Malula – Siria, quizá el último rincón del mundo donde se habla el arameo,
la lengua de Cristo, liberada por el Ejército Árabe Sirio de las garras infames
de los yihadistas del Frente al-Nusra en 2013
Introducción del redactor del blog
A propósito de la ola de refugiados que asola Europa, uno de los factores secretos de esta pesadilla es la evidente intención de continuar con la eliminación sistemática de los grupos cristianos que viven desde siglos en las tierras de Oriente Medio, ya sea enviándoles al exilio forzoso o asesinándolas usando al radicalismo del Estado Islámico y otros grupos afines.
Una de las pruebas de que las potencias Occidentales tratan de desintegrar
las naciones árabes es la profunda desinformación mundial respecto a supuestos
conflictos confesionales, cuando la realidad ha sido siempre lo contrario.
La gente común y corriente, el verdadero pueblo en Siria, Irak, Irán,
Líbano, Palestina no tiene (salvo casos particulares) animadversión hacia
grupos de compatriotas que profesan otra corriente islámica, peor aún con
cristianos y judíos. Como dicen en el argot popular “La gente se lleva bien” y no
les interesa sus creencias personales.
Son las abominables mentalidades retrogradas del pensamiento wahabí quienes
en sus madrazas han ido acumulando e instruyendo el odio hacia todo lo que no
es aceptado por ellos. Estos grupos que apenas representan el 1% del Islam son quienes
desatan el odio y la lucha confesional, sin siquiera saber que sus ideólogos políticos
(la Hermandad Musulmana) son lacayos de sus patrones occidentales y cumplen los
designios de otros.
Bien sabemos que Siria, entre tanta sabiduría que ha legado al mundo y su convivencia pacífica multiconfesional a lo largo de su existencia, también es parte del auténtico y –primigenio- cristianismo, aquel que profesaban los llamados Apóstoles de Jesús. Es en Siria en una pequeña población llamada Malula donde se sigue hablando el arameo la antigua lengua que cuentan los relatos bíblicos hablaba aquel sabio hombre que dio origen a una de las religiones más importantes de los dos últimos milenios.
Por lo mismo, por qué habría de desterrar y eliminar una herencia cultural
nacida en estos rincones de la tierra?. El civilizado mundo occidental, con su
locura de poder y riqueza, para satisfacer los intereses del estado israelí, ya
no tiene argumentos para hacer el trabajo sucio, por tanto, han ido moldeando
un monstruo engendrado en el fanatismo irracional del wahabismo. Hoy, el Estado
Islámico, el Frente al Nusra, el Frente Islámico, Al Qaeda y otras organizaciones
en Irak y Siria se encargan de asesinar y expulsar a los cristianos de sus
tierras y Occidente "amablemente" les brinda refugio.
Entre las oleadas de verdaderos refugiados y otros que no lo son, vienen
miles de cristianos huyendo, quizá para siempre de su tierra, de su hogar
milenario. Ningún cristiano de Occidente se da cuenta que estos refugiados que
profesan la misma fe quizá tengan algún tipo de descendencia de aquellos que hace más de dos mil años difundieron un
nuevo mensaje en contra del Imperio de aquel tiempo y de aquellos que abrazaron
el cristianismo en la época de las Cruzadas.
Dejad que los cristianos vivan en paz en Oriente, es uno de los mejores artículos escritos sobre la guerra secreta en contra de las naciones laicas del Medio Oriente, André Chamy es uno de aquellos sociólogos intelectuales a los que hay que seguir, honesto e imparcial representa esa clase de investigadores comprometidos con la verdad.
Solamente como curiosidad histórica, ya que nos centramos en la crisis
Siria, les dejo un video sobre las fortificaciones de los Caballeros Templarios
en la ciudad siria de Tartus, una actual combinación de edificaciones antiguas
con viviendas modernas. (aunque el enfoque del video no tenga nada que ver con
nuestra publicación, es interesante seguir conociendo lo que Siria es,
representó y seguirá siendo en el futuro).
