Breve prólogo a la temática
Los
lectores de este blog han venido revisando con interés una serie de artículos
investigativos sobre el KURDISTAN. Las cuatro anteriores entregas no han dejado
de ser polémicas y hasta he recibido críticas de aquellos que creen que los
kurdos son monolíticos en sus aspiraciones políticas y territoriales, lo cual
ratifico es una falsa premisa, éstos ni siquiera guardan identidad idiomática,
religiosa e ideológica de una región a
otra.
En ese
sentido, más de una persona tiene ahora una terrible sensación. Alguien miente
descaradamente, y pongo las manos al fuego que esta indagación no recurre al
fraude. Hemos auscultado las mejores fuentes y rechazado los comentarios de la
prensa comercial desinformativa. En base a estudios de analistas de fama
internacional no parcializados, hemos aseverado, no como una hipótesis, sino
como una realidad latente que el Gran Kurdistán es un proyecto irrealizable.
Se ha demostrado que los kurdos no están unidos, son más las diferencias que los separan, que las potencias occidentales y hasta Israel han tomado por asalto la región autónoma kurda iraquí. Hemos comprobado que los peshmergas kurdos iraquíes rara vez combaten al Estado Islámico y otras milicias yihadistas; y, si lo hacen es para defender exclusivamente las zonas donde ejercen control y no para defender a la República de Irak. Es un hecho innegable que los peshmergas de Barzani fueron aliados del Estado Islámico en el asalto de los territorios iraquíes con el propósito de fragmentar el estado y crear otros; así como se han unido para robar el petróleo iraquí usando los dos socios el mismo oleoducto para transportarlo vía Turquía. También hemos reiterado que los peshmergas se niegan a devolver al control estatal importantes enclaves petroleros como la ciudad de Kirkuk (mayoritariamente de población árabe iraquí), etc, etc. Todo esto y muchos más detalles podrán volver a ser repasados en los enlaces colocados al final de esta nota de introducción.
Se ha demostrado que los kurdos no están unidos, son más las diferencias que los separan, que las potencias occidentales y hasta Israel han tomado por asalto la región autónoma kurda iraquí. Hemos comprobado que los peshmergas kurdos iraquíes rara vez combaten al Estado Islámico y otras milicias yihadistas; y, si lo hacen es para defender exclusivamente las zonas donde ejercen control y no para defender a la República de Irak. Es un hecho innegable que los peshmergas de Barzani fueron aliados del Estado Islámico en el asalto de los territorios iraquíes con el propósito de fragmentar el estado y crear otros; así como se han unido para robar el petróleo iraquí usando los dos socios el mismo oleoducto para transportarlo vía Turquía. También hemos reiterado que los peshmergas se niegan a devolver al control estatal importantes enclaves petroleros como la ciudad de Kirkuk (mayoritariamente de población árabe iraquí), etc, etc. Todo esto y muchos más detalles podrán volver a ser repasados en los enlaces colocados al final de esta nota de introducción.
La
bravura que muestran las mujeres combatientes kurdas en Irak y Siria es algo de
encomio, el supremo sacrificio de su vida inclusive es un símbolo de la entereza
y fe que tienen estas heroínas. Nadie, absolutamente nadie podrán negar que
actúan por patriotismo. Lastimosamente entregan sus vidas por una causa
imposible (al menos en la magnitud que sus supuestos líderes les venden).
En otro artículo comentábamos que los turcos lucharán contra todo y contra todos,
incluso frente a los Estados Unidos, si perciben una sola señal que advierta
que los kurdos están a punto de cumplir sus objetivos de controlar el norte de
Siria y declararse unilateralmente “región autónoma” (frontera sirio-turca).
Los
turcos hipócritamente siguen manejando al Estado Islámico, mas, dicen
combatirlos tras su intervención en territorio sirio. Fuentes bien informadas
advierten que esto es una representación teatral. Los turcos no combaten a los terroristas
del EI, ni el EI ha abandonado las zonas fronterizas que controlan, solamente
se ha dado un cambio de maquillaje: Los yihadistas se han bañado, se han
cortado la cabellera, se han afeitado; han mudado de uniformes, han dejado de
llamarse en esa zona Estado Islámico para rebautizarse a si mismos –bajo el
visto bueno del gobierno turco- como Ejército Sirio Libre. Nunca abandonaron Yarablus
ni ningún lugar! Lo que si se tiene la certeza es que el EI, curiosamente,
combate a las milicias kurdas junto a las tropas de Ankara y el “Ejército Sirio
Libre”.
