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03 octubre 2021

¿Fue Napoleón Bonaparte un sinarquista?




por Tito Andino

Recopilación y resumen de varios textos.


Parte I

Desvelando el sinarquismo

La sinarquía -círculo de poder económico industrial- financió en secreto a Napoleón para la conquista de Europa, de hecho, suele afirmarse que Bonaparte fue el primer fascista de la historia y que la Revolución francesa es creación y a la vez, víctima de la Sinarquía. Los sinarquistas brotaron entre los círculos inmediatos de Napoleón, sus veteranos oficiales de las campañas bélicas diseminaron la práctica de la secta por todo el mundo.


Bonaparte con apenas 51 años murió en cautiverio en la isla británica de Santa Elena. Este año 2021 se celebró el bicentenario de su muerte (5 mayo 1821). Complejo tema, analizar a Napoleón Bonaparte desde otra óptica que no sea la historia tradicional u oficial sigue siendo tabú a pesar de que no son pocos los ensayos que lo estudian desde una perspectiva diferente. Los siguientes reportajes sobre quien fuera Emperador de los franceses, Copríncipe de Andorra, Rey de Italia, Protector de la Confederación del Rin, etc., se centrará en nuestra ya conocida línea editorial respecto a destacados personajes históricos, sus polémicas vidas y obra están ya vastamente documentadas por destacados historiadores, Bonaparte no será la excepción. Si debemos -no obstante- señalar la controversia en torno a sus inclinaciones políticas.

Para algunos Napoleón Bonaparte fue un genio militar de la estrategia; otros afirman que fue un líder visionario que legó a Francia su sentido de gloria; que instauró una moderna y centralizada administración. Por otro lado, hay quienes concuerdan que fue un tirano que sacrificó la vida de cientos de miles de franceses (y de otras naciones) a lo ancho y largo de Europa y que acabó innecesariamente con la supremacía francesa en Waterloo. ¿Tirano o genio; o ambos? 

Con motivo del bicentenario de su deceso, en Francia se escuchó a diputados de izquierda argumentar que "no le corresponde a la república celebrar a su sepulturero". Movimientos como "Black Lives Matter" repudiaron cualquier celebración del hombre que reintrodujo la esclavitud en 1802 (Antillas francesas). Un alcalde francés expresó el deseo de su ayuntamiento de reemplazar la imponente estatua de bronce del emperador en caballo que se encuentra fuera de Normandía. Las fuerzas políticas de derecha han calificado de exagerados y provocadores aquellos gestos.

Bien, para no complicarnos la vida iremos directo al tema fundamental, agregando conceptos y notas explicativas.


La Sinarquía 

 

Mucha gente (una gran mayoría) desconoce sobre la existencia del sinarquismo. Pero, ! ¿qué carajos es eso? !, se preguntan. Entender el rol de aquel líder francés, alrededor del cual se aglutinaban diversos poderes terrenales, no es fácil, ni lo encontraremos en textos de historia tradicional.


Debemos reconocer que una bibliografía especializada escasea sobre el tema (sinarquía) y la carencia de pruebas documentales y fuentes válidas nos deja en desventaja en el campo histórico; también suele ocurrir que nos damos de narices ante la presencia de ridícula literatura sensacionalista con "teorías" sobre el "anticristo" y la influencia de los "Iluminatis" en torno a Bonaparte. Lo que si puede certificarse es el rol de una ya no tan secreta masonería junto a grandes intereses financieros y clasistas que podrían haber conformado esa intrigante sinarquía (para otros se trata de la clásica conspiración judeo-masónica). 

Investigar a Napoleón Bonaparte y su relación con el sinarquismo internacional (desechando las teorías conspiranoicas) ya no debería ser valorado como hipótesis. Serios (pero pocos) indicios y presunciones aportados en estudios sobre su existencia y presencia en los altos círculos del poder europeo hasta mediados del siglo XX lo demuestran


Bonaparte en el puente de Arcole, (c. 1801) y Napoleón como Primer Cónsul (1802), las dos obras corresponden al pintor francés Antoine-Jean Gros.

 

El sinarquismo apareció originariamente en una alianza de poderosos intereses financieros europeos desde fines del siglo XVIII, luego involucró  a otras regiones del mundo. Este círculo de alianzas elitistas se asoció en torno a los viejos imperios coloniales. En el presente los verdaderos dueños del mundo constituyen una hermandad internacional originalmente conformada por industriales, la oligarquía económica y aristocracia europea bajo asesoramiento de expertos economistas, a ellos se integraron miembros de sociedades secretas de corte masónico. 

 

La sinarquía no se desquicia con teorías raciales, ni religiosas, la religión no tiene sentido para ellos (salvo para fines políticos); su dios es el poder y la riqueza; aglutina en su favor tanto a la extrema derecha como a la extrema izquierda (como se analiza más adelante).

Se presume gobiernan desde la sombra y cuyo objetivo final sería establecer una dictadura global modelada en el Imperio de Napoleón Bonaparte, una nueva versión global del Imperio Romano -una dictadura sinarquista o fascista como es común denominarla-. Ese modelo pretendió emular Adolf Hitler (Unión Paneuropea, bajo égida alemana). Esta corriente, en la era del dominio nazi de Europa seguían siendo conocida en ciertos círculos como "Movimiento Sinarquista del Imperio". Para algunos estudiosos, la Unión Europea sería  el ejemplo actual de ese círculo de alianzas que se consolida con una fuerza ideológica predominante en el aspecto económico.

Sinarquismo significa dominio de la ley y el orden. También quiere decir: con gobierno, con autoridad, con orden. La RAE define a la Sinarquía como el sistema político en el que el poder es ejercido por una élite o corporación. Según la RAE, puede tener dos acepciones (nos interesa la segunda): “Influencia, generalmente decisiva, de un grupo de empresas comerciales o de personas poderosas en los asuntos políticos y económicos de un país”. 

La palabra deriva del prefijo griego: "syn", que significa “con” o “junto” y un sufijo: "arquía", que significa “regla”, así se definió por primera vez en el Diccionario de inglés Webster. El primer uso registrado del término "sinarquía" se atribuye a Thomas Stackhouse (1677-1752), un clérigo británico que usó esa palabra en su libro “New History of the Holy Bible from the Beginning of the World to the Establishment of Christianity” (Nueva Historia de la Sagrada Biblia desde la Creación del Mundo hasta la Creación de la Cristiandad); publicada en dos volúmenes en 1737. 

