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03 septiembre 2018

GEORGE SOROS. El "mago" (2)



No todo lo que brilla es oro


Daniel Estulin


George Soros es, sin duda, uno de los personajes clave para entender el Nuevo Orden Mundial. Donde está Soros, está el dinero, la globalización y la pobreza. 


La psicopatía probablemente sea una de las muchas interferencias que se encuentran en el genoma, un ensayo-error de la evolución que tuvo su utilidad antes de la aparición de la moderna sociedad urbana, cuando los guerreros psicópatas eran valorados por su capacidad para defender los primeros establecimientos humanos y luchar contra potenciales enemigos aterradores. Probablemente la mayor parte de nuestras leyendas sobre monstruos, como vampiros o demonios, derivan de la experiencia humana en el trato con personalidades psicópatas más que reales.

En psicología y psicoanálisis, el test de la vida real es la técnica de evaluación objetiva de una emoción o pensamiento en el marco de la vida real, como facultad presente en los individuos normales, pero defectuosa en los psicópatas. En política, la “vida real” se encuentra en un pequeño número de individuos que dedican su tiempo al egoísmo astuto.

La política no es un fin, sino un medio. 

El presidente estadounidense Calvin Coolidge dijo una vez que la política “no es un producto, sino un proceso. Es el arte del gobierno. Como otros valores, tiene sus falsificaciones. Se ha puesto tanto énfasis en lo falso que la importancia de la verdad se ha oscurecido y la política se ha convertido en sinónimo de egoísmo taimado y astuto, en lugar de ser un servicio sincero y sin dobles intenciones”.

Si la democracia es el gobierno del pueblo “libre”, las intenciones secretas de los gobiernos y los siniestros grupos de presión son incompatibles con la democracia. La propia idea de esferas clandestinas de influencia dentro del gobierno que emprenden campañas secretas es, por lo tanto, ajena a la noción de democracia y se debe ser luchar contra ella con entusiasta determinación, a menos que deseemos repetir los errores fatales de un pasado no tan distante.

Se dice que uno de los discípulos de Voltaire una vez le preguntó: “Me gustaría fundar una nueva religión. ¿Qué debo hacer?”. El maestro contestó: “Es muy sencillo. Procure que le crucifiquen y luego resucite de entre los muertos”. 

Demos la "bienvenida" a uno de los más hábiles operadores de este mundo oscuro y desconcertado, George Soros.


La secreta red financiera detrás del "mago" George Soros.

La revista Time, una de los principales semanarios de América, ha descrito al financiero George Soros como un “Robin Hood de nuestros días”, que roba a los ricos para dar a los países pobres de la Europa del Este y Rusia. Afirmó que Soros obtiene enormes dividendos especulando contra los bancos centrales occidentales, para usar sus ganancias para ayudar a las economías poscomunistas que surgen de la Europa Oriental y la antigua Unión Soviética y ayudarles a crear lo que él llama una “Sociedad Abierta”. 

Contrariamente a lo que Soros quisiera que creyera el gran público, Open Society es una tapadera que permite recopilar información sin llamar la atención hacia esa tarea clandestina. La fundación Open Society de Soros ha sido expulsada de China, Rusia, Indonesia y la República Checa, Hungría, pero tiene proyectos en Albania, Bielorrusia, Bosnia, Bulgaria, Croacia, Estonia, Francia, Georgia, Kazajstán, Kirguiztán, Letonia, Lituania, Macedonia, Moldova, Polonia, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Sudáfrica, el Reino Unido y los EE.UU. 

Tales esfuerzos permiten a Soros descubrir debilidades que él aprovecha entonces para manipular el mercado; lo que se denomina especulación financiera. Las declaraciones de Time son completamente ciertas por lo que respecta a la primera parte y completamente falsas por lo que respecta a la segunda. Él roba a los ricos países occidentales y usa sus ganancias para robar todavía más en el Este, bajo el disfraz de “filantropía”. Su objetivo es saquear donde pueda y como pueda. Soros ha sido llamado el maestro manipulador del “capitalismo relámpago”.

