestamente considera apropiado que Israel elimine al general y que se habría lamentado no haber autorizado su asesinato a su tiempo. Siempre, según 'Al-Jarida' una fuente no identificada en Jerusalén expresó que «hay un acuerdo estadounidense-israelí» dado que Soleimani es una amenaza para los dos países y para sus intereses en la región. Finalmente dice el diario kuwaiti que Mohammad Reda Falah Zadeh, segundo al mando de las fuerzas iraníes en Siria, sería otro objetivo de Israel). 



En la madrugada del 10 de mayo de 2018, hacia las 00:30 horas, la Fuerza Al-Qods de los Guardianes de la Revolución –la élite militar iraní– disparó hacia el Golán ocupado una salva de misiles desde sus bases en Siria. Israel es el arsenal del Pentágono en el Medio Oriente (con las instalaciones 51, 53, 55 y 56). Optando por la escalada, el Estado hebreo respondió de manera desproporcionada, disparando cerca de 70 misiles contra objetivos iraníes en Siria y tratando de destruir la defensa antiaérea siria.

Oficialmente, la operación iraní era una respuesta al ataque israelí del 29 al 30 de abril contra varias bases de los Guardianes de la Revolución iraníes. En aquella ocasión, la defensa antiaérea siria, quedó paralizada al no disponer de los datos que podían proporcionarle los radares rusos. Esta vez, por el contrario, la defensa antiaérea siria destruyó numerosos misiles israelíes.

Misiles israelíes y contramisiles sirios se enfrentaron durante varias horas. Aunque la salva iraní, neutralizada por el sistema israelí Cúpula de Hierro, no había causado ningún daño a los israelíes, el ataque israelí provocó varias bajas entre los iraníes y en el sistema de defensa sirio.

Esto sucede precisamente después del viaje de Benyamin Netanyahu a Moscú. El primer ministro israelí fue hasta Moscú para decirle a sus interlocutores rusos que Israel no se dejaría atacar simultáneamente desde Gaza, el Líbano y Siria. Como ya expliqué en un artículo anterior, Rusia estima que esa posición israelí se justifica.

Damasco y Moscú se ven así ante un problema derivado de su alianza con Teherán. Están agradecidos a los Guardianes de la Revolución por haber salvado la República Árabe Siria al principio de la guerra, pero ahora se ven arrastrados a un conflicto que no les pertenece: Siria y Rusia reconocen a Israel como Estado, mientras que la República Islámica de Irán rechaza ese reconocimiento.

Paradójicamente, la Casa Blanca había previsto esta situación. Donald Trump, quien estima que la paz en el Medio Oriente sólo puede ser posible si cada cual acepta sus propias derrotas, considera a Irán como un peligro precisamente porque la República Islámica niega su reconocimiento al Estado de Israel. Si ha decidido trasladar la embajada de Estados Unidos a Jerusalén es para empujar a todos los actores a aceptar la existencia del Estado israelí como una realidad.

En la mañana del mismo día 10, en la Conferencia de Seguridad de Herzliya, el ministro moldavo-israelí de Defensa, Avigdor Liberman, se enorgullecía –con razón– de haber defendido su país y de haber causado bajas a sus adversarios. Se dio el lujo de recordar que Israel es un país pequeño cuyos dirigentes son recibidos regularmente tanto en el Kremlin como en la Casa Blanca. Y al hacerlo se felicitaba implícitamente por el actual giro de los acontecimientos, que obligará las fuerzas de Estados Unidos a quedarse en suelo sirio y a Rusia a aceptar eso.



Israel trata de presionar a Siria para que controle a las fuerzas iraníes en suelo sirio, exactamente como ha presionado a los gobiernos libaneses para que controlen al Hezbollah.

Sin embargo, esa estrategia no ha funcionado en Líbano, donde el Hezbollah es hoy la principal organización militar del país –mucho más poderosa que el ejército nacional– y es también la principal fuerza política –como acaba de quedar demostrado en las elecciones legislativas del 6 de mayo. Claro, Siria sigue siendo un Estado en todo el sentido de la palabra, mientras que el Líbano sigue sin lograr serlo. Por otro lado, los iraníes no son parte de la población árabe pero el Hezbollah forma parte del pueblo libanés. Así que hay que tener cuidado con la comparación entre Siria y el Líbano.

