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13 enero 2020

Afganistán: retrospectiva histórica de la invasión soviética y sus secuelas.




Por Tito Andino U.


Introducción

Cuarenta años de aquella aventura que sembró desprestigio a la otrora poderosa URSS. El mundo occidental sigue considerando ese hecho histórico como el mayor triunfo de la democracia en contra del totalitarismo comunista. Sin embargo, Afganistán no deja de ser otro escenario del enfrentamiento de las grandes potencias mundiales por el control geopolítico. ¿Por qué hoy Afganistán sigue siendo un teatro de operaciones militares, esta vez a cargo de los Estados Unidos y sus socios de la OTAN?. Una de las principales razones es que actualmente Afganistán es el epicentro mundial de la producción de heroína, su comercialización es una fuente inmensa de recursos que nutre a los mercados financieros internacionales.

En este artículo no hablaremos sobre la invasión estadounidense de Afganistán respaldo por otras fuerzas de la OTAN para luchar contra sus antiguos aliados -los muyahidines-, aquellos exaltados combatientes que observamos en las películas de guerra de Hollywood, los "luchadores por la libertad" como llegó a calificarlos el difunto Ronald Reagan en su guerra contra el "Imperio del Mal", siendo más claros: cuando los futuro talibán eran "buenos" muchachos, ganándose la confianza del Pentágono y recibiendo armas y refuerzos yihadistas extranjeros para su guerra de "liberación". 


2 de febrero 1983, Ronald Reagan recibe en la Casa Blanca a líderes muyahidines de Afganistán y Pakistán. “Estos caballeros (los talibán) son el equivalente moral a los padres fundadores de Estados Unidos”, expresó el mandatario. En la foto los siguientes personajes: Ronald Reagan; Gustav Lascaris Avrakotos (Jefe de la Fuerza de Tarea Afgana de la CIA);  Muhammad Omar Babarakzai; Mohammad Ghafoor Yousefzai; Habib-Ur-Rehman Hashemi; Farida Ahmadi; Mir Niamatullah y Gul Mohammad. Esta reunión con el grupo de "combatientes por la libertad" -muyahidines- se convocó para discutir las atrocidades soviéticas en Afganistán (en septiembre de 1982 se reportó la masacre de 105 aldeanos en la provincia de Lowgar). A pesar que ya lo hacían, Estados Unidos y Arabia Saudita, acordaron gestionar cientos de millones de dólares más cada año a los militantes antisoviéticos en un esfuerzo por "desangrar" a la URSS (Foto del gobierno de EE. UU.)

Con el tiempo, tras la retirada soviética, los talibán combatieron contra otras organizaciones guerrilleras afganas para tomar el poder absoluto y convertirse en "enemigos" de los estadounidenses, dicen que fomentaron el "terrorismo" internacional bajo la batuta de un saudí renegado de la CIA y los EEUU, Osama bin Laden (lo cual no es tan cierto). No todos los muyahidines se volverían talibán, varios de los viejos comandantes colaboraron desde 2001 con las fuerzas estadounidenses para expulsar a los talibán del poder.

El ataque (muchos dicen "auto atentado") a las Torres Gemelas del World Trade Center de New York en 2001 condujo a la pista "afgana"(?) y la rápida intervención militar del US Army y algunos contingentes de la OTAN, de las que destacan las fuerzas británicas (por el tamaño de su fuerza). Otros países miembros de la OTAN tienen actualmente unidades militares acantonadas en tierras afganas: Alemania, Italia, España, etc.

La "maldición afgana" no es tal. Dicen que no se puede derrotar a los radicales talibán u otras facciones, lo que muchos concuerdan es que el objetivo es retrasar la retirada de Afganistán ya que la presencia de tropas estadounidenses es vital para otras tareas. Tras la exitosa campaña inicial han transcurrido dos décadas, el pretexto de terminar con el terrorismo sigue siendo la carta de presentación de la OTAN/USA a los ojos del mundo; por lo mismo, el "estancamiento" militar no es tal. Se solapa deliberadamente el aumento de la inseguridad, es notable la aparición de nuevas formaciones armadas, los civiles y militares afganos muertos se cuentan por millares. ¿Por qué?

Fuera del entendimiento geopolítico y estratégico, una fundamental razón del intervencionismo militar y permanencia del US Army en Afganistán tiene un nombre: DROGA, control de la producción y distribución en los mercados de consumo de la HEROÍNA, uno de los nutrientes de la economía mundial, lo demás, supuestas tareas "humanitarias" para traer "prosperidad" y "paz" a los "incultos" afganos es eso, puro cuento.


Las famosas alfombras afganas, este trabajo manual representa el armamento soviético. Esta alfombra tejida fue elaborada por refugiados afganos.


Un renombrado investigador se preguntaba de forma irónica, ¿por qué hay empresas estadounidenses negociando en Afganistán el transporte internacional de mercancías?. De lo que el mundo sabe es que Afganistán es famosa por sus alfombras... Pero, ¿es tan lucrativa la tarea de transportar alfombras en un territorio hostil?

No vamos a desviarnos del tema central, los temas de la heroína afgana, el "humanitarismo", la lucha por llevarles la "democracia", ya lo hemos tratado en otras entradas. Solo algunas puntualizaciones a modo de flash memory:

- Tráfico de drogas y yihadismo suelen ser dos acepciones intrínsecas en el mundo islámico. 
- Los talibán, antes de la invasión USA (2001), en base a la ley y costumbre islámica tradicional, gravan con un tributo la cosecha de la amapola, apenas se nutren de una porción del pastel. 
- Hasta fines del 2001 los talibán prohibieron la siembra descontrolada de los campos de amapola, la reducción para ese año y anteriores fue drástica, se calcula que bajó su producción alrededor del 60%.
- Tras la ocupación militar EEUU / OTAN, según informe del Ministerio Afgano Contra Narcóticos y la Oficina de Naciones Unidas contra el Crimen y la Droga (UNODC) la producción de opio creció un 49% hasta finales del 2013, para 2014 el incremento fue, en promedio, el 55%, para 2015 fue el 65%, las proyecciones para los siguientes años van en aumento.
- Nos quieren ver como unos idiotas al vendernos el cuento que un grupo de analfabetos y mal nutridos campesinos afganos controlan el flujo de cientos de toneladas de heroína y manejan las multimillonarias finanzas del ilícito negocio.
- ¿Se imagina el lector a un guerrero talibán, bajado de las montañas gestionando las altas finanzas de Wall Street?, ¿realizando sofisticadas transacciones financieras en los grandes trusts bancarios de Europa y Asia o finiquitando complejos negocios con los verdaderos “señores de la guerra” en la compra de armamento a cambio de heroína?
- ¿Cuál control y erradicación de la amapola? Una parte del contingente de tropas del US Army se dedican a custodiar los cultivos de sus socios afganos y, sí, es cierto que se dedican a guerrear a sus rivales afganos en el lucrativo negocio. 


Los guerreros - muyahidines- apoyados por los EEUU, se transformaron en el talibán (guerreros locales) y al Qaeda (guerreros globales).


El fundamentalismo islámico y el terrorismo, son creaciones de Estados Unidos tanto en Pakistán como en Afganistán durante la década de 1980. Incluso la red de Haqqani, ahora demonizada, fue creada, entrenada y armada por la CIA en la década de 1980. La CIA necesitaba combatientes fanáticos y baratos para su guerra subsidiaria contra la URSS. Pakistán se convirtió en el centro logístico y en el caldo de cultivo de los terroristas, se crearon escuelas islámicas financiadas por Arabia Saudí ("madrassas") en todo Pakistán y la CIA incluso publicó libros de texto infantiles que estaban vilmente llenos de violencia y odio. Una droga perniciosa (espiritual) es el wahabismo que EEUU y Arabia Saudí introdujeron en la década de 1980 para reemplazar al Islam sufí moderado de Afganistán

Lo único que ciertos sectores afganos consiguieron aliándose con EEUU fue guerra, destrucción, drogas y caos. Durante la guerra soviética, murieron 1,5 millones de afganos y 5 millones se convirtieron en refugiados. No obstante, entre 1970 y 1978, la exportación de opio y heroína prácticamente no existía en Afganistán. Desde 1984 la mitad de toda la heroína de Estados Unidos provenía de Afganistán. Si hacemos una comparación retrospectiva, en los años 60, la URSS construía en Afganistán presas, carreteras, universidades, apartamentos y hospitales, los médicos, enfermeras y maestros hacían presencia en remotas zonas rurales; con la guerra Afganistán se convirtió en un narco estado


No había talibán, ni haqqani, ni terrorismo islámico, ni opio; y Kabul era conocido como el París de Asia Central.  

En la actualidad, la guerra contra los talibán y otros radicales yihadistas, si bien existe, no es la razón de la presencia de EEUU/OTAN. El objetivo es evidentemente financiero (heroína). El negocio es próspero, vale la pena invertir algunos miles de millones de dólares cuando los réditos los contamos por decenas de miles de millones de dólares. A todas luces un negocio que no está al alcance de todos (ni de todas las naciones). 


¿Ahora comprende el lector por qué hay empresas internacionales interesadas en asentarse en Afganistán para transportar mercancías al exterior?



(Para no prolongarnos en la introducción, las referencias se encuentran en las notas a pie de página, temas de la relación guerra-droga). 


¿Cómo los EEUU atrajeron a la trampa afgana a los soviéticos?

Más vale comenzar esta historia con las propias palabras de uno de los cerebros de este juego geopolítico, el polaco-estadounidense Zbigniew Brzezinski, ex asesor de seguridad nacional de los EEUU, uno de los ideólogos de la Doctrina Carter, especialista en asuntos soviéticos, entre otras funciones. El señor Brzezinski es muy conocido por su célebre libro: "The Grand Chessboard: American Primacy and Its Geostrategic Imperatives" (New York: Basic Books, octubre 1997), traducido al castellano como "El Gran Tablero Mundial, La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestrátegicos".

La mejor forma de comprender las altas esferas de la política mundial es entrevistando al personaje clave; y eso hizo el medio francés, "Le Nouvel Observateur", los pormenores aparecen en la edición del 15 al 21 de enero de 1998, p. 76.


Zbigniew Brzezinski, "lo volvería hacer" reza el titular de una nota de prensa en inglés. La fotografía fue tomada durante una visita a las posiciones pakistaníes en la frontera con Afganistán. El asesor de seguridad nacional de Jimmy Carter veía también la invasión soviética como un reflejo del "sueño de Moscú de tener acceso directo al Océano Índico".

Leamos:

➤  Le Nouvel Observateur: El ex director de la CIA, Robert Gates, lo afirma en sus Memorias: los servicios secretos estadounidenses comenzaron a ayudar a los muyahidines afganos 6 meses antes de la intervención soviética. En aquella época usted era el consejero del presidente Carter para los asuntos de seguridad. ¿Desempeñó entonces usted un papel clave en este asunto? ¿Lo confirma usted?