Como veremos, lo que Soros quiere decir cuando habla de una sociedad “abierta” es una sociedad que permita que él y los depredadores financieros que tiene por amigos saqueen los recursos y los valiosos activos de las economías del antiguo Pacto de Varsovia. Con la ayuda de economistas monetaristas como Jeffrey Sachs, que fue el responsable de la “terapia de choque” de Rusia que dejó al 40% del país en la indigencia y sin dinero de la noche a la mañana, o el sueco Anders Aslund, socio destacado del Carnegie Endowment for International Peace y su terapia de choque económico en estas economías. 

Soros prepara el terreno para comprar al por mayor los activos de regiones enteras del mundo a precios de saldo. A propósito, el término “terapia de choque” se refiera a la repentina liberalización del control de precios y divisas, combinada con la retirada de las subvenciones estatales y la inmediata liberalización del mercado dentro de un país; todos los ingredientes necesarios para el empobrecimiento de una sociedad.


El hombre que llevó a la bancarrota al Banco de Inglaterra
   George Soros 

Un examen de la red financiera secreta de Soros es vital para entender la verdadera dimensión del “problema Soros” en Europa Oriental y otras naciones.

Después la crisis del Mecanismo de Tipo de Cambio Europeo de septiembre de 1992, cuando el Banco de Inglaterra se vio obligado a abandonar sus esfuerzos por estabilizar la libra esterlina, una figura financiera poco conocida surgió de entre las sombras, alardeando de que él personalmente había ganado más de mil millones de dólares con la especulación contra la libra esterlina. La historia del éxito de Soros en el caso de la libra esterlina es poco menos que sorprendente. 

La empresa de Soros, Quantum Fund, que encontraremos muchas veces a lo largo del capítulo, gana mucho dinero previendo cambios en los ciclos económicos. En 1992, Soros adivinó que podría obligar a bajar el tipo de cambio de la libra esterlina aplicando presión sobre la divisa y que el gobierno conservador del Primer Ministro John Major no sería capaz de defender la libra. Tomó prestados miles de millones en libras y los convirtió en marcos alemanes. Cuando la libra se derrumbó, devolvió el dinero a un tipo de interés inferior y obtuvo más de mil millones de dólares en la transacción.

George Soros nació en Hungría, donde pasó la Segunda Guerra Mundial con documentos falsos trabajando para el gobierno nazi, identificando y expropiando las propiedades de otros judíos ricos. Soros admite públicamente que sobrevivió en la Hungría nazi durante la guerra, como judío, adoptando lo que él denomina una doble personalidad. “He vivido con una doble personalidad prácticamente toda mi vida”, declaró Soros recientemente. “Comencé a la edad de catorce años en Hungría, cuando asumí una identidad falsa para evitar que me persiguieran por ser judío”. Soros admitió en una entrevista de radio que su padre le proporcionó documentación nazi en Hungría durante la guerra y que saqueó las propiedades de judíos ricos. Investigaciones más profundas han demostrado que sus actividades probablemente fueran controladas por las SS. Soros no abandonó Hungría hasta dos años después del final de la guerra, y obtuvo la ciudadanía Americana después de pasar algunos años en Londres. Hoy en día, Soros vive en Nueva York, pero esto no dice gran cosa, prácticamente nada, sobre quién y cómo es

Después de realizar impresionantes declaraciones sobre su “toque de rey Midas”, Soros ha permitido que se use públicamente su nombre en una tentativa ostensible de influir en los mercados financieros mundiales -un actuación curiosa entre los inversores financieros, que prefieren aprovechar las situaciones no descubiertas todavía por sus rivales y mantenerlas en secreto. El financiero Soros es un animal político a la vez que un especulador financiero.

En marzo de 1993, Soros proclamó con gran publicidad que el precio del oro iba a aumentar bruscamente; dijo que acababa de recibir “información privilegiada” que indicaba que China estaba a punto de comprar enormes sumas de oro para su economía en auge. Soros fue capaz de provocar una avalancha en la compra de oro, que hizo que los precios se elevaran más de un 20% en cuatro meses, el nivel más alto desde 1991. En una maniobra típica de Soros, cuando los tontos se precipitaron a subir los precios, Soros y su amigo Sir James Goldsmith, un especulador anglo-francés primo de la familia Rothschild, comenzaron a vender su oro en secreto obteniendo enormes beneficios.

Entonces, a primeros de junio de 1993, Soros proclamó su intención de forzar una liquidación en bonos del Estado alemanes en favor de los franceses, en una carta abierta a Anatole Kaletsky, redactor financiero del London Times, en la que Soros proclamaba, “¡Abajo el marco alemán!”. 