Tremendo
compromiso tienen los estadounidenses. Apoyan a los kurdos de las YPG y otras
pequeñas organizaciones armadas mayoritariamente con personal kurdo –a si mismo autodenominados-
“Fuerza Democrática de Siria” (FDS), cuyo propósito final es desestabilizar al
gobierno legítimo de la República Árabe Siria. A la vez, los norteamericanos
deben tratar de mantener calmados a su socio de la OTAN (Turquía) para no
irritarlos con su doble juego. Los rusos al parecer tienen –ahora- la capacidad
de susurrar en los oídos de Tayyip Erdogan para frenar no solo a los fanáticos
yihadistas sino para contener a los independistas kurdos. Pero esto último es
solo una hipótesis. Si existe un acuerdo secreto entre Rusia y Turquía es algo
que por el momento se guardará en reserva.
Lo único
real es que los turcos irán a la guerra – contra quien sea- por impedir el
sueño kurdo. Ya lo hemos expresado en nuestros artículos dedicados a Turquía.
La patria de Ataturk no negociará un centímetro de su suelo, no consentirá ni concederá
autonomía a los kurdos en Turquía ni lo tolerará que ello llegue a pasar en la
frontera turco-siria, a menos que sea bajo sus condiciones y que aun intente aplicar el plan secreto(turco-francés) de expulsar a los kurdos de Turquía para asentarlos en el norte de Siria. algo muy poco probable dado el dantesco despropósito de una aventura en ese sentido.
Los kurdos sirios que anhelan el proyecto de una región autónoma o nación independiente tendrán que calcular primero como desaparecer del mapa a Turquía. Sin embargo, sin
que sea contradicción, los turcos toleran ya un Kurdistán iraquí, lo más lejano
a sus fronteras (que pretendería anexarse el norte sirio para acoger la expulsión de los kurdos turcos).
El régimen turco y el poder que controla a los kurdos iraquíes mantienen permanente contacto. Turquía tiene el compromiso y la garantía del Clan Barzani que antendrán el pacto. Queda claro que el trabajo de las fuerzas armadas turcas no es aniquilar a los peshmergas kurdos sino a las “terroristas” YPG siria, al PKK turco y otras milicias con sus brazos políticos que operan en Irak, Siria y Turquía; si consiguen que los peshmergas iraquíes les apoyen en esa tarea serán muy felices.
El régimen turco y el poder que controla a los kurdos iraquíes mantienen permanente contacto. Turquía tiene el compromiso y la garantía del Clan Barzani que antendrán el pacto. Queda claro que el trabajo de las fuerzas armadas turcas no es aniquilar a los peshmergas kurdos sino a las “terroristas” YPG siria, al PKK turco y otras milicias con sus brazos políticos que operan en Irak, Siria y Turquía; si consiguen que los peshmergas iraquíes les apoyen en esa tarea serán muy felices.
No me
extenderé más en esta breve introducción. Solamente dejaré constancia de los
anteriores informes sobre la cuestión kurda. No cabe duda que el lector deberá
volver a releer aquellas notas si quiere estar verdaderamente empapado con la
verdad. Conocer los antecedentes, la historia, los intereses de las grandes
potencias en esta región denominada Kurdistán le hará reflexionar sobre la
realidad de la guerra actual y la perspectiva sangrienta que se avecina cuando
las crisis en Siria e Irak terminen. Las guerras por la “independencia” del
Kurdistán, es una hipótesis muy probable que abarcará los mismos escenarios
actuales.
Los
enlaces están aquí abajo. Sugiriendo primero dar lectura al siguiente artículo del
notable Thierry Meyssan.
T. Andino
U.
