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18 octubre 2025

Nuremberg. 80 años del primer caso de justicia internacional



por Tito Andino 


"Si estas personas escapan al castigo, la ley perderá todo significado".
Ben Ferencz, el fiscal más joven del Tribunal Internacional de Nuremberg, inició y llevó a cabo el mayor caso de asesinato en masa: el caso Einsatzgruppen

Aclaración: La primera sesión oficial del tribunal tuvo lugar el 18 de octubre de 1945 en Berlín, allí los fiscales formularon los cargos de la acusación. Luego el tribunal se trasladó a Nuremberg y el 20 de noviembre de 1945 tuvo lugar la primera sesión en Nuremberg.


Justificación del tema

Antes de iniciar, dejaré advertido que, modestamente conozco muy bien el tema (obtuve el diplomado de Doctor en Jurisprudencia desarrollando una larga tesis sobre los “Crímenes de Guerra en el Derecho Internacional”, hace veinte y cinco años), por lo que considero ser capaz de sostener una ponencia de estas características con la mayor cordura y alejado de cualquier apasionamiento o preferencia política (a pesar de que detesto la ideología nazi y a sus seguidores del presente). Bien podría sintetizar, extractar capítulos de mi investigación y ponerlos a disposición del lector, pero no lo haré. Una explicación simple y lógica es que, considero -en base a la experiencia y a la cantidad de publicaciones que existen en el ciberespacio- que el tema ya no atrae al público debido a la compleja exploración de tecnicismos jurídicos.

En mi entender, al encontrarse el caso densamente documentado por los análisis de juristas de talla mundial que han venido siendo conocidos y publicados desde hace 80 años, que en sí dificulta encontrar algo nuevo que aportar, se intentará en esta y posteriores entradas dar un enfoque diferente al tema. Sabemos que al existir centenares de libros, miles de artículos de prensa, documentales audiovisuales, películas, etc.; y, sobre todo, sabiendo que las personas que gustan de la segunda guerra mundial y temas relacionados tienen nociones suficientes de lo que representó el proceso de Nuremberg, ¿vale la pena insistir en algo trillado, que ha producido mucho contenido y abundante literatura disponible? 

Por lo dicho, aquí no va a ensayarse cuestiones insondables de justicia y legalidad, sea nacional o internacional, de procedimientos ex post facto o el duro debate a través de décadas sobre la presunta ilegalidad del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg y sus estatutos. Este será un "breve" artículo conmemorativo de los 80 años del primer y verdadero caso de justicia internacional.

El Tribunal Militar Internacional de Nuremberg tuvo y sigue teniendo sus detractores. En su tiempo, a pesar de la revelación de los atroces crímenes del nazismo, fue repudiado por destacados juristas internacionales por alegaciones en materia de jurisdicción y competencia, la legalidad de la Carta constitutiva del Tribunal quedó en entredicho. El argumento central fue el clásico axioma “Nullum crimen sine lege, nulla poena sine lege” (no hay crimen sin ley, no hay castigo sin ley), es decir, juzgar sin existir previa tipificación del delito. También se acusó al Tribunal de ser juez y parte, entre otras.

Sin embargo, la tipicidad de los crímenes fue evidente, no solo se encontraba en la doctrina, constaba tipificado en la legislación nacional positiva de las naciones (salvo excepcionalidades) y en regulaciones del naciente derecho internacional (convenciones, tratados, acuerdos, pactos), ya eran conocidos como crímenes de guerra. La posterior calificación de las atrocidades del nazismo, por extraño que parezca, tuvo lugar en acaloradas disputas legales e incluso intrigas en torno a dos conceptos: "genocidio" y "derechos humanos", que no se formaron de inmediato, sino gradualmente.




En la Europa de entonces (y más aún fuera de ella), reinaba la idea de que el Estado, basado en su soberanía, podía hacer lo que quisiera con sus súbditos, de modo que cualquier discriminación por motivos de nacionalidad y religión no se consideraba imperiosamente "ilegal" (excepto si estaba moralmente condenada) desde el punto de vista del entonces naciente derecho internacional. ¿Entonces, resulta que las leyes nazis, las leyes de "Nuremberg" de 1935 sobre la pureza de la raza aria también encajan bien en esa doctrina?

Como resultado de la nueva interpretación legal, resultó que los eventos de preguerra en Alemania -las "leyes de Nuremberg"-, por ejemplo, fueron eliminados de la jurisdicción del tribunal, y solo los crímenes cometidos después del comienzo de la guerra en septiembre de 1939 fueron sometidos a su juicio. 

Los juristas de las potencias coloniales victoriosas, principalmente Gran Bretaña temían una interpretación amplia de los crímenes cometidos en la jurisdicción nacional y no directamente relacionados con la guerra.

Ahora sabemos como obvio que la Alemania nazi quería borrar pueblos enteros de la faz de la Tierra, cambiar radicalmente la composición nacional de Europa. Esta política fue apoyada por una "base legal" desarrollada en la ley nacional y soberana del Deutsches Reich -Imperio Alemán-, nombre oficial de la Alemania nazi (y anterior a ella), coloquialmente llamada el Tercer Reich. Los pedantes alemanes -ideólogos y juristas del nazismo- intentaron poner todo en su ordenamiento jurídico.

Solo después del estallido de la guerra, las potencias beligerantes comenzaron a pensar como lidiar con los nazis. Inicialmente, en cualquier caso, se trataba de castigarlos por crímenes de guerra, cuyo concepto (así como las reglas internacionales de la guerra) se formó antes de la Primera Guerra Mundial y constaba ya establecido -generalmente- en las legislaciones penales nacionales (insistiremos en ello). 

El concepto mismo de "crímenes de lesa humanidad" o "contra la humanidad", aún no existía; y, más aún, no existía el término "genocidio", que ahora es familiar para los juristas internacionales, que se entiende como la destrucción deliberada de ciertos grupos de personas, o la comisión de otros crímenes contra ellos, incluida la destrucción del idioma, el patrimonio cultural, etc., pero la mayoría no estaba lista para reconocer el genocidio como un delito penal autónomo. (Citando el proyecto "Nuremberg. El Principio del Mundo")

El criticado, hasta la saciedad, Tribunal Militar Internacional, porque eso es lo que era, un tribunal de carácter militar e internacional, constituido como excepcionalidad a causa de la guerra, al amparo de las leyes y costumbres de ocupación y administración por parte de una potencia foránea, en este caso por el Consejo de Control Aliado, debido a la ausencia o inexistencia de un estado y un gobierno alemán, juzgó sin que algunas categorías punitivas hayan sido descritas previamente, es decir, crímenes contra la humanidad y genocidio; sin embargo, bien se hallaban encasilladas dentro de las legislaciones existentes bajo el título general de crímenes de guerra. Al decir de sus detractores, Nuremberg fue instituido en contra de lo estipulado por la ley penal.

En base a esto, ¿tenemos que creer que se violentó un principio elemental del derecho? Si así hubiese sido el caso, habría sido llevado a cabo por un absoluto estado de necesidad (el "estado de necesidad militar" es una figura reconocida en la legislación internacional de guerra) debido a la ausencia de una legislación acorde a las circunstancias. 

En otros juicios, incluso anteriores al juzgamiento de los grandes criminales de guerra en Nuremberg, quedó claramente delimitada la jurisdicción nacional de varios países que permanecieron bajo la ocupación alemana. Tenemos el mejor ejemplo, el primer juicio abierto del mundo contra criminales nazis tuvo lugar en diciembre de 1943 en Járkov. El juicio no solo sentó el precedente legal, sentó los principios que posteriormente se aplicarían a dichos tribunales, preparó un proyecto de ley, que posteriormente se presentó en Nuremberg. Aparte de la prensa soviética, acudieron a Járkov reporteros del New York Times, el Times y el Daily Express. Luego, tenemos el mismísimo particular caso alemán de juzgamiento de criminales de guerra posterior al principal proceso y bajo la competencia del Consejo de Control Aliado de Alemania. En estos últimos casos las críticas fueron menores o inexistentes, dependiendo del país en donde se entablaron procedimientos legales para juzgar a los criminales nazis y colaboracionistas.


La prensa mundial dio amplia cobertura a los procesos de Nuremberg


Raphael Lemkin envió, en el verano de 1945, al fiscal de los Estados Unidos Robert H. Jackson, su libro "El gobierno del eje en la Europa ocupada", Jackson tomó nota de la cita de la declaración del mariscal Gerdt von Rundstedt; supuestamente, el mariscal dijo que el mayor error de Alemania durante la Primera Guerra Mundial fue "salvar la vida de la población civil de los países enemigos", cuando era necesario destruir al menos un tercio. ¿No es esto genocidio?, quiso decir Lemkin, tratando de influir en el estado de ánimo de Jackson, lo que tuvo un cierto efecto. El propio Jackson agregó la palabra "genocidio" a la lista de cargos en mayo de 1945 en el momento de la preparación del borrador estadounidense de la acusación.

