El Choque de Civilizaciones según Huntington
(1996), tal como se presenta en el libro. Occidente (azul), América Latina (violeta), Japón (rojo), Mundo chino (granate), Mundo Indio (naranja), Mundo Islámico (verde),Países ortodoxos (celeste), África negra (marrón), Países Budistas (amarillo). Otros colores pueden indicar líneas de falla donde el choque de
civilizaciones puede ocurrir. Transilvania (en Rumania), el oeste de Ucrania, el norte de Serbia y otros están en el
"Mundo Occidental" de acuerdo con el libro. El autor considera que en
lugar de pertenecer a las civilizaciones "mayores" Etiopía y Haití (en marrón claro) son
países "solitarios", y que Israel (turquesa) puede ser
considerado un único estado con su propia civilización. El Caribe angloparlante (violeta claro),
antiguas colonias británicas, constituyen una entidad diferenciada. (Cita tomada de
la Wikipedia – Guerra de Civilizaciones).
por: Tito Andino U.
Algunas aclaraciones:
Alguien me ha preguntado por qué profundizo en un tema y no relato los acontecimientos bélicos del día al día en Irak, Siria o en cualquier otro lugar. El trabajo que se desarrolla en este blog pretende descifrar lo que ustedes, apreciados lectores, no van a leer en un periódico, o escuchar en la radio y televisión. Naturalmente la información que ponemos a su disposición puede ser analizada por otros medios informativos, pero, lo que aquí hacemos es darle un toque de originalidad, desenmarañando el tema y eso demanda tiempo, estudio y sin duda complejidad para tratar de ser veraces y honestos en la divulgación.
Otra gentil persona ha expresado que suelo
reiterar con cierta frecuencia algún dicho, en efecto, creo entender a lo que
se refiere. Esto tiene una razón de ser, me he esforzado en repetir que la
guerra siria no es fruto de una revolución del pueblo sirio, sino la
consecuencia de una invasión extranjera planificada por varias potencias
occidentales y con respaldo financiero de las monarquías del Golfo. Así como la
prensa comercial nos bombardea todos los días con desinformaciones grotescas
sobre los reales sucesos en el Medio Oriente, en contraparte, nuestra
motivación es insistir en la verdad oculta, mediante la reiteración de esa o
otra frase e investigar las auténticas raíces de tal suceso.
No comentamos los combates, ni el número de
bajas, ni las experiencias de guerra de los valerosos soldados y fuerzas leales
a sus repúblicas, por los fundamentos expuestos. Existen excelentes sitios que
presentan todos los días la información de las batallas en curso, en lo
personal recomiendo dos cuentas en Facebook: “Siria en español” y “Topete GLZ”,
en estas páginas recopilan la información día a día de las batallas en Irak, Siria,
Yemen y donde la noticia llame.
Finalmente, alguien me ha pedido (ya que mis
artículos le parecen muy largos, seguramente tiene pereza por la lectura) un
resumen del trabajo hasta el momento difundido sobre la crisis de Medio
Oriente. Difícil petición, sin embargo, les dejó unas puntualizaciones
concretas. Es evidente que no estará todo lo que debería constar, la memoria es
frágil, pero, en general, podemos resaltar algunos datos fundamentales.
*****
Los grupos de poder a nivel mundial se han valido
de todo tipo de pretextos para llevar a cabo un cometido:
Seguir engañando a diario a través de los medios
masivos de comunicación. Mucha gente sigue creyendo, a pie juntillas, lo que
nos vende la prensa internacional, lamentablemente es así. Hay diversos
factores, sobre todo la reiterada y acosante propaganda que convierte una
mentira en una verdad (a medias). Por ejemplo, se nos ha vendido la falsa idea
que después del fin de la ‘Guerra Fría’ nos aprestábamos a ser testigos de un
‘choque de civilizaciones’, pero ese supuesto no será una guerra directa,
pongamos entre cristianos y musulmanes. No.