Los proyectos (diferentes) de creación de un Kurdistán
por Thierry Meyssan
El actual proyecto de Kurdistán, con respaldo de Estados Unidos y Francia, no tiene nada que ver con el proyecto que esos mismos países reconocieron como legítimo en 1920, en la Conferencia de Sevres. ¡El proyecto actual ni siquiera se sitúa en los mismos territorios! Este seudo Kurdistán sólo es la zanahoria que los occidentales muestran a los kurdos de Siria para utilizarlos contra la República Árabe Siria. Su creación no resolvería el problema kurdo y provocaría un conflicto comparable al que ya dura desde hace más de 70 años entre Israel y los palestinos. Desentrañando la situación actual, Thierry Meyssan pasa revista a las posiciones contradictorias de las 9 principales potencias exteriores implicadas.
Los kurdos forman parte integrante de la nación y la sociedad sirias. Esta
foto muestra la estatua del general Saladino El Magnífico, a la entrada de la
milenaria Ciudadela de Damasco. Héroe histórico de la defensa contra los
cruzados, el general kurdo Saladino liberó Damasco en 1174 y fundó la dinastía
árabe de los Ayubidas.
Los movimientos de fuerzas y las batallas que han marcado este verano en el norte de Siria no parecen tener sentido para los observadores. El hecho es que cada una de las fuerzas implicadas persigue tenazmente sus propios objetivos.
Aunque todos los protagonistas dicen luchar
contra el Emirato Islámico (Daesh [1]), lo cierto es que ese grupo yihadista lo
que hace es desplazarse y solamente retrocede hacia el desierto. Lo que
realmente está en juego en estas acciones es la eventual creación de un
Kurdistán en detrimento de las poblaciones árabes y cristianas del norte de
Siria [2].
Veamos un análisis de los objetivos de guerra de
las principales fuerzas que se mueven en el terreno, partiendo del principio
básico que la República Árabe Siria es un Estado soberano y que ninguno de
estos actores tiene, por consiguiente, ningún derecho a arrancarle parte de su
territorio para crear allí una nueva entidad.
Nueve respuestas al tema kurdo… 7 de ellas ilegales
1- El
Emirato Islámico no obstaculizará la creación de un Kurdistán, a condición de
que no sea al este del Éufrates
El Emirato Islámico, creado, en Irak, por el
estadounidense John Negroponte y, posteriormente, por el general David
Petraeus, sigue bajo control de este general estadounidense y ex director de la
CIA. Este último subcontrata a Turquía la dirección de ese conjunto, conformado
por la Hermandad Musulmana, miembros de los Naqchbandis y diversas tribus
sunnitas del desierto que se extiende entre Siria e Irak.
Es por eso que, durante la reciente toma de
Yarablus por el ejército turco, los yihadistas del Emirato Islámico que
controlaban esa localidad siria, se limitaron a retirarse, obedeciendo órdenes
de su mentor turco, sin oponer resistencia.
Después de la batalla de Ain al-Arab (Kobane), el
Emirato Islámico admitió el principio mismo de la creación de un Kurdistán en
el norte de Siria, pero no al este del Éufrates.
2- Las 3 posiciones de Estados Unidos
En tiempos de la Primera Guerra Mundial, el
presidente estadounidense Woodrow Wilson había incluido entre sus objetivos de
guerra la creación de Armenia, de Israel y de Kurdistán. Al final del
conflicto, el presidente Wilson envió a la región la comisión King-Crane. Esta
última indicó:
«Los kurdos reclaman un territorio muy extenso, basándose en su presencia [en ese territorio], pero como están muy mezclados con los armenios, con los turcos y los demás, y divididos entre sí en [kurdos] qizilbash [3], [kurdos] chiitas y [kurdos] sunnitas, parece preferible limitarlos a la zona geográfica natural que se halla entre la proposición de Armenia en el norte y de Mesopotamia en el sur, con el foso entre el Éufrates y el Tigre como límite oeste y la frontera persa como límite este (…) Es posible desplazar de esa zona a la mayor parte de los turcos y los armenios, que son poco numerosos, mediante un intercambio voluntario de población y obtener así una provincia de alrededor de un millón y medio de habitantes, casi todos kurdos. Debe garantizarse la seguridad de los caldeos, nestorianos y cristianos sirios que viven en la región.»
