Sudán del Sur
por: Daniel Estulin / Tito Andino U.
Nota aclaratoria del editor del blog.
Como es política de este blog, intentamos explicar que “la Historia nos enseña por analogía, no por
identidad” (Daniel Estulin). Lo que pasa en África ya no es una
novedad, tampoco resulta novedoso saber quiénes son los verdaderos actores de
las tragedias en el continente. Nuestro amigo, Daniel Estulin, ha sido uno de
los principales inspiradores de este blog y con su permiso hemos citado sus
trabajos como fuente de consulta, algunos los hemos reproducido, acompañados de
alguna nota de introducción. Sus investigaciones son de interés en la actualidad,
pese haberse escrito una década atrás, continúan vigentes.
Las políticas del intervencionismo
occidental, no solo en África, sigue su curso, no es un proceso a corto plazo,
suele sobrepasar generaciones, pero el objetivo se mantiene imperturbable.
Habrá éxitos y fracasos –es una guerra– entre superpotencias. Por el momento es
una guerra de carácter económico pero que mata gente con la presencia de grupos
radicales, generalmente de corte islamista; y, en cualquier momento puede
desbocar en un gran conflicto armado entre las grandes potencias en guerra por
el África.
África es una guerra imperceptible
para la mayoría, se desarrolla entre socios de las viejas potencias
colonialistas europeas y el poder financiero de la City de Londres y los
Estados Unidos, luchan entre sí. Francia contra los Estados Unidos (lo hemos
visto, los franceses han perdido para siempre su influencia en Medio Oriente en
beneficio de los EEUU); franceses contra británicos por seguir influyendo en sus
ex colonias y norteamericanos luchando contra ellos en África. Chinos y rusos
dispuestos a obtener beneficios, metiéndose en esas disputas para ganar
mercados. Es una guerra económica de todos contra todos –pero utilizando las
armas y la sangre de los pueblos africanos–. Otro ejemplo de esa guerra
silenciosa por la globalización económica es la victoria aplastante de los EEUU
contra China en las guerras del Golfo, destruyendo toda la infraestructura y la
influencia china en Irak, lo mismo hicieron en Libia y otros estados. Los
chinos que han penetrado profundamente en el corazón de África, parecen decir ya basta!.
La presente investigación se basa en dos
viejas ponencias (por el tiempo) desarrolladas por Daniel Estulin, recalcando
–una vez más- que siguen imperecederas en el espacio-tiempo del escenario
africano. Como es habitual, una nota aclaratoria a manera de prologo abre el
tema central que es complementado y actualizado en el contexto del presente
mediante notas del editor y datos de actualidad.
En este trabajo de recopilación
priman dos factores: en la primera parte la impronunciable utilización ideológica
del sentimiento religioso en la tragedia africana y, luego, los fundamentos
económicos de las guerras imperiales, provengan de cualquier sector.
EL IMPULSO
RELIGIOSO
Kanungu o Kanunga – Uganda. 17 de marzo del 2000, víctimas del fanatismo del “Movimiento para la Restauración de los Diez Mandamientos de Dios”, una secta desviada de la Iglesia Católica Romana en Uganda, conocido por la infamia del sacrificio de alrededor de mil personas rociadas con gasolina en la iglesia del pueblo. Uno de sus líderes fue un conocido político demócrata ugandés, Joseph Kibweteere, principal incitador del mayor suicidio colectivo de la historia. Kibweteere persuadió a sus seguidores que el fin del mundo llegaría en el 2000, los convenció sobre la próxima aparición de la Virgen quien les llevaría al cielo. Después de varias ceremonias rituales y ofrendas decidieron encerrarse en la iglesia, evitando que nadie se arrepintiese, se rociaron gasolina y ardió el fuego que carbonizó a todos los presentes. Se cree que Kibweteere murió en el incidente, pero la policía ugandesa emitió poco después de la masacre una orden de arresto contra él y otros líderes del grupo. La Policía de Uganda, en 2014, afirmó tener informes que Kibweteere se escondía en Malawi.