El fiscal estadounidense Robert H. Jackson pronunció al abrirse los juicios: 

"Queremos hacer patente que no tenemos la intención de inculpar al pueblo alemán. Si la amplia masa del pueblo alemán hubiere aceptado voluntariamente el programa del partido nacionalsocialista, no habrían sido necesarias las SA ni los campos de concentración ni la Gestapo... La justicia ha de llegar hasta aquellos hombres que se arrogan un gran poder y que, basándose en el mismo y después de previa consulta entre ellos, provocan una desgracia que no deja inmune ningún hogar de este mundo... El último recurso para impedir que las guerras se repitan periódicamente y se hagan inevitables por ignorancia de las leyes internacionales, es hacer que los estadistas sean responsables ante estas leyes..."

 

Como todos alertarán, aquellas esperanzas no se han visto cumplidas plenamente hasta nuestro días. El poder de algunas superpotencias sigue imponiéndose, en muchos casos, ante justificadas acciones de las Naciones Unidas, el caso de Israel contra Palestina refleja esa impotencia de la justicia internacional. No obstante, Nuremberg no puede ya ser borrado de la historia de la Humanidad ni del Derecho. "Mientras los pueblos se esfuercen por asentar sus relaciones sobre el derecho  y las leyes y renunciar a la mutua destrucción, el proceso (Nuremberg), a pesar de todos los reveses y acontecimientos cotidianos, continuará en vigor". Y ese debería ser el rol honesto, alejado de las influencias políticas y financieras que seguimos esperando de la actual Corte Penal Internacional de La Haya* y de los tribunales que se constituyan para juzgar crímenes de guerra y contra la humanidad (genocidio).  

Los tiempos van cambiando, las víctimas y victimarios suelen presentarse en un giro inesperado de la historia. Graham Greene decía: “El escritor debe estar listo para cambiar de bando en cualquier momento. Su misión es defender a las víctimas y las víctimas cambian”.


Retrocediendo en el tiempo, la palabra "genocidio" que apareció en la sección de "crímenes de guerra" de los estatutos del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, en el veredicto final estuvo completamente ausente, se mencionó muy raramente durante las audiencias judiciales. Tras el veredicto del Tribunal, la ONU dio un nuevo paso en el desarrollo del Derecho Internacional reconociendo el genocidio como un "crimen sujeto al derecho internacional". Esto quedo estatuido en la Convención sobre la Prevención del Genocidio (1949).

El notable jurista Antonio Quintano Ripollés expresó: "Ante tal situación el Tribunal no tenía otro remedio que optar entre la impunidad pura y simple que tanto hubiera chocado a la conciencia de justicia universal de la época, o el desconocimiento de un apotegma jurídico que solo escandalizaría a algunos profesionales, y no a todos ciertamente".

José Steinsleger expresaba que "la paz es necesaria porque la guerra deja de tener leyes y a partir de su inicio todo está permitido, es la lógica irracional de la guerra". ¿Qué opinan ustedes, todo está permitido en una guerra? La respuesta corta es NO.

Apreciemos que lo que se quiere evitar en esta publicación es una eterna polémica, con toda probabilidad nunca nos pondremos de acuerdo. La sabiduría popular dice: “Donde hay dos abogados, hay tres opiniones”, ni con la ley en la mano se llegará a un consenso. Incluso por cuestiones de espacio, debemos omitir conscientemente profundizar en aquello que hace referencia a la problemática jurídica y de derecho internacional y sus fundamentos. Insistiré que casi toda la literatura publicada hasta la fecha hace uso única y exclusivamente a su aspecto jurídico, de modo que el lector interesado encontrará suficiente material crítico disponible. 

Por sentado, la mejor victoria será la paz. La historia misma es un patético desecho de tratados rotos. Decía Richard Nixon -que los tratados no varían los intereses de los Estados ni expresan una permanente amistad, no se entrega algo sin recibir nada a cambio, son pocos los tratados de amistad y no agresión conocidos que han sobrevivido, eso prueba la tremenda dificultad de lograr entendimientos coherentes entre adversarios. Nixon era del parecer de "que los problemas internacionales deben ser solucionados mediante negociaciones entre países soberanos, o de lo contrario nunca se solucionarán".


Los iniciales 24 acusados que deberían comparecer ante el Tribunal Penal Internacional. Uno se suicidó antes de iniciar el proceso (Robert Ley), otro fue declarado incapaz de presentarse dado su estado de salud (Gustav Krupp von Bohlen und Halbach) y otro fue juzgado en ausencia (Martin Bormann, quien posteriormente fue legalmente declarado muerto). (Fuente del montaje fotográfico: Nuremberg.media) 

 


"¿Por qué escribir, por qué recordar todo esto?" Es el deber del escritor decir la terrible verdad, el deber cívico del lector aprenderla. Cualquiera que se aleje, que cierre los ojos y pase, insultará la memoria de los muertos". Vasily Grossman, citado en "El Proyecto Nuremberg. El Principio del Mundo".

A más de nuestros apuntes legales, parte del material de esta publicación corresponde a extractos tomados del proyecto ruso con fines educativos, “Nuremberg. El principio del mundo”, una página web creada en Rusia en 2020 para conmemorar el aniversario de los juicios de Nuremberg (nuremberg.media), está dirigido no solo a la audiencia rusa, sino también a la occidental. El proyecto duró desde noviembre de 2020 hasta octubre de 2021, siguiendo el curso diario del proceso: del 20 de noviembre de 1945 al 1 de octubre de 1946.

El primer día del juicio del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, el 20 de noviembre de 1945, fue conducido por el juez británico Geoffrey Lawrence. A cada delegación de los países victoriosos se le encomendó la lectura de su párrafo de la acusación.

- El fiscal estadounidense leyó la cláusula sobre conspiración para cometer crímenes de guerra.

- El fiscal británico sobre crímenes contra la paz y la seguridad de la humanidad.

- El fiscal francés anunció el punto sobre crímenes de guerra, incluido el genocidio y los crímenes contra la humanidad contra los países de Europa occidental.

- El fiscal general de la República Socialista Soviética de Ucrania, y más tarde de toda la URSS, Roman Rudenko anunció el punto sobre crímenes de guerra, incluido el genocidio y los crímenes contra la humanidad contra los países de Europa del Este.

En casi un año se realizaron 403 sesiones judiciales, se entrevistó a 240 testigos, se estudió más de 300 mil testimonios escritos. De los 21 procesados, doce fueron condenados a muerte (uno en ausencia), tres fueron condenados a cadena perpetua, cuatro a varias penas y tres fueron absueltos. 

El dato curioso es que, según encuestas realizadas en 1946, el 80% de los alemanes consideraba indiscutible y justo el veredicto de culpabilidad de los acusados. Unos años antes, saludaron con entusiasmo a estos asesinos...


La gente se reunió en la calle para leer una edición especial del periódico de Nuremberg que informaba sobre las sentencias dictadas por el Tribunal. (Fuente:Museo del Holocausto)


La defensa

En Nuremberg, actuaron 32 abogados defensores, junto con asistentes y secretarias, eran 153 personas. La defensa solicitó a la corte la comparecencia de tres veces más personas que la fiscalía, 102 testigos. El Proceso de Nuremberg cobijó a los acusados con la mayor lealtad posible de sus abogados. Los discursos de los defensores en promedio fueron el doble de tiempo que los discursos de los fiscales. 

El Tribunal remuneró muy bien a los abogados, al inicio del juicio, "a todos se les pagó un anticipo de cuatro mil marcos. En febrero de 1946, recibieron otros cinco mil marcos. En julio, se realizó otro pago: siete mil marcos. Esto era mucho dinero para la Europa devastada por la guerra. Algunos incluso consideraron posible establecer condiciones especiales". Los defensores de los nazis temían ser perseguidos, exigieron garantías de seguridad personal y se les concedió. Cada abogado recibió un documento internacional de seguridad que garantizaban por ley la protección de sus derechos personales.

¿Qué argumentos podrían usar los abogados para absolver a sus clientes? porque las constantes referencias a su intento de desafiar la legalidad del proceso fueron rechazadas, algo que se ha convertido en una táctica común para todos los abogados. Al comienzo del juicio, presentaron un memorando conjunto en el que cuestionaban la competencia del Tribunal, decían que "el presente juicio no tiene base legal en el derecho internacional, ya que es un proceso basado en una nueva ley penal".

La mayoría de los abogados trataron de exculpar a sus clientes achacando a las órdenes que impartía Hitler, Himmler, Heydrich, Bormann y otros jerarcas ausentes en el proceso. La tesis de la defensa, en este sentido, era que la base legal del régimen nazi era el principio del Führer -Führerprinzip-, según el cual todo el poder en Alemania pertenecía únicamente a Adolf Hitler y que las decisiones y órdenes de Hitler eran vinculantes para sus subordinados. La "Obediencia Debida" como argumento de inimputabilidad es un capítulo desarrollado en mi tesis doctoral. 