La Comisión King-Crane visitó la región justo al
término de las masacres desatadas contra los cristianos –que se prolongaron
desde 1894 hasta 1923–, perpetradas primeramente por el Imperio Otomano y
después por los Jóvenes Turcos, con ayuda de la Alemania del II Reich alemán y
de la República de Weimar [4]. Dado el hecho que los turcos habían utilizado a
los kurdos para masacrar a los cristianos, la Comisión King-Crane se mostró muy
prudente en cuanto a la posibilidad de que los armenios pudiesen vivir en un
Estado kurdo. Esa vieja herida se reabrió recientemente cuando, en noviembre de
2015, grupos de kurdos del PYD [5] trataron de “kurdizar” por la fuerza a los
cristianos asirios del norte de Siria [6].
A pesar de todo, en 1920 la Conferencia de Sevres
creó, en los papeles, un Kurdistán. Pero, ante la rebelión turca encabezada por
Mustafa Kemal, aquel proyecto nunca llegó a concretarse y Estados Unidos
renunció a él con el Tratado de Lausana, en 1923.
El siguiente mapa, tomado del sitio web Les Clés du Moyen-Orient [en español, “Las
llaves del Medio Oriente”] permite observar que el presidente Woodrow
Wilson había previsto crear aquel Kurdistán en el territorio de la actual
Turquía e incluyendo una pequeña parte del actual Kurdistán iraquí. La Siria
actual no tenía absolutamente nada que ver con aquel proyecto.
Varios decenios más tarde, durante la guerra civil turca, la Siria de Hafez el-Assad respaldó al PKK, basándose en las mencionadas proposiciones del presidente Wilson. Siria concedió asilo político al líder del PKK, quien se comprometió por escrito a no reclamar ninguna porción de territorio sirio, incluyendo aquellos donde Siria acogía a los refugiados kurdos.
Las estadísticas son elocuentes. El censo de 1962
muestra que en Siria había solamente 162 000 kurdos, pero un millón de kurdos
turcos buscaron refugio en Siria, país que además les concedió asilo político.
Hoy son 2 millones y la República Árabe Siria les concedió la nacionalidad
siria en 2011. Al inicio del actual conflicto, los kurdos defendieron Siria,
con armamento y salarios proporcionados por Damasco, frente a la invasión de
los mercenarios islamistas.
Renunciando a su posición histórica, Estados
Unidos prometió entonces a los diferentes jefes kurdos –en Irak, en Siria y en
Turquía– crear para ellos un Estado en Siria si volvían sus armas contra
Damasco. Algunos aceptaron la oferta.
A inicios de 2014, cuando el grupo del general
estadounidense David Petraeus planifica el desarrollo del Emirato Islámico y su
invasión contra la provincia iraquí de al-Anbar, ese grupo autoriza al gobierno
regional kurdo de Irak a apoderarse de los campos de petrolíferos de Kirkuk, lo
cual se hizo realidad sin que ello diese lugar a ningún tipo de condena
internacional, ya que los medios de difusión mantenían la atención de la
opinión pública concentrada en los crímenes del Emirato Islámico.
3- Rusia
respalda los derechos de la minoría kurda
En un primer momento, Rusia apoyó el proyecto de
creación de una región autónoma kurda en Siria, según el modelo de la
Repúblicas Autónomas Rusas. En febrero de 2016 se abrió en Moscú una
representación de las YPG.
Sin embargo, ante la reacción indignada de los
sirios, Moscú tomó conciencia del hecho que la situación de la República Árabe
Siria no tiene nada que ver con lo que existe en la Federación Rusa. Las
minorías sirias están tan mezcladas entre sí que no existe ninguna región del
país donde una de ellas sea mayoritaria. Durante miles de años, la defensa de
Siria se ha organizado a partir de la mezcla de poblaciones, de forma tal que,
en todas partes del país, una minoría vinculada a un eventual invasor pueda
proteger al resto de la población. Por consiguiente, el Estado sirio no
garantiza los derechos de las minorías entregándoles la gestión de regiones
separadas sino organizando las instituciones y la administración según los
principios del laicismo, tanto en materia de religión como en el plano étnico.