Sin duda, África es un laboratorio de la muerte, una
continuación del “choque de civilizaciones”, una estrategia planificada por los
halcones del Pentágono y sus aliados europeos que vende muy bien después del
fin de la guerra fría. Los hechos se han precipitado después del 11-S, fecha en
que empezó a implementarse los planes esbozados desde tiempos de Ronald Reagan.
Suele contemplarse en reportajes de
televisión la vida de esa África rural llena de tranquilidad, alejada de la
modernidad sin teléfonos móviles, ni internet, sin agua potable ni mucho menos
electricidad, conviviendo en sus ancestrales costumbres.
Con toda razón, muchos se preguntan
cómo es posible que se haya implantado el terror en casi todo el continente
desde hace mucho tiempo. La gente de buena voluntad, los misioneros de verdad,
que operan sobre el terreno, no pueden dar crédito al hecho que millones de africanos
han sido asesinados en un programa de
exterminio organizado.
Es innegable que ya estamos viviendo
en África –no hoy, sino desde el siglo pasado- esa lucha por la supervivencia, por la competencia sobre el control de los recursos minerales entre las
grandes potencias mundiales. Desde rusos, norteamericanos, chinos, europeos
occidentales, potencias islámicas, todos purgan hacerse con parte del botín.
Estulin decía hace varios años, África
es “la última frontera de la lucha de supervivencia”.
Esta es una visión apocalíptica. Por qué hay tantas guerras, hambruna y,
sobre todo, intereses por llevar la “paz” al continente negro?. Las “ayudas”
humanitarias fluyen; mas, el hambre y la sangre siguen extendiéndose sobre la
tierra.
Desde el Norte de África, desde el
Magreb, pasando por el Sahel hasta el Mar Rojo, el fuego de las armas prevalece;
más hacia el sur, en las tierras de los auténticos africanos las tragedias
humanas surgen y resurgen: crisis bélicas, sequías atroces, hambruna, pestes,
enfermedades endémicas, brotes de virus mortales, quizá, elaboradas en
laboratorios secretos, son una realidad latente en el continente.
No debemos dudar un solo instante
que en África, como en cualquier otro lugar, las creencias religiosas mantienen un rol trascendental en las
decisiones y acciones políticas de las naciones.
Al igual que en
Medio Oriente, hay quienes se aprovechan del sentimiento religioso para desatar
la ira en contra de otro sector, es la vieja política del caos, confusión
y división de los estados. Habría que interrogarse hasta qué punto el
extremismo tiene algo que ver con lo que está pasando estos momentos en África
o si es indicio de la desesperación que suele aflorar en convulsivos tiempos en
que la gente se aferra a cualquier cosa
que le proporciona esperanza.
En un momento determinado cualquier religión milenaria puede experimentar
un rebrote del impulso fundamentalista, ese deseo de
regresar a algún imaginario estado social y cultural puro por medio de la estricta
observación de un conjunto de creencias y prácticas que se consideran básicas
para esa fe.
No solo hablamos del extremismo
yihadista, grupos radicales que dicen defender la Fe Islámica, como Boko Haram en
Nigeria y diversas milicias en Somalia y otros países vienen sembrando el
pánico en los años recientes. Pero, “un sepulcral silencio ha rodeado ya la
historia de África, nadie, en estos últimos tiempos quiere recordar la tragedia
africana con la imposición colonial del fundamentalismo cristiano”.
Decía Estulin en su ensayo original
que “los tiranos y matones no tienen
clase” y que el mal es ordinario. “El mal es acaso más elegante que el bien
y etiquetarlo como vulgar u ordinario no es más que una estratagema para obviar
su indudable atractivo- y a la sazón exagerar lo vulgar que puede parecer a
veces. La banalidad del mal es otro asunto, pero tal vez nos olvidamos de sus
implicaciones morales. Y es que el mal es literalmente impronunciable… Dadas
las circunstancias, podría llegarse a pensar que Dios es un sinónimo del
silencio”.
¿Dónde y cuándo se vuelven fanáticos
los curiosos?.