Desde el punto de vista ruso, el despliegue de los Guardianes de la Revolución junto a las poblaciones chiitas en Yemen, Arabia Saudita, Irak, Siria y Líbano es más o menos comparable al de los soldados rusos que protegen a las poblaciones rusas que viven en Transnistria, Abjasia, Osetia y Ucrania. Pero la presencia de los Guardianes de la Revolución en Gaza –donde asesoran y dirigen la organización conocido como Yihad Islámica y una facción del Hamas– no puede justificarse de la misma manera, por no entrar a mencionar su infiltración en África y en Latinoamérica.

Por otro lado, si Moscú solicitara a Teherán la retirada de sus fuerzas presentes en Siria, tendría que tomar su lugar o permitir que Ankara instalara más tropas en suelo sirio. Una retirada iraní no se aplicaría sólo a los Guardianes de la Revolución sino a las milicias chiitas afganas e iraquíes vinculadas a ellos… y el Hezbollah se vería obligado a elegir entre Siria e Irán.

Para los sirios, la situación es incómoda. Nadie en Siria tiene intenciones de expulsar a estos valiosos aliados… pero tampoco es una opción permitirles desatar un nuevo conflicto con Israel.

Los Guardianes de la Revolución de Irán (CGRI), el cuerpo militar de élite que se encarga desde 1979 de preservar los valores de la República Islámica.


Varias preguntas se imponen. 

¿Por qué tomaron esta iniciativa los Guardianes de la Revolución? ¿Pusieron al tanto previamente al Guía de la Revolución, Alí Khamenei? Dicho de otra manera, ¿deben interpretarse estos hechos como una amenaza real contra Tel Aviv o como una jugada de política interna iraní?

En cuanto el presidente Trump anunció que Estados Unidos se retira del JCPOA, el presidente iraní Hassan Rohani intervino en la televisión para declarar que el JCPOA es un acuerdo multilateral que no puede ser echado abajo por una sola de las partes firmantes. Pero sobre todo trató de tranquilizar a sus compatriotas asegurando que el país se había preparado para esta situación y que su nivel de vida no se verá afectado. El problema es que nadie le cree. En un solo día, la moneda iraní se derrumbó y perdió cerca de la tercera parte de su valor.

Luego intervino el Guía, Alí Khamenei, maldiciendo a Trump y dando así la impresión de confirmar que Irán enfrenta una catástrofe. Además, Khamenei puso en duda que los europeos sean capaces de enfrentarse a Estados Unidos y concluyó que también acabarán saliendo del acuerdo.

Por el momento, las empresas europeas están en espera de conocer la posición de sus gobiernos. Pero todas se preparan para la posible pérdida de sus inversiones en Irán, como ya sucedió en el momento de las primeras sanciones contra ese país.

En todo caso, mientras que Estados Unidos no ha sacado aún conclusiones militares de su propia retirada del JCPOA, los iraníes dan por recobrada su libertad de acción. Con el ataque contra Israel han respondido al presidente Trump. Es probable que mantengan la presión, en Siria y en otros lugares, hasta que Washington vuelva a la mesa de negociaciones.


Thierry Meyssan


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NOTA: Las negrillas, subrayados, cursivas y la casi totalidad de fotografías (a excepción del primer mapa)  son incorporadas por el editor de este blog. Así como algunos datos explicativos que se advierte como "Nota del editor" La fuente original consta a continuación:

Rusia se opone a una guerra entre Irán e Israel
Irán e Israel han iniciado una nueva guerra?
Israel: 200 armas nucleares apuntan a Irán

10 mayo 2018

Irán, energía nuclear o bomba atómica? (5)


    Foto de archivo, Netanyahu explica el programa de la bomba iraní ante la 67 Asamblea General de la ONU, 27 septiembre 2012


por: Tito Andino U.

El fin del acuerdo nuclear con Irán, habrá guerra?

Hace dos años, pensábamos haber cerrado el ciclo de una serie de artículos relacionados con la crisis iraní sobre su supuesto programa de desarrollo de armas nucleares.

Los Estados Unidos, a través de su gobierno actual ha roto unilateralmente y en contra de los otros firmantes -sus socios europeos- el pacto nuclear. Trump anunció la salida de su país del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés). las pruebas "concluyentes" que Irán viola el pacto es obra de la Inteligencia israelí.

Las especulaciones y la histeria infundada otra vez pretenden causar pánico en el mundo. Una prepotente propaganda israelí presentó "media tonelada de pruebas" sobre el nuevo o reactivado proyecto "secreto" iraní para construir armamento nuclear. 