Es por ello que Rusia aborda ahora la cuestión
kurda de manera completamente diferente. Rusia se ha comprometido a defender
los derechos de todas las minorías en general, incluyendo los derechos de los
kurdos, pero ha invitado a estos últimos a que definan claramente si están a
favor o en contra de los yihadistas. En efecto, por el momento, los kurdos de
todas las tendencias luchan contra los yihadistas, pero no porque sean
yihadistas sino para apoderarse de los territorios que estos ocupan y
apropiarse de ellos. Eso ha llevado a Rusia a exigir a los kurdos que definan
también a quién consideran como aliado: Washington o Moscú.
4-
Turquía quiere la creación de un Kurdistán bajo control del
clan Barzani
Ankara se niega a la posibilidad de que un
Kurdistán sirio pueda servir de retaguardia al PKK, circunstancia que este
partido kurdo podría aprovechar para extenderse en Turquía. Ankara mantiene
excelentes relaciones con el gobierno regional del Kurdistán iraquí y no tiene
porqué oponerse a la creación de un Kurdistán sirio. Es por eso que el
presidente turco Recep Tayyip Erdogan había concluido con los dos copresidentes
de las YPG un acuerdo secreto según el cual él apoyaría la creación de ese
Estado. Pero ese acuerdo no sobrevivió a la represión desatada contra los
kurdos de Turquía por el propio presidente Erdogan a raíz del progreso de estos
en las elecciones legislativas de junio de 2015 [7].
La extrema derecha turca, tanto el MHP como los
Lobos Grises y la Milli Gorus del presidente Erdogan, profesa una ideología de
carácter racial. Según esos movimientos y milicias, Turquía debe ser islámica y
basarse en la raza turco-mongola –lo cual implica la expulsión de cristianos y
kurdos. La oposición no comparte ese punto de vista y gran parte de los kurdos
están perfectamente integrados a dicha oposición.
Abdullah Ocalan crea el PKK (Partido de los
Trabajadores del Kurdistán) en 1978, cuando el fundador de los Lobos Grises,
Alparslan Turkes, se convierte en viceprimer ministro de Turquía, en 1975, y
habla públicamente de liquidar a los kurdos, siguiendo el modelo de liquidación
de los cristianos aplicado durante el genocidio desatado contra los armenios y
los griegos pónticos. Damasco concede a Ocalan el asilo político hasta 1998,
año en que Ankara amenaza con recurrir a la guerra si Siria sigue
protegiéndolo. El entonces presidente sirio Haffez el-Assad pide a Ocalan que
trate de hallar refugio en otro país. El fundador del PKK será finalmente
secuestrado en Kenya por el Mosad –la inteligencia israelí–, con ayuda de los
kurdos del PDK, y entregado a Turquía, donde aún se encuentra encarcelado.
5- Irán se opone a la creación de un Kurdistán
Alrededor de 4,5 millones de kurdos son iraníes y
son mayoría en una región de la República Islámica. Si bien gozan de igualdad
jurídica, la región donde son mayoritarios sigue siendo objeto de diversas
formas de discriminación y está menos desarrollada que las regiones de
población persa.
La República Islámica de Irán defiende firmemente
la preservación de las fronteras, sobre todo porque la creación de un nuevo
Estado podría estimular el separatismo de otras minorías, como los baluchis.
Además, siendo aliado de Siria, Irán no puede
admitir la creación de un Gran Kurdistán en detrimento de la integridad
territorial del Estado sirio.
6- El gobierno regional kurdo de Irak es favorable a la creación de un Gran Kurdistán en territorios que hoy son parte de Irak y de Siria
El gobierno regional kurdo de Irak ve con
inquietud a los kurdos de Siria. En efecto, se trata de dos poblaciones
diferentes que, a pesar de ser kurdos, no hablan la misma lengua (los kurdos de
Irak hablan sorani mientras que el segundo grupo habla kurmanji, por tratarse
de kurdos provenientes de Turquía) y tienen una historia de relaciones
conflictivas desde los tiempos de la guerra fría. Los kurdos de Irak incluso
filtran la entrada a su territorio de kurdos provenientes de Siria y cierran
las puertas a los kurdos que les parecen sospechosos de mantenerse vinculados al
PKK.
Massud Barzani, jefe del clan Barzani, sigue
siendo presidente del gobierno regional kurdo iraquí después de haber
prorrogado su propio mandato en 2012, impidiendo la realización de elecciones.