Según el Movimiento Sinarquista del Imperio debe implantarse regímenes autoritarios, eligiendo gente dócil para ser controlados. El poder debe concentrarse en manos de los directivos de la industria y los medios de comunicación; y, naturalmente, en delegados de los grupos financieros-bancarios de cada país. Entre los objetivos de su programa está el concentrar un máximo de industrias y eliminar la competencia injustificada; fijar un control absoluto de precios de todo bien y materia prima; y, la necesaria formación de un aparato judicial y social que impida cualquier acción extrema.


Alexandre Saint-Yves d'Alveydre - Antoine Fabre d´Olivet - Gérard Vincent Encausse (Papus)

El uso más importante de la palabra "sinarquía" proviene de los escritos del ocultista francés Alexandre Saint-Yves d'Alveydre, alrededor de 1860, él pertenecía a la Sociedad Martinista o Martinistas, una secta masónica secreta que tenían una especie de culto-adoración del emperador Napoleón Bonaparte. Lyndon Larouche, experto en la temática, afirma que los Martinistas empezaron a identificarse como “Sinarquismo” a inicios del siglo XX

El ocultista Saint-Yves era seguidor del asesor místico de Bonaparte, Antoine Fabre d´Olivet (1767-1825). Fabre d´Olivet fue miembro destacado de los Jacobinos (del ala izquierda radical y anticlerical de la Revolución Francesa y participó personalmente en el complot para asesinar al Rey Luis XVI en 1789). Con el tiempo Fabre d´Olivet llegaría a ser alto funcionario de los ministerios del Interior y de Guerra de Napoleón Bonaparte.

Volviendo a Saint-Yves d'Alveydre, la palabra sinarquismo apareció en su libro “La France vraie” describiendo la forma ideal de gobierno (según él). Lanzó la idea del sinarquismo para contrarrestar la anarquía que estaba desestabilizando Europa. Saint-Yves tomó los escritos ocultistas de Fabre d´Olivet sobre "la violencia catártica" y "la voluntad de poder". 

En “L'Archéometre”, Saint-Yves d'Alveydre, describe a la sinarquía como un hipotético e ideal sistema de gobierno de los miembros de una sociedad secreta (Agharta). En otra de sus obras “La misión de la India en Europa”, Saint-Ives explica que Agharta maneja un sistema de gobierno sinárquico, ejerciendo el poder real tras la apariencia de un gobierno fachada de otro tipoEl concepto de Agharta se difundió en algunas  regiones europeas, fue la Thule-Gesellschaft que lo introdujo en los círculos nacionalistas alemanes y en la ideología mística del nazismo.   

Para Saint-Yves la sinarquía conducirá a una sociedad armoniosa defendiendo la jerarquía y las diferencias entre clases sociales que colaboran entre si, trascendiendo el conflicto entre grupos sociales y económicos. Por lo mismo, la sinarquía se opone a la anarquía.

 

Saint-Yves era un "visionario", al estilo de Napoleón y Hitler, en su tiempo ya imaginó una Europa Federada con todos los estados integrados (igual como soñó Hitler), con un gobierno Corporativista (implantado en el fascismo italiano de Mussolini) y regido por cuatro estamentos: Consejo de Estado, Académico, Judicial y Comercial. (Muchos lo comparan con la actual Unión Europea).

 

Mapa de la Europa Federada según las SS hitlerianas e inspirada en Saint-Ives

El sucesor de Saint-Yves, un tal Gérard Vincent Encausse, mejor conocido como "Papus" fundó la escuela de ciencias ocultas Saint-Yves de donde surgió una sociedad secreta "Gobierno de la Sinarquía". Papus publicó un libro en 1894 "Anarquía, indolencia y sinarquía", detallando el proyecto para reclutar a todos los líderes de la industria, el comercio, las finanzas y de la academia a un solo plan de poder destruyendo el "microbio interno" de la sociedad, la anarquía.

Michael Sorde en "The Secret League of Monopoly Capitalism" (La Liga Secreta del Capitalismo Monopolista) confirma que el sinarquismo se extendió en México, España, Italia y Francia en la década de los 30 del siglo XX, se caracterizaban por ser grupos católicos de extrema derecha financiados por grandes corporaciones monopolistas que representan el Gran Poder Financiero para implantar el Fascismo y su programa para combatir las leyes anti-monopolio.

Sorde se refiere al Mouvemet Synarchique d´Empire (Movimiento Sinárquico del Imperio) cuya etapa más moderna se instituyó en París en 1922 con el Barón Neo de Nervo y su conglomerado de 50 empresas monopolistas, Maxime Ranaudin, cercano a las finanzas del Vaticano, Jean Coutrot, amigo íntimo del Mariscal Petain (la lista se amplia con otros nombres y corporaciones francesas).


Según Lyndon Larouche “Esta conspiración francmasónica secreta tiene lugar entre las facciones nominalmente izquierdistas como entre las de extrema derecha, tales como el consejo editorial del Wall Street Journal, la Sociedad Mont Pelerin, el American Enterprise Institute y el Instituto Hudson, y la mentada extrema derecha integrista dentro del clero católico. La autoridad subyacente detrás de estas sectas es una red contemporánea de bancos privados de ese modelo veneciano medieval conocido como Fondi. La conspiración del sinarquista Banque Worms en la época de la guerra en los 1940, tan sólo es típica del papel de tales intereses bancarios que intrigaban detrás de varios gobiernos fascistas de entonces”. 


Afirma Larouche que el sinarquismo fue el rasgo central de los Gobiernos fascistas organizados en Italia, Alemania, España, la región francesa no ocupada de Vichy con Pierre Laval; ese fenómeno también se desplazó por México y toda América Central y del Sur, como un conducto español del partido nazi. A través de la Falange el ensayo mexicano se erigió con un movimiento político denominado "Unión Nacional Sinarquista".

En Europa la sinarquía se convertiría en el frente que se opondría tenazmente al surgimiento del marxismo y los movimientos comunistas que clamaban cambios fundamentales mediante una revolución social. Generalmente está aceptado el concepto que la sinarquía surge como reacción emergente a ideologías y movimientos igualitarios como el comunismo y el anarquismo, por lo que se opone a esas corrientes. Incluso los Estados Unidos con su Constitución de 1789 fue inicialmente una amenaza a la hegemonía de los grupos de poder, de igual forma los sistemas parlamentarios considerados no tan fieles a sus intereses. 

Desde principios de 1920 hasta 1945 los servicios de inteligencia de los Estados Unidos y de otras naciones lo clasificaban oficialmente bajo el título de “Sinarquismo nazi–comunista”, porque al mismo tiempo desplegaba fuerzas pro comunistas y de extrema derecha opuestas para envolver al gobierno escogido como blanco. 