El programa en si es simple: El devoto Occidente
cristiano, cuyo estandarte lo enarbola la “puritana” Norteamérica, junto a sus
aliados (incluidas las monarquías wahabíes del Golfo Pérsico, Turquía e Israel)
desatarán una encubierta guerra de destrucción de las naciones árabes,
provocando conflictos de baja intensidad
hasta llegar a guerras regionales en que se verán involucrados aquellos países
que son una molestia para Occidente e Israel, a quienes califican de
naciones que fomentan el ‘terrorismo mundial’. La ‘guerra contra el terror’
está en marcha.
El “piadoso” Occidente no tendrá más “opción” que
votar por la intervención militar para frenar un incontrolable caos. Libia,
Yemen, Siria, Líbano, Irak están en guerra, previsiblemente Irán puede ser un
próximo objetivo, Egipto y otras naciones islámicas se ven acosadas por bandas
de terroristas. El plan marcha a la perfección, bajo la complicidad de quienes
ostentan la responsabilidad de dar el ejemplo en el mundo musulmán,
inevitablemente, todos los caminos conducen a la Meca.
El “choque de civilizaciones”, por tanto, es
también otro fraude mediático. No puede existir un conflicto de civilizaciones
cuando se entremezclan intereses políticos, económicos y estratégicos en una
sola alianza para provocar la guerra: El cristiano Occidente, las monarquías
wahabíes de Medio Oriente y el judaísmo político representado por el estado de
Israel, conforman una sola fuerza contra la verdadera civilización.
- Desde hace más de una década se estaba
preparando la destrucción de Siria y el Líbano como consecuencia inevitable del
“éxito” alcanzado en la desolación causada en Irak desde 1991.
- “Siria fomenta el terrorismo internacional”, es
una acusación muy grave, en base a que indicio se acusó?. Siria no ha negado
antes, ni lo ha hecho hoy, a pesar de la guerra desatada en su contra, que
apoyó a la resistencia iraquí contra la invasión norteamericana durante la
segunda guerra del Golfo. Ese apoyo consistió en dar refugio y permitir
infiltrarse desde su territorio a los combatientes de la resistencia. Estados
Unidos no perdona este acto. Pero, es solo un pretexto para intentar
destruirla.
- Siria no apoyó a grupos terroristas en el
sentido literal de la palabra, es decir a grupos u organizaciones que operan
bajo una bandera o liderazgo, como Al Qaeda, de la que surgiría en la
actualidad el Estado Islámico (antes ISIS -Estado Islámico para Irak y el
Levante-).
- Siria apoya siempre a la auténtica resistencia
nacionalista. Dada la naturaleza de la región y sus confesiones religiosas,
esos grupos siempre han sido de tendencia chiíta. De ahí surge el vínculo que se
ha dado en llamar el “eje de la resistencia”, integrado por Siria, Irán y
Líbano, al que se podría agregar hoy Irak y Yemen.
- Es incontrovertible el hecho que Siria nunca
apoyó grupos fundamentalistas de tendencia sunní, porque estos pregonan el
ensalzamiento de la guerra de conquista, una yihad (guerra santa) interpretada
literalmente del Corán y no metafóricamente como fue la enseñanza del Profeta.
Los designios de los preceptos coránicos, sobre la yihad, bien interpretados
por los doctos de la fe musulmana, nos hablan de una yihad interna, dentro de
nosotros mismos, una lucha entre el bien y el mal que acosa nuestras almas.
Dogma que en nada difiere con otras confesiones religiosas como el
cristianismo, por ejemplo.
- Los grupos fundamentalistas del sunnismo son
una corriente derivada del wahabismo practicado principalmente en Arabia Saudí,
Qatar y algunas otras monarquías del Golfo Pérsico. Dentro de esa tendencia surgen subgrupos político-religiosos, quienes no encuentran otra
justificación de su existencia que desatar la yihad contra los propios
musulmanes que no profesan su peculiar interpretación calificándolos de
infieles. Entre estos destacan organizaciones salafistas y takfiríes, constituyendo casi el 100% de los fanáticos armados que asolan Siria e Irak.