No hay más que darse una vuelta por
Nairobi, la capital de Kenia, o Harare, la capital de Zimbabwe a la hora de
comer, una muchedumbre escuchando a profetas desaliñados que predican esperanza
a voz en grito, habitualmente acompañada de traducciones simultáneas de swahili
al inglés... La gente familiarizada con
la tortuosa situación en África está convencida que el extremismo está ligado a
los esfuerzos por conservar las creencias y prácticas tradicionales africanas.
Las víctimas de Kanunga (Uganda) formaban parte del “Movimiento por la Restauración de los Diez Mandamientos de Dios”.
No era ninguna iglesia convencional, tampoco lo son otras tantas y cada vez más
populares iglesias que surgen por toda la zona. Mientras tanto, los católicos y
protestantes- que todavía representan la mayoría de los cristianos del país-
afirman que la tragedia de Kanunga afectó la posición del cristianismo y que
incluso podría afectar su continuidad en el país a largo plazo. Culpan a los
grupos de renacidos, a quienes califican de “sectas” y están a favor del
control gubernamental sobre sus actividades. Pocos días después de la masacre
de Kanunga, el gobierno advirtió que revocaría las licencias de todas las
iglesias no convencionales -también llamadas “renacidas”- implicadas en
actividades sospechosas. Obviamente era un intento de ofrecer una respuesta
contundente y ganar puntos políticos, pero puede resultar contraproducente.
Lo que las distingue es que todas mezclan enseñanzas cristianas con
creencias tradicionales africanas. En vez de condenar la cultura popular
como hicieron en el pasado, lo que hacen muchos evangelistas ahora es adoptar entusiastamente
sus formas para crear un mundo de entretenimiento paralelo, un paraíso de consumismo autóctono.
Hace casi veinte años era una sub-cultura en estado embrionario, hoy en día es
todo lo contrario.
Tal vez el extremismo tenga algo que ver con un extraño exceso de respeto
que los africanos parecen tener hacia la autoridad en general y la autoridad
divina en particular, incluso en contra del sentido común. Una
encuesta (2011) reveló que un abrumador porcentaje de los cristianos africanos
cree que los acontecimientos reflejados en el Apocalipsis se harán realidad; la
extraordinaria popularidad del apocalíptico Movimiento
por la Restauración de los Diez Mandamientos es algo que sí debemos tener
en cuenta.
El dinero y el poder -por
consiguiente la política- está contribuyendo el despertar de las identidades
religiosas y en las crecientes tensiones religiosas, por tanto, el incremento del radicalismo religioso.
Los seguidores de los líderes de
estos nuevos movimientos religiosos, para quienes éstos revelan fuentes alternativas de identidad y esperanza, a menudo abren
generosamente para ellos no sólo sus corazones, sino sus carteras. Y parece que
cuánto más extremo y exclusivo sea el mensaje, más dinero y patrimonio personal
están dispuestos a dar los nuevos adeptos.
Ahí es donde entra la política. Porque los núcleos alternativos de
poder suelen tener un efecto desestabilizador en los gobiernos, sobre todo si,
como muchos de ellos en esta región, no están seguros de su popularidad.
El doctor B.R. Ambedkar, político y
filósofo indio advirtió en 1949: “En
religión, Bhakti, o la idolatría, puede ser un camino para la salvación del
alma. Pero en política, Bhakti es un camino seguro hacia la degradación y la
dictadura.” (Nota del editor del blog: El bhakti, movimiento
religioso hinduista, enfatiza el amor de un devoto por Dios. El bhakti es
dualista: relación entre el creyente y
una deidad, generalmente en torno a las encarnaciones de Visnú, Rama y Krisna).
Hay que recordar que el dictador de Uganda, Idi Amin,
también prohibió todos los grupos religiosos, con la excepción de las
corrientes convencionales de catolicismo, protestantismo e Islam.
Pase lo que pase con estas maniobras
políticas, la terrible realidad de las matanzas en nombre de la religión
permanecen vigentes, muchas de las disputas y masacres tribales tienen un
fuerte sustento religioso. Casi seguro se desatarán otras. Sin embargo, en el fondo se trata de algo más que la
psicología africana y su cultura.