La "justificación" de los reos, en general, se basaba en que "las órdenes de Hitler suprimía todo razonamiento". Estos jerarcas nazis intentaron convencer al tribunal invocando argumentos que deberían eximirles de ser procesados por sus acciones ilegales. En efecto, decía la defensa, su conducta fue ilegal porque la orden que antecedió era legalmente inviolable.

Otro abogado tomó planos metafísicos para justificar a su cliente, el abogado de Ernst Kaltenbrunner, disertó sobre que "el fenómeno de Hitler se encuentra en la esfera metafísica, una magia a la que ningún hombre podría resistirse".


Hermann Goering consulta con su abogado, el Dr. Otto Stahmer, en la prisión de Nuremberg en 1946. Foto de Evgeny Khaldey (fotografía coloreada).


El tribunal reconoció como criminales no solo a los líderes específicos del Reich, no solo a la dirección del Partido Nazi, sino también a organizaciones enteras que conformaban la infraestructura política del régimen de Hitler: la organización punitiva (SS), el servicio de seguridad (SD) y la policía secreta (Gestapo). 

Todos los crímenes se dividieron en tres bloques (aunque son cuatro los cargos de la acusación): Crímenes contra la paz (planificación, preparación, desencadenamiento o realización de una guerra de agresión en violación de los tratados internacionales); crímenes de guerra (violaciones de las leyes o usos de la guerra); crímenes contra la humanidad (el exterminio de naciones enteras, la creación de campos especiales para el exterminio de civiles, etc.). Otro cargo, que sería en el orden de la acusación el primero, fue, conspiración (muy característico del derecho anglosajón, la conspiración se presentó como un cargo independiente, acusaba a los líderes nazis de un plan o acuerdo para cometer cualquiera de los otros crímenes especificados en el Estatuto de la Carta constitutiva del Tribunal Militar Internacional).

Nuremberg no es solo un proceso, es una institución que definió el derecho internacional. El Estatuto del Tribunal Militar Internacional y el veredicto se han convertido en la base y parte del sistema jurídico moderno, sus conclusiones configuraron la base de la filosofía y la práctica del humanismo de posguerra. Por primera vez, se introdujo el principio: "la ejecución de una orden penal no exime de responsabilidad penal" y el principio de igualdad ante la ley para todos, incluidos los jefes de Estado, los políticos, los altos funcionarios gubernamentales y los militares. De esa forma el proceso nombró y destruyó el mal político, social y militar, prueba de la inevitabilidad del castigo y un retorno a la norma civilizatoria (al menos por un tiempo).

“Nuremberg no fue un juicio contra Alemania, no fue una masacre de los vencidos por los vencedores, fue un juicio en defensa del humanismo, en defensa del hombre. Nuremberg -pese a sus defectos- se puso del lado de las víctimas. Fue el primer acto legal importante de las Naciones Unidas. Los estados del mundo se enfrentaron conjuntamente al mal en este proceso. Los criminales no se arrepintieron. Solo la fuerza unida de los aliados obligó al mal a retirarse”.




* Nota final: En el artículo de este blog, "El estado de Israel es responsable de crímenes de guerra y genocidio", explicamos que la Corte Penal Internacional (CPI) es un órgano judicial independiente con competencia para juzgar a individuos acusados de cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, con sede en La Haya, Países Bajos, se rige por el Estatuto de Roma, adoptado el 17 de julio de 1998 por la Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de una Corte Penal Internacional, entró en vigor el 1 de julio de 2002. La CPI no forma parte de la ONU, pero el artículo 2 del Estatuto establece la relación de la CPI con la ONU (rige la cooperación entre ambos organismos, resolución 58/318 de la Asamblea General). La CPI envía un informe a la Asamblea General en forma anual. De conformidad con el Artículo 13(b) del Estatuto de Roma y el Capitulo VII de la Carta de la ONU, el Consejo de Seguridad de la ONU puede referir determinados casos al Fiscal de la CPI. 
Los tribunales penales ad hoc son establecidos por el Consejo de Seguridad (Tribunal Penal Internacional para casos específicos). Por ejemplo, el Consejo de Seguridad estableció dos tribunales ad hoc: el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia y el Tribunal Penal Internacional para Rwanda. La ONU ha participado también en diversas cuestiones con el Tribunal Especial para Sierra Leona y las salas especiales en los tribunales de Camboya, Líbano, entre otros.


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Fuente consultada

Hombres de negro  en ruso.

05 octubre 2025

¿Es ahora Palestina un nuevo Estado?



Resumen y recopilación de varias fuentes

Introducción del editor del blog

El reconocimiento de Palestina como estado por parte de una gran parte de las naciones del mundo durante el 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas ha dejado más dudas que certezas.

A lo largo de su existencia, distintos gobiernos de Israel, de una u otra manera, han tenido que aceptar que habría la necesidad de establecer un estado palestino, para contradecirse acto seguido y oponerse rotundamente alegando cuestiones de seguridad, peor aún es el supuesto retorno a las fronteras de 1967, eso es innegociable para Israel. Otro argumento recurrente es la oposición al método palestino de ir ganando de a poco el reconocimiento como estado o mediante una votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Israel aduce que esa política no hace honor a los Acuerdos de Oslo (que ellos jamás han respetado), ya que ambas partes aceptaron no realizar movimientos unilaterales.

Oficialmente, Palestina venía siendo un “estado observador” de las Naciones Unidas que modificó el estatus de Palestina de “entidad” a “estado observador no miembro”. Palestina fue admitida con tal estatus desde el 29 de noviembre de 2012, Resolución 67/19 de la Asamblea General. La resolución fue aprobada con 138 votos a favor, 9 en contra y 41 abstenciones. El estatus otorgado, "Estado observador no miembro" es equiparable al estatus que goza el Estado Pontificio Vaticano.

El 18 de abril de 2024, el Consejo de Seguridad de la ONU votó una solicitud en la que se pedía que el “Estado de Palestina sea admitido como miembro de las Naciones Unidas”, un solo votó en contra de Estados Unidos, utilizando su derecho de veto paralizó la solicitud. No obstante, el 10 de mayo de 2024, la Asamblea General de la ONU respaldó el requerimiento de Palestina para convertirse en un Estado miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas, ya que cumple con todos los requisitos para su admisión, por lo que devolvió la solicitud al Consejo de Seguridad para una reconsideración favorable (143 votos a favor). La resolución incluyó un anexo que otorga derechos adicionales a la misión palestina en la ONU​.

El pasado 22 de septiembre de 2025, 155 de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas reconocen al Estado de Palestina, incluidos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, excepto Estados Unidos cuya posición es igual a la de Israel y otros pocos países, su postura del no reconocimiento es que dicho estado solo puede ser establecido mediante negociaciones directas entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina, algo que Israel ha venido saboteando durante décadas; además, lo señalamos más arriba, Israel se “protege” en los Acuerdos de Oslo, en que las partes aceptaron no realizar acciones unilaterales…

Pocos cayeron en cuenta que el pasado 18 de septiembre de 2025 era la fecha límite establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas para que Israel cumpliera con un fallo del año pasado de la Corte Internacional de Justicia para que retirara su "presencia ilegal" de los territorios ocupados. No solo que Israel desobedece esta resolución, ha hecho exactamente lo contrario, ha intensificado la destrucción y limpieza étnica de Gaza y se apresta a anexarse Cisjordania. Aparte de la cuestión del genocidio, la resolución de la ONU exige a los estados poner fin a la transferencia de armas a Israel y aplicar sanciones hasta que se ponga fin a la ocupación. ¿Se ha visto algo al respecto? Tal vez España, entre muy pocos, es la excepción.

Las posturas de las partes son inconciliables: delimitación de fronteras definitivas; el estatus de Jerusalén y el libre acceso a los lugares sagrados; el acceso al agua; la seguridad estatal: los ilegales asentamientos israelíes en Jerusalén Este y Cisjordania; el invocado derecho de retorno de los refugiados palestinos expulsados de sus hogares durante la guerra árabe-israelí de 1948… Un galimatías de proporciones bíblicas.




El problema es que los palestinos no tienen opciones

“El reconocimiento de Palestina es una repetición del fraude de "paz" de Occidente en Oslo” (Jonathan Cook, Middle East Eye, 26 sep 2025)

El renuente reconocimiento del estado palestino por parte de Gran Bretaña, Francia, Australia y Canadá es una estafa: es el mismo cambio y cebo que ha estado bloqueando la creación de un estado palestino durante tres décadas de la supuesta construcción de ese estado. A finales de 2025, cuando Palestina está en las etapas finales de su erradicación, ¿es ético ese reconocimiento?

A finales de la década de 1990, se firmaron los Acuerdos de Oslo con el respaldo occidental. La Autoridad Palestina (AP) se estableció bajo Yasser Arafat con el objetivo aparente de que Israel se retirara gradualmente de los territorios que aún ocupa en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este y que la Autoridad Palestina comenzara a gobernar un estado palestino emergente. Sin embargo, Yitzhak Rabin dijo al parlamento israelí que su visión no era de un estado sino de "una entidad que es menos que un estado", una autoridad local palestina que dependerá totalmente de su vecino, Israel, para su seguridad y supervivencia económica. Rabin fue asesinado por un pistolero de extrema derecha, su sucesor, Benjamin Netanyahu fue impulsado para detener el proceso de Oslo.