Zbigniew Brzezinski: Sí, según la versión oficial de la historia, la ayuda de la CIA a los muyahidines comenzó durante el año 1980, cuando el ejército soviético ya había invadido Afganistán, el 24 de diciembre de 1979.

Pero la realidad que se mantuvo en secreto es diferente. Fue el 3 de julio de 1979 cuando el presidente Carter firmó la primera directiva sobre la asistencia clandestina para los opositores al régimen prosoviético de Kabul. Y ese día yo escribí una nota al presidente donde le explicaba que en mi opinión esa ayuda provocaría una intervención militar de los soviéticos.

➤ Le Nouvel Observateur: A pesar de ese riesgo usted era partidario de aquella «covert action» (operación clandestina). ¿Quizás usted hasta deseaba esa entrada en guerra de los soviéticos y quería provocarla?

Zbigniew Brzezinski: No es exactamente así. Nosotros no empujamos los soviéticos a intervenir pero incrementamos conscientemente la probabilidad de que lo hicieran.

➤ Le Nouvel Observateur: Cuando los soviéticos justificaron su intervención diciendo que su objetivo era luchar contra una injerencia secreta de Estados Unidos nadie les creyó. Pero había un fondo de verdad. ¿No siente usted algo de arrepentimiento hoy en día?

Zbigniew Brzezinski: ¿Arrepentirme de qué? Aquella operación secreta era una excelente idea. Su efecto fue que atrajo los rusos a caer en la trampa afgana ¿y usted quiere que me arrepienta de eso? El día que los soviéticos cruzaron oficialmente la frontera, yo le escribí al presidente Carter [diciéndole] sustancialmente: «Ahora tenemos la oportunidad de darle a la URSS su guerra de Vietnam.»

De hecho, Moscú tuvo que librar durante casi 10 años una guerra insoportable para el régimen, un conflicto que provocó la desmoralización y finalmente el estallido del imperio soviético.

➤ Le Nouvel Observateur: ¿Tampoco se arrepiente usted de haber favorecido el integrismo islamista, de haber aportado armas y consejo a futuros terroristas?

Zbigniew Brzezinski: ¿Qué es lo más importante para la historia mundial? ¿Los talibanes o la caída del imperio soviético? ¿Algunos locos islamistas o la liberación de Europa central y el fin de la guerra fría?

➤ Le Nouvel Observateur: ¿Algunos locos? Si se está diciendo constantemente que el fundamentalismo islámico representa hoy una amenaza mundial.

Zbigniew Brzezinski: Boberías. Según nos dicen, Occidente debería tener una política global ante el islamismo. Eso es estúpido. El islamismo global no existe. Veamos el islam de manera racional y no demagógica o emocional. Es la primera religión del mundo, con 1.500 millones de creyentes. Pero, ¿qué tienen en común la Arabia Saudita fundamentalista, el Marruecos moderado, el Pakistán militarista, el Egipto prooccidental y el Asia secularizada? Nada que no sea lo mismo que une a los países cristianos.


SIN COMENTARIOS. Lo que nos cuente la prensa pro atlantista en estos días sobre la invasión soviética de Afganistán es solo un aperitivo "light" para entretener, eso si, con una buena lectura para las masas.

Si juntamos el factor narcotráfico y la declaración del señor Brzezinski, la realidad geoestratégica, el objetivo de los Estados Unidos/OTAN siempre ha sido asentar bases militares para cercar a países "rebeldes", como Irán (por citar un ejemplo), desde donde tiene acceso, en caso de conflicto, para atacar de forma directa a China y Rusia. 

Aspectos geopolíticos de la "Trampa Afgana"


Tropas soviéticas se defienden de una emboscada en territorio afgano.


Tiberio Graziani, investigador italiano y director de la Revista de estudios geopolíticos "Eurasia", respecto a este juego de ajedrez global, en su interesante artículo "La trampa: Afganistán 1979-2009" desarrolla un análisis geopolítico y estratégico de Afganistán como zona crítica "donde las tensiones entre las grandes potencias se descargan desde tiempos inmemoriales", el país asiático fue el terreno donde midieron fuerzas la potencia del mar: Estados Unidos y una potencia terrestre: la URSS.

"Afganistán por sus propias especificidades, referentes en primer lugar a su posición en relación con el espacio soviético (confines con las repúblicas, por aquella época soviéticas, del Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán), a las características físicas, y, además, a la falta de homogeneidad étnica, cultural y confesional, representaba, a ojos de Washington, una porción fundamental del llamado «arco de crisis», es decir, de la franja de territorio que se extiende desde los confines meridionales de la URSS hasta el Océano Índico. La elección como trampa para la URSS cayó sobre Afganistán, por tanto, por evidentes razones geopolíticas y geoestratégicas.
El área en que se encuentra actualmente la República Islámica de Afganistán, donde el poder político siempre se ha estructurado sobre la dominación de las tribus pastunes sobre las otras etnias (tayikos, hazaras, uzbecos, turcomanos, baluchis) se forma precisamente en la frontera de tres grandes dispositivos geopolíticos: el imperio mongol, el janato uzbeco y el imperio persa. Las disputas entre las tres entidades geopolíticas limítrofes determinarán su historia posterior.
En los siglos XVIII y XIX, cuando el aparato estatal se consolidará como reino afgano, el área será objeto de las contiendas entre otras dos grandes entidades geopolíticas: el Imperio ruso y Gran Bretaña. En el ámbito del llamado “Gran Juego”, Rusia, potencia de tierra, en su impulso hacia los mares cálidos (Océano Índico), India y China choca con la potencia marítima británica que, a su vez, trata de cercar y penetrar la masa eurasiática en Oriente hacia Birmania, China, Tíbet y la cuenca del Yangtsé, pivotando sobre la India, y en Occidente en dirección a los actuales Pakistán, Afganistán e Irán, hasta el Cáucaso, el mar Negro, Mesopotamia y el Golfo Pérsico".


Graziani se centra en señalar que 1979 fue el año de la desestabilización geopolítica global entre la URSS y los EEUU. Dos hechos alteraron el status quo vigente durante la Guerra Fría, la revolución islámica de Irán y la aventura soviética en Afganistán. Un Irán fuera de la orbita estadounidense condujo a modificar los planes geoestratégicos americanos hacia un proyecto de larga duración, de allí las apreciadas teorías de Brzezinski. Inducir a Saddam Hussein para desencadenar una guerra contra el nuevo sistema imperante en Irán fue el primer paso. 

El siguiente paso fue desestabilizar toda la región, ir desgastando poco a poco hasta llegar al colapso del sistema soviético.

La directriz del presidente Carter del 3 de julio de 1979, llevó a Moscú a intervenir militarmente. En efecto, la "visión" de Brzezinski se cumplió en diciembre de aquel año,  los soviéticos invaden tierras afganas, el colapso final se avecina acompañado no solo del derrumbe de la URSS, también aceleró el desmembramiento de la Federación Yugoslava y el cambio de bando de la ex repúblicas del este de Europa.

"El largo compromiso militar soviético a favor del gobierno comunista de Kabul, de hecho, contribuyó ulteriormente a debilitar a la URSS, ya en avanzado estado de crisis interna, tanto en la vertiente político-burocrática como en la socio-económica". Pero, tras la invasión estadounidense de 2001, la anterior trampa afgana de los soviéticos se ha convertido en "la ciénaga y en la pesadilla de los Estados Unidos", concluye Graziani.

Algo de historia sobre la "Trampa Afgana" de los soviéticos

La foto data de 1980, mujeres afganas celebrando el aniversario de la revolución comunista en Kabul.


Revisemos el hecho desencadenante de la trampa afgana. En primer lugar, es necesario aclarar que los afganos ya tenían desde hace muchos años la influencia soviética en casa, en las instituciones públicas, universidades y fuerzas armadas. Dentro de la comunidad afgana brotó un grupo social de miles de tecnócratas, es decir, ciudadanos de Afganistán que estudiaron en institutos superiores de la URSS, constituían y aún siguen siendo, tras la invasión USA, la cabeza de la actual clase intelectual del país. Informes señalan como esos miles de instruidos afganos (estudiados en la URSS) son hoy altos funcionarios del estado y, a pesar que hablan ruso, constituyen la columna vertebral que intenta reformar el país bajo la presencia de tropas internacionales de la OTAN. Entonces, aunque previsible, la llegada de un gobierno en 1978 oficialmente declarado socialista, tomó por sorpresa a Occidente. 



El 27 de diciembre de 1979 marca el fin de la historia moderna de Afganistán. La residencia en Kabul del golpista presidente Hafizullah Amin, el Palacio Dar-ul-aman, fue asaltada por un grupo especial de operaciones soviético. El nombre oficial del país era República Democrática de Afganistán, un estado socialista establecido por el Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA) tras la denominada "Revolución de Saur", es decir, la revolución comunista de 1978 que derrocó al presidente afgano Mohammed Daud Khan. (Saur es el nombre del segundo mes del año en el calendario persa utilizado en Afganistán).

Nur Muhammad Taraki fue el dirigente comunista del PDPA que dirigió la "Revolución de Saur" y que gobernó por un corto periodo Afganistán, teniendo que asumir la lucha contra la aparición "espontánea" de bandas de contrarrevolucionarios armados "muyahidines" y lidiar con las intrigas políticas de sus compañeros, siendo derrocado en un golpe de estado en septiembre de 1978, organizado por su primer ministro, Hafizullah Amin, quien ordenó la ejecución de Taraki.

El gobierno de los Estados Unidos apreciaba esos cambios, la inestabilidad política y las luchas intestinas por el poder, era la deseada oportunidad de intervenir secretamente para debilitar a la URSS. Desde mediados de 1978, los servicios secretos estadounidenses pusieron en marcha la "Operación Ciclón", desde la fronteriza Pakistán se establecieron emisiones de propaganda antigubernamental e inicia la formación y entrenamiento de grupos armados. (según Brzezinski, el apoyo oficial de la CIA a los muyahidines fue aprobada en julio de 1979, con el visto bueno del presidente Carter para esperar la intervención soviética en la crisis).


La siguiente secuencia fotográfica: Arriba: Los ex gobernates comunistas de Afganistán 1978-1979, Nur Mohammed Taraki (izq.) y Hafizullah Amin (der.); En el medio:  El líder afgano Nur Mohammed Taraki en Moscú, 9 de septiembre de 1979, reunión con el ministro de Relaciones Exteriores soviético Andrei Gromyko y el líder soviético Leonid Brezhnev. Una semana después Taraki sería prisionero de su primer ministro Amin y, en un mes, estaría muerto; Abajo: El Ministro de Asuntos Exteriores Soviético Andrei Gromyko junto al primer ministro afgano Hafizullah Amin en 1978. Amin sería muerto por los soviéticos al ser descubierto por la KGB los contactos de Amin con Pakistán y Estados Unidos. El 27 de octubre de 1979, el diplomático estadounidense, Archer K. Blood, se reunió "cuarenta minutos a solas" con Amin, despertando más los temores soviéticos de la "reorientación de Amin hacia Occidente". La URSS, con el visto bueno del Consejo Revolucionario de Afganistán, inicia la operación Tormenta-333.