LA GEO-POLÍTICA
Apartando el matiz religioso que se
pretende dar a todo conflicto en el África, suele ser mejor entender lo que está
pasando en la región a través de la realidad geo-política, la situación
energética en la zona. Sudán, Nigeria, Libia y otros son los ejemplos prácticos.
Los factores cruciales son el acceso al petróleo, tanto geográfico como
geológico y el tiempo que demora en llegar al mercado. Se tarda seis
semanas para que el petróleo llegue desde el Golfo Pérsico hasta las
gasolineras americanas. Desde África Occidental el crudo tarda solamente unos
dos semanas en llegar. La infraestructura petrolífera en África Occidental está
al alcance de la mano para las fuerzas navales estadounidenses desde el Océano
Atlántico. Con la línea recta desde los Estados Unidos hacia África Occidental,
los EEUU no tienen necesidad de crear coaliciones a través de las Naciones
Unidas para intervenir en la zona. Logística
sencilla y acceso fácil.
Sudán y Sudán del Sur
Sudán técnicamente sigue en guerra en
cuatro frentes: Sudán del Sur, Uganda, Chad, y Etiopía, países con presencia
militar estadounidense.
El sur de Sudán (hoy establecido
como estado “independiente”) desde el Nilo Superior hasta las fronteras del
Chad son tierras ricas en petróleo y todo indica que las transnacionales
petroleras lo sabían antes que el mismo gobierno de Sudán que había otorgado a
la Corporación Nacional de Petróleo de
China (CNPC) la posibilidad de hacer las más grandes inversiones, desarrollando
por miles de millones de dólares la infraestructura petrolera. Se calcula que desde
1999 al 2007, China invirtió unos 15.000 millones de dólares en Sudán, a pesar
que los yacimientos petrolíferos se concentraban en el sur y la guerra civil secesionista
estaba vigente. Los chinos construyeron un oleoducto desde el sur de Sudán
hasta Port Sudan en el Mar Rojo,
donde se embarca el crudo a China. China recibía entre el 65% y 80% de la
producción diaria de Sudán. La guerra en el sur financiada en secreto por las
agencias estadounidenses están dedicadas no a proteger a los negros de los árabes
del norte de Sudán, sino a privar a los chinos de esa fuente energética.
La crisis se extendió luego a la
región sudanesa de Darfur,
fronteriza con Chad y la República Centroafricana, cuando en 2005 se anunció el
hallazgo de petróleo en el sur de Darfur. Coincidencia?, el conflicto en Darfur
estalló. Las campañas “Salvemos Darfur” surgieron “espontáneamente” en los EEUU
y el resto de Occidente. Pero antes ya existían mapas con las concesiones para
la explotación petrolera en Darfur. Veamos el siguiente mapa.
Mapa de las concesiones petroleras y de gas en Darfur,
2002. Fuente: USAID
Las acusaciones de genocidio iban
acompañadas de solicitudes de intervención militar “humanitaria”, para el mejor
entendedor: desplegar contingentes
militares extranjeros en la región petrolera de Sudán. Sin resquicios de
duda, los EEUU entrenaron y dotaron de armamento al denominado Ejército de Liberación Popular de Sudán
(SPLA), consecuencia: decenas de miles de muertos y millones de desplazados.
En Darfur se constituyeron contra el gobierno sudanés de Omar al-Bashir, el Movimiento Justicia por la Igualdad (JEM)
y el Ejército por la Liberación de Sudán
(SLA).
Un objetivo cumplido fue la
imposición de Estados Unidos en Darfur de tropas
de la Unión Africana (UA), supuestamente “neutrales” y “garantes de la
paz”. Los Estados Unidos se toman en serio el asunto, es la guerra económica y
energética contra China, las ayudas de la USAID en el Sub-Sahara, se redujeron
drásticamente para incrementar el apoyo militar.
Chad
Compartiendo fronteras con Sudán, el
Chad acoge a grandes empresas norteamericanas del petróleo: Chevron
y ExxonMobil.
Construyeron un oleoducto desde Doba (centro de Chad, próximo a Darfur) con
salida directa al Océano Atlántico, Kribi (Camerún), puerto de embarque directo
a los EEUU.