En 2000, las cumbres de Bill Clinton en Camp David entre líderes israelíes y palestinos no lograron ni siquiera un estado palestino minimalista que Israel estuviera dispuesto a aceptar. La Hoja de Ruta para la Paz de George W. Bush en 2003 trató a medias de resucitar el estado palestino, Estados Unidos aceptó las 14 "condiciones previas" israelíes, imposibles para negociar, incluida la continua expansión de los asentamientos. Lo dijo Netanyahu, Estados Unidos es fácil de manipular en beneficio de Israel.

Barack Obama asumió una gran visión de paz, pura retórica hundida rápidamente por la negativa de Israel a dejar de expandir sus asentamientos ilegales y robar más tierras en Cisjordania que son necesarias para un estado palestino. El plan del "acuerdo del siglo" de Donald Trump para 2020, disfrazó la anexión de grandes partes de Cisjordania como un estado palestino y la comunidad internacional se “comió el cuento”. Trump consideró un plan de caridad para “incentivar” económicamente a los palestinos de Gaza para que se trasladen al desierto del Sinaí en Egipto.

Israel siguió y sigue brutalizando a los palestinos y tomando sus tierras, esa es la forma de aplicar las “iniciativas de paz”, forjando una mayor resistencia palestina que culminó con el solapado ataque de un día de Hamas, el 7 de octubre de 2023. Israel respondió hasta el presente con el genocidio en Gaza. Joe Biden, presidente de Estados Unidos, es el socio activo desde el principio, enviando bombas para ayudar a arrasar el enclave y proporcionando cobertura diplomática, Israel aprovecha sin molestias y acelerara el proceso de la anexión de facto de Cisjordania.

Trump presentó un "Plan de la Riviera de Gaza", en el que quien sobreviva de los 2,3 millones de palestinos tendrá que ser "limpiado", Gaza reconstruida con dinero de las petro-monarquías del Golfo sería un patio de recreo para los ricos. Para rematar, el acusado por crímenes de guerra en Irak, Tony Blair, podría ser nombrado "gobernador" efectivo de una Gaza en ruinas.


              viñeta "Mordazas", de Luiso Garcia


Más sobre el “reconocimiento”

La verdad más profunda que el “reconocimiento” de Starmer, Macron y otros líderes europeos es que pretende ocultar que, si no queda ya territorio palestino -Gaza es arrasada y su población muerta o limpiada y Cisjordania anexada- la condición de Estado se vuelve discutible.

“Reconocemos” a Palestina vociferan, pero no hacen nada por detener el genocidio y la ocupación de más territorios palestinos en Cisjordania. A la fuerza vendrá el momento en que ya no habrá nada que “reconocer”.

El "reconocimiento" es principalmente simbólico, Starmer y los otros lo ven como poco más que un golpe retrospectivo ya que Israel no juegue limpio. Israel finge indignación al expresar que el reconocimiento sirve como una supuesta "recompensa al terrorismo". En realidad, no hay nada tangible en juego. El “reconocimiento” envía un mensaje completamente falso al público de que están "haciendo algo" por los palestinos. Quieren hacernos creer que se están enfrentando a Israel, y detrás de él a Estados Unidos. El reconocimiento es un gigantesco ejercicio de desviación, una operación de lavado de imagen, que ignora la realidad sustantiva: que, aparte de este acto "simbólico", estos estados occidentales continúan armando a Israel, entrenando soldados israelíes, proporcionando inteligencia a Israel, comerciando con él, dándole apoyo diplomático.

Hay una última razón poderosa por la que algunos gobiernos occidentales están alzando su voz en apoyo de la creación de un Estado palestino. Para salvar su propio pellejo, afirma en su artículo Jonathan Cook. A diferencia de Washington, que trata con abierto desprecio el derecho internacional y los tribunales internacionales encargados de defenderlo, muchos aliados de Estados Unidos temen su vulnerabilidad. Temen que pueda enjuiciarse a sus funcionarios por complicidad en crímenes de guerra.

Gran Bretaña y los otros no solo siguen ayudando a apuntalar el genocidio en Gaza, sus vínculos comerciales, la venta de armas, el intercambio de inteligencia y las maniobras diplomáticas, eso también es esencial para el mantenimiento de la ocupación ilegal de Israel; por lo mismo, no debería ser necesario señalar que el presunto desmantelamiento de la ocupación de los territorios palestinos significaría la otra cara, el establecimiento de un Estado palestino.

Por eso nadie debería tomar en serio la palabra de Starmer, Macron, Carney y demás. Si el establecimiento de un estado palestino "viable" fuera realmente su objetivo, estos líderes ya habrían impuesto a Israel sanciones y aislamiento diplomático, prometerían mantener la orden de arresto de la Corte Penal Internacional contra Netanyahu, no harían la vista gorda ante los repetidos ataques de Israel contra las flotillas en alta mar para ayuda a Gaza que buscan llevar alimentos a una población hambrienta.

No crean ni una palabra de lo que Starmer, Macron y el resto dicen, éstos son criminales de guerra, que en un mundo correctamente ordenado, uno donde el derecho internacional tiene influencia, ya estarían en el banquillo de los acusados. Sus maniobras actuales no deben dejarlos fuera de juego, expresa Cook. Hay tantas posibilidades de que el reconocimiento palestino modere su complicidad en los crímenes de Israel como lo hizo el proceso de "paz" de Oslo, celebrado por sus predecesores, hace una generación. De hecho, la evidencia sugiere que, como sucedió con Oslo, Israel utilizará esta última "concesión" de Occidente a los palestinos como pretexto para expandir e intensificar sus atrocidades, con la bendición de Washington.


            Foto archivo, mayo 2018. palestinos lanzando piedras


Las siguientes líneas son un resumen textual de un duro y contundente artículo de reciente publicación, redactado por el activista palestino Majed Abusalama, defensor de derechos humanos, académico y periodista independiente, “El reconocimiento europeo de un Estado palestino no es un acto de solidaridad, sino una traición a la liberación palestina” (27 de septiembre de 2025, para Mondoweiss).

“Los recientes reconocimientos de un Estado palestino por parte de varios países europeos no son actos de solidaridad, sino una profunda traición que socava nuestra lucha por la liberación al legitimar el sionismo. Tampoco es un gesto de solidaridad".

Abusalama es del parecer de que "la mayoría de los palestinos no están de acuerdo con una solución de dos estados, que es de lo que dependen todos los movimientos recientes para reconocer un estado palestino. Es solo la élite de la Autoridad Palestina (AP), que continúa subcontratando al régimen colonial israelí, la que abraza este reconocimiento para cumplir con su papel en un proyecto subcolonial. Han acumulado riqueza, estatus y control superficial beneficiándose de la gobernanza neoliberal bajo ocupación militar, mientras sirven internacionalmente a los imperialistas liberales que defienden una solución de dos estados que reduce Palestina sin disculpas y otorga a los sionistas más tiempo para expandir su proyecto colonial de asentamientos a través de la Palestina histórica".

Abusalama es crítico en apuntar al silencio global frente al genocidio en curso, la brutalidad que se observa día a día en la invadida ciudad de Gaza, parte de la “olvidada” declaración del derecho inalienable al retorno de los refugiados y el estatus de Jerusalén. Afirma que los palestinos deben definir su propia liberación, no deben consentir que las potencias opresoras, cómplices de la inacción ante el genocidio encubran su fracaso con gestos huecos de reconocimiento. “Nuestra liberación no puede ser definida por aquellos que han permitido nuestra opresión”. Ese reconocimiento no detendrá la colonización, la acelerará porque los israelíes accionarán con mayor fuerza, aislando a los palestinos. “No es un paso hacia la justicia sino una maniobra de bancarrota moral, es legitimar el sionismo". No restaurará el derecho al retorno en virtud de la Resolución 194 para los refugiados y, una vez más, socavará ese derecho para servir a los intereses sionistas, defendiendo la supremacía judía sobre la Palestina histórica sobre los cuerpos de cientos de miles de palestinos y más de un millón que han sido encarcelados por resistir al régimen colonial sionista desde 1948. El "reconocimiento" no restaura el derecho a la patria palestina, sino que la borra. Sostiene y legaliza el robo de Palestina. Ofrece autodeterminación incondicional a los colonos sionistas, pero autodeterminación condicional a los palestinos y a sus libros escolares. "Esta humillación nos priva de nuestra agenda política", sostiene Abusalama.

"La gente aplaude como si los pueblos nativos de Palestina necesitaran el reconocimiento de sus colonizadores, que actualmente están cometiendo genocidio en Gaza y han llevado a cabo repetidos ataques brutales a lo largo de los años, con crímenes documentados contra la humanidad".