Esa es la trampa afgana. Nur Muhammad Taraki, el favorito de los soviéticos es defenestrado y asesinado por un golpe de estado dirigido por su kamarada de partido, el primer ministro Hafizullah Amin. Tal acto provocó la reacción precipitada de Leonid Breznev para intervenir en una no declarada guerra civil, el 27 de diciembre de 1979. 

Afganistán era un estado amortiguador pro-soviético entre la URSS y sus enemigos, tras el golpe de Amin en Moscú se discute que su hombre en Afganistán ha sido reemplazado por un agente de la CIA. La KGB informó que había de temerse un potencial despliegue de misiles Pershing en suelo afgano, una nueva y directa amenaza en el vulnerable sur soviético; y, el jefe del KGB, en ese entonces, era nada menos y nada más que Yuri Andropov, quien dirigió la decisión de invadir Afganistán en 1979 en su también condición de Secretario General Soviético.

Además se temía que Estados Unidos podría utilizar los depósitos de uranio en Afganistán para apoyar el impulso pakistaní e iraní para obtener armas nucleares, amenazando aún más a la URSS. La idea de que Estados Unidos estaría dispuesto a apoyar a los ayatolás de Irán en la búsqueda de un arma nuclear puede parecer absurda, pero era una posibilidad real para el Kremlin en 1979. La situación debía ser enderezada -razonaron en Moscú-, Afganistán fue invadida. 

Solo pocos meses antes de la invasión, los máximos dirigentes de la URSS se opusieron a enviar tropas, era evidente que tras el golpe de Amin y con las altas presiones del ministro de Defensa Dimitri Ustinov se impuso en la cúpula la opinión de los intervencionistas.

Aprovechándose políticamente de ese acontecimiento, en todo el mundo los EEUU proclaman la defensa del gobierno "legítimo de Amin" ante la tiranía de las tropas soviéticas. Desde Washington y otros países miembros de la OTAN, así como de las chequeras wahabíes de la Arabia de los Saud se designan colosales cantidades de dinero para organizar una "yihad" contra la ocupación de los "shuravi" (término que designa a los soviéticos en afgano, así los denominaban los muyahidines, posteriormente los mismos soldados soviéticos adoptaron el término). 

La viuda del asesinado Taraki al poco escribió una carta abierta al presidente Carter:


"Señor Presidente:... Estoy enojada y sorprendida, al igual que todos los afganos honestos, por el hecho de que usted está tratando de proteger al criminal y asesino Amin. Usted se permite llamarle "el presidente legítimo" de Afganistán. Sus palabras insultan la memoria de mi difunto esposo, Nur Muhammad Taraki, que fue asesinado villanamente por Amin y sus carniceros, sus palabras sólo pueden ser calificadas como una burla sacrílega a la memoria de miles de inocentes patriotas afganos y combatientes por la libertad y felicidad de su patria que fueron torturados hasta la muerte por él".​ ("Mrs. Taraki asks Carter not to interfere in DRA's internal affairs". Kabul New Times, 10 de enero de 1980, pág. 1. Y en Taraki Foundation for Culture and Civil Society, "Taraki House Museum renovations process"). 


Operación Tormenta-333


La fotografía data de fines de enero de 1989, se trata de un  helicóptero afgano  en bajo vuelo en un valle cubierto de nieve a lo largo de la carretera de Salang. brindado cobertura a un convoy soviético. 


Fines de 1979 es el inicio de la tragedia afgana, 40 años de guerra sin sentido que le conduce al oscurantismo. La responsabilidad, por supuesto, recae en la ex Unión Soviética que proclamaba un discurso por la protección de la paz; la guerra de Afganistán fue un secreto de estado declarado por el aparato estatal durante largo tiempo. Con toda razón ha sido mal vista en el mundo.

La cadena rusa de noticias RIA Novosti tiene una posición objetiva de los hechos, lo cual le deslinda de cualquier sospecha, nos confirma que una cosa era la URSS y otra es la Rusia poscomunista con la apertura de los archivos clasificados, un deleite  para los verdaderos historiadores del presente. 

"Los efectivos especiales que asaltaron el baluarte presidencial tenían la misión de eliminar a Hafizullah Amin y encima intentar que todo se pareciese a un golpe interno. En plano ideológico, ese plan se amparaba en la versión de que Amin era un traidor, un agente al servicio de Washington, y que su reorientación a EE.UU. iba a generar problemas adicionales para Moscú". 

El plan militar era "simple": Fuerzas especiales debían asaltar el palacio y matar a Amin. Tomar el control del aeropuerto internacional de Kabul, mientras fuerzas regulares del Ejército soviético cruzaban la frontera afgana, con ello se pretendía estabilizar a un régimen afgano prosoviético. 

El inicio fue prometedor a pesar de las críticas internacionales, no hubo mayor problema con la población civil, si tomamos en cuenta que tanto Taraki como Amin alguna vez habían expresado su consentimiento de permitir la entrada de tropas soviéticas a su país. Más temprano que tarde, la percepción de la gente cambió, los hechos terminaron -gracias también a la propaganda extranjera- por  evidenciar una invasión. 

Uno de los errores de la dirigencia comunista de Afganistán, entre ellos Taraki, que invocaron la ayuda militar soviética para combatir a la oposición interna, fue intentar emular el mismo ateísmo militante de los bolcheviques medio siglo antes. Se prometió acabar con el Islam en cuestión de varios años y reducir las mezquitas a la condición de monumentos del patrimonio histórico. Al emprender reformas sociales (igualdad de género, separación definitiva de la religión y el estado, reforma agraria en favor de los campesinos, etc) puso en contra a sectores conservadores político-religiosos que se oponen a esos programas sociales, alineándose en torno a organizaciones de tinte fundamentalista contrarias a la modernización, éstos se rebelaron contra el gobierno y clamarán por la instauración de un estado islámico. 



La CIA y el apoyo a los Muyahidines



Otra aclaración. La red al-Qaeda no surge por la guerra afgana, diversos investigadores concuerdan que fue forjada el 11 de agosto de 1988, por líderes de alto rango de la Yihad Islámica egipcia, Abdullah Azzam y Osama bin Laden. El brazo político de esas organizaciones armadas siempre fue y sigue siendo la "Hermandad Musulmana" (ver artículos sobre la Hermandad en este blog). En aquella reunión se llegó al consenso de unirse al millonario saudí (Osama bin Laden) para asumir la causa yihadista en otros lugares del mundo islámico tras la retirada soviética de tierras afganas (1989). La popularidad de bin Laden era tal que fue recibido como héroe de la yihad a su retorno a Arabia Saudí en 1990. 


La denominada "Operación Ciclón" establecida por el gobierno de los Estados Unidos es una precursora de las futuras alianzas que se conocerán a posteriori como red al-Qaeda y la formación futura del Talibán (al Qaeda en si no es un grupo específico, es una red de organizaciones en torno al mismo programa de la yihad islámica, es un nombre genérico con el que se identifican diversos grupos de diferentes países). No es exageración decir que en los EEUU estaban felices por el éxito de esas organizaciones islámicas a lo largo de los años de la guerra afgana.

El "voluntario" empresario saudí llamado Osama bin Laden, aceptó hacer la "yihad" contra el comunismo en Afganistán, él, apoyado por los EEUU y las chequeras del Reino saudí, más la consabida influencia ideológica de los clérigos wahabíes atrayeron a millares de musulmanes fundamentalistas, destacaban los pakistaníes, yemeníes, egipcios, iraquíes, turcos y claro, los saudíes y refugiados afganos (alrededor de voluntarios de 40 países musulmanes acudieron a la "yihad").
  

Arriba: Muyahidines afganos en el frente de combate. En el centro: un hombre maneja un misil antiaéreo Stinger fabricado en los Estados Unidos, la foto corresponde alrededor de noviembre de 1987 - enero de 1988. El misil antiaéreo Stinger, suministrado a la resistencia afgana por la CIA durante la invasión soviética de Afganistán, era capaz de derribar aviones y helicópteros de bajo vuelo. Casi al final de la guerra, gracias al suministro inagotable de Stingers, los muyahadines estaban en capacidad de derribar casi a diario un avión o helicóptero soviético. En la foto de abajo: Muyahidines afganos sobre los restos de un helicóptero soviético. Eran tiempos en que la Casa Blanca los denominaba "combatientes por la libertad"; en el presente suelen derribar helicópeteros de la OTAN y son calificados como terroristas talibán.

Es ya conocido que la CIA inició el financiamento y entrenamiento de los Muhayidines en Pakistán. pero no debemos confundirlos todavía con los talibán, éstos últimos eran originalmente una organización pakistaní al mando de Mohammed Omar, en el futuro serían una facción más de al-Qaeda, es alrededor de 1994 que empiezan a ser conocidos mundialmente como los "Talibán".

La intención de los Estados Unidos no fue solo arrebatar Afganistán de la zona de influencia soviética, querían que los "rojos" experimenten su "propio Vietnam", para ello no se escatimó gastos. "Operación Ciclón" es una de la mayores inversiones "clandestinas" de la CIA, entre 1978 -1989 se estima que Estados Unidos y Arabia Saudí entregaron, vía ISI pakistaní (servicio de inteligencia), ayuda financiera y armamento por un monto que va desde los 40 mil millones  de dólares hasta, según otras fuentes, los 380 mil millones de dólares. Enorme cantidad de dinero que cubría las necesidades de alrededor de 100.000 muyahidines y voluntarios extranjeros en guerra contra las fuerzas soviéticas y del ejército de la República Democrática de Afganistán.
    

Fotografías que provienen del AMRC (Centro de Recursos de Medios Afganos) organización financiada por los EEUU que entregó decenas de cámaras a equipos integrados a los grupos muyahidines para documentar lo que se había convertido en una guerra "oculta" debido a la censura soviética para la presentación de informes extranjeros. A partir de 1985, los periodistas estadounidenses comenzaron a entrenar a los afganos en reportajes visuales. La tarea principal del AMRC fue narrar y documentar la guerra, se estima que posee unas 94.000 imágenes, los equipos de fotógrafos filmaron la vida cotidiana en el conflicto. El archivo de AMRC se entregó a la Biblioteca del Congreso de EEUU. En 2016, un orador señaló que las imágenes llenaban "un gran vacío" en el registro visual de la última guerra de la Unión Soviética. De la secuencia fotográfica se desprende que la mayoría del armamento financiado por la CIA era irónicamente de fabricación soviética, un funcionario estadounidense recordó que la CIA compró tales armas de varias fuentes, incluida una unidad corrupta del ejército soviético en Afganistán. En las fotos se aprecian fusiles, misiles, rifles sin retroceso, los famosos RPG-7, ametralladoras pesadas. Algunas fotografías de este artículo corresponden a Amos Chapple, fotógrafo y escritor dRadio Free Europe / Radio Liberty; otras instantáneas corresponden al reportaje en inglés " ‘Jihad By Camera’: How U.S.-Trained Afghans Photographed the Soviet Invasion"  ('Yihad con Camera': cómo los afganos entrenados en Estados Unidos fotografiaron la invasión soviética).