Previamente, Idriss Deby, presidente
del Chad, se alió con los Estados Unidos para luchar contra el “terrorismo islámico”, cabe señalar que el
islamismo es predominante en la zona de Darfur. Fue precisamente el Chad, mejor
dicho, el presidente Deby quien organizó los ataques que originaron el conflicto
en Darfur en 2004, las consecuencias son de dominio público. Las publicitadas campañas contra el
“genocidio de Darfur” y “Salvemos Darfur” coinciden con el inicio de
operaciones del oleoducto que une el Chad y Camerún y, desde allí los EEUU se
han infiltrado en Darfur para apoderarse del petróleo sudanés (recuerden
que Sudán está entre los primeros estados patrocinadores del “terrorismo”
mundial, según la lista made in USA).
En consecuencia, China está siendo
derrotada en este frente al perder algunas de sus fuentes de aprovisionamiento
energético.
Nigeria
El 2007, J. Peter Pham, consejero
del departamento de Estado de la Casa Blanca habló sobre los objetivos
estratégicos del AFRICOM: “Proteger el acceso a los hidrocarburos y a
otros abundantes recursos estratégicos africanos, una tarea que consiste en
proteger la vulnerabilidad de esas riquezas naturales y asegurar que terceras
partes como China, India, Japón o Rusia no logren su monopolio o tratamientos
especiales”. (Nile Bowie, US AFRICOM Commander Calls for “Huge”
Military Campaign in West Africa, Global Research, 11 de abril de 2012).
Dicho lo anterior, Nigeria es la
sexta productora petrolífera del mundo (las estadísticas pueden variar en corto
tiempo) , sus reservas se estiman en unos
24 mil millones de barriles, es un país vital para los intereses occidentales,
su infraestructura petrolífera puede funcionar con una inversión mínima para contener
cualquier crisis o embargo.
En caso de cualquier imprevisto,
Nigeria, con los oleoductos, refinerías y técnicos bien entrenados puede
aumentar la producción a corto plazo, sirve para controlar el aumento de
precios o la falta del suministro. Shell,
Chevron-Texaco y TotalFinaElf han invertido muchísimo dinero en el país preparándose
para esa eventualidad.
En los inicios del presente siglo, los Estados Unidos empezaron aplicar una
terrible presión sobre Nigeria para que salga de la OPEP. Las cuotas
estrictas de producción resultaban ser un inconveniente para los EEUU. Para
convencer a Nigeria, Bush y Rice utilizaron el arma de la fuerte inversión
estadounidense en el país para controlar la crisis y mejorar el nivel de vida
de los ciudadanos. Nigeria, es uno de
los países más corruptos del mundo. En enero 2002 el gobierno americano
patrocinó una conferencia con el CFR (Consejo de Relaciones
Exteriores) titulada “Petróleo Africano – una prioridad para la
seguridad nacional de los EEUU y el desarrollo Africano”.
A parte de Nigeria, los cinco
productores más grandes del petróleo en África en orden descendente son – Argelia, Libia, Egipto y Angola. Angola
es el noveno suministrador del petróleo para los EEUU. En actualidad, los
Estados Unidos importan más petróleo de estos seis países que de los Saudíes.
Las proyecciones de The Petroleum Supply
Monthly estimaban que la proporción del petróleo importado desde África sub
Sahariana en 2015 era del 25%.
¿Alguien sigue dudando que África será clave en el desarrollo del mundo
geoestratégico dentro de nada?
Boko Haram “trabaja” en el norte de Nigeria. Ya hemos señalado que este país es uno de los mayores productores mundiales de petróleo y el primer productor en África, conserva importantes reservas de petróleo bruto. También es el país más habitado y una de las mejores economías, sino la mejor, del continente. Nigeria es el mayor productor de petróleo del continente y dispone del 3,4% de las reservas mundiales de petróleo bruto. En mayo de 2014 African Renaissance News informó que Boko Haram era, posiblemente, otra tapadera de la CIA para llegar a controlar Nigeria. La organización yihadista africana “Boko Haram” pudo haber tenido como objetivo final la desintegración de Nigeria en 2015… pero no lo consiguió. Por mucho tiempo Nigeria lideró los esfuerzoa africanos de unidad y cooperación, lo que no fue bien visto en los EEUU y otras potencias occidentales quienes evitaron que los africanos lideren una fuerza multinacional sin control directo de USA/OTAN. El AFRICOM surgió en el 2000 para frenar la influencia de Nigeria. Fuente: Boko Haram: Boko Haram: ¿Una operación secreta de la CIA para dividir y reinar en África?