Mundos perdidos: Los Caballeros Templarios
*****
por: André Chamy
10 de agosto 2014
Combatiente del EI vigilando la catedral de Mosul - Irak
Ante la persecución desatada contra los cristianos en la ciudad iraquí de Mosul, Francia propone acogerlos en su territorio, renunciando así a defenderlos y uniéndose de hecho al proyecto de Estados Unidos e Israel contra los cristianos del Oriente. Se mantiene así una tendencia histórica. Los cristianos del Oriente nunca han podido contar con la ayuda de sus correligionarios de Occidente, quienes en cambio trataron de ocupar sus países en tiempos de las Cruzadas y durante la colonización. André Chamy hace un recuento de los planes occidentales tendientes, ya desde el siglo XX, a expulsar a los cristianos del Oriente para convertir la región en teatro de un enfrentamiento entre judíos y árabes.
Los cristianos de Irak, una de las comunidades cristianas más antiguas del Levante, representan casi el 2% de la población del país. En 1980, todavía eran un millón de personas pero en este momento la supervivencia de esa comunidad corre grave peligro.
Después de recibir un ultimátum de los yihadistas
del Estado Islámico [ex EIIL] intimándolos a convertirse al islam o a pagar el
impuesto implantado para los no musulmanes [1], la comunidad cristiana de Mosul
tuvo que huir al Kurdistán iraquí.
En este momento es difícil saber con precisión
cuántos cristianos se han quedado en Irak. Pero existen algunas cifras, dadas a
conocer por las propias comunidades religiosas: eran todavía un millón en el
momento de la primera guerra del Golfo –en 1991– y en el momento de la invasión
estadounidense –en 2003– eran unos 800 000 mil. Desde hace 11 años, un millar
de cristianos han resultado muertos y se estima en alrededor de 400 000 el
número de los que abandonaron el país. Actualmente quedarían en Irak 400 000
cristianos, incluyendo la importante comunidad cristiana de Bagdad, que cuenta
entre 100 y 150 000 personas.
Ante esa situación, Francia –por boca de sus ministros
de Relaciones Exteriores y del Interior– se declara dispuesta a «favorecer la
acogida» de los cristianos que huyen de Irak. De hecho, en un supuesto gesto de
generosidad, con el pretexto de proteger a los cristianos del Oriente, Francia…
los invita a abandonar su país.
Una iglesia cristiana en Mosul
¡Extraño gesto! porque ninguno de esos cristianos ha pedido renunciar a su tierra sino que les ayuden a mantenerse en ella. Y es ese el quid de la cuestión, ¡esa es su tierra! Ser cristiano no es una nacionalidad, aunque eso no les guste a los señores Fabius y Cazeneuve [los ministros franceses de Relaciones Exteriores y del Interior]. Estamos hablando de libaneses, sirios, iraquíes, palestinos, egipcios, etc.
Hace más de 2 000 años que estas personas viven
en esa parte del mundo y han tenido una participación activa en su historia, su
cultura y su civilización. Nunca tuvieron necesidad de protectores y las únicas
veces que han vivido bajo un protectorado… no fue precisamente para su propio bien.
Hay que recordar el caso específico de los cristianos del Líbano, donde algunos
creyeron que Occidente podía protegerlos, cuando lo que en realidad hizo fue
sacrificarlos en beneficio de los intereses particulares de las grandes
potencias.
Doble rasero
Esta falsa generosidad dividirá nuevamente a los
franceses. Unos repetirán que no hay cabida para más extranjeros en Francia y
otros sostendrán que Francia está obligada a proteger a los cristianos del
Oriente. Un tercer grupo se interrogará sobre la hipocresía que significaría el
hecho de acoger en Francia un millón de iraquíes cristianos mientras que otros
iraquíes –no cristianos– son masacrados en otros lugares del Oriente… ¿Cómo
tener entonces la conciencia tranquila?