El alcance de la sinarquía llegó a penetrar organizaciones comunistas y logró lo inconcebible, clandestinamente, consiguieron en muchos casos, que la extrema derecha y los movimientos obreros políticamente organizados –sin tener ninguna relación, ni contacto- aunaran esfuerzos contra un mismo objetivo: el gobierno(s) que debía ser derrocado. El sinarquismo defiende ese modelo de alianzas políticas y, aunque aparente contradicción, se vale para sus objetivos de la unidad de socialistas y anarquistas en torno a principios fascistas, de allí que los nazis se autoproclamaran “socialistas”, siendo cien por cien un grupo sinárquico.


Los movimientos fascistas del siglo XX y posteriores, como la mayoría de los movimientos terroristas, son todos creaciones sinarquistas” (Larouche).


¿Sinarquismo o Fascismo?


Dicen que Napoleón Bonaparte fue el primer fascista de la historia 

 

El término “fascismo” es una derivación de la penetración del sinarquismo en Italia, fue allí donde se le denominó “fascismo”, su propósito era “italianizar” una enfermedad francesa conocida como “sinarquismo”. Lo que comúnmente denominamos fascismo no surge de las bases populares ni marginadas, tampoco de la clásica pequeña burguesía, surge del monopólico poder económico e industrial ante el advenimiento de corrientes sociales que perturban al sistema capitalista.


Es decir, el símbolo de las Legiones Romanas que marchaban hacía la guerra, llamada “fasces”, sería el nombre que adoptaría el sinarquismo proveniente de Francia en Italia. 

“Georg Wilhelm Friedrich Hegel, un apasionado admirador de la imagen de Bonaparte como emperador, fue el primero en ofrecer una doctrina histórica fascista del Estado. Los escritos de Friedrich Nietzsche sumaron a la teoría de Hegel la doctrina del terror dionisíaco del hombre–bestia, de los movimientos y regímenes fascistas del siglo XX”, razona Larouche. 

En un trabajo analítico, Daniel Estulin, otro conocedor de la temática, explica que en la actualidad existe influencia de esas organizaciones en el poder político-militar de los Estados Unidos, el sinarquismo se enquistó mediante las clases industriales y económicas norteamericanas y pugna por controlar el sistema. De allí que en la segunda guerra mundial algunos grupos apoyaron la política del ‘Buen Vecino’ y el Panamericanismo de Roosvelt, mientras grupos sinárquicos contrarios apoyaban el financiamiento e industrialización de la Alemania nazi. Esos grupos se componen desde neoconservadores, republicanos del ala de ultraderecha, componentes étnicos pro-nazis y hasta representantes de los poderosos círculos de los lobbies judíos y del ultraderechista Likud de Israel. “Detrás de ellos, oculto del escrutinio público, se encuentra el Movimiento Sinárquico del Imperio, el auténtico poder que los ingenuos califican como Fascismo”, concluye Estulin.

El Imperio hitleriano no fue una aparición espontánea, no se oponía a las potencias occidentales que le imponen el Tratado de Versalles, todos eran conscientes que Alemania jamás habría podido cancelar las obligaciones. Pero muchos erramos en algo, el kit del asunto no era "cobrar deudas" sino manejar la economía alemana. No hay por que buscar el quinto pie al gato, el nazismo fue una creación sinarquista, un moderno ensayo internacional de la industria y la banca para manejar un estado (que ya venía haciéndose en otros lugares desde la Revolución Francesa). 

El "Socialismo Corporativo" fue una temática abordada por el profesor Antony Sutton, para ser más claros, es el sometimiento de la sociedad civil al control totalitario del Estado (se le denomina fascismo) que, a su vez, depende de la gran banca y la industria (sinarquismo, hoy lo denominamos Complejo Militar - Industrial). 

Lyndon Larouche nos recuerda que la sinarquía -círculo de poder económico industrial- financió en secreto a Napoleón para la conquista de Europa, de hecho, suele afirmarse que Bonaparte fue el primer fascista de la historia y que la Revolución francesa es creación y a la vez, víctima de la Sinarquía. Los sinarquistas brotaron entre los círculos inmediatos de Napoleón, sus veteranos oficiales de las campañas bélicas diseminaron la práctica de la secta por todo el mundo.

Georges Dupeux (Napoleón) aseveraba que "la burguesía encontró un protector, así como un maestro" en Bonaparte, pero nunca fue su amo, en toda su carrera "fue un subordinado de los capitanes de la industria y las finanzas de la nación, los mismos caballeros que ya controlaban Francia en la época del Directorio, la "république des propriétaires", y que le habían confiado la gestión del país en su nombre". Otra clara referencia a la sinarquía.

Un siglo más tarde la Sinarquía brindaría su apoyo ciego para el ascenso de Adolf Hitler con un objetivo claro: unificar Europa bajo la férrea mano del nazismo y luego el mundo regido por un NUEVO ORDEN, que sería regentado por un gobierno que garantice y represente sus intereses militares, empresariales, financieros, académicos y de los medios de comunicación. En otras palabras, el Nuevo Orden Mundial para instaurar un Imperio Romano moderno. Y eso es lo que proclamó con vehemencia Hitler, el advenimiento de ese Nuevo Orden (al que incluyó sus particulares tesis racistas y ocultistas) contrario a la tesis de las repúblicas soberanas basadas en el Bienestar Social. 

Los nazis fueron parte de ese proyecto sinárquico, con todo el poder aglutinado en su entorno no consiguieron edificar el NUEVO ORDEN MUNDIAL por una razón, se desviaron del plan de la sinarquía para controlar Europa. Las excentricidades de su doctrina dirigida por una "raza" de superhombres arios, asesinos, místicos y enajenados que conjuraban espíritus de otros “mundos” para una lucha mítica entre la luz y la obscuridad (el bien contra el mal, según su degenerada visión), tuvo que ser abortada por sus propios creadores. Durante algún tiempo, ese otro “mundo” gobernó parte del orbe. Los nazis desviaron los fundamentos por los cuales fueron elevados al poder y, como dejaron de ser útiles por sus sandeces, su reinado de terror debió sucumbir, para dar paso a otros métodos más terrenales de dominación

Los ideólogos fascistas más notables de esta academia después de la Segunda Guerra Mundial son Leo Strauss de la Universidad de Chicago, quien es la inspiración de los actuales ideólogos neoconservadores estadounidenses, y el co-pensador de Strauss en París, Alexandre Kojève

No es exageración, como afirma Daniel Estulin que

"a lo largo de los últimos setenta años, remontándonos a la segunda guerra mundial, a partir de esta red de intereses sinarquistas y estructuras financieras nazis encubiertas, ha germinado quizás la infraestructura terrorista más importante de todas y, no solo en Europa, sino internacionalmente. Este mundo circundante terrorista no debe ser entendido como una conspiración con una estructura organizacional cuasi militar, sino como una red flexible, donde cada uno de los componentes puede ser desplegado por separado con objetivos distintos, bajo circunstancias específicas de cada operación”.