- La existencia de esas organizaciones wahabíes,
takfiríes, salafistas, etc, como hemos dicho, tienen un único propósito,
imponer una particular interpretación literal, estricta y rigurosa del Islam,
hecho que contradice la verdadera fe de cientos de millones de musulmanes en el
mundo. La imposición de un sistema teocrático regido por la Sharia, que
determinará todo aspecto de la vida en sus dominios y la clara intención de
expandirse territorialmente mediante la guerra.
- Estos grupos wahabíes, por dar algunos nombres
de organizaciones armadas son el Estado Islámico, Frente al Nusra, el Frente
Islámico y un largo etcétera, son sin exageración cientos de grupos que actúan
de manera independiente e inclusive combaten entre ellos por dominar
determinado sector geográfico.
- Estas organizaciones derivadas del sunnismo,
propiamente debemos calificarlas de terroristas en el sentido estricto. Creen tener
el designio de destruir a quienes se oponen e, inconscientes o no, se
convierten en el brazo armado de sus archienemigos, los “infieles” cristianos
de Occidente y gozan de muy buena afinidad con el enemigo del mundo árabe,
Israel.
- Paradójico o no, deliberado o no, las
organizaciones terroristas sunníes, mejor dicho sus líderes -el resto es solo
carne de cañón del fanatismo fundamentalista- son los mejores agentes que
pueden tener los imperios coloniales económicos de hoy. Flaco favor hacen a millones
de musulmanes sunníes que viven pacíficamente y al Islam en general.
Turquía, nación laica, atraviesa hoy en día el resurgimiento islamista
extremo, tanto en su política interna como externa, el gobierno actual es la
representación de la Hermandad Musulmana, aunque sus líderes dicen haber
renegado de dicha organización.
- Así, por ejemplo, no podemos considerar a los
habitantes de Turquía, una nación sunní, como una población que fomenta el
terrorismo. No. Turquía, lamentablemente, se encuentra gobernada hoy por
líderes de la Hermandad Musulmana, organización de apoyo político encubierto de
las formaciones armadas que operan en el Medio Oriente. Recep Erdogan, antes
Primer Ministro, hoy Presidente de Turquía, orquesta una guerra secreta contra
Siria e Irak. El está llevando, poco a poco, al pueblo turco a su
desintegración como estado laico para volverse al radicalismo. Para ello
explota el vigoroso nacionalismo turco, quienes añorando el pasado del
Imperio Otomano, quieren resurgir como potencia regional que controle el mundo
islámico.
- La verdadera Turquía, un
conglomerado de muchas razas, dado su extensión y posición geográfica,
vinculados férreamente por su
nacionalismo (excepto los kurdos) guardan respeto y veneran al fundador de la
moderna Turquía, Mustafa Kemal Ataturk. El pueblo turco prefiere vivir en paz y
rechaza la incomprensible –para ellos- política intervencionista de su
gobierno, eso se refleja en las recientes marchas de protesta contra la
intromisión del gobierno turco en Siria.
- Para quien no haya caído en cuenta todavía,
pese a las reiteradas explicaciones, Occidente se vale del radicalismo
fundamentalista derivado de la escuela sunní exclusivamente (wahabismo,
salafismo, takfirismo) y desata una guerra de agresión contra naciones laicas y
nacionalistas como Libia, Líbano, Irak y Siria, que son multiconfesionales, con
total tolerancia religiosa; y, contra una nación con fuerte vínculo político –
religioso, la Republica Islámica de Irán, país que profesa oficialmente la
corriente chiita.
- El pretexto, insistimos, es la religión. El
falso conflicto entre sunníes y chiíes no existe. Afirman desde Occidente que
Irán y Siria son “estados terroristas” o que fomentan el terrorismo mundial,
representan al “eje del mal”, término peyorativo para acusar a las naciones que
se oponen a las políticas globalizadoras del Imperialismo. La verdad
incuestionable es que el verdadero terrorismo es el aliado de Occidente, los
grupos takfiríes, salafistas, financiados y armados por Occidente y las
monarquías wahabíes del Golfo.
- Contrario a las afirmaciones tendenciosas de
una guerra confesional en Siria y el Medio Oriente, lo verídico es que la mayor
parte de la población y de las fuerzas armadas sirias es sunní, quienes combaten
abiertamente al terrorismo engendrado por las tergiversadas corrientes sunníes.
