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13 julio 2023

John McCoy el libertador de los asesinos de despacho nazis


Imágenes combinadas de John McCoy y los procesos de Nuremberg (la portada de la revista Time corresponde a la edición del 20 de junio de 1949)

 

Este blog mantiene una etiqueta especial denominada "asesinos de despacho" referente a los criminales de guerra nazis. Para un buen entendedor, se refiere a aquellos altos burócratas uniformados que planificaron tanto la guerra deseada por Hitler, así como su conocida política genocida. También pueden encasillarse en esta categoría a los financieros e industriales que gustosos aceptaron la doctrina del nazismo con el propósito de enriquecerse aún más a costa del sacrificio de millones de seres humanos.  


Señalamos en anteriores reportajes que esto es una escalofriante realidad, un verdadero escándalo. Los asesinos de despacho nazis sobrevivieron en su gran mayoría a la guerra, hemos hablado de varios en otras entradas. Cierto es que algunos de ellos tuvieron que comparecer a juicio por ser autores de la normativa que permitió los crímenes contra la humanidad; otros, que en su tiempo se cobijaron bajo el manto de la impunidad e inmunidad al enrolarse en el exclusivo círculo de grandes banqueros e industriales, con fuerte influencia política, como excepción, comparecieron ante un tribunal por ser autores, cómplices y encubridores del expolio de Europa y por crímenes contra la humanidad.

Albert Speer y cientos más como él son ejemplos de verdaderos criminales de despacho que fueron encarcelados y sobrevivieron a la Alemania nazi para gozar de un futuro próspero en la posguerra. La mayoría ni siquiera compareció ante un Tribunal para ser juzgados por sus actividades francamente criminales.



Recapitulando, es cierto que los tribunales aliados juzgaron diversos casos (aparte del principal Proceso Internacional de Nuremberg) de la élite nazi que administraba la economía, incluso la explotación en los campos de concentración. Aquellos que si comparecieron ante la justicia estuvieron abiertamente vinculados al programa nazi, vestían uniforme de las SS y eran notoriamente públicos como para intentar evadir sus responsabilidades, impidiendo su protección. 

 

Sin embargo, existió una élite de criminales civiles de traje y corbata, que ostentaban títulos "Honoríficos" como Generales de las SS y nunca fueron juzgados, algunos negociaron con las fuerzas estadounidenses. Eran banqueros, industriales, aristócratas y políticos que en la posguerra llegaron a ostentar cargos ejecutivos dentro de la República Federal de Alemania y Austria

El historiador, el investigador y hasta el aficionado a la segunda guerra mundial conoce los procesos de Nuremberg contra los criminales nazis. Los Aliados oficialmente declararon el 5 de junio de 1945 el control del gobierno de Alemania (Declaración de Berlín), asumieron la soberanía y suprema autoridad sobre el territorio alemán, en nombre del denominado Consejo de Control Aliado, en vista de la inexistencia de un gobierno central o autoridad alemana que asumiera las funciones de conformidad con las exigencias de las potencias vencedores. Entre las responsabilidades del Consejo de Control Aliado estaba hacer cumplir el 'Acuerdo de Londres': juzgar a los criminales de guerra nazis. 

Conocido es que se celebraron juicios contra los principales médicos que dirigieron programas de esterilización forzosa y masiva, asesinato de enfermos en hospitales psiquiátricos, experimentos letales en prisioneros de guerra, civiles, pacientes, etc. Los procesos contra los jueces y abogados de la élite nazi que establecieron el aparato jurídico represivo, las leyes de higiene racial, decretos contra la población judía, los tribunales sumarios para ajusticiar a los opositores al régimen, etc. El juicio contra los Ministros de Estado del régimen nazi, también llamado 'Juicio de la Wilhelmstrasse', llevó al banquillo a Ministros y Secretarios de Estado que asumieron una responsabilidad directa en diversos crímenes. 