Afganistán: pasado y presente

El 15 de mayo de 1988, comenzó la retirada definitiva de las tropas soviéticas, completada el 15 de febrero de 1989. Sin duda, la guerra de Afganistán fue el último campo de batalla de la URSS vs EEUU en la Guerra Fría, un largo, cruento e inútil conflicto. No obstante, factor decisivo del colapso económico y político de la URSS. Cuando completaron la retirada militar, sus bajas superaban los 15.000 efectivos. Cálculos estimados hablan de que la URSS destinó 800 millones de dólares anuales de su presupuesto para apoyar al gobierno de Kabul.

Cuarenta años después de la invasión soviética y veinte de la invasión USA, la situación en Afganistán no ha llegado a estabilizarse, salvo breves periodos tras el derrocamiento de los talibán, se han celebrado elecciones, se ha formado un parlamento y unas nuevas fuerzas armadas, pero el radicalismo político de corrientes yihadistas sembradas por los EEUU no trae la paz; hechos que se agudizan por la presencia del US Army y de la OTAN en dudosas misiones "humanitarias" que inicialmente se denominó "guerra contra el terror".

Hablamos de las mismas zonas conflictivas de siempre, lugares en que EEUU impulsó y fortaleció el radicalismo islámico, las provincias de Kandahar, Paktia, Zabol y Helmand, lugares donde predominan los reactivados talibán, la red de Haqqani, la nueva organización express "invitada de lujo" -el Estado Islámico- introduciendo combatientes extranjeros, fogueados en la guerra de Siria (según denuncias documentadas se financia con el tráfico de la heroína afgana), las fuerzas del líder radical islamista Gulbuddin Hekmatyar, reclutado por la CIA, cuya organización de muyahidines, el "Hezb-e Islami", recibió la mayor financiación que cualquier otro grupo. Ahí está el pretexto para mantener las tropas de los EEUU/OTAN en el país. 

¿A quién se le ha pasado por la cabeza la posibilidad de que nos encontremos ante una actual ocupación de Afganistán por casi dos decenas de países, con la misma acusación imputada décadas atrás a los soviéticos?. Cosas no vistas con los soviets se agudizaron con la siembra de la democracia made in USA: El Islamismo radical y la agudización de la división Norte y Sur del país, entre los pasthun y los no pasthun. 

Las reformas que EEUU/OTAN quiere implantar en la ocupada Afganistán no distan casi nada de las aplicadas por los soviéticos (igualdad de derechos, democracia electoral representativa, acceso a la educación sin distinción de género, etc). Los problemas tradicionales persisten, lo único que diferencia las dos ocupaciones militares son el color de la bandera de los "reformistas" foráneos: Con la URSS teníamos una sola bandera, la Roja. Con la Globalización de la Guerra ya no sabemos cual es la bandera predominante, ondean más de veinte estandartes, aun cuando se nos dice que la bandera es la azul, de la ONU. 

No es nada sorprendente encontrar fotografías y reportajes que señalan a las tropas internacionales en la humanitaria misión de proteger los vastos campos de amapola. La incontrolable producción de la heroína afgana en las narices de las tropas del US Army induce al mal pensado a creer que dedican su tiempo a custodiar los campos de amapola que a otras tareas, olvidándose, incluso, del valor económico de las tradicionales alfombras made in Afganistán. 


No se nos ocurre otra respuesta al continuo interés “altruista” estadounidense de invertir –a través de metagrupos privados- en el “transporte comercial de mercancías” desde Afganistán. Solo hay una cosa que valga la pena transportar desde Afganistán, y no se trata de alfombras hechas a mano”. (Daniel Estulin)


APÉNDICE

La denominada yihad afgana contra los infieles "shuravi" produjo la fama mundial de algunos líderes locales, como Ahmad Shah Massud, "invencible para las tropas soviéticas y considerado ahora, después de su muerte en septiembre de 2001, un héroe nacional por la contribución hecha a la victoria sobre los fundamentalistas del Talibán"; Gulbuddin Hekmatyar fue otro conocido guerrillero; el general Rashid Dustum, uno de los líderes de la denominada Alianza del Norte, contraria a los talibán, es otro de ellos; pero sobre todos destacó -por la propaganda- el nombre del futuro terrorista "Número Uno", Osama bin Laden.



Uno de los más famosos líderes muyahidines fue el popular Ahmad Shah Massoud (centro de la foto) rodeado por sus comandantes y guerrilleros. la foto data de 1984 en el valle del Panjshir, noreste de Afganistán. Massoud fue pieza clave en resistencia antisoviética, luego de la marcha de las tropas de Moscú, Massoud combatió contra otras organizaciones para formar un nuevo gobierno. Más tarde tendría que combatir contra el talibán y se convirtió en enemigo de Osama bin Laden. El 9 de septiembre de 2001, a un par de días del bombardeo a la Torres Gemelas de New York, Massoud fue asesinado por dos integrantes de al Qaeda.



Gulbuddin Hekmatyar. Es un líder político radical islámico, muchas veces rechazado por la sociedad afgana, autoexiliado en Pakistán retornó a su país tras la invasión soviética. La CIA se interesó en él y fue el principal beneficiario de los ingentes recursos para la guerra, así el "Hezb-e Islami" fue de las más importantes fuerzas muyahidin. En 1992 llegó a su fín el aun existente gobierno prosoviético en guerra contra los muyahidines y dirigido por Mohammad NajibullahHekmatyar se negó a formar parte del nuevo gobierno afgano, desatándose un nuevo conflicto contra otras organizaciones (nueva guerra civil). Como parte de los procesos de paz accedió a compartir el poder con otros destacados muyahidines, como Ahmad Shah Massoud. Hekmatyar fue Primer Ministro de Afganistán entre 1993-1994 y en 1996, antes de que la caída de Kabul en manos del Talibán que accedió al poder. Hekmatyar, tras la invasión USA y la caída de los talibán (2001), dirigió una nueva guerra, esta vez contra el gobierno de Hamid Karzai y la Coalición Internacional basada en Afganistán, no tuvo éxito y en 2016 accedió a firmar un acuerdo de paz con el gobierno afgano. Hekmatyar es descrito como uno de los "Señores de la Guerra", brutal y sanguinario. El conocido investigador y ex diplomático canadiense, Peter Dale Scott, autor de conocidos libros como "Drugs Oil and War, The Road to 9/11, and the Deep Politics of War" y "American War Machine: Deep Politics, the CIA Global Drug Connection and the Road to Afghanistan", tiene mucho que decir sobre Hekmatyar: "Los primeros señores de la droga de importancia internacional –Gulbuddin Hekmatyar y Abu Rasul Sayyaaf– en realidad se vieron proyectados hacia la escena internacional gracias al masivo e imprudente apoyo de la CIA, en colaboración con los gobiernos de Pakistán y de Arabia Saudita. Mientras otras fuerzas locales de resistencia eran consideradas como fuerzas de segunda clase, estos dos clientes de Pakistán y de Arabia Saudita, precisamente por no disponer de apoyo a nivel local, fueron pioneros en el uso del opio y la heroína como medio de conformar sus fuerzas de combate y de crear un recurso financieroLos dos se convirtieron, además, en agentes del extremismo salafista atacando el Islam sufista endógeno en Afganistán. Los dos acabaron convirtiéndose en agentes de al-Qaeda". (El opio, la CIA y la adminstración Karzai, Peter Dale Scott).


Otras explicaciones gráficas 

Mohammed Najibullah
jefe de estado afgano entre 1987-1992


La retirada soviética de Afganistán en 1989 no significó la caída del gobierno y la República Democrática de Afganistán, hecho que sucedió en 1992. Tras la invasión soviética 1979 se nombró a Babrak Karmal como Jefe de Estado. Desde septiembre de 1987 hasta abril de 1992 Mohammed Najibullah sería el dirigente afgano en el poder. Tras la partida de las tropas soviéticas su gobierno intentó terminar la guerra civil; sin embargo, aun recibía asistencia económica y militar de la URSS, a la vez, EEUU y Pakistán siguieron apoyando a los muyahidines. En la foto, el presidente Mohammed Najibullah (centro), sonríe cuando se encuentra con soldados del Ejército Rojo en el centro de Kabul, durante un desfile (foto del 19 de octubre de 1986). Najibullah fue ahorcado en una calle cerca del complejo de la ONU en Kabul el 27 de septiembre de 1996, lugar donde había buscado refugio desde abril de 1992 cuando los muyahidines entraron en la capital afgana siendo el final de la república socialista. El 28 de abril de 1992 los muyahidines proclaman el Estado Islámico de Afganistán, pero la paz no llega, los Señores de la Guerra se enfrascan en conflictos internos, el país queda dividido en grupos de poder, el auge de la producción y el tráfico de heroína se dispara.


Muyahidines en USA 


4 de noviembre de 1989, miembros de la USAF (Fuerza Aérea) y agentes de la CIA reciben y ayudan a los muhayidines (muchos de al-Qaeda y futuros talibán) en territorio estadounidense. Se trata de combatientes evacuados por heridas y transportados desde Islamabad - Pakistán, a hospitales en Europa y Estados Unidos para recibir tratamiento médico. Tras la retirada soviética, La CIA dio por finalizada la "Operación Ciclón", millones de dólares y armamento potente quedaron en manos de la ya creada red al-Qaeda y de los muyahidines. La CIA dejó establecido los contactos militares para seguir apoyándolos y tras el colapso del gobierno socialista afgano en 1992 se establece el Estado Islámico de Afganistán y el inmediato estallido de una nueva guerra civil entre organizaciones de antiguos muyahidines bajo el mando de los llamados "Señores de la Guerra". Una de las grandes beneficiarias de la riqueza y armamento es al-Qaeda, apenas dos años después nace oficialmente el Talibán (1994), en alianza logran tomar el poder en 1996 y gobiernan Afganistán hasta 2001 (invasión USA). El ascenso de los talibán - al Qaeda no viene solo, son respaldados por Pakistán y Arabia Saudí. No está demás aclarar que la CIA conocía no solo de las actividades de los muyahidines, sabía de las acciones e intenciones de al-Qaeda y el Talibán; y, en ciertos casos, manipulando a esas organizaciones para sus intereses estratégicos regionales... el 11 de septiembre de 2001 estaba servido, el pretexto para una nueva invasión a Afganistán, está vez la guerra es una "lucha contra el terror", según George W. Bush.