Massud Barzani ha instaurado en el Kurdistán iraquí un régimen corrupto y
autoritario, sin vacilar en recurrir al asesinato de sus opositores. Con ayuda
del Emirato Islámico, Massud Barzani extendió en un 40% el territorio de su
región, anexando los campos petrolíferos de Kirkuk, y posteriormente el
petróleo robado por el Emirato Islámico circuló a través del oleoducto del
Kurdistán iraquí.
Como puede comprobarse en el siguiente mapa, al
apoderarse del territorio que va desde Erbil hasta la frontera siria, Barzani
impuso una continuidad geográfica entre el Kurdistán autónomo de Irak, bajo su
control, y un Kurdistán eventualmente instaurado en el norte de Siria.
Luego de haber respaldado al Emirato Islámico durante la batalla de Ain el-Arab (Kobane), el gobierno regional kurdo iraquí se acercó a las YPG –a pedido de Washington– y les prestó una asistencia simbólica. Actualmente, el “presidente” Massud Barzani anuncia a cada rato que el Kurdistán iraquí va a declararse independiente y que planea anexar entonces una parte de Siria, pero se opone de plano a la creación de un Kurdistán dirigido por Saleh Muslim, copresidente del PYD (Partido de los kurdos de Siria).
7- Israel es favorable a la creación de un gran Kurdistán en territorios de Irak y Siria, pero no en Turquía
Para garantizar su propia seguridad, Israel
estimuló inicialmente la creación de zonas desmilitarizadas a lo largo de su
frontera, en detrimento de sus vecinos, como en el Sinaí egipcio y el sur del
Líbano. Pero, debido al desarrollo de los misiles, Israel abandonó esa
estrategia, se retiró del Sinaí y del sur del Líbano y, desde 1982, viene
desarrollando una estrategia que consiste en controlar por detrás a las tres
grandes potencias de la región, que son Egipto, Siria e Irak. Para lograrlo,
estimuló la creación de un nuevo Estado independiente, Sudán del Sur, y ahora
incita a la creación de un gran Kurdistán en territorios pertenecientes a Siria
e Irak.
Desde la época de la guerra fría, Israel mantiene
muy estrechas relaciones con el clan Barzani, actualmente en el poder en el
Kurdistán iraquí.
8- Francia es favorable a la solución del problema kurdo sin afectar el territorio turco
En 2011, los entonces ministros de Relaciones
Exteriores de Francia y Turquía, Alain Juppé y Ahmet Davutoglu, firmaron un
Tratado donde se estipulaba que Turquía apoyaría las guerras contra Libia y
contra Siria (esta última ni siquiera había comenzado todavía) a cambio de
respaldo a la admisión de Turquía como miembro de la Unión Europea y de la
solución del problema kurdo en detrimento de los vecinos de Turquía. En otras
palabras, Francia se comprometió a crear un Estado independiente –en Siria o en
Irak, o a caballo sobre ambos países– para poder expulsar hacia allí [desde
Turquía] a los kurdos del PKK. Ese acuerdo, que planifica la ejecución de
crímenes contra la humanidad, se mantuvo en secreto y no fue sometido a los
parlamentos de Francia y Turquía.
El 31 de octubre de 2014, el presidente Francois
Hollande recibió a Erdogan en la sede de la presidencia de la República
Francesa. Saleh Muslim, copresidente del PYD (partido de los kurdos de Siria,
cuya rama armada son las YPG), se unió secretamente a este encuentro. Estos
tres personajes se pusieron de acuerdo para crear en el norte de Siria, y en
detrimento de los pueblos no kurdos que pueblan esos territorios sirios, un
Kurdistán donde Saleh Muslim sería “nombrado” presidente.
Pero después de la batalla de Ain al-Arab
(localidad siria designada como Kobane en kurdo kurmanji), el presidente
Hollande recibió el 8 de febrero de 2015, públicamente y a pedido de Estados
Unidos, a la otra copresidente del PYD, Asya Abdullah, suscitando así la cólera
de Ankara. La señora Abdullah es conocida como una fiel seguidora del líder
histórico del PKK, Abdullah Ocalan, y por consiguiente se opone a una
presidencia en manos de Saleh Muslim.