Prominentes nazis de despacho como Edmund Veesenmayer, Emil Johann Puhl, Ernst von Wizacker, Ernst Wilhelm Bohle, Ernst Wormann, Gottlob Berger, Gustav Adolf von Steengracht, Hans Heinrich Lammers, Hans Kehrl, Karl Rasche, Karl Ritter, Lutz Graf Schwerin von Krosigk, Otto Dietrich, Otto Meissner (absuelto), Paul Korner, Paul Pleiger, Richard Walther Darré, Walter Schellenberg, Wilhelm Keppler, Wilhelm Stuckart, tuvieron que afrontar los cargos de acusación

Lo curioso de estos ministros y secretarios de estado es que, pese a su declaración de culpabilidad por crímenes de guerra y contra la humanidad, en su mayoría recibieron ridículas penas de prisión, cuyas condenas fueron conmutadas, todos salieron libres entre 1950 y 1951.

Panorámica de la sala de audiencias del Tribunal Penal Internacional de Nuremberg para juzgar a los principales líderes del Tercer Reich.


Tenemos los juicios contra los industriales de la IG Farben, el juicio contra Friedrich Flick (industrial alemán), el juicio Krupp (dirigentes del grupo industrial) acusados de la preparación de la guerra, utilización y usufructo de mano de obra esclava y crímenes contra la humanidad. Aquí volvió a verse la mano negra

Pese a la gravedad de los cargos Flick apenas recibió una sentencia de siete años, fue puesto en libertad luego de tres. El juicio Krupp se celebró contra Alfred Krupp, sucesor de Gustav Krupp y la cúpula directiva, fueron en su mayoría encontrados culpables, Krupp fue sentenciado a 12 años y se ordenó el embargo de todos sus bienes, no obstante, en 1951 la empresa se devolvió a la familia Krupp. 

Y, que podemos decir de la IG Farben, la famosa empresa química y farmacéutica alemana. Las industrias IG Farben, en realidad eran un conglomerado de varias empresas: Agfa, Cassella, BASF, BAYER, Farbwwerke Hoechst (hoy Sanofi-Aventis), Chemische Werk Huls, Chemische Fabriek Kalle. 

La acusación contra IG Farben es la más terrible que haya tenido que afrontar un grupo empresarial en la historia. Entre los cargos: Ocupación y apropiación de las industrias químicas y farmacéuticas de los países invadidos y ocupados por Alemania; instalación de áreas industriales cercanas o adjuntas a los campos de concentración y/o exterminio (compra, alquiler de prisioneros como mano de obra esclava y experimentación farmacológica). Entre los principales directivos de IG Farben que comparecieron a juicio constan: August von Knierim, Carl Krauch, Carl Lautenschlager, Christian Schneider, Erich von der Heyde, Ernst Burgin, Friedrich Jahne, Fritz Gajewski, Fritz Ter Meer, Georg von Scnitzler, Hans Kugler, Hans Kuhne, Heinrich Butefisch, Heinrich Gattineau, Heinrich Horlein, Heinrich Oster, Hermann Schmitz, Karl Wurster, Max Bruggemann, Max Ilgner, Otto Ambros, Paul Hafliger, Walter Durrfeld, Wilhelm Rudolf Mann. Salvo excepcionales casos, todos fueron absueltos y quienes recibieron sentencia la festejaron con penas de 1.5, 2 y 4 años, como curiosidad la máxima sentencia fue de 8 años. 


Izq. Alfred Krupp como acusado en los Juicios de Nuremberg. Derecha, Friedrich Flick escucha su sentencia en Nuremberg.


Aquellos que tienen cierta inclinación por la historia de la segunda guerra mundial casi nunca suelen reflexionar sobre el trasfondo económico como una verdadera causa que originó el conflicto

Quién dude sobre la protección extranjera a la industria nazi... perdón, alemana, durante la segunda guerra mundial debe empezar a entender que en el caso de IG Farben, el Tribunal, a pesar de toda la evidencia y hechos probados (esclavitud, experimentación con humanos, torturas, asesinato de prisioneros), impuso ridículas penas a los pocos condenados, comparados con otros juicios en que personas con los mismos cargos fueron sentenciados a la pena capital. 