Frente a los restos de quien consideraba su par, Hitler hizo la promesa de traer los restos del malogrado hijo de Napoleón que procreará con la Archiduquesa María Luisa de Austria en 1811, Napoleón François Joseph Charles Bonaparte pasó a la historia como Napoleón II ("el Aguilucho", debido a un poema del escritor Víctor Hugo). Así, el 15 de diciembre de 1940, Napoleón II regresó al país que lo vio nacer y desde entonces yace junto a su padre, en "Los Inválidos". Se cree que con ese acto Hitler quería ganarse las simpatías francesas, no tuvo éxito.  El 24 de junio de 1940, cuando Hitler salió de Les Invalides, su primera expresión: “…fue el momento más grandioso y notable de mi vida”. La foto de Hitler corresponde a Heinrich Hoffman.

El presente 

El mundo actual evidentemente ha evolucionado, conforme el avance del desarrollo social e industrial hoy tenemos un poder dominante que impone las reglas de la política y la economía mundial. Se estructura mediante alianzas de las élites corporativistas que dominan el comercio mundial, los metagrupos, la oligarquía financiera-industrial, el complejo militar-industrial, la poderosa y despreciable real aristocracia europea e incluso se acepta la participación de organizaciones internacionales del crimen y sociedades secretas

De existir una pirámide de poder, no sería como la típica mafia con un capo en la cumbre, mucho menos un Rex Mundi, como nos describen los conspiranoicos. De las múltiples hipótesis de trabajo, la conclusión es que cada tiempo estas organizaciones van mutando o reevaluando sus objetivos, mudan de fachada (nombre) cada cierto periodo.

Es la moderna estrategia geopolítica de conquista, ya no territorial sino económica, es la lucha por la globalización ejercida abiertamente a través de organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio, entre otras. Estos grupos de poder político-económico-industrial en el mundo cumplen una agenda renovada periódicamente hasta lograr la GLOBALIZACIÓN, el nuevo imperialismo económico, que ya reemplaza al clásico imperialismo colonial. Tampoco es necesario dominar desde la sombra porque son organizaciones públicas, más no su objetivo final que es: establecer una dictadura sinarquista, nueva versión global del Imperio Romano (una dictadura corporativista o fascista, como suele denominarse hoy en día)

Estos metagrupos privados velan por sus intereses en sus respectivas zonas de influencia y se reparten otras, comparten el botín mediante la entrega de acciones, en este caso sobre los recursos naturales de las naciones y el control del sistema financiero mundial, planifican el futuro de la humanidad y destruyen a sus detractores mediante la guerra. Por lo mismo, no todo es camino de rosas, existen grandes obstáculos, por ejemplo Rusia no acepta ese tipo de imposiciones y hasta la China capitalista (globalista) de hoy, como estado, es reacia a aplicar ese método.

Esa confabulación -como puede entenderse- origina múltiples alianzas sin distinción de raza, religión o política. Poderosos judíos, cristianos de toda confesión, agnósticos, masones, musulmanes, hindúes, budistas, taoístas, etc. son grandes socios de las corporaciones globales... La religión es para el pobre, para el ingenuo y para los fanáticos fundamentalistas -de cualquier confesión- tan necesarios para las élites.


Continuaremos con Napoleón Bonaparte...

04 enero 2018

SINARQUISMO: Una visión para principiantes (I)

























por Tito Andino U.
(Este ensayo fue revisado y ampliado en octubre 2022)

Gran revuelo ha causado el artículo referente a la trilogía revisionista en Hispanoamérica. Me ha llamado la atención que un buen número de personas desconozcan, es decir, nunca han escuchado hablar del sinarquismo (y se dicen expertos en conspiraciones). Curioso es (aunque no debería comentarlo) que algunos se han indignado con ese artículo, “desafectos” que, a más de lanzar improperios, han “desertado” de este blog. Sin embargo, es un buen indicio que estamos haciendo bien nuestra labor informativa. No por vanidad o porque suene bonito, el blog lleva por título “detectives de guerra”; precisamente, esa es la actividad central que el sitio realiza, pesquisar, buscar el origen de un hecho histórico relacionado con los conflictos bélicos. Si este trabajo pone a reflexionar a un pseudo “revisionista”, al menos, por unos segundos, será ya suficientemente satisfactorio, habremos sembrado en esa mente la duda que todo lo que ha leído y asimilado durante mucho tiempo es fruto de un fraudulento timo y que puede ser enderezado en la verdad histórica.

Bien, a nuestro cometido actual.

Intentaremos explicar a nuestros lectores que es realmente el sinarquismo; y, sobre todo, que este no fue un fenómeno particular de México, sino que apareció originariamente en una alianza de poderosos intereses financieros europeos desde fines del siglo XVIII, luego involucraría otras regiones del globo.

Revisemos algunos conceptos sintetizados de diversas fuentes para aclarar el panorama.

Sinarquismo significa dominio de la ley y el orden. Otra definición señala que es una palabra que quiere decir: con gobierno, con autoridad, con orden. 

La RAE define a la Sinarquía como el sistema político en el que el poder es ejercido por una élite o corporación. Según el diccionario de la RAE, puede tener dos acepciones; nos interesa la segunda acepción: “Influencia, generalmente decisiva, de un grupo de empresas comerciales o de personas poderosas en los asuntos políticos y económicos de un país”. 


En Wikipedia encontramos una excelente explicación. El primer uso registrado del término "sinarquía" se atribuye a Thomas Stackhouse (1677-1752), un clérigo británico que usó esa palabra en su libro “New History of the Holy Bible from the Beginning of the World to the Establishment of Christianity” (Nueva Historia de la Sagrada Biblia desde la Creación del Mundo hasta la Creación de la Cristiandad); publicada en dos volúmenes en 1737. La palabra deriva de un prefijo del griego: "syn", que significa “con” o “junto” y un sufijo: "arquía", que significa “regla”, así se definió por primera vez en el Diccionario de inglés Webster.


