Foto: Salisbury Journal. Policía británica en busca de rastros del envenenamiento del ex espia ruso Sergei Skripal.
Vuelve a la palestra los misteriosos casos de ex espías rusos, aparentemente intoxicados o expuestos a sustancias desconocidas o radioactivas. En estos días conocemos la noticia de Sergei Skripal, ex oficial del Departamento General de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de Rusia (GRU, por sus siglas en ruso), envenenado, según Londres, con un agente nervioso, aunque todavía no identifican la sustancia usada.
El paralelismo con el caso del conocido ex espia Alexander Litvinenko, muerto en Londres en 2006, con polonio 210, sin duda desatará un fuerte debate en los medios de inteligencia y de espionaje a nivel mundial, pero sobre todo en la prensa atlantista y antirusa. ¿Son realmente los rusos los malos de la película? Parece ser que su capacidad de eliminar ex espías en suelo británico es relativamente fácil. ¿Qué tan ciertas son esas historias?
El caso de Sergei Skripal recién empieza, las autoridades "antiterroristas" británicas no han detallado cual es el agente nerviso al que ha sido expuesto, por lo que atreverse a culpar a los rusos directamente todavía no sería posible, por lógica; mas, la prensa sensacionalista y ciertos órganos interesados ya tienen al culpable: el gobierno ruso de Putin, evidentemente.
Skripal fue un agente doble, pero no lo era por ideales sino por dinero, delató a otros espías rusos en la Gran Bretaña y otros países europeos, a cambio de metálico, estuvo purgando prisión en Moscú desde 2006, en 2010 recibió el perdón del presidente ruso y canjeado en un intercambio de espías entre Rusia y EEUU en Viena, luego se refugió en Reino Unido.
¿Ajuste de cuentas? Quizá. La prensa occidental suele aprovechar este tipo de casos -que son practicados por igual contra rusos y ciudadanos de otros estados-. Este tipo de actividades son más frecuentes de lo que uno puede imaginar, como si de una película de espías de Hollywood se tratara; infundir miedo, temor en la población es una forma de agudizar la "rusofobia" vigente en estos días a través de los medios de difusión.
Desde décadas pasadas, aún en tiempos de la URSS, nos hablaban de vengativos agentes del KGB eliminando traidores con un disparo en la cabeza o usando sofisticados venenos, acciones que al parecer han sido heredadas por los actuales sucesores del KGB, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso) y otras agencias. Esa "guerra" secreta también es denunciada por los organismos de seguridad rusos, las acusaciones de espionaje contra agentes diplomáticos extranjeros, en realidad espías de la CIA, en gran porcentaje, o británicos, principalmente, no son nada raras, simplemente muchos casos se manejan con el sigilo de las relaciones diplomáticas.
Lo que también es cierto es que no son solo ex agentes rusos los "envenenados" por sus ex colegas, el otro "bando" también elimina misteriosamente a traidores y espías. Cuan cierto es lo que nos cuenta la prensa es otro cantar.
La verdad es que en el mundo del espionaje -parafraseando a un conocido- todo es humo y espejos. Lo que llegamos a conocer a través de los medios es exactamente una cortina de humo, la versión "rosa" para el público sediento de aventuras, que probablemente se plasmará en alguna superproducción de Hollywood o en un betseller superventas.
La realidad es siempre otra, el espionaje existe y es cruel, norteamericanos, rusos, franceses, británicos, alemanes, chinos, israelíes, iraníes, y un largo etc. juegan de esa forma. No se trata solo de proteger la seguridad nacional, el espionaje se concentra en gran medida en el "espionaje industrial", en el robo de tecnologías de última generación, no solo militar sino de la gran industria comercial que puede determinar quien es la potencia económica-industrial más desarrollada del mundo.
La siguiente historia es muy famosa, el asesinato del antiguo agente del KGB, Alexander Litvinenko, con polonio 210. No solo es la más difundida, también es la más sensacionalista, la teoría del crimen llega a concluir que Vladimir Putin es un "asesino nuclear".
Todos conocemos los detalles, cientos de artículos de prensa, reportajes y documentales de televisión no cesan de insistir en la muerte e implicación directa de las principales autoridades rusas, a veces, con el perdón del sufrimiento de las familias implicadas, se ha convertido en un show mediático: el típico ruso "malo" contra el decente y "buen" estadounidense y sus amigos europeos.
Resumen del caso Litvinenko.
(Solamente advertir que es un breve bosquejo, la web está inundada con todo tipo de hipótesis y existen resoluciones judiciales, por lo que redundar en detalles sobra).