Los directivos de IG Farben en la posguerra (incluidos los sentenciados) continuaron su carrera en la empresa, fueron condecorados y compensados por su trabajo.


Obergruppenfuhrer-SS Oswald Pohl, comparece ante el Tribunal que lo juzgó junto a sus subalternos de la Oficina Central de Economía y Administración de la SS (WVHA) por conspiración para cometer Crímenes de Guerra y Crímenes contra la Humanidad y pertenencia a una organización criminal.


Esta breve revisión de los asesinos de despacho, no puede olvidar un curioso caso, una de las pocas excepcionalidades que terminaron en la horca, Oswald Pohl, Obergruppenfuhrer de las SS, el ex marino (también de despacho) inicio su carrera en las SS como Jefe de la Administración Central de la SS, luego sería ascendido Director de la Oficina Central de Economía y Administración de la SS (WVHA), en esa posición (junto a Hans Kammler) controló todas las propiedades requisadas a los judíos que eran enviados a los campos de concentración y exterminio. Dirigió, además, las fábricas de las SS. Al terminar la guerra pasó a la clandestinidad hasta 1947, fecha en que fue capturado por tropas británicas. Fue condenado a muerte y su ejecución se llevó a cabo en 1951.

Existía una larga lista de nazis 'arrepentidos" que deseaban someterse a la "desnazificación", beneficiándose de una figura legal que eliminaba sus prontuarios delictivos. 

Recuerden, 1951 fue el año clave en que todos los criminales de despacho encarcelados empezaron a recobrar su libertad. El señor Flick (se convirtió en la persona más rica de Alemania Occidental durante la Guerra Fría y el mayor accionista de Daimler-Benz) y el heredero Alfred Krupp fueron liberados a los tres años de haber sido condenados, ellos se negaron a indemnizar a sus víctimas; y, aunque en teoría, eran "nazis arrepentidos" jamás demostraron su "arrepentimiento".

La posguerra exigía muchos retos y se necesitaba gente capacitada para la dirigencia de la industria. En 1951 se creó la CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero), sin duda, el primer ensayo de la actual Unión Europea. 

En Alemania, ¿dónde podía encontrarse ese tipo de gente "virtuosa"? La respuesta era obvia, en las cárceles!.

 

 II

John McCloy, el "Virrey de Alemania", altera la justicia internacional 


McCloy llega a Berlín para asistir a la Conferencia de Potsdam en 1945

 

John McCoy antes de la guerra era ya un prestigioso abogado en Wall Street de las siete grandes compañías petroleras, además era director de numerosas corporaciones. Un hombre que representaba el poder de la empresa y cumplía la tarea de ser el enlace de éstas con el gobierno de los Estados Unidos. También fue presidente del Chase Manhattan Bank de los Rockefeller y presidente del Banco Mundial, presidente del Consejo de Relaciones Exteriores. Toda una personificación del poder financiero-industrial. Por alguna razón nuestro personaje fue designado asesor presidencial de Roosvelt y Subsecretario de Guerra (abril de 1941 - noviembre de 1945); luego designado Alto Comisionado de los Estados Unidos para la Alemania ocupada desde septiembre de 1949 hasta agosto de 1952, concluida su misión de liberar a poderosos financieros e industriales nazis fue recompensado como nuevo presidente de la Fundación Ford (1954) que participó activamente como cobertura para muchos agentes de la CIA y la canalización de fondos para la lucha política contra la izquierda política u organizaciones pro comunistas. Finalmente ocupó altos cargos en el Congreso de los Estados Unidos, siendo de mencionar su participación en la Comisión Warren (investigar el asesinato de J.F. Kennedy). En fin, es reconocido como asesor de todos los presidentes de Estados Unidos desde Franklin D. Roosevelt hasta Ronald Reagan.