Justo antes de entrar en guerra contra Siria,
Francia tenía previsto acoger a los cristianos de ese país. [El entonces
presidente de Francia] Nicolas Sarkozy había encargado la redacción de un
informe que aconsejaba facilitarles la obtención del asilo en Francia. El 5 de
septiembre de 2011, al recibir al nuevo patriarca maronita Bechara Rai, Sarkozy
le ordenó de forma perentoria que empezara a hacer las maletas [2]. Pero
Francia cambió bruscamente de idea cuando se comprobó el respaldo
inquebrantable de los cristianos de Siria a su país, que estaba siendo blanco
de una agresión externa [3].
Así que los cristianos de Siria fueron
perseguidos, masacrados o expulsados de sus casas y propiedades en todas las
ciudades donde logró entrar la famosa «oposición armada» [4], sobre todo en
Raqqa, en Deir ez-Zor, en Alepo, en Homs e incluso en Kassab. Por cierto, ¿no
fue en esa última ciudad donde –gracias al apoyo de Francia, Estados Unidos y
Turquía– los cristianos armenios fueron víctimas de un verdadero exterminio, al
extremo que hubo quienes se preguntaron si no se trataba de permitir que el
gobierno turco terminara el genocidio iniciado en 1915? [5]
La tarea de «liquidar» a los cristianos estaba
compartida entre las diferentes facciones de esas bandas armadas,
principalmente el EIIL (Emirato Islámico en Irak y el Levante, recientemente
rebautizado «Emirato Islámico» después de proclamar el califato en una amplia
extensión de territorios sirios e iraquíes) y el Frente al-Nusra (vinculado a
al-Qaeda). Refiriéndose a este último, nuestro ministro de Relaciones
Exteriores [Laurent Fabius] no halló nada mejor que decir que sus «muchachos»
estaban «haciendo un buen trabajo» [6]. Por cierto, Francia sigue entregando
municiones a al-Nusra, incluso después de haber abogado por su inclusión en la
lista de organizaciones terroristas reconocida por la ONU [7].
Cristianos sirios apoyan al gobierno legítimo
Mientras tanto, quien ha velado por el regreso de los cristianos a Kassab a Maalula, dos ciudades sirias milenarias y cargadas de emoción y de historia; quien ha actuado para que los sitios sagrados de los cristianos sirios y sus lugares dedicados al culto sean protegidos por el Ejército Árabe Sirio –el ejército de la república laica que es Siria– es precisamente el presidente sirio Bachar al-Assad, vilipendiado por todos y, claro está, por el propio Fabius.
Los cristianos de Egipto, quienes tanto han
sufrido y siguen sufriendo los ataques sanguinarios de los grupos vinculados a
la Hermandad Musulmana, tampoco han tenido derecho a la compasión de los
ministros [franceses] anteriormente mencionados, demasiados ocupados en aquel
momento en aplaudir al hoy derrocado presidente [islamista egipcio] Mohamed
Morsi.
Entrometiéndose en los asuntos internos de un
país independiente, [el ministro francés de Relaciones Exteriores] Laurent
Fabius incluso llamó a la liberación del ex presidente Morsi, el 30 de julio de
2013: «La situación es muy crítica. Llamamos al rechazo de la violencia y a la
liberación de los presos políticos, incluyendo el ex presidente Morsi», declaró
Fabius en esa fecha.
¿Por qué los coptos egipcios no gozaron de la
misma simpatía de parte de Laurent Fabius en momentos en que los partidarios de
Morsi los masacraban? ¿Son más dignos de compasión los que incitan a la
violencia contra los coptos que quienes sufren esa violencia?
Tampoco podemos olvidar a los cristianos
palestinos, impedidos cada día de practicar su religión y sometidos a todo tipo
de violencias, tanto por parte de las fuerzas armadas de Israel como por los
colonos israelíes, en cuanto muestran la menor voluntad de resistencia contra
el ocupante.