La versión oficial
LONDRES, 1 de noviembre del 2006, a eso de las 17h00, Alexander Litvinenko, ex espía ruso que trabajaba para los servicios secretos británicos MI5 y MI6 en asuntos relacionados con el gobierno ruso (también se ha informado que prestó servicios al CNI español), se encontraba en un bar del "Millennium Hotel", pero no estaba solo, junto a él dos ex agentes del KGB (Andrei Lugovoi y Dimitri Kovtun). Se presume que hablaban asuntos confidenciales (tampoco era la primera reunión que mantenían), todos pidieron la misma bebida (té verde), Litvinenko fue al baño, regresó y siguieron la charla, pero el hombre que se fue al baño no sabía que en su té verde los otros agentes habrían rociado un isótopo de alta radioactividad, Polonio 210.
En su estancia en Gran Bretaña, Litvinenko fue colaborador de un grupo pro-separatista checheno "Chechenpress", publicó dos libros: "Detonando Rusia: El terrorismo interno" y "El grupo criminal Lubyanka". Acusó a los servicios secretos rusos de organizar atentados en Rusia con el fin de acusar a los separatistas chechenos.
También se ha informado que previa la reunión con los rusos, Litvinenko había almorzado con un italiano y supuesto experto nuclear, Mario Scaramella, se dice que Litvinenko le habría revelado al italiano las conexiones entre el KGB y el primer ministro italiano, Romano Prodi; en contrapartida por esos datos, Scaramella le proporcionaría información sobre la muerte de Anna Politkovskaya (periodista rusa asesinada en octubre del 2006 en Moscú) quien había revelado casos de corrupción en el Kremlin y otras actividades del crimen organizado.
Aquí entra en escena el célebre Boris Berezovsky, amigo de Litvinenko, los dos duros críticos del presidente Vladimir Putin, habrían fotocopiado los documentos (proporcionados por Scaramella) en la oficina del multimillonario Berezovsky. Se dice, que luego de haberse reunido con los rusos, Litvinenko se fue a casa, tuvo mareos y náuseas, según él se debería al cansancio, en casa saludo con un beso en la mejilla a Marina, su cónyuge, a partir de allí la salud de Alexander se deterioró rápidamente.
Al parecer Litvinenko estuvo en casa enfermo varios días después del 1de noviembre, sus síntomas diarrea y vómito, al empeorar fue trasladado al 'University College Hospital' de Londres donde siguió en malas condiciones e inconsciente varios días. Litvinenko fue fotografiado postrado en la cama, la foto fue enviada a la prensa británica con un mensaje: “Quiero que el mundo vea lo que me hicieron”. En la noche del 22 de noviembre, Litvinenko falleció al sufrir un paro cardíaco. Murió 21 días después de ingerir el té (si esa fue la fuente de envenenamiento) a los 43 años de edad.
Según los peritajes realizados tras el deceso, se dice que:
- Los forenses descubrieron rastros del polonio en diferentes lugares a más del bar del Hotel Millenium, afirman haber encontrado restos del isótopo radiactivo entre los días 25 de octubre y 3 de noviembre: en los asientos de British Airways BA875 y BA873 de Moscú a Heathrow (Londres), y en los vuelos BA872 y BA874 de Heathrow a Moscú. las pistas también condujeron a la estación de taxis Lambeth-Mercedes, al bar 'Hey Jo/Abracadabra' y al restaurante 'Dar Marrakesh'.
- A decir de científicos británicos del 'Establecimiento de Armas Atómicas del Reino Unido', éstos lograron, el 1 de diciembre, determinar la fuente del polonio 210, se afirma que proviene de una planta nuclear rusa, la fecha coincide con la autopsia de Litvinenko, misma que determina rastros de polonio 210 en el cuerpo.
Al poco tiempo del fallecimiento de Litvinenko, la Unidad Antiterrorista de Scotland Yard inicia una causa por asesinato (presunto envenenamiento con polonio 210), se ordena rastrear el isótopo en los lugares donde se conocía había estado Litvinenko y otras diligencias. Interpol y el FBI también se interesan en el caso a los pocos días.
El elemento radioactivo polonio 210 es extremadamente tóxico y altamente radiactivo. Es un elemento de procedencia natural, aunque solo se encuentra en los minerales de uranio natural. Se puede crear polonio en cantidades de miligramos mediante complejos procesos como los que se encuentran en los reactores nucleares.