Desde 1951, el "perdón" a los asesinos de despacho nazis provino de manos del Alto Comisionado de los Estados Unidos para Alemania, John McCloy, quien impulsó una curiosa y particular forma de 'Justicia Aliada' mediante la cual industriales y banqueros nazis se beneficiaron de una amnistía general y al ser rehabilitados hasta se les restituyó sus bienes. 

No fue una decisión política, diría con posterioridad McCoy, "era una cuestión de mi conciencia".


McCloy desempeñando sus funciones como Subsecretario de Guerra de 1941 a 1945. Existen registros diarios de las actividades de McCloy durante la guerra, que se han denominado "Los diarios de la IIGM de McCloy" (sin que sean Diarios propiamente dichos)
 

Archivos desclasificados del FBI demostraron que John McCloy tenía su simpatía por los nazis cuando ejercía de Subsecretario de Guerra de Estados Unidos (Segunda Guerra Mundial). No suele mencionarse en biografías que McCloy fue un consejero legal, antes de la guerra, de varias corporaciones alemanas durante el nazismo, se destaca su trabajo para el gigante conglomerado químico IG Farben (fabricante del pesticida Zyklon B utilizado en los campos de exterminio nazis).
 
Un memorando oficial (enero 1953) del agente especial del FBI D.M. Ladd para el subdirector ofrecía ya sus relaciones con un socio alemán en territorio estadounidense sospechoso de sabotaje (por propia boca de McCoy). "Irónicamente, el memorando señala que el individuo en cuestión era de hecho un "conocido agente de espionaje alemán", sujeto a una investigación de contrainteligencia por parte de la Oficina".

Es muy relevante que McCoy, a mediados de octubre de 1940 (ya era subsecretario de guerra), informó al FBI que él está “personalmente familiarizado con muchos de los funcionarios del gobierno nazi, incluyendo Goering, con quien tiene una amistad más estrecha personal”. El informe detalla contactos descritos por McCoy con delegados de Goering en nombre del gobierno alemán. McCoy afirmó que se negó a colaborar con los nazis en esa ocasión, luego "compensaría con creces esa deslealtad como alto comisionado de Estados Unidos para Alemania".


John J McCloy, Alto Comisionado para Alemania, con el presidente de EE. UU. Harry Truman y el secretario de Estado Dean Acheson.


El buen McCloy no encontró mejor sitio para despachar que desde las oficinas centrales de su antiguo cliente, IG Farben (cuando sus directores, entre ellos miembros de las SS, fueron juzgados por crímenes de guerra). Para 1951, todos habían sido puestos en libertad. 

McCloy confesó sobre su mandato en Alemania: "Tenía los poderes de un dictador... pero creo que fui un dictador benevolente". El creó una figura jurídica denominada 'Comité de Clemencia sobre los Criminales de Guerra Nazis', por lo que solo gracias a él se concedieron indultos a criminales de guerra nazis, en otros casos se redujeron las sentencias de los jefes de los escuadrones de exterminio de las SS, y solo autorizó la ejecución de cinco de quince sentencias de muerte dictadas en los otros juicios de Nuremberg. 

Un caso recordado en Alemania es la liberación del Comandante de división de las SS, comandante de la SD en Estonia y jefe de la Gestapo en Verona, Martín Sandberger, responsable de la detención y asesinato de miles de judíos, comunistas, romaníes y enfermos mentales. Fue condenado a muerte, pero John J. McCloy lo indultó y luego lo liberaron en 1958. En otro caso, McCloy se negó a entregar a los franceses a Klaus Barbie a pesar que conocía los informes del Registro Central de Criminales de Guerra y Sospechosos de Seguridad, que señalaba que Barbie era buscado por "el asesinato de civiles y la tortura y asesinato de personal militar". También fue McCoy quien en 1950 designó a Reinhard Gehlen, antiguo jefe de inteligencia militar nazi en el Frente del Este, responsable de administrar las unidades guerrilleras colaboracionistas antisoviéticas y de ejecutar un brutal programa de interrogatorios para los prisioneros de guerra soviéticos, como asesor de Inteligencia del gobierno de Alemania Occidental.