El uso más importante de la palabra "sinarquía" viene de los escritos del ocultista francés Alexandre Saint-Yves d'Alveydre, alrededor de 1870, él pertenecía a la Sociedad Martinista o Martinistas (una secreta secta masónica. Los Martinistas se basaban en una especie de culto-adoración al emperador Napoleón Bonaparte). El término sinarquismo apareció en su libro “La France vraie” para describir lo que él creía era la forma ideal de gobierno; y, en el libro “L'Archéometre” describe a la sinarquía como un hipotético e ideal sistema de gobierno de los miembros de una sociedad secreta (Agharta). En otra de sus obras Saint-Ives, “La misión de la India en Europa”, explica que Agharta maneja un sistema de gobierno sinárquico, ejerciendo el poder real tras la apariencia de un gobierno fachada de otro tipo.

Generalmente aceptamos que la sinarquía surge como reacción emergente a ideologías y movimientos igualitarios como el comunismo y el anarquismo, por lo que vendría a ser, también, lo contrario al anarquismo.


“Saint-Yves elaboró una fórmula política que a su juicio conduciría a una sociedad armoniosa. Defendió la diferenciación social y la jerarquía con la colaboración entre las clases sociales, que trascendiera el conflicto entre los grupos sociales y económicos, es decir, la sinarquía, en oposición a la anarquía. En concreto, Saint-Yves imaginó una Europa Federada así como todos los estados integrados (igual como soñó Hitler), con un gobierno Corporativista (implantado en el fascismo italiano de Mussolini) compuesto por cuatro estamentos: Consejo de Estado, Académico, Judicial, y Comercial”.(Wikipedia – Sinarquía, los paréntesis corresponden al redactor del blog). 
































 

Ese círculo de alianzas que se denominó Movimiento Sinarquista de los Imperios se componía inicialmente de la oligarquía económica europea e integrantes de sociedades secretas de corte masónico, que se presume gobiernan desde la sombra y cuyo objetivo final sería establecer una dictadura sinarquista, una nueva versión global del Imperio Romano (una dictadura fascista como se la denomina comúnmente hoy en día).

El sinarquismo define un nuevo concepto de alianzas políticas establecidas por una hermandad internacional de economistas e industriales; y, aunque aparente contradicción, se vale para sus objetivos de la unidad de socialistas y anarquistas en torno a principios fascistas. (de allí que los nazis se autoproclamaran “socialistas”, siendo cien por cien un grupo de extrema derecha).

Para nuestro amigo, Daniel Estulin, un gran conocedor sobre esta temática, en la actualidad existe influencia de esas organizaciones en el poder político-militar de los Estados Unidos, el sinarquismo se enquistó mediante las clases industriales y económicas norteamericanas y pugnan por controlar el sistema. De allí que en la segunda guerra mundial algunos grupos apoyaron la política del ‘Buen Vecino’ y el Panamericanismo de Roosvelt, mientras grupos sinárquicos contrarios apoyaban el financiamiento e industrialización de la Alemania nazi, aún en pleno conflicto. Estulin afirma que esos grupos se componen desde neoconservadores, republicanos del ala de ultraderecha, componentes étnicos pro nazis y hasta representantes de los poderosos círculos de los hobbies judíos y del ultraderechista Likud de Israel. 

“Detrás de ellos, oculto del escrutinio público, se encuentra el Movimiento Sinárquico de los Imperios, el auténtico poder que los ingenuos califican como Fascismo”.

El término “fascismo” fue una derivación de la penetración del sinarquismo en Italia, fue allí donde se le denominó “fascismo”, su propósito era “italianizar” una enfermedad francesa conocida como “sinarquismo”. Es decir, el símbolo de las Legiones Romanas que marchaban hacía la guerra, llamada “fasces”, sería el nombre que adoptaría el sinarquismo proveniente de Francia en Italia, se lo denominó “fascismo”




Según el Movimiento Sinarquista del Imperio debería implantarse regímenes autoritarios eligiendo gente dócil para ser controlados. El poder debe concentrarse en manos de los directivos de la industria y los medios de comunicación; y, naturalmente, en delegados de los grupos financieros-bancarios de cada país. Entre los objetivos de su programa está el concentrar un máximo de industrias y eliminar la competencia injustificada; fijar un control absoluto de precios de todo bien y materia prima; y, la necesaria formación de un aparato judicial y social que impida cualquier acción extrema.



                       Coronación de Bonaparte como Emperador de los franceses en 1804



Lyndon Larouche, otro versado en la materia, expresa que ese círculo de poder económico-industrial financió en secreto a Napoleón y su conquista de Europa, de hecho, suele afirmarse que Bonaparte fue el primer fascista de la historia y que la Revolución francesa es creación y, a la vez, víctima de la Sinarquía. Los sinarquistas brotaron entre los círculos inmediatos de Napoleón, sus veteranos oficiales de las campañas bélicas diseminaron la práctica de la secta por todo el mundo.


Georg Wilhelm Friedrich Hegel, un apasionado admirador de la imagen de Bonaparte como emperador, fue el primero en ofrecer una doctrina histórica fascista del Estado. Los escritos de Friedrich Nietzsche le sumaron a la teoría de Hegel la doctrina del terror dionisíaco del hombre–bestia, de los movimientos y regímenes fascistas del siglo XX”. 

Un siglo más tarde la Sinarquía brindaría su apoyo ciego para el ascenso de Adolf Hitler. El programa consistía en crear un Nuevo Orden Mundial y así proclamó con vehemencia Hitler, el advenimiento de un Nuevo Orden (al que incluyó sus particulares tesis racistas y ocultistas) que sería contrario a la tesis de las repúblicas soberanas basadas en el Bienestar Social, incluso los Estados Unidos con su Constitución de 1789 fue en su inicio una amenaza a la hegemonía de los grupos de poder, de igual forma los sistemas parlamentarios considerados no tan fieles a sus intereses. 

Tampoco cabe duda que la Sinarquía se convertiría en el frente que se opondría tenazmente al surgimiento del marxismo y los movimientos comunistas que clamaban cambios fundamentales mediante una revolución social. El alcance de la sinarquía llegó a penetrar las organizaciones comunistas y hasta lograr lo inconcebible, clandestinamente, consiguieron en muchos casos, que la extrema derecha y los movimientos obreros políticamente organizados –sin tener ninguna relación, ni contacto- aunaran esfuerzos contra un mismo objetivo, el gobierno(s) que debía ser derrocado.