Despedida de las tropas soviéticas de Afganistán

La retirada. Un soldado del Ejército Rojo encima de un vehículo blindado sonríe cuando las tropas del Ejército Soviético se detienen en Kabul antes de su retirada de Afganistán, el 16 de mayo de 1988. Una emotiva madre abraza a su hijo, un soldado soviético que acaba de cruzar la frontera soviético-afgana en Termez, durante la retirada del ejército soviético de Afganistán, el 21 de mayo de 1988. 


Crímenes de guerra soviéticos y Muyahidines

Se reportaron decenas de ataques aéreos soviéticos que destruyeron aldeas afganas. Gran parte de los combates fue un brutal ataque de ida y vuelta con emboscadas muyahidines contra convoyes soviéticos respondidos por raids de la aviación que arrasaron pueblos cercanos a los sitios de los ataques. En la foto inferior. Maniquíes de soldados soviéticos elaborado por los muyahidines, el letrero dice: "Las hermanas de Shahr-e Naw", un vecindario en Kabul, "están llorando, mientras que las hermanas de los comunistas se están burlando de sus ojos". Un soldado recordó amargamente que le dijeron que "estábamos ayudando al pueblo afgano a poner fin al feudalismo y construir una maravillosa sociedad socialista". Pese a la propaganda de los EEUU no fueron muchos los soldados del ejército soviético que desertaron, se estima en algo más de 200 y que se hayan convertido al Islam sigue siendo discutible, ya que la mayoría de desertores, así como gran parte del contingente destinado a Afganistán, provenían de las repúblicas soviéticas de mayoría musulmana, fronterizas con el país afgano. Muchos de los desertores o que fueron capturados se radicaron en el país.


"El guerrero antisoviético pone a su ejército en el camino hacia la paz". Bonito titular del diario británico "The Independent" (6 de diciembre 1993), "El hombre de negocios saudí quien reclutó muyahinenes ahora los usa para proyectos de construcción a gran escala en Sudán". Materia espinosa los casos de crímenes de guerra en cualquier conflicto. Sin duda, la guerra de Afganistán no fue la excepción. Los dos bandos se involucraron en acciones contrarias a los principios Humanitarios. A las tropas soviéticas se les considera culpables de ataques indiscriminados a poblaciones civiles, mediante el uso de la artillería y la aviación de guerra. Se les llegó a acusar de violaciones en masa y asesinatos de inocentes civiles que incluía métodos crueles como la tortura o ser quemados vivos en algunos casos. Arresto, tortura y asesinato de opositores al gobierno comunista de Kabul, etc. Por el otro lado, se afirma que la CIA toleró los crímenes de los muyahidines, incluso se fomentó el pago de recompensas en dólares por el asesinato de soldados soviéticos, el pago dependía de la víctima. Veamos algunos casos: por la muerte de un soldado enemigo (afgano o soviético) 250 dólares o 5 mil afgani; si el muerto era un docente (hombre o mujer, religioso o no), recibía 750 dólares o 7 mil afgani; si el muerto era un clérigo musulmán contrario a la "yihad" o predicaba contra las acciones de los muyahidines el pago era de 2.500 dólares o 10 mil afgani; por cada avión (civil o militar) la recompensa era de 25.000 dólares o 100 mil afganis. Otras acusaciones contra los muyahidines son la destrucción de más de dos mil escuelas y hospitales, reclutamiento forzado de niños para la yihad, envenenamiento de niñas por asistir a la escuela, asesinato de miles de civiles inocentes por no ser musulmanes suníes. Otros métodos usados por los soviéticos también fueron practicados por los muyahidines: ataque y destrucción de aldeas enteras, asesinato y quema de esa población; asesinatos de prisioneros de guerra afganos y soviéticos, torturas, mutilaciones, igual cosa con los civiles acusados de colaborar con el enemigo.


El Afganistán de hoy. La búsqueda de la "paz" continúa. En la gráfica: El secretario de Estado Mike Pompeo (izq) en una reunión con el presidente afgano Ashraf Ghani, el Jefe Ejecutivo afgano Abdullah Abdullah y el ex presidente afgano Hamid Karzai (derecha) en el Palacio Presidencial de Kabul, 25 de junio de 2019 (foto de Jacquelyn Martin / AFP / Getty Images).

Fuentes:

El opio, la CIA y la administración Karzai

Entrevista Zbigniew Brzezinski
Pakistán y Afganistán - epicentros de la intriga geopolítica
La trampa: Afganistán 1979-2009
Las extrañas finanzas de los “rebeldes sirios”
El asesinato de Amin 
La Hermandad Musulmana
De Afganistán a Siria: derechos de la mujer, propaganda de guerra y CIA
“America’s surrender”: What Afghans think about US-Taliban peace talks
The Soviet Invasion of Afghanistan, 1979: Not Trump’s Terrorists, Nor Zbig’s Warm Water Ports
‘Jihad By Camera’: How U.S.-Trained Afghans Photographed the Soviet Invasion
* Además de la lectura de notas de prensa conmemorando los 40 años de la invasión.

06 enero 2020

La Unión Europea, África y el neocolonialismo






Selección y resumen de varios artículos
por el editor del blog



La esclavitud perpetua

El internacionalista francés Thierry Meyssan, en su más reciente ensayo "Para la Unión Europea, llegó el momento ‎de usar la fuerza", analiza el escenario ante un eventual abandono de los Estados Unidos de su hegemonía mundial. Por ello, según la Comisión Europea, es necesario manejar un proyecto para devolver a Europa Occidental su predominio indiscutible en su vieja esfera de influencia y ‎dominación mundial, recordatorio de las fuerzas imperiales en la época colonial de los siglos XVI hasta las primeras décadas del ‎siglo XX. Con ese fin, Europa está adaptando "una ideología barata que invierte el sentido ‎del vocabulario de sus filósofos. Sería una postura risible, si no fuese porque puede ‎llevar a la guerra".

La nueva presidente de la Comisión Europea, Ursula van der Leyen, dice querer priorizar un programa de restauración de ‎la dominación europea: Ha llegado el momento, "Tenemos que ‎hacer uso de la Fuerza",  declaró.
Sin embargo, hasta un niño entiende que el mundo actual es diferente, que ya no se puede retroceder a los imperios coloniales, ni que tampoco se puede estigmatizar a otras razas no europeas como "salvajes”, incivilizados, etc, para ejercer control sobre ellos. En ese contexto hay que utilizar las técnicas ideológicas ya existentes, que las viene aplicando Estados Unidos.

Para Meyssan el sentido de las palabras cambia según las épocas: 

- Desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII, el ‎universalismo nos invitaba a luchar contra el colonialismo.
- Desde el siglo XIX hasta el siglo XX, el‎‎«universalismo» determinaba el «deber del hombre blanco» y autorizaba el otorgamiento de ‎mandatos a países «desarrollados» para que “ayudaran” a los «subdesarrollados».
- En el ‎siglo XXI, el «universalismo» se convierte en justificación para el neocolonismo. ‎

Un poco complejo explicar la nueva doctrina europea, Meyssan nos explica la teoría del "universalismo". 

"ya no debe entenderse como la igualdad ‎de todos ante la Ley, independientemente del origen, de la fortuna y de la religión de las ‎personas sino como igualdad en el trato que cada cual puede recibir en cualquier país adonde ‎llegue. Desde esa nueva perspectiva, el verdadero enemigo ya no sería el desorden, tampoco ‎la inseguridad generada por el desorden, sino los Estados que supuestamente deben protegernos ‎y que crean diferencias entre nosotros en función de nacionalidades. ‎¡Excelente doctrina para un Estado supranacional! Pasamos del Estado federal estadounidense al ‎Estado federal europeo".

Se dice que la UE respalda toda forma de migración, es decir algo parecido a la desaparición de las fronteras. El fin de la desigualdad de géneros entre hombre - mujer. La libre circulación de los capitales, la globalización. Esta nueva ideología apoya la injerencia de la "comunidad internacional" en los ‎‎"Estados no globalizados",  es decir contrarios al Nuevo Orden, por lo mismo se permitirá el uso de fuerzas militares no estatales, en otras palabras, determinados estados tendrán que desaparecer. En lo político, se respalda cualquier causa global, como la lucha contra las ‎acciones humanas que determinan el cambio climático. 

En general esto no es sorprendentemente nada nuevo, son situaciones que ya son aplicadas desde hace muchos años. Lo que debe alertarse es que esta ideología rechaza el ‎Derecho Internacional, es decir el Derecho aplicable a todos.  



La libre circulación de los capitales es una de las «Cuatro Libertades» instituidas en la Unión ‎Europea desde la adopción del Acta Única Europea en 1986, pero lo único que ha conseguido es permitir a las ‎grandes empresas evadir los impuestos nacionales, algo que todos deploran… pero nadie quiere ‎abrogarla. La globalización del intercambio ha destruido millones de empleos en Europa y ha comenzado a ‎erosionar las clases medias. La injerencia militar en los estados no globalizados es el núcleo de la ‎doctrina estodounidense desde 2001 (Rumsfeld/Cebrowski). Y, el uso de fuerzas militares no estatales se refleja en el apogeo de las organización ‎yihadistas supranacionales como el Estado Islámico (Daesh). 

Aunque sigue siendo un tema discutible, "la lucha contra la actividad humana señalada como causa del calentamiento climático es ‎ante todo una política tendiente a reformatear la industria automovilística, que ha alcanzado ‎el fin de un ciclo desarrollo, para llevarla a iniciar un ciclo diferente, pasando del motor de ‎combustión interna al motor eléctrico".
 ‎
Lo peor está por verse con la invención de un Derecho global. ‎

Ignorando las diferentes tradiciones jurídicas existentes a través del mundo, la Unión Europea ‎está subvencionando la Corte Penal Internacional (CPI, también designada como Tribunal Penal ‎Internacional o TPI). Después de haber servido por mucho tiempo como instrumento del ‎colonialismo europeo en África, la Corte Penal Internacional pretende establecer una supuesta ‎superioridad de los europeos sobre los demás grupos humanos. ‎

De manera brillante Meyssan reflexiona en el hecho que ‎los europeos no sienten particular interés por el pueblo rohinya, por el pueblo sirio ni por ‎el pueblo palestino, ¿cómo ignorar que la Unión Europea sólo trata en estos casos de ‎llevar la contraria a Estados Unidos y erigirse en defensora de los musulmanes, incluso ‎pisoteando su propia tradición de secularización?‎.

La Unión ‎Europea pretende, como un maestro de escuela, enseñar a los demás la diferencia entre el Bien ‎y el Mal, otorgando buenas o malas calificaciones.

Hasta aquí lo analizado por Thierry Meyssan. Esto me ha llevado a considerar lo que deberán esperar las ex colonias europeas; obviamente, África está a un paso, es el patio trasero de Europa, no así las ex colonias de Medio y Lejano Oriente que son huesos más duros de roer en la actualidad.