Desde 1950, McCloy empezó a recibir solicitudes de personas de alto rango en el nuevo gobierno de Alemania Occidental para liberar a los nazis presos, sobre todo los industriales alemanes, Alfred Krupp y Friedrich Flick, condenados por crímenes de guerra en Nuremberg. (También fueron condenados y encarcelados nueve miembros de la junta directiva de Friedrich Krupp AG). En enero de 1951, McCloy anunció que Alfred Krupp y ocho miembros de su junta directiva condenados junto a él, serán indultados y sus propiedades valoradas en millones, y sus numerosas compañías restituidas. Misma medida para Friedrich Flick. McCloy también comenzó a perdonar a otros industriales alemanes que habían sido condenados en Nuremberg, como Fritz Ter Meersentenciado en 1948 a siete años de prisión por saqueo y esclavitud en Auschwitz, éste alto ejecutivo de IG Farben era Comisionado de Hitler para Armamento y Producción de Guerra para la industria química durante la guerra; fue liberado en 1950 y se convirtió en presidente de Bayer AG (anteriormente parte de IG Farben) en 1956. Tenemos el famoso caso político de Ernst von WeizsäckerSS-Brigadeführer (honorario), Secretario de Estado, Embajador ante la Santa Sede, Weizsäcker se declaró antinazi y partidario de la resistencia. Fue sentenciado a siete años por cooperar con la deportación de judíos franceses a Auschwitz, aunque fue liberado después de solo tres años y tres meses con la ayuda de John J. McCloy.

 Y así, una larga lista... 


McCloy (centro) en la Conferencia de Potsdam junto al general Patton


Telford Taylor, quien participó como miembro acusador de la fiscalía en el enjuiciamiento de los principales criminales de guerra nazis, escribió: "A sabiendas o no, el señor McCloy ha asestado un golpe a los principios del derecho internacional y los conceptos de humanidad por los que luchamos en la guerra". 

Otra curiosidad sobre McCoy, fue seleccionado como miembro de la Comisión Warren, él se encargó de insertar una cláusula de exclusión en el informe final del asesinato del presidente Kennedy para garantizar que cualquier posible evidencia de una conspiración estaría "fuera del alcance" de las fuerzas del orden de los EE. UU., La CIA y el FBI, y de la propia comisión". (según una investigación periodística, "El funcionario estadounidense pronazi que ayudó a dar forma a la Alemania de la posguerra").

Volvamos al poderoso círculo de ejecutivos con otros casos de asesinos de despacho (breves repasos).


       Adolf Hitler y elDr. Hjlmar Schacht


Un afamado financiero alemán, el Dr. Hjlmar Schacht, ostentó el rango de Ministro de Economía del régimen nazi entre 1934 y 1937 (continuó en funciones hasta 1943 como Ministro sin Cartera, fecha en que fue destituido). Tras la guerra fue detenido y juzgado en el principal proceso de Nuremberg. El genio de las finanzas nazis fue encontrado inocente de todos los cargos. Sin embargo, un tribunal alemán de 'desnazificación' lo volvió a juzgar, encontrándolo culpable fue sentenciado a ocho años de trabajos forzados, pena simbólica, en 1948 era un hombre totalmente libre, reincorporándose de inmediato a los negocios bancarios y dada sus capacidades en asuntos económicos ejerció el cargo de consejero financiero para los países en vías de desarrollo (!).