El 25 de noviembre el semanario "Mail on Sunday" publica “Por qué creo que Putin me quería muerto”, atribuido a la autoría de Alexander Litvinenko, allí se dice que:
El 25 de noviembre el semanario "Mail on Sunday" publica “Por qué creo que Putin me quería muerto”, atribuido a la autoría de Alexander Litvinenko, allí se dice que:
“Este es el momento para decir una o dos cosas a la persona responsable de mi condición actual. Puede que hayas logrado silenciarme, pero ese silencio viene con un precio. Has demostrado no tener respeto alguno por la vida, libertad o cualquier valor de civilizado. Has demostrado ser indigno de tu puesto, y de la confianza que tienen en ti hombres y mujeres civilizados. Puede que hayas logrado silenciar a un hombre, pero el grito de protesta en todo el mundo seguirá reverberando en sus oídos, señor Putin, por el resto de su vida. Que Dios lo perdone por lo que ha hecho, no sólo por lo que me hizo a mí, sino también a la querida Rusia y su pueblo”.
El 28 de mayo de 2007, el Ministerio de Exterior británico presenta una formal petición de extradición al gobierno de Rusia en contra de Andrei Lugovoi al Reino Unido, acusado de estar implicado en la muerte de Litvinenko, petición que fuera rechazada conforme la ley rusa.
Desde allí la trama va en uno y otro sentido.
Se argumenta como razón principal que el gobierno ruso está implicado en el crimen porque Litvinenko conocía secretos de Estado y que los servicios de inteligencia rusos actuaron para eliminarlo, conforme a la nueva Ley Antiterrorista Rusa que faculta al presidente ordenar tales medidas. Otras fuentes señalan que el ex agente conocía las actividades delictivas de varios accionistas de la petrolera Yukos, que incluso la fiscalía rusa habría ordenado varios asesinatos, que parlamentarios de la Duma habrían afirmado que Litvinenko se merecía la pena de muerte, que Rusia no perdona a los traidores, surgieron muchos "desertores" rusos o ex soviéticos que afirmaban que Lugovoi era un agente del KGB y que el mismísimo Putin le dio instrucciones para eliminar a Litvinenko, a cualquier costa, etc.
El caso se prolongó varios años, la Corte Suprema, el 31 de julio de 2015, oficialmente se pronuncia, Litvinenko fue envenenado. Las evidencias dicen haber sido descubiertas en la habitación 382 del Millennium Hotel, allí estaba alojado Kovtun, se dice que los especialistas encontraron en una tubería de desagüe una serie de depósitos mezclados con polonio 210 (se argumenta que se arrojó el líquido en el lavabo); que Litvinenko murió luego de haber bebido té verde de un recipiente (tetera) contaminado con polonio 210 y que quienes lo hicieron fueron Lugovoi y Kovtun en el bar del Millennium Hotel. Con el tiempo Lugovoi fue elegido para el Parlamento ruso.
El caso se volvió tan político que el principal acusado siempre ha sido Vladimir Putin, de quien se dice autorizó personalmente el uso de polonio 210, sin cuyo consentimiento no era posible su utilización. Naturalmente que todas estas aseveraciones tienen origen en Inglaterra, en la familia de Litvinenko, sus abogados y de otros intereses muy obscuros. Ya hemos indicado que Litvinenko denunciaba a Putin y al Kremlin por tener supuestos vínculos con el crimen organizado.
Curiosamente, uno de los mayores detractores en el caso Litvinenko era 'Wikileaks', que hablaba de filtraciones que aseguraban el establecimiento de un sistema de impuestos paralelos para beneficiar a altos cargos del gobierno de Putin, mandos de la policía, del FSB, a la mafia rusa, siendo Putin el jefe mafioso en la sombra. Putin comentó sobre Wikileaks "no esperaba tanta arrogancia, grosería y falta de ética".
Antes de dar el punto de vista de los "malos", es decir, los rusos, veamos algunos cortos datos de interés a tener en cuenta:
- Mario Scaramella, es abogado, trabajó como asesor de seguridad y se auto proclamó experto nuclear académico, sin duda labora para agencias de inteligencia, fue investigado por las fiscalías de Roma, Nápoles y Bolonia, entre otras cosas, por calumnia, también se lo relacionó con el tráfico de armas, conspiración, tráfico de materiales radioactivos y divulgación de secretos de estado. A decir del investigador Daniel Estulin, Scaramella fue un pobre peón, una mano de obra barata para una red de inteligencia internacional.
"Mientras trabajaba para la Comisión de Investigación del Dossier de Inteligencia y Mitrokhin en el Parlamento italiano, Scaramella afirmó que un ex oficial de la KGB ucraniano que vivía en Nápoles, Alexander Talik, conspiró con otros tres oficiales ucranianos para asesinar al senador Guzzanti. Los ucranianos fueron arrestados y se confiscaron armas especiales, incluidas granadas, pero Talik afirmó que Scaramella había utilizado información de inteligencia para sobreestimar la historia del intento de asesinato, lo que le provocó la acusación de calumnia. Talik también afirmó que las granadas propulsadas por cohetes que se le enviaron en Italia habían sido enviadas por el propio Scaramella como agente encubierto" (Scaramella questioned in Rome over arms trafficking allegations, The Independent, Peter Popham).