- A poca gente se le ha ocurrido pensar que,
excepto Irán, que es mayoritariamente chií, respeta las minorías religiosas.
Igual acontece en Líbano y Siria donde conviven –mejor dicho– convivían
pacíficamente musulmanes de todo género: sunníes, chiíes, alulíes, drusos,
yazidíes, junto a cristianos, ortodoxos, católicos, maronitas, judíos, etc.
- El ‘triangulo chií’, otra forma de esteriotipar
desde Occidente a Irán, Siria y el Líbano, no existe en el sentido de la
acusación (una asociación de países vinculados por su confesión religiosa), por
su diversidad de creencias. Más bien es dable hablar del “eje de la
resistencia”, término que refleja una status de oposición al imperialismo sin
distinción religiosa.
- El chiísmo, al contrario, de lo enunciado sobre el sunnísmo, no es expansionista, no pretende resurgir imperios
ni hacer brotar de la nada nuevas naciones. Aglutina la defensa integral de su
cultura y de su tierra, al ser porcentualmente una minoría ante el
sunnísmo, defienden vigorosamente su legado.
- Ni
el sunní ni el chií, necesariamente son enemigos, es como que quisiéramos
afirmar que católicos y protestantes están en perpetua guerra, solo por su
diferencia confesional, es una mentira que ustedes leerán a diario en la prensa
comercial. (De hecho se han dado guerras
entre cristianos, ello no conlleva que haya sido estrictamente por cuestiones
religiosas, sino por la explotación de la fe en aras de intereses económicos y
políticos a lo largo de los siglos).
- Sunníes y chiíes han convivido pacíficamente.
Toda esa destrucción caótica en la actualidad no tiene otro origen más que en
la división premeditada, y gestada por las potencias coloniales en los territorios árabes. Occidente ha
sembrado, no por accidente, la división de los pueblos musulmanes, de la misma
forma en que dividen y fomentan las crisis entre naciones latinoamericanas,
asiáticas o en los laboratorios de la muerte que se ha convertido el continente
africano.
- Hoy Occidente nos vende la historia hipócrita
que las dos grandes escuelas islámicas son enemigas y están en confrontación
perpetua. Nada más erróneo y tergiversado.
- Han sido las “gloriosas” democracias de Europa
y Estados Unidos, apoyadas por el sectarismo de las monarquías del Golfo e
intereses turcos e israelíes quienes han
desatado una guerra intestina entre musulmanes.
- Hoy es noticia el mundo islámico, en Occidente
tenemos la falsa percepción que el Islam es sinónimo de terrorismo, a lo cual
yo añadiría que el cristianismo no es sinónimo de santidad.
- El Occidente cristiano está explotando las
creencias religiosas musulmanas para cambiar el rumbo de la historia!. Se
aprovechan del fanatismo de grupos sectarios para fomentar el caos total en su
beneficio. En ese sentido está ganando SU particular guerra de "civilizaciones".
- Aunque grupos chiítas, como Hezbolá pregonan la
lucha contra Israel, esto no pasa de ser una exaltación al sentimiento patrio.
Hezbolá es la fuerza de resistencia del Líbano, formada para defender la
nación ante la ocupación foránea. Hezbolá no enfatiza ni fomenta el terrorismo
armado como medio de trascender fronteras, ni tiene afán de dominar otras
naciones amparándose en la explotación de la fe.
- Hezbolá como organización político – militar surgió debido al estado de necesidad del momento, en lucha por la
supervivencia de un estado invadido y ocupado militarmente, nación a la que se pretendió borrar del mapa conforme a la falaz tesis de 'guerra de civilizaciones', utilizando el sectarismo
religioso como instrumento asesino.
- Dejando a un lado las arengas políticas, el fin
último de Hezbolá, no es destruir Israel, sino defenderse de éste, su prioridad
es mantener la integridad territorial del Líbano. Hoy, es imperioso para Hezbolá apoyar a Siria en su guerra contra
el terrorismo puesto que el Líbano es el siguiente objetivo de los extremistas
islámicos, aliados de Israel.