Desde todos los rincones del mundo no  descartan el inicio de una nueva conflagración mediata o futura entre Israel e Irán. Es probable -de darse- que se desarrolle o inicie en territorio sirio o en el Líbano o que sea un conflicto regional, el pretexto, como siempre, estará servido en bandeja de plata, el supuesto plan secreto de Irán para desarrollar armas nucleares en violación de los acuerdos con el G5+1 (sin pruebas) o la consabida "amenaza" iraní por su presencia en territorio sirio que amenaza la seguridad de Israel. 


En el momento de redactar estas líneas (10 de mayo) Israel se encuentra bombardeando varias objetivos iraníes asentados en bases sirias, no se ha limitado a un concreto lanzamiento, se trata de blancos más selectivos y de forma constante, en respuesta -según Tel Aviv- al lanzamiento de 20 misiles desde Siria contra los Altos del Golán ocupado por Israel, hecho del que acusa a los iraníes presentes en Siria y que sería el primer ataque directo que realiza Irán sobre Israel. Si se sigue los "protocolos" israelíes, luego de tomar represalias ante un ataque a su "territorio" (el Golán es territorio sirio bajo régimen de ocupación) la escalada de bombardeos ha durado cerca de dos horas. Israel también afirma que pasarán meses para que Irán pueda recuperarse de este golpe, sin duda, el más duro ataque registrado contra la presencia iraní en Siria; se informa que otra consecuencia es la destrucción de un sistema antiaéreo de misiles sirios (Pantsir S-1).

El mensaje de Israel es su política de siempre: "ojo por ojo, diente por diente", "tú me atacas yo te devuelvo doble el golpe"; y, por supuesto que es un claro mensaje para el gobierno sirio, Israel no quiere saber nada de instalaciones iraníes y de Hezbolá dentro de las bases militares sirias.


El cielo de Damasco la noche y madrugada del 9-10 de mayo (cuenta Twitter de un periodista sirio)


Ahora bien, sigamos con el tema central. 

Mr. Trump desde el principio de su gobierno expresó su oposición e inconformidad a los términos del Acuerdo suscrito por Barak Obama por conceder demasiados beneficios a la parte iraní. Hoy ha cumplido su promesa electoral de retirar a su país del Convenio Nuclear en contra de la oposición de sus aliados europeos, a la final los wahabíes de la Arabia de los Saud pueden suplir las necesidades energéticas de Europa (según la administración estadounidense).

Sin embargo, la Casa Blanca discretamente se ha desligado de las poco fiables declaraciones de Netanyahu sobre el supuesto programa nuclear iraní, la credibilidad del israelí es cero, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y otros países signatarios del acuerdo nuclear con Irán, por enésima vez, son contundentes en recalcar el pleno cumplimiento de los compromisos asumidos por los iraníes. Un hecho que debe tenerse en cuenta, es que el acuerdo nuclear con Irán, al menos para los Estados Unidos, fue un tipo de moratoria para centrar su atención ante el mayor peligro que representa China. 

Los Estados Unidos, por ninguna circunstancia busca abrir un conflicto con China e Irán al mismo tiempo, los esfuerzos del Pentágono están hoy empeñados en frenar la expansión comercial de China. Así que, de avecinarse un conflicto con Irán será delegado a sus socios israelitas, una guerra tercerizada, algo que dificilmente pasará en un futuro mediato.


el show televisivo del primer ministro israelí.


Israel por si sola, sin el auspicio de los Estados Unidos y sus aliados europeos no tiene el suficiente poderío para emprender una aventura militar contra Irán. En la práctica, la retórica propagandística del primer ministro israelí es solo un discurso que va cambiando según la medición de apoyos. La única forma en que Israel pudiera atacar de forma efectiva territorio iraní es usando algún artefacto nuclear; o, con los frecuentes intentos de instalar bases israelíes en otros países para acortar las distancias que los separan, aspiraba a ello con el apoyo a la declaración unilateral de independencia del Kurdistán iraquí; también puede ser realidad si finalmente se firma el tratado de paz con su socio de aventuras clandestinas, Arabia Saudí, lo que repercutiría en una alianza militar contra Irán y la consiguiente instalación de alguna base aérea israelí en territorio wahabí; en el pasado lo intentó al arrendar bases aéreas en la ex república soviética de Georgia, istalaciones que fueron atacadas por los rusos en agosto del 2008; lo mismo pasa ahora con Sudán del Sur donde se afirma que Israel construye una base de misiles de largo alcance.