- Las autoridades rusas, italianas, alemanas y británicas abrieron una nueva línea de investigación sobre el asesinato del antiguo agente del KGB Alexander Litvinenko. Existen pruebas convincentes de que las Mafias ruso-israelí, chechena, y de la Camorra se han infiltrado en los niveles superiores de la 'Agencia de Protección de Medio Ambiente' (EPA por sus siglas en inglés). Si este es el caso, las ramificaciones de la penetración por parte del crimen organizado en la agencia reguladora medioambiental son extremadamente graves –los reguladores, de estar comprometidos, están en una posición idónea para facilitar los envíos de materiales radiactivos superfluos al mundo entero, afirma Daniel Estulin.
- Otra cuestión que no ha sido aclarada del todo es ¿qué hacía Litvinenko en las oficinas de Erinys?. La relación poco desvelada con Erinys Internacional, una empresa de seguridad, en la que también se han encontrado restos de polonio 210, la empresa fue fundada por un antiguo funcionario del régimen de apartheid sudafricano. El portavoz de Erinys confirmó que Litvinenko visitó la oficina de la empresa pero rehusó proporcionar cualquier detalle adicional.
- Litvinenko y la nueva pista polaca. La cantidad de polonio 210 hallada en el cuerpo del ex espía ruso Alexander Litvinenko podría haberle matado 100 veces más, según publicó el diario británico 'The Guardian'. El mismo periódico revela que adquirir esa dosis cuesta 20 millones de libras, unos 30 millones de euros. La sugerencia e insinuación es muy llamativa. Solo gobiernos con bolsillos llenos de dinero pueden ser capaces de gastar tanto en quitar alguien del medio. La insinuación, según la lógica de 'The Guardian' es que Putin y los suyos deben de estar implicados en el asesinato.
- ¿Está Polonia detrás del asesinato de Litvinenko?. Aunque la mayoría de los medios de comunicación mundial centraron su enfoque en las pruebas "misteriosas" que colocan la muerte de Litvinenko en las puertas del Kremlin, fuentes bien informadas en el mundo de espías estaban cada vez más convencidas de que la clave al episodio entero podría ser Polonia.
Esta última versión, manejada en círculos de inteligencia de diferentes agencias europeas, y divulgada por el investigador Daniel Estulin, señala que una de las claves del crimen está en Polonia. Afirma que fue una represalia porque Alexander Litvinenko era un agente doble ruso-israelí que entregó información confidencial de la petrolera 'Yukos' a un magnate israelí de origen ruso exiliado en Israel. El uso de polonio-210 se estima un indicio que apunta a esa posibilidad, ese isótopo radioactivo fue descubierto por Madam Curie, se denominó polonio 210 en honor a su patria natal, Polonia.
Se preguntarán, ¿que tiene que ver Polonia en el asunto?, ¿solo el nombre del polonio 210?. Veamos: Putin al asumir el poder en Rusia decidió cortar todo vínculo con las nacientes élites y oligarcas rusos que hicieron fortuna saqueando las riquezas financieras y naturales de Rusia. Putin puso punto final al intento de los oligarcas Khodorkovski, Berezovski, Nevzlin, entre otros, de controlar toda la riqueza natural del país. El petróleo fue otra área disputada, los oligarcas querían apoderarse del buque insignia de la empresa estatal 'Yukos Oil', tenían planes para construir un gaseoducto ruso-alemán pasando por Polonia. Pero Polonia no estaba en la jugada, en esos momentos las últimas elecciones en Polonia determinaron que los neoconservadores se hicieran con el poder y el nuevo gobierno polaco desestimo los intentos de los oligarcas rusos, ahora opuestos a Putin, los polacos afianzaron estrechos nexos con el gobierno de Bush.
Según Daniel Estulin, la Polonia de esos días, se convirtió en una base de operaciones de los gánsters exiliados y de los oligarcas ruso-israelíes anti-Putin. En ese entonces, el Ministro de Defensa, Radek Sikorski, era miembro de 'American Enterprise Institute' y estaba casado con una concurrente crítica de Putin, Ana Applebaum, miembro del consejo editorial del 'Washington Post' e importante ideóloga del neoconservadorismo americano.
En la segunda parte de este reportaje conoceremos la versión de los "malos".
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