A pesar que las siguiente líneas no guardan relación directa con lo resumido arriba, si debemos recordar en términos "globales" (aplicando la globalización) la posición de Europa ante los africanos, sobre todo ante la raza negra, a quienes pretenden volver a gobernar en "otro estilo". Un corto, pero bien reseñado libro "África y la historia", desarrollado por Luis César Bou, investigador y Director del Observatorio de Conflictos (Argentina) y catedrático universitario de Historia de Asia y África, expone lo que aun se piensa del africano en pleno siglo XXI y lo que se espera obtener de ese continente. Un extracto del libro fue presentado en enero del 2003 por el mencionado Observatorio: vale la pena repasar aquel crítico ensayo. (El libro en su totalidad puede ser revisado en PDF, notas a pie de página).

Dadas las recientes declaraciones de la Presidenta de la Comisión Europea "Llegó el momento de usar la fuerza", debemos preguntarnos el por qué del interés en el continente "pobre" y "primitivo" al que la benevolente Europa debe cuidar como un "niño". Para ello no son necesarias las palabras, veamos los siguiente mapas ilustrativos:







África y la historia


Luis César Bou

La esclavitud es una forma de sometimiento del hombre por el hombre que se practicó desde la antigüedad y para vergüenza del hombre, continúa en nuestros días bajo formas diversas.

El que controla el pasado controla el futuro; y el que controla el presente controla el pasado.
George Orwell, 1984



La cuestión de la historicidad de las culturas del África subsahariana es algo que ha entrañado un largo debate en Occidente. En un principio, la propia condición humana del negro era algo que aparecía como discutible. En la Norteamérica del siglo XVIII se generó un interesante intercambio de opiniones sobre este tema. Todo comenzó a partir de si se debía o no permitir el ingreso de los negros en las iglesias. Goodwin Morgan era uno de los defensores de la admisión decía:

Si bien una piel negra es la marca de la maldición de Cam, ello no determina que los negros no sean humanos (Davis: 1968)

Según la Biblia, los hijos de Noé dieron origen a las distintas razas humanas. Cam era el hijo de Noé que había avergonzado a su padre, ganándose su maldición, y el que había dado origen a los pueblos negros. Este estigma bíblico es un tema recurrente en la descalificación del negro. Como prueba de la humanidad del negro Morgan señalaba que los plantadores norteamericanos los empleaban en cuidar el ganado y:

Es sabido que los plantadores difícilmente emplearían animales para cuidar otros animales. (Davis: 1968)

Sin embargo Morgan también estaba convencido de que, en África, los negros efectuaban ayuntamiento con los monos. Esta idea, del negro como el fruto de una relación perversa entre el hombre y el mono también es un tema que se repite de autor en autor. Por ejemplo, un religioso de Virginia de apellido Jordan, si bien no emitía una opinión directa al respecto, decía que:

Los negros y los monos que más se parecen al hombre viven próximos el uno al otro en la misma parte del mundo. (Davis: 1968)

Por algo será, por algo están tan próximos, algo habrán hecho. Por algo la mona Chita lo seguía siempre a Tarzán. Sigamos adelante para ver la opinión de Edward Long. Este señor era cuñado del gobernador inglés de Jamaica, residió allí a mediados del siglo XVIII y escribió la primera historia de esa isla. Es reputado como uno de los principales iniciadores americanos del pensamiento liberal. Tenía un conocimiento muy cercano de los negros, inmensa mayoría de la población jamaiquina, y decía que:

Eran incapaces de combinar ideas simples, carecían de sentido moral, no habían prosperado en 2000 años, eran ahora un pueblo animalesco, ignorante, ocioso, artero, traicionero, sanguinario, ladrón e indigno de confianza. Todos los pueblos del mundo poseían algunas buenas cualidades, excepto los africanos. Señalaba como prueba de que los negros no pertenecían a la especie humana que la unión de dos mulatos no produciría ninguna descendencia. (Davis: 1968)

Cuando, en los umbrales del siglo XIX, se produjo en el parlamento inglés el debate en torno a la abolición de la esclavitud, Edward Long fue citado con profusión. Es interesante ver como llega a hablar mejor de los monos que de los negros. Citaba noticias de África que hablaban de monos que utilizaban herramientas y construían sus propias chozas, a las que a veces llevaban mujeres negras.

Todas estas consideraciones tienen un sentido muy claro: Si el negro no hubiese sido considerado como un sub-hombre no podría haber sido objeto de comercio. Esto no es nuevo, ya los agrónomos latinos asimilaban al esclavo con el ganado y los aperos. El esclavo era el instrumentum vocale, el ganado el instrumentum semivocale y las herramientas el instrumentum mutuum. Lo único que diferenciaba a unos de otros en la consideración técnica de la administración rural era su distinta capacidad para el lenguaje. (Dockés: 1984) La deshumanización era la condición básica de la esclavización, esto se va a reeditar en los campos de concentración nazis.

Hasta bien entrado el siglo XIX, a lo sumo se podía considerar al negro en un lugar de la Historia Natural, pero nunca de la Historia humana. De allí que los museos y exposiciones de la época frecuentemente incluyeran negros vivos o embalsamados, para solaz del público europeo. (Bancel: 2000)

Cuando, con el progreso del abolicionismo, dejó de ser necesaria la justificación de la esclavitud, comenzó a serlo la de la colonización. El evolucionismo positivista fue la teoría que acompañó al dominio blanco. El negro dejó de ser el animal para convertirse en el primitivo, el salvaje o, en el mejor de los casos, el niño necesitado de tutelaje. Por ejemplo, el boer Jan Smuts, gran amigo de Gandhi, decía en una conferencia en Oxford en 1929:

El africano es un tipo humano con algunas características maravillosas. En buena medida ha seguido siendo un tipo infantil, con una psicología y un aspecto infantiles. Un ser humano tipo infantil no puede ser una mala persona porque ¿no nos mostramos dispuestos en los asuntos espirituales a ser como niños? Tal vez como resultado directo de este temperamento el africano es el único ser humano feliz con el que me he topado. (Mamdani: 1998)

Qué bien ¿no? Los negros son felices e infantiles, o, mejor, felices por infantiles. No son malos porque no les da la inteligencia para tanto. En Argentina a esto le llamamos ser un "boludo alegre". Desde ya que todo niño necesita la protección de un adulto, que sepa educarlo desde su lugar de autoridad. Un prócer como el doctor Albert Sweitzer, premio Nobel de la paz, lo dijo con todas las letras.

El negro es un niño, y con los niños no se puede hacer nada sin autoridad. (Mamdani: 1998)



¡Qué hermoso soporte para el colonialismo! ¡Cómo los occidentales van a dejar a estos niños huérfanos! La ideología colonialista convirtió a los negros en niños que nunca crecen, en niños Peter Pan de la Tierra de Nunca JamásDemos gracias por no haber tenido un padre como Sweitzer. Esto tuvo su expresión más evidente en la forma en que el blanco se dirigía al negro en las colonias, llamándole boy, muchacho. Hasta hace poco, en muchos sitios del Sur de EE.UU., el negro era el boy, independientemente de su edad: Un blanco de 18 años se dirigía a un negro de 60 llamándole boy. Por supuesto que los niños no pueden ser hacedores de historia, como no sea de una historia pueril.

Desde la teoría, la historicidad de las culturas africanas fue negada por el gran Hegel y ¿quién puede contradecir a Hegel, hoy nuevamente en boga? En su Filosofía de la Historia Hegel hace un recorrido por la historia universal, siguiendo el devenir de la Razón. De las 460 páginas del libro dedica poco más de una al África. Sin embargo, en ese pequeño espacio, desarrolla una idea que va a ser sostenida, desde la izquierda, hasta fines del siglo XX. Para empezar dice:

El segundo sector de África consiste en la procelosa vía fluvial del histórico Nilo, que estuvo destinado a convertirse en un importante centro de cultura independiente y que estaba aislada de África de idéntica manera como el continente negro con respecto a los otros. (Hegel: 1976)

O sea que Egipto no es africano. Hay quienes aún hoy sostienen esta idea: Egipto como una civilización blanca, a pesar de los rasgos negroides de las esfinges, de la presencia innegable de dinastías "nubias", del alto contenido de melanina en la piel de las momias, del testimonio de Heródoto, y de muchos notorios elementos culturales comunes con los pueblos melano- africanos. Esta discusión en torno a la negritud de Egipto fue iniciada por Cheik Anta Diop, el padre la historiografía africana independiente. Se prolongó hasta el Coloquio de El Cairo de 1978 en el que, acorralados por las evidencias, algunos hablaron de "blancos con alto contenido de melanina".

Pero sigamos con Hegel y su opinión sobre los negros:

En los negros aparece como detalle saliente el hecho de que su conciencia no ha cristalizado todavía en puntos de mira de estricta objetividad, tal por ejemplo como los conceptos de Dios o ley, en los cuales el ser humano participase con su voluntad y tuviese en los mismos la imagen de su ser. Lo que representan como poder no es, en consecuencia, nada objetivo, concreto y diferente, sino que puede serlo con absoluta indiferencia cualquier objeto al cual elevan a la categoría de un genio, ya sea un animal, una piedra o un palo totémico. (Hegel: 1976)

¿Habrá conocido Hegel alguna vez a un negro que no estuviera embalsamado y dentro de una vitrina? Sin ley y sin Dios, sin imagen de su ser ¡Qué tal! Es lógico que estos seres se esclavicen mutuamente:

De algunos de estos trazos se deduce que es la incivilidad lo que caracteriza al hombre de color. La única relación que han tenido los negros con los europeos y todavía tienen es la de la esclavitud. Por lo general no ven los africanos en la misma algo absolutamente repudiable. Es así que tan luego los británicos, que tanto están haciendo en pro de la abolición de la esclavitud, son peor mirados por los negros. (Hegel: 1976)

¡Tan luego los británicos! Que durante el siglo XVIII fueron los mayores traficantes de esclavos, que financiaron con la trata gran parte de su Revolución Industrial, son mal mirados por los negros. Estos negros aparecen en Hegel como los responsables de la continuidad de la trata pero ¿acaso no hubo esclavos en la antigüedad europea? Si, pero de otra categoría, ya que:

...al ser incorporados en un estado orgánico, llegan a ser necesariamente parte del avance de la sociedad, pues de una u otra manera resultan partícipes de cierta instrucción, de un nivel ético superior y también de una cultura en ascenso. (Hegel: 1976)

Y listo, no hay más nada que decir sobre África:

Con esto abandonamos el tema de África, por cuanto no se trata en nuestro análisis de un continente histórico. No nos ofrece, en razón de su estatismo y de su falta de desarrollo, material de alcance constructivo.[....] Lo que entendemos como África es lo segregado y carente de historia, o sea lo que se halla envuelto todavía en formas sumamente primitivas, que hemos analizado como un peldaño previo antes de incursionar en la historia universal. (Hegel: 1976)

O sea que África se encuentra en el umbral de la historia lo que, para la época en que escribía Hegel (1825) corresponde al umbral de la colonización. En pleno siglo XX, y desde una perspectiva presuntamente marxista, esta idea adquiere cierta popularidad. Como ejemplo tenemos las ideas de George Padmore y Amilcar Cabral.