Volvamos al tema central. Parece que ha pasado desapercibido que Netanyahu ha tenido que dar un giro en sus declaraciones, de un llamado a la acción urgente (es decir: guerra) ha pasado a declarar que él no busca una guerra con Irán. Ese cambio se debe a un hecho, Europa no secundará una aventura de ese tipo... ni la Casa Blanca que inicialmente apoyó el discurso israelí no seguirá brindando el apoyo necesario.

La diplomacia estadounidense ahora solo hace eco de supuestos hechos del pasado, dicen que Irán tuvo (supuestamente) un programa de armas nucleares secreto, no importa que el ex jefe de la CIA, hoy Secretario de Estado, Mike Pompeo, reconociera que Irán jamás tuvo intención de fabricar armas nucleares.

No es la primera vez que Israel intenta incitar o recibir apoyo directo para emprender una guerra contra Irán (1), ahora su mayor enemigo regional, una vez más ha tenido que morder el polvo de la derrota política, lo que parecía ser una imposición del gobierno israelí y los círculos sionistas de los Estados Unidos a la administración Trump ha quedado sin base, es decir, privados de respaldo para emprender una guerra. 

No habrá guerra en corto plazo porque los Estados Unidos están más preocupados por China que por Irán, el retorno de la imposición de sanciones económicas es un arma mucho más precisa que bombardear una nación, al menos eso podemos deducir de la política exterior de la Casa Blanca; sin duda se intentará presionar de tal forma como lo hicieron con Corea del Norte, ahogarla económicamente y aplicar una durísima campaña intimidatoria de amenazas e intervencionismo militar hasta que Irán se siente a negociar su programa de misiles de largo alcance y que garantice su no intervención e influencia en conflictos regionales. 

Por supuesto que Irán no es Corea del Norte, ni otra nación ya sojuzgada, a pesar de todas las sanciones económicas y bloqueo comercial durante dos décadas ha sobrevivido económicamente gracias a su riqueza petrolera.
Posiblemente a Irán le llegue su hora de enfrentarse con Israel, pero será cuando los Estrados Unidos lo decida, cuando aprecie que es "políticamente correcto". 
Una hipotética guerra entre Irán e Israel no será un conflicto por la "supervivencia" de Israel ante una nación hostil (Irán), será una guerra de los Estados Unidos usando a Israel contra un objetivo secundario que allane el camino a un objetivo superior, Israel es solo el instrumento para conseguirlo. 


Las exigencias de Donald Trump

Donald Trump, unilateralmente, plantea a Irán luego de separarse del acuerdo nuclear "exigencias" que deben entenderse son previas a un nuevo dialogo, a saber: (2)

- "Jamás tener un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés), dejar de desarrollar misiles con capacidad nuclear y detener la entrega de misiles balísticos a otros". 
El tercer requisito sería en la práctica el único factible de cumplirse, para nadie es desconocido que Irán está proporcionando misiles de mediano y largo alcance al gobierno sirio, a los combatientes de la resistencia libanesa (Hezbolá), a las guerrillas hutíes en el Yemen, y a las fuerzas de Movilización Popular en Irak.

- "Concluir "su apoyo a terroristas, extremistas y representantes regionales" como Hezbolá (del Líbano), Hamas (de Palestina), los talibanes y Al Qaeda". 
"Terrorismo" según la perspectiva estadounidense es aquel que combate contra sus intereses regionales. Las dos primeras organizaciones son, en el literal sentido del término, fuerzas de resistencia. Hamas es una organización "reclutada" para el bando iraní hace relativamente poco tiempo y no hay indicios de que haya recibido misiles de esa categoría. En cuanto al Talibán de Afganistán y a la internacional extremista al Qaeda es risible la acusación.  Ni ideológica, ni confesionalmente guardan relación con Irán.  Al Qaeda es armada y financiada por Estados Unidos y Occidente precisamente para desbaratar los esfuerzos iraníes y del Eje de la Resistencia y, los talibán (sea éstos de Afganistán o Pakistán) son utilizados para frecuentes ataques terroristas en territorio iraní. 