¿Alguien duda que las noticias situando al Qaeda y sus nuevos campos de
entrenamiento en África Occidental, estén relacionados con petróleo? Hace
unos años, la Voz de América,
financiado por la CIA informaba que al Qaeda de forma subrepticia está apoyando
a las insurgencias tribales y nacionalistas a lo largo de África Occidental.
Sin embargo, el conflicto sobre el petróleo
de ninguna manera esta limitado a las zonas de África Occidental. Sahara Occidental, ocupada por
Marruecos de forma ilegal desde 1975 ha encontrado grandes yacimientos
petrolíferos en la zona. ¿Deberíamos de sorprendernos que las empresas
petrolíferas como Kerr-McGhee, representadas por James Baker III, ex secretario de estado en la administración Bush padre haya firmado acuerdos de
exploración con el gobierno de Marruecos? Baker fue el principal mediador en el
conflicto entre el gobierno de Rabat y el Pueblo Saharaui. ¿Otra coincidencia,
quizás?
Como ya hemos comentado sobre la
situación geoestratégica actual, el
siguiente acto en la “Guerra contra el Terror” se está jugando en África. Era
simplemente inevitable. Hoy por hoy, África es el continente más despedazado
del mundo. A lo largo de los últimos treinta años, más de treinta países, de
los más de cincuenta que conforman África, han experimentado violencia y conflictos
bélicos. En el mismo periodo de tiempo, los EEUU han ofrecido asistencia
militar a cincuenta de los cincuenta y cuatro países africanos. Durante los
años de la Guerra Fría (1950-1989), los Estados Unidos habían enviado más de
1.5 mil millones de dólares en armamento y entrenamiento a los países africanos.
Los resultados de aquella locura
colectiva se ve de cerca en los actuales conflictos armados a lo largo y ancho
del continente negro. Sin embargo, lo que esta verdaderamente pasando en África,
más allá de los focos y cameras de la CNN, es verdaderamente escalofriante. Para el Occidente, África, y sobre todo
África sub sahariana, se ha convertido en la última frontera de la
civilización. Con la escasez de los recursos naturales y espacio agrícola,
las potencias occidentales tienen África en su punto de mira para abastecer la
población de sus países. En Europa, Japón, América de Norte, cada metro
cuadrado de la tierra agrícola esta siendo cultivado. Para dar de comer a una
masa de 7.3 mil millones de personas hace falta mucho más espacio. Sin los pesticidas
y fertilizantes basados en petróleo, los expertos predicen que la tierra
solamente podría soportar una población de 2 mil millones de personas. Los
demás morirán de hambre y frío.
El prestigioso analista político,
Pierre Abramovici, lo definió de forma sucinta en las páginas de Le Monde Diplomatique: “Si estamos en los tiempos del Gran Juego en
Asia, también estamos viviendo un empuje sin precedentes en África” de
parte de las grandes potencias, entre ellos los EEUU, Francia, Rusia, Inglaterra y China.