Esas mismas instituciones y estados continúan apoyando el genocidio transmitido en vivo, afirman su respaldo al proyecto colonial de asentamientos, no les interesa revisar el plan de partición original que otorgó más del 43% de la Palestina histórica al movimiento sionista. Después de los Acuerdos de Oslo en 1993, algunas élites del Partido Fatah acordaron solo el 18% de la Palestina histórica. Hoy, con más de 700.000 colonos judíos en Cisjordania y Jerusalén, la Autoridad Palestina controla menos del 10% de la tierra. Incluso en esas áreas, las fuerzas coloniales israelíes conservan la libertad de encarcelar, bombardear y atacar, despojando cualquier noción de autonomía o soberanía de nuestra llamada condición de estado.

Es la lógica del colonialismo. Cualquiera que lo acepte sin interrogar la historia es hipócrita o cómplice, sirviendo a intereses hegemónicos que en última instancia permiten la plena liberación sionista mientras niegan la liberación palestina, u ofrecen solo una versión parcial y vacía de ella. Sin embargo, la gente aplaude cualquier forma de reconocimiento estatal. La mayoría de los partidos políticos en Europa lo apoyan sin pausa crítica, sin ver cómo tal reconocimiento no solo socava los derechos políticos palestinos, sino que también desestabiliza la región.

"Todas las generaciones de palestinos conocen esta verdad: tal reconocimiento no nos liberará, restaurará nuestra patria ni ofrecerá reparaciones. Nos hace invisibles, inferiorizados y profundiza nuestra desconfianza en una comunidad internacional que parece unida contra nuestros sueños. Lo hacen sin mirar el mapa, sin reconocer cómo el colonialismo de asentamiento se ha expandido implacablemente desde 1948 hasta hoy. Ignoran cómo las fuerzas sionistas nos han asediado, robado nuestros recursos naturales y demonizado nuestra existencia en connivencia con las élites occidentales orientalistas".

En su duro mensaje, Abusalama, señala  que el mundo debe hacer una pausa y descolonizar su pensamiento. "No aceptaremos ni una parte de nuestra patria para que los colonos europeos, rusos y estadounidenses puedan disfrutar del resto". El reconocimiento no es un paso hacia la justicia, es un escape de la responsabilidad, parte del genocidio en curso y la escalada de la Nakba. Secuestra todo lo palestino, incluida la capacidad de soñar con un tipo diferente de liberación, una que podría incluir al pueblo judío, pero no a expensas de los sueños nativos.

"Esta es una bancarrota liberal disfrazada de solidaridad. Convence al mundo de que se está haciendo algo por los palestinos, cuando en realidad estamos siendo castigados, violados y silenciados, mientras que las bocas imperialistas hablan solo por sí mismas".

"Este reconocimiento estatal es la forma más hipócrita, egocéntrica y eurocéntrica de escapar de la responsabilidad moral mientras continúa apoyando la superioridad colonial de los colonos judíos blancos en Palestina. Nunca aceptaré ningún reconocimiento que legitime el régimen colonial sionista israelí o encubra la complicidad imperialista occidental, especialmente del Reino Unido. Este reconocimiento no es una solución; es una distracción para poner fin al genocidio y al colonialismo de asentamiento. El Reino Unido, como todas las potencias occidentales, continuará su comercio de armas con Israel y hará negocios como de costumbre, participando en nuestro genocidio sin vergüenza.

También rechazo la idea de que los líderes occidentales tengan derecho a decidir por los palestinos si Hamas debe involucrarse en el futuro de Palestina. Esa es una decisión política palestina. Sin embargo, los imperialistas occidentales, fieles a su naturaleza, asumen que saben más que nosotros, el pueblo indígena de Palestina. Soy una de las voces más críticas de Hamas, pero reconozco que tiene legitimidad política y una base de votantes. Es el partido político palestino más grande y debe ser respetado como tal.

Los imperialistas occidentales quieren que aceptemos el sionismo y el colonialismo de asentamiento en toda la Palestina histórica. La verdadera traición radica en aceptar estos términos sin exigir pasos concretos para poner fin al genocidio, reconocerlo y sancionar a los responsables. Esa debe ser nuestra primera demanda, de lo contrario, deshonra los sacrificios de los palestinos en Gaza, el 80% de los cuales son refugiados.

El reconocimiento de Palestina es un espejismo colonial. Una solución de dos estados no es solo ficción, sino que también nació muerta y no es un camino hacia la liberación colectiva. El verdadero reconocimiento comienza con el reconocimiento del genocidio, la sanción a Israel, el fin de la impunidad y el desmantelamiento de las estructuras coloniales que nos han desposeído durante generaciones. Cualquier cosa menos no es reconocimiento, es rendición. Y yo, como muchos palestinos, nunca lo aceptaré”.


            Foto archivo (Reuters)


¿Qué va a suceder?

Cuando se le preguntó a Netanyahu si estaba de acuerdo con un estado palestino. Él respondió: "Absolutamente no. No está escrito en el acuerdo, una cosa dijimos. Que nos opondríamos firmemente a un estado palestino”. El presidente Trump también lo dijo.

Los dueños del circo en la Casa Blanca han establecido que Mr. Trump será quien fije la fecha límite para que Hamas acepte el acuerdo de paz para Gaza. ¿Y cuándo se considerará que Hamas ha rechazado la propuesta? porque la va a rechazar, quedará a voluntad del presidente de Estados Unidos. El famoso “Plan Trump” contempla el cese al fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes bajo control de Hamas en un plazo de 72 horas, el desarme del grupo y una supuesta retirada progresiva del ejército israelí de la Franja de Gaza.

No habrá luz al final del túnel, solo variará la forma de ocupación y asedio. Es un gran dilema, Palestina queda nuevamente entre la espada y la pared, no tiene -porque no le permiten- capacidad de plantear alternativas. ¿Aceptas o no? Y la peor traición -siempre presente- viene del propio mundo islámico, los gobiernos árabes y musulmanes han decidido apoyar a raja tabla el plan de “paz” de Mr. Trump. Eso es traición, miedo, cobardía e interés. Ninguna de las naciones islámicas ha dicho algo en contrario para rechazar el plan (excepto los integrantes del “Eje del Mal” que aun no son destruidos o en proceso de destrucción: Yemen e Irán).

Los líderes árabes y musulmanes han traicionado a la causa nacional palestina que afirman haber promovido durante mucho tiempo. No hay una palabra en este plan sobre autodeterminación y el derecho inalienable de los palestinos a su propio estado. Ninguna autoridad de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Egipto, Turquía, Jordania, Indonesia, Pakistán, etc., que han abrazado el “plan de paz”, nunca conversaron previamente con los palestinos. Juntos traicionaron a los palestinos al poner su nombre en un acuerdo unilateral y malévolo.

Peor, los palestinos no tienen voz ante las imposiciones que vendrán sobre Gaza, en el famoso plan de posguerra. “Esas naciones tienen como tarea obligar a Hamas a aceptar términos de rendición que los tanques, drones y robots israelíes no pudieron lograr en el campo de batalla. Pueden hacer esto con nada menos que un abrumador sentido de vergüenza”. (“La gran traición: por qué los gobernantes árabes y musulmanes respaldaron el plan de Trump para Gaza”, David Hearst, Middle East Eye)

Por miedo, cobardía e interés los árabes y musulmanes darán la espalda a Palestina, precisamente cuando la mayoría del mundo se ha vuelto decididamente en contra de los políticos gobernantes en Israel. Cuando la mayoría de los países que antes se negaban a reconocer al estado de Palestina, hoy lo hacen no solo por sentido humanitario sino por pura cuestión de legalidad. Sin embargo, los jefes árabes -con dedicatoria a los petro-monarcas del Golfo- han expresado que respaldarán el plan de “paz” que lo único que garantiza es que un supuesto estado palestino independiente jamás será viable ante la presencia “protectora” de Israel.

¿Qué pasaría si, por ejemplo, la Arabia de los Saud se opusiera?... Están más preocupados en hablar del programa estratégico social y económico del Reino, “Visión 2030”, destinado a diversificar la economía de la nación y estimular numerosos cambios en sus sectores sociales y económicos, "construir un mundo sostenible, deseable y progresivo", bla bla bla., imposible de ejecutarse sin el respaldo de los opresores de Palestina. ¿Qué pasaría si protestan? Pasaría que no sobreviviría mucho tiempo…Y qué decir de Qatar y los otros petro-monarcas… ¿Siria? ha caído, el jefe de los terroristas de al Qaeda, hoy es abrazado y recibido en la Casa Blanca y en la Unión Europea… cosa rara, ¿verdad?