- Israel no va a desaparecer como entidad
estatal, desde el momento en que decida reconocer y respetar el derecho de
Palestina a ejercer su propia soberanía en una zona territorial arrebatada a la
fuerza, cuando Israel decida acatar las múltiples resoluciones de las Naciones
Unidas, habrá una coexistencia tolerada entre árabes y judíos, eso es
previsible. La única discordia que conlleva la inexistencia de un acuerdo es el status que tendría Jerusalén. Pero, mientras Netanyahu permanezca en el poder
solo podremos avizorar el recrudecimiento de conflictos regionales. El
extremismo judío es más peligroso que los revoltosos yihadistas.
- Mas, si el rol que juega Israel fuere
verdaderamente expansionista, basada en la hipótesis del ‘Gran Israel’, desde
el ‘Nilo al Eufrates’, ello no tiene cabida en los tiempos actuales, no pongo
en tela de duda que en la Biblia cristiana (historia nacional para los judíos)
hay referencia a ese ‘legado’ divino y que el movimiento sionista lo exaltó
como las ‘fronteras’ de su nación. Esto en el presente es ilusorio, incluso
antes de hacerse realidad el estado de Israel ya era solo una quimera. Esa
noción de un Gran Israel, es una visión caduca, Israel no puede siquiera
controlar a su cada vez más empobrecida población, mucho menos dominar a los
valerosos palestinos en los territorios ocupados.
- Aunque lo anterior es un tema muy difícil de
tratar, aquello solo queda en el campo de la especulación. Israel hace lo que
hace en el Medio Oriente para sobrevivir como estado y no por un sueño
irrealizable. Sin sus padrinos de Occidente y sus socios de las monarquías del
Golfo no podría perdurar por si solo. Su prioridad y la de sus socios ha sido y
será mantener siempre a países como Líbano, Siria, Irak y al Medio Oriente, en
general, en caos para garantizar su seguridad.
- Se habla de la guerra preventiva como legitimo
derecho de Israel y de Occidente para justificar dudosas intervenciones
militares. Sin duda, ese mismo derecho tiene el Hezbolá libanés, que aplica la
misma doctrina para prevenir ataques en una guerra de agresión no declarada
contra su país, impulsada por las monarquías del Golfo a través de sus grupos
terroristas.
- La lucha del Líbano, por intermedio de sus
fuerzas armadas y Hezbolá contra el terrorismo takfir goza de total
legitimidad, la evidencia lo demuestra. Sin Hezbolá el Líbano estaría al borde del colapso, millones de cristianos
libaneses ven en Hezbolá su protector (junto a las fuerzas armadas); y, a los
grupos takfires, salafistas, al Qaeda y otros extremistas como sus potenciales
victimarios.
- Organizaciones terroristas como el Estado
Islámico, manipulados por Israel, manejan un objetivo secreto final, desterrar
por siempre las comunidades cristianas de Oriente Medio, no en beneficio de
los musulmanes, sino en beneficio de
Israel.
- Los Estados Unidos, de llegarse a la firma
final con Irán, sobre los acuerdos nucleares, plantea eliminar de su lista de
“patrocinadores del terrorismo” a Irán. Algo se ha comentado, en el mismo
sentido, respecto a Hezbolá (asunto más difícil de cristalizarse), que podría quedar fuera de la “dichosa”
lista y dejar de ser considerado grupo
“terrorista”.
CONCLUSIÓN:
“El eje del mal”, los “países terroristas”, “el triángulo chií” y otras acepciones son conceptos inventados para engañar a la opinión pública mundial en provecho de un programa que pretende justificar la expansión imperialista a costa de la destrucción del mundo árabe.
Recuerden, para que los Imperios en decadencia sucumban definitivamente pasarán varias generaciones, mientras tanto sus programas seguirán en pleno funcionamiento, esas líneas “maestras” han sido trazadas desde hace mucho tiempo; y, eso, precisamente, es lo que vamos a desempolvar para que no olvidéis los orígenes de las crisis políticas, económicas y sociales que acosan a la humanidad.