En el ámbito político hay casos espectaculares. Un simple ejemplo refrescará la memoria, Kurt Waldheim, el ex oficial austriaco de la Wehrmacht, convertido en Secretario General de las Naciones Unidas (1972-1981) y Presidente de Austria (1986-1992), siempre alegó haber sido reclutado obligatoriamente por la ley. Mintió descaradamente al afirmar que se licenció del servicio en 1941, sin embargo, su expediente militar decía otra cosa, como el hecho que se unió voluntariamente en 1938 a las SA (Secciones de Asalto nazis), que militó en la Liga Nacional de Estudiantes y en el Cuerpo de Jinetes Nacionalsocialistas. Waldheim declaró que su pasó por la milicia "era una actividad totalmente correcta y honesta". Ante las acusaciones de haber firmado como oficial, deportaciones y ejecuciones de judíos en plena guerra en Grecia y Yugoslavia, Waldheim alegó ser víctima de un complot de la comunidad judía, pero las pruebas estaban allí. El Congreso Mundial Judío presentó evidencia de la presencia de Waldheim 
en Kozara (Bosnia) en 1943, fechas en que la represión nazi torturó y eliminó a miles de civiles y partisanos yugoslavos. 

Que Waldheim se haya convertido en la posguerra en un famoso político, estadista e incluso máximo representante de las Naciones Unidas debería ser motivo para sospechar que tenía amigos (o padrinos) muy poderosos.


Kurt Waldheim (segundo a la izquierda) en Yugoslavia 1943, el oficial de la extrema derecha es Artur Phleps, Obergruppenfuhrer de las Waffen SS, Comandante de la Séptima División de Voluntarios de Montaña Prinz Eugen. La fotografía corresponde al aeródromo de Podgorica - Montenegro, el 22 de mayo de 1943, durante el 'Caso Black'. La división Prinz Eugen tenía como tarea la lucha antipartisana desatando grandes ofensivas en Bosnia y Montenegro en 1943 y 1944. Phleps fue acusado por las autoridades yugoslavas de crímenes de guerra por las atrocidades cometidas por la Séptima División de las SS en el área de Nikšić - Montenegro (Caso Black). Durante los juicios de Nuremberg (6 de agosto de 1946), se citaron los crímenes de los ocupantes y fuerzas colaboracionistas en Yugoslavia. 

Otro caso interesante es Hermann Abs, quien fuera el más grande banquero alemán de posguerra, presidente del Deutsche Bank, el banco comercial más grande de Alemania (presidente honorario hasta su muerte en 1994). Como miembro del directorio del banco a inicios de la segunda guerra mundial se integró a la Junta Asesora del Reichsbank de los nazis. Después de la guerra, como muchos otros hombres de cuello y corbata, fue internado por un breve periodoluego sería pieza clave en los esfuerzos de los Aliados para reconstruir la economía de la Alemania Occidental. Abs fue asesor de Konrad Adenauer, el primer canciller de posguerra y organizó la agencia que puso en marcha la ayuda del 'Plan Marshall'

Abs insistió en que ayudó a los judíos durante la guerra, al tomar el control del banco Mendelssohn bajo dirección del Deutsche Bank (en 1939). Sin embargo, los líderes judíos cuestionaron los esfuerzos de Abs en tiempos de guerra a nombre de los nazis. A mediados de 1980 el 'Centro Simon Wiesenthal' de Los Ángeles criticó al Papa Juan Pablo II por nombrar a Abs asesor del Banco del Vaticano.

A Hermann Josef Abs se debe la siguiente cita: 

“La continuidad económica de Alemania y del resto de países de la Europa de la posguerra es sorprendente. Algunas de los principales protagonistas de este milagro económico que derivó en la construcción de la Unión Europea eran antiguos miembros del partido nazi”.