Soros ha atacado en varias ocasiones las divisas de Tailandia, Malasia, Indonesia y México, entrando en mercados financieros recién abiertos que tienen poca experiencia con inversores extranjeros y mucho menos con los que manejan grandes fondos como Soros. Soros comienza comprando acciones u obligaciones en el mercado local, haciendo que otros ingenuamente supongan que sabe algo que ellos no saben. Como en el caso del oro, cuando los inversores más modestos comienzan a seguir el ejemplo de Soros, haciendo que aumenten los precios de las acciones o de otros activos financieros, Soros comienza a vender a los nuevos compradores impacientes, obteniendo ganancias del 40% o del 100% y abandonando luego el mercado y, a menudo, el país entero, para buscar otra víctima de su especulación. Esta técnica dio lugar al término “relámpago”. Lo que Soros siempre deja tras de sí es un mercado local colapsado y la ruina financiera de los inversores locales.


Soros saquea la Europa Oriental


Soros estableció nada menos que 19 fundaciones “caritativas” a través de la Europa Oriental y la antigua Unión Soviética. Ha patrocinado conciertos “a favor de la paz” en la antigua Yugoslavia con la presencia de cantantes como Joan Baez. Paga los estudios de jóvenes europeos del Este en la Universidad de Oxford. Difunde una imagen de ciudadano ejemplar.

La realidad es algo muy distinto. Soros ha sido el responsable personal de la introducción de la terapia de choque en las economías surgidas de la Europa Oriental desde 1989. Ha impuesto deliberadamente a los frágiles nuevos gobiernos del Este la locura económica más draconiana, una política que ha permitido a Soros y sus amigos tiburones de las finanzas, como Marc Rich y Shaul Eisenberg, saquear los recursos de gran parte de Europa Oriental a precios de saldo. 

Aquí están algunos casos ilustrativos de la “caridad” de Soros con el Este:

Polonia: A finales de 1989, Soros organizó un encuentro secreto entre el gobierno comunista “reformista” del Primer Ministro Mieczyslaw Rakowski y los líderes de la organización sindical Solidarnosc, ilegal por aquel entonces. Según fuentes polacas bien informadas, en aquella reunión de 1989, Soros desveló su “plan” para Polonia: los comunistas debían dejar que Solidarnosc asumiera el gobierno, para ganarse la confianza de la población. Entonces, dijo Soros, el Estado debía actuar para llevar a la bancarrota a sus propias empresas industriales y agrícolas, usando tasas de intereses astronómicas, reteniendo créditos estatales e imponiendo a las empresas deudas impagables. Una vez conseguido esto, Soros prometió que animaría a sus amigos, ricos empresarios internacionales, a invertir en Polonia, como posibles compradores de las empresas estatales privatizadas. Un ejemplo reciente de este plan de privatización es el caso de la gran fábrica de acero Huta Warsawa. Según expertos en la industria del acero, a una empresa occidental le costaría 3-4 mil millones de dólares construir un complejo moderno como ése. ¡El gobierno polaco acordó asumir las deudas de Huta Warsawa y vender la empresa libre de deudas a una empresa de Milán, Lucchini, por 30 millones de dólares! 

Soros reclutó a su amigo, el economista de la Universidad de Harvard Jeffrey Sachs, quien antes había sido consejero de política económica del gobierno boliviano, lo que llevó al asalto de la economía de aquella nación por parte de los traficantes de cocaína. Para llevar a cabo su plan sobre Polonia, Soros creó una de sus numerosas fundaciones, la Stefan Batory Foundation, patrocinador oficial del trabajo de Sachs en Polonia en 1989-1990.

Soros alardea de que “establecí contacto personal con el consejero principal de Walesa, Bronislaw Geremek. También fui recibido por el Presidente, General Wojciech Jaruzelski, el jefe del Estado, con objeto de obtener su bendición para mi fundación”. Trabajó estrechamente con el cerebro de la terapia de choque polaca, Witold Trzeciakowski, un consejero en la sombra del Ministro de Finanzas Leszek Balcerowicz. Soros también cultivó sus relaciones con Balcerowicz, el hombre que fue el primero en imponer la terapia de choque de Sachs en Polonia. En Underwriting Democracy, Soros dice que cuando Walesa fue elegido Presidente, “en gran parte debido a la presión occidental, Walesa mantuvo a Balcerowicz en su cargo de ministro”. Balcerowicz impuso la congelación de los salarios mientras la industria iba a la bancarrota debido al recorte de los créditos estatales. La producción industrial disminuyó más de un 30% en dos años.