George Padmore fue el representante por África en la Tercera Internacional. Cuando se constituyó la Komintern, fue notoria la ausencia del representante africano. Allí había delegados de todo el mundo y, por lo tanto, de todas las razas. La excepción eran los negros porque, en África subsahariana no existía ningún grupo comunista, excepto en África del Sur. Y allí se trataba de un grupo integrado exclusivamente por blancos. Quedaba muy mal que el representante por África fuera un blanco. ¿Qué hacer entonces? La solución fue designarlo a Padmore, que no era africano sino caribeño, había nacido en Trinidad; que además nunca había estado en África, recién un año antes de morir, a fines de la década del 50, visitó Ghana, pero que era negro y, por tanto, podía pasar por africano. Su falta de contacto real con África no fue obstáculo para que representara a los africanos en la Komintern, sin que la mayoría de estos por cierto llegara a enterarse, ni para que teorizara sobre la historia africana.

Dentro del estrecho marco teórico stalinista, Padmore ubicó al África precolonial en el estadio de la "comunidad primitiva", o sea una sociedad sin clases.

Dijo Marx que la base de todos los sistemas sociales primitivos, como el de los griegos y los romanos, en el amanecer de la historia, fue la propiedad común de los que en aquella época eran los medios esenciales de vida sobre la tierra. Lo mismo puede observarse en todas las sociedades africanas con anterioridad a la penetración europea y la implantación del derecho de bienes raíces. Y como entre los africanos todas las unidades sociales tenían iguales derechos al suelo, o, para decirlo más correctamente, no existía derecho individual sobre la tierra, no había diferentes privilegios de clase. En consecuencia, esas sociedades primitivas no se dividían en clases económicas como las conocemos hoy. [...] Las relaciones sociales eran, por esa razón, las de igualdad social. (Friedland: 1967, 337) 

Si la historia es el desarrollo de la lucha de clases, el África precolonial de Padmore es una sociedad sin historia. Las clases sociales han sido llevadas por la colonización. En consecuencia, la descolonización implica un retorno a la sociedad sin clases y, por lo tanto, al socialismo, ya que en el ínterin África ha avanzado en el desarrollo de sus fuerzas productivas.

Al final de su vida, Padmore rompió con la versión soviética del comunismo y rectificó muchas de sus ideas de juventud. Pero lo básico de su pensamiento fue mantenido por el stalinismo como una teoría funcional al mundo africano.

Amílcar Cabral conocía lo suficiente de África como para no aceptar esta idea de una época precolonial sin historia, pero no se apartó del dogma de la "comunidad primitiva". La solución de compromiso que encontró fue proponer que la historia precolonial era la historia del desarrollo de las fuerzas productivas:

Siendo el nivel de las fuerzas productivas el verdadero y permanente poder de la historia. (Cabral: 1970)

¡Adiós lucha de clases! Al menos como motor del desarrollo histórico. Aquí Cabral muestra la resaca de su formación stalinista y de la faceta europeizada y asimilada de su persona. Con la salvedad que parece reconocer esto al decir:

Los líderes políticos -aún los más famosos- pueden ser gentes culturalmente alienadas. (Cabral: 1970) 

Hoy sabemos que el marxismo, con ser la negación del capitalismo, es una negación etnocéntrica que, como tal, ha de ser sometida a crítica. Es absurdo creer que Marx haya podido escapar a la ideología orientalista que era el consenso de su época y que tiñe con su tinte aún a los pensadores más radicalizados. (Said: 1990)

Este etnocentrismo es la tónica de la historiografía colonialista, que ve en la época precolonial africana solamente estancamiento y repetición de ciclos vegetativos. 

Por ejemplo, el historiador colonialista Reginald Copland escribió en 1928 la siguiente apreciación sobre el África precolonial:

El grueso de los africanos, de los pueblos negros, que permaneció en sus hogares tropicales entre el Sáhara y el Limpopo, no había tenido...historia. Habían estado durante incalculables siglos hundidos en la barbarie. Esto casi podría parecer que ha sido decretado por la naturaleza... Así que continuaron estancados, sin avanzar ni retroceder. En ninguna parte del mundo se hallaba tan detenida la vida humana, excepto quizá en algunos pantanos llenos de miasmas de América del Sur o en algunas islas abandonadas del Pacífico. El corazón de África apenas latía. (UNESCO: 1987)

Campo de refugiados en el Chad a pocos kilómetros de la frontera con Darfur, Sudán



¡Por suerte el marcapasos colonialista vino a rescatar a los africanos de esta situación! La imagen que aquí aparece es la de un África paleolítica, necesitada de un impulso civilizador. Por supuesto que esto es totalmente falso: Copland era inglés, y debería haber sabido que en la época en que los ingleses se vestían con pieles, comían carne cruda y adoraban a los genios de los bosques, en el África negra existía un reino con una cultura altamente refinada, una escritura propia y que además había adoptado el cristianismo.

Por supuesto que me refiero a Etiopía, el "País de los Negros" de Herodoto. Etiopía, junto con China y Egipto, es uno de los estados con mayor continuidad en la historia. La monarquía etíope se atribuye descender de Menelik, hijo de Salomón y la reina de Saba (La Negra, según la Biblia). La Iglesia copta etíope afirma poseer, en Axúm, el Arca de la Alianza. Nunca perdida por lo tanto, sino sustraída por Menelik del Templo de Jerusalén. El alfabeto etíope es contemporáneo del griego (siglo VI a. C.). Etiopía se convirtió al cristianismo en el siglo IV de nuestra era, en la misma época de la conversión del emperador romano Constantino y por una iniciativa similar de su par Ezana, el "Constantino Negro".

Desde luego, habrá quien diga que Etiopía no pertenece totalmente al África Negra, que hay allí influencias árabes, judías, etc. Como si Europa hubiera desarrollado su cultura en forma endógena, sin tomar el alfabeto de los fenicios, los números de los árabes, la pólvora y el papel de los chinos, etc., etc., etc.

De lo expuesto puede inferirse que la depreciación de la historicidad de las culturas africanas no es más que un epifenómeno del racismo. Y el racismo fue y sigue siendo hoy uno de los avatares de la explotación del hombre por el hombre: Sin racismo y xenofobia el valor de la fuerza de trabajo del africano sería mucho más alto. La discriminación racial en Europa o EE.UU. es funcional al sistema económico

De la misma manera que los esclavos no hubieran podido venderse como ganado si no hubieran sido estimados como animales de labor, es necesario que los inmigrantes de hoy sean considerados inferiores, para pagarles un salario inferior. En ese contexto, su cultura de origen nunca puede ser valorada correctamente (si es que hay que valorar a una cultura) por quienes comparten el consenso ideológico del mundo desarrollado. 

Por todo esto, la lucha de los africanos por su historia, iniciada por Cheik Anta Diop hace ya más de cincuenta años, es también la lucha por su libertad.

En un posterior ensayo, Luis César Bou desarrolla "La visión europea del mundo afroasiático", cita el pensamiento del ilustrado Voltaire, quien se refiere a los africanos:

Representa un gran problema respecto de ellos saber si descienden del mono o si el mono desciende de ellos. Nuestros sabios han dicho que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios: ¡he ahí una cómica imagen del Ser eterno, con una nariz aplastada y con poca o ninguna inteligencia! (Voltaire: Lettre d'Amabed, t. XXI, cit. en Ki-Zerbo 1980: 316).

Voltaire se opuso a la esclavitud en muchos escritos, pero también era un buen burgués que invertía sus dinerillos en las compañías dedicadas a la trata negrera de ahí que la igualdad entre los hombres quedara, en estos casos, para el futuro. Este tipo de contradicciones u oportunismos son muy frecuentes entre los intelectuales "progresistas" de Occidente.

En el mejor de los casos, y a partir de la famosa expedición napoleónica a Egipto, se va a valorar el pasado remoto de estas culturas (¿cómo no valorar Egipto, Mesopotamia o China?) pero se va a ver a sus descendientes contemporáneos como el resabio depravado o el residuo contaminado de un pasado grandioso. Cuando los bienes culturales extraeuropeos son innegables, se les atribuye un origen incierto

La consideración europea del mundo afroasiático aparece en el siglo XIX notoriamente marcada por el evolucionismo. Como vertiente etnológica del pensamiento positivista, el evolucionismo sostenía que las culturas pasan por distintos estadios o etapas de evolución. Por supuesto que la etapa superior corresponde a la cultura europea y las inferiores, en distintas gradaciones, al resto de las culturas pasadas y presentes. En realidad, todas las culturas extraeuropeas son más o menos atrasadas o primitivas término este último que aún suele utilizarse para caracterizar a los pueblos del Tercer Mundo. Este atraso o evolución abarca todos los aspectos de la cultura. 

Así, Sir James Frazer hablaba de una secuencia de desarrollo que comenzaba en la magia, seguía en la religión y terminaba en la ciencia. (Frazer, l985) Como si en algún lugar del mundo pudiéramos, aún hoy, encontrar estos tres elementos separados entre sí. 

Otro etnólogo evolucionista, Tylor, va a elucubrar una secuencia en el desarrollo del pensamiento religioso que parte del animismo o fetichismo, sigue con el politeísmo y termina en las religiones monoteístas. El fetichismo deriva su nombre del portugués feicho, cosa hecha o elaborada por el hombre. Se veía primitivismo en adorar ídolos fabricados por los fieles, como si muchas religiones presuntamente monoteístas no utilizaran también objetos de culto o fetiches de distinta índole (imágenes, crucifijos, textos, etc.) (Brelich, l979). 