Larouche afirma que los
Martinistas empezaron a identificarse como “Sinarquismo” a inicios del siglo XX,



“Desde principios de los 1920 hasta 1945 los servicios de inteligencia de los Estados Unidos y de otras naciones lo clasificaban oficialmente bajo el título de “Sinarquismo nazi–comunista”, porque al mismo tiempo desplegaba fuerzas pro comunistas y de extrema derecha opuestas para envolver al gobierno escogido como blanco. Los movimientos fascistas del siglo XX y posteriores, como la mayoría de los movimientos terroristas, son todos creaciones sinarquistas”. 

Para Larouche, el sinarquismo fue el rasgo central de los Gobiernos fascistas organizados en Italia, Alemania, España, la región francesa no ocupada de Vichy con Pierre Laval; ese fenómeno también se desplazó por México y toda América Central y del Sur, como un conducto español del partido nazi. 

“Esta conspiración francmasónica secreta tiene lugar entre las facciones nominalmente izquierdistas como entre las de extrema derecha, tales como el consejo editorial del Wall Street Journal, la Sociedad Mont Pelerin, el American Enterprise Institute y el Instituto Hudson, y la mentada extrema derecha integrista dentro del clero católico. La autoridad subyacente detrás de estas sectas es una red contemporánea de bancos privados de ese modelo veneciano medieval conocido como Fondi. La conspiración del sinarquista Banque Worms en la época de la guerra en los 1940, tan solo es típica del papel de tales intereses bancarios que intrigaban tras varios gobiernos fascistas de entonces”. 


Arriba, Hitler rodeado de los industriales, en la foto se reconoce a Fritz Thyssen. Abajo, diversas portadas del reconocido libro de Daniel Muchnik, "Negocios son negocios".


Los ideólogos fascistas más notables de esta academia después de la Segunda Guerra Mundial son Leo Strauss de la Universidad de Chicago, quien es la inspiración de los actuales ideólogos neoconservadores estadounidenses, y el copensador de Strauss en París, Alexandre Kojève. 


Anecdóticamente, el Sinarquismo tenía (o tiene) los mismos objetivos de la supuesta conspiración mundial judeo - masónica - comunista, pregonada por muchos "revisionistas". 

La diferencia radica en que los extremistas partidarios de la gran conspiración judía no ven más enemigo en el mundo que los nombrados (la masonería sería solo un instrumento del judaísmo internacional) y otorgan connotaciones de tinte religioso y racial a su causa, se ciegan solamente en esa particularidad citando fuentes y líbelos de dudosa procedencia. El sinarquismo no es sectario en ese sentido, es más amplio, los conspiradores son grandes banqueros e industriales –entre los que sin duda existen muchos judíos, pero también muchos católicos y cristianos de diferentes confesiones, masones, agnósticos, etc. (actualmente esa alianza incluye a cualquier personaje del mundo sin importarle su religión o raza, sino su poder económico personal o empresarial, muchos provienen del Lejano y Próximo Oriente). 


La sinarquía no se desquicia con teorías raciales, ni religiosas, ni políticas, la religión no tiene sentido para ellos (salvo para el grupo de ultra conservadores católicos, de donde provienen los literatos mexicanos tantas veces enunciados); su dios es el poder y la riqueza; aglutina en su favor tanto a la extrema derecha como a la extrema izquierda.



Hoy en día es válido el calificativo de la sinarquía como “EMPRESA MUNDIAL S.A.”, un término acuñado, entre otros, por el investigador Daniel Estulin, significa el control mundial de la industria y economía no en una sola mano, ni en un selecto grupo de conspiradores (judíos), sino una amplia red de metagrupos que trabajan con un único objetivo, el control político – económico de las naciones. 

Es la aplicación estratégica y geopolítica de conquista, ya no territorial sino económica, la lucha por la globalización. Hoy tenemos al famoso Club Bilderberg -el brazo político de la OTAN- quien realmente ejerce el poder a través de organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio.


No es exageración, como afirma Daniel Estulin que

"a lo largo de los últimos setenta años, remontándonos a la segunda guerra mundial, a partir de esta red de intereses sinarquistas y estructuras financieras nazis encubiertas, ha germinado quizás la infraestructura terrorista más importante de todas y, no solo en Europa, sino internacionalmente. Este mundo circundante terrorista no debe ser entendido como una conspiración con una estructura organizacional cuasi militar, sino como una red flexible, donde cada uno de los componentes puede ser desplegado por separado con objetivos distintos, bajo circunstancias específicas de cada operación”.

Por sentado que la supuesta Gran Conspiración Judeo-Masónica-Comunista pega más en la psiquis colectiva, es más intrigante y misteriosa (aunque la más paranoica y falsa de las teorías conspiranoicas regadas en internet), raya en el plano “esotérico”, pretende descifrar los grandes Misterios de la humanidad. Está demostrado que el ser humano se siente más atraído por lo desconocido, por la lucha -en sentido religioso- del bien contra el mal; solemos estar más interesados en la fantasía, en la utopía, en lo irreal que en la simple realidad y verdad cognoscitiva (procesos mentales de pensamiento, percepción y aprendizaje). Ese ha sido siempre el éxito de quienes controlan el poder, incluido el estamento religioso de cualquier fe, influir en la psiquis colectiva con técnicas de manipulación de la mente, empujarnos a una “búsqueda de sentido” en otras “dimensiones”, en otros “planos existenciales”.

Afirmo, sin dudar, que muchos prefieren la "Gran Conspiración judeo-masónica-comunista" de un alias Traian Romanescu, de Salvador Borrego o de un Joaquín Bochaca, sin tener el mínimo interés por indagar sobre la sinarquía, al fin y al cabo nunca han escuchado sobre ella. La realidad es demostrable e incuestionable. Tipos como Borrego o “Romanescu” son sinarquistas de la influyente corriente del ultra conservadorismo católico, son solo peones escribanos de algo que ellos mismos desconocieron siempre, su literatura es utilizada para desviar la atención del verdadero poder en el mundo

Curiosamente, ante la ya frecuente denuncia contra el movimiento sinarquista internacional, en estos días, los “revisionistas” y todo creyente en la ‘Gran Conspiración judía’ intenta sacar de contexto el real significado de la sinarquía, poner en el mismo costal a la masonería, al sionismo, al comunismo, al neoliberalismo, a la iglesia, etc., es prueba para ellos de esa Gran Conspiración, ahora intentan denominarla “Sinarquía Internacional Globalista”. En muchos aspectos tienen razón porque el sinarquismo es el verdadero poder en las sombras y, por supuesto, incluyen a judíos y sionistas y otros grupos. Ya lo hemos explicado, la EMPRESA MUNDIAL S.A. no es propiedad privada de uno o un selecto grupo de judíos (o sionistas como les gusta calificarlos hoy en día). Y para quitar cualquier resquicio de duda, solamente recordemos a los profetas de la Gran Conspiración Judía, Traian Romanescu y Salvador Borrego, si ellos al ser sinarquistas –según la actual posición de los “revisionistas”- también serían parte de esa Gran Conspiración….. Si los sinarquistas auspiciaron y llevaron al poder a gente como Hitler, Mussolini y otros, entonces éstos literatos de extrema derecha trabajaron para el judaísmo internacional…






Como hemos dicho, la Sinarquía es una organización financiada por banqueros internacionales que colaboraron con Hitler con un objetivo claro: unificar Europa bajo la férrea mano del nazismo y luego el mundo regido por un NUEVO ORDEN, que sería regentado por un gobierno que garantice y represente sus intereses militares, empresariales, financieros, académicos y de los medios de comunicación. En otras palabras, el Nuevo Orden Mundial para instaurar un Imperio Romano moderno. 