¿Es posible olvidar el intento de desarraigar a
los cristianos del Líbano perpetrado durante la guerra iniciada en 1975 en ese
país? El secretario de Estado estadounidense propuso en aquel entonces
facilitar el traslado de los cristianos a Estados Unidos, Canadá y Europa,
mientras que el Pentágono enviaba a las aguas libanesas un portaviones
destinado a transportarlos. Pero el proyecto encontró el rechazo del presidente
libanés Suleiman Frangieh, conocedor del papel de los cristianos en el conjunto
de la región y particularmente en Líbano. Por supuesto, Suleiman Frangieh era
por demás hostil a aquella noción de «patria de sustitución»…
El por
qué del cómo
Foto: Reuters. Septiembre 2014. Cristianos iraquíes de Mosul refugiados en
una escuela de Erbil
¿Existen razones ocultas tras esta declaración del gobierno de Francia, evidentemente engañosa?
Busquemos los verdaderos motivos que lo han
llevado a tratar de impresionar al público con este anuncio, porque es evidente
que los cristianos de Irak no van refugiarse masivamente en Francia.
Sencillamente, no tienen ningunas ganas de hacerlo.
¿Por qué se hace ese ofrecimiento a los
cristianos de Irak cuando son sólo los cristianos de Mosul los que se hallan
bajo la amenaza del Emirato Islámico (ex EIIL)?
Es importante recordar que ya en junio de 2007 un
artículo publicado en la publicación mensual del Vaticano 30 giorni nella
Chiesa describía la situación de los cristianos iraquíes, específicamente en el
barrio de Dora –de mayoría cristiana y a unos 10 kilómetros al sudeste de
Bagdad. «Grupos vinculados a al-Qaeda han instaurado un llamado “Emirato
Islámico de Irak”» (el mismo Emirato Islámico, ex EIIL, tan mencionado
últimamente) y cobran la yizia (tributo impuesto a los infieles), que se eleva
hasta 200 dólares anuales, o sea una suma capaz de satisfacer durante un mes
las necesidades de una familia de 6 personas. [8].
Algunas familias cristianas son obligadas a casar
una de sus hijas con un musulmán para que se les permita seguir viviendo en el
lugar. «Una fatwa prohíbe portar la cruz al cuello. En
cuanto a las iglesias, a golpe de granadas de mano fueron obligadas a quitar
las cruces de sus cúpulas y fachadas. A mediados de mayo, la iglesia asiria de
San Jorge fue incendiada.»
El 31 de octubre de 2010, en vísperas del Día de
Todos los Santos, 42 personas fueron asesinadas y otras 60 heridas en la
catedral del Perpetuo Socorro de Bagdad. Los dos sacerdotes fueron asesinados.
Ya desde entonces Francia expresó preocupación por los cristianos de Irak.
Entonces, ¿por qué es ahora cuando se hace esta
invitación a los cristianos de Irak? Y ¿por qué se mantienen las evasivas sobre
el número de refugiados que Francia estaría dispuesta a recibir cuando sabemos
que en el caso de los sirios, estimulados por París a luchar contra el gobierno
de su país, Francia ha aceptado acoger sólo 500? El lector notará enseguida que
esta última cifra es ridícula en relación con el millón de cristianos iraquíes
o con los cerca de 2 millones de cristianos sirios.
¿Por qué en este momento, cuando la franja de
Gaza es blanco de una nueva agresión?, agresión que se produce cuando los
cristianos de Gaza han sido ejemplarmente solidarios, ayudando a sus
compatriotas musulmanes, acogiéndolos en sus propias casas, en sus escuelas y
lugares de culto, permitiéndoles incluso hacer sus plegarias en sus iglesias.
Haciendo gala de su habitual sinceridad, que dio
lugar a su célebre frase «responsable pero no culpable» [9], [el ministro
francés de Relaciones Exteriores] Laurent Fabius dirá que no hay ninguna
relación entre esos hechos.
Pero la realidad muy diferente. El hecho es que
es necesario acelerar un proceso ya iniciado que apunta a la desintegración de
los países laicos del Levante. La proposición de éxodo forzoso es presentada
como un deber de asistencia únicamente para disimular ese objetivo –el
verdadero– y agrandar así la fisura provocada en la región por los últimos
acontecimientos.