Las culturas de Asia y África son relictos del pasado, curiosidades etnológicas dignas de ser expuestas a la curiosidad de los "civilizados". Así, vemos que en las principales capitales europeas se organizan "zoos humanos" en los que se expone a los africanos, asiáticos o a los indígenas americanos. Las grandes exposiciones internacionales de fin de siglo van a contar con estos atractivos para solaz del público:

La actitud del público era uno de los temas más sorprendentes: muchos visitantes arrojaban alimentos o chucherías a los grupos que se exhibían, comentaban las fisonomías comparándolas con los primates (retomando con ello uno de los tópicos de la antropología física, ávida de sacar a la luz los "caracteres simiescos" de los indígenas) o riéndose abiertamente viendo a una africana enferma temblequeando en su choza. (Bancel, 2000)

Ciertamente, muchos no soportaban el cambio de clima y enfermaban ¿o enfermarían de la humillación? La mortalidad era alta, también entre algunos de nuestros indios fueguinos que pasaron por las exposiciones de París. Esto se podía hacer sin ningún remordimiento, ya que la propia humanidad de estos seres era discutible. En el mejor de los casos, se pensaba en ellos como en pueblos infantiles a los que no se puede dejar solos, dada su incapacidad para valerse por sí mismos sin hacer salvajadas. De esta forma, la expansión imperialista va a encontrar su justificación científica, pero lo que realmente asombra es la unanimidad de este pensamiento en Occidente

En los debates de la Segunda Internacional podemos ver que incluso los críticos sociales más cáusticos justifican, en función de este respaldo científico, las políticas imperialistas metropolitanas. Y en algunos casos se va más allá de la justificación, es el caso de Henri van Kol, representante por Holanda, quien llega a sostener:

¿tenemos que dejar librada la mitad de la tierra a la arbitrariedad de los pueblos todavía situados en el estadio infantil, que no explotan las colosales riquezas del suelo de sus países, y dejan sin cultivar las partes más fértiles de nuestro planeta? ¿O, en interés de la humanidad, tenemos que intervenir para que la tierra, que pertenece a todo el género humano, proporcione a todos sus habitantes los medios para vivir? ¿Acaso no hay que entender por socialización de los medios de producción que todos los medios para vivir y trabajar tienen que pertenecer a todos? (van Kol, 1978: 31)

Para este señor, el socialismo comienza no por expropiar a los burgueses sino a los indígenas. Esta forma de hacer socialismo no era exclusiva de van Kol, sino que era compartida por muchos otros integrantes de la Segunda Internacional. Por ejemplo, el socialdemócrata inglés Richard Calwer sostenía por aquella época:

En cuanto socialista saludaré siempre, por una cuestión de principios, como un progreso en dirección al socialismo toda colonización capitalista de un país, aunque esta se realice por medio de las formas más reprobables (Calwer, l978: l2)

No tan francamente, muchos socialistas siguieron y siguen sosteniendo posiciones parecidas. El hecho es que todas las ciencias y actividades humanas pueden llegar a estar contaminadas por el etnocentrismo, incluso la crítica artística o estética, como ha sido el caso del arte indio. Para la Inglaterra victoriana el arte indio no podía ser otra cosa que una depravación. Pero no todo el arte de la India sufrió esta descalificación, la excepción fue el arte de Gandhara. En ese lugar los arqueólogos europeos encontraron formas de arte aceptables para occidente. Así, Gandhara fue considerada como la cuna del verdadero arte indio, depravado después paralelamente a la depravación de la cultura india. Hoy sabemos que Gandhara fue un reino helenístico resabio de la conquista alejandrina. Por lo tanto, su arte era arte griego, con alguna influencia india. Finalmente, lo aceptable de la India resultó ser lo que no era indio.

Para concluir por el momento con este tema no podemos dejar de recordar que la medicina y la psiquiatría también tuvieron algo que decir respecto a la inferioridad "científicamente" demostrada del extraeuropeo. Recordemos las consideraciones del profesor Porot, a cargo durante 30 años de la cátedra de psiquiatría en la Facultada de Medicina de Argel, se refería a los argelinos:

El indígena norafricano, cuyas actividades superiores y corticales están poco evolucionadas, es un ser primitivo cuya vida en esencia vegetativa e instintiva está regida sobre todo por su diencéfalo. (Fanon, 1969: 278)

El diencéfalo es la parte más primitiva del cerebro, que también se encuentra presente en los reptiles. Esto tenían que aprender, y creer, los argelinos que quisieran ser médicos. El africano es pueril, sugestionable, sin emotividad ¿Por qué no decir directamente que es un idiota? La afirmación la va a hacer nada menos que un experto de la Organización Mundial de la Salud, el doctor Carothers, quien en un libro publicado en 1954 en el que resumía sus muchos años de práctica en África decía:

El africano utiliza muy poco sus lóbulos frontales. Todas las particularidades de la psiquiatría africana pueden atribuirse a una pereza frontal.

Y más adelante agrega:

El africano normal es un europeo lobotomizado. (Fanon, l969:280)

Recordemos que la lobotomía fue un procedimiento muy en boga hasta los años '60 para el tratamiento de aquellos enfermos mentales que mostraban agresividad. Consistía en un raspaje de los lóbulos frontales, con el cual se los destruía. El resultado era que el enfermo dejaba de ser agresivo, pero se convertía en algo parecido a un vegetal por el resto de su vida o, en el mejor de los casos en un idiota.

Lo que dice el doctor Crothers, en otros términos es que un idiota europeo se equipara a un africano normal.

 El "tercermundismo"

Campo de refugiados en el Chad a pocos kilómetros de la frontera con Darfur, Sudán.


La crítica a la visión etnocéntrica es algo que aún hoy está en proceso de elaboración, por cuanto se siguen todavía encontrando nuevos aspectos del mismo que, por creerlos secundarios, fueron dejados de lado en un principio. Como fuere, lo cierto es que los inicios sistemáticos de esa crítica datan de la segunda posguerra mundial período también durante el cual se producen las independencias en la mayor parte del mundo colonial. 

En las colonias y ex-colonias, así como en las metrópolis va a comenzar un movimiento intelectual de revalorización de las culturas afroasiáticas. El tercermundismo va a ser parte integrante del pensamiento de izquierda de los años '50 y '60 e implica un compromiso con las luchas nacionales de Asia y África.

El término Tercer Mundo fue acuñado por Alfred Sauvy, eminente demógrafo francés y primer director del Instituto Demográfico de Naciones Unidas. Sauvy utilizó ese concepto para designar a un conjunto de países con características comunes, tales como el haber sido colonias de potencias europeas, haber sufrido una dominación económica, ser productores de materias primas y alimentos, tener determinadas características en cuanto a crecimiento de la población, ingreso per cápita, escolaridad, etc. Nunca habló de un Primer Mundo ni de un Segundo Mundo, por la sencilla razón de que no era eso lo que le interesaba describir y también por la propia significación que busca darle a este concepto. Se trata de una paráfrasis del concepto de Tercer Estado, tan caro a la Francia de aquellos días. Sauvy tenía muy presente la famosa definición dada en l789 por el abate Sieyès:

¿Qué es el Tercer Estado?  Todo.
¿Qué ha significado, hasta ahora, en el orden político?  Nada.
¿Qué pide?  Convertirse en algo.

El contexto de la Guerra Fría le va a dar otra significación al concepto. En l955 se reúne la famosa Conferencia de Bandung, piedra fundacional del Movimiento de Países no-Alineados con pretensiones de tercerismo en esa disputa. Muchos líderes políticos de Asia, África y América Latina hablan de vías nacionales al socialismo concretadas muchas veces en políticas pendulares que llevan a frecuentes inversiones de alianzas en el ámbito internacional. Esto era posible en tanto el contexto de disputa entre EEUU y la URSS otorgaba a esas regiones una inusual importancia política en el ámbito internacional. Tercer Mundo implica en estos casos equidistancia en la disputa Este-Oeste.

En ese mismo contexto, algunos años después, Mao Zedong va a elaborar su teoría de los Tres Mundos. Aquí sí se van a definir los otros dos mundos: el Primero, integrado por las dos superpotencias en conflicto, EEUU y URSS, el Segundo por los países industrializados de alto nivel de vida, Europa, Canadá, Japón, etc. Para Mao el Tercer Mundo es ante todo el mundo campesino de Asia, África y América Latina que, en una estrategia de cerco de las ciudades por el campo, similar a la llevada adelante por el movimiento comunista chino, a la larga debe ser el protagonista de la revolución mundial.

El fin de la Guerra Fría ha provocado la bancarrota de las posturas políticas de no-alineación. El mundo afroasiático dejó de ser (momentaneamente) terreno de disputa de las superpotencias y, por tanto, perdió rápidamente la mayor parte de su importancia política. Los antiguos defensores de vías nacionales al socialismo se convirtieron en muchos casos en paladines de la libre empresa y trataron de ocupar el lugar más cercano posible al ganador, a veces sin demasiado éxito. Por su parte, la Revolución China luego de la muerte de Mao siguió el mismo derrotero. Hoy los chinos consideran que el maoísmo es pensamiento de otra época y, por lo tanto, debe solamente ocupar un lugar en el recuerdo. Es significativo cómo en los años '90 se producen apurados cambios de vestimenta y maquillaje por parte no solo de grupos políticos sino también de instituciones dedicadas a la cooperación con el Tercer Mundo que, rápidamente, borran estas dos últimas palabras de sus nombres.

A mi juicio, la bancarrota del tercerismo no invalida en absoluto el concepto de Tercer Mundo en el sentido que le diera Alfred Sauvy. Muy por el contrario, en tanto la distancia entre ricos y pobres es cada vez mayor en el ámbito internacional también adquiere mayor validez el término. Quizá hoy el Tercer Mundo no coincida con las fronteras estatales de hace cincuenta años. Quizá también haya que incluir en él a los cada vez más numerosos excluidos del propio mundo desarrollado.

Hoy sabemos que el uso de esos términos es incorrecto y, en el caso de que sean inevitables, es necesario salvarlos con comillas. Pero no siempre se tiene la misma idea con respecto al abordaje teórico de las sociedades extraeuropeas. Por ejemplo, la idea de estado-nación es típicamente europea, como también lo es la idea nacionalista, que en Europa surge recién en el siglo XIX. En la historia del mundo afroasiático las tradiciones estatales son muy distintas a las europeas. Si bien existieron estados-nación equiparables a los europeos, también hubo sociedades sin estado, o sociedades en las que varias formaciones estatales compartían un mismo territorio. La propia idea de una frontera estatal se encuentra a veces ausente y en otras exacerbada. 

Creer universal el concepto europeo de estado, de política y de gobierno es condenarse a no entender, o a entender esquemática y equivocadamente gran parte de la historia de Asia y África.

Es el caso que se da con el uso del concepto de "feudalismo". Durante muchos años se creyó encontrar feudalismo por todas partes. Esto tiene que ver con que, para el stalinismo, se trataba de la etapa inmediatamente previa al desarrollo del capitalismo, de manera que en donde no había un capitalismo propiamente desarrollado la solución estaba en rotular esa sociedad como feudal. 

Diferente es también, para terminar con este tema por el momento, la forma en que el mundo afroasiático asumió y asume los fenómenos religiosos. Para empezar existen culturas en las que lisa y llanamente no se reconoce a lo religioso como algo distinto del resto de las actividades humanas, esto se evidencia en que esas culturas carecen incluso de un término como el nuestro de religión. Solo en Occidente y en pocos lugares más se reconoce la diferencia entre lo sagrado y lo profano y, por lo tanto existe la religión. como concepto. (Brelich, l979) En ese contexto, definir la religión como "el opio de los pueblos" no siempre resulta correcto, muchas veces el marco religioso sirvió y sirve para hacerse cargo de las reivindicaciones de los más postergados en esas sociedades.


Fuentes:

Libro en PDF
ÁFRICA Y LA HISTORIA

África y la historia
La visión europea del mundo afroasiático
Pasado y presente de la esclavitud africana
Para la Unión Europea, llegó el momento ‎de usar la fuerza 

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