Soros admite en la misma biografía que sabía de antemano que su terapia de choque causaría un enorme desempleo, el cierre de las fábricas y malestar social. Por esta razón, insistió para que Solidarnosc entrara en el gobierno, para ayudar a disminuir el malestar de la población. A través de la Fundación Batory, Soros se metió en el bolsillo a grandes figuras de la opinión pública como Adam Michnik, el redactor jefe de Gazeta Wyborcza, el segundo periódico de mayor tirada de Polonia fundado con dinero del National Endowment for Democracy, quien, junto con el Hudson Institute, el American Enterprise Institute y el Carnegie Endowment for International Peace, apoya la política de derecha rancia y, con la cooperación de la embajada estadounidense en Varsovia, impuso una censura en los medios de comunicación favorable a la terapia de choque de Soros y hostil a todos los que la criticaban.


Rusia y la Comunidad de Estados Independientes (CEI): Soros encabezó la visita de una delegación a Rusia, donde él había trabajado junto con la primera dama, Raisa Gorbachov, desde finales de los años 80, para establecer la Cultural Initiave Foundation. Como en el caso de sus otras “fundaciones filantrópicas”, éste era un medio libre de impuestos para Soros y sus influyentes amigos occidentales para introducirse en los más altos círculos políticos del país y, a cambio de una escasa suma de sus fuertes divisas que escaseaban en el país, dorar la píldora a importantes personajes políticos e intelectuales. 

Después de un falso inicio bajo el gobierno de Mikhail Gorbachov en 1988-1991, Soros se cambió al nuevo círculo de Yeltsin. Fue Soros quien introdujo a Jeffrey Sachs y su terapia de choque en Rusia, a finales de 1991. [En su libro], Soros describe su esfuerzo: 

Comencé a movilizar a un grupo de economistas para que se interesaran por la Unión Soviética (julio 1990). El profesor Jeffrey Sachs, con quien ya había trabajado en Polonia, estaba más que dispuesto a participar. Él me sugirió a otros participantes: Romano Prodi de Italia, el actual Primer Ministro del país; David Finch, funcionario jubilado del FMI. Yo quise incluir a Stanley Fischer y Jacob Frenkel, directores de investigación del Banco Mundial y del FMI, respectivamente; Larry Summers de Harvard y Michael Bruno del Banco Central de Israel”.

Desde el 2 de enero de 1992, la terapia de choque introdujo el caos y la hiperinflación en Rusia. Grupos irreemplazables de los institutos de investigación científica más avanzada han huido del país a la busca de empleos en Occidente. Yegor Gaidar y el gobierno de Yeltsin impusieron recortes draconianos en los gastos de Estado en la industria y la agricultura, aunque toda la economía era pública. Se anunció el objetivo de conseguir un presupuesto con déficit cero en un plazo de tres meses. Se acabó con la concesión de créditos a la industria y las empresas acumularon deudas astronómicas, mientras la inflación del rublo se disparaba.

Los amigos de Soros no perdieron tiempo a la hora de sacar tajada de esta situación. Marc Rich comenzó a comprar aluminio ruso con su divisa fuerte a precios ridículamente baratos. Rich soltó entonces el aluminio en los mercados industriales occidentales, lo que ocasionó una caída del 30% en el precio del metal, puesto que la industria occidental no era capaz de competir. En el año 1995-96, hubo un nivel tan alto de exportación de aluminio procedente de Rusia que las fábricas conserveras de pescado rusas sufrieron escasez de aluminio. Al mismo tiempo, según parece, Rich se movió para asegurarse el control de la exportación del suministro de la mayor parte del petróleo crudo de Siberia del Oeste a los mercados occidentales. Las empresas de Rich fueron investigadas por fraude en Rusia, según un informe publicado en el Wall Street Journal el 13 mayo de 1993.