No existe garantía de que al menos se intente detener la limpieza étnica y el genocidio. El hecho es simple, bajo el “plan” las fuerzas militares de Israel no abandonarán la Franja de Gaza, y, si a Netanyahu le da la regalada gana será él quien decida si entregará alguna parte de Gaza a una pretendida Fuerza Internacional de Estabilización (ISF). Si tal programa de retirada se diera – hipotéticamente- será el mismo Netanyahu o cualquier otro jefe israelí que asuma el poder, quien decidirá qué y cuánta ayuda se podrá ingresar en Gaza. No hay forma de que las “garantías” del plan de posguerra permita el resurgimiento de Gaza bajo cualquier gobierno palestino. Ningún líder palestino podrá acceder a algún rol en la reconstrucción de Gaza. La separación definitiva de Gaza y la Cisjordania ocupada quedará definitivamente establecida. La Autoridad Palestina quedará desarmada, además deberá retirar los casos contra Israel en la Corte Penal Internacional (CPI) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ), dejará de pagar a las familias de los combatientes asesinados, cambiará el plan escolar de estudios y corregirá a los medios de comunicación que pudieran existir. En ese caso, de cumplirse estas exigencias del “plan”, tal vez, Israel consideré cambiar de actitud hacia los palestinos.

¿Un Contraplan árabe?

¿Dónde está el contraplan árabe? No existe. ¿Dónde está la determinación de contrarrestar la expansión de las fronteras de Israel? pura fantasía. El compromiso de retirarse de toda Gaza se convierte mágicamente en una retirada "condicionada al desarme y al mantenimiento de un perímetro de seguridad". Y aquí entra en juego Egipto que parece ha aceptado una presencia israelí permanente en Rafah y a lo largo del Corredor Filadelfia que separa Gaza del Sinaí. Israel es inflexible en cuanto a retener el control de ambos.

La declaración final simplemente dice que "las fuerzas israelíes se retirarán a la línea acordada". El punto 16 del acuerdo original decía que las fuerzas israelíes "entregarán progresivamente el territorio de Gaza que ocupa". Netanyahu tiene un acuerdo que le otorga el control total sobre la retirada de sus tropas de Gaza mucho después de que los rehenes hayan sido liberados (un mapa publicado da a las fuerzas israelíes el control de la mayor parte de Gaza incluso después de la primera retirada de las tropas). Las opciones para Hamas son sombrías, si entrega a los rehenes no tiene garantías de que la guerra termine y no tiene nada para asegurar la liberación de los prisioneros palestinos. Si lo rechaza la guerra y el genocidio continuará con el respaldo total de Trump.

El último, de los 20 puntos, simplemente dice: "Estados Unidos establecerá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político para una coexistencia pacífica y próspera". En el punto 19 solo da un vago guiño a la estadidad. Reconoce la autodeterminación y la condición de Estado como la "aspiración" del pueblo palestino -nótese, no el derecho-, y esa aspiración depende de "los avances en el redesarrollo de Gaza y la reforma de la Autoridad Palestina llevada a cabo fielmente". ¿Quién es el árbitro de este proceso? Israel, por supuesto.

A poco de cerrar este artículo apareció una nueva versión, un "contraplan árabe" de última hora. Fuentes de seguridad egipcias y qataríes informaron el 4 de octubre 2025 que Hamas consideró y aprobó la propuesta del documento sobre un alto el fuego en la Franja de Gaza, así como el intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos. Ojo! El texto del "contraplan árabe" fue presentado por los mediadores de Egipto y Qatar. El documento prevé efectivizar la liberación de rehenes israelíes en grupos de diez personas, en contrapartida se espera la liberación -no cuantificada- de presos palestinos encarcelados en Israel. Para conseguir este objetivo deberá implementarse una tregua de 60 días en toda la Franja de Gaza. Esta medida -organizada por instancias diplomáticas- surge en el momento que el ejército israelí se alista para penetrar en la ciudad de Gaza y en los campos de refugiados adyacentes fuera de su control, lugares donde ha dicho el gobierno israelí se establecerá un "gobierno civil". Se ha tocado, además, el tema de alcanzar un acuerdo global que ponga fin a la guerra mediante negociaciones.

¿Optimismo?, la propuesta conjunta de Egipto y Qatar se basa en la revisión del plan estadounidense (que también ha sido revisado y modificado por Israel) y enviado a Israel para estudio… 


El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reúne con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca el lunes 29 de septiembre de 2025 (Reuters)


No obstante, las partes insisten en sus condiciones propuestas. Así, Hamás está dispuesta a detener sus acciones guerrilleras contra fuerzas israelíes, pero no aceptará ser desarmada hasta que se cree el estado palestino y un ejército nacional palestino; y, durante la tregua de dos meses deberá brindarse serias garantías de negociación, esperando observar que Estados Unidos presione a Israel al compromiso de un acuerdo final. También Hamas estaría dispuesta a aceptar el despliegue de una fuerza internacional conjunta europea y árabe en la Franja de Gaza que garantice la seguridad de los palestinos (además del despliegue de cinco mil agentes de policía palestinos) y el cumplimiento de la tregua. Ese despliegue de fuerzas se daría a lo largo de las fronteras de Gaza y el cruce fronterizo de Rafah. Hamás también se comprometería no administrar la Franja desde que se haga efectivo el alto el fuego y se apliquen los puntos de la tregua.

Por su parte, Netanyahu ha sido claro, solo aceptará un acuerdo si todos los secuestrados que mantiene Hamas son liberados en un solo acto, es una de sus condiciones para poner fin a la guerra… El Gobierno de Netanyahu anuncia "la implementación inmediata" de la primera fase del plan (¿de cuál plan hablará, tal vez del estadounidense? ¿o el plan modificado por él y Trump en persona?). Por su lado, Mr. Trump asegura que Israel y Hamas están listos para un acuerdo de paz "sin precedentes", "estamos cerca de lograrlo”.

¿A quién creemos?

Conclusión

Después de dos años de genocidio, hemos terminado con una propuesta de solución que es sustancialmente peor que la situación que existía el 6 de octubre de 2023. Israel tiene luz verde para permanecer en Gaza, ya sea directamente o a través de representantes (como sería el "gobernador" Tony Blair). Incluso si retira sus tropas por completo, continuará sellando la frontera y controlando la cantidad de ayuda y la calidad de los materiales de construcción que pasen. Tiene luz verde para invadir al-Aqsa. Tiene luz verde para construir asentamientos en Cisjordania.

A los palestinos solo se les puede permitir vivir junto a Israel en paz si se muestran serviles a sus deseos, si se esconden en los rincones de la tierra que los colonos no han tomado y abandonan todos los planes para un estado independiente propio, guardando su bandera nacional, mientras los colonos despliegan su estrella de David por todas sus antiguas casas y tierras.




Epílogo

La realidad es que los palestinos, dondequiera que se encuentren, están quedándose más solos que nunca pese a las voces de reconocimiento en el mundo. Los líderes árabes y musulmanes que deberían respaldar la valentía y la firmeza de los palestinos de Gaza han respondido con miedo, cobardía e intereses propios.

No es necesario festejar el reconocimiento del estado de Palestina en las Naciones Unidas, probablemente jamás se llevará a cabo, porque Israel y Estados Unidos no lo permitirán. Y la única solución para los palestinos seguirá siendo ejercer su derecho a la resistencia, a mantener las armas por siempre o hasta que el mundo árabe y/o musulmán decida actuar con determinación, lo cual no significa otra cosa que una guerra colosal, lo cual es también muy poco probable. Salvo excepcionalidades como es Irán, que por esa razón seguirá siendo desestabilizada hasta un cambio del modelo gobernante.

Otra premisa fundamental en todo esto es el sentido que le dan al caso los fanáticos fundamentalistas cristianos de Estados Unidos, muchas veces identificados como el sionismo cristiano, Éstos sueñan con la guerra de "el Fin de los Tiempos" (en el contexto religioso). Esa guerra, en el fondo es deseada por los Estados Unidos y sus aliados europeos afines al marco ideológico del sionismo cristiano, incluso contrariando los fundamentos de la religión judía. En los Estados Unidos las élites del poder se declaran “religiosas”, anhelan el fiel cumplimiento de las escrituras, desean el Armagedón bíblico, el cumplimiento de la profecía… el fin del mundo, para reiniciar una nueva era de paz

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Fuentes consultadas:

Otras notas de la prensa diaria

05 mayo 2025

La Unión Europea prohíbe conmemorar la derrota de la Alemania nazi


            © Foto SCF


¿Debe Europa dejar de reconocer el triunfo contra el nazismo? ¿Realmente puede la Unión Europea prohibir se celebre la victoria del mundo civilizado contra la Alemania nazi? O, ¿será, talvez, que la Unión Europea ahora promete conmemorar la derrota de la Alemania nazi?


Desde la creación de la ONU, incluso durante la Guerra Fría, Francia y la URSS velaron para que cada año la Asamblea General consagrara la resolución prohibiendo la propaganda nazi y su glorificación. Desde octubre de 1966 la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 21 de marzo como "Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial", que los principios de igualdad y no discriminación son parte de los Derechos Humanos fundamentales. Fueron precisamente las grandes potencias mundiales quienes solían darnos periódicas "lecciones" de que la discriminación racial es una ofensa contra la dignidad humana ("Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial"). En la práctica, la tradición pasó poco a poco al olvido tras la disolución de la URSS. 