Francia está tratando de garantizar el servicio
postventa de un proyecto que Estados Unidos e Israel ya no logran seguir
promoviendo: el proyecto de un «Medio Oriente Ampliado», fragmentado en una
serie de micro Estados de carácter étnico o confesional.
Es innegable que la política del presidente
George W. Bush logró al menos una cosa en la región: desestabilizarla por largo
tiempo. Y eso está muy lejos del Medio Oriente democrático y prooccidental que
Estados Unidos decía querer implantar.
El drástico cambio proyectado para la región se
inspira en una estrategia israelí descrita en 1982 en el «Plan Yinon» [10].
El «Plan Yinon» sale nuevamente a la luz pública,
en 1996, en el informe titulado A Clean Break, A New Strategy for Securing the
Realm (En español, “Un corte limpio, nueva estrategia para garantizar la
seguridad del Reino [de Israel]”, destinado al primer ministro israelí Benyamin
Netanyahu, seguido de Coping with Crumbling States, a Western and Israeli
Balance of Power Strategy for the Levant (En español, “Acompañando Estados en
ruinas: una estrategia occidental e israelí de equilibrio de las potencias en
el Levante”). Ambos documentos fueron redactados por Richard Perle (American
Enterprise Institute), James Colbert (Jewish Institute for National Security
Affairs), Douglas Feith (Feith and Zell Associates), Jonathan Torop (Washington
Institute for Near East Policy), David Wurmser y Robert Loewenberg (Institute
for Advanced Strategic and Political Studies).
El «Plan Yinon» preveía que Israel autorizaría el
uso de su territorio para el despliegue de los misiles estadounidenses del
proyecto conocido como «Guerra de las Galaxias». A cambio, Estados Unidos debía
derrocar a Sadam Husein y expulsar a los sirios del Líbano para acabar así con
el mito de la nación árabe. En la zona chiita iraquí se crearía un Estado
independiente que sería gobernado por una rama de la familia real jordana, para
contrarrestar la influencia de la revolución islámica iraní.
Pero aquello no funcionó como los
neoconservadores esperaban. El desastre absoluto de la guerra contra Irak, el
fin del nacionalismo laico árabe y el alza de los precios del petróleo y el gas
provocaron profundos cambios en la región. Desde Damasco hasta Dubai, desde Tel
Aviv hasta Teherán, se está forjando un nuevo Medio Oriente, pero no se parece
al esquema previsto.
El antiguo Medio Oriente se construyó sobre la
base de las fronteras y las identidades políticas que las potencias europeas
habían instaurado después de la caída del Imperio Otomano, en 1918. Se basaba
en un nacionalismo laico de inspiración europea que se planteaba como objetivo una
modernización política y social iniciada por la acción gubernamental. Ese tipo
de nacionalismo –el «socialismo árabe»– alcanzó su apogeo durante la guerra
fría, cuando podía contar con la ayuda militar, política y económica de la
Unión Soviética.
Todo aquello se acabó con el derrumbe de la URSS.
El fin del imperio soviético también dio lugar a graves crisis militares en
muchos países árabes ya que, carentes del apoyo militar soviético, los
regímenes nacionalistas no podían seguir modernizando sus ejércitos.
Poco a poco, los regímenes nacionalistas se
vieron sometidos a duras pruebas, dejando a menudo un vacío que frecuentemente
llenaron actores no estatales. Los casos de Libia e Irak son reveladores de
esos drásticos cambios. También cambiaron la correlación de fuerzas ideológicas
y la repartición del poder: el Islam político se convirtió en sustituto del
laicismo y supo integrar hábilmente los temas sociales y un nacionalismo
antioccidental.
Por supuesto, como lo demuestran los ejemplos
mencionados, «nuevo» no significa necesariamente «mejor» sino diferente. En
cuanto al cambio, este no resuelve en lo absoluto los conflictos que agitan la
región, lo cual los hace mucho más peligrosos que en el pasado.