Otro discreto socio de Soros que se ha apresurado a explotar el caos en la antigua Unión Soviética es Shaul Eisenberg. Eisenberg, al parecer con una carta de presentación del entonces director del Banco Europeo Jacques Attali, consiguió asegurar una concesión exclusiva de textiles y otras mercancías  en Uzbekistán. Cuando los funcionarios uzbecos confirmaron la estafa de Eisenberg al gobierno, sus concesiones fueron canceladas sumariamente. El incidente parece haber supuesto una gran pérdida para los intereses estratégicos del Mossad israelí en las repúblicas de Asia Central. 

Soros tenía una gran influencia en Hungría. Cuando el parlamentario de la oposición nacionalista Istvan Csurka intentó protestar contra lo que se está haciendo por arruinar la economía húngara, siguiendo las políticas de Soros y sus amigos, Csurka fue tildado de “antisemita” y, en junio de 1993, le expulsaron del Democratic Forum como consecuencia de la presión ejercida por los círculos vinculados a Soros en Hungría y en el extranjero, incluyendo al gran amigo de Soros, el congresista de los EE.UU. Tom Lantos. 

Lantos, miembro de la Cámara de representantes de los EE.UU. nació en Hungría y se ganó el desprecio de millones de personas del mundo entero por montar la guerra de Bush padre en Irak. El 10 de octubre de 1990, Lantos, que en aquel momento era el presidente del Comité de Derechos Humanos del Congreso, celebró una conferencia durante la que una chica kuwaití de 15 años llamada Nayirah explicó a una audiencia mundial boquiabierta que durante su colaboración como voluntaria en un hospital kuwaití ella había visto a soldados iraquíes sacar a bebés recién nacidos de sus incubadoras. Este pequeño espectáculo, preparado y organizado por una de las principales agencias publicitarias de Estados Unidos, Hill & Knowlton, era el detonante que el clan Bush necesitaba para declarar la guerra contra Irak. Sólo más tarde, después de que cientos de miles de personas fueran asesinadas a sangre fría, la verdad salía a la luz. La pobre y desvalida Nayirah tenía un apellido y era Al Sabah: era la hija del embajador de Kuwait en Estados Unidos. Pero el daño ya estaba hecho. La población de los Estados Unidos ultrajada por la “brutalidad” de la “bestia” iraquí exigió venganza.

  
La explosión del polvorín balcánico

    George Soros

A principios de 1990, en lo que entonces era todavía Yugoslavia, la intervención de Soros con la terapia de choque, en cooperación con el FMI, ayudó a encender el polvorín económico que condujo al estallido de la guerra en junio de 1991. 

Soros se jactaba entonces: 

Yugoslavia es un caso particularmente interesante. Aunque las rivalidades nacionales han llevado al país al borde de la desintegración, un programa radical de estabilización monetaria, introducido en la misma fecha que en Polonia -el 1 de enero de 1990- ha comenzado a cambiar el paisaje político. El programa sigue en gran parte las líneas polacas y tuvo un gran éxito al principio. A mediados de año, la gente ya empezaba a pensar de nuevo en yugoslavo.”

Soros es amigo del antiguo Vice-Secretario de Estado Lawrence Eagleburger, antiguo embajador estadounidense en Belgrado y patrón del líder comunista serbio Slobodan Milosevic. Eagleburger fue destinado a Belgrado en 1962 y ocupó una plaza en el consejo de administración del ahora desaparecido fabricante de automóviles Yugo después de abandonar temporalmente la función pública a mediados de los años 80. Los dos conocían y habían sido amigos de Slobo Milosevic. Eagleburger, uno de los pocos que se opusieron a la intervención militar de Clinton en Yugoslavia es un antiguo presidente de Kissinger Associates, en cuyo consejo se encuentra Lord Carrington, amigo intimo de George Soros, cuyas mediaciones balcánicas apoyaron la agresión serbia en Croacia y Bosnia.

A día de hoy, Soros ha establecido centros de su Fundación en Bosnia, Croacia, Eslovenia y una Soros Yugoslavia Foundation en Belgrado, Serbia. En Croacia, ha intentado usar el dinero de su fundación para comprar a periodistas influyentes o para criticar a los que se oponen a su terapia de choque, acusándoles de “antisemitas” o de “neonazis”. 