Cambiando nuevamente su posición después de los
atentados de París, Francia hizo adoptar en el Consejo de Seguridad de la ONU
la resolución 2249 que autoriza a intervenir militarmente contra el Emirato
Islámico, lo cual proporciona una excelente coartada para la creación del nuevo
Estado. Sin embargo, Estados Unidos y Rusia retocaron el proyecto francés en el
último momento para que París no pueda intervenir en Siria sin autorización de
Damasco.
9- Las tres principales facciones kurdas son favorables a la creación de un Kurdistán, pero cada una de ellas quiere que sea bajo su control y no bajo control de alguno de sus rivales
Durante la guerra fría, los kurdos se dividieron
en pro-estadounidenses (PDK) y pro-rusos (PKK). Las YPG representan a los
kurdos turcos del PKK refugiados en Siria. A esta división fundamental han
venido agregándose otras, de manera que hoy existen una veintena de partidos
políticos kurdos.
La sociedad kurda está organizada según un
sistema de clanes que recuerda el que existe en el sur de Italia, de manera que
la pertenencia a determinada tendencia política no es una opción personal sino
algo que depende principalmente de relaciones de familia.
Durante los siglos XVIII y XIX, los dirigentes
kurdos privilegiaron siempre las alianzas con grandes potencias en vez de los
acuerdos con los pueblos con los que vivían. De esa manera, los líderes kurdos
garantizaron sus propios intereses a costa de los intereses de su pueblo,
situación que recuerda el comportamiento de los dirigentes maronitas en Líbano.
En 1974-1975, los kurdos de Irak se aliaron a
Estados Unidos en contra del presidente Ahmad Hassan al-Bakr. Pero cuando
al-Bakr comenzó a reprimirlos, Estados Unidos los abandonó. Y cuando una
comisión senatorial lo interrogó, preguntándole si no le avergonzaba haber
abandonado a los kurdos, el secretario de Estado Henry Kissinger respondió
secamente: «La política exterior de Estados Unidos no es cuestión de
filantropía.»
Los líderes kurdos actuales que aceptaron el
proyecto estadounidense con la ilusión de obtener altos puestos en el futuro
Estado se niegan a ser responsables de la Nakba [8] que se produciría si fuesen
apartados del futuro poder. El problema, en efecto, es que la creación del
nuevo Estado supondría la expulsión o masacre de las poblaciones árabes y
cristianas asirias que viven en el norte de Siria y que en su momento acogieron
allí a los kurdos que huían de la represión turca.
Uso reciente de la fuerza para impulsar cada uno de estos proyectos
A lo largo del verano de 2016, Estados Unidos
apoyó directamente las FDS (las denominadas Fuerzas Democráticas Sirias, que no
son otra cosa que miembros de las YPG junto con algunos mercenarios árabes y
cristianos) para expulsar de la localidad siria de Manbij a los yihadistas del
Emirato Islámico, estos últimos también indirectamente apoyados por Estados
Unidos a través de Turquía. En cuanto se materializó la toma de Manbij, el
Pentágono obligó las YPG a retirarse de la localidad que acababan de conquistar
y la puso en manos de grupos armados empeñados en derrocar el gobierno sirio.
El 23 de agosto de 2016, en Ankara, el presidente turco Recep Tayyip
Erdogan y su homólogo del gobierno regional kurdo de Irak, Massud Barzani,
concluyeron una alianza contra los otros kurdos.
El 23 de agosto de 2016, en Ankara, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y su homólogo del gobierno regional kurdo de Irak, Massud Barzani, concluyeron una alianza contra los otros kurdos.
El 23 de agosto, el presidente del gobierno
regional kurdo de Irak, Massud Barzani, fue recibido con honores de jefe de
Estado por los principales dirigentes de Turquía. Fundamentalmente, Barzani
tuvo un encuentro de 2 horas con el presidente Erdogan. El Kurdistán iraquí
apoyó a Turquía contra los kurdos del PKK y trazó con Ankara un plan para
destruir sus instalaciones en las montañas iraquíes. El gobierno regional kurdo
iraquí y Ankara abordaron además la cooperación energética, probablemente la
manera de seguir vehiculando el petróleo robado por el Emirato Islámico.