 

Son ya muchos años que Europa y Estados Unidos intentan reescribir la historia de la segunda guerra mundial. El tema ya lo hemos abordado, incluso se ha comprobado como Estados Unidos y sus aliados europeos vienen votando disimuladamente por el nazismo en las Naciones Unidas y el Parlamento Europeo


Observamos que, al menos desde 2005, EEUU vota anualmente en la Asamblea General ONU en contra de una resolución contra el racismo y otras formas de intolerancia, secundados por uno o dos estados más. 

Las cosas dieron un giro brusco el 4 de noviembre de 2022, EEUU "democráticamente" recibió el apoyo de 51 estados en su negativa anual. Implícitamente significa que el nazismo sigue presente "oficialmente" en Europa y EEUU. ¿Por qué?, los hechos anteriores son "inexplicables", pero desde 2014 y más concretamente desde 2022 se debe a la "amenaza" rusa, aunque Rusia aboga cada año por ratificar los postulados de la "Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial". Digámoslo sin eufemismos: la "razón" es porque Rusia ha invadido Ucrania. Y, aquí aparece Ucrania, el socio de siempre de Estados Unidos para rechazar las resoluciones condenando el racismo desde hace décadas. Desde 2022 se sumaron la Unión Europea / OTAN y otros estados solidarios con Ucrania condenando la resolución anual sobre la "Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial", simplemente porque Rusia apoya la resolución. 




Hace un par de años publicamos: "¿Por qué la Unión Europea se abstiene de condenar el nazismo en las Naciones Unidas?". Una curiosa respuesta, digna de risa, fue (según un neonazi que frecuenta las redes sociales): "Porque es una propuesta rusa". Aquel "sabio" nazi al parecer ahora "asesora" a los EEUU y a la UE. El Parlamento Europeo -bajo vigilancia de la OTAN- el 19 septiembre 2019, según la "Memoria Histórica", aprobó -retroactivamente- acusar a la extinta URSS de complicidad con el nazismo para desatar la guerra mundial (?)… Por largas décadas nos enseñaron que EEUU-URSS y otros lucharon juntos por liberar Europa del nazismo. ¿Nos mintieron? Básicamente el nivel argumentativo y cultural ha venido decayendo a marchas forzadas en EEUU-UE. Hoy, en Europa y la América “Libre” se "debate" con histeria y no con historia.   

En los años 30 del siglo XX Francia y la Gran Bretaña, los dos más grandes imperios coloniales del momento, decidieron desatar la guerra en Europa, a inicios de octubre de 1938 fueron Chamberlain y Daladier pactando con Hitler y Mussolini quienes aprobaron despedazar Checoslovaquia. Nadie recuerda hoy en la "democrática" Europa que, sí, en efecto, fueron los totalitarios comunistas de la URSS quienes realizaron el mayor esfuerzo para lograr la firma de un Acuerdo de Seguridad Colectiva en Europa contra la inminente agresión nazi, les negaron ese acuerdo, forzándolos a firmar un pacto de no agresión con los nazis en agosto de 1939 (pacto de no agresión, no pacto de “amistad”). 

Igualmente, recordemos que la "democrática" Europa, el 18 de noviembre de 2020, aprobó la Resolución para "Combatir la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a alimentar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia", que causan "profunda preocupación por la glorificación, en cualquier forma, del nazismo, el neonazismo y los ex miembros de las Waffen-SS". La resolución señala que "la victoria sobre el nazismo en la segunda guerra mundial contribuyó a la creación de las Naciones Unidas, a fin de salvar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra", advirtiendo sobre la propagación de movimientos neonazis, racistas y xenófobos como fenómeno contemporáneo. En esa ocasión, solo los clásicos paladines de la "democracia": Estados Unidos y Ucrania votaron en contra. Casi en los mismos términos, el 16 de diciembre de 2021, la Asamblea General examina el informe sobre la eliminación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, dos votos en contra (Ucrania, Estados Unidos) y 49 abstenciones (UE / OTAN). Se reitera que "toda celebración conmemorativa del régimen nazi, sus aliados y organizaciones conexas, ya sean oficiales o no oficiales, debe ser prohibida por los Estados". En el punto 7 se expresa la "preocupación por los intentos recurrentes de profanar o demoler monumentos erigidos en memoria de quienes lucharon contra el nazismo durante la segunda guerra mundial, así como de exhumar o retirar ilícitamente los restos de esas personas y, a este respecto, insta a los Estados a que cumplan plenamente las obligaciones que les incumben, entre otras cosas, en virtud del artículo 34 del Protocolo Adicional I a los Convenios de Ginebra de 1949". En el punto 10 se destaca: "Condena sin reservas toda negación o intento de negar el Holocausto". 

El 4 de noviembre de 2022 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el texto para la Resolución de ese año (Resolución sobre "Combatir la glorificación del nazismo y el neonazismo") ya resulta "ofensivo" para estadounidenses, ucranianos y sus aliados europeos por mencionar y condenarse el nazismo, sin que se haya señalado a ninguna nación en específico, 105 países votaron A FAVOR de la RESOLUCIÓN. EN CONTRA: 52 países; y, 15 abstenciones. Lo último, el 17 de diciembre 2024, 53 estados se opusieron a la tradicional resolución, 10 estados se abstuvieron. 

 

El significado político de estas votaciones es evidente: casi todos los miembros y socios de la OTAN/UE hoy respaldan el neonazismo ucraniano. Ucrania viene glorificando su pasado nazi como parte fundamental de su cultura política (la Ucrania occidental más no las regiones separatistas de habla rusa). El voto ucraniano en las resoluciones contra el nazismo en la ONU siempre ha estado presente por décadas, tan sencillo como observar su afinidad con la ideología nazi. Tan simple como eso. 




Un hecho histórico que martiriza a los Estados Unidos y a las antiguas y actuales potencias coloniales europeas (las mismas de siempre) constituye la victoria soviética sobre la Alemania nazi, visto esto en la actualidad es reconocer la capacidad económica y militar de Rusia, el "tradicional" enemigo ideológico del mundo "civilizado". En estos momentos la Unión Europea aprovecha los 80 años de la victoria contra el nazismo para seguir haciendo el ridículo mundial atribuyendo a Rusia la desgracia de haber vencido al nazismo, no hay otra explicación. El  Parlamento de Europa y otras instituciones están conformes en falsear y denigrar la historia. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, es rotundo al respecto: La UE está abiertamente dispuesta a retomar la ideología nazi europea. "No existe una palabra para describir esta idea. De hecho, no me cabe la ironía, es alucinante cómo la Unión Europea está abiertamente dispuesta a retomar la ideología nazi europea. Por supuesto, no lo toleraremos y haremos todo lo posible para que esta ideología se mantenga agachada, se elimine de una vez por todas y Europa recupere sus valores". Clarificando, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas intimidó a líderes europeos que quieren visitar Rusia para conmemorar el Día de la Victoria. Kallas fue enfática, la UE no ve con buenos ojos que países candidatos a adherirse a la UE participen en el desfile del 9 de mayo en Moscú.

El boicot a las celebraciones del 80º aniversario de la Victoria contra el nazismo (y el fascismo en general) es una afrenta contra la "libertad" europea, ya que rememora el hecho de que fue la Unión Soviética el factor vital y artífice del triunfo sobre la Alemania nazi. Por ello, los países europeos recibieron la orden de boicotear las conmemoraciones (que tampoco es un acto de hoy, esto viene aconteciendo desde hace una década). Esto viene implícito por cuestiones políticas en las relaciones Europa - Rusia; y lógico, tiene que ver con la guerra de Ucrania, fomentada desde Occidente.

Para Thierry Meyssan y otros expertos politólogos, Rusia intenta desnazificar Ucrania, contradiciendo la "opinión" occidental de que no hay nazis en Ucrania y que la única intención rusa es invadirla. Meyssan demostró casos análogos en los países bálticos evidenciando que estamos ante una estrategia deliberada de la OTAN para que nuevos países se opongan ante la ONU a la tradición de ratificar la resolución contra la glorificación del nazismo

Tras la muerte del presidente Roosevelt, "la CIA, y en menor medida el Departamento de Defensa, se convirtieron en escondites de antiguos nazis. Durante la Guerra Fría, los anglosajones los colocaron en puestos de responsabilidad en numerosos países del "mundo libre", desde Chile hasta Irán. Llegaron incluso a crear un grupo criminal internacional, la Liga Mundial Anticomunista, para coordinar sus esfuerzos contra todos los movimientos de izquierda del Tercer Mundo" (Meyssan). 

La Unión Soviética condenada a la extinción en 1991, dio paso a la reaparecieron en la palestra pública de aquellos  clandestinos grupos racistas ucranianos aliados de los nazis, los angloamericanos no titubearon  en darles cobijo y respaldar futuros proyectos de los denominados "nacionalistas integrales" de Ucrania, seguidores de Dmytro Dontsov y Stepan Bandera, que se colocarían en las sombras del poder en 2014. 