Ya desde 1934 Hitler empezó a concentrarse en México como la clave de su estrategia para Iberoamérica. Según Hermann Rauschning, un político nazi que quedó desilusionado con Hitler y huyó a Suiza en 1936, Hitler estaba convencido de que México era “el mejor y más rico país del mundo,... México es un país que pide a gritos un amo capaz. Su gobierno lo está arruinando. Con el tesoro del suelo mexicano ¡Alemania podría ser rica y grandiosa! ¿Por qué no acometemos esta tarea?... Podrías comprar a este México por un par de cientos de millones”




Hitler creía que podía tomar Iberoamérica, no con ejércitos invasores, sino más bien mediante la subversión. “Crearemos una nueva Alemania ahí [en Sudamérica]. Ahí encontraremos todo lo que necesitamos...No desembarcaremos tropas como Guillermo el Conquistador conquistando Brasil por la fuerza de las armas. Nuestras armas son invisibles”.


¿Por qué Rauschninng debería haber mentido sobre estos relatos varios años antes de la guerra mundial? Los hechos posteriores solamente avalan sus palabras.

Para terminar esta primera entrega, quiero recomendar la lectura de uno de los mejores libros que explican ese fenómeno de la relación banca-industria- nazismo: “Wall Street and the Rise of Hitler” (Wall Street y el Ascenso de Hitler), de Antony Sutton (puede ser leído online, en la barra derecha de este blog, sección libros tienen el acceso directo). 

Los "revisionistas" nos vende el cuento que Hitler y la doctrina nazi fue una fuerza que “luchó” contra la oprobiosa injerencia del “capital judío” en la conquista del mundo. No obstante, abundante documentación prueba quienes encumbraron a Hitler hacia el poder. Los “revisionistas” nos fabulan relatos sobre la supuesta oposición de Hitler al “patrón oro” y que por esa “razón” la banca internacional le declaró la guerra.

Cómo y quién financió la ascensión de Hitler al poder?
. Está demostrado en estos artículos y en el libro arriba recomendado. 

El sinarquismo francés durante la segunda guerra mundial 
Bandera histórica del jefe de estado de la Francia de Vichy (Petain)


Las siguientes líneas son un resumen textual del artículo del profesor Richard Spence de la Universidad de Idaho, "El papel del sinarquismo en la caída de Francia".

Henri Chavin, antiguo jefe de la policía de Vichy redactó un informe de 18 páginas en que identifica a los sinarquistas en todos los ministerios, incluido el séquito del jefe de estado de Vichy, el mariscal Philippe Petain. Deduce la creencia de que una sociedad secreta de banqueros, industriales y tecnócratas había llevado a Francia al borde de la guerra civil en 1940.

¿Cómo Chavin llegó a esa hipótesis? Investigando un caso de aparente suicidio en 1941 (asesinato de Jean Coutrot, 19 de mayo de 1941, una semana después del suicidio o asesinato de Coutrot, su secretario también fue encontrado muerto en circunstancias cuestionables). Que el jefe del Sûreté se involucrara en lo que parecía un suicidio era raro. Chavín investigaba a Coutrot que se vinculaba a sociedades secretas, grupos inconformistas de distinta orientación política y otras asociaciones cuestionables. Un colaborador de Coutrot era el escritor y aficionado al ocultismo Aldous Huxley, autor de la novela distópica "Un mundo feliz".

Jean Coutrot se declaraba "socialista", pero era ferozmente antimarxista, el jefe de Sûreté, Chavín, apreció que el socialismo de Coutrot no se ajustaba a ninguna variedad conocida. Y había mucho más en el misterioso personaje, pertenecía a una logia masónica irregular La Synarchie, llamada la Orden Martinista y Sinarquista. Pero, eso no era todo, Coutrot se vinculaba con la extraña y oculta Hermandad Polaire y era parte del terrorista y fascista Cagoule.
 
Entonces, ¿era Coutrot un socialista, un fascista o un ocultista? ¿O de alguna manera los tres? Por último, pero no menos importante, Coutrot era amigo y socio de Charles Spinasse, el funcionario económico francés, que también era amigo y asociado del ruso Dmitry Navachine.

Un descubrimiento importante que hizo el jefe Chavín fue un libro encuadernado en cuero entre los papeles de Coutrot, en costosas letras en relieve de oro, titulaba: "El Pacto Revolucionario Sinarquista" (Pacto Sinárquico). Pretendía ser el manifiesto de una "sociedad secreta politécnica" llamada Movimiento del Imperio sinarquista (MSE en francés) o convención revolucionaria sinárquica. El manifiesto tenía 100 páginas, divididas en 13 capítulos compuestos por 598 "propuestas".

El Pacto Sinarquista y la Caída de Francia

Este Pacto Sinárquico esbozó un plan para "una revolución invisible desde arriba" que destruiría la Tercera República Francesa. Reemplazaría el parlamentarismo desordenado con un régimen autoritario controlado por las grandes empresas y dirigido por tecnócratas. Se declaró a sí misma como una fuerza de "acción implacable gobernada por la ley divina" y advirtió que el pacto y la existencia misma del movimiento sinarquista deben mantenerse absolutamente en secreto.

La implicación es que la sinarquía sería para Francia lo que el bolchevismo era para Rusia; el fascismo para Italia; y el nazismo para Alemania. Se suponía que la sinarquía francesa era parte de un Movimiento Sinarquista Internacional más grande que eventualmente unificaría Europa y dominaría el mundo. 

La respuesta básica es que cada grupo atendió a diferentes circunscripciones. Uno podría atender a los místicos, otro a los tecnócratas; uno atrajo a izquierdistas, otro de derechas. Desde el punto de vista sinarquista, todas las ideologías políticas carecían igual de sentido, pero todas eran útiles para lanzar una red más grande.