- "Poner fin a su "públicamente declarada" intención de destruir a Israel". 
Es un postulado verdadero, la República Islámica de Irán proclama tal hecho, metafórica y literalmente. En Irán existen diferentes grupos de poder y diferentes criterios al respecto. Pero básicamente esa retórica es simbólica, la típica propaganda patriótica, igual que pregona Hezbolá en el Líbano, en el fondo su finalidad es protegerse de Israel y no de "destruirla".

- "Detener sus amenazas a la libertad de navegación, especialmente en el Golfo Pérsico y el Mar Rojo".
La libertad de navegación en la zona se encuentra amenazada por la constante presencia de bases militares y navales de los Estados Unidos que van encerrando (acorralando) a Irán y su libre derecho a navegar en sus aguas territoriales y zona internacional y no al contrario.  

- "Dejar de escalar el conflicto de Yemen y de desestabilizar la región mediante la entrega de armas a los hutíes".
Lo recomendable sería que los Estados Unidos haga lo mismo con sus socios de la Coalición Internacional que bombardea inmisericordemente a la población civil yemení destruyendo las infraestructuras básicas. Si los Estados Unidos consigue detener a los saudíes que entregan armas y facilita el reclutamiento de mercenarios, sería posible aplicar esa misma política a los hutíes.  

- "Terminar sus "ciberataques" contra EE.UU. y sus aliados, incluido Israel" (?). 
Este punto resulta más especulativo que un hecho real, la actual guerra electrónica es un método que utilizan todas las naciones del mundo y no precisamente en tiempos de conflicto armado.

- "Detener sus graves abusos contra los derechos humanos, que "se han demostrado recientemente en la represión del régimen contra las protestas generalizadas de ciudadanos iraníes".
Protestas existen en todas partes del mundo, seguramente recordarán las últimas en Irán, un intento de reditar una nueva “primavera árabe”. Bajo auspicio saudí y estadounidense agitadores internos y elementos foráneos desataron el caos, una ola de saqueos, asesinatos y asaltos armados en las principales regiones iraníes (fines 2017 / inicios 2018), amparándose en el derecho a la libre manifestación y justas reivindicaciones sociales. Irán no es un modelo de libertad al estilo occidental; a su manera, su costumbre y tradición, como sociedad islámica ha demostrado estar muy lejos de ser una autocracia al estilo de las monarquías wahabíes del Golfo Pérsico. Irán en ese sentido es más democrático que cualquier gobierno absolutista de la región. 

- "Poner fin a la "detención injusta de extranjeros", incluidos los ciudadanos de EE.UU."
Concomitante con el párrafo anterior, Irán ha detenido (y con todo derecho) a elementos extranjeros que ingresan clandestinamente al país para ejecutar diversas actividades de sabotaje y terrorismo, que haya ciudadanos estadounidenses dentro de los detenidos solo implica una cosa, eran agentes encubiertos que realizaban acciones de espionaje y/o terrorismo.

Aparte de la lista de exigencias, Mr. Trump anunciará más sanciones contra Teherán (políticas y económicas). El ex presidente Obama considera de grave error que la actual administración haya tomado una decisión política que perjudica la credibilidad del país en contradicción con las otras potencias mundiales. 

Los socios de la Unión Europea decidieron por su parte preservar el acuerdo nuclear con Irán ya que afirman la ilegalidad e ilegitimidad de la decisión estadounidense, al carecer de fundamento alguno que vuelva ineficaz el acuerdo nuclear. En Francia se anuncia que recurrirán ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) para evitar que un nuevo paquete de sanciones estadounidenses contra Irán afecte sus intereses. China hace un llamado para asumir responsabilidad, teniendo en cuenta intereses generales de los estadoa a largo plazo.

Del mismo parecer es el presidente iraní Rohaní, el acuerdo nuclear se mantiene con cinco países: Reino Unido, China, Francia, Rusia y Alemania, Irán siempre se mantendrá fiel a sus compromisos ha afirmado el presidente iraní. Mientras el ayatolá Jameneí reafirmar que el discurso de Trump está lleno de mentiras, ha precisado que las amenazas no asustarán al pueblo iraní.

NOTA: Para quienes tienen listas sus vacaciones no las cancelen, incluso si van a Israel o Irán, no habrá guerra, disfruten un merecido descanso.

NOTAS:

(2) La lista de exigencias son tomadas de un artículo de RT y están en negrilla y cursiva.

Israel: 200 armas nucleares apuntan a Irán

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