 


Hermann Josef Abs, el banquero que sirvió a los nazis y ayudó a reconstruir Alemania Occidental. "Un Rey fiduciario" reza la leyenda de la foto. Lo que realmente se pensaba de él es otra cosa, David Rockefeller lo tildaría en 1960, en entrevista para la revista "Times", como "un egoísta y ruin vanidoso lleno de ambición, la clase de tipo del que no conviene fiarse especialmente". El predecesor de John McCoy, "Virrey" de la Alemania de posguerra, General Lucius Clay nombró a Abs para organizar el reparto de los fondos provenientes del Plan Marshall bajo nombre de Instituto de Crédito para la Reconstrucción y era, tras bastidores, el consejero financiero de Adenauer. 

De la CECA se pasó al "Tratado de Roma" (1957) de donde surgiría luego la "Comunidad Económica Europea"... y la Unión Europea. Todos hemos oído alguna vez de la conocida frase de posguerra: "el milagro económico alemán", fue cierto!, no solo fueron los préstamos del 'Plan Marshall', la nueva visión de Europa fue impulsada por el conglomerado industrial cuya prerrogativa era 
"la época de los políticos ha demostrado su fracaso, es tiempo de dar pasó a los industriales"

Mas, ese modelo fue edificado sobre el conocido programa nazi, es decir: crimen organizado al mejor estilo de la mafia, asesinatos masivos, explotación laboral, etc. Para evitarse los escándalos en la posguerra contra aquella banda de forajidos de despacho se crearon insignificantes 'Fondos de Compensación' para las víctimas, los poderosos industriales jamás aceptaron su responsabilidad legal.

Conclusión 


John McCoy sin duda era la cabeza visible del American Establishment de su época y con ese título fue alguna vez conocido (Director del Establishment Americano).


Hemos visto la extraña relación entre McCoy y las altas finanzas e industrias estadounidenses que solían coincidir con conglomerados alemanes de la era nazi dedicados a explotar recursos financieros a través de la guerra. 

Miles de nazis se salvaron de ser juzgados y recibir una condena, gracias a la paciente tarea de Jhon McCloy, quien influenció en los acuerdos para que esos individuos no fueran procesados por sus crímenes; y, sobre aquellos que si fueron enjuiciados, McCoy se encargó de que recibieran unas leves sentencias, simbólicas. 

Hay quienes afirman que también era una estrategia oficial impartida desde Washington en un esfuerzo para lograr amnistías que liberaran a los condenados; de igual forma pusieron todo tipo de trabas en las Naciones Unidas a varios países para que los criminales de guerra no sean extraditados. 

Otro Mc también empezaba a meter la mano en la justicia, un agitador de Wisconsin que fungía de senador de los Estados Unidos, Joseph McCarthy, defendió apasionadamente a los nazis por el juicio de crímenes de guerra de la tristemente "Masacre de Malmedy" (Bélgica). McCarthy no era todavía muy conocido y quizá ya tenía en mente la "cruzada" mundial anticomunista que lo convirtió en toda una celebridad, su nombre popularizó la era del "macartismo", sembrando el pánico anticomunista en la primera generación occidental de posguerra, precisamente con la famosa "caza de brujas del macartismo".

Todo ello vuelve a ser una mera "coincidencia" con otro tema planteado en este blog: El Sinarquismo. No es de extrañar que poco conocemos sobre el 'Movimiento Sinárquico de los Imperios' que financió y encumbró en el poder al fascismo europeo y a los nazis en particular. Esta poderosa alianza se compone, entre otros, con la oligarquía económica europea: industriales, banqueros, aristócratas e integrantes de sociedades secretas de corte masónico. En muchas ocasiones se los identifica con distintos nombres, su objetivo final sería establecer una dictadura sinarquista, una moderna y global versión del Imperio Romano, siendo la Unión Europea una de esas etapas. ¿Es posible que esta asociación siga reinando en Europa con otras caretas? 

Bien, para no extendernos más (y no cansar al lector), en los siguientes enlaces de este blog pueden continuar con interesantes casos de otros asesinos nazis de despacho:






Otras fuentes:

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