Mapa que representa la ocupación alemana después de la caída de Francia. (Imagen: Eric Gaba/Dominio público)


La investigación del jefe Chavín

Chavín creía que los sinarquistas conspiraban para difundir su "nueva ideología revolucionaria" en Francia. Afirmó que el primer paso fue la aparición en 1921 de una nueva secta martinista llamada orden martinista y sinárquica. A su cabeza, como gran maestre soberano, estaba un protegido de San Yves, Víctor Blanchard.

Los martinistas se habían unido estrechamente a la Logia del Gran Oriente, el cuerpo masónico más grande de Francia. De hecho, los martinistas iniciaron solo a los maestros masones. Víctor Blanchard pensó que esto era demasiado restrictivo. Quería una red más grande para atraer a los no masones e incluso a las mujeres. Según el Jefe Chavín, Blanchard creó otra Convención Revolucionaria Sinárquica secreta en 1922. La Convención supervisó otra sociedad secreta, el Movimiento del Imperio Sinarquista. Blanchard fue secretario del Consejo de Ministros del gobierno francés. (Blanchard reinó como maestro supremo de la Hermandad Polaire y respondía órdenes de maestros ocultos. Tiene que preguntarse: ¿por qué Blanchard necesitaba tantas órdenes secretas?)

El resultado final del informe de Chavín al Ministerio de Justicia francés fue redescubierto después de la Segunda Guerra Mundial y la caída de Francia. El informe expone un régimen de Vichy infestado de sinarquistas. Chavín identificó a los sinarquistas en todos los ministerios, incluso dentro del séquito del jefe de estado de Vichy, el mariscal Philippe Petain.

Especialmente prominentes fueron los jefes de los grandes bancos. Uno de ellos era Jacques Barnaud de Banque Worms, el mismo banco para el que trabajaba Dmitry Navachine. Los conspiradores también incluían socialistas, fascistas, monárquicos, católicos, ateos, tecnócratas y ocultistas. Entonces, ¿quién, o qué, estaba realmente detrás de la cábala sinarquista? El jefe Chavín señaló con el dedo a las altas finanzas y a las grandes empresas.

Vio un movimiento sinarquista controlado no por ocultistas sino por hombres en trajes de negocios. Chavín advirtió que la sinarquía era en última instancia un "movimiento internacional" dirigido por la llamada High Bank. Su objetivo final era reemplazar a los gobiernos de todo el mundo. En su lugar, la sinarquía impondría el autoritarismo global con los financieros en la cima, los industriales justo debajo, y un ejército de tecnócratas y vendedores espirituales de aceite de serpiente para mantener a las masas en línea.

Pero, ¿qué pasa con el ingeniero Jean Coutrot? ¿Fue asesinado? El jefe Chavín consideraba a Coutrot como un sinarquista muy importante y posiblemente el autor del "Pacto Sinárquico". Chavín también creía que Coutrot, con la connivencia de su compañero sinarquista Charles Spinasse, había saboteado deliberadamente la economía francesa antes de la guerra.

Sobre la trama sinarquista detrás de la caída de Francia, Chavín argumentó que todo era parte del plan sinarquista para crear una revolución a través del desastre. Y eso llevó a la calamitosa derrota de Francia en 1940. Chavín sospechaba que Coutrot perdió la fe o se descuidó. El jefe de Sûreté señaló que a principios de mayo de 1941, poco antes de la muerte de Coutrot, se envió un misterioso expediente al jefe de Estado, Petain.

El jefe de la Sûreté de Vichy creía que un complot sinarquista era responsable de la calamitosa caída de Francia y reveló muchos detalles de la trama. Los sinarquistas alrededor de Petain encubrieron esto, pero Chavín creía que Coutrot y su desafortunado secretario pagaron el precio por la traición o indiscreción percibida.

¿Dónde encaja el ruso Dmitry Navachine? En la estimación de Chavín, Navachine había sido demasiado inteligente para su propio bien. Era un martinista y un sinarquista, pero no un conocedor de la trama. Sin embargo, a través de sus tratos con Banque Worms y Charles Spinasse, presumiblemente había aprendido lo suficiente como para hacerlo peligroso.

Hoy se argumenta que el informe Chavín fue una teoría paranoica inventada por un policía sesgado y demasiado crédulo. Quizás. Además de la única copia del "Pacto Revolucionario Sinarquista", realmente no hay evidencia. Algunos piensan que el pacto fue solo un engaño utilizado por una camarilla política francesa de Vichy para atacar a otra. Muchos de los nombrados en el informe Chavín enfrentaron cargos de colaboración con el enemigo, la mayoría evitó un castigo grave.

El historiador de Harvard, William Langer y el profesor Richard Spence creen firmemente en la conspiración sinarquista. Durante la Segunda Guerra Mundial, Langer fue analista de la Oficina de Servicios Estratégicos de los Estados Unidos, precursor de la CIA. Langer garantizó la existencia de una "hermandad internacional de financieros e industriales". En la estimación de Langer, los conspiradores se centraron en la Banque Worms y habían planeado provocar la derrota de Francia en 1940. Por su lado Spence amplia su investigación en otro trabajo: "Conspiración sinarquista en Estados Unidos: el complot empresarial".


*****

En la segunda parte de esta investigación veremos material audio-visual para mejor comprensión del público neófito en la materia. Así como en el futuro dedicaremos a estudiar la obra de Antony Sutton e investigaciones similares.

Fuentes consultadas

-William F. Wertz, Jr.- La ofensiva hitleriana contra Iberoamérica
-Lyndon H. Larouche.- Una definición corta de sinarquismo; y, véase también ¿Qué es el Sinarquismo?; y, La vieja sinarquía europea tras el rescate de la banca quebrada.
Richard Spence, Universidad de Idaho.- Varios artículos de la Serie de Conferencias: La verdadera historia de las sociedades secretas. (julio 2020,Washington, D.C.)
-Daniel Estulin.-  Viñetas de Mahoma y Operación Gladio: Hermanos en Armas.
Wikipedia. Sinarquía
Otros artículos de interés:
-El sinarquismo, el verdadero enemigo de la humanidad
-EL SINARQUISMO. La cruzada mexicana que no fue

NOTA: Igual que en la anterior ponencia, de forma consciente omito los enlaces directos a las fuentes de consulta, es necesario que el lector se incentive en buscar por sí mismo las fuentes, que se cerciore por su propio esfuerzo sobre lo planteado en esta y anterior ponencia.

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