Un aspecto de esa modernización pudo verse en
2006, durante la agresión israelí que enfrentó las fuerzas armadas de Israel
con los hombres del Hezbollah y donde los tanques [israelíes] Merkava fueron
impotentes ante los cohetes antitanque RPG-29 y los lanzacohetes del tipo
Katiusha. Al mismo tiempo, actores no estatales –como el Hezbollah y el Hamas–
tomaron el lugar de los ejércitos tradicionales.
Pero ante tales cambios, Israel creyó adecuado
adelantar sus peones para ganar terreno interviniendo en teatros exteriores
mucho más frecuente que antes y pasando de unas cuantas operaciones secretas y
asesinatos selectivos a intervenciones más profundas en terrenos que lo obligan
a exponerse más que en el pasado.
Así hemos visto el Estado hebreo intervenir en
Irak a través del Kurdistán para actuar de ambos lados de la frontera entre
Irak y Siria [11]. La presencia de Israel es evidente en los acontecimientos
que se han sucedido en toda la región, desde Libia hasta Egipto y desde los
Emiratos Árabes Unidos o Qatar hasta el Líbano, gracias a cómplices locales y al
inquebrantable apoyo de Estados Unidos.
Israel parece haber creído que puede triunfar
donde los estadounidenses fracasaron. Con ayuda de Turquía se movilizaron
expediciones fronterizas para ocupar regiones completas en Siria e Irak. Y
mientras tanto se desarrollaban campañas desestabilizadoras contra los
gobiernos, a pesar de la legitimidad de estos últimos. El presidente sirio ya
era tratado como un paria pero el primer ministro de Irak, recibido pocos días
antes en casi todas las cancillerías occidentales, fue súbitamente calificado
de déspota.
Se trataba de un contrafuego encendido para
desviar la atención de lo que iba a suceder en Gaza. Parecía que con la unión
entre el «Eje de la Esperanza» (Irán, Siria y el Líbano, representado por el
Hezbollah) y el «Eje Pekín-Moscú» ya era suficiente trabajo para los
diplomáticos occidentales, además de todo lo que estaba pasando en Siria e
Irak. Así que era un buen momento para ajustarles las cuentas a las
organizaciones palestinas hostiles a los arreglos que quiere negociar Mahmud
Abbas, el presidente sin mandato de la Autoridad Palestina.
Sin embargo, desde hace varias semanas estamos
descubriendo con sorpresa la impotencia, tanto del poder político como del
ejército israelí, ante la lucha del Hamas, de la Yihad Islámica y de las demás
organizaciones presentes en el terreno, como el FPLP-Comando General de Ahmad
Jibril.
¿Qué les queda a los israelíes que, a pesar de su
fracaso militar, siguen tratando de obtener una rendición incondicional de los
combatientes palestinos?, sobre todo con el bloqueo impuesto a esa franja de
tierra de 360 kilómetros cuadrados, apenas un poco más grande que la mitad del
departamento más pequeño de Francia, el territorio de Belfort.
La invitación de Francia a los cristianos de Irak
crea, por consiguiente, un tema de polémica [entre los franceses]. Pero sobre
todo da a entender que si los israelíes liquidan a los palestinos a bombazos…
en definitiva es algo aceptable en comparación con los sufrimientos de los
cristianos del Oriente, obligados a huir de su país por culpa de los
islamistas. Y se estimula a meter los movimientos de resistencia en el mismo
saco que los movimientos sectarios.
Según esa perspectiva, un militante del Hamas es
lo mismo que un yihadista del Emirato Islámico. Son, en efecto, muchos los que
han manifestado –con toda razón– su solidaridad con los cristianos de Irak.
Sólo que entre las víctimas de los grupos yihadistas no sólo hay cristianos...
también hay kurdos, chiitas, ismaelitas y sunnitas…
Los cristianos iraquíes han empezado a tomar las armas para defender sus
tierras de los grupos yihadistas.