Desde 2016, la polaca Anna Fotyga, eurodiputada y luego directora de la administración presidencial polaca, presentó en Estrasburgo una resolución sobre comunicaciones estratégicas, involucrando a la UE en la guerra de la información contra Rusia y, en apariencia, contra los islamistas (Centro de Comunicación Estratégica de la OTAN), de allí surgió en el Parlamento Europeo la resolución sobre "la importancia de la memoria europea para el futuro de Europa" (19 de septiembre de 2019) en que acusa a la URSS de compartir los objetivos del Imperio nazi, desatando la Segunda Guerra Mundial (?!) 


Como bien señala Meyssan, los neonazis o "nacionalistas integrales", pueden ejercer el poder en Ucrania sin plantear el más mínimo rechazo en Occidente, la democracia europea pretende ignorar que la Constitución ucraniana es la única del mundo que decreta, en su artículo 16, que "preservar el patrimonio genético del pueblo ucraniano es responsabilidad del Estado".  


Todo esto no debería sorprendernos en un momento en que las mismas autoridades occidentales nos explican con una sonrisa que los yihadistas de Al Qaeda y Daesh, recién puestos en el poder en Damasco por los anglosajones, no son más que "islamistas ilustrados". 

Para no prolongar lo evidente, enlaces a nuestros análisis pasados referentes al tema quedan disponibles en las notas a pie de página. 

Estará saciada la interrogante del ¿por qué la Unión Europea viene absteniéndose de condenar el nazismo en las Naciones Unidas y en su propio Parlamento? Otra cuestión: ¿Qué decidirá el "fascista" Trump respecto a la resolución de la ONU en 2025, tomando en cuenta que deberá decidir sobre su "aliado" antifascista (Rusia)?



   II parte 

La Unión Europea prohíbe conmemorar la derrota de la Alemania nazi 


Soldados soviéticos listos para arrojar en la Plaza Roja varios estandartes, banderas y emblemas nazis durante el Desfile de la Victoria sobre la Alemania nazi, Moscú, 24 de junio de 1945

 

Fundación de Cultura Estratégica, 

Título original: “European Union bans commemorating the defeat of Nazi Germany” 


La Unión Europea advierte a los líderes europeos que no asistan al 80.º aniversario del Día de la Victoria en Moscú el 9 de mayo


Aparentemente, la justificación de dicha prohibición es que Rusia supuestamente libra una guerra contra Ucrania y amenaza al resto de Europa, según la UE. Esa es una forma de verlo. Otra forma de verlo es que el conflicto en Ucrania es una guerra indirecta patrocinada por la UE y la OTAN para derrotar a Rusia, ocho décadas después del fracaso de la Alemania nazi. Las élites europeas, que han llegado a dominar la formulación de políticas, comparten la misma mentalidad fascista. 

No es de extrañar, entonces, que se opongan a asistir al evento del 80.º aniversario en Moscú el próximo mes. Necesitan mancillar ese evento encubriendo sus políticas despreciables. 

El evento que conmemora la derrota de la Alemania nazi y el fascismo en Europa es una fecha histórica de enorme importancia para todo el mundo. Hace ochenta años, el 9 de mayo de 1945, el Ejército Rojo Soviético aplastó al régimen nazi en Berlín, poniendo fin así a la guerra más terrible de la historia de la humanidad. 

Hasta 27 millones de ciudadanos soviéticos, quizás más, dieron su vida en la épica lucha para derrotar a la Alemania nazi y a sus aliados europeos fascistas, como la Francia de Vichy, Italia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Finlandia y los estados bálticos de Estonia, Letonia y Lituania. 

Rusia tiene el honor de liberar a Europa del mal del fascismo. En comparación, los otros aliados antifascistas de Estados Unidos y Gran Bretaña sufrieron menos del 5% de las bajas que sufrieron los ciudadanos soviéticos. 

Resulta apropiado que muchos líderes internacionales asistan al desfile del Día de la Victoria en Moscú este año, entre ellos Xi Jinping de China y Narendra Modi de India. Sin embargo, muchos otros no estarán en Moscú, lo cual es lamentable. El presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro británico Keir Starmer deberían estar presentes para rendir homenaje a los soldados y civiles que sacrificaron sus vidas. Lamentablemente, la política tóxica que ha envenenado las relaciones entre los estados occidentales y Rusia ha imposibilitado dicha participación

Lo que resulta aún más atroz, sin embargo, es la prohibición explícita de que los líderes europeos asistan a las celebraciones en Moscú. Kaja Kallas, comisaria de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, advirtió que cualquier político que viajara a Moscú se enfrentaría a graves consecuencias. Kallas, ex primer ministra del pequeño estado báltico de Estonia, fue nombrada el año pasado máxima responsable de la política exterior de la UE. 

Uno de los que desafía las órdenes es el primer ministro eslovaco, Robert Fico. Este reprendió a Kallas por atreverse a decirle, como líder de una nación soberana, adónde ir y adónde no. Añadió: “Iré a Moscú a rendir homenaje a los miles de soldados del Ejército Rojo que murieron liberando Eslovaquia”. Fico fue elegido con una plataforma que abogaba por relaciones amistosas con Rusia y el fin de la guerra indirecta de la OTAN en Ucrania. Se ha opuesto sistemáticamente al envío de más ayuda militar al régimen de Kiev. El año pasado, Fico sobrevivió a un intento de asesinato en el que fue baleado por un hombre armado motivado por políticas proucranianas. 

Cabe destacar que las sanciones de la Unión Europea a los políticos que asisten a la conmemoración del Día de la Victoria en Moscú se dirigen a los países candidatos a unirse al bloque de 27 miembros. Kallas amenazó con cancelar su candidatura. Entre ellos se encuentran las naciones balcánicas de Albania, Montenegro, Macedonia del Norte, Bosnia y Herzegovina y Serbia, además de Moldavia y Georgia. 





No obstante, el presidente serbio, Aleksander Vučić, declaró que viajaría a Moscú a pesar de la intensa presión de Bruselas. "Estamos orgullosos de nuestra lucha contra el fascismo, y esa fue la razón principal por la que acepté la invitación", declaró Vučić. No obstante, habló de la siniestra influencia que ejerce sobre su gobierno. "Me parece que se me va a caer el cielo encima debido a la presión que rodea el viaje a Moscú", declaró el presidente serbio, quien añadió que su país estaba siendo desestabilizado por agitadores externos. 

La indecorosa controversia sobre el desfile del Día de la Victoria en Moscú sirve para poner de relieve las crecientes tendencias malévolas de la UE. La centralización del poder político del bloque se vuelve cada vez más autoritaria y hostil hacia Rusia. Cualquier disidencia entre los miembros de la UE que cuestione el apoyo del bloque a la guerra indirecta en Ucrania es reprimida sin piedad con amenazas de sanciones políticas y económicas. El liderazgo de la UE, bajo el mando de autócratas rusófilos como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y Kaja Kallas, está implicado en la supresión de elecciones en Rumanía, Moldavia y Georgia para impedir la participación de partidos que exigen el fin de la guerra en Ucrania y unas mejores relaciones con Rusia. El reciente y dudoso procesamiento en Francia de la política nacionalista Marine Le Pen, quien ha criticado la guerra indirecta de la OTAN, es otro ejemplo funesto de las medidas de la UE para reprimir la disidencia. 

Resulta sorprendente cómo la UE ha llegado a operar como un bloque fascista. Las decisiones políticas sobre la financiación de un régimen neonazi en Ucrania para librar una guerra indirecta contra Rusia las toman élites rusófobas sin ninguna rendición de cuentas democrática. Irónicamente, la Unión Europea, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2012, se ha transformado en un eje militarista donde la economía civil se subordina a un afán bélico desmesurado, supuestamente para hacer frente a la agresión rusa

Durante varios años, la UE ha estado derivando hacia esta nefasta manifestación. El bloque está dirigido por personas como Von der Leyen, cuyo padre, un político alemán, tenía afiliaciones nazis. Los Estados bálticos que erigen monumentos a colaboradores nazis están ahora sobrerrepresentados en las oficinas de formulación de políticas de la UE. Es apropiado, aunque aborrecible, que el bloque esté hoy aliado con un régimen neonazi en Kiev que honra a fascistas ucranianos como Stepan Bandera y Roman Shukhevych, y muchos otros que colaboraron con el Tercer Reich en el exterminio de millones de personas hace ocho décadas. 

Un hito vergonzoso fue la aprobación de una resolución del Parlamento Europeo en 2019 que equiparaba a la Unión Soviética con la Alemania nazi al supuestamente iniciar la Segunda Guerra Mundial. Rusia condenó ese revisionismo político. Ahora, se ha alcanzado un nuevo mínimo de degeneración. La UE prohíbe los homenajes a quienes derrotaron al nazismo.




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