Ese mismo día, el ejército turco entró en
territorio sirio y “expulsó” al Emirato Islámico de la ciudad siria de
Yarablus, situada entre la frontera turco-siria y Manbij. Los turcos tomaron
Yarablus sin combatir ya que los yihadistas del Emirato Islámico se retiraron,
obedeciendo las órdenes de su mentor turco. Por cierto, por el momento, nunca
hubo ningún tipo de combate, ni en Yarablus ni en ningún otro lugar, entre el
ejército turco y el Emirato Islámico.
Tratando de explotar la ventaja adquirida, el
ejército turco prosiguió su avance tomando otras localidades y acercándose a
Manbij, ignorando con ello las órdenes de Estados Unidos de detenerse. Así que
la CIA entregó misiles antitanques a las YPG, que los utilizaron primeramente
contra los tanques turcos, pero no en Yarablus, y luego contra el aeropuerto de
Diyarbakir, en territorio turco. Mensaje recibido. El ejército turco se replegó
hacia Yarablus y puso las aldeas que se hallan al sur de esa ciudad en manos de
milicias turcomanas que ahora operan bajo la bandera –que había quedado
vacante– del Ejército Sirio Libre.
Al día siguiente de la visita de Massud Barzani,
también viajó a Turquía el vicepresidente estadounidense Joe Biden. Siendo
senador, Biden había presentado un proyecto de ley tendiente a proclamar la
independencia del Kurdistán Irak. Ya en Ankara, el vicepresidente de Estados
Unidos anunció haber solicitado a las YPG que se retiren del territorio que se
halla al oeste del Éufrates –lo cual incluye Manbij– y que, de no hacerlo,
Washington cesaría toda forma de apoyo «a los kurdos». Pero como el Emirato
Islámico ya anunció que no permitirá la implantación de las YPG al este del
Éufrates, se hace difícil entender qué territorio quedaría ahora para esos
combatientes kurdos.
En definitiva, existe un acuerdo tácito entre
Ankara y Damasco para obstaculizar el surgimiento de un Kurdistán bajo control
de las YPG, mientras que hay otro acuerdo oficialmente concluido entre el
Pentágono y las YPG para que ambas partes no luchen entre sí, a pesar del nuevo
cambio de casaca de Washington contra la creación de un Kurdistán.
Thierry
Meyssan
Próximo capítulo:
KURDISTÁN: El pandemónium suelto(6)
Anterior capítulo
KURDISTÁN, más cerca que nunca? (4)
KURDISTÁN: El pandemónium suelto(6)
Anterior capítulo
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NOTAS:
[1] También designado en la prensa occidental como Estado Islámico o con las siglas EI, ISIL o ISIS.
[2] Los 4 principales partidos
kurdos mencionados en este trabajo son:
El PKK (Partido de los
Trabajadores del Kurdistán), organización marxista-leninista creada en Turquía
por Abdullah Ocalan en la época de la guerra fría.
Las YPG (Unidades de
Protección del Pueblo), creadas en Siria por los kurdos turcos del PKK exilados
en la República Árabe Siria.
El PDK, creado en Irak
alrededor del clan Barzani, cuyos miembros trabajaron públicamente para el Mosad
(el servicio de inteligencia de Israel) durante la guerra fría y aún siguen
vinculados a Israel.
El UPK, creado alrededor de la
familia Talabani y vinculado a Irán.
[3] Los qizilbash son una
orden sufista de origen iraní.
[4] «La Turquía de hoy continúa
el genocidio armenio», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 30 de abril de 2015.
[5] Partido kurdo creado en
Siria por exilados kurdos provenientes de Turquía.
[6] «Estados Unidos e Israel
inician la colonización del norte de Siria», Red Voltaire, 1º de noviembre de
2015.
[7] «Erdogan anuncia 5 359
kurdos “neutralizados” », Red Voltaire, 29 de marzo de 2016.
[8] El término árabe nakba,
que significa “desastre” o “catástrofe”, es utilizado comúnmente para designar
el proceso de limpieza étnica y expulsión de entre 700 000 y 750 000 palestinos
durante la autoproclamación del Estado de Israel, en 1948.