Emblemas del AFRICOM y otras fuerzas estratégicas desplegadas en Europa y África. El Comando África de Estados Unidos -USAFRICOM o AFRICOM- creado en octubre 2007 (en reemplazo de otro Mando) es el mando de combate unificado del Departamento de Defensa de Estados Unidos, está a cargo de las operaciones militares de EEUU en toda África (excepto Egipto). Es autónoma y operativa desde septiembre del 2008. Su actual sede está en Alemania, porque ningún Estado Africano aceptó acoger la sede de ese nuevo comando, también opera desde Italia. El AFRICOM está enlazado alrededor de la base estadounidense de Yibuti, (pequeño país situado en el denominado Cuerno Africano, con presencia de tropas israelíes). Uno de sus objetivos es controlar el Golfo de Guinea. Todo esto es reflejo de la lucha económica contra China para cortarle los la explotación y suministro de petróleo de Sudán. Se especula que una de las razones de la invasión de la OTAN a Libia en 2011 garantizará en el futuro la instalación de la principal base del AFRICOM. Las potencias europeas, como Francia están perdiendo el control de sus ex colonias y de su influencia en todo el continente en favor de los EEUU, los franceses no tienen otra opción, a pesar de sus contingentes de la OTAN, que reducir su presencia militar o, mantenerse junto a otros estados de la Unión Europea (EU) bajo mando de la OTAN y, quien nada en la OTAN son los Estados Unidos. Franceses y europeos solamente contribuirán para las “operaciones de paz” junto a los países de la Unión Africana.
Los recursos naturales por
desarrollar en África son mucho más amplios. África en sí, está bajo la
hegemonía estadounidense. Las reglas del juego en África no se parecen en nada
a ninguna otra parte del mundo. El arte
del soborno es la forma de vida en el continente negro y, en este sentido, no
hay nadie mejor en aprovecharse de los sentimientos avariciosos que los Estados
Unidos lo juegan mejor que nadie. La guerra para apoderarse de las reservas
de los recursos energéticos comenzó no hace mucho tiempo. Hay sangre en el
agua, y sangre en el agua augura una batalla campal. El resto del mundo esta
absolutamente de acuerdo, si miramos de cerca sus posturas y la actitud.
Conflictos bélicos en Ruanda, Sierra
Leona, Sudán, Sudán del Sur, Gabón, Nigeria, Etiopía, Eritrea, Somalia, Uganda,
Burundi, Malí, Congo, Republica Democrática de Congo, Mauritania, Angola,
Guinea Ecuatoriana, Liberia, San Tome & Príncipe, Chad, Zimbabwe. El Congreso
estadounidense destina millones de dólares en asistencia militar a gobiernos africanos,
por ejemplo, a Chad (ex colonia francesa). ¿Por qué Chad? Porque el ejército de
Chad está luchando contra Sudán. Sudán tiene petróleo, muchísimo petróleo,
además de otros recursos naturales (por esa razón se le ha seccionado y se pretende
hacerlo más).
¿Cuánto tiempo antes que estallen los conflictos? Primero entre
los “amigos” de las potencias occidentales y después directamente entre las
potencias nucleares, con los estadounidenses contra los chinos en Sudán y
contra los franceses en Ruanda y Chad. El
telón de fondo sigue siendo una supuesta crisis energética y la escasez de
alimentación. No quisiéramos pensar que pasaría si alguna de las potencias
empieza a perder y se decante por la solución fácil –armas nucleares-.
Para entender lo que esta pasando en África, tenemos que entender que tanto
los Estados Unidos como China, Francia, Israel, Rusia, Inglaterra están hasta
las cejas metidos en operaciones secretas y sucias en África
Occidental, Sudán, Ruanda, Congo, Burundi, Angola, Chad, Etiopía, Somalia y
Eritrea. En una anterior entrega superpusimos los mapas de los conflictos
bélicos en África contra los mapas estratégicos de los recursos energéticos del
continente, encajan perfectamente. Alguien piensa que eso sigue siendo una coincidencia?
John Bellamy Foster escribió un
reporte para GlobalResearch afirmaba
que “hay pocas dudas que los temas
candentes tienen poco que ver con los países africanos, su estado de bienestar
o su enfermiza población y todo que ver con el petróleo y la presencia cada
vez más amenazante para los intereses de los EEUU de la China en el continente
Africano” .
Wall Street, en uno de sus artículos de opinión hablaba de “África ha llegado a ser el campo
geoestratégico de batalle más importante del momento”.