El jefe del Open Society Fund de Soros, el profesor Zarko Puhovski, es un hombre que según parece se ha convertido recientemente del marxismo ortodoxo al libre mercado radical de Soros. Hace tan solo siete años, según uno de sus antiguos estudiantes, como profesor de filosofía en la Universidad de Zagreb, Puhovski atacaba a los estudiantes que intentaban articular una crítica del Comunismo, insistiendo: “no hay bases para criticar al marxismo desde un punto de vista liberal”. Su trabajo para la Fundación de Soros en Zagreb promovió una cultura global “anti-nacionalista”, contratando a una red de periodistas anti-croatas para hacer propaganda en favor de la causa serbia.

Ejemplos como estos se pueden encontrar en cada una de las 19 sedes de la Europa Oriental donde opera George Soros. La agenda política de Soros y de este grupo de “globalistas” financieros creará las condiciones para el estallido de una nueva guerra, incluso una guerra mundial, si seguimos tolerándola.


 Soros y la geopolítica

Soros es uno más de los actores en la guerra económica y financiera de la cuadrilla del Club de las Islas. Como sus vínculos con estos intereses no se habían difundido, realizaba funciones sumamente útiles para la oligarquía durante 1992 y 1993, cuando lanzó su ataque contra el Mecanismo de Tipo de Cambio Europeo (MTCE).
    George Soros

Aunque la especulación de Soros jugara un papel importante en la completa salida de la libra esterlina del grupo de divisas del MTCE, sería un error definir aquella acción como “anti-británica”. Soros fue a Londres por primera vez, donde estudió con Karl Popper y Friedrich von Hayek en la London School of Economics.

Los vínculos empresariales de Soros con Sir James Goldsmith y Lord Rothschild le situaban en los círculos privados del ala thatcherista de la élite británica. Al ayudar a los thatcheristas “anti-europeos” a sacar a Gran Bretaña del MTCE en septiembre de 1992 (a la vez que ganaba más de mil millones de dólares a costa de los contribuyentes británicos), Soros colaboró con el objetivo a largo plazo de los thatcheristas de debilitar la estabilidad económica de la Europa continental.

La perspectiva personal de Soros coincidía con la ala thatcherista del Partido Conservador, los mismos que en 1993 lanzaron la campaña de odio contra la Alemania unificada, “Alemania, Cuarto Reich”, que comparaba al Canciller Helmut Köhl con Adolf Hitler. Personalmente, Soros es sumamente anti-alemán. En su autobiografía de 1991, Underwriting DemocracySoros advirtió que una Alemania reunificada “trastornaría el equilibrio de Europa… "Es fácil ver como se podrían repetir los acontecimientos de entreguerras. La Alemania reunificada se convierte en el poder económico más fuerte y convierte a la Europa Oriental en su Lebensraum (espacio vital)… Un verdadero aquelarre”Los ataques públicos de Soros a la economía alemana y al marco alemán estaban motivados fundamentalmente por esa opinión geopolítica.

Soros se introdujo en los círculos de George Bush, sobre todo en la comunidad y finanzas de los espías estadounidenses. El banco donde tiene la mayoría de su capital, que supuestamente fue quien le prestó la mayor parte del dinero necesario para llevar a cabo el ataque contra el MTC europeo en 1992, es Citicorp NA, el mayor banco nacional. Citicorp es algo más que una institución de préstamo; es una parte fundamental de los círculos liberales americanos. En 1989, cuando se vio que la reunificación alemana era una posibilidad real, Simon Rosenberg, un alto funcionario de Citicorp, antiguo consejero de la campaña presidencial del demócrata Michael Dukakis, le dijo a uno de sus socios europeos que “la unidad alemana será un desastre para nuestros intereses; debemos tomar medidas para asegurar un derrumbamiento de un 30% como mínimo del marco alemán, para que el país no tenga la capacidad de convertir la Alemania Oriental en el motor económico de una nueva Europa”.

Mientras Soros pedía ayuda a los inversores mundiales para derribar el marco alemán en 1993, ya había jugado fuerte en los medios de comunicación franceses, desde finales de 1992, para presentarse como “amigo de los intereses franceses”. Se supone que Soros tiene contactos con importantes figuras de la élite francesa, el Tesoro y, en particular, con el ex presidente del Banco Central Europeo y antiguo presidente del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet


En efecto, Soros pretendía repetir la antigua Entente Cordiale contra Alemania, que sirvió para precipitar la declaración de la I Guerra Mundial.

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Daniel Estulin
Jun/jul 2007


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