Pero los propios cristianos de Irak no suscriben a la visión sesgada que nos quieren imponer. En una declaración reciente, un dignatario cristiano iraquí criticaba con vehemencia la acción «humanitaria» de los países occidentales, que consiste únicamente en acoger a los cristianos en Europa, contribuyendo así a acabar con la presencia cristiana en Irak.
Los cristianos de Irak no están interesados en
abandonar su país, su patrimonio y su historia. Los cristianos del Oriente aman
cada piedra de Irak, de Siria o de Egipto tanto como cualquier ciudadano de
cualquier otra confesión. Ellos han participado en todas las luchas, desde la
independencia hasta nuestra época. Han sido los primeros en levantar las
banderas del nacionalismo árabe y de la causa palestina… mientras que los
emires del Golfo financiaban, con la complicidad de Occidente, los grupos
yihadistas que hoy vemos en acción.
Señores Fabius y Cazeneuve, los cristianos del Oriente no están interesados en la invitación a instalarse en Francia que ustedes les hacen. Lo que sí quieren es que ustedes los dejen en paz.
NOTAS:
[1] «Decreto del Estado Islámico (ex EIIL)
sobre los cristianos», Red Voltaire, 18 de julio de 2014.
[2] «Au crible des informations
tendancieuses, la situation en Syrie», por la Madre Agnes-Mariam de la Croix.
«L’Église maronite s’inquiète des intentions de l’Occident», por Pierre Khalaf.
«Le Patriarche, les catacombes et la "révolution"», por la Madre
Agnes-Mariam de la Croix, Réseau Voltaire, 1º de mayo, 12 y 22 de septiembre de
2011.
[3] «Chrétiens de Syrie: le
mensonge organisé des médias français», por Francois Belliot, Réseau Voltaire,
18 de mayo de 2013.
[4] «Kossayr: así empezó todo»,
por Suha Mustafa, Red Voltaire, 10 de junio de 2012.
[5] «El ejército turco ayuda a
los mercenarios extranjeros a entrar en Siria», Red Voltaire, 22 de marzo de
2014.
[6] «Laurent Fabius prend la
défense d’Al-Qaida», Réseau Voltaire, 13 de diciembre de 2012.
[7] Ver la intervención del
embajador de Siria, Bachar Jaafari, al final de los debates del Consejo de
Seguridad: «Resolución 2165 y debates (ayuda humanitaria en Siria)», Red
Voltaire, 14 de julio de 2014.
[8] «Le persecuzioni del
mondo», por Giovanni Cubeddu, 30 giorni nella Chiesa, junio de 2007. La
publicación mensual dedicó todo un dossier a la situación de los cristianos en
Irak bajo la ocupación de las tropas de Estados Unidos. Ver también en el mismo
número «Rimaniamo in questo Paese che è la nostra patria», entrevista del
patriarca de Bagdad, S. B. Emmanuel III Delly, concedida a Giovanni Cubeddu.
[9] En 1984 y 1985, el Centro
Nacional de Transfusiones de Sangre de Francia distribuyó deliberadamente
sangre contaminada con el virus del sida a personas que padecían hemofilia.
Acusado de haber ordenado ese tráfico de sangre contaminada, que costó la vida
a varios pacientes, para que los Laboratorios Pasteur tuviesen tiempo de
encontrar un sistema de detección, el entonces ex primer ministro, Laurent Fabius,
fue juzgado por la Corte de Justicia de la República. Fabius se defendió
afirmando que era políticamente responsable pero que no era culpable en el
plano penal. Según Fabius, la decisión de mantener la distribución de sangre
contaminada había sido tomada por sus colaboradores sin que él lo supiera.
[10] «Stratégie pour Israël
dans les années 80», por Oded Yinon, Kivunim (revista de la Organización
Sionista Mundial), n° 14, febrero de 1982. Version francesa, traducida por
Yusef Aschkar, en el sitio Réseau Voltaire.
[11] «"Kurdistán"…
pero al estilo israelí», por Thierry Meyssan, Al-Watan / Red Voltaire, 13 de
julio de 2014.