La postura pragmática de China tiene
mucho que ver con que las potencias occidentales como Francia y los EEUU, está
tomando la política sobre África en serio. Para
China, África se ha convertido en el socio más fructífero, aumentando la
influencia del gigante asiático en la región a costa de los intereses
americanos. El negocio de la China con el continente Africano triplicó en la
primera década del siglo XXI a más de 37 mil millones de dólares, entre ellos
importantes acuerdos energéticos con Sudán. Además, los chinos están actuando
de forma mucho más pro-activa que los americanos. Por ejemplo, la elite africana
está estudiando en las universidades y escuelas militares chinas de forma
gratuita. ¿Alguien piensa que los chinos lo están haciendo porque les gustaría
rebajar el nivel de analfabetismo en el continente? Me temo que no. Como ya
hemos visto, no todo es color de rosa para los chinos, también han recibido
duros reveses en esa guerra económica en el África por parte de los Estados
Unidos.
El CFR es el auténtico
gobierno en la sombra de los Estados Unidos, en su informe blanco “Más que Humanitarismo”, (Informe No.56)
se centra en la amenaza de China: “China ha alterado el contexto
estratégico en África. A lo largo y ancho del continente, China esta adquiriendo
control de los recursos naturales, ganando los contratos de infraestructura a
las empresas occidentales además de ofrecer los prestamos a un tipo de interés
inferior”. El CFR denominó este
informe uno de los “informes blancos” más importantes de su historia.
China importaba más de un cuarto de su petróleo de África,
sobre todo de Angola, Sudán y Congo. China era el socio e inversor más
importante de Sudán, Sudán ahora
está desbastada en una larga guerra secesionista. China ofrecía los incentivos
económicos a Nigeria, el país más
corrupto del mundo, además de venderles aviones de combate, entonces surgió
Boko Haram, la milicia yihadista que siembra terror en nombre de… los Estados
Unidos. Angola se convirtió en el principal proveedor africano de petróleo
a China desde 2016, superando incluso a Arabia Saudí, préstamos
multimillonarios chinos a Angola a tipo de interés mucho más bajos que los del
FMI y el Banco Mundial podría significar una nueva crisis en el ahora estable
estado angoleño.
En el citado informe del CFR (Informe No.56) las iniciativas pro-activas de China supone una verdadera amenaza a los intereses occidentales para controlar África. “Las reglas del juego han cambiado, con China buscando no solamente hacerse con el control de los recursos, sino también controlar la producción de los recursos y su distribución, posicionándose para el día de escasez energética”.
Claramente, África sub-sahariana y sobre todo África Occidental son vitales
para el Imperio. África Occidental esta compuesta principalmente por las
ex colonias francesas. Los Estados
Unidos entiende que para hacerse con los recursos estratégicos del
continente, la influencia de Francia en
África tiene que desaparecer. Francia también esta muy conciente del plan y
de las intenciones americanas. Aunque los dos países son socios estratégicos en
muchas aventuras políticas, África y sus recursos energéticos son vitales para sus
intereses de supervivencia.
Aunque para los no iniciados lo que
estoy a punto de decir puede parecer una barbaridad, es un hecho innegable
que los Estados Unidos y Francia están en una situación de guerra en el sub-continente
africano. Ruanda, por ejemplo, es solamente un ejemplo de ese conflicto
entre las super potencias. En las palabras de un oficial del departamento del
Estado americano: Los intereses estadounidenses en África son monotemáticos y
se deletrean: PETRÓLEO. El mundo
claramente ha entrado en la recta final del juego energético.
Para terminar, con el mundo
enfrentándose por el control energético (no solo petróleo, sino gas y otros
minerales), las superpotencias están gastando todos los recursos necesarios
para hacerse con la última gota de la energía de cualquier rincón del planeta.
África, se ha convertido por proceso de eliminación, en la última frontera de
este empuje mundial de la civilización. No hay que esperar mucho tiempo para
que los conflictos locales se conviertan en regionales, nacionales y
continentales con los EEUU, Rusia, China, Francia e Inglaterra jugando el papel
principal. La sangre está en el agua y eso, en el mundo de las superpotencias
seguramente nos llevará a una guerra total.
Es solamente cuestión del tiempo, poco, muy poco tiempo.
Mapa actualizado a octubre 2017. la presencia de tropas norteamricanas en África.
FUENTES de consulta:
Daniel Estulin:
La Apocalipsis africana (19 marzo 2007)
África, el microcosmos final (13 junio 2007)
F. William Engdahl: